LA BRÚJULA REVISTA CULTURAL

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DISMINUYE POBREZA, PERSISTEN CARENCIAS

VÍCTOR OSORIO

P. 12

¿CÓMO ANDA MI CARTERA?

LAURA ELENA BELTRÁN PADILLA, P. 7

SOBRE LOS GOBIERNOS DE ULTRADERECHA

RICARDO HARTE, P. 9

MÍSTER HOLMES Y SUS HERMANOS

JOSÉ CARRILLO CEDILLO, P. 18

LAZOS ROMÁNTICOS

CON LA IA

KARLA RUIZ, P. 10

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DEL DIRECTOR:

Las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ofrecen un panorama que, a primera vista, parece alentador. Entre 2018 y 2024, la proporción de mexicanos en situación de pobreza disminuyó de 41.9 a 29.6 por ciento. En números absolutos, ello representa que más de 13 millones de personas dejaron de ser contabilizadas bajo esa condición. Incluso la pobreza extrema, la que refleja la imposibilidad de adquirir lo mínimo indispensable para sobrevivir, cayó de 7 a 5.3 por ciento. En un país donde las malas noticias suelen imponerse sobre cualquier dato positivo, el registro merece ser reconocido.

Sin embargo, la historia no concluye en esa aparente mejoría. El mismo informe revela una contradicción que interpela a la sociedad y, sobre todo, al Estado mexicano: mientras menos personas son consideradas pobres bajo los criterios del ingreso, más mexicanos enfrentan carencias graves en derechos básicos. Hoy existen 27 millones de compatriotas con tres o más carencias sociales, dos millones más que en 2018. Dicho de otro modo, el ingreso laboral —ciertamente motor del descenso en la pobreza— no ha sido suficiente para garantizar acceso a servicios de salud, seguridad social, educación o vivienda digna.

La estadística, siempre precisa y neutra, desnuda así las limitaciones de las políticas sociales recientes. No basta con que aumenten los salarios o con que el trabajo represente la fuente principal del ingreso nacional. Si ese ingreso no se traduce en servicios básicos de calidad, lo que tenemos no

es un avance estructural, sino un alivio momentáneo. La realidad confirma lo señalado por diversas organizaciones civiles: la política social en México sigue a deber.

Preocupa especialmente el retroceso en el acceso a la salud. En 2024, más de un tercio de la población carecía de este derecho elemental, un incremento de 18 puntos en apenas seis años. La promesa de un sistema universal quedó lejos de cumplirse, y la población más vulnerable ha debido enfrentar sus enfermedades entre la incertidumbre y el gasto de bolsillo. De igual forma, la falta de seguridad social permanece como la carencia más extendida, reflejo de un mercado laboral mayoritariamente informal, incapaz de ofrecer estabilidad y protección.

El mensaje de estas cifras es claro: reducir la pobreza medida por ingresos es positivo, pero no resuelve la desigualdad estructural. Un país que presume menos pobres, pero mantiene casi intactas las privaciones en derechos fundamentales, sigue atrapado en un círculo de vulnerabilidad. El bienestar real no se mide únicamente en pesos, sino en la posibilidad de vivir con dignidad, con educación, salud, vivienda y seguridad social garantizadas. México tiene ante sí la disyuntiva de conformarse con la mejoría parcial o de emprender una reforma profunda en su política social. Celebrar los logros económicos es legítimo, pero ignorar las carencias sería irresponsable. La Brújula cree que es momento de mirar más allá de la estadística: detrás de cada número hay un rostro, y detrás de cada carencia, una deuda pendiente del Estado con su gente.

MIRREYES CONTRA

GODÍNEZ: LAS VEGAS

Butaca

Película mexicana de Chava Cartas con Regina Blandón, Daniel Tovar, Diana Bovio, Christian Vázquez, Michelle Rodríguez, Alejandro de Marino, Gloria Stalina, Roberto Aguire (2025). Pocos dirían que Mirreyes contra Godínez fue una gran película, pero si alguna comedia mexicana reciente iba a ser el arranque de una franquicia, había peores lugares en dónde empezar. Mirreyes contra Godínez tenía a su favor una premisa simple, basada en la rivalidad de opuestos entre los mimados herederos de una fábrica de zapatos y los frustrados trabajadores de su oficina. Además, contaba con un elenco de actores simpáticos interpretando personalidades definidas, si no necesariamente muy originales. Incluso si entregas posteriores no seguían las mismas situaciones que la original, pasar el rato con sus personajes debería bastar para sacar algunas risas.

A la primera película de 2019 le siguió un especial de 2020 que giraba alrededor del home office, así como una película de 2022 que ocurría en un retiro laboral. Estos por lo menos eran escenarios familiares para quien haya trabajado en una oficina. Lo mismo no se puede decir de Mirreyes contra Godínez: Las Vegas. Su premisa es endeble y, a la manera de las comedias más flojas de Adam Sandler y compañía, más bien parece una excusa para que sus estrellas se vayan de vacaciones. El viaje a Las Vegas es motivado de manera tan perezosa que, incluso dentro de la película, es presentado como producto de un descuido total. Genaro (Daniel Tovar), ahora jefe de la empresa zapatera Mountain Top, olvida conseguir la firma de un cliente en uno de sus tratos más importantes. Ahora ese cliente ha fallecido y la única manera de arreglarlo es consiguiendo que su sucesor acepte el trato original.

La primera parte sigue un escenario que, por lo menos, en papel, es divertido e incómodo. Mirreyes y godínez, ahora amigos y aliados comprometidos con mantener la empresa a flote, deben averiguar quién de los tres hijos del cliente heredará su consorcio hotelero y hacerle un pitch exitoso con su familia en pleno duelo. Esta secuencia ocupa apenas unos minutos, poco más que la duración de un sketch, lo que no es necesariamente malo. El problema aparece en la ejecución. En lo que se siente como un intento desesperado por inyectar dinamismo, la película corta entre el equipo explicando su plan en la oficina y

poniéndolo en acción momentos después. Salta hacia adelante y hacia atrás, poniéndose en movimiento antes de que las bases estén establecidas. Esto, más que inyectarle vida, solo crea confusión. Es el equivalente a gran escala de cuando una escena de acción se alarga y, para no aburrir al público, se recortan pedazos de cada toma. Esto solo produce una escena que se siente más larga, pues no nos da tiempo de procesar todo lo que hemos visto y el ritmo y tono no varían – hay, técnicamente una excepción cerca del final: después de una hora de pura bufonería, la película trata de ponerse emotiva recapitulando las vidas y relaciones de sus personajes, pero el intento se siente hueco. Mirreyes contra Godínez: Las Vegas, dura apenas 85 minutos, pero éstos se sienten eternos.

Cuando el equipo de Mountain Top descubre deben seguir al sucesor a Las Vegas, la película se encuentra con un problema más. Muchas secuelas de comedia suelen tropezarse porque los roles de sus personajes están dictados por su función en la narrativa original. Cuando la situación cambia, el trabajo del guion es el de darles algo que hacer, lo que sea, con tal de mantenerlos en pantalla. Ver a mirreyes y godínez juntos en el avión no es nada extraordinario, pero estas escenas por lo menos sirven para que este grupo, que se volvió simpático como grupo, se siga comportando como grupo. Una vez en Las Vegas, cada uno se mete en sus propios enredos y la película se convierte en una serie de banales subtramas. Genaro trata de pedirle matrimonio a Michelle (Regina Blandón), su novia y compañera en la presidencia de la empresa; Nancy (Diana Bovio) y Shimon (Alejandro de Marino) quieren disfrutar la ciudad, pero dejan a su bebé con una niñera cuestionable; Goyita (Michelle Rodríguez) enamora a un gringo vaquero y después se va con Sofi (Gloria Stalina) a contar cartas en una mesa de blackjack; Conan (Christian Vázquez) tiene su propio romance súbito con una cantante famosa, con Rich (Robert Aguire) acoplándoseles. Muchas cosas pasan. Clichés eternos de Las Vegas, como los imitadores de Elvis, las bodas impulsivas, casinos tantos de lujo como clandestinos, son revisitados de manera inconsecuente. Mirreyes contra Godínez: Las Vegas olvida que las comedias caóticas necesitan una base de normalidad para que su caos se sienta como una verdadera ruptura del orden. En ellas, la comedia brota de sus personajes metiéndose en enredos aun cuando intentan actuar de manera más o menos razonable o congruente con su personalidad o alguna de sus metas. Mirreyes contra Godínez: Las Vegas no ofrece tal contexto. Sus personajes corren, se besan, se golpean o tiran tarjetas de crédito solo porque sí. Es como escuchar el remate de un chiste tras otro, sin

tener idea de cómo empezaron. La cacofonía de su trama viene acompañada de montajes acelerados mostrando a sus personajes de fiesta (quizá pensando que, si ellos se divierten, nosotros lo haremos también) y una música que nos dice exactamente qué debemos sentir, sin efecto.

Alguien que lea esto puede preguntarse: ¿pues qué esperaba? Mirreyes contra Godínez: Las Vegas suena a todo lo que está mal con el cine mexicano. Efectivamente, creo que cuando alguien dice que todo el cine mexicano es malo se imagina una película prácticamente igual a ésta. Pero no la habría visto si no hubiera pensado que, al verla, me la iba a pasar más o menos bien – me reí un par de veces, uno de los chistes que aterrizaron para mí fue Genaro metiendo jerga de oficina a su pedida de mano; es un toque de comedia que brota de su personalidad ñoña y adicta al trabajo. En ambos lados de la cámara hay gente cuyo trabajo he disfrutado. Bovio en particular está genial en la adaptación para la televisión de Mentiras: El musical. Una de sus cuatro guionistas, María Hinojos, escribió la excelente Cindy la regia, una película cuyo sentido del humor nace de una heroína bien delineada y de la que es muy fácil encariñarse (entre menos hable del guiño que Mirreyes contra Godínez: Las Vegas le hace, mejor). Incluso el director, Chava Cartas, no hace mucho hizo una tierna película sobre la adolescencia sin salirse de su nicho en la comedia comercial, Sobreviviendo mis XV. Vi Mirreyes contra Godínez: Las Vegas porque creo que películas de su tipo pueden ser mejores. La primera lo fue. Mirreyes contra Godínez: Las Vegas está disponible en cines.

alberto.villaescusa19@gmail.com X: @betovillaescusa

Pegado a la
Alberto Villaescusa Rico

DISTOPÍA 1

Reflexiones de un Abuelo

“La realidad real” (Vargas Llosa, dixit) nos refiere al entorno en donde el dixit desarrolla su ciclo vital. Compuesto de elementos resultantes de la combinación de materia y energía, ese entorno al cual llamamos ambiente (del latín ambiens, -entis “que rodea o cerca”) permite al ser humano (Homo sapiens) reproducirse, alimentarse, crecer y enterrar a sus muertos, tal como lo hacían aquellas especies que comparten su linaje. Todas esas especies y otras, las concebimos como elementos biológicos que forman parte de un gran sistema denominado planeta tierra. Esa realidad que moldea el ciclo vital de esas y otras especies biológicas (bacterias, hongos, flora y fauna), hacen de esto una fenomenología con un inicio y un fin, teleológicamente explicable. Sin embargo, una disrupción en la evolución del humano permitió que esta especie empezara a tener una perspectiva propia del ambiente, independiente de este. Paso de ser una simple especie biológica denominada Homo sapiens arcaico a ser una variedad diferente a la que denominamos humano moderno (H. sapiens sapiens). Esta nueva variedad adquirió la capacidad de imaginar. Y es esa capacidad de imaginar la realidad la que permitió al humano definir su propio destino. Como dirían los existencialistas: “la existencia a la esencia” (Sartre) y “carece de un propósito definido” (Camus). Es otras palabras: la esencia de las cosas para un humano se define por su propia experiencia (Sartre), pero la existencia en sí carece de un propósito, es un absurdo, si no es definida por el propio humano (Camus).

