Jean Baptiste Chardin_Catalogo

EXPOSICION DE PINTURAS DE JEAN BAPTISTE SIMÉON CHARDIN

Del 01 de enero al 01 de febrero de 2014

Centro Cultural Chardin Rosario - Argentina

Jean Baptiste Siméon Chardin, nació en Paris en vísperas del siglo XVIII y murió en el año de 1779, una década después de su muerte, devastada por una injusticia social extrema causada por el absolutismo reinante, ocurre la Revolución Francesa.

Su vida familiar y sentimental fue bastante traumática, su primera esposa murió a los cuatro años de casados, su hija falleció pronto, su hijo parece que se suicidó, él volvió a casarse con una viuda.

Su padre fue un ebanista y consejero jurídico de su corporación, inicialmente envío a Chardin a un pintor de poca importancia, que en 1720 sería substituido por Nicolás Coypel, quién se haría cargo de su formación artística hasta 1728. A partir de 1724 asistiría también a las clases de la Academia de San Lucas y completaría su formación con el renombrado pintor y retratista francés Jean-Baptiste van Loo, ayudándole en la restauración de los frescos de Rosso y Primaticcio en Fontainebleau.

En 1728 expuso varias obras en la exposition de la Jeunesse, entre las que se encontraba su célebre naturaleza muerta “La Raya”, obteniendo por primera vez el reconocimiento de la Real Academia. Poco tiempo después y por recomendancion de Largilliere, fue admitido en la Academia como pintor de animales y frutas. Chardin siempre vivió en París, de origen humilde, su trabajo fue meticuloso, harmónico, ordenado, austero; en la mayoría de sus obras la precisión pictórica desarrollada está organizada en base a la simetría, en la proporción, en el equilibrio, en la grandeza, en la secuencia aurea, esta rutina de trabajo donde la calidad era más importante que la cuantidad hizo que su producción artística no pasara de doscientas obras.

Académico, próspero abastecedor de una clientela de aristócratas parisinos y soberanos extranjeros, como Catalina II de Rusia, o Luisa Ulrica de Prusia, reina de Suecia.

La pintura de Chardin es simple y destituida de sentimentalismos pero es rica en sensibilidad, la estética del artista se desarrolla en base a una apurada apreciación y estudio de la forma y de los colores.

Desconocido en Argentina, donde nunca antes había tenido una muestra, usted mi caro lector podrá disfrutar de siete exuberantes pinturas que estarán expuestas en el Centro Cultural Chardin, del 01 de enero al 01 de febrero de 2014.

El recorrido de la exposición no sigue un orden cronológico, pero cuenta con algunas de las famosas creaciones del artista.

Obras en Exposición: La joven profesora 1736 Óleo sobre lienzo 62X66 Cm. La tabaquera 1755 Óleo sobre lienzo 32,5X40 Cm. La bendición de la mesa 1739 Óleo sobre lienzo 49,5X38,5 Cm. El niño de la peonza 1738 Óleo sobre lienzo 67X76 Cm. La muchacha con el juego de la pluma 1740 Óleo sobre lienzo 82X66 Cm. Limpiando remolachas 1740 Óleo sobre lienzo 46X37,5 Cm. Bodegón con cesto de fresas 1760/61 Óleo sobre lienzo 37X45 Cm.

La joven profesora 1736 Óleo sobre lienzo 62X66 Cm.

Chardin, el mayor pintor de “naturaleza muerta” del período postbarroco, nos muestra en este sencillo lienzo una obra monumental, la joven profesora enseñando al niño a leer, las líneas trazadas nos transmiten fuerza de una manera simples y directa, sin dejar de lado la emoción, que él es uno de los mayores representantes; no hay detalles en el fondo del cuadro la pared está limpia así como el mueble también se presenta sin ningún pormenor, sin embargo cuando miramos fijamente la obra existe una profundidad ensamblada que nos hace rever las leyes de la perspectiva.

En esta obra mi caro espectador, está la visión del gran maestro, una visión muy crítica sobre la enseñanza en el siglo XVIII, donde solamente algunos pocos privilegiados tenían acceso al conocimiento, las aulas con muchos alumnos no existían todavía, la educación era para los favorecidos social e intelectualmente.

