Boletín Salesiano Antillas noviembre - diciembre 2025

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CONTENIDO

Queridos amigos y amigas de la Familia Salesiana, Con gratitud y esperanza presentamos este último número del Boletín Salesiano correspondiente al año 2025. Ha sido un año fecundo, lleno de experiencias que han fortalecido nuestra misión y renovado nuestro compromiso con el estilo educativo de Don Bosco. En esta edición de cierre, nos preparamos para adentrarnos en el Aguinaldo del Rector Mayor para el 2026: «HAGAN LO QUE ÉL LES DIGA» –Creyentes, libres para servir, una invitación profunda que nos impulsa a vivir con mayor fe, libertad interior y sentido de servicio. Este número recoge también diversas reflexiones, mensajes y noticias propias de este tiempo litúrgico y de nuestra vida salesiana, para acompañarles en el camino hacia el nuevo año. Que este boletín sea, una vez más, un espacio de encuentro, inspiración y familia. ¡Disfrútenlo y que el Señor les bendiga abundantemente!

El Boletín Salesiano es la revista oficial de formación, animación y difusión de la Familia Salesiana. Fue fundado por San Juan Bosco en 1877. Actualmente se imprime en 55 ediciones y 25 lenguas diversas y se distribuye en 151 naciones de los 5 continentes.

Este medio de difusión se sostiene con ayuda de sus lectores y les agradecemos su cooperación para mantener el boletín y las obras salesianas en las Antillas, y por tendernos sus manos en las misiones salesianas en el mundo.

Todos los Derechos Reservados ®

Inspectoría Salesiana de las Antillas

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El Boletín Salesiano se distribuye gratuitamente a la Familia Salesiana y a los amigos de Don Bosco.

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EDITORIAL ¿Y SI DE VERDAD HICIÉRAMOS LO QUE ÉL NOS DICE?

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RECTOR MAYOR LA GRUTA DE LA NAVIDAD 04

LA VOZ DEL INSPECTOR EL AMOR NO SE COMPRA 06

AGUINALDO

08 PASTORAL

EDUCATIVA Y JUVENIL

10

MUCHACHOS CON DB 40 AÑOS DE “CANILLITAS”

12

CAMBIÉ Y CAMBIÓ EL MUNDO LA MEDITACIÓN CRISTIANA

14

IGLESIA

UN PASO POR MI FAMILIA 2025

16

CONGRESO

V CONGRESO SALESIANO DE EDUCOMUNICACIÓN

Edición Antillas

Año 70, No. 6, Nov - Dic 2025

Director

P. Pablo Abreu, SDB

Director Ejecutivo

Francisco Alberto Pérez

Editora

Lesly Nuñez

Diseño Editorial

Renelis Abreu Ramírez

Consejo Editorial

Aimee Rosa

Leslie Tavárez

P. Emilio Torres, SDB

18

PREMIOS DON BOSCO A LA COMUNICACIÓN 2025

19

CUANDO LA MÚSICA HABLA NUESTRA CANCIÓN DEL MES

20 NOTICIAS

22

BODAS SACERDOTALES

24

FMA SOR MARÍA TRONCATTI

26 EN LA MIRA DETRÁS DEL CIMA SABOR NAVIDEÑO

27

ITESA PRECE 2025

28 SS. CC.

SALESIANOS COOPERADORES

30 IN MEMORIAM P. GUMERSINDO DÍAZ

32

VISITA PABLO D’ORS

P. Hervé Kaputa, SDB

Sor Elizabeth Corsino Sosa, FMA

Vanessa Caraballo

Colaboradores de esta edición

Aimee Rosa

P. José Pastor Ramírez, SDB

P. Juan Linares, SDB

Sor Elizabeth Corsino Sosa, FMA

Arquímedes García

Fotografía

Plus Photos

Juan Pablo Santos

L. Alexánder Domínguez, SDB

Distribución

Salesianos Antillas

Impresión

Amigo del Hogar

Sede Legal y Administrativa

Inspectoría Salesiana de Las Antillas

Av. 30 de Marzo #52. Apartado 2569, Santo Domingo, R.D Tel. (809) 688-7746 ext. 236

Correo electrónico: boletinantillas@gmail.com

¿Y SI DE VERDAD HICIÉRAMOS LO QUE ÉL NOS DICE?

IEl Aguinaldo 2026 del Rector Mayor, padre Fabio Attard, no se limita a proponer un lema inspirador; ofrece una profunda lectura espiritual de nuestro tiempo y de la realidad juvenil. La consigna evangélica «Hagan lo que Él les diga» (Jn 2,5), pronunciada por María en Caná, se convierte en una lente pastoral que invita a interpretar con mayor hondura la vida, las búsquedas y las inquietudes de los jóvenes de hoy.

El análisis del texto del Rector Mayor revela una comprensión dinámica de la fe. No se trata de una obediencia ciega ni de una religiosidad superficial, sino de una fe que escucha, discierne y actúa con libertad. En este sentido, la figura de María aparece como modelo pedagógico: no sustituye a Cristo, sino que orienta hacia Él, educando en la confianza, en la responsabilidad y en la toma de decisiones conscientes. Este enfoque resulta especialmente valioso para los jóvenes, quienes viven inmersos en un mundo que ofrece múltiples voces, pero pocas orientaciones verdaderamente significativas.

El padre Attard destaca el vínculo entre fe, libertad y servicio como un itinerario de maduración. Esta propuesta es profundamente actual: muchos jóvenes buscan autonomía, sentido y realización personal, pero con frecuencia se enfrentan al vacío, la confusión o la presión social. El Aguinaldo les ofrece una alternativa clara: la verdadera libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en descubrir para qué se vive y para quién se vive. Escuchar a Cristo y poner en práctica su Palabra se convierte así en un camino

de plenitud.

Desde una perspectiva salesiana, este mensaje adquiere un valor pedagógico esencial. Don Bosco supo acompañar a los jóvenes desde la cercanía, la alegría y la confianza, ayudándolos a descubrir que la fe no es un peso, sino una fuerza transformadora. El llamado a la “audacia de la fe” interpela a los jóvenes a no conformarse con una vida mediocre, sino a atreverse a soñar, a servir y a comprometerse con los más vulnerables.

Además, el énfasis en la inteligencia espiritual ofrece una herramienta concreta para la vida juvenil: aprender a leer la propia historia, las emociones y las decisiones desde la luz del Evangelio. Esto permite a los jóvenes desarrollar una mirada crítica ante la cultura digital, el consumismo y la superficialidad, fortaleciendo su identidad y su sentido de misión.

Este Aguinaldo, por tanto, no es solo una propuesta devocional, sino una guía práctica para la pastoral juvenil. Nos invita a crear espacios donde los jóvenes puedan escuchar la voz de Cristo, dialogar, discernir y comprometerse con acciones concretas de servicio, solidaridad y esperanza.

Como salesianos, asumimos este mensaje como una oportunidad para acompañar a las nuevas generaciones en su proceso de crecimiento humano y espiritual. Que María Auxiliadora y Don Bosco sigan inspirando este camino donde la fe se hace vida, la libertad se convierte en responsabilidad y el servicio se transforma en auténtico testimonio evangélico para nuestros jóvenes.

LA GRUTA DE LA NAVIDAD

DONDE EL CIELO SE ENCUENTRA CON LA TIERRA

IEl misterio de la Navidad comienza con un escándalo de amor: el Grande que se hace pequeño. No es una imagen poética, sino la realidad más desconcertante de la historia humana.

Dios, el Infinito, elige hacerse finito; el Omnipotente elige la fragilidad de un recién nacido que aún no sabe hablar, caminar, ni defenderse. Es la gratuidad pura que se manifiesta: un don que no pide nada a cambio, que no pone condiciones de acceso.

1. RECONOCER LA GRATUIDAD: Dios viene sin condiciones

La gruta de Belén es el cruce humano más humilde que se pueda imaginar. No un palacio, ni un templo majestuoso, ni siquiera una casa digna. Una gruta, un refugio para animales, donde el frío penetra y el olor es el de la tierra y la paja. Aquí no hay barreras de entrada, no se necesita invitación ni un vestido especial. La puerta está abierta a todos: a los pastores con sus mantos raídos, a los pobres, a los excluidos, a quienes no tienen nada que ofrecer salvo su humanidad herida.

San Pablo nos recuerda con palabras que atraviesan los siglos: “asumiendo la condición de siervo” (Flp 2,7). El Creador del universo se despoja de su gloria, renuncia a sus prerrogativas divinas para vestirse con la condición de siervo. No viene como conquistador ni como juez severo que exige cuentas. Viene como quien sirve, como quien se pone en el último lugar, como quien lava los pies antes incluso de enseñar a caminar.

Esa gratuidad nos interpela profundamente. En un mundo donde todo tiene un precio, donde cada relación parece basarse en un intercambio, donde el amor mismo se vuelve a menudo condicional, la Navidad nos recuerda que existe un don completamente gratuito. Reconocer esa gratuidad significa aceptar ser amados sin méritos, ser buscados cuando aún estamos lejos, ser deseados incluso cuando nos sentimos indignos.

2. INTERPRETAR LA CERCANÍA: Dios entra en nuestra historia

El segundo movimiento de la Navidad es el de la cercanía radical. Dios no observa la historia humana desde lejos, como un espectador indiferente. Entra dentro de la historia, con sus protagonistas tal como son: imperfectos, contradictorios, frágiles. José con sus dudas, María con sus temores, los pastores con su marginación social, los Magos con su búsqueda inquieta.

Nuestra historia personal, con todas sus sombras y sus pliegues oscuros, forma parte de Su historia. No somos extraños ni huéspedes indeseados. Somos hijos e hijas, parte de una familia que Dios nunca reniega. La Navidad nos dice que Dios no desprecia su creación, ni mira a sus criaturas con disgusto o decepción. Al contrario, las abraza en su realidad concreta, en su humanidad auténtica.

Cada uno de nosotros tiene una personalidad única, una historia irrepetible. Hay quien es extrovertido y quien es reservado, quien es fuerte y quien es frágil, quien tiene heridas abiertas y quien cicatrices ocultas. Dios nos encuentra exactamente donde estamos, no donde quisiéramos estar o donde pensamos que deberíamos estar. Encuentra al alcohólico en su bar, al preso en su celda, a la madre agotada en su cocina, al estudiante en su soledad, al anciano

Boletín Salesiano Antillas

en su silencio.

