Las Palabras y los Cuerpos IX-Elementales_compres

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T A L E S

E L E M E N

Las Palabras y los Cuerpos IX

AUTORAS

ANGÉLICA GOZÁLEZ

NATALIA ANCHEITA

ELIZABETH ROSAS

CLARISSA MORENO

ANGÉLICA LEÓN

ISSIS YOLOTZIN ALVARADO SÁNCHEZ

COMPILACIÓN ROCÍO CASTRO

Taller Corporalidades y Creación Literaria

Somos

Las Palabras y los Cuerpos IX Elementales

ELEMENTALES

Rocío Castro

Compiladora, responsable de edición, cuidado del texto, diseño, portada y contraportada.

Ilustraciones de portada e interiores diseñadas e intervenidas por Rocío Castro y Angélica González (a través de Freepik y Pixabay).

Fotografías personales de las autoras.

AUTORAS

- Clarissa Moreno- Angélica González- Natalia Ancheinta- Issis Yolotzin Alvarado Sánchez- Angélica León- Elizabeth Rosas- Rocío Castro -

Edición digital terminada 22 de oviembre de 2024

©Taller Coporalidades y Creación Literaria

Impartido por Rocío Castro

laspalabrasyloscuerpos@gmail com

Taller Corporalidades y Creación Literaria corporalidades crealiteraria

PRÓLOGO EL MURMULLO DE LAS DIOSAS ROCÍO

CASTRO

Escribo anochecida. Hoy he de saberme tierra-lluvia y viento galopante que arrasa con todo a su paso. Que me quiebra, que se quiebra. He escuchado gritos y llanto, tanto llanto, tanto amor, tanto y tanto de Tierra Madre adolorida, de Madre Tierra generosa. Diosa oculta entre la hierba y la sal. El murmullo de las Diosas viene con el viento. Me han mostrado la tristeza del agua, ellas están hechas de la misma fórmula, por eso contienen al mar eterno dentro de una lagrima. Ellas saben los secretos del aire que lo mismo mueve a una hoja, a tu cabello enroscado frente a alba o a un pueblo entero. Descifran su rumor y entienden porque estamos hechas del mismo halo cuando respiramos a bocanadas junto a otros labios amorosos.

Se han posado etéreamente, como mariposas negras aleteando entre árboles inmensos, me han enseñado la furia del fuego: esa rabia que te defiende cuando vas como niña Loba por las calles, esa llamarada que se enciende entre enjambres de deseos.

Las Diosas Benevolentes están hechas de Barro, de Fuego, de Agua y de Viento. A veces cuando tenemos suerte se posan entre nuestros dedos y nos abren los ojos suavemente, nos regalan el aroma del incienso y polvo de estrellas para hacer un poema, un rayo de sol para deletrear el infinito. A veces nos sueltan un poquito entre adioses, para aprender a mirar-nos, a cuidar-nos, a florecer-nos, pero siempre están ahí, siempre cerca, para conjurar juntas a la luna, para regalarnos sueños con buenos augurios y escribir estas letras anochecidas.

Corteza de valles, luces y matorrales

Mujer de barro, de raíces y cabellos azules

Diosa de la piedad, la vida, de la ternura y la crueldad

Llevas en tus entrañas, la génesis de la humanidad, eres de pieles rojizas al amanecer y de inhóspitos azules de los pasos de la luna.

Eres suelo de muerte y ciclos de vida

por cada huella de tus amantes

Mujer de barro, navegante siempre presente en amaneceres violetas

Besos de musgo en cada árbol de frondosa ternura

Lágrimas celestes en cada criatura herida, por el recelo de quienes extrañan la libertad de la naturaleza.

Angélica González

Circuitos de esencia de lavanda

Ojos de avellana, mujer solar entre lunares cósmicos. Entregas en micelios los suspiros de la bondad.

La vida te ha olvidado y, por consecuencia, la crueldad gobierna.

La humanidad lleva en el pecho la huella de tu dolor.

Mujer de barro, renacerás en cada ser y entre cortezas harás nido.

El río llevará tus anhelos y romperás las montañas ante la libertad.

Tus besos se repartirán por toda la biósfera.

Cubrirás con tus abrazos la desdicha y tu suelo pondrá alto a las guerras. Tendrás que destruirte en nombre de la vida.

