Haikus y microcuentos Abonico

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HAIKUS Y MICROCUENTOS “ABONICO”

-Una exploración personal de la autenticidad murciana en el crisol de dos tiempos (pasado y presente) con múltiples revelaciones literarias de alumnos y madres-


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Con motivo del reciente centenario de la obra de Vicente Medina, el grupo de investigación "IDEAD" (Facultad de Educación) convierte el Abonico. Las cartas del emigrante (1917-2017) en centro de interés para el cultivo humanístico mediante la innovación actualizadora de un clásico de la literatura murciana desde la acción investigadora, la creatividad y la mirada respetuosa y democrática de distintos estilos de enseñanza y aprendizaje de quienes participan. Proyecto en convergencia con un segundo Proyecto de Innovación e Investigación Educativa, aprobado por la Universidad de Murcia, proyectado sobre el Máster de Formación del Profesorado de Educación Secundaria en Murcia. Coordinados ambos por la profesora e investigadora María Teresa Caro Valverde. En el IES "Felipe de Borbón", tareas de escritura creativa y crítica (profesora: Emilia Morote Peñalver) y tareas interdisciplinares -audiovisuales- (colaboración del profesor José Juan García Box). Tareas creativas e imaginativas dentro del marco competencial de aprendizaje para la vida, atentas al desarrollo de las habilidades, destrezas y conocimientos inherentes a la competencia comunicativa. Formación lingüística y literaria desde una concepción democrática y comunicativa. Desde Vicente Medina hasta los confines del mundo para abordar, con mirada transformadora, estética y creadora de cultura, la actualidad y sus problemas. Para el aula del IES "Felipe de Borbón", de nuevo, excelentes modelos textuales aportados por la madre María Inmaculada Sánchez Palazón (ganadora de un primer premio de escritura de microcuentos en abierto). Y excelentes modelos textuales los aportados desde los originales libros (electrónicos) de haikus y microcuentos publicados a raíz de sendos proyectos de investigación e innovación educativa de carácter interdisciplinar desarrollados en este centro en los cursos 2014-15 y 201516 ("MENCIÓN HONORÍFICA" por la Fundación GSD Innovación Educativa). Primeros y originales proyectos de investigación e innovación educativa en torno a la microficción literaria desde la interdisciplinariedad, la creatividad y una concepción comunicativa de la literatura.

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VICENTE MEDINA. Trayectoria vital y literaria.La actualidad de la obra del escritor archenero no admite controversia. En sus estudios, José Luis Martínez Valero 1 nos recordaba el marco social tan lleno de contrastes, de crisis profunda, grandezas y miserias, para apuntarnos cómo el autor se rebela, por ejemplo, buscando su ser en el exilio con su marcha a Argentina. Así, indica Valero que, como "desterrado", su constante será "pintar de memoria". Así "pinta", con palabras generosas, María Inmaculada Sánchez Palazón, madre de alumna, cuando evoca el tiempo vivido (microcuento y poema): 1. LA PINTURA DE LA MEMORIA (A José Luis Martínez Valero) Antaño, en días como este, cuando escampaba, cogía el agüelo a la nieta y, ataviaos de chubasquero y catiuscas, llevaba a la mocosa de dos palmos al suelo a buscar serranas al monte. ¡Qué contentiquia se ponía la zagalica cuando metía uno d'esos bichejos babosos en la caracolera! Saltando como los charates y a grito pelao cantaban la canción del caracol: “¡Caracol, col, col...!”. Como las matas de esparto, tomillo, romero... estaban mojás, se llevaban algún sustiquio; ¡qué testarazos daba la cría por ir haciendo la chota! Pero ahí estaba el hombre más fuerte del mundo, se ajibaba, le daba el besico de sana sanita y, como si no habiese pasao ná, seguían con la faena. A la vuelta, ¡uhmmm! ¡Las gachamigas! ¡Qué panzá de tocinico, de sardiniquias, de ajicos tiernos...! Cuasi pá reventar de tanta comía. ¡Qué días aquellos! Hoy no está, pero queda su recuerdo y su receta secreta. Luego a luego, si entornamos los ojos, lo vemos. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón, madre de alumna)

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Un acercamiento didáctico al poeta archenero, en El escritor y su paisaje, del poeta y catedrático

José Luis Martínez Valero.

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2. PUEBLO DORMÍO Pueblo dormío dormío sin sueños sueños de paz paz que no llega llega la muerte muerte de hijos hijos sin paeres paeres con hambre hambre de pan pan caliente caliente la sangre sangre en las calles calles frías frías las guerras guerras de cobardes cobardes que mandan mandan matar matar al que no calla calla el pueblo pueblo dormío. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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En la línea de su compromiso con la escritura creativa, la exalumna del IES "Felipe de Borbón" María Ayala San Nicolás recoge, con intensidad, cómo la violencia empobrece la dignidad de la persona. 3. AGAZAPADA Sus sentidos apenas percibían nada. Tan solo el suave tacto de la venda que cubría sus ojos y la dura textura de las cuerdas que la amarraban a la cama. Pasos. Risas. Más risas. Se abre la puerta. -Ahí la tienes- dice una voz áspera con un tono de desprecio que no dejaba lugar a dudas –. No te molestes en hablarle, no entiende nada. -¿Y los golpes? (María Ayala San Nicolás, exalumna IES “Felipe de Borbón”)

4. DES-LIBERTAD Salimos de una guerra para adentrarnos en una batalla inesperada. Ya no estallan bombas, pero nos escupen palabras cargadas con el mismo odio. (María Ayala San Nicolás, exalumna IES “Felipe de Borbón”)

Ese mismo compromiso con que el exalumno Christian Vigueras Romero nos deja sus haikus, que miran, con humor y sentido crítico, a la actualidad: 5. HAIKU LA LA LAND Cuando el torraero está lleno de gente, otras flores caen. (Christian Vigueras Romero, exalumno)

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6. CASTA CLERICAL Sotana que huye de casas en ruinas, desahuciadas. (Christian Vigueras Romero, exalumno)

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HAIKUS. CULTURA HECHA SENSIBILIDAD, CONCIENCIA Y COMPROMISO SOCIAL. Una escritura que invita a la participación en la sensibilización estética que surge de la conexión entre textos y en el compromiso personal y social.El haiku es una composición poética de origen oriental estructurado en tres versos de 5-7-5 sílabas. Tradicionalmente, recogía una imagen de la naturaleza, una impresión o una intuición ante la contemplación del entorno y, sobre todo, una palabra referida a una estación del año; todo ello con un lenguaje sencillo, sin búsqueda de pretenciosidad. Ejemplos en Buson, Soseki, Issa, Sora, Ryota, Basho… A veces, mirar la naturaleza, el entorno natural y humano, para recogerlo en estos tres versos puede ser una respuesta inteligente de nuestra indignación ante los problemas que reconocemos en este proyecto, en la literatura leída y en la actualidad (el haiku que traduce una mirada en positivo): 7. A la intemperie, anidan golondrinas en el alero. (Emilia Morote Peñalver)

8. Rezuma el huerto, Murcia la de las flores, olor a rosas. (Emilia Morote Peñalver)

En la actualidad, son varios los temas abordados y distintas las intenciones comunicativas: humor, crítica, invitación a la reflexión… Así que, esta vez, la sencillez no está reñida con un lenguaje poético, en especial, cuando se pretende un acercamiento al texto literario como base para su imitación y primer acercamiento 7


intertextual, sin olvidar que, probablemente, el exceso de artificio lo aleje del haiku sencillo y natural original. 9. Tierra extranjera. Los hombres al testero. Sudor, sol y uvas. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

10. Toicos los días, por las cuatro perricas, mulas de carga. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

11. Lenjos, mi tierra; mi zagalica, esmayá. Uvas por pan. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

12. ¡Qué chincharrazo en bancal extranjero! ¡Válgame Dios! (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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13. Lenguas de trapo. P'al hambre, un mendruguico a tó el solano. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

14. Mia que tás lenjos, mia que te echo de menos, luna de España. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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HAIKUS “ABONICO”

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1. LA DESPEDIDA Ojos borrosos por decirte adiós, querida mía. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

2. Mia que tás lenjos, mia que te echo de menos, luna de España. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

3. HAIKUS CARTA BIOGRÁFICA (A Vicente Medina) Tierra querida: ¡Tan lejos te encuentras, pueblo murciano! (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

Tierra querida, allá, en lontananza, el mar me mira. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

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¡Ya he llegado! Los ecos de tu brisa aquí encerrado. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

4. Toicos los días, por las cuatro perricas, mulas de carga. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

5. Lenjos, mi tierra; mi zagalica, esmayá. Uvas por pan. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

6. Tierra extranjera. Los hombres al testero. Sudor, sol y uvas. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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7. ¡Qué chincharrazo en bancal extranjero! ¡Válgame Dios! (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

8. Lenguas de trapo. P'al hambre, un mendruguico a tó el solano. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

9. Toicos los días, murriando mi tierra pa’ traer comida. (Francisco Zafra Nortes, 4º ESO)

10. SABOREANDO RECUERDOS Casi ya puedo oler esa paella de mi abuela. (Pablo García García, 4º ESO)

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11. El pañuelico al viento dice adiós. ¡A tierra extraña! (Emilia Morote Peñalver)