Pero esta cercanía no es estática, no es resignación. Dios nos encuentra donde estamos para llevarnos donde merecemos estar. No merecemos por nuestros esfuerzos o virtudes, sino por nuestra condición de hijos amados. Merecemos la plenitud de la vida, la alegría profunda, la dignidad recuperada, las relaciones sanadas. La cercanía de Dios es dinámica: es una mano tendida que nos invita a levantarnos, una voz que susurra “ven más adelante”, una presencia que camina a nuestro lado hacia horizontes más luminosos.

3. ELEGIR LA ACOGIDA: La Verdad llama a la puerta de la libertad

Y he aquí el tercer movimiento, quizá el más delicado: la acogida. En la gruta se juega la partida de nuestra vida. No es una exageración retórica, sino la verdad más profunda de nuestra existencia. Esa gruta es la imagen de cada una de nuestras grutas interiores, de esos espacios escondidos del corazón donde se decide quién queremos ser.

La Verdad —que no es una idea abstracta, sino una Persona, ese Niño en el pesebre— llama a la puerta de nuestra libertad. Es un llamar discreto, amable, nunca violento. Dios podría derribar la puerta, podría imponerse con la fuerza de su omnipotencia. Pero elige mendigar. Lo divino se hace mendigo de humanidad. ¡Qué asombrosa paradoja! Quien lo ha creado todo nos pide a nosotros, sus criaturas, que le hagamos sitio.

La Verdad llama, esperando que la Libertad responda. No hay coerción ni manipulación.

Solo hay una invitación, renovada cada día, en cada instante: “¿Quieres acogerme?”. Es la libertad humana, frágil y poderosa a la vez, la que debe decidir. Podemos cerrar la puerta, fingir que no oímos, posponer la respuesta. O podemos abrir.

Elegir la acogida significa reconocer nuestra indigencia. Así como aquella gruta era un espacio vacío dispuesto a ser llenado, también nosotros debemos vaciarnos de nuestras pretensiones, de nuestras autosuficiencias, de nuestros ídolos. La acogida requiere espacio interior. No podemos acoger a Dios si estamos llenos de nosotros mismos.

Pero cuando elegimos abrir esa puerta, cuando decimos nuestro sí, sucede el milagro. La gruta pobre se convierte en catedral de luz. Nuestra vida ordinaria se convierte en lugar de Presencia. Nuestras fragilidades se transforman en espacios donde la gracia puede actuar. La acogida transforma: no somos los mismos después de haber recibido esa Vida que viene a visitarnos.

La Navidad, por tanto, es este triple movimiento que nos involucra por completo: reconocer la gratuidad desconcertante de un Dios que se hace pequeño; interpretar la cercanía de Aquel que entra en nuestra historia concreta; y elegir la acogida, abriendo la puerta del corazón a la Verdad que llama.

En la gruta de Belén, como en la gruta de nuestro corazón, se decide todo.

Cada Navidad es la oportunidad de responder, una vez más, a aquella pregunta antigua y siempre nueva: “¿Hay sitio para Él?”

EL AMOR NO SE COMPRA

CREYENTES, LIBRES PARA SERVIR

ICuando Jesús expulsa a los mercaderes del templo, no sólo realiza un gesto profético: desenmascara una distorsión profunda del corazón humano. “No conviertan en un mercado la casa de mi Padre” (Jn 2,16). Es el grito de un Dios herido porque su amor gratuito ha sido transformado en transacción. Allí donde debía habitar la gracia, se instaló el comercio; donde debía fluir la confianza, se levantó el cálculo. Jesús, al limpiar el templo, limpia también la fe: la libera del interés, la devuelve a su fuente original, la gratuidad.

Ese mismo gesto ilumina el Aguinaldo 2026 del Rector Mayor, P. Fabio Attard: “Hagan lo que Él les diga: creyentes, libres para servir.” En Caná, María invita a los servidores a un acto de fe que transforma el agua en vino, la escasez en abundancia, la ley en gracia. En el templo, Jesús revela que esa fe sólo puede nacer de un corazón libre: libre de intereses, de apegos, de cálculos. Caná y el templo son dos escenas unidas por una misma

pedagogía divina: la fe auténtica nos libera del comercio con Dios para abrirnos al don total de su amor.

El amor no se compra. Ni con sacrificios, ni con méritos, ni con votos interesados. El amor se acoge y se comparte. María no negocia con Jesús: confía. Los sirvientes no preguntan por qué, ni cuánto costará: obedecen. Esa obediencia no es servilismo, es libertad interior. Creer es dejarse conducir por la Palabra hasta el milagro de la gratuidad. Sólo el creyente libre puede servir sin buscar recompensa.

Hoy, más que nunca, la Iglesia necesita esta conversión del corazón. Vivimos rodeados de discursos utilitaristas donde todo tiene precio, incluso el

afecto y la fe. También en nuestras comunidades puede infiltrarse la lógica del intercambio: te ayudo si me reconocen, trabajo si me valoran, sirvo si me agradecen. Pero el discípulo de Jesús está llamado a servir como Él: “sin esperar nada a cambio” (Lc 6,35).

Don Bosco lo comprendió profundamente. Su caridad pastoral brotaba de un corazón libre. No servía por obligación ni por prestigio, sino porque había experimentado la ternura gratuita de Dios. En su vida, la fe se hizo libertad, y la libertad se hizo servicio. Por eso, su espiritualidad —como la de María— enseña que la verdadera fecundidad apostólica nace del amor ofrecido sin condiciones. El Aguinaldo 2026 nos invita a reavivar esa misma dinámica interior: creer como María, obedecer como los sirvientes, servir como Jesús. No desde la culpa ni desde la exigencia, sino desde la alegría de sabernos amados gratuitamente. Quien se sabe amado así no necesita comprar amor, ni ganarse el favor de Dios, ni competir por reconocimiento. Su libertad se convierte en servicio; su fe, en vino nuevo.

El gran desafío pas-

toral de hoy es anunciar esta gratuidad en medio del mercado global de emociones, likes y recompensas. Ser creyentes libres para servir significa recuperar la belleza de amar sin contrato, acompañar sin cobrar afecto, educar sin esperar aplausos, evangelizar sin buscar réditos. Significa hacer de nuestras comunidades un espacio donde todo sea don: la palabra, la escucha, la amistad, el pan compartido.

En Caná, el milagro comenzó cuando los sirvientes “hicieron lo que Él les dijo”. En nuestras casas salesianas y en las familias, el milagro comienza cada vez que un creyente se atreve a servir con libertad. Allí donde la fe se hace obediencia amorosa, la gratuidad renueva el vino de la alegría. Allí donde el amor no se compra, florece el Reino.

Este es el llamado del Espíritu para nuestra Familia Salesiana en 2026: limpiar los templos del corazón, romper los trueques disfrazados de fe y volver a la fuente pura del Evangelio. Que cada gesto pastoral, cada obra, cada servicio brote del amor gratuito que aprendimos de María, de Jesús y de Don Bosco.

Porque el amor no se compra: se acoge, se sirve y se celebra. Y cuando el amor se vuelve servicio libre, el mundo vuelve a saborear el vino nuevo del Reino.

ILUSTRACIÓN CENTRAL DEL AGUINALDO 2026

MIRAR – ESCUCHAR - ELEGIR

ILa Ilustración del Aguinaldo 2026 transmite de forma visual y profunda el mensaje central propuesto por el Rector Mayor: “Hagan lo que Él les diga”, bajo el lema “Creyentes, libres para servir”. Inspirado en el pasaje evangélico de las Bodas de Caná, el diseño nos invita a contemplar el camino de la fe como un proceso de escucha, discernimiento y acción transformadora.

La imagen se estructura en cuatro partes, que simbolizan las etapas del itinerario espiritual del creyente. A la izquierda, María observa la necesidad y la lleva al corazón de Cristo; su mirada representa la sensibilidad ante el sufrimiento y la atención amorosa que despierta la conciencia del creyente (mirar). En el centro, Don Bosco encarna la fe activa, el discernimiento pastoral y la misión salesiana que busca servir con esperanza (escuchar). Jesús, con un halo de luz, orienta la escena señalando el camino de la verdadera libertad y plenitud interior (elegir).

En primer plano, los sirvientes de Caná expresan la respuesta concreta: escuchan la voz del Maestro, actúan con confianza y comparten el vino nuevo, signo de la alegría y abundancia de Dios (actuar).

Los colores cálidos y las formas interconectadas subrayan la comunión, el servicio y la apertura al Espíritu.

Un pequeño cubo flotante en la parte superior introduce una reflexión simbólica: representa los límites y miedos que, en la vida moderna, pueden encerrar al ser humano (ideologías, sistemas o rutinas que restringen la libertad interior).

El cartel del Aguinaldo 2026 nos recuerda que cuando el amor escucha la palabra de Cristo, el corazón se libera para servir y compartir con alegría el vino nuevo del Reino, haciendo presente el sueño de Don Bosco en el hoy de la Iglesia y de la juventud.

«HAGAN LO QUE ÉL LES DIGA»

CREYENTES, LIBRES PARA SERVIR

IEl Aguinaldo 2026, bajo el lema «Hagan lo que Él les diga», invita a toda la Familia Salesiana a unirse en torno a un camino espiritual y pastoral inspirado en la fe activa, la libertad interior y el servicio generoso. Como cada año, este mensaje del Rector Mayor busca ser una guía de reflexión y compromiso, iluminando la vida y misión salesiana en comunión con la Iglesia.

Tras el Aguinaldo 2025 —“Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes”—, centrado en el Jubileo y la virtud de la esperanza, el nuevo tema profundiza en la fe como fundamento de esa esperanza. La experiencia del 150 aniversario de la primera expedición misionera salesiana evidenció cómo Don Bosco vivía una esperanza activa y dinámica, arraigada en su fe y su disponibilidad total a la voluntad de Dios. Su vida fue ejemplo de confianza en la Providencia, visión del futuro y audacia pastoral.

De esa inspiración nace el Aguinaldo 2026, cuyo centro está en la escucha y respuesta a la Palabra, simbolizada en las palabras de María en las bodas de Caná (Jn 2,5): «Hagan lo que Él les diga». Este episodio evangélico representa una pedagogía de la escucha activa, no pasiva: una actitud de apertura y confianza que transforma la obediencia en libertad interior. María invita a los creyentes a una relación viva con Cristo, donde la fe genera libertad y la libertad se traduce en servicio.

