Azharanía núm. 15

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Azharanía

revista de poesía

Algo hay que no es amigo de los muros,

que hincha la tierra helada y los socava,

que arroja al sol las piedras desde el borde,

y abre brechas por donde caben dos. Robert Frost

febrero 2018

El almadar Tertulia poética Castellón de la Plana

elalmadar.blogspot.com


AUTORES DE ‘EL ALMADAR’: Marcelo Díaz García // Villasequilla (Toledo), 1950 // Premio Ciudad de Alcalá 2008 con Viaje sin memoria. // Último libro publicado: Criar la luz (Huerga y Fierro, 2017) // enmaricielo@yahoo.es

Petra Dindinger Biermann // Alemania, 1944 // Último libro publicado: El Enmarcador (ACEN, 2017) // Premio Ciudad de Irún, Premio Peliart de Poesía 1984) // petradin@hotmail.com

Carlos eMe (Martínez) // Valencia, 1983 // Ha participado en la web de poesía lapoesiaalcanza.com.ar // Última obra publicada: Piel interminable (Unaria ediciones, 2016) // letrasdesal.blogspot.com.es

Javier Medall Carda // Castellón, 1972 // Último libro publicado: El mar que aproxima (2014) // www.facebook.com/javi.medallcarda

Eloy Sánchez Guallart // Castellón de la Plana, 1963 // Último libro publicado: Como soles patagónicos (Unaria ediciones, 2015) // lagrimalluvia.blogspot.com // leolo.eloy@gmail.com

Andrea SF // Ha participado en diversas obras colectivas de narrativa y poesía María Mateo // Orihuela (Alicante), 1997 // Libro publicado: La chica de la bicicleta (Ringorango, 2017) // mariamagomez11@hotmail.com

Pedro Gómez // Segorbe (Castellón), 1951 // Último libro publicado: Abrasados (Ediciones Oblicuas, 2017) // elnidonidado.blogspot .com // pedrogomez.cs@gmail.com

Enna Villarroya // Barcelona 1976 // Colabora en la revista www.todoliteratura.es // Última obra: Funambulismo a ras de suelo (inédita) // ennallanpoe@hotmail.com.

AUTORES INVITADOS: Anna Rebeca Mezquita // Onda (Castellón, 1890 – S. Cristóbal de la Laguna (Tenerife), 1970 // Su obra está recogida en Recull (Ed. Ayto. de Nules, 1990)

Maite Gil // Onda (Castellón) // Actriz, narradora, recitadora, dramaturga y directora de escena

Mª Jesús Montía // Benicarló, 1963 // Último libro publicado: Subrayando metáforas (Babilonia ediciones, 2015) // meryaane@gmail.com

Winston Morales Chavarro // Neiva, Huila (Colombia), 1969 // Posee, entre otros, el Premio Internacional de Literatura ‘David Mejía’ de 2014 // Última obra publicada: Slodka Aniquirona (Polish Edition, 2017) // winstonmorales.blogspot.com.co

Andrea Gómez Expósito // Algar del Palancia (Valencia), 1995 // Último libro publicado: Valentía (Ed. Ringo Rango) // angoex.algar@gmail.com

Ángel M. Castillo // Madrid, 1982 // Colabora en www.diarioarganzuela.com // Tercer Premio I Certamen Blas de Otero de Madrid (2017) con Flores para un mundo convulso

Ángela Serna Rodríguez // Salamanca // Último libro publicado: Máscaras para no enloquecer (Editorial Celya, 2017) // revista_texturas@yahoo.es

Antonio Orihuela // Moguer (Huelva), 1965 // Último libro publicado: Muerte es la palabra (Ed. Amargord, 2016) // Blog: vocesdelextremopoesia.blogspot.com

Arturo Tendero // Albacete, 1961 // Último libro publicado: Alguien queda (Ed. Renacimiento, 2013) // Blog: el mundanal ruido // arturotendero@gmail.com

Greta Frankenfeld // Buenos Aires (Argentina), 1975 // Libro publicado: La última víspera (Autoedición, 2012) // www.buhosygirasoles.com // gretafrankenfeld@yahoo.es

J. Seafree // Madrid, 1964 // Último libro publicado: Las ideas muerden, con imágenes de Antoni Miró (Babilonia ediciones) // Editor de Dos poemas y un café // dospoemasyuncafe@yahoo.es

Aurora Vélez // Bilbao, 1964 // Última obra publicada: Carta corriente en cortina (Ed. Torremozas, Madrid, 2017) // Web: www.auroravelez.com

Montserrat Villar // Cortegada de Baños (Ourense), 1969 // Premio Sarmiento de poesía, 2015 // Última obra publicada: Bitácora de ausencias (Amargord, 2015)

Pura Salceda // México, D.C., 1961 // Reside en Barcelona // Última obra publicada: Un llop extrany (Un lobo extraño) (Playa de Akaba, 2017) // Blog: purasalceda.blogspot.com