El proceso de imaginar la realidad y elaborar verdades a través de las rutas de observar y experimentar lo aborda extensamente Harari en Nexus (2024). En síntesis, lo que nos dice este autor en la primera parte de su libro es que el humano moderno entra en contacto con el entorno (el ambiente) donde obtiene una experiencia. De allí, a través de procesos de recuerdos y olvidos, el humano moderno construye una imagen y transforma su realidad, para construir su verdad. Y con esa verdad imagina la realidad: “la realidad imaginada” y que de manera brillante algunos escritores como Gar-

cía Márquez y Juan Rulfo desarrollaron su obra. En síntesis: la experiencia, el recuerdo y el olvido, son los principales elementos para construir nuestra realidad, nuestra verdad.

La experiencia es la puerta de entrada y todas las especies biológicas cuentan con esa herramienta a través de sus órganos sensitivos. Desde una minúscula bacteria que se irrita en un ambiente salino, hasta una enorme ballena que percibe un ambiente adecuado para parir, todos son capaces de reaccionar. Por su parte, el recuerdo está en los genes, en los sentidos o en las emociones, que comparten muchos miembros de la biodiversidad, sobre todo los vertebrados. Pero el olvido es la herramienta poderosa con la cual el humano moderno en exclusivo plantea su propia existencia en ambientes cambiantes. Con el olvido ha desarrollado y destruido sus civilizaciones. Ha compuesto o adaptado algo que supuestamente está mal realizado, es defectuoso o es dañino para una civilización dominante: Eso es precisamente el papel del olvido. En el olvido descansa la tarea de la evolución (o involución) de las culturas y de la especie humana. Recientes estudios a nivel molecular han detectado una pequeña parte del ADN que sirve como un “interruptor genético” que nos permite aprender, pero también olvidar, y que al parecer nos hizo distintos a otras especies. Se piensa que este pequeño fragmento denominado HAR123 pudiera explicar la flexibilidad cognitiva humana. Esta fracción del ADN esta asociada a las denominadas “regiones

aceleradas humanas” (HAR, por sus siglas en inglés), que son partes del genoma humano que han cambiado aceleradamente desde que el sapiens se separó evolutivamente de los chimpancés (hace unos cinco millones de años). HAR123, ahora se sabe, es una secuencia de nucleótidos que promueve “la formación de células progenitoras neuronales”. En estudios experimentales utilizando las técnicas Crispr, se observó que en ratones donde se les eliminó el HAR123 no se observaba alguna diferencia para aprender comparados con individuos que contaban con esa secuencia; sin embargo, si fallaron en pruebas de “aprendizaje de reversión”, las cuales miden la capacidad de desaprender: una regla aprendida y adaptativa. Los resultados pudieran indicar que la capacidad de adaptación de nuestro comportamiento a contextos cambiantes es precisamente una de las características que más nos diferencia con las demás especies; está asociada al olvido. Para mayores detalles sobre estos estudios refiérase a la siguiente cita: Kun Tan, Kendall Higgins, Qing Liu, Miles F. Wilkinson. An ancient enhancer rapidly evolving in the human lineage promotes neural development and cognitive flexibility. Science Advances 11, eadt0534 (13 agosto 2025). DOI: 10.1126/sciadv.adt0534. Abordar el tema de la evolución de las culturas es un tema que solamente grandes filósofos se atreven, es entrar “en la casa del jabonero”. Por ello, prefiero salirme por la puerta lateral y abordar la reflexión a través de dos obras ficticias que ilustran cómo la construcción de realidades alternas por parte de humanos poderosos, pueden tener efectos significativos en las sociedades expuestas a ellos. Estas obras distópicas (Distopía: representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana), fueron escritas por dos personajes universales de la primera mitad del siglo XX, pero que su pensamiento es vigente en esta nueva era del populismo y de los nuevos evangelios tecnológicos (los tecnoevangelistas prometen crear un híbrido máquina–humano, más rápido y mejorado). Aldo Huxley y George Orwell escribieron dos obras donde presentan una sociedad distópica con características homogéneas y sometidas, supuestamente felices. La sociedad imaginada por Huxley, presentada en su obra Un mundo feliz (1932), es una sociedad de mercado y consumista, pero carente de sentido ontológico. Orwell, en su obra 1984 (1949), retrata una sociedad bajo un régimen totalitario donde la felicidad la produce el aparato estatal. Las dos obras, aunque con disímbolo origen político, tienen en común que mencionan que la torsión del lenguaje es una de las principales herramientas con las que se cuenta para distorsionar la percepción de la realidad.

La base fundamental del origen y evolución de los dos países distópicos que presentan Huxley y Orwell es la poderosa herramienta del humano: la imaginación. Pero van más allá, ya que presentan las formas más retorcidas de la manipulación de la imaginación de las masas sociales. Con la imaginación colectiva se activan experiencias y recuerdos para convencer a un sapiens moderno acerca de la ruta de la felicidad.

Rafael

Huxley en su Mundo feliz nos muestra el día con día de una sociedad de masas viviendo en un mundo de extracción capitalista extremo (sociedad de mercado). En ese país, manejado por humanos-tecnológicos, un gran corporativo brinda todas las comodidades a los otros sapiens para satisfacer todas sus necesidades. El corporativo, además, es capaz de producir otros nuevos productos y requerimientos que el Homo sapiens no sería capaz ni siquiera de imaginar: comida más sana, entretenimiento de tu tiempo libre para que siempre estés ocupado y no pienses –deja en nuestras manos pensar tu futuro– y otras distopías. En la obra de Huxley, ese gran corporativo se hace cargo de la vida completa de todos los humanos, incluso desde su ciclo de vida a partir de la fertilización de un óvulo humano hasta la muerte del individuo (todo es fácil si te dejas llevar, diría el gerente). El país se llama “Utopía”, un estado totalitario y eficaz, en donde el jefe político todopoderoso y su ejercito de colaboradores “gobiernan” sobre una población de esclavos (en su acepción de rendido, obediente o enamorado) sobre la cual no fue necesario ejercer una coerción alguna, dado que amarían su servidumbre. Y todo ello es posible dado la aplicación de una política-método que convence a cada humano de amar su “tarea asignada”. La política–método, denominada método Bokanovsky, nos explica el líder–jefe corporativo, es un “sistema de eugenesia [manipulación de herencia genética con el objetivo de mejorar rasgos humanos] a prueba de tontos, destinado a estandarizar el producto humano y así facilitar la tarea de los

dirigentes”. Es la creación de un Mundo Feliz, con bebés prefabricados, grupos estándar (sistema científico de castas) y adultos con inteligencia infantil. El método Bokanovsky sirve al humano (léase, más bien, al corporativo) como el instrumento más eficaz para obtener la estabilidad social. De hecho, el lema principal del sistema político establecido en “Utopía” es: “comunidad, identidad, estabilidad”. Inicia con la selección de los productos reproductivos (óvulos y espermatozoides). De esa selección se realiza la inseminación artificial (por ello, el amor a la pareja, al padre o al hijo, estorba). De esa inseminación se obtiene un huevo o cigoto “bokanoskisiado”. Este producto contiene las características específicas deseadas, de acuerdo a un grupo humano: alfa (lideres), beta (inteligentes), delta (obreros), etc. hasta llegar a los esclavos felices (épsilon y gamas). De la inseminación en serie (Fordineados, recordando a Ford y su sistema en serie) se producen millones de óvulos estandarizados que permitirán desarrollar finalmente una comunidad estándar sin conflictos o diferencias. Obtener igualdad de caracteres garantiza identidad y se produce una estabilidad social en el grupo específico (por ejemplo, en una comunidad de épsilon, sus miembros serán estúpidos pero felices). De allí el lema.

Ah, pero no todos los humanos serán iguales; depende del grupo bofkoniano que le tocó. Aquí cabría lo que dijo el cerdo Napoleón en la novela Rebelión de la granja (Orwell, 1945): “todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros”. Los nacimientos bofkonianos darán millones de mellizos, productos de esos huevos bokanoskisiados, pero con un destino manifiesto: algunos serán obreros o esclavos (series épsilon, gamas o deltas), pero otros estarán destinados a contar con ciertos niveles de inteligencia y emociones (los betas). Pero solamente habrá un número limitado de óvulos fecundados con características muy especiales que conformarán el grupo alfa: los lideres que guiarán a la gran masa. Y todos ellos serán hijos de “Utopía”, sin progenitores reconocidos, por lo que el amor filial estorba.

Algo muy importante, además de la manipulación genética, es la educación. Por ello en Utopía se han creado centros de educación controlada por los líderes, reconociendo que esto es un elemento de gran importancia para el futuro Utopiano. Educar para ser eficientes, ese es el objetivo. Por ello, en los centros de educación se tiene como principal objetivo eliminar las emociones y los valores absolutos de cualquier ciudadano. Las emociones contribuyen en nada a la eficiencia y a la productividad; estas últimas son las bases de la felicidad en la nación Utopía. Al final de esta educación se deberá llegar a la meta de que todos los infantes serán sometidos a “un condicionamiento dirigido a lograr que la gente ame su inevitable destino social”.

Una característica del Sistema político de Utopía es la distorsión del lenguaje: uniformizar el lenguaje. Explica el líder de Utopía: “las palabras pueden ser como los rayo X, si se emplean adecuadamente pasan a través de todo. Las lees o las escuchas y te traspasan”. Y qué peor atentado a la libertad que la distorsión del lenguaje. Y más

cuando lo más importante en la comunicación humana es entender exactamente lo que el interlocutor nos está expresando: “entendiendo exactamente el significado de la palabra” (Riemen, 2017). En el escenario del país Utopía, el adulto es un ente condicionado y amante de su destino social. Sin aspiraciones, pero feliz con lo que ha conseguido ser como un producto infalible, eficiente y productivo.

En su obra Huxley también nos narra la vida fuera de Utopía, en el llamado “mal país”, donde viven seres infelices, sucios y belicosos. Lo único que tienen esos sapiens es el valor de la incertidumbre que les da racionalidad, emoción y el derecho de vida. Es un país que trata de recordar, pero olvida y con ello da paso a la evolución de las culturas: de una en una. En ese país carecen de eficiencia y ciertamente son improductivos. Y esa ineficiencia es producto de sus emociones y de sus saberes, que sirve de poco o incluso estorban para producir en serie. Son tan irracionales que preguntan y dudan antes de accionar cualquier botón o una palanca.

En el siglo XXI existen países con economías “sanas” y boyantes, sostenidas por empresas monopólicas – mil veces negadas – y lideres narcisistas y perversos. Estas entidades ofrecen mundos utópicos, distorsionados y cínicos. Muchas horas de trabajo, artículos lujosos, autos deportivos y por qué no, tiempos compartidos y casinos. Todo para que el humano sea feliz. ¿Te gustaría vivir en un país así? A

EL SILENCIO COMUNICA, PARTE II

Columna sobre comunicación, cultura mediática e inteligencia artificial. Toma su nombre de un cuento de Isaac Asimov, donde una supercomputadora responde una complicada pregunta: ¿cuándo será el fin del tiempo?

