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VV.AA., (h)amor1, Editorial Continta Me Tienes, colección La pasión de Mary Read, Madrid, junio de 2015 Edición a cargo de Sandra Cendal 192 pp., 11,5 x 17 cm. Depósito legal: XX ISBN: XX IBIC: XX

Continta Me Tienes C/ Belmonte de Tajo 55, 3º C 28019, Madrid 91 469 35 12 www.contintametienes.com info@contintametienes.com www.facebook.com/ContintaMeTienes @Continta_mt Los textos e imágenes son propiedad de sus autoras y autores ©de esta edición: Continta Me Tienes Diseño de colección: Marta Azparren


Índice

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Ruptura de monogamia: ¿Reforma o revolución?, Brigitte Vasallo......................................................... 9 Un traje a medida, Miguel Vagulame..................... 15 (H)amores, María Rodríguez Suárez..................... 41 Asexualidad: Vivir sin sexo, Virginia Mendoza..... 47 Agamia, Israel Sánchez.......................................... 59 La verdadera (falsa) teoría de: A-mor, Sayak Valencia...................................................... 91 Otras formas de quererse son posibles: Lo romántico es político, Coral Herrera...................................... 95 Anarquía relacional: La revolución que cambiará el amor para siempre, Miguel Ayuso.................... 125 Sobre el amor, la heterosexualidad y la otra cosa, Jara Cosculluela.................................................. 137 Poliamor o mis 50 sombras de marrón, Alicia Murillo...................................................... 171



Ruptura de monogamia: 驴Reforma o revoluci贸n? Brigitte Vasallo


Brigitte Vasallo. Escritora a trompicones, periodista a ratos, activista de las relaciones sexoafectivas disidentes y obsesionada, siempre, con la mirada de g茅nero y la perspectiva decolonial. Ha escrito la novela PornoBurka (Ediciones Cautivas, 2013), con pr贸logo de Juan Goytisolo, e imparte los talleres #OccupyLove: c贸mo romper la monogamia sin dejarnos la piel en el intento e Islamofobia e islamofobia de g茅nero. Herramientas para descolonizar la mirada. Colabora con eldiario.es, Diagonal y Pikara Magazine, entre otros... Su blog personal es www.perderelnorte.com


Ruptura de monogamia: ¿Reforma o revolución? Brigitte Vasallo

Bajo la denominación genérica de relaciones no-monógamas se están dando y pensando diversas maneras de relacionarse sexo-afectivamente, formas que están en construcción, en conceptualización y en proceso de puesta en común con todos sus matices. Algunas de estas formas no aspiran a convertirse en un nuevo sistema que sustituya al sistema monógamo imperante, sino a abrir espacio para construcciones personales y disidentes, críticas con todos los ejes opresores que se unen y convergen en nuestra vida emocional. No buscamos modelos, sino compartir referentes y propuestas. Las discrepancias entre nuestras formas de pensar y de vivir nos alimentan y nos ayudan a crear relaciones DiY a partir de herramientas como la comunicación, la empatía y el desafío a las formas establecidas por una moral y unas costumbres que no sentimos como nuestras. Sin embargo, a medida que vamos dándonos y adquiriendo sentido, aparece una cuestión de fondo que afecta directamente al alcance de la deconstrucción que las nuevas estructuras afectivas proponen. ¿Hasta dónde llega nuestro pensamiento crítico amoroso? 11


Ruptura de monogamia: ¿Reforma o revolución?