Valentina Lara // Madrid, 1983 // Última obra publicada: De Vallecas al Verso, del Colectivo Poekas (2014)

Barbara Stawicka-Pirecka // Poeta, traductora. Ha traducido la antología del poeta polaco Czeslaw Milosz (Premio Nobel de Literatura 1980) // Última obra publicada: Exilio del discurso, discurso desde el exilio (Ed. Adam Mickiewicz) // pirbar@amu.edu.pl

Yoanna Mojón Calzado // Vitoria Gasteiz, 1990 // Última obra: Reciclaje alternativo (inédita) // yoanna463@hotmail.com

Chema Lagarón // Ponferrada (León), 1969 // Última obra publicada: Nayma (Karima Editora,

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2016) // lagaronbio@gmail.com


¡Es tanto tiempo el que fue oscuro y mentira! El bosque denso denso era ya niebla niebla una roca roca sin alma alma que viera viera la luz que no llegó. ¡Es tanto tiempo el de ellos dogma matando! Los días torcidos torcidos repitiendo dolor dolor de preso preso de silencio silencio obligado obligado perviviendo el cuerpo. ¡Es tanto tiempo el que sigue oscuro y mentira! Hijos, quizás debamos ir ir a reclamar la vida. Asolar____________la ____________frontera

Asolar___________la______________frontera Asolar____la_____________________frontera Asolar_______________la__________frontera Asolarla_________________________frontera

Asolar_________________________lafrontera

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Esa frontera sagrada que solo tú y yo conocemos transcurre por la vía plateada donde ruedas de molino resbalan sobre mi vientre abandonado acercas tus labios en el límite permitido mientras nuestros manjares quedaron en la aduana los echo de menos cuando sonríes forzado con susto de ser apresado por todos los paquetes de Celtas camuflados entre horcates pasó el peligro, pasó la contracción pasamos la frontera una vez más en silencio sin mirarnos viejos temores desdoblados y cristalizados cayeron bajo la fuerza de la luna encogidos buscamos de nuevo el lazo esa unión interrumpida tantas veces ni encauchada presta para más nos cobijamos bajo el techo de hiedra para no ver el sol que nos abandonó sobre la andadura de aquella frontera sagrada que no respetamos.

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Somos tan de acero fragmentados

turbios que los huecos colman las esperas.

Somos tan oblicuos espigas

sin

aire que los huecos colman las huidas. En las acequias a solas

ante el vasto espacio que nos va e x

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hablo de ti pienso de ti siento de ti y dudo en los pronombres si el tajo existe si el tajo crece si el tajo quiebra este mundo tan de lodo. La forma lamer con mi legua de sal y evaporar la piel. Y asĂ­ una luz cuatro nieblas siete inviernos nueve nadas hasta que el caos nos olvide de fronteras.

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Identidad propia Tiembla la luz en mis ojos al vacĂ­o de mi teclear oscura presencia que invoca un deseo cuadriculado a mi pensamiento obsoleto obtuso y obstruido. Ante el temblor infame del recuerdo. Que paraliza toda ley de amar de sentir y de ser identidad propia. Cruzar la frontera de la mentira de la estupidez y la vulgaridad Encontrar mi lugar en este mundo en esta sociedad donde se repiten los mismos patrones de conducta las mismas historias los mismos problemas. La libertad es solo una palabra maltratada por el tiempo.

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En el envés del espanto hay una reja Toda la luz está en los huecos azules y en ese alboroto de niños Macula el aire

el llanto de los ojos de los días

Ríos de azufre

teñideros de manos y tobillos crudos

Crujir de dientes nuestro

nombre es numeroso y uno: alguien y cualquiera

Desde el invisible horizonte

la eternidad espera en la frontera

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No hay jardín que alhaje la infinitud de la pánica memoria En el envés de mi puerta hay una última cerradura que no conozco velo su fragilidad de bronce la quimera de su brillo su cautiverio En el envés de todo todo me llama

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Que sí

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Tras mi piel muro aquí dentro protegido tras mi piel muro en el sopor granítico de esquinas romas se diluyen los latidos sincopados nidos donde se crían hormigueos de cartón pluma cómodamente húmedo c a l m o sentado junto a la pobre soledad callo la cortina echada penumbra sosa invita a la incipiente huida quiero d o r m i r aquí queda poco y la desgana empuja a la nada

fuera, justo al lado, dos personas se acaban de disparar en el plasma y apenas gritan o simplemente tienen poco que decirse no me importa

