Salud y tecnología
I
nvestigadores de la Universidad de Tel Aviv han producido un corazón vivo que palpita utilizando tejido humano y una impresora 3D, en un avance que abre vías hacia los trasplantes del futuro, informó el centro de estudios. “Es la primera vez que se hace un corazón con una impresora 3D con tejido humano de un paciente”, explicó a Efe el director de la investigación, profesor Tal Dvir. El corazón “está completo, vivo y palpita” y ha sido hecho con “células y biomateriales que vienen del propio paciente. Tomamos una pequeña biopsia de tejido graso del paciente, quitamos todas las células y las separamos del colágeno y otros biomateriales, las reprogramamos para que sean células madre y luego las diferenciamos para que sean células cardiacas y células de vasos sanguíneos”, añade el investigador. Después, se procesan los biomateriales “para convertirlos en bio-tinta, que permitirá imprimir con las células”. El producto resultante, un
Un corazón impreso en 3D >Fue realizado con "células y biomateriales que vienen del propio paciente. Mide unos tres centímetros. Las células se pueden contraer, pero el corazón completo no bombea.
>El avance que abre vías hacia los trasplantes del futuro.
corazón de unos 3 centímetros, equivalente al tamaño del de una rata o un conejo, “todavía es muy básico”, señala el profesor, para quién “el próximo paso es madurar
este corazón de modo que pueda bombear”. Por el momento, “las células se pueden contraer, pero el corazón completo no bombea. Necesitamos desa-
La tecnología se presenta como aliada de la salud M
ejorar la salud de las personas es el reto más importante que todos los días tiene la Medicina. Si bien la esperanza de vida se ha incrementado, las condiciones de esta han decrecido en cuanto a calidad, y algunas enfermedades como el estrés o el sobrepeso en los países desarrollados, o la malnutrición y la muerte prematura en los países menos desarrollados, suponen los nuevos panoramas a mejorar por parte de la comunidad médica a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) busca la oportunidad de captar la atención del mundo sobre los ejes de trabajo más importantes en lo que es la salud pública y para eso es clave la conmemoración del Día Mundial de la Salud que se celebra todos los 7 de abril, desde 1950. Y en este marco, desde el organismo confían en la tecnología para hacer frente a los diferentes desafíos que se plantean en el área. Los datos forman parte del día a día de las personas y constantemente se están registrando para elaborar tendencias, graficar mejoras y planificar nuevas estrategias a futuro. El conjunto de estos, conocido como Big Data, puede ser clave para la organización interna de los sistemas nacionales de salud. Contar con la Big Data como herramienta para los profesionales supone una gran oportunidad para instituciones y organismos, tanto públicos como privados. “En la Argentina hay mucho camino por recorrer en lo que es el uso de Big Data en la salud, por lo que empezamos a desarrollar nuestro proyecto justamente para transformar la salud. La idea es que tanto los médicos como los pacientes puedan gestionar la atención, los turnos y los
tratamientos desde una plataforma digital, y así ir agilizando un sistema que desde hace tiempo necesita una adecuación al ritmo actual”, explicó Mathias Sielecki, CEO y Fundador de DrApp. Al igual que el año pasado, el eje de la campaña mundial para este 2019 tiene que ver con la concientización para un ingreso equitativo a la salud para todas las personas. En este sentido, la tecnología puede ser uno de los elementos claves para este proceso de igual acceso para todos, ya que cada vez más gente puede utilizar dispositivos móviles. “Obviamente que falta mucho para lograr que todos accedan por igual a los diferentes sistemas de salud, por diferentes obstáculos políticos, económicos y sociales; pero lo importante es que cada vez más se van asentando las bases para que en el futuro los temas sanitarios dejen de ser una problemática debido a la deficiente cobertura en los sectores más postergados”, subrayó Sielecki.
Diferentes formas de analizar la información
Además de lo revolucionario que puede ser el manejo de datos para determinar tratamientos o diagnósticos, la tecnología permite que haya diferentes formas de analizar la información disponible para descubrir qué pacientes tienen, o no, una atención adecuada y conocer cuál será el mejor tratamiento para los mismos; realizar el seguimiento de la rehabilitación de los pacientes que hayan sufrido lesiones o enfermedades degenerativas; o el uso de Inteligencia Artificial para paliar la escasez de médicos, como viene ocurriendo en China.<
rrollarlo más” para lograr un órgano que pueda trasplantarse a un ser humano, considera Dvir. “El próximo reto es madurar estas células y ayu-
darlas a que se comuniquen entre ellas, de forma que se contraigan juntas. Hay que enseñar a las células a comportarse adecuadamente. Y después tendremos otro reto,
lograr desarrollar un corazon más grande, con más células. Tenemos que descubrir cómo crear suficientes células para producir un corazón humano”, reflexionó. Dvir tiene la esperanza de que “en diez o quince años tengamos impresoras 3D en hospitales, que provean de tejido para los pacientes. Quizás, corazones”. El estudio, que se publica en la revista internacional Advanced Science, “pavimenta el camino hacia la medicina del futuro, en la que los pacientes no tendrán que esperar a un trasplante o tomar medicación para evitar su rechazo. Los órganos que se necesiten serán impresos, totalmente personalizados para cada paciente”, asegura la universidad. El profesor Dvir trabaja en el Laboratorio para Ingeniería del Tejido y Medicina Regenerativa, en la Facultad de Ciencias Vivas George S.Wise, de la Universidad de Tel Aviv, donde investiga, entre otros, estrategias de nanotecnología para la ingeniería de tejido cardiaco grueso y la fabricación de tejidos híbridos.<