El subtítulo «Creyentes, libres para servir» resume la dinámica espiritual que el Aguinaldo propone: de la fe brota la libertad, y de la libertad el servicio. Ser creyente no es conformarse con observar o comentar la historia, sino comprometerse con ella para construir una sociedad más justa y humana. La fe se convierte en una fuerza generadora de transformación, esperanza y fraternidad.

El texto desarrolla un itinerario espiritual de cuatro etapas que conduce de la escucha a la acción:

La acogida de los signos de los tiempos: se nos invita a reconocer la acción de Dios en la historia concreta y en los desafíos del presente. La mirada creyente descubre la Providencia en lo cotidiano, incluso en las dificultades. Al estilo de Don Bosco, se trata de leer los signos del tiempo con inteligencia espiritual,

viendo cada crisis como una oportunidad para crecer y servir mejor.

El arraigo en la fe: es el corazón del camino cristiano. Jesús no es solo objeto de devoción, sino el criterio que ilumina la realidad. La fe madura permite descubrir la voluntad de Dios en los acontecimientos y en las personas, especialmente en los jóvenes. La Palabra, escuchada y meditada, no solo informa sino que forma y transforma, nutriendo la vida espiritual y pastoral.

La libertad de la llamada: la verdadera escucha de Dios debe ser libre, no impuesta ni condicionada por el miedo o la conveniencia. La fe vivida en libertad evita el riesgo del racionalismo o la autosuficiencia. La auténtica libertad cristiana es la de los hijos de Dios, que obran movidos por amor y confianza. Fe y razón, en equilibrio, son aliadas en la misión educativa salesiana.

El servicio generoso: culmina el itinerario. Arraigados en la fe y libres por el Espíritu, los creyentes sirven con entrega total, colaborando plenamente con el proyecto de Dios. Es la audacia de la fe que impulsa a actuar con valentía en favor del Reino. Este servicio alegre y compartido es expresión del carisma salesiano: servir con gozo, haciendo comunidad y generando esperanza.

El Aguinaldo también conmemora los 150 años de los Salesianos Cooperadores, recordando su papel vital en la misión de Don Bosco y proyectándolos hacia el futuro. Más que una celebración, es una oportunidad para renovar el compromiso con el carisma y con la misión educativa y pastoral de la Familia Salesiana.

En conclusión, el Aguinaldo 2026 propone un itinerario espiritual y pastoral que une fe, libertad y servicio en un contexto de grandes transformaciones. Invita a escuchar la voz de Cristo en la realidad, a vivir una fe encarnada y madura, y a responder con generosidad a las necesidades de los jóvenes, que muchas veces carecen del “vino” de la esperanza. Así, la Familia Salesiana continúa el sueño de Don Bosco: formar creyentes libres que sirven con alegría, guiados por las palabras siempre actuales de María: «Hagan lo que Él les diga».

SALESIANOS AMÉRICA CELEBRA EN JARABACOA

EL III ENCUENTRO DE LA RED DE CENTROS DE FORMACIÓN PROFESIONAL

IDel 20 al 24 de octubre se celebra en Pinar Quemado, Jarabacoa el Tercer Encuentro de la Red de Centros de Formación Profesional (CFP) Salesianos de América, un espacio de reflexión, intercambio y proyección que reúne delegaciones salesianas de todo el continente. Bajo el lema “Una experiencia de encuentro, carisma y proyección”, este evento busca fortalecer el trabajo en red, afianzar la identidad salesiana y responder a los nuevos desafíos educativos y sociales de la región. El encuentro tiene como objetivo general reflexionar sobre la experiencia de trabajo en red de los CFPs de América, analizando los avances alcanzados durante el último sexenio y trazando una proyección acorde con los signos de los tiempos. Entre los objetivos específicos destacan la profundización en la esencia carismática salesiana, el intercambio de experiencias

pedagógicas significativas y la comprensión de la respuesta salesiana a las realidades locales desde la educación técnico-profesional.

Durante cinco días, los participantes vivirán una experiencia integral que combina espacios de formación, espiritualidad, diálogo y cultura. La agenda incluye conferencias, talleres y visitas a instituciones salesianas de República Dominicana, entre los facilitadores y responsables de las sesiones figuran destacados miembros de la congregación salesiana como el Padre Rafael Bejarano (SDB), consejero general para la Pastoral Juvenil. El encuentro concluirá con la elaboración de una hoja de ruta compartida que orientará el trabajo de la red en los próximos años, reafirmando el compromiso de los Salesianos de América con la educación técnico-profesional y la promoción del trabajo digno.

ENCUENTRO DE DELEGADOS DE

PASTORAL JUVENIL DE AMÉRICA

ICon un clima de fraternidad y reflexión profunda concluyó en Santo Domingo el Encuentro Regional de Delegados de Pastoral Juvenil Salesiana de América Cono Sur e Interamérica, celebrado del 12 al 17 de octubre de 2025. El evento reunió a delegados inspectoriales y animadores pastorales de más de veinte países del continente, con el objetivo de fortalecer la comunión, compartir experiencias y proyectar juntos los caminos de la Pastoral Juvenil Salesiana para los próximos años.

La Inspectoría Salesiana de las Antillas fue la anfitriona de este encuentro, que se desarrolló en un ambiente de oración, discernimiento y trabajo colaborativo. El padre Rafael Bejarano, Consejero General para la Pastoral Juvenil Salesiana, acompañó los días de reflexión e intercambio, destacando el compromiso de las regiones americanas con una pastoral en salida, atenta a las realidades juveniles y abierta a la innovación.

Durante las jornadas se abordaron temas de gran actualidad y profundidad pastoral, como la lectura pastoral del Capítulo General 29 y el programa del Rector Mayor, la innovación en el liderazgo salesiano y la gestión de proyectos, el acompañamiento de los jóvenes desde la salud mental positiva, y la forma-

ción conjunta entre laicos y salesianos. También se compartieron buenas prácticas y experiencias significativas de las inspectorías.

Uno de los momentos más significativos fue la reflexión sobre “El camino a seguir para el Sínodo Juvenil Salesiano: respuesta a los sueños de los jóvenes”, animada por el P. Joebeth Vivo, y la ponencia de la Dra. Antonella Sinagoga sobre la promoción de la salud mental en la pastoral juvenil, temas que suscitaron amplio interés entre los participantes.

El P. Ysidro Ramírez, delegado anfitrión de la Inspectoría de las Antillas, agradeció la presencia de los participantes y destacó la riqueza del intercambio vivido: “Un encuentro que nos hizo descubrir a todos la grandeza de pertenecer a esta inmensa familia, porque todos nos sentimos en casa”.

Como cierre simbólico del encuentro, los delegados tuvieron la oportunidad de visitar la Casa del Canillita en la Obra Salesiana de María Auxiliadora y la Catedral Primada de América, en la Zona Colonial de Santo Domingo, donde participaron en un momento de oración y acción de gracias en el contexto del jubileo, vivido con un profundo sentido de renovación de la evangelización y compromiso pastoral.

40 AÑOS DE “CANILLITAS

CON DON BOSCO”

“LA MAGIA DEL ORATORIO”

II

Nace “Canillitas con Don Bosco”

El Centro Juvenil María Auxiliadora estaba en pleno desarrollo y los jóvenes estaban asumiendo el trabajo de diferentes programas como compromiso cristiano.

Don Bosco fue fundado el 8 de diciembre del 1985. Estábamos en el mejor momento para iniciar un Proyecto Oratoriano de acompañamiento a los niños de nuestra “opción preferencial”.

Como todos estos muchachos/as, cada día, tenían que mover sus “canillas” (piernas) por las calles para ganarse la vida y como nuestra mística educativa estaba inspirada en el Sistema Preventivo de Don Bosco, decidimos bautizar al Nuevo Centro Oratoriano con el nombre de “CANILLITAS CON

En manos de la Providencia

Desde sus comienzos la Providencia se manifestó inmediatamente. Fue con motivo del campamento de inicio del proyecto cuando nos dio un signo manifiesto, pues llegó un momento en que pensamos que no podríamos realizar el campamento programado. Se acercaba la fecha determinada y no habíamos conseguido el dinero que necesitábamos. Pero…, faltando cinco días, ya en la tarde, llegó a la plaza de la parroquia María Auxiliadora un motorista preguntando por mí y me entregó un sobre, diciéndome “tenga esta ayuda”. Le di las gracias y le pregunté ¿quién la enviaba? El joven del motor me respondió: “me han dicho que no diga quien lo envía”, y se marchó rápido.

Fui a mi despacho y, cuando abrí el sobre, se me salieron las lágrimas, pues la cantidad de dinero que contenía el sobre era exactamente lo que necesitábamos para el campamento. Enseguida di gracias a Dios, que en ese momento nos decía: no tengáis miedo, yo estaré siempre con vosotros. Los milagros comenzaban a hacerse presentes y estos signos nos indicaban muy claro que había que seguir este camino. La reflexión sobre la acción Recuerdo un hecho que me dejó marcado y que provocó en mí una importante reflexión. Una noche, estaba solo en mi despacho. Llamaron a la puerta y salí para abrir. Un muchacho de unos doce o trece años, con una bolsa en sus

manos, al verme me preguntó así, a quema ropa: ¿es usted Don Bosco?

Yo le dije que sí. Luego me comentó que estaba durmiendo en la calle y me pidió que le dejase dormir en mi casa. Sentí un gran apuro pues no sabía qué respuesta le iba a dar…

Cuando comenté lo sucedido al grupo de jóvenes que trabajaba en Canillitas, este hecho nos estremeció, fuertemente, a todos y nos hizo ver que la obra que estábamos comenzando, debía crecer mucho para poder dar respuestas de calidad a los muchachos más necesitados y no podíamos quedarnos en sencillos programas de entretenimiento.

Fuimos descubriendo las muchas carencias que padecían nuestros muchachos y muchachas. Niños y niñas que nunca habían sido abrazados por sus padres; niños y niñas que nunca fueron declarados cuando nacieron; niños y niñas mal alimentados y con una salud muy débil; niños y niñas sin escuela; niños y niñas sin sonrisas en sus bellos rostros…

Pero todos, niños y niñas con un corazón grande y unas cualidades maravillosas que lo que necesitaban eran oportunidades para desarrollarlas.