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Hace ya más de siete años que, desde la tertulia poética El almadar, pensamos en que nuestra actividad, que la queremos plural, aunque dentro de la esencia de ser poética, podía tener una denominación global para lo que venimos haciendo. Y así nació Tiempos de Poesía, un nombre sencillo que se sostiene en un concepto ya aceptado en nuestra sociedad respecto a muchos temas. Cuando es tiempo de algo es que ha llegado el momento de que ocurra, de que se ejerza. Implica, además, que ese es el tiempo de hacer, de mostrar, de ser eso que contiene el título. Luego le añadimos el plural intentando extenderlo en una generalización temporal, incluso intemporal. Tiempos de algo como algo que ya se ha instaurado. Conocemos un poco el panorama rico y abundante de lo que ocurre en la poesía española, sus actividades, sus denominaciones, y nos decidimos por éste. Era una manera modesta de decir que estamos ahí, en ese frente, haciendo lo que podemos y dando testimonio de un concepto de poesía que, sobre todo, la consideramos como esencia de lo mejor del ser humano. Las primeras actividades surgieron para ayudarnos unos a otros en la presentación de los libros que individualmente íbamos publicando. Decidíamos así sustituir la presentación tradicional de un experto que ahonda en el libro y en tono comprensivo y elogioso por la suma de nuestras concisas opiniones y la lectura de algunos de los poemas. Queríamos una pluralidad, una suma y una invitación a que otros lo pudieran hacer. Otra línea de actividad es la realización de jornadas poéticas, como la que estos meses podemos disfrutar en El Convent, espai d´art, de Vila-real, con el título de III Jornadas Poéticas, Tiempos de poesía 2018, en la que participan poetas muy queridos de diversos puntos de España, con presentaciones de libros y revistas y recitales, en tres fines de semana de diciembre, enero y febrero. Es una actividad complementaria a nuestra tertulia semanal, básicamente autoformativa, la edición de Azharanía, la que tienes en tus manos, y los actos de Poesía habitante, mensuales, en los que los autores presentan sus libros: un tiempo abierto a la participación, al compromiso con la poesía. Singularidad que hemos extendido a cualquier actividad que hagamos como testimonio de poesía, de ejercer la presencia poética, convencidos de que es un tiempo bueno. El almadar. Tertulia poética

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En la frontera del amor Algunos días siento que no hay ningún mérito en quererte. Te miro y admiro como si fueras un trofeo: brillante en tu genialidad, reluciente por tus facciones bellas. Observo tu rostro como el pintor mira a su musa: con deleite y aún con sorpresa. Trazo líneas invisibles de tu frente a tu nariz; me recreo en tu labio, bien delineado; dibujo círculos alrededor de tus ojos felinos; bordeo el perfecto óvalo que rodea tu rostro. Te escruto, te repaso igual que el avaro cuenta su oro. ¡Qué egoístamente te quiero! Otros días, sin embargo, el amor durante unos instantes, se asoma a un abismo. Es tu torpeza o la mía, mi negligencia o la tuya, tu impaciencia y mi lentitud, y en ocasiones el desdén.

Nuestros semblantes se oscurecen, las miradas se vuelven gélidas, los ojos inocentes son ahora misteriosos. Entonces, podemos ser irascibles o crueles, ingratos y egoístas. No estamos nunca muy lejos de caer y despeñarnos.

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In memoriam

Mar endins Barqueta que hi vas pel riu, estesa la vela blanca marinera reblida per l’esperança, perquè no em portes amb tú dins de ton bresol ficada, per amb tú creuar la mar fins una increada platja Porta’m amb tú, que jo mai et diré si lluny em portes Ni quan s’acava el camí Ni quan les terres s’acosten Porta’m sense dir-me on. De dia tú em portaràs mirant el sol Veient-lo lluentejar en aigües verdes i blaves del més endins de la mar, de nit comptant les estrel.les, fins acavar de comptar les que al cel lluentegen dins de l’aigua de la mar, el vent revent en la cara i en el cor i al mig de pit, i prenent de s’alenada la flaire de l’infinit la frescor que ens hi duu l’alba la serenor de la nit. No em digues vers on em portes ni de quina terra vinc, que tan sols vull saver de l’aire i de l’aigua, Mar endins. Mar adentro

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Barquichuela que vas por el río, extendida la vela blanca marinera rellenada por la esperanza, por qué no me llevas contigo dentro de tu cuna metida, para contigo cruzar la mar hasta una increada playa Llévame contigo, que yo nunca te diré si lejos me llevas Ni cuando se acaba el camino Ni cuando las tierras se acercan Llévame sin decirme dónde.


