el arte urbano. la menera que tiene las calles de hablar.






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El Arte Urbano: La Explosión Creativa que Transforma Nuestras Calles
Desde los rincones más oscuros y grises de nuestras ciudades, emerge una expresión artística que se ha apoderado de las calles, los muros y los espacios públicos, llenándolos de color, vida y mensajes impactantes. El arte urbano, también conocido como street art, ha dejado de ser considerado como un mero acto vandálico para convertirse en una forma de expresión legítima y poderosa que cautiva a quienes tienen la suerte de encontrarse con él.
El arte urbano es un fenómeno global que ha capturado la imaginación de artistas y espectadores por igual. Surgido en las décadas de 1960 y 1970 como una respuesta a la rigidez y la falta de acceso al mundo del arte tradicional, el movimiento ha crecido exponencialmente, adquiriendo diversas formas y técnicas a lo largo del tiempo. Desde los grafitis y los murales hasta las intervenciones urbanas y las instalaciones callejeras, el arte urbano ha evolucionado hasta convertirse en una manifestación artística compleja y multifacética.
Lo que hace al arte urbano tan especial y atractivo es su capacidad para sorprendernos y desafiar las convenciones establecidas. Los artistas urbanos utilizan las calles como su lienzo, rompiendo las barreras entre el arte y la vida cotidiana. A través de su trabajo, cuestionan el statu quo, abordan temas sociales y políticos, y dan voz a las comunidades marginadas. Sus creaciones efímeras, a menudo efímeras, desafían la naturaleza misma del arte, invitándonos a reflexionar sobre la fugacidad y la belleza de las cosas transitorias.
El arte urbano no solo transforma el paisaje físico de nuestras ciudades, sino que también tiene un impacto profundo en la comunidad. Al convertir espacios descuidados y anodinos en lugares vibrantes y llenos de vida, el arte urbano revitaliza los barrios y fomenta un sentido de pertenencia en los residentes locales. Además, promueve la inclusión y la diversidad al dar voz a artistas de diversas culturas, géneros y orígenes socioeconómicos. A través de su expresión artística, estos artistas nos recuerdan la importancia de escuchar y valorar las experiencias de
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Grafitis, murales, vandalismo: da igual su nombre, lo importante es la relevancia cultural que tienen estas obras de arte en el mundo.
El arte callejero es el museo al aire libre de una ciudad. No resulta solamente atractivo a la vista, sino que muchas veces funciona como ventana a las preocupaciones sociales, culturales y políticas subyacentes en el escenario donde aparece. Aunque es fácil pararte para sacar una foto cada vez que te encuentras con una obra de arte hermosa en el muro de una ciudad, subirla a Instagram y seguir con tu paseo, el mejor arte callejero se merece que te detengas unos instantes para reflexionar sobre lo que quiere expresar. en esta revista damos una vuelta por las mejores ciudades del mundo en las que podrás buscar arte callejero siendo consciente de él .
“Estambul es una amalgama de culturas”, nos cuenta el artista local Leo Lunatic. “El multiculturalismo y la diversidad están arraigados en la sociedad y en la visión del mundo de Estambul. A pesar de la actual situación política en la región y de nuestra importancia geopolítica, nosotros, como artistas, decidimos permanecer apolíticos en gran medida. Los artistas, como mucho, crearán algo que promueva la paz, denuncie la guerra o sea un guiño sutil a una preferencia política”.
Bogotá es una ciudad de paso, en la mayoría de viajes a Colombia se le dedica una horas para ver sus principales atractivos. Lejos de ser gris, triste o monótona, te sorprende el color de sus paredes.
Desde hace unos años, Bogotá se ha convertido en una de las ciudades del mundo con mejor arte urbano. Los grafitis que te encuentras por el barrio de la Candelaria son preciosos. Nada que ver con las horribles firmas, bocetos y garabatos que nos encontramos en otros lugare del mundo. Aquí, las paredes parecen auténticos museos.
Las reverberaciones continuas de la historia de Colombia llenan el arte callejero de conciencia política de Bogotá, y un reciente acontecimiento influencia su forma de producción.