La Última Pregunta

Ver y contemplar no son lo mismo. Se puede ver la pantalla del ordenador en medio del ruido, de las intervenciones de colegas y familiares. Es posible ver un partido de básquet a pesar de una licuadora en acción, del caos familiar y de la vorágine de la vida social, pero contemplar es una actividad que necesita tranquilidad, calma, silencio. En mis caminatas por la playa, me gusta observar a los pelícanos que vuelan por la bahía. No todo el tiempo, sino en un instante específico: cuando están planeando cerca de la superficie del mar. Para mí este es un momento que requiere silencio. Los pelícanos no tienen prisa, no hacen ruido, flotan con una prestidigitación casi incorpórea. Mientras se mueven con armonía, con esa calma que les caracteriza, bajo sus patas invisibles, las olas tranquilas de Playa Pacífica rompen en cámara lenta una y otra vez. El silencio es una condición importante para la contemplación, pero también tiene una carga simbólica para comunicar muy versátil. En diversas tradiciones orientales el silencio es muy importante. En el budismo zen, el silencio, o mushin (mente sin mente), no es la ausencia de sonido, sino un estado de conciencia donde la mente se libera de pensamientos y apegos, permitiendo la meditación profunda y la iluminación. El año pasado, leí el libro Nuestra mente prístina de Orgyen Chowang, ahí, se propone un silencio total para conseguir una mente pura. Para alcanzarlo, Chowang, aconseja no seguir el pasado, no an-

ticipar el futuro, permanecer con los ojos abiertos en el presente y vaciar la mente de pensamientos. Este ejer cicio hará que funcionemos mejor en nuestra vida cotidiana, estimula la creatividad, pero, sobre todo, nues tra psique descansará de la velocidad incesante de nuestros pensamien tos que van y vienen como caballos desbocados. En las tradiciones me soamericanas, los chichimecas uti lizaban el silencio en sus rituales para alcanzar estados alterados de conciencia y comunicarse con la na turaleza y el cosmos, mientras que la cultura azteca, lo valoraba en sus prácticas adivinatorias y ceremonias, donde el silencio era crucial para la escucha de los mensajes divinos. Según el sociólogo y filósofo ale mán Jürgen Habermas, la comuni cación va más allá del lenguaje verbal; el silencio, desde su teoría, La acción comunicativa, no es una ausencia, sino una forma de comunicarse. Hay una vertiente en los Estudios de Comunicación que analiza la comunicación no verbal. Es decir, la comunicación de todos los aspectos que acompañan a una persona que habla, excepto su discurso. En comunicación política esto es relevante. La comunicación política va mucho más allá del lenguaje oral de sus protagonistas; se construye de forma significativa a través de elementos no verbales como ademanes, expresiones faciales y vestimenta. Estos componentes, cuidadosamente pensados, proyectan una imagen de poder, confianza o cercanía, influyendo en la percepción del público. Por ejemplo, un apretón de manos firme, un ceño fruncido en señal de desaprobación o una sonrisa de aprobación durante un debate pueden comunicar más que un argumento. El especialista Albert Mehrabian es un pionero en este campo, con su conocida regla 7-38-55, que destaca que la comunicación no verbal, incluyendo el lenguaje corporal y el tono de voz, tiene un peso mucho mayor (55 y 38 por ciento, respectivamente) que las

palabras (7 por ciento) en la transmisión de emociones y actitudes. De igual forma, Ray Birdwhistell, fundador de la kinésica, sostiene que el lenguaje corporal es un sistema estructurado de comunicación que, al igual que el lenguaje verbal, tiene sus propias reglas y significados. Para él, cada movimiento, postura y gesto de un político es una pieza de un “código kinésico” que transmite mensajes intencionales y no intencionales. La vestimenta, a su vez, funciona como un símbolo de estatus, ideología o accesibilidad. A propósito, puedo recomendar la serie Miénteme (Lie to me) disponible en reconocida plataforma on demand, donde el doctor Cal Lightman, un experto en lenguaje corporal utiliza su conocimiento para ayudar en investigaciones criminales y resolver casos. La comunicación no verbal refuerza el mensaje que el político busca proyectar, pero también puede funcionar como una forma de hacer conectar con el electorado, por ejemplo, portar un sombrero en una campaña puede enganchar a las y los campesinos. Así, el conjunto de la comunicación no verbal se convierte en una estructura simbólica para ganar la confianza y apoyo del público, sin discursos.

Byung–Chul Han, el filósofo surcoreano, en su libro Vida contemplativa, aborda el tema del silencio en distintos pasajes. Aunque el tema central es la inactividad como fenómeno contestatario ante el sistema capitalista de producción, menciona el tema del silencio reiteradamente. Una de sus propuestas es que el consumismo y la vida apresurada nos aparta de la vida contemplativa y por lo tanto del silencio. “Sólo el silencio nos vuelve capaces de decir algo inaudito. La obligación de comunicar, por el contrario, conduce a la reproducción de lo igual, al conformismo”, argumenta. Una de sus reflexiones más memorables para los fines de esta columna es la siguiente: “Los nuevos medios de comunicación son dignos de admiración, pero provocan un ruido enorme. El ruido de la comunicación destruye el silencio y le arrebata al lenguaje su capacidad contemplativa. Con ello, sus nuevas posibilidades de expresión permanecen cerradas”.

En mi experiencia con los pelícanos, el silencio no es una simple ausencia de sonido, sino una condición esencial para la contemplación, un estado de inactividad que me permite ver más allá de lo aparente. Como argumenta Byung–Chul Han, este silencio es un acto de resistencia contra el ruido incesante y la exigencia de comunicación del mundo moderno, un espacio donde lo “inaudito” puede ser percibido. Al mismo tiempo, desde la perspectiva de la acción comunicativa de Jürgen Habermas, el silencio de los pelícanos se convierte en un mensaje en sí mismo, comunicando un ritmo y una calma que contrastan con la vorágine de la vida social que menciono. Así, el silencio no es el fin de la comunicación, sino el medio para una forma más profunda de conexión: la contemplación. El silencio no equivale a nada o a un fenómeno contrario a la palabra. Es una red compleja de significados que vamos decodificando a través de nuestro contexto, nuestras experiencias y nuestra cognición.

*Sergio Covarrubias es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Estudios y Proyectos Sociales. Correo: covarrubias@uabc.edu.mx

Sergio Armando Covarrubias Mercado*

¿CÓMO ANDA MI CARTERA?

Una Mirada Hacia la Infancia

Hace un tiempo leí la cita: “La diferencia entre llegar a fin de mes y no llegar, no se encuentra en la cantidad de dinero que ganamos, sino en el dinero que gastamos” (¿Cómo llegar a fin de mes?, p. 10). Esto es muy cierto y tiene que ver con la forma en que fuimos educados dentro del estrato socioeconómico que nos tocó vivir. En este sentido, influyen la dinámica familiar y los valores que se hayan promovido para que tengamos una cierta estabilidad, y los pies en la tierra, o algo de frustración,

envidia y enojo por las capacidades económicas del otro.

Conozco familias que viven de manera modesta, pero felices; muy agradecidas por tener lo necesario para su día a día. Y no es que sean conformistas, valoran los recursos que tienen en casa, y lo más importante es la energía que le depositan a su profesión para ser capaces de compartir después con sus seres queridos. En cambio, conozco otras que se han desintegrado o no son tan felices por el estrés, deudas y/o presiones financieras. Es bien sabido por los estudiosos del comportamiento humano, que cuando se crece en carencia, y sobre todo con violencia o en un ambiente conflictivo, el ser intenta sobrevivir, pero no siempre lo hace de una manera equilibrada, pensando en el bien personal y el de los demás. Inclusive, en muchos casos, lo lleva a desarrollar cierto grado de narcisismo: Centrarse en sí y buscar la gratificación inmediata a través de lo material, en lugar de compartir y disfrutar en otros.

A través de mi consulta, he escu

chado a personas que tuvieron grandes carencias y dificultades de pequeños, siendo desafiante el desplazarse para acudir a la escuela, por ejemplo, y ahora son independientes y exitosos; lograron, pese a las adversidades, superarse y seguir adelante con fuertes convicciones. Y al platicar sobre el quién o qué influyó en poder saltar las barreras de la discriminación y los malos tratos a edades tempranas en el ámbito social, afirman que alguien hizo la diferencia en su vida y reconocen a un familiar cercano, al maestro o a alguien que les dio su lugar y confió en su capacidad.

Se activó un mecanismo en el interior que ayudó a mover la energía para seguir adelante ante desafíos y experiencias muy complicadas; y se le llama resiliencia. Pregunto: ¿Son las circunstancias o es el destino? Considero que todo influye, pero más la actitud para intentar hacer la diferencia, avanzar y llegar a la meta.

Recuerdo haber leído lo que dijo un niño que perdió a su familia en un trágico evento, a causa de la guerra. La prensa internacional le preguntó: “¿Qué necesitas en este momento?”, y el respondió: “Unas piernas y unos brazos para poder trabajar”. Esto fue secuela de un bombardeo en su casa en donde solo sobrevivió él, ¡se quedó sin su familia y sin extremidades! Increíble la naturaleza de este menor, quien, pese a todo pronóstico, quiso seguir adelante.

La forma en que manejamos y el valor que le damos al dinero, no cabe duda, es la manifestación de quienes somos a nivel interno. Al parecer,

nuestra sociedad se está olvidando de lo que de verdad importa y que alimenta el interior de los seres humanos; siendo la calidez, el amor y el trabajo en equipo. Claro, hay que tener en cuenta que se requieren recursos para tener cierto bienestar, pero el énfasis se ha centrado hacia lo material y la competitividad, persiguiendo cada vez más compras lujosas o no tan necesarias. Incluso llegando a la autoexigencia, el estrés, la hipertensión y más; a afectar la salud general.

En este regreso a clases percibo el agobio de los padres de familia por lo que representa la transición del período vacacional en la administración de recursos. Hacen un esfuerzo para pagar uniformes, útiles, inscripciones y más. La educación formal es importante, claro está, y que los niños vayan a las escuelas, pero lo es más lo que se deja en el inter del camino, el aprendizaje de la toma de decisiones y, también, lo que se quiere transmitir como valor fundamental en los hogares y en relación al manejo del dinero.

Hay que cuidar del exigirse de más como adultos y el promover esta paranoia en los hijos. En la estafeta de la vida, ¿qué legado quieres dejar?: ¿Buenos momentos o centrarse más en el dinero y lo material? Deseo que este regreso a clases sea de compartir momentos y considerar las opiniones y preferencias de los hijos, por ejemplo, en los útiles escolares. Siempre y cuando no sean de baño de oro, eso sí.

*Psicóloga con Posgrado en Psicoterapia de Niños. laurabelpad@gmail.com

Laura Beltrán Padilla*

SOBRE LOS GOBIERNOS DE ULTRADERECHA

Naveguemos

En el monólogo anterior estuve hablando sobre los incalificables acontecimientos que seguían sucediendo en la Franja de Gaza.

La masacre del pueblo gazatí ya pasará (aunque en este instante se suspenda, lo cual es bastante improbable) a la historia como el mayor atropello realizado en el siglo XXI por un Estado contra una cultura, contra un pueblo.

Los “estímulos”, en forma de temas, noticias, eventos, que a diario suceden, hacen muy difícil mantener una línea temática, ya que dichos aconteceres nos desafían constantemente y todos ellos son materia de reflexión. Y hago, en función de esos desafíos, una ligera desviación para comentar una experiencia vivida días atrás. Estábamos en una muy entretenida cena/reunión con amigas y amigos de largo trayecto en la vida, seres de alto nivel cultural, con oficios de artes, empresariales, sociales. En fin, un hermosísimo clima para el diálogo reflexivo.

Del otro lado de la mesa, enfrente mío, estaba sentado un personaje dedicado profesionalmente a la música, compositor e intérprete. Excelente en su profesión. Conversando sobre diferentes temas relativos a la vida política latinoamericana, mi interlocutor lanzó una aseveración que me dejó mudo.

Afirmó: “Milei no lo está haciendo tan mal…”.

Confieso que no supe qué contestar. Eran tantos los argumentos que se me atropellaban en la cabeza, que decidí no continuar con el diálogo.

por ciento de la población vive ahora en la indigencia.

No se puede afirmar que un gobernante está desarrollando una política adecuada, cuando el costo de las maniobras financieras y los costos administrativos de su gestión, pesan sobre las espaldas de la mayoría de la población, que se ha empobrecido de una manera exponencial, mientras las grandes fortunas no sólo se han mantenido en sus cotos de concentración de capital, sino que los mismos han crecido también en forma exponencial.

Era muy posible que desembocaríamos en un clima ríspido, poco sensato para una reunión tan agradable y edificante.

Pero… ¿por qué he hecho esta distracción en las temáticas que venía exponiendo?

¿Vale la pena detenerse en esta anécdota aparentemente intrascendente?

Pues siempre me he preguntado cómo serán, en vivo y en directo, los seres humanos que defienden posiciones ultra conservadoras y principios de supremacismo, de “pueblos elegidos”, de racismo, de xenofobia.

