AMAZONA

Gracias singularidad infinitamente densa y matemáticamente paradójica que originó el universo, temperatura infernal que provocó la explosión con la que todo empezó a expandirse. Hera que en un arranque de dignidad y orgullo derramaste leche materna formando la vía láctea, gracias nubes de gas y polvo que formaron al sol como estrella tipo G de luminosidad V. Helio e hidrógeno que armaron el sistema de planetas, incluida la Tierra. Proceso de abiogénesis que en el dominio absoluto de la muerte pariste vida. Explosiones volcánicas y lluvias de meteoritos que facilitaron el origen del agua. Cianobacterias que por fotosíntesis oxigenada cubrieron el planeta de aire respirable. Río meándrico que abriste el valle donde la encontré. Placas tectónicas de los tiempos sin tiempo del cretácico por formar las cordilleras. Gracias a lo que desde el origen del tiempo hace presencia en este nuestro espacio. Al Big bang por el inicio de lo eterno e infinito. Al sol, la luna, dioses y demás objetos estela - res que están ahí para las plantas y los grandes mares. A la Tierra por formar del caos y la armonía un espacio para ti. Gracias pueblos de América, África y Europa por encontrar este lugar milenario. Gracias antepasados quienes parieron a tu madre y a tu padre. Gracias a tus neuronas y a tus hormonas, al deseo, con el que creas mi mundo y recreas el universo, nuestro cosmos sin rumbo. Gracias porque en ti está la luna y el sol que las plantas beben, el agua de lluvia, riachuelo y ola que constituyen sangre, lágrima y beso. Gracias al día y la noche en los cuales existes en vigilia e insomnio, cansada o entusiasta. Gracias al esfuerzo de sentipensar cada instante de esta casualidad de encontrarnos y tejernos en esta ciudad migrante de millones de habitantes, justo en esta ciudad en un planeta de 510,1 millones km².

John Freddy Caicedo-Álvarez