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ME QUITARON LOS ZAPATOS
Mis compañeros y yo estábamos en clase. Yo, que estaba sentado en clase cómodamente de un momento a otro, me dormí…
Cuando desperté, creo que ya habían pasado 30 minutos. Me preparaba para salir del salón de clase. Y noté que no tenía mis zapatos, y solo había una nota en el piso que decía: “Ya perdió”. Reconocí esa letra tan torcida y sus tachones, que me ayudaron a encontrar el autor de dicho a acto: que fue el robar mis zapatosLe dije al profesor de la clase y lo único que respondió fue “hazlo por tu cuenta, estoy ocupado”. Tomé el Consejo de mi profesor y fui en busca de Samuel, ya que fue él quien se llevó mis zapatos.
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Lo encontré y creo que había como 5 o 6 personas, pero siendo sincero, no me importó Miré hacia arriba y vi mis zapatos en el techo.
Me llené de tanta ira que no supe como de un momento a otro, las 6 personas estaban en el piso quejándose del dolor provocado por mis golpes. Llegó el mismo profesor que me dijo que lo hiciera (Lo que él no sabía era lo que haría) El profesor pensó que se trataba de una broma y que me los devolverían después, pero no fue así.
Moraleja: Controlar nuestras emociones es importante y ponernos en los zapatos del otro para recapacitar en lo que hacemos.