Dearq 19. Arquitectura y Antropología

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ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

3 Años ( 6 Ejemplares)

$200.000

dearq (Dearquitectura). Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes. Colombia. Diciembre de 2016. pp. 1-200. ISSN 2011-3188 E-ISSN 2215-969X

Diciembre de 2016 Pablo Navas Sanz de Santamaría Rector Universidad de los Andes

Alberto Miani Uribe

Decano Facultad de Arquitectura y Diseño

Camilo Villate Matiz

Director Departamento de Arquitectura

Este valor es en pesos colombianos, no incluye gastos de envio.   

Kipará Té: etnoaldea turística embera Juan Pablo Dorado Martínez y Oficina Suramericana de Arquitectura

Dossier Burguer City. Repercusiones de los modos de producción en la ciudad contemporánea Ignacio Grávalos Lacambra y Patrizia Di Monte. Neobabilonios en el siglo XXI. Del proyecto de Constant a la ciudad contemporánea Sergio Colombo Ruiz

El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco Sergio Laguna La anatomía de la casa. Humanización y ciclo vital de la vivienda ette (Chimila) Juan Camilo Niño Vargas

La investigación como proceso creativo en la arquitectura Jaime Sarmiento Ocampo

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia Elsa Rocío Quintana Parra y Lisbeth Carolina Hilarraza Mansilla

Deuniandes

Arquitectura y antropología: Proyectos Eduardo Mazuera Nieto Las Margaritas, Centro Ejidal Taller de Operaciones Ambientales (TOA) y Dellekamp Arquitectos Centro de Desarrollo Infantil El Guadual Daniel J. Feldman Mowerman e Iván Darío Quiñónez

Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad Daniel H. Nadal Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente María Angélica Ospina Sierra y Esteban Hernández Echeverry Pedacico in memoriam Manuel Saga

Fotografía El Nuevo Arquitecto Vernáculo Martín Anzellini

N.o 19. Diciembre de 2016

La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado Simón Hosie Samper

Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza Germán Ramírez

Proyectos

Eduardo Mazuera Nieto Editor

Hanae Tanaka Juliana Pinto María Paula Cerquera Asistentes

Valentina Pisciotti Soler Monitora

Angelica Ramos Adriana Páramo Taller de Medios - Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes Diseño y diagramación

Ella Suárez

Corrección de estilo

Jaimie Brzezinski Traducción al inglés

Luisa Fernanda García, Tomás Botero y Leonardo Rodríguez

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture. Universidad de los Andes

Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero Sergio Antonio Perea Restrepo COP $40.000 ISSN 2011-3188 E-ISSN 2215-969X Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes http://arquitectura.uniandes.edu.co

dearq@uniandes.edu.co

Enviando un correo electrónico a con los datos personales, Revista dearq se pondrá en contacto. O si le interesa la suscripción en línea, puede consultar nuestra pagina web:

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Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil Ignacio de Teresa Fernández-Casas

Director

Traducción al portugues

dearq

Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea Francisco A. García Pérez

Juan Pablo Aschner Rosselli

Roanita Dalpiaz

ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970) Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda

dearq 19. Arquitectura y antropología Fotografía: Luisa Fernanda García, Tomás Botero y Leonardo Rodríguez

dearq 18: ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

http://dearq.uniandes.edu.co

http://dearq.uniandes.edu.co

ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X

19

dearq 19. Arquitectura y antropología Fotografía: Luisa Fernanda García, Tomás Botero y Leonardo Rodríguez

dearq (Dearquitectura) Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes

Imagenes de carátula y postales

Panamericana Formas e Impresos Impresión

dearq

Universidad de los Andes Departamento de Arquitectura Carrera 1 a núm. 18A-70, bloque K, piso 2 Tel. +(571)332 4511 - 339 4949, ext. 2485 Bogotá, Colombia http://dearq.uniandes.edu.co dearq@uniandes.edu.co ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X $40.000 pesos (Colombia) Ediciones Uniandes

Calle 19 núm. 3-10, edificio Barichara, torre B, oficina 1401 Tel. +(571) 339 4949, ext. 2133 Bogotá, Colombia http://ediciones.uniandes.edu.co infeduni@uniandes.edu.co Suscripciones

Librería Universidad de los Andes http://libreria.uniandes.edu.co Distribución y ventas

Librería Universidad de los Andes http://libreria.uniandes.edu.co La libreria de la U - www.lalibreriadelau.com Librerías afiliadas a la red de distribución de Siglo del Hombre Editores Nota legal

Se autoriza la reproducción total o parcial de la obra para fines educativos siempre y cuando se cite la fuente. Todos los artículos serán sometidos activamente a un proceso de control de plagio a través del uso de herramientas: SafeAssign, Palgscan o Scigen detection. La revista dearq no genera ningún costo para los artículos sometidos a procesos de publicación. BY. Todos los contenidos de la Revista, a menos de que se indique lo contrario, están bajo la licencia de Creative Commons Attribution License. Atribución: Esta licencia permite a otros distribuir, mezclar, ajustar y construir a partir de su obra, incluso con fines comerciales, siempre que le sea reconocida la autoría de la creación original. Esta es la licencia más servicial de las ofrecidas. Recomendada para una máxima difusión y utilización de los materiales sujetos a la licencia.


dearq (Dearquitectura) Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X

dearq 18: ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA Diciembre de 2016 Pablo Navas Sanz de Santamaría Rector Universidad de los Andes

Alberto Miani Uribe

Decano Facultad de Arquitectura y Diseño

Camilo Villate Matiz

Director Departamento de Arquitectura

Juan Pablo Aschner Rosselli Director

Eduardo Mazuera Nieto Editor

Hanae Tanaka Juliana Pinto María Paula Cerquera Asistentes

Valentina Pisciotti Soler Monitora

Angelica Ramos Adriana Páramo Taller de Medios - Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes Diseño y diagramación

Ella Suárez

Corrección de estilo

Jaimie Brzezinski Traducción al inglés

Roanita Dalpiaz

Traducción al portugues

Luisa Fernanda García, Tomás Botero y Leonardo Rodríguez Imagenes de carátula y postales

Panamericana Formas e Impresos Impresión

dearq

Universidad de los Andes Departamento de Arquitectura Carrera 1 a núm. 18A-70, bloque K, piso 2 Tel. +(571)332 4511 - 339 4949, ext. 2485 Bogotá, Colombia http://dearq.uniandes.edu.co dearq@uniandes.edu.co ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X $40.000 pesos (Colombia) Ediciones Uniandes

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La revista dearq (Dearquitectura) es una publicación semestral (julio y diciembre), arbitrada e indexada, creada en 2007 y financiada por el Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes (Bogotá, Colombia). En formato impreso y digital (acceso abierto), es un espacio académico cuyo objetivo es contribuir a la difusión de las investigaciones, los análisis y las opiniones y críticas que sobre la arquitectura y la ciudad elabore la comunidad académica internacional. Está dirigida a los profesionales, estudiantes y demás interesados en la ciudad, la arquitectura y sus áreas afines.

La estructura de la Revista contempla seis secciones, a saber: La Presentación contextualiza y da forma al respectivo número, además de destacar aspectos particulares que merecen la atención de los lectores. La Editorial está a cargo de los editores invitados que introducen el número temático. La sección Artículos integra un conjunto de textos sobre un problema o tema específico en un contexto general, al presentar avances o resultados de investigaciones sobre la base de una perspectiva crítica y analítica. La sección Proyectos presenta una muestra de obras arquitectónicas recientes, seleccionadas por el equipo editorial de la Revista, que ejemplifican el tema específico de cada número. El Dossier de Investigación se diferencia de la sección Artículos en que incluye textos que presentan investigaciones o reflexiones que tratan problemas diferentes al tema principal de cada número. La sección Deuniandes reúne una muestra de textos elaborados y actividades realizadas por miembros de la comunidad de estudiantes y profesores del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes.

Palabras clave: arquitectura, ciudad, investigación, reflexión, proyecto. La revista dearq toma como referencia la definición de acceso abierto según la BOIA: Los usuarios tienen derecho a “leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar, enlazar o vincular textos completos de los artículos”.

dearq (Dearquitectura) Journal of Architecture is a semiannual publication (July and December), peer reviewed and indexed in international information services, created in 2007 and financed by the Department of Architecture of Universidad de los Andes (Bogotá, Colombia). Both printed and online (open access), it seeks to be an academic platform for the publication and discussion of international research, analysis, opinion, and critiques of architecture and city topics. It is aimed at professionals, students and other readers and authors interested in city,

The structure of the Journal is composed of six sections, as follows:

architecture and related subjects.

Key words: architecture, city, investigation, reflection, project.

The Presentation focuses on the context and particular aspects of each number that deserve the reader´s attention. The Editorial is an introductory text written by the guest editors of each number. The Articles section is composed of a selection of texts about a specific topic, delivered from investigations or from critical analytical perspectives. The Projects section presents examples of architectural works, selected by the journal’s editorial, which constitute examples of the main topic for each number. The Investigation section contains articles derived from investigations or from critical and analytical perspectives, but not related to the main topic of the respective number. The Deuniandes section consists of a selection of texts by students and professors of the Department of Architecture in Universidad de los Andes. Dearq Journal adheres to the BOAI definition of open access: that users have the right to “read, download, copy, distribute, print, search, or link to the full texts of these articles”.

A revista dearq (Dearquitectura) é uma publicação semestral (julho e dezembro), arbitrada e indexada, criada em 2007 e financiada pelo Departamento de Arquitetura da Universidad de los Andes (Bogotá, Colômbia). Em versão impressa e digital (acesso aberto), é um espaço acadêmico cujo objetivo é contribuir para a difusão de pesquisas, análises, opiniões e críticas que a comunidade acadêmica internacional elaborar sobre a arquitetura e a cidade. Seu público-alvo é composto por profissionais, estudantes e demais interessados na cidade, na arquitetura e em suas áreas afins.

A estrutura da Revista contém seis seções, descritas a seguir. A Apresentação contextualiza e dá forma ao respectivo número, além de destacar aspectos particulares que merecem a atenção dos leitores. A Editorial está sob a responsabilidade dos editores convidados que introduzem o número temático. A seção Artigos integra um conjunto de textos sobre um problema ou tema específico num contexto geral ao apresentar avanços ou resultados de pesquisas com base numa perspectiva crítica e analítica. A seção Projetos apresenta uma amostra de obras arquitetônicas recentes, selecionadas pela equipe editorial da Revista, que exemplificam o tema específico do respectivo número. O Dossiê de Pesquisa se diferencia da seção Artigos por incluir textos que apresentam pesquisas ou reflexões que tratam problemas diferentes ao tema principal de cada número. A seção Deuniandes reúne uma amostra de textos elaborados por membros da comunidade de estudantes e de professores do Departamento de Arquitetura da Universidad de los Andes. Palavras-chave: arquitetura, cidade, pesquisa, reflexão, projeto. A revista dearq tem como referência a definição de aceso aberto de acordo com a BOAI: “os usuários têm o direito de ler, fazer o download, copiar, distribuir, imprimir, pesquisar ou referenciar textos integral dos artigos”.


Indexación – Indexation – Indexação La revista dearq está incluida actualmente en los siguientes directorios y servicios de indexación y resumen. dearq Journal of Architecture is currently available in the following directories and index services. A revista dearq está incluída atualmente nos repositórios e serviços de indexação e resumo a seguir relacionados: ÍNDICES •

Actualidad Iberoamericana, Centro de Información Tecnológica (La Serena, Chile), desde 2011.

• Avery Index to Architectural Periodicals, Avery Architectural and Fine Arts Library (Columbia University Libraries, Estados Unidos), desde 2010. •

DAAI, Design and Applied Arts Index (Estados Unidos), desde 2011.

Emerging Source Citation Index (ESCI) en Web of Science (WoS) de Thomson Reuters, desde 2016.

HAPI, Hisoanic American Periodicals Index (University of Califonia, Estados Unidos), desde 2012.

"LATINDEX- Sistema Regional de Información en Línea Para Revistas Científicas de America Latina, el Caribe, España y Portugal (Mexico), desde 2010.

DIRECTORIOS/ BASES DE DATOS •

Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico, (CSIC, Universia, Gov. España) desde 2010.

Dialnet, Difusión de Alertas en la Red (Universidad de la Rioja, España), desde 2010.

DOAJ, Directory of Open Access Journals (Lund Universities Libraries, Suecia), desde 2010.

E-revistas, Plataforma Open Access de Revistas Científicas Electrónicas Españolas y Latinoamericanas (Editorial CSIC, España), desde 2010.

EBSCO, Journal and e-Package Services (Estados Unidos), desde 2011.

Electronic Journals Library – (Uneserität Regensburg, Alemania), desde 2007

Fuente Académica Premier de EBSCO, desde 2007

Google Académico, desde 2010

MIAR, Information Matrix for the Analysis of Journals (Universitat de Barcelona, España), desde 2012.

RedALlyC, Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Protugal (UAEM, Mexico), desde 2011.

Socolar – China Educational Publications Import and Export Corporation – CEPIEC– (China), desde 2010.

La revista Dearq es miembro de la Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura (ARLA)


dearq 19. DOSSIER

19

ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

7

Presentación Eduardo Mazuera Nieto

104-111 La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado Simón Hosie Samper

8-9

Editorial dearq 19: Arquitectura y urbanismo para la paz y la reconciliación Santiago Giraldo Peláez Editor invitado

112-121 Kipará Té: etnoaldea turística embera Juan Pablo Dorado Martínez y Oficina Suramericana de Arquitectura

10-19

Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea Francisco A. García Pérez

Dossier 124-131 Burguer City. Repercusiones de los modos de producción en la ciudad contemporánea Ignacio Grávalos Lacambra y Patrizia Di Monte.

20-29

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970) Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda

30-43

Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil Ignacio de Teresa Fernández-Casas

140-145 Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza Germán Ramírez

44-51

Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero Sergio Antonio Perea Restrepo

146-153 La investigación como proceso creativo en la arquitectura Jaime Sarmiento Ocampo

52-61

El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco Sergio Laguna

62-73

La anatomía de la casa. Humanización y ciclo vital de la vivienda ette (Chimila) Juan Camilo Niño Vargas

74-85

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia Elsa Rocío Quintana Parra y Lisbeth Carolina Hilarraza Mansilla

Proyectos 86-87

Arquitectura y antropología: Proyectos Eduardo Mazuera Nieto

88-93

Las Margaritas, Centro Ejidal Taller de Operaciones Ambientales (TOA) y Dellekamp Arquitectos

94-103

Centro de Desarrollo Infantil El Guadual Daniel J. Feldman Mowerman e Iván Darío Quiñónez Sánchez

132-139 Neobabilonios en el siglo XXI. Del proyecto de Constant a la ciudad contemporánea Sergio Colombo Ruiz

Deuniandes 154-157 Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad Daniel H. Nadal 158-161 Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente María Angélica Ospina Sierra y Esteban Hernández Echeverry 162-163 Pedacico in memoriam Manuel Saga

Fotografía 164-183 El Nuevo Arquitecto Vernáculo Martín Anzellini

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 3 ]


dearq 19. ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

19

ARCHITECTURE AND ANTHROPOLOGY

7

Presentación Eduardo Mazuera Nieto

104-111 La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado Simón Hosie Samper

8-9

Editorial dearq 19: Arquitectura y urbanismo para la paz y la reconciliación Santiago Giraldo Peláez Editor invitado

112-121 Kipará Té: etnoaldea turística embera Juan Pablo Dorado Martínez y Oficina Suramericana de Arquitectura

10-19

Creating universality from the featureless: the preservation of archaic symbols in the construction of the contemporary periphery Francisco A. García Pérez

Dossier 124-131 Burger City: The repercussions of production methods in contemporary cities Ignacio Grávalos Lacambra y Patrizia Di Monte.

20-29

Appropriations, delimitations, and discussions in communal space: A multi-scale characterization of social housing in Guayaquil (1940-1970) Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda

30-43

Approaches to family-housing: consolidated informal housing in Santa María de las Lomas, Guyaquil Ignacio de Teresa Fernández-Casas

140-145 Mies van der Rohe’s courtyard houses: a modern garden. An interpretation based on the concept of plurality and “the third way” Germán Ramírez

44-51

Permaculture lessons to promote a symbiotic habitat in the coffee growing region’s cultural landscape Sergio Antonio Perea Restrepo

146-153 Research as a creative process in architecture Jaime Sarmiento Ocampo

52-61

The democratic meaning of the wall in Rogelio Salmona’s work: The Virgilio Barco Library Sergio Laguna

62-73

The Anatomy of the House: The Humanization and Life Cycle of Ette Homes Juan Camilo Niño Vargas

74-85

Ethnography as a design tool to develop the Ingakunapa Iachaikudiru Wasi architectural project – The Inga Cultural Center in Cucuta, Colombia Elsa Rocío Quintana Parra y Lisbeth Carolina Hilarraza Mansilla

Proyectos 86-87

Arquitectura y antropología: Proyectos Eduardo Mazuera Nieto

88-93

Las Margaritas, Centro Ejidal Taller de Operaciones Ambientales (TOA) y Dellekamp Arquitectos

94-103

Centro de Desarrollo Infantil El Guadual Daniel J. Feldman Mowerman e Iván Darío Quiñónez Sánchez

[ 4 ]  Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 138-145. http://dearq.uniandes.edu.co

132-139 Neo-Babylonians in the XXI century: From the Constant project to the contemporary city Sergio Colombo Ruiz

Deuniandes 154-157 Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad Daniel H. Nadal 158-161 Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente María Angélica Ospina Sierra y Esteban Hernández Echeverry 162-163 Pedacico in memoriam Manuel Saga

Fotografía 164-183 El Nuevo Arquitecto Vernáculo Martín Anzellini


dearq 19. DOSSIER

19

ARQUITETURA E ANTROPOLOGIA

7

Presentación Eduardo Mazuera Nieto

104-111 La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado Simón Hosie Samper

8-9

Editorial dearq 19: Arquitectura y urbanismo para la paz y la reconciliación Santiago Giraldo Peláez Editor invitado

112-121 Kipará Té: etnoaldea turística embera Juan Pablo Dorado Martínez y Oficina Suramericana de Arquitectura

10-19

Fazer cosmos do indiferenciado: a sobrevivência de símbolos fundacionais arcaicos na construção da periferia contemporânea Francisco A. García Pérez

Dossier 124-131 Burger city. Repercussões dos modos de produção na cidade contemporânea Ignacio Grávalos Lacambra y Patrizia Di Monte.

20-29

Apropriações, delimitações, negociações no espaço coletivo. Caracterização multiescalar da moradia social em Guayaquil (1940-1970) Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda

30-43

Aproximações família-casa. A moradia informal consolidada em Santa María de las Lomas, Guayaquil Ignacio de Teresa Fernández-Casas

140-145 As casas-pátio de Mies van der Rohe: um jardim da modernidade. Uma leitura a partir do conceito de pluralidade e da terceira natureza Germán Ramírez

44-51

Lições sobre permacultura para um hábitat simbiótico na paisagem cultural cafeeira Sergio Antonio Perea Restrepo

146-153 A pesquisa como processo criativo na arquitetura Jaime Sarmiento Ocampo

52-61

O sentido democrático do muro em Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco Sergio Laguna

62-73

A anatomia da casa. Humanização e ciclo vital da vivenda ette (chimila) Juan Camilo Niño Vargas

74-85

A etnografia como ferramenta de desenho para a elaboração da proposta arquitetônica Ingakunapa Iachaikudiru Wasi — Casa de aprendizagem Inga, em Cúcuta, Colômbia Elsa Rocío Quintana Parra y Lisbeth Carolina Hilarraza Mansilla

86-87 88-93

94-103

132-139 Neobabilônios no século XXI. Do projeto de Constant à cidade contemporânea Sergio Colombo Ruiz

Deuniandes 154-157 Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad Daniel H. Nadal 158-161 Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente María Angélica Ospina Sierra y Esteban Hernández Echeverry 162-163 Pedacico in memoriam Manuel Saga

Fotografía 164-183 El Nuevo Arquitecto Vernáculo Martín Anzellini

Proyectos Arquitectura y antropología: Proyectos Eduardo Mazuera Nieto Las Margaritas, Centro Ejidal Taller de Operaciones Ambientales (TOA) y Dellekamp Arquitectos Centro de Desarrollo Infantil El Guadual Daniel J. Feldman Mowerman e Iván Darío Quiñónez Sánchez

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 5 ]


Comité editorial Celia Esther Arredondo Zambrano Tecnológico de Monterrey, Mexico

Isabel Arteaga Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Rodolfo Manuel Barragán Delgado Tecnológico de Monterey, México

Daniel Cardoso Llach Pennsylvania State University, EEUU

Pilar Chías Navarro Universidad de Alcalá de Henares, España

Raquel Franklin Universidad Anáhuac México Norte

Francisco A. García Pérez Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Granada, España

Maarten Goossens Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Felipe Hernández University of Cambridge, Inglaterra

Olimpia Niglio Pontificia Università Marianum, ISSR, Vaticano (sede Vicenza)

María Cecilia O’Byrne Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Camilo Salazar Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Marta Sequeira Universidade de Évora, Portugal

Cristina Vélez Universidad Nacional de Colombia, Medellín

Camilo Villate Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Comité científico Maristella Casciato Universidad de Bolonia, Bolonia, Italia

Ricardo Castro McGill University, Montreal, Canadá

Alberto Cordiviola Universidade Federal da Bahia, Brasil

Carlos García Vásquez Universidad de Sevilla, Sevilla, España

Juan José Lahuerta Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, España

Jorge Francisco Liernur Universidad Torcuato di Tella, Buenos Aires, Argentina

Hugo Mondragón Universidad Católica de Chile, Chile

Ton Salvadó Cabré Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, España

Tatiana Urrea Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

La Revista dearq agradece la colaboración especial de las siguientes personas como árbitros de este número: Antonio Amado Lorenzo Universidade da Coruña Juliana Arboleda Kogson Universitat Politècnica de Catalunya, España Jorge Armando Arturo Calvache Institución Universitaria Centro de Estudios Superiores María Goretti, Pasto, Colombia Sandra Liliana Caquimbo Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia Gloria Elsa Castaño Alzate Universidad de Caldas, Manizales, Colombia Santiago Castaño Duque Universidad Católica de Pereira, Colombia Bruno Cruz Petit Universidad Nacional Autónoma de México Ricardo Daza Caicedo Universidad Nacional de Colombia, Bogotá Rafael De Lacour Escuela Técnica Superior de Arquitectura Universidad de Granada, España Ricardo De Sarraga Facultad de Arquitectura, diseño y urbanismo, Buenos Aires, Argentina Ricardo Del Molino García Universidad Externado de Colombia, Bogotá Juan Pablo Duque Cañas Universidad Nacional de Colombia, Medellín Consuelo Farias Van-Rosmalen Universidad Nacional Autónoma de México Alberto Carlos Fuentes Pérez Universidad Autónoma de Tamaulipas, México Dora Giordano Universidad de Buenos Aires, Argentina Adriana Gómez Alzate Universidad de Caldas, Manizales, Colombia Maria Margarita González Cárdenas Prince Sultan University, Riyadh, Arabia Saudita Juan Guillermo Jimenez Institución Universitaria Centro de Estudios Superiores María Goretti, Pasto, Colombia Magda Mària Universitat Politècnica de Catalunya, España Daniel Nadal Universidad de los Andes, Colombia Carlos Eduardo Naranjo Quiceno Universidad Nacional de Colombia, Bogotá Alberto Negrini Vargas Universidad Veritas, San José, Costa Rica Christiaan Nieman Janssen Universidad de los Andes, Colombia Isabel Pellicer Cardona Universidad Autónoma de Barcelona, España Natalia Pérez Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil Teresa Peréz De Murzi Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Ecuador Ingrid Quintana Universidad de los Andes, Colombia Jesús Rábago Anaya Universidad de Guadalajara, México Augusto Solórzano Ariza Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia Marco Antonio Vélez Vélez Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia Josep Vivas Elias Universitat Oberta de Catalunya, España


Presentación Eduardo Mazuera Nieto Editor revista Dearq

Desde su creación, en el 2007, la revista Dearq ha tenido graduales transformaciones que han conducido al enriquecimiento de sus contenidos y variedad de sus secciones; a una mejor calidad de sus artículos, con una mayor participación de autores internacionales, y a una clasificación y reconocimiento en el ámbito académico, cada vez más altos. Eso se ha logrado gracias a los aportes de un gran número de personas, tanto del equipo interno de la Revista como de otras instancias y grupos de trabajo. En esta oportunidad, hay un agradecimiento muy especial para Martha Lux Martelo, editora general de la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de los Andes, quien le ha brindado a Dearq una valiosísima orientación. Cada edición de Dearq ha tratado un tema diferente asociado al oficio de la arquitectura y de la relación de esta con otras disciplinas, nociones o fenómenos sociales. Con este número 19, dedicado a la relación entre antropología y arquitectura, se abordan situaciones sociales, simbolismo de las instituciones, memoria del pasado, representación de políticas y discursos de orden en una comunidad, como algunas de las nociones que encuentran en la arquitectura el escenario para su transmisión.1 La arquitectura y las intervenciones que en ella se hacen son una manifestación de cultura material que, en cada momento de la historia y para cada sociedad, puede interpretarse y analizarse como un reflejo de las condiciones dadas en el tiempo y el lugar en que se presentan. También es posible observar cómo la arquitectura es transformada y adaptada a la relación cambiante de las personas con el entorno, donde el espacio construido y los elementos que lo conforman o se insertan actúan como mediadores; mientras que en otros casos constituye un elemento transformador que reordena y reorganiza la relación con el mundo. Habitar es la acción de convivir, y el 1

edificio actúa como mediador con el entorno.2 Por otro lado, el comportamiento de las personas y su manera de relacionarse con un lugar puede estar afectado por el espacio construido, el cual establece límites o abre comunicaciones. La arquitectura tiene la capacidad de “ordenar el entorno del ser humano y establecer relaciones entre ambos”.3 En el marco de estas consideraciones, la revista Dearq presenta una selección de artículos, proyectos, reflexiones, fotografías y una entrevista, todos desde un enfoque interdisciplinar que busca abrir un campo para el diálogo entre las diferentes perspectivas culturales. Adicionalmente, la sección Dossier contiene artículos sobre otros temas, siempre bienvenidos y acordes con el espíritu incluyente y variado que caracteriza a Dearq. Por último, esta es la ocasión para despedirme de la labor de editor de la revista Dearq, después de cinco años y medio, durante los cuales doce números fueron publicados y dos más se encuentran en proceso de edición. Ha sido un gusto y un privilegio haber trabajado con el equipo Dearq, con los múltiples autores y colaboradores de este proyecto editorial.

Bibliografía Burke, Peter. “La historia social y cultural de la casa”. Historia Crítica n.º 39 (2009): 11-15. Ingold, Tim. The Perception of the Environment. New York: Routledge, 2000. Norberg-Schulz, Christian. The Concept of Dwelling: On the Way to Figurative Architecture. New York: Rizzoli, 1985. Rasmussen, Steen Eiler. La experiencia de la arquitectura: sobre la percepción de nuestro entorno. Madrid: Celeste, 2000.

Burke, “La historia social y cultural de la casa”, 11-15.

2 Norberg-Schulz, The Concept of Dwelling, 7 y 13; Ingold, The Perception of the Environment, 185-187. 3 Rasmussen, La experiencia de la arquitectura, 30 y 31.

Presentación. Eduardo Mazuera Nieto [ 7 ]


dearq 19. ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

Santiago Giraldo Peláez PhD en Antropología, Universidad de Chicago, Estados Unidos Director para Latinoamérica de Global Heritage Fund Editor invitado

Como indica Victor Buchli en su libro,1 en el que intenta hacer una antropología de la arquitectura, la relación formal entre las dos disciplinas data, por lo menos, desde principios del siglo XIX, cuando distintos arquitectos, intelectuales y antropólogos intentaron entender los orígenes de las formas construidas y la manera en que generan ciertas condiciones de posibilidad para establecer relaciones humanas y sociales. Los libros de Marc-Antoine Laugier, Gottfried Semper, Lewis Henry Morgan, Augustus Pitt Rivers, entre otros, marcan de manera indeleble una buena parte de las investigaciones que se desarrollan a lo largo del siglo XX y aún hoy en día. Desde ese momento, arquitectos y antropólogos han tratado de comprender y explorar, por múltiples caminos analíticos, la aparente infinita capacidad que tenemos los seres humanos para manipular materiales y formas, y para darles sentido simbólico, metafórico, estético, pragmático, adaptativo, ambiental, patrimonial, entre otras cualidades que podemos citar. Así, las premisas iniciales de la relación se establecieron y comenzó una larga discusión entre arquitectos y antropólogos de la cual hace parte este número de la revista Dearq. En efecto, los artículos seleccionados exploran esta relación, en algunos casos de manera general y simbólica, y en otros, de forma específica y pragmática, por lo cual tenemos un amplio rango de aproximaciones que, esperamos, estimulen el diálogo entre las dos disciplinas. El número abre con el artículo de Francisco García, en el cual explora cómo dos edificaciones diseñadas por Alberto Campo Baeza, a pesar de estar ubicadas en la periferia de Granada, España, retoman imágenes y simbolismos particulares que evocan y revelan la mitología fundacional urbana. A continuación, tenemos dos artículos sobre Guayaquil, Ecuador: el primero, por Juan Carlos Bamba y Alejandro Costa, y el segundo, por Ignacio de Teresa, donde se discuten las distintas tensiones que surgen entre los proyectos de vivienda colectiva formales y la vivienda informal, los efectos sobre la creación de colectividad e individualidad y la estructura familiar en esta ciudad ecuatoriana. De Guayaquil pasamos al Eje Cafetero, en Colombia, 1 Buchli, An Anthropology of Architecture.

[ 8 ]  Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 138-145. http://dearq.uniandes.edu.co


dearq 19. DOSSIER

dearq 19: Arquitectura y Antropología dearq 19: Architecture and Anthropology dearq 19: Arquitetura e Antropologia

donde Sergio Perea investiga la manera como la arquitectura de guadua utilizada en combinación con técnicas de permacultura y una resimbolización de la finca cafetera como “granja agroecológica” genera un modelo alternativo a la finca cafetera. El artículo de Sergio Laguna retoma las ideas de Semper sobre el muro como textil, a fin de analizar cómo el diseño de Rogelio Salmona para la Biblioteca Virgilio Barco en Bogotá, Colombia, replantea el muro como una especie de vestido que estimula y democratiza la interacción con el visitante. En el siguiente artículo, Juan Camilo Niño investiga el modo en que la vivienda entre el pueblo ette, de la zona norte de Colombia, usualmente conocidos como chimila, se concibe como una entidad viviente, una persona por así decirlo, con cuerpo, alma y ciclo de vida en la cual se funden elementos técnicos y simbólicos. Por último, el texto de Elsa Rocío Quintana y Lisbeth Carolina Hilarraza describe desde una etnografía la población indígena inga en Cúcuta, Colombia, y cómo esta comunidad dirige el proceso de diseño de una “casa de aprendizaje” para la comunidad, en la cual se incorporan variables culturales y socioespaciales particulares a este grupo dentro del tejido urbano de la ciudad. En conclusión, los artículos que hacen parte de este número son producto de investigaciones en las que se entrecruzan y entrelazan la arquitectura y la antropología y donde se retoman viejas preguntas en las que se ponen en tensión lo universal con lo particular, lo colectivo con lo individual, la ciudad modernista con la informal, los paisajes homogéneos con los heterogéneos y lo construido como algo inanimado con las edificaciones concebidas como entidades vivas. Esperamos que los textos sirvan de punto de partida para que arquitectos y antropólogos tengan discusiones cada vez más interesantes y complejas sobre la manera como se concibe, percibe y vive de manera dinámica esta relación entre los seres humanos y las formas construidas.

Bibliografía Buchli, Victor. An Anthropology of Architecture. London: Bloomsbury Academic, 2013.

FÉ DE ERRATAS Revista Dearq 18 En la página 116, se hacen las siguientes aclaraciones: • El proyecto fue finalizado en 2007 • Las dos primeras fotografías son de Nicolás Cabrera • Las otras fotografías son de Alejandro Piñol • El corte fugado es de Germán Ramírez En la página 164, se hace la siguiente aclaración: El texto “Arquitástrofe. Espacios fallidos en Bogotá”, es de las autoras Ana Vélez y Roxana Martínez.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 9 ]


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Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea Creating universality from the featureless: the preservation of archaic symbols in the construction of the contemporary periphery Fazer cosmos do indiferenciado: a sobrevivência de símbolos fundacionais arcaicos na construção da periferia contemporânea Recibido: 10 de octubre de 2015. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 11 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.01 Artículo de reflexión

Resumen La fundación urbana es quizás el ritual antropológico mediante el cual el hombre arcaico manifestaba más clarividentemente su dimensión simbólica. El presente artículo argumenta que, a pesar de la distancia temporal, los símbolos intervinientes en aquel acto primigenio siguen vigentes en los procesos de construcción de las ciudades. A través del análisis de dos arquitecturas ejemplares localizadas en la periferia de Granada, se evidencia cómo pervive lo arquetípico en la mente del constructor contemporáneo: aquel que se asombra ante los espacios desconocidos y responde frente a ellos, tal y como lo hacían los primeros fundadores. Palabras clave: arcaísmo, Alberto Campo Baeza, fundación urbana, granada, memoria, periferia, símbolo.

Abstract Founding urban areas is perhaps the anthropological ritual through which the archaic man showed his symbolic dimension most presciently. This article argues that, despite the temporal distance, the symbols used in that primordial act continue to be valid in the process of constructing cities. By analyzing two architectural examples that are located on the outskirts of Granada (Spain), it is clear how the archetypal survives in the mind of the contemporary developer, which is surprised when faced with unknown spaces and responds to them in exactly the same way as the founders. Key words: archaism, Alberto Campo Baeza, Fundación Urbana, Granada, memory, periphery, symbol.

Resumo A fundação urbana é, talvez, o ritual antropológico pelo qual o homem arcaico manifestava mais claramente sua dimensão simbólica. Este artigo argumenta que, apesar da distância temporal, os símbolos intervenientes naquele ato primitivo continuam vigorando nos processos de construção das cidades. Por meio da análise de duas arquiteturas exemplares localizadas na periferia de Granada (España), evidencia-se como o arquetípico sobrevive na mente do construtor contemporâneo: aquele que se assombra ante os espaços desconhecidos e responde a eles, tal como faziam os primeiros fundadores. Palavras-chave: arcaísmo, Alberto Campo Baeza, fundação urbana, Granada, memória, periferia, símbolo.

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Francisco A. García Pérez 

fagp77@gmail.com

Doctor arquitecto por la Universidad de Granada, España. Investigador y docente del Área de Composición Arquitectónica en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura ( ETSAG ). Este artículo se fundamenta en las investigaciones que sobre el simbolismo de la arquitectura histórica y contemporánea el autor desarrolló en su tesis doctoral (2013): Visiones de la no-Granada. Imágenes acuáticas y subterráneas en la ciudad contrarreformista y burguesa.

Revelar, del latín revelāre, significa “descubrir o manifestar lo desconocido o secreto”, aquello que previamente ha sido cubierto, atenuado o disimulado con un velo.1 En la vorágine formal de la ciudad contemporánea existen obras de arquitectura que se manifiestan como rasgaduras en un telón, intersticios abiertos al pasado que iluminan discursos milenarios originados en las profundidades del tiempo. Como aquel que empezó su andadura cuando se erigió la primera piedra con el fin de localizar al hombre en el cosmos, y dar forma a aquello que aún no la tenía. Una de estas arquitecturas reveladoras se localiza en la periferia de la ciudad de Granada: el conjunto formado por los edificios de la sede central de la Caja General de Ahorros de Granada y el Museo de la Memoria de Andalucía, diseñados por el arquitecto Alberto Campo Baeza.2 Se defiende que, a pesar de las múltiples interpretaciones que se puedan hacer de este complejo arquitectónico, bajo todas ellas subyace una serie de simbolismos

análogos a los establecidos en el acto fundacional urbano arcaico. Una suposición que se ve confirmada por las formas de las construcciones diseñadas, pues se erigen mediante imágenes que remiten a la idea de centro simbólico arcaico, aquel que, materializado arquitectónicamente en el templo, se construía con la vocación de dar forma al espacio donde se situaba —de cosmizarlo—, siguiendo un modelo previo, trasladando memoria.

Repetición de una cosmogonía El acto fundacional en la Granada contemporánea se desarrolló en un descampado entre el límite edificado de la ciudad y la frontera con la Vega, que supone la autovía de circunvalación. Un terrain vague en el que el complejo arquitectónico de Campo Baeza se insertaba con la vocación de crear identidad urbana y con la intención de trasladar la densidad de la ciudad consolidada al extrarradio todavía por articular (figs. 1 y 2).

Figura 1. Evolución constructiva de la Caja y el Museo. Fotomontaje del autor, 2015. Fuente: Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, 1984-2009 1. Definición del término “revelar” según la RAE, Diccionario de la lengua española. 2. La Caja de Granada y el Museo de Andalucía han sido objeto de varias publicaciones. El propio autor de las obras hace una descripción amplia en su página web. Campo Baeza, The MA y Caja Granada Savings Bank.

Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea. Francisco García Pérez [ 11 ]


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emerge sobre un gran basamento. La rotundidad geométrica de la pieza arquitectónica le confiere una presencia imponente en el llano en el que se asienta, que rememora en su abstracción los volúmenes platónicos de los constructores arcaicos, aquellos que, como el zigurat o la pirámide, se alzaban hacia el cielo con la vocación de ser puentes entre lo celestial y lo humano.

Figura 2. Museo y Caja en la periferia granadina. Foto del autor, 2015

En la Antigüedad, la construcción del Centro era el instrumento de cosmización primordial. Mediante su instauración, la virtualidad del espacio en el que el hombre se situaba se transformaba de forma definida y real. El prototipo del Centro era la Montaña Sagrada, el lugar donde comenzó la Creación: aquella elevación que, descendiendo del plano celestial, llegaba a la superficie terrestre y hundía sus raíces en el inframundo. En virtud de la ruptura de planos cósmicos que establecía, la montaña era considerada el Eje del Mundo, el Axis Mundi.3 Cuando el hombre arcaico cosmizaba el mundo, lo hacía tomando como referencia el arquetipo de la Montaña Sagrada: el templo, germen de la ciudad, se construía con la voluntad de ser una repetición de aquella, y con arreglo a ello se convertía en Centro, en Axis Mundi: lugar de encuentro de la tierra habitada con el cielo y el infierno. Gracias a la ruptura entre el plano profano y el sagrado que todo templo instauraba, la puerta, su umbral, adquiría una importancia trascendental. Se convertía en el dispositivo de paso en el que se focalizaba toda la intensidad de la ruptura cósmica. Los nuevos edificios de la periferia granadina referidos, dedicados al dinero y a la cultura, se erigen mediante imágenes rotundas que remiten a las inmensas masas pétreas de los templos de la Antigüedad y a las puertas sagradas que delimitaban lo sagrado de lo profano. La Caja se propone como un gran volumen semicúbico realizado con una trama de hormigón armado de 3 × 3 × 3 m, que

Como si de una extensión volumétrica se tratase, ocho años después, en 2009, se realiza el Museo: un edificio planteado como prolongación del pódium y la traslación virtual de una de las fachadas de la Caja, que queda formalizado en una delgada pantalla de hormigón vertical con una altura y anchura exactamente igual que el edificio del Cubo. En esta nueva fachada se produce el ingreso al Museo y, en virtud de la continuidad formal descrita, en el acceso figurado a todo el conjunto. Gracias a su rotundidad abstracta se convierte en umbral de dimensiones simbólicas, en el dispositivo que garantiza la separación, y, por lo tanto, la existencia de los espacios simbólicamente no formados y el cosmos instaurado por el templo (figs. 3-5). Aunque sea razonablemente objetable que las cualidades descritas no son exclusivas de los edificios estudiados, se confirma la analogía que establecen con los centros simbólicos arcaicos, por la siguiente razón: al igual que aquellos, estos nuevos templos contienen en su seno la vacuidad que precisamente desplazan con su erección. La rotundidad de las arquitecturas de la Caja y el Museo eliminan, con su presencia, la indefinición —la ausencia de forma— del espacio donde se erigen, y es precisamente esta ausencia la que preña el interior de sus volúmenes. En el seno de los edificios encontramos simbolismos que remiten a lo subterráneo y acuático. Imágenes arcaicas de lo que no tiene forma.

La vacuidad interna El mito cosmogónico, aquel que relata en las sociedades arcaicas el origen del mundo, era un medio por el cual el hombre se explicaba a sí mismo su medio vital: la irracionalidad de los fenómenos

3. En las creencias hindúes el monte Meru se levantaba en el centro del mundo. Asimismo, lo hacían el monte El-burz, en Irán, o el Thabor, en Palestina. Para los cristianos, el Gólgota se hallaba en el centro del mundo, pues era la cima de la montaña cósmica y a un mismo tiempo el lugar donde Adán fue creado y enterrado. Eliade, El mito del eterno retorno, 21.

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Figura 3. Conjunto arquitectónico CajaMuseo. Foto del autor, 2015

Figura 4. Maqueta del complejo Caja-Museo. Foto del autor, 2015

naturales y el misterio de los espacios no fundados. A través de su codificación en forma de mito —de su representación por medio del símbolo— el entorno de hombre se hacía cognoscible y, por lo tanto, controlable. Así, por ejemplo, en el Enûma Elish,4 el relato mitológico que narra el origen del mundo mesopotámico, se lleva a cabo una simbolización del paisaje que rodea Eridú, la primera ciudad según la tradición sumeria. Eridú se situaba físicamente sobre un montículo rodeado por un lago que, dependiendo de la época, se desecaba mientras su lecho se convertía en una llanura vacía. El lago se personificará en Abzu,5 el dios de las Aguas Dulces, quien, en un momento dado, es sacrificado por otros dioses menores y sepultado en las entrañas de la tierra, bajo la ciudad.

Figura 5. Vista del conjunto desde el Museo. Foto del autor, 2015

De esta manera, la incomprensibilidad de la desaparición de las aguas quedó erradicada, mediante la narración simbólica. En este poema, lo aformal, por vez primera, queda simbolizado en imágenes acuáticas y subterráneas.6 Símbolos que reaparecerán recurrentemente en los rituales fundacionales urbanos de la mayoría de las culturas. En la tradición etrusca y romana, el trazado definitivo de la ciudad se garantizaba mediante la instauración previa de dos elementos fundamentales: el muro —que definía un espacio interior aislado de la mutabilidad y agresividad de los espacios exteriores, simbólicamente acuáticos— y el mundus, oquedad hecha en el suelo intramuros, sobre la que se ejecutaba el templo simbólico y que garantizaba que este fuese Centro del Mundo, al conec-

4. El texto completo, en Poema babilónico de la creación (tít. orig. Enuma Elis). 5. Término sumerio compuesto por ab: océano y zu= “conocer” o “profundo”. 6. Una descripción detallada de la relación entre el paisaje real de Eridú y las imágenes simbólicas con las que se codifica se hace en Leick, Mesopotamia: la invención de la ciudad.

Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea. Francisco García Pérez [ 13 ]


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tarlo con el inframundo. En la tradición hebrea se repite esta conexión entre lo acuático y lo subterráneo. El Templo de la Roca de Jerusalén contiene en su seno los espacios primordiales, indefinidos, que simbólicamente erradicó con su presencia: la Roca funcionaba como una puerta, limitando —y, por lo tanto, posibilitando—, el encuentro entre la esfera humana y el océano primordial, el Tehôm, que se extiende bajo ella en el subsuelo (fig. 6). En el exorcismo de la fundación lo no fundado, lo que todavía no había sido nombrado, Figura 6. La puerta hacia el Tehôm bajo la cúpula del Templo de la Roca en Jerusalén. Foto: Matson se deslizó hasta el corazón de (G. Eric and Edith) Photograph, 1900-1920. Fuente: la materia hecha forma. Y en Colección de los autores en la Library of Congress (Estados Unidos) este espacio de lo indiferenciado ha permanecido y se ha manifestado recurrentemente en los actos que hacen aflorar lo primigenio. Muchos siglos después, lo acuático y lo subterráneo, fundidos en una sola máscara que simboliza aquello que no tiene rostro, se hace presente en el seno de las formas fundacionales de la Caja y el Museo. La manifiesta imagen pétrea de los frentes construidos en alabastro y la verticalidad de la luz que atraviesa los grandes lucernarios abiertos al majestuoso interior de la Caja remiten a un espacio cavernoso, a un vacío abierto en el seno

de la materia. Descrito por el arquitecto como “aljibe de luz”, este hueco cúbico mantiene una clara coincidencia formal con el cuadro titulado El agua oculta —o El navegante interior—, realizado por Guillermo Pérez Villalta, en 1990. La pintura representa un enigmático barquero que surca un espacio de marcada interioridad, inundado por aguas oscuras. Campo Baeza ha expresado en numerosas ocasiones la grata sorpresa que le proporcionó, una vez ejecutado el edificio, encontrar esta obra y reconocer en ella evidentes paralelismos formales con los espacios proyectados. El pintor declaró que el tema del cuadro se originó en el empeño de aunar en una sola imagen la esencia arquitectónica de la ciudad de Granada y el espacio metafórico del pensamiento. El proyectista realiza un volumen en el que pretende sintetizar la dimensión intimista de la luz en la arquitectura granadina. Ambos recurren en su cometido a la imagen simbólica de lo interno, preñado por lo cambiante: en la pintura, una habitación acuática; en la arquitectura, un hueco interior que transmuta su “espacialidad” con la variación de la luz horaria y estacional. La evidente coincidencia formal de los espacios imaginados parece localizarse más allá del gusto o las inquietudes personales de sus artífices y estar ligada a una memoria ancestral de dimensión colectiva que los supera. En el intento de manifestar lo primordial, estas dos manifestaciones formales se configuran como centros simbólicos: los rayos de luz verticales ponen en comunión el plano celeste del que proceden con el subterráneo, donde se aloja la vacuidad de lo mutable (figs. 7 y 8).

Figura 7. Maqueta de Caja Granada seccionada por el patio interior. Foto del autor, 2015 Figura 8. Influencia lumínica en el interior de la Caja. Foto: Hisao Suzuki, 2013

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El cuerpo principal del Museo se configura como un volumen horizontal literalmente semienterrado que vuelca sus espacios al interior. Concretamente, hacia el patio localizado en el centro geométrico de la edificación, donde una doble rampa helicoidal sirve como elemento de comunicación interna entre las diferentes salas expositivas. Este tipo de rampa es una estructura formal que desde tiempos ancestrales simboliza la regresión-regeneración que define el paso por el arquetipo del laberinto:7 dispositivo espacial que remite a lo cavernoso, a lo profundo, al misterio que reside en la oscuridad de la materia (fig. 9). La intención original del arquitecto era hacer una única rampa continua, de descenso y ascenso, que se desarrollase en un solo tramo sin variar su proyección vertical. Una idea imposible de materializar en la realidad física, pero posible en la narración simbólica. En la Divina comedia (1304-1321), Dante y Virgilio cambian el sentido de su marcha continua —del descenso al ascenso— deslizándose por el cuerpo de Satán, que se localiza en lo más profundo. Es reseñable que la transcripción arquitectónica del recorrido efectuado en la Divina comedia —concretada en el Danteum (1942) de Giuseppe Terragni— indique, como en el Museo, que el cambio de sentido que posibilita la virtualidad de Lucifer no se puede traducir materialmente: en el edificio de Terragni este paso virtual se concreta en un espacio de tránsito cotidiano, equivalente al suelo del patio del Museo, que garantiza la conexión física entre las dos.8 Al establecer una analogía entre el cuerpo de Lucifer y el suelo del patio, este compartiría con aquel la condición de vacuidad que posibilita el cambio de dirección sin modificar la marcha. La condición —simbólicamente hablando— acuática, aformal del plano, se refuerza si se tiene en cuenta que las rampas del Museo se inspiraron en las dos rampas para pingüinos diseñadas en 1934 por Berthold Lubetkin para el Zoológico de Londres. En el caso londinense, se comunican entre sí por medio de un plano que es, literalmente, agua (figs. 10 y 11).

Figura 9. Vista del patio semienterrado con la rampa helicoidal del Museo de Andalucía. Foto: Javier Callejas, 2009

Figura 10. Representación del Infierno de Dante. La Carte de l’Enfer (1480-1490), Sandro Botticelli

7. Para tener una visión amplia del simbolismo inherente a la doble rampa helicoidal, consúltese Purce, The Mystic Spiral. 8. El estudio pormenorizado del Danteum como transcripción física de la narración de Dante se hace en Arnuncio, Peso y levedad.

Figura 11. Piscina para pingüinos en el Zoológico de Londres, construida por Berthold Lubetkin en 1934. Foto: Kenneth John Gill, 1978

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Si, por lo tanto, las rampas se consideran en clave simbólica, el suelo del patio adquiere un significado numinoso que remite a la indeterminación de lo que se encuentra en lo profundo, en lo subterráneo. El edificio del Museo, en virtud de la ruptura de planos cósmicos que establece el patio abierto al cielo, se manifiesta, de nuevo, como la reelaboración del Axis Mundi arcaico (figs. 10 y 11).9

da por la indeterminación que en esencia es pura potencia, pura posibilidad, al no ser nada. Del estudio de los dos arquetipos de paso material paradigmáticos, el diluvio universal y el laberinto, se obtiene que dicho estado liminal se simboliza con la inundación acuática y con la indeterminación de lo interno —lo subterráneo—, respectivamente.11 Esto es, con los dos simbolismos que se hacen presentes en los rituales de fundación urbana arcaica.

La memoria trasladada

Tanto el diluvio como el laberinto son dos arquetipos que indican renovación espacial. Ambos se estructuran en unas fases temporales sucesivas muy determinadas: el estado previo que degenera hasta hacerse liminal, el estado liminal en sí y, por último, el regenerado. El diluvio, equivalente al bautismo, conlleva la inmersión de la tierra — del cosmos previo, envejecido o pecaminoso— en un estado intermedio, neutro, caracterizado por la ausencia de forma y, en virtud de este impasse, su regeneración final. El laberinto es una imagen del viaje del hombre hacia la muerte y el renacimiento. Un viaje que comporta dos fases: la ida al centro y el regreso. Así, el camino iniciático a las profundidades implica una regeneración espacial metafórica: el mundo exterior que obliga al héroe a adentrarse en el interior de la materia en busca de respuestas, ve regenerada su naturaleza en virtud del hallazgo producido en las profundidades.12

El exorcismo de los espacios indefinidos que protagonizaron los edificios de la Caja y el Museo no se hizo exhumando la memoria que contiene todo descampado —rescatando los vestigios agrícolas, urbanos o naturales que pudiera contener—, sino extrapolando memoria exterior a este, en el mismo. El descampado fue considerado tabula rasa, espacio liminal, y se fundó a la manera arcaica, siguiendo un modelo previo, paradigmático. El concepto de espacio liminal proviene de las investigaciones que sobre el ritual de paso antropológico realizó, a principios del siglo XX, Aldo van Gennep y, a partir de ellas, su discípulo Victor Turner, sesenta años más tarde.10 La liminalidad es una noción que alude al estado intermedio en el que el sujeto que pretende pasar de un estatus social a otro dentro de una estructura social concreta se ve obligado a permanecer durante un tiempo, y en el que es obligado a deshacerse de todos los lazos que lo ligan con su vida anterior para, una vez liberado, volver a nacer estableciendo nuevas vinculaciones con la comunidad. Tal liminalidad, asumiendo la analogía entre la estructura del ritual de paso antropológico y la del ritual de paso material, se identifica con el estado intermedio, definido por la abolición de la forma, por el que toda refundación espacial pasa en su proceso de regeneración. Una fase caracteriza-

En estos dos arquetipos de paso material se hace patente una evidencia: solo es posible alcanzar la regeneración espacial mediante la intervención de un instrumento que, proveniente del estado original, es capaz de atravesar sin degradarse la total disolución de la forma —la inundación o el centro del laberinto—. Este instrumento se identifica con el propio cuerpo del sujeto pasante en los rituales del paso antropológico. En los dos arquetipos de paso material, con el arca y el hilo de Ariadna; es decir, con dispositivos que actúan como conductores de memoria: cordones umbi-

9. “Flavio Josefo escribía, a propósito del simbolismo del templo, que el patio representaba el ‘MAR’ (es decir, las regiones inferiores), el santuario la Tierra y el Santo de los Santos el Cielo”. Eliade, Lo sagrado y lo profano, 26. 10. Gennep, Los ritos de paso; Turner, El proceso ritual. 11. Sobre la amplísima bibliografía del simbolismo del diluvio y del laberinto, solamente citamos dos obras emblemáticas: Eliade, Historia de las creencias. Concretamente, sobre la idea de laberinto, Santarcangeli, El libro de los laberintos. 12. El viaje al inframundo ha sido un tema recurrente en la literatura universal, desde la trilogía formada por la Odisea, la Eneida y la Divina comedia hasta nuestros días. Desde el rapto de Perséfone al inframundo, o el descenso de Orfeo a los infiernos, hasta El inmortal o la La casa de Asterión, de Jorge Luis Borges, pasando por el libro de Las mil y una noches, la novela romántica, o las producciones Julio Verne, Allan Poe, Kafka o Lovecraft.

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licales que vinculan entre sí el cosmos anterior y el posterior.13 Alberto Campo Baeza utiliza el recurso de la traslación memorística con el fin de otorgar identidad inmediata al espacio periurbano donde se construyen sus arquitecturas. Tal y como explica el arquitecto, existe un paralelismo entre las dimensiones del edificio de la Caja y las de la Catedral de Granada: tanto la altura del vacío interior como el diámetro de sus pilares coinciden exactamente con las dimensiones de la nave principal y las columnas catedralicias. De nuevo, el hallazgo de esta coincidencia se produjo una vez que el proyecto estuvo finalizado. En el diseño de la Caja, por tanto, no se tomaron de manera consciente las formas de la Catedral como referencia previa (fig. 12). Sin embargo, años más tarde y de una manera ya totalmente intencionada, el arquitecto optó por dimensionar el patio del Museo trasladando a este los diámetros mayor y menor del patio del Palacio de Carlos V (fig. 12).

Con esta estrategia, intuitiva o perfectamente programada, se realiza un trasvase de formas fundacionales desde la ciudad histórica al extrarradio. La Catedral y el Palacio de Carlos V se levantaron como símbolos del nuevo poder religioso y político, respectivamente, en la urbe recientemente conquistada. Estas formas inaugurales del cristianismo instauraban orden en la supuestamente desarticulada y caótica ciudad árabe, al imponerse sobre ella con la libertad que les otorgaba el hecho de ser concebidas como centros simbólicos —en este sentido, sobra comentar la gran carga expresiva del círculo perfecto que configura el patio del Palacio en el corazón de la imbricada arquitectura alhambreña—.14 Tanto la Catedral como la residencia del emperador se ejecutaron, finalmente, siguiendo los cánones de belleza del nuevo arte renacentista, y este ideal estético es el que el arquitecto contemporáneo traslada a la periferia y lo integra en el seno de los rotundos volúmenes de sus nuevas arquitecturas (figs. 13-15). Un trasvase de me-

Figura 12. Comparaciones dimensionales entre Catedral de Granada-Caja y Palacio de Carlos V-Museo. Fotomontaje del autor, referenciado en planimetrías de Alberto Campo Baeza, 2015

13. En la tradición fundacional etrusca encontramos un ritual que hace alusión directa a este trasvase memorístico: cuando se excavaba el mundus, los fundadores arrojaban a este puñados de tierra traídos desde sus ciudades de origen. Este acto contribuía a exorcizar la liminalidad del territorio al sembrarse en este las semillas de una forma urbana previa. 14. Sobre el simbolismo de las formas geométricas que configuran el Palacio de Carlos V, consúltese Tafuri, Sobre el Renacimiento, 242. Más información sobre el conjunto arquitectónico de la Alhambra, entendido como centro simbólico de naturaleza dual, cristiana y árabe, en García, “La Alhambra de Granada”, 10-19.

Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea. Francisco García Pérez [ 17 ]


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Figura 13. Fragmento de la Plataforma de Granada de Ambrosio de Vico (siglos XVI-XVII), con la Catedral y el Palacio de Carlos V resaltados. Fotomontaje del autor, 2015

Figura 14. Interior de la Catedral de Granada. Foto: Hans Lohninger, 2006

Figura 15. Vista interior del Palacio de Carlos V. Foto: Cristina Valencia, 2011

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moria fundacional que otorga belleza atemporal, precisamente, a los vacíos internos que convierten la Caja y el Museo en un contemporáneo Axis Mundi, aquel dispositivo arcaico capaz de erradicar de un solo golpe la liminalidad del espacio no formado, al convertirlo en lugar.

Epílogo La interpretación simbólica que se ha hecho de la Caja-Museo puede ser objeto de una crítica inmediata: el único capacitado para hacer esta tarea sería el autor de las obras, pues es él quien mejor conoce su origen conceptual. Para refutar esta cuestión se cita a Mircea Eliade, quien, refiriéndose a las obras del romanticismo alemán, afirma: Ni siquiera hay derecho a detenerse en lo que los autores pensaban de sus propias creaciones para interpretar el simbolismo que estas implicaban. Es un hecho que, en la mayoría de los casos, el autor no agota la significación de su obra. Los simbolismos arcaicos vuelven a aparecer espontáneamente incluso en las obras de autores “realistas”, que lo ignoran todo acerca de los símbolos […] Los símbolos y los mitos vienen de demasiado lejos; son parte del ser humano y es imposible no hallarlos en cualquier situación existencial del hombre en el Cosmos. 15

4. Eliade, Mircea. Historia de las creencias y las ideas religiosas I: de la edad de piedra a los misterios de Eleusis. Barcelona: Paidós, 2010. 5. Eliade, Mircea. Imágenes y símbolos. Madrid: Taurus, 1999. 6. Eliade, Mircea. Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Paidós, 1988. 7. García Pérez, Francisco A. “Visiones de la no-Granada: imágenes acuáticas y subterráneas en la ciudad contrarreformista y burguesa”. Tesis doctoral, Universidad de Granada, España, 2013. 8. García Pérez, Francisco A. “La Alhambra de Granada: paradigma universal de arquitectura puesta al servicio de la paz y la reconciliación entre culturas.” Dearq. Revista de Arquitectura, n.º 18 (2016): 10-19. 9. Gennep, Arnold van. Los ritos de paso. Madrid: Alianza, 2008. 10. Leick, Gwendolyn. Mesopotamia: la invención de la ciudad. Barcelona: Paidós, 2002. 11. Pérez Villalta, Guillermo. Guillermo Pérez Villalta: obra 1988-1990. Madrid: G. Soledad Lorenzo, 1990. 12. Poema babilónico de la creación (tít. orig. Enuma Elis). Peinado, Federico (prol.); G. Cordero, Maximiliano (trad.). Madrid: Editora Nacional, 1981. 13. Purce, Jill. The Mystic Spiral: Journey of the Soul. London: Thames & Hudson, 2007. 14. Real Academia Española. “Revelar”. En Diccionario de la lengua española, 22.a ed. Acceso 5 de octubre de 2014. http://rae.es/rae.html

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15. Santarcangeli, Paolo. El libro de los laberintos: historia de un mito y de un símbolo. Madrid: Siruela, 1997. 16. Tafuri, Manfredo. Sobre el Renacimiento: principios, ciudades, arquitectos. Madrid: Cátedra, 1955. 17. Turner, Victor. El proceso ritual: estructura y antiestructura. Madrid: Taurus, 1988.