Mi ferviente deseo por recuperar de la memoria a una poeta nacida en Onda (mi pueblo natal), la primera mujer que ganó Els Jocs Florals de Valencia en 1952, y a la que en principio le retiraron el premio personas de tan alto renombre como Carles Salvador y Enric Soler i Godes, precisamente por ser mujer, me llevaron a crear un espectáculo y proyecto educativo de artes escénicas multidisciplinar de poesía-teatro-música-danza-cine inspirado en su vida y obra: Mar endins, título de uno de sus más maravillosos poemas. Anna Rebeca Mezquita i Almer nació en Onda, en la Font de Dins o Plaça de l’Almudí, en el seno de una familia acomodada. Pero pronto marchó a vivir a Nules, donde conocería a su futuro marido, abogado republicano que la instigaría a escribir. Éste aprobó las oposiciones a registrador de la propiedad y fueron cambiando de localidades hasta acabar en la Isla del Teide, Tenerife, en las Canarias, pasando allí el resto de su vida. Toda su obra está escrita en valenciano-catalán-balear, inspirándose en los autores de la Renaixença, sobre todo en Jacint Verdaguer. Sus descripciones de la naturaleza y los sentimientos y acciones que en nosotros provoca son de una belleza inigualable. Empezó a escribir en su madurez, pasados los 50, y siguió escribiendo y ganando premios hasta el final de sus días, rodeada de mar, en la Isla del Teide. Maite Gil

Maite Gil. Actriz, narradora, recitadora, dramaturga y directora de escena.

De día tú me llevarás mirando el sol Viéndolo brillar en aguas verdes y azules de lo más adentro de la mar, de noche contando las estrellas, hasta terminar de contar las que al cielo resplandecen dentro del agua de la mar, recibiendo el viento en la cara y en el corazón y en medio del pecho, y tomando de su soplo el perfume del infinito la frescura que nos trae el alba la serenidad de la noche. No me digas hacia dónde me llevas ni de qué tierra vengo, que tan sólo quiero saber del aire y del agua, Mar adentro.

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De Memorias de Alexander Brucco

Caín

Mi quinto nombre es Caín Soy la reencarnación del polvo El hermano mayor de los caballos marinos El barro que echó raíces Hasta volverse un hombre Un río de poemas y arboladuras. Soy agricultor Cultivo pájaros y frutas He vivido la mayor parte del destierro en Nod Al oriente del Edén En donde el árbol prohibido Se extiende hacia los caminos olorosos que ahora circundo. Soy Caín Hermano de Abel Hermano de las hojas secas, Del viento, de los pinos de Alepo, De Set, del exilio y de las largas caminatas por la arena. Gracias a la quijada de un burro Conozco la voz de las orillas, El crepitar de la lluvia sobre los mundos subterráneos El silbido orquestal de las esferas, Las regiones desérticas del cosmos, El palpitar angustiado del Mar Muerto. Soy hijo de una multiplicación de huesos, De Adamá, de la luz, del manantial prístino que manó de las manos de mi padre. Cosecho peces, madreselvas, aves mitológicas, La belleza de la divina providencia En donde yo, Labrador de las palabras, Soy la parte onírica de las cosas. Mi quinto nombre es Caín Soy un barco de polvo Uno de los primeros nómadas verdes; De mí descienden Enoc, Irad, Metusael, Lamec Y todos los hombres que tocan el arpa y la flauta. No creo en los señalamientos, en las culpas, Tampoco en el azar Las cosas están escritas, prefijadas, Soy agricultor Y aunque a mi padre azul no le gusten mis cosechas Hoy, Después de tanto tiempo, Vengo a ofrendarle mis poemas.

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Los días laborables del Creador acabaron pronto en descanso. Ni letra pequeña, ni asteriscos, ni concreciones. La tierra separada de las aguas. Las aguas separando las tierras. Pero no se advirtió de líneas divisorias, de campos, de pieles de colores, del perverso Babel que confundía el habla, primero, y luego hacía un ranking por categorías que se grababan para hijos y nietos, y los hijos de los hijos. Un lastre maldito administrado por los malos. Los de siempre. Los que inventaron razones superiores para someter siendo ellos los que sometieran. Cuando Ajup cruzó la alambrada, llena de cuchillas, ya había perdido a su hermano mayor. Quedó helado, tieso, sin zapatos, con sus pies hundidos en una nieve que ni era blanca. El pequeño se tenía que quedar con otra familia, retenido por un mercenario mafioso, que tenía en su gesto un vacío con arrugas de Caín, hasta que pagaran el viaje en un destino incierto, de lengua desconocida, de desabrigo, de depredadores, humanos también, que de alguna manera le esclavizarían. Su padre llegó a decirle en silencio, de golpe, como un continente que echara a volar, solo con los ojos llenos de acantilado y zanja, llenos de tragedia, que la vida era ésa, la única ocasión, y que no podía explicarla. En los ojos de su hijo ya leía el descubrimiento de sima de todas las vidas diversas, atrapadas y confusas, libres y perdidas, enormes y pequeñas, con alimentos y sin pan, con algo en sus manos o con ellas vacías. Aquello no tenía respuesta. Era la respuesta, el retrato, la realidad, un metal helado que se derretía ardiendo pecho abajo. Y la pregunta que llovía en arena toda su capacidad de ser: ¿Quién ha elegido esto, mi rincón de nacer, mi tierra de pisar, mi sitio lleno de males, mi tiempo, mi camino, mi mirada? Sólo las páginas de los dioses, que nunca son leídas ni creídas lo suficiente, eran todo lo disponible. No encontré el capítulo de fronteras.