Para ellos era necesario crear procesos con excelentes programas y buscar recursos. Nuestro gran reto era acoger a estos muchachos y muchachas y ofrecerles todo lo que por derecho les corresponde. Y, así lo hicimos.

Han pasado, ya, 40 años

Las buenas prácticas de Canillitas con Don Bosco, provocó la creación de nuevos centros de acompañamiento a estos niños/as en otras obras salesianas: Canillitas con Laura Vicuña, Chiriperos con Don

Bosco, Aprendices con Don Bosco, Hogar Escuela Domingo Savio, Quédate con Nosotros, Amigos y amigas de Domingo Savio, Sur Joven, Mano a Mano con Don Bosco, Hogar de Acogida Mamá Margarita, Don Bosco Amigo, Hogar de la Joven Sor Teresa Valsé, Hogar Escuela Doña Chucha, Hogar de Nuestra Señora de la Altagracia, Querebebé.

Se crea, de este modo, la Red de Centros llamada “Muchachos y Muchachas con Don Bosco”.

Lo primero de todo: La centralidad del muchacho/a. El punto de partida es el muchacho/a, con su perfil propio bien definido y como protagonista de todo el proceso educativo a desarrollar, siempre unido a su familia. Pero, siempre nos preguntamos, ¿qué hacer para ir a las causas que originan estas realidades de la niñez? Y hemos descubierto que la Obra Oratoriana tiene la capacidad de una fuerte incidencia para hacer que nuestro Mundo sea expresión del Reino de Dios.

Los frutos cosechados son enormes. Miles de niños y niñas que han podido escribir “historias con finales felices”

Nuestro deseo ha sido siempre que todo niño y toda niña pueda ejercer los derechos que le corresponde y vivir con dignidad, y como todavía en nuestra sociedad sigue habiendo situaciones de verdadera esclavitud de la infancia, hemos de renovar nuestro compromiso carismático dando continuidad, con mayor calidad, a la Red de Muchachos y Muchachas con Don Bosco. Estamos ante un deber de TODOS.

LA MEDITACIÓN CRISTIANA

EL PARADIGMA DE LA INTERIORIDAD

IVivimos tiempos acelerados, saturados de ruido exterior y de agitación interior. La hiperconexión digital nos ha hecho más informados, pero no necesariamente más conscientes. El exceso de estímulos y la falta de silencio han erosionado nuestra capacidad de atención. Muchos jóvenes —y también adultos— viven cansados, distraídos, fragmentados. Sus corazones laten deprisa, pero con frecuencia vacíos. Frente a este paisaje de dispersión, resuena con fuerza la invitación de Pablo d’Ors: “Meditar es aprender a callar para escuchar. No lo que dicen los de-

más, sino lo que dice Dios en el interior de uno mismo”.

La meditación cristiana no es una moda espiritual ni una técnica de relajación. Es un camino de interioridad evangélica, una forma concreta de encuentro con el Dios vivo que habita en lo más profundo del ser. Meditar es, ante todo, dejarse mirar por Él. No se trata de “dejar la mente en blanco”, sino de abrir el corazón al silencio lleno de Presencia. En ese silencio, el alma respira a Dios y el corazón se aquieta hasta sentir su latido.

Sostiene d’Ors que “basta un año de meditación perseverante, o incluso medio, para percatarse de que se puede vivir de otra forma”. Y es cierto: la meditación agrieta la estructura rígida de nuestra vieja personalidad hasta que, con el tiempo, la grieta se ensancha y lo viejo se rompe. De esas ruinas interiores comienza a brotar una nueva vida, más humilde, más libre, más centrada. Meditar es asistir a ese fascinante y tremendo proceso de muerte y renacimiento. El que persevera en el silencio experimenta en sí mismo la Pascua: muere el ego, nace la persona nueva. Cambié… y cambió el mundo.

Desde el carisma salesiano, este camino adquiere un rostro propio. Don Bosco fue un hombre profundamente activo, pero su acción brotaba de un corazón centrado, enraizado en Dios. Su vida era una oración encarnada. Actuaba mucho, pero no por activismo, sino por amor. En él se unían contemplación y acción en una síntesis admirable. Por eso, la meditación salesiana es una espiritualidad del equi-

librio: no aleja del mundo, sino que enseña a vivir en él con más presencia, más libertad y más ternura. Podemos decir que la meditación salesiana tiene tres notas esenciales: Es comunitaria. No caminamos solos. La oración compartida nos recuerda que el Espíritu se manifiesta donde dos o tres se reúnen en el nombre de Jesús. Meditar juntos educa la fraternidad, genera comunión y purifica la mirada con la que nos vemos los unos a los otros. En el silencio compartido se diluyen las máscaras y se revela la verdad de cada corazón. Es breve, pero intensa. Media hora de silencio al día basta para ordenar el alma. No se trata de cantidad, sino de fidelidad. Treinta minutos en los que dejamos de hacer para simplemente ser. Ese tiempo se convierte en un pequeño “laboratorio del alma”, donde se forja la serenidad y se aprende el arte de habitar la presencia. Es diaria. Porque el amor verdadero se alimenta de constancia. La oración no es un lujo espiritual, sino un hábito que estructura el corazón. Meditar cada día es como regar una planta: al principio no se ve el fruto, pero poco a poco la vida florece con naturalidad. El alma se vuelve más receptiva, más disponible, más sensible a la acción del Espíritu.

La meditación es, en el fondo, una escuela de libertad interior. Nos enseña a observar sin juzgar, a reconocer nuestras sombras y a dejar que la mirada amorosa de Dios las transforme. En ella comprendemos que la redención no ocurre sólo en la cruz, sino también en la conciencia: cuando dejamos de huir de nosotros mismos y permitimos que la gracia sane nuestras heridas más hondas. En el silencio, Dios reordena el caos interior y devuelve la paz.

Muchos jóvenes buscan hoy experiencias de serenidad y sentido, pero no siempre encuentran en la Iglesia un espacio donde vivir el silencio de forma sencilla y transformadora. Sin embargo, la tradición cristiana posee un tesoro inmenso. Meditar es acer-

carse al modo de ser de Jesús: su manera de mirar, de escuchar, de estar presente. Es aprender de Él a ser contemplativos en la acción, a mirar el mundo con compasión y profundidad. Meditar cambia la vida. Quien medita, poco a poco, se vuelve más sereno, más compasivo, más libre. Descubre que su interior es un templo habitado por Dios. Y cuando el mundo interior se ordena, también el mundo exterior comienza a transformarse. Ahí radica el secreto del cambio duradero: lo exterior sólo florece cuando la raíz interior se ha fortalecido. Cambias tú… y cambia el mundo.

Invito a todos —jóvenes, laicos, consagrados y sacerdotes— a dar este paso. No se necesita una formación especial, sólo decisión y perseverancia. Bastan tres actitudes: sentarse en silencio, abrir el corazón y dejarse mirar por Dios. Los resultados no se miden en emociones intensas, sino en frutos de paz, humildad y disponibilidad.

La meditación cristiana no nos evade del mundo: nos devuelve a él reconciliados. Después de meditar, uno mira distinto, ama distinto, sirve distinto. Es el mismo principio que Don Bosco vivió y transmitió: el encuentro con Dios en lo cotidiano, en el patio, en el trabajo, en la vida misma.

Cuando el silencio se hace hábito, la vida entera se convierte en oración. Y entonces comprendemos que el Reino comienza dentro, en ese santuario secreto donde el Padre nos espera cada día. Desde allí brota una nueva forma de presencia, más pacífica y más fecunda.

En un mundo que corre sin saber hacia dónde, la meditación cristiana es un camino de regreso al centro, a ese lugar donde habita la verdad de cada uno. Allí nos espera Dios, silencioso y cercano, para decirnos —como al profeta Elías— que no está en el ruido, sino en la brisa suave.

Cambia tú… y cambiará el mundo.

“UN PASO POR MI FAMILIA 2025”

UNA NACIÓN QUE CAMINA UNIDA POR LA ESPERANZA Y LOS VALORES FAMILIARES

ILa Arquidiócesis de Santo Domingo, a través de la Vicaría Episcopal de Pastoral Familia y Vida, celebró con gran júbilo la tradicional caminata “Un paso por mi familia 2025”.

Este año, el espíritu de comunión y fraternidad se vio fortalecido con la participación de Mons. Carlos Tomás Morel Diplán, Mons. Ramón Benito Ángeles Fernández, Mons. Daniel Lorenzo Vargas y numerosos sacerdotes, diáconos, consagrados y una inmensa comunidad de fieles.

La caminata se desarrolla cada noviembre, en el marco del Mes de la Familia.

El ambiente festivo estuvo acompañado de presentaciones artísticas, cantos, danzas y expresiones culturales que resaltaron la belleza de la vida familiar. Con pancartas, poloshirts y banderolas, los participantes proclamaron valores fundamentales para la convivencia: fidelidad, responsabilidad, respeto, perdón, solidaridad, comunicación, vida, justicia y fraternidad. Este año destacó con fuerza un valor esencial: La esperanza, unida a la Cultura del Cuidado, ejes centrales del lema “Un paso por mi familia con esperanza hacia la Pascua”.

“Un Paso por mi Familia” nació en el año 2012 como iniciativa de la Comisión Nacional de Familia. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en una de las actividades de mayor convocatoria en la Iglesia dominicana, reuniendo a miles de fieles en distintas diócesis y logrando un impacto significativo en la conciencia social. Año tras año, este encuentro reafirma el deseo de las familias dominicanas de caminar juntas hacia un proyecto de vida arraigado en el Evangelio.

Durante la celebración, Mons. Carlos Tomás Morel Diplán dirigió una homilía que caló profundamente en los asistentes. Exhortó a las familias a asumir con responsabilidad su rol educativo y formativo dentro de la sociedad. Señaló que muchas de las crisis y fallas que afectan al país tienen su raíz en hogares donde no se cultivan valores esenciales como la honestidad, la responsabilidad, la transparencia, la fidelidad y la cultura

del trabajo.

Recordó que la verdadera formación moral no comienza en la escuela ni en la parroquia, sino en el hogar, con padres comprometidos que transmitan desde temprana edad los valores cristianos que permanecen vigentes y dan firmeza a la vida humana.

