12 Reportaje gráfico
En busca del árbol sagrado En el departamento del Cauca, al suroccidente de Colombia, se encuentra asentada gran parte de la comunidad indígena Nasa, un pueblo que lucha por mantener vivas sus tradiciones. Entre estas, el Ritual de las Semillas.
Lucy Fernández Mestizo lucyfaifer16@hotmail.com
Desde muy temprano, al lado de la carretera de la vereda La Palma, del Resguardo de Jambaló, norte del Cauca, la comunidad reunida se alista para ir en busca del árbol de Saakhelu.
A
penas caen los primeros rayos de luz del día, un grupo de hombres indígenas, con ruanas, sombreros, flautas y tambores, se alista para ir en busca de un árbol al que llaman Saakhelu, en las montañas del Resguardo de Jambaló, en el departamento del Cauca, donde vive la comunidad Nasa. Al son de las flautas y tambores, los indígenas caminan hacia el lugar donde está el árbol que será cortado. Son aproximadamente 250 personas, entre jóvenes y adultos, quienes se reúnen para cargar aquel árbol sagrado. La mañana es fría. Los tambores no dejan de sonar, el sonido de las chirimías es parte del ritual, al igual que la chicha, una bebida de caña que es tradicional en esta zona. Es un momento de mucho respeto, sagrado. Todos esperan las indicaciones del sabio y médico tradicional, autoridad espiritual, llamado Thê’h wala. Él hace el ritual de limpieza con el fin de armonizar las energías con la naturaleza para que, de este modo, no haya un descontrol y ningún tipo de accidente. El árbol del Saakhelu mide aproximadamente 17 metros; en el momento de cortarlo, todos deben participar. Primero, empieza Thê’h wala; luego, cada persona asesta un machetazo hasta que el árbol cae al suelo; después, se levanta y se lleva al lugar del ritual, sin estropearlo ni dejarlo arrastrar o tocar el suelo, pues, según los mayores, si este se deja caer se volvería más pesado al levantarlo. El Saakhelu, acorde con las señales de los espíritus, puede ser macho o hembra. Entonces, el médico tradicional es quien dice cuáles personas pueden ir a cortar el árbol. Si esta especie es macho, las mujeres son las encargadas de llevar el árbol al lugar del ritual. En este caso, el árbol es hembra, por lo tanto es cargado y llevado por los hombres. Dentro del universo Nasa, con este árbol se realiza el Ritual de las Semillas que consiste en ofrendar a los espíritus de la naturaleza, el sol, la luna, el cóndor y el colibrí, las semillas de las plantas para que haya cosecha en abundancia y evitar la hambruna.
No. 66 Noviembre de 2013
Thê’h wala, Mariano Pilcué, es el encargado de abrir camino, equilibrando las energías con la naturaleza. Cuando llega al árbol de Saakhelu, alza su mirada en señal de saludo y respeto, buscando el permiso del árbol para poder cortarlo y transportarlo.
Durante el recorrido, hay un tiempo para descansar. En éste se reparte la chicha o chaguasgua, bebida que es llevada en calabazas. Aunque las personas se sientan, no hay rostros cansados; se refleja alegría, es un momento para compartir. Están celebrando un ritual que los identifica y los une en torno a sus costumbres. Al cabo de un tiempo, continúan cargando el árbol al sitio destinado para el ritual. En el lugar, las mujeres y demás personas que no acompañaron el corte del árbol están esperando. Todos deben tener, previamente, la cabeza bañada por los Thê’h wala, quienes emplean remedios frescos para armonizar la llegada del árbol. Al llegar al punto elegido, el árbol se recibe con alegría, que a su vez llena de fuerzas a los que lo carga-
ron. Las personas hacen su último esfuerzo, siembran el tronco en el lugar destinado por el Thê’h wala, quien previamente ha realizado rituales para armonizar el punto de siembra. ¡Todo está listo! Empieza la danza de bienvenida al árbol sagrado; el sonido de los tambores y las flautas no para. Entonces, se escuchan los gritos ¡Saakhelu we’we!, que significa ¡Viva el Saakhelu!, y las mujeres empiezan la danza de bienvenida alrededor del árbol. Es una cadena que poco a poco va creciendo. Allí participan todos; nadie se puede quedar mirando, pues ha empezado la parte más importante del ritual.