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CURCUMA
Sonia Lorena Rosero Durán
Una noche antes de la hora cero, me encontraba corriendo y al tiempo caminando entre cuadros, mi corazón se agitaba y la sangre hervía por mis venas; no era posible no lo iba a lograr, era evidente.
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Llegué a casa algo desconcertada y cansada. Al amanecer suena el teléfono, ¿lo lograste? respondí: ¡fue imposible!…. escucha con atención…., entre susurros, corres con suerte, no podré asistir, ya sabes que hacer. Al anochecer, cuando por primera vez observé frente a mí, un grupo de personas; entre ellas hermosas mujeres, vestidas con trajes cortos y de lentejuelas, sus rostros maquillados esplendorosamente; acompasadas con hombres de cuerpos atléticos, hombros anchos y piernas firmes.
Por algún momento me disipé, era como un sueño. Pero la realidad era otra, estaba de cuerpo presente, no lo podía creer, atletas de todo el mundo, desfilaban por el escenario, nerviosos, pero ellos están seguros de lo que querían demostrar, la plaza estaba colmada y los aplausos no se dieron espera, las personas estaban felices...no lo podía creer, en fín no importaba . Por primera vez en
la historia del baile deportivo, mi Colombia tenia representación en la División (E) Salsa Deportiva, se estaba inaugurando en mi País esta división tan anhelada por todos, pues estaba diseñada a la medida de nuestros atletas, fieles bailadores y representantes de la salsa, pero de la salsa dura. Y aquí estaban en proceso de transformación, convirtiendo su técnica de artistas en la de atletas, maravillosamente espectaculares, dignos de admiración.