12. EL EMIGRANTE El viento y el mar alientan sus lágrimas. Viaje sin vuelta. (Francisco Miguel Lucas Fernández)

13. SOLICA Adiós a España, nuestra tierra querida, por dos perricas. (Mª Ángeles Torregrosa Hernández, 4º ESO)

14. Caminan lentos, sin luces en la niebla, esperanzados. (Alicia Valero Gómez, 4º ESO)

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15. EL VIAJE El triste barco se hundía en el mar. Vidas profundas. (Marina Ibáñez Sánchez, 4º ESO)

16. Por tu futuro, hoy me encuentro aquí. Allí, mis sueños. (Mª Jesús Martí Martí, madre de alumna)

17. Recuerdos, fotos, aliento y alimento. Tierra amada. (Mª Jesús Martí Martí)

18. Montañas verdes por llanuras resecas. Pierdo en el trueque. (Mª Jesús Martí Martí)

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19. El porvenir. ¡Lejos de allí, verte si he de morir!”. (Mª Jesús Martí Martí)

20. Meses de viaje separan nuestros cuerpos. Almas unidas. (Mª Jesús Martí Martí)

21. (De “Carta a María”, de V. Medina) Pobres claveles regaos con tantas lágrimas de quien añora. (Ana Cano García, 4º ESO)

22. LA ESPERANZA Manos unidas que a la libertad aspiran. Almas perdidas. (Francisco Zafra Nortes, 4º ESO)

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23. Sombrero puesto labrando bajo el sol. ¡Por unas perras! (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

24. Tierra querida, extraño tus aromas. ¡Volver yo quiero! (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

25. HAIKU DEL POLIZÓN A todas horas, por un trozo de pan, barcos sin hueco. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

26. Todos los días, el calor de su tierra añoran más. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

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27. Del que no puede, lágrimas y tristeza; asoman de él. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

28. Volveré a mi hogar, a mi Murcia querida. ¡Ya huelo a azahar! (Mª Ángeles Torregrosa Hernández, 4º ESO)

29. A ESTE LADO La casa sola, sin voces en la mesa, sábanas limpias. (Alejandro Perea Blaya, 4º ESO)

30. Ven, inmigrante, a la desigualdad. ¡Y allá que va! (Mª Jesús Martí Martí)

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31. Muros y vallas separan los dos mundos. ¿Cuál te tocó? (Mª Jesús Martí Martí)

32. Reparto atroz, locura colectiva. ¿De qué es augurio? (Mª Jesús Martí Martí)

33. Andén helao, mu lenjos te lo llevas sin compasión. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

34. Como al vencejo, otras tierras t'esperan. Te vas volando. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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35. Madre arrugá, desconsolá te queas; tu hijo se va. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

36. Solloza el muro. El hombre lo construye. Separa vidas. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

37. Desesperanza. Un mar embravecido. La calma llega. (Marta Egea López, 4º ESO)

38. LA DESPEDIDA Lágrimas caen. Ilusiones perdidas. Sonrisa rota. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

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39. Se fue en un barco mi amado, exiliado. Se quebró el aire. (Valeria López Miñano, 4º ESO)

40. Se fue en un barco mi amado, exiliado. Mar hecho añicos. (Valeria López Miñano, 4º ESO)

41. Buscando amparo, Dejé a mis familiares. Triste recuerdo. (Jesús López Huéscar, 4º ESO

42. HAIKU RELOJ En sus lágrimas se posaban minutos rotos. ¡El tiempo vuela! (Alejandro Campillo López, 2º BACH.)

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43. Con esperanza, temblaban tus manicos por la espera. (Mª Carmen Sánchez Ayala, 4º ESO)

44. Almendro en flor, primavera cercana. Ansia de vuelta. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

45. Los días pasan. Igual que las cenizas por el viento. (Carmen Álvarez Lara, 4º ESO)

46. Tantas derrotas y derroche de lágrimas: mi perdición. (Alejandro González García, 4º ESO)

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47. VOZ DE ESPAÑA Suenan campanas que redoblan recuerdos estando lejos. (Ana Cano García, 4º ESO)

48. DESENLACE La primavera. Al marcharte con ella, me arrancaste. (Ana Cano García, 4º ESO)

49. LA CARTA Leo tu carta al calor del hogar: "Querida mía".

Leo tu carta al calor del hogar: "¡Estoy tan lejos!".

Leo tu carta al calor del hogar: 23


"Te echo de menos".

Leo tu carta al calor del hogar tan abonico...

Entre mis labios leo tu despedida con un suspiro. (Emilia Morote Peñalver)

50. (De “Carta a María”, de V. Medina) Pobres claveles regaos con tantas lágrimas de quien añora. (Ana Cano García, 4º ESO)

51. Ojos calados, corazón palpitando, recuerdos vivos. (Ana Cano García, 4º ESO)

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52. Rosa marchita, lejos de las espinas, busca el amor. (Blanca Florenciano García, 4º ESO)

53. CARTA A LA AMADA Miles de horas llevo sin que tus labios mi corazón besen. (Pablo García García, 4º ESO)

54. La libertad es lo que yo más quiero, tierra querida. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

55. Pañuelo al viento, las lágrimas despiden barcos de ida. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

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56. Qué será de ella… ¡Zagalica, te extraño! Tu olor perdura. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

57. Los besos vuelan. La distancia no olvida. Amor eterno. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

58. ABONICO En mi sostén, conservaba tu carta, oro doblado. (Ana Cano García, 4º ESO)

59. HAIKU DE LA POBREZA EN SOLEDAD (Al “zagal de los papeles”, de V. Medina) Un ovillico, el zagal volandero, en la baldosa. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO) 26


60. DE RICOS Y POBRES (Al “zagal de los papeles”, de V. Medina) Gente muy rica. Gente sin pan, sin nido y noche al raso. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

61. HAIKU SIN PAN Es la pobreza triste actualidad. Panes de barro. (Francisco Zafra Nortes, 4º ESO)

62. LA LLANTERA Nena, no llores si pan falta en la casa. Triste canción. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

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63. TRILOGÍA DE HAIKUS SIN “RAIGAMBRE” Como un burro cargo leña al hombro. Árbol sin fruto. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

Por miedo a ti, lejos me lleva el viaje, maldita hambre. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

Días de murria. El llanto apaga luces. Lunas por ojos. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

64. Sí, egoísmo nuestro por no ayudarles. Se pagará. (Mari Carmen Sánchez Ayala, 4º ESO)

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65. HAIKU CON CONCIENCIA Ejemplo infame del odio entre fronteras. ¿Nadie ve nada? (Antonio Martí Vicente, 4º ESO)

66. En la despensa, solas las alacenas, vacías y limpias. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

67. En la despensa, las hormigas asoman como a un charco. (Emilia Morote Peñalver)

68. En la despensa, las hormigas no esperan ya un manjar. (Emilia Morote Peñalver)

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69. La soledad acompaña, triste, a la pobreza. (Paula Abad Bolarín, 4º ESO)

70. Van desterrados por las calles, sin rumbo, como las hojas. (Paula Jiménez Hernández, 4º ESO)

71. Voces calladas. Sufrimiento en las calles sin esperanza. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

72. Manos temblando, vidas arrebatadas. Puñal en mano. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

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73. Y es la pobreza trabajar sin descanso. Mundo apagado. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

74. Manos atadas, pensamientos cercados: muerto viviente. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

75. HAIKUS CRÓNICA. 28.01.17 Hambre en las casas, sufrimiento en los rostros. Vacío interno. (Francisco Zafra Nortes, 4º ESO)

Calles que arropan protestas ciudadanas rompen cadenas. (Francisco Zafra Nortes, 4º ESO)

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76. HAIKUNFURECIDO Hambre con rostro: los dientes se alinean en la protesta. (Emilia Morote Peñalver)

77. Sólo dos panes, cinco bocas famélicas. Drama en la mesa. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

78. Despensa huera como mi interior. Casa sin alma. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

79. Dichoso el hambre: a falta de perricas, mata a la gente. (Lidia Ortiz González, 4º ESO)

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80. Pobreza y hambre se hacen sitio en las calles. Nadie lo impide. (Alejandro González García 4º ESO)

81. Es la pobreza una guerra infinita. Huecos por panes. (Antonio Javier Ayala Almela, 4º ESO)

82. Todos los días, azá’ pa' ca' y pa’ llá’ y na’ que comer. (Mª Carmen Sánchez Ayala, 4º ESO)

83. Unos con tanto y otros con tan poco. ¡¿Y la igualdad?! (Mª Carmen Sánchez Ayala, 4º ESO)

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84. Llora el candil lágrimas de pobreza. Desconexión. (Miriam Sánchez Aulad, 4º ESO)

85. Zapatos rotos. Sobre el campo nevado, siente la vida. (Miriam Sánchez Aulad, 4º ESO)

86. HAIKU DEL DÍA A DÍA DE LA POBREZA Días sombríos, miradas taciturnas, noches oscuras. (Paula Abad Bolarín, 4º ESO)

87. Ni una perrica, estómago a rastras. Es la pobreza. (Fco. Javier Sánchez Garrido, 4º ESO)

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88. A LA POBREZA EXTREMA Días oscuros. Vida sin luz ni agua. Un sinvivir. (Lidia Ortiz González, 4º ESO)