3. Eliade, Mircea. El mito del eterno retorno: arquetipos y repetición. Madrid: Alianza, 2008.

15. Eliade, Imágenes y símbolos, 24 y 25.

Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea. Francisco García Pérez [ 19 ]


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Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970) Appropriations, delimitations, and discussions in communal space: A multiscale characterization of social housing in Guayaquil (1940-1970) Apropriações, delimitações, negociações no espaço coletivo. Caracterização multiescalar da moradia social em Guayaquil (1940-1970) Recibido: 18 de agosto de 2015. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 18 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.02 Artículo de reflexión

Resumen Guayaquil, antigua ciudad colonial y portuaria con la mayor población del Ecuador, se presenta como un caso de estudio pertinente para analizar los proyectos modernos de vivienda colectiva cuando se desarrollaron numerosos programas habitacionales de producción estatal que planteaban un modelo de ciudad diferente al modelo de desarrollo urbano disperso actual. La investigación aborda las transformaciones que se han producido en el espacio colectivo de estos conjuntos habitacionales como respuesta a las dinámicas presentes de segregación social y fragmentación espacial. Estos procesos vienen motivados por una acelerada pérdida de colectividad en favor de un individualismo excluyente que se protege de una creciente violencia material y simbólica. Palabras clave: vivienda social, espacio colectivo, escalas, apropiaciones, delimitaciones, negociaciones.

Abstract Guayaquil, an old colonial city and port that is host to the largest population in Ecuador, can be used as a relevant case study to analyze modern social housing projects that were constructed in a particular period in which a great number of State-funded housing programs were developed; these framed a city-model that was different to the current disperse urban development model. This research addresses the transformations that have come about in the communal space within these housing programs as a response to dynamics that are part of social segregation and spatial fragmentation. These processes have been brought on by an accelerated loss of communal space to exclusive individualism, which tries to avoid an increasing material and symbolic violence. Key words: social housing, communal space, scales, appropriations, delimitations, discussions.

Resumo Guayaquil, antiga cidade colonial e portuária, com a maior população do Equador, apresenta-se como um caso de estudo pertinente para analisar os projetos modernos de moradia coletiva, quando se desenvolveram numerosos programas habitacionais de produção estatal que propunham um modelo de cidade diferente do modelo de desenvolvimento urbano disperso atual. Esta pesquisa aborda as transformações que vêm se produzindo no espaço coletivo desses conjuntos habitacionais como resposta às dinâmicas presentes de segregação social e fragmentação espacial. Esses processos são motivados por uma acelerada perda de coletividade em favor de um individualismo excludente que se protege de uma crescente violência material e simbólica. Palavras-chave: moradia social, espaço coletivo, escalas, apropriações, delimitações, negociações.

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Juan Carlos Bamba Vicente 

jcarlosbamba@gmail.com

Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y Máster en Proyectos Arquitectónicos Avanzados por la Universidad Politécnica de Madrid en la que actualmente es candidato al Doctorado Internacional en Proyectos Arquitectónicos Avanzados y miembro del grupo de investigación NuTAC . Docente e investigador de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, donde es el subdirector de la Maestría en Crítica y Proyecto Arquitectónico Avanzado y miembro del Consejo Editorial de la Revista DOMUS .

Alejandro Costa Sepúlveda 

costasepulveda@gmail.com

Arquitecto por la Universidad Europea de Madrid (UEM) . Máster en Ciudad y Arquitectura Sostenible por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla (ETSAS) . Principales líneas de investigación: identidad y arquitectura, pertenencia, habitabilidad.

Introducción La gran aportación de la arquitectura latinoamericana (antes de que Europa iniciara la reconstrucción de las ciudades derruidas) fue entender no solo la necesidad de proponer un nuevo tipo de vivienda sino de teorizar sobre cómo la misma debía maclarse en el bloque para resolver, en un tercer paso, el modo en que distintos bloques podían configurar lo que Sert había denominado unidad vecinal. Carlos Sambricio, Ciudad y vivienda en América

tatal proyectados y construidos en Guayaquil en un periodo concreto de la arquitectura moderna (1940-1970),1 que modificaron la morfología urbana de la ciudad a escala territorial e introdujeron tipologías edificatorias modernas provenientes de Europa, por primera vez en la ciudad. Estos conjuntos habitacionales pretendían dar alojamiento a las grandes masas de inmigrantes con la visión utópica de modernización que promulgaba el arquitecto moderno y la voluntad política de los gobiernos.

Latina

En Guayaquil, como en otras ciudades latinoamericanas —y posiblemente europeas—, se ha producido una creciente dicotomía o polarización entre la vivienda privada de las clases altas y la vivienda social de las clases medias-bajas, simbolizada por la proliferación de “comunidades cerradas” o ciudadelas que fragmentan y segregan el espacio urbano. El crecimiento de las ciudadelas desconectadas de la ciudad es paralelo al deterioro de los espacios urbanos dominados por la vivienda colectiva pública. Estos conjuntos habitacionales construidos en el periodo de la arquitectura moderna plantearon el debate sobre la forma urbana con la introducción de un catálogo de espacios generadores de colectividad que sintetizan los valores que encontramos en la ciudad como la importancia de la comunidad —el sentido de lo común— y el carácter aglutinador y social —el sentido de la civilización—. Esta investigación presenta la valoración de los proyectos de vivienda colectiva de producción es1

Esta misma mirada nos conduce en nuestra investigación, al plantear el análisis de los espacios colectivos de la arquitectura de vivienda social pública, aproximándonos desde diferentes escalas que atraviesan el gradiente entre el espacio público y el privado. Entendemos estos conjuntos habitacionales como “formas híbridas”2 en las que conviven la visión racionalista del Movimiento Moderno y la lógica de la ciudad informal. Las escalas impuestas por el arquitecto en el proyecto original son transformadas, con el paso del tiempo, por agentes externos relacionados con los procesos urbanos de la ciudad y por los usuarios y sus modos de habitar. Estos procesos se producen con la aparición de diferentes acciones que modifican los límites físicos y sociales —incluso legales— de los espacios colectivos y nos hablan de contradicciones entre la vivienda estandarizada del funcionalismo moderno y las formas de habitar intuitivas de las grandes poblaciones provenientes del campo, quienes, en la búsqueda de algo tan necesario e

Periodo de estudio de la arquitectura moderna en Guayaquil definido en Bamba, Vivienda colectiva Guayaquil.

2 McGuirk, Ciudades radicales, 20 y 21.

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970). Juan Carlos Bamba y Alejandro Costa [ 21 ]


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intuitivo como es el identificarse con el entorno que le rodea, se apropian del espacio a través de sus prácticas cotidianas, desarrollando un sentido de “pertenencia” al lugar.3 La puesta en valor de los espacios de relación entre la ciudad y la vivienda pretende regenerar estos conjuntos, para mejorar la vida en comunidad, como herramienta para reducir la ascendente inseguridad y “violencia material y simbólica”4 actual. El entendimiento de estos territorios híbridos pretende intervenir mediante acciones —a corto, medio y largo plazo— que transformen los límites del espacio en busca de las escalas de colectividad deseables. Finalmente, se proponen conclusiones sobre el resultado del análisis realizado y recomendaciones para solucionar los problemas detectados en los casos de estudio, como aproximación a una posible regulación arquitectónica de los proyectos de vivienda colectiva pública en Guayaquil.

• Casas Colectivas de la Caja del Seguro, Héctor Martínez, 1945-1950

En 1950 se construye el primer proyecto de vivienda colectiva del país: las Casas Colectivas (fig. 1). El diseño y construcción de los “bloques municipales” estuvo a cargo del ingeniero Héctor Martínez, quien, además, es el primer arquitecto de la historia del Ecuador. También fue el primer proyecto que agrupaba dos manzanas para generar un espacio libre mayor entre bloques: un gran espacio de recreación a escala de barrio y una calle peatonal que articulaba los bloques donde se ubican los accesos a los patios interiores. Las viviendas estaban dirigidas a un estrato económico medio-bajo que accedía al alquiler de ellas mediante la Caja de Pensiones.5 El valor, pues, de este conjunto “premoderno” residía en ser pionero en el concepto de habitar en altura y establecer en términos legales la “propiedad horizontal”. • Centro de Vivienda de la Caja del Seguro, Alamiro González, 1958, y Bloques Multifamiliares de la

Metodología Casos de estudio: descripción de los proyectos y usuarios originales El universo de estudio comprende las viviendas colectivas de producción estatal proyectadas y construidas en Guayaquil entre 1940 y 1970. Los casos identificados son los siguientes:

Caja del Seguro, Pablo Graf, 1964-1967

En la década de los cincuenta, el Estado, a través de la Caja del Seguro, impulsó la construcción de dos conjuntos habitacionales clave en la historia de la arquitectura moderna de Guayaquil: el Centro de Vivienda, de 1958 (fig. 2), y los Bloques Multifamiliares, de 1964-1967 (fig. 3). En estos casos se identifica la figura del arquitecto moderno que piesan y proyecta la arquitectura

Figura 1. Casas Colectivas de la Caja del Seguro (1945-1950). Fuente: VV. AA., “Arquitectura en Guayaquil”.

3

Leach, “Pertenencia”.

4

Castillo Castañeda, Ríos Sierra y Martín Peccis, “Panorama de la seguridad en América Latina”.

5

La Caja del Seguro era un organismo estatal que ejecutaba proyectos de construcción de viviendas. En 1963 se fusiona con la Caja de Pensiones para formar la Caja Nacional del Seguro Social. En 1970 se transformó la Caja Nacional del Seguro Social en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, que es el dueño actual del conjunto habitacional.

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Figura 2. Centro de vivienda de la Caja del Seguro (1958). Fuente: VV. AA., “Arquitectura en Guayaquil” Figura 3. Bloques Multifamiliares de la Caja del Seguro (1964-1967). Fuente: VV. AA., “Arquitectura en Guayaquil”

de la ciudad mediante prototipos de vivienda colectiva que representan modelos universales. Las viviendas estaban dirigidas a un estrato económico medio-alto y el acceso a ellas era restringido para profesionales contactados con altos cargos políticos. En la década de los setenta aparece una nueva fuente de ingresos (el petróleo) que genera expectativas de un real mejoramiento de la economía nacional: el boom petrolero. • Bloques Multifamiliares de La Atarazana del Banco Ecuatoriano de la Vivienda, José Furoiani y Virgilio

Se trata de un proyecto de transición en la arquitectura de vivienda colectiva. En este periodo no solo se incrementa la producción de viviendas en comparación con el anterior, sino que también se aumenta el tamaño de los conjuntos: se produce el paso del proyecto de vivienda al plan habitacional.7 La JNV repite los mismos modelos en toda la región sin incorporar en la “ecuación” el acelerado ritmo de urbanización que se estaba produciendo en los asentamientos informales: optar entre lo que John Turner llamaba “la chabola servicial” o “la casa opresiva”.8

Poveda, 1965-1973

La década de los setenta trajo consigo un cambio en el modelo económico, debido al boom petrolero. Se produjo un auge en el sector de la construcción, sobre todo de viviendas, debido al déficit habitacional existente, que asumió el Estado a través de la Junta Nacional de la Vivienda (JNV). El primer programa habitacional de la JNV, La Atarazana (1965-1973), ya establece un cambio en el planteamiento: se trata de un gran conjunto de grandes manzanas en el que se mezclan viviendas unifamiliares de baja altura con multifamiliares que están a medio camino entre el bloque lineal y el bloque en H. Los niveles económicos y sociales de los usuarios a los que iban dirigidas las viviendas tenían un ingreso familiar del orden de los tres mil sucres, que correspondía a un estrato medio-bajo de trabajadores.

Los cuatro casos de estudio presentan una marcada evolución de la concepción de los espacios colectivos que tiene que ver con las formas de agrupación de las viviendas y que influye directamente en las formas de habitar de los usuarios. De los patios internos con corredores en las Casas Colectivas, pasamos a los espacios libres entre bloques y galerías en el Centro de Vivienda y los Bloques Multifamiliares, y por último a un híbrido entre el bloque abierto y en H con patios interiores semiabiertos en La Atarazana (fig. 4). Escalas del espacio colectivo: límites impuestos, alterados, elegidos La definición legal de espacio colectivo a los que se refiere esta investigación es el conjunto de bienes —en este caso espacios— de dominio co-

6

Junta Nacional de la Vivienda, La vivienda colectiva.

7

La Caja del Seguro, entre 1942 y 1967 (25 años), construye 4490 unidades habitacionales. La JNV, entre 1966 y 1989 (23 años), construye 35.766 unidades habitacionales. Datos extraídos de Sánchez, Mercado de suelo informal, 59-62.

8 McGuirck, Ciudades radicales, 77.

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970). Juan Carlos Bamba y Alejandro Costa [ 23 ]


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Figura 4. 1) Casas Colectivas (1945-1950); 2) Centro de Vivienda (1958); 3) Bloques Multifamiliares (19641967); 4) La Atarazana (1965-1973). Fuente: Daniel Alcívar, 2016

mún o copropiedad que están bajo el régimen de “propiedad horizontal”, y que distingue el espacio privado (dominio privado) del espacio público (dominio público). Se trata de un espacio producido desde la concepción del proyecto de vivienda y se distingue del espacio público y privado con los cuales limita siempre de forma compleja y contradictoria. El espacio colectivo se caracteriza en esta investigación —dependiendo de su posición relativa, tamaño y función— por escalas que nos ayudan a identificarlo y analizarlo. Estas atraviesan la secuencia que va desde el espacio urbano hasta el espacio doméstico.9 En el proyecto de vivienda original, el arquitecto diseña e impone estas escalas de los espacios colectivos, según su visión funcionalista que establece usuarios universales (pasado). En el estado actual del proyecto, los agentes externos han alterado la infraestructura 9

Figura 5. Acciones transformadoras: apropiaciones, delimitaciones, negociaciones. Fuente: Daniel Alcívar, 2016

y los usuarios han suplido las carencias del proyecto inicial eligiendo la forma y uso de los espacios colectivos (presente). La transformación de la escala del espacio colectivo se produce en los límites; no solo los límites del espacio colectivo con el espacio público y privado, sino también entre espacios colectivos. Estas transformaciones se producen debido a una serie de acciones a lo largo del tiempo que modifican los límites de los espacios colectivos. Podemos clasificar estas acciones transformadoras según sus características en las siguientes: apropiaciones, delimitaciones y negociaciones (fig. 5). De esta forma, definimos una metodología de análisis de las transformaciones que se han producido en los proyectos mediante la clasificación de una serie de acciones (apropiaciones, delimitaciones y negociaciones) que modifican los lími-

La caracterización multiescalar comprende las siguientes categorías: espacios colectivos a escala de barrio (espacios que abarcan varias manzanas o “supermanzanas”), a escala de manzana, a escala de edificio y a escala de la unidad de vivienda.

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tes de los espacios colectivos y, así, las escalas impuestas por el diseño original (arquitecto). Si las acciones provienen de los usuarios, las denominamos escalas elegidas, y si provienen de agentes externos, escalas alteradas.

lonizando el espacio próximo. Esta intromisión, lejos de ser denunciada, suele ser imitada por el vecindario y se producen espacios urbanos poco habitables que deterioran la urbanidad del entorno (fig. 6).

Resultados

Los conjuntos habitacionales estudiados presentan un cierto tamaño que necesariamente debe venir acompañado de la incorporación de equipamientos y servicios básicos, es decir, la diversidad de usos que asegura la seguridad urbana, el contacto público y el cruce de funciones y actividades.10 La apropiación es la respuesta de los usuarios a la carencia de servicios que deberían incorporar los proyectos originales, debido a su tamaño que, en algunos de los casos, abarca la misma cantidad de personas que cualquier ciudadela privada de tamaño medio que encontramos en la ciudad. Estas carencias se resuelven con la implementación en las viviendas de planta baja de comercios pequeños (normalmente informales) que intentan abastecer al barrio de la misma forma en que lo haría el hipermercado o, en este caso, la “hipercasa”.11 Es la respuesta de los habitantes de la vivienda social, que normalmente está dirigida a la clase media-baja, a la carencia de un espacio de trabajo en la célula habitacional o en algún espacio del bloque de vivienda. El espacio de producción debe convivir con el espacio doméstico por cuestiones económicas obvias: no hay presupuesto para alquilar o comprar un espacio para desarrollar el trabajo (fig. 7).

¿Qué sucede cuando el tiempo pasa, la ciudad y la sociedad cambian y los proyectos de vivienda son sometidos a una serie de experiencias desconocidas para el arquitecto que concibió el proyecto? Apropiaciones Los espacios libres entre bloques de los proyectos estudiados articulan las edificaciones con el sistema de calles, plazas y zonas verdes de la trama urbana en el que se insertan. Las zonas próximas a las viviendas que se ubican en la planta baja en calles peatonales o espacios libres poco transitados son acotadas por los usuarios mediante elementos de cierre. En algunos casos, se utiliza parte del espacio público como espacio de almacenamiento —inexistente en el interior del espacio doméstico—, como apéndices o extensiones de la propia vivienda. Estas prácticas cotidianas aparecen como una justificación del individuo para establecer un vínculo con su entorno inmediato y poder así identificarse con el espacio que habita. La “pertenencia” es una necesidad emocional básica que llevamos a cabo mediante un gesto de reivindicación ante lo impuesto co-

Figura 6. Extensiones de la planta baja de las viviendas que se apropian del espacio público en La Atarazana. Fuente: Autor, 2014

Figura 7. Comercios informales que se apropian de la planta baja de las viviendas y el espacio público en La Atarazana. Fuente: Autor, 2014

10 Jacobs, Muerte y vida de las grandes ciudades, 176. 11 VV. AA., ¡El tiempo construye!, 138.

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970). Juan Carlos Bamba y Alejandro Costa [ 25 ]


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Delimitaciones La accesibilidad mediante transporte público o privado a los casos estudiados ha generado toda una serie de barreras arquitectónicas que reducen la accesibilidad peatonal y generan fragmentación en el espacio libre entre bloques. Estas nuevas infraestructuras —aparcamientos de vehículos, estaciones de metro, puentes vehiculares, etc.— aparecen como alteraciones en la estructura espacial del proyecto original. La secuencia de espacios libres peatonales que articulaba el proyecto desde el espacio público hasta el privado de la vivienda se ha visto alterado para siempre por barreras, no solo físicas, sino también sicológicas, que afectan negativamente las relaciones vecinales y la cohesión social (fig. 8). A otra escala, el posicionamiento relativo de las puertas de entrada en un rellano de escalera, patio o galería genera situaciones de colectividad

diferentes. Cuando en los espacios comunes las puertas se encuentran una frente a la otra, se producen problemas de intimidad entre vecinos, que se mitigan con nuevos límites que identifican claramente la propiedad de cada usuario. La excesiva distancia entre el núcleo de comunicación vertical y la vivienda más alejada también provoca, en ocasiones, la delimitación de espacio de circulación. Cuando los usuarios cierran espacios y se reducen las dimensiones de circulación, a veces, se mejora la gestión y el estado de conservación de estos espacios (fig. 9). En los casos estudiados se han producido deformaciones en espacios donde antes la inseguridad no era un factor relevante. El individualismo como herramienta de defensa en las grandes ciudades es un factor determinante en el funcionamiento de los edificios colectivos, porque impone propósitos que solo benefician a cierta cantidad de usuarios y no a la totalidad de la comunidad.

Figura 8. Barreras en los espacios libres producidas por la introducción de infraestructura de transporte. Fuente: Autor, 2014. Figura 9. Delimitaciones de los espacios colectivos mediante rejas introducidas por los usuarios. Fuente: autor, 2014

Figura 10. Delimitaciones de los usuarios de las viviendas de los extremos de la galería. Fuente: César Aguirre, 2016 Figura 11. Personificación e identificación de los espacios de domésticos que se enfrentan al espacio urbano. Fuente: César Aguirre, 2016

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Este individualismo o miedo a compartir con la persona ajena se traduce en la delimitación del espacio colectivo, que altera gravemente los accesos, los recorridos y los servicios comunitarios. Se puede observar cómo, de manera poco altruista, se crean obstáculos o se instalan barreras que modifican el espacio colectivo. Galerías, porches, soportales, pasillos, vestíbulos de acceso, cubiertas, etc., han sufrido la delimitación de los usuarios a lo largo del tiempo que “delimitan, gestionan y defienden” espacios para sentirse seguros y obtener bienestar psicológico.12 El usuario se manifiesta individualmente exigiendo el espacio que le falta y manifiesta la incapacidad del arquitecto de controlar la evolución del proyecto con el devenir del tiempo (fig. 10). Interpretamos esta acción como una “sublevación” al sentimiento de vacuidad a la que el hombre moderno, a través del habitar en el espacio geométrico y estandarizado que proponía la arquitectura moderna —escenificada en la rejilla de Le Corbusier—, ve sometida su existencia, porque experimenta un ambiente vacío ya planificado por las instituciones gubernamentales. Frente a la idea de suprimir el mayor número posible de puertas y generar un espacio colectivo continuo de las propuestas originales “modernas”, el hecho de añadir, por parte de los usuarios, barreras a estos espacios, abre nuevas perspectivas y posibilidades al uso de la vivienda en cuanto a las diferentes escalas de colectividad que se generan y las posibilidades de control y gestión por parte de la nueva comunidad construida. Las modificaciones que se realizan sobre los paramentos exteriores, como incorporación de antenas y aires acondicionados o la aparición de acabados y pinturas en los límites de la propiedad de cada usuario, que proyectan su estilo de vida en la fachada, inciden considerablemente en el paisaje urbano y lo vuelven más heterogéneo e informal (fig. 11). Negociaciones Aldo van Eyck estableció el concepto de objetos donados, que no se conciben como símbolos aferrados a una espiritualidad o forma, sino que permiten al individuo construir su propio espacio y participar del proceso creativo del habitar. El es-

Figura 12. Espacio intermedio entre la calle peatonal exterior y los corredores en altura que sirve como tendedero comunitario en las Casas Colectivas. Fuente: autor, 2016

pacio intermedio de van Eyck es el producto de una interacción entre las propiedades objetivas del entorno y la capacidad del sujeto para percibir e integrar el conjunto de elementos. La introducción de espacios intermedios entre la escala urbana y arquitectónica en los proyectos de vivienda analizados se traduce en un mayor grado de flexibilidad funcional de la vivienda que extiende su territorio y posibilita la vida en comunidad, debido a las interacciones que en estos espacios se producen. Los espacios intermedios son escenarios de relación, extensión de lo privado en lo público y viceversa; son espacios de proximidad de una arquitectura que fomenta la sociabilización13 (fig. 12).

Los límites o barreras que se introducen en las unidades de vivienda y en los espacios colectivos de los proyectos de vivienda ofrecen otras posibilidades de uso y nuevos escenarios que articulan situaciones contrapuestas entre individuo y colectivo o usuario específico y arquitectura genérica. Un rasgo preponderante en la arquitectura de Guayaquil es la identificación o proyección del usuario hacia el espacio común, como sucede en los soportales. Los bloques multifamiliares actúan como escenarios de las identidades de los diferentes usuarios que viven en ellos. Las personas buscan identificarse con el espacio próximo que le es ajeno, personificándolo. En los espacios colectivos aparecen objetos como macetas, hamacas, tendederos, bicicletas o muebles que acotan el espacio a través de la identificación

12 Sánchez González y Domínguez Moreno, Identidad y espacio público, 101. 13 Montaner, Muxí y Falagán, Habitar el presente, 34 y 35.

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común de situaciones y acciones transformadoras del objeto arquitectónico recibido. En los resultados del análisis se evidencia una marcada problemática de integración urbana por vínculos morfológico-sociales en los conjuntos habitacionales que tiene que ver con la aparición de barreras de todo tipo que endurecen los límites entre el espacio público y el privado y afectan directamente la habitabilidad del proyecto. Las comunidades han delimitado, caracterizado y gestionado los espacios libres continuos y sin caracterización de la arquitectura moderna y han generado nuevas escalas de colectividad (figs. 14 y 15). Figura 13. Galería ocupada por objetos que comparten familias que se encuentran próximas. Fuente: César Aguirre, 2016

de los diferentes usuarios que negocian con sus vecinos como compartir y gestionar los espacios próximos: los espacios intermedios se convierten en escenarios de negociaciones que generan comunidad. Por medio de la normativa se anula la posibilidad de que los espacios intermedios se conviertan en una pieza fundamental en el desarrollo de la colectividad, pues olvida que la calidad de una arquitectura, muchas veces, está en la capacidad de esos espacios de estructurar el proyecto de vivienda mediante la transición de escalas entre la ciudad y la casa (fig. 13).

Conclusiones ¿Nos hablan las transformaciones de los espacios colectivos de la vivienda social de fenómenos crecientes de inseguridad y segregación social que tienen que ver con dinámicas de individualismo y con la pérdida de colectividad? ¿Sucede este fenómeno de igual manera en los conjuntos habitacionales modernos de ciudades americanas y europeas? ¿Es Guayaquil un caso acelerado de este fenómeno? Las anteriores son algunas de las preguntas que esta investigación deja abiertas para exploraciones más profundas sobre el tema. En la observación de los modos de habitar de los distintos casos de vivienda colectiva en Guayaquil se han detectado peculiaridades específicas de cada proyecto, pero también un importante territorio

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La reformulación de las características de estos espacios colectivos implica compatibilizar diversas actividades e incorporar al usuario en la producción social del hábitat. El proyecto de vivienda colectiva debe generar una estructura de espacios libres capaces de intercambiar flujos de todo tipo con el barrio y la ciudad; vincularse con los equipamientos y estructuras principales de la urbe, y poner en contacto la vivienda con el resto de la sociedad. Lo anterior muestra carencias y evidencia la necesidad de repensar las escalas del espacio colectivo de los proyectos de vivienda social, a fin de posibilitar la potencial transformación del usuario con el paso del tiempo que genera situaciones híbridas entre la arquitectura formal y la informal (figs. 16 y 17). ¿Son estos espacios colectivos de la vivienda social, que mayoritariamente se encuentran en estado de abandono y deterioro, la oportunidad para generar el sistema de espacios libres urbanos que no existen actualmente en Guayaquil?

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11. Rojas, Milton y Gaitán Villavicencio. El proceso urbano de Guayaquil 1870-1980. Guayaquil: ILDIS, 1988. 12. Sambricio, Carlos. Ciudad y vivienda en América Latina: 1930-1960. Madrid: Lampreave, 2012. 13. Sánchez Gallegos, Bertha Patricia. “Mercado de suelo informal y políticas de hábitat urbano en la ciudad de Guayaquil”. Tesis de maestría, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Ecuador, 2014. 14. Sánchez González, Diego y Luis Ángel Domínguez Moreno. Identidad y espacio público: Ampliando ámbitos y prácticas. Barcelona: Gedisa, 2014. 15. VV. AA. ¡El tiempo construye! Barcelona: Gustavo Gili, 2008. 16. VV. AA. “Arquitectura Guayaquil 1930-1960: Análisis de la producción arquitectónica en Guayaquil, décadas del 30 al 50”, tesis de grado, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Ecuador, 1980.

Figura 14. Transformaciones a escala urbana de los Bloques Multifamiliares. Fuente: Daniel Alcívar, 2016 Figura 15. Transformaciones a escala urbana de La Atarazana. Fuente: Daniel Alcívar, 2016

Figura 16. Transformaciones a escala arquitectónica de las Casas Colectivas. Fuente: Daniel Alcívar, 2016 Figura 17. Transformaciones a escala arquitectónica del Centro de vivienda. Fuente: Daniel Alcívar, 2016

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970). Juan Carlos Bamba y Alejandro Costa [ 29 ]


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Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil Approaches to family-housing: consolidated informal housing in Santa María de las Lomas, Guyaquil Aproximações família-casa. A moradia informal consolidada em Santa María de las Lomas, Guayaquil Recibido: 2 de febrero de 2016. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 25 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.03 Artículo de reflexión

Resumen El artículo desarrolla un análisis en paralelo de la familia ampliada y de la casa informal consolidada, entendidas como realidades complejas, dependientes y en estado de permanente construcción. La comparativa entre ambas estructuras (social y arquitectónica) permite reflexionar sobre la relación entre sujeto y objeto, así como sobre los mecanismos incrementales de aproximación que aparecen entre ambas. Para ello, se estudian mediante un análisis cuantitativo del barrio de Santa María de las Lomas, de Guayaquil, del que se generan mapas urbanos que describen la organización familiar y urbana del barrio, así como las influencias entre ambos. Palabras clave: vivienda informal consolidada, familia ampliada, casa colectiva, aproximaciones, incrementos.

Abstract This article develops a parallel analysis of the extended family and the consolidated informal house. These can be understood to be complex realities that are inter-dependent and in a state of permanent construction. The comparison between both structures (the social and the architectural) allows the relation between subject and object to be reflected upon, as well as the incremental estimation mechanisms that can be found between both. In order to make this comparison, the Santa María de las Lomas neighborhood in Guayaquil was studied through a quantitative analysis, from which urban maps were created that detailed the family and urban organization of the neighborhood as well as the influence that each one has on the other. Key words: consolidated informal housing, extended family, extended family household, approximations, increments.

Resumo Este artigo desenvolve uma análise em paralelo da família ampliada e da casa informal consolidada, entendidas como realidades complexas, dependentes e em estado de permanente construção. A comparativa entre ambas as estruturas (social e arquitetônica) permite refletir sobre a relação entre sujeito e objeto, bem como sobre os mecanismos adicionais de aproximação que aparecem entre ambas. Para isso, estudam-se mediante uma análise quantitativa do bairro de Santa María de las Lomas, de Guayaquil, do qual se geram mapas urbanos que descrevem a organização familiar e urbana do bairro, além das influências entre ambos. Palavras-chave: moradia informal consolidada, família ampliada, casa coletiva, aproximações, incrementos.

[ 30 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 30-43. http://dearq.uniandes.edu.co


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Ignacio de Teresa Fernández-Casas 

ignaciodeteresa@gmail.com

Docente de la Facultad de Arquitectura Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Ecuador

Vivienda informal consolidada en Guayaquil Familia informal consolidada Informal: sin. / impreciso, vago, relajado, inceremonioso, improvisado, poco definido, blando, suave, hogareño, democrático, familiar. def./que no se ajusta a normas legales sino que se fund amenta en la confianza entre las personas / que no está sujeto a reglas ceremoniales, protocolarias y solemnes, sino que es el propio del trato entre amigos y familiares / (ropa) que se adecua para la vida privada o familiar y que se viste más por comodidad que por elegancia. Consolidar: sin. / afianzar, solidificar, reforzar, asegurar, concentrar, estabilizar, amalgamar, compactar, condensar. def. / hacer firme y durable algo / asegurar del todo, afianzar más y más / dar firmeza y solidez a algo / convertir algo en definitivo y estable / (thefreedictionary.com, thesaurus.com, RAE)

Por definición, informal y consolidado son términos contradictorios, de forma que al juntarlos, obtenemos un concepto en el que, paradójicamente, la consolidación, la firmeza, la durabilidad, la estabilidad y la solidez van asociados a la imprecisión, a la indefinición y a la improvisación de lo informal. Lo informal-consolidado presenta, por ello, características, en principio, enfrentadas; es dinámico y estable al mismo tiempo.1

En el ámbito social, el concepto de informalidad está ligado a lo familiar. Las relaciones familiares, la manera de vestir o de actuar dentro de la casa son, en esencia, informales. En el ámbito doméstico, lo informal no se entiende como lo que no respeta las normas, sino como lo que no las necesita; lo que sucede de manera relajada y natural en un ámbito de confianza, en el que el protocolo es prescindible. Podemos entender que la formalidad va contra la familia como entidad social, y que lo familiar es sustancialmente informal. La consolidación de la familia, por su parte, implica un afianzamiento de la estructura social, que en culturas como la de Guayaquil no implica el cese de su desarrollo, sino todo lo contrario. La consolidación va asociada al cambio; se genera una base estable, sobre la que la familia puede desarrollarse de manera dinámica y cambiante. Podemos entender, entonces, que la familia, como estructura social, puede tener un mejor desarrollo en el terreno de lo informal-consolidado, que en el caso opuesto (formal no consolidado), en el que sufriría una doble restricción en cuanto a rigidez y a falta de estabilidad familiar. Casa informal consolidada • Área consolidada:2 con infraestructura vial, servicios básicos y equipamiento social y urbano.

1

En el sector financiero, entre otros, se ha hecho imprescindible el estudio de los mercados como sistemas dinámicos (system dinamics) que, a pesar de su fluctuación, conservan una base estable al mismo tiempo.

2

Para definir las zonas consolidadas y no consolidadas de la ciudad, la Dirección de Ordenamiento e Infraestructura Territorial delimita 32 áreas de desarrollo social (ADS) que se dividen en actualmente en quince áreas no consolidadas y en diecisiete consolidadas, organizadas siguiendo criterios de homogeneidad en tamaño y composición socioeconómica (Sánchez, Mercado de suelo informal, 34).

Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil. Ignacio de Teresa Fernández-Casas [ 31 ]


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• Área no consolidada: zona de hábitat subestándar o deteriorado, cuyo desarrollo no sigue una planificación y carece de algún servicio básico. • Ciudad formal: que cumple con regularidad dominical y urbanística.3 • Ciudad informal: que no cumple con lo anterior y proviene de asentamientos irregulares. Si hacemos un ejercicio de aplicación de estos mismos términos en el ámbito urbanístico, la calificación de área consolidada o no consolidada guarda relación con el desarrollo social y urbano; mientras que la catalogación de formal o informal depende del sistema de ocupación del suelo y del cumplimiento de la normativa vigente. Los tejidos consolidados corresponden, en su mayor parte, a lo que se entiende por ciudad formal, y los no consolidados, a la ciudad informal. Sin embargo, existe una pequeña desviación marginal entre ambos, que ha fluctuado en los últimos veinte años desde la existencia de áreas informales consolidadas, a la de áreas formales no consolidadas (fig. 1).4 Esto se debe, en parte, a la producción masiva de complejos de vivienda popular en el extrarradio de la ciudad,5 que generan dispersión, reducción de la densidad urbana y desconexión social de los grupos trasladados a dichos complejos habitacionales. Por ello, los planes urbanos actuales parecen priorizar la formalización de los tejidos informales frente a la consolidación de los informales. De ahí que la vivienda informal consolidada (VIC)6 tienda a ser sustituida por su contraria y que se perjudiquen los intereses de la familia. Santa María de las Lomas El barrio de Santa María de las Lomas forma parte del 6,88 % de áreas de la ciudad que en 1990 eran consideradas informales y consolidadas (fig. 1). Resulta de especial interés por estar situado en el centro geográfico de la ciudad y porque refleja en

3

Figura 1. Relación entre las áreas de desarrollo social consolidadas/populares (no consolidadas) y formales/informales entre 1990 y 2010. Datos obtenidos del Sistema de Información Social de la Municipalidad de Guayaquil. Fuente: elaboración propia

su trama urbana los principales procesos urbanos por los que ha pasado Guayaquil desde mediados del siglo XX. Una primera etapa de ocupación irregular de terrenos se produce en toda la ciudad como consecuencia de la explosión demográfica que experimenta Guayaquil a partir de la década de los cuarenta, debida al boom bananero y a la intensa industrialización que se produce en los años cincuenta, que conllevan el asentamiento irregular

En el ámbito del derecho civil, el suelo debe tener título de propiedad registrado legalmente, y en el ámbito del derecho urbanístico debe cumplir con las normas establecidas y tener los servicios básicos.

4 Sánchez, Mercado de suelo informal, 34-39. 5

Como ejemplo encontramos Ciudad Victoria y Sociovivienda, en la zona noroeste, o Mucholote, al norte de la ciudad.

6

La sigla VIC hace referencia, a su vez, a los villages in the city (pueblos en la ciudad), que define la publicación de Stefan Al: Villages in the City, los cuales guardan estrecha relación con la VIC, al ser también conjuntos urbanos con características rurales, encerrados en la trama urbana.

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Figura 2. Santa María de las Lomas con la Universidad Católica a la izquierda, la ciudadela formal de La Fuente al fondo, y la loma que le da nombre a la derecha. Fuente: el autor, 2014

Figura 3. Sectores dentro del barrio en relación con la normativa aplicable y el proceso de conformación. Fuente: elaboración propia

de las primeras casas en los terrenos comprendidos entre la avenida Barcelona, la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y dos promontorios que encierran por completo la superficie que hoy ocupa el barrio de estudio7 (fig. 2). Esta etapa coincide con el desencadenamiento de la ocupación ilegal de tierras en toda la ciudad, cuya población se quintuplica en una década.8

Una segunda fase tiene lugar a finales de los años setenta, fecha en la que comienza a declinar el crecimiento poblacional de la ciudad, y la globalización hace notar el cambio mundial en el sector de inversión en vivienda, del ámbito público al privado. Este proceso se manifiesta en el barrio mediante una pequeña promoción privada de viviendas repetidas, situadas en el borde oeste (fig. 3, sector B).

7

Entre 1950 y 1962, la población de Guayaquil creció en un 97,4 %, con una tasa de crecimiento del 7,3 %, una de las más altas de América Latina (Sánchez, Mercado del suelo informal, 30).

8

Entre 1950 y 1962 el suburbio pasa de tener 30.000 habitantes en una superficie de 200 hectáreas, a 164.000 habitantes en 820 hectáreas, con una baja densidad poblacional (INEC, Censo de población y vivienda).

Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil. Ignacio de Teresa Fernández-Casas [ 33 ]


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A partir de 1990 se consolida el centro de la ciudad.9 Tan solo aquellos barrios con límites geográficos claros (esteros, colinas, propiedades privadas, etc.) han mantenido cierto carácter informal y se han resistido a ser absorbidos por la trama urbana en retícula, mediante la que se consolida la ciudad. Santa María, junto a otros conjuntos habitacionales de escala similar, como la ciudadela Cristo del Consuelo o la urbanización La Chala, han mantenido la mayoría de su trazado original como asentamientos informales y se han mantenido al margen del cumplimiento de las normativas aplicables durante la mayor parte de su desarrollo.

piscina, necesita permisos legales que requieren una inversión previa en la consolidación de la casa que no se pueden o quieren permitir, por lo que recurren a objetos móviles que pueden montar y desmontar temporalmente y que ocupan la calle. Montan restaurantes con carpas, barbacoas y “salchipaperas”, o piscinas los domingos, en la calle, frente a su casa. b) Ingresos discontinuos. La falta de ingresos fijos impide acceder a un crédito bancario para ampliar la casa, por lo que construyen de manera inmediata y parcial, a medida que obtienen capital.

En las últimas dos décadas, en un intento de reconducir las áreas informales de vivienda encerradas en la trama urbana del centro, y motivadas por un problema de renta urbana en el centro de la ciudad, se han ejecutado planes de incorporación legal del barrio, mediante incentivos que no han terminado de funcionar. Se construye el parque (fig. 2, sector E) y se realiza el trazado urbanístico de la parte sur (fig. 3, sector D). Se construyen vías perimetrales y se pavimentan las calles secundarias (fig. 3, sectores A y C), al tiempo que se incorporan servicios básicos de saneamiento, agua y electricidad.

c) Desarrollo divergente. La familia está formada por individuos que se desarrollan independientemente, y también de manera conjunta; pero la casa no permite esta evolución por partes, ya que está constituida por un único objeto construido difícil de modificar. La aplicación de normativas que restringen la evolución de la casa agrava el problema del desarrollo divergente entre la familia y la casa, lo cual produce problemas de hacinamiento e insalubridad. Los objetos que contiene la casa son los únicos capaces de responder a las necesidades particulares de la familia como unidad y como suma de individuos.

Por ello, el barrio se ha mantenido al margen de las normativas legales durante su consolidación a lo largo de medio siglo, debido a su enclaustramiento. En la actualidad, sigue resistiéndose a ellas. Sin embargo, las obras de infraestructura vial y de servicios básicos son acogidas con alegría entre los habitantes del barrio. Santa María se consolida, pero se resiste a su formalización, ¿a qué se debe?

d) Tamaño de la pieza constructiva. La familia puede construir la ampliación de la casa mediante ladrillos, bloques, chapas metálicas, etc., que requieren la participación obligatoria de técnicos, aun cuando de todas formas genera construcciones de mala calidad. La pieza constructiva es demasiado pequeña como para poder utilizarla los propios usuarios; por su participación se limita a la compra de los objetos prefabricados accesibles en el mercado (carpas, cocinas exteriores, etc.).10

Un análisis cercano de la población del barrio ha permitido detectar algunos motivos para esta resistencia de las familias a la formalización de la casa: a) Formalidad legal. La construcción de un comercio, de una terraza para comer, o de una 9

Por lo anterior, el carácter protocolario y rígido (formal) de la normativa aplicable resulta incómodo para la familia, como estructura social eminentemente informal. La familia suele con-

El sistema de información social de la Municipalidad de Guayaquil entiende por área de desarrollo social consolidada aquella que tiene infraestructura urbana y social básica y un nivel socioeconómico medioalto. En los tejidos informales de vivienda, podemos considerar un área consolidada aquella que tiene infraestructura vial y de servicios básicos, y de equipamientos sociales y urbanos mínimos.

10 Lévi-Strauss describe al bricoleur como un constructor que utiliza los fragmentos reciclados de otras construcciones. La pieza constructiva se vuelve demasiado compleja como para poder formar construcciones de calidad y requiere una formación profesional del sujeto.

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vertirse en un sistema informal-consolidado, que se instala con dificultad en una arquitectura que tiende a formalizarse en sus normativas sin llegar a consolidar su infraestructura básica.

Familia La familia es un grupo social caracterizado por una residencia común, la cooperación económica y la reproducción. George Murdock Personas que conviven bajo el mismo techo. Instituto Interamericano del Niño11

permite pensar en estructuras sociales más complejas, que se aproximen más al concepto de asociación vecinal que al de familia tradicional. En esta idea híbrida de familia no es necesaria la existencia de un ancestro común, en contra de lo que defendían autores como Radcliffe-Brown, sino que la relación se debe más a lo que LéviStrauss llama alianzas.14 Las relaciones intrafamiliares están basadas, por ello, en sistemas de parentesco15 abiertos que describen a la familia como un sujeto complejo y en constante transformación (fig. 4).

Familia es una entidad viva entre cuyos miembros, de diferentes edades y generaciones, se establecen relaciones dinámicas. Organización de las Naciones Unidas Los lazos de parentesco son un producto cultura que no necesariamente pasan por la consanguinidad Wikipedia, “Antropología del parentesco”

Alianzas y cuasisujetos “Los sujetos (colectivos o individuales) en su estado de construcción permanente son cuasi-sujetos.” 12 (Bruno Latour)

El concepto de familia ha evolucionado desde la noción tradicional católica de la familia como pareja de padre y madre con hijos, hacia una estructura social cada vez más flexible, y donde las relaciones de parentesco entre los individuos que la forman se entiende de una manera más amplia y dinámica.13 La definición de las Naciones Unidas amplía el concepto de familia, incluso la libera de la necesidad de habitar en el mismo hogar, pues

Figura 4. Comparativo de la estructura social de una familia ampliada, y la de una familia nuclear. Fuente: Gabriela Cavezas e Ignacio de Teresa, 2016

Los cuasisujetos de Latour se describen como entidades impuras que contradicen el ideal de familia moderna, pues están formados por individuos de diferente índole y por las relaciones que se establecen entre ellos. La familia informal consolidada encuentra sustento en este modelo teórico, que sustenta su naturaleza híbrida y cambiante, diferente a las tipologías familiares tradicionales, pero semejante a las familias de otras culturas no occidentales. Desaparecen, de esta manera, las tipologías puras de familia y estas dan lugar a es-

11 Autores como George Murdock, y otros, así como asociaciones como el Instituto Interamericano del Niño (IIN), coinciden en afirmar que las características principales de la familia son habitar en una casa común, con dependencia económica y con sentimientos afectivos entre sus miembros. 12 Latour, We have never been modern. 13 Familia nuclear: estructura social compuesta por padres e hijos. Núcleo familiar (u hogar): aquella estructura social compuesta por padres (parejas conyugales incluidas) con hijos (biológicos o adoptados si hay relación de dependencia económica), o hermanos sin padres, o abuelos con nietos. Familia extendida (o extensa): “aquella estructura de parentesco que habita en una misma unidad doméstica (u hogar) y está conformada por parientes pertenecientes a distintas generaciones (padres, abuelos, primos, sobrinos, etc.)”. Pueden llegar a tener relaciones no consanguíneas dentro de la familia (Wikipedia, “Familia extensa”) Familia ampliada: familia compuesta por más de un núcleo familiar. (UDLA) 14 Para Lévi-Strauss, el parentesco no es debido únicamente a un ancestro común, sino principalmente a alianzas entre familias. Estas alianzas, históricamente, han quedado selladas con el acuerdo matrimonial, que reflejaban en culturas antiguas un acuerdo social-económico entre las familias. Es decir, varios núcleos familiares se unían para beneficiarse mutuamente. Esta tipología de familia ampliada es opuesta a la idea de familia que occidente y la religión han defendido históricamente. 15 El IIN define tres tipos de parentesco: consanguinidad, afinidad y adopción.

Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil. Ignacio de Teresa Fernández-Casas [ 35 ]


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número de personas y de núcleos familiares en el inicio de la construcción de la vivienda y en la actualidad, así como el incremento correspondiente.16

tructuras enmarañadas e inclasificables. Aparece así un universo de relaciones familiares que no pueden ser catalogadas en tipologías puras, sino simplemente mapeadas. La familia se convierte en un sujeto-colectivo, en un cuasisujeto impuro, cuya estructura tiende a ser más estable cuanto mayor es su complejidad, debido al aumento de intercambios de información entre sus miembros. De esta manera, la familia, al consolidarse, puede crecer y al seguir un régimen informal es libre de adherir miembros al núcleo inicial.

El término incremental sustituye aquí al de progresivo, al entenderse que la idea de progreso va asociada únicamente al aumento de los individuos de la familia, o de sus pertenencias; mientras que el incremento implica un cambio diferencial que no necesariamente tiene que ser positivo. Lo importante no es que la familia crezca, sino que se reestructure, que se vuelva más flexible y dinámica. La familia no solo añade nuevos miembros, sino que también puede perderlos, desplazarlos, reorganizarlos, etc., como consecuencia de la trans-

Sintaxis familiar del barrio En la figura 5 se muestra, sobre la parcela de cada casa, una matriz de seis dígitos que describe el 0 0 2 1 0 0 19 5 0 0 17 4

0 0 0 0 0 0

2 1 7 3 5 2

2 1 3 1 1 0

4 1 6 1 2 0

6 1 6 2 0 1

2 1 2 1 4 1 8 3 2 0 6 2

3 1 7 3 4 2

4 1 7 3 3 2

6 1 3 1 6 2 7 3 0 1 4 2

2 1 3 1 1 0

0 0 0 0 0 0 4 1 0 0 2 1 0 0 7 4 0 0 10 4 3 3 8 3

9 1 9 1 5 2 7 3 -4 1 2 2 2 1 8 1 4 3 4 1 4 1 2 2 -4 0 3 1 6 1 2 3 -1 0

12 5 1 1 6 4 1 0

9 5 16 5 7 0 7 1 6 3 -1 0

5 3 5 1 -2 3 1 -2 0 6 7 1 0 0 0 0 0 0 2 3 1 - 1 4 5 1 7 5 0 3 4 1 14 5 10 4

4 1 6 1 4 2 8 2 0 0 2 1

3 1 10 3 1 7 2 6 2 7 1 5 1 1 5 1 3 0 0 4 4 3 0 0 0 0 0 0 0 0 1 5 2 1 13 7 0 8 5 1 0 0 3 0 0 2 0 0

2 5 3 0 1 1 0 2 1 0 1 0

2 2 0 1 1 0

2 1 6 1 4 0 2 1 10 4 8 3 2 5 3 2 10 8

0 6 0 2 11 9

3 3 0 1 1 0

3 2 15 6 12 4

NÚCLEOS PERSONAS FAMILIARES

5 2 9 4 4 2

0 0 5 1 0 0 9 3 0 0 4 2 4 1 3 2 2 1 10 5 10 5 13 4 6 4 7 3 11 3

inicial actual INCREMENTO

10 1 2 1 0 0 2 3 6 3 2 1 0 0 10 4 -4 2 0 0 0 0 8 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 4 0 0 9 0 0 5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 1 7 3 5 2 2 7 5 5 1 11 4 6 3

1 3 2 1 4 0 2 1 4 1 2 0 2 1 3 4 1 4 2 0 0 1 0 0

0 0 0 0 0 0 0 2 0 4 0 0 0 2 1 0 0 2 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

1 2 1 0 0 0

5 2 -3 10 6 4 12 8 0 -4 0 0

1 1 0 1 2 1 1 2 1 0 0 0

2 10 8 1 7 1 8 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

2 5 3 3 5 2 0 0 0

10 6 -4 1 1 0 1 2 1

3 4 1 3 0 0 0 0 0 0 0 0

2 1 9 3 7 2

4 1 8 3 4 2 2 1 11 4 9 0 4 1 4 1 0 0 1 3 2 2 11 3 1 8 1 7 1 2 1 4 2 8 2 -3 1 6 1 3 1 8 2 0 0 5 1 0 0 0 0

2 1 4 2 2 1 5 2 7 2 2 0 2 1 5 1 3 0 2 1 10 4 8 3

8 1 4 1 -4 0

3 1 6 2 3 1

7 2 9 3 2 1 0 0 2 1 0 0 6 2 0 0 4 1 9 1 5 1 5 2 4 1 -4 1 -1 0 0 0 2 3 0 0 10 4 0 0 8 1

1 2 1 0 0 0

Figura 5. Estudio del incremento poblacional del barrio de Santa María a través de los núcleos familiares de cada casa. Fuente: Sofía Plaza e Ignacio de Teresa, 2016

16 El recuento de núcleos familiares se elaboró a partir de la definición de núcleo familiar ya establecida.

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Figura 6. Localización de las casas del barrio, los núcleos familiares por casa e integrantes por núcleo familiar, en el barrio de Santa María. Fuente: Raquel Villaquirán e Ignacio de Teresa, 2016

formación de sus sistemas de parentesco,17 y de igual manera ocurre con sus objetos, que aparte de ser comprados, pueden ser intercambiados, vendidos, desplazados, sustituidos, etc. Por otro lado, la existencia —en la mayoría de los casos— de más de un núcleo familiar en el interior de la casa genera un desfase entre la estructura social y física del barrio, que convierte la casa en un espacio colectivo, por lo que la casa, al convertirse en plurifamiliar, supone una nueva escala de colectividad entre la casa tradicional y el bloque de viviendas. La inclusión de varios núcleos familiares dentro de la misma estructura familiar genera, por ello, sistemas fractales que pueden contribuir a la consolidación social del barrio, al aportar diferentes esferas de identidad y de intercambios de información entre personas. En la figura 6 aparecen (de izquierda a derecha) las casas de las que está compuesto el barrio, los núcleos

familiares que tiene cada casa y el número de integrantes de cada núcleo. Al juntar las estructuras familiares de todo el barrio, aparece un esquema complejo que se aparta del que puede llegar a generar la vivienda formal. El barrio, en su condición de informalconsolidado, muestra dos características propias. La primera es una sintaxis familiar compleja en todo el barrio, y en cada una de las familias, que resultan imposibles de clasificar. La segunda es la semejanza existente entre el diagrama masculino y femenino de la población, que se opone al todavía habitual esquema polígamo de las regiones costeras de Ecuador, cuya estructura se ramifica a través de varias mujeres en el matrimonio.18 “La proliferación de híbridos”, que enuncia Latour, se hace patente en el barrio, en el que pocas familias encajan dentro de alguna de las definiciones tradicionales.

17 Por ejemplo, cuando un hijo se casa, añade una nueva persona a la estructura familiar, y un nuevo núcleo familiar, por lo que el incremento no genera un aumento de los individuos solamente, sino también una reorganización de la propia estructura, que se vertebra de manera diferente. 18 En regiones como Manabí es habitual aún hoy ver estructuras familiares basadas en la poligamia, donde un varón puede llegar a formar parte de varios núcleos familiares simultáneamente (en contra de la propia definición del término), con descendencias cercanas a los treinta hijos, estructuradas a través de varias mujeres, a veces de la misma familia. El estudio de Caroline Moser de las relaciones familiares y vecinales en Indi-Guayas añade nuevos lazos de parentesco entre familias de diferentes casas, lo que produce una sintaxis familiar más cohesionada que la que muestra la figura (Gente de barrio, 3 y 236).

Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil. Ignacio de Teresa Fernández-Casas [ 37 ]


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Casa Cuasiobjetos y objetos muertos La familia informal consolidada, entendida como sujeto colectivo, híbrido y en permanente construcción, se enfrenta al reto de encajar en una arquitectura que proviene del rígido esquema moderno de casa unifamiliar. La modernidad irrumpió en el territorio doméstico como una “obra de purificación”, que se oponía a la existencia de objetos impuros, de cuasiobjetos, así como de cuasisujetos como la familia informal consolidada. La casa moderna, con su sistema dominó, se resiste al cambio; es construida como un objeto acabado, incapaz de transformarse, que se convierte, nada más nacer, en uno de los objetos muertos de los que está llena la modernidad para Walter Benjamin, en la naturaleza muerta de Baudelaire.19 En oposición al objeto moderno, la casa informal consolidada se construye en estrecha relación con el sujeto al que pertenece.20 Ambos, objetos y sujetos, están en permanente cambio y tienen la misma naturaleza inconclusa, por lo que la necesidad de hibridación de la casa no proviene de un discurso teórico universal, sino de la hasta ahora inevitable interdependencia entre casa y familia.21 La casa es, de esta manera, un cuasiobjeto que escapa al control del arquitecto y se convierte en un objeto indócil, sobre el que solo tiene participación directa el usuario.22 Arquitectura comercial La arquitectura, tal cual la conocemos, no parece estar hecha para ser vendida en los países menos

desarrollados.23 Sin embargo, todo lo que tienen las familias ha sido comprado a excepción de la casa, que todavía arrastra la rémora del diseño personalizado, ya superado por el mundo del mueble o del automóvil. El hábitat de las familias de estos países está formado por objetos escogidos dentro de un catálogo, y la personalización de la casa no reside en la adquisición de piezas únicas, sino en la selección de modelos de serie, y su disposición dentro de la casa y fuera de ella (figs. 7 y 8). Ropa, utensilios de cocina, electrodomésticos, mesas, camas, sofás, carpas, cocinas rodantes, bicicletas, coches, etc., forman el entorno habitable de cada familia y de cada individuo. Ampliar la casa es una cuestión de elección (choice), y “en esta disponibilidad (de elección) descansa la personalización” de la vivienda.24 Todos estos objetos se entienden como bienes de consumo fabricados en serie y organizados en modelos atractivos para la población. Como objeto paradigmático aparece el automóvil, cuya “euforia dinámica hace las veces de antítesis de las satisfacciones estáticas e inmobiliarias de la familia”,25 y que habitualmente es limpiado semana tras semana mientras sus dueños descuidan de modo alarmante el estado de la casa. Mientras tanto, la arquitectura se dedica a construir contenedores para estos objetos: cajas fuertes difíciles de modificar, cuya complejidad constructiva requiere la participación de un técnico para su correcta transformación y que incitan al reciclaje constructivo torpe que ejemplifica el bricoleur de Lévi-Strauss.26 Herederas de la cultura antihíbrida occidental, en una versión americana radicalizada, las ciudades combaten la vivienda informal consolidada (los monstruos27 impuros de Latour, los objetos sucios inclasificables de Lévi-

19 Benjamin, La obra de arte en la época de su reproducción. 20 El propio concepto de familia va históricamente asociado al de la casa En las definiciones de familia que se han incorporado en el texto, la casa aparece como legitimadora de la familia. 21 Estudios de arquitectura como Lacaton y Vassal explora la opción contraria en la que se produce un desfase intencionado entre la casa y su ocupante. 22 Lash, “Objetos que juzgan”. 23 El 95 % de las edificaciones que se construyen actualmente en las ciudades en pleno desarrollo, como Guayaquil, prescinden del arquitecto al desarrollarse siguiendo un régimen informal (Gentleman, “Architects aren’t Ready”). 24 Baudrillard, El sistema de los objetos, 159. 25 Ibid., 24 y 75. 26 Lévi-Strauss, El pensamiento salvaje. 27 La denominación de monstruo tiene una aplicación opuesta en la idea de Latour de cuasiobjetos impuros, y en la de autores evolucionistas como Darwin, que utilizan el término para referirse a las especies domesticadas por el ser humano. En el primer caso, el monstruo se entiende como resultado del desarrollo natural de las cosas, y en el segundo, como el resultado de la intervención antinatural de un ente creador (arquitecto).

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Figura 8. Interior de una vivienda en fase de consolidación, 2016. Fotografía del autor

Figura 9. Ocupación del espacio exterior de la casa con carpas y elementos de cocina móviles desplazados desde varias casas cercanas. Fotografía del autor, 2016

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Strauss, la arquitectura Da-me [no buena] del atelier Bow Wow), mediante la reproducción en serie de un único modelo estandarizado, que genera guetos de vivienda formal no consolidada.28 Parlamento de las cosas: el tercer reino La casa como cuasiobjeto está compuesta por un conjunto de elementos (objetos), y por las relaciones que se establecen entre ellos. Los objetos, en sí, presentan características dinámicas que no tiene la casa como objeto “perfecto”, y que les permiten adaptarse al desarrollo de la familia; son intercambiables, desplazables, sustituibles, desechables, etc.29 La teoría informal de conjuntos permite estudiar las propiedades y las relaciones que se establecen entre grupos de objetos, entendidos como colecciones abstractas capaces de constituir objetos en sí mismos.30 Así, la casa puede entenderse como un conjunto de objetos, entre los que se pueden llegar a establecer relaciones algebraicas de pertenencia (A ∈ B), inclusión (A ⊆ B), unión (A ∪ B), intersección (A ∩ B), etc. (fig. 9).31 Para Latour, las relaciones entre objetos son denominadas morfismos (medir, juzgar, clasificar, etc.), y son capaces de tejer redes globales. De esta forma, los objetos, al igual que las familias, quedan estructurados a través de conjuntos y subconjuntos interrelacionados, que son capaces de constituir, al igual que las familias, un sistema fractal. Los miembros de la familia, y los sistemas de parentesco de Lévi-Strauss, encuentran su

correspondencia en los objetos y morfismos de Latour, por lo que la casa, entendida como conjunto de objetos, tiene la misma estructura que la familia, y puede llegar a desarrollarse en paralelo. Latour describe el tercer reino como el escenario en el que los objetos se vuelven trascendentes, y no solo son construidos, sino que también construyen, ya que pueden condicionar a las personas. El poder recae en los objetos, que influyen en los sujetos; tienen voz propia, y forman lo que Latour llama el parlamento de las cosas. Para Serres, “el sujeto nace del objeto”. Y si en la modernidad era la casa como objeto único el que condicionaba al usuario, en el tercer reino es el conjunto de los objetos el que toma el poder.

