EDICIÓN


LA HISTORIA DE CADA DÍA...
SÁBADO 17 de mayo de 2025 Año 20 7183

SÁBADO 23 de marzo de 2024 Año 19 • No. 6833• Pachuca de Soto, Hidalgo México • $5.00 PESOS • SÍGUENOS EN: @diaplazajuarez • Diario Plaza Juárez • www.plazajuarez.mx •


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Suspenden autoría de foto "El terror de la guerra"
Los mexicas y sus grandes redes comerciales de obsidiana
¿La pregunta más importante de nuestra vida?
Se nos fue “Pepe” Mujica, sin duda uno de los líderes latinoamericanos más influyentes de todos los tiempos, porque tuvo algo que es raro no solo en los políticos de toda la historia sino en cada ser humano que ha pisado este plano existencial, él supo ser congruente. Y con ello, llevó el humanismo a su máxima expresión, una acción que han intentado imitar decenas de países, y sinceramente, no han podido llevarlo a cabo a cabalidad. Luis Ángel Martínez, nuestro columnista, le hace un sentido homenaje.
De igual manera, hablamos del éxito y las variadas formas en que los humanos podemos obtenerlo, pues el reportaje “¿La pregunta más importante de nuestra vida?”, plantea que hay dos tipos de personas: las que no se cuestionan nada y se dejan arrastrar por la inercia, y las que tienen el valor de hacer un alto en el camino para plantearse “preguntas incómodas”.
En otro interesante texto, un estudio revela que el comercio de obsidiana fue un elemento fundamental del Imperio mexica, pues indica un estudio que analiza artefactos de este material y sugiere la existencia de una economía sofisticada basada no solo en la conquista, sino también en activos intercambios a larga distancia, incluso con Estados rivales.
Y por último, pero no menos importante, en esta edición de La Ruleta, Alex Bravo nos deja una reflexión sobre el cambio y cómo ha influido en la historia humana.
Adalberto Peralta Sánchez EX DIRECTOR Y FUNDADOR
L.P. Javier E. Peralta Sánchez PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN Y DIRECTOR GENERAL
Martín Peralta Sánchez SUBDIRECTOR EDITORIAL
Vianey Tolentino Sánchez COORDINADORA DE DISEÑO • Oscar Raúl Pérez Cabrera JEFE DE INFORMACIÓN • Ángel Martín Trigueros González COORDINADOR DE EDICIÓN • Luis Antonio Monroy COORDINADOR DE DEPORTES • Ana Luisa Vega Hernández COORDINADORA DE MUNICIPIOS • Rubén Mendoza Bermúdez COORDINADOR DE BARANDILLA • Tania Peralta Zamora • COORDINADORA DE SHOW Y CULTURA • Néstor Ramírez Castro JEFE DE PRODUCCIÓN •
PLAZA JUÁREZ. “La Historia de Cada Día”, publicación diaria 17 de mayo de 2025. Año 20 Número 7183 • Editor Responsable Sr. Martín Peralta Sánchez • Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor 04-2021-110417520700-101 • Número de Certificado de Licitud de Contenido Número 11644 • Número de Certificado de Licitud de Título Número 14071. Otorgado por la comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación • Publicado y Distribuido por Comunicación Colectiva de Hidalgo S.A. de CV. *Domicilio de la Publicación: Calle Diamante 400 Fraccionamiento Colosio I. Pachuca, Hidalgo CP 42088 Teléfono 71 702 80
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‘Mujeres
Asesinas 3’ busca ser espejo de las violencias en México
14 Hasta siempre, Mujica
Suspenden autoría de foto
“El terror de la guerra”
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Pasatiempo
Los mexicas y sus grandes redes comerciales de obsidiana
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LA RULETA: El caos, el desorden y el cambio
RELATOS DE VIDA: Por una perra
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¿La pregunta más importante de nuestra vida?
AGENCIA EFE I
La violencia obstétrica o vicaria, el acoso en las calles y en el trabajo, la discriminación y el feminicidio son algunas de las amenazas que sufren todos los días las mujeres mexicanas, una realidad que representan las protagonistas de la serie de la plataforma de streaming ViX, ‘Mujeres Asesinas 3’.
“Este proyecto busca ser un espejo para la sociedad y las nuevas generaciones que, si bien no han vivido muchas cosas, pueden evitar mucho sufrimiento con la experiencia ajena y abrir estos diálogos en los hogares”, explica la actriz Angelique Boyer sobre el serial estrenado este viernes.
