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Hablemos de estimulación
Por: Lic. Adriana Sobrevals, Directora de Aprendiendo Centro de Estimulación Temprana
LIC. ADRIANA SOBREVALS
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Directora CET
Fb: Aprendiendo Centro de Estimulación temprana Ig: aprendiendo.cet La importancia que tiene la estimulación temprana en este periodo se debe a la plasticidad cerebral que acompaña a esta etapa, es decir, la capacidad para crear nuevas conexiones entre las células cerebrales y a la capacidad general del cerebro, para adaptarse a los diferentes estímulos. Entonces, ¿qué es la estimulación temprana?
La estimulación oportuna (también llamada estimulación temprana) es un conjunto de actividades técnicas, juegos y medios que tienen una base científica y que debe ser aplicada en forma constante y secuencial. Se utiliza en niños desde su nacimiento, hasta los 6 años de vida, para reforzar tanto los aspectos cognitivos, como los físicos, sensoriales y sociales del desarrollo.
Su finalidad no es alcanzar un desarrollo precoz, ni llegar a tener niños adelantados en su desarrollo natural, sino ofrecer un abanico de experiencias que permitan formar las bases para la adquisición de todos los aprendizajes posteriores, así como, prevenir y detectar trastornos del desarrollo.

En los últimos años se ha puesto de moda llevar a los niños a clases de estimulación temprana, pero más allá de ser una clase, donde los niños juegan, socializan y se divierten, ¿sabes realmente cuáles son los beneficios de la estimulación temprana?
Tras el nacimiento, el bebé tiene 100,000 millones de neuronas aproximadamente, pero escasas sinapsis, es decir, conexiones neuronales. Las redes neuronales se irán creando a medida que el niño crece, a través del movimiento y de la estimulación de los sentidos que reciba de su entorno, alcanzando, a los cuatro años, 1.000 billones de conexiones neuronales, la mayor en toda su vida.

Otro aspecto muy importante dentro de la estimulación es el reforzar el vínculo entre mamá y bebé.
En el desarrollo infantil, el apego es el vínculo afectivo que se forma entre la madre y su hijo en los primeros años de vida. Es una relación emocional muy fuerte que proporciona al niño un sentido de seguridad, autoestima, confianza, autonomía y efectividad, para enfrentar el mundo. Es el “espacio vital de crecimiento del niño”, es decir, que la calidad del apego, que reciba el niño/a, va a influir en cómo se comportará y desarrollará en el futuro.
En conclusión, al estimular y desarrollar las habilidades de los bebés, estarás logrando las conexiones neuronales necesarias para todos los aprendizajes posteriores.


