Contracorriente 43

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Entamu Corriente Sindical d'Izquierda www.csi-asturies.org csi@csi-asturies.org

UVIÉU

Horariu de 16 a 20 h c/ Hnos. Menéndez Pidal, 14 CP 33005 Tfnu.: 985 296 964 Fax: 984 283 452

AVILÉS

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REVISTA CONTRACORRIENTE Manda les tos collaboraciones y suxerencies a: csi.contracorriente @gmail.com Depósitu llegal: AS 1726-2000

Compromisu, solidaridá, militancia…

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oxetivu de l'Asamblea Xeneral del dia 11de Payares tien que dir más allá del debate que surde sobre la propuesta organizativa que se presenta y del testu final que salga. El llabor tan escomanáu, el retu tan inmensu que se mos presenta pal futuru inmediatu, non solo a nós como sindicatu, sinón a tola clas trabayadora en xeneral, ye l’aumentu de la capacidá de convocatoria y movilización a tolos niveles, porque namás asina vamos poder pasar d’una postura de defensa o resistencia a otra d’ofensiva en cuantes a la recuperación de los nuestros derechos robaos y llograr otros nuevos. Nesi sentíu, ye imprescindible que medren el compromisu, la solidaridá, la militancia, la participación, la collaboración de munches manes qu’organizaes compartan xeres y oxetivos comunes pa equilibrar la llucha tan desfavora-

ble y desigual que la clas trabayadora mantién contra los que nos obligen a vivir cada vez peor mentanto ellos lleven una vida de luxu, robu, corrupción y gastu a costa non solo de precarizar les nuestres vides, sinón d’empeñar el futuru de les xeneraciones vinientes. Hasta llegar a l’Asamblea Xeneral del 11 payares vamos tener conceyos y asamblees locales onde vamos tener oportunidá de falar del nuestru sindicatu, de les sos partes positives y les sos necesidaes. Ye perimportante la participación de tola afiliación nel desenvolvimientu d’esti procesu. El nuestru retu principal, amás de concluyir nun Documentu Organizativu, ye ser quién ente toes y toos a convencenos y convencer de que son necesaries más manes que trabayen nel sindicatu, manes que llenen espacios, manes que divulguen, que participen y que tean identificaes colos oxetivos que marquemos.H


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Por la necesidad de un equilibrio entre medio ambiente e industria Estaya CSI ArcelorMittal

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esde la sección sindical de la CSI ArcelorMittal animamos a reflexionar, debatir y tomar concien-cia sobre la contaminación medioambiental partiendo de una defensa absoluta de los puestos de trabajo. No solo creemos que se puede, sino que debe ser compatible el derecho al trabajo con el derecho a la salud ambiental. Apostar por la sostenibilidad y la viabilidad de la industria es apostar por el futuro frente a los planes de productividad y competitividad cuyo único objetivo es exprimir al máximo las factorías. Aprovecharse así de los trabajadores y de su entorno implica no pensar más que en unificar puestos de trabajo para suprimir plantilla, y no en adaptar las nuevas tecnologías para buscar un equilibrio medioambiental. Con ello se genera un futuro incierto en el que a esta multinacional deshumanizada le encanta navegar para chantajear a trabajadores e instituciones y mantenernos siempre atados y en constante incertidumbre. Entendemos que la industria no es el único agente contaminante y que hay muchos factores más a tener en cuenta, pero sí es la que proporcionalmente —y en el caso de Arcelor en Asturies, cuantitativamente, debido a su tamaño— causa más impacto medioambiental en las comarcas donde está asentada. Por ello no nos sirve el cinismo hipócrita de quien niega lo evidente y defiende lo injustificable; en la Fabricona, por cada nubarrón de humo naranja que echa la LDIII, se extiende la expresión «un peu de vez en cuando tíralu cualquiera», pero necesitamos ser conscientes y acabar con el letargo y ceguera de quien no quiere ver el achatarramien-

to de nuestras instalaciones. Su mantenimiento se basa cada vez más en ir parcheando para seguir tirando y se hacen menos mantenimientos preventivos, lo que, sumado a la absoluta falta de inversiones enfocadas hacia una sostenibilidad y un futuro industrial, produce una sensación de desmantelamiento.

todas las partes, al igual que la implicación de las instituciones, que deberían vincular las subvenciones millonarias que da a la empresa a mejoras medioambientales, a generar puestos de trabajo y a mantener un futuro industrial de largo recorrido, socialmente necesario e indispensable para Asturies. No deberían

Y es que hace no muchos años esta fábrica generaba 20.000 puestos de trabajo directos. Para 2020 pretende dejar tan solo 5.000, pero la disminución de la contaminación no ha sido proporcional y el impacto y la percepción que la sociedad tenía de ella ha ido perdiendo peso, al igual que el conocimiento de los efectos que la contaminación tiene sobre la salud ha ido en aumento. Ya es algo asumido y cada vez está más que demostrado, por ello y con razón los vecinos cada vez son menos transigentes con las negligencias e irresponsabilidades que esta empresa tiene en materia medioambiental. Tenemos que darnos cuenta de que lo que está en juego es el futuro de la industria, por eso es necesario la implicación de

actuar con la permisividad con la que vienen actuando, ni con las sanciones de autobombo que de vez en cuando acaparan portadas para luego diluirse en el tiempo y que no acaban ni pagando. Esto requiere un plan de largo recorrido. Por el medio ambiente y el empleo, hay que exigir una responsabilidad social. No se puede permitir que una multinacional explote, chantajee y mantenga nuestra industria en un proceso de descomposición, sin saber dónde tributa mientras evade dinero a paraísos fiscales. Vemos cómo cada caso de contaminación se trata como algo aislado, como una incidencia medioambiental buscando responsabilizar como causante el fallo humano, sin entrar a preguntarse por la sobrecarga

de trabajo del personal ante la continua reducción de plantilla, y la consecuente imposibilidad de un correcto mantenimiento preventivo, ni por las nulas inversiones en materia preventiva o medioambiental, ya que toda inversión va ligada a la productividad, que lo único que busca es la quita de puestos de trabajo y exprimir las ya deterioradas instalaciones. Por eso tenemos que tener claro que invirtiendo en medio ambiente nos aseguramos el futuro de la industria, una industria que cada vez genera menos trabajo. Como decían las paisanas de antes, «contaminará, pero pone pan encima de muchas mesas». Esta balanza vemos que en los últimos tiempos se está desequilibrando y es necesario buscar una rentabilidad social en una empresa con millones y millones de beneficios. Hemos visto cómo en otros sitios han ido dejando de invertir en esta materia para ir desmantelando y una vez que les aprietan acaban llevándose la producción a otras plantas del grupo y echando el cierre, por lo que entendemos que la defensa del futuro de esta industria viene ligada a una defensa medioambiental: si la Fabricona adapta sus instalaciones para cumplir todos los protocolos y tasas medioambientales establecidas, las presentes y las futuras —ya que hay que tener en cuenta que estas regulaciones vienen de Europa y cada vez son más restrictivas—, aparte de que nuestras familias, vecinos y nosotros mismos viviremos es un ambiente más saludable, aseguraremos el futuro de nuestra empresa. Porque queremos un futuro industrial y laboral, queremos que se respeten todos los protocolos medioambientales. Luchemos por la Fabricona con vistas de futuro.H


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Elecciones en Hidroeléctrica José Luis Álvarez Sahagún

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n determinadas empresas con un pasado y presente sindical de arraigo clásico y complaciente, dado al acuerdo fácil, al sometimiento de las plantillas por la vía del miedo, de las falsas promesas y el autoritarismo, que un sindicato sin ataduras como CSI consiga tras unas elecciones no solo mantener el número de delegados que tenía sino aumentarlo, es un logro importante e incuestionable. En unas condiciones adversas, donde nuestra presencia está limitada a los foros que nos permite la ley, donde los comités pasaron a ser figura solo testimonial al trasladar los principales asuntos laborales a la comisión paritaria, en la que solo participan los firmantes del convenio (CSI no lo es), pasar a ser el segundo sindicato más votado dice mucho en favor de nuestro sindicato en su conjunto. El apoyo y respaldo tanto de la afiliación como de muchos otros compañeros y compañeras no afiliados ha sido el artífice de un resultado electoral que en estos momentos nadie duda que ha sido un éxito. Pasar de cuatro a seis delegados, en las circunstancias comentadas, supone un salto importante, pero no por ello nos relajaremos en nuestra actividad sindical. Cuando iniciamos nuestra andadura en Hidroeléctrica, la empresa era muy distinta, pues de ser una compañía asturiana que producía, distribuía y comercializaba electricidad, pasó a ser una multinacional, segregando actividades por requerimiento de la ley del sector eléctrico. Al margen de los cambios exigidos legalmente, la propia empresa, ya de capital extranjero y convertida en multinacional, fue llevando a cabo otras modificaciones en beneficio propio y con el acuerdo del resto de sindicatos. Creó nuevas empresas vinculadas a las principales, pero con per-

Sede de EDP HC Energia en Uviéu. JOSELFMP

sonal en inferiores condiciones económico-laborales. Con esos vaivenes, CSI supo mantenerse, llevando a cabo una labor sindical pegada a las bases, defendiendo derechos, luchando por la igualdad de condiciones y denunciando los abusos. Ese trabajo, que muchos consideran sindicalismo trasnochado, es el que hizo posible un avance en nuestra representación. Por ello y por nuestros compañeros y compañeras estamos obligados a mantener esa trayectoria. Somos conscientes de que el futuro no será fácil, nos enfrentaremos a retos complicados, pero lo haremos con el convencimiento, la motivación y las ganas de siempre. En nuestra campaña explicamos qué clase de comité queremos. Paradójicamente, fuimos el único sindicato que expuso en su programa electoral lo que significa y supone el comité de empresa y cómo se debe gestionar. Ningún otro sindicato hizo refe-

rencia alguna a los comités. Ese detalle ya demuestra el interés y la importancia que cada cual da a la verdadera representación legal de los trabajadores. Las plantillas deberían tomar buena nota de ello, porque si se va arrinconando a los comités, dando toda la relevancia a los sindicatos, acabaremos en un sistema más individualizado y sectario que dará servicio solo a afiliados. Lo que debe primar es el carácter colectivo y solo el comité de empresa representa a todos/as. Nuestra intención es volver a colocar al comité en el lugar que le corresponde y hacerlo más participativo. Para ello, una de nuestras intenciones es garantizar la convocatoria de asamblea general anual, en la que el comité dé cuenta de lo que hizo durante el año, escuche a todos los trabajadores/as y asuma sus propuestas. El siguiente paso al que nos enfrentaremos será la negociación

de un nuevo convenio colectivo de grupo. La representación alcanzada tras las elecciones nos garantiza mejorar nuestra representatividad en la mesa y, si en la anterior negociación, con menor representación, hicimos una labor excelente tanto informativa como reivindicativa, en esta que se avecina estamos convencidos de que podremos superarnos. No obstante, aunque ya se trabaja en ello, se debe esperar a que llegue el momento y, aun estando en negociación, por nuestra parte no se arrinconarán o desatenderán las funciones de los comités. El trabajo que realicemos estos próximos cuatro años debe ser el que dé un nuevo impulso que nos lleve a aumentar el número de delegados y anime a sumarse al proyecto de CSI a los compañeros/as más jóvenes.H José Luis Álvarez Sahagún es delegado general de CSI Grupo EDP HC Energía


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En defensa de la histórica tercera reducción de la jornada laboral José Pérez Miranda, Pichi

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a quiebra en septiembre del 2008 de Lehman Brothers, uno de los mayores bancos de EE. UU., nos anuncia el comienzo de la mayor crisis económica general desde la gran depresión de 1929. Es en estas situaciones donde se manifiesta con más claridad y virulencia el papel de los estados en favor de los intereses del gran capital, al que representan: la defensa a ultranza de los grandes bancos y leyes atracando a los pueblos se toma inmediatamente, sin espera. Siempre existió desempleo, pero esas medidas propiciaron que se disparase. Sus consecuencias también: la desorientación y el miedo se apodera de la ciudadanía y de los trabajadores; los salarios y las condiciones laborales empeoran brutalmente; aumenta considerablemente la asistencia a los comedores sociales, incluso de familias enteras; algunos comedores escolares abren en vacaciones para que los niños puedan alimentarse por lo menos una vez al día; los bancos de alimentos son, para muchos ciudadanos, su despensa imprescindible, etc. Algunos medios de comunicación recogen en sus comentarios la viva realidad: con la crisis, los ricos son cada vez más ricos mientras que los pobres son cada vez más pobres. Es decir, la desigualdad no para de crecer. De nuevo la xenofobia coge vuelo, como en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Muchos partidos la llevan en sus entrañas y culpan de todos los males, incluido el del desempleo, a los extranjeros que vienen a quitarnos el trabajo. En EE. UU., Trump sale elegido presidente enarbolando esa bandera y no es el primero, pues antes lo fue Hitler en Alemania y casi

Con la rebaja del tiempo de trabajo, los efectos de la robotización serán menores llega a serlo Le Pen en Francia. Por otro lado, esto nos explica la política criminal que se está llevando a cabo con toda esa gente que intenta huir de la barbarie reinante en algunos países y que tan a menudo vemos en barcazas abarrotadas hundiéndose en el Mediterráneo. Esta crisis (y el consecuente incremento del desempleo) no creo que sean ajenos a la inestabilidad y guerras a que son

arrastrados tantos pueblos, ni al incremento del gasto armamentístico que nos anuncian EE. UU., Rusia, China... y Europa quiere tener su propio ejército de defensa. Con todo lo que antecede parece fácil entender que, con el incremento del desempleo, todo se trastoca, se desestabiliza. Si el aumento del paro supone tantos problemas a la humanidad, la creación del empleo debiera de aportarnos el efecto contrario. Correlación de fuerzas A estas alturas de la historia no debiera dudarse de que solo la clase trabajadora será capaz de pivotar la lucha por conseguirlo (por su experiencia, por ser la más interesada y porque histó-

ricamente se comprobó que es la única capaz de cambiar sustancialmente la sociedad). Si nos olvidamos de esto, poco o nada podremos avanzar. Es verdad que la correlación de fuerzas le es muy desfavorable, pero puede cambiar, debe cambiar y todos estamos obligados a poner nuestro grano de arena para que cambie. Pondré dos ejemplos que me parecen significativos: el período posterior a la Segunda Guerra Mundial y, en España, el de la última etapa del franquismo y la primera etapa del posfranquismo. En el primer caso, la clase trabajadora, particularmente europea, participó activamente en esa monstruosa guerra contra el fascismo y su aplastamiento.