Esta obra retrata un momento educativo en esta época, donde la exclusión en la educación era común.

La tabaquera 1755 Óleo sobre lienzo 32,5X40 Cm.

La obra de un auténtico pintor nos permite comprender porque el género no limita la creación; esta pintura es típica de la fama del genio de Chardin, es una “naturaleza muerta” (así se la describe tradicionalmente), pero en este género, sigue más una tradición genuinamente francesa que a los pintores flamencos del siglo XVII. En esta tradición, el artista encuentra las características que distinguirán a sus cuadros. El color mate, velado, una luz que renuncia a todo brillo extremo y una temática que busca la identidad con la representación.

Una sencilla jarra, un vaso con tapadera, una tabaquera abierta, la pipa clara de barro, son objetos que rechazan cualquier interpretación en clave de simbolismo, al igual que la preciosidad y el refinamiento.

La composición tiene un efecto casual, sin clímax, sin punto central ni culminante en el ámbito del color o de la iluminación. Y sin embargo, ante este cuadro se tiene una sensación de perfecta armonía.

La bendición de la mesa 1739 Óleo sobre lienzo 49,5X38,5 Cm.

Esta es una pintura así lo creo, para mirar todos los días, y cada día que la miro siento el frescor de observar un lienzo por primera vez, esta es la sensación que me transmite Chardin en su obra “La bendición de la mesa”.

Me siento desposeído de palabras para describir esta obra, pero me atrevo a decir que el interior plasmado en la obra me remite inmediatamente a esa época: la luz y los colores, moderados; nada precipitados ni repentinos, como la propia personalidad del artista.

La decoración de la estancia es modesta: únicamente una estantería con botellas y una fuente de arcilla en la pared; debajo, una olla de cobre; la mesa, cubierta por un sencillo mantel blanco. Las tres personas se inscriben completamente en este sistema de referencias.

La composición está desarrollada en base de formas geométricas que son visibles en la tapa de madera de la mesa en el tambor y en los sartenes, y formas orgánicas en los ropajes.

Sus miradas no salen del espacio pintado: aquí se nos aparece la paz imperdurable de un silencio absoluto.

El niño de la peonza 1738 Óleo sobre lienzo 67X76 Cm.

Este artista ofrece en cada obra su gran estilo, esta pintura tiene para mí un soplo maravilloso digno de un gran maestro del dibujo, la expresión transmite gestos nobles y naturales, dibuja con habilidad los pliegues de la ropa, el color es equilibrado, harmónico. La obra se presenta con un niño observando la peonza que acaba de poner en movimiento. La composición me es familiar, el agitación de la peonza, rápido y breve; la escena está muy próxima de nosotros desde todos los puntos de vista. A pesar de ello, nada es palpable, pues lo momentáneo y cercano ha relegado a un segundo plano, esto se consigue con medios pictóricos, como la aplicación mate de los colores, y con las posibilidades que ofrece la composición.

Cuando miro al muchacho de perfil, y no vuelto hacia mí, entiendo que Chardin subraya su capacidad de concentración; el niño está completamente absorto en el juego, con lo que se distancia de mí, y ni siquiera me atiende.

Este lienzo trasmite sosiego, calma, una felicidad infantil, un mundo paradisiaco que solo se puede contemplar en silencio, pero que no se puede aprehender. Que obra tan preciosa, es la pieza que tendría en mi recibidor.

El genio no siempre es genio, a veces es más amable que sublime, siente y pinta en los objetos no tanto lo bello como lo agradable; experimenta y hace que se experimente no tanto el éxtasis como una dulce emoción.

Denis Diderot (1713-1784), Escritos sobre arte.

EXPOSICION DE PINTURAS DE JEAN BAPTISTE SIMÉON CHARDIN Del: 01 de enero al 01 de febrero de 2014 Lunes a Viernes de 13 a 21hs.

Sabados, Domingos y Feriados de 18 a 22hs.

En el Centro Cultural Chardin Rosario - Argentina Entrada libre y gratuita