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Mujeres Médicas del Sanatorio Nosti:

CONOCÉ AL EQUIPO DE CLÍNICA MÉDICA DEL SANATORIO NOSTI, CONFORMADO POR CUATRO MÉDICAS. SU COMPROMISO Y LIDERAZGO SON UN MODELO A SEGUIR PARA LAS MUJERES EN LA MEDICINA, Y SU LABOR DIARIA INSPIRA A LAS NUEVAS GENERACIONES A SEGUIR SUS PASOS EN ESTA NOBLE PROFESIÓN.

La mujer médica desempeñó un papel fundamental en el campo de la medicina durante décadas. A pesar de enfrentar desafíos en un campo históricamente dominado por hombres, las mujeres supieron demostrar su valía en todos los niveles de atención médica, desde la atención primaria hasta la cirugía de alta complejidad.

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De hecho, fueron pioneras en muchos campos de la medicina. Por todo ello, y mucho más, el pasado 11 de febrero se conmemoró el Día de la Mujer Médica en honor a la Dra. Elizabeth Blackwell, quien fue la primera mujer en graduarse de una escuela de medicina en los Estados Unidos en 1849. Gracias a ella, el camino de la salud se abrió para que millones de mujeres más puedan seguir sus pasos.

Por eso, es importante reconocer y valorar plenamente su importante trabajo en este campo. Tal es así que, ese día, y bajo el hashtag #SabemosCuidarte, desde el Sanatorio Nosti de Rafaela reconocieron lalabor diaria de su equipo de trabajo conformado por mujeres y agradecieron que, día a día, cuiden la salud de todos los pacientes.

Desde CHEKA dialogamos con las doctoras Gisela Nisnovich, María Eugenia Gariotti, Alejandra Gauchat y Mariela Italiano, quienes conforman el servicio de Clínica Médica, uno de los más antiguos del Sanatorio Nosti. Las profesionales tienen a su cargo el área de internación y también el consultorio. Su especialidad es medicina interna y hace muchos años que trabajan juntas.

Además de su importante rol en el Sanatorio, las médicas también se capacitan constantemente. “Estamos todas recertificadas, convarias diplomaturas en clínicamédica,hacemos congresos internacionales y presentamos trabajos”, detallaron.

Sanatorio Nosti tiene muchas mujeres médicas, distribuidas en todos los servicios. “Es imposible nombrarlas a todas, pero lo importante es que nos llevamos muy bien”, expresaron las profesionales. En ese sentido, desmintieron el mito de que las mujeres no se pueden llevar cien por ciento bien. “Somos bastante excepcionales en eso porque priorizamos, fundamentalmente, al paciente y a nuestra relación”, manifestaron. Y eso es lo que marca la diferencia.

Además, el objetivo de Sanatorio Nosti para este año -y los años venideros- es rearmarse y retomar la formación de la próxima generación de médicos. Ya antes de la pandemia lo llevaban a cabo, pero luego quedó obsoleto. En los últimos meses, recibieron consultas de médicos recién recibidos, y la demanda hizo que exista la necesidad de volver a las residencias. “Este año vamos a comenzar con la residencia de Clínica Médica. Tenemos bastantes postulantes y volvemos a tener la tarea de hacer docencia”, explicaron las doctoras. Para formar parte del grupo, los médicos recibidos deben rendir un examen unificador y, luego de ello, elegir al

Sanatorio Nosti para realizar su residencia. Las cuatro doctoras que conforman el servicio de Clínica Médica estarán a cargo de la enseñanza, mientras que la doctora María Eugenia Gariotti, en particular, será la coordinadora del grupo de residentes.

Por otra parte, el grupo de médicas especialistas en internación clínica destacó la importancia de la amistad y el apoyo mutuo en el trabajo diario en Sanatorio Nosti.

Las médicas, que trabajan juntas desde hace muchos años, crearon una fuerte relación fuera del ámbito laboral y esto les permitió mantener una conexión estrecha y solidaria durante la pandemia. “Estamos para lo bueno y para lo malo. Nos conocemos y sabemos toda la historia de cada una”, comentaron. El grupo se organiza para hacer deporte y socializar juntas, lo que les ayuda a equilibrar el trabajo y la vida personal. A su vez, los martes y viernes se reúnen para hacer un pase de sala y hablar de los pacientes y las dudas que tienen. Aunque algunas situaciones fueron difíciles, como tener que trabajar durante la pandemia con pacientes infectados, el grupo se unió aún más y ahora se sienten más fortalecidas como equipo. “Nos alejamos de todo el mundo pero, entre nosotras, generamos más vínculos”, destacaron.

Así, aprendieron a conocer las fortalezas y debilidades de cada una, y tratan de aplicarlas en su trabajo diario. “Las fortalezas debemos aprovecharlas y las debilidades dejarlas un poco de lado”, sostuvieron.

A pesar de que todavía muchas mujeres se enfrentan a algunos estereotipos machistas, ellas nunca sienten que no tienen su lugar en la profesión. “Nosotras ya entramos en una época en donde, en nuestra facultad y en nuestra formación, más en nuestra especialidad, la mayoría éramos mujeres”, aclararon. Sin embargo, sí sienten que, en la edad jubilatoria, son las últimas en jubilarse. Y, si bien las mujeres tienen un esfuerzo extra en casa, no creen que eso afecte el trato femenino-masculino en su ámbito laboral. “Nuestros compañeros hombres con nosotras son muy respetuosos y todos nos tratamos a la par. En ningún momento, se nota una diferencia. Son ellos los que, todo el tiempo, nos cuidan y nos respetan y, desde ese lugar, nos hacen sentir iguales”, destacaron las profesionales.

¿Cómo es esto de ser mujeres médicas? Al igual que todos, tienen un montón de obligaciones, pero lo que las mantiene unidas es el compartir tanto tiempo y anécdotas juntas. Las médicas remarcaron la importancia de equilibrar lo personal con lo laboral y de separar los desacuerdos laborales de los personales.

El grupo de médicas espera que este relato pueda inspirar a otras mujeres a tener éxito en el campo de la medicina -y en cualquier otro rubro- y a buscar el apoyo mutuo de sus colegas. “Somos especialistas incondicionales”, concluyeron.