Feministas en la transición

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Feministas en la transición asturiana (1975-1983). La Asociación Feminista de Asturias. Carmen Suárez Suárez, Oviedo, 2003.

El feminismo es una de las tensiones esenciales del mundo contemporáneo: ha producido alguna sorpresa y todavía producirá más (Amelia Valcárcel, La política de las mujeres). El feminismo es un movimiento político de acción (Dulce Gallego). El feminismo es la única revolución posible en la vida cotidiana. (Teresa Meana) El marxismo no podía explicar el mundo (Paloma Uría). Nuestra lucha va a cambiar nuestras vidas (lema feminista de los años 70). A esas personas que, con planteamientos más o menos radicales, defendieron desde hace siglos los derechos de las mujeres, y que hicieron posible, por ejemplo, que yo escriba aquí, que sepa leer y escribir y que tenga voz y voto, es a las que vamos a llamar feministas (Consuelo Vega, Una mirada de la mujer en la historia).

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ÍNDICE 1.

INTRODUCCIÓN.....................................................................................................4 1.1. La necesidad de visibilizar a las feministas............................................................8 1.2. Los estudios sobre el feminismo de la transición en España................................15 1.3 La recuperación de los testimonios y de las fuentes documentales......................21 1.4. Investigar desde el feminismo y recuperar a las feministas desde la historia de las mujeres........................................................................................................................28 2. LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ESPAÑOLA Y LAS RAZONES DEL FEMINISMO...................................................................................................................34 2.1. Hitos de la transición. Su influencia en el movimiento feminista........................34 2.2. La transición asturiana. La aparición de la conciencia feminista.........................53 3. LA ASOCIACIÓN FEMINISTA ASTURIANA. BASES PROGRAMÁTICAS Y ORGANIZATIVAS........................................................................................................67 3.1. La formación de AFA. Su presentación pública..................................................67 3.2. Un programa unitario para la acción feminista....................................................83 3.3. Una organización sin tiranías...............................................................................90 3.4. Confluencias y particularidades del feminismo asturiano..................................103 4. LA ASOCIACIÓN FEMINISTA ASTURIANA. PRÁCTICAS Y LOGROS.....116 4.1. La participación política en las elecciones de junio de 1977.............................116 4.2. La continuidad en la lucha política.....................................................................128 4.3. Las campañas del adulterio, divorcio y aborto...................................................136 4.4. La celebración del Día Internacional de las Mujeres.........................................151 4.4.1. Las celebraciones unitarias (1977-1980).....................................................157 4.4.2. Las celebraciones compartidas (1981-1983)...............................................178 5. CONCLUSIONES.....................................................................................................193 FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA....................................................................................202 ACRÓNIMOS...............................................................................................................212 ANEXOS.......................................................................................................................214 I. FEMINISTAS ENTREVISTADAS. RESEÑAS...................................................214 II. EL PROGRAMA DE LA ASOCIACIÓN FEMINISTA DE ASTURIAS..........220

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AGRADECIMIENTOS: A Oliva Blanco, Mª José Capellín, Dulce Gallego, Paz Fernández, Aida Fuentes, Gloria García, Teresa Meana, Lourdes Pérez, Margarita Riera, Mª José del Río, Begoña Sánchez, Paloma Uría, Amelia Valcárcel, Emilia Vázquez, Carmen Veiga, sin su testimonio no hubiera sido posible este trabajo. A Rosa Mª Cid que lo dirigió y creyó en él desde el principio. Ella y Mary Nash lo han guiado a buen puerto. A Begoña Sánchez, Oliva Blanco, Mª José del Río, y Paloma Uría, de nuevo, porque sus archivos personales han sido fundamentales. A Isabel Alonso, Consuelo Camblor, María Martínez y Mª Luisa Rodríguez, que de manera desinteresada me han proporcionado información y documentos valiosos. A Isabel Suárez Melgar, directora de la Biblioteca de Humanidades, por su asesoramiento en la búsqueda de información bibliográfica y por su apoyo incondicional. A Mª José Jimeno, directora del Archivo Histórico de la Universidad, porque sin su ayuda no hubiera sido posible consultar el archivo de AFA todo el tiempo necesario. A Amelia Valcárcel y Capitolina Díaz, por las charlas distendidas y agradables y por las de cosas que me enseñaron. Ellas también me animaron mucho desde el principio. A Sara Álvarez, por su ayuda informática. A Delia Rodríguez que colaboró en la consulta de la prensa. A Gustavo González, María Grossi y Menchu Gutiérrez de la Biblioteca Pública “Perez de Ayala” de Oviedo. Siempre me atendieron con profesionalidad e interés en la laboriosa consulta de la prensa. A Rubén Vega que me indicó consultas bibliográficas imprescindibles y me sugirió personas para las entrevistas. Al saber hacer de las mujeres, a las que nunca les agradeceré lo suficiente. Finalmente, este trabajo no habría sido posible sin la licencia por estudios cuatrimestral otorgada por la Consejería de Educación para el curso 2002/03