Familia-casa Influencias sujeto-objeto Frente al dominio del objeto, de forma aislada en la casa moderna, y como conjunto en el tercer reino de Latour, podemos señalar utopías urbanas alternativas, asociadas a las posibles variantes que hay en la relación entre sujeto y objeto. La Nueva Babilonia, de Constant; la Do-it-YourSelf City, de Montes, y Tschumi, o la Non-Stop City de Archizoom, proponen campos de juego en las que el usuario puede libremente desarrollar su creatividad a través del uso de objetos móviles. El objeto sirve aquí como un medio para poner en práctica las ideas de las personas (ciudad = personas + objetos + ideas).

Figura 9. Esquema de conjuntos inclusivos de objetos a diferentes escalas. Trabajo de taller de Raquel Villaquirán en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, 2016

28 En Guayaquil sirven como ejemplo los planes habitacionales de Sociovivienda, Mucho-lote o Ciudad Victoria, o las propuestas posterremoto, expuestas por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, en el congreso Habitat III, de Quito. 29 Los collages de Simon Evans (Everything I Have y otros trabajos) describen grupos familiares mediante relaciones de parentesco, y hábitats compuestos de todos los objetos que posee una persona. 30 La “teoría de los objetos”, la “teoría de las categorías” o la “teoría informal de conjuntos” y su “álgebra de conjuntos” proporcionan un marco matemático desde el que poder acercarse al estudio de los objetos complejos. 31 Para Abraham Moles, los objetos pueden quedar aislados, estar aglomerados en masa, sin relaciones entre ellos, o estar organizados en grupos que formen conjuntos interrelacionados (Telpenar, “Teoría de los objetos”).

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Por el contrario, en el Tercer jardín, de Gilles Clèment, el jardinero se convierte en un observador del objeto-jardín, preocupado por no actuar demasiado, por tan solo “cortar demasías”, como enuncia la inacción taoísta, por lo que hay una búsqueda intencionada de evitar cualquier tipo de influencia entre sujeto y objeto:

Familia y casa forman un conjunto de sujetos y objetos interrelacionados, que son capaces de influenciarse mutuamente a través de la aparición de pequeños desequilibrios, como la compra de un automóvil, el nacimiento de un hijo o el desplazamiento de una carpa.

Sujeto ⇔ Objeto: tercer mundo

Los movimientos de aproximación entre casa y familia, entre sujeto y objeto, producen un hábitat que es desarrollado de común acuerdo entre ambos. Esta suerte de “arquitectura por aproximación” tiene para Rafael Iglesia más de natural que de artificio, al haber sido construida poco a poco, en un diálogo entre sujeto y objeto, que se transforman alternadamente.33 La arquitectura por aproximación sugiere, a su vez, la formulación de una nueva propuesta urbana basada en las características de la VIC.

Para Scott Lash, el ideal no es como para Clèment, que no haya influencias entre sujeto y objeto, sino que estas sucedan, pero de igual manera en ambas direcciones. Sin embargo, esta “planeidad” entre sujeto y objeto de Lash, solo es posible, según él, dentro de un sistema de intercambios global, y entra en crisis en sistemas locales encerrados en sí mismos, como el de los barrios VIC como Santa María de las Lomas.

La definición del tercer reino, de Latour, y del tercer jardín, de Clèment, hacen referencia a un tercer estado de las cosas, en el que el esquema dual de confrontación entre tesis y antítesis, bien y mal, sujeto y objeto, formal e informal, etc., da forma a un nuevo régimen como síntesis de los anteriores. El tercer reino o tercer jardín no son autónomos, sino que vienen definidos por la doble negación de otros dos estados anteriores.

Arquitectura por aproximación: el tercer mundo

En este sentido, podemos reformular el concepto de tercer mundo, que supera las posturas etnocentristas que lo sitúan a la cola de la evolución, para ser entendido como el resultado dialéctico del encuentro entre el primer y segundo mundo; entre sujetos y objetos, personas y cosas, sistemas de parentesco y morfismos, mercancías y bienes, etc.

Sujeto ⇒ Objeto: Modernidad ⇒ ⇒

Sujeto ⇒ ∑Objetos: tercer reino (parlamento de las cosas) Sujeto ⇒ Objeto: Nueva Babilonia Sujeto ≠ Objeto: tercer jardín

Esta planeidad entre sujeto y objeto lucha, a su vez, contra los males asociados al objeto entendido como bien de consumo. Podemos pensar que si el desarrollo de la familia y de la casa van de la mano, la adquisición de objetos para la casa tendrá una guía en las necesidades reales de la familia, evitando perderse en el mundo del deseo. Familia y casa se aproximan el uno al otro mediante movimientos incrementales.32 Estos movimientos cambian tanto los elementos de los que está compuesta la familia y la casa como las relaciones que se establecen entre estos elementos.

Este tercer mundo, hecho de objetos y sujetos, de cuasiobjetos y cuasisujetos, pone de acuerdo la naturaleza primitiva del ser humano con las nuevas tecnologías de reproducción y transmisión de información, y ello permite que la flexibilidad informal del mundo de la tecnología digital34 irrum-

32 Se utiliza aquí el término incremental, en lugar de progresivo, entendiendo que la idea de progreso va asociada de alguna manera al aumento de las pertenencias y al consumo, mientras que el incremento implica un cambio diferencial que no necesariamente tiene que ser positivo: junto a la acción de comprar, tienen cabida otras acciones como el intercambio, la venta o el desplazamiento. 33 Para Iglesia, algunas herramientas (como el martillo o la cuchara), que han sido construidas por el ser humano mediante modificaciones sucesivas en el tiempo, les aporta un carácter natural que los aleja del artificio (Iglesia, “La vida doméstica de los objetos”). 34 Lash, Crítica de la Información.

Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil. Ignacio de Teresa Fernández-Casas [ 41 ]


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Figura 10. Fragmento de la propuesta desarrollada para el concurso de anteproyectos lanzado con motivo del congreso Hábitat III de Quito de 2016. Autores: Raquél Villaquirán y Romina Franco

Figura 11. Carpas temporales en un mercado informal en el cantón de Durán, 2016. Fotografía del autor

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pa en el mundo físico de la arquitectura y que las posibilidades de fabricación en serie de objetos y su distribución mundial contribuyan a la proliferación de los híbridos que demanda la sociedad. Ello genera una arquitectura hecha para desaparecer en un mundo de objetos y sujetos híbridos.35

11. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Censo de Población y Vivienda. Quito, s. f. 12. Koolhaas, Rem. Acerca de la ciudad. Barcelona: Gustavo Gili, 2014. 13. Kuma, Kengo. Anti-object. Londres: AA, 2008. 14. Lao Tsé. Tao Te Ching. Barcelona: Folio, 2006. 15. Lash, Scott. Crítica de la información. Buenos Aires: Amorrortu, 2005.

Bibliografía 1. Al, Stefan. Villages in the City: A Guide to South China’s Informal Settlement. Hong Kong: Hong Kong University Press, 2014.

16. Lash, Scott. “Objetos que juzgan: el parlamento de las cosas de Latour”. Instituto Europeo para Políticas Culturales Progresivas, 1999. Acceso 24 de octubre de 2016, en: http://eipcp.net/transversal/0107/lash/es.

2. Baudrillard, Jean. El sistema de los objetos. Madrid: Siglo XXI, 1969.

17. Latour, Bruno. We Have Never been Modern. Cambridge: Harvard University Press, 1993.

3. Benjamin, Walter. La obra de arte en la época de su reproducción mecánica. Madrid: Casimiro, 2013.

18. Lévi-Strauss, Claude. El pensamiento salvaje. México: Fondo de Cultura Económica, 1964.

4. Chombart de Lauwe, Paul-Henry. Famille et habitation. Paris: CNRS, 1960.

19. Moser, Caroline. Gente de barrio, vidas extraordinarias: activos y reducción de la pobreza en Guayauil, 1978-2004. Santiago de Chile: Ediciones SUR, 2010.

5. Clèment, Gilles. “Trabajar con (y nunca en contra) de la naturaleza”. En De lo mecánico a lo termodinámico: por una definición energética de la arquitectura y del territorio. Barcelona: Gustavo Gili, 2010. 6. De Teresa, Ignacio. Relación entre las características tipológicas funcionales de la vivienda unifamiliar informal y su evolución espacial. Guayaquil: SINDE, 2015. 7. De Teresa, Ignacio. “Transformaciones incrementales en la vivienda informal consolidada: el caso de Santa María de las Lomas, Guayaquil”. Arquitecturas del Sur 34, n.º 49 (2016): 6-21. 8. Gentleman, Amelia. “Architects aren’t Ready for an Urbanized Planet”. The New York Times, 20 de Agosto de 2007. http://www.nytimes.com/2007/08/20/ world/asia/20iht-letter.2.7182262.html?_r=0 9. Iglesia, Rafael. “La vida doméstica y los objetos”. Seminario de Crítica, n.º 165 (2011): 2-28. Acceso 17 de octubre de 2016, http://www.iaa.fadu.uba.ar/ publicaciones/critica/0165.pdf.

20. Rodríjuez Sarmiento, Leonardo Orlando y José Obed Rodríguez Castro. “Concepto jurídico del núcleo familiar: un estudio sobre los ‘grupos familiares’”. Tesis de pregrado, Universidad Católica de Colombia. Acceso 10 de octubre de 2016, http://repository.ucatolica.edu.co:8080/jspui/bitstream/10983/2105/1/Concepto-jur%C3%ADdicodel-n%C3%BAcleo-familiar.pdf 21. Sánchez, Patricia. Mercado de suelo informal y políticas de hábitat urbano en la ciudad de Guayaquil. Quito: Flacso, 2015. 22. Telpenar. “Teoría de los objetos: Abraham Moles, Andre Ricard, Bernad Lobach, Scott Lash, Bruno Latour, Paul Virilio” [diapositivas], 2015. https:// es.scribd.com/doc/271684650/Teoria-de-Los-Objetos1. 23. Universidad de las Américas (UDLA). Familia: concepto, tipología y funciones. Quito: UDLA, 2015.

10. Instituto Interamericano del Niño (IIN). “Familia”. Acceso 25 de mayo de 2014, http://www.iin.oea. org/IIN2011/index.shtml.

35 Kengo Kuma, en Anti-object, describe como antiobjeto aquel que lucha para no convertirse en uno, en un esfuerzo por borrar la arquitectura.

Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil. Ignacio de Teresa Fernández-Casas [ 43 ]


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Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero Permaculture lessons to promote a symbiotic habitat in the coffee growing region’s cultural landscape Lições sobre permacultura para um hábitat simbiótico na paisagem cultural cafeeira Recibido: 18 de agosto de 2015. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 18 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.04 Artículo de reflexión

Resumen El artículo sintetiza los aspectos tratados en el proyecto de investigación Eco + Granja. Estudio patrimonial del proyecto familiar de turismo agroecológico didáctico Granja de Mamá Lulú. El proyecto logró evidenciar la importancia de las prácticas de permacultura por medio del estudio de un modelo granja ecológica, que se escogió por sus valores ambientales y aportes al desarrollo local sustentable del hábitat rural en el Municipio de Quimbaya, en el Departamento del Quindío, Colombia. Palabras clave: permacultura, hábitat simbiótico, paisaje cultural, granja ecológica, arquitectura vernácula.

Abstract The article summarizes the issues addressed in the research project "Eco + Farm: A Study of The Mom Lulu Agroecological Educational Farm Family Heritage Tourism Project". The project was conducted by the Eco + Habitat study group, which belongs to the Sustainable Environments Program Architecture Laboratory at the Universidad Piloto de Colombia. It managed to demonstrate the importance of permaculture practices by studying an organic farm model, which was chosen for its environmental values and contributions to the local sustainable development of rural areas in the Municipality of Quimbaya, Quindio (Colombia). Keywords: permaculture, symbiotic habitat, cultural landscape, ecological farm, vernacular architecture

Resumo Este artigo sintetiza os aspectos tratados no projeto de pesquisa “Eco+Granja. Estudo patrimonial do projeto familiar de turismo agroecológico didático Granja da Mamá Lulú”. Esse projeto foi realizado pelo grupo de estudo Eco+Hábitat do Laboratório de Ambientes Sustentáveis, do Programa de Arquitetura da Universidad Piloto de Colombia, e pôde evidenciar a importância das práticas de permacultura por meio do estudo de um modelo de granja ecológica que foi escolhido por seus valores ambientais e contribuições para o desenvolvimento local sustentável do hábitat rural no município de Quimbaya, no estado de Quindío (Colômbia). Palavras-chave: permacultura, hábitat simbiótico, paisagem cultural, granja ecológica, arquitetura vernácula.

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Sergio Antonio Perea Restrepo 

sergio-perea@unipiloto.edu.co

Grupo de estudio Eco+Hábitat, Laboratorio de Ambientes Sostenibles, Programa de Arquitectura, Universidad Piloto de Colombia. Apoyo: Semillero de Investigación en Arquitectura del Paisaje. Línea de Investigación: Hábitat y Territorio.

Introducción

Propuesta metodológica

El proyecto de investigación Eco + Granja. Estudio patrimonial del proyecto familiar de turismo agroecológico didáctico Granja de Mamá Lulú partió de la comprensión del tema general: permacultura y hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero, para centrarse en el estudio de los valores ambientales del caso planteado y para determinar los aportes del modelo de granja ecológica en el desarrollo local sustentable del hábitat rural en el contexto del municipio de Quimbaya, en el Departamento del Quindío, Colombia. A continuación se describen los principales aspectos tratados en la investigación mediante una síntesis que se presenta como parte fundamental del contenido del artículo.

La metodología de estudio para valorar unidades del paisaje cultural en contextos rurales requirió diversas técnicas de conocimiento científico como estrategia para el reconocimiento de los significados culturales y la evaluación de los atributos de su arquitectura. De esta manera, los procedimientos especiales de investigación involucran la percepción espacio-temporal y el análisis sistémico de la arquitectura de la granja agroecológica.

Delimitación del problema ¿Bajo qué criterios de análisis se pudieron evidenciar, en un estudio de una granja ecológica, el valor patrimonial de 1) los saberes etnoculturales de un grupo familiar, 2) las prácticas de sostenibilidad empleadas para su autosuficiencia, 3) las acciones para la conservación ecológica del paisaje natural y 4) las tradiciones constructivas aplicadas en las construcciones de arquitectura vernácula que les sirven de cobijo? La investigación se propuso reconocer los valores ambientales de un caso de arquitectura del paisaje rural en el Eje Cafetero, mediante el análisis sistémico y la valoración integral de aspectos que demostraran los atributos ambientales del modelo de granja ecológica (tabla 1). Figura 1. Ilustración de Hernando Hincapié y plan de la Granja de Mamá Lulú. Fuente: Sergio Perea R., ilustraciones para el estudio de caso: Eco + Granja, 2015. Ilustración digital en iPad (180815): App Express Sketch Book X.

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Tabla 1. Mapa Conceptual: Permacultura y Hábitat Simbiótico en el Paisaje Cultural Cafetero

Hábitat Simbiótico Hábitat = Antrópico + Biótico + Abiótico Unidad Paisajística Simbiosis = Asociatividad +Sinergia + Adaptabilidad Sustentabilidad Ecológica Hábitat Simbiótico = Agro Ecología + Arquitectura del Paisaje Eco Eficiencia + Permacultura

Factor de Sostenibilidad = Ecología del Paisaje

Modelo de Sustentabilidad = Granja Ecológica

Permacultura Cultura permanente por la conservación de la vida, la búsqueda de equilibrio con el medio ambiente y la protección del hábitat global de la tierra: La arquitectura debe inspirar una conciencia ecológica en las comunidades y permitir la sustentabilidad del ecosistema humano Fuente de estudio esencial: Mollison, Bill; Holmgren, David. (1978). Permaculture One: A Perennial Agriculture for Human Settlement. London, UK: Corgi Books.

Instrumento de planeación agroecológica del hábitat rural = Unidad Agro Ecológica Familiar UAEF

Paisaje Cultural Cafetero Patrimonio de la Humanidad (2011) El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia - PCC fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad durante la 35ª Sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO – Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que se llevó a cabo en París entre el 19 y el 29 de junio del 2011. La región declarada está conformada por 47 municipios y 411 veredas de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca. El PCC es un paisaje productivo vivo, en el que se mezclan el trabajo familiar en los procesos de producción, recolección, beneficio y comercialización del café de ladera o montaña; la conservación de la tradición y el desarrollo de técnicas de producción sostenibles, como las granjas ecológicas. Caso de Estudio Proyecto Familiar de Turismo Agroecológico Didáctico Granja de Mamá Lulú Fuente: PEREA R., Sergio A. Semillero de Investigación en Arquitectura del Paisaje. (2015). Mapa conceptual sobre los conceptos de permacultura y hábitat simbiótico, relacionados al contexto de estudio, el paisaje cultural cafetero. Bogotá D.C.: Laboratorio de Ambientes Sostenibles, Programa de Arquitectura, Universidad Piloto de Colombia.

Tabla 1. Mapa conceptual: permacultura y hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero Fuente: Sergio Perea R., Semillero de Investigación en Arquitectura del Paisaje, 2015.

Proyección social de la investigación En el 2005, surge una actividad académica: el Primer Seminario de Guadua, Bahareque y Sismorresistencia, cuyo objetivo era capacitar y fundamentar a los estudiantes del Programa de Arquitectura de la Universidad Piloto de Colombia en las dinámicas de reconstrucción de los cen-

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tros urbanos y rurales después del sismo de 1999, donde los sistemas constructivos con guadua, como el bahareque, tuvieron un buen comportamiento estructural. Por referencia que se obtuvo de un hogar campesino, la familia Franco, provenientes del municipio de Circasia, vereda La Siria, ubicamos la Granja de Mama Lulú, proyecto desarrollado por la familia Hincapié.


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Desde hace más de once años es una parada que siempre está en el programa del Seminario Taller de Guadua o del Seminario de Hábitat. Gracias a esta experiencia, el grupo de estudio Eco + Hábitat, del Laboratorio de Ambientes Sostenibles, decidió abordar el estudio de caso para apoyar la investigación formativa y proyectual, además de socializar en el medio académico los resultados del Centro de Estudios del Hábitat y del Seminario Taller Ecoterritorio, Espacio y Construcción.

Fundamentos epistemológicos El proyecto de investigación se fundamenta en los principios de diseño permacultural propuestos por David Holmgren y Bill Mollison, a mediados de los años setenta. Una primera definición del concepto permacultura lo describe como la gestión de un sistema integrado, equilibrado y evolutivo de componentes bióticos para la sustentabilidad alimentaria de un grupo humano (plantas perennes o autoperpetuantes y de especies animales útiles para el hombre), es decir, una agricultura permanente o sostenible.1 De este modo, se logró relacionar el estudio de caso von los principios filosóficos sobre el diseño ecológico y consciente del paisaje cultural rural, a partir de la planeación agroecológica y prospectiva de unidades paisajísticas.

Justificación del enfoque epistemológico planteado El concepto de permacultura estableció una diferenciación entre las afectaciones ambientales del modelo-concepto granja ecológica frente al modelo finca cafetera. A partir de lo anterior, se determinó que el desarrollo actual de las unidades agrícolas familiares en las zonas rurales de los municipios del Quindío demuestra un proceso de compartimentación y fragmentación del territorio por la fragmentación espacial de parcelas (minifundios y latifundios) con diferentes tipos de ocupación y, por ende, con desarticuladas formas de tratamiento del suelo rural, que generan un fuerte impacto en el medio ambiente y las estructuras ecológicas que dan vitalidad a este territorio, lo cual se traduce en una huella ecológica alta. 1

Holmgren y Mollison.

2

Hincapié, “Conferencia sobre el proyecto de la Granja”, s. p.

Lecciones aprendidas como parte de los resultados de investigación La conferencia del señor Hernando Hincapié, en el X Seminario Internacional de Arquitectura “Diseñando Naturaleza, Humanidad y Cultura”, realizada el 28 de agosto del 2014, fue muy importante para emprender la formación en arquitectura de criterios de sostenibilidad agroecológica del hábitat rural. A continuación se enuncian algunas de las lecciones expuestas en dicha conferencia: Es una oportunidad maravillosa poder representar a Colombia Campesina, para compartirles una experiencia que sirve de ejemplo sobre las condiciones actuales en las que viven algunas familias de campesinos; el testimonio de vida que yo les vengo a compartir, tiene que ver con eso que ustedes llaman bioarquitectura, me di cuenta de que el proyecto en el que estoy comprometido con mi familia, es un trabajo importantísimo como ejemplo, porque es una alternativa estratégica para frenar el éxodo masivo de campesinos y comunidades rurales hacia los centros urbanos: restauración antrópica de una parcela monocultivada.2

Restauración antrópica de una parcela monocultivada La recuperación de valores ambientales en las unidades agrícolas familiares debe producir un retorno al campo de las familias campesinas, para que se organicen y adquirieran autonomía. Ello, a fin de que recuperen su rol como gestores de la sustentabilidad del medio ambiente, el paisaje natural y el hábitat humano en el contexto rural. El crecimiento sostenible del árbol familiar Los sistemas de cultivo usados en una unidad agrícola pueden determinar la viabilidad de su desarrollo sustentable a partir de determinar su grado de productividad, o de la productividad del suelo, la capacidad de retención de nutrientes, la cantidad y calidad del agua, el control de plagas, los índices de contaminación y el estado de la biodiversidad. Esto demuestra cómo la permacultura puede incidir en el buen desarrollo social del hábitat rural campesino.

Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero. Sergio Antonio Perea Restrepo [ 47 ]


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Cuestiones fundamentales para el emprendimiento familiar La agricultura familiar agroecológica es una alternativa viable de desarrollo del hábitat rural, porque consolida habilidades de emprendimiento socioeconómico, autogestionadas por la comunidad de forma asociada, que generan vínculos de solidaridad entre las familias. Según el informe presentado por la Secretaría General de la Comunidad Andina de Naciones, en Colombia el modelo de agricultura familiar que más se presenta es el de la agricultura familiar de subsistencia,3 el cual se ha convertido en un esquema convencional de desarrollo rural poco conveniente para la estabilidad de los campesinos y la conservación de sus valores culturales; por otro lado, el modelo de agricultura natural, practicado por los campesinos, se ha convertido en la solución más sostenible social y medioambientalmente y viene recibiendo apoyo institucional de parte del Estado colombiano, a efectos de preservar los saberes tradicionales de los abuelos y determinar los mecanismos de protección de las comunidades de campesinos, sin importar su origen étnico (tabla 2). Planeación de una unidad paisajística de desarrollo agroecológico y familiar El concepto hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero surge a partir de una reflexión que se plantea dentro de la investigación que propuso el Laboratorio de Ambientes Sostenibles, en torno a la relación epistemológica: Eco + Granja = Bioarquitectura + Paisaje agroecológico + Prácticas de permacultura A partir de la anterior relación axiológica, que permitió definir el concepto Eco + Granja, se pudo plantear un enfoque conceptual e instrumental de análisis sistémico, para reconocer la problemática del impacto ambiental que se puede evidenciar como resultado de la implementación de un modelo insostenible de ocupación y uso del suelo rural. Solo una parte de las unidades paisajísticas que conforman el paisaje cultural cafetero evidencian índices óptimos de equilibrio con el medio, como es el caso del proyecto de la Gran-

ja de Mamá Lulú, el cual responde a principios de viabilidad, equidad y sustentabilidad, para los cuales se requiere aprovechar recursos no convencionales,4 por ejemplo: • Conciencia social y ambiental. • Cultura organizativa, capacidad de gestión y emprendimiento colectivo. • Creatividad popular. • Energía solidaria y capacidad de ayuda mutua. • Capacitación técnica y programas de educación no formal. • Voluntad de mejoramiento y compromiso con los procesos de desarrollo local. Arquitectura del paisaje rural agroecológico Si nos referimos específicamente al reconocimiento de los ámbitos que componen la arquitectura del paisaje rural antropizado, implementado en la Granja de Mamá Lulú, se deben valorar los aportes del caso de estudio a la experimentación con técnicas tradicionales de construcción en guadua. Ello ha mostrado la aplicación empírica de un concepto de sostenibilidad en el modo como se ha construido el proyecto de eco + granja, que es el de bioarquitectura, un valor atribuido que la familia ha resuelto tratando de recuperar los valores de la arquitectura vernácula y de su carácter como una arquitectura abierta e integrada al paisaje, de bajo impacto ambiental y eficiente en el uso de sistemas de autosuficiencia, aprovechamiento bioenergético de los recursos y confort ambiental de los espacios habitacionales. Visión prospectiva del modelo de planeación agroecológica La unidad agrícola familiar sostenible es un ejemplo de paisaje cultural asociativo, que, por medio del emprendimiento de un grupo social, recupera las propiedades ecológicas de la tierra. El equilibrio y la eficiencia de la unidad paisajística dependen de la planeación comunitaria, del diseño permacultural, de la construcción sostenible, de las tecnologías de aprovechamiento energético y de la gestión de los recursos renovables. El paisaje cultural asociativo es el lugar donde se conserva

3

Comunidad Andina de Naciones, Agricultura familiar agroecológica.

4

Pennese y Aseginolaza, Ciudades simbióticas.

[ 48 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 44-51. http://dearq.uniandes.edu.co


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Tabla 2. Granja Integral Agro Ecológica y Autosuficiente Principios

Componentes

La arquitectura del paisaje antrópico debe responder a principios de sustentabilidad y eco eficiencia

Componente Arquitectónico

El productor debe aumentar la diversidad de componentes de la unidad de producción El suelo, el agua y el aire deben conservarse limpios y enfatizar su mejoramiento o reciclaje con prácticas diversas Los recursos naturales y el medio ambiente deben aprovecharse de manera justa, equitativa y viable

Propiedades Vivienda Ecológica: Identidad, Salubridad, Sismo Resistencia, Habitabilidad y Confort Espacial

Componente Agrícola

Diversificación, Asociatividad y Auto abastecimiento

Componente Pecuario

Crianza, Explotación y Cuidado de Especies Animales y Organismos Biológicos Reciclaje, Compostaje y Gestión del Agua

Componente Energético

Tratamiento Integral de Aguas Lluvias y Residuales Uso de Fuentes Alternativas Limpias de Energía Procesamiento Orgánico de Productos Agropecuarios

La granja ecológica promueve el desarrollo sostenible rural, por lo tanto se plantea como un escenario estratégico para la capacitación y el fomento por la conciencia ambiental en el campo, para la generación de una conciencia ecológica, que influya en los hábitos de consumo, un respeto por los ciclos biológicos con el fin de incentivar la disminución de la huella ecológica, la sustentabilidad del hábitat, la autosuficiencia energética y el emprendimiento comunitario (HADZICH, 2013). Zonas Fundamentales para el Funcionamiento de una Granja Ecológica Zona Recreativa

Zona Administrativa

Zona Servicios

Áreas para actividades de enseñanza y aprendizaje de los principios de permacultura y sostenibilidad

Zona Educativa

Áreas para actividades de producción y para procesos de auto sostenibilidad económica y/o alimentaria

Zona Productiva

Áreas para actividades de contemplación, experiencias lúdicas, de percepción sensorial, comunión y esparcimiento

Áreas para actividades de planeación y organización del sistema agro ecológico, a nivel empresarial, comercial, productivo y sustentable

Áreas para actividades complementarias de confort, seguridad, salubridad y saneamiento básico

Aulas, talleres, laboratorios, auditorios, salas de proyección

Establos, gallineros, corrales, huertas, bodegas, invernaderos, tanques, estanques

Plazoletas, terrazas, miradores, senderos ecológicos, estancias, ámbitos paisajísticos

Oficinas, salas de conferencias, observatorio ambiental, infraestructura operativa

Habitaciones, cocinas, baños, depósitos, mobiliario, parqueo

Principios Agro Ecológicos subyacentes a la Productividad, Sustentabilidad y Resiliencia de los Agro Ecosistemas • Valoración de las culturas populares campesinas, los saberes tradicionales y el conocimiento de las etnias locales • Economía familiar viable, accesible, equitativa y justa de desarrollo sustentable local de los recursos ecosistémicos • Diversidad genética y de especies en los establecimientos agropecuarios, tanto a nivel del suelo como del paisaje • Inclusión social y familiar en acciones de emprendimiento comunitario, al igual que integración de cultivos y animales • Suelos ricos en materia orgánica biológicamente activa, ecológicamente sano y de rendimiento óptimo por su vitalidad • Banco de semillas, eficiencia metabólica, altos niveles de reciclaje de biomasa y ciclos de nutrientes con pocas pérdidas • Uso óptimo de los espacios de interacción socio / medio ambiental y de productividad (diseño agro ecológico estratégico) • Estrategias agro ecológicas: Policultivos, integración animal, rotaciones de cultivos, abonos verdes, correctivos orgánicos Ecología de los Sistemas Agro Pecuarios Bio Diversificados Policultivos, rotaciones, cultivos de cobertura, agrosilvicultura Características

Diversidad de paisajes

Diversidad de especies en tiempo y espacio

Diversidad genética

Producción y reciclaje de biomasa

Cobertura de suelos

Estratificación del follaje

Biodiversidad Funcional = Sinergias + Biodiversidad Funciones

Control biológico – Polinización

Salud de los suelos

Balance hídrico

Productividad

Mejora del clima

Servicios

Reducción de plagas, menos pérdida de cosechas y productividad fructifera

Actividad biológica, menos erosión y mayor degradación

Recarga de acuíferos, almacenamiento de humedad, infiltración y eutrofización

Seguridad alimentaria, alta nutrición y rendimientos estables

Almacenamiento de carbono y resiliencia

Fuente: GÓMEZ M., Fernando C.; RUBIO G., Erasmo. (2009). La Granja Ecológica Integral. México: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación SAGARPA, CP Nº 14. Fuente: HADZICH, Miguel. (2013). Granja Ecológica PUCP. Huyro “Centro de Innovación en Tecnologías Apropiadas para el Desarrollo Sostenible del Sector Rural. Perú: Grupo de Apoyo al Sector Rural, Proyecto Granja Sostenible PUCP. Tabla 2. Granja integral agroecológica y autosuficiente Fuente: Gómez y Rubio, La granja ecológica; Hadzich, Granja ecológica PUCP.

Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero. Sergio Antonio Perea Restrepo [ 49 ]


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la memoria de la vida rural y donde las familias de campesinos trabajan para la sostenibilidad del campo (tabla 3).

Conclusiones La relación disciplinar entre la antropología y la arquitectura se analizó mediante un estudio de caso relacionado con el tema de investigación permacultura y hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero, en un proceso que se caracteriza por sistematizar una experiencia formativa de entendimiento del concepto desarrollo local sustentable del hábitat rural. La perspectiva sociocultural de la investigación pretende influir en las prácticas de diseño arquitectónico de los talleres curriculares y así abrir un campo de entendimiento sobre la interacción entre el hábitat y el habitante como objeto de estudio, al centrarse específicamente en las experiencias emergentes de emprendimiento de grupos humanos vulnerables. Estamos de acuerdo con que la arquitectura tiene la capacidad de ordenar el entorno del ser humano y establecer relaciones. Eco + Granja es una propuesta de investigación pertinente en los ámbitos académico y científico, pues propone reconocer los principios de ordenamiento agroecológico del territorio y la valoración ambiental de una forma de bioarquitectura, en el contexto del hábitat rural del Quindío. El planteamiento teórico de la investigación y los productos de su proceso de fundamentación epistemológica representan los principales aportes de nuevo conocimiento del equipo de investigadores, además del abordaje empírico de un estudio de caso para comprender el objeto de estudio: la valoración ambiental de un modelo alternativo de granja ecológica en el contexto local del paisaje cultural cafetero.

Bibliografía 1. Altieri, Miguel y Clara Nicholls. Agroecología: teoría y práctica para una agricultura sustentable. México D. F.: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe, 2000. 2. Comunidad Andina de Naciones. Agricultura familiar agroecológica campesina en la Comunidad Andina: una opción para mejorar la seguridad alimentaria y conservar la biodiversidad. Lima: Secretaría General

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de la Comunidad Andina, AECID, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, 2011. 3. Cyrulnik, Boris y Claude Seron. La résilience ou comment renaître de sa souffrance. París: Paris: Fabert, 2004. 4. Fernández R., Demetrio S., Mario R. Martínez M. y María de la I. Ramírez. Prácticas vegetativas y agronómicas complementarias al proyecto integral: catálogo de obras y prácticas de conservación de suelo y agua. México: Colegio de Posgraduados, Campus Montecillo, Subsecretaría de Desarrollo Rural, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación del Estado de México, 2009. 5. Gómez M., Fernando C. y Erasmo Rubio G. La granja ecológica integral. México: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, 2009. 6. Hadzich, Miguel. Granja ecológica PUCP: Huyro “Centro de Innovación en Tecnologías Apropiadas para el Desarrollo Sostenible del Sector Rural. Lima: Grupo de Apoyo al Sector Rural, Proyecto Granja Sostenible PUCP, 2013. 7. Hincapié, Hernando. “Conferencia sobre el proyecto de la Granja de Mamá Lulú”. X Seminario Internacional de Arquitectura “Diseñando Naturaleza, Humanidad y Cultura”. Bogotá: Laboratorio de Ambientes Sostenibles, Programa de Arquitectura, Universidad Piloto de Colombia, 2014. 8. Pennese, Claudia y Olatz G. Aseginolaza. “Ciudades simbióticas como hábitat de una sociedad plural y comprometida”. Forum de Sostenibilidad 4 (2010): 7-9. https://www.researchgate.net/publication/280038224_Ciudades_simbioticas_como_habitat_de_una_sociedad_plural_y_comprometida 9. Perea R., Sergio Antonio. Eco+pedagogía: didáctica de educación ambiental en arquitectura. Bogotá: Laboratorio de Ambientes Sostenibles, Programa de Arquitectura, Universidad Piloto de Colombia, 2012. 10. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Colombia rural: razones para la esperanza. Informe Nacional de Desarrollo Humano. Bogotá, 2011. 11. Rivero, Saida. Manual de conservación de suelos. Caracas: Gobierno Bolivariano de Venezuela, 2008. 12. Yana, Walter y Harald Weinert. Técnicas de sistemas agroforestales multiestrato: manual práctico. Sapecho, Alto Beni, Bolivia: Proyecto de Implementaciones Agroecológicas y Forestales en el Alto Beni/ El Ceibo, Servicio Alemán de Cooperación SocialTécnica, Centro de Formación y Realización Cinematográfica, 2001.


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Tabla 3. Parámetros de Evaluación de la Sustentabilidad Agro Ecológica de una Granja Variables de la Zona Agro Ecológica

Indicadores del Geosistema y del Paisaje Regional

Clima

Piso Térmico y Provincia de Humedad

Geomorfología

Clase de Unidad de Paisaje y Tipo de Relieve

Material Parental

Material Geológico Inalterado

Erosión

Grado de Erosión,

Suelos

Fertilidad y Composición Material

Variables

Indicadores de Sustentabilidad Agro Ecológica Sustentabilidad

Eficiencia • Obras de construcción limpias y eco eficientes • Infraestructura de autosuficiencia • Cultivo viable y justo con el medio ambiente • Productividad saludable para el suelo • Capacidad de retención de nutrientes Huella Ecológica • Disminución de la erosión del suelo Acciones antrópicas de equilibrio medio ambiental y de con• Control biológico y orgánico de plagas servación sustentable de los recursos naturales, mediante • Condiciones óptimas de salubridad regulaciones en el consumo, la gestión y la producción de la • Gestión de la calidad integral del agua calidad del agua, suelo y biodiversidad a partir de prácticas • Disminución del uso de agroquímicos agrícolas de sustentabilidad. • Disminución de los niveles de contaminación Arquitectura del Paisaje • Desarrollo de la biodiversidad genética Seguimiento y control de la ecología Calidad en las condiciones de habitabilidad rural e indicado- • Acciones de mantenimiento y conservación res de eficiencia ecológica del paisaje agrícola diseñado, a • Gestión de la seguridad alimentaria partir de un modelo de desarrollo físico espacial análogo a las •

Capacidad para mantener el nivel de productividad de los cultivos a través del tiempo, sin arriesgar la integridad de los componentes estructurales y funcionales de los agro ecosistemas.

tipologías tradicionales de hábitat rural campesino.

Atributos de un Sistema Agro Ecológico Andino

Formación técnica y educación ambiental

Diversidad • Nº Especies vegetales • Nº Especies animales • Nivel de diversidad genética • Variedad de especies nativas y silvestres • Composición y sinergia de cultivos asociativos • Nivel de estabilidad biológica • Nivel de conservación ecológica • Disponibilidad de recursos naturales Reciclaje • Ciclo metabólico del sistema agro ecológico • Variabilidad de la eco eficiencia y la autosuficiencia • Capacidad de procesamiento y gestión de los recursos Capacidad • Niveles de producción de biomasa • Niveles de auto abastecimiento energético Productividad • Nivel de productividad agro ecológica del sistema

Fuente: PEREA R., Sergio A. Semillero de Investigación en Arquitectura del Paisaje. Cuadro de parámetros de evaluación por indicadores agro ecológicos. Bogotá D.C.: Laboratorio de Ambientes Sostenibles, Programa de Arquitectura, Universidad Piloto de Colombia. 2015. A partir de: ALTIERI, Miguel; NICHOLLS, Clara. Agroecología: teoría y práctica para una agricultura sustentable. México D.F.: Serie Textos Básicos para la Formación Ambiental, 1ª edición. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe. 2000.

Tabla 3. Parámetros de evaluación de la sustentabilidad agroecológica de una granja Fuente: Sergio Perea R., basado en Altieri y Nicholls, Agroecología: teoría y práctica.

Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero. Sergio Antonio Perea Restrepo [ 51 ]


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El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco The democratic meaning of the wall in Rogelio Salmona’s work: The Virgilio Barco Library O sentido democrático do muro em Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco Recibido: 25 de noviembre de 2015. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 19 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.05 Artículo de reflexión

Resumen A través de una mirada al sentido del muro desde la teoría textil de la arquitectura, formulada por Gottfried Semper, sumado a un acercamiento a la temática de la experiencia, la argumentación evidencia una significación respecto al muro en la Biblioteca Virgilio Barco, de Rogelio Salmona, en cuanto materia construida y habitable; en particular, se reflexiona sobre cómo la constante interacción entre consideraciones que afectan la presentación material de este elemento revela un profundo sentido democrático. Palabras clave: sentido, experiencia, muro, Rogelio Salmona, Gottfried Semper.

Abstract Through an analysis of the meaning of the wall, from a textile theory of architecture point of view proposed by Gottfried Semper, as well as an approach to the theme of experience, the importance of the Virgilio Barco Library designed by Rogelio Salmona wall can be seen. This importance can be understood in terms of the constructed and inhabitable area, and particular attention is paid to how there is constant interaction between concerns that affect the physical presentation of this element, which reveals a deep sense of democracy. Key words: meaning, experience, wall, Rogelio Salmona, Gottfried Semper.

Resumo Por meio de um olhar no sentido do muro sob a teoria têxtil da arquitetura, formulada por Gottfried Semper, somado a uma aproximação à temática da experiência, a argumentação evidencia uma significação a respeito do muro na Biblioteca Virgilio Barco, de Rogelio Salmona (Colômbia), enquanto matéria construída e habitável; em particular, reflete-se sobre como a constante interação entre considerações que afetam a apresentação material desse elemento revela um profundo sentido democrático. Palavras-chave: sentido, experiência, muro, Rogelio Salmona, Gottfried Semper.

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Sergio Laguna 

sergioandreslaguna@hotmail.com

Arquitecto de la Universidad Piloto de Colombia. Becario del programa Jóvenes Investigadores, de Colciencias. Primer puesto en la 13º Anual de Estudiantes de Arquitectura de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, en la categoría Investigación-Teoría, Historia y Crítica. Investigación realizada en el marco de la beca Joven Investigador, de Colciencias, bajo la tutoría del arquitecto Germán Ramírez.

Por ostentar el muro la función primigenia de configurar los límites materiales de la arquitectura y componer los distintos matices en la relación entre el interior del edificio que encierra con el exterior, en los equipamientos de la ciudad contemporánea su disposición está estrechamente asociada con la constante privatización de los espacios urbanos. Al igual que en otros contextos, ya sea por una condición de la contemporaneidad o una paranoia social, la arquitectura en Bogotá, en muchas ocasiones, también presenta el muro como un obstáculo para la experiencia del ciudadano, ya que imposibilita la positiva paradoja en su tratamiento como algo que integra, y que dentro de su definición como cerramiento pueda configurarse para posibilitar inclusión. El tema de una experiencia inclusiva de la arquitectura es quizá la temática más reiterada en la obra de Rogelio Salmona. Al abogar constantemente por la creación de experiencias memorables que den cabida a diversas sensaciones, emociones, sorpresas, evocaciones y atemporalidades, hacer arquitectura es —en términos de Salmona— un acto político, una defensa de lo público y del paisaje, una lucha contra la segregación espacial y una posibilidad de generar lugares abiertos y sin exclusiones para la participación ciudadana y el descubrimiento de la ciudad.1 Este es el atributo principal del ejemplo de estudio que toma la investigación, la Biblioteca Virgilio Barco, equipamiento público contemporáneo que invita al habitante a experimentar, a descubrir y a apropiarse de sus espacios de manera democrática, poética, dramática y conmovedora.

En medio de este panorama, la intención del presente artículo es demostrar cómo en la obra de Salmona se evidencia un profundo sentido democrático en la presentación material del muro. La importancia de este propósito radica en revelar la significación social, cultural y con el paisaje, de la arquitectura en cuanto materia y forma construida y habitable. Además, el estudiar una obra donde la presentación del muro desde una conciencia ética y técnica construye ciudad, integra al ciudadano y combate una situación de paranoia social, contribuye a reflexionar acerca de qué manera contener la privatización de los espacios urbanos. En ese orden de ideas, para abordar el estudio, inicialmente, se esclarece el sentido del muro desde Gottfried Semper, quien a mediados del siglo XIX contrapone a la tríada vitruviana una teoría de la arquitectura determinada, en gran parte, por la comprensión de la pared como cobertura de origen textil que delimita y conforma el espacio. Posteriormente, con la ayuda de la temática de la experiencia, como el medio que permite presenciar con mayor claridad los distintos niveles de significación del muro en Salmona, la argumentación sustenta el sentido democrático del arquitecto utilizando como ejemplo de estudio la Biblioteca Virgilio Barco (fig. 1). En el transcurso de la reflexión se ve reflejada la metodología utilizada, consistente en un aparato hermenéutico, en una confrontación empírica con el muro material e imaginado en Salmona y en conversaciones con Carlos Rueda, sobre sus procesos creativos.

1 Salmona, Rogelio Salmona, 93.

El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco. Sergio Laguna [ 53 ]


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Figura 1. Biblioteca Virgilio Barco. Fuente: el autor.

El origen textil del muro Reflexiones como la de Alejandro Zaera, sobre la política de la envolvente, o las de Frampton y Fanelli/Gargiani, sobre la poética constructiva y la vigencia del revestimiento textil en el siglo XX, han reivindicado con gran intensidad en el contexto contemporáneo los lineamientos teóricos semperianos en relación con el muro de origen textil, pues han enriquecido no solo la reflexión sobre la función técnica, material y ambiental de este elemento, sino también la consideración de su función económica, psicológica, social y política. Semper emprende la develación del paralelismo entre el origen del muro con el arte textil en la manifestación material primigenia de esta técnica como cobertura en forma de superficie, por intermedio de la estera, la cerca de palos y las ra-

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mas entrelazadas. Una trascendencia a la cobertura de entrelazos, la cual —afirma— da cuenta del principio formal-espacial más originario de la arquitectura: el enmascaramiento (Maskiren) de la realidad, del artificio material de la arquitectura, mediante los elementos del vestido y la máscara como primeros facilitadores, por medio de los cuales, además, argumenta la necesidad del hombre antiguo de poder otorgarle un “espíritu de carnaval” (“la verdadera atmósfera del arte” para el autor) a la perpetuación conmemorativa de un acontecimiento. Es incluso más sugestivo, dentro de la clarificación de la correspondencia textil del muro, el análisis que realiza sobre el lenguaje. De esta forma, presenta la palabra Wand (pared) de igual raíz y significado primitivo que Gewand (tela, vestido). Asimismo, términos arquitectónicos como Decke


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(cielorraso), Bekleidung (vestido o revestimiento), Verkettung (concatenación, traba), Schranke (límite), Zaun (cerca), Band (banda), Gurt (correa), Kranz (corona) y Futter (forro), señala, “no son símbolos lingüísticos usados más tarde para la construcción sino clara indicación del origen textil de estos elementos constructivos”.2 La función profunda que pretende otorgarle Semper a la pared (Wand) desde su origen textil es la de cierre espacial independiente sin actividad estructural.3 Es allí, según el autor, donde consigue gestarse la idea espacial en arquitectura, sin olvidar el elemento que la sostiene: el muro (Mauer). De tal manera, Semper diferencia al muro (Mauer) como el elemento con una función estructural ajena a la idea del cierre espacial y, por lo tanto, al desarrollo inicial de la forma. No obstante, identifica importantes matices en medio de este contraste, afirmando que, en ocasiones, el muro (Mauer), aunque esté trabajado en un material sólido de carga estructural, puede presentárselo en su función originaria como pared (Wand) que envuelve un espacio sin ser soporte. Teniendo en cuenta el contraste en las maneras de presentación del muro dador de la forma y el cierre espacial, y por querer rastrear el origen de las formas básicas y los tipos tradicionales de la arquitectura, Semper despliega una metodología con la que analiza los productos técnicos (divididos en cuatro categorías: arte textil, arte cerámico, tectónica y estereotomía): desde el propósito funcional-formal y desde el material y las técnicas. Expresa, en relación con el arte textil, que el propósito funcional-formal primitivo y, por consiguiente, de la pared (Wand), es el de cobertura como cierre espacial, mientras que lo materialtécnico originario comprende algunos materiales naturales como las ramas, los tallos o las fibras vegetales, y sus respectivos procedimientos técnicos como el entrelazo, el tejido, el trenzado, el bordado y el rebordeado. Precisa igualmente los posibles entrecruzamientos que consiguen darse entre las cuatro artes técnicas, es decir, el desarrollo de formas primigenias desde diferentes materiales y procedimientos, o la utilización de

materiales para formas que inicialmente corresponden a otra técnica. En esta consideración de las metamorfosis estilísticas provocadas por el cambio de material (Stoffwechsel), el autor sustenta con mayor fuerza el arte textil como la técnica originaria, al asegurar que todos los productos técnicos contienen una reminiscencia a lo textil, una metamorfosis justificada en sus principios ornamentales. Aquellos objetos pueden evocar entonces lo textil, ya sea materialmente en cuanto aluden o corresponden sus formas decorativas a procesos del entrelazo o del tejido, o formal-funcionalmente cuando emulan el rol primigenio de cobertura como cierre espacial. Así lo ejemplifica Semper en el caso de un féretro asirio, en el que el recubrimiento del cuerpo con arcilla devela una metamorfosis de la técnica y el material contenida en el paño original de la mortaja.4 Si bien es manifiesta la importancia en Semper de la influencia interna del propósito funcional-formal y de los materiales y sus procedimientos en la presentación material de las artes técnicas, ubica un segundo tipo de variable relacionada con la afectación externa de una obra, es decir, con circunstancias culturales, políticas, religiosas y geográficas. Al respecto, conviene traer a cuestión la necesidad del hombre antiguo por enmascarar la realidad en la presentación material primitiva del muro o, más contundente todavía, el análisis que realiza Semper de la influencia que ejercen los perfiles culturales de dos pueblos en la presentación material de sus vasijas cerámicas, es decir, cómo la sítula egipcia en forma de gota que evita los derrames cuando “recoge” el agua del Nilo y la hidria helénica con cuello de embudo y cuerpo de olla que “atrapa” el agua cuando “fluye desde un manantial” son, de alguna manera, la manifestación material del espíritu terrenal del carácter egipcio y “la naturaleza elevada, espiritual y clara de los helenos veneradores de los manantiales”.5 Son recipientes de material cerámico que, por lo tanto, contienen para Semper sentido y significación cultural y religiosa.

2 Semper, El estilo, 529. 3

Apelando al origen terminológico de la palabra Wand, Semper incluye también el cielorraso (Decke) y el piso (Fußboden) como paredes (Wände) que cierran un espacio. Ibid., 324-1016.

4

Ibid., 619.

5

Ibid., 1021.

El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco. Sergio Laguna [ 55 ]


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Esta investigación toma partido por el anterior entendimiento semperiano, al asumir como premisa la revelación de significado y sentido a partir de la arquitectura en cuanto materia y forma construida y habitable, y en esta reflexión, en particular, la revelación de un sentido democrático, a partir de la presentación material del muro en Salmona, determinada, en congruencia con Semper, por la interacción constante entre consideraciones técnicas, materiales, funcionales-formales, culturales, políticas y físico-geográficas. Este entendimiento se corresponde, igualmente, con el discurso de Salmona, para quien la arquitectura “no es solamente un diseño, un dibujo, un conjunto de planos; a partir del momento en que se realiza, adquiere sus significados porque empieza a ejercer una acción en el medio existente”.6

La experiencia del muro En paralelo a la consideración de las variables en la presentación material de un objeto técnico como responsables de creación de sentido, la argumentación acude a la temática de la experiencia (entendida desde Carlos Rueda como la “reunión de cosas, seres y eventos, en una unidad o totalidad memorable en determinados momentos de la percepción”7) como el medio que permitirá presenciar con mayor claridad la revelación de sentido en la arquitectura, dado que relaciona su presencia material (las cosas) con los seres que la habitan y los eventos que pueden crearse en ella. Puede señalarse, siguiendo a Salmona, que la confluencia entre cosas, seres y eventos tiene lugar en la errancia (o encuentro) del habitante por la presencia material de la arquitectura. De acuerdo con Pallasmaa, hombre y mundo son inseparables, pues existe un entrelazo y un intercambio dinámico “situacional”, “muscular” y “háptico”: la presencia material de la arquitectura toca el cuerpo de la persona y, en sentido recíproco, se

6

construye, se habita, se define y se transforma mutuamente.8 Desde esta perspectiva, el cuerpo no solo designa para Pallasmaa una naturaleza física y psicológica, base de la existencia y el conocimiento corporal,9 sino también el lugar de la percepción y el pensamiento y, en consecuencia, del sueño, la memoria, el pasado y el futuro.10 En ese sentido, resulta conveniente manifestar la fuerte correspondencia del entendimiento de este encuentro con el pensamiento de Martin Heidegger, expresado en su conferencia “Construir habitar pensar”, para quien la arquitectura debe erigirse desde una reciprocidad entre hombre y mundo, con el fin de preservar la cuaternidad de tierra-cielo-divinos-mortales, es decir, para encaminar a los habitantes a la comprensión y celebración tanto de su condición físico-espacial (puesto que están en constante interacción con la presencia material de la arquitectura y los fenómenos climático-topográficos del mundo envolvente) como de su condición más existencial, reflejada en la conmemoración de ritos que enriquecen el tránsito de la vida hacia la muerte.11 Por poseer entonces el encuentro (“errancia”) la condición de reciprocidad entre hombre y mundo, es mediante esta —su naturaleza intrínseca— que logra manifestarse su finalidad: la revelación de experiencias memorables a la corporalidad del sujeto. Carlos Rueda define estas experiencias como imágenes poéticas atesoradas en el cuerpo del arquitecto que, por medio de la “imaginación material” (término que toma de Gaston Bachelard), son transformadas, distorsionadas y metamorfoseadas pertinentemente para ser recreadas en un nuevo lugar.12 Por su parte, Steven Holl las interpreta como sensaciones13 procesadas en el cuerpo integrado del habitante mediante la percepción. Un proceso que, además de revelar cualidades experienciales de la presencia material de la arquitectura, subraya Holl, subyace a la

Salmona, “Entrevista de Álvaro Medina”, 51.

7 Rueda, Place-Making as Poetic World Re-creation (traducción de Sergio Laguna). 8 Pallasmaa, Los ojos de la piel, 9-72. 9 Pallasmaa, La mano que piensa, 7. 10 Pallasmaa, Los ojos de la piel, 46-47. 11 Heidegger, “Construir habitar pensar”, 107-119. 12 Rueda, “Metáfora y metamorfosis”. 13 Que, según Pallasmaa, llegan al cuerpo de manera multisensorial, es decir, por mediación de la constante interacción de los siete sentidos: ojo-oído-nariz-piel-lengua-esqueleto-músculo. Pallasmaa, Los ojos de la piel, 43.

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articulación del propósito del artista.14 Siguiendo esta línea de pensamiento, puede afirmarse que la percepción condiciona la presentación de experiencias memorables por parte del arquitecto y, por lo tanto, el sentido del encuentro recíproco entre hombre y mundo.

cas en geometrías de rectángulos, imbricaciones, redes y celosías, que remiten a procesos textiles del tejido, entrelazado, costura y bordado (fig. 2).15

Siguiendo la línea argumentativa que busca aproximar la reflexión textil semperiana al análisis del muro en Salmona, se asegura que este elemento, en su obra, está vestido (bekleidet) de ladrillo, según las implicaciones estéticas del arte originario de la pared textil, ya que presenta la traba de su aparejo, o las distintas disposiciones de sus piezas especiales tipo jamba o alfajía-dintel, ri-

Aun así, en Salmona, el aparejo y los procedimientos con distintas piezas tienen en consideración el material de ladrillo, y no trabajan exactamente igual que en los principios estilísticos de lo textil, es decir, por ejemplo, ya no en todos los sentidos, como sí lo permiten las fibras textiles, sino más bien en sentido vertical. Así mismo, los “rebordes” de ladrillo logran diferenciarse del arte textil (donde pueden manejarse iguales), al ser el superior piezas de remate (en ocasiones son celosías realizadas con jambas contrapuestas e hiladas de ladrillo a sardinel); el inferior, piezas que responden a la idea de base (mediante hiladas de ladrillo a sardinel), y los laterales, elementos que destacan la traba de algunos muros que se entrecruzan o terminan-empiezan (por medio de jambas apiladas verticalmente o ladrillos entrelazados entre sí en esquinas no ortogonales) (fig. 3). Es pertinente anotar, además, que así como Semper aborda el piso y el techo como paredes (Wände), Salmona también trata estos elementos con las mismas implicaciones textiles del muro, al disponer en ellos piezas de ladrillo que generan ricas geometrías alternadas en color (dependiendo de su tiempo de cocción o esmaltado) y tamaño según el modelo textil.

Figura 2. Piezas de ladrillo que forman “tejidos” y “entrelazos”. Biblioteca Virgilio Barco. Fuente: el autor

Figura 3. El muro en ladrillo. Biblioteca Virgilio Barco. Fuente: el autor

El sentido democrático del muro en Salmona Se considera que es posible asumir con más claridad la revelación de sentido en la presentación material del muro en Salmona por intermedio de la experiencia, tomando como ejemplo la Biblioteca Virgilio Barco. Entonces, ¿cómo esta manifestación —determinada por la interacción constante entre consideraciones técnicas, materiales, funcionales-formales, culturales, políticas y físico-geográficas— da cuenta de un profundo sentido democrático? En cuanto a la técnica y el material

14 Holl, Cuestiones de percepción, 11. 15 Correspondencia textil también expresada por Semper en los muros de los antiguos: “sucede que en la concatenación (traba) de sus elementos todo muro bien construido es en efecto una especie de tejido o […] una especie de entrelazo”. Semper, El estilo, 1493.

El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco. Sergio Laguna [ 57 ]


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En Salmona, el muro no solo toma prestado del arte textil, sino también del arte estereotómico, por ser una masa en ladrillo consistente que brinda gran resistencia a la compresión y que posibilita el desarrollo de diversas formas y ornamentos mediante la extracción de fragmentos de su masa. Ciertamente, como fue aclarado en conversaciones con Carlos Rueda, la intención de Salmona era presentar el ladrillo como masa (que remite en principio a lo estereotómico), y así el arquitecto enriqueció este pensamiento a partir de su exquisita manipulación y sus elaboradas invenciones ornamentales y detalles. Pero lo anterior demuestra —recalca igualmente Rueda— que aun cuando Salmona trasmite una idea de masa del muro en ladrillo, no desea trasmitir la realidad de esta masa, sino su percepción, su ornamento, el enmascaramiento de su realidad desde elaborados detalles que toman prestado del principio estilístico del muro primigenio textil, y que logran incitar al habitante a descubrir, experimentar y “errar” el muro y, en consecuencia, permitirle sensaciones y emociones memorables. En ese sentido, al tratamiento material y ornamental en Salmona —el cual toma prestados principios estilísticos del arte madre textil por medio de elaborados detalles— subyace la posibilidad de incentivar la percepción del habitante que “erra” el muro. Por tal motivo, hace explícitas sus propiedades materiales y perceptivas al manipular el ladrillo con un gran compromiso ético y técnico, de manera honesta, consciente y respetuosa, a fin de mantener la esencia de sus propiedades, su lógica tectónica y su sentido artesanal, sensorial y poético. Conviene apuntar, en ese orden de ideas, que muchas veces el ornamento converge en la estructura y conforma un mismo elemento de muro que refleja las ricas propiedades perceptivas de sus detalles; pero que, aun así, logra conservarse independiente desde su naturaleza ornamental, como en el caso de algunos “rebordes” superiores e inferiores, en los que aparece un ornamento en forma de una aparente celosía derivada del principio textil (lograda con su pieza especial tipo jamba), que refuerza su naturaleza antiestructural (fig. 4). Una circunstancia que demuestra, 16 Ibid., 532.

