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LASÉPTIMAPAPELETA
Bogota, 15 de julio de 1992
¡Querido Padre! Ya hace poco más de un año que se realizó la reforma a la constitución de este doliente y abrumado país, estarías orgulloso de todo lo que hemos logrado gracias a la lucha de personas como tú, que derramaron sangre y entregaron su vida a una Nación que creías perdida, la cual permitió el deterioro de vida de los colombianos.
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Tú, Padre que moriste por abolir esta inacabable guerra, por una buena distribución de las tierras, por evitar las masacres de los pueblos indígenas y la desaparición de líderes cívicos. Hoy, un año después, vemos el resultado de la disputa del pueblo contra el Estado emergente, logramos concretar los mecanismos de participación y de defensa de los derechos, para así darle una buena realización a la implementación de los derechos estipulados en esta nueva constitución.
Oh, Padre te juro que hasta mi último suspiro lucharé por esta patria y por que tu lucha no haya sido en vano.
Fernando Carrillo