En esta tercera temporada, de la adaptación de la serie argentina con el mismo nombre, se cuentan ocho historias (una por cada capítulo) de mujeres mexicanas que, tras defenderse y matar a sus agresores y abusadores, cumplieron condenas de 30 a 50 años.
“El Gobierno (de México) se tiene que encargar de cambiar leyes, de darnos dignidad. Las mujeres pagan condenas muy largas y en muchos de los casos por defenderse, por llegar al límite. Más bien, debemos cuestionarnos qué las hizo llegar a ese punto”, expresa la también intérprete venezolana, Scarlet Gruber.
Según datos de 2024 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), siete de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia en México y muchas de las que no están incluidas en el conteo no pudieron o tuvieron la posibilidad de denunciar.
“Lo más importante es alzar la voz, es algo que siempre nos dicen. Alza la voz.
Pero cuando lo hacemos nos ignoran, no nos creen, nos juzgan. Vamos a la fiscalía y no nos hacen caso”, sentencia Azul Guaita, la actriz más joven de la producción con 23 años.
Cassandra Sánchez Navarro interpreta a Adriana, una mujer que mató a su marido tras recibir palizas diarias y sentir que la vida de sus hijos corría peligro. Fue condenada a 34 años de prisión y todavía sigue encerrada.
“El gobierno o la sociedad no ha tomado responsabilidad con las personas que hicieron algo como una violación o una violencia intrafamiliar. Las consecuencias son tan bajas que por eso lo siguen haciendo. Si fuera tan alta como lo que te pasa a ti cuando alguien viola tu emoción, tu cuerpo, tu psicología, habría mucha menos violencia”, desarrolla Cassandra Sánchez.
La impunidad en el país es de casi el 95 por ciento en todos sus delitos, según el centro de análisis ‘México Evalúa’, hecho que permite que muchos delincuentes queden libres.
Para Mar Sordo, la única manera de “lograr que la mujer avance” y atajar esta problemática es llegando a las más altas esferas del poder.
“Lo ideal sería llegar al sistema, a esas instituciones grandes que pueden realmente hacer un cambio en la vida de estos grupos que son más vulnerables. Se necesita mucha ayuda”, comenta.
Frecuentemente cuando una mujer es violentada o comete un asesinato no solo ella sufre y asume las “consecuencias”, sino también “sus familias y los hijos” de manera directa o indirecta, según explica la actriz y modelo cubana, Yare Santana.
LUIS ÁNGEL MARTÍNEZ I
El martes 13 de mayo de 2025, tras largas y difíciles semanas de lucha, el expresidente uruguayo José Alberto Mujica, falleció. Las calles de Uruguay y el mundo guardan luto por su partida. Los viejos y jóvenes despiden con sentimiento a quien por mucho tiempo se le conoció como “el presidente más humilde”. Para muchos un fraude, pero para varios un personaje ejemplar.
Para América Latina es una figura inaudita que marca para siempre a la región. Imprime un antes y un después dentro de su país, pero también genera una alternativa novedosa para el continente y el mundo. Es correcta la afirmación de Javier Peralta al inquirir que “no hay un personaje que se acerque a José Mujica”. La historia de su movimiento es compleja y una escalada completa. Inició su actividad política desde las guerrillas, vivió como rehén bajo la opresión; su país enfrentó una cruenta dictadura en la que se posicionó en la resistencia y la lucha. Más tarde, tras fuertes batallas, se encontró en las urnas y se volvería el presidente de aquella nación del 2010 al 2015. Su legado es bien aplaudido por las causas económicas, sociales y progresistas a las que atendió. Son bien recibidas sus enseñanzas a favor del humanismo. En su país han sido celebradas medidas como la legalización del aborto, reformas educativas, la inclusión social y el desarrollo económico, el uso de energías renovables, el matrimonio igualitario, entre otras victorias para la ciudadanía uruguaya.