89. El probetico, como un pajarico, abre su pico. (Ana Cano García, 4º ESO)

90. TRILOGÍA DE HAIKUS DE LA MISERIA MORAL O EL PERDIDO AMOR Con arma blanca, puñalás en el pecho. Críos sin maere. (Cristina Martí Sánchez, 2º ESO)

Jamanza palos. Amarga luna de hiel. Lágrimas rojas. (Cristina Martí Sánchez, 2º ESO)

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Amor violento. No comieron perdices. La soga, al cuello. (Cristina Martí Sánchez, 2º ESO)

91. HAIKU SIN VIDA Amor amargo: vivir la vida en vilo. Un no vivir. (José Mario Sance Orellana, 4º ESO)

92. El terrorismo: oscuro manto de odio. Antisistema. (José Mario Sance Orellana, 4º ESO)

93. Clavos por besos. Puñales por caricias. Falsos "te quiero". (Mª Ángeles Torregrosa Hernández, 4º ESO)

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94. Violencia, guerra, víctimas inocentes. El terrorismo. (Jesús López Huéscar, 4º ESO)

95. Los sueños rotos, golpes, maltrato, miedo. Vidas vacías. (Jesús López Huéscar, 4º ESO)

96. HAIKUS NOTICIA A. La cocaína, en botes de cacao. Lo leí ayer. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

B. ¡Cuánto destruye la construcción de un muro! Lo leí ayer. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

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C. Explotó Dios. Ataque religioso. Lo leí ayer. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

D. Perversa unión: política y poder. Lo leí ayer. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

E. Las energías. Altas montañas rusas. Lo leí ayer. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

97. Vivir con miedo mientras los días pasan. Vidas perdidas. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

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98. Cerca, la noche. Un horizonte de nubes. Desamparados. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

99. Sin esperanza, afrontando los días. Vida sumisa. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

100. Vida sin dueño, nublada por el poder. Mundo olvidado. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

101. HAIKU ANTI TRUMP Levantar muros hará surgir cadenas de escaleras. (Emilia Morote Peñalver)

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102. Pobre de mente y vacío en el alma que llena de odio. (Julieta Poggio Vitale, 4º ESO)

103. La valla helada recibe sus lágrimas por el castigo. (Mª Carmen Sánchez Ayala, 4º ESO)

104. Sangre de guerra, pateras sin destino: reflejo de hoy. (Fco. Javier Sánchez Garrido, 4º ESO)

105. Horribles vallas separan libertad de humanidad. (Fco. Javier Sánchez Garrido, 4º ESO)

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106. CASTA CLERICAL Sotana que huye de casas en ruinas, desahuciadas. (Christian Vigueras Romero, exalumno)

107. Cuchillo, en mano. En el rincón, los niños. La madre, muerta. (Jorge Vicente Bautista, 4º ESO)

108. Puños de acero. Anillo ensangrentado. El amor mata. (Jorge Vicente Bautista, 4º ESO)

109. Sin maquillaje, oscuros hematomas de un falso amor. (Jorge Vicente Bautista, 4º ESO

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Esta es, entonces, la oportunidad para abordar el haiku que capta el instante, el que mira al agua, al huerto, a la palmera, a la plaza, a la chimenea, a la acequia, a la higuerica, al sol... Y tomando las palabras de José Luis Martínez Valero (2009, p. 42), vendría a significar vuestra composición un acercamiento para quien se ve forzado a abandonar su tierra, un modo de salvar la distancia, de superar los límites o fronteras naturales, de hacer de lo particular, pequeño, local o provinciano un sentimiento o "una causa universal" (p. 43). 109. Casi irreal el sostén de un copo entre mis dedos. (Alejandro Sánchez Rodríguez, 4º ESO)

110. En el tejado, la figura de un gallo girando al viento. (Alejandro Sánchez Rodríguez, 4º ESO)

111. Cielo de invierno: las nubes grises vuelan con la tormenta. (Alejandro Sánchez Rodríguez, 4º ESO)

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112. Manos vacías de blancas amapolas bajo la noche. (Paula Jiménez Hernández, 4º ESO)

113. PAISAJE Ante un sol cálido, se entregan los copos: hielo fundido. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

114. ESTACIÓN FLORIDA Agua en la acequia, claveles reventones. ¡Es primavera! (Talía Cascales García, 4º ESO)

115. EL PARAÍSO MISMO Hogar en paz. Alborotan las calles los zagalicos. (Talía Cascales García, 4º ESO) 43


116. NOCHE HELÁ Luna de enero. Agua, pasto y esparteñas en la ventana. (Talía Cascales García, 4º ESO)

117. Papel y pincel. La sombra de la higuera. Imaginación. (Blanca Florenciano García, 4º ESO)

118. Trinar de pájaros. La sombra de la higuera mira al cielo. (Blanca Florenciano García, 4º ESO)

119. Cantan los pájaros y las flores ya brotan. Es primavera. (Antonio Javier Ayala Almela, 4º ESO)

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120. Por tu mirada, crecieran flores mil en mi balcón. (Jorge Vicente Bautista, 4º ESO)

121. De tu mirada hizo la luna llena soles nocturnos. (Jorge Vicente Bautista, 4º ESO)

122. OXÍMORON Días oscuros de gritos silenciosos. Los niños mueren. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

123. FALSOS HÉROES ¡Sangre inocente! Silencio sepulcral. Todo es nada. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

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124. EMPATÍA Acción en busca de reacción ante ella, la indiferencia. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

125. HAIKU MISTERIOSO La oscuridad dice “hola” al miedo sin rebeldía. (José Mario Sance Orellana, 4º ESO)

126. Calles vacías de sentido y honor. Almas en pena. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

127. El viento sopla, pasa como la vida, sin detenerse. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

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128. Miradas fijas en paredes vacías, llenas de odio. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

129. Armas en mano. Odio en las mentes. Amor oculto. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

130. Cerró los ojos intentando olvidar aquel infierno. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

131. Se escapa como arena de mar entre las manos. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

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132. Vidas perdidas en cien mares de lágrimas. El mar no es mar. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

133. Murcia florida, la garra de la guerra secó tus rosas. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

134. Zagales mudos, la garra de la guerra cortó sus lenguas. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

135. Siembra de muertes, la garra de la guerra segó sus vidas. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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136. Pueblo dormido. Abundante silencio. ¿Cuentan ovejas? (Cristina Martí Sánchez, 2º ESO)

137. Pueblo dormido: amordazás las bocas, sin libertad. (Cristina Martí Sánchez, 2º ESO)

138. ¡Manos arriba! La garra de la guerra atraca vidas. (Cristina Martí Sánchez, 2º ESO)

139. ÁRBOL DE LA VIDA Hojas que caen cual vidas inocentes arrebatadas. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

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140. El terrorismo destrozando el mundo. Ayer lo vi. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

141. La fría guerra lanza llamas sin aviso. Calles con miedo. (Alejandro Perea Blaya, 4º ESO)

142. LA CULPA ¿Alguien encuentra el sinfín de sus sueños? ¿Niños adultos? (Marta Egea López, 4º ESO)

143. Poco a poco, más y más gente rica sin empatía. (Ramón Perea Nicolás, 4º ESO)

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144. Vivir con miedo huyendo del destino no es vivir. (Jesús López Huéscar, 4º ESO)

145. Leer y sentir que les roban sus vidas. Sentir a Siria. (Jesús López Huéscar, 4º ESO)

146. Miedo, terror. Escucha sus pisadas. La negra sombra. (Blanca Florenciano García, 4º ESO)

147. Caen por tierra riachuelos de sangre. Llantos eternos. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

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148. HAIKU LA LA LAND Cuando el torraero está lleno de gente, otras flores caen. (Christian Vigueras Romero, exalumno)

149. Lágrimas sirias acompañan sin fuerza un mar profundo. (Mohamed Hassani Aziz, 4º ESO)

150. Almas en pena, ocultas bajo techo, miran al alba. (Blanca Florenciano García, 4º ESO)

151. MIRADA COMPROMETIDA Sangre inocente derramada en el cielo. Atardecer. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

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152. LA GUERRA Juré por ti, mis mujercica rota, que volvería. (Ana Cano García, 4º ESO)

153. Amanecía buscando tu auxilio; por ti rogando. (Ana Cano García, 4º ESO)

Así escribe la alumna Ana Cano García (4º ESO) a propósito del libro de Isabel María Abellán (Isidro): "[...] Por otro lado, lo que no logro comprender es cómo, por tener ciertas ideologías, podían encarcelarte o, incluso, fusilarte. Y, aunque creamos lo contrario, hoy, este tipo de acciones y personas fanáticas, que creen que los pensamientos contrarios a los suyos deben estar prohibidos, siguen existiendo. [...]" 154. HAIKUS DEL EXILIADO A. (A Gloria Fuertes) Miraba al sol. La garra de la guerra: eco lejano. (Emilia Morote Peñalver)