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Figura 4. Corte, planta y alzado del muro. El enmascaramiento del sistema estructural. Biblioteca Virgilio Barco. Fuente: el autor

además, en congruencia con Semper, que “solo la perfección técnica y el correcto tratamiento del material según sus propiedades”16 le puede otorgar al detalle y al ornamento, aunque sean uno con la estructura, independencia del sistema estructural al cual enmascaran y relegan de la percepción. En cuanto al propósito funcional-formal El muro en Salmona, aunque esté constituido de masa sólida de ladrillo, en muchas ocasiones, ostenta la función primigenia de pared semperiana (Wand), sin rol estructural que cubre y conforma el espacio. Tal situación incluye, por lo tanto, dentro de su entendimiento, algunos cierres espaciales horizontales del piso y el techo. Lo anterior enriquece la cobertura que ordena el espacio, al apropiar múltiples recursos formales en función de integrar al habitante, de posibilitar su experiencia y “errancia”, de fortalecer su noción de reciprocidad con el mundo material, de cualificar su percepción y sentidos y de incitar al evento colectivo con expectativas. Es decir, por medio de estrategias proyectuales en torno al muro, como la toma en préstamo y


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subsecuente subversión de arquetipos arquitectónicos (como el claustro, fig. 5), que lo configura abriéndose o cerrándose; su tratamiento escénico que lo realza u oculta, como apareciendo o desapareciendo; su horadación en función de permitir la inclusión selectiva del paisaje envolvente;17 su aplastamiento que surca espacios interiores o límites del proyecto; su imbricación, entrecruzamiento o encadenamiento a distintos ángulos que bifurcan la errancia del habitante; su manipulación de manera inclinada u oblicua, a fin de marcar ascensos y descensos; o mediante variadas operaciones que le brinda continuidad o discontinuidad como su disposición curvada o rectilínea, su estiramiento, su alargamiento; etc. (fig. 6); Salmona logra dominar los distintos niveles de proximidad al objeto y al paisaje, que lo ayudan a posesionarse del lugar y, por consiguiente, le permiten situar al habitante en diferentes escalas del paisaje. Le ofrecen, entonces, no solo una invitación al paisaje interior del objeto arquitectónico que lo incite a “errar” con todos sus sentidos estimulados por espacios técni-

camente muy bien elaborados, sino también un acercamiento sensorial del paisaje más lejano, representado en los cerros, el cielo y el horizonte. Son estrategias formales-funcionales alrededor del muro que definen la errancia del habitante y lo posicionan en distintas escalas del paisaje y que, en última instancia, refuerzan la idea de lo público y permiten desarrollar en él experiencias memorables. En cuanto a las consideraciones culturales, políticas y físico-geográficas Existe una comprensión profunda por parte de Salmona del paisaje bogotano, el cual, para él, incluye circunstancias culturales, tradición constructiva del ladrillo y factores físico-geográficos, como los fenómenos lumínicos de la región o la inclusión del cielo, el horizonte y los cerros como límites de su obra. Sin embargo, lo que más le interesaba, sin duda, era recuperar la naturaleza verdadera de la experiencia de lo colectivo en los espacios urbanos.

Figura 5. La configuración formal del muro en función de integrar. Biblioteca Virgilio Barco. Fuente: el autor Figura 6. Las distintas configuraciones formalesfuncionales del muro. Biblioteca Virgilio Barco. Fuente: el autor

17 Juego compositivo en Salmona entre exterior e interior, definido por Ricardo Castro como Shakkei (paisaje prestado), el cual, además, amplía los límites de su arquitectura más allá de la condición material de los muros en ladrillo, es decir, a los elementos telúricos del horizonte, el cielo y las montañas. Castro, Rogelio Salmona, 24-28.

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Una ideología de lo público que siempre estuvo sustentada en la necesidad de crear experiencias memorables y, por lo tanto, en presentar sensaciones, emociones, goces, encantamientos, sorpresas y, sobre todo, evocaciones y atemporalidades, para “continuar en el tiempo lo que otros, los que nos acontecieron, han a su vez recreado”.18 Al respecto, en palabras de Rueda, en Salmona “un proceso de syndesis19 trae de forma indivisible pero aun distinguible en sus partes, diversas y distantes —más sutilmente pertinentes— experiencias arquitectónicas como imágenes poéticas en una nueva re-creación de lugar”.20 Asimismo, autores como Ricardo Castro se valen de la condición reveladora de experiencias memorables para acercar algunos términos que enriquezcan su descripción, como la taumaturgia y lo real-maravilloso, a fin de expresar lo extraordinario al recorrer su obra, o el barroquismo, para dar cuenta del gesto espiritual que manifiesta exuberancia y encantamiento en sus proyectos (fig. 7).21

A manera de conclusión A través de la estructura metodológica de tipo hermenéutica llevada a cabo, se clarificó el sentido primigenio textil del muro, tomando partido tanto de la postura semperiana, en cuanto a la manifestación material de un objeto técnico y a la manera en que esta presentación revela niveles de significación y sentido, como de la importancia del rol del tema de la experiencia en la dilucidación de significados en la arquitectura. Con base en estas apreciaciones y en una confrontación empírica con el muro material e imaginado en Salmona, la argumentación ha permitido concluir que la constante interacción entre las distintas consideraciones que afectan la presentación material del muro en su obra hace que este elemento invite a toda la comunidad a experimentarlo activamente, “sin impedimentos, sin exclusiones, sin rejas, sin injurias”,22 a fin de que su presencia material revele un profundo sentido democrático.

En otras palabras, esta conclusión se llevó a cabo procediendo de la siguiente manera: en primer lugar, y mediante el acercamiento a la reflexión textil semperiana, se puso de manifiesto la conciencia ética y sensibilidad poética de Salmona en torno al elaborado tratamiento técnico-material del muro, tras el cual y en el cualse devela el propósito de incentivar la percepción del habitante cuando lo experimenta. Posteriormente, lo anterior se complementó por medio de la reflexión sobre la forma del muro y su función, es decir, se identificaron distintas configuraciones formales de este elemento como el aplastamiento, el estiramiento, el entrecruzamiento o la subversión de arquetipos arquitectónicos, efectuadas en función de configurar al muro abriéndose/cerrándose, continuándose/descontinuándose, bifurcándose, elevándose, etc., y, con las que, en última instancia, Salmona cualifica el espacio, integra al ciudadano y enriquece su experiencia y “errancia”. Finalmente, se puso en evidencia el profundo entendimiento de Salmona de la naturaleza de lo colectivo y su interrelación con la recreación de experiencias memorables, haciéndose hincapié en su crítica hacia la arquitectura aislacionista condescendiente con la “neurosis miedosa” que niega la ciudad y mutila la experiencia colectiva. Estas consideraciones, en interacción constante, además de reforzar el sentido poético de la Biblioteca y de su obra, hacen que el muro tenga “tal dinámica y tal tensión que impide que el espacio comunitario sea privatizado”.23

Bibliografía 1. Castro, Ricardo. Rogelio Salmona: tributo. Bogotá: Villegas, 2008. 2. Fanelli, Giovanni y Roberto Gargiani. El principio del revestimiento. Madrid: Akal, 1999. 3. Frampton, Kenneth. Estudios sobre cultura tectónica: poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX. Madrid: Akal, 1999.

18 Salmona, Rogelio Salmona, 93. 19 Palabra de origen griego que, según Rueda, significa ligar con pertinencia imágenes poéticas y arquetipos diversos y distantes en el tiempo y el espacio. Rueda, Castro y Mellin, Modernismos syndéticos, 19-23. 20 Ibid., 124. 21 Castro, Rogelio Salmona, 19-33. 22 Salmona, Rogelio Salmona, 92. 23 Salmona, “Entrevista de Álvaro Medina”, 53.

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Figura 7. Paisaje bogotano. Biblioteca Virgilio Barco. Fuente: el autor

4. Heidegger, Martin. “Construir habitar pensar”. En Conferencias y artículos, 107-119. Barcelona: Serbal, 2001.

11. Salmona, Rogelio y Álvaro Medina. “Entrevista de Álvaro Medina a Rogelio Salmona”. Proa 317 (1983): 49-53.

5. Holl, Steven. Cuestiones de percepción: fenomenología de la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gili, 2011.

12. Salmona, Rogelio. Rogelio Salmona: espacios abiertos/espacios colectivos. Bogotá: Panamericana, 2006.

6. Pallasmaa, Juhani. La mano que piensa: sabiduría existencial y corporal en la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gili, 2012. 7. Pallasmaa, Juhani. Los ojos de la piel: la arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili, 2006. 8. Rueda, Carlos. “Metáfora y metamorfosis en el proyecto arquitectónico”. Conferencia pronunciada en la Universidad Piloto de Colombia. Bogotá, 29 de abril de 2013. 9. Rueda, Carlos, Ricardo Castro y Robert Mellin. Modernismos syndéticos. Bogotá: Universidad Piloto de Colombia, 2012.

13. Semper, Gottfried. Der Stil in den Technischen und Tektonischen Künsten, oder Praktische Aesthetik: ein Handbuch für Techniker, Künstler und Kunstfreunde. Tomo 1: Frankfurt: Verlag für Kunst und Wissenschaft, 1860. Tomo 2: München: Bruckmann, 1863. 14. Semper, Gottfried. El estilo en las artes técnicas y tectónicas, o, estética práctica y textos complementarios. Buenos Aires: Juan Ignacio Azpiazu, 2013. 15. Zaera Polo, Alejandro. “The Politics of the Envelope: A Political Critique of Materialism”. Volume 17 (2008): 76-105.

10. Rueda, Carlos. Place-Making as Poetic World ReCreation: An Experiential Tale of Rogelio Salmona's Places of Obliqueness and Desire. Montreal: School of Architecture, McGill University, 2009.

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La anatomía de la casa. Humanización y ciclo vital de la vivienda ette (Chimila) The Anatomy of the House: The Humanization and Life Cycle of Ette Homes A anatomia da casa. Humanização e ciclo vital da vivenda ette (chimila) Recibido: 15 de febrero de 2016. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 15 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.06 Artículo de investigación

Resumen La nueva antropología de la arquitectura propone examinar conjuntamente los aspectos técnicos, sociales y simbólicos de las edificaciones. Paralelamente, ha surgido la idea de observar las casas como entidades relativamente autónomas, con una vida paralela a la de sus creadores. Con el ánimo de ilustrar la solidaridad de estas dos aproximaciones, el artículo se centra en las prácticas arquitectónicas de los ette, un pueblo indígena del norte de Colombia. Mediante un estudio etnográfico, se muestra cómo las casas no solo son objeto de una interpretación antropomórfica, sino, además, se consideran detentoras de cuerpos sometidos a procesos de crecimiento y decadencia, similares a los que atraviesan los seres humanos. Los ette funden la dimensión material e inmaterial de las viviendas y, al mismo tiempo coordinan de manera novedosa nociones como edificación y persona, arquitectura y anatomía, vida útil y ciclo vital. Palabras clave: arquitectura indígena, casa, cuerpo, persona, simbolismo, ette, chimila.

Abstract The new anthropology of architecture proposes understanding the technical, social, and symbolic dimensions of buildings as a whole. Meanwhile, the idea of treating houses as autonomous entities with lives that are parallel to their creators has emerged as a major theme. In order to provide an illustration of the solidarity between these two approaches, this article focuses on the Ette’s –an indigenous people from northern Colombia– architectural practices,. Through detailed ethnographic research, this paper shows how houses are not only anthropomorphically interpreted, but they are also considered to be holders of bodies that are subjected to processes of growth and decay: just like humans. The Ette thus blend the tangible and intangible dimensions of the house and innovatively bring together concepts such as building and person, architecture and anatomy, shelf life and life cycle. Keywords: indigenous architecture, house, body, person, symbolism, ette, chimila.

Resumo A nova antropologia da arquitetura propõe examinar conjuntamente os aspectos técnicos, sociais e simbólicos dos edifícios. Entretanto há surgido a idéia de observar as casas como entidades relativamente autônomas, com uma vida paralela a aquela de seus habitantes. A fim de ilustrar a solidariedade dessas duas perspectivas, o artigo se concentra nas práticas arquitetônicas dos ette, um povo indígena do norte da Colômbia. Através de um estudo etnográfico, mostra como as casas são objeto de uma interpretação antropomórfica e, além disso, são consideradas detentoras de corpos submetidos a processos de crescimento e decadência semelhantes a aqueles experimentados por os seres humanos. Os ette, assim, conjugam a dimensão material e imaterial das vivendas e, ao mesmo tempo, coordenam de forma inovadora as noções de edifício e pessoa, arquitetura e anatomia, vida útil e ciclo vital. Palavras-chave: arquitetura ameríndia, casa, corpo, pessoa, simbolismo, ette, chimila.

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Juan Camilo Niño Vargas 

juancamilonino@gmail.com

Candidato a Doctorado en Antropología Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, París, Francia. Antropólogo y magíster en Antropología, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. Profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de los Andes.

Introducción Las descripciones detalladas de los aspectos técnicos de las casas que inauguraron los estudios antropológicos consagrados a la arquitectura indígena han cedido paulatinamente su lugar a una aproximación de aspiraciones más comprehensivas. Consciente de la dificultad de separar los aspectos materiales de los inmateriales, este nuevo acercamiento se ha interesado en la articulación de la dimensión física de las viviendas con la organización social y los órdenes simbólicos. En paralelo, gracias a reflexiones provenientes de diferentes disciplinas, se ha criticado la idea, según la cual la casa es una simple materialización del ingenio humano. En su lugar, se ha propuesto observarla como una entidad autónoma y dinámica, con una historia de vida basada en su interacción con sus ocupantes y su entorno. Con el ánimo de mostrar la solidaridad de estas dos nuevas aproximaciones a la casa, el presente artículo se centra en un caso etnográfico preciso. El objeto de estudio son las viviendas construidas por los ette, un pueblo indígena de lengua chibcha del norte de Colombia. Mediante un examen detenido de los conocimientos arquitectónicos de este pueblo, se muestra cómo las viviendas gozan del estatuto de personas y, como tales, se les atribuyen cuerpos y almas sometidos a procesos de crecimiento y decadencia similares a los que atraviesan los seres humanos. Así, al coordinar 1

edificación y persona, arquitectura y anatomía, vida útil y ciclo vital, los ette funden los aspectos técnicos y simbólicos de la casa, al mismo tiempo que resaltan su carácter de entidad relativamente autónoma, dinámica y relacional. Además de la presente introducción y un acápite conclusivo, el artículo se compone de seis secciones. La primera le corresponde a la discusión teórica en la que se inscribe el ejercicio desarrollado. La segunda, la tercera y la cuarta, seguidamente, están consagradas al pueblo ette y a su arquitectura pasada y presente. La quinta y la sexta, finalmente, se centran en el conjunto de prácticas e ideas que llevan a los indígenas a humanizar sus casas y observarlas como personas sometidas a un ciclo de transformación corporal. La mayoría de información presentada y analizada proviene de un largo trabajo etnográfico realizado con los ette desde hace más de una década.1

Dos aproximaciones antropológicas a la casa El interés de la antropología por la arquitectura se remonta a los mismos inicios de la disciplina. Con el fin de complementar sus célebres tesis evolucionistas, Lewis H. Morgan le dedicó una obra entera a las formas habitacionales de diferentes grupos amerindios, en la que trató de determinar el lugar que ocupaban dentro de un esquema universal civilizatorio.2 Los patrones arquitectónicos tampoco escaparon a la atención de los etnólo-

Los trabajos de campo en territorio ette se realizaron entre 2003 y 2011, principalmente en los resguardos Issa Oristunna y Ette Butteriya en el Departamento del Magdalena. Un primer acercamiento de cinco meses tuvo lugar en 2003, y se efectuó en el marco de una Maestría en Antropología en la Universidad de los Andes. Una segunda fase más profunda, de veintidós meses, se realizó entre 2010 y 2011, estuvo financiada por la Universidad de los Andes y la Fundación Ann Osborn y se efectuó en el marco de un doctorado en el Laboratorio de Antropología Social y la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París.

2 Morgan, Houses and House-Life.

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gos interesados en reconstruir la historia precolombina, pues el examen de su difusión espacial sobre el continente prometía aclarar los contactos y migraciones de las civilizaciones indígenas.3 Los dos enfoques pioneros redujeron el estudio de la arquitectura a su dimensión técnica y tomaron a la casa como una manifestación más de la cultura material humana. Tanto evolucionistas como historicistas aspiraban formular grandes modelos explicativos mediante ejercicios comparativos, lo que frecuentemente los condujo a limitar su atención a las características físicas y mesurables de las viviendas. Las discusiones sostenidas en antropología, el refinamiento del método etnográfico y el interés que suscitó el continente sudamericano después de mediados del siglo XX estimularon las críticas a este tipo de acercamientos y redirigieron las investigaciones sobre el tema, en varias direcciones. Un primer acercamiento novedoso propuso tomar en serio la articulación entre arquitectura, sociedad y pensamiento. La formulación de la teoría de las sociedades de casas, la importancia concedida a las manifestaciones espaciales de las prácticas sociales y los avances hechos por el estructuralismo en la compresión de los órdenes simbólicos evidenciaron la imposibilidad de estudiar por separado los aspectos materiales e inmateriales de la arquitectura.4 El espacio y el armazón físico de las viviendas ocupaban un lugar central en la vida humana y, por lo tanto, debían observarse como escenarios privilegiados para la expresión de las diferencias de género, la estructura familiar, la organización social y el ordenamiento del universo.5 Una segunda aproximación le devolvió su independencia al dominio arquitectónico, al concebir la casa como una entidad relativamente autó-

noma y dinámica. Las reflexiones orientadas a ampliar la noción de vida, descentrar el concepto de lo humano y expandir el campo de estudio de las ciencias sociales condujeron a observar las formas arquitectónicas como realidades irreductibles a sus constructores humanos.6 De acuerdo con este planteamiento, las edificaciones estarían a la misma altura que los organismos y, como tales, debían ser detentoras de la mayoría de sus rasgos definitorios. Como muchos otros seres y objetos del universo, interactuaban con su entorno, comportaban cuerpos sujetos al cambio y estaban sometidas a ciclos vitales.7 Si bien las dos alternativas propuestas no son excluyentes, pocos esfuerzos se han realizado para conciliarlas. La arquitectura amerindia pareciera ser un campo privilegiado para un proyecto semejante, dadas las concepciones animistas de muchos pueblos, la tendencia a otorgarle a una gran cantidad de seres la condición de persona y la fascinación por proyectar los órdenes simbólicos en la estructura de las edificaciones.8

Los ette de las llanuras del norte de Colombia Los ette, también conocidos como chimilas, son uno de los varios pueblos indígenas del norte de Colombia. En la actualidad, ocupan el curso medio del río Ariguaní, al suroccidente de la Sierra Nevada de Santa Marta. La mayor parte de la población está establecida en un resguardo creado en la década de los ochenta, compuesto por dos grandes propiedades: Issa Oristunna y Ette Butteriya, en el en el Departamento del Magdalena. Recientemente se han sumado dos pequeños asentamientos en las estribaciones del macizo serrano: Narakajmanta e Itti Takke (fig. 1). Entre todos albergan unas 1200 personas y a esto hay que sumar pequeños grupos residentes en pueblos vecinos.9

3 Roth, An Introductory Study of the Arts. La misma tendencia historicista y difusionista dominó los primeros estudios consagrados a la arquitectura ette. Bolinder, “Die Letzten Chimila-Indianer”, y Reichel-Dolmatoff, “Etnografía chimila”. 4 Bourdieu, Le sens pratique, 441-461; Carsten y Hugh-Jones, About the House; Lévi-Strauss, La voie des masques, 141-164; Rapoport, House Form. 5

Entre muchos otros, son ilustrativos de esta tendencia los estudios de Bidou, “Representation de l’espace”; Cunningham, “Order in the Atoni House”; Hugh-Jones, From the Milk River, 235-274; Pinton, “La maison bari”; Guyot, “La maison des indiens”; Reichel-Dolmatoff, “Templos kogi”; Rivière, “Houses, Places and People”.

6 Ingold, Being Alive, 67-75, 115-125; The Perception of Environment, 172-188. 7 Blier, The Anatomy, 2; Carsten, After Kinship, 44-46; Ingold, The Perception of Environment, 187. 8

Carsten y Hugh-Jones, “Introduction”, 30-36; Hugh-Jones, “Inside-Out and Back-to-Front”; Eduardo Viveiros de Castro, “Os pronomes cosmológicos”.

9

Niño Vargas, Ooyoriyasa, 25-66.

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Los ette comparten rasgos lingüísticos y culturales con otros indígenas del norte de Colombia y, en general, con los pueblos de las tierras bajas sudamericanas.10 Las concepciones del universo son predominante animistas, de tal manera que los humanos comparten con otras entidades del universo la condición de persona.11 Además, goza de importancia la idea según la cual el universo está sometido a ciclos de destrucción y regeneración.12 La caza fue una actividad importante hasta hace algunas décadas; pero decayó con la violenta expansión del latifundio ganadero en el siglo XX. Hoy en día, la mayoría de población se dedica a la agricultura y, debido a las relaciones de explotación entabladas con la sociedad nacional, al trabajo asalariado en las haciendas.13 La lengua hablada por los ette pertenece a la familia chibcha y presenta características comunes con las de varios pueblos de la Baja Centroamérica y la Sierra Nevada de Santa Marta.14 En la actualidad, cuenta con un reducido número de hablantes, de alrededor de 800 personas, por lo que ha sido declarada oficialmente en peligro de desaparición. Apoyado por organización externas, los indígenas hoy están tratando de apropiarse de un alfabeto para su escritura que probablemente contribuya a salvaguardarla. Los términos vernáculos que aparecen en el presente artículo se transcribieron con este sistema de notación.15

El paisaje arquitectónico pretérito y actual Durante los últimos dos siglos, los patrones arquitectónicos ette han sufrido enormes cambios. Los viajeros y etnógrafos que visitaron las llanuras del Ariguaní durante los dos últimos siglos describieron varios tipos de edificaciones. Tomados en conjunto, estos testimonios evidencian la riqueza de la arquitectura del grupo y brindan información sustancial sobre sus características técnicas. Sin embargo, debido a que fueron el fru-

Figura 1. Mapa de los actuales resguardos ette en el norte de Colombia Elaborado por el autor. La base cartográfica fue tomada del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Atlas de Colombia, IGAC: Bogotá, 1977, pp. 40-41.

to de exploraciones cortas y rápidas, contienen muy pocas observaciones sobre su dimensión social y simbólica. Durante el periodo comprendido entre finales del siglo XIX y la mitad del XX, los observadores describieron varios tipos de viviendas familiares. Los testigos más tempranos documentaron la existencia de enormes casas abovedadas, ocupadas por una pareja y sus hijos (fig. 2).16 También notaron la presencia de pequeñas chozas con plantas ovaladas, largos caballetes y cubierta de dos

10 Ibid.; Niño Vargas, “Sistema de clases”; Reichel-Dolmatoff, “Etnografía chimila”. 11 Descola, Par-delà nature et culture, 183-202; Niño Vargas, Ooyoriyasa, 103-136. 12 Niño Vargas, “Ciclos de destrucción”; “El tejido del cosmos”. 13 Uribe Tobón, “Chimila”. 14 Niño Vargas, “Sistema de clases”. 15 El alfabeto que la comunidad está tratando de implantar toma como base el del castellano. La mayoría de consonantes y vocales se pronuncian igual que en español. Las excepciones son /g/, que es una palatal nasalizada, y /’/, que es una irrupción glotal. La /b/, /d/ y /g/ siempre se prenasalizan. Información más detallada puede encontrarse en Malone, “Mora Minimal Foot and Segmental Phonology”; Niño Vargas, “La travesía de un joven”; Trillos Amaya, Categorías gramaticales. 16 Brettes, “Chez les Indiens”, 462; Reichel-Dolmatoff, “Etnografía chimila”, 101 y 102.

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secuentemente, desestimaron el examen de sus especificidades. El actual paisaje arquitectónico difiere en algunos puntos de aquel descrito hace unas décadas. Los grandes resguardos de las llanuras albergan casi dos centenares de casas, la mayoría en precarias condiciones; pero no por eso carentes de originalidad. En el centro de las propiedades comunales se encuentra la mayor concentración, cerca de las instituciones educativas fundadas con la ayuda del Gobierno. En las zonas periféricas se observan edificaciones solitarias, rodeadas de cultivos y selvas jóvenes. Las viviendas suelen estar emplazadas sobre colinas, a cierta distancia de los arroyos y aljibes de los que se obtiene el agua.

Figura 2. El paisaje arquitectónico pretérito. Una familia frente a una casa. Ilustración realizada por Joseph de Brettes, “Chez les Indiens”, 463

aguas hasta el piso.17 A diferencia de lo documentado en la vecina Sierra Nevada de Santa Marta, ninguna de estas edificaciones fue descrita como un templo, ni se registraron manifestaciones míticas o rituales asociadas a ellas.18 La situación cambió significativamente a mediados del siglo XX. La expansión de la frontera agrícola y el latifundio ganadero quebró la independencia de los ette y afectó drásticamente su modo de vida tradicional.19 Las grandes edificaciones desaparecieron y las de dimensiones modestas adquirieron formas más rectas. Los testigos de la época señalaron la presencia de pequeños cobertizos sin distinción entre techo y paredes, así como de chozas rectangulares cubiertas por techos de dos pendientes similares a las de los colonos criollos.20 Aunque muchos de los rasgos de estas edificaciones formaban parte del repertorio nativo desde siglos atrás, la mayoría de estudiosos do por sentado que eran variaciones de viviendas de origen foráneo y, con-

La mayoría de edificaciones son obra del ingenio de los indígenas y, como tales, se consideran fruto de una arquitectura autóctona (fig. 3). Se trata de pequeños cobertizos a ras del suelo; casas de paredes altas y techos de cuatro vértices; y, por fin, edificaciones abiertas con un techo de una sola pendiente, todas construidas con materiales de origen vegetal. Los otros tipos minoritarios son préstamos modificados de la cultura de los colonos: habitaciones de plantas rectas, paredes altas y techos con una o dos vertientes, en las que predomina la madera aserrada y las láminas de zinc. También se halla una veintena de casas de muros de ladrillo, construidas con la ayuda de agencias gubernamentales y muy poco apreciadas por los indígenas. Por regla general, las casas están destinadas a servir de moradas y no se consideran escenarios para el ejercicio de la vida política o religiosa, aspecto que las diferencian de los templos y los salones comunales presentes en otras poblaciones indígenas. Los grupos residenciales suelen estar conformados por una pareja casada y sus hijos, aunque es frecuente encontrar otro tipo de parientes bajo el mismo techo. La vida se desarrolla alrededor de las construcciones a lo largo del día, y en su interior, durante la noche. Los hombres abren sus cultivos en las zonas aledañas y traba-

17 Brettes, “Chez les Indiens”, 461-465; Bolinder, “Die letzten Chimila-Indianer”, 205-211; Reichel-Dolmatoff, “Etnografía chimila”, 101. 18 Confróntese con Reichel-Dolmatoff, “Templos kogi”. 19 Niño Vargas, Ooyoriyasa, 50-56; Uribe Tobón, “Chimila”, 58. 20 Cardale Schrimpff, Techniques of Hand-Weaving, 128; Osorio Gallego, “Chimila”, 31.

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Figura 3. El paisaje arquitectónico actual. Una solitaria casa en el resguardo de Ette Butteriya. Ilustración realizada a partir de una fotografía del autor

jan en las haciendas vecinas como peones. Las mujeres pasan el día en el área inmediatamente adyacente velando por el bienestar de las huertas caseras y de los animales domésticos.

Las formas habitacionales contemporáneas La noción ette de casa, jaataka, remite a varias realidades. En una acepción general, designa a cualquier clase de vivienda, independientemente de su origen y características arquitectónicas. En una acepción más limitada, se refiere a una clase específica de habitación considerada prototípica. Además de este tipo particular, los ette reconocen como propias otras dos edificaciones: el cobertizo jukka y la garita jiiwaya.

La edificación más básica es el cobertizo jukka, expresión derivada de la denominación genérica de las palmas y con la que también se designa al techo. El nombre se ajusta muy bien a una construcción cubierta por completo con hojas de esta planta y que, en efecto, parece un techo puesto directamente sobre el piso (fig. 4). Se caracteriza por una planta ovalada; una estructura elíptica compuesta por postes inclinados llamados kajbri’; un largo caballete, denominado saakraya’; una cubierta de hojas de palmas que alcanza el suelo, también nombrada jukka; y una pequeña abertura lateral de entrada, conocida como jukkati’. En promedio, las edificaciones de este tipo alcanzan un tamaño de cuatro metros de largo, dos de ancho y uno y medio de alto. La principal función del cobertizo es

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Figura 4. El cobertizo jukka. Elementos arquitectónicos: a) kajbri: poste; b) saakraya’: caballete; c) jukka: cubierta; d) jukkati: puerta. Ilustración realizada a partir de una fotografía del autor

Figura 5. La casa jaataka. Elementos arquitectónicos: a) kajbri’: poste; b) juubra’: viga; c) kajbribri: cabio; d) saakraya’: caballete; e) jukka: techo; f) yagka’: pared; g) jukkati’: puerta; h) jaa’: desván. Ilustración realizada a partir de una fotografía del autor

Figura 6. Una garita jiiwaya’ utilizada como cocina al lado de una casa tradicional jaataka’. Elementos arquitectónicos: a) kajbri’: poste; b) juubra: vigas. Ilustración realizada a partir de una fotografía del autor

servir de dormitorio a una pareja, aunque también puede ser utilizado como almacén. Su virtud es la sencillez y la firmeza, puesto que puede ser levantado sin mayores esfuerzos y es indestructible frente los embates del viento. Su vida útil, empero, es breve y tiende a remplazarse con rapidez. Por su parte, la casa jaataka es la vivienda más valorada (fig. 5). A grandes rasgos, es un desarro-

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llo estructural del cobertizo jukka y, de hecho, es aquella que, por lo general, lo remplaza. Se caracteriza por una planta rectangular; una estructura compuesta por cuatro o seis postes bautizados kajbri’; un cuadrilátero de vigas horizontales, denominadas juubra; un techo de cuatro pendientes coronado por un caballete alineado con el eje este-oeste, y conocido con el término saakraya; unas paredes altas y sin ventanas que rodean la


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base, referidas con la expresión yagka; un grueso revestimiento superior hecho de hojas de palma, llamado jukka; una única entrada cubierta por telas u hojas de palma, referida como jukkati’; y, por fin, un plataforma de madera llamada jaa, emplazada en el techo para crear un espacio vacío a manera de desván y granero. El área de construcción varía entre cuatro y ocho metros de largo; tres y seis metros de ancho; y tres y cuatro metros de alto. La casa jaataka es multifuncional, lo que le permite servir a un mismo tiempo de habitación, cocina y estadero. Cuando el cerramiento de los muros es total, la función de dormitorio se acentúa; mientras que cuando es parcial, el área abierta se utiliza para cocinar y recibir invitados. La edificación es una de las más altas expresiones de la cultura indígena y es símbolo de la estabilidad y madurez del grupo familiar que la ocupa. El tercer y más simple tipo de edificación reconocida como propia es la garita jiiwaya’, nombre que denota la idea de “sombra proyectada” (fig. 6). Consiste en un conjunto de postes kajbri distribuidos en la periferia de un área rectangular, unidos por un armazón de vigas horizontales juubra y coronados por un techo de palma con una mínima inclinación. Por lo general, se dejan abiertas, pero hay quienes prefieren levantar paredes en uno de sus costados. A veces se erigen al lado de otras construcciones provistas de muros, de tal forma que uno de sus lados queda cubierto. Sus funciones son diversas e incluyen la preparación de alimentos y la recepción de invitados. Para la construcción de todas las edificaciones referidas se prefieren materias selváticas. El armazón está hecho de especies vegetales de durámenes sólidos, como los árboles briira’ (Platymiscium pinnatum), majna (Bulsinea arborea), tajna’ (Aspidosperma polyneuron) y tuugati (Astronium graveolens). Los techos se cubren con hojas de las palmas jukka ennaka (Sabal mauritiiformis) y rokkra’ (Attalea butyracea). Los muros, frecuentemente, se levantan con los tallos cortados de la caña tujga (Guadua amplexifolia) y la palma kaati’ (Bactris guineensis). Los amarres del armazón se realizan con las lianas kannigkrichaya (Macfadyena uncata y Melloa quadrivalvis). Ocasionalmente, también se emplean láminas de zinc, madera aserrada y clavos de hierro comprados en los pueblos cercanos.

La anatomía de la casa A pesar de haber pasado inadvertida para los investigadores que se interesaron en la arquitectura del grupo, la tan difundida concepción amerindia de la casa como persona no es ajena a los ette.21 Muchos indígenas sostienen que sus viviendas se parecen a los humanos y, por lo tanto, pueden ser objeto de una interpretación antropomórfica. Algunos van más allá y aseguran que, en efecto, son personas y, más exactamente, mujeres. Tal punto de vista concuerda con sus concepciones animistas del cosmos y, en concreto, con la noción según la cual la condición humana puede extenderse a los animales, a las plantas y a los objetos. La idea de la casa como persona defendida por los ette no es un vago paralelo. Antes bien, se cimienta en una serie de correspondencias puntuales entre elementos arquitectónicos y partes del cuerpo. Las relaciones que vinculan a unos con otros se formulan conscientemente y hacen parte del saber compartido (tabla 1). Las correspondencias sobre las cuales se funda la asociación entre casa y cuerpo son limitadas en número; pero forman un conjunto coherente. Todas son de orden metafórico: los elementos arquitectónicos se asocian a partes del cuerpo humano, por presentar una morfología semejante, cumplir funciones análogas o, bien, ocupar un lugar similar dentro del todo al cual pertenecen. El desván, situado en el extremo superior de la edificación, se identifica con la cabeza y el corazón. Las mazorcas de maíz que suelen almacenarse en este cuartillo completan el paralelo al ser asimiladas al alma, un componente anímico situado, precisamente, en las cavidades del corazón. Las equivalencias

Término ette

Elemento arquitectónico

Interpretación antropomórfica

Jaa’

Desván

Cabeza, corazón, corazón-alma

Jaataka’

Casa

Cuerpo

Jukka

Techo

Piel

Kajbri

Poste

Piernas

Kajbribri

Cabio

Piernas

Saakraya’

Caballete

Columna vertebral

Yagka’

Pared

Piel

Tabla 1. Interpretación corporal

21 Sobre la generalidad de la concepción de la casa como persona véase Carsten y Hugh-Jones, “Introduction”, 2.

La anatomía de la casa. Humanización y ciclo vital de la vivienda ette (Chimila). Juan Camilo Niño [ 69 ]


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continúan con el largo caballete que corona el techo, equiparado con una columna vertebral. Los postes rectos y los cabios inclinados emplazados en cada esquina de la construcción se perciben como extensiones del caballete y, en esa medida, se asemejan a piernas. Finalmente, la materia vegetal que recubre parcial o totalmente la estructura se asimila a la piel. Es posible restituir una última equivalencia corporal a través de una cadena de asociaciones. Los ette consideran que las viviendas y los frutos del calabazo (Lagenaria siceraria) hacen parte de una misma categoría de objetos, en virtud de varias características compartidas, como un cuerpo amplio y hueco al cual puede accederse por una única entrada. Ahora bien, los calabazos se llaman yumme, nombre del cual se deriva la expresión yummesu, “pequeño calabazo”, con la que se designan los vientres humanos. La denominación se aplica a los abdómenes de los dos sexos y, con mucha frecuencia, a los de las mujeres encinta. La casa resulta comparándose con un útero por ser un recinto cerrado con un único orificio de entrada y salida. Tal asociación no debería sorprender, pues es dentro de las viviendas donde generalmente ocurren los partos. Por lo demás, todo esto concuerda con las aseveraciones de muchos respecto a las cualidades femeninas de las casas. Una vez se delinea la imagen completa de un cuerpo dotado de alma, la interpretación antropomórfica de la casa cesa. Aparte de los mencionados, ningún otro componente arquitectónico se observa en términos anatómicos. La imagen resultante del conjunto de equivalencias pareciera ser la de una mujer agachada, pero los indígenas no ofrecen detalles.

El ciclo vital de la casa Las casas edificadas por los ette se transforman, a veces lentamente en el transcurso de varios años, a veces vertiginosamente en cuestión de unas cortas semanas. Sus ocupantes suelen levantarlas y desmantelarlas, ampliarlas y reducirlas, remodelarlas y abandonarlas constantemente. De ahí la aparente dejadez que un visitante apresurado puede percibir en los sitios de residencia, siempre rodeados de materiales de construcción y estructuras a medio acabar.

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Lejos de obedecer exclusivamente al desgaste natural de los materiales de construcción o a los caprichos de sus habitantes, las modificaciones a las que están sometidas las casas acusan un proceso típico de las entidades animadas. Las viviendas se conciben como personas y, como tales, son partícipes de un ciclo de crecimiento y deterioro análogo al que atraviesan los seres humanos con el nacimiento y la muerte. Más que realizaciones completas, acabadas y estáticas de un modelo ideal preconcebido, las edificaciones pareciera ser expresiones transitorias de un movimiento en curso, coordinado con los acontecimientos sociales que marcan la vida de sus ocupantes. El ciclo de vida de la casa comienza con la elección por parte de sus futuros dueños de un terreno adecuado para la construcción. Las labores suelen desarrollarse a lo largo la gran estación seca, entre diciembre y marzo, cuando es posible trabajar sin la interferencia de las lluvias. A los hombres les corresponde desyerbar el área, aprovisionarse de hachas y machetes, cortar la madera durante un periodo lunar decreciente y, por fin, levantar y amurallar la habitación. A las mujeres les queda la tarea de preparar los alimentos y las bebidas que mantendrán motivados a sus compañeros, así como estar prestas a ayudar ante cualquier déficit de fuerza masculina. En virtud de esta solidaridad sexual, tanto los hombres como las mujeres se consideran dueños de la habitación erigida. La primera habitación levantada suele ser un cobertizo jukka, lo que no es de extrañar dada su simplicidad (fig. 4). Dentro del ciclo arquitectónico, la edificación se asocia a un estado de inmadurez. El cobertizo es una forma habitacional elemental en la que están presentes todos los principios definitorios de la arquitectura indígena sin estar desarrollados plenamente por ejemplo, una base alargada, una cubierta hermética, una sola puerta de entrada y un armazón alineado con el recorrido del sol. Por esta razón, se concibe como una suerte de feto, compuesto únicamente por un espinazo del cual surgen unas incipientes extremidades, respectivamente encarnados por el caballete del techo y los postes que lo sostienen. Coincidiendo con todos estos rasgos, sus ocupantes conforman un grupo social naciente, como puede ser una pareja de muchachos deseosos de independizarse o, bien, una familia recién llegada a un lugar de residencia.


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El inaugural cobertizo jukka le cede su lugar a una casa jaataka, una vez sus ocupantes se afianzan en el terreno. La nueva edificación se levanta al lado de la antigua y, muy a menudo, encima de ella, rodeándola y conteniéndola. Muchos materiales se transfieren de una a otra durante la construcción. A primera vista, la operación parecería consistir en una simple sustitución, pero en realidad se trata de un proceso de crecimiento. Como pueden advertirse, la casa jaataka es un cobertizo jukka elevado del piso y dotado de paredes, por lo que su techo recuerda a su predecesor y, de hecho, lleva su mismo nombre (figs. 4 y 5). Asimismo, desde un punto de vista anatómico, la transición consiste en la evolución de un cobertizo fetal compuesto por un único espinazo, en una casa con un cuerpo acabado y en cuyo interior se esconde un corazón y un alma. La presencia de una casa jaataka, además, es, a los ojos de los ette, un signo de madurez de sus ocupantes y, concretamente, de la consolidación de los lazos matrimoniales y el aumento de la prole.

miento del grupo residencial. Paralelamente, se observa un empobrecimiento simbólico, señalado por la desaparición de elementos arquitectónicos asociados a partes del cuerpo, como los postes que representan las extremidades o el desván que acoge al alma.

La casa sigue creciendo mediante la construcción de edificaciones localizadas en sus cercanías. Una vez una familia concluye la vivienda que le servirá de dormitorio, no tarda en levantar una garita jiiwaya, destinada a las labores culinarias. Cuando ya está hecha, erigirá otra para pasar la tarde y recibir a los invitados. Dependiendo de los gustos y los progresos sociales, también puede ser levantado un pequeño corral para los animales domésticos o un par de sillas largas de madera para sentarse a conversar en la noche. El afán por construir nuevas habitaciones solo se ve frenado por la necesidad de mantener las ya existentes.

La casa no es un tema sobresaliente en la literatura consagrada a los ette, situación que contrasta con lo reportado entre otros pueblos indígenas cercanos en términos geográficos y lingüísticos.22 Las razones que explican este vacío remiten tanto a la austeridad general que caracteriza a la cultura del grupo como a los prejuicios de las investigaciones tradicionales, centradas en el tema. Por un lado, las viviendas construidas por los ette pertenecen al ámbito de lo profano y raramente figuran en el discurso mítico y la acción ritual, lo que dificulta la restitución de su dimensión simbólica. Por otro, los patrones de construcción han sufrido transformaciones relevantes, debido a la influencia foránea durante el último siglo, lo que frecuentemente ha desestimulado el examen de las prácticas arquitectónicas nativas.

La vitalidad de la casa declina tarde o temprano con advenimiento de ciertos acontecimientos. La edificación decae a medida que sus habitantes adultos envejecen y los jóvenes se marchan a otros lugares. La casa jaataka empieza a lucir descuidada, las garitas jiiwaya se desploman y, en casos más extremos, todas las habitaciones son remplazadas por un sencillo cobertizo jukka, mucho más fácil de mantener y perfecto para alojar a dos débiles ancianos. La vivienda sufre un proceso regresivo manifiesto en un deterioro material, una simplificación estructural y un desmembra-

El fin de la casa también puede ser abrupto. El fallecimiento de uno de sus dueños está seguido de su abandono o, lo que es lo mismo, de su muerte. La estrecha asociación entre la desintegración de las casas y sus constructores queda evidenciada por la existencia de una sola palabra para designar ambos eventos: gijna’a, (morir). De acuerdo con normas tradicionales de muy vieja data, los jefes de hogar fallecidos deben ser enterrados en el centro de la habitación. Inmediatamente después, la construcción se deja a merced de las malas yerbas y los sobrevivientes se dan a la tarea de buscar refugio entre familiares lejanos.

Conclusión y síntesis

En cualquier caso, ni la profanidad de la casa ette, ni su inevitable sujeción a las vicisitudes históricas, deben tomarse como un signo de simplicidad. La ausencia de mitos y ritos en torno a las viviendas, así como su actual similitud con aquellas construidas por la población campesina, se encuentran compensadas por una arquitectura conceptual rica y profunda. Las edificaciones hechas

22 González Chaves y González Vásquez, La casa cósmica talamanqueña; Margery Peña, Mitología de los bocotás; ReichelDolmatoff, “Templos kogi”.

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por los indígenas son el resultado de un saber tan técnico como simbólico, ejemplificado en la equiparación de la vivienda con una persona, así como en el establecimiento de una serie de correspondencias entre elementos arquitectónicos y partes del cuerpo. Un examen más calmado, sin duda, también habría sacado a flote otras dimensiones tan interesantes como la expuesta. En ese sentido, antes que por la pobreza, la interpretación antropomórfica de la casa propuesta por los ette está marcada por la mesura. Cuando se compara con las documentadas en otros grupos amerindios, parecieran encontrarse en algún punto entre dos polos caracterizados por la opulencia y la exigüidad. Por un lado, es menos sofisticada que las elaboradas por pueblos en los cuales la casa se sacraliza, las viviendas se consideran humanos plenos y a cada componente arquitectónico se le asigna una parte del cuerpo humano.23 Por otro, es mucho más completa que las presentes en sociedades cuyos miembros se contentan con establecer algunos símiles entre elementos arquitectónicos y anatómicos, sin que se derive claramente de su sumatoria la efigie de un cuerpo humano.24 Lo que pareciera preocuparle a los ette es, entonces, integrar la casa a su universo animista mediante una analogía fuerte con las personas y una serie suficiente, mas no exhaustiva, de correspondencias entre armazón y cuerpo. Aunque las asociaciones no ponen en juego más que una tercera parte del total de componentes distinguidos de una edificación, y una proporción mucho menor de los reconocidos para el cuerpo, se integran en un todo coherente y dejan entrever la imagen acabada de una persona. La casa resulta ser algo más que la simple suma de sus partes: es un organismo dotado de humanidad, con un cuerpo y un alma propios y, por lo tanto, en pie de igualdad con muchos de los seres del cosmos. De igual manera, se considera una entidad cambiante, sometida a los procesos de nacimiento, crecimiento, deterioro y muerte por los que atraviesan los hombres y las mujeres que las ocupan.

Las dos alternativas entre las cuales se debate la actual antropología de la casa encuentran, así, un punto de coincidencia en el pensamiento de un pequeño grupo indígena del norte de Colombia. Las viviendas construidas y habitadas por los ette son el resultado de un conjunto inextricable de saberes técnicos y simbólicos, gracias a los cuales adquieren características humanas y rasgos corporales. La humanidad y corporalidad concedida a las edificaciones es tomada con entera seriedad por sus constructores, quienes en muchos sentidos las observan y tratan como entidades relativamente autónomas y dinámicas. Como la mayoría de seres animados del universo, pasan por un estado fetal, crecen hasta desarrollar un alma y, finalmente, mueren y son olvidadas. Los ette, de este modo, funden de manera novedosa nociones como casa y persona, cuerpo y estructura, arquitectura y anatomía, vida útil y ciclo vital.

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23 Guyot, “La maison des Indiens”, 160-166; Karadimas, La raison du corps, 369-393; Reichel-Dolmatoff, “Templos kogi”, 210212. 24 Descola, La nature domestique: 148-151; Surrallés, Au cœur du sens, 83-89. Debe notarse que este también es el caso de los campesinos establecidos en las cercanías del territorio ette.

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dearq 19. ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia Ethnography as a design tool to develop the Ingakunapa Iachaikudiru Wasi architectural project – The Inga Cultural Center in Cucuta, Colombia A etnografia como ferramenta de desenho para a elaboração da proposta arquitetônica Ingakunapa Iachaikudiru Wasi — Casa de aprendizagem Inga, em Cúcuta, Colômbia Recibido: 17 de febrero de 2015. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 28 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.07 Artículo de reflexión

Este artículo expone el resultado del proyecto de grado en arquitectura Pasantía de apoyo a la comunidad indígena inga de Cúcuta para el diseño arquitectónico de la Casa de Aprendizaje Inga, realizado por las autoras y dirigido por el Arq. Ramiro Vargas Hoyos. Con él obtuvieron la distinción de proyecto de grado laureado en la Universidad Francisco de Paula Santander, Cúcuta.

Resumen Esta investigación tuvo como punto de partida resaltar los valores de la comunidad inga de Cúcuta como punto fundamental del proyecto. Se utilizó la etnografía como método de investigación para estudiar, analizar e interpretar la forma de vida de la comunidad y, a su vez, realizar el acercamiento directo hacia la comunidad, con el objetivo de determinar la función de la propuesta arquitectónica, las necesidades espaciales que hicieran parte de su cosmovisión y la simbología cultural. Palabras clave: etnografía, cultura inga, comunidad indígena, indígena urbano, espacio de aprendizaje inga.

Abstract This research begins by highlighting the values of the Inga community from Cúcuta, which are the critical pillar of the project. Ethnography was used as a research method to study, analyze, and interpret the community’s way of life. The purpose of this is to ascertain the role of the architectural project, the spatial needs that made up their world view, and their cultural symbolism. Key words: Ethnography, Inga Culture, Indigenous community, Urban Indigenous peoples, Space for learning about Inga culture.

Resumo Esta pesquisa tem como ponto de partida ressaltar os valores da comunidade Inga de Cúcuta (Colômbia) como suporte fundamental do projeto. Utilizou-se a etnografia como método de pesquisa para estudar, analisar e interpretar a forma de vida da comunidade e, por sua vez, realizar a aproximação direta à comunidade com o objetivo de determinar a função da proposta arquitetônica, as necessidades espaciais que fizeram parte de sua cosmovisão e a simbologia cultural. Palavras-chave: etnografia, cultura Inga, comunidade indígena, indígena urbano, espaço de aprendizagem Inga.

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Elsa Rocío Quintana Parra 

rociopq618@gmail.com

Lisbeth Carolina Hilarraza Mansilla 

lishilarraza@gmail.com

Este artículo expone el resultado del proyecto Pasantía de apoyo a la comunidad indígena inga de Cúcuta para el diseño arquitectónico de la Casa de Aprendizaje Inga, realizado por las autoras y dirigido por el Arq. Ramiro Vargas Hoyos, Departamento de Arquitectura, Facultad de Educación, Artes y Humanidades, de la Universidad Francisco de Paula Santander, Cúcuta, Colombia.

Introducción En el abordaje del proyecto se tuvo en cuenta que el fortalecimiento de la identidad de las comunidades indígenas se compone de los siguientes ejes: “primero, la defensa de la tierra y del régimen comunal; segundo, la defensa del derecho a gobernarse por sus propias autoridades y bajo sus propias normas de vida y tercero, el derecho a mantener y ejercer sus propias manifestaciones culturales. ‘Tierra, autonomía y cultura’”.1 Además, se tuvo en cuenta que la condición de indígenas urbanos, causada por fenómenos sociales que los ha desplazado2 hacia las ciudades capitales, como principales focos receptores, ha hecho que se vean vulnerables los ejes mencionados. La situación anterior se ha convertido en una dinámica de constante migración, tal como lo demuestran los censos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística. En 1993, el censo hablaba de 60.188 indígenas urbanos; mientras en el del 2005 mencionaba a 298.219. De este modo, una comunidad indígena como la inga, que es originaria del departamento del Putumayo, se ha desplazado a otras ciudades del país,3 como Cúcuta, donde se enfrentan a la aculturación,4 caracterizada por la pérdida de sus costumbres y demás manifestaciones tradicionales, a causa de la necesidad de adaptarse a la dinámica urbana.

La propuesta arquitectónica se desarrolló a partir de una serie de requerimientos que se fueron obteniendo del acercamiento a la comunidad; en este caso, la etnografía fue el medio para obtener las pautas de diseño, que fueron tomando forma a medida que se utilizaban y se integraban a los nuevos espacios. Para ello se analizaron diferentes ámbitos que dieron argumentos a la situación actual de la comunidad y su comportamiento. Además, se consideró la relación de los ingas con su espacio ancestral, como foco articulador y eje estructurante del proyecto. La etnografía brinda un recorrido por medio del cual la idea del proyecto arquitectónico se va concretando en la medida en que se llega a comprender los valores de la comunidad y, de esta manera, la función del proyecto va encontrando sentido. La investigación tuvo como objetivo desarrollar una propuesta arquitectónica que represente la cosmovisión de la comunidad de la ciudad de Cúcuta.

Metodología Inicialmente, y con el fin de aproximarse a un conocimiento de la comunidad, se recopiló y analizó información que diera una clara idea de la cultura inga, teniendo en cuenta desde la historia de la etnia hasta la conformación de la comunidad en la ciudad; esta última estudiada por medio del documento Plan de vida.5

1

Sánchez Gutiérrez y Molina Echeverri, Documentos para la historia del movimiento indígena, 15.

2

En Colombia, esta etnia está compuesta por 88 pueblos indígenas que representan, según el censo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística del 2005, 1.392.623 indígenas, es decir, 3,4 % de la población.

3

Los desplazamientos iniciaron alrededor de los años treinta, principalmente por la guerra contra Perú y la colonización militar.

4

El concepto de aculturación fue tomado desde el punto de vista de la antropología y hace referencia a procesos culturales.

5

Plan de vida constituye un modelo que propicia el desarrollo de la comunidad y el fortalecimiento de su identidad cultural. Este fue aprobado para los ingas de Cúcuta por la Gobernación de Norte de Santander, en el 2012.

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia. Elsa Rocío Quintana, Lisbeth Carolina Hilarraza [ 75 ]


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Luego se realizó el primer acercamiento de forma indirecta como espectador al acto ancestral Atún Puncha o Carnaval del Perdón, en Cúcuta, con la idea de confrontar los conocimientos adquiridos. Finalmente, la interacción se dio por medio de la observación directa, la observación participante, la entrevista abierta y la historia de vida, que proporcionaron información determinante para describir, analizar e interpretar su forma de vida, entender su condición de indígenas urbanos, captar el sentido de su cultura y conocer el pensamiento tanto de los ingas que proceden del Putumayo como el de las nuevas generaciones de ingas en Cúcuta.

Resultados Con el análisis de toda la información recopilada se obtuvo una visión global, compuesta por la perspectiva externa y el punto de vista de los miembros. De esta manera, la información documental y el trabajo de campo determinaron las características más relevantes de la comunidad y su cultura, que llegan a ser factores importantes para la creación de líneas temáticas que permiten estructurar los espacios y la función. Según investigaciones, la cultura inga desciende de comunidades integrantes del imperio inca de Perú.6 Su apelativo (ingas) proviene de la variante del inca, e históricamente proceden de Pichincha, Ecuador, territorio que fue parte de la última expansión inca. Su familia lingüística es el quechua y posee numerosas variantes a lo largo de los Andes. Se representa principalmente por medio de los siguientes aspectos: • Festividad más importante: Atun Puncha o Carnaval del Perdón.7 Se realiza a mediados de febrero o primeros días de marzo para dar inicio a cada año. Es un tiempo de reconciliación que simboliza cómo los indígenas se defendieron de los ataques de los colonizadores por medio de máscaras que muestran diversas expresiones. • Rito espiritual: yagé. Hace parte del sistema médico tradicional. Es dirigido por yacha runa

(hombre sabio). Además, es la forma de acceder a la visión del cosmos y tiene como finalidad alcanzar la salud y la armonía. • Medicina tradicional: compuesta por más de 67 especies de plantas. Utilizadas por el yacha runa (hombre sabio). Estas provienen del agroecosistema chagra, que es el lugar donde se cultivan las plantas, sean alimenticias o medicinales. • El arte inga: artesanal. Es una labor artesanal utilizada de forma artística, ceremonial y recreativa. Se expresa en canastos, cestos, talla en madera, enseres domésticos y tejidos. En los tejidos sobresale el chumbe como elemento representativo. La comunidad llegó a la ciudad de Cúcuta, aproximadamente, a mediados de la década de los setenta, y según el censo del 2011, realizado por la Fundación Acción Norte, está conformada por 237 ingas, de los cuales 77 son provenientes del Putumayo (32 %) y 240 nacieron en Cúcuta (68 %). Según la edad, el 24 % está entre los 6 y los 15 años, y el 23 % se ubica entre los 16 y los 25 años. La mayoría de la población se ubica en la comuna 9 y en los barrios Los Alpes, 28 de Febrero, San Miguel, Bogotá y Toledo Plata (figs. 1 y 2). Las artesanías representan su cultura y hacen parte de su estructura socioeconómica, por lo que les enseñan a las nuevas generaciones dichos conocimientos en sus núcleos familiares. Como indígenas urbanos, los ingas tienden a reunirse para sentirse identificados como comunidad (fig. 3) y se caracterizan por su interculturalidad.8 A pesar de estar dispersos en la ciudad, reconocen la comuna 1 (centro) como lugar de encuentro tanto para participar o llevar a cabo actividades y para vender sus productos artesanales o medicinales. Sin embargo, no cuentan con un espacio adecuado para su desarrollo cultural, lo que dificulta la integración y debilita la apropiación por parte de las nuevas generaciones. Cuando los miembros de la comunidad realizan su mayor festividad, utilizan la vestimenta tradicional, representada en su mayoría por adultos.

6

Ministerio del Interior, Plan salvaguarda del pueblo inga, 23.

7

Actualmente, este Carnaval fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, en el 2012.

8

Proceso de interacción e integración entrevarias culturas de forma igualitaria y respetuosa.

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Figura 1. Ubicación de la población inga de Cúcuta por comunas. Fuente: elaboración propia

Figura 2. Ubicación de la población inga de Cúcuta por barrios. Fuente: elaboración propia

Figura 3. Forma de integración de la comunidad inga de Cúcuta. Fuente: elaboración propia

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia. Elsa Rocío Quintana, Lisbeth Carolina Hilarraza [ 77 ]


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Figura 4. Celebración del carnaval inga en Cúcuta: realización en el Parque Santander, 2013. Fuente: elaboración propia

Figura 5. Ubicación de la comunidad inga en Cúcuta, con base en información obtenida del censo realizado por la Fundación Acción Norte de Cúcuta, 2011. Propuesta de ubicación y selección del sector para el proyecto arquitectónico. Fuente: elaboración propia

Figura 6. Análisis de determinantes del sector: vías-nodos, usos de suelo y espacio público, respectivamente. Fuente: elaboración propia

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Figura 7. Propuesta urbana para el sector y su desarrollo. Fuente: elaboración propia

La población joven reconoce su vestimenta tradicional y en su imaginario tienen presente un lugar de encuentro, además utilizan su lengua indígena. La anterior información da como resultado las siguientes líneas temáticas, cuyo objetivo es fortalecer las tradiciones y responder al problema de la aculturación, entendida como la pérdida de conocimiento sobre algunas actividades tradicionales y su situación de segregación en la ciudad: • Línea del cabildo. Responde a la necesidad de la comunidad de tener un espacio de reunión para desarrollar sus expresiones culturales y llevar a cabo proyectos. • Línea de aprendizaje. Es el espacio donde convergen las actividades tradicionales que se enseñan de generación en generación, como lo es el tejido y la talla de madera. • Línea de actividad tradicional. Lugar que representa la chagra inga compuesta por sus plantas medicinales, teniendo en cuenta el proceso del semillero y el herbolario. • Línea etnografía: espacio del material bibliográfico relacionado con la comunidad y su cultura. El proyecto arquitectónico se estructuró teniendo en cuenta la cultura inga y la forma de integración de la comunidad inga de Cúcuta. A partir de esta información se planteó su ubicación y desarrollo arquitectónico (fig. 4). Ubicación del proyecto La intención fue visibilizar a la comunidad inga en el contexto urbano. Se tomó, entonces, como punto de partida un sector reconocido por la co-

munidad que se relacionara con la dinámica institucional y cultural de la ciudad de Cúcuta. Así, se ubicó Puente Barco, un barrio que queda en la Comuna 10, pero que se encuentra próximo a la comuna 1, la cual aglomera una fuerte actividad comercial, educativa y cultural. Se implantó con la idea de integrar el uso del proyecto a las dinámicas existentes en el sector, por medio de la articulación de espacios públicos que se relacionan con los ya existentes. De esta manera, se propuso un planteamiento urbano acorde a las necesidades y relacionado con la identidad de la cultura inga (figs. 5, 6 y 7). Conceptualización La exploración se enfocó en el espacio ancestral inga y en el chumbe, como representación del tejido tradicional. Este último está compuesto por dos elementos: el tambo y la chagra. El primero significa refugio y es el espacio de interacción interna; la chagra significa huerta, y es el espacio de interacción externo. Se utilizan estos dos elementos espaciales para generar una composición que parte de un eje que organiza el espacio y toma en cuenta el elemento vegetal que estructura las actividades (figs. 8 y 9). El chumbe, como tejido tradicional de la cultura inga, es una forma de escritura ancestral. En ella se cuentan historias a través de símbolos. A partir de ellos se crea un proceso de decodificación que se basa en la geometría de los diseños con la intención de crear un elemento envolvente que le diera un carácter simbólico al proyecto (fig. 10). Cada espacio se relacionó con la cosmovisión inga, de la siguiente manera:

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia. Elsa Rocío Quintana, Lisbeth Carolina Hilarraza [ 79 ]


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Figura 8. Exploraciรณn del espacio sagrado inga: el tambo y la chagra. Fuente: elaboraciรณn propia

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Figura 9. Exploración del espacio sagrado inga: el tambo y la chagra. Fuente: elaboración propia

Figura 10. Exploración del tejido tradicional inga: el chumbe. Fuente: elaboración propia

• Yachajpa chagra (chagra sabia): espacio para lo vegetal, lugar donde se cultivan plantas medicinales que son la base de la medicina tradicional. Conformado por: semillero, el lugar donde inicia la plantación de semillas y donde crecen las plantas a una determinada altura; herbolario, un espacio para la manipulación de las plantas y para realizar las actividades de limpiado, secado y embazado; y jardín inga, lugar que contiene las plantas tradicionales ingas, que corresponden al clima cálido.

lar de pedal, telar de mesa y telar de cintura); kungaiachii suyu, lugar de muesca o talla de madera; y kuichi suyu, lugar del arco iris, de lectura, destinado a ubicar la información relacionada con la cultura inga.