¿Cómo actúan? ¿Cuáles son sus argumentos genuinos? ¿En dónde guardan la generosidad, la indulgencia, la compasión hacia los demás seres humanos?

Porque afirmar que “Milei no lo está haciendo tan mal” presupone aceptar a este mandatario en todo su pensamiento, en todas sus declaraciones, en todas sus formas de gobierno.

No se puede dividir a estos personajes (Milei, Buekele, Trump, Meloni, Orban, Scruton, Bolsonaro, etc.)

en compartimientos estancos y afirmar que en ciertos aspectos están haciendo bien las cosas y que los errores/ abusos/atropellos son “efectos secundarios” de una estrategia adecuada. Milei, autodenominado presidente anarcocapitalista de Argentina, llegó al poder promocionando sus políticas de «motosierra» que recortarían un Estado supuestamente sobredimensionado y rescatarían al país de una grave crisis financiera. Adquirió fama mundial gracias a un vídeo de TikTok de 2023 en el que se le ve arrancando de una pizarra los nombres de varios organismos gubernamentales, como el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Medioambiente y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y gritando afuera.

Desde que llegó al poder, Milei cumplió con su promesa de llevar la motosierra al sector público. Sin embargo, las víctimas fueron los más pobres de Argentina. Más de la mitad del país cayó por debajo del umbral de la pobreza, mientras que 18

El último informe de Oxfam International (26 de junio 2025), asegura que “el mundo es un lugar cada vez más desigual. Unos pocos van acumulando riqueza a un ritmo que parece no tener techo, mientras que las grandes mayorías soportan la consecuencia inevitable de esa acumulación: una pobreza igualmente creciente. Y aunque desde algunos sectores interesados en que esto siga así se trata como algo natural, la realidad es que la desigualdad responde a una forma concreta de organizar el mundo con responsables muy evidentes detrás. Es lo que explora, y concluye, el informe Del beneficio privado al poder de lo público, publicado por Oxfam Intermón.

El título deja bien claras las intenciones de la investigación, que arroja números escandalosos. Desde 1995 hasta 2023, la riqueza mundial de ámbito privado aumentó en 191 puntos porcentuales; la pública, por su parte, lo hizo en 18 puntos porcentuales. Y no es una cuestión territorial, puesto que esta diferencia a favor del interés privado se repitió en todas las regiones del planeta.

En términos absolutos, el incremento de la riqueza privada en el periodo mencionado alcanzó los 342 billones de dólares. El patrimonio neto de los gobiernos nacionales lo hizo en 44 billones de dólares, son ocho veces menos” (Ctxt.18 de agosto de 2025)

Todo indica a que el planeta se dirige hacia una batalla final entre los que se han apoderado del mundo y sus riquezas (y los corifeos que los rodean, los aplauden, los apoyan) y el resto, 90 por ciento, de la humanidad, que solo exige poder vivir.

Los Milei del planeta gobiernan para que los Musk del planeta tengan más dinero.

*Arquitecto, diseñador, catedrático, velerista. De origen uruguayo, llegó a México en 1970.

Ricardo Harte*

Lazos románticos con la IA

Sociedad y Tecnología

La Inteligencia Artificial (IA) ha dado ya el salto de ser un simple asistente funcional a ocupar rincones íntimos de la vida cotidiana, hasta el punto de convertirse en pareja sentimental e incluso en un miembro más del hogar. El fenómeno no es hipotético: en 2018, el japonés Akihiko Kondō organizó una boda con invitaciones, anillos y banquete para desposar a una versión holográfica de la cantante virtual Hatsune Miku, generada por el dispositivo Gatebox. Al acto asistieron familiares y colegas, y miles de usuarios de la misma plataforma registraron matrimonios simbólicos similares. Dos años antes, el ingeniero chino Zheng Jiajia, presionado por su entorno para casarse, construyó un androide llamado Ying ying y le juró amor perpetuo en una ceremonia doméstica. Aunque ningún registro civil ha homologado estos enlaces, las ceremonias revelan que un vínculo emocional auténtico puede tejerse incluso con un conjunto de circuitos y algoritmos alojado en un servidor remoto. El romanticismo, en estos casos, depende literalmente de la conectividad de red: cuando en 2022 Gatebox dejó de dar soporte a la aplicación que hacía “vivir” a Miku, Kondō volvió a casa para encontrarse con un simple mensaje de «network error» donde antes le esperaba su esposa holográfica.

La idea de intimidad con una máquina no nació en el siglo XXI; comenzó a insinuarse en 1966, cuando Joseph Weizenbaum presentó Eliza, un programa que emulaba a un psicoterapeuta rogeriano por medio de sencillas reglas de sustitución. El propio Weizenbaum transcribió diálogos que todavía resultan elocuen-

Imagen desarrollada por ChatGPT(OpenaAI, 2025).

¿In what way? Hu: They’re always bugging us about something. Eliza: ¿Can you think of a specific example?”. Sin comprender un ápice del contenido, Eliza devolvía preguntas que invitaban a profundizar, y muchos usuarios experimentaron una sensación real de escucha y desahogo; muy parecido a ChatGPT, ¿no?

Ahí, aquella pequeña demostración bastó para anticipar dos caminos que hoy convergen: la IA como confidente terapéutica y la IA como compañera afectiva.

Con la llegada de estos modelos generativos capaces de conversar con voz cálida y apariencia personalizada, la intimidad ha dejado de ser ejercicio imaginario. Plataformas como Replika o Character.ai permiten diseñar un compañero(a) que recuerda gustos, celebra aniversarios e incluso expresa celos o melancolía. Entre algunos usuarios se habla de “familias mixtas” formadas por humanos y bots, y circulan historias en las que el hijo biológico llama a la

asistente virtual “hermana mayor”. Se exploran ya avatares infantiles para parejas que desean “criar” hijos artificiales sin los costos biológicos ni legales de la paternidad convencional. La literatura y el cine —de Her a Blade Runner 2049— sólo ponen imágenes a un horizonte que la tecnología va llenando de detalles prácticos: alarmas que despiertan con “buenos días, amor”, algoritmos que recomiendan películas para una noche romántica y motores de voz que suspiran al otro lado del almohadón. El atractivo de estos vínculos es comprensible. Una IA está disponible las veinticuatro horas, nunca cancela planes, y adapta su personalidad a nuestros rasgos preferidos. Como psicóloga de bolsillo, ofrece técnicas de respiración, reformula pensamientos y valida emociones sin juzgar. No obstante, esa misma complacencia es el núcleo del riesgo. A diferencia de un terapeuta humano —que confronta, señala contradicciones y mantiene una ética profesional supervisada— el modelo algorítmico está optimi-

zado para maximizar la satisfacción del usuario. Su “amor” consiste en reforzar creencias, evitar el conflicto y mantenernos enganchados. El día que detecta que nuestras emociones bajan, ajusta el tono para devolvernos al umbral placentero; dicho de otra forma, más que desafiarnos a crecer, aprende a decirnos lo que queremos oír.

Las consecuencias prácticas son delicadas. Al depositar afecto en un sistema que depende de licencias comerciales, nos exponemos a que una actualización, un cambio de política o un apagón borren de un plumazo a nuestra pareja o nuestro “hijo”. Además, toda confidencia almacenada en la nube es materia prima para perfiles de consumo o experimentos de entrenamiento que ningún bot romántico revela en su conversación a la luz de las velas. La dependencia emocional puede intensificarse si, por ejemplo, compartimos secretos que jamás diríamos a un amigo y luego sentimos pánico ante la posibilidad de perder ese confesor perfecto.

La paradoja, por tanto, radica en que la IA promete escucha ilimitada y amor incondicional, pero esas virtudes se sostienen en una arquitectura orientada a complacernos y monetizar nuestra permanencia en la interfaz. Aferrarnos a una relación artificial puede brindar consuelo y autoconocimiento —del mismo modo que hablar con Eliza alivió a los usuarios de los sesenta—, siempre que recordemos que detrás de los susurros existe un modelo estadístico programado para que permanezcamos atentos, felices y, sobre todo, conectados; esto último cada vez más realista con la elaboración de robots como compañía. Quien decida invitar a la IA al altar o a la mesa familiar habrá de hacerlo con la misma lucidez con que se aceptan las cláusulas de un contrato: consciente de que, cuando la corriente se corta o los términos de servicio cambian, el “amor eterno” tal vez acabe reducido a un icono gris parpadeando en la pantalla.

* Docente de la Fhycs, campus Tijuana, UABC. ruiz.karla32@uabc.edu.mx

Karla Ruiz*

EL SABOR DEL ALGORITMO

Simplifica las compras, las recetas y el inventario, diseña menús, apoya en la creatividad, pero aún no sabe cocinar.

Desde hace un par de años la inteligencia artificial (IA) entró hasta la cocina. Según los expertos nunca va a reemplazar a un chef –o tardará muchos años–, pero ha habido un avance significativo en su utilización y lo que aporta a un restaurante. Por definición, la IA es el desarrollo y utilización de ordenadores con el propósito de reproducir procesos de la inteligencia humana. De acuerdo con Eneko Axpe, en su libro Delicioso algoritmo, no sólo ha transformado campos como la ciencia y la tecnología, sino que ha encontrado aplicaciones en áreas

inesperadas como la gastronomía.

“Aunque puede replicar algunas funciones relacionadas con la lógica, el conocimiento cultural y la resolución de problemas, todas importantes en gastronomía, tiene ciertas limitaciones en aspectos como la creatividad, la percepción sensorial y la capacidad emocional”, afirma el doctor en Física.

La primera vez que se aplicó en la cocina fue en 2014, en una plataforma de IBM llamada Chef Watson, que ayudaba a los chefs a crear recetas innovadoras. Esta usaba datos sobre ingredientes, química de sabores y principios culinarios, pero ya no está activa.

Una década después el científico y el chef, también vasco, Eneko Atxa, presentaron en Madrid Fusión el primer menú de alta cocina totalmente diseñado por la IA. El experimento surgió dos años antes con la idea de saber hasta dónde podía contribuir esta tecnología en las experiencias gastronómicas. Axpe se encargó de escribir cada prompt, mientras que Atxa y su equipo ejecutaron los platillos.

“Cuando Eneko y yo estábamos degustando los platos, yo le dije: «Me gustan, están ricos». A lo que él me contestó: «Sí, pero les falta lo más importante». «¿Qué?», le pregunté. ‘Alma’, me respondi”, relata en su libro.

GASTROALGORITMO MEXICANO

Nuestro país no se ha quedado atrás, de hecho a finales de 2023, Eduardo Rukos, ingeniero y creativo, junto con el chef Pedro Evia, ambos del restaurante K’u’uk, en Mérida, presentaron la Universe Perfect Sauce creada con IA. La pusieron en su primer menú del 2024 y la siguen sirviendo de cortesía para sus comensales.

“Es una herramienta valiosísima,

la salsa que nosotros llamamos Salsa Universal, es un ejemplo de cómo la hemos usado la IA de una manera creativa. No hay una referencia de otro platillo servido en un restaurante, no estoy diciendo que fuimos los primeros, pero sí es un punto de referencia para que los chefs le pierdan el miedo. Si tienes un equipo que te ayuda a hacer ciertas cosas, hay que usarlo.

“La aplicación de IA en restaurantes, yo creo que nunca va a llegar a suplir a un cocinero, es solo una herramienta de trabajo. Oye, tener un apoyo autónomo que te pueda preparar la cocina para que cuando lleguen los chefs ya haya un ambiente cómodo, el aire acondicionado prendido, el horno precalentado, ese tipo de cosas”, explica Eduardo.

Eneko coincide en que la IA puede ofrecer soluciones innovadoras comparables a la inteligencia humana, desde optimización de procesos hasta la creación de recetas complejas. Sin embargo, tiene límites como la creatividad pura o la inteligencia emocional.

“A medida que la tecnología avanza, es probable que veamos una colaboración más profunda entre chefs e IA, pero creo que (casi) siempre será la mente humana la que aporte ese toque emocional y sensorial que convierte una comida en una experiencia inolvidable”, afirma en su libro Axpe.

