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Claves del AVE entre Huelva y Sevilla
El levantamiento de una vía de alta velocidad requiere de un nuevo camino recto que rompería el ecosistema natural, afectando a fauna, flora y cauces de agua
El proyecto del tren de alta velocidad que une Huelva y Sevilla se encuentra pausado después del resultado del último informe medioambiental, y aún no hay consenso para su construcción.
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El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana reporta que la media de vehículos que transitan por la autovía A-49 entre Huelva y Sevilla es de 34.000 personas entre semana. Este volumen de desplazamientos se debe, entre otros, a temas laborales, compras, turismo o visitas a familiares. Para realizar este trayecto existen dos alternativas al vehículo convencional: el tren y el autobús directo, que tarda en hacer el recorrido una hora y quince minutos, incluso hasta dos horas si para en los pueblos.
Según el coordinador de la plataforma de defensa del Ferrocarril de la CGT (Confederación General del Trabajo), Juan Ramón Ferrandis, el importe aproximado de cada kilómetro de la línea de alta velocidad entre ambas ciudades andaluzas sería de entre 20 y 50 millones de euros.
Con esta inversión de dinero se podrían elaborar líneas de altas prestaciones del ferrocarril convencional, mejorando la comunicación y facilitando el transporte de mercancías y pasajeros entre las localidades.
Atraso en las obras
La construcción de una Línea de Alta Velocidad (LAV) Sevilla-Huelva fue propuesta en 2018. A día de hoy, sigue sin existir. El atraso de las obras se debe a diversos motivos y la notable suma de dinero que supone, estando su rentabilidad asociada al aumento de la velocidad y la reducción del tiempo por trayecto. Esta línea estaría destinada a circular a 350 kilómetros por hora. Sin embargo, Ferrandis asegura que no es viable alcanzar esta velocidad con la distancia que hay entre las dos ciudades andaluzas, siendo la media posible de 180 kilómetros por hora.

Organizaciones ecologistas, como ADENA y WWF, se oponen a la ejecución del proyecto porque afecta al ecosistema natural
Según Ferrandis, el AVE no es una solución sostenible ni rentable. Organizaciones ecologistas como ADENA y WWF se han pronunciado en contra del proyecto. Indican que la construcción de la infraestructura obliga a grandes desmontes del terreno, trincheras y taludes, además del desvío de cauces de agua.
El Gobierno confirmó a mediados de junio de 2022 que la tramitación de la DIA, Declaración del Impacto Ambiental, se encontraba a la espera de la respuesta a un requerimiento realizado por la Junta de Andalucía sobre la afectación del proyecto AVE al lince ibérico, al plan de recuperación de aves esteparias y a las marismas del Odiel, según notifica Ferrandis.
Por su parte, Diego Rodríguez Toribio, trabajador desde 1983 en ADIF, la antigua RENFE, comenta que “la construcción del AVE no es señal de progreso, dado que trae consigo problemas rurales, una involución del turismo y una degradación del ecosistema”. Añade que esta importante inversión estaría justificada para cohesionar poblaciones de más de 500 mil habitantes, ya que hay suficientes viajeros. Para ser competitivos, los tiempos deben ser similares a los de un trayecto en automóvil. Para ello, es necesaria una mayor vertebración del territorio, sin embargo, el proyecto que se plantea de un AVE lo dejaría desvertebrado. El único beneficio que traería la línea de alta velocidad es un ahorro de 10 minutos, lo que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana considera como “reducción muy significativa del tiempo de viaje”.
Una única vía de tren
Sólo hay una vía, por tanto, un tren tiene que esperar en la estación la llegada de otro para poder hacer el cruce. Esto deriva en una pérdida de tiempo, que los horarios no sean adecuados y, en consecuencia, se transporte menos mercancía, explica Rodríguez Toribio.
Desde CGT han planteado que el dinero sea destinado a reformar las líneas ya establecidas, para mejorar el tiempo que se tarda en llegar de una ciudad a otra, del mismo modo que a reforzar el aparejamiento del ferrocarril.
Ferrandis propone la modernización de una línea doble electrificada con un sistema de bloqueo ERTMS o ASFA, que mantendría una velocidad de 120 o incluso 140 kilómetros por hora con paradas en todas las localidades donde se hace actualmente y con ello lograr la conexión ferroviaria idónea que necesita Huelva.

Una reapertura hacia PORTUGAL
Rodríguez Toribio, de ADIF, plantea que sería interesante conectar Huelva con Portugal por medio de la reapertura de la línea de Ayamonte, cerrada hace más de treinta años por la falta de mantenimiento y la escasa afluencia de pasajeros, y la construcción de un puente hasta tierras lusas.
Portugal se beneficiaría de la combinación de una línea AVE con otra convencional. Rodríguez explica que habría que hacer un cambio de ejes, al considerar que el ancho de vías no es el mismo en ambos países. Hoy en día, parte del trazado que conectaba con Ayamonte está protegido como parque natural, por lo que también habría que reformar el trayecto.
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