Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en educación preescolar Quinto semestre Alumna: Diana Guadalupe Sánchez Rodríguez Características de la literatura infantil. La literatura infantil se puede dividir según la edad a la que está dirigido. De 0 a 3 años: Temas monográficos y realistas: casa, escuela y familia. o Libros para
manipular, libros de juego visual. - De 3 a 6 años: o Pequeñas anécdotas correspondientes a experiencias vividas. o Protagonistas que sean animales o niños en quienes se puedan reconocer. o Personajes y situaciones fantásticas: brujas, hadas y gigantes. o Cuentos clásicos y populares. o Textos pensados especialmente para la lectura y la escritura. - De 6 a 8 años: o Cuentos de fantasía e imaginación con unidad temática. Otras características de la literatura infanil son: El lenguaje y el estilo: Debe ser asequible pero a le vez mágico. Las descripciones claras, agiles y cortas. El vocabulario variado, adecuado, preciso e imaginativo. En definitiva, tiene que ser sencillo con frases cortas, y lo más importante, los personajes tienen que hablar como lo harían en la realidad (los personajes papás como papás, los personajes niño como niños, etc.) Dentro de este tipo de literatura la estructura se caracteriza por ser simple y lineal, es decir con un planteamiento, nudo y desenlace. La cual puede ser normal acumulativa y circular El espacio. Este debe ser reconocible para el niño. Tiene que hacer referencia a aquellos lugares que le resulten familiares. Debe reconocerlos a la perfección. Entre otras cosas los temas deben con los que identifique el niño, el lenguaje debe ser aceclible pero a la vez mágico, pero la fantasía hechiza y sorprende el humor debe de ser fino, inteligente y ocurrente, la abertura debe aumentar según el trajinal de los caminos, el heroísmo lucha por el anhelo de hacer algo mejor y la esperanza que sostiene y alienta la vida. Así mismo se debe tratar conceptos universales y positivos como el autoconcepto y el autoestima, fomentando los valores. El tiempo debe ser fijo, es decir, no se puede estar saltando de presente a pasado o futuro. Si esto fuese así, el niño perdería el hilo de la historia. Los personajes deben resultar familiares para el niño y sentirse identificado con el protagonista.