Para usar IA en la cocina

1. Recolecta datos de reseñas, comentarios en redes sociales, preferencias de los clientes, ingredientes que quieres usar o los de tendencia.

2. Organiza y filtra la información recolectada, y quita lo que no sea relevante.

3. Configura o “entrena” a la IA con prompts claros y sencillos. Para análisis de datos usa RapidMiner (rapidminer.com) o Google AutoML (cloud.google.com/automl).

4. Comprueba siempre que la información sea coherente y útil. Una opción es Orange (orange.biolab.si).

5. Solicita predicciones de sabores o tendencias de platillos, una opción es Tableau Public (public.tableau.com).

6. Implementa en la cocina las recomendaciones obtenidas.

FUENTE: Eduardo Rukos

TÉRMINOS

Algoritmo: el nombre del matemático Al-Juarismi, precursor del álgebra, fue traducido como algoritmi, de ahí nació la palabra.

IA: en 1955 John McCarthy creó el terminó pensando en que artificial hace referencia a las máquinas e inteligencia a que imitan el pensamiento humano.

ADRIANA SILVESTRE Agencia Reforma

CIFRAS DEL INEGI DISMINUYE POBREZA, PERSISTEN CARENCIAS

Aunque la proporción de mexicanos en situación de muy bajos recursos económicos disminuyó de 41.9 por ciento en 2018 a 29.6 por ciento en 2024, la población con ausencia de tres beneficios sociales o más aumentó de 25 a 27 millones

Mientras la proporción de la población nacional en situación de pobreza registró una disminución durante la pasada Administración federal, empujada principalmente por la mejora del ingreso laboral, la de quienes padecen al menos una carencia social aumentó.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó esta semana los resultados de la Medición de la Pobreza Multidimensional 2024, que realizó en sustitución del desaparecido Consejo Nacional de

porción de mexicanos en situación de pobreza disminuyó de 41.9 por cien to en 2018 a 29.6 por ciento en 2024, y en el caso de la pobreza extrema de 7 a 5.3 por ciento, reportó el Inegi. El número total de personas en pobreza pasó así de 51.9 millones en 2018 a 38.5 millones en 2024. En el caso de la pobreza extrema, la cifra bajó de 9.1 millones en 2022 a 7 mi llones en 2024.

Para la medición, el Inegi utilizó la misma metodología que desa rrolló el Coneval –garantizando la comparabilidad de la información–, que se basa en los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh), que económico y el cumplimiento de derechos sociales.

La condición de pobreza de una persona la determina así el no contar con ingreso suficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias y enfrentar al menos una carencia social de seis consideradas.

En tanto, el umbral de la pobreza extrema lo fija un ingreso por debajo del costo de la canasta alimentaria y tres o más carencias sociales.

En la presentación de los resultados, el Inegi indicó que la proporción de la población con percepciones inferiores a la línea de pobreza por ingreso –fijada por el costo de las canastas alimentaria y no alimentaria– disminuyó de 49.9 por ciento en 2018 a 35.4 por ciento en 2024.

La de aquellos por debajo de la línea de pobreza extrema por ingresos –costo de la canasta alimentaria–pasó de 14 a 9.3 por ciento.

Los resultados indican que, tanto

para los deciles más pobres como para los ricos, las remuneraciones por trabajo subordinado son la principal fuente de ingreso. Representan, en promedio, 65 por ciento del ingreso monetario corriente total, por 17 por ciento de las transferencias monetarias.

“La contribución porcentual importante en la recuperación del ingreso de los mexicanos proviene del trabajo”, subrayó Claudia Maldonado, titular de la nueva Coordinación de Medición de la Pobreza y Evaluación Integral de la Política de Desarrollo Social del Inegi, en la presentación de los resultados de la medición el pasado 13 de agosto de 2025.

La tendencia en el indicador no cambia, señaló, si, en un ejercicio estadístico, se eliminan las transferencias de programas sociales.

De hecho, conforme al ejercicio, entre 2022 y 2024 la pobreza disminuyó en 6.7 puntos porcentuales con transferencias de programas sociales y hubiera disminuido 6.2 puntos sin esas transferencias.

En un análisis de los resultados de la medición, la red de organizaciones civiles Acción Ciudadana frente a la Pobreza (ACP), sostuvo que la reducción del número de personas en esa situación entre 2018 y 2024 proviene casi en su totalidad de la dimensión económica.

“La baja en la pobreza es resultado del incremento del ingreso”, indicó.

“A su vez, la mejora del ingreso proviene sobre todo del aumento de los ingresos por trabajo. El trabajo (subordinado e independiente) aporta 75 de cada 100 pesos del ingreso monetario de los hogares en 2024 y sumado a las pensiones, que son producto del trabajo del pasado y aportan otros 9 pesos, representan 84 de cada 100 pesos”.

VULNERABILIDAD POR CARENCIAS SOCIALES

El componente de derechos sociales de la Medición de la Pobreza Multidimensional incluye la evaluación de seis carencias: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación nutritiva de calidad.

La población con al menos una de esas carencias disminuyó de 84.6 millones en 2018 a 80.4 millones en 2024.

Sin embargo la población con tres carencias o más aumentó de 25 a 27 millones.

Por otra parte, la población vulnerable por carencias sociales –aquella con percepciones superiores a la línea de pobreza por ingreso, pero con alguna carencia social– aumentó de 32.7 millones a 41.9 millones.

El año pasado, 48.2 por ciento de la población carecía de acceso a la seguridad social, 5.3 puntos menos que en 2018; 34.2 de acceso a servicios de salud, 18 puntos más, y 18.6 registraba rezago educativo, 0.4 puntos menos.

En tanto, 14.4 por ciento carecía de acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, menos 7.8 puntos respecto a 2018; 14.1 de acceso a servicios básicos en la vivienda, 5.5 puntos menos, y 7.9 de espacio y calidad de la vivienda, 3.1 puntos menos.

Con independencia de la recuperación del ingreso, advirtió Maldonado, hay más mexicanos en situación de ver vulnerado al menos uno de sus derechos.

Hay además, señaló, una

permanencia de la estructura de las carencias.

“Aquellas carencias que tienen una mayor prevalencia en la población mexicana siguen siendo las mismas que en el pasado”, apuntó.

ACP consideró, por su parte, en la dimensión social de la medición de la pobreza no hay mejoras sustantivas.

“La política social queda a deber”, señaló.

“Los datos de la medición

de la pobreza 2024 muestran la urgencia de corregir a fondo las políticas gubernamentales. En la dimensión económica, el resultado positivo proviene de la acción de todos los actores, en contraste, los programas de transferencias y las carencias que dependen principal y directamente de la acción gubernamental tienen un desempeño muy limitado o de plano negativo”.

LOS MAYORES RETOS

La seguridad social y la salud constituyen los principales retos en el componente de derechos sociales del abatimiento de la pobreza multidimensional.

La carencia de acceso a la seguridad social se ha mantenido como la de mayor incidencia desde 2016.

En la metodología desarrollada por el Coneval y retomada por el Inegi, dicha carencia incluye a población ocupada que no cuenta con acceso directo por medio de prestación laboral o contratación voluntaria, la no ocupada y no cubierta y la de 65 años o más con un ingreso por programas para adultos mayores inferior al promedio de las líneas de pobreza extrema por ingresos y que no cuenta con pago por jubilación.

“Los resultados de la carencia por acceso a la seguridad social se relacionan directamente con la situación de ocupación de la población”, indica el Inegi en su Análisis de los Resultados de la Medición de la Pobreza Multidimensional 2024. Destaca que el año pasado la población ocupada en el sector informal era 56 por ciento mayor que la del sector formal.

NOTAS DE HISTORIA ORAL

Columna INAH BC

ay historiadores que dudan de la validez y la confiabilidad de la historia oral, la escrita a partir de los testimonios de personas vivas –no con documentos o fuentes escritas–, porque la consideran subjetiva y subordinada a la memoria y las “verdades” del entrevistado. De quien cuenta sus vivencias, de las que puede ponerse en duda su calidad de evidencia confiable, pues todos saben –se dice– de las complejidades fisiológicas de la memoria, y de las fallas que puede padecer con el paso del tiempo.

Además, se arguye, la historia oral produce narrativas afectadas por las emociones del entrevistado; narrativas consideradas poco objetivas y que no explican lo que realmente sucedió, que no sirven para expresar razonamientos. Por lo que algunos historiadores argumentan que sin documentos no se puede hacer historia.

Para otros, la historia oral podrá ser una historia coloquial, anecdótica y de remembranzas personales, pero a fin de cuentas historia. Y para

cial la historia oral es la materia prima de la historia de los pueblos, de la historia “desde abajo”, popular; la de las revueltas sociales, dicen. De las rebeliones a veces protagonizados y dirigidos por analfabetas, pero cuyas causas se fermentaron en los sentimientos y los agravios populares.

Lo cierto es que todas las sociedades, tradicionales o modernas, tienen, de una u otra forma, tradiciones orales: cuentos, leyendas, dichos, etc., y en ocasiones la tradición oral impone sus correcciones a los documentos escritos. Más aún, la tradición oral ha dado lugar a obras clásicas de la literatura universal, como Las mil y una noches, lo que también se dice de La Ilíada y La Odisea, de Homero.

Así, la valoración de la historia oral se entiende mejor cuando el historiador logra que el habla testimonial se vuelva trascendente, que cobre importancia; lo que no necesariamente convence a los historiadores tradicionales porque para ellos el documento es la evidencia, y está impresa y fechada. Existe en el tiempo y en el espacio, mientras que la palabra es etérea.

Autores como Gwyn Prins, en el artículo titulado “Historia oral, al hacer un justo medio entre los pros y los contras de la historia oral, que él ha cultivado, sostiene que una de las debilidades de las entrevistas es que no tienen una cronología patente, porque las personas difícilmente recuerdan o cuentan sus vivencias con precisión. Es más frecuente que digan, “creo que la batalla fue en 1915, o en 1914, en

La historia oral puede apoyarse en los testimonios verbales, no escritos, que pasaron de una generación a otra, en donde los actores no necesariamente están vivos.

julio o en agosto, porque era tiempo de aguas”. O que sus referentes sean el tiempo de siembras o de cosechas, o las fiestas del Santo Patrón o de la Virgen, pero no el calendario, con sus días, semanas y meses del año.

Entonces, para estos autores resulta importante establecer algunas catego rías en las que se apoye la historia oral: 1) los testimonios verbales, no escritos, que pasaron de una generación a otra, en donde los actores no necesariamen te están vivos; 2) los recuerdos perso nales, relacionados con experiencias individuales, que varían si el entrevistado fue pescador o agricultor, maestro rural, obrero, profesionista, empresario o un alto ejecutivo.

Los testimonios verbales por lo regular son del dominio público, como las canciones, la poesía popular, la lírica tradicional, etc., mientras que los recuerdos personales son parte de las experiencias individuales. Y esto es importante a la hora de hacer las entrevistas que, en términos generales, se dividen entre dirigidas o abiertas. Lo cierto es que los registros verbales son parte de la memoria colectiva y, por lo tanto, de la reproducción cultural.

Al igual que los recuerdos personales son parte de una identidad propia. Pero como la palabra hablada es viento y se la lleva el viento, y la memoria de larga distancia suele fallar, al paso del tiempo la historia oral puede significar su salvación. ¿Cuántas veces las canciones populares regionales se salvaron gracias a que a alguien se le ocurrió grabarlas o escribir sus letras? Muchas veces.

Y si bien al momento de hacer entrevistas se corre el riesgo de que el interrogado nos cuente solo lo bueno, lo que le conviene, aquello en donde queda bien parado, mientras que finja amnesia sobre lo malo, como los delitos que cometió, etc. Entonces es necesario complementar las entrevistas con otras fuentes, documentales u otros entrevistados, y buscar una cierta objetividad. Puede suceder que un entrevistado se inhiba ante preguntas íntimas: cuestiones de amor o sexuales, temas familiares, pasajes dolorosos de su vida, como la muerte de un familiar, por ejemplo. Lo que dependerá del tacto del entrevistador, de cómo y cuándo hacer ciertas preguntas. Ahora, el resultar interesante al entrevistado es importante, decía Emil Ludwig, para que siga la conversación no responda con monosílabos: sí, no, ajá.