• Uigsa kutey suyu (lugar de la familia): es un símbolo utilizado en el chumbe, significa estómago de mujer y simboliza el seno familiar. Espacio para la reunión de toda la comunidad. • Puncha suyu (lugar de día): simboliza el poder del pensamiento y la palabra como medios para transmitir el conocimiento. Conformado por awaska suyu, lugar de tejido, donde se ubican los diferentes tipos de telares (te-

Desarrollo arquitectónico Los espacios se configuraron según su grado de importancia y la función que cumplen. Se determinó ubicar en el primer nivel las actividades de mayor uso-capacidad, y en el segundo, las de menor afluencia; además, se estructuraron con base en un espacio como eje articulador que se conecta a otros. El acceso al proyecto se demarcó por una plaza que se relaciona con otros espacios públicos y en su interior se crearon dos recorridos: el primero llega al lugar de encuentro y a la chagra; al segundo se accede por medio de una rampa que llega a los espacios de aprendizaje de actividades tradicionales (figs. 11 y 12).

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia. Elsa Rocío Quintana, Lisbeth Carolina Hilarraza [ 81 ]


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Figura 11. Planos arquitectónicos y zonificación para la Casa de Aprendizaje Inga. Fuente: elaboración propia

Figura 12. Cortes del proyecto de la Casa de Aprendizaje Inga. Fuente: elaboración propia

El proyecto se conformó teniendo en cuenta las líneas temáticas: el espacio para la reunión de la comunidad y el espacio para el aprendizaje de actividades tradicionales (tejido o talla de madera). Para la primera se planteó la estructura apropiada para utilizar al máximo el espacio y se diseñó un sistema modular que funciona como cerramiento y contiene el mobiliario necesario para usarse de acuerdo con las diversas actividades. Para la segunda se creó un recorrido por medio de la rampa, que contiene una textura simbólica que se relaciona con el tejido inga y se diseñaron

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paneles que funcionan como cerramiento para cada espacio (fig. 13). La fachada se compone principalmente de dos elementos: uno, que rodea tanto la chagra sabia, el lugar de lectura, como el de tejido, y otro, que sirve de cerramiento para el lugar de enmascarados y el de tallado. Estos se basan en estructuras modulares que permiten el acceso de la luz para generar una dinámica visual en su interior y funcionar como sistema de ventilación natural (figs. 14 y 15).


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Figura 13. Fachadas del proyecto Casa de Aprendizaje Inga. Fuente: elaboración propia

Figura 14. Maqueta del proyecto Casa de Aprendizaje Inga. Fuente: elaboración propia

Figura 15. Imágenes 3D del proyecto Casa de Aprendizaje Inga. Fuente: elaboración propia

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia. Elsa Rocío Quintana, Lisbeth Carolina Hilarraza [ 83 ]


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Conclusiones

Bibliografía

El espacio cultural, como representación de la identidad de una sociedad, reconoce, identifica y valora tanto las tradiciones ingas como todos los aspectos característicos que pueden llegar a crear una plataforma para las nuevas generaciones. Estos espacios surgen por la necesidad de establecer lazos que orienten y conecten a símbolos, con el fin de crear una memoria colectiva. Por ende, la arquitectura inga crea experiencias corporales para que, de forma individual o conjuntamente, aporten un sentido cultural al ser humano.

1. Arango Ochoa, Raúl y Enrique Sánchez Gutiérrez. Los pueblos indígenas de Colombia en el umbral del nuevo milenio. Bogotá: Departamento Nacional de Planeación de Colombia, 2004.

Los pueblos indígenas hacen parte de esta nación pluriétnica y multicultural que define a Colombia. Esta diversidad es un patrimonio inmaterial que debe salvaguardarse, porque fortalece los valores humanos y hace parte de su desarrollo sostenible. Así mismo, las comunidades de indígenas urbanos buscan conservar su riqueza cultural, por medio del reconocimiento y de la protección, para integrarla y proyectarla en la sociedad. Los ingas, como comunidad indígena de Cúcuta, se caracterizan por la interculturalidad, impulsada por su espíritu viajero, el comercio de la medicina tradicional y las artesanías. Este hecho hace que recorran varios lugares. En el contexto urbano venden sus productos y se relacionan con otras culturas y se mantienen unidos por medio del cabildo. Los resultados de la etnografía como método investigativo para el desarrollo arquitectónico aportan la riqueza cultural de identidad y de valores que requiere un proyecto, porque determinan factores de diseño y de función, acordes a los requerimientos de la comunidad estudiada. El proyecto la Casa de Aprendizaje Inga fue una propuesta que tomó como base la investigación etnográfica, el análisis de la comunidad inga en Cúcuta, el estudio de las necesidades espaciales y la relación simbólica con la cultura. Este proyecto fue un avance relevante encaminado al estudio y al reconocimiento de la cultura inga en Cúcuta, proceso que, desde diversas disciplinas, continuará generando aportes.

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2. Bessolo Velásquez, Sebastián. “Inganas bogotanas: líderes, educadoras y cabildantes”. Tesis de pregrado, Universidad del Rosario, Colombia, 2012. 3. Comité de Investigaciones y Desarrollo Científico, Instituto de Desarrollo Científico, Fondo FEN y Universidad Nacional de Colombia. “Etnia inga”. En Visiones del medio ambiente a través de tres etnias colombianas, 19-27. Bogotá, 1998. 4. Departamento Administrativo Nacional de Estadística. Colombia: una nación multicultural. Bogotá, 2007. 5. Friedemann, Nina S. de. “Sibundoyes e ingas, sabios en medicina y botánica”. En Herederos del jaguar y la anaconda, editado por Jaime Arocha y Nina S. de Friedemann. Bogotá: Carlos Valencia, 1985. http://www.banrepcultural.org/node/19055 6. Guevara Corral, Rubén Darío. La mujer inga: proyección histórica, genérica y de identidad cultural. Bogotá: Rivas Moreno, 1997. 7. Instituto Colombiano de Antropología. Introducción a la Colombia amerindia. Bogotá: Ministerio de Educación nacional, 1987. 8. Isidoro, Jojoy. Reglamento interno del cabildo indígena de Bogotá. Bogotá: Latinoamérica, 2004. 9. Jacanamijoy Chasoy, Edgar y Lizbeth Bastidas Jacanamijoy. “Estudio sobre los simbolismos en las manifestaciones artísticas visuales de la comunidad indígena inga de Santiago, Putumayo”. Revista Educación y Pedagogía, n.º 62 (2012): 174-183. 10. Jacanamijoy Tisoy, Benjamín. Chumbre: arte inga. Bogotá: Ministerio de Gobierno, Dirección General de Asuntos Indígenas, 1993. 11. Jacanamijoy Tisoy, Benjamín. “Kaugsay suyu yuyay: lugar, vivir, pensar conceptos de la tradición Inga sobre territorio”. En Espacio y territorio razón pasión e imaginarios, 189- 202. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2001. 12. Ministerio del Interior de Colombia. Plan salvaguarda del pueblo inga. Bogotá, 2013. 13. Preciado Beltrán, Jair. “Territorio, colonización y diversidad cultural en el alto Putumayo”. Revista Colombia Forestal, n.º 16 (2003): 110-120.


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14. Pérez Orozco, Carlos Enrique. Ingamanda parlu: estrategia de resistencia bilingüe. Cali: Universidad Icesi, 2007. 15. Rodríguez Echeverry, John James. “Uso y manejo tradicional de plantas medicinales y mágicas en el Valle de Sibundoy, Alto Putumayo, y su relación con procesos locales de construcción ambiental”. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, n.º 132 (2010): 309326. 16. Sánchez Gutiérrez, Enrique y Hernán Molina Echeverri. Documentos para la historia del movimiento indígena colombiano contemporáneo. Bogotá: Ministerio de Cultura, 2010. 17. Suárez Guava, Luis Alberto. “El tiempo entre los inga de Bogotá: una experiencia etnográfica”. Tesis de pregrado, Universidad Nacional de Colombia, 2003. 18. Sinigüí Ramírez, Sabinee Yuliet. “¿Es posible ser indígena en la ciudad?: sobre estudios indígenas y afrocolombianos. Memoria personal”. Revista de Educación y Pedagogía, n.º 49 (2007): 199-214. 19. Villamil Rojas, Yamile. “Visiones mágicas: colores de identidad. Investigación creación sobre el color en la cultura inga del Valle del Sibundoy”. El Artista: Revista de Investigaciones en Música y Artes Plásticas, n.º 8 (2011): 153-175. https://dialnet.unirioja. es/servlet/articulo?codigo=3762966

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia. Elsa Rocío Quintana, Lisbeth Carolina Hilarraza [ 85 ]


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1. Las Margaritas, Centro Ejidal 2. Centro de Desarrollo Infantil El Guadual 3. La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado 4. Kipará Té: etnoaldea turística embera

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Arquitectura y antropología: Proyectos Eduardo Mazuera Nieto En ocasiones, resulta necesario recordar que la arquitectura no solamente es para la gente, sino también de la gente. Con frecuencia, sucede que muchos proyectos arquitectónicos simplemente no contemplan las necesidades, las perspectivas y las expectativas particulares de quienes, en última instancia, serán los usuarios y habitantes de su concepción materializada. Estos “clientes”, o supuestos “beneficiarios”, de numerosos proyectos son mantenidos al margen del proceso de diseño o, en el mejor de los casos, son simplemente informados de las decisiones ya tomadas, bajo la convicción paternalista y arrogante de quienes creen saber lo que el “otro” necesita y no es capaz de identificarlo ni caracterizarlo. Y cuando la obra termina, los arquitectos y constructores se marchan y los nuevos habitantes llegan; estos finalmente pueden decir “ahora sí vamos a hacer las cosas como deben ser”. Cuando las obras arquitectónicas pretenden servir a una comunidad, es un error no involucrar a las personas afectadas por dicho proyecto en el proceso de su formulación, diseño e, incluso, construcción. La concertación sobre un diseño, entre arquitecto y comunidad, no es fácil y, por lo general, resulta más dispendiosa y complicada que simplemente saltarse ese paso. Sin embargo, mediante la participación activa, constante y diversa de la comunidad, se puede garantizar un mayor éxito para el proyecto, que prescindiendo de ella. Es posible identificar una serie de principios de diseño para proyectos arquitectónicos que sirven de guía en este proceso de concertación.1 Para comenzar, el proyecto debe ser de amplia relevancia para la comunidad, que lo encuentre interesante y factible, en un momento adecuado o “ventana de oportunidad” que cuente con el apoyo de individuos e instituciones de la sociedad local y de los ámbitos regional, nacional o internacional. Las contraprestaciones que ofrezca la misma comunidad ayudan a fortalecer el compromiso de esta con el proyecto. La propuesta arquitectónica también debe caracterizarse por su sencillez, en la medida en que se adapte de manera recursiva al lugar y las condiciones del contexto en su materialidad y técnica constructiva. Su desarrollo debe planearse por etapas acotadas y manejables, empezando por algo pequeño que pueda escalar y complementarse con el tiempo, siempre teniendo conciencia de las consecuencias que cada avance pueda acarrear. Ante todo, el diálogo respetuoso, equitativo e incluyente es imprescindible para que todos participen efectiva y satisfactoriamente en el proceso. Para este número de la revista Dearq, dedicado a la relación entre arquitectura y antropología, se presenta una selección de proyectos que se formularon bajo premisas similares a las ya descritas. Se trata de casos recientes, tres colombianos y uno mexicano, donde el protagonismo de los arquitectos pasa a un segundo plano y es la comunidad la que se destaca por su creación.

1

Nociones elaboradas por el doctor antropólogo Santiago Giraldo, editor invitado de este número de Dearq, presentadas en la conferencia para los estudiantes de la materia Análisis Unidad Colombia, el día 28 de octubre de 2016.

Las Margaritas. Centro Ejidal. San Luis de Potosí, México, 2013 [ 87 ]


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Las Margaritas, Centro Ejidal Diseño: Taller de Operaciones Ambientales (TOA) y Dellekamp Arquitectos San Luis de Potosí, México, 2013 Fotografías: Derek S. Dellekamp González Ulloa

Con el propósito de fortalecer la organización ejidal de la comunidad Las Margaritas, en San Luis Potosí, el Taller de Operaciones Ambientales invitó a la firma Dellekamp Arquitectos para la realización conjunta de un centro comunitario, cuya premisa fue la participación activa de los miembros de la comunidad. Desde el principio, mediante la convocatoria y realización de talleres participativos, se identificó el interés por generar un espacio neutral para el diálogo entre los habitantes del lugar, donde pudieran discutir los asuntos de su organización social y proyección a futuro. De estos talleres surgió el Acuerdo de vida o plan integral para “mejorar la vida de las familias y la salud de la naturaleza”, que tiene como centro de atención el funcionamiento del Centro Ejidal, como eje de ordenamiento. En torno a esta entidad, gira la familia y las labores que cada miembro desempeña, seguidos por la construcción apropiada y mejoramiento de sus viviendas. A continuación viene la producción de alimentos derivados de la agricultura y ganadería, propios de la pequeña escala que maneja esta comunidad, adaptada a las condiciones ambientales extremas del desierto. Y rodeando todo lo anterior, está el conocimiento que tienen de su propia sociedad y la relación con el entorno. Los participantes de estos talleres pidieron la construcción de una sala para reuniones y fiestas, un espacio para la instalación de una biblioteca y computadores con acceso a internet, una tienda para poder vender los artículos producidos por ellos en la Asociación Flor del Desierto, así como un campo para el cultivo de un jardín. La materialización de estas ideas resultó en un espacio central de reunión, de forma circular con gradas consumidas en el suelo, bajo la sombra tamizada de una pérgola octogonal, abierto en todas direcciones, pero rodeado de los volúmenes rectangulares de las demás dependencias que lo protegen de los fuertes vientos del desierto. Se emplearon las técnicas constructivas tradicionales de la región, con lo cual se buscó mitigar el impacto ambiental de la obra y a la vez capacitar a la población en el mantenimiento y mejoramiento de sus propias viviendas. Fuente: información suministrada por Dellekamp Arquitectos.

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Planta general del proyecto. Espacio central de reunión.

Las Margaritas. Centro Ejidal. San Luis de Potosí, México, 2013 [ 89 ]


dearq 19. ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGร A

Talleres con la participaciรณn de la comunidad.

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Las Margaritas. Centro Ejidal. San Luis de Potosí, México, 2013 [ 91 ]


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Lugares de juego, encuentro e intercambio social.

Cortes del proyecto.

[ 92 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotรก, pp. 88-93. http://dearq.uniandes.edu.co


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Fachadas del proyecto. Vista general del proyecto.

Las Margaritas. Centro Ejidal. San Luis de Potosí, México, 2013 [ 93 ]


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Centro de Desarrollo Infantil El Guadual Diseño: Daniel J. Feldman Mowerman e Iván Darío Quiñónez Sánchez Villa Rica, Cauca, Colombia, 2013 Fotografías: Iván Darío Quiñónez Sánchez

En una región profundamente afectada por el conflicto armado, donde el riesgo y la incertidumbre son aspectos de la memoria reciente, este proyecto se preocupó por atender las necesidades de los niños, que son las víctimas más vulnerables. Se realizaron talleres de diseño participativo con niños, adolescentes, madres comunitarias y líderes de la sociedad, que identificaron la importancia de fomentar en los miembros más jóvenes de la población la capacidad de juzgar situaciones con criterio y seguridad para tomar decisiones. Esto se evidenció ante el beneficio que ofrecían los hogares comunitarios a los niños, al permitirles deambular por los espacios, en lugar de quedarse confinados a un aula mucho más limitante. Por otro lado, todos reconocen la importancia del manejo responsable del agua y la energía, de la valoración de espacios culturales y recreativos públicos y hasta la atención a los peinados muy elaborados, que se han vuelto una tradición. A partir de estos talleres comunitarios se pudieron enumerar las principales necesidades que el proyecto podría resolver, como el aprovechamiento del agua, el uso de la guadua en la construcción, la instalación de un teatro de cine y un escenario para el concurso de peinados. En general, una conclusión fue la de generar un sentido de pertenencia en la comunidad. Diversas entidades contribuyeron a este proyecto del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entre las cuales se destacan la Presidencia de la República de Colombia, la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia, la Alcaldía Municipal de Villarrica, la Embajada de Japón en Colombia y otras instituciones públicas y privadas. Para su construcción se capacitó y empleó mano de obra local y se utilizaron algunos materiales autóctonos de la región. Se tuvo como premisa la sencillez de su elaboración, duradera y pensada de manera responsable con el medio ambiente, en tanto que aprovechara el agua lluvia, el sol y la luz natural, la ventilación pasiva y hasta el reciclaje de objetos desechados. El diseño del Centro de Desarrollo Infantil se compone de un patio central con vegetación, senderos y agua, rodeado de volúmenes para aulas y demás dependencias en concreto, cuyas texturas evocan la tapia de tierra tradicional, por las formaletas de esterilla utilizadas para su construcción. Los elementos de guadua en la estructura de pasillos, cerramientos y cubiertas retoman este material de las construcciones populares. Sus espacios tienen múltiples entradas y salidas que invitan a los niños a recorrer el edificio, quienes constantemente toman decisiones acerca de cómo interactuar en este. Toda la comunidad se ha visto beneficiada con este proyecto, que ofrece zonas peatonales y espacios para diferentes tipos de actividades que involucran a niños, jóvenes y adultos, en diferentes días de la semana y en las noches. Fuente: información suministrada por Daniel Feldman e Iván Darío Quiñónez

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Planta general del proyecto. Miembros de la comunidad decorando el cerramiento en guadua con materiales reciclados.

Centro de Desarrollo Infantil El Guadal. Villa Rica, Cauca, Colombia, 2013 [ 95 ]


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Talleres con la participaciรณn de la comunidad.

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Centro de Desarrollo Infantil El Guadal. Villa Rica, Cauca, Colombia, 2013 [ 97 ]


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Fachadas y cortes del proyecto.

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Vista del patio interior.

Acceso principal.

Centro de Desarrollo Infantil El Guadal. Villa Rica, Cauca, Colombia, 2013 [ 99 ]


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Circulaciones en torno al patio interior.

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Centro de Desarrollo Infantil El Guadal. Villa Rica, Cauca, Colombia, 2013 [ 101 ]


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Aula de múltiples recorridos.

Actividades en el patio interior.

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Centro de Desarrollo Infantil El Guadal. Villa Rica, Cauca, Colombia, 2013 [ 103 ]


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La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado Diseño: Simón Hosie Samper El Salado, Bolívar, Colombia, 2012 Fotografías: Simón Hosie Samper

Tras la masacre del 2000, en El Salado, y el desplazamiento forzado de más de 280 de sus habitantes, el pueblo estuvo prácticamente abandonado, hasta que poco a poco algunos de sus pobladores regresaron, desafiando el doloroso recuerdo de los terribles crímenes allí ocurridos. En este lugar, donde la estructura social y el sentido de comunidad quedaron destruidos, la memoria de su condición anterior y de los mismos hechos que la transformaron brutalmente sirvió de semilla para construir un nuevo orden. De manera colectiva, y con la participación de la comunidad, se elaboró un plano vivo, que combina información técnica, urbana e histórica del pueblo, así como aspectos antropológicos como el significado de los espacios, los elementos del paisaje, los materiales y nociones asociados a las costumbres y comportamientos. La sobreposición de estas capas de datos permitió plantear una aproximación al sentido del lugar, donde las manifestaciones culturales y actividades sociales cohesionan el pueblo, propician la solidaridad entre las víctimas sobrevivientes de la masacre y evocan la presencia de los seres queridos que les fueron arrebatados. A partir de preexistencias con un alto valor simbólico, como la cancha deportiva donde ocurrió la matanza, los vestigios de las construcciones afectadas por el ataque y los árboles en el área, apreciados por su sombra y carácter de punto de reunión, la propuesta para el nuevo centro de El Salado comenzó a tomar forma. En un proceso de resignificación, la cancha deportiva se nombró Campo de la Memoria, en el cual la limpieza del piso fue un acto de cuidado, cariño, reflexión y generación de un nuevo lugar de encuentro. El Campo de la Cultura surgió alrededor del árbol de Cocuelo, recordado por su antigüedad y gran tamaño, con nuevas construcciones para la comunidad: la biblioteca, que trasciende la sola actividad de lectura para convertirse en un espacio de reunión; tres ranchos, para las actividades de diferentes miembros de la sociedad, y el Árbol Solar, donde se concentran los servicios y celdas fotovoltaicas para el funcionamiento del conjunto. El paisajismo y el espacio público que teje las partes del nuevo centro para El Salado se fundamentaron en el aprovechamiento de la sombra generada por árboles y aleros de las edificaciones, bajo los cuales la comunidad se reúne para jugar, conversar, bailar y vivir con dignidad. Fuente: información suministrada por Simón Hosie

Biblioteca, sala de lectura.

[ 104 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 104-111. http://dearq.uniandes.edu.co


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La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado. El Salado, Bolívar, Colombia, 2012 [ 105 ]


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Planta general del proyecto.

Vista general del proyecto.

[ 106 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotรก, pp. 104-111. http://dearq.uniandes.edu.co


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Campo de la Memoria.

La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado. El Salado, BolĂ­var, Colombia, 2012 [ 107 ]


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Terraza frente a la biblioteca con las “Hamadoras”.

[ 108 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 104-111. http://dearq.uniandes.edu.co


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La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado. El Salado, Bolívar, Colombia, 2012 [ 109 ]


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Ranchos para las actividades de diferentes miembros de la comunidad.

[ 110 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotรก, pp. 104-111. http://dearq.uniandes.edu.co


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La casa del Pueblo

Ranchos y al fondo el “Árbol Solar”.

La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado. El Salado, Bolívar, Colombia, 2012 [ 111 ]


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Kipará Té: etnoaldea turística embera Diseño: Juan Pablo Dorado Martínez y Oficina Suramericana de Arquitectura Puerto Jagua, Nuquí, Chocó, Colombia, 2014 Fotografías: Luisa Fernanda García, Tomás Botero y Leonardo Rodríguez

Este proyecto surgió de la iniciativa de la propia comunidad indígena embera dobida, “gente de río”, con el propósito de brindarles alojamiento a los visitantes que quieran acercarse y conocer sus diferentes manifestaciones culturales y modo de vida en la selva. Adicionalmente, tuvo el objetivo de preservar estas costumbres que se encuentran en riesgo de transformarse o desaparecer por las incidencias del mundo externo. La estrategia para lograr esto se definió de manera concertada con la comunidad, que valoró el respeto por el conocimiento ancestral y por el medio ambiente, la relación con el entorno, las técnicas constructivas tradicionales y el uso responsable de materiales provenientes de la naturaleza. Para esto se contó con el apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, así como del Fondo Nacional del Turismo, que coincidieron en la política pública de inversión y ejecución de proyectos turísticos orientados al desarrollo sostenible y de impacto positivo en comunidades marginales. Al involucrar el conocimiento y la mano de obra embera en la construcción de la etnoaldea, se logró un conjunto arquitectónico que representa los conceptos y características de los tambos tradicionales, a la vez que se solucionaron las necesidades de dormitorio y servicios para los visitantes. Formalmente, la etnoaldea consta de un conjunto de tambos circulares, de diferentes tamaños, elevados del suelo sobre plataformas interconectadas por medio de pasarelas que aíslan las construcciones de la humedad del terreno, posibles inundaciones y el contacto con animales. El tambo principal es el centro del proyecto, donde se representa el encuentro e intercambio entre las diferentes culturas. Los materiales de construcción son propios de la región, consistentes principalmente en madera para las estructuras y pisos, junto con hojas de palma tejidas para las cubiertas y los cerramientos más permeables que permiten la ventilación. Se utilizaron ciertos elementos funcionales de la cultura material embera, como canoas y pilones, para servir de lavamanos y bateas, así como nociones de medidas indígenas para dimensionar y proporcionar las construcciones. De cierta manera, el universo embera, que puede reconocerse en su arquitectura tradicional, aparece en las estructuras de la etnoaldea para acoger a locales y extranjeros. Fuente: información suministrada por Juan Pablo Dorado

Tambo principal, lugar de encuentro entre diferentes culturas.

[ 112 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 112-121. http://dearq.uniandes.edu.co


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Kipará Té: etnoaldea turística embera. Puerto Jagua, Nuquí, Chocó, Colombia, 2014 [ 113 ]


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[ 114 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotรก, pp. 112-121. http://dearq.uniandes.edu.co


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Plataformas elevadas sobre el terreno.

Kipará Té: etnoaldea turística embera. Puerto Jagua, Nuquí, Chocó, Colombia, 2014 [ 115 ]


dearq 19. ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGร A

Planta general del proyecto.

[ 116 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotรก, pp. 112-121. http://dearq.uniandes.edu.co


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Foto aérea del proyecto.

Vista general del proyecto.

Kipará Té: etnoaldea turística embera. Puerto Jagua, Nuquí, Chocó, Colombia, 2014 [ 117 ]


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Proceso constructivo de una cubierta.

Planos de detalles arquitectรณnicos.

Detalle constructivo de una cubierta.

[ 118 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotรก, pp. 112-121. http://dearq.uniandes.edu.co


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Detalle de los pisos interiores.

Kipará Té: etnoaldea turística embera. Puerto Jagua, Nuquí, Chocó, Colombia, 2014 [ 119 ]


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Acceso al proyecto.

Corte y detalles constructivos.

[ 120 ] Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotรก, pp. 112-121. http://dearq.uniandes.edu.co


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Despiece estructural. Detalle interior bajo cubierta.

Kipará Té: etnoaldea turística embera. Puerto Jagua, Nuquí, Chocó, Colombia, 2014 [ 121 ]


publicaciones

Revista Proyectos # 18. CENTRO Departamento de Arquitectura Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes Julio 2016 ISSN 0123-918X 212 pp.

La calidad de la oferta reciente de vivienda de interés social en Bogotá María Carolina Concha Serrano Departamento de Arquitectura Universidad de los Andes Ediciones Uniandes Septiembre 2016 ISBN 978-958-774-422-4 146 pp.

Mutaciones urbanas en Bogotá. Centros comerciales y con-texto Claudio Rossi González Departamento de Arquitectura Universidad de los Andes Noviembre 2016 ISBN 978-958-774-126-1 148 pp.

ebooks.uniandes.edu.co | Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes


Dossier de Investigación / Deuniandes / Fotografía

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Burguer City. Repercusiones de los modos de producción en la ciudad contemporánea Burger City: The repercussions of production methods in contemporary cities Burger city. Repercussões dos modos de produção na cidade contemporânea Recibido: 28 de enero de 2016. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 9 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.08 Artículo de reflexión

Ignacio Grávalos Lacambra 

ignaciogravalos@coaaragon.org

Arquitecto por la E.T.S. Arquitectura de la UPC, Máster en Investigación y Formación Avanzada por la Universidad San Jorge y Doctorando por la Universidad de Zaragoza. Actualmente es profesor de proyectos la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Jorge. Coordinador de Relaciones Internacionales de la USJ hasta 2014.

Patrizia Di Monte 

patrizia@gravalosdimonte.com

Arquitecta por el I.U.A. Venezia., becada por el gobierno italiano para estudios de postgrado del 1996 al 1998, título de Máster ETSAB-UPC-CCCB, curso de doctorado ETSAB-UPC, profesora de Urbanismo y Arquitectura Social y coordinadora de relaciones internacionales de la ETSA USJ hasta 2014. Visiting professor del Politécnico de Milán, Máster NIB, y SOS en Italia desde 2015. Validated Lead Expert Urbact + Cost. Desde 1998 ambos dirigen el estudio gravalosdimonte arquitectos, desarrollan proyectos culturales que abarcan desde el arte a la arquitectura, estrategias de regeneración urbana, paisajismo, arquitectura participativa y urbanismo sostenible. Autores intelectuales del programa estonoesunsolar. Ganadores de los premios internacionales, Eurocties Planning for people, 2011; Innovazione e Qualitá urbana 2010, Saie Selecion 12 Urban Regeneration and development, Biennale Spazio Pubblico 2013 Cittá sociale, mención de investigación XI BEAU; sus trabajos han sido expuestos en NAI de Rótterdam, DAZ de Berlín, MAXXI de Roma, Biennale di Architettura di Venezia y Bienal de Arquitectura Española entre otros museos.

Resumen La revolución científica del trabajo producida a principios del siglo XX supuso una transformación social y cultural. El innovador modo de abordar los procesos productivos, modificó los modelos que estructuraban la sociedad industrial. Progresivamente, estas cuestiones parecen haber condicionado el modo de pensar la nueva metrópoli. El artículo hilvana dichos paralelismos producción-sociedadciudad, dado que los tres factores resultan unívocamente ligados y, de ese modo, pretende analizar diversas claves de la realidad contemporánea. Palabras clave: sociedad industrial, posfordismo, ciudad genérica, ciudad posmoderna.

Abstract The scientific work revolution that took place in the early twentieth century led to a social and cultural transformation. A new innovative way to address production processes has modified the models that structured industrial society; this seems to be increasingly conditioning the way of thinking in the new metropolis. This article joins together the parallelism between production-society-city since these three factors are univocally linked. It, in turn, tries to analyze various keys of contemporary reality. Keywords: Industrial society, post-Fordism, the generic city, postmodern city.

Resumo A revolução científica do trabalho produzida no início do século XX supôs uma transformação social e cultural. O inovador modo de abordar os processos produtivos modificou os modelos que estruturavam a sociedade industrial. Progressivamente, essas questões parecem ter condicionado o modo de pensar na nova metrópole. Este artigo conecta esses paralelismos produção-sociedade-cidade, tendo em vista que os três fatores resultam univocamente ligados e, desse modo, pretende analisar diversos aspectos fundamentais da realidade contemporânea. Palavras-chave: sociedade industrial, pós-fordismo, cidade genérica, cidade pós-moderna.

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dearq 19. DOSSIER

Las ciudades contemporáneas están sufriendo continuas transformaciones que tienen su máxima expresión en la reconsideración del espacio público. El advenimiento de la Revolución Industrial modificó de forma sustantiva la morfología urbana y estableció una nueva estructura condicionada por las nuevas formas de transporte, las implantaciones de las fábricas y de los barrios obreros. Si en un inicio la propia disposición industrial determinó la estructura de la ciudad europea y americana de inicios del siglo XIX, luego los mismos procesos productivos se encargaron de establecer una articulación dialéctica con las nuevas metrópolis. De ese modo, la relación del hombre con la máquina ha determinado históricamente las diversas interpretaciones de los espacios urbanos. Los sueños utópicos de la modernidad, sustentados todavía en la confianza en el progreso, prescindieron, paradójicamente, del espacio público, perdiendo cualquier rasgo de “crítica social”.1 La muerte de la calle, anunciada por Le Corbusier, desequilibró definitivamente los sistemas de interacción ciudadana. La tecnología, con cierta aureola distópica, a partir de los años setenta, ha impuesto nuevas condiciones que van determinando la configuración y el carácter débil de los espacios urbanos. Autores como James Harvey o Fredric Jameson han explicado el advenimiento de la ciudad posmoderna como la expresión de un régimen caracterizado por la acumulación flexible típica del posfordismo. De igual forma, la nueva sociedad digital ha transformado profundamente la consideración de lo público y lo privado, de lo físico y lo virtual, y ha provocado nuevos modelos de relaciones sociales. Las diversas derivas del capital han tenido su inmediata reproducción en los espacios urbanos. En ese sentido, se puede formular una lectura que interprete la relación de los modelos productivos con el espacio urbano.

El sueño de la eficacia, la pesadilla de la restricción En su teoría sobre la organización científica del trabajo, Frederik Taylor2 asignaba a cada trabajador un movimiento concreto y lo convertía en una pieza eficaz dentro de un sistema subdividido. Esta eficacia, a su vez, despojaba al individuo de cualquier signo de espontaneidad y le atribuía exclusivamente movimientos exactos, metódicos, rutinarios y preprogramados. Así, cada persona abordaba una parte concreta de la realidad, a la vez que le era negada una visión global. El individuo había sido reducido a un número muy limitado de movimientos. Posteriormente, Henry Ford3 implementó este sistema en la fabricación en serie de automóviles, que respaldaba así el

1 Harvey, The Urban Experience, s. p. 2 Taylor, The Principles of Scientific Management. 3 El primer registro de un automóvil fabricado por el sistema de montaje en serie data de 1901, por Ramson Olds (Odsmobile). Sin embargo, Henry Ford la perfecciona mediante la producción del modelo Ford T y crea un sistema de venta que pone en valor el proceso.

denominado sueño americano (fig. 1). La producción en masa de elementos en serie permitía una gran expansión de productos homogéneos que determinaban, inevitablemente, estilos de vida igualmente homogéneos.

Figura 1. Línea de montaje Ford, 1913. Fuente: Flickr

A finales de los años sesenta, este sistema empezó a dar signos de agotamiento tanto en el plano económico como en el social, el cultural, el político o el ecológico. En ese periodo, Theodore Roszak disecciona el desencanto de una joven generación incipiente con el mundo tecnocrático “que asume una influencia autoritaria sobre los aspectos más íntimos y aparentemente más personales de la vida humana: comportamiento sexual, educación de los niños, salud mental, esparcimiento, etc.”.4 La tecnocracia, según el autor, era portadora de una ideología, en apariencia, neutra, camuflada bajo una supuesta racionalidad y eficiencia. Todo ello tuvo una eclosión en los movimientos juveniles y contestatarios de 1968, manifestado en lo que Roszack denominó “el nacimiento de una contracultura”. Isidore Isou, artista muy influyente en los grupos letristas y situacionistas, articula su discurso en torno a la aparición “del nuevo protagonista de las revoluciones culturales y sociales: el joven insatisfecho”.5 Esta masa, derivada del baby boom, resultaba principalmente desesperanzada pese a la recuperación económica de los años de la posguerra y presenta una actitud contestataria que deriva en las revoluciones juveniles antes mencionadas. La creciente desconfianza en el futuro hace que surja una contracultura que cuestiona la jerarquía positivista y científica de la sociedad. Isou analiza la presión ejercida sobre una juventud inactiva que había quedado

4 Roszac, El nacimiento de una contracultura, 21. 5 Granés, El puño invisible, 110.

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fuera del sistema, carente de medios con los que canalizar su potencialidad, encorsetados por una sociedad tecnocrática, pero deseosa de nuevos hallazgos y emociones. Es en la década de los setenta cuando esta coyuntura se presenta en su verdadera magnitud, provocada en gran medida por la crisis energética de 1973.6 La lógica de la cantidad vino a ser sustituida por la lógica del hiperconsumo.7 En esos años, el individuo se dejó de identificar con la masa, se había vuelto más selectivo y precisaba de elementos diversos que reforzaran su distinción individual, nacional o sexual. Se produjo, de cierto modo, una fragmentación de los modos de vida. La sociedad reclamaba una estructura más heterogénea y flexible y, por lo tanto, una sociedad desdisciplinada. Los mercados intentaron dar una respuesta rápida a este nuevo modo de sentir, iniciando el llamado posfordismo, en el que se modificaron los procesos industriales, se acortaron las cadenas de producción y se permitió diversificar la oferta para el consumo en un mercado más fragmentado. Las consecuencias sociales fueron evidentes. Surgió un nuevo modo de gestionar los comportamientos, un nuevo proceso de diferenciación que desembocó en la eclosión de microgrupos y pequeños colectivos que escenificaban la puesta en valor de las singularidades subjetivas. Este fenómeno, que ha caracterizado el final del siglo XX, se ha explicado mediante la metáfora de las tribus.8 La pérdida de un objetivo preciso y la disolución de las utopías de la modernidad provocaron la ebullición de lógicas de identidades inestables, cambiantes y dispersas. Se produjo una atomización de la sociedad, en la que se diluyó el concepto de colectividad, a favor de una multiplicación de pequeñas (y efímeras) emociones locales, generalmente caracterizadas por una particular estética, por un sentir común. Este mecanismo acentuó la capacidad de decisión del individuo para pertenecer o abandonar un grupo, en lo que Maffesoli vino a llamar la sociedad electiva. En las ciudades, por contra, esto no parece haber sucedido de igual modo. El proceso sistemático de personalización resulta, paradójicamente, inseparable de una “esterilización del espacio público y del lenguaje”.9 La aparición, por lo tanto, de nuevas singularidades sociales solo podía tener lugar en un espacio más aséptico, menos determinado por las expectativas de un futuro del que la posmodernidad desconfiaba. En ese sentido, se produjo una puesta en valor del presente o, en palabras de Jean-François Lyotard, del “dominio del aquí 6 Fernández Durán, La explosión del desorden. 7 Lipotevsky, La felicidad paradójica. 8 Maffesoli, El tiempo de las tribus. 9 Lipotevsky, La era del vacío, s. p.

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y el ahora”.10 La producción urbana de las grandes ciudades, cada vez más despojada de las huellas del pasado y dejada atrás las referencias a las citas históricas, ha tendido hacia una aniquilación de las diferencias, hacia una ciudad homogénea, definida por Rem Koolhaas como la ciudad genérica.11 Asistimos a la eclosión de la ciudad franquicia, indistinguible, exportable e inapropiable, en la que ya es imposible establecer vínculos emocionales con el lugar o el territorio. Se trata de ciudades tematizadas, producidas en serie bajo la sombra de la globalización. Efectivamente, esta nueva propuesta de producir y de consumir ha provocado la aparición de una nueva espacialidad, cada vez más despersonalizada y enfocada en la sustitución de los lugares de relación directa, por automatismos o espacios digitales.

Transferencias industriales. Una nueva caracterización de la sociedad En La McDonalización de la sociedad, George Ritzer analiza los procesos establecidos en las cadenas de comida rápida para luego hacerlos extensivos a diversos procesos sociales. Asigna cuatro características básicas a este modo de proceder: eficacia, cuantificación, previsibilidad y control.12 La aspiración a la eficacia la desarrolla a partir de las teorías de Max Weber sobre la burocratización y la racionalización formal de la sociedad.13 La racionalización se entiende como una reducción de la condición humana, al estar muy limitada su área de movimiento por leyes y estructuras sociales. De este modo, la maquinaria burocrática modificaba enormemente el comportamiento del ser humano bajo la denominada jaula de hierro de la racionalidad.14 La lógica de la producción en serie había sido transferida a la conducta humana. La cuantificación venía a reforzar la idea de la eficiencia y la exactitud. Hacía referencia a la introducción en los procesos industriales de la precisión numérica, matemática (cuantitativa) frente a la tendencia lírica (cualitativa) del individuo. La conversión de una secuencia en datos permitía, así, ejercer un mayor control sobre el proceso. Esta datificación ha sido extendida al marco del comportamiento humano, mediante una objetualización de este, en el que se ha producido “una refundación de las relaciones interhumanas a imagen y semejanza de las relaciones que se establecen entre consumidores y objetos de consumo”,15 y que acaba convirtiendo al consumidor en un producto consumible. 10 Lyotard, La condición posmoderna. 11 Koolhaas, La ciudad genérica. 12 Ritzer, La McDonalización de la sociedad. 13 Weber, La ética protestante. 14 Ibid. 15 Bauman, Vida de consumo, 24


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La previsibilidad la vinculaba a un estado en el que se había abolido la sorpresa. Ritzer ejemplifica este proceso mediante la arquitectura propuesta por la cadena Holiday Inn, a partir de los años cincuenta, como pionera de un estilo voluntariamente previsible, reproducible y ajeno a la geografía. En este caso, todos los hoteles eran iguales en todos los lugares. Constataba un mundo donde el ser humano tendía hacia lo esperado y que era encarnado en la figura del centro comercial como máximo exponente de un mundo homogéneo. Esta previsibilidad y anulación de la subjetividad, apunta el autor, fue trasladada al comportamiento intelectual a través de los programas docentes en lo que vino a denominar “la educación para la docilidad”.16 El control, que inicialmente fue instaurado por el taylorismo en un intento de deshumanizar al hombre, fue asumido paulatinamente por la tecnología. Las máquinas fueron diluyendo la posible alienación humana. Abraham Moles y Elisabeth Rohmer abordaron la cuestión de la humanización ficticia de las relaciones entre un sistema y un ser, intuyendo una nueva naturaleza de la sociedad caracterizada por la idea de “sistemas productores de servicios y constreñimientos”.17 Ha resultado más eficaz programar máquinas que personas y, por lo tanto, las relaciones comerciales tienden a suprimir la figura del vendedor. Es en este punto donde Lyotard introduce la cuestión de la programación, de la posesión de información para gestionar las decisiones automatizadas, que constituyen la naturaleza para el hombre posmoderno.18 Paradójicamente, en sentido inverso, se ha producido también una aparente humanización de los artefactos, programados con recursos propios de la educación cívica. Mensajes de máquinas expendedoras tipo “su tabaco, gracias”, que Baudrillard ha calificado como la “una reinyección sistemática de relación humana […] que tienen la misión de lubrificar las relaciones sociales mediante la sonrisa institucional”.19 Esta humanización progresiva de la máquina constituirá uno de los mayores temores de la sociedad y se verá reflejado en las numerosas especulaciones producidas por la ficción a partir de finales de los años sesenta en las que la tecnología, a través de una rebelión incontrolada, suplanta la voluntad humana. Todo ello ha derivado a una reducción al mínimo de las interacciones personales, fundamentalmente mediadas por la tecnología que, en este caso, no exige un esfuerzo de relación social. Consecuentemente, la pérdida de relación

16 Ritzer, La McDonalización de la sociedad, 145. 17 Moles y Rohmer, Psicología del espacio, 294. 18 Lyotard, La condición posmoderna. 19 Baudrillard, La sociedad de consumo, 202.

ha tenido una traducción directa en la desaparición del sentido colectivo del espacio.

Ciudades en serie. Una nueva producción urbana Volviendo a la realidad urbana, ¿en qué medida estos procesos (eficacia, cuantificación, previsibilidad y control), que definen una sociedad McDonalizada, determinan la configuración de la ciudad contemporánea? En busca de una mayor eficacia, el movimiento moderno intentó racionalizar las funciones de la ciudad en la llamada Carta de Atenas (1933), al zonificarla con base en los usos (habitar, trabajar, descansar y circular). Se avanzó hacia un espacio urbano específico, que si bien potenciaba un uso supuestamente racional, discriminaba la yuxtaposición de funciones que antaño lo había caracterizado. Esta tendencia fue subrayada por la aparición de las Unité d’Habitation, que planteaban una tipología edificio-ciudad autosuficiente, encerrada en sí misma y que planteaba cierta desconexión respecto al espacio público. La calle, de ese modo, perdía carácter, a la vez que Le Corbusier20 vaticinaba su muerte. Las ciudades se despojaban, así, de la abundante riqueza multifuncional de estructuras urbanas previas,21 y esto ha derivado en una serie de usos a los que la ciudad ha renunciado, al tiempo que ofrece tan solo respuestas monofuncionales o temporales. Grandes distritos de servicios, por ejemplo, permanecen desolados fuera de los horarios administrativos; enormes recintos expositivos resultan desérticos una vez pasada la celebración, y, así, numerosos planteamientos urbanos pasan a formar parte de un paisaje contemporáneo desolado que asiste a su explosión y a su decadencia en el paso de una sola generación. Antes, la ciudad ya había perdido parte de su heterogeneidad con la implantación de grandes planes urbanos que tendieron a crear “bolsas” socialmente homogéneas, vinculadas a espacios concretos de la ciudad. Su ejemplo más paradigmático es en el Plan Haussmann, desarrollado durante el Segundo Imperio de París, a mediados del siglo XIX. Dicho plan, que en ese momento promulgaba un nuevo modo de entender y gestionar la ciudad mediante nuevas estrategias urbanísticas, conllevó importantes consecuencias sociales. La burguesía, los funcionarios, los trabajadores, los estudiantes, etc. Convivían, hasta entonces, en un mismo edificio, ocupando diversos niveles según su posición social. De cierto modo, una manzana

20 La “muerte de la calle” fue proclamada por Le Corbusier en un artículo publicado en 1929 en el periódico sindicalista francés L’intransegeant. Se inicia así una dialéctica sobre el espacio estipulado para la máquina y el ser humano, cuya consecuencia fue la pérdida de identidad del espacio público. 21 Mumford, La ciudad en la historia.

Burguer City. Repercusiones de los modos de producción en la ciudad contemporánea. Ignacio Grávalos Lacambra, Patrizia Di Monte [ 127 ]


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contenía un conjunto de situaciones heterogéneas capaces de reflejar la complejidad de la sociedad urbana. Sin embargo, la subida de los alquileres de las viviendas, propiciada por el Plan Haussmann, expulsó del todavía prestigioso centro a las clases más desfavorecidas, incapaces de soportar la presión económica, que se vieron forzadas a realojarse en la periferia. Se establecieron, de este modo, diversas bolsas urbanas homogéneas e impermeables, sistemas cerrados en sí mismos, y, por tanto, situaciones incipientes de descohesión social. Lo que se estaba produciendo con esa segregación espacial era el establecimiento de distancias morales que, en palabras de Ulf Hannerz, convertían a la ciudad en “un mosaico de pequeños mundos que se tocan pero no se compenetran”.22

La eclosión de los no lugares, la expansión de la ciudad genérica y de las franquicias urbanas, está creando paisajes homogéneos. Francesc Muñoz analiza la reducción del paisaje urbano a una imagen.24 El branding y la ciudad marca se encargan de anular cualquier especificidad territorial bajo el manto de la publicidad. Las características urbanas están lejos ya de un estilo propio, derivado de su contexto, de sus materiales, sus tipologías, su climatología, etc., porque han adquirido la imagen de una marca comercial o un tema, reproducible y ubicuo, que exteriorizan la mercantilización de la ciudad, y han pasado a ser “el más banal de los lugares”25 y provocado la expansión de un imaginario mediatizado transnacional.

Ese centro, que había sido conquistado por la burguesía, con el tiempo sufrió nuevas transformaciones y perdió su carácter residencial, en favor de su carácter simbólico y comercial, que derivó en una teatralidad exacerbada. En la actualidad, las ciudades han adquirido la lógica de las cadenas de montaje y establecido mecanismos que inducen a transitar por itinerarios programados. El recorrido de los grupos de turistas en las ciudades, cada vez más tematizadas, resulta elocuente. El turista, en contraposición con el viajero, ansioso de lo que Moles y Rohmer denominan una aculturación sin riesgos, es despojado de su individualidad y se convierte en un producto que es inducido por vías y establecimientos, y que recorre una cadena precisa y programada para el espectáculo y el consumo. ¿Hasta qué punto una ciudad puede acoger estos tránsitos sin llegar al colapso? ¿Cuál es el límite? En ese sentido, las ciudades empiezan a calcular su capacidad máxima para establecer su capacidad de explotación. ¿Cuántos cruceros puede soportar una ciudad como Venecia (fig. 2)?23 ¿Asistiremos a la copia de ciudades?

De ese modo, las ciudades han sido contagiadas por la lógica del consumo. La producción de la demanda y el esfuerzo por descubrir consumidores supusieron una innovación derivada del fin del capitalismo clásico (fordista). Baudrillard abordó los mecanismos de regulación, reproducción y mantenimiento de la sociedad de consumo.26 En este contexto, el autor puso en valor los modos de simulación, de apariencia y de sustitución de lo real o, más bien, los elementos anticipatorios de la realidad. Asistimos, por tanto, a la desaparición del territorio, de la ciudad en sí misma, sustituida ya de un modo definitivo por una representación, a veces una imagen, que busca un anclaje al imaginario colectivo. Pero esta caracterización publicitaria, no es tanto una señal de identidad urbana, como una definición del perfil del posible turista o habitante ocasional (fig. 3).

Figura 2. Llegada del crucero Princes a Venecia. Autor: Joe Shlabotnik. Fuente: Flickr

22 Hannerz, Exploración de la ciudad, 37. 23 La ciudad, de cerca de 60.000 habitantes, recibe cada año 21,6 millones de habitantes, de los que 15 millones solo se quedan un día y 885.000 son pasajeros de cruceros que permanecen unas horas. Cfr. Scaramuzzi, Di Monte, Pendenzini y Santoro, Turismo sostenibile a Venezia.

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Toda esta maquinaria necesita un estricto control para garantizar su funcionamiento, para evitar las situaciones azarosas. Manuel Castells distingue dos tipos de control que establecen dos jerarquías diversas: el espacio de flujos, que admite desconexiones, y el espacio de los lugares, que regula su control mediante la negación de derechos.27 Las cada vez más numerosas ordenanzas cívicas establecen los marcos en los que se puede desarrollar el movimiento ciudadano. Cámaras de vigilancia, o espacios de tránsito privatizados, limitan la aparición de los posibles conflictos en el espacio público. La gestión de un presente inseguro y un futuro incierto es, a menudo, instrumentalizada por los gobiernos, que pasan, en palabras de Lagrange, a la “sustitución del Estado social por el Estado penal”.28

24 Muñoz, Urbanalización. Paisajes comunes, lugares globales. 25 Ibid., 74. 26 Baudrillard, La sociedad de consumo. 27 Castells, La era de la información. 28 Lagrange, Demandes de sécurité, 29.


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La ciudad de los monstruos Bajo estas premisas de la McDonalización, han surgido o se han reconvertido numerosas ciudades. Quizá el ejemplo más ilustrativo lo constituya Celebration, la urbanización promovida por Disney, en Florida, para acoger a una sociedad sin conflictos (fig. 4). Fue sorprendente su éxito inicial; todo estaba calculado para el éxito. Viviendas armónicas con colores pastel, espacios verdes paradisíacos y reglas de convivencia intachables parecían haber encontrado la fórmula para un mundo feliz. Este sueño se derrumbó catorce años después de su fundación, momento en que se produjo un asesinato y un suicidio. Bastó un solo incidente para poner en crisis un sistema que no estaba preparado para situaciones de infelicidad, que desmoronaron las aspiraciones a una realidad sin conflictos.

Figura 3. Burger City. Fuente: Ignacio Grávalos

En esa misma dirección, los centros comerciales, ahora catalizadores de la vida social, han creado simulaciones de espacios públicos en los que el control resulta más severo y también más refinado. Se escenifica la gestión del miedo con la aparición de dispositivos de control biopolítico que presuntamente facilitarían la seguridad personal: accesos infranquealbles, edificios blindados extremadamente vigilados, urbanizaciones hiperprotegidas, gated communities, etc., que forman un universo hipnotizado, una ciudad contemporánea configurada bajo las fórmulas del control y diseñados para “interceptar, repeler o filtrar posibles intrusos”.29 Y es este el mismo escenario de un urbanismo distópico obsesionado con la seguridad el que ya identificó Mike Davis como una endémica ecología del miedo,30 o Michael Foucault, en sus ciudades carcelarias, cuanto detectó el atrincheramiento, voluntario e involuntario, de los ciudadanos en islas urbanas visibles y no tan visibles.31 Detrás de todos estos mecanismos de autoprotección subyace una microfísica del poder, una defensa del lujo, del estatus, de la posición social que generalmente tiene sus mayores consecuencias en el control del espacio público y en la proliferación de espacios seudopúblicos. Y, en este sentido, nos estamos refiriendo tanto al espacio urbano como al social, bien por su eliminación, bien por su deshumanización.

El fracaso de las utopías presentaba con anterioridad otros ejemplos notorios, muchos de ellos relacionados con la decadencia de las megaestructuras. La demolición, en 1972, de Pruitt-Igoe (St. Louis, Missouri), complejo residencial construido por Minoru Yamasaki, en 1954-1955, bajo las premisas de la ortodoxia moderna, fue subrayada por Charles Jencks como el punto clave para la defunción del racionalismo. Se escenificaba así el fracaso de la planificación racionalista que, en este caso, había derivado en un estilo de vida degradado y conflictivo, y que se declaró zona de desastre social. En un mismo contexto, Thamesmead, una de las primeras new towns planteadas para aliviar la presión residencial de Londres

Figura 4. Celebration, Florida. Autor: Traveljuction. Fuente: Flickr

29 Bauman, Tiempos líquidos, 112. 30 Davis, Control urbano. 31 Foucault, Vigilar y castigar.

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y publicitada en 1971 como “la ciudad del siglo XXI”,32 derivaría en un espacio de conflicto y marginalidad, en este caso, anticipado por Stanley Kubrick en La naranja mecánica. Resulta imposible no establecer una conexión con el relato de “La cittá e il celo”, de Italo Calvino,33 en el que una ciudad fundada por los sabios, armónica y en conjunción con los astros, derivaba finalmente en la ciudad de los monstruos. Los modos de producción y de generar riqueza propuestos por la organización científica del trabajo tuvieron la capacidad, como se ha visto, de provocar transformaciones sustanciales en el ser humano, y por extensión en la ciudad. Sin embargo, las formas de producción, determinadas por la innovación tecnológica, han cambiado. La linealidad jerárquica ha dado paso a la formación de redes que han generado una deslocalización y una compresión del tiempo y del espacio. Las nuevas tecnologías peer to peer están generando un tercer modo de producción, autoridad y propiedad, que cuestiona su sentido y su destino. La sociedad tendrá que dar respuesta a esta innovación, tanto social como urbana. Y está por ver en qué manera determinarán la ciudad del futuro. Las nuevas redes sociales han mostrado su capacidad para activar espacios públicos que, como en el caso de “la Primavera Árabe”, de 2011, o del 15-M madrileño, de ese mismo año, han recuperado el sentido social del espacio. Cabe destacar que la ocupación y la acampada de los “indignados” en la Plaza del Sol de Madrid, en esa ocasión, obtuvo el premio especial Public Space 2012, que incidió así en el carácter democrático de los espacios públicos. En ese sentido, la tecnología vuelve a protagonizar un reajuste del espacio urbano, si bien autores como Saskia Sassen proponen su matización en un urbanismo de código abierto que equilibre el “momento de los ingenieros” con la condición humana, tendente siempre a dar voz a los ciudadanos. La ciudad contemporánea se enmarca dentro de un fenómeno inabarcable. Una sociedad constantemente cambiante precisa una ciudad flexible, capaz de dar respuestas a tiempo real, que tenga la inmediatez como valor. Ciudades pensadas para no cambiar se ven obligadas a reinventarse. La ciudad condicionada (eficaz, cuantificable, previsible y controlada) establece distancias abismales entre el ciudadano y el mundo, un mundo que le viene ya dictado. Sin embargo, las ciudades tienen que tener espacios para soñar. Y eso solo es posible en una ciudad inacabada que, a pesar de su determinación burocrática, ofrezca al ciudadano espacios para la sorpresa.

32 Rivera, “Paraísos melancólicos”, 84. 33 Calvino, “La cittá e il celo 4”.

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Neobabilonios en el siglo XXI. Del proyecto de Constant a la ciudad contemporánea Neo-Babylonians in the XXI century: From the Constant project to the contemporary city Neobabilônios no século XXI. Do projeto de Constant à cidade contemporânea Recibido: 10 de febrero de 2016. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 13 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.09 Artículo de reflexión

Sergio Colombo Ruiz 

sklonvo@gmail.com

Arquitecto FAU-Universidad Central de Venezuela (1999). Máster en Investigación en Arquitectura -Universidad de Valladolid (2012). Doctorando en la Universidad de Granada, España-2013. Profesor asistente en expresión gráfica FAU -UCV desde 2004.

Resumen El artículo presenta al neobabilonio, quien vive libre, nómada, a la deriva, con pleno uso del tiempo y la tecnología, constructor de su entorno en un juego de creación colectivo; el habitante de New Babylon, el proyecto de Constant. Se indaga en su imaginario y los recursos que utilizó para su creación como ejercicio de reivindicación de la cultura como fundamento en la construcción de la ciudad. Se toman los valores del neobabilonio y se contrastan con el ciudadano contemporáneo, ante el mundo digital y la transformación espacial que supone, donde las ideas de Constant parecen actualizarse, al priorizar las necesidades sociales en la construcción del espacio. Palabras clave: Constant, deriva, nómada, ciudad.

Abstract The article presents the new Babylonians who live a free, nomadic, and drifting lifestyle. They have full use of both time and technology and are the constructors of their environment in a collective creation game: the inhabitant of New Babylon, the Constant project. This game explores its imagination and the resources it used for its creation as an exercise in reclaiming culture as a basis for the construction of the city. The New-Babylonians values are used and then contrasted with those of the contemporary citizen before the digital world and the spatial transformation that it assumes. In this situation, Constant’s ideas seem to update when social needs are prioritized in the construction of space. Keywords: Constant, drifting lifestyle, nomad, city.

Resumo Este artigo apresenta o neobabilônio, que vive livre, nômade, à deriva, com pleno uso do tempo e da tecnologia, construtor de seu ambiente num jogo de criação coletivo; o habitante da New Babylon, o projeto de Constant. Indaga-se sobre seu imaginário e recursos que utilizou para sua criação como exercício de reivindicação da cultura como fundamento na construção da cidade. Tomam-se os valores do neobabilônio e contrastam-se com o cidadão contemporâneo, ante o mundo digital e a transformação espacial que supõe, em que as ideias de Constant parecem ser atualizadas ao priorizar as necessidades sociais na construção do espaço. Palavras-chave: Constant, deriva, nômade, cidade.

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Introducción En la historia, la tarea de afrontar los cambios y transformar la experiencia espacial del hombre ha caracterizado la labor de la arquitectura. Ante nuevos retos por asumir, es posible encontrar referencias en ideas pasadas que, con visión futurista, han propuesto más que formas y ornamentos, en visiones para traducir en el espacio los valores culturales de las personas. En este contexto, se presenta el proyecto New Babylon de Constant y su habitante, el neobabilonio, en la acción del diseño como generadora de estrategias para estimular la cultura con ideas creativas propuestas por los mismos ciudadanos. Constant Nieuwenhuys (fig. 1), artista holandés (1920-2005), miembro fundador de grupos de intelectuales y artistas destacados, como el Grupo CoBrA (1948) y la Internacional Situacionista (1957). Dedicó cerca de veinte años al diseño de New

Babylon, con la intención de hacer tangible sus sueños y poder hacer soñar a otros, con la construcción de una ciudad ideal. Para ello, delineó las características de los individuos que habitarían New Babylon, ciudadanos libres, que construirían en colectivo diversas situaciones en un juego lúdico interminable, a lo que acota Constant: “Lo más esencial de la cultura neobabilónica es el juego con los elementos que forman el entorno”.1 Al presentar los valores del neobabilonio, se intenta verificar la vigencia de los conceptos utilizados en las ideas de Constant en la nueva dimensión digital de la ciudad y sus ciudadanos, así como la importancia del rescate de valores de grupos culturales marginados que él utilizó para vislumbrar un mundo ideal. El concebir un proyecto arquitectónico global, determinado por la acción libre de sus ciudadanos, se reviste de vigencia, porque contrasta con los actuales avances tecnológicos en interconexión global, libertad, disponibilidad de tiempo libre, desplazamiento y acción lúdica.