De tus huesos se descompondrá la semilla

De los órganos resplandecerá la génesis de los sueños

Y entre el barro, alguien soñará a una mujer, De esa mujer se soñará la libertad.

A LA DERIVA

No beberé de tu boca una vez más

Ni recorrerás con tu sed mi piel

Volverás a la frontera entre lo amado y lo odiado

Nunca más marcaré de saliva tu espalda

No volverás a dejar la huella húmeda de tus besos en mí estómago

Retornarás a ser objeto perdido, amor sin sitio

Me privaré de probar la salinidad de tu frente

No salpicarás con tus manías mi drama corporal

Desandarás al mar en tiempos de tormenta.

Ya no observaré cómo conviertes en humedad desiertos

Tú sed no saciaré en mis valles lunares

Te convertirás en extraño, fragmento de lo olvidado

Desertarás de ser aventurero de mis ríos.

Renunciaré a tus perlas, perderé mi tesoro marítimo.

Te encaminarás al faro, en búsqueda de lo perdido.

Desistirás de vivir mis cambios de corriente en la luna llena.

No viviré para verte aguantar la sed en las puestas de sol. Serás naufrago, sin brújula por horizontes sombríos.

Te quedarás como humedad en mis paredes

Huella de un tsunami de caricias

Serás moho entre estaciones

Filtración de sal en tu pecho, erosión en mi piel, de un tiempo de felicidad y dolor.

No navego más mares. Navego lágrimas entre otoños

Nunca sabrás qué criatura habita las profundidades de los mares.

No seremos agua del mismo mar. Ni veremos crecer ecosistemas fuera de gravedad.

ANGÉLICA GONZÁLEZ

FUEGO DE FUGA

En grados de fuego, el clamor de una

Diosa hierve.

Hierba de luz, fogata de deseo

Profeta de la llama, vestigio de ceniza.

Plegarias que queman, que al quemarse se aman.

Quemadura de los dioses, calor de los pies hasta el cabello.

Tu piel segrega fuego en cenizas volcánicas.

Diosa que cuando se nombra, marcas el cuerpo

Sagrada tu piel, tus huellas, tu calor, tú olor

Amar es quemarse.

Ser tu ceniza, ser tu calor

Del acero sagrado de tu piel, del carbón de tus ojos, de tus besos en combustión

Térmica de la ternura, aliento de calidez, interior solar.

Tocarte entre lo prohibido y el dolor.

Fricción corporal, caníbal de la fogata entre tus piernas. Osar llamarte, lengua incendiada Has fogata en mi corazón.

Incendia el hielo de mis pasos olvidados.

Cadenciosa plegaria ante las velas. Derrite con tu mirada mis espejos.

A(brasa) mi soledad.

Quema el miedo en las noches.

Ayúdame a respirar siendo volcán.

SAHUMERIO

Viento nocturno toca mi ventana en luna llena

Con voces extrañas dice mi nombre

Mi corazón se acelera y mi deseo se expande.

Trae a mi centro el aroma olvidado de un anhelo de vida

ANGÉLICA GONZÁLEZ

Me llama a danzar, salir de mi cuerpo y ofrecer mi animalidad.

Bajo la luna, comienza la melodía de los vientos

Me siento hierba, que con un chispazo pasa de la forma a la acción

Olfateo su dulzura, que entra en mi sistema y evoca un sentimiento místico

Es como si algo ancestral orquestara el ritmo de mi pulso.

Comienza el feroz anhelo del incienso, envuelve mis cabellos en aromas fragantes

La electricidad recorre mi espina dorsal, en reflejo, mis pies descalzos transitan del frío al calor

Mi desnudez se declara ante luces carmesí, la piel se desprende de los huesos y mi aliento exorciza los ecos de mi cabeza.

Me siento mística, bruja y hechicera entre sahumerios

Una melodía explora el oído entre el humo y la hierba.

Adormece el deber, marea el anhelo y sobreexcita mi ternura

ANGÉLICA GONZÁLEZ

Danza mi lengua en la boca, gritos corporales me empujan al movimiento.

Enloquecido mi cuerpo es dominado por los vientos

Sus caricias estafan a mis sentidos, murmuran una historia sepultada.

Dono mi farsa humanidad a las risas de mis amantes en el viento

En la danza, mi cuerpo se mueve cual cometa, es destrozada en humo mis debilidades.