Empezando en carrera 4 y calle 12, donde un vivo mural de temática indígena realizado por Guache recubre la fachada del estudio de música de Holofónica, explora las calles laberínticas y llenas de arte de La Candelaria antes de dirigirte hacia El Centro. En la intersección entre carrera 4 y calle 20, encontrarás varios temas
expresados en un enorme mural. Este, realizado por el colectivo Toxicómano, en colaboración con DJ Lu, Lesivo y Guache, representa las caras de gente sin hogar, en alusión al escándalo de los falsos positivos, en el que el ejército conducía a los civiles pobres a áreas remotas con promesas de trabajo antes de asesinarles
I naugurado en 2010, el festival de arte callejero de Santurce Es Ley sacó a la luz el desatendido vecindario de Santurce, en San Juan, contribuyendo a convertirlo en un importante destino artístico. Sin embargo, los murales que recubren los edificios no son meros decorados: muchos tratan los problemas contemporáneos e históricos de Puerto Rico. En la esquina entre las calles Cerra y Aurora, un mural representa los tres barcos de Colón cuando se hicieron a la mar en 1492. Los cuerpos se precipitan al agua y el mar se vuelve rojo. Esta obra del colectivo El Basta se llama Un viaje con más náufragos que navegantes, una frase extraída del libro de Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina. Según nos contó el colectivo El Basta, “es muy apropiada para describir los procesos de colonización, explotación y saqueo que han tenido lugar (desde entonces)”.
“En 2014, cuando pintamos el mural, no había tanto arte callejero con connotaciones políticas”, nos explicaron, “pero eso ha cambiado”. Sigue la calle Cerra para ver más. Despierta Boricua de Natalia Sanchez es un grito al despertar de la agricultura. “Puerto Rico está siendo continuamente despojado de sus riquezas”
Williamsburg, un vecindario que normalmente representa el epicentro de todo lo que mola, atrae inevitablemente a turistas que utilizan el arte de sus calles como fondo para sus selfies. Pero si miras con atención podrás descubrir obras que representan los diversos rostros de la humanidad que componen el tejido de nuestras ciudades.
Y hablando de Street Art, no podemos dejar de mencionar a Eduardo Kobra, un artista brasileño que firma los murales más espectaculares que vas a ver en el barrio.
Además, tiene un estilo muy personal
Cada año, los residentes ofrecen voluntariamente las fachadas de sus casas y negocios a los artistas que participan en el NuArt, el festival de arte callejero de Stavanger. Nadie sabe qué pintarán los artistas, pero todos están de acuerdo en dejar las obras en su lugar durante al menos un año. El resultado es a menudo una conversación sobre los
problemas locales representados en un espacio público. Comienza desde el centro de la ciudad donde, tras el hotel Scandic Stavanger City, una pintura negra, blanca y roja realizada por Roa representa a una ballena seccionada de la que salen sangre y petróleo, una de tantas obras que toman como tema central la tradición ballenera noruega y/o la dependencia del petróleo.
Comienza desde el centro de la ciudad donde, tras el hotel Scandic Stavanger City, una pintura negra, blanca y roja realizada por Roa representa a una ballena seccionada de la que salen sangre y petróleo, una de tantas obras que toman como tema central la tradición ballenera noruega y/o la dependencia del petróleo.
La revolución egipcia de 2011 provocó una explosión de arte callejero con influencias políticas, de un tipo nunca visto anteriormente en El Cairo. Esténcil, retratos de activistas caídos y caricaturas de figuras autoritarias cubren las superficies en torno a la plaza Tahrir, especialmente en la calle Mohammed Mahmoud donde los muros de la Universidad Americana en El Cairo (AUC, por sus siglas en inglés) han sido utilizados por los activistas “como periódico”.
Las duras medidas opresoras contra los protestantes han acallado el arte más provocativo. El muro de la AUC fue blanqueado y parcialmente demolido, pero algunas obras, incluyendo el retrato de un joven mártir realizado por Ammar Abo Bakr, todavía permanecen. Desde la AUC, dirígete durante aproximadamente 5 kilómetros hacia el vecindario de Mansheya Nasir, habitado por numerosos recolectores de basura. El Seed rinde honor a estos trabajadores con un enorme mural que se extiende a lo largo de 50 edificios y, en caligrafía árabe, cita a un obispo copto del siglo III: “Si uno quiere ver la luz del sol, debe limpiarse los ojos”.
Bangkok ofrece a sus visitantes la oportunidad de contemplar el arte callejero desde un ángulo poco usual: desde el agua. Los murales creados durante el Bukruk Urban Arts Festival el año pasado se pueden admirar al viajar en el ferri público Chao Phraya Express desde el muelle de Tha Thien al puente Taksin.
El paisaje y los residentes de esta ciudad sirven de inspiración a los
artistas. Pasando por Chinatown, verás una serie de bicicletas pintadas por Aryz, quien explicó que utiliza colores saturados para mezclarse con el entorno. En el muro de enfrente se tambalean dos elefantes pintados por Roa, quien siempre representa a las criaturas que habitan los entornos que pinta.
