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HABLEMOS DE MENOPAUSIA

Se me ha pedido que de una manera muy llana y coloquial hablemos de un tema que me apasiona; La menopausia, no enfocada al médico, sino a la población general, a esa mujer, amiga, esposa, madre, hija que está experimentando una etapa nueva, llena de cambios y retos, que, sino está bien empapada en el tema no la comprende, puede que no la acepte, podría ser una transición muy difícil.

La menopausia es un cambio normal y natural en la vida de una mujer cuando su menstruación se detiene. Durante esta etapa la mujer de manera lenta y progresiva produce cada vez menos hormonas como estrógeno y progesterona. Esto a menudo ocurre entre las edades de 45 y 55 años, y cuando no ha tenido la menstruación por un período por 12 meses consecutivos.

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Mientras algunas mujeres viven este estado con cierta normalidad, muchas sufren intensamente síntomas tales como:

• Cambios en su menstruación – el tiempo entre períodos o cantidad y características sudoración, opresión del pecho.

• Sudores nocturnos que pueden provocar problemas para dormir provocándoles cansancio, estrés o tensión.

• Cambios del estado de ánimo, (irritabilidad, tristeza) y muchos síntomas más que afectan su calidad de vida. y Quién necesita recibir tratamiento para los

• Cambios vaginales – la vagina puede secarse y adelgazarse, y el sexo puede ser doloroso.

• Adelgazamiento de sus huesos, lo que puede conducir a la pérdida de altura y a las roturas de los huesos (osteoporosis).

Muchos de estos cambios desaparecerán con el tiempo, sin tratamiento, pero algunas mujeres necesitan tratamiento para poder ser funcionales, mantener su calidad de vida y elegirán el tratamiento según sus síntomas.

Los tratamientos se enfocan en aliviar los signos o síntomas y en prevenir o manejar los trastornos crónicos que pueden producirse con el envejecimiento. Dentro de los tratamientos recomendados tenemos:

Terapia hormonal sustitutiva (THS).

La terapia con estrógeno (parches, oral, gel, para aliviar los sofocos menopáusicos. Según cuáles sean tus antecedentes médicos personales y familiares, tu médico puede recomendarte estrógeno en la dosis más baja y durante el período más corto necesario para aliviar los síntomas. Si todavía tienes útero, necesitarás progesterona además de estrógeno. El estrógeno también ayudar a prevenir la disminución de la masa ósea. La terapia hormonal durante períodos prolongados y sin seguimiento puede presentar algunos riesgos cardiovasculares y de cáncer de mama, pero comenzar con las hormonas en la época de la menopausia ha demostrado producir administrar estrógeno directamente en la vagina usando una crema vaginal, una tableta o un anillo. Este tratamiento libera solo una pequeña cantidad de estrógeno, que absorben los tejidos vaginales. Esto puede ayudar a aliviar la sequedad vaginal, las molestias al tener relaciones sexuales y algunos síntomas urinarios. (síndrome genito urinario)

Estrógeno vaginal.

Antidepresivos en dosis bajas.

Ciertos antidepresivos relacionados con la clase de medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina pueden disminuir los sofocos menopáusicos. Un antidepresivo en dosis bajas para controlar los sofocos puede ser útil para las mujeres que no pueden tomar estrógeno por razones de salud o que necesitan un antidepresivo para un trastorno del estado de ánimo.

Medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis.

Hay varios medicamentos disponibles que ayudan a reducir la pérdida de la masa ósea y el riesgo de fracturas. Suplementar la vitamina D para ayudar a fortalecer los huesos, fomentar los ejercicios de musculación (pesas). El tratamiento debe ser individual para cada mujer, no todas tienen los mismos síntomas. Lo ideal es mejorar estilo de vida mejorando la alimentación, aumentado actividad física, y ofrecer tratamiento según las quejas. Habla con terapia hormonal y si es una opción segura para ti. Analiza tus opciones anualmente, ya que tus necesidades y opciones de tratamiento pueden cambiar con el tiempo.

¿Quién NO debe recibir tratamiento con Las mujeres que: endometriosis, diabetes mellitus (no controlada), dislipemia (no controlada), hipertensión arterial (no controlada), obesidad y tabaquismo, no son contraindicaciones absolutas, pero deben conducir a una personalización del caso.

• Tienen problemas de sangrado vaginal.

• Tienen ciertos tipos de cáncer.

• Han tenido un derrame o infarto cerebral o un ataque cardíaco.

• Han tenido coágulos.

• Tienen una enfermedad hepática.

Espero que esta pequeña reseña haya sido útil

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