Bespén: recuerdos del pasado y una mirada al presente
junto a la carretera a Pertusa, se erige un pequeño monumento en el lugar donde fueron fusilados cinco vecinos de Bespén, dos de Laluenga y el párroco de Antillón, Julio Bescós Torres, que oficiaba misa en Bespén sustituyendo a Enrique Otal Siurana (párroco titular del pueblo que había fallecido el 17 de abril de 1936 a los 69 años de edad). Los edificios religiosos como la iglesia y las ermitas de la Virgen del Pilar y de la Virgen de la Sierra sufrieron el expolio, con la consiguiente pérdida de las obras artísticas. Finalizada la guerra civil española y una vez restablecida la normalidad en la vida de sus vecinos, Bespén siguió teniendo su propio Ayuntamiento hasta que en el año 1970 quedó incorporado al de Angüés a efectos administrativos y estadísticos municipales. El número de habitantes ha ido disminuyendo con el paso de los años; así, en 1950 contaba con 353 personas como población de hecho. Veinte años después tenía 209 habitantes y en el año 2004 son 61 los vecinos que residen de manera permanente. Adaptados a los nuevos hábitos de vida y ajustándose a las circunstancias económicas del momento, dan cierta vida al pueblo.
38