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Siempre ha habido reinados de soberbia, de dogmatismo, de ese saber dañino que se ha alzado sobre los demás con maldad y hasta con sevicia. La ceguera sobre la realidad que se ha creado y se crea tantas veces construyendo la peor de las fronteras: A un lado los que tienen razón, de lo que sea, especialmente en la mitología que se ha generado desde el origen con nombres y argumentario de religiones. Los creadores de ese constructo en el que no ha faltado ninguna previsión normativa sobre el vacío y para el vacío con el convencimiento terrible de única realidad posible. Y al otro lado los otros, los que no creen o no saben, los que piensan de otra manera. El poder siempre alineado con los que convierten la vida en una granja, una domesticación, una anulación de lo más grande de la creación: la mente, la capacidad del espíritu humano, el alma, que suelen utilizar en su acepción de condenable, de eternidad para negociar, imponer el invento a cambio del sometimiento, pero justo a esos otros inventores sin respeto a la pluralidad. Terrible frontera que lleva milenios creando rediles, diciendo enemigo al otro, impidiendo la libertad de ser. Y matando en nombre de esa verdad sobre la que no han dejado asomar la mínima duda, despreciando las vidas de los otros, después de todo. Y en nombre de dios, con el amor de dios, con la fe, terrible fe cegadora del raciocinio mínimo. Frontera que se adentra en la conciencia, en los pechos, en las casas, en las generaciones, en la calle, en las miradas. Así durante siglos y bajo la voz en grito del dogmático. Bajo la mirada iracunda del poseedor de toda verdad. Bajo los intereses perversos y criminales del impostor. Las guerras dejaron sembrados los campos de sangre y de sal, de cuerpos con luz y ojos que querían vivir, dar amor. Sembradas de uniformes y banderas. La cruz intachable clavada sobre cualquier pecho enemigo. Los ojos ya cerrados. La media luna sobre cualquier vientre enemigo. Los ojos ya cerrados. Siglos escribiendo estos capítulos y qué pocos con el amor, con la ayuda, la solidaridad, escuetamente, por ser personas, sin más. Marcelo Díaz (El almadar. Tertulia poética)

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dicho, la vida de nuestros sueños.

Y tengo algo más que decirte: espérame tú ahora porque a la vuelta empieza el sueño de nuestras vidas o, mejor

Quiero ser tuya y que tú seas mía porque esa es la única manera que hay de sentirnos libres.

contigo sea la justa definición de plan perfecto.

Pensar en una vida contigo se me hace demasiado breve para todo lo que nos queda por dar. Que una vida

encuentran.

Que no haya ni límites ni fronteras desde el preciso, o precioso, momento en el que nuestras miradas se

Que me hagas sentir tan única entre tantas personas y que tú seas la única que le interesa a mis ojos.

tan mía.

Que cantemos la letra entre beso y beso y que se te escape esa sonrisita tan tuya justo cuando suena esa frase

Que desaparezca la gente y que de repente suene nuestra canción favorita.


…ni terminarás de morir

Dibujo que incluyó en el discurso de investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Concepción (Chile) en 1996.

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“Si abrí los labios para ver el rostro puro y terrible de mi patria, si abrí los labios hasta desgarrármelos, me queda la palabra”. BLAS DE OTERO La Rosaleda de Ramón Ortiz. Un ramillete de rosas para el recuerdo. Un ramillete de rosas sin espina para la miliciana que sufrió la guerra, para el niño que no pudo crecer, para modistillas cogidas del brazo de San Antonio mientras soñaban con casamientos y alfileres y sus sueños volaron a un hipogeo sombrío y solo. Un manojo de tallos limpios para los que ensuciaron con sangre la ciudad, para los que jugaron a ser soldados, para los que mataron. Porque la revancha es mejor con flores frescas y sin balas. Con rosas sin espina. Con besos en bandeja de plata. Y en el Jardín de la Rosaleda brotarán nenúfares y brotará el agua de la Fuente de la Juventud como un manantial de vida. Y una ninfa pétrea dormirá en las laderas de sus pétalos. Y habitarán cientos de flores disímiles de colores: la Guirlande d´amour, la Condesa de Mayalde, la Frisson Frais, la Rosa Blanca. Porque en la diferencia de la flor reside su belleza. ¿Acaso deshojarías una rosa negra por no tener olor? ¿Acaso acabarías con su vida?