Existen temas polémicos, avances limitados, como fue el caso de las críticas a las reformas educativas y los pocos avances percibidos, los problemas de delincuencia y los resultados positivos por la falta de diversificación de su economía. No hay mucho que decir sobre Pepe Mujica, no porque haya pocas cosas, sino porque ya se ha dicho mucho, fue uno de los pocos hombres que se enfrentó a la realidad y predicó con su ejemplo. No utilizó las causas populares, la política y el poder como un mero aprovechamiento codicioso para él y sus pares. La imagen humilde de Mujica no solo fue un acto especular, dentro de sus prácticas, además de la humildad, mantuvo una idea de gobierno austero y le dio una sacudida estructural a las formas y mañas de trabajar del gobierno. Rescatando su sobriedad, consideró que no cambió en nada al mundo, que su paso sobre su país y el continente fue intransigente, pero de manera optimista fue capaz de agradecer, no la meta, sino el camino, los compañeros de lucha forjados, los pequeños avances y la calidez inigualable de crear el nosotros. Su muerte pone al presente en una posición complicada, bajo el arduo momento que vive el mundo, la figura de Mujica escribe el término de una etapa en la historia. No implica esto que su figura represente un pasado, algo añejo, pero es evidente que nos enfrentamos a una época distinta, la segunda década del milenio inició con el recordatorio tajante de los servicios de salud, la pandemia nos dejó de frente un escenario intrépido y demostró la urgencia de dejar de olvidar la salud universal; esta primera mitad de década ha dejado en claro el problema fehaciente de la depredación geopolítica con el alza bélica que sufren Palestina y Ucrania. Las recesiones mundiales dejan claro que se subestima la pandemia. Pero en especial en esto revela una falla o, mejor dicho, un límite de la forma en que se ha manejado esta ola sociopolítica.
El psicoanalista Jaques Lacan retomó las implicaciones de un concepto matemático poco tradicional, este es el de la cinta de Moebius. Un concepto muy central en sus explicaciones de lo inconsciente y como se construye cada ser humano. Pero que acá tiene una forma muy similar de
• OPINIÓN
ejemplificar el límite de este modelo latinoamericano. Una cinta de Moebius se forma cuando tomamos una tira de papel y giramos solo uno de los extremos hasta ponerlo de cabeza y conectarlo con el otro extremo. Se forma una especie de nudo curioso con interesantes implicaciones. Esta superficie se caracteriza por no tener ni interior ni exterior, a pesar de ser una cinta, si una hormiga caminara en ella llegaría al mismo lugar, pero pasaría por el exterior y el interior a la par que no pasa por ninguno. Esta cinta explica bien que hay elementos tan fusionados al punto que se hace absurdo hablar de sus compuestos. Para el psicoanálisis esta idea explica qué nos construye como personas, ¿el individuo o su sociedad? No podemos poner esta cinta en un microscopio ni revelar con técnicas de tintura dónde empieza uno y dónde el otro. No podemos modificar los elementos más estructurales y básicos de lo que nos hace tal y como somos. Sin embargo, las estructuras sociales más grandes claro que se pueden modificar.
Las administraciones de izquierda de América Latina no son el viejo fantasma del comunismo como se intenta hacer ver. Estos modelos económicos en realidad son socialdemocracia, es una cinta moebiana que juega riesgosamente con el estado de bienestar y la vorágine capitalista. Pepe Mujica fue un presidente honroso al llevar esa peligrosa fórmula con el mejor de los éxitos. A diferencia de las “izquierdas” de otras naciones, se centró en la honestidad. A comparación de otros, eligió no ser parte del vicio de “servirse con la izquierda y cobrarse con la derecha”. ¿México requiere a un presidente como Mujica? Bueno, sería interesante ver esa pregunta desde la idiosincrasia del mismo. En alguna ocasión, después de que el exmandatario le diera unos cuantos billetes a un ciudadano en condiciones difíciles, este le pidió que fuera presidente toda la vida. A lo cual Mujica, desde su icónica simpatía, solo dijo “no, no… pasa el sombrero” y entre las risas se demostró que Mujica no buscó en ningún momento una exaltación de su figura como líder social. Seguro que Mujica no quería un Mujica para México, para Argentina, Brasil, etcétera.
La idea de Mujica siempre fue la de superar lo anterior, no hace falta un Mujica mexicano, sino alguien mejor, superar la imagen de Mujica, tal vez retomar sus ideas y sus formas, pero nunca quedarse conformes solo con emular su imagen. Mujica confío en las personas hasta su último momento y se ha vuelto indiscutible su imagen como coloso de la izquierda latinoamericana. Si bien su desempeño se fue manteniendo a flote —aún en las contradicciones de un plan económico donde convive un estado asistencialista y la producción de ganancias a costa de malbaratar la vida humana—, la fórmula socialdemócrata es delicada como una bomba, pues a suficientes países los ha llevado a la dicha absoluta y a otros al pozo de la recesión.