Constant y su inspiración El interés de Constant por la arquitectura surgió como respuesta a observaciones en su Ámsterdam natal, y viajes a París y Londres en los años cincuenta, en derivas por ciudades bombardeadas que, a la vez, eran reconstruidas drásticamente. Su condición de flâneur, como persona que se abandona a la deriva y se desplaza entre la multitud sin unirse a ella,2 le permitió contemplar la destrucción, y su supuesta recuperación, sin tomar acción, pero cuestionándolo sobre su participación en la reconstrucción de la ciudad. Preocupado por la actitud distante de los artistas ante la nueva revolución industrial engendrada por esa reconstrucción, Constant transformó sus ideas expresionistas de CoBrA, por un fuerte componente arquitectónico,3 que lo hizo buscar nuevas propuestas para reconstruir las ciudades, combinándolas con el rescate de la actividad cultural.

Figura 1. Fotografía de Constant en 1974. Fuente: Peter Hans, National Collection Netherlands, Anefo

La visión de Constant era reorientar el diseño arquitectónico y urbano, fundamentándolos en valores creativos y culturales apoyados en los avances tecnológicos, al contrario del diseño concentrado en la función y la estética. En estas ideas coincidió con el grupo Internacional Situacionista,4 con el cual participó activamente (hasta 1960), y donde junto a Guy Debord publicó la Declaración de Ámsterdam (1958), que en once puntos definió el urbanismo unitario.

1 Nieuwenhuys, “La intensificación del espacio”, 38. 2 McDonough, “El espacio situacionista”, 110. 3 Sadler, The Situationist City, 123. 4 Nichols, “Nomadic Urbanities”.

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El urbanismo unitario buscaba la conexión entre la ciudad y los ciudadanos de forma innovadora, incitando a la acción en el espacio para dejar de ser solo espectadores, fundamentados en la deriva como el placer eterno de una búsqueda indeterminada.5 Concebida como una idea revolucionaria, porque dependía de una transformación social,6 era un proyecto social, pero también un proyecto artístico, la realización de la Gesamtkunstwerk: “El arte integral, que […] solo puede realizarse a nivel de urbanismo”, declaró Guy Debord, en 1957, en el documento fundacional de la Internacional Situacionista.7 Él mismo bautizó el proyecto con el nombre de New Babylon, que a Constant le pareció acertado, “Babylon” representaba para él la osadía humana.8 El neobabilonio sería el responsable absoluto de la construcción del paisaje global. Pero para llegar a la concepción de este nuevo ciudadano, Constant tomó ideas del Homo ludens, que describió Huizinga, el flâneur de Baudelaire, y con especial cercanía de los gitanos, con quienes experimentó su cultura en primera persona. El resultado fue un hombre nuevo, el neobabilonio, que toma los valores más resaltantes de cada uno de esos grupos, que Constant ilustró en diversas pinturas (fig. 2).

La acción en New Babylon es inherente al neobabilonio: va más allá del ser espectador, para involucrarse con el espacio y sus conciudadanos con todos los sentidos, en ello trascienden al flâneur. Por otro lado, el Homo ludens fue una expresión utilizada por primera vez por Johan Huizinga, en 1938, definido como “el hombre que juega”,10 al que sitúa en los estratos superiores de la sociedad. Constant señalaba que Huizinga “tiene el mérito de señalar el Homo ludens en potencia que se esconde en cada uno de nosotros. La liberación del potencial lúdico del hombre está directamente relacionada con su liberación en tanto que ser social”.11 Sin embargo, Constant era consciente de que ese ser había evolucionado, y que se encontraba en una situación excepcional, que se evadía de la realidad, al afirmar otra realidad soñada que debía ayudarle a olvidar las circunstancias insatisfactorias de su vida real.12 El neobabilonio nace de la necesidad del ciudadano de posguerra, sometido a laborar y a producir el Homo faber, dueño del mundo, según Marx, y que Constant ve sucedido por el Homo ludens que Huizinga referenció y describió.13 El Homo faber y el Homo ludens, según Huizinga, eran dos aspectos de la misma persona separados por la automatización. Constant afirmaba que “la condición del Homo faber desaparece como consecuencia de la automatización, después de la cual el término Homo ludens pierde su significado verdadero y original”.14

Figura 2. Litho N. 10 uit de map (Desde el mapa), 1963. Fuente: Collection Gemeentemuseum Den Haag, Photo Tom Haartsen para the Fondation Constant

En cuanto a los gitanos, fueron el motivo inicial de New Babylon, Constant declaraba: “Aquel mismo día concebí los planos de un campamento permanente para los gitanos de Alba, Italia […] donde se construyen bajo una cubierta, con la ayuda de algunos elementos móviles, una morada común, una vivienda temporal, remodelada constantemente: un territorio para nómadas a escala planetaria”.15

El término flâneur intenta designar al mirón paseante que anda por las calles de la ciudad sin destino fijo. Los pasajes comerciales de principios del XIX fueron el escondite favorito del flâneur. Este simbolizaba el privilegio o la libertad de desplazarse por los espacios públicos de la ciudad observando, pero sin interactuar nunca, agotando las vistas mediante una mirada controladora, pero raras veces reconocida.9

Los gitanos, como colectivo sobreviviente de personas excluidas, sintonizaron con la sensibilidad de Constant, y con base en ellos estructuró su primer proyecto y definió el neobabilonio. Los gitanos viven en un eterno ahora, con un nomadismo de dimensión mundial, donde el principal lazo de unión es la lengua, el romaní.16 Constant no se conformó con verlos desde la distancia; compartió con ellos sus vivencias, su música

5 Pla, La arquitectura a través del lenguaje, 87. 6 Nieuwenhuys, “Nueva Babilonia, 282. 7 Sadler, The Situationist City, 118. 8 van der Horst, “Constant (Ámsterdam 1920- Utrecht 2005)”, 298. 9 McDonough, “El espacio situacionista”, 110.

10 Nieuwenhuys, “La intensificación del espacio”, 10. 11 Ibid., 11. 12 Nieuwenhuys, “Conferencia en el ICA (1963)”, 196. 13 Lambert, Constant: New Babylon, 26. 14 Nieuwenhuys, “Nueva Babilonia: Diez años después”, 274. 15 Nieuwenhuys, “La intensificación del espacio”, 7. 16 Yoors, Los gitanos, 20.

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y su cultura, lo que ayudó a definir su visión de ciudadano y tomar sus valores. Wigley reitera ante su sintonía con lo romaní: “condensa radicalmente el mundo [...] nadie procede del exterior, todo el mundo es un forastero en movimiento continuo. La distinción entre vivir y viajar también se desvanece. Solo hay vagabundos. El gitano es la norma, no la excepción”.17

New Babylon New Babylon representó el intento de Constant por proyectar estructuras adecuadas para propiciar microambientes,18 en una disolución de la arquitectura fija, por una arquitectura móvil y efímera, manipulada por deseos desconocidos de sus habitantes, que constituyó el corazón del proyecto y la fuente de su fuerza.19 New Babylon se hace inseparable de sus usuarios; no se pueden entender individualmente.

El proyecto estuvo compuesto por diferentes elementos o sectores, elevados de la ciudad tradicional, interconectados, que se encadenan en el paisaje (fig. 3). Aunque Constant dejó claro lo absurdo de diseñar una ciudad para el futuro, porque —según él— era algo que escapaba al control: “Lo que debemos hacer es predecir cómo cambiarán los modos de vida en común, luchar por cambiarlos, o tenerlos en cuanta cuando estudiemos formas urbanas alternativas”.20 Y desde esta perspectiva reivindicaba el carácter evolutivo del proyecto y de sus habitantes. “New Babylon no puede ser nunca un plan urbanístico concreto que describa todo aquello que los urbanistas consideran necesario para la gente. Por el contrario, todos los elementos se dejarán sin determinar, tendrán que ser móviles y flexibles para que se les pueda dar cualquier uso”.21 Para ello proveyó a

Figura 3. Vogelvlucht groep sectoren 1. 1964 (Vista aérea del grupo de sectores). Fuente: Collection Gemeentemuseum Den Haag, Photo Tom Haartsen para the Fondation Constant

17 Wigley, “Hospitalidad extrema”, 131. 18 Banham, Megaestructuras, 81. 19 Wigley, “Constant Appeal”, 58.

20 Nieuwenhuys, “Nueva Babilonia: diez años después”, 282. 21 Nieuwenhuys, “Conferencia en el ICA (1963)”, 198.

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sus neobabilonios con tecnología necesaria como herramientas para construir su mundo. Wigley, al respecto, señala que “es una sociedad de placer sinfín, los trabajadores se convierten en jugadores y la arquitectura es el único juego en la ciudad, un juego que conoce pocos límites”.22 Más que una ciudad, New Babylon representaba el diseño de una nueva cultura; por ello, Constant se apoyó en escritos, revistas, entrevistas, conferencias para difundir sus ideas. En lo arquitectónico, con poco detalle constructivo, concentrado más en la manera de articular la cultura con el espacio. Sus estructuras serían una opción más, de allí la falta de detalles, que “parecen improvisados ensamblajes de estructuras y laberintos, basado en el principio del kit de piezas […] Constant no estuvo en última instancia interesado en cómo esos detalles funcionaban, fue más urgente justificar tales edificios en primer lugar”,23 como se ilustran en sus modelos sin acabar (fig. 4).

Figura 4. Constant, detalle de maqueta del Gele Sector (sector amarillo) 1958. Fuente: Leonleke Aalders

Sin embargo, aunque el punto determinante fuese la nueva cultura, el proyecto fue aglutinando numerosos modelos, exquisitamente construidos, mapas, planos, fotografías, películas, bandas sonoras. Los materiales, las técnicas, las escalas y las formas de presentación se emplearon expresamente para imbuir en el mundo de New Babylon al espectador, y que completase en su imaginación esa ciudad global (fig. 5). Al proclamar la cultura del neobabilonio, estimulada con la actividad lúdica que incitan los espacios que planteaba, la construcción de la ciudad global se traslada a la imaginación del espectador.

22 Wigley, “Paper, Scissors, Blur”, 27. 23 Sadler, “New Babylon versus Plug-in-City”, 60.

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Figura 5. Constructie en oranje. 1958. Fuente: Collection Gemeentemuseum Den Haag, Photo Tom Haartsen para the Fondation Constant

El neobabilonio Los valores se expresan frecuentemente a través de los ideales, las imágenes, los esquemas o los significados. Ellos, a su vez, conducen a ciertas normas, estándares, expectaciones, reglas, etc. que cumplen un importante papel en la evaluación de entornos que, al igual que los valores, determinan los estilos de vida.24 En New Babylon, el principal valor es la libertad y el ambiente lúdico que conduce, Constant indicaba que esa libertad “no consiste en la elección entre diversas alternativas, sino que es el desarrollo óptimo de las facultades creativas de todos los seres humanos. Puesto que no puede haber auténtica libertad sin creatividad”.25 El neobabilonio se concibió como un nómada a la deriva en un espacio descontextualizado, quien determinaría su espacio basado en sus preferencias personales con plena disposición de recursos tecnológicos. La sociedad lúdica, basada en una comunidad de intereses de todos los seres humanos, abarca la totalidad de los habitantes de New Babylon y su actividad simultánea crea una nueva cultura colectiva;26 así, vagan a través de los sectores en busca de nuevas experiencias, de ambientes desconocidos hasta el momento. No viven en un lugar fijo y van a la deriva, deambulando por el amplio paisaje urbano con sus múltiples ambientes cambiantes,27 como lo hiciera el flâneur, pero sin la pasividad ante su realidad, sino plenamente conscientes de su poder para actuar sobre el mundo.28 El neobabilonio no era un humano superior; por el contrario, Constant indica que sería del tipo de hombre convencional y

24 Rapoport, Cultura, arquitectura y diseño, 164. 25 Nieuwenhuys, “La intensificación del espacio”, 13. 26 Ibid., 37. 27 Lootsma, “Disko 1”. 28 Nieuwenhuys, “La intensificación del espacio”, 31.


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El impacto de las redes ha revolucionado la forma de interacción de los individuos y de la sociedad. Según Castells, la sociedad de la información pasa a convertirse en el factor decisivo de la organización económica y genera cambios profundos en todos los ámbitos de la vida, determinados por la transformación de las condiciones espacio-temporales en las interacciones entre los miembros de la sociedad.33 Las interconexiones sociales en red, a todo nivel, reúnen a los actores implicados en la ciudad, estimulando la participación social desde lo digital, a fin de permitir coproducir el marco de referencia y la formulación misma de nuevos desafíos.34 Figura 6. Cámaras de video y sensores, inundan las ciudades. Fuente: Vrles, “A paranoid weekend in London”

su poder se concentraría en construir la realidad sin tener que preocuparse por la lucha por la supervivencia.29 No tendría que crear arte, porque puede dar salida a su creatividad en el ejercicio de su vida cotidiana, 30 donde el deseo era visto como una emoción motivadora para disfrute de la vida. El poder creativo de las personas no radica solo en el acto artístico o lúdico, sino que —como acto creador— es, a la vez, un acto social, que incita a que el neobabilonio entre en contacto directo con sus semejantes. Constant afirmaba al respecto: “Todos sus actos son públicos, todos actúan en un medio que es también el medio de los demás, y suscita unas reacciones espontáneas”.31

Vigencia del neobabilonio en el siglo XXI El paisaje del siglo XXI ha cambiado hacia un mundo cada vez más global, lleno de libertades y desarrollos tecnológicos, con el reto de las ciudades como hábitat de más de la mitad de la población mundial que, según el Banco Mundial, llegará al 60 % para el año 2030.32 Sin embargo, una marcada influencia psicológica por el terrorismo y la seguridad marca a las ciudades, como otrora fueron la devastación y la reconstrucción desordenada de posguerra que vivió Constant. Un bombardeo sutil y digital condiciona la capacidad psicológica de los ciudadanos y su libertad, a los que la arquitectura ha dado forma (fig. 6).

29 30 31 32

Nieuwenhuys, “Conferencia en el ICA (1963)”, 197. Ibid., 198. Nieuwenhuys, “La intensificación del espacio”, 31. “Banco Mundial, datos y cifras”.

La vuelta al nomadismo que caracteriza a las ciudades contemporáneas representa mayor libertad en las formas de vida; pero confieren, a la vez, una gran inestabilidad y una necesidad de adaptación constante.35 Más que ciudadanos nómadas, son las herramientas digitales las que le han conferido ese poder, bien por su adaptabilidad, ubicuidad y utilización de múltiples sistemas que permiten el registro visual, sonoro, cartográfico y, sobre todo, el de comunicación en diferentes esferas, en un mismo lenguaje, el digital, que parece trascender naciones, idiomas, como el romaní que une a los gitanos. Ante estas circunstancias, muchas ciudades han adoptado el reto en convertirse en smart cities, adjetivo aplicado a ciudades que buscan acelerar el flujo a todos los ámbitos, apoyados en la tecnología, y reducir frustraciones físicas de la vida urbana, tomando acciones donde más se necesitan.36 La mayoría se concentra en respuestas tecnológicas en tiempo real, antes que responder a las necesidades del ciudadano. Así mismo, la constante innovación tecnológica da poca oportunidad de familiarizar con las herramientas y de crear un ciclo de obsolescencia, por desuso, remplazo y actualización.37 En cuanto a lo lúdico, la tecnología ha conferido una nueva posición al entretenimiento, que ha pasado a tener un sitio relevante en el desarrollo de la vida y de la economía. El ocio, entendido como negocio va en aumento, al consolidar la necesidad de entretenimiento encauzado desde lo digital, en videojuegos altamente participativos, porque trasciende al cine como manifestación cultural, en popularidad e ingresos,38 pero que desestima la interacción con el espacio urbano real. Sin embargo, existen iniciativas, como Playable cities,39 que buscan

33 Manuel Castells, citado en Salvat Martinrey y Serrano Marín, La revolución digital, p. 24. 34 Ascher, Los nuevos principios del urbanismo, 80. 35 Trovato, Des-velos, p. 206. 36 Saunders y Baeck, “Rethinking Smart Cities from the Ground Up”, 5. 37 Ockman, The Pragmatist Imagination, 144. 38 Asociación Española de Videojuegos, “El videojuego en el mundo”. 39 Vision, “What is a Playable City?”

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hacer del juego una forma de estructurar la convivencia de los ciudadanos y crecer en vínculos al construir relaciones entre personas y el contexto urbano. La actividad digital ha estimulado retomar las actividades productivas desde el hogar, gracias a la tecnología y la formación de comunidades según sus intereses. El auge del do it yourself (DIY), donde todo puede ser construido por uno mismo, abre posibilidades de establecer relaciones sociales secundarias, que crean las condiciones para una vida local comunitaria vigorosa y para la construcción de un capital social y cultural.40 A la par, el espacio real y el digital se llenan en productos para consumir el tiempo, aunado a la facilidad de movilizar todo hasta el hogar del consumidor, lo que desestima la idea del desplazamiento físico. La deriva de los ciudadanos, por redescubrir y construir la ciudad, se traslada de las calles a la red en una deriva digital. Las calles se despejan y todas las actividades, progresivamente, se van concentrando desde el hogar. El futuro del espacio público parece inclinado hacia su contracción virtual dentro del ámbito de una privacidad del hogar que concentra todas las herramientas digitales. La ciudad contemporánea se ha construido con la intención de hacer casi imposible la heterogeneidad. Según Davis, “su objetivo no es destruir la calle, sino destruir la multitud, eliminar la mezcolanza democrática que había en las aceras y en los parques”.41

Conclusión New Babylon fue un grito de protesta.42 Las ideas de Constant han trascendido hasta nuestros días, porque en ellas están implícitas la humanidad y la esperanza. Su insistencia en concebir a un ciudadano libre, hace interrogar sobre el destino de las ciudades actuales y el potencial de creación que estimulan con las herramientas digitales que, por un lado, muestran las ciudades abiertas a lo creatividad; pero, por otro, numerosos sistemas de seguridad y normas restringen y excluyen a sus ciudadanos. El mundo parece encaminarse a ser una gran ciudad donde la población requiere una nueva dimensión entre espacio físico y digital. Lo perdido en espacio físico se traspasa al digital. El ciudadano del siglo XXI, con acceso al mundo desde internet, posee características similares al neobabilonio, pero la libertad plena parece aún materia por resolver.

40 Mitchell, E-topía, p. 87. 41 Davis, Ciudad de cuarzo, 207. 42 Nicoletti, “The End of Utopia”, 272.

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Más que una imagen, New Babylon es la concepción de una cultura, y con base en ella se trazó todo el proyecto como estímulo a la imaginación de otros. Pareciera mesiánico el construir la libertad desde una cultura global; sin embargo, la arquitectura puede estimular la acción colectiva y la creatividad, traduciendo las necesidades sociales y culturales en el espacio. De esta manera el proyecto de Constant se actualiza, más que en las formas de su propuesta, en la cultura y vida que delineó para el neobabilonio.

Bibliografía 1. Ascher, François. Los nuevos principios del urbanismo: el fin de las ciudades no está a la orden del día. Madrid: Alianza, 2004. 2. Banco Mundial. “Banco Mundial, datos y cifras”. Accedido 29 de enero de 2016. http://www.bancomundial.org/temas/cities/datos.htm. 3. Banham, Reyner. Megaestructuras: futuro urbano del pasado reciente. Barcelona: Gustavo Gili, 2001. 4. Davis, Mike. Ciudad de cuarzo: arqueología del futuro en los Ángeles. Madrid: Lengua de Trapo, 2003. 5. Asociación Española de Videojuegos. “El videojuego en el mundo”. Accedido 29 de enero de 2016. http://www.aevi.org.es/laindustria-del-videojuego/en-el-mundo. 6. Lambert, Jean-Clarence. Constant: New Babylon. Art et utopie: textes situationnistes. Cercle d’art contemporain. Paris: Cercle d’art, 1997. 7. Lootsma, Bart. “Disko 1”. En Koolhaas, Constant und die Niederländische Kultur der 60er Jahre, traducido por Constant Fondation. Nürnberg: A42.org/AdbK, 2006. http://stichtingconstant.nl/ essay. 8. McDonough, Tom. “El espacio situacionista”. Anthropos, n.o 229 (2001): 99-113. 9. Mitchell, William J. E-topía: vida urbana, Jim, pero no la que nosotros conocemos. Barcelona: Gustavo Gili, 2001. 10. Nichols, Julie. “Nomadic Urbanities: Constant’s New Babylon and the Contemporary City”. Graduate Journal of Asia-Pacific Studies 4, n.o 2 (diciembre de 2006): 29-52. 11. Nicoletti, Manfredi G. “The End of Utopia”. Perspecta, n.º 13/14 (1971): 269-279. doi:10.2307/1566986. 12. Nieuwenhuys, Constant. “Conferencia en el ICA (1963)”. En Constant: Nueva Babilonia. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2015. 13. Nieuwenhuys, Constant. “La intensificación del espacio”. En La Nueva Babilonia, traducido por Maurici Pla. Barcelona: Gustavo Gili, 2009.


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14. Nieuwenhuys, Constant. “Nueva Babilonia: diez años después (1980)”. En Constant: Nueva Babilonia. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2015. 15. Ockman, Joan. The Pragmatist Imagination. New York: Princeton Architectural Press, 2001. 16. Pla, Maurici. La arquitectura a través del lenguaje: escritos 19892002. Barcelona: Gustavo Gili, 2005. 17. Rapoport, Amos. Cultura, arquitectura y diseño. Barcelona: Ediciones UPC, 2003. 18. Sadler, Simon. “New Babylon versus Plug-in-City”. En Exit Utopia: Architectural Provocations 1956-76, editado por Martin van Schaik. New York, NY: Prestel Pub, 2005. 19. Sadler, Simon. The Situationist City. 3. Cambridge, Mass.: MIT Press, 2001. 20. Salvat Martinrey, Guiomar y Vicente Serrano Marín. La revolución digital y la sociedad de la información. Zamora: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones, 2011. 21. Saunders, Tom y Peter Baeck. “Rethinking Smart Cities from the Ground Up”. London, 2015. http://www.nesta.org.uk/publications/rethinking-smart-cities-ground 22. Trovato, Graziella. Des-velos: autonomía de la envolvente en la arquitectura contemporánea. Madrid: Akal, 2007. 23. van der Horst, Trudy. “Constant (Ámsterdam 1920- Utrecht 2005)”. En Constant: Nueva Babilonia. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2015. 24. Vrles, Stefan. “A Paranoid Weekend in London”. CCTV, 12 de julio de 2008. http://flickr.com/photos/flashstef/2677270550 25. Vision. “What is a Playable City?” Accedido 29 de enero de 2016. http://www.watershed.co.uk/playablecity/overview. 26. Wigley, Mark. “Constant Appeal”. Architecture 89, n.o 8 (agosto de 2000): 55-58. 27. Wigley, Mark. “Hospitalidad extrema”. En Constant: Nueva Babilonia. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2015. 28. Wigley, Mark. “Paper, Scissors, Blur”. En The Activist Drawing: Retracing Situationist Architectures from Constant’s New Babylon to beyond, editado por M. Catherine de Zegher y Mark Wigley. New York: Drawing Center, 2001. 29. Yoors, Jan. Los gitanos. Barcelona: Bellaterra, 2009.

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Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza Mies van der Rohe’s courtyard houses: a modern garden. An interpretation based on the concept of plurality and “the third way” As casas-pátio de Mies van der Rohe: um jardim da modernidade. Uma leitura a partir do conceito de pluralidade e da terceira natureza Recibido: 25 de noviembre de 2015. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 30 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.10 Artículo de reflexión

Germán Ramírez 

german@monumental.com.co

Arquitecto, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia Master of Advanced Architecture, Berlage Institute, Países Bajos. Arquitecto, Monumental Arquitectura.

Resumen En este artículo, el proyecto de las casas patio de Mies van der Rohe se plantea como un jardín de la modernidad; en sentido alegórico, como un espacio trascendente que supera el sentido de utilidad. Este singular y emblemático proyecto se comprende en contraposición a una visión positivista y economicista que también ha absorbido la práctica arquitectónica. La lectura que se propone de este proyecto hace una particular mediación con el concepto de pluralidad, de Hannah Arendt en su crítica a la emergencia del Mundo Moderno, y al concepto de la tercera naturaleza o el jardín como arquitectura del paisaje. Palabras clave: jardín, modernidad, pluralidad, tercera naturaleza, casas patio.

Abstract This article allegorically presents Mies van der Rohe’s courtyard houses project as a modern garden: as a transcendent space that surpasses a sense of utility. This unique and emblematic project can be understood in contrast to a positivist and economistic vision that architecture as a discipline has also absorbed. The suggested way to interpret this project is closely related to Hannah Arendt’s concept of plurality in her critique of the emergence of the modern world and to the concept of “the third way” or the garden as landscape architecture. Key words: garden, modernity, pluralism, “the third way”, courtyard houses.

Resumo Neste artigo, o projeto das casas-pátio de Mies van der Rohe se propõe como um jardim da modernidade; em sentido alegórico, como um espaço transcendente que supera o sentido de utilidade. Esse singular e emblemático projeto é compreendido em contraposição a uma visão positivista e economicista que também absorve a prática arquitetônica. A leitura que se propõe desse projeto faz uma particular mediação com o conceito de pluralidade de Hannah Arendt, em sua crítica à emergência do Mundo Moderno, e ao conceito da terceira natureza ou do jardim como arquitetura da paisagem. Palavras-chave: jardim, modernidade, pluralidade, terceira natureza, casas-pátio.

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Podemos sintetizar lo dicho hasta ahora con estas palabras: en el espacio moderno lo privado se expone, lo doméstico se anula, lo íntimo se castiga.1

El advenimiento de la modernidad ha traído consigo la escisión de la esfera pública y la esfera privada, el auge de lo social2 y el nacimiento del individuo. Lo social es “el auge de la administración doméstica”,3 del dominio del hogar o de la familia en la Antigüedad a la “luz de la esfera pública”4 en la Modernidad. El auge de la administración doméstica en la esfera de lo público es la condición que va a permitir contemporáneamente —de forma prevalente y desde el inicio de la Modernidad— el desplazamiento de lo político a lo económico en el dominio de la esfera pública. Este texto plantea que el proyecto de las casas patio de Mies van der Rohe es un jardín de la modernidad, en sentido alegórico, y su revisión como proyecto desde una interpretación contemporánea puede considerarse una alternativa al individuo de la economía liberal —modelo hoy dominante las diferentes dimensiones de la vida humana— y la posibilidad del reconocimiento de la pluralidad5 como condición de la verdadera construcción de lo común y, por extensión, de lo público. El punto de partida es el estudio del proyecto de las casas patio de Mies van der Rohe desde la cuidada reflexión de Iñaki Ábalos, en La buena vida, en el capítulo de la casa de Zaratustra,6 que es su exposición sobre este proyecto. En este, Ábalos cuestiona el sentido funcionalista que ha mediado en la visión positivista del mundo y presenta este particular y emblemático proyecto como una búsqueda de sentido trascendente de habitar, una visión personal y autobiográfica, una modernidad alternativa a la visión de la modernidad positivista. Para develar y comprender el sentido de la hipótesis, el texto propone la mediación de dos conceptos: pluralidad, en Hannah Arendt, y terza natura o tercera naturaleza, en John Dixon Hunt. El primero recupera la dimensión del individuo como sujeto, y no desde el sentido de individualismo propio del liberalismo económico. La cualidad humana es, desde Arendt, la pluralidad. Para comprender la pluralidad en Arendt, exige ponerla en el contexto de la emergencia del mundo moderno y en la vita activa, expresión con la que Arendt designa lo que para ella son las tres actividades fundamentales de la vida del

1 Ábalos, La buena vida, 75. 2 Ver el auge de lo social en Arendt, La condición humana, 61. 3 Ibid., 61. 4 Ibid. 5 Véase el concepto de pluralidad en ibid. 6 La casa de Zaratustra es el nombre del capítulo que Ábalos da al de la casa patio de Mies, en correspondencia con el pensamiento de Nietzsche, y que Mies, según la investigación, accedió a su literatura a través de su círculo de amigos intelectuales. Ábalos, La buena vida, 25.

hombre en la tierra: labor, trabajo y acción. El segundo concepto, terza natura (tercera naturaleza), trasciende la condición del artificio humano y corresponde a la idea de jardín (en este texto comprendido en un sentido alegórico). La terza natura se encuentra en la trilogía de las tres naturalezas7 que estudia y propone contemporáneamente John Dixon Hunt.

Hannah Arendt, la emergencia de la modernidad y la vita activa La modernidad trae nuevos actores y escisiones que el tiempo precedente no conocía. Se trata del auge de lo social y del individuo, que van a cambiar por completo la comprensión del mundo, y también la experiencia y la forma como habitamos en el mundo. El factor de estas transformaciones, desde la interpretación de Hannah Arendt, está en la emergencia de nuevos actores que la Antigüedad y la Edad Media Dentro, de la genealogía de Occidente, no conocían. El surgimiento de la sociedad y del individuo son construcciones propias de la modernidad, y la emergencia de estos nuevos actores tiene consecuencias en el territorio y en la forma en que habitamos. Arendt tiene el mérito de recuperar de los griegos el concepto de política, especialmente el de Aristóteles en la modernidad, y a su vez el reconocimiento del individuo como sujeto. El concepto pluralidad es la condición que permite la acción, y para Arendt la acción es una de las tres actividades que para ella constituyen la vita activa. Las tres actividades fundamentales8 de la vita activa que plantea en el libro La condición humana son: labor, trabajo y acción. Para Arendt, la labor está referida a los procesos biológicos, a la supervivencia humana, a la mera vida. En este sentido, su temporalidad es limitada, de hacer que el hombre se mantenga vivo. De ahí hace parte la agricultura, es decir, su sentido es la supervivencia humana; pero ella hace parte de la construcción humana. En las tres naturalezas, la agricultura es posible leerla como una segunda naturaleza, es una intervención antrópica en el territorio, es una construcción cultural. No en vano, las palabras cultivar y cultura tienen su origen en la palabra latina colere. Este vocablo latino sugiere tanto la construcción tangible como la intangible; pero hay un origen en lo táctil, en lo espacial. El sentido de la actual palabra cultura tiene

7 Hunt, Gardens and the Picturesque. 8 Según Arendt, “son fundamentales porque cada una corresponde a una de las condiciones básicas bajo las que se ha dado al hombre la vida en la tierra”. La condición humana, 35.

Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza. Germán Ramírez [ 141 ]


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su origen en la forma como el hombre transformó el territorio para garantizar su supervivencia; es precisamente el dominio de la agricultura, la crianza y el dominio del campo, o del espacio. El prefijo agri viene del griego argos, que significa campo. El trabajo, que se refiere a aquello “que proporciona un ‘artificial’ mundo de cosas, claramente distintas de todas las circunstancias naturales”,9 es —como ella lo define en el capítulo homónimo (trabajo10)— “el carácter duradero del mundo”. El sujeto de esta actividad es el Homo faber, el responsable del artificio de la vida. En este artificio está, como inicia el capítulo, “el trabajo de nuestras manos”. Esta actividad va desde la creación de herramientas que permiten al sujeto de la actividad de labor, el animal laborans, cumplir con su actividad biológica de supervivencia, hasta otras construcciones que sugieren una mayor trascendencia y permanencia como el sentido de la construcción y del arte. La arquitectura es trabajo, porque se trata de un artificio, del dominio de la técnica de la construcción, es una tecnología en el sentido más puro. La acción, la actividad más elevada es aquella “única actividad que se da entre los hombres sin la mediación de cosas o materia, corresponde a la condición humana de la pluralidad, al hecho que los hombres, no el Hombre, vivan en la tierra y habiten en el mundo”.11 Justamente, la acción permite la política, porque —como bien aclaraba Hannah Arendt en la entrevista hecha por Günter Gaus, en 1964—, ella no pertenecía al círculo de los filósofos, sino al de la teoría política. Su argumento se basa en que la política solo es posible entre los hombres y no del hombre. Para Arendt existe una tensión entre política y filosofía,12 entre el hombre como ser pensante y el hombre como ser de acción.

9 10 11 12

Ibid. Se trata del capítulo IV de La condición humana. Ibid., 35. En la entrevista que Günter Gaus le hace a Hannah Arendt, en 1964, en respuesta a la afirmación del entrevistador, quien la considera filósofa política, y que Arendt categóricamente rechaza, al declarse teórica política. Esta precisión también puede verse en La condición humana, cuando ella aclara —desde su visión— que la política solo es posible entre los hombres y no del hombre. Ella establece la diferencia que existe entre el hombre como ser pensante, en alusión a la filosofía, y el hombre con ser de acción, en alusión a la política. “That is, between man as a thinking being and man as an acting being, there is a tension that does not exist in natural philosophy, for example”. Arendt, “What Remains?”.

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Las tres naturalezas La primera naturaleza es la primigenia o sin intervención humana, que Hunt propone como punto de partida; la segunda naturaleza, alteram naturam,13 corresponde al paisaje cultural, el que ha sido intervenido por el hombre, y la tercera naturaleza o el jardín,14 es la que trasciende el paisaje cultural y refiere un sentido alegórico. A partir del concepto de alteram naturam,15 Hunt introduce el paisaje cultural, la transformación antrópica del territorio. Al establecer esta segunda naturaleza, la primera se refiere a una naturaleza no intervenida, primigenia, quizás en el mundo contemporáneo inexistente. La terza natura hace referencia al concepto de jardín; este trasciende el sentido del paisaje cultural, porque se trata de un espacio que está por fuera de un sentido utilitario, consistente en una eutopía. La idea de jardín, de la invención de los humanistas renacentistas,16 de la terza natura,17 trasciende el paisaje cultural o alteram naturam (segunda naturaleza) de un modo más profundo y complejo que la experiencia humana. Esta invención sugiere también el sentido hedonista y no utilitario. La construcción del paisaje cultural es el producto de la actividad del hombre en la transformación del territorio. Sin embargo, desde el concepto de trabajo en Arendt, no toda transformación es parte del artificio que él define. La agricultura, como actividad, es una intervención antrópica; no es natural. Si lo natural se asume como aquello donde no ha existido intervención humana; pero lo es por tratarse de una actividad natural del hombre, y de su necesidad de subsistencia. La agricultura consiste en ciclos cortos desde la vida humana, propio

13 John Dixon Hunt introduce el concepto de segunda naturaleza a partir del concepto de alteram naturam, de Cicerón, al referirse a la naturaleza que ha sido modificada e intervenida por el hombre. “The Roman writer Cicero termed what we would call the cultural landscape as a second nature (alteram naturam). This was a landscape of bridges, roads, harbours, fields —in short, all of the elements in which men and women introduce into the physical world to make it more habitable, to make it serve their purposes”. Hunt, Gardens and the Picturesque, 3. 14 Véase Hunt, Gardens and the Picturesque, 3 y 4. Se infiere en el libro de Hunt que Giacomo Bonfadio o Jacopo Bonfadio es quien acuña el término tercera naturaleza (terza natura) para referirse a la idea de jardín. Esto quiere decir que trasciende el paisaje cultural. Indica una condición ulterior a su sentido. 15 Ibid., 3. 16 “But because Renaissance humanist implied by their invention of third nature, gardens go on stage further than the cultural landscape of second nature in representing the extent and the significance control over environment, garden may arguably represent a more refined, more acute, and more intricate expression of human experience”. Ibid., 9. 17 “Gardens were worlds where the pursuit of pleasure probably outweighed the need for utility and accordingly were the utmost resource of human intelligence and technological skill were invoked to fabricate an environment where nature and art collaborated”. Ibid., 4.


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del proceso de subsistencia, mas —en el proceso mismo— la temporalidad es limitada. La permanencia está en la técnica. Es ahí donde el artificio se hace evidente. La construcción del paisaje cultural no es necesariamente un artificio desde el concepto de trabajo, porque la acción que media es la de un proceso vital de subsistencia, un proceso biológico. Sin embargo, el artificio sí existe como intervención humana. El “jardín como la arquitectura del paisaje”,18 como el artificio más elaborado y que sublima el paisaje cultural, se propone en un sentido alegórico para la interpretación del proyecto de las casas patio de Mies como un jardín de la modernidad.

vistos y oídos y revelar mediante la palabra y la quienes son. Para ellos la apariencia constituye la realidad, cuya posibilidad depende de una esfera pública.20

Al inicio del capítulo V, de La condición humana, Arendt refuerza la necesidad primaria de la pluralidad humana en la revelación del agente en el discurso y la acción: […] la pluralidad humana, básica condición tanto de la acción como del discurso, tiene el doble carácter de igualdad y distinción. Si los hombres no fueran iguales, no podrían planear y prever para el futuro las necesidades de los que llegarían después, si

Arendt y la pluralidad

los hombres no fueran distintos, es decir cada ser humano dife-

En la modernidad, la pluralidad en Hannah Arendt es precisamente el concepto que recupera lo político y la política. También recupera la dimensión del individuo como sujeto, y no el sentido de individualismo, propio del liberalismo económico. La cualidad humana es, desde Arendt, la pluralidad. Es como se muestra cada individuo en la diversidad, y es en la diversidad donde es posible la existencia de la esfera pública. Luego, la esfera pública es el espacio de aparición de lo diverso. Si bien ya otros antecedieron a esta autora al recuperar el concepto de lo político —como Gramsci—, Arendt va a hacerlo más cercano al sentido de la Antigüedad, especialmente en Aristóteles. El gran aporte que ella hace es el doble sentido de recuperar lo político, pero a través del conocimiento del individuo como sujeto único y en la pluralidad, en lo diverso.

necesitarían el discurso ni la acción para entenderse.21

renciado de cualquier otro que exista, haya existido o existirá, no

El conflicto del materialismo19 y del liberalismo económico radica en que coinciden en reducir a la sociedad civil a la dimensión económica, cuya consecuencia es simplificar la dimensión del individuo a un sentido genérico con el problema que implica que no existe el espacio del sujeto ni de lo diverso, y a negar la dimensión cultural y política de la acción humana. Para Arendt la política es posible por la pluralidad, la acción y el discurso. Sin embargo, es necesaria la pluralidad para que sean posibles la acción y el discurso: La pluralidad no es, pues, simple alteridad, pero tampoco equivale al mero pluralismo político de las democracias representativas: la función del ámbito público es, en Arendt, iluminar los sucesos humanos al proporcionar un espacio de apariencias, un espacio de visibilidad, en que hombres y mujeres pueden ser

18 Propuesta de interpretación metafórica de la idea de jardín desde la lectura de John Dixon Hunt, de Carlos Rueda, Bekleidung. 19 “El error básico de todo materialismo en la política —y dicho materialismo no es marxista y ni siquiera de origen moderno, sino tan antiguo como nuestra historia de la teoría política— es pasar por alto el hecho inevitable de que los hombres se revelan como individuos”. Arendt, La condición humana, 212.

Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad El jardín trasciende el paisaje cultural de un modo más profundo y complejo a la experiencia humana, y desde el Renacimiento ha significado, de forma consciente y hedonista, que trasciende también la necesidad de utilidad. Las casas patio son un jardín en sentido alegórico, como la arquitectura del paisaje, como la más refinada forma del artificio humano. El jardín es una construcción ulterior del animal laborans, y quizás la más sofisticada del Homo faber. Las casas patio de Mies responden a una pregunta que no está mediada por la prevalencia del dominio de la economía, ni por una orientación instrumental, se trata de otra lectura de la modernidad que subvierte estas lógicas: ¿por qué un jardín de la modernidad? La visión del mundo moderno no es unidireccional; es la emergencia de un mundo que ha acogido diferentes visiones, y acá se toma partido por la visión de Arendt en reconocer la individualidad del sujeto y la posibilidad de lo común en la pluralidad. De forma análoga, las casas patio de Mies subvierten las preocupaciones dominantes del momento en el que fue desarrollado este proyecto. Ábalos, en su preciso y sofisticado análisis, da cuenta de que la pregunta detrás de este proyecto era muy personal y autobiográfica. Quizás sea elocuente —como menciona Ábalos— el silencio de Mies sobre este proyecto: una exploración personal que no respondía al encargo de un cliente.

20 Birulés, “Introducción”, 21. 21 Arendt, La condición humana, 205.

Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza. Germán Ramírez [ 143 ]


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En este sentido, lo hace un verdadero proyecto, porque la mediación de ser un encargo no existe. Para acercarnos a las casas patio están sus exquisitos dibujos, bocetos y collages, y la palabra de Mies en diferentes entrevistas, que nos dan cuenta de su talante y de su postura frente a la práctica. Esta particular lectura busca hacer un homenaje a Mies en dos sentidos: por un lado, en las lecciones que encontramos directamente en el proyecto, en la forma como sus dibujos nos han develado huellas para su interpretación; también las lecciones la lectura de obras desde los proyectos para él influyentes en su obra, sin otra mediación que su propia experiencia.22 Es importante señalar la profunda influencia que tuvo en Mies la obra de Berlage. Él la estudio con detenimiento a través de la lectura de sus libros y del contacto directo con su obra, y a través Berlage acoge Mies la tradición textil de Semper.23 Se trata de una experiencia ilustrada y crítica que le permitieron un mayor refinamiento en su propia obra. Por otro, la importancia de la filosofía para abordar los problemas de la arquitectura. Mies decía “Mi filosofía arquitectónica procedía de la lectura de libros de filosofía”.24 La licencia de interpretación de Ábalos de este proyecto está mediada por Nietzsche; por ello la alusión al referirse a este proyecto como la casa de Zaratustra. Mies estuvo dentro de un círculo intelectual bajo la influencia de varios filósofos, entre ellos de Nietzsche.25 La licencia de interpretación que se hace acá es con Arendt, y no se trata en modo alguno de sugerir una conciliación, sino el valor de la filosofía política y del pensamiento de Arendt para acceder a darle sentido a este particular proyecto desde la lectura del jardín en sentido alegórico. La pluralidad, como la posibilidad de reconocer la individualidad del sujeto, rescatarlo de la estandarización instrumental, es el punto central que devela Ábalos, y por ello la pluralidad, como la condición humana, permite la aparición de lo diverso. Las casas patio tienen la particularidad de tener un lenguaje común,26 el repertorio de un sistema que permite la diversidad,

22 Mies menciona la gran influencia que tuvo en él la obra de Berlage. Leyó sus libros y conoció su obra en el momento del encargo de la Villa Müller, cuando trabajaba para Peter Behrens. Él menciona que conoció a Hendrik Petrus Berlage, pero que nunca hablaron de arquitectura. Véase Puente, Conversaciones con Mies van der Rohe, 54 y 55. 23 Rueda Jiménez, Bekleidung. Véase el aparte 14 del capítulo tres, “Los velos de las caríatides”, 145-148. 24 Puente, Conversaciones con Mies van der Rohe, 55. Iñaki Ábalos también lo indica citando directamente a Mies: “solo a través del conocimiento filosófico se revela el orden correcto de nuestras tareas y a su través el valor y la dignidad de nuestra existencia” (Mies van der Rohe, 1927), en Ábalos, La buena vida, 21. 25 Ábalos, La buena vida, 20 y 21. 26 Mies se refiere en la entrevista hecha en Nueva York, en 1955, a que él había trabajado sobre arquitectura, la arquitectura como lenguaje. Por lenguaje común se refiere a principios generales que pueden construir una gramática; se trata de un lenguaje que debe ser vivo. Véase Puente, Conversaciones con Mies van der Rohe, 56 y 57. [ 144 ]  Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 140-145. http://dearq.uniandes.edu.co

presente en la obra de Mies, y muy particular en este proyecto. La condición de las casas patio de no ser un encargo, de esta inquietud personal y autobiográfica de Mies, refuerza el sentido alegórico del jardín de la modernidad por el sentido mismo que esta búsqueda implica. Podemos reconocer en este proyecto su condición de proyecto visionario,27 análogo como los proyectos de visionarios de Boullèe. Se trata de proyectos no construidos, que coinciden en una profunda conciencia técnica, en una gran precisión evidente en cómo el dibujo devela las intenciones materiales y técnicas. En ambos se trata de proyectos que buscan respuesta a preguntas de su tiempo, al sentido civilizador28 que Mies exige de la arquitectura; por esto no se trata en modo alguno de proyectos utópicos; no es en el caso de Boullèe y tampoco el de Mies. Ábalos hábilmente reconstruye la imagen de este proyecto con una precisa interpretación de los dibujos. Es un proyecto que diluye a la familia y radicaliza al individuo, no en términos de un individualismo, sino de la individualidad y de la singularidad del sujeto en la pluralidad de Arendt. Es la imagen de un habitante metropolitano. Es una casa que solo puede estar en una ciudad, por lo sofisticado de su interior y materialidad, por la condición de un programa que renuncia a cualquier sugerencia de estar en el campo, que necesita aislarse, que construye un interior radical con el repertorio del lenguaje común de Mies, con el arquetipo del pabellón. Quizás Mies visualiza de forma temprana29 el mar urbano de la indiferenciación, que el fenómeno de la urbanización ha iniciado, en la necesidad de fijar y radicalizar los límites para construir el interior de la esfera privada e íntima que pudiera permitir la aparición de lo común y lo público a través de límites claros. Es posible inferir esta interpretación desde el conjunto de edificios que él desarrolla al final de su obra en Norteamérica: el Seagram Building, en Nueva York; el Dominion Center, en Toronto; El Federal Center, en Chicago, y el Westmount Square, en Montreal. Pier Vittorio Aureli30 analiza estos proyectos

27 El sentido por proyecto visionario se acoge a la referencia que Pier Vittorio Aureli hace de los proyectos de Boullèe, que no fueron construidos, ni algunos de ellos tenían esa intención; pero sí ha trascendido su condición emblemática. Véase Aureli, The Possibility of an Absolute Architecture, 142. 28 Mies dice que la “arquitectura solo es posible con relación a la civilización”. En este sentido, su conciencia por responder al tiempo presente está en el sentido de la civilización. Para él “la civilización es un proceso en ‘parte del pasado y del presente’, y parcialmente el tiempo está abierto al futuro, de modo que en este proceso en movimientos es difícil encontrar lo característico de la civilización”. Sin embargo, para él lo característico de la civilización, de nuestra civilización, “depende en gran medida de la ciencia y la tecnología”. Véase Puente, “Conversaciones con Mies van der Rohe”, 34 y 35. 29 Las casas patio de Mies van der Rohe son un proyecto entre 1931 y 1938. 30 Aureli, The Possibility of an Absolute Architecture, 42.


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como grupos de islas en el mar de la urbanización a través de un prototipo claro: un plinto que acoge un conjunto de volúmenes definidos que permite demarcar de forma diáfana el espacio público. Para Aureli, es la posibilidad de establecer una relación agonística en sentido de competencia con el espacio urbano circundante. Comparten estos proyectos con las casas patio la clara intencionalidad de separarse del tejido urbano existente; pero de modo que lo integra con una gran sensibilidad y precisión al lugar en las casas patio, con la radicalización por la exacerbación del espacio interior, de la esfera privada y de lo íntimo. Las casas patio de Mies, desde esta lectura particular, sugieren un conjunto de lecciones como método y validez de un proyecto visionario, y acá reside el sentido alegórico al leerlo como un jardín de la modernidad, sensible a su tiempo y que ha sublimado unas lógicas economicistas. Se trata de verlo como una arcadia,31 crítica que puede conciliar al individuo en su condición diversa y la pluralidad como la posibilidad para recuperar al individuo del individualismo y permitir la coexistencia entre ellos.

Bibliografía 1. Ábalos, Iñaki. La buena vida. Barcelona: Gustavo Gili, 2000. 2. Arendt, Hannah. ¿Qué es la política? Barcelona: Paidós Ibérica, 1997. 3. Arendt, Hannah. La condición humana. Barcelona: Paidós, 2007 4. Arendt, Hannah. “What Remains? The Language Remains: A Conversation with Günter Gaus”. En Essays in Understanding 19301954. New York: Harcourt Brace, 1964. 5. Aureli, Pier Vittorio. The Possibility of an Absolute Architecture. Cambridge: MIT Press, 2011. 6. Birulés, Fina. “Introducción”. En ¿Qué es la política?, de Hannah Arendt. Barcelona: Paidós, 2007. 7. Hunt, John Dixon. Gardens and the Picturesque. Studies in the History of Landscape Architecure. Cambridge: MIT Press, 1992. 8. Puente, Moisés, ed. Conversaciones con Mies van der Rohe. Barcelona: Gustavo Gili, 2006. 9. Rueda Jiménez, Oscar. Bekleidung: los trajes de la arquitectura. Barcelona: Fundación Arquia, 2015.

31 Referida al paraíso natural.

Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza. Germán Ramírez [ 145 ]


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La investigación como proceso creativo en la arquitectura Research as a creative process in architecture A pesquisa como processo criativo na arquitetura Recibido: 5 de febrero de 2016. Aprobado: 3 de octubre de 2016. Modificado: 17 de octubre de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.18389/dearq19.2016.11 Artículo de reflexión

Jaime Sarmiento Ocampo 

jsarmien@unal.edu.co

PhD. Arquitecto. Profesor associado, Escuela de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín

Resumen Este artículo aborda las dicotomías presentes durante el proceso de investigación en arquitectura, que se van resolviendo en un devenir dialéctico. Uno de los conflictos es el de la dependencia inicial y la superación posterior con respecto al pasado. Otro es el de concretar el objeto de estudio mediante la identificación de pequeños eventos. La apariencia y el trasfondo, la materia y las ideas, son territorios contrapuestos, dos niveles de aproximación al tema de estudio por los que el investigador deberá ir desplazándose. Para evidenciarlo, el texto se apoya en algunas analogías provenientes de otros territorios creativos como pueden ser el de la pintura, la literatura o el cine. Palabras clave: dialéctica, memoria, olvido, apariencia, ideas, creación.

Abstract This article addresses the dichotomies that arise during research in architecture that are gradually resolved through a dialectic process. One of the conflicts is the initial dependency, which is then subsequently overcome, on the past. Another is the ability to define the object of study by identifying small events. Appearance and background as well as the subject and the ideas are opposite areas; they are two levels of approaching the subject being studied that the researcher should move between. In order to demonstrate this, the text is supported by several analogies coming from other creative areas such as painting, literature, or cinema. Key words: dialectic, memory, neglect, appearance, ideas, creation.

Resumo Este artigo aborda as dicotomias presentes durante o processo de pesquisa em arquitetura que vão sendo resolvidos num devir dialético. Um dos conflitos é o da dependência inicial e a superação posterior a respeito do passado. Outro é o de concretar o objeto de estudo mediante a identificação de pequenos eventos. A aparência e o contexto, a matéria e as ideias são territórios contrapostos, dois níveis de aproximação ao tema de estudo pelos quais o pesquisador deverá ir movendo-se. Para evidenciá-lo, o texto se apoia em algumas analogias provenientes de outros territórios criativos como podem ser o da pintura, o da literatura ou o do cinema. Palavras-chave: dialética, memória, esquecimento, aparência, ideias, criação.

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El proceso dialéctico entre el pasado y el presente La investigación lleva implícita una serie de componentes antagónicos que, durante el proceso, se van nutriendo y entrelazando. Una de estas paradojas está latente en el título de este escrito. Dependiendo de donde se mire, afirmar que la investigación es una labor creativa puede resultar una redundancia o, posiblemente, una contradicción. Toda investigación debería ser creativa, puesto que a partir de ella se descubre algo nuevo; pero también es cierto que toda investigación tiene sus raíces en acontecimientos anteriores y, por tal, se debe al pasado. Dicho de otra manera, la investigación es un proceso que se apoya en el pasado y se proyecta hacia el futuro. La pintura del Angelus novus, de Paul Klee, a la cual se refiere Walter Benjamin en el Angel de la historia, ilustra ese traslado irremediable entre pasado y futuro. El ángel, con sus alas extendidas, impulsado por el viento del progreso, se dirige hacia adelante; pero su mirada lo delata, pues sus ojos se giran hacia atrás para tener presente el lugar de donde viene. Este transcurso en el tiempo no es del todo pacífico; se presenta como conflicto: la investigación tiene que afianzarse en la historia, en la cual encuentra un aliado, un compañero de viaje; pero luego, en algún momento del trayecto, la abandona, se desprende de ella para caminar en solitario. Es entonces cuando descubre su propio rumbo. El investigador no solo depende en un principio del pasado, sino que también tiene luego que librarse de él. Tiene que traicionarlo. Escribía Nietzsche en Así hablaba Zaratustra que el verdadero maestro es aquel que abandona a sus discípulos y los incita a descubrir su propio camino: !Ahora yo me voy solo, discípulos míos! ¡También vosotros os vais ahora solos! Así quiero yo. En verdad, este es mi consejo: ¡Alejaos de mí y guardaos de Zaratustra! Y aún mejor: ¡avergonzaos de él! Tal vez os ha engañado. […] Se recompensa mal a un maestro si se permanece siempre discípulo. ¿Y por qué no vais a deshojar vosotros mi corona? […] Ahora os ordeno que me perdáis y que os encontréis a vosotros; y solo cuando todos hayáis renegado de mí, volveré entre vosotros.1

Formulada esta enseñanza en sentido inverso, se desprende que el verdadero discípulo es aquel que se aleja, contradice y

1

Nietzsche, “De la virtud que hace regalos”, s. p.

supera a su maestro. La investigación tiene mucho de este aspecto discipular. El investigador es como un buen alumno que, en un principio, atiende y sigue atentamente las instrucciones de su maestro —en este caso el pasado—, pero luego debe abandonarlo, incluso refutarlo, y solo entonces será un verdadero discípulo. Esto escribe George Steiner en relación con el Zaratustra de Nietzsche: El verdadero discípulo solo puede ser el que “quiere aprender a seguirse así mismo”. La virtud principal del Maestro (die schenkende Tugend) consiste en otorgar un don que tiene que ser desdeñado. Los discípulos no habrán de limitarse a abandonar a Zaratustra: tendrán que calumniarlo y negarlo hasta llegar al asesinato.2

Un ejemplo de este proceso de dependencia y posterior liberación con el pasado es el que pudo haber tenido Peter Eisenman al observar la obra de Giuseppe Terragni. En principio, Eisenman estudia la arquitectura de Terragni, especialmente la Casa del Fascio y la Casa Giuliani-Frigerio, en Como —en el análisis que hace descompone estas obras a partir de dibujarlas nuevamente para poderlas entender—;3 pero luego, en su propia producción, no busca parecerse a ellas, sino que toma distancia con respecto a esos referentes. Esto dice Eisenman al respecto de su aproximación a la obra de Terragni: “Creo que yo también he hecho lo mismo (refiriéndose a la mirada de Terragni sobre Palladio), construyendo un puente de enlace con Terragni, incorporándolo y luego haciéndolo saltar para liberarme de él, pero todo esto ha comportado un largo período de tiempo”.4 Y añade en la misma entrevista: “tienes que poseer la historia y tienes también que conocerla para contrastarla. Esto para mí no es memoria o nostalgia, es un modo de vivir el presente”.5 Otro aspecto contradictorio que se da en la investigación es que en ella están presentes tanto la razón como la intuición. En algunos tramos del proceso, la investigación se rige por el método, la recopilación de datos, las hipótesis y las demostraciones, en definitiva, por el rigor; en otros, en cambio, se guía a tientas por la sospecha, se aventura a ciegas por caminos inciertos mediante tanteos y titubeos, es decir, por la intuición. En la investigación se da un desarrollo dialéctico en el que las oposiciones se enfrentan y se resuelven, en un constante fluir natural, como la vida y la muerte mismas.

2 Steiner, Lecciones de los maestros, 114. 3 Véase Eisenman, Giuseppe Terragni. 4 Visentin, “Peter Eisenman entrevistado por”. 5 Ibid.

La investigación como proceso creativo en la arquitectura. Jaime Sarmiento Ocampo [ 147 ]


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El objeto de estudio: entre el todo y el fragmento El proceso de investigación en arquitectura podría asimilarse a la imagen de un reloj de arena, en el que el saber se expande luego de pasar por un delgado cuello. Es comúnmente aceptado que existen dos métodos para llegar al aprendizaje: el que va de lo general a lo particular, el método deductivo, y el que va de lo particular a lo general, el inductivo. Conviene precisar, sobre todo, el orificio angosto por el que se filtra la investigación, es decir, la selección y delimitación del tema de estudio.6 Por citar un ejemplo, y aunque pueda parecer utópico, el cuento “El Aleph”, de Jorge Luis Borges, nos sirve para imaginar el procedimiento por el cual, mirando por un pequeño agujero, se puede apreciar el universo entero: “El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa era infinitas cosas, porque yo claramente las veía desde todos los puntos del universo”.7 Es posible que, a partir del análisis de pequeños fragmentos, de asuntos claramente delimitados y precisos, podamos llegar a lograr unos bastos descubrimientos. En contra de las investigaciones generales con títulos rimbombantes, está la postura de enfocar modestos —incluso desapercibidos— datos que puedan lanzarnos a esferas más complejas del conocimiento. El sistema aquí expuesto es el mismo que propone Walter Benjamin para el materialismo histórico, en el que los pequeños eventos pueden revelarnos grandes acontecimientos: La primera etapa de este camino (el de la reconstrucción tangible de la historia) estará en asumir el principio del montaje de la historia. Erigir, en suma, las grandes construcciones sobre la base de minúsculos elementos recortados nítida y precisamente.

arquitectura clásica. Uno de los aspectos que el Pabellón refiere del clasicismo es el sentido de implantación de los edificios. En un principio, los organizadores de la Feria le asignaron a Mies un solar, que él mismo rechazó. En su lugar, decidió ubicar el edificio al final de la explanada central, tras una hilera de columnas y por delante de una escalinata que conducía hacia el Pueblo Español.9 La columnata le haría las veces de filtro a su propia edificación, incluso nos recuerda el peristilo en los templos griegos, que rodea y custodia el espacio en que se guardaba la deidad. Una vez traspasada la columnata, el edificio se plantea como un recorrido que conecta con la escalinata posterior. Es de anotar que, en los planos dibujados por Mies, este siempre dibujaba la escalinata como parte integral del proyecto. El Pabellón era pensado como sitio de paso.10 Otro de los aspectos clásicos que implementa Mies consiste en disponer sus edificios sobre pedestales. Es bien probable que este influjo le llegase a Mies a través de Schinkel. “Sus edificios —decía Mies sobre Schinkel en una entrevista— constituían un excelente ejemplo de clasicismo; el mejor que conozco y, sin duda, me fui interesando por él. Lo estudié con detenimiento y caí bajo su influencia”.11 Mies era muy consciente de que el empleo de las plataformas era un atributo eminentemente clásico. En la misma entrevista, consultada su opinión sobre el empleo de pedestales por parte de Schinkel, Mies respondió: “Creo que es una buena manera de hacerlo, a pesar de ser una manera clásica de hacerlo”.12 Al respecto, conviene releer algunos apartados del texto La idea del espacio en la arquitectura griega, de R. D. Martienssen, en el que se refiere que una de las condiciones básicas de la arquitectura griega era la de disponer los edificios sobre plataformas, en una superficie horizontal:

Llegar a descubrir, en el análisis del pequeño momento particular, el cristal del acontecer total. Romper, en suma, con el vulgar

La primera condición de cualquier sistema de organización for-

naturalismo histórico.

mal destinado a abarcar las actividades de la vida organizada o

8

colectiva, es un plano horizontal o una serie de planos horizontales relacionados. El equipo sensorial del hombre exige, por su

Como ejemplo, al analizar una obra moderna como el Pabellón Alemán, que Mies van der Rohe construyó en Barcelona, se pueden llegar a vislumbrar incluso los principios de la

6

Podría parecer una obviedad, pero en el origen del proceso investigativo conviene escoger temas de los que ya tengamos información previa, y que nos causen curiosidad y gusto. 7 Borges, Narraciones, 186 y 187. 8 Benjamin, Libro de los pasajes.

