Las Misiones Sociales: un mal producto bien mercadeado
Hablar de Misiones Sociales es hablar de Hugo Chávez, toda vez que el ex presidente venezolano hizo de estas, su política social. Hugo Chávez llega al poder enarbolando dos banderas, el combate a la corrupción y la igualdad social, todo ello en medio de un aura de cid campeador y de benefactor de los pobres. Tras 20 años de revolución bolivariana las misiones sociales son hoy una bandera hecha jirones, no alcanzaron su publicitario cometido de hacer posible la inclusión social y la erradicación de la pobreza, sin embargo, si alcanzaron su verdadero objetivo político, hacer a las personas menos dueñas de su vida y de su capacidad creadora y más dependientes de la ayuda estatal, e irónicamente las misiones fueron consumidas por aquello que Chávez juro derrotar, la corrupción. Las misiones sociales y la forma como operaron encajaban perfectamente en el imaginario que Hugo Chávez tenía de lo que debía ser la gestión, alguien manda y otros obedecen, algo muy propio de un militar formado bajo los principios de lealtad, obediencia y disciplina. Entender la génesis de las misiones pasa necesariamente por valorar el contexto en el que nacen.