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B. Manos vacías con destinos inciertos. Almas en pena. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

C. Carta en mano, escrita con dolor. Carta-gaviota. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

D. Carta en mano. Garabatos asoman y mi voz tiembla. (Emilia Morote Peñalver)

E. Miro el confín con pasos consistentes. Adiós, mi hogar. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

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F. Miro el confín. Y aún oigo tu dolor, pueblo aturdido. (Emilia Morote Peñalver)

G. Algo de agua para sanar las llagas. Sus pies, delcalzos. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

H. Hilillos de agua se confunden con llanto. Tarde de lluvia. (Emilia Morote Peñalver)

I. Hilillos de agua se confunden con llanto. Lluvia de lágrimas. (Emilia Morote Peñalver)

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J. Cierro la puerta sin saber del retorno, sin vuelta atrás. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

155. Abro los ojos: destrucción y dolor. Vida no vida. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

156. Cicatrices que de recuerdos oscuros marcan las vidas. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

157. Matan maestros, resisten ignorantes. Quedarán títeres. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

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158. Bombas que caen: la música de los que alma no tienen. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

159. MARCHA FÚNEBRE Sus proyectiles diseñan partituras a la muerte. (Emilia Morote Peñalver)

160. LA HUIDA Sueños rotos y caminos voraces en frío invierno. (Antonio Gabarrón Carrillo, 4º ESO)

161. No son un número, son mar de corazones. ¡Sed bienvenidos! (Antonio Gabarrón Carrillo, 4º ESO)

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162. Manos heladas se aferran a las vallas de la esperanza. (Miriam Sánchez Aulad, 4º ESO)

163. Desvanecida, entre ruinas y polvo, huye la vida. (Miriam Sánchez Aulad, 4º ESO)

165. HAIKU ATORMENTADO Escucho rayos que fusilan personas en la tormenta. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

166. Armas de fuego. Edificios ardiendo. Olor a pólvora. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

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167. HAIKU EXISTENCIAL Camino solo, perdido entre caos, sin horizonte. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

168. Unos sonidos oídos a lo lejos en la batalla. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

169. EL DESENLACE Sueño que acabe estando a tu lado, junto a la luna. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

170. Caen del cielo lágrimas por las víctimas. Tormenta fría. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

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171. Cuerpos helados caminando sin rumbo. Almas perdidas. (Ana Belén Jiménez Hernández, 4º ESO)

172. Ojos vendados, un mundo etéreo. Indiferencia. (Ana Belén Jiménez Hernández, 4º ESO)

173. SUS VIDAS Llantos eternos, sufrimiento continuo. Lucha sin fin. (Francisco Zafra Nortes, 4º ESO)

174. Eslomao’ voy yo, de to’ lo qu’he currao’ hoy, matao’ pa’ casa. (Pablo García García, 4º ESO)

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175. Tierra añorada, te extraño como nunca. Tierra lejana. (Pablo García García, 4º ESO)

176. Cuando la guerra es sentencia de muerte del inocente. (Pascual Vera Bermejo, 4º ESO)

177. HAIKUS “SIN RED” Un chico más que encuentro en la red. Era mi amigo. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

Un chico más. Un comienzo inocente. Y me enganché. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

Un chico más. A todo accedía. 61


Me sofocabas. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

Un chico más. Caí en el abismo de tu mentira. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

Un chico más. Oculta entre sus garras Sin ver la luz. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

178. Se venden penas, no quea libertad. Tó es un negocio. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

179. ZONA CATASTRÓFICA Piazo de suelo con regueros de sangre y mil sollozos. (Ana Cano García, 4º ESO)

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180. Sangre y llantos, por un piazo de suelo. Vida de tantos… (Ana Cano García, 4º ESO)

181. Vendas por ojos, odio por empatía: actualidad. (Ana Cano García, 4º ESO)

182. Te sueño libre, te sueño en tu tierra. Luego, despierto. (Ana Cano García, 4º ESO)

183. Ni un suspiro. Ni desahogan sus llantos. ¡Papel y lápiz! (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

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184. Mundo en guerra e injusticias sociales: siglo XXI. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

185. Nada hay después: futuro de papel mirando al mar. (Mª Dolores García Navarro, 4º ESO)

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MICROCUENTOS “ABONICO”

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CULTURA HECHA CONCIENCIA Y COMPROMISO.Aproximación a la literatura realista y de principios de siglo XX desde la creación, desde la fuerza transgresora de la microficción y el compromiso estético de la palabra en el ensayo o la columna de opinión. Desde la lectura de Vicente Medina, la observación de nuestro entorno, de la actualidad con intención reflexiva, crítica..., aun con argumentos de ficción, sin huir de los aspectos más desagradables, nos permitirá encontrar proximidad con aquellos autores que, a finales del siglo XIX, novelaron en un marco social convulso, de revueltas sociales, de enfrentamientos, de reivindicación de derechos y libertades, de explotación infantil, de hambre, miseria, emigraciones... El reflejo de la experiencia cotidiana actual y el deseo de comunicar han de empoderar a los alumnos para, como fotógrafos privilegiados, ofrezcan composiciones como argumentos para no olvidar aquella, recreando sucesos reales con verosimilitud o con intencionada carga crítica y concienciadora. Incluso, sin eludir el misterio, el terror o lo más sórdido de la realidad o actualidad que están viviendo (guerras, pobreza, emigraciones, desplazados, refugiados, pobreza infantil, miles de niños desaparecidos. muerte...). 1. Microcuento basado en una "historia de vida" LA DESPEDÍA Hecha piazos estaba España, llena de gentes lampando por unas mollicas de pan, zagaliquios escuchimizaos y paeres que tenían que marcharse lejos para ganar el jornal. Por esos días, estaba "el Juanico" apalancao al pilón, con los sesos hechos agua de tanto pensar. El remate era irse a faenar con los gabachos, ya lo tenía tó gobernao. No quería dejar soliquias al par de perlas, su mujer y su cría, pero ya se veía con las perricas en la mano y tó lo que haría con ellas. Pa su Inés un sostén nuevo, los otros l'estaban holgueros y para su nena un trozo chiche, alguna galguería y una queca de las güenas, pa que no la esfaratara tan ligerico. Brincando por el bancal llegaba la niña, plagaiquia cerriches y con las greñas fuera. S'abía enjuascao con un salagustín y el tiempo s'abía pasao volando. “El Juanico” la aupó, la achuchó y l'enseñó el retrato de los tres junticos, lo llevaría toico el día en el bolsillo durante su ausencia. Una mansalva besos fue la despedía; cuando cantara el gallo, ya no estaría. 66


(Mª Inmaculada Sánchez Palazón, madre de alumna)

2. LA AUSENCIA Y de pronto, amanece, y despertamos en un mundo en el que la paz brilla. Por su ausencia. (Ana Cano García, 4º ESO)

3. Microcuento basado en una noticia protagonizada por Baset, un refugiado EL FOTÓGRAFO DE LA MUERTE Siempre quiso ser fotógrafo, pues sería capaz de transmitir la belleza del mundo a través de una imagen, que, a su vez, tiene numerosas interpretaciones para cada persona. Pero, poco a poco, ese sueño se fue apagando en su interior a la vez que su espíritu infantil. - ¡Cómo podría transmitir la belleza a través de una imagen si ni siquiera yo puedo encontrarla dentro de mí! –se reprochaba-. Vivo rodeado de tristeza, penuria, miseria y muerte, y a lo máximo que aspiro, aquí, es a poder comer dos veces al día. Estoy encerrado en este lugar, sin posibilidad de huir. Intento mirar hacia delante, luchar por mis sueños y pensar que podré cumplirlos, pero sólo veo edificios derruidos y no puedo desprenderme del olor a pólvora y a putrefacción. Baset volvió su cabeza y, como delirio de un poeta, vio cómo una mujer muy bella salía de entre los escombros con un ramillete de violetas en sus manos. No alcanzó a reconocer su rostro, que se escondía debajo de una sombrilla blanca más y más… Entre la oscuridad, dejó de escuchar sus pasos. (Clara Martínez Martí, 2º ESO)

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4. EL SALTO DE FE Y, sin más, saltó aunque no sabía qué se encontraría al final. Pero tenía que hacerlo por los suyos para que no se murieran de hambre. Nadó, nadó como nunca lo había hecho, recordándose por quién lo hacía. Tenía mucho frío y empezaba a cansarse: sus extremidades cada vez le pesaban más y más.... Poco a poco, fue disminuyendo la velocidad y hundiéndose hasta llegar al punto de quedarse completamente cubierto de agua. Tocó el fondo, cerró sus ojos y, para su sorpresa, vio a la persona que más extrañaba en el mundo, su mujer. La abrazó y se quedó con ella. (Julieta Poggio Vitale, 4º ESO)

