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Bronquitis infecciosa, gripe aviar y enfermedad de Newcastle. Signos clínicos y lesiones

Antonio Callejo Ramos

Signos Cl Nicos

El IBV infecta principalmente el sistema respiratorio de los pollos. Sin embargo, algunas cepas y aislados de campo pueden afectar los sistemas reproductivo, renal y digestivo. Así pues, la patogenia de la enfermedad difiere según la cepa y el sistema involucrados. 1,23-26 La morbilidad es típicamente del 100 %, pero la mortalidad es variable (del 0 % al 80 %) dependiendo de la virulencia y patotipo de la cepa infectante, edad de infección, estado de inmunidad materna o activa (vacunación) y estrés por infecciones secundarias. Los IBV respiratorios, como los IBV clásicos tipo Massachusetts (linaje GI-1), causan signos respiratorios inespecíficos como jadeo, tos, estornudos, estertores traqueales y secreción nasal.1,24 Se pueden observar ojos llorosos y ocasionalmente senos paranasales hinchados. Los pollitos se ven deprimidos y pueden estar acurrucados bajo una fuente de calor. El consumo de alimento y el incremento de peso se reducen significativamente. En los pollos de más de 6 semanas de edad, los signos generalmente son menos claros e incluso la enfermedad puede pasar desapercibida. La gravedad de los signos respiratorios está influenciada por la calidad del aire, el alojamiento, el tipo de ave, la cepa involucrada, el programa de vacunación y la presencia de coinfecciones.1

Los pollos de engorde infectados con cepas nefropatógenas suelen recuperarse de la fase respiratoria y posteriormente mostrar signos de depresión, plumas erizadas, heces húmedas, mayor ingestión de agua y mortalidad. 1 Ciertos factores como el estrés por frío, la raza de pollo o las dietas altas en proteína animal pueden predisponer al desarrollo de estos signos clínicos. 1 En los lotes de ponedoras infectados con IBV, además de signos respiratorios, se observa una disminución en la puesta y en la calidad del huevo. Incluso en casos evidentes de caída de puesta y producción de huevos anormales, los signos respiratorios pueden estar ausentes o ser muy leves. La gravedad de la caída de la puesta puede variar de leve a muy intensa (hasta el 70 %) y depende de factores como la cepa involucrada y el nivel de inmunidad contra esa cepa, el momento de infección dentro del periodo de puesta y la presencia de coinfecciones como adenovirus (causante del síndrome de la caída de puesta) o Mycoplasma synoviae. Con caídas de la puesta leves, se puede restaurar un nivel normal de producción en 1 o 2 semanas. Cuando las pollitas jóvenes se ven afectadas, el daño al oviducto puede provocar que ponedoras y reproductoras no entren en producción (las llamadas "falsas ponedoras"). 1,13 Las infecciones por IBV también pueden causar disminución de la calidad del huevo por pérdida del pigmento de la cáscara, afectación de la calidad de la cáscara (deforme, delgada, blanda, áspera o ausente) (fig. 3) y de la clara (delgada o acuosa) y disminución de la tasa de eclosión. 1,13,22,28

Las cepas IBV-QX (linaje GI-19) fueron descritas por primera vez en China en la década de 1990 8 y se asociaron inicialmente con proventriculitis. 3,4,29 Sin embargo, tras propagarse por Asia, Europa, Oriente Medio y África, este virus pronto se reconoció como una causa de nefritis en aves jóvenes y de “falsas ponedoras” en gallinas de puesta, reproductoras y aves de corral. 3,4,18,24,29

En particular, las cepas QX infectan los riñones, las vías respiratorias y el oviducto, causando una enfermedad clínica grave dentro de las 48 horas posteriores a la exposición del virus, con signos respiratorios, nefropatógenos y reproductivos como los descritos. 24

Lesiones Macrosc Picas

Los pollos infectados con IBV presentan exudado seroso, catarral o caseoso en la tráquea (fig. 4a), las fosas nasales y los senos paranasales. 1,22,27 Los sacos aéreos presentan espuma durante la infección aguda, aunque luego pueden volverse turbios y contener un exudado caseoso amarillo. Se pueden observar áreas de neumonía alrededor de los bronquios grandes. Las infecciones nefropatógenas producen riñones hinchados y pálidos con los túbulos y los uréteres a menudo distendidos con uratos 1 (fig. 4b).

En gallinas infectadas con IBV durante la puesta es habitual no observar lesiones macroscópicas relevantes, pero ocasionalmente se puede encontrar yema líquida en la cavidad celómica (abdominal), aunque esto no es exclusivo de la IB, ya que también se observa con otras enfermedades que causan una marcada caída de la puesta. 1 El IBV también provoca oviductos quísticos en gallinas infectadas a una edad muy temprana, durante la recría, esto causa una reducción del pico de la puesta al alcanzar la madurez (“falsa ponedora”) (figs. 5a y 5b). Los oviductos también pueden reducirse en longitud y peso, y los ovarios se pueden encontrar en regresión. Cuanto más joven esté expuesta la gallina al IBV, más probablemente será una “falsa ponedora” en la madurez. 1

Lesiones Microsc Picas

Las gallinas con IB presentan edema en la mucosa traqueal, pérdida de cilios, redondeo y desprendimiento de células epiteliales, con leve infiltración de heterófilos y linfocitos dentro de las 18 horas posteriores a la infección 1 (figs. 6a y 6b). El epitelio se regenera a partir de las 48 horas, con una hiperplasia epitelial acompañada de infiltración masiva de la lámina propia por células linfoides y formación de centros germinales. 1 Si el saco aéreo se ve afectado, este presenta edema, descama- ción de células epiteliales y algo de exudado fibrinoso en las primeras 24 horas. Posteriormente puede haber un aumento de heterófilos con nódulos linfoides, proliferación de fibroblastos y regeneración por células epiteliales cuboidales.

Bibliografía disponible en https://www.grupoasis.com/albeitar/ bibliografias/AV006ND.pdf

Este artículo es un extracto de la obra Enfermedades respiratoriasvíricas en avicultura

Disponible en https://ediciones edra.com/ Tel.: 976 461 480

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