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1. INTRODUCCIÓN Feministas en la transición asturiana (1975-1983). La Asociación Feminista de Asturias ha sido fruto de una investigación inscrita en el Programa de Doctorado de Estudios de la Mujer, bienio 2001-2003, dirigido por la profesora titular de Historia de la Universidad de Oviedo, Dª Rosa María Cid López. Inscrita en el marco de los estudios académicos sobre las mujeres, se suma a la tradición de los Women´s Studies cuya trayectoria se remonta a algo más de 30 años en nuestro país. En el caso concreto de la Universidad de Oviedo tiene una tradición de más de 15 años de investigación y docencia 1. Una de sus máximas pretensiones ha consistido en ser un rendido y merecido homenaje a las mujeres asturianas que, desde el feminismo, y durante el período de la transición democrática tuvieron la posibilidad de configurar un espacio político y social propio dentro de nuestra Comunidad. Estas mujeres hicieron oír sus voces a favor de la consecución de todos los derechos políticos, sociales, económicos y culturales para todas las mujeres, también para las asturianas. Con sus pensamientos y sus acciones contribuyeron a abrir caminos futuros en nuestra historia más reciente. Una historia que inexorablemente camina hacia la equidad entre los sexos. Es también, una aportación más de las mujeres historiadoras para definir la realidad del mundo y contribuir con nuestra experiencia, pensamiento y teoría a la historia de las mujeres y a la historia general. La historia de las mujeres está contribuyendo a una renovación conceptual y metodológica de la historia general, así como a la búsqueda de sus propias claves interpretativas. 1

BALLARÍN DOMINGO, Pilar; GALLEGO MÉNDEZ, Teresa y MARTÍNEZ BENLLOCH, Isabel (1995): Los estudios de las Mujeres en las Universidades españolas. 1975-1991. Libro Blanco. Ministerio de Asuntos Sociales. Instituto de la Mujer, Madrid, pp. 124, 133, 286-290. Estas autoras destacan la importancia de los estudios sobre las mujeres en la Universidad de Oviedo, sobre todo los referidos al ámbito de las Letras destacándose ampliamente la Filología y la Filosofía. Asimismo ver ORTIZ GÓMEZ, Teresa; MARTÍNEZ LÓPEZ, Cándida; SEGURA GRAÍÑO, Cristina; QUIÑONES, Olga; DUART, Pura; SEVILLA, Julia y VENTURA, Asunción (1999): Universidad y feminismo en España (II), Situación de los estudios de las mujeres en los años 90. Universidad de Granada, colección Feminae, Granada, pp. 88-92. Las contribuciones anteriores se amplían para el período estudiado a las materias de Historia, Arte y Sociología. Hay también estudios más esporádicos en otras materias.