El Arzobispo también advirtió sobre corrientes culturales que buscan redefinir la familia o debilitar su esencia, recordando que la historia muestra que las sociedades que abandonan sus valores fundamentales terminan perdiendo cohesión y esperanza. Por ello, alentó a todos a defender la familia dominicana, promotora de buenas costumbres, unidad, dignidad y futuro.

La jornada concluyó con la lectura de un manifiesto nacional a favor de la familia. Entre los puntos destacados del manifiesto se subrayan:

La necesidad de que el Estado garantice el papel fundamental de la familia, tal como lo establece la Constitución dominicana.

La urgencia de políticas que aseguren vivienda digna, acceso a la educación, salud, alimentación, agua potable, energía y estabilidad económica.

La creación de centros de asistencia y acompañamiento familiar, especialmente para quienes sufren violencia o situaciones de vulnerabilidad. Programas de apoyo a niños, jóvenes, adultos mayores y familias en condición de pobreza extrema.

La promoción de una educación integral basada en valores tanto en los hogares como en las escuelas.

El llamado a los medios de comunicación a difundir contenidos que favorezcan la unidad y la salud familiar.

Con esta caminata y las múltiples iniciativas que la acompañan, la Iglesia dominicana renueva su compromiso firme y esperanzador de seguir dando un paso decisivo por la familia, sembrando valores que construyen un mejor país y animando a todos los dominicanos a vivir la fe con alegría y esperanza.

Noviembre - Diciembre

V CONGRESO

EDUCOMUNICACIÓN

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y EL DESAFÍO

lacionarse. Más allá de los avances tecnológicos, el Congreso invitó a mirar la IA desde la lente que dio origen al carisma salesiano: acompañar al joven en su realidad concreta, guiándolo hacia una vida plena,

El encuentro se desarrolló en dos jornadas: una sesión virtual el 28 de noviembre, dedicada a la reflexión conceptual sobre las implicaciones de la IA, y un encuentro presencial el 29 de noviembre en la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), orientado a propuestas prácticas y formativas.

Una mirada crítica desde la fe y la educación

Las conferencias iniciales abordaron los desafíos éticos y antropológicos que la IA supone para la educación. Iván Limardo expuso los riesgos de delegar decisiones a máquinas, advirtiendo que la innovación técnica no puede sustituir el discernimiento humano. Marco Antonio Díaz realizó un recorrido pedagógico que ayudó a pasar de la inquietud a la confianza, fomentando el conocimiento responsable como camino para superar el miedo. El P. Jorge Santiago, por su parte, provocó una reflexión profunda al

Boletín Salesiano Antillas

SALESIANO DE EDUCOMUNICACIÓN

plantear un diálogo entre inteligencia espiritual e inteligencia artificial, desde el Sistema Preventivo, recordándonos que el corazón humano –educable, libre y trascendente– sigue siendo insustituible.

IA al servicio de la misión

La segunda jornada centró el debate en la aplicabilidad pastoral y educativa. María del Mar García presentó la IA como herramienta que puede potenciar la productividad educativa si se integra con una metodología humanizante. La Dra. Carmen Consuelo López enfatizó la urgencia de formar educadores capaces de unir competencias digitales con discernimiento ético, de modo que la IA no solo sea eficaz, sino también promotora de dignidad y valores.

Comunicar como Don Bosco

La tarde concluyó con la conferencia de Petronila Polanco, quien invitó a comunicar con autenticidad, centrando el mensaje en el propósito evangelizador. Finalmente, el ingeniero Ramón Guzmán profundizó en la propuesta Pedagog[IA] salesiana, subrayando que la IA, cuando se alinea con la pedagogía preventiva, puede convertirse en aliada para educar y evangelizar “como lo haría Don Bosco hoy”.

El Congreso reafirmó que la inteligencia artificial, sin el acompañamiento humano, es solo cálculo. Nuestra

misión es educar la inteligencia, pero sobre todo, cultivar el alma. Los Salesianos, anclados en la esperanza, están llamados a formar jóvenes capaces de habitar el entorno digital con ética, espíritu crítico y corazón salesiano. Porque, en tiempos de máquinas inteligentes, más que nunca necesitamos educadores con inteligencia del corazón.

PREMIOS DON BOSCO A LA COMUNICACIÓN 2025

CREATIVIDAD AL SERVICIO DEL EVANGELIO

IEn el marco del V Congreso Salesiano de Educomunicación, celebrado el sábado 29 de noviembre en la Universidad Católica Santo Domingo, se llevó a cabo la entrega de los Premios Don Bosco a la Comunicación 2025, un reconocimiento que exalta el talento, la creatividad y el compromiso de las obras y comunicadores que anuncian el Evangelio con un lenguaje cercano, fresco y profundamente salesiano. Este galardón, que ya se consolida como una tradición en la Inspectoría, busca motivar el trabajo comunicacional que cada casa realiza con pasión y sentido de misión. Los finalistas de este año evidencian la diversidad y vitalidad de nuestras comunidades.

En la categoría Redes Sociales fueron nominados Hogar Escuela, Mao, Don Bosco Santo Domingo y Jarabacoa. En Diseño Gráfico, destacaron Miguel Espinal (Mao), Ori Roa (Hogar Escuela), Marleny Calderón (María Auxiliadora) y Francis Rudecindo (Don Bosco). En Fotografía,

compitieron Miguel Espinal (Mao), Ori Roa (Hogar Escuela), Pamela Hernández (María Auxiliadora) y Dania Florián (Don Bosco).

Los ganadores de esta edición fueron: Salesianos Jarabacoa en Redes Sociales; Marleny Calderón (Salesianos María Auxiliadora) en Diseño Gráfico; Miguel Espinal (Salesianos Mao) en Fotografía; y el premio a la Comunicación Integral fue otorgado a la Casa Salesiana Don Bosco, Santo Domingo, por su capacidad de comunicar la misión de manera coherente y eficiente.

El Gran Premio Don Bosco a la Comunicación 2025 se le entregó al P. José Pastor Ramírez, SDB, en reconocimiento a su fecunda producción de libros y artículos, sus múltiples conferencias y su incansable labor evangelizadora a través del programa PROFOCO.

Estos premios celebran no solo el talento, sino la certeza de que comunicar bien es también evangelizar.

NUESTRA CANCIÓN DEL MES

“MÁS ALLÁ”

IEsta última edición de nuestro boletín salesiano se realiza en una de las épocas más hermosas del año a nivel social y a nivel litúrgico, la Navidad. “Más Allá” es una canción del sexto álbum de estudio de la cantautora cubanoamericana Gloria Estefan, Abriendo Puertas (1995). Una balada de bolero navideño, la canción utiliza campanas de iglesia y trata líricamente sobre el amor desinteresado. Es una canción que nos recuerda que la Navidad no es solo un acontecimiento histórico, sino una oportunidad renovada para dejar entrar la luz de Dios en nuestra vida. A continuación les dejamos sus letras con sugerencias de acordes. “Más allá”:

D

Cuando das sin esperar

Bm Bm

Cuando quieres de verdad

Em C

G D

pon tus sueños a volar, A Bm siembra paz brinda amor

G A

que el mundo entero pide más

D A

Cuando brota una oración

Bm Bm cuando aceptas el error

Em C cuando encuentras lugar, para la libertad

G A

hay una sonrisa más

D A

Cuando llega la razón Bm Bm7 y se va la incomprensión

Em C

Cuando quieres luchar, por un ideal

G A

Hay paz en tu corazón

D

Bm Bm

Cuando brindas perdón, en lugar de rencor

Cuando sientes compasión,

del amigo y su dolor,

Em C

G A

hay paz en tu corazón

(CORO)

D

Más alla

Bm

Del rencor

G D

De las lágrimas y el dolOR

A

Brilla la luz, Bm

Del amor

G A

Dentro de cada corazón

D

Ilusión, Bm

Navidad

cuando miras la estrella, que oculta la niebla

G A hay una sonrisa más

Bm G

hay un rayo de sol

D A Bm a través del cristal

G

hay un mundo mejor

A cuando aprendes a amar

(CORO)

D

Cuando alejas el temor, Bm Bm y prodigas tu amistad

Em C cuando a un mismo cantar, has unido tu voz

G A

hay paz en tu corazón

D A

Cuando buscas con ardor Bm Bm y descubres tu verdad

Em C cuando quieres forjar, un mañana mejor

G A

hay paz en tu corazón

IP. Ysidro Ramírez participa en el encuentro de animación misionera: Desde el domingo 9 de noviembre, el P. Ysidro Ramírez, delegado para la Animación Misionera, se encuentra participando del Encuentro Mundial de los DIAM. El día de ayer, fecha en que se cumplieron 150 años del primer envío misionero, la región Interamérica trabajó con el Consejero para las Misiones, Don Jorge Crisafulli.

Las actividades se centraron en la planificación de las actividades que se van a seguir realizando para avivar la llama misionera en los jóvenes y en los salesianos, luego del aniversario de la primera expedición misionera.

I

Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán Stomó posesión como arzobispo coadjutor de Santo Domingo en una Eucaristía celebrada el 10 de noviembre en la Catedral Primada, con la participación de obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano. Tras la lectura de la Bula Apostólica que confirma su nombramiento, Mons. Morel expresó que desea centrar su ministerio episcopal en tres acciones fundamentales: servir con amor, escuchar con generosidad y acompañar como un hermano, siguiendo el ejemplo de Jesús.

ISalesianos de Santiago de Cuba enfrenta los estragos del huracán Melissa: Santiago de Cuba nos necesita Tras el paso del huracán Melissa, la Obra Salesiana María Auxiliadora enfrenta graves daños: capillas destruidas, familias sin techo y comunidades sin electricidad ni agua.Aun así, los salesianos permanecen al lado de su gente, anclados en la esperanza, ofreciendo alimentos, medicinas y consuelo espiritual.

I IATESA y UCATECI firman acuerdo de colaboración interinstitucional: El 5 de noviembre de 2025, en las instalaciones de la Universidad Católica del Cibao (UCATECI), el Instituto Agronómico y Técnico Salesiano (IATESA) formalizó un acuerdo de cooperación académica, científica y técnica con dicha universidad, fortaleciendo así los lazos de colaboración entre ambas instituciones educativas. La firma del Convenio de Colaboración Interinstitucional IATESA–UCATECI tiene como propósito optimizar recursos, potenciar la formación integral de los estudiantes y promover los valores del humanismo cristiano, compartiendo una misma misión: evangelizar educando y educar evangelizando.