Por ello es que ahora en un mundo que, tras una pausa, se reescribe al lado del capital y el autoritarismo, es necesario pensar en opciones que superen las alternativas anteriores. El progresismo latinoamericano ha sido un gran comienzo, pero viene siendo hora de cuestionar algo que Mujica solo criticó moderadamente: la propiedad. Las propiedades grandes, no la segunda casa de una persona o la pequeña tienda de abarrotes local. En el país ya hay poderosos que explotan a la gente y destruyen al ecosistema de manera abismal. Hay que cuestionar a esos sujetos que se creen minúsculos propietarios y sienten que se les quita la comida de la boca cada que se les recuerda pagar sus impuestos. Pues no dan trabajo, en realidad son quienes malbaratan puestos y obligan a su competencia a hacer lo mismo para salir del juego.
El comercio de obsidiana fue un elemento fundamental del Imperio mexica (azteca), indica un estudio que analiza artefactos de este material y sugiere la existencia de una economía sofisticada basada no solo en la conquista, sino también en activos intercambios a larga distancia, incluso con Estados rivales.
El estudio —que publica Pnas, se enmarca en el Proyecto Templo Mayor y lo encabeza la Universidad de Tulane (EE. UU.)— arroja nueva luz sobre las redes económicas, los rituales y la influencia política del Imperio mexica.
Los investigadores analizaron 788 artefactos de obsidiana de entre 1375 y 1520 d.C. excavados en el Templo Mayor de Tenochtitlan, núcleo del Imperio mexica situado en la actual Ciudad de México.
La obsidiana, un vidrio volcánico utilizado para herramientas y objetos ceremoniales, fue una de las materias primas más importantes en la época precolombina que, según los investigadores, se desplazaba por la antigua Mesoamérica.
A pesar de que los términos azteca y mexica se usan en ocasiones como sinónimos, no son lo mismo, ya que estos últimos se habrían separado de los primeros para establecerse y crear Tenochtitlan.
Los arqueólogos descubrieron que aunque los mexicas utilizaban principalmente obsidiana verde procedente de la Sierra de Pachuca, también la compraban de al menos otros siete lugares, incluidas regiones más allá de sus fronteras políticas, como Ucareo, en el territorio purépecha, al oeste de México.
“Los mexicas preferían la obsidiana verde, pero la gran diversidad de tipos usados, principalmente en los artefactos no rituales, sugiere que las herramientas de ese material procedían de fuentes que llegaban a la capital del imperio a través del mercado”, destacó Diego Matadamas-Gomora, de la Universidad de Tulane y primer firmante del artículo.
El análisis demostró que casi el 90 por ciento de los artefactos de obsidiana de la muestra estaban hechos con la procedente de la Sierra de Pachuca, en especial los objetos ceremoniales como armas en miniatura, joyas e incrustaciones de esculturas.
Una porción menor, pero significativa, procedía de lugares como Otumba, Tulancingo, Ucareo y El Paraíso, algunos de los cuales se encontraban fuera del control del Imperio mexica.
Estos materiales se usaban más para la producción de herramientas y el relleno de la construcción, lo que indica que estaban disponibles para la población en general a través de los mercados locales en lugar de estar estrictamente controlados por el Estado, según Diego Matadamas-Gomora, de la Universidad de Tulane y uno de los firmantes del artículo.
El estudio también analizó la evolución del uso de la obsidiana a lo largo del tiempo, desde las primeras fases de la ciudad, en torno a 1375 d.C., hasta su caída en 1520 d.C.
Durante las primeras fases del imperio, apareció una mayor diversidad de fuentes de obsidiana, tanto en objetos rituales como cotidianos.
Una vez consolidado el poder de los mexicas, hacia 1430 d.C., la obsidiana para fines rituales pasó a proceder casi exclusivamente de la Sierra de Pachuca, lo que sugiere una creciente estandarización religiosa y un control centralizado.
“Este tipo de análisis composicional nos permite rastrear cómo la expansión imperial, las alianzas políticas y las redes comerciales evolucionaron a lo largo del tiempo”, dijo Matadamas-Gomora.
Los autores utilizaron la fluorescencia de rayos X para analizar la composición geoquímica de los artefactos, que incluían objetos rituales y fragmentos de hojas prismáticas y lascas probablemente utilizadas para actividades no rituales.
ALEX BRAVO TERAPEUTA-EXISTENCIAL
Se estima que los primeros grupos humanos que emprendieron un movimiento por el mundo usando solo sus dos pies, tienen unos 100 mil años de antigüedad. Estos primeros seres se enfrentaron al caos, al desorden y al cambio. Lo hicieron impulsados por su curiosidad y eran nutridos por todo un campo de posibilidades que les permitía acceder a su entorno. Las estrellas les iluminaban de noche y en el día el sol guiaba su camino.
