40 años de municipalismo - Políticos

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marzo de 2019 EL NORTE DE CASTILLA

Cuatro décadas de municipalismo en Castilla y León

NUESTRA FORTALEZA

LA SAVIA DE LA DEMOCRACIA

EL MEJOR HOMENAJE

Alfonso Fernández Mañueco Presidente del Partido Popular de Castilla y León

Luis Tudanca Secretario General del PSOE de Castilla y León

Pablo Fernández Secretario General de Podemos Castilla y León

C

uando se cumplen 40 años de las primeras elecciones municipales debemos resaltar la contribución inmensa de los municipios al progreso político, social y económico de España. La entrada de la democracia en los salones de plenos de los Ayuntamientos supuso un triunfo de la convivencia, de la igualdad y del pluralismo en todos los rincones de nuestra tierra al amparo de la recién nacida Constitución Española de 1978. En Castilla y León contamos con una compleja, extensa y rica configuración del mundo local, con 2.248 municipios, que son la cuarta parte de todos los de España, y 2.222 entidades locales menores, además de una comarca, El Bierzo, nueve diputaciones provinciales, 237 mancomunidades y 38 comunidades de villa y tierra. La diversidad y la extensión de nuestro mundo rural es una de nuestras señas de identidad y es una de nuestras fortalezas. Por la calidad de los productos de nuestro campo, por la industria, por el turismo vinculado al valiosísimo patrimonio cultural y natural que atesora Castilla y León y, por supuesto, por las personas que viven en nuestro mundo rural, que son las valedoras de nuestro territorio, de nuestra historia, de nuestra identidad y de ese rico patrimonio, y que son una parte fundamental del futuro de esta tierra. Mientras otros hablan de la España vacía y olvidan a las más de 900.000 personas que viven en nuestras zonas rurales, un tercio de nuestra población; mientras otros hablan de cerrar ayuntamientos y de suprimir diputaciones, yo hablo de apostar por el gran potencial que tiene Castilla y León, de crear oportunidades para las mujeres y los hombres de esta tierra, y de incrementar servicios: vivienda, transporte, educación, sanidad, servicios sociales, internet… Hablo de facilitar la vida a las familias, de favorecer la natalidad; de que los jóvenes puedan estudiar, investigar, trabajar, emprender proyectos o abrir un negocio; de que los mayores reciban las atenciones que necesitan; de que las empresas y los comercios locales tengan puertas abiertas a sus iniciativas y mejores condiciones fiscales y administrativas, y de que los alcaldes y concejales dispongan de financiación para mejorar sus servicios, sus equipamientos y sus entornos. En toda esta labor, será primordial, como lo ha sido siempre, la entrega y la dedicación de los alcaldes, de los concejales y de los diputados provinciales. En esa labor, será primordial el Partido Popular, el partido que defiende nuestro mundo rural, a las personas que viven en nuestros pueblos y el partido que cree en su futuro.

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timológicamente, la palabra ayuntamiento viene del latín y tiene que ver con la acción de juntarse. Son éstos, por tanto, proyectos colectivos, la primera unión social que nos hace avanzar juntos en una misma dirección, hombro con hombro. Por eso, para los socialistas, los ayuntamientos son el primer y más noble campo de acción política de los ciudadanos, donde la cercanía, la honestidad y la participación son esenciales, donde no hay donde esconderse y todo es, exactamente, lo que parece. Hace 40 años, las primeras elecciones municipales permitieron consolidar la incipiente democracia. Miles y miles de hombres y mujeres pudieron entrar, gracias al voto de sus vecinos, al terreno antes vedado de la participación en los asuntos públicos, en lo que es de todos. Sin esas elecciones, sin los ayuntamientos, la democracia hubiera sido más débil y hoy los servicios que se prestan no estarían tan cerca de aquellos que lo necesitan. Son ellos los que hacen que los servicios sociales sean de calidad y accesibles, los que han trabajado por hacer ciudades y pueblos más humanos y sos- «Las primeras tenibles, los que han elecciones hecho llegar la cultura a cada rincón, quie- municipales nes se preocupan por consolidaron el empleo y el desa- la democracia» rrollo económico, los que han hecho cuánto han podido por garantizar el acceso a la vivienda y otros dere- «Castilla y León chos cuando otras adno podría ministraciones fallaser lo que es ban. En 1979 ya apren- sin sus 2.248 dimos que los cambios ayuntamientos» se construyen desde abajo y aquellas primeras elecciones municipales fueron el comienzo de la reconstrucción de lo que hoy es la España social y democrática. Por supuesto, si alguien sabe de municipios, es nuestra Comunidad. Castilla y León no podría ser lo que es sin sus 2.248 ayuntamientos, sin presumir del que fuera el primero de toda España, Brañosera, sin sus miles voluntarios que, sin cobrar un solo euro, trabajan por sus pueblos y ciudades porque así lo han querido sus vecinos, elección tras elección, desde hace 40 años. La democracia, siempre necesitada de nueva savia, debe rendirles tributo y aprender de su experiencia.

N

o es mal momento, este cuadragésimo aniversario de nuestros ayuntamientos democráticos, para plantearnos el estado de la cuestión. Ante todo, porque la democracia, en cualquiera de sus expresiones, no es un estado sólido que una vez alcanzado se mantiene puro e inalterable. La democracia, como todo lo social, tiende a ser líquido e incluso gaseoso. Es decir, cambiante, difícil de aprehender, con distintas formas y modos. Pasar de los ayuntamientos de una dictadura a los de una democracia fue, sin duda, un salto enorme. Y los testimonios de la época nos hablan de la excitación febril de los españoles y españolas en aquellas primeras elecciones municipales en las que, por fin, hubo partidos políticos y pudo presentarse cualquiera, lejos de los inventos franquistas de la ‘democracia orgánica’ solo apta para ‘adictos el Régimen’. Pasada la novedad, sin embargo; transcurridas cuatro décadas, ¿la salud institucional de nuestros democráticos ayuntamientos es la ideal? ¿Es la adecuada para el nivel de servicios que el vecindario demanda? Lo cierto es que no y que desde los primeros años se advirtió de las deficiencias de funcionamiento y financiación de la Administración Local. Situación que con el paso del tiempo no solo no mejoró, sin que empeoró con la aparición de las Comunidades Autónomas. Estas, con más fuerza política, lograron buena parte de las competencias y del dinero que acaparaba la Administración central, pero nunca facilitaron que la descentralización siguiera hacia abajo, hacia los municipios, hacia la Administración más cercana y la más querida por el común. La situación se ha venido denunciando año tras año, década tras década, desde la Federación de Municipios y Provincias en particular, pero sin éxito. La precariedad financiera de los Ayuntamientos sigue siendo, cuarenta años después de su democratización, el gran problema sin resolver. Y creo que es lo que debe ponerse en el ‘debe’ de este aniversario, por más que emocione recordar que llegamos de una situación infinitamente peor. Desde Podemos Castilla y León tenemos claro que la democracia nace siempre abajo y que es desde abajo desde donde se ha de construir para que tenga cimientos y eche raíces. Por eso nuestra prioridad es y será siempre luchar por unos Ayuntamientos fuertes, con competencias claras y financiación adecuada. En este cuadragésimo aniversario no cabe mejor homenaje, en fin, que alzar la voz una vez más para pedir, para exigir, el fortalecimiento institucional, político y financiera de todos y cada uno de nuestros Ayuntamientos. Sin ellos, sin eso, no hay democracia real a ningun nivel.


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