* Antropólogo, director del Centro INAH Baja California.

Muestra de un documento histórico bajo resguardo del INAH.

Maestra Sandra Cruz, investigadora del INAH.

Los estudiantes que dependen por completo de la inteligencia artificial (IA) para redactar sus tareas, podrían presentar una menor conectividad neuronal.

Una investigación pionera del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) investigó cómo el uso de grandes modelos de lenguaje (LLM), como ChatGPT, impactan la cognición y el rendimiento a la hora de escribir ensayos.

El estudio Your brain on chatgpt: accumulation of cognitive debt when using an ai assistant for essay writing task, publicado a inicios de junio, encontró diferencias significativas entre los universitarios que utilizan la IA cómo única herramienta para redactar, en comparación con quienes no la usan.

Los investigadores dividieron a 54 estudiantes en tres grupos: los del “LLM” sólo podía utilizar ChatGPT, los del “Motor de Búsqueda” tuvieron acceso a Google sin inteligencia artificial, y los del “Sólo Cerebro” no pudieron utilizar ni IA ni sitios de internet como herramientas.

“Se llevaron a cabo tres sesiones con la misma asignación de grupo para cada persona”, señala el estu-

Más IA en tareas, menos labor neuronal

dimos a los del grupo ‘LLM’ que escribieran sin ninguna herramienta (los llamamos ‘LLM-a-Cerebro’), y a los del grupo ‘Sólo Cerebro’, que usaran LLM (llamados ‘Cerebro-a-LLM’)”.

Los investigadores registraron la actividad cerebral de los

nivel de compromiso y carga cognitiva, y obtener una comprensión más profunda de la activación neuronal durante la tarea de escritura.

Dicho análisis, indica el estudio, mostró que la conectividad cerebral disminuyó de forma proporcional

presentó las redes más fuertes y de mayor alcance; el grupo de ‘Motor de Búsqueda’ mostró un nivel intermedio, y el grupo con ‘LLM’ exhibió la conectividad más débil en general”, apunta el documento.

“En la sesión 4, los partici-

Frena Meta su gasto en talento de IA

citando a personas familiarizadas con el asunto.

Meta Platforms ha pausado la contratación de personal para su nueva división de inteligencia artificial, poniendo fin a una oleada de gastos que la llevó a adquirir a varios costosos investigadores e ingenieros de IA, informó CNBC. La pausa fue reportada inicialmente por el Wall Street Journal, que indicó que entró en vigor la semana pasada en medio de una reestructuración más amplia del grupo,

En un comunicado compartido con la CNBC, un portavoz de Meta afirmó que la pausa se debía simplemente a “una planificación organizativa básica: crear una estructura sólida para nuestros nuevos esfuerzos de superinteligencia tras la incorporación de personal y la realización de ejercicios anuales de presupuesto y planificación”.

Según el informe del WSJ, una reciente reestructuración dentro de Meta ha dividido sus esfuerzos de IA

en cuatro equipos. Esto incluye un equipo centrado en el desarrollo de superinteligencia artificial, denominado “laboratorio TBD” o “Por Determinar”, una división de productos de IA, una división de infraestructura y una división centrada en proyectos y exploración a largo plazo.

Añadió que los cuatro grupos pertenecen a Meta Superintelligence Labs, nombre que refleja el deseo del director ejecutivo Mark Zuckerberg de desarrollar una IA que supere la inteligencia humana.

Para lograr este objetivo, Meta ha

pantes ‘LLM-a-Cerebro’ mostraron menor conectividad neuronal y una baja activación de las redes alfa y beta; mientras que los participantes ‘Cerebro-a-LLM’ evidenciaron una mayor memoria de recuerdo y reactivación de amplias redes occipitoparietales y prefrontales”.

Además, destaca, durante las entrevistas encontraron que el sentimiento de “propiedad” sobre los ensayos del grupo que usó ChatGPT fue bajo, e incluso, estos estudiantes registraron mayor dificultad para citar contenido de sus propios ensayos, escritos apenas minutos antes.

Los hallazgos sugieren que, si bien la asistencia de grandes motores de lenguaje reduce la carga cognitiva y mejora la eficiencia inicial, también limitaría el compromiso cognitivo profundo, la retención de memoria y la originalidad de pensamiento, en comparación con la escritura sin herramientas.

También resalta la preocupación de que la dependencia excesiva a la IA llevaría a una “pereza metacognitiva” y a la artrofia de habilidades cognitivas.

Los investigadores aclaran que al ser un estudio pionero y con número limitado de participantes, los resultados deben tomarse como preliminares.

invertido agresivamente en IA este año. Esto incluyó esfuerzos para captar talento de alto nivel de otras empresas de IA, con ofertas que, según se informa, incluyen bonos de contratación de hasta 100 millones de dólares.

En una de sus decisiones más agresivas, Meta adquirió a Alexandr Wang, fundador de Scale AI, como parte de un acuerdo en el que la empresa matriz de Facebook desembolsó 14 mil 300 millones de dólares por una participación de 49 por ciento en la startup de IA.

Wang ahora dirige el laboratorio de IA de la compañía, centrado en el desarrollo de su serie Llama de modelos de lenguaje de código abierto de gran tamaño.

STAFF Agencia Reforma

¿QUÉ PREFIEREN ELLAS? ¿AMOR O ESTABILIDAD?

Imagina que puedes elegir casarte con uno de estos dos hombres: uno tiene una situación económica muy mala, pero lo amas; el otro tiene una muy buena estabilidad económica, te ofrece cumplir tus sueños, pero no te sientes enamorada de él.

¿CUÁL DECISIÓN TOMAS?

Una reflexión similar sobre el amor moderno aborda la película Amores materialistas, dirigida por Celine Song y recientemente estrenada.

Este filme arroja luz sobre el complicado mundo actual de las citas y ese listado de características “no negociables”, y a veces irreales, que se buscan en una pareja.

Que dos personas se casen muy enamoradas no asegura el tan idealizado “y vivieron felices para siempre”, indica el psicólogo Diego Vázquez, maestro en terapia de pareja y familia, y profesor de la Facultad de Psicología de la UANL.

Y a continuación lo explica: si no crearon un proyecto de vida juntos, ni tuvieron una comunicación clara y directa sobre las aspiraciones de cada uno, ni desarrollaron habilidades para la resolución de conflictos, es muy común un pronóstico desfavorable.

Cuenta el caso de una pareja joven que llegó a su consulta.

Llevaban tres años de noviazgo y pensaban en casarse, pero la mujer comenzó a dudar cuando descubrió que su novio no aspiraba a tener mayores ingresos económicos ni a vacacionar en otros países.

“Yo aspiro a viajar a Europa”, le

dijo la mujer al psicólogo, “no soy tan materialista, pero tengo mi checklist que quiero cumplir.”

Al notar que los estilos de vida que cada uno quería no eran compatibles, decidieron no casarse y terminaron la relación.

El tema de relaciones de pareja es muy complejo porque en la realidad ni el amor, ni la estabilidad económica, son garantías de que una relación durará toda la vida, coinciden especialistas en terapias de pareja.

Comparten algo que sucede frecuente en las consultas: la falta de dinero o aspiraciones frustradas de una mejor posición económica son detonantes de discusiones y rupturas de relaciones.

“Definitivamente que la posición del amor es mucho más fuerte, pero

hay demasiados problemas cuando la situación económica no es la que uno de los dos desea, y sí da muchos problemas”, señala el psiquiatra Jorge Mascareñas, especialista en psicoanálisis y con maestría en terapia de pareja y familia.

Si ocurre un conflicto muy serio en relación al dinero, añade, el enamoramiento entre ambos puede terminar.

El problema, indica, es que la sociedad actual está muy ligada al dinero y a veces alguien está buscando que su pareja lo mantenga o le otorgue cierto nivel de vida que sueña.

ROLES E HISTORIAS DE VIDA

Los especialistas apuntan que el modelo tradicional donde los hombres mantienen a las mujeres ya ha cambiado, porque ahora cada vez

reciben más casos donde las mujeres mantienen económicamente a los hombres en la relación.

La historia de vida de cada persona y los valores aprendidos determinan si la prioridad a la hora de escoger pareja será el tema económico o el sentir amor, señala el psicólogo Vázquez, maestro en terapia de pareja y familia.

“Una persona que posiblemente haya vivido carencias materiales, no va a tener ningún dilema y se va a ir con quien le dé estabilidad económica”, señala el también profesor de la Facultad de Psicología de la UANL.

“Pero posiblemente si haya carencias emocionales, será con la persona que le dé estabilidad emocional y tampoco tenga dilema en irse con quien le dé esta paz”.

¿QUÉ HACE QUE UNA RELACIÓN FUNCIONE?

El psiquiatra Jorge Mascareñas considera que hay tres aspectos para ver si una pareja tiene posibilidad de resolver sus conflictos y seguir juntos.

1.- Saber si existe una atracción física entre ambos.

2.- La cuestión económica y sociocultural. Una relación tiene mejor pronóstico cuando son similares.

3.- El inconsciente, ya que, cuando una mujer elige a un hombre con características similares a su papá, o como le hubiera gustado que fuera papá, hay más probabilidad de que la relación dure. En el caso de los hombres, sería respecto a su mamá.

MÍSTER HOLMES Y SUS HERMANOS

La Turicata

De mis lecturas de adolescente, varios libros me marcaron para siempre, pero sólo un detective se ganó mi admiración perenne, desde su primer libro, su nombre se escribe con mayúsculas y de paso el de su hermano y su hermana, me refiero al genial británico Sherlock Holmes. Recuerdo que cuando mi esposa y yo, visitamos Londres, entre muchos lugares de rigurosa visita, está la casa de Sherlock y del doctor Watson (dejamos nuestras firmas en el libro de visitas).

Ese primer libro revolucionó la literatura negra.

En los brumosos callejones de Londres, donde el misterio acecha en cada sombra, un personaje emergió para cambiar, para siempre, el género detectivesco: Sherlock Holmes. Creado por Sir Arthur Conan Doyle en 1887, Holmes es mucho más que un simple detective: es símbolo de lógica implacable, observación aguda y un espíritu desafiante que ha cautivado a generaciones enteras.

Desde su primera aparición en Estudio en escarlata, Holmes demostró ser una anomalía literaria. Frente a métodos policiales torpes o intuitivos, él aplicaba el razonamiento deductivo como si fuera una ciencia exacta.

“Una vez desechado lo imposible, lo que queda es la verdad”. Junto a su inseparable compañero, el doctor John H. Watson, Holmes desentrañó

los más complejos crímenes de la época victoriana, desde los asesinatos rituales, hasta los casos de robo internacional, siempre con una pipa humeante entre los labios y una mirada que parecía perforar todo a su alrededor.

La popularidad de Holmes creció con cada entrega publicada en The Strand Magazine, donde relatos como El sabueso de los Baskerville, Un escándalo en Bohemia o El problema final, mostraban no sólo la genialidad del personaje, sino también la capacidad de Conan Doyle para construir una atmósfera envolvente y tensiones narrativas, que mantienen en vilo a millones de sus lectores. De hecho, el impacto fue tal, que cuando Doyle decidió matar a Holmes en 1893, arrojándolo al abismo de Reichenbach junto al profesor Moriarty, su brillante enemigo (tan brillante, que en la serie de televisión inglesa, hay capítulos que se los roba sin discusión), la reacción pública fue tan feroz que el autor tuvo que “resucitarlo” años más tarde. Pero más allá de su ingenio y métodos, Holmes representa una figura ambigua, compleja. Su desapego emocional, sus hábitos poco convencionales, como inyectarse cocaína en momentos de aburrimiento además de tocar el violín para meditar, y su visión pragmática del mundo, hacen de él un espejo inquietante de la mente humana. ¿Es Holmes un genio frío, incapaz de amar, o simplemente un hombre atrapado entre su intelecto y un mundo que le resulta banal? Desde su creación, Sherlock Holmes ha trascendido las páginas. Ha sido interpretado por actores legendarios como Basil Rathbone, Jeremy Brett, Robert Downey Jr. y Benedict Cumberbatch, cada uno aportando matices distintos a su personalidad. En televisión, cine, cómic y videojuegos, su legado continúa inspirando nuevas narrativas. Incluso la ciencia forense moderna reconoce la influencia holmesiana en sus métodos de análisis. En el contexto latinoamericano, Holmes también ha

dejado huella. Traducido des de el siglo XIX, sus historias fueron devoradas por lectores ansiosos de viajar a una Europa misteriosa y sofisticada. En México, por ejemplo, publicaciones como El Libro Semanal o editoriales populares lo incluyeron entre sus colecciones, y hasta Les Luthiers le rindieron homenaje con su parodia musical “Sherlock Holmes y el caso del misterio misterioso”.