Pero luego los años pasaron, se descubrió el cultivo y la domesticación de los animales, fue así que se creó la civilización. El ser humano ya no tuvo que salir de su entorno seguro, solo tuvo que mantenerse dentro de su grupo social detrás de unas murallas y lo que pertenecía a uno, le pertenecía a todos. Si alguien se metía con uno, se metían con todos. Si alguno enfermaba, todos estaban enfermos. Esto permitió la seguridad, así que ya no había necesidad de salir y ver lo que había más allá de sus fronteras. Los misterios del mundo dejaron de ser explorados. La intuición y el uso de los sentidos para guiarse fueron olvidados.
Con el tiempo se implementó la propiedad. Se dejó de ser uno para todos y se comenzó a ser uno para sí mismo. Si antes la ciudad era accesible porque todos eran hermanos e hijos de las misma madre o padre, se dejó de serlo para que cada uno comenzará a ser dueño de un pedazo de tierra y si alguien se metía a su territorio sin permiso, tenía el derecho de aniquilarlo. El ser humano, de recorrer los rincones del mundo, quedó orillado en un pedazo de su propio mundo.
A esa propiedad le llamamos casa y es el espacio que se emplea para descansar y estar en familia. El espacio que se supone es único y propio. Pero que a su vez, se ha convertido en un espacio frecuente y cotidiano. Peor aún, es el espacio-tiempo en donde menos pasamos nuestras vidas, porque en su mayoría se
pasará en un aula o en un área de trabajo.
Ahora, ¿la vida es solo trabajar? A veces creo que sí. La gente pasa mucho tiempo de su vida encerrada en una oficina. Pasa horas y horas de su tiempo, dedicado al tiempo que otros le pagan para servir por un oficio o un desempeño laboral. Y es que se invierte ¡tanto tiempo!, que al final del día, uno puede sentir que no le alcanza el tiempo.
“La vida es trabajo y rendimiento” dice Byung-Chul Han, de tal forma que la persona que no hace algo, se le tachará de flojo, se le dirá mediocre o se le verá como un conformista. Algo común en los estudiantes o jóvenes, quienes son etiquetados con estos términos.
Sin embargo, cuando uno termina sus estudios y se integra a su primer trabajo, firma un contrato, que en realidad parece una sentencia a largo plazo. Se estima que el tiempo para jubilarse es entre los 60 años para mujeres y los 65 para hombres. Ya sea una o la otra, se pide que se cumplan como mínimo 30 años de servicio. Solo así y solo así, la sentencia firmada por ese contrato se termina.
Mientras tanto, en todo ese tiempo sin darse cuenta se entrega la juventud, se invierten los mejores años, se da la energía vital a otros y quizás incluso sin darse cuenta, el cuerpo humano se encuentra en su mejor capacidad física y se le deja pasar. Lejos de ponerlo en movimiento, uno se la pasa sentado en una oficina, detrás de un monitor, con la mirada pérdida, esperando a que sea su hora de salida. Y cuando por fin sale, siente que el tiempo libre no le alcanza, porque tiene que volver a encerrarse al día siguiente en su propia celda ¿por qué lo hacen? ¿En dónde quedó ese ser que caminaba decenas de kilómetros para explorar el mundo? Tal vez está olvidado, perdido de sí mismo, porque prefiere seguir siendo una rutina. El caos, el desorden y el cambio, le asusta.
Corría de un lado a otro como era su costumbre, era el ritual matutino, buscar la comida que sobró del día anterior que se encontraba en su plato, dio unos lengüetazos al traste con agua, se estiró en el piso y buscó el primer objetivo.
Eran los juegos del día, para pasar el rato, cansarse, y después reposar tirado sobre el piso bajo el calor del sol, para nuevamente corretear a los canes que habitaban en el mismo espacio que él.
Valiente tiene una actitud amigable, pero protectora cuando presiente que algo no anda bien o que un desconocido se acerca, y lo más peligroso que ha hecho es correr a un lado de los carros para intentar morder las llantas.
Es un día parecido a los demás, sin sorpresas, salvo la ansiedad por tomar a la hembra de la jauría que estaba en “calor”, y alborota a todos los machos que la rodean y que parece hacen fila para tomarla.
