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Algodones de colores nativos

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QUÉ ES ¿ ?

QUÉ ES ¿ ?

El investigador chiapaneco Julio César Domínguez Díaz rescató para uso comercial e industrial 28 de los 48 colores de algodón perdidos desde hace muchos años para esos fines, mediante el cultivo de más de 200 hectáreas en Oaxaca y Chiapas. En México antes de la Colonia había 48 tonos de verde, rojo, café y gris, así como la gama de coyuchis (color de lomo de coyote, según del náhuatl antiguo). Prácticamente desaparecieron, pues sólo eran utilizados en rituales. El Corporativo Julio Domínguez, encabezado por el académico, se da a la tarea de rescatar algodones endémicos de colores naturales, al día de hoy lleva cuenta con 28 colores del algodón que tiene la ventaja de ser orgánico. El siguiente paso es exportarlo a Alemania. Desde 1991 comenzó la lucha por conseguir este sueño. Para hacerlo realidad buscó el respaldo de las autoridades de Chiapas. Aunque inicialmente a ningún gobierno le interesó apoyar con créditos a los productores, en 2013 se creó un programa en Oaxaca que llevó a una alianza entre el corporativo y la delegación de la Secretaría de Economía en la entidad. Por medio de un acuerdo se entregaron créditos a 100 familias, comandadas por mujeres para la siembra del algodón en la costa de ese estado. Nosotros damos la semilla y el gobierno un crédito para un paquete productivo, a fin de que se siembre. Posteriormente, compramos la cosecha a las 100 familias.

Uso ritual

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Domínguez Díaz recuerda que hace muchos años en Chiapas y otros estados del país se cultivó la fibra sólo para uso ritual, “es el caso de los mixes de la Sierra y los pueblos de la Costa Chica y Grande de Oaxaca y Guerrero. Desapareció y apareció en Guatemala, luego en Perú, así como en Pantelhó y Venustiano Carranza, Chiapas, donde también se siembra para ese uso, aunque, para uso ritual siempre ha estado disponible, no desapareció, pero comercialmente se acabó, tanto que las variedades se quedaron totalmente criollas sin alcanzar los tamaños que con el mejoramiento obtuvo el blanco.

En Oaxaca donde ya se producen hilo, textiles y mezclilla terminada se han creado empleos para 225 familias que cultivan 156 hectáreas de algodón orgánico que el Corporativo Julio Domínguez les compra a precio de garantía, esto es según como amanece en la Bolsa de Valores de Nueva York. Otra parte de la producción, se lleva a Oaxaca y se desfibra en Nochixtlán, donde se hace el hilo, lo que ha generado empleo para cerca de 60 familias.

En el municipio de Cintalapa, Chiapas, se tiene un campo experimental que comenzó con 10 hectáreas luego a 55 hectáreas y hoy se trabajan 250 hectáreas en conjunto con la Universidad Narro, para sembrar en un futuro 3 mil hectáreas y hacer de ese valle una región de algodones endémicos orgánicos.

Armando Rodríguez García, rector de esa institución y profesor de carrera de ingeniería en ciencias agrarias, explicó que de algunos colores sólo tenían dos o tres semillas que ya se reprodujeron y son investigadas para su caracterización.

El algodón de colores se perdió en México durante la Colonia, debido a que se creía que sólo lo blanco tenía valor; fue un modelo de esa época y de la corona española (impuesto) en América para sobajar, reducir la capacidad de pensar, de ser.

Como parte del proyecto, se firmó un acuerdo con el gobierno y la Universidad de la Molina, de Perú, para el rescate de algodones de colores en ese país y promover la siembra con miras a exportar la cosecha a Alemania.

Tenemos un preacuerdo para registrar las variedades México-Perú y evitar que empresas como Monsanto se apoderen del registro de la semilla. La idea es formar una alianza México-Perú con miras a conquistar el mercado europeo con algodón orgánico, aseveró.

Ellos viven del algodón pima y han conservado las semillas, pero no han hecho proyectos de extensión de cultivos. Fue a partir de una reunión que tuvimos en el año del 2015, con el entonces presidente peruano, Ollanta Humala, y funcionarios del Ministerio de Agricultura, que acordamos llevar mi experiencia a ese país y crear un megaproyecto de rescate y registro de semillas endémicas de colores del Perú antiguo.

Uno de los objetivos del corporativo Julio Domínguez mediante, son rescatar el algodón endémico de colores y con ello mejorar la calidad de los textiles artesanales con la finalidad de generar un proyecto de desarrollo económico para crear empleos e industrias algodoneras en Chiapas y Oaxaca, una buena alternativa para estas entidades con altos índices de pobreza.

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