5. LA PINTURA DE LA MEMORIA (A José Luis Martínez Valero) Antaño, en días como este, cuando escampaba, cogía el agüelo a la nieta y, ataviaos de chubasquero y catiuscas, llevaba a la mocosa de dos palmos al suelo a buscar serranas al monte. ¡Qué contentiquia se ponía la zagalica cuando metía uno d'esos bichejos babosos en la caracolera! Saltando como los charates y a grito pelao cantaban la canción del caracol: “¡Caracol, col, col...!”. Como las matas de esparto, tomillo, romero... estaban mojás, se llevaban algún sustiquio; ¡qué testarazos daba la cría por ir haciendo la chota! Pero ahí estaba el hombre más fuerte del mundo, se ajibaba, le daba el besico de sana sanita y, como si no habiese pasao ná, seguían con la faena. A la vuelta, ¡uhmmm! ¡Las gachamigas! ¡Qué panzá de tocinico, de sardiniquias, de ajicos tiernos...! Cuasi pá reventar de tanta comía. ¡Qué días aquellos! Hoy no está, pero queda su recuerdo y su receta secreta. Luego a luego, si entornamos los ojos, lo vemos. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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6. ECO-FONÍA Los oí ayer. Gritos sordos manaban de aquellos soles apenados. Soles que no relucirán como antes. Los oí ayer. Pasos desesperados huyendo de una pesadilla, queriendo despertar. Los oí ayer. Los oigo hoy. Los oiré mañana. Y tú, ¿también los oyes? (María Dolores García Navarro, 4º ESO)

7. VIERNES 13 - ¡Aaaah! - ¿Qué pasa, hijo? - ¡He tenido una pesadilla en la que mamá y tú me cortabais y arrancabais todas las partes de mi cuerpo como ofrenda… a...! - Tranquilo, hijo, sólo era un ritu..., un sueño. Tranquilo, que hoy es jueves 12, un día como otro cualquiera y tienes que estar descansado para mañana, un día muy especial. (Ramón Perea Nicolás, 4º ESO)

8. LA GUERRA Era una noche fría y había comenzado a nevar. Iba sola y se encontraba en una calle oscura que no parecía tener fin. Estaba asustada; sólo veía formas que estaban acostadas en el suelo y una pequeña hoguera que se encontraba al final de la calle. La niebla se encargaba de ocultar aquel parque con pequeñas avenidas de flores que, entonces, invadían los saltos y risas de los niños. 69


Unos gritaban; estaban locos. Otros lloraban; no tenían fuerzas para seguir vivos. Y otros, simplemente, se quedaban mirándome fijamente como si yo les hubiera hecho algo malo. Empezó a correr, pero un fuerte dolor en el pecho le hizo detenerse. Un dolor tan fuerte y terrible como el de una bala enemiga. (Sara Sánchez Luna, 3º ESO)

9. LA CARTA Echaba de menos aquel bienestar que reinaba en su infancia. Deseaba volver a su chimenea, que le da el calor que ella tanto añora... Con gesto serio, la madre dejó caer la carta al suelo, y se dirigió a la ventana para escuchar el grito débil de Ana cuando jugaba con su hermano en el patio. (Ana Cano García, 4º ESO)

10. FALSAS ESPERANZAS (Cardamomo y Las Cartas del emigrante, en mi memoria) Llevábamos días huyendo hacia la frontera; apenas habíamos comido un par de pedazos de pan y un poco de leche entre los cuatro. Pero nos alentaba saber que, cada vez, quedaba algo menos. Sobre todo, la energía que transmitían las risas de los pequeños, que nos daban más y más fuerza. En la lejanía, podíamos verlo: ya estábamos haciendo planes de futuro. Así que habría merecido la pena aun con tanto sufrimiento, pérdidas... Días de lágrimas y murria. Y es que las malas no son las tierras, que también decía el poeta. Apenas tuve tiempo para reaccionar; sólo pude apreciar cómo mis ojos, de repente, se desvanecían en una larga y ya prolongada niebla… Ahora, alcanzo a romper el cerco de la memoria y el odio leyendo esos versos del poeta que calman cualquier sed de venganza: Las tierras no son malas […] ¡pero en ellas hay hombres, 70


que son iguales en el mundo entero! (Vicente Medina) (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

11. LA DESPEDIDA Fátima tan solo era una adolescente obligada a cuidar de sus tres hermanas pequeñas y su madre enferma; su padre, al parecer, había muerto en la guerra antes de que ella naciera. Fátima dedicaba su día a día a su madre y hermanas. El poco dinero del que disponían lo necesitaban para las medicinas de aquella y los pocos alimentos que se podían permitir. Se veía sin salida: su madre empeoraba y apenas llegaban a final de mes. Un día, un desconocido encontró a Fátima llorando en la calle. Esta notó confianza en él y le contó su historia. Siro, que así se llamaba, se conmovió al escuchar sus palabras y trasladó a la familia de Fátima a su casa. Semanas más tarde, Siro no apareció por la casa. En su cuarto, la madre de Fátima halló un sobre cerrado. En su interior, una vieja cruz de madera y un tintero lleno. (Mª Carmen Sánchez Ayala, 4º ESO)

12. LADRONES DE ALMAS En la sala contigua, oía gritos de dolor, gritos tan terroríficos, que me producían pesadillas. Ya quedaba menos para mi turno –pensé-; había visto cómo, poco a poco, se llevaban a mis compañeros de celda y cómo estos, cuando salían de esa sala de… torturas, ya no volvían a ser los mismos. No eran personas: habían sido martirizados, les habían lavado el cerebro y los habían convertido en armas letales. Ya no tenían voluntad ni para dejarse caer al suelo, y, cuando alcanzabas a mirar sus ojos, estos estaban vacíos, y sus manos, sarmentosas y sin nada que llevarse a la boca en ya demasiado tiempo. Oí cómo los agentes se iban acercando a mi celda. Intenté pensar algún plan de huida, pero vi que era imposible y que lo mejor era, finalmente, dejarse llevar. Cerré

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los ojos y pensé en todos los buenos recuerdos y en todas las buenas personas antes de que me los arrebataran de la conciencia. Pasaron los días y las noches… Al despertar, encontré la celda abierta, tan huera como mis ojos. Frente a mí, sentada, una sombra. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

La actualidad se empeña en ser tozuda, y nos da suficientes consignas y argumentos con que abordar, imaginativamente y con fines reparadores y transformadores, los problemas que Vicente Medina nos evoca y sugiere en sus cartas (la pobreza, la emigración, la desigualdad, la falta de trabajo, la guerra, las alegrías y sinsabores de la vida misma...) que, como señala José Luis Martínez Valero (2009), adquieren un tono universal. "Depúrense estos dos extremos, lo popular y lo cosmopolita y empezaremos a aproximarnos a Vicente Medina: ¡Qué manera de sonar/ las campanas de mi pueblo!../ Las tocan allá en España/ y en América las siento!". (p. 43). 13. 17 DE JULIO DE 1936 (Isidro, en la memoria, para tantos “Isidros”) Jamás olvidaré esa fecha. Días antes, recibimos ese sobre que tanto rehuíamos y temíamos: Él tenía que marchar a esa… absurda disputa de Estado. Al leer esa horrible noticia plasmada en un insignificante papel, sentí cómo, poco a poco, cada palabra me desgarraba más el alma. Las lágrimas cayeron sin cesar y lo que más me angustiaba era que eso no cambiaría nada. Mi único deseo era huir con él lejos de este intenso dolor, pero, entre sollozos, recogía sus enseres (la llamada era inminente). Decir “adiós” fue lo más duro. Tras un beso con sabor a esperanza, partió, y lo único que yo me preguntaba, al ver cómo su figura se difuminaba en aquel estrecho camino de tierra, era… ¿volverá? Y si vuelve, ¿será el mismo? Y… ¿quién seré yo? (Miriam Sánchez Aulad, 4º ESO)

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14. BUSCANDO UN PAN Liam, con tan sólo catorce años, tuvo que marchar desde Ceutí hasta Alemania. Él tenía siete hermanos y fue el único que tuvo que marchar a ganarse su propio pan. Trabajando en una fábrica en Alemania, conoció a una mujer de su mismo pueblo. Juntos volvieron para España pero, esta vez, a Albacete. Ahí creó un restaurante donde sus trabajadores, mejor dicho, amigos, lo querían mucho. Pasados unos años, volvió a Ceutí y se quedó con el restaurante “El mirador”, donde, años después, acabaría jubilándose. (Sandra Nieto Honguero, 1º ESO)

15. TIERRA DE PROMISIÓN Acompañaos de bórea, llega al viñedo la cuadrilla de jornaleros españoles, tós del mismo pueblo, pueblo vacío de hombres, lleno de viejos, mujeres y niños, miseria y hambre, esperanzaos con el dinero que llegará de tierra extranjera. Con la capaza cargá a las costillas, comienzan la recolección: es un no parar mientras que dura el sol: agachaos, levantaos, corriendo de aquí p'allá, que si al tractor, que si al camión... No ven la hora de volver al barracón; con el lomo partío y comíos por los mosquitos, terminan el día enjonzaos. Pocos días les quean pa volver a su tierra querida, a su Murcia, a su huerta, al hogar con sus familias. El amarillo asoma en las hojas y los pájaros s'espiden como lo harán ellos. Montpellier, ¡anda con Dios! (Mª Inmaculada Sánchez Palazón)