De Flores para un mundo convulso

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Si el hombre sintiera de verdad, no habría civilización. Fernando Pessoa

Un día escribí la biografía de Nadie. Confesé ser parte de una trinidad. Pessoa me reveló que soy plural: el plural de nadie. Que las máscaras mantienen a raya la locura. Que vivimos en la intersección. En ese lugar inestable donde locura y cordura son sólo palabras, a veces trabadas, a veces libres, palabras con ojos con piel con insomnio y temblores; palabras de piedra palabras de olores palabras-palabras mujeres y hombres. Susurros que dispersa el viento. Palabras. ¿Por qué será que no me sorprende el exceso de desasosiego depositado en estas líneas?

(De Máscaras para no enloquecer, Editorial Celya, 2017)

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Cross Border Bridge Cae el sol a plomo en Juárez y no tenemos donde caernos muertos más allá, pero tu risa vale toda la ciudad y por ella vuelvo. Caminamos por el puente del paso del norte, sobre el cauce seco y encementado del río Grande, acorralados de vallas y maquilas, envueltos en el sueño americano y sin ningún camino que lleve a él. La primera calle del otro lado se llama César Cháves, un sindicalista al que gasearon los yanquis por reivindicar derechos para los chicanos, de este lado pusieron los bares, importaron los borrachos y la televisión que sigue alimentando sueños, abriendo el grifo de los deseos y multiplicando la pobreza. ¿Qué quedarán de aquellas uvas de la ira, del espíritu de César Cháves, aparte de un día festivo pagado en su honor? Al otro lado, en El Paso y Santa Fe Streets, se multiplican las tiendas baratas de plástico malo fabricado en China y más lejos, por Lincoln Park, comienza el paraíso que no vemos desde aquí: franquicias de pan, tiendas de medicina holística, vegetarianismo, esoterismo, extrañas iglesias de sanación por la fe y oxígeno, un montón de oxígeno que falta en este atascado puente donde reímos, tosemos y caminamos palpándonos la green card en nuestros pechos, de regreso a ninguna parte.

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Cafés literarios

Me abruman los amigos en las cafeterías con su prisa de libros ya leídos, su quitarse entre ellos las citas de la boca fumando de nariz, mientras beben café hirviendo sin quemarse. Yo procuro seguirles, aunque llego siempre tarde a los libros, a las citas, tomo nota mental, sigo la estela, los aspiro en el humo, incandescentes, cuando brilla un instante el nombre del autor para ser enseguida ilegible ceniza que una mano sacude. Agito el cenicero para estudiar las ascuas, termino por quemarme la lengua con el té, y es hora ya de irse, y voy tras ellos atrapado en el tiempo, sabiéndome incapaz de conciliar mi anhelo con mi vida.

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Todo en la nada No sé dónde duermo esta noche. No sé si escucho, a mi hija o a mi madre, al norte o al sur de al lado, respirar. No sé cuándo duermo esta noche, sola, desprendida del tiempo. Crisálida encapsulada en manta y radio, derivo a la vaguedad, incapaz de la edad concreta, sin ley de la gravedad. Desenredada, emocionada, posible ser sin documentos, me aferro justo a este punto que pierdo a cada momento, esquivo y vital territorio donde se tratan mis asuntos. Construyo, a mi manera, la nada. Trazo el universo y sus cosas con palabras nuevas, inventadas. Entiendo, siento, maduro, vuelo. Y enseguida abro la puerta para confirmar que todo, la seda alargada que concede mi viaje más libre, sigue existiendo allí afuera.

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Lugares de silencio En marzo de dos mil quince viajé a Portugal y vi que los árboles callaban, allí, como aquí, aquí, que es lo mismo que allí, al menos eso decían mis sentimientos. El paisaje era el mismo, tampoco habría de ser de otro modo, también el paisaje guardaba silencio. En algunas latitudes la geografía dispone líneas reales (léase fronteras…), es decir, dibuja con ternura la piel del planeta. Se trata de espacios en apariencia dispares, pero sus árboles también callan, sus paisajes guardan silencio. En todas las épocas la historia instaura líneas imaginarias (léase fronteras…), de la mano de los hombres que deciden sin ternura, sin guardar silencio. Pero día a día encuentro y descubro que las líneas más feas, más inhóspitas, esas que enfrentan a todos los hombres, no tienen raíces que nazcan de cualquier tierra, y sí muestran las sombras del poder, de la avaricia, de la explotación, del engaño, de la estupidez, de todas las vilezas y las infamias. Sombras gigantes que borran la ternura, que borran los árboles, que inventan un aquí y un allí distintos, que casi acallan mi voz. Pero solamente quiero ser piel de partitura, palabra que iza una clave de sol. He imaginado que todas las fronteras deberían ser lugares con música, con emotivas melodías, ríos y lagos donde acariciar la belleza de los sueños.

