AMELANCHIER OVALIS Medicus Rosáceas Nombres populares en la comarca: corniera (Estadilla, Olvena), curnia (Estadilla) , curíia (Peralta de la Sal) y curñera (Alins del Monte). En otras comarcas: corniera (Palo, Sobrarbe), curniera (Villacarli , Ribagorza), griiiolera (Bailo, Jacetania; griiiuelos a los frutos), sanera (Agüero, Galligo ; griíiolés a los frutos), sena y senera (Adahuesca y Bárcabo, Somontano). Nombre castellano: guillomo. La «comiera» es un arbusto que echa muchas ramas de corteza rojiza, con hojas redondeadas, de borde aserrado y caedizas; florece al principio de la primavera, de manera muy vistosa, dando flores de pétalos blancos y vellosos, numerosos estambres y un cáliz con cinco sépalos persistentes en el fruto. Éste es redondeado y pequeño, azul oscuro en la madurez, y contiene varias semillas. Esta especie es abundante en peñas calizas, áreas de matorral y bosques claros del Prepirineo o Pirineo, y la hemos visto enraizando tenazmente en suelos muy agrestes y erosionados, donde pocas plantas pueden vivir, pero que ella coloniza porque nadie le hace sombra, pues es amante de atmósferas luminosas. Su temprana floración es un espectáculo en las laderas del Monrepós y los congostos de Guara o del Ventamillo. En nuestra comarca, sin embargo, no es frecuente, salvo en la sielTa de la Carrodilla. Hemos visto ejemplares aislados cerca de la Almunia de San Juan, en el monte de La Ortilla. Este arbusto es bastante conocido en todo el norte de la provincia, sobre todo porque con sus ramas se hacían escobas rústicas (todavía hoy hemos visto alguna) para balTer las calles y las eras durante la trilla. En los pueblos de las faldas meridionales de la Carrodilla también se ha usado para este menester, desde Olvena hasta Gabasa. En lo referente a sus usos medicinales, es una planta más de las apreciadas como «mermasangre», tomando el cocimiento de las hojas «para la sangre» en Olvena y, de modo general, en el Altoaragón (VILLAR, 1984), normalmente durante una novena en ayunas. Este cocimiento también aprovecha para las afecciones de los bronquios. Respecto a los frutos , no es que tengan mucha sustancia, pero su dulzor es muy agradable y suelen estar en sazón a final de julio o más tarde en el Pirineo, donde la «corniera» sube hasta los 2.000 m, por ejemplo en el valle del río Aguas Limpias, en Sallent de Gállego. En Palo dicen que a las abejas no les gusta libar de sus flores y, es más, que si se pone una vara de «senera» en una colmena, ya no van las abejas a ella. Antonio Castillón, un pastor de Fosau, pueblo abandonado en las faldas meridionales de la Peña Montañesa, que vive hoy en Monzón, nos cuenta que «cuando los chotos comen sus flores, que les gustan mucho, los embeta y no pueden orinar». La bibliografía consultada (FONT QUER, 1962) cOlTobora sus virtudes hipotensoras.
31