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16. NATURALEZA MUERTA No podría decir si desperté en medio de la oscuridad o en pleno día, sólo sé que mis ojos únicamente veían barbarie y destrucción. “Lo vi el otro día”, “lo oí ayer”, “lo estoy viendo”… Miles de cuerpos se encontraban en la arena, a orillas de la playa; parecían estar tomando el sol, pero yo comprendí que ya su momento había acabado, que ni el más potente de los soles lograría tornar su pálida tez en morena, pues esos cuerpos ya no tenían vida. Cangrejos y gaviotas se acercaban a ellos a probar suerte, aunque sólo los más valientes se quedaban, pues hasta sordo uno, podía escuchar los gritos de esas almas que se desprendían de sus cuerpos, volando hacia un cielo gris del que sólo caían artilugios mortales que sellaban los labios y cerraban los ojos. (Clara Martínez Martí, 2º ESO)

17. EL ÚLTIMO BAILE Seguí caminando, intentando no pisar ningún miembro de nadie, tratando de no despertarlos de su sueño eterno, el cual, en la mayoría, había llegado antes de tiempo. Decidí armarme de valor y mirar hacia el frente, hacia el horizonte, buscando algún rastro de esperanza, pero mis ojos no encontraron sino el cuerpo de un niño de apenas 3 años que se dejaba mecer por la suave danza de la marea, cual hojas movidas por el viento, bailando su ultimo baile. Su rostro reflejaba la vida que el pobre había llevado y que tan mal se había comportado… Corrí hacia el agua para sacarlo y dejarlo reposar en la arena, pero, en ese instante, el reflejo del sol sobre el agua cegó mis ojos, y, cuando volví a abrirlos, el niño ya no estaba. En su lugar, una débil hoja se dejaba llevar por la suave marea. (Clara Martínez Martí, 2º ESO)

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18. FÁBRICA DE MONSTRUOS Y así, como si nada, una vida se va entre las yemas de tus dedos. ¡Y no vuelve, jamás volverá! Tal vez, no te sientas culpable; tal vez, pienses que se lo merecía…, pero nadie merece morir así. Hoy, un trocito de tu alma también ha muerto y no volverás a ser el mismo. Así se crean los monstruos: a tu imagen y semejanza. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

19. PETICIÓN DE AUXILIO Ayer la vi, la vi, en las noticias, anunciada para mover corazones, anunciada como un grito de auxilio sin ser gritado, anunciada con miles de miradas perdidas, anunciada con la imagen de los refugiados, refugiados sin un lugar donde refugiarse. Ayer la vi. Vi la triste y desesperanzadora realidad. (Valeria López Miñano, 4º ESO)

20. LA CUENTA ¿Ande se esconde el macareno por esas tierras? En esta fría tarde que tanto lo echo de menos, en mi Ceutí, calienta bien. ¿Ande estará? Mi mujer, mis hijos, mi pueblo. ¡Qué ganas de verlos! Días mojaos sin fin que cuento con mis callosos deos de las manos para volver con ellos. (Modesto Abenza Villa, 4º ESO)

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21. AGAZAPADA Sus sentidos apenas percibían nada. Tan solo el suave tacto de la venda que cubría sus ojos y la dura textura de las cuerdas que la amarraban a la cama. Pasos. Risas. Más risas. Se abre la puerta. -Ahí la tienes- dice una voz áspera con un tono de desprecio que no dejaba lugar a dudas –. No te molestes en hablarle, no entiende nada. -¿Y los golpes? (María Ayala San Nicolás, exalumna IES “Felipe de Borbón”)

22. DES-LIBERTAD Salimos de una guerra para adentrarnos en una batalla inesperada. Ya no estallan bombas, pero nos escupen palabras cargadas con el mismo odio. (María Ayala San Nicolás, exalumna IES “Felipe de Borbón”)

23. MIEDO Cuando la luz entró por las rendijas de la persiana de su habitación, no tuvo más remedio que despertarse. Lo primero que hizo fue coger el móvil de la mesilla, como hacía siempre cada mañana nada más abrir los ojos, para encontrarse con la falta absoluta de notificaciones. Desbloqueó la pantalla y eligió, en el reproductor de música, algunas suaves melodías que le ayudaran a coger energías para poder salir de la zona de confort que le ofrecía la cama. Aunque la música no tuvo efecto alguno. Se volvió a tapar con la manta y el edredón fuertemente, intentando esconderse de un mundo que le daba miedo. (Alejandro González García, 4º ESO) 76


24. SU ÚLTIMO TREN Ella corría y corría, sin nada de equipaje, aquella noche. Las paredes de las casas, sin luz, hacían de la calle un imponente túnel. Su voz volvía a detenerla: - ¿Con quién has estado, zorra, con quién...? ¡¡¡Dime!!! -le gritaba mientras clavaba sus zarpas en su pecho. Ella corría y corría, sin nada de equipaje... (Marina Ibáñez Sánchez, 4º ESO)

25. ¿POR QUÉ NO SON ETERNAS LAS MADRES? María era una chica que odiaba a su madre porque se había separado de su padre. Siempre, cuando la madre le regañaba por cualquier cosa mala, ella, por las noches, se escapaba de su casa y se iba de fiesta. Todo su rencor y odio no desapareció con el pasar del tiempo. María cumplió su mayoría de edad y empezó a salir con alguien que, un día, le habló así: María, no todos los amores son eternos. Ella te llevó en su vientre durante 9 meses, tuvo horas de sufrimiento hasta que tú naciste… María se levantó y salió corriendo con lágrimas en sus ojos. Estuvo desaparecida dos días, y decidió volver a su casa. Al llegar, vio una ambulancia en la puerta y a sus vecinos llorando. (Mariley Fernanda Díaz Calle, 1º ESO)

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26. PENTAGRAMA EN EL MAR Entre las olas del mar se escucharon llantos de aquellos que nunca volverían a pisar tierra firme. Cada nota expresaba el DOlor de ellos, el REcuerdo olvidado, MIles de lágrimas, FAmilias perdidas, SOLes que caen con la guerra, LAmentos de los olvidados y el SIlencio impuesto por un mundo cruel. Y el mundo asistió al desconcierto. (Alejandro Campillo López, 2º BACH.)

27. CORAJE SIN MANOS El recuerdo de cuando estalló la guerra se aparece constantemente en mis sueños. Era un día alegre hasta que vimos a la gente huir de las explosiones que se oían a lo lejos. Mi mujer y yo empezamos a huir pero, de repente, una explosión derrumbó un edificio. Quedamos atrapados entre los escombros: mi mujer había sido gravemente herida. Yo buscaba alguna manera de salir mientras pedía ayuda gritando. Un soldado vino a socorrernos, apartando los escombros para que pudiéramos salir, pero ella estaba muy herida y no pudo sobrevivir. Sus últimas palabras fueron: “Sigue adelante y vive”. Verla morir… La tristeza inundó mi corazón y no pude evitar llorar. El soldado me sacó entre los escombros y me llevó a un refugio. Pasados unos días, decidí alistarme al ejército. Ahora, me toca enfrentarme a mi destino. (David Bravo Fernández, 4º ESO)

28. SOLILOQUIO Qué triste es nacer en el lugar equivocado, ¿verdad? ¡Qué vergonzoso tener que soportar su trato! Millones de esperanzas rotas, sueños que se van a la deriva… 78


¡Todo por una promesa incumplida…! ¡Mi cuerpo, mi dignidad, mi vida…! Todo por la ilusión de una vida mejor tras… ¡esa muralla de acero! No tuve que esperar mucho. Pude ver, con el tiempo, cómo todo lo que tenía ese hipócrita se desvanecía, cómo sus riquezas se transformaban en miserias. Ni siquiera me produjo satisfacción alguna. Ahora, ya ni oigo el viento… (Miriam Sánchez Aulad, 4º ESO)

29. EL ÚLTIMO “YO” Cada vez que cierro los ojos, lo veo, lo oigo, lo siento. Veo el sufrimiento y escucho gritos de dolor tan ahogados que llevo años sin dormir del tirón. Llevo años con un temblor incesante en todo el cuerpo y una incertidumbre y un temor que me embriaga y me deja sin aliento. Mi expresión, mi antiguo yo está tan perdido y destrozado que me he convertido en un personaje del “Guernica” andante. Han pasado ya 20 años. La gente dice que es normal, que me está permitido estar así. Ellos ni se imaginan lo que veo cuando cierro los ojos. Una antigua vida muerta y miles de horrores a continuación. No volverá mi antigua vida, mi antiguo yo. No volverán esas vidas que padecieron hasta la muerte. No volverá esa gente inocente ni esa gente culpable. No volverán porque hace ya veinte años que el mar muerto lleva un poco más de muerte consigo, entre ellas la mía. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

30. EL ESPEJO Siempre se oían unos ruidos muy extraños en la habitación de los trastos. Un día, me adentré en la habitación donde lo único que había era un auténtico laberinto. Ahí solían estar guardadas las armas de mi padre, que había utilizado en la guerra.