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nculo Somos niños tardíos, resistentes a las contracciones a los golpes, a los desprecios. Mejilla tras mejilla, la colección de pétalos desvirgados… porque es más fácil encajar que decir no. Se nace muchas veces. se nace saliendo de una madre, de un amor, de un país todopoderoso, de un yunque laboral perverso y alimenticio de un afín. Al fin. Pero tardíos, somos tardíos, duraceles, por miedo a perder el referente la placenta, la nómina, el refugio. Y mientras, la lava bulle, bulle la lava, nutre las paredes y quema, arrasa lo conocido el amamante sin amor el vínculo pernicioso, lo dice el Ruang de Java los terremotos de México y a veces… las urnas. Crujen las placas, diezma el aire, huyen los estorninos. Quizás, digo quizás, hay que dejar paso, rasgar el cordón, saltar en bocanada rasa. Me lo digo, se lo cuento a mi feto, que estamos fuera de cuentas, que hay que ir. (De Esporas, inédito)

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Tomarse la vida en serio Empezar a tomarse la vida en serio y saber que si alguien da una patada a un balón es todo el mundo el que tiembla. Ser consciente de que las flores si no se riegan se mustian y los niños… y los niños lloran ansiando la bendita sensación de un seco pan pegado al paladar que los sostenga. Respirar sabiendo que hay suspiros que revelan al enemigo el lugar que te esconde y eso puede costarte la vida. Saberse cómplice de las alambradas y los desprecios que se clavan en las espaldas de mil personas diferentes a ti, a tu seguro. Anclar los pies en cualquier playa y oler la muerte al otro lado de ese mar de tu infancia que hasta ese instante sonaba a ternura. Ahora, cada ola, es una cuchilla que convierte tu piel en llagas, y ya no hay agua, es la sangre que tú ignorabas desde la arena. Hay lágrimas que inundan cada hueco de océano. Hay lágrimas que salan la tierra.

Aprender a vivir y saberse un ser humano imperfecto, habitante de una horda que desprecias al descubrir la saña y el dolor con que se amamanta.

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Trepar coma hedra melancólica recordando cada momento cada latido mineral feitos, ti e mais eu, follas da mesma árbore rochas ardentes da mesma terra na cópula de nós confundidos nunha pel que esqueceu fronteiras. Canta, meu amor, cántame, que chegou o tempo do goce e das cereixas.

(De: Dous corpos nus, espíndose, en colaboración con Casimiro de Brito. Poética Edições, Lisboa 2016.)

Trepar como hiedra melancólica recordando cada momento cada latido mineral convertidos tú y yo, hojas del mismo árbol rocas ardientes de una misma tierra en la cópula de nosotros confundidos en una piel que olvidó fronteras.

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Canta, mi amor, cántame, que ha llegado el tiempo del goce y de las cerezas.


Somos de montaĂąa Nos desprendimos de la cordillera. Alzamos nuestra masa de tierra al horizonte. Nos escala la hierba, nos derriba la lluvia. Entre piedras y raĂ­ces nos hacemos manta, entre huellas y temblores nos hacemos sendero. Nos abraza el viento en su primer aliento, nos atraviesa la luz, somos recipiente de todos los colores, fuego macerado, arrullo de calor, somos silencio con memoria. Nos desprendimos de la cordillera.

FotografĂ­a original de Liliana Lara www.lemotbulle.com

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«Jestem smutny, smutny jak ostatni kwiat…» W końcu przychodzi (Z wiersza azteckiego poety) dzień chmur. Wstępujesz w obraz. Na ołtarzach świątyń jaguary ze złota, we krwi dym szary, szarawy chmury. Łagodny biały blask rozmazana zaćma w oku boga. I umarli zstępują by odwiedzić żywych A żywi podnoszą wzrok tam ku górze pewni ze taka jest jedyna droga że z tej doliny będą musieli się wspinać i że powolna i żmudna będzie ta wędrówka A jednak spróbuj odwrócić zwierciadło I zobaczysz inne brzegi krajobrazu Ty sam zobaczysz wniebowstąpienie kwiatu I jak się rozpada granica ostatnia Twoje otwarte serce Ostre szarpnięcie Chmury Finalmente viene el día de las nubes Entras en el cuadro. «Estoy triste, triste En las plataformas de los templos como la última flor...» los jaguares de oro, en sangre el humo gris, grisáceo, (Del poema azteca) nubes. El fulgor de la blancura suave La blanda catarata en el ojo de dios. Y los muertos bajan para visitar a los vivos y los vivos miran allí hacia arriba seguros que es así el único camino que desde abajo tendrán que empinarse y que lenta y penosa será la caminata. Pero intenta darle la vuelta al espejo Y verás distintos los bordes del paisaje Tú sólo verás la ascensión de la flor Y cómo se derrumba la frontera última Tu corazón abierto El golpe seco Nubes

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Hay noches largas, noches de día Noches de insomnio, de contar ovejas o garbanzos Son imposibles de apagar la luz Voy al baño, al salón, a París Cada minuto estoy pegada al colchón Y doy vueltas y se las doy al mundo Y no sé cómo esas mañanas me levanto bocarriba Yo sigo viendo poesía antes de que suene el despertador