I Encuentro de Formación Salesiana fortalece fraternidad y vocación en jóvenes hermanos: Del 30 de noviembre al 2 de diciembre de 2025 se celebró el Encuentro de Formación Permanente para Hermanos del Primer Quinquenio de los Salesianos de las Antillas, un espacio que reunió a religiosos con entre 0 y 5 años de ordenación sacerdotal o Profesión Perpetua. La jornada se desarrolló en un ambiente de fraternidad y renovación espiritual, permitiendo a los participantes reflexionar sobre su misión y compartir experiencias. El encuentro destacó la importancia de la formación continua como pilar fundamental en la consolidación de la vocación.

ISanta Clara, Cuba – noviembre de 2025 –: La mañana del 26 de noviembre, salesianos cooperadores de Santa Clara participaron en la eucaristía presidida por el cardenal Ángel Fernández Artime, SDB, en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad. Luego saludaron al padre Carlos, SDB, y al diácono Pepe Gálvez, junto a coordinadores de Cáritas. El cardenal realiza una visita pastoral por varias diócesis de Cuba, invitado por la Conferencia Episcopal, del 22 de noviembre al 2 de diciembre.

P. NÉSTOR PAZOS

MEDIO SIGLO DE ENTREGA Y MISIÓN

ILa comunidad salesiana y educativa de la República Dominicana y concretamente, la obra salesiana de Don Bosco en Santo Domingo, se viste de alegría al celebrar los 50 años de vida sacerdotal del padre Néstor Pazos, salesiano argentino que ha dedicado su existencia al servicio de Dios, de los jóvenes y de las comunidades más necesitadas. Su aniversario sacerdotal no solo marca una fecha significativa en su historia personal, sino también un momento de gratitud por el impacto profundo que ha dejado en cada lugar donde ha ejercido su misión desde que llegó a nuestras tierras en 1969. El padre Néstor Pazos pertenece a la Congregación Salesiana, fundada por San Juan Bosco, cuya espiritualidad se centra en la educación, la evangelización y la promoción integral de los jóvenes, especialmente de los más vulnerables. Desde su ordenación sacerdotal en 1975, en la parroquia Don Bosco, hace ya cinco décadas, ha vivido su ministerio con fidelidad al carisma salesiano: presencia cercana, acompañamiento, escucha paciente y amor incondicional por la juventud.

Nacido en Argentina, el P. Néstor sintió desde temprana edad la llamada al sacerdocio y al servicio misionero. Con espíritu audaz y corazón disponible, aceptó ser enviado a la República Dominicana, país que adoptó como propio. Aquí ha dejado huellas

profundas en diversas obras salesianas, distinguiéndose como sacerdote alegre, sencillo y siempre dispuesto a servir. Su trato cercano ha hecho que muchos lo consideren no solo guía espiritual, sino también padre, amigo y consejero.

A lo largo de estos cincuenta años, ha trabajado incansablemente en parroquias, centros educativos y comunidades desfavorecidas, promoviendo valores como la solidaridad, el respeto y la esperanza. Ha acompañado procesos de formación de jóvenes, alentándolos a descubrir lo mejor de sí mismos y a construir un futuro digno. Con su estilo salesiano, ha enseñado que educar es un acto de amor y que evangelizar es despertar en otros el deseo de vivir con sentido.

Hoy, mientras celebramos este medio siglo de entrega, reconocemos en él un testimonio vivo de lo que significa ser un buen pastor: alguien que camina con su pueblo, que comparte sus alegrías y sus dolores, y que nunca deja de confiar en la acción de Dios. Su vida es una invitación a renovar la fe, a servir con alegría y a mantener el corazón abierto a la misión.

Que Dios siga bendiciendo al padre Néstor Pazos con salud, fuerza y la misma pasión que lo ha caracterizado desde el primer día. ¡Gracias, padre Néstor, por estos 50 años de amor y entrega!

P. JUAN FRANCISCO TEJADA, SDB

EL TEMPLO QUE BROTA LA VIDA

IEn la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán, la Iglesia celebra el misterio de un templo que no es solo de piedra, sino de vida. Ese mismo espíritu se hace carne hoy al celebrar los 50 años de consagración sacerdotal del P. Juan Francisco “Tejadita” Tejada, un sacerdote que ha sido, para muchos, un verdadero templo donde Dios habita y hace brotar la alegría. Celebrar los 50 años de sacerdocio del P. Tejadita en esta fiesta no es casualidad: es providencia. Porque su vida, más que cualquier edificio, ha sido un templo vivo, donde han florecido la fe, la esperanza y la fraternidad. En cada comunidad, colegio, parroquia u oratorio donde ha estado, su presencia ha sido fuente de vida, un torrente de entusiasmo pastoral que sigue fluyendo con la frescura del Evangelio.

Su sacerdocio se puede describir con una imagen profundamente salesiana: el templo como patio. Don Bosco soñó el oratorio como un espacio donde los jóvenes se sintieran en casa, donde Dios jugara entre los niños y se alegrara con sus amigos. El P. Tejadita ha hecho de ese sueño una realidad: donde llega, el altar y el patio se confunden, la fe se vuelve amistad, el saludo se convierte en bendición y el juego en oración.

En él descubrimos que Dios no solo se encuentra en la solemnidad del culto, sino en la sencillez del encuentro. Su risa cercana, su mirada atenta y su capacidad de construir comunidad son signos visibles del Espíritu que lo habita.

Cincuenta años de sacerdocio no son una cifra, sino una historia tejida con nombres, rostros y sueños. Cada parroquia ha sido un ladrillo colocado por Dios en su interior; cada sonrisa, una ventana; cada perdón, una puerta abierta; cada Eucaristía, un altar nuevo. Hoy vemos en él un templo hermoso, no perfecto, pero lleno de luz.

A sus 80 años, el P. Tejadita sigue siendo un manantial que no se seca, un sacerdote que no se jubila del amor. Su vida recuerda que el verdadero templo no envejece: se hace más profundo. Y que la fidelidad, cuando se vive con alegría, se convierte en fuente de Evangelio.

Al mirarlo, todos somos invitados a preguntarnos: ¿qué clase de templo somos? ¿Uno cerrado y silencioso, o uno abierto donde los demás pueden encontrar a Dios?

Porque al final, las basílicas, las iglesias y los patios salesianos solo tienen sentido si de ellos sigue brotando agua viva: la del servicio, la fe y la alegría que no envejecen

SOR MARÍA TRONCATTI

IMadre, Misionera, Artesana de la Paz y la Reconciliación. La Hermana María Troncatti encarna una profunda maternidad, arraigada en su intimidad con Jesús y nutrida por la oración constante. Esta dimensión la lleva a testimoniar el amor del Padre con ternura, tanto que los indígenas Shuar la llaman cariñosamente “madrecita”. Conoce la Familia Salesiana por medio de un ejemplar del Boletín Salesiano en italiano, que llegó a sus manos, durante su juventud. Enseña con paciencia la paz y el perdón en un contexto de conflicto, acogiendo a los necesitados y ofreciendo afecto y seguridad. Su filiación mariana con María Auxiliadora se transforma en una maternidad educativa que la convierte en “ayuda” para quienes le son confiados. En este y los siguientes números del boletín Salesiano de las Antillas, estaremos dando a conocer la figura de esta Santa Hija de María Auxiliadora, que hoy da gloria a Dios en el Cielo, y que intercede por los más pequeños, a quienes amó y sirvió durante su vida.

La familia y la opción vocacional

En la adolescencia, María Troncatti se convierte en protagonista. Para empezar, en casa. Asume en primera persona una gran cantidad de trabajo y responsabilidades. […] Trabaja en el campo y siempre tiene mil compromisos de diferente calibre. Hay que pensar que la hermana mayor, Caterina, se ha dedicado durante mucho tiempo a la sastrería, volviéndose hábil y rápida; es necesario dejarla libre de otras tareas. A un cierto punto, casi sin darse cuenta, María se encuentra siendo la educadora-asistente de su hermano Giacomo. La adolescencia de María está llena de experiencias interiores que la hacen madurar... La familia Troncatti está formada por varios parientes; muy unidos entre sí, como ocurría en las familias patriarcales. Todas las personas que trabajan, no para perseguir dinero, sino porque el trabajo es como un aliento que te toma en la madrugada del día (y, de manera análoga, en la mañana de tu curso de vida) y te acompaña hasta la noche. Es una obra intensa pero no febril, sacrificada,

pero espontánea y alegre, cuidada como una obra de arte continua, realizada por y con los familiares, en contacto, piel con piel, con la naturaleza, con el ritmo de las estaciones, con la sabiduría de una cultura centenaria, fuerte y delicada como las montañas. Y todo, el trabajo, la vida, la familia, la juventud, la vejez, las aspiraciones, las esperanzas: todo se mezcla con la fe y la oración. Los momentos culminantes de esta comunión vital son las tardes, especialmente las largas tardes de otoño e invierno. Tal vez se reúnen en el establo, con parientes y vecinos. Se reza el rosario y luego comienzan las historias, los chistes, las canciones.

Mientras tanto, las manos no permanecen inactivas. [...] María, cuando intentaba cantar, hacía reir a la gente con sus desafines. Pero también, fuera de la canción, hacía reir a la gente: con sus gracias, bromas, chistes varios. Su hermana Lucía dice que su padre la llamaba “el me car taramot - mi querido terremoto”. Austeridad y afecto: un afecto lleno de reserva, pero perceptible en su delicadeza; Un cariño que permanece para siempre. María se parece a su papá Giacomo, un hombre que ama en profundidad, pero parece casi esquivo, tal vez temeroso de estropear con un gesto, con una palabra la clara, pureza de sus sentimientos”.