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Mi padre no había vuelto. Me decidí a entrar y buscar el motivo de aquellos ruidos. En un rincón, un espejo me devolvía su imagen. (Sandra Honguero Nieto, 1º ESO)

31. LAS VUELTAS DE LA VIDA Nadia era una niña muy caprichosa. Un día se le empezó a caer el pelo y empezó a no poder andar. Sus padres la llevaron al médico, que le detectó cáncer. Sus padres empezaron a ver la vida de otro color y ella cada vez la apreciaba más. Pasaron unos años y ella lo único que quería era su vida de antes para poder salir a la calle e ir al parque… Pasaron los años. Nadia se curó. Lejos de ser caprichosa, se hizo una mujer muy buena y honrada a la cual la gente apreciaba y quería. Y así es como Nadia afrontó su enfermedad. (Sandra Honguero Nieto, 1º ESO)

32. AMOR A LA VIDA Ese coche, en el cual iba una mujer que no sabía conducir, iba sin un rumbo fijo por aquella carretera. Ella, aquel día, así lo decidió. (Marina Ibáñez Sánchez, 4º ESO)

33. LOS RECUERDOS Aquel salón representaba su vida, en la cual él se veía profundamente hundido, ya que, un día, su felicidad se desvaneció allí mismo. (Marina Ibáñez Sánchez, 4º ESO)

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34. EL PUEBLO Detrás de aquella fotografía familiar, había una historia de la que aquel pueblo sólo creaba distintas versiones. Las habladurías eran muchas, y todas irreales… Detrás de aquella fotografía, había una familia con una historia marcada. (Marina Ibáñez Sánchez, 4º ESO)

35. EL JUEGO Una mirada incorruptible se escondía acompañada de un rostro ensangrentado y una carcajada cortante que resonaba en aquel sótano repetidas veces. - Mami, ¿ellos también juegan con nosotros? -pronunciaban aquellos labios tan puros. Todos miraban, con asombro, aquella escena. ¿Cómo aquel renacuajo podía afrontar entre risas todo lo que estaba pasando, y ellos, entre sollozos, temían aquel juego? (Ángela Martí Rivera, 4º ESO)

36. PARECIDOS RAZONABLES Entre los restos de sus vencidos, las fotografías estaban a sus pies, rotas en mil pedazos, al igual que las personas que estaban retratadas en ellas, pero a aquel humilde soldado le llamó la atención la más pequeña de todas, la más escondida, la única superviviente, que le recordó su hogar, a su familia, y, sin saber por qué, sus lágrimas brotaron de sus ojos. (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

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37. LA ESPERANZA Los sonidos procedían de arriba. Estábamos asustados, escondidos en nuestra madriguera, como pequeños animales huyendo de un ave rapaz. Los pasos cada vez sonaban más cerca del lugar donde creíamos estar protegidos, los minutos parecían horas… De repente, nuestro refugio se iluminó, la puerta que nos aislaba del exterior había caído, nada nos separaba de la realidad. Nunca olvidaré las palabras que surgieron desde allí: “¡La guerra ha acabado!” (Déborah Ruiz García, 4º ESO)

38. HUIDA DEL ODIO Todavía escuchaba esa voz en su cabeza, la que le prohibía, salir, huir… Todavía oía su clamor: - ¡¿Dónde vas así vestida?! ¡Eres una guarra! -escuchaba aún como un eco lejano y perturbador. Pero ella, esta vez, decidió desobedecer a su dueño; acompañada de una maleta pesada, cargada de sueños e ilusiones, y junto a un pequeño retoño de ese amor incierto. (Carmen Álvarez Lara, 4º ESO)

39. VIDAS ROTAS Una fría noche de invierno, llegaba una gran patera a la costa mediterránea. En ella, viajaban cuarenta personas, entre ellos cinco niños pequeños y dos embarazadas. Llegaron al puerto, donde fueron ayudados. Uno de los niños, Mohamed, de 12 años, lloraba desconsolado. La policía le preguntó: - No llores más, que estás con nosotros. 82


- ¡Mi madre ha muerto en el mar! (Paula Abad Bolarín, 4º ESO)

40. AMOR NO CORRESPONDIDO Alberto y Fátima se conocieron un veinte de febrero en el instituto. Rápidamente, se enamoraron. Tan sólo tenían 14 años. Fátima le contó a Alberto que sus padres no aceptarían su relación, ya que ella estaba comprometida en su país con un señor de 45 años. Los portales empezaron a convertirse en los primeros confidentes. Después, la tierra de por medio… (Paula Abad Bolarín, 4º ESO)

41. LA HERIDA Una madre paseaba con su hija por un jardín. La niña, de repente, se cayó y se hizo una pequeña herida. - Mira, mamá, llevo tatuajes como tú. La madre, con los ojos llorosos, apartó la mirada de la hija y siguió caminando. (Paula Hernández Jiménez, 4º ESO)

42. LA ELEGANCIA Una tarde oscura de invierno, con lluvia y viento, se encontraban unos niños en el suelo. Al pasar cerca, una señora muy elegante los miró con desprecio como si de basura se tratara. Aun así, miró su monedero y, como vio que no tenía dinero, siguió su camino. Al rato, pasó una mujer no tan elegante como la anterior, y ella, nada más verlos, les dio un abrazo, se los llevó a su casa, les ofreció un chocolate y charló con ellos. 83


Todo eso a los niños les fue más valioso que cualquier moneda que le pudieran haber dejado. En esa tarde oscura, se vieron pequeñas luciérnagas sonreír. (Paula Hernández Jiménez, 4º ESO)

43. REFUGIADOS La guerra había estallado en Siria, donde las bombas y las sirenas estaban a la orden del día. Dormía asustado, vivía con miedo Abdel, un niño de siete años, que se tapaba la cara con un pañuelo para no ver nada. Su padre, en silla de ruedas; su madre, ciega, todo fruto de los bombardeos habidos en el país. Sólo él se encargaba de ir a por la comida diaria que daba una ONG. Uno de esos días, a mediodía, Abdel salió a buscar la comida, escondido entre callejones. Fue entonces cuando comenzaron los bombardeos; la gente corría despavorida, sólo se veía polvo en las calles y caer gente al suelo, heridos y muertos. Abdel despertó, en un hospital de Frankfurt, con la cabeza vendada y una pierna escayolada. No sabía dónde estaba ni qué había pasado. Las enfermeras y los médicos le dijeron que estaba a salvo: un oficial español lo sacó del país en un coche de Cruz Roja, junto a sus padres. Abdel sonrió. Posteriormente, aparecieron sus padres, quienes abrazaron a su hijo. Estaban todos a salvo; les habían concedido el asilo político. Nunca más tendrían que volver a su país mientras durara la guerra. Ya eran refugiados de guerra. (Belén Martínez Sánchez, 1º ESO)

44. LA BLANCA LUZ Desperté, ya era de noche, y la echaba de menos. Sólo conservaba su pañuelo, manchado con un líquido rojo que parecía jarabe y el aroma de su perfume. La última palabra que escuché: ¡Corre! Y, después de hacerlo, me di cuenta de que dejaba algo atrás.

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No pude soportarlo más, no podía dormir ni comer, estaba casi en los huesos; pero, si salía, ellos me encontrarían, me llevarían con mi madre y mi hermana. Me quedé quieto hasta que ya no escuché más el sonido de los truenos de los hombres. Cuando creía que todo había pasado, salí, divisé el horizonte y todo se volvió blanco. (Julieta Poggio Vitale, 4º ESO)

45. LA PLAGA Casas agujereadas por las armas. Calles rebosantes de metralla. Cuerpos mutilados por las bombas. Cementerios repletos de cadáveres. Fronteras repletas de refugiados. La guerra es la plaga que asola el mundo. (Pablo García García, 4º ESO)

46. VIEJOS AMIGOS Es curioso cómo cambia todo. Hace tan solo unos años jugaba entre estas casas y ahora aquí me tenéis, atravesando cabezas y explotando edificios. Lo que daría por volver a mi niñez, con estas calles despejadas de muertos y mis amigos corriendo por ellas, en lugar de que ahora me apunten con un arma desde el otro extremo de la avenida. (Pablo García García, 4º ESO)

47. CRUCERO “Una playa, un puerto, una cala, cualquier sitio es bueno para empezar la extraordinaria aventura del fin del resto de tu vida”. Así me lo dijeron. Todos felices, todos contentos; la tierra prometida está ahí al lado.