Penetra mi cuerpo, de algún modo siento que he vivido libre en otro tiempo, en otra piel y otro corazón

Ya no quiero ser más yo, no quiero ser más lo esperado, lo anhelado y lo que amaste

Quiero ser lo bestial, la oscuridad, lo que se esconde debajo de las verdades, lo que hay después del ‘cómo sí’, quiero ser más de lo que alguna vez me dijeron que podía ser

Quiero ser el eco de tu silencio.

ECO, SANGRE Y RAÍZ

Tengo la voz de mis ancestras, he respirado la crueldad de nacer bajo el signo de las olvidadas.

Eco, sangre y raíz

La voz es humo que respiran los desdichados.

Escucha el tierno eco de los malditos, que depositan en mi útero el encargo de la vida y la muerte.

Eco, sangre y raíz

La tierra desliza la piel, y el viento lleva mensajes de amor, de ternura y olvido.

Hace falta respirar para encender la vela.

Velar a los ancestros con el humo de nuestra piel.

¡Sí! Mis huesos han sido humo.

Mi voz, prestada por quiénes hablan a través de mí.

Soy el eco de mi historia, soy el eco de la muerte y retorno de la vida en cada ciclo lunar.

Me coloco silenciosa, sigilosa y oscura en la tierra.

Me absorbe la raíz, el viento guía mis manos.

Me vuelvo árbol, gusano, materia en el vapor.

Así como inhalé vida, expiro lo último de mi paso por la tierra.

ANGÉLICA GONZÁLEZ

ANGÉLICA GONZÁLEZ

UN CONJURO PARA UNA PÉRDIDA

Abre tus manos a la gloria del Sol, de fuego las manos encienden la dulzura de tus ojos y el coraje de tu verdad.

Bebe tus sueños y convierte en océano el veneno de tus angustias

Imploro a los espíritus del agua, el fuego, el aire y la tierra, que me conjure en luz. me repliegue en manantiales, me respire en sabiduría y me sepulte en las flagrantes rosas del jardín del Eros

Conjuro tu silencio en barcos de papel

Nombro a los cuatro puntos cardinales

Que el Norte te haga decir mi nombre, que el este canibalice tu palabra en mi lengua, que el oeste rompa las ventanas en tus inviernos que el sur, caliente tus manos y me desee en mágica desnudez. Que una rosa de los vientos, se convierta en la espina de tu corazón

Conjuré tu nombre ante el espejo

Doné nuestros últimos besos a la gravedad

Ofrendé tus caricias al elixir del saber.

Sacrifiqué tus promesas para recuperar mi voz

Ofrecí tu sudor para revivir el pájaro de mi pecho

Regalé parte de tu carne a mis propios sueños.

Del dolor de mis venas recorre la virtud de mi ser

¡Bendita la sal de mis cabellos!

Bendice la luna a mis pies y besa el sol mi vientre de anhelo

Conjura en besos la suerte de la pérdida y ama renaciendo en la oscuridad

Al fuego, ofrendo tu recuerdo, al aire, ofrezco tu aroma, a la tierra, obsequio las huellas de tu piel, al agua, sacrifico tus últimos besos

DESPEDIDA

Natalia Ancheita

Seda líquida que prepara mis entrañas para darte la bienvenida

tus brazos envuelven mi cabeza mientras nuestros cuerpos entrelazados bailan entre sudor y saliva.

Me enredo en tu cabello y me pierdo en tu húmeda boca mientras mi lengua juega en tu cuello

Te mojas en mí

En tanto la sangre se agolpa en nuestros vientres encuentran un ritmo desenfrenado y acompasado.

Cuando al fin llega la calma recuesto mi cabeza en tu amada espalda y lluevo en ella de norte a sur

FRÍO

Afanosa busco el fuego que se escapó por mi vientre no lo encuentro, intento encenderlo con las brasas que dejaste en la herida de mi costado izquierdo pero agoniza ante el frío de tu adiós tan anunciado.

Corro a mi cama, tal vez ahí está escondido, moribundo, pero nada. Es un rincón gélido dónde antes ardía en llamaradas tal vez te lo llevaste y suspendida con apenas aire espero que mi corazón vuelva a incendiarse.

