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PROCESOS DE AUTORREGULACIÓN
from La autorregulación
by Diana Mota


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En los procesos de autorregulación la clave se encuentra en la comparación entre un estado actual y uno deseado. Los resultados posibles son dos: que exista discrepancia o que no. Si se da discrepancia, el paso siguiente sería que el individuo se pusiera en acción para intentar reducir dicha discrepancia. Si, por el contrario, no existiera discrepancia, el proceso acabaría, permitiendo centrarse en otros aspectos en los que querría conseguir un cambio.
Este mecanismo de comparación es habitual describirlo a través del modelo secuencial TOTE (test-operate-testexit). Que se podría traducir como prueba,intervención,prueba,salida.
El mecanismo básico de comparación entre el estado actual y el deseado implica la ocurrencia de los siguientes procesos:
Auto-observación: La persona compara su estado actual con el deseado, para esto debe tener una representación mental de su estado actual. Este representación se deriva del proceso de auto-observarse. El proceso no ocurre sólo al inicio, sino que en el proceso de alcanzar la meta, la persona se vigilará de forma reiterada con el objetivo de comprobar sus progresos.
Auto-valoración: Para poder realizar la comparación el individuo también debe tener unos valores de referencia o estándares, es decir, una representación mental de aquello a lo que aspira. Implica que se produce un proceso de autovaloración periódicamente y valorará si se está acercando o no hacia su estado deseado final. Los valores de referencia suelen tomar la forma de metas.

Las metas ambiguas, como por ejemplo “quiero mejorar como persona” afectan negativamente la capacidad de autorregulación y, por tanto, al rendimiento en la meta. De la misma manera, las metas con buenas posibilidades de autorregulación son las que tienen un adecuado nivel de reto o dificultad para el individuo.
Auto-reacción: En función de esta autovaloración la persona se auto-recompensará en el caso de que evalúe progresos, o introducirá cambios en el caso de que considere que no ha conseguido avances. Las auto-recompensas más significativas, desde la perspectiva de la autorregulación, son las que toman la forma de evaluaciones positivas de unos mismo. El papel que juegan estas evaluaciones positivas es determinante para que la conducta dirigida a meta se mantenga, de tal manera que muchos de los fallos de la conducta autorreguladora se pueden deber a la ausencia de estos auto-refuerzos.
