Según la docente Janina Arcuci: “Como docente de educación especial puedo mencionar características, aspectos cognitivos, hablar de la inteligencia, memoria, percepción, atención, etc...de las personas con síndrome de down. Pero mi experiencia laboral con niños “diferentes”, de alguna manera me obliga a reflexionar acerca de capacidades, potencialidades, habilidades que ellos poseen. Ante todo, mi labor, como primera medida, se basa en reconocer y percibir que el otro es una persona, un niño, con el que nos conoceremos, generaremos un vínculo afectivo, el cual es pieza fundamental para generar todo tipo de aprendizaje. Los niños juegan, ríen, pelean, se vinculan con sus pares, con los adultos, tienen amigos, demuestran afecto, tienen limitaciones y capacidades, pero ante todo son niños con o sin síndrome de down. La persona con síndrome de down vive en una sociedad a la cual se le dificulta aceptar lo diferente, lo distinto, construye barreras y prejuicios en base a lo desconocido. Ellos, como todos, son capaces de aprender; necesitan socializarse, realizar actividades deportivas, pueden tener ciertas aptitudes artísticas e insertarse laboralmente. Depende de todos el cambiar esa mirada, aceptar las diferencias y convivir aceptándonos, incluyendo e integrando…”
Cyber 9