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En este sentido, las investigaciones sobre el feminismo político y su contribución al debate historiográfico sobre los estudios de las mujeres es uno de los aspectos más significativos a tener en cuenta. Como señala Mary Nash, citando a la historiadora Ellen DuBois, la subordinación de las mujeres a lo largo de la historia no lo explicaría todo, por el contrario, fenómenos como la resistencia ante el poder constituido o, en su caso, la propia creatividad en la que se sustenta tal resistencia, ofrecen necesariamente otra visión de la participación de las mujeres2. La investigación se ha realizado en el contexto de las instituciones académicas, pero quizás una de sus aportaciones más importantes sea que ha traído a la “academia” el pensamiento, las reflexiones y las acciones políticas de un conjunto de mujeres, muchas de las cuales, se formaron en las aulas de la Universidad de Oviedo. La Asociación Feminista de Asturias (AFA)3 se presentó públicamente en la Facultad de Filosofía y Letras en el mes de noviembre de 19764. Este hecho muestra la importancia y el impulso con el que las feministas asturianas querían definir su movimiento. El acceso a la educación había sido la primera vindicación histórica de las mujeres, justo era pedir, desde ese espacio de saber y de conocer, el final de las discriminaciones seculares de las mujeres. La Universidad ofrecía el marco esperado para la lucha política y daba pautas para la acción feminista, al igual que lo había hecho en los países de la órbita occidental 5. La historia de la transición asturiana no puede entenderse sin conocer las aportaciones del movimiento feminista, así como las ideas y acciones de las 2

NASH, Mary (s/f): “El aprendizaje del feminismo histórico en España”, p. 2 en http://www.nodo50.org/mujeresred/historia-MaryNash1.html 3 En las primeras reuniones de constitución se barajaron dos denominaciones: Asociación Feminista de Asturias (AFA) y Asociación Feminista Democrática de Asturias (AFDA). En realidad, pasó a denominarse casi desde el principio AFA. En algunos documentos también aparece como Asociación Feminista Asturiana. Finalmente hay que hacer constar que se denominó AFA “Clara Campoamor”. 4 La Nueva España y La Voz de Asturias lo destacan en sendas crónicas del día 27 de noviembre. En el Asturias semanal del 6-13 de noviembre y en la sección “Diálogos políticos” se había entrevistado ya a una representante de AFA, Eloína Fernández. Finalmente Asturias Semanal recoge la presentación en el siguiente mes (4-11 de diciembre). En este número consta una crónica sobre “Discriminación de la Mujer” suscrita por otra feminista de la asociación (Carmen Suárez Pendás en colaboración con Marcelino Arbesú), así como una reseña sobre el adulterio en la historia. 5 En 1968 el movimiento estudiantil tanto en EE.UU. como en Europa Occidental había luchado por una Universidad libre, al servicio de las necesidades de la sociedad y había actuado en la creencia de que el impulso intelectual y de nuevas ideas iba a cambiar el mundo. La imaginación al poder fue el gran lema de los movimientos del 68 europeos. El movimiento feminista estadounidense y europeo tuvieron un referente en las reflexiones promovidas dentro del ámbito universitario.

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mujeres que lo integraban y que intervinieron de manera fundamental, como veremos, en todo el proceso político que terminó configurando una España democrática. Era necesario contribuir a visibilizar el papel de estas mujeres que, en nuestra Comunidad, así como en las otras del Estado español, pretendían salir de esa “minoría de edad” en que las había sumido el régimen franquista. La investigación no hubiera sido posible sin contar con los testimonios de las propias feministas. Parte de su vida es una historia reciente. Está, como todo lo pasado, sometida a recuerdos. En este sentido la historia oral cobra una importancia inusitada, tamizada por lo que se llama relatos de vida, los que superan el espacio biográfico e informan de la realidad social 6. Poco a poco, la historia oral ha cobrado fuerza y ha permitido rescatar una parte importante que evita la ocultación secular de las mujeres. Es un medio importante para observar el pasado con otra perspectiva. No se trata sólo de un recuerdo selectivo, que sí que lo es. Conviene destacar la relevancia de los hechos que, a juicio de las mujeres, han permitido avanzar la historia, en nuestro caso, protagonizado por las mujeres y la perteneciente al feminismo más reciente en nuestra Comunidad y en el Estado español. La

historia

oral

como

técnica

específica

de

investigación

contemporánea7 es una herramienta útil en múltiples casos. Su importancia se revela cuando no existen documentos, éstos no son suficientes, o como, en el caso de la historia de las mujeres, suceden ambas situaciones y es necesaria además una “relectura” de lo escrito. Descubrir los términos de lo oculto, de lo que no aparece, puede desvelar otras realidades, otras percepciones de lo social y de lo político, y, en definitiva, hacer cambiar el curso de la historia. Los testimonios orales son, además, un poderoso instrumento que permite reconstruir la memoria histórica de las mujeres. Depositarias de un conjunto de experiencias, vivencias, ideas y acciones, las mujeres han sido ignoradas por casi todas las corrientes historiográficas como portavoces de la mitad del mundo habitable. Es necesario, pues, dar la voz a las mujeres frente 6

Ver DÍAZ SÁNCHEZ, Pilar (2001): El trabajo de las mujeres en el textil madrileño. Racionalización industrial y experiencias de género (1959-1986). Ed. Universidad de Málaga, Málaga, p.27. 7 Ver NIETHAMMER, Lutz (1989): “¿Para qué sirve la H.O.?” en Historia y Fuente Oral, nº2, pp. 3-25.

