CORRECCIÓN DE LA MORDIDA CRUZADA ANTERIOR
La maloclusión clase III es común entre los pacientes y constituye uno de los retos más difíciles con los que se puede encontrar el ortodoncista. Puede ser diagnosticada a muy temprana edad, con la obtención de resultados más favorables para los pacientes. La falta de conocimiento de los padres, familiares e incluso clínicos, hace que su diagnóstico se retrase y esto conlleva a complicaciones en su tratamiento. Si se dejan sin tratar y no se toman medidas tempranas para solucionalo, las maloclusiones clase III pueden empeorar, acabando la gran mayoría en casos de cirugía ortognática.
INTRODUCCIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
Por mucho tiempo se han empleado diversos términos para describir la maloclusión clase III, desde Bourdet (1737) que la describió como “deformidad de un mentón prominente” hasta Delabarre que utilizó la terminilogía “borde a borde” y “mordida cruzada anterior”. Ya en 1899, Angle realizó una clasificación basada en el primer molar permanente, que a pesar de ser criticada por ser puramente dental, actualmente se utiliza también para describir la relación entre los maxilares.1 Finalmente Moyers describe a la clase III como un prognatismo mandibular con una relación molar clase III y mordida cruzada anterior; además clasifica la clase III como esquelética o verdadera, muscular o falsa y dentaria. 2
Con relación a la prevalencia de este tipo de maloclusión, los reportes varían según los diferentes grupos étnicos, zonas geográficas, metodología de clasificación y el grupo de edad. En ocasiones, la frecuencia puede aumentar notablemente en zonas geográficas aisladas en las que abunda la consanguinidad.4,21
Dentalmente, la clase III o mesioclusión es aquella caracterizada por la relación mesial de la arcada dentaria mandibular con respecto a la maxilar, tomando como referencia la cúspide mesiovestibular del primer molar superior, la cual deberá de ocluir por detrás del surco del primer molar inferior; en la parte anterior, se identifica porque los dientes inferiores están en posición vestibular o labial con respecto a los dientes superiores. 3, 8-11 Profitt (1994) señala que el establecimiento de la relación molar clase III está dada por la combinación entre la diferencia de crecimiento mandibular y el desplazamiento anterior de los molares mandibulares. 20 Rakosi et al. (1998) establecen una clasificación morfológica para la clase III, donde considera 5 posibilidades: 3, 5, 21 1. Maloclusión clase III con una relación dentoalveolar anómala. 2. Maloclusión clase III por subdesarrollo (hipoplasia) maxilar. 3. Maloclusión clase III por prognatismo mandibular. 4. Maloclusión clase III con una combinación de subdesarrollo (hipoplasia) maxilar y prominencia (prognatismo) mandibular. 5. Maloclusión clase III con una falsa mordida forzada o desplazamiento anterior (pseudoclase III o clase III falsa).
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Especial de Ortodoncia
En las sociedades asiáticas la frecuencia es alta, lo que se atribuye a la existencia de un elevado porcentaje de pacientes con deficiencia maxilar. La prevalencia es aproximada del 4% al 13%.4, 22-28 Estudios sobre individuos con maloclusión clase III esquelética afirman que del 42% al 63% de estos pacientes tienen un maxilar retruido o una combinación de maxilar retruido y mandíbula prognática.4, 29-32 Así, Ellis y McNamara reportan que una tercera parte de 302 pacientes adultos con maloclusiones clase III presentan una combinación de retrusión maxilar y prognatismo mandibular. La muestra indicó que un 19.5% presentó una retrusión esquelética del maxilar con una mandíbula posicionada normalmente, mientras que el 19.1% presentó un maxilar posicionado normalmente combinado con un prognatismo mandibular.4, 33
ETIOLOGÍA La etiología de la maloclusión clase III es multifactorial; por un lado, la herencia desempeña un importante papel en el desarrollo de ésta, siendo una transmisión poligénica no ligada al sexo. 5, 19 Factores epigenéticos locales como la lengua, descrito por Von Limbourgh (1972), quien considera que la lengua aplanada y deprimida puede representar un factor de desarrollo de la maloclusión al establecer una relación causa-efecto. 3, 5, 34 Moyers sostiene que la hiperplasia amigdalina y los problemas nasorespiratorios pueden adelantar, deprimir y aplanar la postura lingual, ya que esta intensa acción mantiene abierta la vía respiratoria. Factores ambientales como las fuerzas oclusales generadas por la erup-