NATALIA ANCHEITA

Te observo frente al fuego en la cocina haciendo alquimia mientras danzas entre sartenes y cebollas, con el dorso de tu mano quitas un mechón de tus canas rizadas de tu frente y sonríes amorosa, solidaría, ardiente y combativa como el fuego de la hornilla

No sé bien si aún tengo hambre pues me satisfaces con pruebas de comida e historias tan tuyas, me pides la sal y continúas viendo hervir tus cazuelas Mientras tanto lames un poco de azúcar que quedó en tus labios al probar la mezcla de tu pan antes de ir al horno

No sé si lo sepas, pero el fuego de tu cocina entibia la casa Y envuelve los corazones de esta tu tribu de estos a quienes has dado vida, tu vida.

DESAHOGO

Soy lágrima salada como una reminiscencia del mar donde comienza todo. Surco tu mejilla tibia, libre cargando el rastro de tu dolor no contado el más febril, el más profundo

Tus ilusiones viajan en la pequeña gota que surge de tus estrellados ojos caigo a tu garganta donde le doy voz a tu promesa

ENRAIZADA

Mi piel se eriza y reconozco su pronta llegada comienza como una brisa que se enreda en mi cabello rizado y pone en alerta a mi nuca juega con mi falda y me envuelve toda

De a poco arrecía y la suave brisa se transforma en un viento portentoso que invade mis pulmones que se roba mi mente.

Me balancea como vara de bambú, pero no me quiebra enraizada en lo profundo resisto sus demandas y así de pronto su alarido calla volviendo la tranquila brisa a besar mi frente antes de partir bailando hasta nuestro nuevo encuentro.

NATALIA ANCHEITA

LIBERACIÓN

Con el corazón desgarrado y la inocencia pérdida conjuro a la lluvia para que borre todo rastro de sus manos en mi cuerpo

Le pido al viento que se lleve las memorias hasta perderlas en su andar A ti tierra poderosa, te pido abras tus entrañas y me permitas entrar para consumirme en tu fuego piadoso, así mis cenizas se dispersarán lejos de su partida

ROSARIO

Me contaste que sueña, no está. Imagina, no es.

Parece inalcanzable como la profunda raíz del viejo roble hermosa como las azaleas que perfuman las mañanas y adornan la tierra del jardín de la terraza y la ves partir.

Misteriosa danzando descalza sobre el suelo húmedo por la lluvia.

NATALIA ANCHEITA

CORAZÓN FLORIDO

Parada frente al espejo llega el tic tac del reloj observo mi reflejo y cada tic me da una arruga cada tac una cana.

El incesante tic tac me enseña mi vientre abultado y mis senos otrora margaritas ahora marchitas mas de pronto se cuela un ¡PUM! ¡PUM! fuerte y cadente

tibio, envuelto en violetas, amapolas y peonias que crecieron en las cicatrices de mi atemporal corazón.

No envejece en este cuerpo maduro vibra cual veinteañero

¿será que cumplirá todos sus años de golpe el día que la muerte bese mis labios?

AGUA.

YO NO SOY LA ASESINA

ISSIS YOLOTZIN ALVARADO SÁNCHEZ

La gente piensa que soy una ballena, pero en realidad soy más como un delfín.

Tengo afilados dientes que uso para depredar a los pequeños ballenatos, tiñendo de carmín litros y litros de aguas oceánicas.

Vestidas de elegantes smokings, mis familiares y yo, buceamos, surfeamos, pescamos, generamos nuevas olas y cantamos

Nuestras abuelas nos enseñan a cazar para sobrevivir, acercándonos a las orillas de las playas sin encallar o bien dándole de coletazos a los cardúmenes. Enseñamos a las más jóvenes a convivir con otras especies, jugueteando con focas leones marinos o pingüinos. Ante esta información ¿tú dirías que somos malvadas? Yo diría, incomprendidas

Incomprendidas por “ellos”, esos mamíferos bípedos que se creen en la cima de la evolución y osan en llamarme asesina.

¿Acaso soy yo la que mata a las de su especie por creerse superior?

¿Soy yo, la envalentonada, violento mujeres, niños y niñas? ¿La que he formado un sistema injusto que atenta hacia todas las formas de vida?

¿Soy yo la que contamina ecosistemas enteros, ríos, lagos y mares? ¿Soy yo la cazo sin control, ni piedad, saqueando a la naturaleza solo para demostrar con lo que tienes que eres el más poderoso? ¿Soy yo la que encierra a inocentes organismos en casas de cristal enloqueciéndolos solo para su deleite?