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Cuando éste fue derrocado, esa correlación de fuerzas había cambiado a su favor. Ello posibilitó conseguir objetivos antes impensables (lo que se denominó el estado de bienestar). Ahora que esa correlación le es desfavorable, esas conquistas le están siendo arrebatadas. En el segundo caso ocurrió algo parecido. La clase trabajadora de este país fue protagonista en la lucha contra el franquismo. En esa pelea creció la solidaridad, la unidad y la organización (supo crear un movimiento asambleario, enraizado en el tajo, capaz de desarrollarse y llegar a realizar proezas como las huelgas de la minería, de los astilleros, de la construcción..., a pesar de la brutal represión franquista). El franquismo perdió esta batalla e inició su declive. La correlación de fuerzas fue cambiando a su favor y su robustez era indudable. El nivel alcanzado en libertades, condiciones laborales, incrementos salariales, etc. fue muy importante y de una experiencia inagotable. Los defensores del sistema capitalista decidieron acabar con su brío. Los Pactos de la Moncloa fueron el medio utilizado. Todos los partidos políticos los apoyaron con su firma, desde el Partido Comunista de España, pasando por el PSOE y la UCD de Adolfo Suárez, hasta Alianza Popular (Partido Popular). CC. OO. y UGT no podían ser menos y los bendijeron con su encendido aplauso. Por ello, recuperar la correlación de fuerzas favorable a los trabajadores debiera estar muy presente en cada una de las opiniones. Es como una línea roja que nadie debiera pisar. Renta Básica Universal Muchos compañeros que han leído mis escritos sobre la reducción de jornada para terminar con el enorme desempleo (generalmente partidarios de la Renta Básica Universal —RBU— y a los que agradezco sus opiniones) me dicen que, debido a la complejidad del mundo en que vivimos, solo con mi planteamiento de reducción de jornada no avanzaremos, y puede que

tengan razón. Pero la RBU me resulta un tanto incomprensible. Da la impresión de que se parte de una sociedad futurista, no de la actual. En sus planteamientos parece como que las nuevas tecnologías, a partir del 2008 (el comienzo de la crisis) tuvieran una dimensión nueva. Como si hasta entonces su influencia careciera de importancia y desde esa fecha supongan un cambio de sociedad tan rápido que el empleo asalariado vaya a desaparecer en muy pocos años. Hace ya unos treinta que acudí a una charla en la que el interviniente, entendido en la materia, señalaba que con las tecnologías descubiertas en aquel momento, si se aplicasen de golpe, sobrarían más de seis millones de administrativos, solo en España. Pero había que aplicarlas y, como se ve, el proceso lleva su tiempo, mucho más de lo que imaginamos. Es verdad que se está produciendo un proceso de robotización y que a muchos trabajadores, a partir de los 50 años y que se hayan quedado sin empleo, les será difícil volver a trabajar en toda su vida o que algunos jóvenes ni siquiera puedan iniciarse en el proceso productivo,

pero también lo es que, si hay una reducción importante de la jornada laboral, esos efectos serán significativamente menores. ¿Es una idea tan descabellada como para no valorarla siquiera? De todos modos, aún quedan y quedarán por muchos años millones y millones de asalariados. Esto no es futurismo, es una realidad y buena muestra de ello son los 150 millones de huelguistas el 2 de septiembre del 2016 solo en la India. Por otro lado, es la parte de la clase trabajadora más activa y rebelde. Con ella en pie nada será imposible. Lo que reivindicaban estos huelguistas era mejores salarios, mejores condiciones laborales, más empleo. En definitiva, lo clásico de siempre. La RBU parece ignorar este sector mayoritario de la clase trabajadora. ¿Está condenado a seguir con las jornadas laborales

25 horas semanales podía ser un buen referente, y además sin que hubiese merma de salarios

de hace décadas y empeorando socialmente? Sugerir que por el hecho de cobrar la RBU no trabajarán por cualquier salario, aunque pueda ser verdad, no va orientado a la defensa colectiva de la clase trabajadora, sino a que cada trabajador se defienda individualmente frente a su empresario (por cierto, los bajos salarios es uno de sus problemas, pero no el único). Como Luis Redondo repetía a menudo, «o nos salvamos con el alma colectiva o con el alma individual nos vamos todos al infierno». En cuanto a la viabilidad económica, creo que esa no es la cuestión. En EE. UU. es viable el enorme gasto armamentístico y no lo es el de la sanidad; en la Comunidad Europea es viable el gasto en salvar bancos, pero no lo es el de la sanidad, la educación, la atención a los mayores, la solución del hambre y la miseria de los más desfavorecidos o proteger el medioambiente. Tampoco es viable ayudar a los refugiados, ni siquiera para impedir que se ahoguen en la mar. La viabilidad económica depende mucho más de la fortaleza de la clase trabajadora frente al capital. Esa es la cuestión fundamental.


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¿Cómo se conseguirá la RBU? ¿Por vía parlamentaria? Es de suponer que no es un olvido, pero sin tener claro este referente, mucha gente puede llegar a pensar que el dios de la tierra, el gran capital, nos la regalará. Si llega a suceder, y puede que ya suceda, no es para aplaudir, sino para preocuparse. Visto el interés que este gran capital se ha tomado por ella, manifestado por sus organismos internacionales como la OCDE, el Foro de Davos, etc., puede que nos lo lleguen a vender como tal. Es decir, que sustituyan los distintos subsidios por uno solo, pero con un nombre mucho más bonito, rimbombante y atractivo: ¡no cobraremos subsidios, seremos perceptores de la Renta Básica Universal! En fin, una manipulación en toda regla. Si con ello además logran cierto adormecimiento de la ciudadanía, el negocio les sale redondo. Reducción de la jornada Las instituciones internacionales, gobiernos e instituciones locales nos hablan mucho de su interés por reducir el paro, crear empleo, etc. Pero en busca de este objetivo, crearon miseria por doquier. Los sindicatos, con sus reivindicaciones de planes de empleo, ven cada día como éste decae incesantemente, pero persisten. En la situación que nos encontramos, plantear la creación de empleo sin una reducción importante de la jornada laboral es una quimera, siempre con el mismo resultado negativo. Efectivamente, creo que la reducción de la jornada laboral es la mejor de las opciones, si no la única. ¿Por qué? 1) Es fácilmente comprensible, hasta un niño puede entender que, si reducimos la jornada laboral, podrá trabajar más gente. 2) Por esa facilidad de comprensión, es la que más posibilidades tiene de movilizar a la clase trabajadora. 3) Esta tiene experiencia, pues ya fue capaz de lograrlo en otras dos ocasiones (por cierto, sin merma de salarios). A pesar de la desorientación, el individualismo, el miedo...

en que se encuentra la clase trabajadora y el incesante aumento del desempleo (admitido por la inmensa mayoría de los analistas y organismos internacionales, como la Organización General del Trabajo), tarde o temprano se verá obligada a esta batalla y la ganará. O eso o sufrir un mundo insoportable eternamente. Para que tenga efectividad en la reducción del desempleo, requiere que ésta sea importante (25 horas semanales podía ser un referente) y sin merma del poder adquisitivo. Además, dada la interconexión de la economía mundial, esta batalla debe tener dimensión internacional. También porque el poder político es supranacional. ¿Qué puede aportar a la clase trabajadora la lucha por la reducción de la jornada laboral? 1. Se fortalecerá como clase. La lucha para la clase trabajadora es como la actividad para nuestros músculos. Recobrará solidaridad, unidad, organización y confianza en sí misma. Esto, por sí solo, ya merecería la pena. 2. Proporcionará a la clase trabajadora y a la sociedad mejoras importantes en su calidad de vida. Sucintamente, con menor jornada laboral, mejor calidad de vida, más independencia y tiempo libre; mejor atención a

familiares, particularmente a hijos, sin tanto estrés y dependencia de los abuelos; menos accidentes de trabajo, de enfermedades profesionales y de enfermedades comunes; menos incapacidades permanentes; mejor salud también en la vejez, etc. 3. Reducirá el desempleo y sus lacras. Las condiciones laborales como los salarios, la inestabilidad, la desregulación en la contratación, el miedo a perder el empleo, etc. mejorarán, porque la clase trabajadora se hará más fuerte. 4. Con su mayor fortaleza será más eficaz contra la pobreza y la desigualdad social, en la defensa de derechos como la sanidad y educación públicas, guarderías públicas y accesibles, atención a nuestros mayores, vivienda digna, manifestación, libertad de expresión, derechos individuales y contra la represión. Sin olvidarnos de esa apremiante tarea de poner freno al creciente fascismo. 5. La reducción de la jornada laboral, aparte de ser sumamente necesaria, es de justicia. Los trabajadores también deben ser beneficiarios de los avances en el proceso productivo motivados por el empleo de las nuevas tecnologías. 6. En esta lucha, la clase trabajadora fortalecerá su dignidad y

la del conjunto de la sociedad e impondrá el respeto que los pueblos se merecen. En resumen, la lucha por la reducción de la jornada laboral es la clave del avance social en todos los órdenes de la vida. Objetivo necesario e inmediato Lograr que la reducción de la jornada laboral sea asumida por la clase trabajadora como la meta a lograr: ese es el objetivo más necesario e inmediato. El debate al respecto, mucho más avanzado en otros países, particularmente europeos, ya forma parte de esa labor, es el principio. Pero hay que avanzar. La clase trabajadora tiene por delante su meta más importante de estos momentos. Sus protestas actuales contra los problemas que se le plantea cada día, como son los despidos, bajos salarios..., son como tomar medicamentos para aliviar el dolor que produce una enfermedad necesitada de intervención quirúrgica. Es necesario seguir tomándolos, pero, hasta que no se opere, la enfermedad seguirá y empeorará. Esa pelea en la que está enzarzada la sitúa a la defensiva. Tiene que poner las luces largas y tomar la ofensiva por reducir la jornada laboral, tanto como sea necesario, para erradicar el desempleo y todas sus lacras. No queda otra.H


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Les Candases: historia d’un crime cuasi perfectu Arantza Margolles

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uesta imaxinar, a la vista de la mar brava que choca de contino contra los cantiles, qu’El Cabu Peñes, guapísimu escenariu de Gozón, fuera dalguna vez un sitiu consagráu a la muerte y non a la vida. Y, sicasí, asina foi con fuercia criminal el 2 de xunu de 1938, yá va pa ochenta años. Cuenten qu’aquel día una muyer d’ente toles persones que llevaron a matar nun quixo resignase a morir ensin más y abrazóse, coles poques fuercies que-y quedaben tres de delles hores de tortures y vexaciones, a ún de los falanxistes que, con aquella muerte, quería semar el terror dientro d’un pueblu incómodu, vengase de los vencíos, ocultar les sos propies miseries. «A mi matarásme», cuenten dellos que sintieron retumbar la voz, reconvertida n’ecu, de la candasa, «pero tu vienes conmigo». Dambos —y tolos arrestaos aquel día depués, unu a unu, ensin piedá— cayeron al vacíu. Al de la inmensidá de la mar y al de la Historia. Un bañu de sangre Vencedor yá n’Asturies el bandu fascista, a primeros de mayu de 1938 el Negociáu d’Orde Públicu del Conceyu de Carreño fizo una llista de «individuos afectos al Frente Popular» que señalaba a cincuenta y dos vecinos de Candás los más d’ellos y, a efectos de los ganadores de la Guerra, fusilables. Ún d’ellos, l’anarquista Anselmo’l Rondón yera conocedor de la so suerte y taba aquellos díes escondíu nun zulu construyíu en casa los sos pas, Emilio y Secunda, na plazuela d’Enrique Alau, cerca de Costalete. El 1 de xunu descubrióse’l percal. Y, con ello, españó l’horror.

Exhumación de la fosa común del cementeriu de Bañugues.

Hebo güelpes, glayíos, caos y hasta un muertu na detención del Rondón. La vida’l falanxista Fermín González, finiquitada por ún de los sos propios compañeros nel fueu cruzáu, pagaríase cara por toos aquellos que compartíen vida o militancia con Anselmo: aquel día diben ser arrestaos y conducíos a Casa Genarín (edificiu qu’anguaño abelluga la Casa Conceyu de Carreño) él mesmu; los sos pas, Emilio y Secunda; los sos hermanos Guillermo y José Aser; la moza d’esti, Rita la Camuña; la so suegra Rosaura (que s’atrevió a increpar a los falanxistes dende la ventana); y más. A Ángel López Artime, el d’Áurea, tamién miembru de la CNT, nun fueron quién a atopalu, asina que llevaron a la so ma Áurea y les sos hermanes Plácida y Bal-

bina; tamién a María la Papona; a Daría, ma del comunista Félix Menéndez, y a él mesmu. Ocho muyeres y cinco homes que pagaríen cola so vida, na xornada siguiente, el que llucharen pola democracia nuna guerra impulsada polos sos captores. Yera’l tiempu de vengances. Y la meyor d’elles ye aquella a la que sigue l’escaecimientu. Quixeron los asesinos que los sos crímenes quedaren impunes, cubiertos los cadabres de les sos víctimes baxo l’inmensu mantu de la mar y del salitre. Nun fueron quién. Verdá baxo la mar y tierra Cuenten los testimonios qu’ARMH Asturies recoyó a lo llargo de dellos meses dende que les families de les Candases reclamaren la recuperación de los sos restos, que los vecinos

sintieron los glayíos de les asesinaes, que vieron los sos cuerpos escolingando de les peñes del cantil, que supieron de les sos muertes. Que nunca les escaecieron. Inés, amiga personal de Rita la Camuña, polo menos. Recoyimos el so testimoniu unes selmanes enantes de que la muerte callara pa siempre la memoria abondosa d’una muyer que, tovía nonaxenaria, siguía alcordándose con terror de lo que pasara aquel día y lo que pasó poco depués: que la mar, poco avezada a guardar les infamies humanes, quixo devolver los cuerpos de les asesinaes a tierra. Apaecieron nos díes siguientes y hasta un mes depués del crime na playa de Bañugues, dos cuerpos; na de Les Botades, ún; na de Muniello, otru;


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otros dos cadabres n’El Pedrero y n’El Reduso. Tolo que se foi atopando recoyólo la Comandancia Militar de Marina, que, con too, nun s’esforzó muncho n’alcontrar les causes d’unes muertes yá conocíes y entainaron a enterrar los cuerpos nos cementerios gozoniegos de Bañugues, Viodo y Lluanco. Nunca los identificaron. Namás el Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, de poques palabres, va dar la pista que, xuntada a les causes de la Comandancia de Marina, nos ayudó a desenterrar la verdá de les Candases: les trés muyeres, de les seis devueltes pola mar, que s’enterraron na fosa común del cementeriu de Bañugues, rondaben los 40, 24 y 50 años d’edá. Una yera morena, la otra roxa, canosa la tercera. Fueron enterraes ensin honres. Hasta qué puntu namás se pudo saber depués de la exhumación que volvió sacar a la lluz la so historia. Una necesidá A finales del añu 2016, Conchita Fernández, nieta de María la Papona, púnxose en contactu cola Asociación pa la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) Asturies. Fallecida yá so ma, que tresmitiera a Conchita y a les sos nietes l’amor por una muyer a la que malpenes llegara a conocer bien, ella y otros familiares de les veníes a conocer como les Candases amosáronnos el so deséu de recuperar los restos de les sos familiares. Nun foi xera fácil, a lo llargo de meses, atopar la muncha información escondida nos caxones d’archivos municipales y autonómicos, ente los tomos del Rexistru Civil y na memoria yá desgastada de los pocos testigos que recordaben de forma directa lo que pasara’l 2 de xunu de 1938 n’El Cabu Peñes. Nun foi fácil, ta claro, pero foi necesario. El trabayu multidisciplinar de más d’una decena de voluntaries dio los sos frutos en mayu. Esi mes, la fin de selmana del 20 y 21, l’ARMH Asturies abordó, cola coordinación d’un equipu de la Sociedá de Ciencies Aranzadi encabezáu por Francisco

Etxeberría, la difícil exhumación de la fosa común del cementeriu de Bañugues. Cientos de persones s’axuntaron delantre de les cuidaes zanxes de prospección que, a lo llargo de más d’un día, namás dieron con restos humanos ayenos a la investigación, con tierra y sudor de los esforzaos voluntarios de l’ARMH. Juan, Juanjo, Silvia, Javier, Alejandro y más que dexaron la piel rascando tierra, cargando carretilles, llindiando cola tensión y el mieu al fracasu que, con too, nun diba ser tal. Imposible conocer los cambios a lo llargo d’ocho décades nuna fosa común que, según s’aseguraba, fuera respetada polos crímenes qu’escondía. Pero nun lo fuera. Revoltura de tierra constante y movimientos de les sepultures nos últimos dos tercios de sieglu ficieron de la exhumación de Bañugues un llabor escomanáu que, sicasí, salió bien. El sábadu, poco depués del mediudía, los dientes de la pala retroescavadora apartaron la tierra que tapaba los restos d’una muyer de mediana edá, colos güesos estrozaos pola cayida al vacíu y pol choque del cuerpu contra les piedres d’El Cabu Peñes. Boca abaxo, la boca mordiendo’l suelu, como nunca entierra la Ilesia a los sos fieles, pero, en determinaes partes de la nuestra triste historia, sí a quien considera los sos enemigos. Cola falta de dignidá que quixeron da-y los sos asesinos y que, sicasí —recordáralo Etxeberría el día enantes, nuna llección maxistral xunto a componentes de l’ARHM, baxo’l títulu Exhumando dignidaes—, nunca fueron quién a roba-yos. «Lo qu’alcontremos ehí embaxo, en suelu, son dignidaes, precisamente». Basta ver a los deudos de les Candases pa comprobalo: ochenta años depués, col corazón metíu nun puñu, lloraron al ver los restos d’aquelles de quienes-yos impunxeren l’ausencia ensin que con ello fueren quién a impone-yos l’escaecimientu. Esperando la verdá De la fin de selmana de trabayos recuperáronse los restos

Llista orixinal de la represión en Carreño en 1938.

d’aquella muyer enterrada boca abaxo, ensin derechu a féretru nin a recuerdu, pero tamién los de lo que paecen ser dos persones más n’idéntica situación. Si estos restos sueltos son tamién de les otres dos candases que se buscaben sabráse na seronda, cuando Aranzadi acabe l’informe forense que va sacar a la lluz con detalle les causes de les muertes y les identidaes de les víctimes. El trabayu d’investigación, fechu en tolos sos aspectos —dende l’historiográficu hasta l’arqueolóxicu, pasando pel forense, el topográficu y el llegal—, va valir non solo pa descubrir una verdá que taba silenciada, sinon tamién pa xudicializar, llegáu’l casu, los crímenes de lesa humanidá que, anque acallaos pola Llei d’Amnistía de 1977, ocurrieron en Carreño y Gozón en xunu de 1938. Namás la voluntá d’un xuez —cosa que

nun se ve nesti país— va poder llevar a los tribunales estos crímenes, enxamás prescritos según la llei internacional, como ya lo fizo, cola intervención de l’ARMH, nos casos de Timoteo Mendieta, en Guadalajara, o Severino Rivas, en Lugo. Mientres tanto, los familiares descansen yá tranquilos, sabiendo que sofitaron y echaron un gabitu pa desenterrar la verdá y la memoria de les Candases. «Vosotres», dixo un familiar d’una d’aquelles muyeres, dirixéndose a les voluntaries de l’ARMH presentes en Candás nel actu d’homenaxe a les víctimes —a les qu’aquel día desapaecieron pa siempre na mar y a les que non—, «devolvístisnos la memoria». Nun hai mayor pagu qu’esi agradecimientu.H Arantza Margolles ye arqueóloga de l’Asociación pa la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH)