El tradicional juego de corretear a sus amigos perros, se había convertido en la competencia de derrocar al más débil para quedarse con la hembra, que cada tantos meses presenta esas condiciones hormonales y esparce su olor por todo el patio.
La lucha fue constante e incansable, porque en ningún momento pudo acercarse a la hembra, y ante la frustración salió corriendo hacia la calle cuando vio la puerta
ANA LUISA VEGA
abierta de par en par.
Recorrió unas cuántas cuadras y regresó a casa, pero la ansiedad no calmó, e intentó dar vueltas en el mismo lugar hasta que nuevamente la puerta estuviera abierta, pero el tiempo pasaba y eso no sucedía.
En eso pasó un niño corriendo y al rozar a Valiente reaccionó mordiendo su mano, el pequeño gritó y la madre que estaba metros atrás le dio alcance para patear al can y defender el menor.
Ante el primer golpe, Valiente bajó la mirada y se sentó a esperar, sabía que había hecho mal, pero sintió calma al desquitar el coraje que cargaba por no haber podido tomar a la hembra.
La mamá del niño tocó el timbre de la vivienda, la dueña del perro salió al llamado y escuchó el reclamó de la mujer que estaba angustiada por las curaciones de su hijo, y por el cuadro de vacunación del perro frustrado.
La ama de Valiente entró a la casa para mostrar la cartilla de vacunación y aseguró que la atención médica del niño sería cubierta en su totalidad, además de que estaría pendiente del estado de salud del pequeño.
Ya al interior de la casa, la dueña del perro lo regañó como si fuera uno de sus hijos, y después lo encadenó, en señal de cadena perpetua, Valiente no volvió a jugar, ni a correr, ni a salir a la calle, y todo por la perra de la jauría.
Hay una frase del libro ‘La semana laboral de 4 horas’, del empresario e inversionista estadounidense Tim Ferriss, que cita a menudo Francesc Miralles, un especialista de referencia en el campo del desarrollo personal: “el éxito de una persona en la vida se mide por la cantidad de conversaciones incómodas que está dispuesta a mantener”.
Ferriss se refiere a las reuniones en el ámbito de los negocios, pero Miralles también aplica esta máxima a las conversaciones que tenemos con nosotros mismos, y a las preguntas que nos planteamos en esas conversaciones.
Miralles es especialista en transformación y desarrollo personal, ámbito en el que se desempeña como conferencista, creador de tendencias y autor de libros que han tenido éxito internacional.
Su ensayo ‘Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz’, coescrito con Héctor García, ha sido traducido a 67 lenguas y ocupó el puesto número uno en las listas de libros más vendidos en países anglosajones y en la India.
Para Miralles, “existen dos tipos de personas: las que no se cuestionan nada y se dejan arrastrar por la inercia, y las que tienen el valor de hacer un alto en el camino para plantearse ‘preguntas incómodas’”.
Señala que podemos formularnos muchas preguntas importantes para nuestra existencia, como: ¿Quién soy yo?, ¿existe un destino?, ¿cómo puedo afrontar la pérdida?, ¿por qué me siento tan solo?, ¿se puede vivir sin sufrir?, ¿cómo superar el miedo a la vejez y la muerte?, ¿dónde puedo encontrar el verdadero amor?, ¿y si al final no hay nada…?
Entre todas esas preguntas, algunas de las cuales Miralles expone y analiza en su libro ‘20 preguntas existenciales cuyas respuestas pueden cambiar tu vida’, hay un interrogante especialmente incómodo y a la vez crucial, que podemos plantearnos y es: ¿Cómo encontrar el propósito de la vida?
‘IKIGAI’ JAPONÉS, NUESTRA RAZÓN DE SER Y VIVIR
Este autor descubrió su propio propósito en la vida, el de “ayudar a los demás a encontrar su propósito”, al efectuar la investigación para el que sería uno de sus libros más reconocidos, referido al ‘ikigai’ (‘razón de ser’ o ‘razón para vivir’, en japonés) y co-escrito con Héctor García, un ingeniero que vivía en Japón y es especialista en la divulgación de la cultura japonesa.
Para este libro ambos entrevistaron a muchos ancianos que vivían en el pueblecito rural Ōgimi, en el norte de Okinawa (Japón), conocido como ‘la aldea de los centenarios’ debido a la elevada proporción de personas de esas edades que allí vivían. Les preguntaron cómo conseguían vivir tantos años.