El arte urbano, también conocido como street art, es una categoría que engloba al conjunto de manifestaciones plásticoculturales que tienen el espacio público como emplazamiento, y cuya producción frecuentemente desafía los marcos legales. Por ello, suele estar relacionado con subculturas o contraculturas de los más diversos tipos.
Dentro del arte urbano o street art podemos mencionar técnicas como el graffiti, el esténcil, la serigrafía, el collage, el cartelismo, las pegantinas o calcomanías, la reutilización, etc.
Sus soportes suelen ser fachadas, techos, vagones de tren, alcantarillas, escombros, baños públicos, tocones de árboles, señalizaciones, túneles, cajetines de servicios públicos, aceras, pavimentos y toda clase de elementos del paisaje urbano que ofrezcan una excusa de intervención.
Entre sus artistas más reconocidos podemos mencionar a Jean Basquiat (SAMO), Banksy, Obey, Jojone, Pez, Slinkachu, Stik, Lady Pink, Swoon, Ella & Pitr, entre muchos otros.
El arte urbano no debe confundirse con el arte público. Ambos comparten el hecho de estar emplazados en la ciudad, pero se diferencian en que el arte urbano es ilegal y, por tanto, está sujeto a ser removido de un momento a otro, es efímero. En cambio, el arte público es legal, forma parte de los planes de urbanización del Estado y tiene carácter patrimonial, por lo cual aspira a la perpetuidad y recibe mantenimiento.
Sin embargo, la consolidación de una estética del arte urbano y la proliferación de sus manifestaciones, ha hecho que algunos entes públicos y privados lo promuevan. Por ejemplo, algunas cámaras municipales disponen espacios en la ciudad pensados para que los artistas realicen intervenciones. También los sectores privados o instituciones de diversos tipos han contratado a artistas urbanos para intervenir las fachadas de sus edificios y comunicar una imagen juvenil y renovada. De esa forma también se anticipan a una posible “vandalización”.
A pesar de que la polémica sobre si considerar el arte urbano y el grafiti como expresiones reales de arte sigue abierta, amparándose sus detractores en su ilegalidad y tachándolo de vandalismo, son varias las películas que han basado su argumento en estas obras que aparecen y desaparecen en los muros de las ciudades cada día. Muchas de ellas documentan fielmente la vida de sus autores, algunos sin desvelar sus identidades, otras son recreaciones ficticias de lo que significa ser artista urbano. Si eres seguidor de esta corriente artística ya deberías haber visto estas diez películas imprescindibles y si no, ya tienes plan para este fin de semana.
Este es, probablemente, uno de los primeros títulos que a cualquiera se le viene a la cabeza cuando hablamos de cine y arte urbano, y es quizás el film documental más representativo del arte
urbano, se centra en el nacimiento y auge de la cultura underground forjada en Nueva York en las décadas de los 70 y 80, fuertemente ligada al hip-hop, el breakdance y el grafiti.
Este documental, filmado por Jon Reiss en ciudades como Nueva York, Londres, Ciudad del Cabo, París, Ámsterdam, Tokio, Berlín y São Paulo, echa la mirada atrás, a los orígenes del grafiti en diferentes partes del mundo. En el año 2010 se estrenó una segunda parte de este documental, en la que se exploran otras regiones de Asia, Oriente Medio, Europa, Estados Unidos y Australia.
También en el campo de la ficción, aunque en este caso en clave de comedia, Gimme the loot nos invita a acompañar a los protagonistas de la película en su incansable búsqueda de financiación para crear una gran obra de arte urbano que haga escarmentar al grupo rival que acaba de arruinar su último grafiti.
El arte urbano es un fascinante y poderoso medio de expresión que ha capturado mi atención y mi corazón. Cada vez que me encuentro con una obra de arte en las calles de la ciudad, siento una oleada de emoción y asombro. Es una experiencia única, como si el arte cobrara vida y se fusionara con el entorno urbano.
Lo que más me gusta del arte urbano es su capacidad para desafiar las convenciones establecidas y romper las barreras del arte tradicional. Los artistas urbanos utilizan las calles como su lienzo, llevando su creatividad a espacios públicos donde todos podemos apreciarlo. No hay necesidad de entrar a una galería o un museo para disfrutar y reflexionar sobre el arte. Está justo ahí, al alcance de la mano, esperando ser descubierto.
El arte urbano también tiene una cualidad efímera y temporal que lo hace aún más especial. Muchas de estas obras están destinadas a desaparecer con el tiempo, ya sea por la acción del clima, la intervención humana o simplemente el paso del tiempo. Esta fugacidad le confiere una sensación de autenticidad y urgencia. Cada encuentro con una obra de arte urbano es único y irrepetible, lo cual lo convierte en un tesoro efímero.