¿Hasta dónde llega el poder transformador de nuestra propuesta? ¿Hasta dónde alcanza eso que insistimos en llamar política? Desgraciadamente, nuestras relaciones se inscriben en un terreno, en sentido literal y metafórico. Un terreno marcado por centros y periferias, por privilegios y subalternidades. El contexto desde el que tratamos de pensar y de vivir, muy a pesar nuestro, es el heteropatriarcado capitalista, esos palabrejos tan de trinchera que vienen a definir un mundo de relaciones desiguales, donde se nos asignan, así de entrada, un montón de imposibles: por ejemplo, una clase social que no mejora proporcionalmente al esfuerzo que le pongas, una nacionalidad que determina desde tu movilidad hasta tu esperanza de vida, un entorno cultural que te empapará de estructuras invisibilizadas, y un sistema sexo-género que querrá definir, al margen de tu opinión, desde tus deseos hasta tu gusto en cuestión de colores. Que somos una amalgama de privilegios y opresiones es algo tan evidenciado ya que da vergüenza escribirlo. Pero, por obvio que sea, hay que seguir recordándolo hasta la náusea, hasta que saltarse por alto esa obviedad suponga un descrédito tan grande que acabe con tu vida social para siempre. Todos y todas somos una mezcla de opresiones y privilegios, y tenemos una sensibilidad a flor de piel para lo que concierne a nuestro cachito de opresión, pero somos bastante más laxas en lo que a opresiones ajenas se refiere, con la excusa aquella de que si no afecta directamente, parece que 12


Brigitte Vasallo

no se ve. Así, en este contexto relacional tenemos claro que el sistema monógamo es el demonio, pero pensar la monogamia como si de un champiñón aislado se tratase es, como poco, hacer trampa: es querer abrir una brecha en el trocito de monogamia que nos oprime personalmente, pero dejar intactas las partes que oprimen a los y las demás... y en las que yo, probablemente, tenga mis privilegios bien asentados. El ejemplo clásico es el omnipresente hombre, blanco, cis, hetero de clase media y orgulloso de serlo que, precisamente por haberle tocado el bingazo de la lotería del privilegio, tiene serios problemas para entender la relación entre el sistema monógamo y la violencia de género, convencido como está de que el machismo ni es para tanto, ni es necesario erradicarlo para construir relaciones amorosas más sanas. Pero este no es el único ejemplo: las blancas, heteros, cis de clase media somos reacias a aceptar las críticas trans cuando hemos pisoteado una de sus áreas sensibles (y coreamos nosotras también el «¡vamos, vamos, chicxs, no es para tanto!»), o nos dedicamos a dar charlas y a escribir artículos (esa tal Vasallo) como si no hubiese mujeres que necesitan la monogamia para asegurarse la crianza compartida de sus hijos e hijas, por poner un ejemplo sencillo. Romper la monogamia para construir algo nuevo necesita, ineludiblemente, cruzar nuestros amores con todos los ejes de la diversidad: hablar de género, de orientación sexual, de clase, de racialización, de capacitismo, de edad, de situaciones administrativas, de fronteras, de 13


Ruptura de monogamia: ¿Reforma o revolución?

violencias, de nuestra relación con el mundo y del lugar que ocupamos en él. Si nos nombramos políticas, tenemos que ponernos las pilas, remangarnos y cavar hasta encontrar las raíces múltiples del sistema. Tenemos que atrevernos a mover cosas que nos afecten, a reconocer errores, a escuchar puntos de vista y necesidades que ni hubiésemos imaginado. A no ofendernos cuando el problema nos apunta directamente: como decía Italo Calvino, el infierno lo formamos estando juntos y juntas. No lo hacen solo los demás. De lo contrario, las relaciones no-monógamas serán apenas una corriente buenrollista blanca, etnocéntrica y burguesa, una corriente que apoyará la idea despolitizada de que la monogamia no es un sistema sino una opción como cualquier otra, que el amor no se puede racionalizar para no quitarle la magia y que los Reyes Magos son tres y vienen de Oriente. Será, al fin, una reforma de la monogamia como quien reforma un baño de pisito desarrollista poniéndole baldosas nuevas. Y será, sobre todo, una ocasión perdida para hacer una revolución desde los afectos que constituya un cambio significativo, real, profundo y perdurable en nuestra forma de amarnos, de follarnos, de vincularnos.

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