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Tino Brugos: «Fracasaron los que s’opunxeron a les lleis igualitaries pal colectivu LGTB» Xosé Miguel Suárez Fernández

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ino Brugos ye historiador, profesor de Secundaria y activista LGTB. Va nada menos que 16 años qu’asomó peles páxines de Contracorriente p’analizar la situación daquella de los derechos de lesbianes, gais, tresexuales y bisexuales (LGTB). Nesi tiempu, el panorama cambió abondo n’Estáu español. Cola perspectiva y la esperiencia militante en colectivos como Xega (Xente Gai Astur), Brugos repasa cómo ta’l movimientu pola diversidá afectivo-sexual, qué reivindicaciones hai pendientes y tamién llama l’atención sobre la necesaria solidaridá con esti colectivu fuera de les nuestres fronteres. La situación del movimientu LGTB na actualidá tien que ser mui diferente en comparanza con aquellos años... Echando la vista atrás, son munches les coses que cambiaron. Poles repercusiones que l’asuntu tuvo hasta l’actualidá, paezme que’l fechu más importante ye’l del reconocimientu de lo que llamamos el matrimoniu igualitariu, quier dicise, el nuestru derechu a casanos ente persones del mesmu sexu n’igualdá de condiciones que les pareyes heterosexuales, incluyendo’l derechu d’adopción. Al mio paecer, esa foi la exa primordial de la llucha toos estos años. La busca del reconocimientu na dómina d’Aznar, que se negó con tola neciura, y depués, desque se dio’l reconocimientu llegal nel primer Gobiernu de Zapatero, entremos na fase d’afitamientu d’esi llogru. Hai que recordar que nesos años teníemos enriba del nuestru derechu acabante conquistar la espada de Damocles del recursu d’inconstitucionalidá presentáu pol Partíu Popular, amás de les campañes impulsaes por grupos sectarios como Hazte Oír

Tino Brugos.

y otros vinculaos a los sectores más reaccionarios de la xerarquía católica. Cuando se dio’l reconocimientu de Zapatero, paezme qu’ente sectores importantes de la población estendióse lo que se llamó l’arguyu de ciudadanía, la sensación de formar parte d’un modelu avanzáu de sociedá capaz a siguir dando pasos camín d’horizontes nuevos d’equidá y igualdá. Desgraciadamente, nun son munchos estos momentos na trayectoria histórica española y por eso me paez que se vivió con gran intensidá. Llegóse inclusive a comparar el fechu colo que supunxo na II República’l reconocimientu del derechu al sufraxu pa les muyeres. Quiciabes haya xente que-y abulte un poco esaxerao, pero hai que tener en cuenta’l mo-

mentu históricu nel que se produció. Daquella namás Holanda y Bélxica reconocíen el matrimoniu igualitariu; l’Estáu español foi’l terceru, cuasimente al empar que Canadá. Abrióse una fase onde se dio una retafila de reconocimientos en dellos Estaos europeos y depués d’otros continentes. Habrálu que diga que yá s’acabaron les reivindicaciones, que yá ta too fecho... Non, non, quien diga eso engáñase. Los movimientos sociales suelen xenerar una especie de ciclu que tiende a repetise. De mano, presenten a los poderes establecíos la necesidá de reconocer un determináu derechu alegando que la sociedá va per delantre de lo llexislao pero, desque se llogra, éntrase nuna

situación nueva y pásase a reclamar l’adopción de midíes pa garantizar precisamente que se cumpla lo que yá ye un derechu adquiríu. Esto ye porque los sectores recalcitrantes y refractarios —que siempre los hai— intenten desenvolver estratexes pa qu’esos llogros nun lleguen a materializase. Por poner un casu del movimientu LGTB, hubo dalguna xueza que manifestó’l determín de nun aplicar la llei porque, dicía, diba en contra de les sos convicciones morales. Hasta hubo llamamientos pa qu’alcaldes y conceyales nun casaren a les pareyes del mesmu sexu. Por eso hubo que facer una presión fuerte pa que la llei se fixere realidá y s’aplicare con tola normalidá del mundu. Nesti sentíu habría que señalar que quien s’opunxeron


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a ello tuvieron un fracasu demoledor porque la llei usáronla lesbianes y gais dende’l primer día y los problemes foron namás anecdóticos. Pero más allá d’esto sigue habiendo asuntos por resolver en munchos campos. La problemática de la población tresexual pue ser l’asuntu más importante porque los pasos daos hasta güei siguen siendo bien curtios. Tamién lo referío a la incorporación del fechu LGTB al currículu educativu... Quiciabes el tema más grave y esmolecedor pue ser el de les agresiones. Sí, ta claro. Les agresiones y burlles siempre existieron, pero supónse que nuna situación como l’actual nun tienen xacíu nengún. Equí habría que ver cómo ta la botella. Pa dellos, medio enllena, pero hailu que-y paez qu’en realidá ta medio vacia. Al mio paecer, danse munchos casos d’agresiones de los que namás nos enteramos cuando hai dalgún tipu de denuncia. Solo conocemos aquellos casos que se pueden visibilizar cola denuncia policial directamente o al traviés del llabor que siguen faciendo los colectivos LGTB. Sobre esto habría dellos factores que considerar. Per un llau tán los grupos fascistes que, al encarar el tema de la diversidá afectivo-sexual, fáenlo cola dialéctica de los puños, nuna combinación d’agresividá política y de machismu brutal. Pa esa xente la existencia de persones con tendencies afectives distintes ye una provocación que merez como respuesta la violencia. Per otru llau, ta’l casu de los más mozos y adolescentes que, en términos xeneracionales, medraron cola equiparación llegal plena y desconocen que sigue

«Hai que reconocer oficialmente les agresiones al colectivu LGTB como delitu d’odiu»

Comitiva de XEGA (y ALEGA de Cantabria) na Manifestación del Arguyu en Madrid nel añu 2000.

habiendo bolses importantes d’homofobia en toles sos variantes. Esta xente mozo visibilízase a edaes cada vez más tempranes, lo que ye daqué qu’hai que defender. Pero, amás, tienen dificultaes pa entender por qué los faen de menos o por qué-yos peguen. El problema que se presenta ye qu’esa visibilidá failos vulnerables énte la barbarie homófoba. Por eso una parte bien significativa de les agresiones súfrela xente mozo. Equí inda queden munches coses por facer. Lo fundamental creo que sigue siendo la necesidá de normalizar l’asuntu dende les aules, tema nel qu’hubo avances tovía percurtios, y reconocer de forma oficial la existencia de casos d’acosu y agresión que tienen un orixe no que llamamos delitos d’odiu. Sicasí, nos protocolos oficiales sigue ensin tar reconocío de forma esplícita la existencia d’agresiones por homofobia o cualquiera de les sos variantes. Otru datu importante ye’l tema de la crisis económica. Dende qu’empezó, pue constatase un aumentu de les agresiones que dalguna xente interpre-

ta como la existencia de grupos sociales que, énte la frustración que supón pa les sos aspiraciones, reaccionen buscando un chivu espiatoriu al que-y echar la culpa de tolos males que sufren. Un asuntu feu, entós… Pos sí, un asuntu feu y complicáu al qu’hai qu’intentar dar una respuesta que, al mio paecer, implica caltener y inclusive aumentar los niveles de visibilidá. Nun tener mieu, siguir amosándonos socialmente énte la posibilidá de qu’un retrocesu pueda significar la vuelta al armariu de la opresión y la invisibilidá. Nesti sentíu podríemos dicir que’l colectivu LGTB convirtióse nun suxetu social qu’intervién nos asuntos políticos. Diversu nel so interior, pero realmente existente. Güei cualquier partíu qu’aspire a tener cotes de poder ta obligáu a desenvolver un programa específicu pa la comunidá LGTB y a tomar iniciatives nesta dirección. Mentes esto se caltenga, les presiones pa callanos o armarianos nun van tener éxitu. Pero tamién hai una contrapartida. Como grupu social esponémonos más. Enantes fala-

ba de los grupos neonazis, pero esto podría aplicase tamién a les amenaces procedentes del fundamentalismu relixosu. Nos Estaos Uníos hai grupos fundamentalistes protestantes que xeneren y esparden el discursu del odiu. N’otru campu, los grupos yihadistes tamién repararon na comunidá LGTB. Vimos coses terribles nestos años asocedíes a individuos gais en Siria o Afganistán (lapidaciones o llanzamientos al vaciu dende enriba d’edificios), humildaciones aberrantes n’Iraq (apegar l’anu d’homes gais con Loctite, lo qu’obliga a una intervención quirúrxica), hasta la matanza asocedida na discoteca d’Orlando, onde un llobu solitariu disparó a la xente que taba ellí de fiesta. Too esto ensin cuntar col caltenimientu de práctiques brutales por gobiernos llegalmente establecíos (Arabia Saudina, Irán o Sudán), onde s’aplica la pena de muerte por práctiques homosexuales. Too esto ye un retu y un desafíu nuevu al que tenemos que facer frente como colectivu. Va haber quien piensen que ye daqué que queda lloñe, pero resulta que non, que se trata de cues-


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tiones que nos afecten porque cuando facemos aliances polítiques y sociales hai qu’evitar cayer en trampes como la de xuntase a lo que podríemos llamar el partíu de la islamofobia. Bona parte d’esi discursu desenvuélvelu xente ultra que nun va tener reparos en volver esi mesmu discursu contra la población LGTB. La nuestra esclusión social ta garantizada nel casu de los radicalismos relixosos que, en munchos casos, aspiren a volver a modelos sociales de va cientos d’años, cuando non miles. Y nel casu de los neofascismos, el retrocesu, con que fore de namás ochenta o noventa años, diba ser abondo pa volver al encarcelamientu y a los campos de concentración. Nos países islámicos y árabes existe una comunidá LGTB que tamién sufre mentes llucha pol so reconocimientu y los sos derechos. Lo que tenemos que facer ye tender pontes de solidaridá escontra ellos de la que lluchen por cuestiones tan elementales como pue ser el derechu d’asociación o’l respetu a la persona. Esa ye la gabita qu’había qu’echar a la llucha contra’l fundamentalismu. Por suerte hai dellos avances, anque seyan ruinos: asociacionismu LGTB en Líbano o Marruecos, debate social en Túnez nel periodu constituyente, etc. Cuando se fala del colectivu LGTB, pue dar la impresión de que ye un grupu compactu de persones, ideolóxicamente unificáu. Non, el colectivu LGTB nun ye un grupu homoxeneu. Yá’l xuegu de lletres ufiértanos una visión d’una pluralidá, una diversidá, significativa nel so interior. Siempre dixi que somos el movimientu de les minoríes sexuales porque pueden incluyise inda más grupos, como los intersexuales. Precisamente, la mayoría de los colectivos incluyó nos últimos años la lletra i pa facer referencia a la so presencia dientro del movimientu. Pero hai otros elementos de diversidá. Nel aspectu ideolóxicu, la llucha de los colectivos LGTB identifícase claramente con po-

Manifestación del Arguyu en Xixón d'anguaño.

siciones que podríemos llamar de progresu, d’esquierda. Eso nun quier dicir que nun existan persones LGTB que se sientan conservadores, relixoses, etc. Lo qu’asocede ye que como esos sectores nun s’organicen pa dar a conocer planteamientos distintos a los impulsaos dende los movimientos de lliberación sexual, eses idees nun apaecen. Los intentos de crear colectivos d’ideoloxía conservadora nun tuvieron nengún éxitu. Si una persona nun quier salir del armariu, nun quier visibilizase, paez imposible que les sos idees puedan llegar a tener dalguna canal de comunicación social. Esto pue paecer una simplayada, pero nun lo ye… Mentes exista l’auto-homofobia, l’autoodiu por ser LGTB, xente que pue pensar coses distintes nun se va atrever a dicilo públicamente, nin los partíos políticos conservadores van tener posibilidaes series de dirixise al conxuntu del colectivu. Otru elementu de diversidá ye l’económicu. La comunidá

LGTB ta formada por persones de distintos estratos sociales. Siempre diximos que tamos en toles partes. Esto quier dicir que frente a la visión única qu’imponen los medios de comunicación de xente folixero, con gran poder adquisitivu, que se mueve cada poco pa grandes fiestes y eses coses, lo qu’existen son grupos distintos de quien tienen eses posibilidaes, pero tamién hai otra xente afectao pola precariedá nel empléu, con dificultaes pa emancipase de les sos families, afectao pol paru, etc. La comunidá LGTB ye un microcosmos de la sociedá. Vamos volver agora a los asuntos domésticos. Dicíes naquella primer entrevista en Contracorriente que nel movimientu sindical faltaba sensibilidá hacia los asuntos rellacionaos cola población LGTB. ¿Esto sigue siendo asina o paezte que tamién equí hubo cambeos? Alcuérdome de que dicía qu’había una insensibilidá nel planu organizativu, lo que nun

significaba qu’hubiere sindicalistes que, poles razones que fore, taben individualmente sensibilizaos. Bono, la verdá ye que dende entós hubo cambeos significativos no organizativo. Cuasimente toles grandes centrales sindicales, y nun falo namás de les llamaes mayoritaries, foron asumiendo l’asuntu, anque nun tengo la sensación de qu’en toes elles se trabayen los temes LGTB de la mesma manera nin a lo llargo de tol añu. En dellos casos inténtase tar presente naquelles árees onde pue facese un trabayu permanente, por exemplu n’ámbitu de la educación. Dacuando publícase dalgún material sobre derechos sindicales y defensa de la población LGTB énte posibles casos d’acosu llaboral. Otres veces faise un esfuerciu por tar presentes en feches determinaes con banderes, pegatines, etc. pa impulsar la movilización. De toles maneres, sobre esti asuntu quiero recordar un casu que se dio en Xixón, va años, nel sector del metal, con una compañera tresexual qu’aprovechó un periodu llargu de baxa llaboral pa empezar el tránsitu, el cambéu de la so imaxe. Cuando llegó’l momentu de volver al puestu de trabayu, dende XEGA contactemos col comité d’empresa pa ver cómo podía encarase la situación y evitar incomprensiones y incomodidaes. Nesa ocasión la respuesta de los delegaos sindicales foi la que podíemos esperar: abrise a tratar l’asuntu y buscar una solución que pudiere prestar a la trabayadora y, amás, preparar los demás estamentos de la empresa p’adaptase a la situación nueva. Esa foi una bona esperiencia de cómo’l cambéu de mentalidá concrétase de forma positiva nun espaciu poco proclive a estes novedaes. Paezme que se podría dicir que, en términos xenerales, el movimientu sindical foi quién a integrar la problemática LGTB como un elementu más qu’hai que cuidar cuando se presenta dientro del marcu llaboral. Nesi sentíu avancemos, ta claro.H


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CSI Feminismo empieza otro curso. ¿Nuevos y viejos retos? Mónica Jiménez

