Álbum Fotográfico Entre Fibras y Sonrisas

FOTOGRÁFICO

ENTRE FIBRAS Y

Diseño Y Diagramación: Amy Chamorro Fotografía: Amy Chamorro

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INTRODUCCIÓN

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ARTESANAS

CLEMENTINA TOLEDO ISABELA CHECA CARMEN NIETO ROSA SALINAS TANIA CRESPO BLANCA GUAMBAÑA LUCÍA SÁNCHEZ LAURA NUGRA VILMA MARTÍNEZ

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MANOS TEJEDORAS

SOMBRERO DE PAJA TOQUILLA

EXTRANJEROS

JÓVENES Y ESCENARIOS DEL AZUAY

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LEGADO

La ciudad de Cuenca está ubicada en la región de los Andes de Ecuador, posee un rico patrimonio cultural y artístico, siendo conocido por ser uno de los centros de producción de sombreros de paja toquilla. El arte de tejer ha jugado un papel fundamental en la identidad cultural de la región a lo largo de los años, los sombreros ecuatorianos son

conocidos y apreciados en todo el mundo por su gran calidad. Esta tradición es valiosa porque gran parte de su producción es hecha por las mujeres tejedoras del Azuay, los sombreros son tejidos a mano, siendo esta técnica un conocimiento que va de generación en generación.

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CLEMENTINA

TOLEDO

En el rincón acogedor de la tradición, una madre compartió más que fibras y conocimiento el arte de tejer. Es ahí que entre risas y paciencia florece un legado tejido con amor y sabiduría la madre, maestra hábil guía las manos curiosas de su hija, transmitiendo no solo la técnica ancestral de tejer sombreros, sino también el arte de la conexión, el valor de la paciencia y la belleza de compartir momentos preciosos.

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‘‘Siento que el sombrero de paja toquilla siempre permanecerá en nuestra memoria en cualquier momento lugar reconocen nuestro lindo

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sombrero cuencano tanto nacionales como extranjeros lo usan con orgullo siendo que es totalmente hecho a mano’’.

Rosa lleva más de 36 años tejiendo mano a mano cientos de sombreros, en un inicio no le gustaba tejer ella prefería ayudar en el campo y jugar con sus animales, con el pasar del tiempo veía a su madre y abuela

que tejían con una dedicación y le llamó mucho la atención así que pidió a su madre que le enseñará a tejer como ella, su madre sonrió y le dijo esperaba mucho este momento.

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CARMEN

NIETO

‘‘Con el arte de ser tejedora he logrado que mis hijos estudien y tengan una profesión uno de mis hijos viajó para estudiar y ahora es él quien ayudará a mantener viva esta tradición cultural ya que montó un taller artesanal en el que emplea y da trabajo a muchas mujeres y me siento orgullosa’’.

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Con manos hábiles y corazones llenos de tradición, estas mujeres tejedoras de sombreros de paja toquilla dan vida a una artesanía que trasciende el tiempo.

Con destreza y

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paciencia, entrelazan hilos que cuentan historias de su tierra, su cultura; cada puntada es un tributo a la herencia que llevan consigo, un homenaje a la habilidad transmitida.

Blanca es la tejedora de sombreros de paja toquilla más antigua, tiene 63 años y lleva más de 50 en el oficio y se ha convertido en maestra de nuevas generaciones en el Museo Municipal Casa del Sombrero. Se siente contenta y orgullosa de compartir su arte con sus compañeras, asegura haber

formado a más de mil mujeres que han cambiado su vida aprendiendo a trabajar con la paja toquilla.

Su abuela materna le enseño a tejer cuando tenía 5 años, comenzó tejiendo sombreros para sus muñecas y a los 10 años hizo su primer sombrero con mucha habilidad.

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LUCÍA

SÁNCHEZ

´´El tejido de un sombrero de paja toquilla empieza por el emparejado, en donde nosotras como artesanas cortamos los extremos de la paja para dejarla del mismo tamaño, después se pasa al escogido ya que tiene distintas coloraciones, la paja blanca es para un sombrero de alta calidad.

Luego se procede al rajado en donde se separa la paja más fina, en este paso se determina la cantidad de paja que se utilizará para el tejido del sombrero’’.

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La destreza de estas mujeres tejedoras de sombreros de paja toquilla es un homenaje a la maestría manual y al arraigo cultural. En sus manos la paja cobra vida transformándose en hermosos sombreros, llevan

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consigo la esencia de una comunidad tejida con amor y pasión, una imagen de feminidad fuerte y resiliente donde la tradición se fusiona con la creatividad

La destreza de estas mujeres tejedoras de sombreros de paja toquilla es un homenaje a la maestría manual y al arraigo cultural. En sus manos la paja cobra vida transformándose en hermosos sombreros, llevan

consigo la esencia de una comunidad tejida con amor y pasión, una imagen de feminidad fuerte y resiliente donde la tradición se fusiona con la creatividad.

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