La elección vocacional

“Y llega el 15 de octubre de 1905, el día fijado para esa inmersión en el misterio. Papá Giacomo aún no ha podido decir que sí; sin embargo,

apoyado por la delicadeza de su esposa y la comprensión rústica del párroco, ya no expresó su oposición, también porque comprendía que hacerlo solo complicaría aún más las cosas. [...] tenemos que movernos... María siente la presión en su piel, y especialmente en su corazón. Las últimas lágrimas, los últimos abrazos. Cruzamos el corral y llegamos a la puerta abierta a la carretera. No quiere mirar atrás, pero siente un movimiento inusual... y lo entiende. El papá se ha desmayado. No cae al suelo, porque el párroco lo sostiene, pero claro... ¿Qué puede haber sucedido? […] El señor Giacomo finalmente hizo el esfuerzo de bendecir a su hija, sin avergonzarse de las lágrimas que brotaban de su corazón, pero el esfuerzo fue tan grande que lo abrumó . En ese momento ¿María habrá tenido la tentación de posponerlo? No lo sabemos; ciertamente, no habrá faltado un instante de vacilación”.

De las 81 cartas escritas por Sor María Troncatti y recogidas en el volumen de sus Cartas, 40 de ellas son enviadas a familiares. La siguiente carta es la primera enviada a sus padres. La elección vocacional y la partida de casa fue un momento muy difícil, casi dramático para María y su familia. Ella, que ahora está desde hace tres meses en Nizza Monferrato en la casa de formación como postulante, pide perdón por haber dejado a su familia sin noticias durante mucho tiempo. Expresa su afecto diciendo que nunca se desvanecerá, a pesar de la elección hecha: lo ha hecho con generosidad y determinación, solo por el Señor.

DETRÁS DEL CIMA SABOR NAVIDEÑO

IINavidad es sinónimo de muchas cosas, no solamente para los latinos y los hispanos, sino también para gran porcentaje del mundo. Ni hablar de la cultura dominicana, el país de los reales y rotundos contrastes.

Todos sus sinónimos están relacionados a alegría, brillo, luces, lentejuelas, gozo, fiestas, motivos para celebrar, agenda copada y doble sueldo. Sin embargo, generalmente, el tema de la salud mental en Navidad, pocas veces se toca; nadie quiere hablar de problemas ni de tristezas, tampoco de deudas ni dolencias, mucho menos de preocupaciones ni melancolías.

Cuando hablamos de Navidad, todo se traduce en disfrute. Pero ¿te has preguntado en lo que trae el cierre de un año con una tragedia memorable como la del Jet Set en abril? ¿Has pensado en lo que sientes verdaderamente en medio de tanta fanfarria? ¿En medio del gozo, cierras un ciclo o te concentras solo en abrir otro (2026)?

Al llegar diciembre, la salud mental toma vacaciones y en esta edición, se las negamos, necesitamos priorizarla con el mismo nivel de importancia que la actualidad amerita. Pocos se atreven a abordar la Navidad desde los sentimientos que provoca cuando apagamos las luces y muteamos el “bebo hoy, bebo mañana”, (el que tienen en “repeat” algunas emisoras).

Siendo la salud mental el talón de Aquiles de la sociedad de hoy, es preciso entender que la Navidad o las “fiestas pascueras” también merecen ser bien sentidas, no fingidas. El ser humano de hoy merece externar lo que siente, sin miedo a ser juzgado, me rece agradecer por los 365 Dios le regaló, con sus luces y sombras, con su soste nidos y bemoles, con sus penas y alegrías; en gra titud, pero también introspección. Expresar libremente lo que sentimos, no nos hace ni amargados ni fuera de tono, no nos viste de desagradecidos ni de aburridos. Pues esas

mismas festividades navideñas y agendas sobrecargadas de brindis, también fungen como época predilecta para hacer introspección, para sanar sin presión, cerrar ciclos y permitirnos ponerle nombre a lo que verdaderamente sentimos sin temor a ser mal vistos.

No te niegues el derecho de sentir, repito, no te niegues la dicha de sentir sin caretas, y muéstrate abierto a que otros vean en ti la oportunidad de ser y estar genuinamente. Así como en la viña del Señor debe haber de todo, hay muchos que fingen estar bien en Navidad, sin verdaderamente estarlo y tu aporte lejos de ser el que lleva la bebida o propone el angelito, debe radicar en la empatía, hacernos eco de esos que necesitan una escucha, un hombro para descargar o unos oídos receptivos para entender. Y a su vez, ser ese que, en medio del gozo, hace su aparte, se permite respirar consciente, buscar ayuda si la necesita, hacer cita con el terapeuta si lo decide, evitar la bulla y buscar más calma.

El gozo tuyo, no tiene por qué ser el del vecino, respeta eso. Entiende que, si bien es cierto que muchos agradecemos a Dios no haber perdido a nadie cercano este año, probablemente tu vecino no corrió con igual suerte. Se trata de eso, de ver la Navidad como la época perfecta para sanar, concretar, concluir, soltar.

Que en cada reunión fiesta o “junte” que te inviten, seas tú la pieza que motive a la apertura genuina, al sentir verdadero, de esos pocos que cuando pregunten “¿cómo estás?”, verdaderamente mire a los ojos buscando una respuesta sincera a esa pregunta diaria que se ha vuelto tan monótona y automática.

En definitiva, sentir genuinamente es el mejor regalo

Boletín Salesiano Antillas

ITESA Y EL PRECE 2025

UN SUEÑO DE CALIDAD CONVERTIDO EN ORO

IEn uno de sus sueños más signifi cativos, Don Bosco recorría un gran edificio lleno de talleres donde los jó venes trabajaban, aprendían y rezaban en un ambiente de alegría, disciplina y fraternidad. Cada espacio irradiaba vida y esperanza, mostrando un lugar donde cada muchacho podía descubrir su dignidad y construir su futuro. Ese sueño no quedó en una imagen lejana: tomó forma concreta en obras como el ITESA. El ITESA es, en la República Dominicana, la realización viva de aquella visión. Desde sus inicios ha brindado a los jóvenes más necesitados herramientas para ser productivos, capaces y eficientes; pero, sobre todo, para ser buenos cristianos y honrados ciudadanos. Cada taller, cada aula y cada esfuerzo compartido dan testimonio de ese legado. En este 2025, y en el marco de los 90 años de presencia salesiana en el país, hemos recibido la

Medalla de Oro en los Premios a la Calidad Educativa. Este reconocimiento confirma que no solo encarnamos el sueño de Don Bosco, sino que lo honramos ofreciendo una educación integral y de alta calidad a jóvenes que, en su mayoría, provienen de los barrios más humildes de Santo Domingo.

Este logro es fruto del compromiso de toda una comunidad. Entre ellos, quiero resaltar al señor Rafael Morel, maestro, guía y salesiano de corazón, cuyo aporte desde el Departamento de Calidad ha sido decisivo y profundamente inspirador.

A nuestros estudiantes, familias, docentes, colaboradores, exalumnos e instituciones amigas: gracias.

Hoy somos oro, y que este logro ilumine e impulse a todas nuestras escuelas salesianas a seguir dando lo mejor por nuestros queridos jóvenes.

IX CONGRESO

PROVINCIAL ANTILLAS DE LOS SALESIANOS COOPERADORES: “SER

FERMENTOS PARA SER FECUNDOS”

ICon el lema “Ser fermentos para ser fecundos”, los Salesianos Cooperadores de la Provincia Antillas celebraron los días 15 y 16 de noviembre su 9.º Congreso Provincial, un evento que reunió a cerca de 150 participantes de Cuba, República Dominicana y Puerto Rico, tanto en modalidad presencial como virtual. El encuentro tuvo como propósito fortalecer la Asociación en la región y promover una mayor corresponsabilidad frente a los nuevos desafíos de la misión salesiana en el Caribe. El congreso contó con la destacada presencia de Martín Calderón, Consejero Mundial Región Interamericana de los Salesianos Cooperadores, quien acompañó los espacios de reflexión, diálogo y discernimiento junto a los miembros de los consejos locales de cada nación. Durante las jornadas se abordaron temas fundamentales para la vida y misión del laicado salesiano, con especial énfasis en la identidad carismática, la formación y el rol de los cooperadores en la transformación social desde el espíritu de Don Bosco. Uno de los hitos principales del encuentro fue la aprobación de las nuevas líneas de acción para el trienio 2025-2028, orientadas a potenciar el acompañamiento comunitario, fortalecer la animación provincial y promover una presencia más activa en las realidades juveniles de las Antillas. Asimismo, durante el Congreso se votó el cambio de nombre de “Consejo” a “Consulta” para los equipos de animación nacional de cada país, con el fin de armonizar la terminología y el sentido de corresponsabilidad propios de la misión salesiana. Estas decisiones Asociación Nacional de Salesianos(as) Cooperadores(as) SS.CC., Inc. REPÚBLICA DOMINICANA RNC:430335241 Av. 30 de marzo #52, Santo Domingo, Rep. Dom. Tel.: (809) 688-7746 salesia-

noscooperadoresrd@gmail.com ofrecerán la ruta de trabajo para los próximos años, respondiendo a los desafíos actuales con creatividad, fidelidad y esperanza salesiana. En el marco del Congreso se llevó a cabo también la elección del nuevo Consejo Provincial Antillas, encargado de animar y coordinar la labor de los Salesianos Cooperadores en los tres países. El proceso electoral se desarrolló en un clima de discernimiento fraterno, propio del espíritu salesiano, y reafirmó la voluntad de caminar unidos por el bien de la juventud y las comunidades. El nuevo consejo electo quedó conformado de la siguiente manera: Consejo Provincial de los SSCC 2025-2028: Arismendy Espinal, Coordinador; Katty Rivera, Formación; Tania Julissa, Secretaria; Helga Negrón, Vida Fraterna y Promoción Vocacional; Marlon Herrera, Administración; Rafael Ynoa, Comunicación; Ana Verónica Rodríguez, Pastoral Juvenil y Familia. Como delegados inspectoriales continúan, Sor Basilia Ramírez, Delegada por las FMA y el P. José Cuello, Delegado por los SDB. La República Dominicana, país anfitrión del evento, acogió el encuentro con entusiasmo, brindando un ambiente propicio para la oración, el intercambio y la renovación del compromiso apostólico. Tanto los participantes presenciales como los conectados virtualmente vivieron un congreso marcado por la alegría, la participación activa y el deseo de “fermentar” con el carisma de Don Bosco cada ambiente donde está presente la Asociación. Este 9.º Congreso Provincial reafirma la misión de los Salesianos Cooperadores de las Antillas de ser signos de esperanza para la juventud, trabajando con corresponsabilidad y unidad, y manteniendo viva la herencia educativa y evangelizadora de San Juan Bosco.

