XIX Domingo del Tiempo Ordinario

Page 1

DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO (San Lucas 12,32-48 (breve: Lc 12,35-40))

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo. Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Nada nos dispone mejor que el servicio a las tareas que el Señor nos ha encomendado.

Padre Octavio Figueredo, SSP

Ceñida la cintura y encendidas las lámparas Cuando nos reunimos con nuestros amigos, o en cualquier conversación familiar, solemos hablar de muchos temas. Hablamos del trabajo, vacaciones, reformas, cita con el médico, etc., etc. Pues en el evangelio de hoy escuchamos una parte de una larga conversación que tuvo Jesús con sus discípulos. Una conversación en la que también les habló de muchos temas: «No tengáis miedo», «vended vuestros bienes y dad limosna», «haceos talegas que no se echen a perder», «tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas», «estad preparados», «estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda», etc., etc. Jesús tuvo una conversación distendida con sus discípulos y puso sobre la mesa una bandeja repleta de recomendaciones prácticas para la vida y misión de los suyos. Es difícil concentrar en una única idea este discurso de Jesús. A mí me llama la atención una idea importante para aquel grupo de discípulos que estaba alrededor de Jesús, pero también una idea importante para los discípulos de todos los tiempos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas».

Estar ceñido significaba estar preparado, pronto para la acción inmediata. El gesto de tener ceñida la cintura y las lámparas encendidas expresa el hecho de estar dispuesto a quedarse o ir allí donde el amo quiera. Esto, aplicado a aquellos discípulos que estaban con Jesús y aplicado a todo cristiano, significa que debemos estar equipados en todo momento, estar preparados en todo momento, de tal forma que podamos acudir inmediatamente a la llamada del Señor. Se trata de estar siempre en actitud de búsqueda, estar siempre despiertos. Se trata de una actitud de disponibilidad, impulso, espera y confianza total. La exhortación a tener ceñida la cintura y encendidas las lámparas no hay que entenderla solo como una exhortación para un futuro, una exhortación para esa segunda venida de Jesús. El mundo de hoy nos reclama vivir esta actitud de disponibilidad y vigilancia en el tiempo presente. Nos reclama estar despiertos ahora: despiertos y vigilantes en nuestras iniciativas apostólicas, despiertos y vigilantes en nuestro testimonio, despierto y vigilantes


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.