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SE HACE poESíA
Alfonsina Clariá
De Álbum de fotos (2019)
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La luna hace visibles las palabras que escribo sobre el papel araña de este viejo álbum de fotos.
Las recibo como una herencia: acaso estaban ahí desde hace años esperando ser alumbradas.
* Esconder en el puño cerrado de la noche una gema una palabra de cristal labrado.
Hablar en secreto.
Ser la única destinataria.
*
A esta hora en que la luz vacila, se enciende el pensamiento de los que velan, mariposa blanca que aletea hasta el alba.
Escribo porque mi espíritu no quiere quedarse quieto.
Paso las horas como si fueran páginas.
Escribo para saber que estoy despierta.
* Siempre es otoño en el alma del poeta, cae la tarde demasiado pronto. Siempre es otoño en el cuerpo del poeta, un aire frío se lleva las hojas del sueño.
* El miedo es esto que siento tan ajeno cuando miro las estrellas y escribo.
* “Mamá, guardá este caracol para cuando hagamos la casa”, me dice mi hijo.
Abro las manos, guardo la blancura, construyo los cimientos.
* ¿Cuánto tiempo transcurrió desde aquel día en que vinimos por primera vez al terreno baldío?
Mis hijos juntaban caracoles que guardé en la memoria.
Ahora esta porción de tierra es nuestra casa.
* En esta página no escribo nada.
Me quedo mirándola, revivo la escena.
Pego cuidadosamente los cuatro vértices de la fotografía de aquella siesta. * Vos y yo nos parecemos a esos pájaros que salen vivos de los derrumbes y a la mañana siguiente cantan. *
¿Y si nos vamos al mar?
A la fotografía en la que estamos juntos tirados en la arena cerca del carrito de milhos.
Vayámonos a descansar a caminar bajo la luz del atardecer, a mirar por la ventana que se abre al rumor profundo del mar.
Guardemos en un bolso viejo la lluvia de las despedidas, el frío de lo irreversible, los espasmos del insomnio.
Armemos la valija y dejémosla acá. Vayámonos sin nada a aquella foto los dos solos.
El tiempo es arena movediza vacilo, no sé pisar.
Si pudiera moverme, me quedaría donde estoy: en esta casa, en este cuerpo frágil y fuerte, en el desvelo, en la escritura que amanece me quedaría.
Todo está en movimiento, la eternidad es una puerta que se abre. *
De Planeábamos una fiesta (2020)
Cuando era chica y me dormía viendo una película en el sillón vos me llevabas en brazos hasta la cama y me tapabas.
Así habrá venido a buscarte sigilosa te habrá cargado en brazos sin que sintieras frío.
Así de suave se habrá acercado al borde de tu cama y te habrá abrigado.
Entonces no hay por qué temer.
Converso con las cosas inexistentes con las que nacen y se pierden pero antes me miran a los ojos y dejan una huella.
Esta o aquella cosa tuvo un aura un calor, una música, un nombre un lugar en la casa había una forma de acercarse a ella busco ese rastro para quedarme en él.
Les hablo en secreto a las cosas que quise tanto.
* Las calles se han perdido vagan desorientadas avanzan en contramano en busca de señales.
Ya no es tan ancha la vereda de la infancia no está la casa de mi abuela ni la de mis padres.
Las calles son otras debieron haberles puesto nombres de pájaros para que supieran volver antes del ocaso. * Bastaría con la aparición del colibrí que tenía su nido sobre el foquito de luz del taller del abuelo ¿te acordás?
Verlo una vez más entrar y salir de la piecita para restaurar las hebras con las que tejía su nido y el tiempo fue cortando.
Son las tres de la mañana la gente que está sana que trabaja y madruga a esta hora duerme.
Yo no estoy sana ni trabajo más que en las cosas de mi mundo. Por eso sigo esperando en aquel jardín junto a los tacos de reina al colibrí hasta que lo veo salir triunfante entre las telarañas que envuelven la casa.
*
Pienso en la tarde que planeábamos la fiesta y en todo lo que pasó después.
En la enfermedad que llega sin anunciarse en la distancia entre el cielo y su misterio en tu balcón donde cantan tres pichones y crecen las flores sin que nadie las riegue.
Pienso que aquella tarde que planeábamos la fiesta era la fiesta.
Alfonsina Clariá nació en Córdoba, Argentina, en 1972. Es Licenciada en Letras Modernas por la UNC. Ha publicado en poesía: Desvaríos (Alción, 2007), Ecos del fuego (Alción, 2009), Pájaros en la casa (Recovecos, 2011), Imágenes incompletas (Alción, 2013), Mudanzas (Recovecos 2015), Toda ceniza es alarido (Lago, 2016), El jardín de los mendigos (Narvaja, 2017), Álbum de fotos (Recovecos, 2019), Planeábamos una fiesta (Bardos, 2020); en ensayo: Edición crítico-genética de “Tres golpes de timbal” de Daniel Moyano para la Colección Archivos de Poitiers y Biografía a contraluz y Redes y convergencias en la poética narrativa moyaniana en coautoría con Pampa Arán (Escritures d’Amérique Latine, Poitiers).
Forma parte de las antologías de cuento Dora narra (Caballo Negro/Recovecos, 2010) y Esperando el 600 (Postales japonesas, 2016), y de poesía tales como en Fichas de Poesía argentina, Palabras de poeta, Revista de poesía, 62 voces de la poesía argentina actual (Círculo de poesía, ciudad de Méjico, 2018), entre otras.