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naturaleza, esa estabilidad visual que solo las superficies planas son capaces de ofrecer; y aun en la definición menos compleja

9

Con respecto a la gran importancia que Mies solía otorgar a la implantación de sus edificaciones, véase Gastón Guirao, Mies: el proyecto. 10 Al respecto del recorrido en el Pabellón, véase Norberg-Schultz, Mies Van der Rohe, 160-163. Aquí un extracto: “O también (el visitante) podía salir simplemente al sendero del jardín y subir por una escalera hacia el Pueblo Español. No importaba cómo visitase el Pabellón; aunque dejara a un lado el espacio central, estaba obligado a describir una ruta tortuosa. Así pues, el movimiento era un factor capital para el concepto de forma y espacio en el Pabellón de Barcelona”. 11 Van der Rohe, Conversaciones, 29. 12 Ibid., 30.


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de la superficie utilizable […] el generador del sistema es una superficie plana que por medios estructurales deliberados niega la irregularidad de las condiciones topográficas existentes.13

Esta breve mirada al Pabellón nos puede dar un indicio de cómo una obra de arquitectura es como la punta visible de un iceberg; oculto a nuestros ojos está el pensamiento que la genera y la sustenta —es su verdadero soporte—, el cual nos es preciso descubrir.

Analizar una obra desde afuera (la crítica) o desde adentro (la recomposición) Analizar una obra de arquitectura implica, en cierto sentido, proyectarla de nuevo. Así lo sugiere Rafael Moneo, al referirse a la labor de Manfredo Tafuri, en el libro de la Ricerca del Rinascimento, donde el crítico, a partir de los dibujos originales del siglo XVI, reconstruye el proyecto y elabora una nueva historia para el palacio de Carlos V, en Granada: “Tafuri se entusiasma siguiendo en los dibujos el rastro de lo que fue el proceso mental seguido por el arquitecto [...] El papel del crítico es ahora el de escudriñar la arquitectura con los ojos del arquitecto [...] La labor del crítico ahora es ‘inventar’ la trama (verosímil)”.14 La tarea de quien estudia una obra es también la de asumir el papel de su creador. El analista, al adentrarse en los entresijos propios del proyecto, al ir repasando los dibujos, sintiendo las dudas y las decisiones que va arrojando el proceso, podrá ir desvelando sus verdades esenciales. Este método de entender una obra a partir de su recreación está implícito en otro fantasioso cuento de Borges, el de Pierre Menard, autor del Quijote, donde Menard crea unos párrafos que coinciden con algunas estrofas del Quijote de Cervantes: [Menard] No quería componer otro Quijote —lo cual es fácil— sino el Quijote. Inútil agregar que no encaró nunca una transcripción del original; no se proponía copiarlo. Su admirable ambición era producir unas páginas que coincidieran —palabra por palabra y línea por línea— con las de Miguel de Cervantes.15

Para emprender tal hazaña, Menard había ideado varios métodos, entre los que cabe señalar el de intentar pensar como lo haría Cervantes; pero pronto lo descartó por considerarlo un procedimiento impropio: “Ser, de alguna manera, Cervantes y llegar al Quijote le pareció menos arduo —por consiguiente, menos interesante— que seguir siendo Pierre Menard y llegar al Quijote, a través de las experiencias de Menard”.16

13 Martienssen, La idea del espacio, 17. 14 Moneo, “La ‘Ricerca’ como legado”, 7. 15 Borges, Narraciones, 86. 16 Ibid., 88 y 89.

La simple apariencia de los dos textos diría que el Quijote de Menard era el mismo que el de Cervantes, que se trataba de un plagio o de una mera transcripción; pero el texto escrito por el francés del siglo XX resultaba, en esencia, distinto al del español del siglo XVII, así las letras y la gramática fuesen coincidentes: Componer el Quijote a principios del siglo diecisiete era una empresa razonable, necesaria, acaso fatal; a principios del veinte, es casi imposible. No en vano han transcurrido trescientos años, complejísimos hechos. Entre ellos, para mencionar uno solo: el mismo Quijote.17

En este caso, lo que se aprecia a simple vista de los dos textos resulta engañoso, pues las composiciones gramaticales, la disposición de las palabras, los signos de puntuación, es decir, todo lo que aflora en la superficie, es idéntico; mas se hace preciso indagar en el fondo de ambos escritos —hacer visible el bulbo sumergido del iceberg—, para finalmente percatarnos de que se trata de piezas distintas, y por tanto el Quijote de Menard es tan original como el de Cervantes. Lo contrario de la ambiciosa creación de Menard es la reproducción, la copia. El Pabellón Alemán de Mies en Barcelona fue inaugurado en la feria exposición de 1929; un año después fue totalmente desmantelado. Años más tarde, en 1985, algunos arquitectos catalanes y el ayuntamiento de Barcelona emprendieron la reconstrucción del Pabellón sobre el mismo solar. En esta circunstancia, las piedras, el vidrio y el metal de la réplica coinciden en disposición y tamaños con el Pabellón original de Mies. La aparente coincidencia de los dos edificios también resulta engañosa, pues en sus respectivos trasfondos, en sus razones de ser, resultan ser muy distintos. Las formas y materiales coinciden, mas son antagónicas las ideas y aspiraciones que originaron ambos edificios. La copia se construye como un hecho conmemorativo —acaso nostálgico— que pretende preservar una imagen; mientras que el original surgió como una especie de manifiesto revolucionario, seguramente a sabiendas de su transitoriedad. En el extremo opuesto a la labor creativa de Menard, encontramos reflejado otro cuento de Borges, el de “Funes el memorioso”, quien, debido a un accidente, pierde su movilidad; pero a cambio adquiere una prodigiosa memoria: Al caer, perdió el conocimiento; cuando lo recobró, el presente era casi intolerable de tan rico y tan nítido, y también las

17 Ibid., 93.

La investigación como proceso creativo en la arquitectura. Jaime Sarmiento Ocampo [ 149 ]


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memorias más antiguas y más triviales [...] Ahora su percepción

La apariencia y el trasfondo

y su memoria eran infalibles [...] Había aprendido sin esfuerzo el inglés, el francés, el portugués, el latín.18

La inmovilidad le pareció a Funes un precio insignificante a cambio de su infinita conciencia: “Funes discernía continuamente los tranquilos avances de la corrupción, de las caries, de la fatiga. Notaba los progresos de la muerte, de la humedad. Era el solitario y lúcido espectador de un mundo multiforme, instantáneo y casi intolerablemente preciso”.19 Para Funes rememorar una de sus vivencias le resultaba de tal intensidad que reconstruir el recuerdo le llevaba igual tiempo —incluidas las sensaciones— que el de la experiencia vivida. Recordar un día entero le tomaba otro día entero. Entre los acontecimientos vividos por Funes y sus respectivos recuerdos no había diferencia ni mediación alguna, todo le era inmediato. Los eventos le resultaban hechos aislados, que no guardaban relación unos con otros: “No solo le costaba comprender que el símbolo genérico perro abarcara tantos individuos dispares de diversos tamaños y diversa forma; le molestaba que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente)”.20 En el proceso mental de Funes no había prioridades ni discernimiento alguno, todo le resultaba llano, con la misma importancia. Este grado de inmediatez y dependencia con el pasado le impedía tener una visión global de los acontecimientos vividos. Esta extraordinaria capacidad memorística de Funes, que a priori podría considerarse una inmensa ventaja, para Borges resultaba un gran impedimento: “Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer”.21 Esta narración de Borges posiblemente nos haga pensar que, en el proceso de investigación y aprendizaje, tan importante es rescatar y dar valor a aquellas cuestiones que pueden resultar significativas —que generalmente se encuentran escondidas bajo el manto de la apariencia— como dejar de lado algunas que se exhiben en lo más inmediato de la superficie —las cuales se muestran atractivas y, por lo tanto, distraen la visión y nublan el entendimiento—.

18 Ibid., 116 y 119. 19 Ibid., 119. 20 Ibid., 119. 21 Ibid., 120.

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Entre la condición humana y la arquitectura se puede establecer un cierto paralelismo: el aspecto de una persona es a la forma de un edificio como el espíritu de esta persona es al carácter que emana el edificio. En ambos factores se da un aspecto físico y otro inaprensible. El tangible, que se detecta en la superficie, es evidente y se aprecia casi al instante; mientras que el inasible requiere más tiempo y esfuerzo para ser aprendido, puesto que se encuentra diluido y arraigado en las profundidades del ser. En un principio, la fisonomía de una persona o de un edificio nos puede arrojar ciertos datos sobre ellos; pero, después, mediante el trato y la convivencia durante cierto tiempo, nuestras apreciaciones iniciales muy posiblemente varíen. Un procedimiento que nos puede ilustrar este concepto de fondo y apariencia es el que se emplea para obtener imágenes radiográficas con rayos X. Los rayos X —denominados así en su descubrimiento, porque eran misteriosos e invisibles— son capaces de atravesar los cuerpos opacos y revelar lo que hay en su interior. Los rayos revelan información fundamental que no se aprecia en una simple inspección externa. Aquí conviene mencionar un par de imágenes que fueron publicadas en 1926, en el último número de la revista alemana G: Zeitschrfit für Elementaren Gestaltung.22 En el lado izquierdo se ve la silueta de la cabeza de una mujer; en el derecho se aprecia la radiografía de esta misma cabeza obtenida a través de los rayos X. La presentación simultánea de ambas imágenes sugiere justamente una doble mirada: una que se refiere al perímetro, al contorno claramente delimitado, y la otra a una masa difusa, casi etérea, no reconocible desde fuera, pero que revela el esqueleto que sirve de soporte a la piel. El paralelismo parece claro. La presentación de ambas imágenes nos sugiere los conceptos de forma y estructura, entendida la forma como aquello que podemos identificar a simple vista y la estructura como aquello recóndito, oculto a nuestros ojos, que sirve de sostén a lo de afuera. Sin la estructura, la forma se desvanece.23 Si bien es cierto que la imagen radiográfica nos muestra unos contornos difusos, sabemos que las

22 El nombre de la revista G: Zeitschrfit für Elementaren Gestaltung se traduce como material para una creación elemental, el pie de foto “Zwe verschiedene Perspektiven/ Dasselbe objekt”, como dos perspectivas distintas/un mismo objeto. En el artículo se explicaban dos teorías de la representación de la naturaleza: la fisonomía y la penetración visual a través los rayos X. 23 Es preciso aclarar que el concepto de forma aquí empleado es el que corresponde a los tiempos modernos, es decir, el que se asocia a la apariencia de las cosas; esto es diferente de lo que entendían por forma los antiguos griegos, para quienes el aspecto de las cosas y las ideas que propiciaban dicho aspecto eran uno solo.


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manchas más claras corresponden a un sólido esqueleto. La estructura, en este caso, se refiere a algo físico; pero también, y debido a su apariencia etérea, podría ser entendida como soporte ideológico. El concepto de estructura se nos presenta aquí de dos maneras diferentes: una, que resulta más directa y evidente, sería considerar la estructura un sistema para aguantar pesos; es decir, un andamiaje físico. La otra, que requiere más elaboración, consiste en asumir la estructura como fundamento ideológico. En tal caso, los conceptos, las ideas, son las que realmente aguantan y dan sentido a la forma. Por esto, la arquitectura realmente se erige sobre el mundo de las ideas, y no sobre la materia. Esta última no es más que el medio de expresión de la primera. Conviene, en este punto, hacer diferencia entre lo que, para algunos, se entiende por arquitectura, y lo que se entiende por construcción. Según Le Corbusier, la construcción tiene que ver con que los edificios sean cómodos y se aguanten (sobre lo material), pero la arquitectura se basa en una cuestión más inaprensible: la emoción. Se admite para la pintura y para la música; pero se rebaja a la arquitectura a sus causas utilitarias: tocadores, baños, radiadores, hormigón armado, bóvedas o arcos ojivales, etc. Etc. Esto es construcción, esto no es arquitectura. Existe la arquitectura cuando hay una emoción poética.24

A mi entender, existen básicamente dos niveles de aproximación al objeto de estudio, dos tipos de miradas. Una es superficial, que se detiene en el aspecto exterior, en la materialidad de las cosas. La otra es una mirada profunda que trasciende la apariencia y devela el sustrato ideológico, el pensamiento. La destreza del investigador consistirá, precisamente, en saberse mover entre estos dos enfoques: otear en el horizonte y sondear en las profundidades.

o la de Le Corbusier, cuando dibujaba insistentemente el Partenón de la acrópolis de Atenas, para recrearlo años más tarde en Ronchamp. En este último ejemplo se da el caso contrario: las formas de ambos templos aparentan ser diferentes, mas la sustancia, el ánima de ambas arquitecturas, resulta idéntica. Las disposiciones formales del Partenón y la capilla, aparentemente, no guardan relación alguna: mientras que el Partenón es un prisma simétrico, geométrico, racional; la Capilla presenta formas orgánicas, guiadas al parecer por la intuición. Sin embargo, los conceptos que generaron ambos edificios fueron los mismos. Para mencionar unos cuantos, en ambos casos es fundamental la relación entre la arquitectura y el lugar. Le Corbusier era muy consciente de la estrecha relación entre las edificaciones de la acrópolis y su entorno, basta comprobarlo en los numerosos dibujos, fotografías y acuarelas que realizó en Atenas, durante su viaje a Oriente. En todos ellos es evidente el interés de cotejar las edificaciones en relación con el paisaje, al telón de fondo que representaban el mar y las montañas. Esta relación entre el Partenón y su entorno también está recalcada en los escritos de Le Corbusier. En Hacia una arquitectura escribe: “El Partenón. Se han erigido sobre la Acrópolis templos que corresponden a un solo pensamiento, y que han reunido en torno de ellos el paisaje desolado, sometiéndolo a la composición. Por lo tanto, en todos los confines del horizonte, el pensamiento es único”.26 Esta intención explícita de localizar el edificio en relación con el lugar, estableciendo entre ambos un diálogo y, por lo tanto, una mutua afectación, es lo que Le Corbusier denominó L’espace indecible: Action de l’oeuvre (architecture, statue ou peinture) sur l’alentour: des ondes, des cris ou clameurs (le Parthénon sur l’Acropole d’Athènes), des traits jaillissant comme par un ra-

Mirar y transformar

yonnement, comme actionnés par un explosif; le site proche ou

Explicaba Víctor Shklovski que hay dos actitudes posibles para enfrentarse al arte. Existe la postura pasiva del que mira las cosas, se informa y las guarda para sí. La otra actitud es la del “vampiro”, que succiona ávidamente la esencia del otro para sobrevivir y, yendo más allá, para producir. Esta última es, por ejemplo, la actitud de Picasso cuando observaba Las meninas, de Velázquez, para realizar sus propias versiones,25

milieu: le murs de la pièce, ses dimensions, la place avec les poids

24 Le Corbusier, Hacia una arquitectura, 175. 25 Picasso trabajó en la serie de Las meninas entre agosto y diciembre de 1957. Durante este tiempo realizó 58 cuadros sobre este tema.

lointain en est secoué, affecté, dominé ou caressé. Réaction du divers de ses façades, les étendues ou les pentes du paysage et jusqu’aux horizons nus de la plaine ou ceux crispés des montagnes, toute l’ambiance vient peser sur ce lieu où est une oeuvre d’art, signe d’une volonté d’homme, lui impose ses profondeurs ou ses saillies, ses densités dures ou floues, ses violences ou ses douceurs.27

26 Le Corbusier, Hacia una arquitectura, 166. 27 Le Corbusier, “L’espace indicible”, 9.

La investigación como proceso creativo en la arquitectura. Jaime Sarmiento Ocampo [ 151 ]


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Con esta misma denominación de espacio indecible, Le Corbusier se refirió al diálogo que entablan la capilla y el lugar. Las concavidades y convexidades de la iglesia acogen y orientan los ecos del paisaje circundante, a la vez que emiten su propia voz sobre el lugar. Desde el primer croquis para la capilla, Le Corbusier dibujó un par de concavidades dirigidas hacia el sur y el este, donde contaba con las visuales más bastas, mientras que se cerraba por el norte y el oeste, donde las vistas eran más restringidas. Otro aspecto común entre la capilla y el Partenón es el sentido de aproximación a los edificios. Los griegos otorgaban especial importancia a la manera en que los templos se iban mostrando gradualmente a los ojos de los peregrinos.28 Es sabido que los antiguos preferían los recorridos largos, sinuosos, incluso aprovechaban los accidentes topográficos o colocaban otros edificios por delante del templo principal, para cubrirlo parcialmente, y de esta manera acrecentar la ansiedad y el deseo de llegar al sitio emblemático. Le Corbusier reproduce esta misma idea en Ronchamp y dispone una serie de “obstáculos”, la Maison de Peregrinos y un montículo de tierra removida que hace ubicar en el eje del camino, para cubrir parcialmente la capilla y así generar un clima de expectación en el visitante. En ambas situaciones, los edificios periféricos también sirven de custodios y de guardianes a los templos. Le Corbusier rememora en Ronchamp una serie de conceptos aprendidos cuarenta años atrás, en su formativo viaje a Oriente, a los pies de la acrópolis de Atenas. Sus particulares respuestas no se quedan en absoluto en la reelaboración de las formas, sino en la interpretación de los conceptos. La capilla lleva en sus entrañas el mismo germen que hizo surgir la acrópolis de Atenas, aunque su vestimenta responda a otra época y a otro lugar.

El momento creativo: la memoria y el olvido Lo que está alrededor de una obra, como los datos que arroja el autor, el entorno social, lo que han dicho de ella los historiadores o los críticos, no es tan importante como la obra misma. La obra, como “El aleph” de Borges, es el crisol que lo contiene todo, todos los posibles reflejos y relaciones. Es el lugar de confluencia, el manantial que nos conducirá por diferentes causes y derivaciones.

28 Véase Martienssen, La idea del espacio.

[ 152 ]  Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 146-153. http://dearq.uniandes.edu.co

Cuando se analiza una obra de arquitectura, se hace preciso, en algún momento de la investigación, olvidar todo lo que se ha dicho de ella, renunciar a los posibles recuerdos que se tengan de ella, mirarla directamente como si acabara de nacer, e interrogarla, hacerla decir todo lo que sabe. (A partir de un comentario de Giorgio Vasari, se ha creído ver en la Gioconda de Leonardo una sonrisa, difícil ya de remover del rostro para descubrirla por primera vez y sorprenderse de ella) Algo similar a ese olvido voluntario en el análisis de las obras ocurre cuando se proyecta en arquitectura. Le Corbusier decía que, en su proceso creativo, al momento del encargo del trabajo, tenía muchas referencias posibles que luego procuraba no pensar; las ideas bullían, dormitaban en su mente y después afloraban con total espontaneidad. Algo muy similar sostenía Álvaro Siza durante una de sus conferencias: “hay que observarlo todo, copiarlo todo, para luego, al momento del proyecto, olvidarlo todo”. La capacidad de observación y olvido que le faltaba a Funes, le permitió a Menard crear su propio Quijote. Es lo que les ocurrió a los ojos inquietos de los pintores cubistas, que desfiguraban los objetos que estaban pintando, para inventar otras formas. Así, pues, hemos intentado mostrar en este escrito cómo el proceso de investigación creativo en arquitectura comprende una serie de oposiciones que se contraponen y se nutren mutuamente: el investigador, desde un tiempo presente, se apoya en principio en el pasado; pero luego tiende a refutarlo. En cuanto a la definición del tema de estudio, los fragmentos claramente definidos, en lugar del todo difuso, pueden llevarnos a instancias más ricas y complejas en el conocimiento. En relación con el sentido de profundidad en lo estudiado, en lugar de una visión superficial que se quede meramente en los aspectos físicos, conviene adquirir una mirada analítica que nos permita desvelar las ideas que subyacen en el interior de las formas. Para el mejor entendimiento de una obra de arquitectura, en lugar de la mirada externa y distante del crítico, es conviente que tengamos la actitud de quien se acerca para recrear la obra como si fuese propia; con lo aprendido en el análisis, la siguiente tarea no debería ser simplemente la de la contemplación expectante, sino más bien la de la predisposición a transformar lo estudiado. Por último, en el proceso creativo hace falta desprenderse de la memoria inmediata y disponerse a un olvido involuntario desde el cual pueden surgir nuevas formas.


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Bibliografía 1. Benjamin, Walter. Libro de los pasajes. Madrid: Akal, 2005. 2. Borges, Jorge Luis. Narraciones. Madrid: Cátedra, 1988. 3. Eisenman, Peter. Giuseppe Terragni: Transformations, Decompositions: Critiques. New York: The Monacelli Press, 2003. 4. Gastón Guirao, Cristina. Mies: el proyecto como revelación del lugar. Barcelona: Fundación Caja de Arquitectos, 2006. 5. Le Corbusier. Hacia una arquitectura. Barcelona: Apóstrofe, 1998. 6. Le Corbusier. “L’espace indicible”. L’Architecture d’Aujourd’hui n.º hors-serie (abril de 1946): 9-17. 7. Martienssen, Rex D. La idea del espacio en la arquitectura griega. Buenos Aires: Nueva Visión, 1958. 8. Moneo, Rafael. “La ‘Ricerca’ como legado”. Circo, n.º 48 (1997): 7. 9. Nietzsche, Friedrich. “De la virtud que hace regalos”. En. Así habló Zaratustra. Madrid: Alianza, 1996. 10. Norberg-Schultz, Christian. Mies Van der Rohe. Madrid: Hermann Blume, 1986. 11. Rohe, Mies. Conversaciones con Mies van der Rohe. Barcelona: Gustavo Gili, 2006. 12. Steiner, George. Lecciones de los maestros. Madrid: Siruela, 2004.. 13. Visentin, Chiara. “Peter Eisenman entrevistado por…”. Laarquitectura. La Revista Actual de Arquitectura, Urbanismo y Artes, 24 de marzo de 2012. http://laarquitectura.blogspot.com.co/2012/03/ peter-eisenman-entrevistado-por-chiara.html

La investigación como proceso creativo en la arquitectura. Jaime Sarmiento Ocampo [ 153 ]


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Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad Daniel H. Nadal 

d.huertas@uniandes.edu.co

Profesor Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. Miembro del grupo de investigación Pedagogías del Hábitat y de lo Público. Trabaja sobre la proyección de estrategias arquitectónicas en el desarrollo de nuevos procesos de innovación social.

Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano. Son excluidos de las necesidades mínimas de la comida, la salud, la educación y la justicia; de las ciudades como de sus tierras. Y estos hombres que diariamente son echados afuera, como de la borda de un barco en el océano, son la inmensa mayoría. Tantos valores liquidados por el dinero y ahora el mundo, que a todo se entregó para crecer económicamente, no puede albergar a la humanidad. Al parecer, la dignidad humana no estaba prevista en el plan de globalización. Ernesto Sábato, Antes del fin

Después de que las industrias madereras explotasen los recursos en los años ochenta y noventa, quedaron estructuras abandonadas, donde la tragedia de las economías de enclave se hace evidente. Las voces de los niños que transforman estos espacios en improvisadas canchas nos recuerdan cómo poblar el futuro. Ellos representan las voces de la dignidad. Queda un tiempo detenido al volver los pasos hacia la lucidez de Sábato, al volver la mirada hacia la informalidad anónima a la que tantos hombres ofrecen su vida ante el terror de quedar excluidos. Excluidos de un mundo extraño, como recordaba Sábato, donde “la angustia es lo único que ha alcanzado niveles nunca vistos”. En estas

Figura 1. Vereda Porvenir, Buenaventura, 2013. Fuente: fotografía del autor

1

Mejía Escalante, La dignidad en la vivienda.

[ 154 ]  Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 154-157. http://dearq.uniandes.edu.co

ciudades que habitamos, matar y morir es cotidiano, y aquellas muertes heroicas que presidían nuestros imaginarios se han perdido para siempre. ¿Qué proyecto de comunidad podemos esperar cuando la gente cumple dieciséis años sin haber conocido un hogar digno o un espacio de paz? Según los informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) actualmente ochocientos millones de personas pasan hambre; mientras que ONU-Habitat anunció, en el pasado Foro de las Ciudades, celebrado en junio de 2016, en Madrid, que mil millones de personas viven actualmente en barrios urbanos informales, y que en la próxima década una de cada cuatro personas vivirá en un asentamiento informal. Al trabajar cerca de poblaciones vulnerables en Latinoamérica, la pregunta por la dignidad se extiende como niebla, desdibujando los contornos y los objetivos a los que debe responder el compromiso ético del arquitecto. El hilo que anuda la dignidad como derecho humano individual e inviolable1 termina siendo un hilo de Ariadna quebrado, que nos deja en el laberinto, perdidos y buscando comprender a qué dignidad debemos responder. La salida inevitable que propone el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de las Naciones Unidas, al marcar puntos básicos: 1) seguridad jurídica de la tenencia; 2) disponibilidad de servicios, materiales, facilidades e infraestructura; 3) gastos soportables; 4) habitabilidad; 5) asequibilidad económica; 6) lugar adecuado; 7) adecuación cultural.


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Sin embargo, esta propuesta distorsiona la realidad y confunde cuando identifica la vivienda digna como vivienda adecuada. La dignidad no es adecuación, conformidad, idoneidad. Estos puntos necesarios y adecuados son, al mismo tiempo, lugares comunes que permiten, de manera perversa, simplificar la complejidad de las necesidades sociales colectivas cuando los discursos neoliberales así lo necesitan. Recorrer los programas de vivienda gratuita ya construidos cuando se ha compartido antes los sueños e ilusiones de las comunidades resulta un ejercicio desalentador. La profusión de estándares arquitectónicos, y las aproximaciones más o menos desarrolladas de lo que debería ser un espacio habitable, han ido reduciendo el espacio de vigilancia de los arquitectos. Se ha ido desplazando la atención sobre los horizontes e ilusiones de lo colectivo hacia estudios de viabilidad de viviendas mínimas que respondan de manera eficaz a los planes de desarrollo, locales o nacionales. Frente a la implicación con el proyecto de arquitectura integral, ha surgido la posibilidad de trabajar con manuales e indicadores que, muchas veces, ocultan la necesidad de una reflexión y un conocimiento transversal. Ante la falta de formación y capacidad técnica, incluso ante la falta de criterios para discernir la capacitación de profesionales competentes contratados para abordar estos proyectos, las organizaciones y las instituciones responsables de proyectos de interés social promueven propuestas incapaces de responder cuestiones de mínima dignidad. La psicología del bienestar nos deja en las manos de lugares áridos e inquietos, donde las utopías de los proyectos de vida comunitarios se decoloran, pierden sentido, y ceden ante la precariedad de la lucha por no quedar nuevamente en el lado de los excluidos. La dignidad social2 se pierde en la precariedad cultural, en la falta de sueños comunitarios, en la planificada destrucción de las redes sociales que fueron capaces de soportar con llantos y risas los embates de la miseria. La dignidad es un modo de vida, es una oportunidad que exige condiciones socioespaciales específicas. De manera tácita se legitima

una arquitectura que, en nombre del interés social, se permite desmanes culturales y desvaríos contra la belleza, los planes de vida y la dignidad del hombre, arrastrando las esperanzas y aspiraciones de los más vulnerables hasta verdaderas distopías donde la vida coloca una barrera cruel al futuro de las comunidades.

agrupaciones de viviendas mínimas. Los proyectos de vida comunitarios, las inquietudes, las propuestas de intervención —amasadas desde la complicidad de las comunidades— habrían exigido reconfiguraciones radicales y proyectos espacialmente diversos, luego de partir de la más que cuestionable necesidad de generar viviendas de nueva planta

Figura 2. Zona humanitaria Santa Rosa del Limón, río Jiguamiandó, Chocó, 2012. Fuente: fotografía del autor

Las zonas humanitarias han significado una opción de supervivencia frente al conflicto armado y los desplazamientos forzosos en Colombia. Los apoyos institucionales, limitados al reconocimiento de zonas de exclusión armada, han supuesto la organización autónoma de la población en condiciones de permanente vulnerabilidad. Estos procesos llevan, de manera casi irremediable, a recuperar el debate sobre lo que Sennett definió como “el mito de la comunidad pura”.3 En estos espacios, diferentes asociaciones usualmente representan una comunidad con la que definitivamente no se identifican. De alguna manera se produce una atomización de los procesos sociales, de modo que las personas se convierten en receptores de beneficios individuales que se proyectan hacia una imaginaria vida colectiva, llena de carencias y vacíos espaciales y sociales, que jamás fue proyectada. En este sentido, los proyectos de vivienda social quieren asemejar proyectos comunitarios, cuando realmente son precarias

para toda la población en situación de desprotección o vulnerabilidad; un esfuerzo denodado que no ha sido revisado, que no ha desarrollado estrategias alternativas, que no ha previsto fórmulas de readaptación o de crecimiento. Los proyectos de realojo y reasentamiento que siguen implementándose como aldeas autistas solo reproducen fórmulas suburbanas equivocadas. La dignidad aquí convoca una y otra vez la reconstrucción política y social de la comunidad, porque el despojo sistemático que implican los proyectos de realojo, al ignorar la necesidad de construir lo social, borra cualquier rastro de gobernanza y de proyección comunitaria. Precisamente, aquí se deben conciliar las aspiraciones y las fantasías con la cruda realidad, al proponer una “arquitectura impura”,4 como defendería Jeremy Till. ¿Qué arquitectura se está proyectando? ¿Para quién se proyecta esta arquitectura? La vivienda no puede seguir siendo un

2 Jacobson, Oliver y Koch, “An Urban Geography of Dignity”. 3 Sennett, The Uses of Disorder. 4 Till, “Angels with Dirty Faces”. Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad. Daniel H. Nadal [ 155 ]


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argumento donde esconder la responsabilidad política, ni defender sin que tiemble la voz que una vivienda puede ser una buena guarida donde pasar hambre. ¿Se proyecta para el Estado, para las organizaciones, para las empresas estratégicas, o se proyecta para el hombre? A propósito de la exposición del Museo de Arte de Nueva York, Uneven Growth: Tactical Urbanism for Expanding Megacities, Teddy Cruz indicaba la necesidad de recuperar el papel de la arquitectura en un mundo en el que la importancia de la infraestructura pública ha quedado completamente erosionada, al transformar el proyecto arquitectónico en una herramienta decorativa que camufla las políticas neoliberales de desarrollo territorial y urbano.5 Frente a la desigualdad de los procesos de crecimiento económico, es necesario promover el desarrollo de nuevos modos de apropiación del espacio público que tengan en cuenta al hombre, los sistemas de producción de lo urbano, los modos de cohabitación y tenencia, así como las agendas inclusivas de proyección social colectiva. Saskia Sassen advierte sobre el amplio uso que dan los arquitectos a conceptos críticos como globalidad, sostenibilidad o justicia social, para justificar y adjetivar una idea imprecisa de proyecto urbano, cuando en realidad los proyectos hoy día no necesitan ni se proyectan hacia la ciudad ni el territorio, solo usan estas topologías como ejercicio estratégico.6 O lo que es lo mismo, los proyectos de vivienda social no construyen territorio ni hacen ciudad, no son sostenibles, y no permiten hablar de justicia social. Los arquitectos, desde esta perspectiva, colaboran inopinadamente en el proceso de deconstrucción de la ciudadanía, del sujeto capaz de hacer ciudad, al vaciar de contenido y significado los espacios de apropiación colectiva y centrar la capacidad técnica en la recursividad del objeto arquitectónico, más que en la habitabilidad de un entorno socioespacial digno. Ideas como progresividad, adaptabilidad, resiliencia, podrían ayudar a determinar nuevas variables de proyecto inclusivas, amplias y definitivas. Las invasiones de población desplazada en zonas de mangle, en Turbo, evidencia la polaridad entre realidad social y proyección política.

Figura 3. Asentamiento de pescadores, Turbo, 2016. Fuente: fotografía del autor

Ante los planes de desarrollo no puede sino surgir la pregunta de si se proyecta para los que están o se proyecta para las instituciones. La arquitectura puede generar oportunidades para impactar social y políticamente. Es paradójica la amnesia política que caracteriza de manera general los proyectos arquitectónicos contemporáneos, autoexcluidos de la esfera política y de la producción de derechos que late en la elaboración de cualquier propuesta arquitectónica. Iniciativas como Architecture for Humanity o Architectes de L’Urgence revelan la necesidad, la importancia de intervenir de manera efectiva y decidida a favor de las aspiraciones del hombre. Dignificar la vida, proyectar un escenario donde el futuro tenga opciones. Un asentamiento informal no es solamente un área de edificios decrépitos. Es una realidad social.7 Las propuestas de intervención de Slum Dwellers International recuperan la esperanza de mediar en procesos de gobernanza, donde la necesidad y responsabilidad social frente al abismo de la desigualdad exige creatividad y decisión en la formulación de estrategias. En este sentido, las propuestas de acupuntura urbana o urbanismos tácticos que responden de manera más activa a las realidades sociales de los tejidos urbanos

5 Cruz, “Rethinking Uneven Growth”. 6 Sassen, Territorio, autoridad y derechos. 7 Harrington, The Other America.

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en riesgo de exclusión han de proyectar un espectro de intervención más amplio, sin el cual es imposible promover justicia social en la concepción y apropiación del espacio colectivo. Se requiere una mirada que reconozca el valor de sueños, intuiciones, emociones. Como la mirada de Damiel, el ángel que en la película de Wenders, El cielo sobre Berlín, sobrevuela observando el comportamiento del hombre, la angustia, la desesperanza, abandonándose finalmente al deseo de convertirse en humano para poder sentir. Necesitamos un ángel que recupere el valor de la dignidad para la arquitectura. Solo que nuestro ángel culturalmente adecuado es negro y sus alas están hechas con esterilla de guadua: las alas del deseo. El desarrollo desorbitado de Cartagena y las previsiones del Plan de Ordenamiento Territorial aún no llegan a abrir un horizonte desde el que entender la problemática de las comunidades afrodescendientes de Tierra Bomba. El tiempo devora las aspiraciones de las comunidades nativas, que sucumben ante la fuerza de la Base Militar, un último ensayo de desarticulación social. Mientras, los sabedores esperan que la justicia llegue, “así sea con alas de mentiras”.


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Figura 4. Consejo Comunitario de Punta Arena, Cartagena, 2014. Fuente: fotografía del autor

Bibliografía 1. Cruz, Teddy. “Rethinking Uneven Growth: It’s About Inequality, Stupid”. En Uneven Growth: Tactical Urbanism for Expanding Megacities [exposición], 50-51. New York: MOMA, 2014. 2. Harrington, Michael. The Other America: Poverty in the United States. New York: Touchstone, 1997. 3. Jacobson, Nora, Vanessa Oliver y Andrew Koch. “An Urban Geography of Dignity”. Health & Place 15, n.º 3 (2009): 725-731. doi: 10.1016/j.healthplace.2008.11.003. 4. Mejía Escalante, Mónica Elizabeth. “La dignidad en la vivienda”. Desde la Región,

n.º 55 (2014): 20-26. https://es.scribd. com/document/325783028/DignidadVivienda 5. Sassen, Saskia. Territorio, autoridad y derechos: de los ensamblajes medievales a los ensamblajes globales. Buenos Aires: Katz, 2010. 6. Sennett, Richard. The Uses of Disorder: Personal Identity and City Life. New Haven: Yale University Press, 2008. 7. Till, Jeremy. “Angels with Dirty Faces”. Scroope n.º 7 (1995): 5-14¡2. https://jeremytill.s3.amazonaws.com/uploads/ post/attachment/43/1995_Angels_with_ Dirty_Faces.pdf

Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad. Daniel H. Nadal [ 157 ]


dearq 19. ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente María Angélica Ospina Sierra 

ma.ospina10@uniandes.edu.co

Esteban Hernández Echeverry 

e.hernandez301@uniandes.edu.co

Estudiantes del Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes

Resumen Antes, para tener una buena comunicación dentro de la ciudad, era necesaria la interacción entre las personas; sin embargo, con la llegada del automóvil, la tecnología y la concentración de usos, la ciudad ha perdido dicha necesidad, lo cual implica una individualidad que hace olvidar que convivir enriquece la vivienda y la ciudad. Pero no podemos perder el progreso para regresar a esta necesidad; es necesario generarla respetando el mundo actual, generando comunidades voluntarias que tengan en cuenta las bases de la sociedad tecnológica, es decir, por medio de la covivienda. Palabras claves: covivienda, comunidades, ética, convivencia, sostenibilidad.

Abstract In the old days, to have good communication in the city it was necessary the interaction between people; however, with the arrival of the automobile, technology, and the concentration of uses the contemporary city has lost that need, which leads to individuality forgetting that is co-living which enriches dwelling and the city. But we can`t lose our trajectory and return to the old ways to revive the necessity for interaction, we must find another way to supply this need. Maybe thinking in the co-housing as a way to make communities which see the man as a social species, while respecting the way of the world today. Keywords: cohousing, communities, ethics, coexistence, sustainability.

La arquitectura se potencia en el momento en que se combina con otras disciplinas que permiten enriquecer su propia obra y complementarla. Cuando descomponemos la palabra arquitectura desde su raíz griega, resultan dos palabras: arké (origen) y tekné (técnica). ¿Cuál es el origen de la arquitectura? ¿Qué es inherente sin importar la cultura o el tiempo? A pesar de no tener una respuesta clara, el individuo cumple un papel importante dentro de todos los proyectos arquitectónicos, en cualquier época y sociedad, y la antropología y la arquitectura son dos disciplinas que están totalmente ligadas. Por esto, creando arquitectura desde la misma arquitectura y teniendo en cuenta la naturaleza humana, podría ser posible encontrar un nuevo camino para una mejor convivencia dentro de nuestra sociedad: La primera consecuencia del propósito de habitar no es la habitación, sino el hábito. El habitar crea hábitos y los hábitos constituyen un principio de habitación: habitar es habituarse. Existen tres nociones del hábito: como vestido o lo que representa cierta condición u oficio del espacio; como facilidad o la habilidad técnica para el saber hacer y, como comportamientos o pautas de conducta. Y es a esa vida pautada, a la que responde sus recintos la habitación humana. […] Puede haber habitaciones, porque hay hábitos: de estudio, de reposo, de aseo, de restauración, de trabajo, de convivencia. Estos hábitos son las costumbres que los romanos antiguos llaman mores. […] El que habita mora, y el que mora tiene moral. La arquitectura pues, se cruza con la ética.1

¿Cuál es el límite de nuestro hogar? Esta pregunta parece variar según la cultura en la que se examine; sin embargo, pareciera que en las sociedades arraigadas a las ciudades modernas esta idea de hogar está mayoritariamente reducida o, por lo menos, fragmentada. Lo anterior nos permite pensar sobre la influencia que la arquitectura puede tener en el individuo; nos da a entender que la arquitectura y la antropología son disciplinas complementarias y no excluyentes, y podemos pasar a establecer las maneras como la arquitectura se cruza con la ética. Aunque la primera no crea la segunda, esta tiene una gran influencia en la primera, pues la arquitectura misma crea los espacios que permiten generar costumbres o morales y contribuir a la formación de una persona. No obstante, vivimos en una sociedad, pero nuestras casas nos aíslan, lo cual genera individuos que buscan abstraerse de la sociedad. Así, es urgente encontrar un modo de habitar capaz de reflejar la búsqueda natural del ser humano de agruparse; después de todo, “habitar es la acción de convivir y el edificio actúa como mediador con el entorno”2 Entre los vecinos, los espacios de encuentro y de interacción se han limitado a circulaciones que no ofrecen ningún tipo de permanencia. Por esto, es común que los residentes no se conozcan entre ellos, y ello lleva a que las comunidades se vuelvan cada vez más escasas y se pierda un factor importante dentro de la arquitectura: el componente social. Por ejemplo, hoy en día se han popularizado los edificios donde el

1 Sarquis, Arquitectura y modos de habitar, 16 y 17. Cursivas de los autores. 2 Norberg-Schulz, The Concept of Dwelling, 13.

[ 158 ]  Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 158-161. http://dearq.uniandes.edu.co


dearq 19. DEUNIANDES

ascensor llega directamente a la vivienda, lo cual genera que desaparezca lo comunal. Al analizar la arquitectura vernácula, observamos cómo el límite entre el habitáculo personal y el espacio circundante es difuso desde el interior y cómo está definido desde el exterior. Dichos límites generan espacios comunales que permiten la interacción entre vecinos, lo que a su vez proporciona seguridad. Esto no solo es observable en culturas antiguas o distantes a la nuestra, sino también en pequeñas poblaciones o barrios tradicionales en las cuales el turismo no ha desarraigado a sus pobladores originales. Como arquitectos, en esta época contemporánea, debemos tener en cuenta el constante cambio de la estructura social que estamos presenciando, y saber que el punto de partida para hacer vivienda se toma conociendo los procesos biológicos y sociológicos del hombre. Las familias ya no se componen por un núcleo predeterminado; por el contrario, están en un constante cambio a individuos independientes que comparten un mismo espacio. Por consiguiente, las viviendas tienen la emergente obligación de ser flexibles para poder albergar la mayor diversidad de tipologías habitacionales existentes, sin olvidar el componente social, es decir, la necesaria convivencia de la cual deben constar dichas viviendas. Así, en gran parte, la arquitectura es la encargada de promover la flexibilidad de la que se habla, en especial la convivencia que se debe crear para vivir en comunidad. Teniendo en cuenta que siempre se nos ha enseñado a crear arquitectura aprendiendo de esta, se debe buscar la solución en lo existente; sin embargo, esta debe reaparecer revestida para que funcione correctamente en nuestro contexto específico. Este cambio de la manera de habitar, que llega revestido de una manera diferente, se denomina covivienda.

La covivienda es una forma alternativa de habitar que se ha popularizado en ciertos países, pero en Colombia le falta reconocimiento. Esta surgió a mediados del siglo XX, en Dinamarca, como una respuesta a la falta de comunidad evidente en las ciudades metropolitanas. Es una manera de vivir que se conforma por medio de varios individuos que se convierten en un grupo, a fin de compartir diversas actividades y espacios cotidianos sin perder su espacio personal y formar, así, su propia comunidad. Fue creada con la intención de recrear la antigua costumbre de sentido de vecindad que se ha ido perdiendo en la actualidad, a través de la participación de los residentes respecto al diseño y la operación de sus propias comunidades. Además, es un sistema que permite no solo a individuos, sino también a familias completas, ocupar un espacio privado y personal paralelamente con espacios comunales para facilitar sus vidas. Esta forma de habitar funciona como una agrupación voluntaria de individuos que viven en unidades privadas en torno a un espacio comunal. Los servicios compartidos suelen incluir, como mínimo, un centro comunitario, comedor, cocina, sala social y lavandería; pero también se ven casos con espacios para el cuidado de los niños, piscinas, canchas, parques infantiles, y demás servicios que la comunidad decida (fig. 1).

Figura 1. Creando comunidad a partir de la convivencia. Fuente: Creative Commons

Este tipo de vivienda cambia la idea de diseñar espacios desde su percepción física actual, para pasar a diseñarlos desde el acto mismo, es decir, no se piensa desde la habitación, sino desde el hábito. Aquellas acciones humanas que se convierten en potenciales para crear vínculos entre las personas se llevan del habitáculo privado a zonas comunes donde puedan ser mejor aprovechadas; sin embargo, aquellos hábitos que por su misma naturaleza requieren privacidad mantienen su carácter individual. Estos proyectos incautan valores de comunidad en sus habitantes, los cuales luego se llevan a la sociedad, debido a que convivir con personas se convierte en lo habitual y genera que se fomenten valores positivos por este tipo de actividad, como compartir o ayudar al prójimo. La covivienda cuenta, además, con un sinfín de beneficios y ventajas que se pueden abarcar dentro del concepto de sostenibilidad: La arquitectura sostenible es aquella manera de concebir el diseño, gestión y ejecución de un “hecho arquitectónico” a través del aprovechamiento racional, apropiado y apropiable de los recursos naturales y culturales del lugar de su emplazamiento buscando minimizar sus impactos ambientales sobre los contextos naturales y culturales en cuestión.3 Los edificios deben ser diseñados y construidos de manera que sus fines (los aspectos: ambiental, funcional, sociológico y simbólico) se interrelacionen y se alcancen a través de sus medios (aspectos: tecnológico y morfológico) con el objeto de permitir su habitabilidad, funcionamiento y mantenimiento con el uso eficiente de los recursos naturales y culturales del sitio con niveles bajos de dependencia (energética, económica, etc.) para minimizar los impactos hacia sus contextos. De este modo se logrará una arquitectura sostenible.4

3 Garzón, Arquitectura sostenible, 11. 4 Ibid., 9.

Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente. María Angélica Ospina Sierra, Esteban Hernández Echeverry [ 159 ]


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En otras palabras, la arquitectura sostenible es la que logra un armonioso equilibrio entre sus tres factores principales: el aspecto económico, el social y el ambiental. En el caso de la covivienda, por el lado económico se puede ahorrar dinero respecto a temas de materialidad y construcción, ya que en muchos de los casos de covivienda en el mundo los mismos propietarios construyen su propia comunidad teniendo en cuenta materiales económicos y amigables con el medio ambiente para su construcción. Además, hacer mercados al por mayor, y compartir servicios como la lavandería y la cocina, también genera ganancias económicas a largo plazo, ya que se produce un ahorro en servicios y materia prima. En segunda instancia, respecto al tema ambiental, al compartir servicios y espacios comunes, se puede contribuir al ahorro de energía en las comunidades; además, es posible tener innovación en estos proyectos, adecuando espacios que pueden tener dispositivos pasivos que colaboren en el aprovechamiento del entorno, como generar espacios exteriores privados, entre otros, y dispositivos activos que ayuden a la recolección de aguas lluvias, etc. Otro beneficio de vivir en comunidad respecto al ámbito ambiental es el reciclaje que se puede generar: al conocer a cada uno de los residentes de la comunidad, es más factible generar un aprovechamiento de elementos que ya no se usen, pero que pueden llegar a ser útiles para otras familias, desde mobiliario y ropa hasta alimentos. Así, dichos elementos alargarán su vida útil y generarán sostenibilidad. Para finalizar con el aspecto social, gracias al tipo de proyecto de la covivienda, fácilmente se pueden dar interacciones sociales, lo cual genera pertenencia a su lugar de residencia y sentido de comunidad, que influiría de forma positiva en las personas, al generar una red de apoyo, tanto moral como física. También se dan oportunidades de aprender de personas con más experiencia, debido a que, normalmente, en estos proyectos hay una mezcla de edades. Además de compartir equipamientos, la covivienda ofrece la posibilidad de repartir

labores y responsabilidades, lo cual se refleja en una diversidad de actividades. Es común observar cenas grupales, cuidado de niños, transporte compartido, actividades de integración, tutoría entre residentes, habitaciones satélites o para invitados, etc. La covivienda propone un nuevo camino distinto al del mundo tecnológico que nos separa físicamente y nos conecta a través de instrumentos. Por ejemplo, el primer caso de covivienda en Londres: Copper Lane, localizado en Stoke Newington, consiste en seis casas agrupadas alrededor de un patio debajo del cual se encuentra el salón comunitario. Las viviendas son de tres y dos pisos cada una con dos entradas, una por el patio y otra por un pasillo. La construcción simultánea de los hogares generó un notable ahorro en el proceso de compra del lote, pago de honorarios, materiales para la construcción, entre otros aspectos. En el complejo se comparten actividades como el cuidado de los niños, la preparación y consumo de alimentos, la jardinería del lugar y también espacios como la lavandería, una biblioteca, oficinas y jardines. Estas actividades tienen un mayor sentido y se ven potencializadas por el uso comunal sobre el individual (fig. 2). Para concluir, podemos decir que, debido a la facultad asociativa que posee el ser humano, el vivir dentro de una comunidad le facilitará generar y pertenecer a comunidades en otras condiciones y lugares. No es un secreto que, en la medida en la que somos partícipes de una acción, el tiempo y la experiencia nos vuelven más adeptos. Si la experiencia es positiva para la persona, esta va a tener una predisposición a repetirla; por ende, si vivir en comunidad le resulta beneficioso, la persona va a buscar repetir la condición y va a generar cada vez más comunidades. Por ejemplo, Aldo van Eyck habla sobre la ciudad como una casa grande y la casa como una ciudad pequeña; por esto, en la medida en la que se engloba la comunidad en la escala menor, los efectos positivos serán transmitidos a la ciudad. Por ende, la covivienda se convierte en generadora de ciudadanos que buscan la buena convivencia, ya que cuando se vive en comunidad, se nota una mayor disposición de ayudar al

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prójimo, por la generación de amistades y empatía por el otro, al fin de encontrar un sentido de pertenencia que la ciudad necesita desesperadamente.

Bibliografía 1. Eyck, Aldo van, Vincent Ligtelijn y Francis Strauven. The Child, the City and the Artist: An Essay on Architecture. The Inbetween Realm. Amsterdam: SUN, 2008. 2. Garzón, Beatriz. Arquitectura sostenible: bases, soportes y casos demostrativos. Buenos Aires: Nobuko, 2010. 3. Henley Halebrown Rorrison. “Copper Lane”. Acceso 29 de junio de 2016. http:// hhbr.co.uk/work/copper-lane/. 4. Ingold, Tim. The Perception of the Environment. New York: Routledge, 2000. 5. Muxí, Zaida. La arquitectura de la ciudad global. Barcelona: Gustavo Gili, 2004. 6. Norberg-Schulz, Christian. The Concept of Dwelling: On the Way to Figurative Architecture. New York: Rizzoli, 1985. Sarquis, Jorge. Arquitectura y modos de habitar. Buenos Aires: Nobuko, 2006. 7. The Cohousing Association. “The Cohousing Association”. Acceso 29 de junio de 2016. http://cohousing.org/.


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Figura 2. Sección y planta del proyecto Copper Lane

Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente. María Angélica Ospina Sierra, Esteban Hernández Echeverry [ 161 ]


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Pedacico in memoriam *

Esta mañana nos hemos despertado con una triste noticia: el maestro Dicken Castro se ha marchado para siempre. Arquitecto, diseñador gráfico, fotógrafo, pintor y maestro, las obras de Dicken perduran por su trascendencia, más que por su espectacularidad. Sobre ellas se ha escrito hoy en periódicos como El Tiempo y sitios web como Archdaily. Hace poco más de un año, Andrés Ramírez Mejía, de Bacánika, entrevistaba a este gran arquitecto; todo lo que se puede entrevistar a alguien de edad avanzada que está perdiendo la memoria. Aquí hemos hecho algo distinto: hemos nombrado a Dicken Castro Pedacico in Memoriam. No puede ser de otra manera. Dicken era un arquitecto que se alimentaba de tocar todas las ramas creativas posibles. Un arquitecto que amaba la arquitectura de su tierra, que miraba con ojo crítico su entorno y, sobre todo, que no tenía vergüenza ninguna de mostrarse al público vestido de Superman. Algo así solo lo puedes hacer si eres un Pedacico puro y duro. Yo apenas lo conocí personalmente. Venía persiguiendo su sombra desde que el diseñador colombiano Christian Schrader comenzó a hablarme de él, hace ya algunos años. Christian me habló de cómo Dicken había recuperado motivos precolombinos para reinventar diseños e identidades visuales contemporáneas. De cómo Dicken había llamado la atención sobre la guadua como

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material digno de estudio en un momento en el que se la trataba como puntal de segunda. Sin embargo, más allá de la admiración por estos logros, en Christian hay un amor profundo por la arquitectura que solo podía haber sido transmitido por un Maestro, con M mayúscula. En 2014, años más tarde, comencé a trabajar en la Universidad de los Andes junto a la arquitecta Cristina Albornoz, una académica de los pies a la cabeza que es capaz de dibujar sin borrones la dimensión humana de los héroes más míticos de la arquitectura colombiana. En el caso de Dicken, la relación con ella es también familiar y personal. Cuantas más cosas me contaba Cristina, más crecía mi curiosidad personal. ¿Cómo será Dicken Castro? ¿Cómo será su forma de mirar las cosas? El misterio me intrigaba. Con el tiempo, fui conociendo más de la familia de Dicken. Sus hijos Lorenzo y Ricardo, ambos, personas capaces de combinar el saber reposado con los hobbies más variopintos. A sus dos hijas mellizas: su casa familiar en Suba y a la cabaña que construyó junto a ella. Espacios abiertos al verde, rodeados de niños y de perros, desnudos, sinceros. En la casa estaba enmarcada la foto que preside este artículo. Mientras paseábamos, Cristina Albornoz me contaba: “Alguien le regaló esa camiseta a Dicken durante una celebración. Él se la puso y posó para una foto desenfadada que acabó

Este texto fue publicado el 21 de noviembre de 2016 en el blog Pedacicos Arquitectónicos, un espacio digital dedicado a la difusión de la arquitectura y sus debates disciplinares. Los “Pedacicos” apostamos por un modelo de difusión en tono desenfadado que nos permite posicionarnos crítica y académicamente, sin dejar de lado un lenguaje accesible. Esta idea del Pedacico, que mantiene una posición clara desde el humor y la conciliación, constituye la base del texto que sigue a continuación. Disponible en: https://pedacicosarquitectonicos.com/2016/11/21/dicken-castro-pedacico-in-memorian/

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Foto: Lorenzo Castro

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haciéndose archiconocida”. ¡Menudo crack! Ya podía ponerle cara al maestro. Las curvas de su rostro muestran un paisaje expresivo reposado, pero atrevido. Para mí no era suficiente, aún me faltaba algo.

su importancia”. Mostrándome antiguas fotografías de estructuras de guadua exclamaba: “Estas estructuras... No las hacían… No había… Ni arquitecto, ni ingeniero... ¡Era la gente! ¡Las hacían personas!”.

Hace apenas un par de meses venía paseando por Bogotá con Cristina, tras una reunión de altos vuelos. Estábamos inmersos en una conversación sobre sueños y proyectos futuros, cuando Cristina cambió radicalmente de tema: “Estamos cerca de casa de Dicken y Lía, y quisiera pasar a ver cómo están. ¿Te gustaría conocerlos?”. Así, sin buscarlo, pude conocer por fin al hombre cuya sombra es larga pero juguetona, como la de Peter Pan. Encontré a un señor sumido en sus 94 años de edad que estaba viviendo momentos difíciles. Sin embargo, su memoria estaba hecha de dinamita y explotaba al menor chispazo. Me habló del pasado, de sus viajes por España. Me señalaba diseños reproducidos mediante antiguas piezas indígenas y susurraba: “Esto a nadie le interesaba, solo a mí, hasta que de pronto el mundo descubrió

Personas. De eso trata la arquitectura, de reconocer a las personas por aquello que las hace grandes y que la mayoría pasa por alto. De ser muy persistente a la hora de defender eso que dicen que no merece la pena defender. Pensándolo bien, lo cierto es que los poderes de Dicken no estaban en su ropa, sino en su pose superheróica: mentón levantado contra el presente, mirada alzada hacia el futuro. Dicken, de mayores queremos ser como tú: por eso te nombramos Pedacico in Memoriam. Buen viaje. Manuel Saga Bogotá, 21 de noviembre de 2016

Pedacico in memoriam. Manuel Saga [ 163 ]


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Puente para pasar al otro lado. Vereda de Chinchorro, Municipio de San Benito Abad, Sucre.

[ 164 ]  Diciembre de 2016. ISSN 2011-3188. E-ISSN 2215-969X. Bogotá, pp. 138-145. http://dearq.uniandes.edu.co


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El Nuevo Arquitecto Vernáculo Martín Anzellini

La arquitectura vernácula, tradicionalmente, se ha definido como aquella hecha sin arquitectos;1 sin embargo, puede entenderse también como aquella hecha por un tipo de arquitecto original, diferente al de la concepción modernista. Con el modernismo y la arquitectura disciplinar, en la mayoría de los casos, el arquitecto se ha aislado del contexto social y cultural de las comunidades afectadas por sus proyectos y del contexto físico anterior y posterior a la construcción de su obra. Mientras tanto, los propios habitantes —los arquitectos vernáculos— están construyendo la ciudad y el hábitat rural a una velocidad que la disciplina, con todos sus medios, no ha logrado igualar.2 Por su topografía y su posición geográfica, en el territorio colombiano se presenta una gama amplia de climas y ecosistemas. Por su condición histórica, en Colombia existen culturas diversas con aproximaciones espaciales variadas. Estas condiciones han generado que en este territorio se encuentre variedad de arquitecturas vernáculas. Algunas, al igual que los idiomas, se están olvidando y sobreviven en las manos de uno o dos artesanos; otras (como las cubiertas en palma amarga o los muros de tapia pisada) están vigentes y hacen parte del paisaje cotidiano. Esta serie de fotografías hace parte de una exploración de recolección de técnicas vernáculas en la región caribe colombiana, apoyada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y desarrollada por Patrimonio Natural3 y AGRA.4

La sugerencia es que se plantee una metodología de trabajo diferente, que busque recuperar las técnicas, las tipologías y las adaptaciones ambientales de la arquitectura vernácula y las traiga al ejercicio disciplinar como una paleta de soluciones apropiadas a disposición. Para hacerlo, los arquitectos tenemos que ser más antropólogos: el proceso inicia con la aproximación a los maestros, a los artesanos y sus realizaciones, y la indagación sobre las metodologías, los insumos y los procesos; seguido de la catalogación y el entendimiento; continúa con el diseño y la eventual incorporación de tecnologías contemporáneas, y, por último, la adaptación a los estándares actuales (de sismorresistencia y accesibilidad particularmente). Los resultados pueden ser fascinantes: por un lado, fomentamos la preservación de saberes inherentes a nuestra cultura: por otro, nos abrimos a una paleta amplia de soluciones económicas, ecológicas y estéticas.

Bibliografía

Patrimonio Natural. “Fondo para la Biodiversidad y Áreas Protegidas”. http://www.patrimonionatural.org.co.

Rudofsky, Bernard. Architecture without Architects: A Short Introduction to Non-pedigreed Architecture. Albuquerque: University of New Mexico Press, 1964.

UN-HABITAT. State of the World’s Cities 2012/2013. New York: Routlegde, 2013.

1 Rudofsky, Architecture without Architects. 2

Según el State of the World’s Cities, de las Naciones Unidas, de 2012-2013, un cuarto de los habitantes de las ciudades (donde normalmente hay más intervención de los proyectistas), viven en slums.

3

Fondo para la Biodiversidad y Áreas Protegidas, en http://www.patrimonionatural.org.co

4

Anzellini García-Reyes Arquitectos, en http://www.agrarquitectos.com

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 165 ]


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Techo de palma sará en nudo de corbata. Municipio de El Banco, Magdalena.

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Casa con aterrado, muros en caña-lata y techo en palma amarga peluquiada. Municipio de Cereté, Córdoba.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 167 ]


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Muro de contención y escalera en piedra sin mortero. Teyuna (Ciudad Perdida), Magdalena.

