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Página Royal Canin. Importancia de la nutrición en la prevención de la enfermedad renal en el gato sénior
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by Grupo Asís
Importancia de la nutrición
en la prevención de la enfermedad renal en el gato sénior
Una alimentación adecuada puede ayudar a enlentecer la aparición de los signos del envejecimiento, así como retrasar la progresión de la enfermedad renal.
Gemma Baciero Departamento de Comunicación Científica de Royal Canin Imágenes cedidas por la empresa

El envejecimiento y los cambios que implica
La esperanza de vida del gato doméstico ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años. Esto se debe a los avances en la medicina veterinaria así como al aumento del cuidado por parte de los propietarios. Los avances en la nutrición también han contribuido a que la esperanza de vida aumente. El paso del tiempo implica una serie de cambios en el organismo del gato que no siempre son perceptibles por los propietarios. Estos cambios conllevan una disminución de la capacidad para mantener el equilibrio del medio interno y de la respuesta a enfermedades y factores ambientales, lo que hace que el animal sea más propenso a un fallo orgánico. Con la edad tiene lugar un envejecimiento celular que desencadena un deterioro progresivo de los órganos y funciones del gato así como de sus capacidades sensoriales. Estos efectos del envejecimiento se caracterizan porque aparecen de forma progresiva, son irreversibles, afectan a todo el organismo y se expresan individualmente de forma diferente.
La nutrición y la prevención de enfermedades
Se ha demostrado que la nutrición y el tratamiento nutricional apropiado alivian, posponen, ralentizan o incluso previenen patologías asociadas frecuentemente con el envejecimiento, lo que permite mejorar la calidad de vida de los gatos más mayores. Así, la nutrición de los gatos de edad avanzada que tengan un buen estado de salud debe tener en cuenta la prevención de las patologías asociadas al envejecimiento, como por ejemplo reducir el contenido en fósforo para ayudar a prevenir la enfermedad renal.
La enfermedad renal
La enfermedad renal es una de las patologías más frecuentes en los gatos de edad avanzada. Aunque no hay estudios epidemiológicos en Europa, en Estados Unidos se considera que uno de cada tres gatos mayores de 12 de años presentan una enfermedad renal (Lulich y col., 1992). Con la edad, la capacidad funcional del riñón va disminuyendo y por tanto la tasa de filtración glomerular también. Cuando esta disminuye, si la concentración de fósforo en la dieta sigue siendo la misma, la cantidad de fosfatos excretados disminuye, y como el consumo de fosfatos es mayor, se acumulan en el organismo del animal. Para restablecer la homeostasis de la relación calcio/fósforo, el cuerpo excreta hormona paratiroidea en mayor cantidad. Esta hormona tiene un efecto hipercalcémico e hipofosfatémico que conduce a la eliminación urinaria de fosfatos. Cuando ya el riñón entra en la fase de
descompensación, no puede excretar fosfatos o sintetizar la forma activa de la vitamina D3 (es decir, el calcitriol), necesaria para la absorción intestinal de calcio, lo que puede exacerbar el hiperparatiroidismo y en ocasiones hasta causar la desmineralización ósea.
Proteínas Hace unos años, la recomendación general era la de limitar el aporte de proteínas en los gatos de edad avanzada basándose en la idea errónea de que así se ayudaba a prevenir la enfermedad renal. Diversos estudios han demostrado que la restricción proteica no es necesaria en los gatos mayores ni siquiera cuando algunos ya desarrollen las primeras fases de la enfermedad renal. Por otro lado, debido a la naturaleza carnívora estricta de los gatos, sus necesidades proteicas son mucho más elevadas que las de los perros independientemente de la edad. Además del aporte adecuado de proteínas, es muy importante tener en cuenta la calidad de las mismas. Algunas proteínas vegetales como el gluten de trigo, el gluten de maíz, el extracto de proteína de soja o la soja hidrolizada son muy digestibles, la composición de sus aminoácidos se equilibra fácilmente y tienen un bajo contenido en fósforo, por lo que son las proteínas de elección en la alimentación para gatos de edad avanzada.
Fósforo Al contrario que en el caso de las proteínas, diversos estudios han demostrado que la restricción de fósforo ralentiza la progresión de la enfermedad renal. Dado que la prevalencia de esta patología en gatos de edad avanzada es muy alta, a menudo se aconseja reducir el nivel de este mineral a los mínimos recomendados en los alimentos para gatos mayores. Con esta disminución del aporte de fósforo se pretende reducir al máximo la retención de fósforo y la hiperfosfatemia consecuente. La retención de fósforo y la hiperfosfatemia tienen lugar en las fases tempranas de la enfermedad renal y tienen un papel principal en el desarrollo de varios trastornos como el hiperpa-
25
20
15
10
5
0
Población afectada por enfermedad renal crónica
Porcentaje
< 1 1 a 2 2 a 4 4 a 7 7 a 10 10 a 15 >15 Edad (años)
ratiroidismo secundario, la osteodistrofia renal, la deficiencia relativa o absoluta de vitamina D3 y la calcificación de tejidos blandos. Minimizando la hiperfosfatemia, puede prevenirse el hiperparatiroidismo consecuente.
Antioxidantes En el gato mayor se reduce la eficacia de las defensas antioxidantes y se cree que el daño oxidativo desempeña un papel importante en la progresión de la enfermedad renal. Antioxidantes como las vitaminas C y E y los carotenoides han demostrado que estimulan el sistema inmunitario a través de la protección de las células, por lo que es interesante su suplementación en el alimento de los gatos sénior.
Ácidos grasos poliinsaturados omega-3: EPA y DHA El EPA y el DHA son ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga que se encuentran en el aceite de pescado. Se cree que el beneficio de estos ácidos grasos se debe, en parte, a la modificación de la síntesis de determinados componentes orgánicos como los tromboxanos y los leucotrienos con propiedades antiinflamatorias, antitrombóticas y antioxidantes. Ayudan por tanto a mantener la tasa de filtración glomerular y a prevenir la glomeruloesclerosis.
Conclusión
La nutrición tiene un papel clave en el mantenimiento de la calidad de vida de los gatos de edad avanzada. Entre otras funciones, puede ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad renal, una de las patologías más asociadas a los gatos de edad avanzada. Medidas como restringir el fósforo, o incorporar un nivel adecuado de proteínas de buena calidad y de ácidos grasos EPA y DHA son claves y deben tenerse en cuenta a la hora de seleccionar la alimentación más adecuada para el gato sénior.