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Panorama global: La apropiación cultural en la industria
PANORAMA GLOBAL La apropiación cultural en la industria de la moda
Uno de los problemas que vivimos día a día en la industria y en el mundo es la apropiación cultural, tomar la esencia y los valores que tiene una cultura y adaptarla en un diseño solo porque se ve bonito o exótico. En ocasiones no evaluamos a quien puede afectar nuestras decisiones, cuando alguien usar una imagen que representa un valor religioso, político o cultural de una comunidad y lo usa para expresar un valor estético es quitarle importancia y valor a este. Es por eso que es importante resaltar las buenas o malas acciones de la industria: desde el uso de Blackface en editoriales para revistas o campañas publicitarias, hasta tomar imágenes religiosas para vender un producto. La palabra apropiacionismo da nombre a un movimiento, cuya etimología proviene del concepto apropiación. Según la Real Academia Española (RAE), el término apropiación hace referencia a la “acción y efecto de apropiar o apropiarse”. Tomar algo que no conocemos, que no nos pertenece o con lo que no nos identificamos. Cuando uno busca apropiación en internet habrá muchos artículos hablando de como en realidad la apropiación no existe, porque la historia es de la humanidad y no de solo un individuo o de una comunidad, lo que la gente no entiende es que tomar un diseño no solo es tomar una integración de colores y formas, es tomar elementos que recuerdan un momento o una meta a una comunidad, un significado o una razón de ser, puede ser religioso o cultural. Un ejemplo es el uso de tranzas o peinados africanos en editoriales que no quieren resaltar o darle valor a esta cultura, solo por el hecho de que se vean bonitos, lo que la gente no reconoce es que, en algunas culturas en África, los esclavos realizaban peinados tan pulidos para demarcar un mapa para poder escapar y que nadie se diera cuenta. Este es el nivel de profundidad que tiene un acto de expresión y cultura.
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«La apropiación cultural es el robo colonial que activa una herida histórica» -Iki Yos Piña Narvaez
La complejidad del problema de la apropiación cultural se debe a que hay diferentes temas involucrados en el trasfondo del mismo, como pueden ser la dominación y luchas entre las mayorías y las minorías, el poder, la mercantilización de una cultura, crecimiento económico, recompensas monetarias, la expresión de la voz de la sociedad, el robo de historias nativas y si la cultura debe poder moverse libremente de una sociedad a otra. La toma de las manifestaciones culturales tradicionales como fuente tanto de inspiración como de creatividad son innumerables y más aún con el auge de las nuevas tecnologías y la globalización, tal y como ya se ha señalado. Durante las últimas dos décadas, la industria de la moda, que incluye diseñadores de lujo y minoristas tradicionales, ha desarrollado un notable interés por todo lo tradicional, étnico, folclórico o indígena. Los diseñadores mediante el diseño transforman las obras preexistentes y las incorporan en el ámbito de la propiedad intelectual, lo cual genera derechos de explotación por parte del diseñador y la cultura de origen, es decir, entre la relación tradición-mercado, la cual genera una gran controversia y polémica. De acuerdo con ello, el diseñador que emplea los diseños indígenas o estilos artísticos para sus creaciones estará encantado por el resultado de sus nuevas ideas fruto del intercambio cultural. Sin embargo, para el grupo indígena, la apropiación de su propiedad cultural puede resultar profundamente ofensiva. La indumentaria puede identificar fácilmente a sus usuarios dentro de una cultura, y en especial aquellos artículos que tienen un significado importante y profundo dentro de la misma. La vestimenta puede tener un potencial comunicativo ya que moviliza con gran variedad las cualidades de la materia: sustancia, forma, color, tactilidad, movimiento, rigidez, luminosidad, tal y como expresa el semiólogo francés Roland Barthes. Es por ello por lo que la apropiación cultural se ha entendido históricamente como una práctica aparentemente inocua. ROOT muestra esta situación dando el ejemplo de un hippie blanco de la generación de la contracultura, vestido con prendas de una gran variedad de grupos étnicos, aborígenes, afganos e indígenas latinoamericanos.
La complejidad del tema que estamos tratando se debe a la línea difusa que separa la apropiación de la apreciación. Se trata de una zona gris en la que la apreciación hace referencia a la inspiración permisiva y la apropiación a la toma de expresiones culturales tradicionales sin permiso, siendo esta inadmisible. La apreciación alude a la toma como referencia de la obra original adaptándola o modificándola siempre que se interprete con integridad y respeto. Sobre este asunto hay autores que consideran necesario el reconocimiento o la mención de la fuente original, para que no se considere apropiación indebida. Hay autores que distinguen entre apropiación positiva y apropiación negativa. La primera haría referencia a la apreciación ya mencionada, mientras que la segunda alude a la connotación que la sociedad tiene de la apropiación cultural, que es negativa. Esta última, como se ha venido diciendo, consiste en aprovecharse de la creatividad u originalidad de un tercero, en un ámbito cultural, obteniendo un beneficio mucho mayor que éste. Ahora con los problemas en los que se ha visto la industria tenemos que tener cuidado con todo lo que hacemos y presentamos al publico ya que por un solo detalle una marca puede caer por falta de tacto frente a una comunidad o individuo.