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a los silencios intencionados, reconocer su presencia y protagonismo por contraposición a su ocultación y relegación en los hechos y acontecimientos y aportar su punto de vista, una visión que, hasta recientemente, no ha sido tenido en cuenta. Se trata de reconstruir la memoria de las mujeres y de hacerlo en clave de género, aplicando esta categoría analítica que ha sido fundamental en la historia de las mujeres. Su voz y su palabra dará necesariamente un nuevo sentido a la historia. Desde el punto de vista cronológico se ha acotado un período de tiempo significativo en nuestra historia más reciente. Hay un acuerdo unánime en señalar los años 1975 a 1982 como el período en el que se desarrolla la transición hacia la democracia, tras el régimen dictatorial de cuarenta años 8. Con cierta precisión se distingue, además, una primera fase llamada institucional que comprendería desde el 18 de noviembre de 1976, cuando se aprueba la Ley de Reforma Política en las Cortes franquistas, hasta la destitución del Presidente de gobierno Carlos Arias Navarro el 3 de julio de 1976, y una segunda, la transición política, que comprendería desde esta última fecha hasta el 28 de octubre de 1982 en la que el PSOE ganaría por mayoría absoluta en las elecciones generales 9. En todo caso, la muerte de Franco señala el comienzo de un período histórico distinto y el sistema democrático actual sólo se consolidó en 1982, con la victoria socialista y, además, con la desaparición de los peligros de involución10.

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Ver TUSELL, Javier (dir.) (2000): Historia de España. Ed. Taurus, Madrid, 3ª edición, pp. 687-831 dedicadas a la época actual; TUSELL, Javier y SOTO, Álvaro (eds) (1996): Historia de la transición (1976-1986). Ed. Alianza, Madrid; TUSELL, Javier (1991): “ La transición española a la democracia”. Historia 16, Madrid; TUSELL, Javier “La transición a la democracia como fenómeno de historia política” en REDERO SAN ROMÁN, Manuel (ed.) (1994): La transición a la democracia en España. Ed. Marcial Pons, Madrid, pp. 55-76 ; TEZANOS, José Félix, COTARELO, Ramón y BLAS, Andrés de (eds.) (1989): La transición democrática española. Ed. Sistema, Madrid; MOLINERO, Carmen e YSÁS, Pere “La transición democrática, 1975-1982” en MARÍN, José María, MOLINERO, Carmen e YSÀS, Pere (2001): Historia política de España, 1939-2000. Ed. Istmo, Madrid, pp. 247- 313; YLLÁN CALDERÓN, Esperanza (1998): La transición política. Ed. Akal, Madrid. 9 Ver José Félix Tezanos et al., ibid., p. 41. 10 Ver Javier Tusell, art. cit. en Manuel Redero (1994), p. 75. Según Tusell la derrota de la intentona de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 dio con el traste a los involucionistas. Otros autores insisten en la misma idea, constatando que el régimen democrático dejó de estar amenazado a partir de 1982. Ver DÍAZ GIJÓN, José R; FERNÁNDEZ NAVARRETE, Donato, GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús; MARTÍNEZ LILLO, Pedro A., SOTO CARMONA, Álvaro (2001): Historia de la España Actual: 19392000. Autoritarismo y democracia. Ed. Marcial Pons, ediciones Jurídicas y Sociales, Madrid, 2ª edición, p. 231.