Así descubrieron que uno de los secretos de la longevidad de los habitantes de Ōgimi, es el ‘Ikigai’, que García explicó del siguiente modo: “según los japoneses, todo el mundo tiene un ‘ikigai’, lo que un filósofo francés traduciría como ‘raison d’être’ (razón de ser). Algunos lo han encontrado y son conscientes de su ‘ikigai’, otros lo llevan dentro pero todavía lo están buscando”.
“El ‘ikigai’ está escondido en nuestro interior y requiere una exploración paciente para llegar a lo más profundo de nuestro ser y encontrarlo. Según los naturales de Okinawa, la isla con mayor índice de centenarios del mundo, el ‘ikigai’ es la razón por la que nos levantamos por la mañana”, según García.
En la aldea de los centenarios, Miralles y García descubrieron que, además de sus hábitos saludables y de cultivar fuertes vínculos de amistad, el propósito vital era un aspecto clave de su longevidad.
Además de recoger el testimonio de los ancianos, su investigación los llevó a conocer el trabajo de Shoma Morita, un japonés contemporáneo de Sigmund Freud, que ya usaba el concepto del propósito en sus terapias con pacientes, algunos con graves trastornos mentales.
Este terapeuta, desconocido en Occidente, proponía: “Ríndete a ti mismo. Empieza a actuar ahora, seas neurótico, imperfecto, procastinador, malsano, holgazán, o cualquier otra etiqueta que te hayas puesto injustamente para describirte. Ve adelante y sé la mejor persona imperfecta que puedas ser, y empieza a llevar a cabo todas esas cosas que quieres hacer antes de morir”.
“El propósito vital constituye el centro de las tres reglas de Shoma Morita para el buen vivir”, que Miralles enumera y comenta a renglón seguido.
1. Acepta tus sentimientos.
“Oponerse a determinadas emociones solo sirve para reforzarlas y acabar sometidos a ellas. El autoconocimiento es un paso preliminar para conectar con el ‘ikigai’, y eso incluye observar –sin rechazar ni retener– cualquier cosa que sintamos con neutralidad”, señala.
2. Descubre tu propósito.
“Muchas veces no podemos controlar los acontecimientos externos, pero siempre podemos decidir cómo reaccionar ante ellos. Si tenemos una misión o tarea vital, encontraremos la manera de seguir adelante, más allá de las circunstancias. Según Morita, el mantra que deberíamos aplicarnos en todo momento es la pregunta: ¿Qué es necesario que haga ahora?”, puntualiza.
3. Haz lo que hay que hacer.
“La proactividad es un martillo capaz de derribar cualquier muro, también el del dolor. En lugar de perdernos en ideas repetidas e improductivas, si pasamos del pensamiento a la acción, el panorama mejora de repente”, según Miralles.
“En mi caso, si estoy durmiendo mal o me desvelo porque tengo algo pendiente que entregar, como un artículo, me levanto, me pongo a escribirlo y mi ansiedad baja de repente”, añade.
¿Y SI NO SABES QUÉ QUIERES HACER CON TU VIDA?
En los talleres y conferencias que ha impartido en los últimos años, Miralles ha escuchado los ‘ikigais’ más diversos: desde aprender idioma islandés hasta ‘rescatar gatitos de la calle’, tal como lo definió una joven mexicana.
“Si desconoces cuál es tu ‘ikigais’, no dejes que cunda el pánico: ni siquiera necesitas que ese propósito vital sea permanente. En un momento de tu existencia, tu pasión puede estar en un campo determinado y, tras agotarlo o dar todo lo que tenías, virar hacia una nueva pasión”, enfatiza.
Como decía Viktor Frankl, autor del libro ‘El hombre en busca de sentido’ y creador de la terapia de la búsqueda de sentido (logoterapia) “en realidad, siempre tenemos un propósito, aunque sea tratar de descubrir cuál es ese propósito a través de la prueba y el error, del mismo modo que avanza la ciencia”, destaca.
“Por lo tanto, si no tienes claro aún cuál es tu ‘ikigai’, sigue adelante con actitud de explorador. A menudo el propósito de la vida se desvela viviendo”, concluye Miralles.
AGENCIA EFE I
La organización que concede los premios de fotoperiodismo World Press Photo anunció este viernes que “suspende” la atribución de la autoría al fotógrafo vietnamita de Associated Press (AP) Nick Út, de la célebre instantánea “El terror de la guerra” (The Terror of War) tomada en Vietnam en 1972 y galardonada en 1973.