No señor, nos somos nosotras las asesinas Mírate al espejo, en el reflejo lo encontrarás.

Yo solo soy una orca.

AGUA.

LA CONTRADICCIÓN DE LOS MAMÍFEROS

La Vía, lleva mi nombre

Broto de los senos voluminosos de una madre nueva

Nutro a las crías de los mamíferos. Vinculándolos con aquella que las parió.

En mi blanquitud llevo protección y nutrición a esas pequeñas criaturas que empiezan la vida

Soy tan influyente que yo y las glándulas que me producen definimos toda una clase: Mammalia

La humanidad romantiza el amamantar. Sin embargo, mi secreción puede estar acompañada de dolor, de pezones sangrantes y reclamos sociales que algunas humanas, deben soportar

Si, soy vida y nutrición e incluso he formado galaxias ¿Por qué las humanas y sus cachorros son enviadas a la privacidad de los baños a vincularse a través de mí?

Issis Yolotzin

EL CONJURO DE LA RESIGNACIÓN

Llevo en este mundo 40 años, 11 meses, 354 días, 10 horas, 50 minutos, 35 segundos

Mi primer pensamiento suicida lo tuve a los 7 años, acostada en mi cama, con los ojos llenos de lágrimas y mirando al techo.

Llevo casi 34 años deseando la muerte Una muerte, que, a 11 días de cumplir mis 41 años, no ha llegado Ante su demora y mi poca valentía para ir a su encuentro, hoy hago este conjuro como resignación a la vida

En esta noche cálida a la orilla del mar, cubierta en la obscuridad de la luna nueva, imploro a los 4 elementos me escuchen y atiendan mis plegarias:

Tierra, sé mi norte Bríndame enraizamiento Dame la seguridad y la fuerza de unos pies que tienen el derecho de habitar este mundo De plantarme sin titubeos en la vida De reconocer que mi hogar soy yo Aire. El este. Que, en tu susurro, mi voz descubra sus pensamientos y los comparta con prudencia y sabiduría. Otórgame la libertar para mostrarle al mundo la mujer que soy, sin miedo, sin vergüenza

Fuego del sur Devuélvele la energía a este corazón ígneo para latir La pasión por la vida y el coraje para vivirla Déjame develar la mujer cálida que soy y transmuta el miedo que tengo a amar Agua. El oeste. Permíteme fluir y confiar en la vida, teniendo la seguridad en que tengo las habilidades, y el derecho, de vivirla a pesar de sus huracanes, tormentas y días soleados

Tierra Aire Fuego Agua Norte Este Sur Oeste Que estas súplicas lleguen hasta ustedes, permítanme a partir de mis 41 años, no seguir sufriendo la vida hasta que la muerte venga por mí

MUJER-AIRE

Voz-libertad

Viento que enuncias quien soy

Que en los susurros revelas mis deseos y placeres.

Y en el silencio ocultas mis pensamientos.

Voz-viento

Brisa que transportas partículas de mi esencia a quien me escucha

Ráfagas se carcajadas que mueven las hojas de la tristeza ante el disfrute

Vendaval que agita el oleaje de mi rabia ante una injusticia.

Issis Yolotzin

RABIA CONTRA EL SILENCIO

shh...

Guarda el secreto

shh...

Nadie que creerá shh

Tomo tu cuerpo

shhh

Cómo ofrenda a mi masculinidad

shh

Ahora eres mía

shh

Nadie te querrá

shh...

Marcada como puta

shh...

De ahora en adelante la vergüenza llevarás

¡¡¡SHHHH!!!

No le creas mi niña

¡¡¡SHHHH!!!

La basura es él

¡¡¡SHHHH!!!

Sus caricias no te definen

¡¡¡SHHHH!!!

Tu no le vas a pertenecer

¡¡¡SHHHH!!!

Yo te voy a proteger

shhh

¡¡¡SHHHH!!!

Fernando es tu nombre

¡¡¡SHHHH!!!

Y violador tu definición.

¡¡¡SHHHH!!!

El que guardará silencio eres tú

¡¡¡SHHHH!!!

Te devuelvo la vergüenza.

shh…

¡¡¡SHHHH!!!

Ya no habrá más shh.

Mi voz rabiosa te delatará.