13 NUEVOS SALESIANOS COOPERADORES

HACEN SU PROMESA EN EL SANTUARIO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS DE MOCA.

ICon profunda alegría y espíritu de familia, el Centro Local Sagrado Corazón de Jesús de Moca celebró este domingo la promesa de trece nuevos Salesianos Cooperadores, quienes se integran oficialmente a la Asociación de Salesianos Cooperadores (SSCC), comprometiéndose a vivir su vocación laical al estilo de Don Bosco, en servicio a los jóvenes y a la Iglesia.

La ceremonia tuvo lugar en el santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en una eucaristía llena de fe, emoción y compromiso; presidida por el Rvdo. P. José Pastor Ramírez, sdb, Inspector de los Salesianos en las Antillas, y acompañada por miembros de la Familia Salesiana, familiares y amigos de los nuevos cooperadores.

Durante la celebración, los nuevos miembros expresaron públicamente su deseo de vivir el Evangelio según el espíritu de San Juan Bosco, siendo “signos

y portadores del amor de Dios a los jóvenes” en sus ambientes de vida, trabajo y comunidad.

“Hoy la Asociación crece no solo en número, sino en esperanza. Estos nuevos hermanos traen consigo entusiasmo, fe y el deseo de seguir construyendo la misión salesiana en la realidad dominicana”, expresó el sr. Franklin Ortega, Coordinador Provincial de los SSCC en las Antillas, al concluir la celebración.

El momento fue vivido con un profundo sentido de gratitud y fraternidad. Los presentes destacaron el ambiente de oración y alegría que caracterizó la ceremonia, sello distintivo del carisma salesiano.

Con estas nuevas promesas, el Centro Local Sagrado Corazón de Jesús de Moca, reafirma su compromiso con el lema que anima este tiempo de relanzamiento de la Asociación: “Ser laicos comprometidos con la esperanza, testigos del amor de Dios en el mundo.”

EL P. GUMERSINDO DÍAZ,

LA LÁMPARA QUE NUNCA SE APAGA

IHay vidas que iluminan. Hay presencias que, aun discretas, se convierten en faros para generaciones. Y hay sacerdotes cuya fidelidad cotidiana se transforma silenciosamente en un legado que permanece, inspira y convoca. Tal fue la vida del padre Gumersindo Díaz, salesiano, maestro, pastor, comunicador incansable y, por años, director del Boletín Salesiano en la República Dominicana. Su partida el 6 de noviembre de 2025 no apagó su luz; por el contrario, reveló el brillo profundo de una existencia totalmente entregada a Dios, a los jóvenes y a la misión de Don Bosco.

Su vida puede leerse como un gran Evangelio vivido, como una lámpara alimentada constante mente por el aceite de la fe, de la esperanza y del amor. Y es precisamente bajo esa imagen —tan suya, tan simbólica— que la homilía de su funeral lo definió: una lámpara que no se apaga. Su luz no era solo la de un hombre bueno, sino la de un pastor cuya vida entera fue una ofrenda, una pedagogía silenciosa de amor y entrega.

Un salesiano que comunicó con la vida

Quien conoció al P. Gumersindo sabía que no hablaba para lucirse ni para ocupar espacios. Su palabra era clara, serena, directa y profundamente evangélica. Desde las aulas hasta los templos, desde los retiros espirituales hasta las conversa ciones sencillas, él comunicaba siempre desde el corazón, desde esa voz interior trabajada con dis ciplina espiritual y con un amor sincero al Señor.

Como director del Boletín Salesiano, dejó una huella de estilo y visión: escritura precisa, espi ritualidad encarnada, sensibilidad social y un cri terio pastoral profundamente salesiano. Para él, comunicar era un acto de amor; era ponerse en camino para que otros encontraran luz, consuelo y orientación. Su dedicación a esta misión fue tan significativa que en vida recibió el Gran Pre mio Don Bosco a la Comunicación, reconocimiento otorgado a quienes han hecho de la palabra y la imagen un instrumento de evangelización y servicio. Aquella distinción no buscaba premiar la excelencia técnica, sino el corazón desde el cual comunicaba: limpio, generoso y totalmente pastoral.

Incluso cuando la enfermedad lo redujo a una

silla de ruedas, su espíritu comunicador se fortaleció. Se convirtió —como él mismo decía con humor— en una “lámpara digital”: desde su celular o su computadora, grababa reflexiones, acompañaba enfermos, escribía meditaciones, aconsejaba jóvenes y animaba a tantos que encontraban en él un pastor cercano. Su mensaje siempre tenía esa mezcla de firmeza y ternura que tanto caracterizó su estilo: sin dramatismos, sin protagonismos, sin aspavientos… solo verdad, fe y esperanza.

La luz de la sencillez

a “dejar de ser útil”.

Su fe no fue idealista; fue concreta. Mientras otros veían limitaciones, él veía nuevas oportunidades para evangelizar. Mientras otros se retiraban, él comenzaba otro capítulo de misión. Su silla de ruedas se convirtió en un púlpito; su habitación, en un pequeño centro de misión; su computadora, en un instrumento de esperanza.

Muchos visitaban “al padre enfermo” y salían diciendo: “Él es el que nos anima a nosotros”.

Así era su forma de amar: firme, resistente, agradecida. Su lámpara, en lugar de apagarse, ardía con más intensidad desde la fragilidad.

Una pasión: las vocaciones

Si hubo una llama que nunca dejó de arder en él —y que definió parte fundamental de su legado— fue su pasión por las voca-

sembró esperanza. Tenía un talento singular para ver en los jóvenes una chispa, una posibilidad, un llamado todavía escondido. Muchos salesianos de hoy pueden decir con gratitud: “Yo descubrí mi vocación porque el P. Gumersindo creyó en mí antes que yo mismo”.

Esa capacidad de descubrir vocaciones era fruto de su sensibilidad espiritual y de su mirada contemplativa. Veía más allá de las apariencias. Su fe inquebrantable en la juventud era su manera concreta de vivir el “hambre y sed de justicia” del Evangelio: construir una Iglesia joven, viva y fecunda.

Una llama que consuela

Una de las gracias más visibles del P. Gumersindo era su misericordia. Tenía la capacidad de escuchar con paciencia, de aconsejar con sabiduría y de consolar con ternura. Muchos lo recuerdan como un confesor sereno, un acompañante espiritual prudente, un sacerdote que sabía llorar con los que lloran y alegrarse con los que se

Su luz no era fría; era cálida. No era punzante; era abrazadora. Quien se acercaba a él encontraba un padre, un hermano, un guía. Su trato pastoral era mansedumbre encarnada. Y en una época marcada por prisas y ruidos, él se convertía en un espacio seguro, en una pausa espiritual necesaria, en un oasis donde Dios hablaba a través

Sus 88 años fueron un himno al amor de Dios. Su muerte no fue una despedida, sino un abrazo. Unida a las Constituciones Salesianas, la esperanza se vuelve certeza: “La esperanza de entrar en el gozo de su Señor ilumina la muerte del

Hoy, el P. Gumersindo entra en esa ciudad donde no hay noche, porque el Cordero es su lámpara. Su voz se silencia en la tierra, pero su luz sigue brillando en nosotros. Cada joven acompañado, cada vocación animada, cada palabra escrita, cada gesto de misericordia, cada instante de fidelidad… todo continúa vivo, presente, fructificando. Y el Boletín Salesiano, que una vez dirigió, guarda hoy su memoria como un faro. Porque las lámparas encendidas por amor a Dios no se apagan jamás… solo cambian de lugar.

Noviembre - Diciembre

PABLO D’ORS

INVITA A LOS JÓVENES Y A LA FAMILIA SALESIANA

A REDESCUBRIR EL SILENCIO

ILa República Dominicana acogió del 6 al 9 de noviembre la visita del reconocido sacerdote y escritor español Pablo d’Ors, fundador de la red internacional Amigos del Desierto. Su paso por el país incluyó conferencias, talleres y encuentros que convocaron a religiosos, educadores, jóvenes y buscadores espirituales interesados en profundizar en la vida interior y la oración contemplativa.

Uno de los momentos más significativos de su visita fue el encuentro realizado en el auditorio P. Julio Soto del ITESA, donde compartió con jóvenes de las escuelas SDB y FMA, así como con invitados especiales, la conferencia “Cómo escuchar tu voz interior en tiempos de pantallas y distracciones”. Con su estilo cercano y contemplativo, el padre d’Ors animó a los participantes a ejercitar la atención plena, recuperar el silencio como camino de autenticidad y descubrir en su

interior “la voz que orienta y unifica”.

La agenda continuó con diversas actividades en Santo Domingo, entre ellas las conferencias “La meditación es el viaje al centro de nosotros mismos”, en el Colegio Babeque; “Cultivar la interioridad: un desafío impostergable para la vida consagrada y presbiteral”, en la UCSD; y dos encuentros en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, dedicados a la meditación cristiana y a la escritura como ejercicio espiritual. La jornada culminó con un taller sobre la oración contemplativa según Franz Jalics en la Residencia El Carmelo.

La presencia del padre Pablo d’Ors se convirtió en una oportunidad privilegiada para la Familia Salesiana, que reafirma su compromiso de acompañar a los jóvenes en el descubrimiento de su mundo interior y en la construcción de una espiritualidad más consciente, profunda y humanizadora en tiempos de ruido y aceleración.

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Señor Jesús, que llamas a quien quieres para estar contigo y trabajar en tu reino, haznos escuchar tu voz y seguirte.

Danos fidelidad en la respuesta a nuestra vocación. Guíanos para que seamos los matrimonios generosos, sacerdotes fieles, religiosos y religiosas felices, laicos y laicas comprometidos que la Iglesia y el mundo necesitan.

Suscita en medio de nosotros jóvenes que, como Don Bosco, quieran entregar sus vidas por la salvación de la juventud.

Que como María cada uno pueda decir: Hágase en mí según tu Palabra.

Amén.

SÍGUENOS: @VOCACIONESANT

QUE LA LUZ DE CRISTO BRILLE POR SIEMPRE EN NUESTRAS VIDAS

¡FELIZ NAVIDAD!

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Boletín Salesiano Antillas noviembre - diciembre 2025 by Salesianos Antillas - Issuu