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omienza un nuevo curso y con él algunos retos nuevos para el sindicato y para el área de CSI Feminismo. El primero será preparar el texto de organización desde esta área y, si es necesario, incluir la perspectiva de género, participar en los diferentes debates y llegar a la asamblea general de noviembre con ganas de seguir aportando y trabajando para mejorar la organización. El segundo reto que tenemos por delante este año es la visualización, sensibilización y denuncia de la violencia machista en los trabajos: desde comentarios hasta violaciones, pasando por brechas salariales, peores condiciones, más problemas para la contratación, a la vez que ser las primeras en despedir… y un largo etcétera conforma el día a día de las mujeres trabajadoras, que hoy, en pleno siglo XXI, aún está oculto e invisibilizado. Es más, tenemos que aguantar que se nos cuestione esta realidad, se nos hable de igualdad y se nos niegue toda la violencia que existe contra nosotras. Sin embargo, en el verano del 2016 fueron cuatro los casos que llegaron a los servicios jurídicos del sindicato de violaciones y agresiones en el trabajo a mujeres, aparte de los que llegaron también a acción sindical. Eso nos hizo dar la voz de alerta y, en las reuniones que tuvimos, concluir en la importancia de una campaña que saque a la luz todo lo que está pasando y cuáles son los mecanismos de defensa. Para ello comenzamos con una charla en la jornada que todos los años, con motivo del 8 marzo, organizamos desde el colectivo de Muyeres en llucha CSI. Lo llevamos a los diferentes órganos de dirección y empezamos a leer legislación y protocolos. Tam-

bién nos pareció importantísimo visualizar el 1 de Mayo todos los problemas a los que nos enfrentamos las mujeres trabajadoras, y por eso al grito de El Primeru de Mayu tamién ye nuestru, lo reivindicamos como otro día en el que todas las violencias a las que nos enfrentamos las mujeres trabajadoras no pueden quedar de lado, porque la violencia contra nosotras es todos los días del año, a todas horas, en todos los lugares. Y nuestra lucha también es todos los días del año, a todas horas, en todos los lugares… Tolos díes, en tolos llaos ye 8 de marzu. Ahora tenemos por delante sacar la campaña: realizar charlas de formación para la afiliación, abiertas a otros colectivos con los que trabajamos (para poder compartir y difundir mejor el mensaje), panfletos, carteles… que se distribuirán a las secciones sindicales y sectores para llevar a las empresas. Un gran trabajo que necesitará de muchas manos y de fuerza para sacarlo adelante. Los anteriores en realidad no son nuevos retos, porque nada tiene de nuevo debatir sobre la estructura social patriarcal que, queramos o no, se cuela en las organizaciones (ya que somos parte de la sociedad), como la participación de las mujeres en el sindicato. ¿Por qué solemos ir menos mujeres a los órganos de dirección, asambleas xenerales y congresos?, ¿por qué hablamos en público y por megáfono menos?, ¿por qué la gente no recuerda tanto los conflictos laborales en los que las protagonistas fueron, o son, mujeres, aun teniendo mucha importancia?, ¿por qué no suele verse la necesidad de incluir la perspectiva de género en el día a día de la organización?, ¿por qué tenemos que enfrentarnos todos los días a la cantinela de que la lucha feminista no es importante actualmente y

Cartel de CSI Feminismo.

a que se desprecie, o nos digan que somos unas exageradas y unas fundamentalistas cuando delante está todo un sistema de desigualdades? Tampoco es nuevo denunciar la violencia machista en los trabajos, o hablar de lenguaje inclusivo. Lo que sí es nuevo es que como sindicato nos enfrentemos a todo esto colectivamente. Por otro lado, nos quedan los viejos retos, viejos porque es continuar con los trabajos que llevamos años realizando: apoyo entre compañeras, apoyo a otras mujeres, visualización y denun-

cia de las violencias machistas, organizarnos con otros colectivos que luchan para acabar con las desigualdades… Mucho trabajo, muchas preocupaciones, pero sobre todo muchas esperanzas, esperanzas que necesitan manos para trabajar y sobre todo valentía para llevarlas adelante. Por eso, sean nuevos o viejos los retos que tenemos por delante, lo que está claro es que son una oportunidad para seguir aportando nuestro grano de arena en la construcción de una sociedad más justa para todas las personas.H


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Fascismo 2.0 Pelayo Suárez Alonso

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a extrema derecha ha evolucionado, ha cambiado de cara y lavado su imagen, esperando su momento para dar el salto, salir del gueto en busca de la transversalidad. Nos enfrentamos a un fascismo con más repercusión mediática, han sabido simplificar y moderar su lenguaje —«sólo somos patriotas»—, expandiéndose por las redes sociales. Renunciando a simple vista a las banderas tradicionales de la extrema derecha, las esvásticas y aguiluchos quedan solo de puertas para dentro, moderando y cuidando su imagen pública, tras un discurso antiinmigrante centrado en la reclamación de «los españoles primero». Ambigüedad discursiva y eficacia logística, comunicativa y operativa; un fascismo más cuqui y más organizado. Al día siguiente del atentado de Barcelona, en diversas ciudades del Estado español diferentes organizaciones de extrema derecha intentaron marcar el debate en torno a los refugiados y a la islamofobia. En Xixón mismamente, pudimos ver pancartas de contenido racista llamando a defender Europa, colgadas de los puentes de la ciudad, al igual que diferentes pintadas en Avilés, Llugones… buscando con ello calar en un amplio sector de la sociedad e ir generando un peligroso caldo de cultivo. Y es que la extrema derecha se está reorganizando en gran parte a través de internet, dando lugar a nuevas organizaciones como Hogar Social en Madrid, Centro Social y Nacional de Salamanca, la Asociación Cultural Alfonso I de Cantabria, el grupo Iberia Crúor de Jaén, el colectivo Málaga 1487, Acción Social Cádiz y la asociación Lo Nuestro de Murcia, organizaciones que vienen marcando el paso de una nueva extrema derecha en el Estado español. Pero eso no

significa que hayan cambiado ni uno solo de sus postulados, solo que resulta más difícil de identificar y combatir. Con este mismo formato de organización se vislumbran intentos de crear Acción Social Asturies y ya han llevado a cabo pequeñas campañas, recogida de alimentos solo para españoles, intentonas de participar en una manifestación contra los desahucios (de la que fueron expulsados)..., lo cual no quita el peligro latente de que se instaure aquí una organización de este tipo, con sus consecuentes problemáticas. Por este contexto, la situación en Asturies no es halagüeña. En los últimos tiempos estamos viendo cómo proliferan estos grupos de ideología neonazi con la permisividad de instituciones o el amparo de los clubs de fútbol, quienes, conocedores de la problemática, prefieren hacer oídos sordos. Estamos viviendo un aumento de ataques y agresiones, al igual que han aumentando su visibilización en los espacios públicos intentando sembrar mensajes de odio y de discriminación. No logramos comprender cómo en una sociedad sistemáticamente tan controlada, con cámaras en cada esquina, hay grupos de extrema derecha que se pasean por las calles de Xixón bate de béisbol en mano para perseguir y agredir a la gente por su origen, su orientación sexual o su ideología. Hace pocos meses un compañero del sindicato sufría una agresión en el barrio de Cimavilla, en esta ocasión un botellazo por la espalda, una más que sumar al contador de la impunidad. Tras la falta de reacción ante esta agresión, empezamos a plantearnos poner en marcha algún tipo de movilización para alertar del peligroso cariz que están tomando estos grupos, mayormente en Xixón. Cuando salta a la prensa la tremenda agresión en el barrio del Fomen-

to a un joven, Germán, que queda en coma, por un grupo que se autodenomina La Manada, en el cual hay ultras y un denominador común, los ambientes de gimnasios y bares que frecuentan, eso precipita la reacción. En un primer momento se tira del sindicato para tratar de sacar adelante algún tipo de respuesta y surge una plataforma ciudadana, lo más abierta e independiente posible, que a día de hoy tiene su propio discurso y metas marcadas. Y es que con echar un simple vistazo a la hemeroteca de

la prensa asturiana podemos hacer recuento de cantidad de agresiones y darnos cuenta de la impunidad con la que vienen actuando la ultraderecha y las bandas fascistas, ante la total pasividad institucional y la cobertura por parte de determinados medios hacia este tipo de actitudes, poniendo el foco en Ultra Boys, que es el grupo más activo y el que aglutina a personas de los diferentes partidos políticos y organizaciones, que con el fútbol como trasfondo utilizan los bajos del Molinón para reclutar y repartir propaganda y


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material de contenido nazi. Los aficionados del UC Ceares pueden dar cuenta de varios ataques, el más sangrante cuando cuarenta neonazis encapuchados atacaron al vicepresidente del club; pocos días después, otra agresión en un restaurante en El Llano, o el brutal ataque a una banda musical que iba a actuar en La Terraza de la Laboral cuando fue atacada con porras, bates y piedras por media docena de neonazis por el mero hecho de ser ovetenses. Y es que, como se viene escuchando hace un tiempo en la ciudad, se crecieron después de que se archivaran judicialmente las brutales batallas campales y agresiones con hinchas del Génova y del Sevilla. También hay que tener en cuenta los ataques a centros sociales: La Llegra, La Llume o La Semiente no es la primera vez que amanecen con la fachada llena de esvásticas o pintadas de carácter racista. Estos casos son solo un pequeño ejemplo de las constantes agresiones que se están produciendo, de las que solo una mínima parte llegan a la prensa o queda constancia de ellas; entre otras, las constantes vejaciones que sufren los vendedores ambulantes los fines de semana en las zonas de copas. Lo que sorprende y que cabe resaltar, aparte de que salgan indemnes, es la pasividad policial e institucional. ¿A qué esperan? ¿Qué más tiene que ocurrir? Por todo esto veníamos viendo la necesidad de hacer un llamamiento, ante la urgencia de dar una respuesta social frente al aumento y la impunidad con la que actúan estas bandas neonazis en nuestras ciudades. Creemos que es necesario dar

Proliferan estos grupos de ideología neonazi con la permisividad de instituciones o el amparo de los clubs de fútbol

Manifestacion de apoyo a Germán F., víctima de una agresión.

un toque de atención a las instituciones y reclamar que dejen de mirar para otro lado. De ahí que se quiera crear una plataforma lo más incluyente posible, porque otras propuestas también son validas, pero sin perder la calle es necesario hacer llegar esta problemática a instituciones y de una vez por todas acabar con esta lacra social. Aunque sea un tema poco gratificante, es necesario afrontarlo y dar una respuesta organizada. Desde los medios de comunicación se criminaliza toda protesta social, a sindicalistas, antifascistas, titiriteros, tuiteros… Y llaman al alarmismo ante el auge que está teniendo la extrema derecha por Europa y EE. UU., con un claro mensaje antiimigrante, de discriminación y de odio, pero aquí en nuestros barrios y gradas no se atreven a señalar a quienes están generando ese caldo de cultivo tan peligroso entre la juventud, y lo tachan de incidentes aislados, de un reducto de pocos y cuando no de reyertas entre bandas.

Ya estamos acostumbrados a escuchar constantemente eso de los extremos se tocan y expresiones similares. Este posicionamiento periodístico de equiparar a los que creen que su raza es superior y quieren exterminar e imponerse a todos aquellos que no cumplen con sus cánones raciales con quienes defienden la diversidad, la solidaridad y la combaten, solo evidencia las vergüenzas y la hipocresía periodística ante una realidad bien distinta. No entendemos el no querer afrontar e impedir la proliferación de estos grupos y atajar de una vez este problema. Por eso consideramos que tenemos que ser capaces de generar espacios de encuentro entre diversas organizaciones, la plataforma de reciente creación o cualquier otro, capaz de coordinar respuestas inmediatas, con el respaldo suficiente para poder exigir institucionalmente que se tomen medidas y que los ayuntamientos cesen en su irresponsabilidad de ceder

espacios públicos y de ámbito juvenil a organizaciones neonazis, que pueda exigir al Sporting de Xixón la expulsión de Ultra Boys de sus gradas, al igual que pedir reflexionar al conjunto de esportinguistas, ya que no podemos permitir que un grupo de energúmenos utilice el nombre del club y de la ciudad para extender sus mensajes de intolerancia. Ya son reiteradas las sanciones que recibe el club por cánticos racistas desde la grada. Ya hace unos años, se recogieron en pocos días más de 7.000 firmas en una plataforma online pidiendo impedir la entrada de Ultra Boys en El Molinón para erradicar la violencia en el fútbol como en su día hizo el FC Barcelona con los Boixos Nois, pero a día de hoy el club sigue amparando a esta gentuza, cediendo espacios y colaborando en sus actos. Por una respuesta social y coordinada, porque queremos ciudades inclusivas y solidarias, no más nazis; ni en las gradas ni en las calles.H


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La contaminación atmosférica nos va matando lenta y silenciosamente Según una investigación, la zona central de Asturies tiene la mayor incidencia de cáncer y enfermedades respiratorias del Estado José Manuel Lago Méndez

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a contaminación del aire mata, y mucho. Es la conclusión a la que han llegado hace unos años los cuatro científicos del Instituto de Salud Carlos III que firmaron el primer estudio con datos por ciudades españolas. En ese trabajo, encabezado por Julio Díaz, jefe del departamento de Epidemiología y Estadística en la Escuela Nacional de Sanidad, se ponía de manifiesto que en Asturies tenemos la mayor incidencia de cáncer y enfermedades respiratorias del Estado consecuencia del alto nivel de contaminación industrial. Desde el año 2006 se vienen sucediendo estudios científicos que concretan las consecuencias de respirar aire contaminado: aparición y agravamiento de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cánceres; en definitiva, un aumento del riesgo de muerte prematura (según la Agencia Europea del Medio Ambiente, 24.000 muertes prematuras al año en España consecuencia de la contaminación). Por hablar solo de uno de los contaminantes que más nos afectan en Asturies, las micropartículas, en 2013 la Agencia de Investigación del Cáncer las calificó de «carcinógenas», sin paliativos. La zona central de Asturies, donde vive el 80 % de la población humana, padece una de las tasas de contaminación más altas de Europa. Es la única zona de España que todos los días del año supera el umbral de protección a la salud en partículas PM10. Las micropartículas de tamaño PM10 o PM2,5 suelen estar compuestas por fracciones de sulfatos, nitratos, amonio, cloruro sódico, carbones y

Columna de humo procedente de ArcelorMitall.

minerales. Estas partículas y el dióxido de azufre (SO2) son los contaminantes que presentan una mayor extensión y afección, con especial incidencia en la ciudades de Avilés, Xixón y Uviéu, además del entorno de las centrales térmicas de Aboño, Soto Ribera, Soutu, Lada y La Perea. El 68 % del CO2 proviene de las térmicas de carbón; el 20 %, de la industria; y el 12 % restante, de vehículos y residencial.

Además tenemos inventariados 788 suelos contaminados. Sufrimos unos altos índices de contaminación de las aguas consecuencia de vertidos sin depurar o vertidos ilegales a los suelos, al mar y a los ríos. Un estudio del Observatorio para la Sostenibilidad reveló que la empresa que lanza mas emisiones a la atmósfera es, de largo, Hidrocantábrico, seguida por Arcelor y, ya a algo más de

distancia, Fenosa, Iberdrola, Tudela Veguín, Alcoa y así hasta un total de 22 empresas altamente contaminantes, algunas de ellas con los peores índices de toda Europa. El modelo energético e industrial de Asturies tiene la culpa. Pero sobre todo tiene la culpa el hecho de que las empresas contaminantes no utilizan la tecnología disponible ni toman las medidas adecuadas en los procesos de producción


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Nube de carbón en suspensión en el puerto de El Musel.

para minimizar los niveles de emisiones. Implementar estas medidas costaría un dinero que después tendrían que detraer de sus enormes cuentas de beneficios. Si a todo esto añadimos las emisiones difusas de transporte, hogares, servicios y agricultura, formamos un cóctel verdaderamente explosivo. Las 77 estaciones medidoras que tenemos en Asturies dan continuamente niveles por encima de la norma, si no es en una es en otra, pero casi a diario la superan, como vemos un día sí y otro también por los medios de comunicación. Ya no digamos si hablamos de la superación de los umbrales que marca la Organización Mundial de la Salud como seguros para las personas, mucho más restrictivos que la norma autonómica. Mejor ni pensar en ello. Ante esta situación, ¿qué es lo que está haciendo la Administración del Principado, que es quien tiene las competencias? Negar la mayor. Ya no nos bastaba con la complicidad con las empresas contaminantes de la recientemente dimitida consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, tratando continuamente de minimizar, ocultar

y manipular los datos y el problema en un mano a mano con su directora general de Control Ambiental, Elena Marañón (por cierto, antes de ser directora, algunas de sus investigaciones universitarias fueron financiadas por algunas de las empresas más contaminantes), sino que ahora el consejero de Sanidad, Del Busto, al ser preguntado en sede parlamentaria por el impacto de los tóxicos ambientales como factores causales del cáncer, declaró que «en Asturias los estudios realizados no han encontrado relación entre ambos fenómenos. No existe evidencia científica sobre ello». En cambio, el Instituto Universitario de Oncología de Asturies sale al paso y, tras confirmar en un reciente estudio la relación entre cáncer y medio ambiente, asegura con rotundidad que ¡es tiempo de actuar! Ese

La connivencia de los poderes públicos con los grandes holdings contaminantes es una realidad

es el llamamiento urgente que hace Adonina Tardón, profesora titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Uviéu, directora de esta investigación, que subraya que la evidencia científica es aplastante y anima a las autoridades a tomar cartas en el asunto sin perder tiempo. No se puede seguir así, urge que desde los poderes públicos se intervenga ya. La sociedad civil lo tiene que exigir. El movimiento ecologista y vecinal se está organizando. Por otra parte, no puede ser que actores fundamentales como los sindicatos (especialmente UGT y CC. OO.) sigan defendiendo industrias obsoletas, sin futuro y altamente contaminantes, o que consientan que las empresas emisoras trabajen en una evidente precariedad ambiental con emisiones por encima de la normativa vigente. Aunque los sindicatos, antes de dar este paso, preceptivamente tienen que resetearse ideológicamente para poder adaptarse a los nuevos tiempos que vienen. Lo primero que deben entender es que los recursos naturales y la capacidad de absorción de los residuos por parte de la biosfera son finitos. El

problema reside en que no están realmente dispuestos a cuestionarse un modelo productivo y de consumo económicamente rentable a corto plazo e ideológicamente interiorizado incluso por las clases dominadas. Las dos versiones de la ideología occidental, capitalismo y socialismo, coinciden en considerar como único pilar constitutivo de progreso seguir acumulando más y más bienes materiales, aunque sea a costa de esquilmar el planeta y la salud de sus habitantes. Todo aquel que cuestione estos postulados será tachado de utópico o desconectado de la realidad. De lo que no se dan cuenta es que en el fondo en lo único que se diferencian estas dos versiones de la misma ideología es en el ámbito de la definición de los actores; en lo demás son como dos almas gemelas, como dos caras de la misma moneda: la moneda del desarrollismo económico salvaje como única figura de progreso disponible en ese mercado de ideas.H José Manuel Lago Méndez es guarda del Medio Natural del Principado de Asturies y miembro del Consejo Forestal de Asturies


