Contratiempo 89 • Noviembre 2011

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Vicente Rojo en Nottingham: entrevista Eduardo Estala Rojas

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onversé por primera vez con Vicente Rojo en el Teatro Juárez, en la ciudad de Guanajuato, México. Recuerdo que nos sentamos muy atentos a escuchar la Conferencia Magistral que impartió la escritora Bárbara Jacobs en el XX Coloquio Cervantino Internacional que se realizó en noviembre de 2009. Cuando residí en la ciudad de Chicago, tuve la fortuna de conocer la obra artística del pintor, escultor y diseñador gráfico Vicente Rojo. Desde aquel entonces lo he seguido a través de los libros, artículos y reseñas periodísticas, de autores como Octavio Paz, Fernando Benítez, Juan García Ponce, Raquel Tibol, Salvador Elizondo, Teresa del Conde, José Emilio Pacheco, Juan Rulfo, Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Adolfo Castañón, Braulio Peralta, Antonio Saura, Luis Cardoza y Aragón, Juan Villoro. Para mi asombro, en el mes de junio de este año, llegó a mi casa de Nottingham, Reino Unido, su último libro Puntos suspensivos: Escenas de un autorretrato. En la dedicatoria escribió: “Para Eduardo Estala Rojas, con un saludo más amistoso”. Reproduzco la entrevista digital que realicé a Vicente Rojo en octubre de 2011: Eduardo Estala Rojas: En, Puntos suspensivos: Escenas de un autorretrato escribes: “Yo me hago la ilusión de haber contribuido como pintor, escultor y diseñador gráfico a la difusión de esa cultura, donde lo esencial le gane terreno a la banalidad…”. ¿Cómo te sientes ante el hecho de cumplir próximamente 80 años y publicar este libro? Vicente Rojo: No me hago a la idea de cumplir 80 años. Tengo muchos proyectos todavía (pintura, escritura, grabados, ediciones). Precisamente mi libro se llama Puntos suspensivos porque tengo previsto o al menos también me hago la ilusión de poder llevarlos a cabo. Desde hace tres años trabajo en mi serie Escrituras, que ya se ha dividido en Correspondencias, Alfabeto primitivo y en mi próxima exposición, que titulé Salón de la Fama, en la que continúo mis homenajes a figuras tanto de artistas como de escritores que han sido importantes (o decisivas) en mi formación. EER: Dices que tus manos te representan y que ellas simbolizan toda tu relación con el mundo. Tu primer mundo es tu natal Barcelona, donde viviste —según mencionas en Puntos suspensivos— experiencias que fueron bastante difíciles. Llegas a México en 1949, y expresas que, “la vida se me iluminó”. Nace el segundo mundo y, con ello, tu formación artística. ¿De qué manera esta iluminación contribuye a tu trabajo de artista arraigado en México? V.R.: No olvido mis duros años vividos en la desolada Barcelona de la cruel guerra que el franquismo desató y la no menos cruel posguerra. Quizá por eso tengo la certeza de haber nacido en México a mis 17 años. Aquí he hecho mi vida, éste ha sido y es mi país, aquí he podido realizar mi trabajo en absoluta libertad. Y siempre extraordinariamente bien acompañado. EER: El escritor y periodista cultural Fernando Benítez, en tu primera exposición de pintura, te describió como “tierno y lírico, a veces desgarrado y violento”. ¿Cómo recuerdas su amistad, de casi cinco décadas, que tuvo contigo? V.R.: Si te acabo de mencionar lo decisivas que han sido para mí las relaciones amistosas, la larga lista debe ser encabezada por Fernando Benítez. No sólo porque presentó generosamente mi primera exposición, como tú señalas, NÚMERO 89

sino porque a lo largo de tantísimos años hizo posible que yo recibiera de él no sólo su cariño, sino numerosas enseñanzas en la formación de suplementos y libros en los que tuve el enorme privilegio de colaborar con él. EER: Has expresado, en algunas ocasiones, tu admiración por el artista plástico Juan Soriano. ¿Llegaste a tener correspondencia postal con él? V.R.: Juan y yo intercambiamos cartas con frecuencia. Pero casi siempre el tema era nuestro gusto por los gatos. Entre mis joyas están sus dibujos, que obviamente conservo con el mismo afecto que le tuve a él. EER: ¿Alguna otra influencia en tu obra artística que quisieras compartir?... V.R.: ¡Mi lista de influencias es larguísima! Pero la mayor se refiere a todo lo que me rodea. Soy un observador curioso. Mis temas, aunque a veces se definen como abstractos, parten siempre de la realidad. EER: Han pasado 44 años de uno de los acontecimientos más relevantes en la literatura universal del siglo XX: Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Diseñas la primera portada de este libro. ¿Qué representó para ti este momento histórico? V.R.: Por mi estrecha relación con García Márquez tuve el privilegio de leer el libro antes de que se editara, cuando me pidió la portada, que por cierto, debido a que el correo hasta Buenos Aires se demoró (siempre he creído que se detuvo en Macondo), llegó tarde al editor y por lo tanto en realidad mi portada apareció en la segunda edición. EER: El libro Discos visuales que realizaste con el poeta y ensayista Octavio Paz. ¿Qué recuerdos tienes de esta experiencia creativa? V.R.: Mi colaboración con Octavio Paz se inició cuando, a propuesta mía como editor y diseñador, armamos el libromaleta dedicado a Marcel Duchamp. Poco después, me escribió desde la India para invitarme a colaborar con él en su nuevo proyecto, Discos visuales. Para gran sorpresa mía, en una carta me decía que ‘nuestras búsquedas se cruzan’. Fue toda una experiencia, enlazada con un largo intercambio epistolar. EER: “Así como somos herencia de los constructores de pirámides o catedrales dedicadas a sus dioses, lo somos de su despiadada destrucción” señalas en Puntos suspensivos. ¿Podemos seguir siendo optimistas del pesimismo en el siglo XXI? V.R.: Quisiera ser optimista. Pero creo que es solamente a partir del pesimismo que se podría enderezar el convulso mundo en el que vivimos. Bibliografía Consultada: Vicente Rojo, Puntos suspensivos: Escenas de un autorretrato, 1ª ed., Ediciones Era / El Colegio Nacional, México, 2010. Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, 1ª ed., Editorial Sudamericana, Argentina, 1967. Octavio Paz, Discos visuales, dibujos de Vicente Rojo, 1ª ed., Ediciones Era, México, 1968.

FOTOGRAFÍA: ROGELIO CUELLAR

Eduardo Estala Rojas (Cuernavaca, Morelos, México, 1980). Poeta y crítico cultural. Radica en Nottingham, Reino Unido. eduardoestalarojas@gmail.com contratiempo

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