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La Quejadera
Guatapé muy alzado
La pandemia aprovechó para dar crecimiento suelto a zonas verdes, parques y zonas comunes. La maleza invade. Tal fue la encerrona que hasta muchos jardines y frentes de casa cayeron en el olvido. Si se suman todos, se nota el abandono del pueblito. Menos mal que ya muchos de estos lugares están siendo intervenidos cuidadosamente.
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Tanta comunicación nos va incomunicando
El diálogo interfamiliar cada vez se aleja más. Nos está tocando aprender a vivir con ausentes en cuerpo presente. Ahora el opio de la educación familiar es el asunto virtual, las redes sociales. Invento para escapar del medio ambiente familiar, para huir de la realidad. Saber que como herramienta de trabajo y estudio, como posibilidad de crecimiento y búsqueda de oportunidades, son increíbles, no se puede haber inventado algo mejor. Por eso, debemos aprender a usarlas y a medir los efectos de la adicción a ellas.
Jardinera muy ancha y poco andén
Así como los peatonales de Calle Araucarias, se podían adecuar otras dos líneas para el peatón. La ruta desde La Tribuna hasta Las Araucarias, por el andén de las casas, y de allí a cuatro esquinas. Hay jardineras muy amplias con muros que estorban, andenes estrechos y a veces los invaden con motos, bicicletas estacionadas y comercio.
No se quede quieto
Causa del envejecimiento y muerte, es La Pereza y eso fue lo que hizo mucha gente en tan largo tiempo de confinamiento causado por la pandemia, sabiendo que hay tantas cosas por hacer y ejercicios por practicar.
Hagamos algo
El sector del Aeropuerto crece. Aumentan los habitantes con las Torres La Esperanza. Aunque van a pavimentar, el recorrido sigue siendo una ruta tortuosa para peatones y vehículos.
Exposición chatarra
Con la recuperación de la represa volvió a subir ese desorden de latas, cascos de abandonados, cuerpos de barcos en abandono y descomposición, llantas.
Ese fogoncito de amigos
Ese fogoncito de viejitos y amigos que no falta a toda hora en la cafetería de la esquina más concurrida de la plaza. Se cuidan poco. Charlan y juegan, negocian relojes y toman café. Algunos se acostumbran poco al tapabocas, otros lo llevan de cualquier manera o ni le paran bolas. ¡Cuidémonos por favor!
Ocúpese de algo útil
Tanta gente desocupada o “desparchada”, y tantas cosas útiles e importantes que se pueden hacer en favor de la casa, la familia, la vecindad, la propia calle; en fin, en favor del pueblo. Imposible creer que durante seis meses de aislamiento, haya quien pasó todo ese tiempo en la inutilidad absoluta.
Bahías de poco uso
Son espacios interesantes las bahías del malecón y junto a la Villa Náutica pero es más el tiempo que están en el descuido, abandono y fea presentación. Por lo menos algunas ya se pueden visitar.
No hay dónde
El espacio destinado para parquear motos en la plaza del pueblo ya es insuficiente, se está ocupando el doble del espacio y aun así muchas quedan por fuera.
Tramo maluco
Hay un paso en el malecón que huele muy maluco. Qué bueno sería buscar la forma de controlar eso ahora que se va reabriendo el turismo.
El bozal humano
Nos han limitado hasta la capacidad de contemplar la belleza de las personas reflejada en la boca, la sonrisa, la dentadura o los gestos al hablar. Nos han embozalado. Ahora escuchamos a las personas como hablando metidas en un hueco y sin saber si sacar la nariz para respirar o hablar casi sin aire.
Las cosas son para lo que son
Con el retiro de los árboles araucarias por su alta edad, se adecuaron muy buenos peatonales en esa calle, también los puentes están en buenas condiciones así que: utilicemos esas rutas hechas para caminar y no la calle, no parqueen motos por donde la gente necesita caminar, no se orinen en los jardines, no tiremos papeles al piso.
El tal barbijo
La poca higiene de unos sí afecta la de otros. ¡Qué asco tío! Estas personas que no usan el tapabocas o barbijo pero sí se lo ponen. Lo llevan pegado al mentón o a la nuca. Ni lo cambian ni lo lavan. Lo ensucian con secreciones de la nariz y de la boca y no se enteran. Van con un trapo en la cara sucio y mal presentado. Lo han personalizado demasiado.
Contradicción
La contradicción del pueblo: Unos hacen fuerza para que vuelva el turismo masivo, que esto se esperan el momento en que esto se llene de gente otra vez; pero otros, más miedosos expresan su permanente temor porque ahora la visita de cualquier parte que venga, puede traer contagio del virus y complicar aún más la situación.
De lejitos pues
Guardar distancia social y cubrirse boca y nariz es lo correcto para la seguridad de la salud de emisores y receptores, de quienes dialogan y comparten, pero mantener la nariz tapada cuando se está lejos de la gente y peor aún, cuando se está haciendo algún esfuerzo físico o un deporte, se está reciclando o inhalando nuevamente el anhídrido carbónico o dióxido de carbono que es un gas tóxico producto de la combustión metabólica. Si el tapabocas es prenda de protección, no puede convertirse en otra amenaza para la salud personal.
Sin piso no hay paso
Hay vías demasiado deterioradas, ya no funciona ni piso de piedra ni de cemento ni de asfalto, mejor hubiera sido no haberlas intervenido como la entrada a La Piedra, la entrada al secvtor de El Roble y tramos entre Almenara y el Alto del Tronco.
No ha valido
En tiempos de cuarentena y hubo lugares donde hicieron casi imposible la vida familiar de sus vecinos con las parrandas continuas, la bulla y en general el ruido día y noche. Falta consideración con los enfermos, con los que tienen niños, con los que trabajan y debendescansar y necesitan dormir y descansar.