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Desde el punto de vista de la historia del feminismo español, este período, tiene un colofón final en el año siguiente a 1982. En octubre de 1983, se crea el Instituto de la Mujer, un organismo que se encargará de fomentar y articular las políticas de igualdad en el territorio español. El Instituto impulsará una política general heredada de las ideas y de las acciones del movimiento feminista de la transición, pero su institucionalización generará unas relaciones distintas entre el asociacionismo de las mujeres y el Estado, historia que, en parte, ya ha sido estudiada y que, seguro requerirá nuevas investigaciones 11. A su vez, el proceso de consolidación autonómica supondrá la aparición de otros Organismos de Igualdad en las Comunidades del territorio español. El año 1983 parece constituir un buen término en el estudio del feminismo asturiano de la transición. Además en nuestra Comunidad, y tras la aprobación en el año 1982 del Estatuto de Autonomía 12, en mayo 1983 se celebran las primeras elecciones autonómicas. La constitución de un gobierno propio de la Comunidad influirá, a medio plazo, en el establecimiento de nuevas relaciones con el feminismo y las feministas asturianas. La creación de una Consejería de la Juventud en el año 1987, a cuyo frente estaba una mujer, integrante del grupo asturiano de “Mujer y Socialismo”, Pilar Alonso Alonso, llevará a la creación de una Secretaría de la Mujer 13. 1.1. La necesidad de visibilizar a las feministas La primera pregunta que se produce, tras el relato de los objetivos e intenciones que se persiguen, es: ¿Por qué precisamente un estudio sobre las feministas asturianas de nuestra transición?

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Ver VALIENTE FERNÁNDEZ, Cecilia (1994): El feminismo de Estado en España, 1983-1994. Instituto Juan March, Madrid. La autora estudia el período de los gobiernos del PSOE, pero tras las elecciones de 1996, el Partido Popular ha acuñado otras políticas distintas a las socialistas bajo el paraguas de la igualdad y esto requerirá nuevas investigaciones. 12 El Rey sanciona la Ley Orgánica que aprueba el Estatuto de Autonomía el 30 de diciembre de 1981. Esta Ley se publica en el Boletín Oficial del Estado el 11 de enero de 1982. Entró en vigor veinte días después de su publicación, ver Caja de Ahorros de Asturias, Constitución Española y Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias,[Oviedo], [1982], así como AA.VV. (2002): Asturias. Veinte años de autonomía (1982-2002). Ediciones Madú, Granda (Siero) p. 95. 13 Posteriormente será sustituida en el mandato de 1991-1995 por la Dirección Regional de la Mujer y dependiente de la Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud. Por fin el Instituto Asturiano de la Mujer se creará en agosto de 1999, en la legislatura 1999-2003.

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Ante todo, porque es posible que este estudio nos manifieste algunas tensiones esenciales14 y nos produzca alguna sorpresa, grata, desde luego, para las mujeres, al ver reconocidas sus aportaciones a la historia y al conjunto de los saberes sobre ellas mismas. Además, habremos contribuido a tejer esa red de conocimiento que abre brechas en el discurso patriarcal, y, quizás, podamos seguir poniendo fin a la universalidad de sus principios. Es precisamente la capacidad del feminismo de generar una conciencia crítica15 la que hace vislumbrar las fisuras del poder patriarcal, y las feministas asturianas, en su marco de acción, nuestra Comunidad, fueron una conciencia crítica, un referente distinto en la sociedad establecida. Al igual que otras mujeres se unieron a la finisecular vindicación de la mitad de la humanidad. Existe, no obstante, una razón más inexcusable. El feminismo ha constituido y constituye una vanguardia ideológica, desde sus inicios como movimiento organizado de mujeres a partir de la Declaración de Séneca Falls (1848). El feminismo ha diagnosticado y diagnostica la situación en la que se encuentran las mujeres. Además ha señalado, en todo momento, las propuestas para la acción que ha alimentado con sus reflexiones teóricas. Ha constituido el movimiento transformador y revolucionario más persistente en el tiempo. Ha filtrado y sometido a crítica la ideología patriarcal. Ha luchado por mantener una filosofía y una vida propia. Ha dado, por fin, alternativas a esta sociedad y a otras sociedades. Conocer todas las dimensiones teóricas y prácticas de este feminismo nos tiene que permitir construir otra historia. Es pues, un deber imprescindible para todas las mujeres sacar a la luz esta lucha por sus libertades. Las feministas asturianas que estuvieron presentes en la vida política y social de Asturias entre los años 1975 a 1983, objeto de esta investigación, por ser decisivos para nuestro país y nuestra Comunidad, fueron y son un conjunto de mujeres que se situaron en esa larga trayectoria de la lucha organizada de las mujeres por su liberación, por la consecución de una equidad entre los sexos que ya dura más de siglo y medio. Es necesario abandonar la idea de 14