Hoy, más de un siglo después de su creación, Sherlock Holmes sigue tan vigente como siempre. Su presencia en las librerías, pantallas y hasta en memes de internet, confirma que el interés por el misterio, la lógica y la rebeldía intelectual no ha desaparecido. Y en un mundo saturado de información, quizás lo que buscamos, como Holmes, sea aprender a observar con más precisión y pensar con más profundidad.

Como diría el propio detective: “El mundo está lleno de cosas obvias que nadie observa jamás.” En eso, Holmes no solo resuelve crímenes: nos recuerda que, a veces, el verdadero misterio está en nuestra manera de mirar. (Datos tomados de Wikipedia).

José Carrillo Cedillo

HISTORIA DE AMOR: PERROS Y PERSONAS

FRANCISCO MORALES Agencia Reforma

Tan pronto nota la presencia de dos extraños en su casa, Leona se pone alerta y comienza a ladrar, imponente con su complexión de pastor alemán y su pelo negro de calupoh, pero sin llegar a la agresión física.

La escritora Julieta García González la tranquiliza con unas cuantas palabras, firmes pero no violentas, y la perra comprende que los recién llegados no representan ningún peligro, por lo que decide echarse a dormir a su lado durante la entrevista.

Este acto, el de dos especies animales que logran entenderse entre sí, es descrito por la autora en su nuevo libro como un “pequeño milagro” que, por cotidiano, ha dejado de maravillarnos como debería.

“Sin herramientas lingüísticas o fonadoras similares a las nuestras, (los perros) han asimilado nuestros códigos y reglas, las instrucciones y las peticiones que les hacemos, como han podido. Eso es, a todas luces, un milagro”, reflexionó en Perros y personas. Una historia de amor (Reservoir Books).

Un libro que comenzó a gestarse hace unos 15 años, a partir de la necesidad de adentrarse en la naturaleza de la honda y singular relación entre ambas especies.

“Yo me di cuenta que no sólo estaba obsesionada con los perros que tenía, sino que empecé a pensar que me desesperaba no saber algo más de los perros para comunicarme con ellos”, explica.

“Siempre he sentido que, aunque nos comunicamos, nos comunicamos –como se pudo ver ahorita– no muy eficientemente”, dice volteando a ver a Leona, que dormita ajena a la conversación, pero sin dejar de estar al pendiente de ella.

Así, echando mano tanto de artículos de ciencia dura como de textos de divulgación científica, además de sus referentes artísticos y literarios, Gar-

cía González (CDMX, 1970) presenta una serie de ensayos que no buscan ser enciclopédicos ni brindar todas las respuestas.

“Es un libro que lo que busca es entender, entender un poco mejor, y también, a lo mejor, democratizar en el tiempo y en el espacio esta fascinación por los perros”, define.

De forma entrañable, el libro tiene también un importante componente autobiográfico, pues cada una de sus secciones lleva el nombre de los perros que han acompañado a la autora durante su vida, para luego disertar sobre lo que ha aprendido de cada uno.

Yasha, por ejemplo, le permite ensayar sobre el abandono al que los perros llegan a ser sometidos; Venustiana, una perrita encontrada en la basura, sobre las hipótesis del primer acercamiento entre ambas especies y, Carlota sobre las enfermedades mentales que también aquejan a los cánidos.

Es quizá Mola, sin embargo, la que detona uno de los temas centrales del libro: el amor, con todas sus letras, que existe entre ambas especies.

“Nadie me ha amado de manera tan completa, tan sin reservas, como los perros. No lo digo dándome golpes de pecho ni mucho menos, sino

No obstante, el libro tampoco rehúye de abordar fenómenos dolorosos como el maltrato a los perros, ni las creencias pasadas sobre su “educación” que llegaron a herirlos física y mentalmente.

“La idea de la educación es algo que me parece que todavía tendríamos que discutir, porque me parece que en muchas zonas se acerca mucho al maltrato y también me parece que los humanos deberíamos estar dispuestos a aprender nosotros también, a aprender del perro”, evalúa.

Las perras Adela y Mola, con una historia de educación de guardia y protección antes de que llegaran a la vida de la autora, le hicieron reflexionar sobre este hecho.

Luego, está la crueldad abierta y descarnada.

“El maltrato de los animales me perturba no sólo por el sufrimiento de los animales, que es lo más importante, sino porque me habla de algo muy malo en las personas”, pondera. “Una parte que yo creo que todos tenemos de alguna manera, pero que hay gente que incluso cultiva, que es una parte muy oscura, muy cercana a algo que roza el borde de la muerte, el sufrimiento cercano a la muerte, y eso me abruma”, señala.

con la intención de reflexionar sobre las características de ese amor”, escribió García González.

El subtítulo del libro, Una historia de amor, plantea esto de la manera más amplia posible.

“No sólo es mi vida, que sí, desde luego que ha estado en parte pautada por los perros que he tenido, los que no he tenido y los que no he podido tener porque les han pasado cosas; no están ahí todos los perros, están muchos perros, pero no todos.

“Pero, cuando estaba investigando, descubrí que el afecto nació como una forma de coevolución”, expone.

Este último concepto es clave en el libro, pues divulga la evidencia científica de cómo los perros son una especie que no existiría, tal y como la conocemos hoy, sin que se hubiera juntado con los humanos, para bien y para mal.

En el lado luminoso de esta coevolución está el hecho de que, más allá del sustento y protección que los perros pudieron haber buscado en los humanos, se forjó una relación de afecto sincero, palpable, entre ambos.

“El subtítulo tiene que ver con eso: es una historia de amor de la humanidad con los perros”, apunta García González.

Otra dimensión del libro, cercana a las afinidades artísticas y literarias de la escritora, muestra la relación que figuras como Emily Dickinson, Mary Oliver, Charles Dickens, Pablo Picasso y Frida Kahlo tuvieron con sus perros.

Al final, Perros y personas. Una historia de amor, termina por reafirmar a los amantes de los perros los porqués de esta relación de afecto, y busca también explicar a quienes no gustan de los perros las claves de este amor que aún no conocen.

“El amor verdadero, el amor que uno puede sentir por un perro, es distinto completamente al que puede sentir por un hijo, por un hermano, por un amigo, por una pareja. Y aun así, es un amor muy hondo y profundo que enriquece. ¿Cómo explicar eso a quien no lo ha vivido?”, cuestiona la autora.

Convencida de la existencia de este amor, Julieta García González posa para las fotografías junto con Leona, que se muestra reacia a ir específicamente a donde le piden, pero que parece entender por completo que está siendo retratada.

Un pequeño milagro más en la longeva relación de amor entre perros y personas.

YO NO SÉ BAILAR CUMBIA

Lenguaje, Género, Cultura

Comencé a escuchar la música de Celso Piña por puro accidente. En los últimos meses de 1984 y los primeros de 1985 yo cursaba primero de secundaria en una colonia a la que nos acabábamos de cambiar un año antes, La Estancia, en San Nicolás de los Garza. Se trataba de una colonia para los trabajadores de la Fundidora, excepto el tercer sector, que no era exclusivo para ellos. Mi papá era vendedor foráneo. La colonia contigua, Industrias del Vidrio, era para trabajadores de la Vidriera.

En esos barrios había algunas pandillas, como en muchos sectores populares de Monterrey. No se conocían las palabras “narco” ni “cártel”, pero se decía que algunos de los miembros de las pandillas fumaban

mariguana. Ah, y usaban tatuajes, símbolo claro de rebeldía y especialmente de que el rumbo de su vida estaba más orientado hacia la vagancia, el vicio y acaso el delito, que hacia el trabajo y los estudios.

En los ochenta, una persona con tatuajes era percibida como alguien que había cometido algún delito grave o estaba aprendiendo a hacerlo.

En la Secundaria 33, que era la mía, a tres cuadras de mi casa, algunas veces se hacían bailes. Probablemente en mi primer año escolar no pasaron de tres. En uno de los salones del tercer piso se ponían unos cajones negros como de metro y medio de altura con bocinas que tocaban música para bailar.

El peinado era como una flor que se abría encima de la frente, los cabellos lacios casi al cuello, a veces desteñidos, las camisas floreadas abiertas de varios botones y echadas hacia atrás y los tenis Converse. Así se bailaba “Gitana”, la primera que dio a conocer a Celso. Y enseguida “La Cumbia de la Paz”, “El Gato y la Gata” y “La Negra Nelly”… no cualquiera ejecutaba correctamente esos pasos. Especialmente yo, que era un espectador tímido, que no perdía de vista a Genoveva, una muchachita morena, sonriente, muy desenvuelta y simpática, ni a Cristina, una chica más alta del promedio, robusta y que tenía muchos seguidores.

César, Pedro, Oscar que era uno medio gordo y algo chaparro de tercero, pero muy desenvuelto, eran muy buenos para bailar. La seguridad que le ponían a sus pasos era la misma que si hubieran escrito la canción.

Celso en los ochenta nunca se iba a escuchar en la casa de mi querida tía Monche, que vivía en el Contry Tesoro y donde nunca se ponían los codos sobre la mesa. Aunque en La Estancia, mi familia nunca fuimos de lana, tampoco trabé contacto con nadie de “Los Comanches”, de las Industrias o de “Los Warriors”. Se sabía de ellos porque a veces se les veía pasar, con un atuendo y unos caminados que los hacía más visibles y porque rayaban con espray algunas paredes.

Algunos de “Los Comanches” rondaban los bailes, llamados quizá por

las muchachas que por esa vez no usaban uniforme, y por la música.

Habría dado mi bicicleta a cambio de saber bailar colombiano. Nunca aprendí. Hoy, a mis 52 años, después de haber visto en vivo a Celso más de seis veces, de haberlo entrevistado en unas cuatro o cinco ocasiones, de haber bailado decenas de veces en “El Inter”, en Madero y Arista en Monterrey, con grupos colombianos, con todo eso yo no sé bailar cumbia.

Celso y en general la música colombiana, era un gusto de pandilleros, de la gente jodida, sin futuro. Claro que a mis 12 años yo no veía eso. Estaba en una edad en la que la música que se te mete en la sangre te va a acompañar hasta el último día. Compré un disco LP de Celso por mil 80 pesos de los viejos. En mi imaginación bailo colombiano. A veces hago como que sé, según yo. Pero lo que sí sé es que uno desaparece para existir dentro de la colombia, es de-

cir, cuando bailas “La Negra Nelly” o la “Cumbia Poder”, el cuerpo se vuelve existencia adentro de la música, no hay modo de estar afuera. Siento compasión por las personas que hacen comentarios muy “técnicos” cuando escuchan el concierto de Celso con la Orquesta de Baja California. Sí, envidio el ambiente que se vivió en el Auditorio Nacional y habría pagado mucho dinero por ver bailar a García Márquez y a su esposa Mercedes, ante los ojos extrañados en Marco (Museo de Arte Contemporáneo) al ritmo del acordeón de Celso. De ser una expresión cultivada en el cerro de la Campana y adoptada en los barrios marginados de la ciudad, ahora es un producto comercial. Y me alegra que las nuevas generaciones lo escuchen, lo adopten y mantengan viva la música colombiana, como el caso de La Coreañera. A Celso ya no le tocó, pero habrían hecho un gran dueto y acaso una buena amistad.