Azul la palabra es azul, puede calmar o angustiar

Una ola que acompaña, serenidad o tormenta en el rostro que admiras en la caricia que anhelas

Si sientes que pierdes la calma entre el dolor de los recuerdos, espero que el azul te consuele es menester tomar un respiro para regresar al viento, para ver al cielo y al mar

ANGÉLICA LEÓN

En la vela encontré la muerte y la vida. durante los bautizos y quizá en los velorios.

Postrado estaba mi padre a la cama y yo en la orilla del mar, intentando ahogar este duelo. Han pasado años, y persiste.

En la vela que regalas a tus muertos y la que te acompaña en tu vida (sea lo que sea la vida, sea lo que sea la muerte), observa a suspiros porque el hastío es la vida y la muerte su contemplación.

EL ORIGEN DE LA VIDA

ELIZABETH ROSAS

La tierra se formó dentro de una gran ventosa, ahora mismo nos encontramos dentro de una gran esfera que nos permite sentir arraigo Pero antes, cuando apenas éramos un experimento, se cuenta, que dos niños estaban jugando a hacer pasteles con lodo, con agua y tierra moldeaban figuras con sus manos Un día encontraron un elemento esférico y pusieron allí dentro los elementos separados, la tierra y el agua Olvidaron por un periodo el experimento y notaron que durante ese tiempo no había sucedido nada La tierra seguía seca y sin vida, sin ningún cambio y el agua estoica, no tenía movimiento.

Se desesperaron y agitaron la ventosa de tal manera que un tercer elemento se coló abruptamente Fue entonces como en el experimento, se coló en una ráfaga de viento, ésta ingresó a la gran ventosa abriendo caminos Separando la tierra, moviendo las aguas y propiciando ciclos constantes del agua en movimiento, ahora con cierta fuerza el agua baja y humedece la tierra, con precisión se mueve y dispersa lo fértil. Así el viento sin ser un elemento visible (como si se tratara del aliento en las palabras), dirige juntas la tierra y el agua

Ambas generan caminos, se nutren y encuentran conexiones exactas de movimientos alquímicos que destellan y generan la vida de formas e inigualables maneras. Así entonces, es como comenzó la diversidad de la vida en esta gran ventosa que llamamos madre tierra. La misma de quien hemos tomado ejemplo las personas, por eso la vida se gesta dentro de una gran ventosa esférica llena de agua y conexiones de arraigo a la madre, siempre debe estar oxigenada con el aliento de las palabras que brindan la seguridad ante la vida, la fuerza para crecer y el arraigo para permanecer.

Mamá, no olvides entonces, que el arraigo a la vida es el aliento de tus palabras y el impulso es fuerza con la que las dices, con ellas propicias los movimientos de tu gran creación Ninguna palabra que venga de ti es deshabitada

CLARISSA MORENO

EL RIO GRANDE DE LA MAGDALENA

¿y hasta cuando cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?

– Le preguntó.

Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía 50 y 3 años, 7 meses y 11 días con sus noches.

-Toda la vida- dijo

Gabriel García Marquez

Entiendo mi desembocadura

es un idilio bellísimo

en el que toco todas mis vertebras a la espera de tu regreso

Tu sal me limita

Resiste la magnificencia de mi nutrir

Soy todas las formas terrenales y en ti se desenvuelven mil abismos incognoscibles.

Y, sin embargo, la sola idea de asirnos me mantiene en este baile hacía tu precipicio

Un sólo instante, nuestra muerte aislada, la de este pequeño encuentro de una vida que es ajena.

LLUVIA ÁCIDA

El proceso de repoblación es único Hay una necedad de otredad, de saber que hay algo más El macrocosmos de un planeta que comete autofagia para regenerarse. Es increíble respirar en medio de esa célula desintegrándose para que miles de conexiones aumenten la diferencia entre mi esencia esperando debajo de un techo y el otro que va corriendo al camión en medio de una tormenta

Mientras el cuerpo de ese hombre apresurado se moja, yo me quedo perpleja ante las gotas cayendo en ese pavimento desencajado La tierra parece rebelarse ante el humano que forja paredes en su naturaleza. No hay caminos totalmente lisos. Pienso en mi anatomía y en lo parecida que es a ese pavimento: lo liquido se acomoda en costas que a veces juzgo de amorfas, líneas que cambian con el tiempo, horizontes que forjan el caminar una marea que nunca es regular, pecan de rebeldes A veces llueve en mis labios para reverdecer mi clítoris Recuerdo los excesos en los que también me devoro a mí misma.