Ver VALCÁRCEL, Amelia (1997): La política de las mujeres. Ed. Cátedra, Madrid, p. 20. Ver BELTRÁN, Elena y MAQUEIRA, Virginia (eds.) (2001): Feminismos. Debates teóricos contemporáneos. Alianza Editorial, Madrid, p. 11. 15

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que la España de la transición fue configurada por un conjunto de élites políticas al margen de los movimientos sociales y de una sociedad civil organizada16. Tampoco podríamos entender los movimientos sociales y políticos de la transición española sin conocer lo que había estado sucediendo en el mundo occidental desde finales de la década de los 60 del siglo XX. A finales de esta década, Occidente ve socavados, en cierta medida, sus cimientos. Un conjunto de movimientos sociales y políticos de distintas características y movidos por distintos intereses llamaron a las puertas del capitalismo. La superpotencia capitalista por excelencia, los Estados Unidos de América, se vió asaltada por las reivindicaciones de la población negra que defendía una política antirracista, por los grupos pacifistas que demandaban el fin de la guerra del Vietnam, por el movimiento hippie que imaginaba otro tipo de sociedad y luchaba por una utopía política y social, así como por grupos de mujeres que reclamaban el fin de los días de opresión y discriminación, a la vez que deseaban hacer oír sus voces con autonomía. Estas oleadas de protestas, que se sucedieron casi simultáneamente en EEUU, llegaron pronto a Europa. El mundo occidental estaba muy intercomunicado, la información fluía y las ideas que cuestionaban el modelo de desarrollismo occidental prendieron pronto en todos los ámbitos e inspiraban al movimiento estudiantil, intelectual, obrero y de liberación de las mujeres. Las preguntas claves eran: ¿cuál es el sentido de este mundo?, ¿cómo podría construirse uno mejor? Este reto social e intelectual al poder imperialista y capitalista de Occidente generó un conjunto de ámbitos de reflexión. Fueron los espacios llamados de la Nueva Izquierda, en donde se procedió a un análisis ciertamente riguroso de las estructuras de poder y del funcionamiento de la sociedad. Confluían en ella ideologías diversas (anarquistas, trotskistas y maoístas) y su objetivo era plantear una alternativa al mundo capitalista 16

Este es un aspecto reconocido por quienes investigan la transición española. Javier Tusell en “La transición a la democracia como fenómeno de historia política” reconoce la primacía de la sociedad civil en la transición coincidiendo con el proceso de transformación de la sociedad española de este período, en REDERO SAN ROMÁN, Manuel (1994): La transición a la democracia en España. Ed. Marcial Pons, Madrid, pp.55-76, ya citada.

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occidental y al socialista burocrático. La Nueva Izquierda se convirtió en la voz crítica de la conciencia social. Se configuró, en principio, como una actitud política y social más que como un conjunto de fuerzas militantes, aunque, después, y a partir de ella, se organizarían determinados partidos denominados de extrema izquierda en el argot político. Sin duda, mayo de 1968 marco un hito en la historia más reciente de Occidente. Estudiantes de las Universidades, mujeres y varones intelectuales, así como los sectores obreros unieron sus fuerzas para plantear alternativas políticas a la sociedad de la opulencia y del consumo y planificada bajo parámetros absolutamente estrictos, el capitalismo liberal-democrático y el socialismo comunista. Las fuerzas del trabajo y de la cultura pusieron en cuestión algunos de los principios que parecían incuestionables, y lanzaron consignas que provocaban no sólo al sistema político establecido sino que anunciaba aires de gran libertad individual y colectiva para definir otro mundo distinto al conocido. La imaginación al poder fue uno de los lemas más pronunciados y unos de los que mejor define la crítica a los sistema políticos establecidos y las ansias de libertad intelectual. En este contexto, las mujeres, partícipes del conjunto de estos movimientos sociales y políticos, se hicieron preguntas dirigiendo sus miradas hacia ellas mismas: ¿cuál era el sentido del mundo para las mujeres?, ¿era posible esperar un mundo más igualitario, más justo para las mujeres?, ¿quiénes eran las mujeres? Alentadas, como los varones, por las ideas circulantes de libertad, de liberación, las mujeres unieron su lucha a la causa de la Nueva Izquierda, criticaron el capitalismo, pero también la violencia simbólica que se ejercía contra ellas, es decir, todo el entramado de acciones y omisiones que las minusvaloraba, invisibilizaba y discriminaba. En este sentido, crearon movimientos de liberación propios y se hicieron protagonistas. ¿Cuál era la agenda política de estos movimientos de liberación? En Francia, en el Reino Unido, en Italia, en Alemania, es decir, en la mayoría de los países de la Europa Occidental, se pretendía el cambio no sólo de las leyes sino y sobre todo el de las costumbres. Lo privado, aquello que tradicionalmente les había “pasado” a las mujeres y comprendía su esencia y

