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SALUD Y BELLEZA · MAYO 2015
47
AREA PSI
CÓMO MANEJARSE CON LOS HIJOS
CONFLICTOS FAMILIARES
Padres y adolescentes
Lograr una sana convivencia
Los adolescentes tienen conductas muy particulares que deben ser entendidas en el contexto de la edad y etapa de vida. Desafíos a la autoridad, enfrentamiento constante, conductas de riesgo, oposiciones, etc. Todos son comportamientos que provocan un enfrentamiento con las figuras de autoridad representadas en los progenitores. Son todas manifestaciones de una etapa crítica donde se produce un fenómeno de transformación que lo identifica en todo su ser y tiene que ver con un proceso sano y normal en busca de la propia identidad. En este camino, los papás, pasamos de ser superhéroes a ser casi ignorados en nuestro rol. Los adolescentes nos enfrentan constantemente e inclusive la relación muchas veces parece un campo de batalla. Es allí donde debemos entender que nuestra función es ocupar el lugar de oposición que permite el corte y facilita el camino del encuentro de la propia identidad. Ser sus firmes oponentes significa guiar el camino, poner límites, poner orden en tanto desorden propio de la edad y marcar la diferencia que nos hace ser papás y
Es importante que en la pareja conyugal exista un código común y no haya desautorizaciones.
no amigos, ya que el día en que nos transformamos en amigos es el mismo día en que el adolescente queda huérfano. Debemos estar muy atentos a las conductas de riesgo que implican desafío, es muy común en esta etapa el coqueteo con las drogas y el alcohol, juego que se vuelve peligroso dado que también está relacionado a la aceptación del resto del grupo. Al no comprender el peligro que corren ni la consecuencia de sus actos, el adolescente juega al límite todo el tiempo. Nuestra función es guiar, explicar claramente y marcar el límite hasta con el propio cuerpo. Lograr que entiendan que todo acto tiene su consecuencia y que antes de hacer hay que pensar es una tarea quede debemos tener siempre presente.
Victoria Puglisi Licenciada en Psicología 4503-9597 www.psicologiadevoto.com.ar
La familia es el lugar donde se desarrollan y crecen los hijos, mediante y a través de las funciones de sostén y apuntalamiento que realizan los padres. En el espacio de la cotidianeidad familiar aparecen diferencias, asperezas, celos, malentendidos, que provocan gran malestar psicológico y hasta corporal (taquicardias, hipertensión, etc). En estos momentos de crisis o conflicto pueden desencadenarse momentos insoportables, que hacen estallar las estructuras de personalidad mas frágiles y vulnerables, tanto en actos de violencia verbal o física como en retracciones de la personalidad. El sufrimiento emocional desorganiza, altera funciones psíquicas como el pensamiento, la percepción, la imaginación, estableciendo una dificultad notoria para amar, trabajar y crear. Un duelo, una enfermedad grave, un accidente, la desocupación laboral de los padres, son motivos suficientes para que se desplieguen intensas emociones que dificultan el tránsito normal de comunicación entre los miembros. Los padres, desde su posición asimétrica, tienen la ardua tarea de enseñar, educar, y hasta frustrar a los hijos. No pueden evitarles frustraciones o dolor ante desilusiones que existen en la vida, pero sí es posible apuntalar a los
hijos en esas situaciones y lograr que hagan un aprendizaje que ayude a construir su interioridad, haciéndose cargo de sí mismo y quedando enriquecido con la experiencia. Es importante que en la pareja conyugal exista un código común y no haya desautorizaciones, cuando no lo hay y los hijos se ligan con alguno de sus padres en contra del otro, las secuelas perturbadoras se verán a poco de andar en el mundo relacional del hijo. Es necesario que la crisis familiar no se extienda hasta hacer estragos en uno o todos los integrantes, es preciso poner en juego un abordaje terapéutico que ofrezca acompañamiento y contención en momentos de mucha inquietud, dando ciertas indicaciones y realizando ciertas acciones que permitan abrir nuevos caminos y perspectivas en este grupo familiar. GRACIELA SURACE Psicóloga - 30 años de experiencia Malestar anímico, falta de intereses Trastorno de ansiedad, depresión 4503-2527/15-6008-1961