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Taibo: «El colapso hará que despierte el discurso crítico, no soy dramáticamente pesimista» Pedro Menéndez

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rofesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Taibo (Madrid, 1956) no ha dejado de contribuir al debate político desde finales del siglo pasado. Destacado exponente en el Estado español de los planteamientos decrecentistas, estos jalonan las 224 páginas de su último título, Colapso (La Catarata, 2016). Sobre él habló el pasado 19 de julio en Xixón, en el CSA La Llume. Contracorriente estuvo allí para charlar con el autor. Esta entrevista es fruto de aquella conversación. ¿De qué hablamos cuando hablamos de colapso? Hablamos de la idea principal de que el capitalismo, el sistema que marca hoy el grueso de las relaciones del planeta, entre en una crisis irreversible, de tal manera que sus reglas del juego básico se alteren y las instituciones y los medios de comunicación que lo amparan se hundan. Siempre subrayo que el colapso al que probablemente vamos a asistir tiene que ver con la idea de complejidad: cada vez las sociedades son más complejas y precisan cantidades mayores de energía para resolver sus problemas en un momento en el que con toda evidencia la energía empieza a faltar. Defiendes que los datos que se van obteniendo apuntan a ese colapso. ¿Qué tipo de datos? Fundamentalmente datos que se refieren al cambio climático y al agotamiento de las materias primas energéticas. Si la temperatura media del planeta sube dos grados por encima de los niveles de la sociedad preindustrial, lo que viene después es muy delicado. Sobran los motivos en el segundo plano para subrayar que el petróleo, el gas natural y

Carlos Taibo durante una de sus charlas.

el carbón se van agotando, de tal manera que es impensable que se puedan mantener las reglas del juego, los niveles de consumo de sociedades como las que caracterizan hoy nuestra vida. Parafraseando, ¿la revolución será ecológica o no será? ¿Esa hipotética revolución sería la vacuna para evitar el colapso o este ya es irreversible? Creo que ya no estamos en condiciones de evitarlo, pero admito que tendríamos que precisar de manera muy concreta qué entendemos por colapso. Es posible que haya regiones del planeta donde algunos de los rasgos más negativos del colapso no se presenten con toda su intensidad. Que por detrás del colapso hay una dimensión ecológica principal creo que nadie lo duda. Si alguien dice que el colapso es ecológico, yo diré que es una simplificación porque tiene una dimensión social y de género muy evidente, pero difícilmente

estaríamos hablando hoy del colapso si no estuviese la discusión ecológica de por medio. Hacías en tu charla la referencia al colapso en el cine… ¿La imagen sería la de un Mad Max, un planeta fallido ante la falta de materia prima? Sería una de las imágenes. Yo he dicho, y tengo que medio corregirme, que hay escasas manifestaciones de la literatura y del cine que aparte de retratar un colapso alimenten un discurso crítico al respecto, pero es verdad que las hay. Hay una novela espléndida que fue llevada al cine, La carretera (The road), de Cormac McCarthy, que creo que es un argumento muy eficiente para retratar la zozobra propia del colapso. Señalas que algunas de las características del colapso serían positivas. ¿Por ejemplo? La rerruralización, las ganancias en materia de autonomía

local y la desjerarquización de todas las relaciones son tres consecuencias posibles y previsibles del colapso que a mi entender tienen un carácter positivo. En cierto sentido, me dejo llevar a veces por una tesis que es delicada, que sugiere que la mayoría de las sociedades humanas durante la mayor parte del tiempo han funcionado de manera libertaria y autogestionaria y que lo que es un poco excepcional es el mundo del capital, del Estado y de la sociedad patriarcal. Este argumento hay que utilizarlo con mucha prudencia porque reclama de muchos matices, pero algo de esto hay. Poniendo en la balanza los rasgos positivos y los negativos, y desde una perspectiva anticapitalista, ¿ese colapso sería conveniente? Yo preferiría que cambiásemos de sistema sin que hubiera necesidad de colapso, pero me temo que en este caso la discusión es


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poco llevadera en la medida en que entiendo que el colapso es una losa material que nos viene encima inexorablemente. Pero que del colapso se va a derivar cierta recuperación de la tarea, del prestigio, de las capacidades de los movimientos críticos con el sistema me parece evidente. Otra cosa es que se deriven también elementos que se muevan por un camino diferente: por ejemplo, los propios de lo que llamo ecofascismo. Por lo que comentas, el término colapso es relativo tanto temporal como espacialmente. Cabe preguntarse si no hay ya sociedades colapsadas: Iraq, Siria, Gaza… o incluso, depende de dónde tires la línea, las 3.000 viviendas de Sevilla. Ciertamente. Lo que ocurre es que el concepto de colapso acarrea cierta dimensión de una sociedad aparentemente próspera que se supone va a seguir progresando y que en un momento determinado se hunde; y no todos los ejemplos que has propuesto se ajustan a esto. Igual el de Iraq sí: un país inmensamente rico en petróleo que se suponía que iba a ser una gran potencia regional y que ahora está en la pobreza más absoluta. Ahí es perfectamente legítima. Para retratar sin embargo muchos de los escenarios de pobreza más lacerante no sé si vale la metáfora del colapso en sentido estricto, porque no hay esta dimensión de progreso y de hundimiento. Nosotros entendemos qué significa la palabra colapso porque damos por descontado que todavía no estamos en el colapso y comparamos nuestro escenario actual con el del futuro. Muchos de los habitantes de los países del sur no pueden sacar adelante esta comparación porque no tienen otro horizonte que la miseria cotidiana. Ahí cabría hablar, utilizando con cierta

«Los gobiernos por definición están sometidos a las transnacionales»

soltura el término, de un colapso cotidiano de la vida de la mayoría de los habitantes del planeta. ¿Conoces países, gobiernos o comunidades que están adaptando las medidas adecuadas para al menos retrasar ese colapso? En ocasiones se destaca Cuba y su escasa huella ecológica, no sé si por vocación o por obligación. A mi entender sí existen en el ámbito local, y con evidente fuerza. Si salimos de ese ámbito veo más complicado identificar con claridad procesos de esa naturaleza…, pero es verdad que a menudo hablamos de la sociedad internacional, del capitalismo, y damos por descontado que son realidades uniformes; pues no las hay. Tú mencionas el caso de Cuba. Sí, es el país del planeta que tiene una huella ecológica más reducida. Otra cosa es si pese a ello la sociedad cubana está preparada para un colapso global del sistema. Es evidente que su escenario en relación con esto es preferible al de EE. UU. o al de México, pero deducir que no habría problemas en Cuba es equivocarse. ¿Cómo habría que acometer una discusión sobre por qué la huella ecológica cubana es tan reducida? No lo era en el pasado; digamos que la reducción de la huella ecológica es una consecuencia de un escenario dramático, el hundimiento de los suministros energéticos que llegaban de la URSS y el embargo por parte de EE. UU. que obligan a tomar medidas que igual no formaban parte en términos estrictos del proyecto ideológico de los gobernantes cubanos, pero que ilustran que hay opciones materiales creíbles ante el colapso. Otra cosa es el entorno de esas opciones, que es más discutible. Hablas también del colapso de las instituciones. ¿Los tratados de libre comercio, como el CETA o el TTIP, favorecen su colapso o lo dificultan? ¿Suponen un refuerzo del statu quo de los gobiernos o el debilitamiento de estos frente a las multinacionales? No creo que lo que ocurra con los gobiernos sea la discusión

principal. Es una huida hacia delante, su objetivo fundamental es estimular la locura del comercio internacional y llevarlo al paroxismo con la vista puesta en obtener beneficios en el largo plazo. Y esto es acelerar el camino hacia el colapso. La discusión sobre si los gobiernos ganan o pierden terreno me parece que empieza a ser un poco estéril…

Ahí quería llegar: parte de la izquierda incide mucho en esa supuesta pugna entre multinacionales y gobiernos y no sé si te parece un antagonismo un poco… sobrevalorado. Es ficticio, yo creo que los gobiernos por definición están sometidos a las empresas transnacionales. Otra cosa es que uno pueda manejar teóricamente otros escenarios. Es como si alguien me preguntase, y es una pregunta legítima, si algún tipo de gobierno puede ser un obstáculo firme ante el despliegue de la lógica del ecofascismo. Conceptualmente me lo puedo imaginar, en la práctica me parece que los gobiernos, y vuelvo al viejo Marx, los Estados son aparatos al servicio de la clase dominante, que sabemos cuál es, ¿no? Me parece que distinguir por un lado el capital y por otro el poder político atribuyendo al segundo capacidades de limitación objetiva como sería necesario ante el colapso en relación al capital es equivocarse. Me cuesta mucho

trabajo imaginar que los gobiernos no son instancias decisivas para ratificar la lógica del capital. ¿Qué son hoy las fuerzas armadas de las potencias coloniales tradicionales? Estructuras al servicio del capital y de su locura colapsista. Desde la izquierda se denuncia que los TLC abren la puerta a la privatización de servicios públicos. Por ejemplo, el CETA supondría una privatización de los servicios sanitarios europeos. ¿Desde la óptica libertaria no cabe ver esa sanidad pública como un derecho a defender? Naturalmente que sí, creo que la mayoría de los libertarios defienden lo público. Lo que ocurre es que prefieren etiquetar esa defensa, entienden que lo público per se o no es garantía de nada o es garantía de poco. Por eso defienden un lo público socializado y autogestionado, que son los dos términos decisivos. Esto es importante, es un debate que hay que reabrir en el conjunto de la izquierda. ¿Defender una banca pública? Hay países capitalistas con una banca pública que despliega actividades lamentables. Entonces habrá que defender algo más que una banca pública: una banca pública autogestionada y socializada. Si es que eso es imaginable, que esa es otra discusión. Sigo hablando de instituciones, y voy al conflicto de Cataluña, en el que participa parte de la izquierda. ¿También es una batalla ficticia o sí encierra una pugna en torno a cuestiones políticas y democráticas reales? Es un debate muy complejo… Yo creo en el derecho de autodeterminación y creo que en Cataluña hay un problema político que se deriva de algo fácilmente certificable: que una parte, no sé cuantificarla, de la sociedad catalana no desea seguir viviendo en el Estado español. Y me parece que a un problema político hay que darle una respuesta política, y en ese sentido entiendo que un referéndum es una respuesta coherente y saludable. ¿Que esto no resuelve ninguno de los problemas principales del planeta?


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Me parece evidente, pero me limito a decir que no veo qué motivo racional invitaría a prohibir un referéndum en Cataluña. Y a partir de ahí, yo respetaría lo que decidiese la mayoría de los catalanes: si deciden seguir viviendo en el Estado español me parece perfectamente respetable; y si desean crear una república catalana pues diré que no soy republicano, pero me parecerá perfectamente respetable si es el producto de una lógica de mayorías. Ahora, uno tiene que saber que una república catalana no resuelve los problemas de fondo, la globalización y el colapso, pero tampoco los resuelve la pervivencia del Estado español. Es como la eterna discusión: ¿la burguesía catalana dicta las reglas del juego en Cataluña? Pues sí, y la mayor parte es españolista, no nacionalista o soberanista; pero si estos discursos no incorporan ninguna consideración sobre la burguesía española..., porque parece que del otro lado no hubiese ninguna burguesía… Lo preguntaba por dónde tirar la línea: mencionabas la conveniencia de ir a lo local… ¿El independentismo obedece más a ese ir a lo local o supone apostar por la vorágine de más instituciones, más estructuras? Es una discusión interesante y depende mucho de quién acabe marcando al final el proceso catalán. Pero desde el propio mundo libertario hay una percepción que sugiere que cuando las comunidades políticas son más pequeñas el escenario es más saludable… De todas maneras, yo no utilizo mucho estos argumentos. Voy a usar esta fórmula: el mal menor, que es que los catalanes puedan expresarse y decidir. Y me resulta muy difícil entender la percepción que una parte de la izquierda

«No veo qué motivo racional invitaría a prohibir un referéndum en Cataluña»

española tiene de esto. Es decir, yo escucho que detrás de los nacionalismos solo hay burguesías y que los nacionalismos imponen fronteras. Entonces yo me pregunto, ¿y tu república federal española no tiene por detrás ninguna burguesía ni va a generar ninguna frontera y no hay ahí ningún nacionalismo? Me parece un argumento abrumador. La única salida honrosa en el terreno intelectual es la libertaria: yo rechazo todas las estructuras de poder en España y Cataluña…, pero también en el mundo libertario a veces hay una posición acomodaticia que dice «en Cataluña lo único que quieren es generar un nuevo Estado y una república». Bien, entiendo la crítica, pero entonces estarás cuestionando el Estado español no solo en el sentido libertario tradicional, sino en el de control territorial… Y muchas veces no veo que lo estén cuestionando. Mencionas el término ecofascismo, con el que describes un escenario futuro. ¿No está ya inoculado en determinados mensajes actuales? Está incipiente. Claro, si le damos un significado maximalista al concepto… Si me preguntas si el señor Rajoy quiere exterminar a 5.000 millones de personas, te diré que no, pero la lógica está ahí, es la lógica del capitalismo de siempre, lo que ocurre es que hoy en virtud de determinadas contingencias se vincula con unas restricciones ecológicas que en el pasado no operaban… El ecofascismo no es una mer-

cancía política promovida por la marginalia de grupos de extrema derecha, es una mercancía que despliegan, aunque nunca la verbalizarán, las principales estructuras de poder del capitalismo. Por eso creo que no hay que prestar tanta atención a la extrema derecha convencional, que en algunos casos puede defender determinado tipo de concepciones tradicionalistas que exhiben alguna dimensión saludable…Ojo con esto, es el caso del carlismo en España, tradicionalista, a veces reaccionario, hiperreligioso, pero que mostraba cierta conciencia respecto a determinadas consecuencias negativas de la industrialización en todas sus dimensiones. He dicho muchas veces que hay que releer los términos del debate que mantuvieron Chesterton, el escritor católico tradicionalista, y George Bernard Shaw, el dramaturgo hechizado con la industrialización soviética. Creo que hoy la mayor parte de las personas sensatas se sentirá más próxima de la posición de Chesterton… Ahí hay una crítica del capitalismo que en muchas de sus dimensiones es suscribible tanto más cuanto que se aleja de cierta matriz marxiana, fácil, tópica y canónica que entiende que capitalismo e industrialización son per se fenómenos saludables. Señalas la irreversibilidad del colapso. ¿Toca ya pensar en qué hacer de cara al post-colapso? Me parece que sí. Cuando hablo de los espacios autónomos que

defiendo subrayo que su capacidad mayor no será conseguir que evitemos el colapso sino prepararnos para la sociedad posterior al colapso. Pero tampoco quiero ser inconsecuente con lo dicho: no puedo afirmar taxativamente que se va a producir el colapso. Entonces, creo que esos espacios en cualquier caso serán útiles: si sirven para evitar el colapso, bienvenidos sean: y si sirven para educarnos para la etapa posterior, también. Tanto más, cuanto que, como tú has dicho antes, el colapso debe tener también consecuencias positivas. ¿Esas consecuencias positivas de las que hablas son más un deseo propio o realmente llegas a ellas desde el análisis de los datos? Es una mezcla de ambas cosas. Lo que creo es que el escenario del colapso hará que muchas gentes despierten a un discurso crítico y se percaten de la sinrazón de su vida cotidiana. Admito que esa fórmula verbal, muchas gentes, es un poco etérea: ¿muchas gentes cuántas son, el 1 por ciento de la población, el 10, el 35 %? No lo sé. Y admito que aquí mezclo datos objetivos o intuiciones certeras con elucubraciones. Pero creo que vamos a recibir sorpresas positivas y veremos que hay mucha gente que no está tan alienada y tan introducida en la lógica del sistema como pudiera parecer; esto lo veo cotidianamente, con lo cual no soy dramáticamente pesimista.H


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Pequeño manual de uso del lenguaje inclusivo CSI Feminismu