Ocupar mi liquidez en los horizontes de mi cuerpo, requiero de los mismos pasos que sigue la repoblación En medio de una lluvia ácida me destruyo para reconstruirme

CLARISSA MORENO

CLARISSA MORENO

EL SONIDO DE LO IMPOSIBLE

Took a breathe, let it go

Felt the moment settle so. Nothing But Thieves

Cuando Demian empezó a hablar, pensé que lo demás vendría rápido Por fin entendería las veces que, preocupada, le gritaba para que no se durmiera hasta llegar al doctor; o de las muchas veces en las que tomaba pastillas para el dolor físico, esperando mitigar el mental. Al fin podría platicar con él, tal vez ser su amiga o mejor aún una mamá presente, por lo menos más que al principio

Eso no pasó tan rápido, sin embargo, tuve el regalo más grande del mundo a cambio: mamá fue su primer significado al mundo Cuatro fonemas hilados que me daban un lugar en su corazón El viento recorrió su incipiente tráquea mientras sus pequeños músculos faciales hilaban una palabra que me daba una categoría nueva en el mundo. Su aliento se convirtió en perfume auricular del cual nunca me he querido despojar, ya no sé qué haría sin ese canto llamándome, con esa voz y ojos sorprendidos ante mi amorosa respuesta Los días no se han vuelto más sencillos, las onomatopeyas ocupan frases más complejas y su corazón se va volviendo más independiente. Pido porque un día llegue el momento en el que podamos hablar sin que nos interrumpan sus balbuceos o la nueva voluntad por ver la tele y querer que mamá no le moleste demasiado, poder devolver un poco de ese regalo que me dio, el sonido de la posibilidad cuando toda respiración parecía imposible

PÉRDIDA DE MEMORIA

La señal se cortó por completo, mi tropa desconoció mi nombre Hace años que no miro un espejo, ya no sé si mi cuerpo sea mío Mi voz se cristaliza en la radiación solar. No hay eco que confirme mi existencia. Creo que el Voyager despegó antes de tiempo, tal vez nunca me tuvo en cuenta La marea roja de un planeta que el Sol destripó por completo hace más de 3,000 años Aún se forman jeroglíficos de lo que se cree tuvo orden, forma, cuerpo No sé si mis ojos aún abarcan un espacio específico, el tiempo corre demasiado lento cuando sólo te acompañan vestigios de algo que ni si quiera se conoce con certeza: vida en otro planeta, desiertos que ocultan una marejada destructora. Rojo, todo es demasiado intenso Mi memoria ya ni si quiera suena, los recuerdos ya no tienen imágenes Pronto seré parte de la entropía, la radiación del viento solar me devora Algún día el hombre se hará lo mismo, algún día la Tierra será el mundo en el que hoy me sepulcro Mayday, la pérdida de memoria aún es demasiado lenta.

CLARISSA MORENO

CLARISSA MORENO

Tal vez por eso, sea bueno rezar de vez en cuando arrodillarnos ante lo irrevocable, aceptar las heridas del otro en nuestras llagas.

Tu lengua delinea dos parpados en ellos se encuentra un paraíso ese que veo cuando tu ombligo choca con el mío

El mismo que saboreo cuando tu olor me sorprende en los pasillos.

Bendigo tu esencia que tarda en desvanecer, pero maldigo el cementerio que yace en nuestros jardines

Pienso que hay difuntos que nunca se irán, sus rosarios duran una eternidad

Los ocultamos cuando tratamos de olvidar el pasado

Pero el llanto llega de formas inesperadas nos envuelve ferozmente, separa nuestras manos y llena de miedo nuestros días

Encontrar paz en la espera hasta que el mártir sea salvado, cuando la muerte se encuentre con la vida:

cuando sepamos amarnos después de ella.

Hoy mis parpados delinean tu lengua en ella me destierras del infierno. Ese que sientes cuando mi espalda no encuentra tu mirada, el mismo que repeles cuando cierras tu mundo, Y no haces más que encontrarte en el mío.