Pisotones Otro pisotón así y el suelo se derrumba Acabaremos colgados del último piso Yo ya era una colgada cuando la nube paso a recogerme ¿Tú sabes flotar? Pisotón a pisotón se resquebraja la locura que mantiene al cuerdo latente

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Poema 60 Tengo pasaporte de la isla soledad la misma cara en cada borde el mismo borde en cada cara siempre llega el miedo con su lágrima oscura con una sabia premonición con su suelo de espinas caminar del mármol al esquisto y del maíz a la argamasa de saúco no mires más mis ojos te pido que dejes de mirarlos que me pienses sin mirar cruzo siempre sin demarcar una línea el borde es el fractal que no hizo nido se llenó de cordura engendró alas demasiado chicas para volar tengo pasaporte para la soledad tengo historia de tormentas soy el ciego marino a quien persigue esa nube una puesta de sol que vibra sobre el horizonte inmensa la cumbre y detrás tu compañía la simpleza de una curva confederada esclavitud de mis manos aferradas a tu sombra querida mía tengo el pasaporte de la soledad y la intención de recorrer este mundo por la costura de sus fronteras

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La falsa flor. Josep Anton Soldevila. Parnass Ediciones, 2017 Fiel a su legado poético, con esta obra Josep Anton Soldevila se reafirma como un paladín de la palabra precisa, de la elegancia del discurso, de la contención del lenguaje. Y también, como el sereno poeta del amor, con versos libres, armónicamente construidos y con un sentido del ritmo, de la musicalidad, privilegiados. Hay pocos que, como él, lleguen a prender la esencia con una sensibilidad tan exquisita, con tanta sabiduría y profundidad. Esta inteligencia poética la denominamos ‘lirismo’, y es en este género, en el marco estilístico descrito, donde tenemos que situar esta rara joya. Dolors Fernández

Viajes a una fresa. Miguel Martínez. Algaida, 2017 En este libro (XXXV Premio de Poesía Ciudad de Badajoz), Miguel Martínez -profesor de Filosofía además de poeta- se hace las grandes preguntas: ¿quiénes somos?, ¿hacia dónde vamos? (éste es además el título del cuarto poema del libro), ¿qué es el amor?, ¿existe Dios?... Y lo hace evitando toda vocación de trascendencia («Sólo sé que no sé nada / y eso tampoco lo tengo claro»), desde la cotidianeidad de la vida y sus objetos. Poesía de línea clara y lenguaje fresco, aderezada de fino humor al que acompaña una ternura muy sui géneris. Poesía luminosa que va calando despacio, dibuja en el lector una media sonrisa e invita a pensar la vida de otra manera. Eloy Sánchez

Pura Salceda, un aullido que conmueve Pura Salceda presenta bajo el título de Un llop estrany/Un lobo extraño (Ed. Playa de Ákaba, 2017) un poemario donde la licantropía toma forma de mujer. La loba que habita en el yo poético de la autora conoce la pasión, la indiferencia y sus heridas. La luna como cómplice alumbra su abismo interior, ya que sus versos, situados en el lado oscuro, al margen de la razón, desafían los límites preestablecidos. Loba transfigurada en lobo por momentos, anhelante, instintiva, pugna por hacerse un hueco en un mundo dividido entre la contingencia y la necesidad. Esta reivindicación de la naturaleza más primitiva de las personas es su legado, conmovedoramente humano. Dolors Fernández

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Marcelo Díaz /3 Petra Dindinger /4 Carlos eMe (Martínez) /5 Javier Medall /6 Eloy Sánchez Guallart /7 Andrea SF /8-9 María Mateo /10 Pedro Gómez /11 III Tiempos de Poesía /12 Enna Villarroya /13 Anna Rebeca Mezquita (in memoriam) /14-15 Mª Jesús Montía /16 Winston Morales /17 El almadar. Fronteras /18-19 Andrea Gómez /20 Homenaje a Nicanor Parra/21 Ángel M. Castillo /22 Ángela Serna / 23 Antonio Orihuela /24 Arturo Tendero /25 Greta Frankenfeld /26 J. Seafree /27 Aurora Vélez /28 Montserrat Villar /29 Pura Salceda /30 Valentina Lara /31 Barbara Stawicka-Pirecka /32 Yoanna Mojón /33 Chema Lagarón /34 Patrocina haz – otea /35

Azharanía. Revista de poesía. Edita: El almadar Tertulia poética. Nº Registro de Asociaciones: CV-01-055644-CS. NIF: G12971321 © De los textos: los autores © Del diseño, ilustración y maquetación: Pedro Gómez Impreso en Gráficas Cremor C/ Vilafamés, 5 bajo 12002 Castellón


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