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Maestros del SNTE Protestan en Oficinas de Servicios Regionales de Educación

* Demandan Pagos de Salarios y Justicia Para Normalistas de Ayotzinapa manera lo estableció Elvira Peña, quien al ser entrevistada por el rotativo EL ORBE, aseguró que de los árboles de mamey que todavía quedan, al secarse uno de ellos y caer, el agricultor no resiembra, sino que planta otro tipo, como el rambután, para aprovechar el espacio y el tiempo. Una de las principales causas de que los agricultores se desmoralicen con ese cultivo es que hay muchas plagas, las cuales acaban con la fruta cuando apenas empieza a crecer, y si no se combate es porque no hay dinero para la compra de esos insumos, dijo.

Explicó que anteriormente había apoyos por parte del Gobierno Federal, pero fueron cancelados los programas, tanto de financiamiento, precios de garantía y otros.

Explicó que antes eran grandes tráileres los que se llevaban la fruta para exportación, pero todo se acabó debido a que ya no hay producción ni bodegas de acopio, y lo poco que queda es aprovechado por los intermediarios para comprarlo en los ranchos a 80 Pesos la reja, cuando que su precio llegaba a veces hasta los 300.

Agregó que algunos agricultores que tienen sembrados árboles de mamey, a veces logran fertilizarlo, y gracias a ello alcanzan a obtener una cosecha regular, la cual venden en los mercados en hasta 150 Pesos la reja, con lo cual se ayudan un poco en el núcleo familiar. Ante esa situación, dijo que lo más probable es que dentro de poco ya no haya mamey para nada en la región, ya que actualmente hay otros productos que están resultando un éxito en cuanto a su producción, como es el caso del rambután.

EL ORBE / Nelson Bautista

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