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s dejamos unas estrategias que os sirvan en el día a día de la actividad sindical, para hacer escritos o discursos orales, para hablar en una reunión o charla, para presentar instancias o escritos a alguna institución... Es una pequeña introducción y tenéis a vuestra disposición en los locales del sindicato cuadernillos prácticos. También os podéis poner en contacto con el área de feminismo (muyeresenlluchacsi@gmail. com) y os ayudaremos con las dudas o con lo que tengáis que hacer. Lo primero que tenemos que hacer es plantearnos que si como CSI somos feministas, anticapitalistas, antibelicistas, laicistas, antimperialistas, antirracistas…, si decimos creer en la igualdad y en los derechos de las personas y de los pueblos, nuestros discursos tanto escritos como orales no pueden ser producto del mismo sistema patriarcalcapitalista contra el que decimos luchar. Seamos coherentes con nuestros discursos y principios y que nuestras palabras colectivas como organización sirvan de verdad para cambiar la sociedad. •Evitar el uso de barras, guiones, arroba, letra x y asterisco; hay recursos más eficaces en el idioma y con la práctica nos saldrán solos. •Usar dobles formas: evitar poner todo en masculino y luego poner el femenino como un mero añadido. Alternar femenino/masculino, masculino/ femenino. En caso de duda recurrir al orden alfabético (según este orden, las precedería a los, etc.): delegada y delegado, delegados y delegadas… •Utilizar genéricos, palabras colectivas y abstractas: el público, el pueblo, la gente, la afilia-

ción, el vecindario/la vecindad, la infancia, el personal, la clientela, el alumnado, el profesorado, la juventud, el desempleo, la precariedad, la plantilla, la población, la militancia, la judicatura, la clase obrera, asesoría, portavocía, jefatura, secretaría, dirección, redacción, representación, presidencia, inspección, la ciencia, la justicia, militancia, la responsabilidad... •Usar la palabra personas como cien por cien inclusivo. •Evitar utilizar la palabra hombre(s) y niño(s) como universal. Utilizar términos como personas, ser humano, la humanidad, la especie humana, o redactar de manera que evites el uso de la palabra hombre, utilizando, por ejemplo, el verbo en primera o en tercera persona del plural o la forma impersonal se. •Evita utilizar el masculino como universal: *el usuario, los trabajadores, los compañeros… > las personas usuarias, las personas trabajadoras, las compañeras y los compañeros… •Evitar los vacíos léxicos (palabras y expresiones sólo atribuibles a un género): *caballerosidad > amabilidad, cortesía; *instinto maternal > afecto, apego, amor por…; *el hombre de la casa/ama de casa > la(s)

persona(s) co/responsable(s) de la casa y los cuidados… •Evitar los pares incorrectos o duales aparentes (aquellos que tienen significados diferentes según el género al que se refieren y que, en femenino, vuelven a servir para descalificar): *atrevido > osado, valiente; *atrevida > insolente, mal educada… •Utilizar expresiones neutras despersonalizadas: con la colaboración de…, redactado por…, os damos la bienvenida… •Utilizar el femenino en titulaciones, cargos y profesiones: jueza, concejala, presidenta, médica, doctora, música, crítica, técnica… •Evitar el uso de el, los, aquel, aquellos + que con sentido general. Puede sustituirse por quien, quienes, las personas que…: quienes convocan la mani, quienes echan horas, la reunión es abierta a quien venga, quienes trabajan en… •Utilizar la voz pasiva refleja (se + verbo) o una perífrasis verbal, por ejemplo: *los afiliados debatirán este punto > este punto será debatido… •Evitar el uso de los cuantificadores indefinidos masculinos como universal: *todos, muchos, algunos, pocos, ninguno > unos y otras, unas y otros, todas las personas, cada... y

cada..., la mayoría, muchas personas, un gran número de personas, una minoría, pocas personas, un reducido, pequeño número de personas, algunas personas, alguien, nadie… •El lenguaje inclusivo administrativo o formal: cuando tenemos que preparar un escrito para presentar utilizar formulas neutras > nombre y apellidos, domicilio, solicitante, atención a la ciudadanía… •En caso de que tengamos que redactar documentos escritos, cuando el documento es abierto y no sabemos a quién va dirigido o va dirigido a un colectivo mixto, además de todas las estrategias vistas aquí, podemos optar por las barras, los paréntesis, los guiones o por un abstracto: Jefatura de Servicio, Dirección, Compañeras/ Compañeros… •Fuera la palabra normal: podemos sustituirla por habitual. Normal significa lo que entra dentro de la norma impuesta, de unas etiquetas que discriminan. Las personas somos diversas y debemos tener los mismos derechos. Esperamos que este pequeño manual os ayude y que entre quienes formamos parte de la CSI vayamos mejorando cada día.H


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A vueltas con el impuesto de sucesiones en Asturies Luis Miguel González López

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ace unos meses se dio en Asturies y Andalucía una auténtica batalla en torno a una de las figuras fiscales más controvertidas del país. Una guerra sucia colmada de mentiras, medias verdades y propaganda por parte de los principales medios de comunicación y de los partidos y organizaciones de la derecha. Una guerra en la que, por desgracia, hubo mucha gente que se equivocó de trinchera. Ahora, pasada ya esa guerra, se me presenta la oportunidad de describir, de forma sosegada, cómo funciona y en qué consiste el impuesto. Una de las principales razones para someter las herencias a gravamen es que suponen uno de los principales mecanismos de transmisión de las desigualdades sociales en las sociedades modernas. Suponen una desigualdad de cuna y atentan contra la igualdad de oportunidades. Además, también suponen un enriquecimiento sin esfuerzo impropio de sociedades que priman el mérito y el esfuerzo. Así ha sido defendido por numerosos fiscalistas y profesionales de la hacienda pública. Según Musgrave (fue un economista conocido por sus contribuciones a la teoría de la hacienda pública y también prestó sus servicios en la Reserva Federal de EE. UU.), «desde el momento en que la transmisión de riqueza a través de las herencias es uno de los principales factores que influyen en la concentración de la misma, los impuestos sucesorios se convierten en un instrumento particularmente adecuado para modificar la distribución de la riqueza». Según Fuentes Quintana (fue uno de los economistas españoles de la segunda mitad del siglo XX que tuvo mayor influencia

Titulares de la prensa asturiana durante la polémica del impuesto de sucesiones.

académica y social, ministro en el Gobierno de Suárez), «los impuestos sucesorios constituyen un medio para limitar el derecho de una persona a adquirir riqueza sin su propio esfuerzo». Según Jesús Félix García de Pablos (Tribunal EconómicoAdministrativo Central), «las herencias constituyen una de las principales causas de las actuales desigualdades en la distribución de la renta y la riqueza. Tal es, de hecho, la razón por la que en la mayoría de países los impuestos sucesorios cuentan con una tarifa progresiva y tipos marginales elevados». Según Reyes Pascual Serrano y Francisco Jesús Paniagua Soto (Manual de Hacienda Pública II. Teoría de los Ingresos Públicos) «las herencias implican una obtención de riqueza sin esfuerzo alguno por lo que no pocos expertos fiscales opinan que deberían soportar una significativa carga fiscal si se pretende que parte de ella se redistribuya entre los miembros de la sociedad». Según el profesor Vicenç Navarro (profesor de políticas públicas de la Universidad John Hopkins

en Baltimore, EE. UU.), «la congelación de las pensiones, por ejemplo, con la que se intenta un ahorro de 1.500 millones de euros, se podría haber ahorrado si no se hubiera reducido el impuesto de sucesiones que mermó en 2.552 millones a las arcas del Estado» («Sí que hay alternativas», Público, 16 de agosto de 2012). ¿Qué significa el impuesto de sucesiones? El impuesto de sucesiones y donaciones (ISD) es un impuesto directo, es personal porque lo paga la persona que recibe un flujo de renta lucrativa, es subjetivo porque tiene en cuenta las características personales de quien lo recibe, es instantáneo porque se paga en el momento de recibir ese flujo de renta y es progresivo porque a medida que recibes más renta mayor es el porcentaje a pagar. El economista francés Thomas Piketty, en su conocida obra El capital en el siglo XXI, demuestra que las diferencias de patrimonio están volviendo a las situaciones de desigualdad que había hace dos siglos. Ade-

más, también demuestra que una gran parte de ese aumento de las desigualdades en la riqueza se deben concretamente a un mecanismo de transmisión. Las herencias. Este impuesto grava las transmisiones de bienes mortis causa (sucesiones) y las inter vivos (donaciones). La parte más controvertida ha sido la de sucesiones. Tal ha sido la avalancha de falsas informaciones volcada en los medios que muchas personas han pensado que el impuesto puede sumir en la pobreza a las denominadas clases medias. Aunque es un impuesto estatal, hace años que se cedió su gestión, recaudación y parte de su regulación a las comunidades autónomas. Entre las regulaciones que se cedieron estaban la de los tipos de gravamen y las deducciones, lo que en la práctica se tradujo en que se produjera una competencia fiscal a la baja entre comunidades autónomas y la generalización de bonificaciones al 99 % para las herencias por línea directa (de padres a hijos). Las comunidades donde el impuesto es más alto son An-


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dalucía y Asturies. Pero a pesar de ello cuentan con mínimos exentos. En el caso de Asturies, el mínimo exento a partir de este año (tras una infame reforma aprobada en la Junta General) es de 300.000 euros por heredero. Además de esta importante reducción también se establecen reducciones de hasta el 99 % para la vivienda habitual y de hasta el 99 % para la empresa familiar. Además de una serie de novedosas reducciones para la creación, ampliación y transmisión de empresas por personas sin grado de parentesco. Si en Asturies hay una reducción para los primeros 300.000 euros por heredero eso significa que una familia formada por madre y padre con dos hijos podría transmitir 1,2 millones de euros sin pagar un solo euro por el impuesto. Esto se debe a que tras el fallecimiento de uno de los padres se disolvería la sociedad de gananciales y el 50 % se transmitiría a los hijos pudiéndose aplicar cada uno de ellos la reducción de 300.000 euros. Posteriormente cuando falleciese el otro progenitor se transmitiría el restante 50% aplicándose de nuevo las respectivas reducciones. De esta manera, se transmitiría por completo el patrimonio familiar. Ahora lo que toca es saber si un patrimonio de 1,2 millones de euros es representativo de las familias del país. Cuando se inició la guerra a cuenta del ISD, una de las primeras cosas que hice fue informarme de la realidad de las familias en el país. Para ello recurrí al Informe Financiero de las Familias que publica el Banco de España (EFF del BdE). En este informe se nos dice que el patrimonio medio de las familias es de 250.000 euros. Pero también en este mismo informe se nos dice que esta media es poco representativa. Esto es así porque dentro de la muestra hay algunas familias con patrimonios tan altos que elevan mucho la media haciéndola poco representativa. Por esto mismo recomiendan usar la mediana para saber cuál es el patrimonio más representativo de las familias del país. El valor de

Manifestación contra el impuesto de sucesiones celebrada el 2 de marzo del 2017 en Uviéu.

la mediana es de 119.000 euros. Para aquellos que no estén familiarizados con la estadística, solo hay que decir que la mediana es el valor que parte en dos una distribución. Esto quiere decir que la mitad de las familias del país tienen menos de 119.000 euros de patrimonio. Además si observamos el patrimonio medio del 25 % de las familias más pobres, observamos que su patrimonio medio es negativo, lo cual nos revela que para un gran parte de las familias el ISD es un impuesto que no van a tener que pagar nunca, por desgracia para ellas. También según la EFF del BdE, desde 2008 la media y la mediana de todos los deciles de patrimonio de las familias se ha reducido, excepto para las familias del decil superior. Para estas familias, aunque su riqueza mediana se ha reducido desde 2008, su riqueza media ha aumentado desde 2011. Esta curiosidad estadística se debe a que las familias más ricas de entre las más ricas han aumentado su patrimonio desde 2011; por eso, aunque baje la mediana, la media aumenta. El porqué de la alarma mediática Entonces, si el patrimonio más representativo de las familias es de 119.000 euros y el impuesto exime de su pago a familias de hasta 1,2 millones de euros, ¿cómo es posible que el descontento hacia este impuesto se convirtiese en un asunto de emergencia nacional en tan poco tiempo y tan rápidamente?

Una primera respuesta a esto se debe a que mucha gente confunde este impuesto con otro que también se suele pagar en el caso de recibir una herencia. El impuesto sobre el incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana, conocido popularmente como la plusvalía, es un impuesto municipal que grava la transmisión de inmuebles urbanos. Una segunda razón se puede deber a que hay personas que han podido pagar por una herencia por línea indirecta (entre hermanos, de tíos a sobrinos…), donde apenas hay mínimos exentos (y se paga igual en todas las comunidades autónomas), y se piensen que en una herencia por línea directa funciona igual. Una tercera razón es que hayan sido influidos por la campaña de desinformación y mentiras vertidas desde la derecha mediática y política. La situación económica que atravesamos ha hecho que muchas personas hayan tenido que salir adelante gracias al colchón familiar, lo que las hace susceptibles de ser influidas por la campaña de desinformación en los medios. Una cuarta razón es que vayan a recibir herencias superiores a los mínimos exentos y no les haga gracia aportar un porcentaje de esa herencia a las arcas públicas con las que se pagan unos servicios públicos que no usan. Sea por la razón que sea, la realidad es que hasta el año 2016 el porcentaje de personas que pagaban el impuesto apenas llegaba

al 5 % de aquellas que liquidaban el impuesto por línea directa, y apenas al 15% de los que liquidaban por línea indirecta. De entre el 5 % de las declaraciones por ISD que pagaban hasta el año pasado, el importe medio de la herencia era de 205.191 euros. Y el porcentaje de impuestos que pagaban era del 7,62 %. Infierno fiscal, se atreve a decir la derecha. La recaudación por el ISD en el año 2015 fue de 139 millones de euros, importe modesto si se lo compara con el presupuesto de Asturies, pero tremendamente justo porque incrementa la progresividad fiscal del sistema tributario asturiano ya que hace pagar a aquellas personas con mayor capacidad contributiva (excepto algunos casos en los que se paga por línea indirecta). La reciente reforma del ISD aprobada este año, al incrementar el mínimo exento (hasta 1,2 millones de euros para una familia con dos hijos) y ampliar las deducciones para empresas, hará que se reduzca drásticamente la recaudación, lo que conllevará o una reducción del gasto público o el incremento de otros impuestos indirectos, que no discriminan en función de la riqueza y que todos pagamos por igual. A partir de este año los ricos heredarán más barato; los pobres lo pagaremos caro.H Luis Miguel González López es miembro de Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC)


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Falo Marcos: «En Croacia se dan agresiones de la policía a refugiados y no se está haciendo nada» Pedro Menéndez

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ara mucha gente es la voz y el alma de Radio Kras, pero la trayectoria de Falo Marcos (Mieres, 1966) trasciende las ondas de la radio libre gijonesa de referencia. En los últimos años, su vocación de observador se ha dirigido a la situación de las personas refugiadas. Y lo ha hecho desde el terreno: Grecia, Melilla, Serbia… Ahora toca contarlo, levantar acta de lo que está pasando. Lo hace habitualmente en https:// marabayukras.wordpress.com/ y hoy también aquí, en Contracorriente. ¿Por qué decides ir a Serbia? Cuando empecé a pensar en volver a viajar a zonas donde estaban refugiados, tanto por gente de allí con la que hablé como por la información que iba llegando de pequeñas organizaciones, en ese momento había más necesidad de apoyo en Serbia. Había pocos recursos y se comentaba que, en un primer momento, el apoyo era más necesario en Belgrado, donde había unas 1.500 personas en lo que se llamó las barracas, unos edificios abandonados en una zona céntrica, donde habían pasado el invierno bastantes personas, sobre todo afganas y pakistanís. Mi idea era ir allí para apoyar las barracas, pero las desalojaron dos o tres semanas antes de que yo viajara. Llevaron a mucha gente a los campos, pero en cualquier caso seguía habiendo necesidad de apoyar. Los medios de comunicación describen en Serbia y en otros países del Este unas sociedades y unos gobiernos conservadores, con tendencias y medidas racistas. ¿Notaste diferencia respecto a gobiernos occidentales como España que también suspenden en la acogida de personas refugiadas?

Falo Marcos.