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Todo cambió en un segundo: dolor, sufrimiento, angustia... muerte. Gente sin escrúpulos, espaldas mojadas, familias huyendo de la guerra, todos dentro del mismo saco. Ahora, un mar de chalecos naranjas nos diferencia del resto del mundo: o vivos o muertos. (Isabel García Guillamón, 4º ESO)

48. TODO ERA UN SUEÑO Ayer lo oí, lo oí. Estaría soñando despierta. Después de haber leído su carta, me di cuenta de que jamás lo volvería a escuchar. (Lidia Ortiz González, 4º ESO)

49. ERA TAN FELIZ ¡Yo era tan feliz, feliz de tenerte, de poder abrazarte, de poder estar contigo…! Hasta que llegó el día… Tú, con el pañuelico y yo, yo con otro pañuelo secándome las inmensas y tristes lágrimas. (Lidia Ortiz González, 4º ESO)

50. EN LAS GARRAS DEL ABISMO Todo comenzó inocentemente. Lo encontré en la red. Empecé a hablar y me enganche a él cada vez más y más… Me enamoré, lo reconozco, y accedía a todo lo que me pedía. Hasta que llegó un punto que me solicitaba cosas alocadas, cosas impensables en mí… Yo no quería pero, sigilosamente, me obligaba, me sofocaba, me avergonzaba… Hasta que me hundí… tan profundamente que ni la luz vi. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO) 86


51. AMOR PROFUNDO Fue un adiós llorao, hace ya tres años en la estación. Él, subío en el tren; ella, pará en el andén, y entre los dos, la promesa de volverse a ver. El hambre lo hizo marcharse al extranjero; el paere la hizo quearse. Los dos enamoraos. La zagala, desde el puente, le contaba al Segura que'l cartero ya no la visitaba; lenjos quearon las promesas. Con l'ojos empañaos y la última carta apretá en su puño, saltó. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón, madre de alumna)

52. LA HUIDA DE JOSÉ Mi dueño era José. Ambos nos encontrábamos en un país donde la pobreza predominaba. Todos los días los bombardeos eran frecuentes a nuestro alrededor, y solo podíamos observar lágrimas, pena y muerte. Cada día, José me miraba para olvidarse de las adversidades a la que se sometía día a día. Siempre me llevaba encima, solo buscaba un futuro digno en el que tener una migajica de pan para llevarse a la boca, por lo que emprendió el viaje de la esperanza. Al divisar la tierra prometida a lo lejos, me miró aliviado, y, en ese momento, se dio cuenta de que una nueva vida me esperaba. (Belén Martínez Sánchez, 4º ESO)

53. LA NOCHE DE MI VIDA Martes 19, iba caminando por la calle. Venía, como cada día, de acostar a mi abuelita. De repente, escuché una voz quebrada: - Por favor, échame una mano -me suplicaba. 87


Sin embargo, asustada, salí corriendo. Al día siguiente, a la misma hora, volví a escuchar las mismas palabras; pero, esta vez, me acerqué y vi a una mujer con la mirada perdida que, con las manos, suplicaba ayuda. Escuché su historia. Estaba sola y con una maleta. En su mano, un pañuelo mojado. (Blanca Florenciano García, 4º ESO)

54. AMIGA Una muñeca, una simple muñeca la acompañaba cada día. La protegía de llantos y discusiones que había a su alrededor. - ¡Calla! ¡Calla! -gritó enfurecido. La niña, asustada y escondida bajo la mesa, abrazó a su muñeca. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

55. LA CARTA A la espera de noticias, ella aguardaba en silencio. El silencio se quedó. (Celia Pay Vigueras, 4º ESO)

56. LA TIENDA DE CAMPAÑA Los niños jugaban alrededor de la tienda, ajenos al hecho de que, dentro, su madre lloraba abrazada a su marido. Caía la noche, y, con ellas, las risas de los niños se apagaban con la luz de la luna. Nadie hablaba ya, nadie pensaba, nadie soñaba. No hablaban para no despertar a los niños; no soñaban por no imaginar lo inalcanzable y no pensaban para no sufrir. 88


(Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

57. LA MALETA Mi amo y yo vivimos en Damasco, donde fuimos sorprendidos por un tiroteo en el que mi dueño perdió a su mujer y su hijo. Poco después, una bomba destrozó nuestro hogar y nos vimos obligados a vivir en la calle. Por las noches, el frío llega a ser mortal. Un fuerte catarro tiene a mi amo en manos del destino... (Juan Carlos Pelayo Ocaña, 4º ESO)

58. UNA MALETA POR CASA Cogió mi asa y abrió la puerta. No sabía a dónde iba. Él dejaba atrás a su familia, que, pañuelo en mano, lo despedían desde el andén. Aún recuerdo el ligero traqueteo del tren y la ropa rebotando dentro de mí. Cuando llegamos, me vació y me guardó en el armario. En aquella oscuridad, no podía sacarme de la cabeza los llantos de sus hijas. No sé cuánto tiempo pasé allí. Le escuchaba llegar y, tras largas jornadas de trabajo, sus sollozos, y hasta el hervir de la olla. Un día, con una sonrisa de oreja a oreja, abrió el armario y me cargó de nuevo. Qué bien me sentaba el traqueteo del tren después de tanto tiempo. A la llegada, en la estación, nada era igual. (Pablo García García, 4º ESO)

59. FUTURO VACÍO Estaba rescostado, mirando hacia aquel cielo estrellado que le solía cubrir como una manta desde hacía meses. Nadie le dijo que aquel viaje iba a ser tan duro, nadie le advirtió que aquel viaje iba a ser tan duro, que no tendría más que cartones para 89


resguardarse del sol y la lluvia. Pero lo que sí le dijeron es que aquel viaje le libraría de la guerra y, sin duda, no le habían mentido. Entre fronteras, aquella maleta llena de esperanzas que lo acompañaba comenzó a vaciarse. (Cristina Marín Martí, 4º ESO)

60. REFUGIO EN LA ESPERANZA Marcaron el destino que querían tomar. Y un único objetivo: alejarse de esa realidad devastadora. Cogieron la maleta, ya arrastrada durante tantos años. Abandonaron la injusticia social a la que estaban sometidos. Una maleta que nunca estuvo llena de felicidad por tener un hogar seguro o alcanzar a ver un abrazo sincero. Al llegar a su destino, tomaron en brazos su maleta y guardaron sus miedos. (Marta Egea López, 4º ESO)

61. NOSTÁLGICA ACTUACIÓN Siempre paseábamos juntos. Todos los días, juntos, creábamos películas por todas las personas que discutían... Su sueño era ser actor. Me daba de comer las migajas que caían de su boca y, por las noches, volvía con nuevos amigos y dormíamos acurrucados los tres, cuatro, cinco... Mala suerte tuvo con nacer en... ¡Bendita tierra cálida! Recuerdo la noche en la que me hizo una actuación, una nostálgica actuación en la que acababa viniendo la ambulancia y él desaparecía. (Fco. Javier Sánchez Garrido, 4º ESO)

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62. VIDA ENTRE ESCOMBROS Desde que tengo... o no tengo memoria, vivía con él. Éramos compañeros de batallas y confidencias varias. Todo eran risas y muestras de cariño hasta aquel día. Nos despertaron ruidos de explosiones. Y nos hallaron entre escombros. Mi amigo perdió un ojo y, desde ese día, vivimos huyendo. Decidí arrancarme el ojo de las costuras para que no se sintiese solo, porque éramos un equipo. Me desperté en una tienda. Me estaban cosiendo dos nuevos ojos iguales para regalarme a otro niño. Y pude ver los horrores de este mundo. (Violeta Jara Vicente, 4º ESO)

63. NADIE Los niños jugaban alrededor de la tienda de campaña, ajenos a la realidad. Dentro, una madre lloraba abrazada a su marido. Caía la noche y las risas de los niños se apagaban a la luz de la luna. Ya nadie hablaba, para no despertarlos; nadie soñaba, para no desesperar ante lo inalcanzable; nadie pensaba, para no sufrir. (Sara Sánchez Luna, 4º ESO)

64. CARTA DE CUMPLEAÑOS Era una mañana más. Mamá había preparado el desayuno favorito de Manuel para que, cuando se despertara, tuviera un buen comienzo el día de su cumpleaños. Manuel bajaba las escaleras cuando sonó el timbre. Carta certificada. Manuel anegado en lágrimas, debía abandonarnos en doce horas. Y comenzó a meter sus pertenencias en la maleta roja de papá. (Ana Belén Jiménez Hernández, 4º ESO)

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65. FANTASÍA Me incorporé a una familia acomodada en la que su mayor preocupación era pensar en un nuevo destino de vacaciones. Cuando me nombraban, era un contexto en el que no cabía lugar para la tristeza; todo era felicidad y entusiasmo por ver qué les depararía su rumbo. Una mañana, me desperté de un sobresalto. Me lanzaron contra la cama violentamente. Algo iba mal; todo a mi alrededor comenzó a desaparecer. Pasó el tiempo, y yo cada vez más descosida. A mi alrededor, desdicha. Cuando ya lo veía todo perdido, una aguja vino a verme. (Ana Cano García, 4º ESO)

66. 2047 (A los alumnos de 4º ESO y a todos los alumnos que piensan y escriben creativamente como ciudadanos) Ellos no callaron; gritaron, en papel, las injusticias del mundo en el que vivían: la guerra de Siria, la violencia de género, el bullying, la emigración, el abuso de los gobiernos... Ellos no callaron; cuando aún iban al instituto, dejaron de ser ovejas dirigidas al corral. Opinaron, se rebelaron, tiraron piedras de papel contra los muros; como en la fábula del colibrí, "hicieron su parte". Hoy, se lo cuentan a sus hijos. (Mª Inmaculada Sánchez Palazón2, madre de alumna)

Un día, cuando quieran aprender y enseñar, te reconocerán cuanto has aportado con tu ingenio y tu escritura generosa a la comunidad educativa del IES “Felipe de Borbón”. Si no, el mío y el de los alumnos que te leyeron y aprendieron de ti ya lo tienes, y es imborrable. 2

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