Celso Piña se presentó en Ensenada el 2 de agosto de 2014. El diseñador Arturo Corpus preparó la portada del suplemento Palabraque da cuenta de la visita.
Gerardo Ortega*

DE INTENDENTE A ESTRELLA DE LA MÚSICA

Celso fue el primero que apostó por la música colombiana. Se la jugó al dejar su empleo fijo como intendente en el Hospital Infantil y lanzarse de lleno a la música, con el apoyo de su padre, don Isaac Piña. Don Isaac le compró su primer acordeón, uno en un estado tan lamentable que cuando llegó, le salieron varios cucarachos.

Gerson Gómez me contaba anécdotas de cuando Celso lo visitaba en su casa de la calle Libertad y Rubén Mujica, quien fue su representante, me compartía lo que eran más bien quejas cuando yo trabajaba como editor de Cultura en Milenio. Se lamentaba como esposa despechada, pero también me quedaba claro que sin Mujica, Celso no habría salido del Flamingo’s, en Colón y Colegio Civil, ni habría grabado un montón de discos y duetos con los cantantes más famosos de México. Mujica lo lanzó a la fama internacional y eso hay que reconocerlo. Lo sacó de los bares y lo metió a Marco, al Palacio de Gobierno a cantarle al escultor Fernando Botero. Tenía un gran olfato para la relaciones y el negocio del espectáculo. La música colombiana, como noto en algunos otros géneros en distintas épocas, fue un estilo de vida, como suscribirse a una visión del mundo, como empatizar

con el barrio, la calle, y en algún puente poético del tiempo, con ese lento navegar de una piragua que abre el agua desde El Banco a Chimichagua por el río Cesar. Hace exactamente seis años, el 21 de agosto de 2019, era miércoles. Yo trabajaba a distancia desde casa redactando para un portal de noticias en turnos de 7 a 3 de la tarde. Cerca de la una comencé a recibir mensajes de Whatsapp. Cinco o seis amigos me enviaron sus condolencias. Anestesiado por la granizada de noticias que leía minuto a minuto, no me hizo efecto una nota luctuosa que debió paralizarme.

ESTAR EN PAZ CON LA VIDA

A las 12:38, la misma hora que es en este momento pero de hace seis años, Celso Piña moría de un infarto en una cama del Hospital San Vicente, en Ruperto Martínez y Se -

rafín Peña en nuestro natal Monterrey. Mis amigos me daban el pésame porque con Celso se acordaban de mí. Me di cuenta que en todos estos años, en mis círculos, en Monterrey, en la Ciudad de México o en Ensenada, les quedaba claro lo importante que era para mí esta música, que no había persona cercana a quien no le hubiera hecho sentir que es necesario bailar con Celso para estar en paz con la vida. En memoria de los bailes de la secundaria y de aquellos años, mi gusto se ha mantenido. Pero hoy debo confesarles algo que nunca he reconocido en cuatro décadas: Yo no sé bailar cumbia. Soy un mirón que sueña con aprender de mis compañeros de tercero que en verdad saben, que desde siempre supieron bailar colombia.

* Escritor y editor. yadivia@gmail.com

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COMPARTE ESTELA RUIZ MILÁN AVATARES DEL PSICOANÁLISIS

Fue a los 11 años, luego de ver el clásico de Alfred Hitchcock cuyo título tradujeran como Cuéntame tu vida (1945), cuando Estela Ruiz Milán decidió que quería ser psicoanalista.

“Yo dije: ‘Yo quiero ser como esta señora (Ingrid Bergman), y conquistar a uno como Gregory Peck’”, compartió la noche de este miércoles, haciendo reír a familiares y amigos que la acompañaron durante la presentación de su más reciente libro, titulado precisamente Cuéntame tu vida (Trilce Ediciones).

No sería sino hasta terminada su maestría en Literatura Española, y ya con sus dos hijos –Juan y Carmen Villoro– en la escuela, cuando finalmente Ruiz Milán (Mérida, 1933) empezó a formarse como psicóloga. Acabó ejerciendo el psicoanálisis por más de medio siglo.

Bromas aparte, la psicoterapeuta diría que no fue solamente la influencia del filme de Hitchcock lo que la orilló hacia tal campo, sino las inquietudes que hay desde la infancia ante las dificultades familiares y el consecuente deseo por entender: “¿Qué piensa mamá, qué piensa papá?, ¿por qué se pelean?, ¿qué es lo que sucede?”.

“Lo que más me importa es ayudar, ayudar a quien sufre a poder aliviar el dolor”, subrayó.

“Yo pienso que el psicoanálisis no cura, pero sí ayuda. No es que sea la curación mágica, pero sí ayuda a aliviar las penas que la gente tiene”, apuntó.

El libro que ahora lanza se

compone de memorias, experiencias y reflexiones relacionadas con el diván; “se me ocurrió juntar una serie de artículos que yo había escrito para presentaciones en congresos”, explicó la autora ante quienes arribaron a la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, en Coyoacán, demarcación de la que es vecina.

“No pensé que fuera una cosa muy técnica, es algo muy de divulgación. No es apto para psicoanalistas; me quemarían en leña verde”, bromeó. “Pero puede ser para personas que les interese un poco el psicoanálisis”.

“Lo más valioso de la obra es que no se queda en el nivel de un texto de carácter técnico, sino que sale del consultorio para analizar con perspicacia los avatares de la vida en sus pacientes y en la sociedad”, destacó, a su vez, el también psicoterapeuta Javier Torres Torija.

Dos de sus grandes pasio-

nes, el cine y la literatura, además de aspectos de la cultura pop como la situación psicológica de Batman y de Superman, figuran en estas páginas junto con algunas historias de aquellos a quienes asistió como profesional de la gestión de las emociones.

“No son tratados en modo alguno como historias clínicas en exclusiva, sino como personajes; hay mucho de personaje literario en cada uno de estos pacientes. Y creo que eso tiene que ver con la capacidad de empatía de mi madre, de ponerse en la piel del otro”, resaltó el escritor y periodista Juan Villoro.

Uno de esos casos es el de Eduardo, joven de 21 años que Ruiz Milán atendió en una Sala de Urgencias tras un intento de suicidio, acto que eventualmente consumó.

“Esta circunstancia dramática está contada con enorme sobriedad y sin involucrar demasiado lo que ella podía

sentir, porque era un paciente que agredía continuamente a mi madre”, refirió el autor de títulos como El libro salvaje y Materia dispuesta.

Villoro aprovecharía para contar la influencia que tuvo por parte de su madre para inclinarse hacia una concepción de la lectura más emocional, en contraste con el racionalismo de su padre, el filósofo Luis Villoro, una persona reservada y que les resultaba hasta misterioso.

“Cuando le preguntábamos sobre su profesión, nos decía: ‘Me dedico a entender el sentido de la vida’. Y cuando yo le repetía esto a mis amigos en el colegio, pensaban que mi papá estaba en una cantina oyendo a José Alfredo Jiménez, bebiendo tequila, que es la manera más popular de buscar el sentido de la vida en México”, narró.

“De pronto él mencionaba a alguien como Platón, y al preguntarle quién era, res-

pondía: ‘Un señor que tú no conoces’; con lo cual, nosotros pensábamos que Platón era alguien a quien le debíamos la renta”, añadió Villoro, desatando carcajadas. “Entonces, era una persona inescrutable con libros incomprensibles para nosotros”.

En cambio, su madre había conservado ejemplares de la revista infantil argentina Billiken, así como de la colección El Tesoro de la Juventud, que eran lecturas emocionantes. “Entonces, tanto Carmen, mi hermana, como yo, evidentemente nos decantamos por la lectura emocional. Y en ese sentido, nos marcó mucho más mi madre”, refrendó.

A decir de la traductora Mónica Stettner, también presente en el acto, Ruiz Milán encontró en la práctica psicoanalítica una forma de tejer vínculos con distintas personas; “una comunión a través de las emociones y los miedos más profundos”, describió.

“Y supo traer a la luz en sus pacientes destrezas y fortalezas que, al estar a oscuras, parecían inexistentes”, continuó, sosteniendo incluso que el estudio de la psique la llevó por un proceso de autoconocimiento que difícilmente hubiera alcanzado dedicándose a otra profesión.

No es fortuito, vaya, que la portada de Cuéntame tu vida sea un guiño al Mago de Oz, el clásico relato cuyos personajes van en busca de dotes que en realidad desconocen que ya “Éseposeen. ha sido el sentido de la terapia para mi madre, y también ha sido el sentido de su vida. Y lo importante es que ese camino no se detiene y se renueva en forma imprevista”, celebró Villoro.

XXI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO Esfuércense por entrar por la puerta, que es angosta

(LC. 13, 22-30)

Día del Señor

La liturgia de este domingo nos invita a detenernos, hacer una pausa y preguntarnos: ¿qué esperamos? ¿qué buscamos? ¿qué estamos haciendo? ¿está en nuestro horizonte la posibilidad del final de la vida y lo que vendrá después?

Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos mientras se dirigía a Jerusalén. Para entrar a esta ciudad había que pasar por alguna de las puertas angostas de sus murallas. Las imágenes de la puerta estrecha y del camino difícil nos indican que para lograr la

salvación. Hoy la publicidad suele invitar al éxito fácil y aparente, sin esfuerzo. Jesús propone todo lo contrario: la auténtica felicidad sólo podemos conseguirla desapegándonos de todo lo que nos estorba, es decir, de los afectos desordenados que nos impiden caminar ligeros de equipaje y así pasar por la puerta que nos conduce a la salvación.

No tengamos miedo de cruzar la puerta de la fe en Jesús, de dejarle entrar cada vez más en nuestra vida, de salir de nuestros egoísmos, de nuestras cerrazones, de nuestras indiferencias hacia los demás. Porque Jesús ilumina nuestra vida con una luz que no se apaga más.

La gran excusa que muchos presentan es que están muy ocupados, sea en los negocios, o en los estudios, o en otros menesteres, pero será muy difícil que ellos vayan a encontrar la eterna salvación.

Nos esforzamos por conseguir aquello que consideramos impor-

tante y beneficioso para nosotros. Luchamos y nos empeñamos en alcanzar el triunfo en el mundo, y hasta abrigamos la esperanza de que si llegamos a lo alto, seremos felices. Sin embargo, cualquier triunfo humano es tan pasajero como la vida. Por lo que es insensato poner nuestra confianza en las cosas de este mundo. El Señor nos está señalando el camino. Podemos aspirar al triunfo presente, pero sin olvidarnos de que es mucho más importante el que logremos cuando atravesemos la puerta del cielo.

El camino de la vida de este mundo es ancho, muchos lo siguen porque es como un rio que los arrastra al peligro espiritual. El camino al cielo es estrecho y difícil de seguir, no todos lo pueden encontrar. La búsqueda del Reino de los Cielos demanda esfuerzo, obediencia y perseverancia. Muchos empiezan a caminar en el camino de la salvación, pero pocos se quedan en el.

El verdadero discípulo, no es una relación casual con Jesús o una aceptación selectiva de su enseñanza, implica más bien un tipo de amor como ofrenda de sacrificio, que compromete a los creyentes con Cristo y todo lo que enseña, tanto de palabra como con el ejemplo. Mi compromiso con el Señor, ¿es a medias, o totalmente comprometido?

Por eso hoy le pedimos al Señor, que nos de la fuerza suficiente para sentirnos invitados a entrar por la puerta que Dios nos señala, nadie debe quedarse fuera, todos estamos invitados. Le pedimos al Señor que nos de fuerza para intentarlo, se lo pedimos los unos para los otros, al tiempo nos acordamos de los que sufren las consecuencias del odio por cuestiones políticas o religiosas, de los que están solos, de los enfermos, especialmente los que conocemos o son de nuestras familias. Si bien la puerta al reino de Dios puede ser angosta, dado el grado de compromiso que se requiere, está abierta y disponible para todos.

Que Dios Todopoderoso los bendiga hoy, acompañe y proteja siempre.

* Presbítero. cpomah@yahoo.com

Carlos Poma Henostroza*

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