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LLORo

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ELLA

ELLA

Lo siento si la tinta se corre, pero acá el cielo no deja de llorar. Quizá de ahí el nombre de esta tierra, y es que en Lloró abunda el agua que cae de las nubes y que corre por la tierra.

Aquí las casas no van más allá de los ríos, son estos los que rodean y dan forma al caserío. Las historias cuentan que los ríos protegían a los habitantes del paso de los demonios, mientras que la lluvia hacia crecer la selva que los escondía de los males. Parece que la naturaleza hizo muy bien su trabajo, porque Lloró también ha quedado escondido para los dioses. Se dice que los dioses se alimentan de la tierra y beben el agua que rodea a Lloró, pero aún no lo logran encontrar. El agua abunda pero no calma la sed, solo provoca dolor. Los únicos frutos los dan los ríos, pero cada vez producen más malestar. Sueño que los dioses dibujan esta tierra, pero no logran llegar. Espero que encuentren a Lloró, antes que la selva se lo vaya a tragar.

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Julián Castro

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