La Mejor de Las Cosechas A veces me pregunto: ¿en qué momento os habéis hecho ya tan mayores? ¿Cuándo habéis dejado de ser aquellos críos que decían que siempre querían estar “con el papá y la mamá”? No hace falta que me respondáis, que yo misma sé la respuesta: porque la vida es así, es lo que tiene. Un correr del tiempo que, como pasa con las uvas, os ha ido madurando hasta dar lugar a la mejor de las añadas. Y aún siendo vosotros los mejores frutos de nuestra vida, lo cierto es que, desde el momento en que nacéis, todo nuestro mundo conocido se tambalea, se pone "patas arriba", con el mismo efecto que una granizada sobre la viña, y ya nunca recupera el orden que hubo hasta que aparecisteis vosotros en él. A partir de ahí comienza el “PADESIMIENTO”. Es muy "bonico" tener "críos" pero, chico, luego es un no parar de “padeser”. De "pequeñicos" que si no duermen, que si no comen. Después, cuando empiezan a ir al cole, que si tendrán "amiguicos", que si estudiarán. Y luego ya, cuando empiezan a salir por las noches... bueno, entonces quisiéramos volver a las noches en que no dormíamos porque no paraban de llorar. Pero, a pesar de todo eso, nosotros siempre vamos a estar ahí, con mayor o menor acierto, porque tened en cuenta que no somos infalibles y que nuestra experiencia en la vida se reduce a “ensayo-error”. En cualquier caso, somos y seremos vuestros mayores admiradores y, del mismo modo, somos y seremos el refugio al que podáis regresar una y otra vez, si alguna vez la tormenta os sorprende en mitad de la cosecha.
14 | XLIV fiesta de la vendimia
Dedicado, con mucho cariño, a Lucas y María. P.D.: “haser el favorico de no llegar tarde a casa”. Rosa Cortés Sánchez.