Es un poco complejo. Las cifras oficiales hablan de 8.000, pero se calcula que en Serbia hay entre 10.000 u 11.000 personas en busca de refugio. Decir que otros países están haciendo más que los que tienen 11.000 o 62.000, como en Grecia, cuando aquí en dos años con el programa de reubicación hemos acogido a unos 1.500… No creo que los países supuestamente más desarrollados puedan presumir de una gran labor. Luego las situaciones a las que se enfrentan estos países guardan similitud en el trato a los refugiados, lo que es la política oficial. Tanto en Grecia como en Serbia, los campos están en sitios alejados de las poblaciones, donde se oculta esa realidad; están en condiciones lamentables, que en el caso de Grecia fueron mejorando, pero teniendo en cuenta que hay gente que lleva atrapada más de un año. En Serbia la gente no sabe muy bien hacia dónde va y vuelve a estar atrapada en otro país, cuando su intención es seguir el viaje. Es el proceso de la mayoría: la entrada desde Turquía por Grecia y de ahí a Macedonia,

Serbia hacia Croacia, Austria, Alemania u otros países. Las políticas de atención, subvencionadas por la UE, suponen una cantidad de dinero que desconozco, pero del que probablemente se esté beneficiando gente de esos países. Esa inversión no se refleja en la atención adecuada, más bien todo lo contrario. Y sí, los gobiernos están incumpliendo los derechos de libre circulación, el derecho de asilo, incluso hay campos de refugiados en Serbia que son cerrados y en teoría deben ser abiertos, deberían poder salir, hacer alguna compra. Incluso en la zona donde estuve se les impedía subir a determinados transportes públicos por el hecho de ser refugiados. Mencionas la atención. Cuando volviste de Grecia, en alguna de las charlas diferenciabas entre los campos gubernamentales y los gestionados por algunas oenegés… ¿Has visto esas diferencias en Serbia? En Serbia solo entré en un campo, la mayor parte del tiempo estuve en Šid, en la frontera con Croacia, colaborando con la No

name kitchen, una pequeña organización que atendía necesidades de alimentación de gente tirada en la calle. En esa frontera había un grupo de unas 200 personas; vivían escondidas en los bosques, en los maizales, para intentar cruzar a Croacia. Intentaban habilitar una zona, un edificio abandonado, para tener mejores condiciones de vida, pero justo cuando me vine los desalojaron. Se llevaron a unas 80 personas a un campo cerrado, aunque fue llegando otra gente. En Serbia hay un organismo, el Comisariat, que se encarga de los campos, pero por lo que percibí y hablé con gente que sí trabajaba dentro hacían falta muchas cosas: a nivel alimenticio había organizaciones que apoyaban porque la comida era muy mala; la atención médica, en campos de 2.000 personas, era muy escasa… Una familia con niños menores tal vez tenía posibilidades de estar en una zona con más comodidades, pero los jóvenes que viajaban solos estaban hacinados, durmiendo dos en una litera de 70 centímetros de ancho. Las condiciones de los


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campos, lo comentábamos allí, era como si pretendiesen que la gente se fuera, bien para su país o a otro lugar. Y eso después de haber estado viajado durante meses. Tienes la experiencia de Grecia, de Serbia, y por el medio un año… ¿Notaste diferencias, para mejor o peor, o los escenarios eran similares? Hay diferencias para peor en cuanto a que en Serbia hay menos infraestructura. En Grecia, tanto en Atenas como en Tesalónica, a raíz de Idomeni y su repercusión pública, mucha gente se movilizó y sigue movilizándose. Este verano ha llegado más gente a colaborar con pequeñas organizaciones y proyectos, y eso favorece que haya mejores condiciones. Pero el caso de Serbia creo que es muy poco conocido, y una de las cosas que yo ya denuncié y de la que seguimos pendientes es la situación de violencia que sufre la gente en Croacia tras pasar la frontera. Cruzarla en esa zona es más o menos sencillo, no hay valla ni excesivos controles, pero sí los hay ya en los pueblos. En Croacia la policía los coge, los mete en furgones, en la mayoría de los casos les pega una paliza y los devuelve a Serbia. Se están documentando esas agresiones y es algo que está sucediendo, que tengamos constancia, desde el mes de abril. Y no se está haciendo nada, sigue pasando. Incluso hace semanas me comunicaban que la Policía detenía a los grupos que veían acercarse a las oficinas de asesoramiento para el asilo en Croacia; detenciones sin identificación, en muchos casos hay menores de edad… Y lo dicho: puñetazos, patadas, porras, a veces usan pistolas táser… Es una situación inadmisible para cualquier país y en este caso para un país miembro de la UE, como es Croacia. Seguimos en la UE. También recientemente viajaste a Melilla. ¿Es una situación distinta a lo que viste en Grecia y Serbia? Lo de Croacia recuerda a las devoluciones en caliente de Ceuta y Melilla…

Señales de los maltratos a los refugiados.

Son situaciones distintas aunque también tienen similitudes, incluso hay quien sostiene que la política fronteriza española en Ceuta y Melilla sirvió de modelo para países europeos que hasta ahora no habían afrontado esta situación. En Melilla hay distintas realidades; una es la de los niños de la calle, menores marroquíes que entran con cierta facilidad y que pretenden llegar a la península. Están acogidos supuestamente en centros, el más grande es el de La Purísima, pero muchos no quieren estar ahí; denuncian situaciones de maltrato, que no se soluciona el trámite burocrático…, incluso la propia defensora del pueblo ha publicado informes en los que denuncia que los menores pasan dos o tres años en un centro sin gestionarse sus permisos de residencia. Su paso a la península pasa por colarse en camiones o en barcos, lo que ellos llaman el risky; encontré esa similitud en Serbia con el game, el juego del gato y el ratón al pasar la frontera, y en Melilla los propios niños dicen «esta noche voy a hacer risky», el riesgo. Los menores también denuncian que cuando la Guardia Civil les pilla en el puerto reciben golpes, patadas, porrazos.

Esa es una de las realidades, pero Melilla tiene más, tiene la valla. Los inmigrantes, sobre todo subsaharianos, que están intentando entrar en la ciudad a través de los saltos u otras estrategias. Pude acercarme hasta el Gurugú, que ellos llaman el infierno, donde viven en condiciones lamentables y donde la Policía y el Ejército marroquíes hacen redadas, destruyen lo poco que tienen, tiran las pocas chabolas construidas. Apenas hay comida, apenas agua… Es una situación terrible. Y hay una tercera realidad, la de los porteadores y porteadoras, una imagen prácticamente de esclavitud: ese control policial, todos en fila, que nadie se mueva, al que lo haga, porrazo, y arriesgándose por tres o cuatro euros el viaje a cargar con 80 kilos de material. A Serbia fuiste como voluntario. ¿A Melilla fuiste como observador, como periodista? Sí, fui a conocer la realidad porque me parecía importante. Cuando empiezas a fijarte en lo que está pasando en otros sitios, a veces tienes cosas más cerca, y además donde tu propio Gobierno tiene responsabilidad. Me surgió la posibilidad de estar en

contacto con gente que está trabajando en la zona, como José Palazón, de la asociación Prodein, o como Harraga, un grupo de educadoras que denuncia la situación de los menores y que tienen una respuesta por parte de la administración melillense muy dura: lo hemos visto con el cartel que se le retiró a Harraga en Xixón. Si alguien a mil kilómetros, desde Melilla, tiene la fuerza para que un ayuntamiento pueda retirar eso, imagina una ciudad de 80.000 habitantes, donde cualquiera que se salga un poco de la regla es acosado. No se responde a lo que se denuncia, que es la situación de los menores; se responde atacando a quien hace esa denuncia. Mencionas el caso de Harraga, pero también está el de la periodista Helena Maleno, amenazada… En Asturies, un colectivo femenino de Ultraboys ha defendido públicamente el slogan de Refugiados no bienvenidos. ¿Toca hacer autocrítica de nuestra sociedad, después de tanto tiempo diciendo que iba por delante de las instituciones? Es un debate muy interesante. Es difícil cuantificar cuánto racis-


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mo hay en la sociedad en la que vivimos, pero sí queda la sensación de que tiene una tendencia fácil a ser racista, lo percibimos en cualquier situación en la que están implicadas personas de otros países o de otras etnias, y con los atentados yihadistas hay una respuesta mucho mayor. No me sorprende que grupos neonazis o fascistas aprovechen ahora, porque es lo que llevan diciendo todo el tiempo… Pero sí parece que públicamente se atreven más… Claro, aprovechan la coyuntura para que su mensaje llegue más lejos. Es fácil que haya parte de la sociedad que lo asuma. Y, en ese sentido, por eso un grupo de personas y colectivos lanzamos aquí la campaña Acoyer ye natural… Igual que hace dos años hubo una reacción social a partir de la foto de Aylan, sabemos que hay un repunte, pero también que eso va bajando a no ser que detrás haya algo más de trabajo. Respecto a esa campaña de Acoyer ye natural, que empezasteis en abril, ¿qué balance hacéis? Estamos muy satisfechos de cómo funcionó en esos meses, hasta finales de junio, cuando hicimos la manifestación, tanto las actividades realizadas como la gente que se sumó, con 40 organizaciones y personas a título individual. Ahora lo estamos retomando, es un asunto que no hay que dejar de lado. Veremos ahora, en septiembre, qué va a pasar con el cumplimiento del plazo de acogida por parte del Gobierno. Y en octubre está el premio Princesa de la Concordia a la UE, algo que nos parece sumamente grave, y pretendemos seguir trabajando en esa línea de sensibilización y conciencia-

«Hay gente acogiendo refugiados de manera oculta porque no puedes ir contando que cometes ilegalidades»

ción, y de que las administraciones también se impliquen más, porque hay una cierta tendencia a hacer declaraciones y compromisos institucionales muy ambiguos, pero luego no se concretan en la realidad. Los últimos datos hablaban de que en Asturies dentro del programa había 61 o 65 personas acogidas, cuando hace dos años se dijo que había capacidad para acoger a 400. No sabemos cuánto exigió la Administración autonómica para que solo llegaran 65 y no más. O el propio Ayuntamiento de Xixón, con el caso mencionado de Harraga: en cuanto alguien protestó contra un cartel que denuncia la situación de menores migrantes lo primero que hizo es ordenar quitar el cartel. Falta la implicación de las administraciones contra el racismo, la xenofobia y la integración real. El Gobierno incumple, y por mucho, el plazo para acoger a las casi 18.000 personas comprometidas [la entrevista se hizo a principios de septiembre, antes de conocer los datos definitivos]. ¿Qué te parecen las fórmulas adoptadas por las administraciones? El balance es bastante pobre. Cuando se dieron esas cifras, desde un primer momento muchas organizaciones señalaron que el planteamiento les parecía insuficiente. Turquía tiene casi 3 millones de refugiados; Líbano, millón y medio…; el porcentaje que tenemos en Europa no significa nada. Parece bastante hipócrita por parte del Gobierno central alegar dificultades de no se sabe muy bien qué tipo. Hablamos de unas 70.000 personas atrapadas a las puertas de Europa, un número asumible por la UE. No es un problema de números sino de voluntad política. ¿Y de dinero? Lo hubo, por ejemplo, para pagar a Turquía. Tampoco de dinero. Precisamente el dinero se utiliza para mantener las fronteras cerradas, para reforzar todo el sistema político fronterizo, para pagar a los países que hacen de guardianes. Vuelvo a decir, es una política

que España lleva haciendo con Marruecos desde hace muchos años y que ahora se aplica en otras zonas y a otros niveles. ¿Y esa vía para la que no se abrió un marco legal, y que fue polémica por las declaraciones del ministro Fernández Díaz? Dijo: «Que me den una dirección y les enviamos a esa pobre gente». Había personas y colectivos dispuestos a llevarlo a cabo… Y me gustaría decir que sí hay gente que está acogiendo refugiados, a título individual, aunque de una manera más oculta porque no puedes ir contando que cometes ilegalidades, pero hay casos donde se apoyó a las personas para que pudieran llegar a sitios y donde se les está acogiendo, en nuestro país y en otros lugares de Europa. La solidaridad en este caso funciona, igual que cuando viajas a otros países y hay situaciones en las que tienes que poner por delante o la legalidad o la dignidad de las personas; muchas de las cosas que se hacen pueden rozar la legalidad, pero es más importante apoyar a las personas en busca de refugio que cumplir determinadas leyes absurdas.

Acabamos con los protagonistas, a su pesar, de esta situación. De lo que has podido hablar con personas refugiadas en Grecia, en Melilla, en Serbia, en Asturies…, si tuvieras que hacer un resumen de todas las conversaciones, ¿con qué te quedarías? Me quedo por un lado con que no entienden nada, no entienden cómo se puede tratar de esa manera a gente que está huyendo de guerras, del Estado Islámico, de violencia y conflictos…Porque la concepción y la imagen que tienen de Europa es la de una sociedad desarrollada, en la que existe la solidaridad y el apoyo, y sin embargo se encuentran atrapados en sitios que muchos de ellos no saben ni colocar en el mapa. Y por otro lado, les sorprende el hecho de que se desconozca tanto su situación. Tanto en Grecia como en Serbia o en Croacia mucha gente lo que pedía es que se conociera, que se sacaran los colores a las autoridades y a los responsables de su situación. Era su reivindicación: que vivieran así y no se supiera y no pasara nada… Y hay que seguir haciendo esa labor de denuncia.H


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¡Valió d'autónomes falses! CSI

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iguimos cola campaña de visibilización, denunciando a les empreses y presionando a les instituciones pa que tomen partíu. El 8 de setiembre, dientro d'esa campaña, Valio d'Autónomes Falses participó, representando a la CSI, na manifestación de la esquierda soberanista asturiana Lluches vieyes pa un país nuevu entamada por Lluchando pola Soberanía. La campaña Valío d'Autónomos Falsos qu'entamó la CSI nació de forma cásique espontánea, siendo nada más qu'un reflexu de les condiciones de trabayu que sufre anguaño la clas trabayadora asturiana y qu'alcancen con esta figura nueva de l'autónoma falsa'l cume de la esplotación y robu de derechos llaborales. Queda patente que se pue denunciar y ganar a les empreses qu'actuen fuera del marcu llegal con esti tipu de contratos fraudulentos. Nesi sentíu, el 31 de mayu celebróse'l xuiciu contra Seralab (Llaboratoriu d'análisis clínicos) enmarcáu dientro de la campaña Valió d'Autónomes

Falses que tamos desendolcando na CSI. La nuestra compañera denunciaba a la empresa reclamando la diferencia salarial que-y correspondiera, depués de qu'Inspección de Trabayu y Seguridá Social confirmara la so condición d'autónoma falsa. Esiste yá sentencia en firme, frente a la demanda formulada pola compañera, na que se condena a la empresa al pagu de la cantidá de 696,99 euros.

Con esti son trés los xuicios favorables a les trabayadores dende qu'entamemos cola campaña va menos d'un añu. Estos fechos confirmen la importancia de denunciar esti fraude, cada vegada más habitual estos díes. Esperamos que seya un emburrión pa siguir visibilizando esti problema y que valga tamién p'animar a trabayadores que puedan tar nuna situación asemeyada a venir al sindicatu

por información o sofitu. Porque xuntes vamos ser quién a salir d'una situación de precariedá absoluta como ye la d'autónoma falsa, reclamando los derechos que nos correspuenden como trabayadores. Amás, queda patente que se pue denunciar y ganar a les empreses qu'actuen fuera del marcu llegal con esti tipu de contratos fraudulentos. Infórmate y reclama los tos derechos.H


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El expolio de las inmatriculaciones de la Iglesia católica Andrés Valentín y José María Rosell

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as inmatriculaciones son primeras inscripciones de bienes inmuebles en el Registro de la Propiedad. Pero, sobre todo, son procedimientos franquistas que han permitido a la Iglesia católica apropiarse de miles de bienes de valor incalculable. La reforma de la Ley Hipotecaria de 1946 y su Reglamento de 1947 equiparaban a la Iglesia católica con una administración pública y a los obispos con notarios. Un obispo decía: Inmatriculo este bien porque yo mismo certifico que esto es mío porque me pertenece desde tiempo inmemorial en pacífica posesión. Con eso bastaba. Además, todo ello se hacía en la más absoluta opacidad. Hace unos diez años se empiezan a detectar y denunciar estas privatizaciones de bienes de dominio público. La primera batalla de esta lucha consiste en conocer el volumen y detalle de lo inmatriculado. Hace unos meses, en una entrevista en la SER, Fernando Jiménez Barriocanal, responsable de asuntos económicos de la Conferencia Episcopal, reconoció entre 30.000 y 40.000 inmatriculaciones. Mucho nos tememos que se refiera a los que fueron inmatriculados después de 1998. Esto nos puede dar una idea del volumen, pero hay que añadir el valor de esos bienes. ¿Cuánto valen la Mezquita de Córdoba, la Giralda de Sevilla, docenas de catedrales, miles de iglesias y ermitas...? La Iglesia ha inmatriculado también casas del cura, cementerios, prados, viñas, montes, calles, frontones... La voracidad no ha tenido límites. Nos encontramos, por tanto, ante un escándalo monumental, ante la apropiación inmobiliaria más importante que ha conocido este país.