Además del World Press Photo, Út también recibió el Premio Pulitzer por la icónica captura que refleja el horror de un conflicto bélico que duró de 1955 a 1975 y que dejó entre dos y tres millones de muertos, en su mayoría vietnamitas pero también víctimas provenientes de Estados Unidos, Corea del Sur, Camboya, Australia y Tailandia.
En la instantánea se aprecia en el centro a una niña desnuda, Phan Thi Kim Phúc, que corre llorando con quemaduras en el cuerpo y rodeada de otros cuatro niños cerca de la localidad de Trang Bang.
Todos intentan escapar de un escenario apocalíptico con varios soldados y un telón de humo negro como fondo tras un bombardeo de aviones sudvietnamitas que por error lanzaron napalm sobre sus propias tropas y sobre civiles.
“Sin embargo, esta atribución ha sido ahora seriamente cuestionada”, señala en un comunicado la organización del certamen fotográfico a propósito de la imagen capturada el 08 de junio de 1972.
Las dudas surgen casi 53 años después, a partir del reciente documental “The Stringer”, producido por The VII Foundation, dirigido por Bao Nguyen y presentado en el Festival de Cine de Sundance el pasado enero, que sostiene que Nick Út no es el autor de la fotografía.
El documental señala que el entonces editor de foto de AP en Saigón, Carl Robinson, mintió y modificó el pie de foto por orden del entonces director Horst Faas.
“Esto ha llevado a una profunda reflexión dentro de World Press Photo y a una investigación posterior, realizada entre enero y mayo de 2025, en torno a la autoría de la imagen”, indica la organización.
Los resultados de esas pesquisas, basadas en la ubicación, la distancia y la cámara utilizada ese día “sugiere que los fotógrafos Nguyen Thành Nghe o Huynh Công Phúc podrían haber estado mejor posicionados para tomar la fotografía, en lugar de Nick Út”.
“Por tanto, hemos suspendido desde hoy la atribución de la fotografía ‘El terror de la guerra’ a Nick Út”, agrega el comunicado, que subraya que “la autenticidad de
la fotografía no está en disputa, y el premio World Press Photo otorgado por esta imagen significativa de un momento clave del siglo XX sigue siendo un hecho”.
Solamente la autoría de la instantánea “se encuentra suspendida y en revisión”, agrega la directora ejecutiva de World Press Photo.
La agencia AP, sin embargo, seguirá atribuyéndole la fotografía.
“Con total transparencia, hoy compartimos los resultados de nuestro análisis. Es importante subrayar que la fotografía en sí no está en cuestión, y que representa sin duda un momento real de la historia que sigue teniendo eco en Vietnam, en Estados Unidos y en todo el mundo”, declaró la directora ejecutiva de World Press Photo, Joumana El Zein Khoury.
La organización del concurso de fotoperiodismo agrega que “se trata de una historia aún controvertida, y es posible que nunca se confirme de forma definitiva quién fue su autor”, por lo que “la suspensión de la atribución de autoría permanecerá vigente salvo que se demuestre lo contrario”.
En un artículo anexo al comunicado de prensa, El Zein Khoury agrega que los procedimientos de World Press Photo, que analizan “miles de fotografías” cada año, incluyen “protocolos para revaluar trabajos premiados cuando surgen nuevas pruebas o dudas significativas”.
“El documental, respaldado por un análisis visual del grupo de investigación INDEX, con sede en París, pone en duda la atribución tradicional a Nick Út y presenta pruebas contundentes que apuntan a que la fotografía podría haber sido tomada por Nguyen Thành Nghe, un colaborador vietnamita de AP”, explica.
La niña que protagoniza la foto, Thi Kim Phúc, a quien Nick Út llevó al hospital y permaneció catorce meses ingresada, pero sobrevivió, se sometió a diversas operaciones y tratamientos a lo largo de su vida, se exilió en Canadá y actualmente tiene 62 años y es embajadora de la paz de la UNESCO y activista contra la guerra.
El fotógrafo Nick Út, cuyos abogados intentaron impedir la difusión del controvertido documental que le señala, empezó a trabajar para AP a los 15 años, después de que su hermano mayor, también fotoperiodista de esa agencia, falleciera en la guerra de Vietnam.
El reportero gráfico resultó herido en la caída de Saigón en 1975, se trasladó a Tokio y dos años más tarde a Los Ángeles (Estados Unidos), donde siguió trabajando para AP hasta que se retiró en 2017.
Actualmente tiene 74 años, con nacionalidad estadounidense y vietnamita. En 2021 fue galardonado con la Medalla Nacional de las Artes de Estados Unidos por su trabajo en la guerra de Vietnam.
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