OSIV

PRESAGIO

Hay un incendio constante desde el centro de la Tierra, se mueve gracias al mar, el viento lo besa y en su intimidad, remolinos se recrean en el fuego de la endosfera. Los maremotos son la entrega total de ese accionar que muchas veces pasa desapercibido ante los ojos del caminante, que, ante esa tempestad, opta por meditar, aunque la calma nunca logre engañar a la naturaleza la conciencia no logra ser tan eficaz como ella: siempre falla al acomodar todo para su final

Una catástrofe se avecina, la arena quema la palma de los pies de los turistas, una bandera roja deberá hondearse a lo alto. Lo cálido de su tono inundará el iris, la sangre marcará un racimo en los ojos de un hombre desconcertado

El volcán del epicentro de la tierra ha ganado voluntad propia, no hay duda en el testamento de este presagio Yo lo sentí antes de que lo anunciaran, por eso te escribí, mis entrañas te llamaron El olvido hace presente a lo más amado sólo cuando será arrebatado. El ritual del apocalipsis desentierra a mis muertos y todo mi entorno se vuelve fantasmal todo deja vú ahora es habitable Tal vez no haya nada que nos liberé del triángulo amoroso entre el mar, el viento y la lava en el centro de la tierra: ni un culto que termina con dos corazones rodando hacia el fuego, ni mi pasado atormentando mi presente, ni una bandera roja hondeando en el viento.

CLARISSA MORENO

CLARISSA MORENO

¿CUÁNTO

HAY QUE REZARLE AL OLVIDO?

Un cuerpo tarda hasta 10 años en descomponerse completamente, el tiempo viaja ralentizado cuando la materia se transforma Un abismo generacional para que las dolencias se conviertan en racimos y la cara de un familiar se difumine entre la composta. La lentitud del cambio es agotadora, por eso los crematorios están repletos

¿De qué manera cuento los días para olvidarte? Si no hay gusanos que nutran tu partida, ni cenizas a las ilusiones que vanamente sembré con tu nombre Las luces en el horizonte fallecen mientras un cuerpo con la conciencia inerte se mueve. Permutar sin la putrefacción o el fuego, vuelve insoportable al duelo. La incertidumbre, que parecía asombrosa, hoy es una prisión indubitable que sólo anhela su libertad, aun cuando la puerta este siempre abierta

El paso hacia el futuro es una promesa vacía: los días que juré un mejor mañana se esfumaron con la necesidad de tu amnesia Hay retazos de tu aliento que imploran por armarse en mis huesos, por crear una nueva piel para mi vida, pero el continuar de los días me arma de defensas para evitar que alguien más me habite, ni siquiera yo he podido deambular en mi cuerpo

No sé cuánto tiempo más habré de orarle al olvido, no sé si algún día despertaré y el milagro será anunciado, o si mi cuerpo tardará más en recordarte que en desaparecer por completo.

MENTE PEREGRINA

La mente es emigrante en su propia

casa:

errante recorre los huecos de otros cuerpos

Se sustituye, se inventa, se anticipa a todo lo extraño le huye y con recelo observa desde lejos la belleza ajena.

Prevé una catástrofe, por eso no suele acercarse

Sabe que todo lo que toca tiene maldiciones, una como Midas, otra como Pandora: todo lo que ha experimentado, bajo el yugo de sus dedos, tiene a destiempo perecer, y cuando por fin lo suelta florece

Aunque el recuerdo de lo que ya no es, le atormenta en las noches.

No sabe si es el viento que se encaja en sus yemas y vuelve a su piel astilla, o el tiempo que se posa entre sus palmas y pulveriza toda esperanza de encuentro. El cuerpo encierra toda ansia de libertad siente su boca reseca cuando la ve caminar.

Es un espejismo de lo que sería sino reinventara su pasado

Sustituye a su saliva por valor, con la fe de que algún día sentirá lo extraño como propio y no sólo como un mundo que se desvanece a su tacto.

Con la esperanza de encontrar paz dentro de su hogar.

CLARISSA MORENO

EL ALIENTO

No se de donde viene el viento que me lleva, el suspiro que me consuela, el aire que acompasadamente mueve mi pecho y alienta mi invisible vuelo.

Yo soy apenas la planta que se estremece por la brisa, el sumiso instrumento, la grácil flauta que resuena por un soplo de viento.

ALAÍDE FOPPA

T A L E S

L E M E N

E

Las Palabras y los Cuerpos IX

Rocío Castro

Edición, cuidado y diseño

Taller Corporalidades y Creación

Literaria

Noviembre 2024

Ciudad de México

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