El soporte legal El artículo 206 de la Ley Hipotecaria reformada por Decreto en 1946 (franquista, por supuesto) equiparó la Iglesia católica al propio Estado para inmatricular bienes. El artículo 304 del Reglamento Hipotecario establece que las certificaciones requeridas para la inmatriculación de bienes por la Iglesia católica serán expedidas por los obispos respectivos. El artículo 5.4 excluye expresamente de la inmatriculación los «templos destinados al culto católico». No obstante, durante estos años, de forma directa o encubierta, se inmatricularon bienes destinados al culto. En coherencia con el artículo 16.3 de la Constitución española («ninguna confesión tendrá carácter estatal») y de su disposición derogatoria tercera («Así mismo quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta Constitución»), esos privilegios de la Iglesia Católica debieran haberse considerado inconstitucionales, pero ningún Gobier-

no promovió la inconstitucionalidad del artículo 206 de la Ley Hipotecaria. El Real Decreto 1867/1998 del Gobierno de Aznar suprime el art. 5.4 del Reglamento Hipotecario que impedía inmatricular los lugares de culto, lo que viene a regularizar ilegalidades que la Iglesia venía cometiendo. La Reforma de la Ley Hipotecaria de 2015 excluye a la Iglesia del procedimiento de inmatriculación de 1946 debido a la presión social, mediática y judicial (una sentencia de 2014 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ya se había pronunciado en contra). El problema es que queda bendecido todo el expolio realizado. Otra sentencia posterior del Tribunal Europeo condena al Estado español a indemnizar a la Sociedad Anónima de Ucieza con 615.000 euros. Sus criterios son de obligado cumplimiento para los poderes públicos españoles. No se trata de un acto aislado, dice la sentencia, sino de una «violación continuada y masiva» de los derechos garan-

tizados por la Convención Europea de los Derechos Humanos. La respuesta A principios de 2007, se descubre por casualidad la inmatriculación de la parroquia de Santa María de Tafalla. El 4 de mayo de ese año, se constituye la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro y se inicia una fuerte campaña de movilización en la que juegan un papel protagonista las administraciones locales. A principios de 2008 se consigue la relación de los 1.087 bienes que han sido inmatriculados entre 1998 y 2007. En 2009 se publica Escándalo monumental, obra referencial en materia de inmatriculaciones. Por esas fechas, salta a la palestra la inmatriculación de la Mezquita de Córdoba, que, por la importancia emblemática del edificio, aporta un eco mediático mundial. Desde entonces se multiplican las iniciativas que en el Congreso, parlamentos autonómicos y muchos ayuntamientos, tratan de averiguar la magnitud de lo inmatriculado en su ámbito.


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En muchos lugares se constituyen plataformas que tratan de recuperar los bienes inmatriculados y en 2016 se constituye la Coordinadora estatal por la recuperación del patrimonio inmatriculado por la Iglesia católica, Recuperando. Conscientes de la vía jurídica abierta por el Tribunal de Estrasburgo, la coordinadora Recuperando presentó el 9 de febrero de 2017 en el Congreso de los Diputados una iniciativa para exigir la creación de una comisión que determine el procedimiento más adecuado para restaurar la «legalidad conculcada por esta violación continuada y masiva de los derechos humanos mediante las inmatriculaciones». El futuro El futuro requiere, tal como se recoge en el documento fundacio-

nal de Recuperando, impulsar la constitución de plataformas abiertas e inclusivas y reforzar su coordinación y colaboración. Por otra parte, Recuperando, en su iniciativa en el Congreso, pidió recabar del Registro de la Propiedad las notas simples de los bienes inmatriculados por la Iglesia. Algo similar se está haciendo en varios parlamentos autonómicos y en muchos ayuntamientos. La Proposición no de Ley (PNL) presentada por el PSOE y la respuesta del Gobierno del PP excluyen de esa demanda todo lo inmatriculado antes de 1998, que posiblemente sea la inmensa mayoría. Por otro lado, hay razones para sospechar que PP y PSOE estarían de acuerdo en no cuestionar las inmatriculaciones de bienes dedicados al culto. Las de bienes no dedica-

dos al culto realizadas después de 1998 pueden ser impugnadas judicialmente, como apunta la respuesta del Gobierno a la PNL. En resumen, las inmatriculaciones anteriores a 1998 y las posteriores de bienes dedicados al culto quedarían bendecidas. El resto, a los tribunales. Habrá que actuar con rapidez y contundencia para que este panorama no se consolide. Hace unos meses, se constituyó el Grupo Inmatriculaciones Asturias para intentar avanzar en el conocimiento y recuperación de los bienes que nos habían sido arrebatados (a la ciudadanía en general, dado que en su mayoría se trata de bienes públicos y comunales) de manera ilegítima. Fue tras la celebración de unas jornadas organizadas en febrero por Asturias Laica en las que se abordó este tema.

Hasta el momento se han desarrollado varias actuaciones: charlas divulgativas, elaboración de un modelo de Petición al Parlamento Asturiano para conocer el listado de bienes inmatriculados, recogida de firmas presenciales y vía Change.org para apoyar la Petición anterior, mesas informativas en la calle... Nuestros proyectos para el futuro están orientados siempre a revertir la situación y que la ciudadanía, los pueblos, los municipios puedan recuperar aquello que les ha sido arrebatado de manera ilegítima mediante este expolio perpetrado por la Iglesia católica.H Andrés Valentín es miembro de la Plataforma Navarra Recuperación del Patrimonio y de la Coordinadora estatal Recuperando. José María Rosell es miembro del Grupo Inmatriculaciones Asturias.

Buscando a Santiago Maldonado CSI-Internacionalistes

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era y ye un mozu artesanu porteñu (provincia de Buenos Aires, Arxentina) que viaxó (y ta bien lloñe) a solidarizase cola comunidá mapuche Lof Cushamen nuna protesta de l’agrupación Resistencia Ancestral Mapuche. El conflictu ye vieyu y deriva de l’apropiación de tierres pola multimillonaria Benetton. Agora amás ún de los lonkos (líderes) mapuche ta presu y Chile pide la so estradicción. Facundo Jones Huala, sicasí, yá lu xulgaren pola mesma causa y declarárenslu llibre y inocente. La resistencia mapuche, les protestes, les acampaes, los cortes de caminos, les reclamaciones, son bien heroiques, difíciles, aislaes nun territoriu pergrande y con un clima belixerante de racismu onde, amás de la Policía, actúen los estancieros, qu’obliguen a los sos trabayadores a tornar o pegar a los mapuche. D’ehí’l valor añedíu de la solidaridá a cuerpu de San-

tiago. El 1 d’agosto llegó otra represión de la xendarmería y, en mediu de los golpes, a Santiago desapaeciéronlu. Los testimonios más directos son los de la propia comunidá, qu’aseguró siempre l’autoría de la xendarmería. Después llegó’l xaréu institucional y parllamentariu de la ministra, que negaba, y l’escándalu internacional y miles de movilizaciones en tol munduo: ¿ónde ta Santiago Maldonado? La repercusión de la desapaición forzada de Santiago tien que ver cola historia de criminalidá militar n’Arxentina, que col Gobiernu nuevu de Macri ta siendo revisada, cuestionando los 30.000 desapaecíos de la dictadura militar, y intentando lliberar a dellos de los militares xenocides que condenaren munchos años depués del golpe d’Estáu. La CSI fixere un pasacáis en Xixón pola mor del robu de tierres por Benetton, con alredor d’un millón d’hectárees procedentes de la usurpación territo-

rial a los mapuches. Too indica qu’esta empresa nun ye ayena a l’acción del Gobiernu, considerada crime d’Estáu, na desapaición de Santiago. El Comité contra la Desapaición Forzada de Naciones Uníes instó a les autoridaes arxentines a adoptar «inmediatamente» les «midíes urxentes que seyan ne-

cesaries pa buscar y localizar» a Santiago Maldonado. Sicasí, nel Congresu español, PP, Ciudadanos y PSOE opunxéronse a una declaración institucional sobre esta desapaición presentada’l 30 d’agostu, Día Internacional de los Desapaecíos. A Santiago lleváronlu vivu y vivu lu reclamamos.H


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LLIBROS Y MÚSICA La historia de una familia revolucionaria, de Antonio Gramsci Jr. Se trata de un ensayo de divulgación sobre la historia de la familia Schucht-Gramsci escrito por el nieto de Antonio Gramsci con buen pulso narrativo y con un tono casi novelesco. Antonio Gramsci fue el gran filósofo italiano del siglo XX, fundador del PCI y uno de los pensadores actualmente más reivindicados por la izquierda europea. Gramsci Junior recuerda que en la Unión Soviética de su adolescencia la figura de su abuelo se honraba más por haber sido un mártir del fascismo italiano que por haber sido un gran político y pensador. Con este ensayo pretende llenar un vacío que en todas las biografías de Gramsci existía sobre la familia de Giulia Schucht, camarada soviética y esposa de Antonio y madre de sus dos hijos. En el libro está siempre presente la sombra y la vida del abuelo del autor, un aristócrata ruso que renunció a sus privilegios de clase para unirse a la Revolución bolchevique, pero es, sobre todo, un libro en el que a partir de la historia de la familia Schucht —nexo entre

Gramsci y la Rusia revolucionaria—, se reconstruye la historia de la Rusia de los siglos XIX y XX. A través de la genealogía de la familia Schucht se recorren las fases históricas del imperio zarista, de su declive, del nacimiento de la Revolución de Octubre y de las varias fases de la Unión Soviética hasta su caída en 1991. Antonio Gramsci Jr. no sabía apenas nada de su abuelo. Un viaje a Italia y la visita a los lugares de la memoria gramsciana le reconciliaron con sus fantasmas. La recopilación de los múltiples documentos y el recuerdo de viejas historias, que de niño espiaba en las conversaciones de los adultos, le permitieron descubrir quién fue Antonio Gramsci, mientras por el camino fue también descubriendo la historia de los Schucht, la familia de su abuela Giulia. La vida de Gramsci y de los Schucht se cruzaron como se entrecruzan sus historias en este libro, que dialogan para reconstruir su memoria compartida y para presentar a Gramsci a través de la mirada de su familia política. H

Hoja de Lata, 2017.

Cerquina,, de Felpeyu El grupu Felpeyu, una de les mayores referencies del folk asturianu, cumplió ya más de 25 años. Pa celebrar tantu tiempu de conciertos, depués de cinco discos al llombu y, sobre manera, muncha música asturiana, la banda sacó un trabayu discográficu nuevu baxo’l nome de Cerquina. Ta compuestu por 12 temes: seis cantaos escritos por Felpeyu y Boni Pérez, y seis instrumentales, que faen un recorríu pelos ritmos más comunes de la tradición asturiana: pasucáis, muñeres, saltones, xotes, dances y alboraes. Pa celebrar los 25 años, la banda quixo espublizar pela primer vez na so historia en formatu vinilu, y pa ello entamaron un micropatrociniu, que recibió una gran acoyida y en pocos díes yá algamaren l'oxetivu, con cantidá d’aportaciones, llegando a recaudar perres de más que la banda invirtió na grabación d’un videoclip del cantar

«Escaecimientu», compuestu basándose nel cantar popular «Axuntábense». Les fontes musicales de les que bebe esti grupu son estremaes: cancioneros de música popular, partitures y manuscritos de música coral harmonizada de cantares populares, archivos sonoros de grupos d’investigación etnográfica, la música popular que ta nel ámbitu diariu y, a la fin, los arranchos propios con un oldéu a estructures y ritmos tradicionales. Dende Felpeyu consideren el proyectu como un espaciu de divulgación de la nuestra música, el de tola sociedá asturiana, pa la que va dirixíu’l so trabayu y del que ye depositaria. Considérense un elementu más del procesu de recuperación y dignificación de la cultura d’Asturies. El grupu yá presentó'l so trabayu dientro’l festival Arcu Atlánticu y empezó a defendelu enriba los escenarios.H

Tierra Discos, 2017.

Revista Contracorriente.CSI


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LA NUESA XENTE

Xuan González X uan González ye trabayador nos Fornos Altos de Xixón pa la multinacional ArcelorMittal y representa a los trabayadores como delegáu sindical, amás de ser miembru de la Executiva de la CSI.

¿Cómo llegues a la CSI y por qué? Empezé a trabayar nos Fornos Altos nel 2001 nuna contrata y pasé internalizáu p’Arcelor nel 2006. Tres del conveniu firmáu nel 2013, que foi una perda de derechos xabaz, borréme del sindicatu onde taba y pasé pa la CSI, como muncha otra xente. Aparte de la historia del sindicatu como referente de llucha obrera, n’Arcelormittal teníemos a veteranos de la CSI que nos acoyeron estupendamente y son exemplu pa la xente nuevo de la sección. Tovía tenemos muncho qu’aprender d’ellos. D’ehí surdió un grupín curiosu que pasemos a la coordinadora de la sección sindical. Al tiempu medremos nos comités y agora trabayamos pa dir camudando les coses na fábrica. Toi mui arguyosu del trabayu que fai la nuestra xente nos comités, sacando coses alantre. ¿Qué visión tienes en cuanto al compromisu y la situación actual d’inmovilismu xeneralizáu? Quexámonos muncho de la sociedá actual, pero nun podemos ceganos y echar les culpes siempre al inmovilismu de la xente. Eso dase porque’l capitalismu lleva munchos años trabayando p’algamar esta situación d’apatía: tien un poder enorme p’aplicar los sos métodos de llimpieza de cerebros y un control tremendu sobre les nuestres vides pa que la comodidá, el mieu, el desinterés y l’egoísmu ganen, de momentu, la batalla a la solidaridá y l’inconformismu. Hai que facer un análisis de la situación y estudiar que métodos son meyores pa enfrentase a ella. Ser intelixentes p’acompañar la llucha na cai, que ye la base de la llucha obrera, con estratexes afa-

yadices. Recuperar l’enfotu de la xente nos sindicatos, rotu poles mentires y corrupciones de les centrales sindicales más grandes, ye perimportante. La xente tien que dase cuenta de qu’hai sindicatos como CSI que lluchen polos sos derechos y que s’enfrenten a quien faiga falta pa defendelos. Namás los que nun deban favores a les empreses y nun tengan atadures con partíos políticos o instituciones pueden facer la presión necesaria pa camudar les coses. Los que te conocen saben del to compromisu col asturianu. ¿Cómo ves esti asuntu dientro’l sindicatu? La llucha contra l’aculturización del país ye una de les trincheres principales contra’l Mercáu, que quier a tol mundu igual pa tratanos como mercancía. Un sindicatu de clas y sociopolíticu, como ye la CSI, tien que tener eso mui claro. La globalización económica quier acabar coles cultures, les llingües, los pueblos… Una de les cuestiones poles qu’acabé afiliándome foi’l respetu que dende va años amuesa’l sindicatu pol asturianu. Hai tovía munchu camín qu’andar, pero pue dicise que na CSI l’asturianu ye cuasi llingua oficial, y eso ye importante, porque

tamos falando de los derechos civiles de les persones asturfalantes y esos son innegociables. ¿Cuála ye la situación llaboral na Fabricona? Afrontamos años mui decisivos. Tenemos encima un plan de productividá que vien a facer desapaecer unos quinientos y picu puestos de trabayu directos d’equí al 2020. Vamos hacia más precarización: menos xente va facer el mesmu trabayu ayudao por unes implantaciones tecnolóxiques que nin la empresa sabe si van furrular… Ante esto, parte de la plantiya reacciona con cierta indiferencia. Depués d’años de sindicalismu clientelar, muncha xente tien la sensación de que poco pueden facer pa frenar el plan. El trabayu de la sección sindical de CSI ye perimportante nesi sen, pa tratar de convencer a la xente de la fábrica y de fuera d’ella de que les posibilidaes qu’hai de frenalu impliquen lluchar de manera global contra un plan que va producir más paru y miseria nun país como Asturies onde’l paru xuvenil y la precarización del trabayu yá son pergrandes. Nun fai falta dicir cómo ayuden a la precarización el númberu tan altu d’hores estra, más de 200.000 al añu, que da

vergüenza, o l’usu indiscrimináu de la cesión illegal de trabayadores, pasando puestos de la fábrica a xente de contrates mui profesional, pero con sueldos más baxos y peores contratos. ¿Y la situación sindical nuna empresa tan controlada polos sindicatos del réxime y les sos redes clientelares? Ye complicada. Tenemos un mundu onde cuasi too se mueve por intereses personales y los comités d’Arcelormittal nun son una escepción. La empresa y parte de los comités usen l’escesu de burocracia y les conversaciones per detrás pa frenar negociaciones, pa imponer los criterios empresariales, p’aparar cualquier avance. Un exemplu: comisiones que teníen que tar en funcionamientu dende va meses, como son la d’Igualdá o la de Mediu Ambiente, importantísimes non solo pa la xente de la fábrica sinón pa la sociedá en xeneral, tán ensin formar tovía y nun paez que vaigan salir alantre d’equí a poco. Tócanos presionar lo más posible p’ameyorar la situación de la plantiya y denunciar les males práctiques, tanto empresariales como sindicales, lo que llega a ser complicao. Pero nun vamos danos.H


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