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Despacho de palma a la ciudad. Cartagena, Bolivar.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 169 ]


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Cumbrera de una Nuhue, casa de los hombres. Cuenca del río Buritaca, Municipio de Santa Marta, Magdalena.

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Casa de bambú con repello en tierra. Cabildo de San Martin, Sucre.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 171 ]


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Cobertizo provisional con estructura de cocotero, envarado en madera de mataratón y cerramiento en palma iraca y palma amarga. Corregimiento de Palomino, Municipio de Dibulla, Guajira.

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Niño durmiendo en una casa con cerramiento de cañaflecha y, sobre la silla, las ripitas (hilos) de cañaflecha para tejer un sombrero vueltiado. Cabildo de San Antonio, Sucre.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 173 ]


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Casa de bahareque con rejilla en cañabrava. Vereda Antequera, Municipio de Tamalameque, Cesar.

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Casa ancestral con muros y carpintería de madera y techo de palma amarga. Corregimiento de Nariño, Municipio de Lorica, Córdoba.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 175 ]


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Agrupación de casas. Corregimiento de Sabana de Rincón, Municipio de San Onofre, Sucre.

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Canastos en bejuco del señor Ferreira. Municipio de Chimichagua, Cesar.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 177 ]


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Tomás fabricando ladrillos. Camino a la Vereda Santo Domingo, Municipio de Chimichagua, Cesar.

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Techo en palma de corozo vertical. Vereda Pasifueres, Municipio de San Benito Abad, Sucre.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 179 ]


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Espacio público. Vereda Palo de Agua, Municipio de Lorica, Córdoba.

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Terrazas. Teyuna (Ciudad Perdida), Magdalena.

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 181 ]


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Escalera. Teyuna (Ciudad Perdida), Magdalena.

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Topografía Artificial. Teyuna (Ciudad Perdida), Magdalena

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 183 ]


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ARQUITECTURA Y URBANISMO PARA LA PAZ Y LA RECONCILIACIÓN

ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA Diciembre 2016

Julio 2016

Artículos temáticos

Artículos temáticos

La Alhambra de Granada: paradigma universal de arquitectura puesta al servicio de la paz y la reconciliación entre culturas. Francisco A. García Pérez. 10-19

Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea. Francisco A. García Pérez.

La prisión como espacio de exclusión o de reconciliación. Libardo José Ariza y Manuel Iturralde. 20-31 El diseño social: espacio de interrelación transdisciplinaria. Algunos aportes para la convivencia. Henry Granada E. 32-45 Arquitectura y arte como medios para construir y fortalecer la Colombia del postacuerdo. Erika Tatiana Ayala García, Rubén Darío Rodríguez Angarita y Eduardo Gabriel Osorio Sánchez. 46-55

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970). Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda. Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil. Ignacio de Teresa Fernández-Casas. Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero. Sergio Antonio Perea Restrepo.

Centro Cultural DMZ: El rol del espacio compartido en la crisis de la península coreana. Jin Young Song. 56-67

El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco. Sergio Laguna.

De la violencia simbólica a la reparación simbólica. Fortalecimiento de la resistencia y la reparación en áreas de conflicto afectadas por medio de la (re)creación de espacios. Ejemplos de West Bank y Colombia. Brigitte Piquard. 68-79

La anatomía de la casa. Humanización y ciclo vital de la vivienda ette (Chimila). Juan Camilo Niño Vargas.

Sobre la memoria y la arquitectura: construir la ausencia. Camilo Isaak. 69-87

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia. Elsa Rocío Quintana Parra y Lisbeth Carolina Hilarraza Mansilla.

Dossier

Dossier

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Andrés Rubiano Martín. 138-

Burguer City. Repercusiones de los modos de producción en la ciudad contemporánea. Ignacio Grávalos Lacambra y Patrizia Di Monte.

145

Neobabilonios en el siglo XXI. Del proyecto de Constant a la ciudad contemporánea. Sergio Colombo Ruiz.

Antonio Bonet en Punta Ballena (1945-1948): el aporte de La Solana para la arquitectura del Cono Sur. Luís Henrique Haas Luccas. 146-155

Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza. Germán Ramírez. La investigación como proceso creativo en la arquitectura. Jaime Sarmiento Ocampo.

Índice de autores Ariza, Libardo José (No. 18)

Grávalos Lacambra, Ignacio (No. 19)

Piquard, Brigitte (No. 18)

Ayala García, Erika Tatiana (No. 18)

Haas Luccas, Luís Henrique (No. 18)

Quintana Parra, Elsa Rocío (No. 19)

Bamba Vicente, Juan Carlos (No. 19)

Hilarraza Mansilla, Lisbeth Carolina (No. 19)

Ramírez, Germán (No. 19)

Colombo Ruiz, Sergio (No. 19)

Isaak, Camilo (No. 18)

Rodríguez Angarita, Rubén Darío (No. 18)

Costa Sepúlveda, Alejandro (No. 19)

Iturralde, Manuel (No. 18)

Rubiano Martín, Manuel Andrés (No. 18)

Di Monte, Patrizia (No. 19)

Laguna, Sergio (No. 19)

Sarmiento Ocampo, Jaime (No. 19)

Fernández-Casas, Ignacio de Teresa (No. 19)

Niño Vargas, Juan Camilo (No. 19)

Young Song, Jin (No. 18)

García Pérez, Francisco A. (No. 18 y 19)

Osorio Sánchez, Eduardo Gabriel (No. 18)

Granada E., Henry (No. 18)

Perea Restrepo, Sergio Antonio (No. 19)

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Índice temático Nómada (Colombo Ruiz, No. 19)

Ahorro energético (Rubiano Martín, No 18)

Deriva (Colombo Ruiz, No. 19)

Alberto Campo Baeza (García Pérez, No. 19)

Dialéctica (Sarmiento Ocampo, No. 19)

Alhambra (García Pérez, No. 18)

Diseño social (Granada E, No. 18)

Olvido (Sarmiento Ocampo, No. 19)

Apariencia (Sarmiento Ocampo, No. 19)

Escalas (Bamba Vicente y Costa Sepúlveda, No. 19)

Paisaje cultural (Perea Restrepo, No. 19)

Apropiaciones (Bamba Vicente y Costa Sepúlveda, No. 19)

Espacio colectivo (Bamba Vicente y Costa Sepúlveda, No. 19)

Patrimonio (García Pérez, No. 18)

Aproximaciones (Fernández-Casas, No 19)

Espacio compartido (Young Song, No. 18)

Periferia (García Pérez, No. 19)

Arcaísmo (García Pérez, No. 19)

Espacio de aprendizaje inga (Quintana Parra, No. 19)

Permacultura (Perea Restrepo, No. 19)

Antonio Bonet (Haas Luccas, No. 18)

Arquitectura (Ayala García, Rodríguez Angarita y Osorio Sánchez, No. 18)

Etnografía (Quintana Parra, No. 19)

Paz (García Pérez, No. 18)

Persona (Niño Vargas, No 19) Pluralidad (Ramírez, No. 19)

Arquitectura (Granada E, No. 18)

Ette (Niño Vargas, No 19)

Arquitectura (Isaak, No. 18)

Experiencia (Laguna, No. 19)

Posfordismo (Grávalos Lacambra y Di Monte, No. 19)

Arquitectura indígena (Niño Vargas, No 19)

Fachada ventilada (Rubiano Martín, No 18)

Postacuerdo (Ayala García, Rodríguez Angarita y Osorio Sánchez, No. 18)

Arquitectura moderna uruguaya (Haas Luccas, No. 18)

Familia ampliada (Fernández-Casas, No 19)

Postconflicto (Ariza y Iturralde, No. 18)

Fundación urbana (García Pérez, No. 19)

Prisión (Ariza y Iturralde, No. 18)

Arquitectura carcelaria (Ariza y Iturralde, No. 18)

Arquitectura vernácula (Perea Restrepo, No. 19) Arte (Ayala García, Rodríguez Angarita y Osorio Sánchez, No. 18) Cárcel (Ariza y Iturralde, No. 18) Casa (Niño Vargas, No 19) Casa Berlingieri (Haas Luccas, No. 18) Casa colectiva (Fernández-Casas, No 19) Casas patio (Ramírez, No. 19) Chimila (Niño Vargas, No 19) Ciudad (Colombo Ruiz, No. 19) Ciudad genérica (Grávalos Lacambra y Di Monte, No. 19) Ciudad posmoderna (Grávalos Lacambra y Di Monte, No. 19)

Psicología social (Granada E, No. 18) Gottfried Semper (Laguna, No. 19) Granada (García Pérez, No. 19)

Reconciliación (García Pérez, No. 18)

Granja ecológica (Perea Restrepo, No. 19)

Reconciliación (Young Song, No. 18)

Hábitat simbiótico (Perea Restrepo, No. 19)

Reparación simbólica (Ayala García, Rodríguez Angarita y Osorio Sánchez, No. 18) Resistencia (Piquard, No. 18)

Ideas (Sarmiento Ocampo, No. 19)

Rogelio Salmona (Laguna, No. 19)

Incrementos (Fernández-Casas, No 19) Indígena urbano (Quintana Parra, No. 19)

Saberes sociales (Granada E, No. 18) Sentido (Laguna, No. 19)

Jardín (Ramírez, No. 19) Justicia restaurativa (Ariza y Iturralde, No. 18)

Colombia (Piquard, No. 18)

Justicia retributiva (Ariza y Iturralde, No. 18)

Comunidad indígena (Quintana Parra, No. 19)

Justicia transicional (Ariza y Iturralde, No. 18)

Conflicto (Isaak, No. 18) Confort climático (Rubiano Martín, No 18)

Punta Ballena (Haas Luccas, No. 18)

Granada (García Pérez, No. 18)

La Solana (Haas Luccas, No. 18)

Constant (Colombo Ruiz, No. 19)

Simbolismo (Niño Vargas, No 19) Símbolo (García Pérez, No. 19) Sociedad industrial (Grávalos Lacambra y Di Monte, No. 19) Tercera naturaleza (Ramírez, No. 19) Terrorismo (García Pérez, No. 18) Transdisciplinariedad (Granada E, No. 18)

Contaminación por dióxido de carbono (Rubiano Martín, No 18)

Memoria (García Pérez, No. 19)

Corea (Young Song, No. 18)

Memoria (Sarmiento Ocampo, No. 19)

Creación (Sarmiento Ocampo, No. 19)

Memorización (Young Song, No. 18)

Creación de espacios (Piquard, No. 18)

Modernidad (Ramírez, No. 19)

Cuerpo (Niño Vargas, No 19)

Muro (Laguna, No. 19)

Cultura (García Pérez, No. 18)

Museo (Isaak, No. 18)

Vivienda social (Bamba Vicente y Costa Sepúlveda, No. 19)

Narrativa (Isaak, No. 18)

West Bank (Piquard, No. 18)

Negociaciones (Bamba Vicente y Costa Sepúlveda, No. 19)

Zona desmilitarizada (DMZ) (Young Song, No. 18)

Memoria (Isaak, No. 18)

Transformación del conflicto (Piquard, No. 18) Violencia simbólica (Piquard, No. 18) Vivienda informal consolidada (Fernández-Casas, No 19)

Cultura inga (Quintana Parra, No. 19) Delimitaciones (Bamba Vicente y Costa Sepúlveda, No. 19)

La fachada ventilada y el confort climático: un instrumento tecnológico para edificaciones de clima cálido en Colombia. Manuel Rubiano Martín [ 185 ]


Indicaciones para autores dearq considera para publicación trabajos originales e inéditos. Su estructura editorial se divide en cuatro secciones:

Proceso editorial

• • • •

En el momento de someter un artículo, se le pedirá al autor diligenciar un formato con información personal y académica, además de declarar que el artículo es un texto original que no se ha publicado en otros medios ni está en proceso de revisión en otras revistas. Después de una revisión para verificar el cumplimiento de las normas de publicación, se le confirmará al autor que el artículo entró a la fase de evaluación.

Sección temática (según convocatoria vigente). Dossier de investigación (tema libre, recepción permanente). Reseñas bibliográficas (tema libre, recepción permanente). deuniandes (convocatoria interna Universidad de los Andes).

Tipologías de artículos publicables Dentro de la estructura editorial mencionada, se aceptan las siguientes tiopologías de artículos: 1. Artículo de investigación. Documento que presenta, de manera detallada, los resultados originales de proyectos terminados de investigación. La estructura generalmente utilizada contiene cuatro apartes importantes: introducción, metodología, resultados y conclusiones. Extensión máxima: 4000 palabras. 2. Artículo de reflexión. Documento que presenta resultados de investigación terminada desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales. Extensión máxima: 4000 palabras. 3. Artículo de revisión. Documento resultado de una investigación terminada donde se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de, por lo menos, cincuenta referencias. Extensión máxima: 4000 palabras. 4. Análisis de proyecto*. Artículo en el que se describe, analiza o interpreta —desde una posición independiente— y crítica una obra específica —arquitectónica, urbanística o de disciplinas afines—. El objeto del análisis puede o no estar construido/ejecutado. El texto se apoya en material gráfico de alta calidad. Extensión máxima: 4000 palabras. 5. Opinión, crítica o entrevista*. Se caracteriza por presentar la postura del(los) autor(es) o entrevistado(s) frente a un tema relevante para la publicación, sustentando esta postura con argumentos sólidos y apoyándose en bibliografía pertinente. Extensión máxima: 4000 palabras. 6. Reseña bibliográfica. Documento en el que se reseña de manera crítica uno o varios libros de temática similar. En una extensión no mayor a 700 palabras, se debe presentar el tema general sobre el cual trata el libro, y luego desarrollar el texto de manera argumentativa a partir de las ideas contenidas en el documento reseñado. Para finalizar, quien hace la reseña puede concluir y aportar una idea nueva, con una reflexión personal o asociación que establezca entre el tema tratado en el libro reseñado y otra publicación o concepto académico pertinente. *

Estas tipologías de artículos únicamente se pueden presentar para la sección temática de la revista (según la convocatoria vigente).

Evaluación Todo artículo que entre a la fase de evaluación, con excepción de las tipologías 5 y 6, será enviado a, mínimo, un árbitro anónimo externo a la Universidad de los Andes, quien recomendará sobre la aceptación del artículo y los eventuales cambios que se le deben hacer. Posteriormente, será enviado a un miembro del Comité Editorial de la revista, quien dará su concepto sobre la pertinencia de la publicación del artículo. Con base en los conceptos del árbitro y del Comité Editorial, el director de la revista decidirá, en conjunto con el editor y los eventuales editores invitados, sobre su aceptación. El autor será notificado sobre esta decisión. Las siguientes son las posibles determinaciones: 1. El artículo es aceptado sin condiciones. 2. El artículo es aceptado con la condición de que se realicen ligeras modificaciones según las sugerencias del par académico y del Comité Editorial. 3. El artículo necesita de importantes modificaciones; se invita al autor a realizarlas según las sugerencias del par académico y del Comité Editorial. Cuando se hayan realizado las modificaciones, el documento será evaluado de nuevo. 4. El artículo no es aceptado. Con esta notificación, se le enviará al autor también el informe del árbitro con comentarios específicos sobre el artículo. Las contribuciones de los tipos 5 y 6 serán leídos por el Comité Editorial únicamente, y sus autores recibirán una notificación de aceptación o rechazo. Todas las decisiones son tomadas autónomamente por el director con base en los informes presentados por los evaluadores y el Comité Editorial. La revista no asume el compromiso de mantener correspondencia con los autores sobre las decisiones adoptadas.

Autorización Una vez aceptado, el artículo pasará por una corrección de estilo. Para la publicación, será necesario que los autores verifiquen y autoricen la maquetación final del artículo. Para esto, se les enviará un archivo en PDF de este.


Una vez aprobada la maquetación final del artículo, el autor tendrá que firmar un documento en el que autoriza a la Universidad de los Andes a distribuir y comercializar el artículo en medios impresos y digitales, mientras la propiedad intelectual quedará en manos del autor.

Normas de publicación El material debe redactarse según las siguientes indicaciones. El que no cumpla con estas condiciones será devuelto al autor y no podrá participar en el proceso de evaluación. Los artículos se deben presentar en documento Word sin formatear, en fuente Times New Roman, 12 puntos e interlineado doble, con márgenes superior, inferior, izquierdo y derecho de 2,5 cm. El documento se debe estructurar de la siguiente manera: 1. Título. Toda aclaración con respecto al trabajo se consignará en la primera página, en nota al pie, mediante un asterisco remitido desde el título del trabajo.

Todas las figuras deberán tener una descripción incluida en el texto del artículo, precedida por la palabra Figura y el número consecutivo que le corresponda. En este pie de figura se debe indicar la fuente o autoría de la imagen. Deberán enviarse por separado en formato .jpg o .tiff, y ser los nombres de los archivos FIG1, FIG2, etcétera. Los gráficos y los mapas se deberán presentar realizados para su reproducción directa.

Referencias bibliográficas Las referencias bibliográficas deben seguir el Manual de estilo de Chicago. En el texto, se debe usar referencias en nota al pie, usando la forma corta de citación. Ejemplos: Libro: Martí Aris, Variaciones de la identidad, 67. Capítulo en libro: Montoya Arango, “El gobierno del sol”, 196. Artículo en revista

2. Nombre del(los) autor(es). dearq maneja un máximo de seis autores. El orden de los autores debe ser definido por todos ellos en conjunto previo al envío del material; la revista dearq seguirá el orden dado en el documento sometido.

Sanín Santamaría, “Configuraciones del hábitat informal”, 112.

3. Resumen analítico del artículo de máximo 100 palabras, que describa el contenido del artículo incluyendo sus conclusiones.

Libro:

4. Entre tres y siete palabras clave. 5. Texto del artículo. Se debe indicar el lugar de inserción del material gráfico y sus respectivos pies de figura. 6. Bibliografía, que consiste en la información bibliográfica completa de los títulos referenciados en el texto. Se recomienda incluir en la bibliografía del artículo al menos una referencia que tenga adjudicado un código D.O.I., con el propósito de enlazar el texto a la red de publicaciones en CrossRef (para mayores detalles ver http://www.crossref.org/05researchers/index.html). La extensión total del documento, incluidos la bibliografía y los pies de figura, no debe exceder las 4000 palabras.

Tablas y figuras Las tablas deben ir incluidas en el texto, de tal manera que la información sea editable en el proceso de diagramación. Deberán tener un título, precedido por la palabra Tabla y el número consecutivo que le corresponda. Debajo de la tabla se debe indicar la fuente de la información presentada. Las figuras deberán tener una resolución mínima de 300 dpi en formato de 9 × 13 cm. El número máximo de figuras será 20, de las cuales se publicará una selección. En el caso de los análisis de proyectos, se debe enviar una fotografía de formato vertical de muy alta calidad gráfica de tamaño mínimo 18 × 24 cm.

Al final del texto se debe incluir una bibliografía que reúna la información bibliográfica completa de las fuentes referenciadas en el texto. Ejemplos: Martí Aris, Carlos. Las variaciones de la identidad: ensayos sobre el tipo en arquitectura. Barcelona: Serbal, 1993. Capítulo en libro: Montoya Arango, Nathalie. “El gobierno del sol: naturaleza y programa en el hospital moderno”. En: Arquitectura moderna en Medellín 1947-1970, Eds. Cristina Vélez Ortiz et al., 193-99. Medellín: Universidad Nacional de Colombia, 2010. Artículo en revista: Sanín Santamaría, Juan Diego. “Configuraciones del hábitat informal en el sector El Morro del barrio Moravia”. Bitácora Urbano Territorial 2, no. 15 (2009): 109-26.

Envío del material El material a enviar consiste en: • El documento que contiene el artículo. • El paquete de imágenes en formato .zip. • Certificación de originalidad y no presentación simultánea (descargar formato de http://dearq.uniandes.edu.co/documentos). • Autorizaciones de uso de imágenes, en caso de que los derechos sean propiedad de terceros (descargar formato de http://dearq. uniandes.edu.co/documentos). El documento y los archivos de material gráfico deberán enviarse a través de http://dearq.uniandes.edu.co/someter-articulo. Para la correspondencia con el equipo editorial de la revista servirá la siguiente dirección únicamente:

dearq@uniandes.edu.co


Author guidelines dearq will take into consideration papers that are both original and previously unpublished. The editorial requirements are divided into four sections: • Theme section (current call for papers). • Research dossier (research-based work, permanent call for papers). • Book reviews (permanent call for papers). • deuniandes (for Universidad de los Andes students and teaching staff only).

Papers that will be considered for publication: 1. Research paper. Text (no longer than 4000 words) must include detailed, original results from a completed research project. The structure should generally follow the standard format: introduction, method, results and conclusion. 2. Discussion paper. An article (no longer than 4000 words) that analytically presents the results of a piece of completed research. It should be written in an interpretive or critical style about a specific topic, using original sources. 3. Review paper. A paper (no longer than 4000 words) based on both published and unpublished research, with the aim of reporting advances and development trends within a field. The paper should present a judicious bibliographical review of no less than fifty sources. 4. Project analysis*. This paper should detail, analyse and/or independently elucidate and critique a specific work, relating to architecture, town-planning, or a relating subject. Whatever is being analysed does not have to necessarily already be built. The text should be accompanied by graphics of the highest quality. Paper no longer than 4000 words. 5. Opinion, critique or interview*. This should detail an opinion on a subject that is pertinent to the journal. The opinion should be supported with conclusive arguments and be based on a conclusive bibliography. 6. Book review. This document should be a critical review of either one or several books written on a similar subject, no longer than 700 words. It should include the book’s main theme, and should present an argumentative stance relating to the work. The paper should conclude with either a new thought on the subject, with a personal opinion, or a relationship that the book has with another publication or relevant academic concept.

The editorial process On submitting an article for publishing, we ask that the author complete a form, which includes information about personal details, academic qualifications, and the originality of the material. The work must be the author’s own, and previously unpublished. When the paper has been reviewed, to check that it complies with the rules of publication, the author will be informed regarding its evaluation.

Peer reviews Every article that is submitted for evaluation, with the exception of types 5 and 6, will be reviewed by at least one anonymous referee. This referee will advise as to whether the paper should be considered for publication, and also any changes that they consider should be made. After this process has been completed the paper will be sent to a member of the journal’s editorial board who will advise as to the suitableness of the paper for publication. Based on the recommendations of the judge and the editorial board, the director of the journal, as well as the editor and the guest editors, will make the final decision as to whether the article will be published. The author will be duly notified of one of the following decisions: 1. The article is accepted without any changes required. 2. The article is accepted under the condition that slight changes are made based on suggestions from the peer reviewers and editorial committee. 3. The article needs substantial modification. The author is invited to redraft the article, taking into account the suggestions made by the peer reviewers and editorial committee. The improved document will be reviewed again, following the same procedure. 4. The article is not to be accepted. As well as the relevant notification, the author will also receive the referee’s report containing pertinent comments. Contributions of types 5 and 6 will be reviewed solely by the editorial board. The author will receive a letter of acceptance or rejection. All decisions are made autonomously by the journal’s director, based on the judgements of the editorial committee and the peer reviewers. Dearq will not be under any obligation to divulge any further information to the authors regarding the aforementioned decisions.

Authorization of the publication If accepted, the article will be subject to editing. Before being published, the article will be sent to the author in PDF format. It is mandatory that this final edited layout is authorized for publication.

* Types 4 and 5 are acceptable for the theme section only.


Once approving the final layout the author will sign a document that authorizes Universidad de los Andes to market and distribute the article both electronically and in print. The article however, will remain the intellectual property of the author.

Bibliographical references

Manuscript preparation guidelines

Books:

Bibliographical references must be in accordance with The Chicago Manual of Style. Footnotes should be used and citations should follow the shortened form. Examples: Ochsendorf, Guastavino Vaulting, 127.

Articles must be sent in Word, without having been formatted, in Times New Roman font size 12, with double line spacing and margin sizes: 2.5 × 2.5 × 2.5 × 2.5 cm. The following must be included: 1. Title, with a footnote on the first page, explaining the work undertaken. 2. Author(s’) name(s). For each article, dearq accepts a maximum of six authors. The order of author must be established before submitting the paper for publication. dearq will name the authors in accordance with the order submitted. 3. An analytical abstract of the article (no longer than 100 words) describing its content and including conclusions. 4. Three to seven keywords. 5. The article itself. Text should include captions and indications of where they are to be inserted. 6. Bibliography. Complete bibliographical information of the referenced sources. It is advised that the bibliography includes at least one reference with a D.O.I. code assigned, in order to link the article to other publications in CrossRef (for further details see http:// www.crossref.org/05researchers/index.html). The document, including bibliography and captions should not exceed 4000 words.

Tables and figures

Chapters in books: Casciato, “Documenting Modern Architecture”, 9. Journals: Lending, “Negotiating Absence”, 569. At the end of the text a bibliography should be included that summarizes all the bibliographical information that is referenced. Examples: Books Ochsendorf, John. Guastavino Vaulting: The Art of Structural Tile. New York: Princeton Architectural Press, 2010. Chapters in books: Casciato, Maristella. “Documenting Modern Architecture”. In The Modern Movement in Architecture. Selections from the DOCOMOMO Registers, edited by Dennis Sharp and Catherine Cook, 8-9. Rotterdam: 010 Publishers, 2000. Journals: Lending, Mari. “Negotiating Absence: Bernard Tschumi’s New Acropolis Museum in Athens.” The Journal of Architecture 14, no. 5 (2009): 567-89.

Submitting material The material to be sent should consist of: • The document containing the article.

Tables should be included in the text in such a manner that allows data editing during the layout process. They should be titled (preceded by the word Table) and must be numbered consecutively. Below each table the source(s) of data used should be included. Figures should have a minimum resolution of 300 dpi and a minimum size of 9 × 13 cm. The maximum number of photographs for submission is 20, of which a selection will be chosen for publication. In the case of project analysis, a high-resolution portrait photograph (minimum size 18 × 24 cm) must be submitted. Figures must have a caption, (included in the text and preceded by the word Figure), and be consecutively numbered. Captions should include the source or authorship of the image. Figures need to be sent separately in either .jpg or .tiff format, labeled FIG1, FIG2 etc. Any graphic material and maps should be submitted ready to be directly replicated.

• A folder that contains the images. • Certification of originality and exclusivity (please download the relevant form from http://dearq.uniandes.edu.co/documentos). • The right to use images, if the images are property of third parties, (please download form from http://dearq.uniandes.edu.co/ documentos). Please send all material in a compressed folder (.zip file) to dearq@ uniandes.edu.co. To contact the editorial team, please use the following email address:

dearq@uniandes.edu.co


Indicações para autores A dearq considera, para publicação, trabalhos originais e inéditos.

Processo editorial

Sua estrutura editorial está dividida em quatro seções. • Seção temática (segundo edital vigente). • Dossiê de pesquisa (tema livre, recepção permanente). • Resenhas bibliográficas (tema livre, recepção permanente). • Deuniandes (edital interno da Universidad de los Andes).

Tipologia de artigos publicáveis

No momento de submeter um artigo, será pedido ao autor que preencha um formulário com informação pessoal e acadêmica, além de declarar que o artigo é um texto original que não foi publicado em outros meios nem está em processo de arbitragem em outras revistas. Após uma revisão para verificar o cumprimento das normas de publicação, será confirmado ao autor que o artigo entrou na fase de avaliação.

Dentro da estrutura editorial mencionada, são aceitas as tipologias de artigos descritas a seguir.

Avaliação

1. Artigo de pesquisa científica e tecnológica. Documento que apresenta, de maneira detalhada, os resultados originais de projetos de pesquisa terminados. A estrutura geralmente utilizada contém quatro seções importantes: introdução, metodologia, resultados e conclusões. Sua extensão máxima é de 4.000 palavras.

Todo artigo que entrar na fase de avaliação, com exceção das tipologias 5 e 6, será enviado a, no mínimo, um árbitro anônimo externo à Universidad de Los Andes, o qual determinará sobre a aceitação do artigo e as eventuais modificações que devem ser feitas nele. Em seguida, será enviado a um membro do Comitê Editorial da Revista, o qual dará seu conceito quanto à pertinência da publicação do artigo. Com base nos conceitos do árbitro e do Comitê Editorial, o diretor da Revista decidirá, juntamente com o editor e os eventuais editores convidados, sobre sua aceitação. O autor será notificado a respeito dessa decisão, que pode ser:

2. Artigo de reflexão. Documento que apresenta resultados de pesquisa terminada sob uma perspectiva analítica, interpretativa ou crítica do autor a respeito de um tema específico e que recorre a fontes originais. Sua extensão máxima é de 4.000 palavras. 3. Artigo de revisão. Documento resultado de uma pesquisa terminada em que são analisados, sistematizados e integrados os resultados de pesquisas publicadas ou não publicadas em ciência ou tecnologia, a fim de dar conta dos avanços e das tendências de desenvolvimento. Caracteriza-se por apresentar uma cuidadosa revisão bibliográfica de, pelo menos, 50 referências. Sua extensão máxima é de 4.000 palavras. 4. Análise de projeto*. Artigo no qual se descreve, analisa e/ou interpreta, de uma posição independente e crítica, uma obra específica — arquitetônica, urbanística ou de disciplinas afins. O objetivo da análise pode ou não estar construído/executado. O texto se apoia em material gráfico de alta qualidade. Sua extensão máxima é de 4.000 palavras. 5. Opinião crítica ou entrevista*. Caracteriza-se por apresentar a postura do(s) autor(es) ou entrevistado(s) sobre um tema relevante para a publicação, com argumentos sólidos e que esteja apoiada em bibliografia pertinente. Sua extensão é de 4.000 palavras. 6. Resenha bibliográfica. Documento no qual se resenha, de maneira crítica, um ou (preferivelmente) vários livros de temática similar. Numa extensão que não ultrapasse 700 palavras, deve-se apresentar o tema geral sobre o qual trata o livro e, em seguida, desenvolver o texto de maneira argumentativa a partir das ideias contidas no documento resenhado. Para finalizar, quem faz a resenha pode concluir e contribuir com uma ideia nova, com uma reflexão ou associação que estabeleça entre o tema tratado no(s) livro(s) resenhado(s) e outra publicação ou conceito acadêmico pertinente. *

Estas tipologias de artigos unicamente podem ser apresentadas para a seção temática da Revista (segundo edital vigente).

1. aceito sem condições; 2. aceito com a condição de que sejam realizadas modificações sutis de acordo com as recomendações do par acadêmico e do Comitê Editorial; 3. precisa de modificações substanciais; nesse caso, solicita-se ao autor que as realize segundo as observações do par acadêmico e do Comitê Editorial. Quando forem realizadas as modificações, o documento será avaliado novamente; 4. recusado. Com essa notificação, será enviado também ao autor o relatório do árbitro com comentários específicos sobre o artigo. As contribuições dos tipos 5 e 6 serão lidas pelo Comitê Editorial unicamente, e seus autores receberão uma notificação de aceitação ou recusa. Todas as decisões são tomadas com autonomia pelo diretor com base nos relatórios apresentados pelos avaliadores e pelo Comitê Editorial. A Revista não assume o compromisso de manter correspondência com os autores sobre as decisões adotadas.

Autorização Assim que o artigo for aceito, passará por uma revisão de texto. Para a publicação, será necessário que os autores verifiquem e autorizem a elaboração do final do artigo (“boneco”). Para isso, eles receberão o arquivo do artigo em PDF. Uma vez aprovada a elaboração final do artigo, o autor terá que assinar um documento que autoriza a Universidad de Los Andes a distri-


buir e comercializar o artigo em meios impressos e digitais; a propriedade intelectual é reservada ao autor.

Normas de publicação O material deve ser redigido de acordo com estas indicações. Se não cumprir com as condições descritas nesta seção, será devolvido e não poderá participar do processo de avaliação. Os artigos devem ser apresentados em Word, sem formatar, em fonte Times New Roman, tamanho de fonte 12 pontos e entrelinha dupla, com margens superior, inferior e laterais de 2,5 cm. O documento deve ser estruturado da seguinte maneira: 1. Título. Todo esclarecimento a respeito do trabalho será feito na primeira página, em nota de rodapé, por meio de um asterisco referenciado no título do trabalho. 2. Nome do(s) autor(es). A dearqpublica textos com no máximo seis autores. A ordem dos autores é definida por todos eles antes do envio do material à Revista, a qual seguirá a ordem dada no documento submetido à publicação. 3. Resumo analítico do artigo. O resumo deve descrever o conteúdo do artigo e incluir suas conclusões em, no máximo, 100 palavras. 4. Palavras-chave. Entre três e sete palavras. 5. Texto do artigo. No texto, deve-se indicar o lugar de inserção do material gráfico (figuras, gráficos etc.) e suas respectivas legendas. 6. Bibliografia. Consiste na informação bibliográfica completa dos títulos referenciados no texto. Recomenda-se incluir na bibliografia do artigo, pelo menos, uma referência que tenha recebido um código DOI a fim de vincular o texto à rede de publicações da CrossRef (para mais informações, acessar http://www.crossref. org/05researchers/index.html). A extensão total do documento, incluídas bibliografia, notas de rodapé e legendas de figuras, não deve ultrapassar 4.000 palavras.

Tabelas, quadros e figuras

corresponda. Na legenda da figura, deve-se indicar a fonte ou autoria da imagem. Elas devem ser enviadas em .jpg ou .tiff e ter os nomes dos arquivos FIG1, FIG2 etc. Os gráficos e mapas deverão ser apresentados para sua reprodução direta (que não precisem de edição).

Referências bibliográficas As referências bibliográficas devem seguir o Manual de Estilo de Chicago. No texto, deve-se usar as referências na nota de rodapé, em seu formato curto. A seguir, alguns exemplos. Livro Martí Aris, Variaciones de la identidad, 67. Capítulo de livro Montoya Arango, “El gobierno del sol”, 196. Artigo em revista Sanín Santamaría, “Configuraciones del hábitat informal”, 112. No final do texto, deve-se incluir uma lista bibliográfica com informação completa das fontes referenciais no texto. A seguir, alguns exemplos. Livro Martí Aris, Carlos. Las variaciones de la identidad: ensayos sobre el tipo en arquitectura. Barcelona: Serbal, 1993. Capítulo de livro Montoya Arango, Nathalie. “El gobierno del sol: naturaleza y programa en el hospital moderno”. Em: Arquitectura moderna en Medellín 1947-1970, Eds. Cristina Vélez Ortiz et ál., 193-99. Medellín: Universidad Nacional de Colombia, 2010. Artigo em revista Sanín Santamaría, Juan Diego. “Configuraciones del hábitat informal en el sector El Morro del barrio Moravia”. Bitácora Urbano Territorial 2, n. 15 (2009): 109-26.

Envio do material O material a enviar consiste em:

As tabelas devem ser incluídas no texto e sua informação deve permitir edição no processo de diagramação. É necessário que tenham um título, precedido pela palavra Tabela, e o número consecutivo que lhe corresponda. Debaixo da tabela, deve-se indicar a fonte da informação apresentada.

• documento que contenha o artigo;

As figuras deverão ter uma resolução mínima de 300 dpi em formato de 9 x 13 cm. O número máximo de figuras será 20, das quais se publicará uma seleção. No caso de análise de projetos, deve-se enviar uma fotografia de formato vertical de alta qualidade gráfica de tamanho mínimo 18 x 24 cm.

• autorizações de uso de imagens caso os direitos sejam de propriedade de terceiros (baixar modelo de http://dearq.uniandes. edu.co/documentos).

Todas as figuras deverão ter uma descrição incluída no texto do artigo, precedida pela palavra Figura e o número consecutivo que lhe

• imagens compactadas em formato zip; • declaração de originalidade e não apresentação simultânea (baixar modelo de http://dearq.uniandes.edu.co/documentos);

O documento e os arquivos de material gráfico deverão ser enviados pelo link http://dearq.uniandes.edu.co/someter-articulo. A correspondência com a equipe editorial da Revista será feita unicamente pelo e-mail

dearq@uniandes.edu.co


Políticas éticas Publicación y autoría: La revista dearq hace parte del Departamento de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes, encargada del soporte financiero de la publicación. Se encuentra ubicada en las oficinas 109 y 115 del edificio K de la Universidad. La dirección electrónica de la revista es http:// dearq.uniandes.edu.co/, su correo es dearq@uniandes.edu.co y el teléfono de contacto es el 3394999, extensiones 3244 y 3195. Cuenta con la siguiente estructura: un director, un editor, un asistente editorial, un comité editorial y un comité científico que garantizan la calidad y pertinencia de los contenidos de la revista. Los miembros son evaluados cada dos años en función de su reconocimiento en el área y de su producción académica, visible en otras revistas nacionales e internacionales. Los artículos presentados a la revista deben ser originales e inéditos y estos no deben estar simultáneamente en proceso de evaluación ni tener compromisos editoriales con ninguna otra publicación. Si el manuscrito es aceptado, los editores esperan que su aparición anteceda a cualquier otra publicación total o parcial del artículo. Si el autor de un artículo quisiera incluirlo posteriormente en otra publicación, la revista donde se publique deberá señalar claramente los datos de la publicación original, previa autorización solicitada al editor de la revista. Así mismo, cuando la revista tiene interés en traducir y publicar un artículo que ya ha sido previamente publicado en otro idioma se compromete a pedir la autorización correspondiente a la editorial que realizó la primera publicación.

Responsabilidades del Autor: Los autores deben remitir sus artículos a través del enlace habilitado en la página Web de la Revista o enviarlo al siguiente correo electrónico: dearq@ uniandes.edu.co en las fechas establecidas por la revista para la recepción de los artículos. La revista tiene indicaciones para los autores en español e inglés, que contienen las pautas para la presentación de los artículos y reseñas, así como las reglas de edición. Lo anterior se puede consultar en la página: http://dearq.uniandes.edu.co/indicaciones-para-autores y en la versión impresa de la revista. Si bien los equipos editoriales aprueban los artículos con base en criterios de calidad, rigurosidad investigativa y teniendo en cuenta la evaluación realizada por pares, los autores son los responsables de las ideas allí expresadas, así como de la idoneidad ética del artículo. Los autores tienen que hacer explícito que el texto es de su autoría y que en el mismo se respetan los derechos de propiedad intelectual de terceros. Si se utiliza material que no sea de propiedad de los autores, es responsabilidad de los mismos asegurarse de tener las autorizaciones para el uso, reproducción y publicación de cuadros, gráficas, mapas, diagramas, fotografías, etc. También aceptan someter sus textos a las evaluaciones de pares externos y se comprometen a tener en cuenta las observaciones de los evaluadores, así como las del Equipo Editorial para la realización de los ajustes solicitados. Estas modificaciones y correcciones al manuscrito deberán ser realizadas por el autor en el plazo que le sea indicado por el editor de la revista. Luego que la revista reciba el artículo modificado, se le informará al autor acerca de su completa aprobación. Cuando los textos sometidos a consideración de la revista no sean aceptados para publicación, el editor enviará una notificación escrita al autor explicándole los motivos por los cuales su texto no será publicado en la revista. Durante el proceso de edición, los autores podrán ser consultados por los editores para resolver las inquietudes existentes. Tanto en el proceso de evaluación como en el proceso de edición, el correo electrónico constituye el medio de comunicación privilegiado con los autores. El Equipo Editorial se reserva la última palabra sobre la publicación de los artículos y el número en el cual se publicarán. Esa fecha se cumplirá siempre y cuando el autor haga llegar toda la documentación que le es solicitada en el plazo indicado. La revista se reserva el derecho de hacer correcciones menores de estilo. Los autores de los textos aceptados autorizan, mediante la firma del “Documento de autorización de uso de derechos de propiedad intelectual”, la utili-

zación de los derechos patrimoniales de autor (reproducción, comunicación pública, transformación y distribución) a la Universidad de los Andes, para incluir el texto en la revista (versión impresa y versión electrónica). En este mismo documento los autores confirman que el texto es de su autoría y se respetan los derechos de propiedad intelectual de terceros.

Revisión por pares/responsabilidad de los evaluadores: A la recepción de un artículo, el Equipo Editorial evalúa si cumple con los requisitos básicos exigidos por la revista. El Equipo Editorial establece el primer filtro, teniendo en cuenta formato, calidad y pertinencia, y después de esta primera revisión, se definen los artículos que iniciarán el proceso de arbitraje. Los textos son, en esta instancia, sometidos a la evaluación de pares académicos anónimos y al concepto del Comité Editorial. El resultado será comunicado al autor en un período de hasta seis meses a partir de la recepción del artículo. Cuando el proceso de evaluación exceda este plazo, el editor deberá informar al autor dicha situación. Todos los artículos que pasen el primer filtro de revisión serán sometidos a un proceso de arbitraje a cargo de evaluadores pares, quienes podrán formular sugerencias al autor, señalando referencias significativas que no hayan sido incluidas en el trabajo. Estos lectores son, en su mayoría, externos a la institución y en su elección se busca que no tengan conflictos de interés con las temáticas sobre las que deben conceptuar. Ante cualquier duda se procederá a un remplazo del evaluador. La revista cuenta con un formato que contiene preguntas con criterios cuidadosamente definidos, que el evaluador debe responder sobre el artículo objeto de evaluación. A su vez, tiene la responsabilidad de aceptar, rechazar o aprobar con modificaciones el artículo arbitrado. Durante la evaluación, tanto los nombres de los autores como de los evaluadores serán mantenidos en completo anonimato.

Responsabilidades editoriales: El Equipo Editorial de la revista, con la participación de los comités editorial y científico, es responsable de definir las políticas editoriales para que la revista cumpla con los estándares que permiten su posicionamiento como una reconocida publicación académica. La revisión continua de estos parámetros asegura que la revista mejore y llene las expectativas de la comunidad académica. Así como se publican Normas editoriales, que la revista espera sean cumplidas en su totalidad, también deberá publicar correcciones, aclaraciones, rectificaciones y dar justificaciones cuando la situación lo amerite. El Equipo es responsable, previa evaluación, de la escogencia de los mejores artículos para ser publicados. Esta selección estará siempre basada en la calidad y relevancia del artículo, en su originalidad y contribuciones al conocimiento de los campos de la arquitectura y la ciudad. En este mismo sentido, cuando un artículo es rechazado la justificación que se le da al autor deberá orientarse hacia estos aspectos. El editor es responsable del proceso de todos los artículos que se postulan a la revista, y debe desarrollar mecanismos de confidencialidad mientras dura el proceso de evaluación por pares hasta su publicación o rechazo. Cuando la revista recibe quejas de cualquier tipo, el equipo debe responder prontamente de acuerdo a las Normas establecidas por la publicación, y en caso de que el reclamo lo amerite, debe asegurarse de que se lleve a cabo la adecuada investigación tendiente a la resolución del problema. Cuando se reconozca falta de exactitud en un contenido publicado, se consultará al Equipo Editorial, y se harán las correcciones y/o aclaraciones en la página Web de la revista. Tan pronto un número de la revista salga publicado el editor tiene la responsabilidad de su difusión y distribución a los colaboradores, evaluadores y a las entidades con las que se hayan establecido acuerdos de intercambio, así como a los repositorios y sistemas de indexación nacionales e internacionales. Igualmente, el editor se ocupará del envío de la revista a los suscriptores activos.

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Ethic Guidelines Publication and authorship: dearq is the journal of the Department of Architecture of the Faculty of Architecture and Design at Universidad de los Andes, who finances the publication. It is located in the K Building, ofices K-109 and K-115. The web page of the journal is http://dearq.uniandes.edu.co/, its e-mail address is dearq@uniandes.edu.co, and contact telephone is 3394999, extensions 3244 and 3195. The structure of its organization is as follows: a director, an editor, an assistant editor, an editorial committee and a scientific committee who guarantee the quality and relevance of the contents of the journal. The members are evaluated annually in relation to their academic production in other national and international journals. The articles submitted to the journal must be original and unpublished and must not be in an evaluation process or have an editorial commitment to any other publication. If the manuscript is accepted, the editors expect that its appearance will precede republication of the essay, or any significant part thereof, in another work. If the author of an article wants to include it in another publication, the details of the original publication must be clearly stated by the journal where it will be published and must be authorized by the editor of the journal. In the same way when the journal is interested in publishing an article that has been previously published it will ask for permission from the editorial charged of the first publication.

Author responsibilities: Authors must submit their articles through the following link and send them to the following addresses: dearq@uniandes.edu.co within the dates set by the magazine for their submission. The magazine has guidelines of public access for the authors that contain the instructions for the presentation of the articles and reviews, as well as editorial procedures which can be accessed in: http://dearq.uniandes.edu.co/author-guidelines and in all the printed versions of the journal. Although the articles approved by editorial teams take into account criteria of quality, research rigor and the evaluation by peers. The responsibility for the ideas expressed in the article rest upon the authors, as well as his ethical level. The authors must specifically make clear that the essay written by them respects the intellectual property rights of third parties. If they use material which is not their property it is their responsibility to obtain due permission for their use in publication, be it illustrations, maps diagrams, photographs, etc. They also agree to submit their texts to evaluation by two external peers and must take into account their observations as well as those made by the Editorial Committee. These should be noted by the author to make the necessary adjustments. The author, in the time limit indicated by the journal editor, must carry out the modifications and corrections of the manuscript. Once the modified article is submitted, the author will be notified of its complete approval. When the manuscripts submitted to the journal are not accepted for publication the editor will notify the author in writing, explaining the reasons why it will not be published. During the editing process, editors may consult the authors to clarify any doubts. Both in the process of evaluation and edition any communication with the authors will be by electronic means preferably. The editorial committee will reserve rights regarding the publication of the articles and the issue in which they will be published. The publication date will be observed once the author submits the required documentation within the time frame previously indicated. The journal reserves the right to make minor corrections of style. The authors of approved manuscripts authorize the use of intellectual property rights by signing the ‘Document of authorization of intellectual property rights use’ and the usage of the author’s patrimonial rights (reproduction,

public communication, transformation and distribution) to the Universidad de los Andes, in order to include the text in the journal (both printed and electronic versions). In this same document the authors confirm that they are the authors of the text and that intellectual property rights of third parties are respected in the text.

Peer review / responsibility for the reviewers: Once an article is received, the editorial team evaluates if it complies with basic requirements of the journal, as well as its relevance to the publication. The editorial team establishes a first filter, taking into account format, quality and relevance, and, after this initial revision, the articles that will start the process or arbitration will be defined. At this point the texts are submitted to two anonymous academic peer reviewers and to the assessment of the editorial team. The result will be communicated to the author within six months of receiving the article. Is for any reason the process exceeds this time the editor will inform the author. All articles that pass the first revision filter will be submitted to an evaluation process by peer reviewers, who can make suggestions to the author, pointing out possibly significant references to the author which have not been included in the essay. These readers are generally external to the institution and are chosen taking into account they do not have interests that might conflict with the topics they are evaluating. If there are any doubts the evaluator will be replaced. The journal uses a format that contains questions with carefully defined criteria that must be answered by the evaluator about the article. He or she has the responsibility of accepting or refusing the article or approving modifications to it. During this process the journal will under no circumstances reveal the name of the author of the article being evaluated. In the same way the journal protects the identity of reviewers. During the evaluation both the names of the authors as well as those of the reviewers will not be disclosed.

Editorial responsibilities: The editorial board of the journal composed of scientific and editorial teams, is responsible for defining the editorial policies so that the journal sustains the standards of a renowned academic publication. These guidelines are constantly reviewed to improve the journal and fulfill the expectations of the academic community. Just as the journal expects editorial norms be to be observed, it must also publish corrections, clarifications, retractions and apologies when needed. The team is responsible for the choice of the best articles to be published after evaluation. This selection will always be based on the quality and relevance of the article, as well as its originality and contributions to the field of architecture. In the same way, when an article is refused, the justification given to the author must take these aspects into consideration. The editor is responsible for the procedure of all the articles submitted to the magazine, and must develop confidential mechanisms during the evaluation process that leads to its publication or refusal. When the magazine receives complaints of any kind the team must answer promptly according to the norms established for publication, and in case the complaint is justified it must make sure the necessary investigation is carried out to solve the problem. When there is a mistake in a published content it must be promptly corrected and announced in the Web site of the journal. As soon as a volume of the journal is published the editor has the responsibility of its diffusion and distribution to contributors, reviewers and institutions with whom exchange agreements have been established, as well as national and international repositories and indexation systems. In the same way the editor will be in charge of sending the journal to active subscribers.

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Políticas éticas Publicação e autoria A revista dearq faz parte do Departamento de Arquitetura da Faculdade de Arquitetura e Desenho da Universidad de Los Andes, encarregada do suporte financeiro da publicação. Encontra-se localizada nos escritórios 109 e 115 do edifício K da Universidade. O endereço eletrônico da Revista é http://dearq. uniandes.edu.co/, seu e-mail é dearq@uniandes.edu.co e o telefone para contato é o (57 1) 339-4999, ramais 3244 e 3195. A Revista conta com a seguinte estrutura: um diretor, um editor, um assistente editorial, um comitê editorial e um comitê científico, que garantem a qualidade e a pertinência dos seus conteúdos. Os membros são avaliados a cada dois anos em função de seu reconhecimento na área e de sua produção acadêmica, visível em outras revistas nacionais e internacionais. Os artigos apresentados à Revista devem ser originais e inéditos, além de não estarem simultaneamente em processo de avaliação nem terem compromissos editoriais com nenhuma outra publicação. Se o artigo for aceito, os editores esperam que sua apresentação pública, total ou parcialmente, anteceda a de qualquer outra publicação. Se o autor de um artigo quiser incluí-lo posteriormente em outra publicação, a revista onde for publicado deverá indicar claramente os dados da publicação original e solicitar previamente uma autorização ao editor da dearq. Da mesma forma, quando a Revista tiver interesse em traduzir e publicar um artigo que já tenha sido publicado em outro idioma, compromete-se a pedir a autorização correspondente à revista que realizou a primeira publicação.

Responsabilidades do autor Os autores devem enviar seus artigos por meio da página web da Revista ou pelo e-mail dearq@uniandes.edu.co nas datas estipuladas pela Revista para a sua recepção. A Revista tem indicações para os autores em espanhol, inglês e português com as normas para a apresentação dos artigos e resenhas, bem como as regras de edição. As indicações podem ser consultadas no link http://dearq. uniandes.edu.co/indicaciones-para-autores e na versão impressa da Revista. Muito embora a equipe editorial aprove os artigos com base em critérios de qualidade, rigorosidade investigativa e que se considere a avaliação realizada por pares acadêmicos, os autores são os responsáveis pelas ideias neles expressas, bem como pela idoneidade ética do texto. Os autores têm que deixar explícito que o texto é de sua autoria e que nele são respeitados os direitos de propriedade intelectual de terceiros. Se for utilizado material que não seja de propriedade dos autores, é responsabilidade destes obter as autorizações para o uso, reprodução e publicação de quadros, gráficos, mapas, fotografias etc. Também aceitam submeter seus textos às avaliações de pares acadêmicos e comprometem-se a considerar as observações dos avaliadores, bem como as do Comitê Editorial para a realização dos ajustes solicitados. Essas modificações e correções no artigo deverão ser realizadas pelo autor no prazo estipulado pelo editor da Revista. Depois de a Revista receber o artigo modificado, o autor será informado a respeito de sua completa aprovação. Quando os textos submetidos à Revista não forem aceitos para publicação, o editor enviará uma notificação escrita ao autor, na qual explicará os motivos pelos quais seu texto não será publicado na Revista. Durante o processo de edição, os autores poderão ser consultados pelos editores para resolverem dúvidas existentes. Tanto no processo de avaliação quanto no de edição, o email constitui a forma de comunicação privilegiada com os autores. A equipe editorial tem a última palavra sobre a publicação dos artigos e o número no qual serão publicados. Essa data será cumprida contanto que o autor envie toda a documentação que lhe foi solicitada no prazo indicado. A Revista reserva o direito de fazer revisões no texto. Os autores dos textos aceitos autorizam, mediante a assinatura do “Documento de autorização de uso de direitos de propriedade intelectual”, a utili-

zação dos direitos autorais patrimoniais (reprodução, comunicação pública, transformação e distribuição) à Universidad de Los Andes para incluir o texto na Revista (em sua versão impressa e digital). Nesse mesmo documento, os autores reafirmam que o texto é de sua autoria e que são respeitados os direitos de propriedade intelectual de terceiros.

Avaliação por pares/responsabilidade dos avaliadores Ao receber um artigo, a equipe editorial avalia se este cumpre com os requisitos básicos exigidos pela Revista. É ela também que estabelece o primeiro filtro, o qual considera formato, qualidade e pertinência; em seguida, definemse os artigos que começarão o processo de arbitragem. Os textos são, nesse momento, submetidos à avaliação por parte de pares acadêmicos anônimos e ao conceito do Comitê Editorial. O resultado será comunicado ao autor num prazo de até seis meses a partir do recebimento do artigo. Quando o processo de avaliação ultrapassar esse prazo, o editor deverá informar o autor dessa situação. Todos os artigos que passarem pelo primeiro filtro, serão submetidos a um processo de arbitragem realizado pelos pares avaliadores, os quais poderão formular sugestões ao autor e/ou indicar referências significativas que não tenham sido incluídas no trabalho. Esses leitores são, em sua maioria, externos à Universidade e, em sua escolha, pretende-se que não tenham conflitos de interesse com as temáticas sobre as quais devem emitir um conceito. Diante de qualquer dúvida, será realizada a substituição do avaliador. A Revista conta com um formulário que contém perguntas com critérios cuidadosamente definidos, às quais o avaliador deve responder sobre o artigo objeto da avaliação. Por sua vez, ele tem a responsabilidade de aceitar, recusar ou aprovar com modificações o artigo arbitrado. Durante a avaliação, tanto os nomes dos autores quanto os dos avaliadores serão mantidos em completo anonimato.

Responsabilidades editoriais A equipe editorial da Revista, com a participação dos Comitês Editorial e Científico, é responsável pela definição das políticas editoriais para que a Revista cumpra com os padrões que permitem seu posicionamento como uma reconhecida publicação acadêmica. A revisão contínua desses parâmetros garante que a Revista melhore e atinja as expectativas da comunidade acadêmica. Da mesma forma que se publicam normas editoriais que a Revista espera que sejam cumpridas em sua totalidade, também deverão ser publicados esclarecimentos, retificações e justificativas quando necessários. A equipe é responsável, sob avaliação prévia, pela escolha dos melhores artigos para serem publicados. Essa escolha estará sempre baseada na qualidade e relevância do artigo, em sua originalidade e contribuições para o conhecimento dos campos da arquitetura e da cidade. Nesse sentido, quando um artigo for recusado, a justificativa dada ao autor deverá estar orientada com base nesses aspectos. O editor é o responsável pelo processo de todos os artigos que são submetidos à Revista e deve desenvolver mecanismos de confidencialidade enquanto durar o processo de avaliação por pares até sua publicação ou recusa. Quando a Revista receber reclamações de qualquer tipo, a equipe deve responder brevemente de acordo com as normas estabelecidas pela publicação e, caso seja necessário, deve garantir que se realize a adequada investigação a fim de resolver o problema. Quando for reconhecida a falta de exatidão num conteúdo publicado, a equipe editorial será consultada e serão feitos esclarecimentos ou correções na página web da Revista. Assim que um número da Revista for publicado, o editor tem a responsabilidade de difundir e distribuir entre os colaboradores, avaliadores e entidades com as quais tenham sido estabelecidos acordos de intercâmbio, bem como entre os repositórios e sistemas de indexação nacionais e internacionais. Além disso, o editor é o encarregado do envio da Revista aos assinantes ativos.

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Suscripción

ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

3 Años ( 6 Ejemplares)

$200.000

dearq (Dearquitectura). Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes. Colombia. Diciembre de 2016. pp. 1-200. ISSN 2011-3188 E-ISSN 2215-969X

Diciembre de 2016 Pablo Navas Sanz de Santamaría Rector Universidad de los Andes

Alberto Miani Uribe

Decano Facultad de Arquitectura y Diseño

Camilo Villate Matiz

Director Departamento de Arquitectura

Este valor es en pesos colombianos, no incluye gastos de envio.   

Kipará Té: etnoaldea turística embera Juan Pablo Dorado Martínez y Oficina Suramericana de Arquitectura

Dossier Burguer City. Repercusiones de los modos de producción en la ciudad contemporánea Ignacio Grávalos Lacambra y Patrizia Di Monte. Neobabilonios en el siglo XXI. Del proyecto de Constant a la ciudad contemporánea Sergio Colombo Ruiz

El sentido democrático del muro en Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco Sergio Laguna La anatomía de la casa. Humanización y ciclo vital de la vivienda ette (Chimila) Juan Camilo Niño Vargas

La investigación como proceso creativo en la arquitectura Jaime Sarmiento Ocampo

La etnografía como herramienta de diseño para elaborar una propuesta arquitectónica: Ingakunapa Iachaikudiru Wasi (Casa de Aprendizaje Inga) en Cúcuta, Colombia Elsa Rocío Quintana Parra y Lisbeth Carolina Hilarraza Mansilla

Deuniandes

Arquitectura y antropología: Proyectos Eduardo Mazuera Nieto Las Margaritas, Centro Ejidal Taller de Operaciones Ambientales (TOA) y Dellekamp Arquitectos Centro de Desarrollo Infantil El Guadual Daniel J. Feldman Mowerman e Iván Darío Quiñónez

Las alas del deseo: arquitectura para la dignidad Daniel H. Nadal Arquitectura como generadora de comunidades. Covivienda, una necesidad emergente María Angélica Ospina Sierra y Esteban Hernández Echeverry Pedacico in memoriam Manuel Saga

Fotografía El Nuevo Arquitecto Vernáculo Martín Anzellini

N.o 19. Diciembre de 2016

La Casa del Pueblo: Nuevo Centro de El Salado Simón Hosie Samper

Las casas patio de Mies van der Rohe: un jardín de la modernidad. Una lectura desde el concepto de pluralidad y desde la tercera naturaleza Germán Ramírez

Proyectos

Eduardo Mazuera Nieto Editor

Hanae Tanaka Juliana Pinto María Paula Cerquera Asistentes

Valentina Pisciotti Soler Monitora

Angelica Ramos Adriana Páramo Taller de Medios - Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes Diseño y diagramación

Ella Suárez

Corrección de estilo

Jaimie Brzezinski Traducción al inglés

Luisa Fernanda García, Tomás Botero y Leonardo Rodríguez

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture. Universidad de los Andes

Lecciones sobre permacultura para un hábitat simbiótico en el paisaje cultural cafetero Sergio Antonio Perea Restrepo COP $40.000 ISSN 2011-3188 E-ISSN 2215-969X Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes http://arquitectura.uniandes.edu.co

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Aproximaciones familia-casa. La vivienda informal consolidada en Santa María de las Lomas, Guayaquil Ignacio de Teresa Fernández-Casas

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Hacer cosmos de lo indiferenciado: la pervivencia de símbolos fundacionales arcaicos en la construcción de la periferia contemporánea Francisco A. García Pérez

Juan Pablo Aschner Rosselli

Roanita Dalpiaz

ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

Apropiaciones, delimitaciones, negociaciones en el espacio colectivo. Caracterización multiescalar de la vivienda social en Guayaquil (1940-1970) Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda

dearq 19. Arquitectura y antropología Fotografía: Luisa Fernanda García, Tomás Botero y Leonardo Rodríguez

dearq 18: ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

ARQUITECTURA Y ANTROPOLOGÍA

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