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existencia, se convierte en objeto de disquisición y reflexión en el ámbito de lo público. La ruptura de esta frontera privado-público conviertió al feminismo de los años 1960 y 1970 en un movimiento moral, de crítica a las consideraciones históricas sobre las

mujeres y de avance hacia la transformación de una

sociedad liberadora para ellas y basada en principios nuevos. Este feminismo encuentró sus aliados naturales en los partidos de ideologías de izquierdas: nuevas izquierdas, izquierdas revolucionarias. En España y en Asturias, la Nueva Izquierda se enmarcó en el conjunto de partidos situados a la izquierda de los

comunistas como el Movimiento

Comunista (MC), la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), la Organización Revolucionaria de los Trabajadores (ORT), el Partido de los Trabajadores de España (PTE), OCE (BR) Organización Comunista de España (Bandera Roja), entre otros. Ésta era, también, la llamada izquierda revolucionaria. La contribución de las mujeres que militaban en ellos actuó a su vez de conciencia crítica dentro de unas estructuras patriarcales como eran las de los partidos. Las militantes feministas de estos partidos situaron el discurso feminista en ellos, en la medida de sus posibilidades, y propiciaron entre sus compañeros varones un cierto sentido de la equidad necesaria. Pero también, esta investigación ha surgido de experiencias vivenciales de la autora al contemplar el pasado de las mujeres y reflexionar sobre los mecanismos de invisibilización en los que han sido atrapadas y relegadas las mujeres. En este sentido, Teresa del Valle en la revista Deva plantea cinco mecanismos de invisibilización de las mujeres: usurpación, devaluación, silenciamiento, transformación interesada y lapsus genealógico17. Una de las hipótesis de partida de este trabajo ha sido que los partidos políticos de la transición usurparon el discurso feminista, ya que en sus programas no se señalaron las fuentes de información del feminismo. Parecía o pareció que la emancipación y la liberación de las mujeres siempre había estado presente en sus agendas. Consecuencia de lo anterior, y a medida que se suceden los años de la transición, el discurso feminista, tan “agresivo” en los primeros 17

VALLE, Teresa del (1995): “Identidad, memoria, juegos de poder”, Deva, nº 2, marzo, Principado de Asturias, Consejería de Educación, Cultura, Deportes y Juventud, Dirección Regional de la Mujer, Oviedo, p. 16.

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tiempos resultó “devaluado”, y en muchos casos silenciado o retomado de nuevo para reelaborarlo. Ocultar, negar, en definitiva, la genealogía de un saber, el de las mujeres, una tradición o una teoría política como el feminismo pudo hacer pensar que las mujeres tenían ideas espontáneas, poco razonadas. En realidad, se descalificaba su trabajo y sus aportaciones. Por ello, en este trabajo se intentará demostrar que las feministas asturianas no se distinguen, en su esencia, del resto de las feministas del Estado español, ni de Europa, ni de resto de las feministas, ni lo serán seguro de sus sucesoras. Pueden cambiar estrategias, ampliar teorías, pero siempre persiste ese diálogo-confrontación con el patriarcado, un intento de desmantelamiento y, a su vez, una construcción de una idea social muy clara, que está en la base del reconocimiento de todos los derechos para la mitad de la población, porque las feministas no han quedado al margen de ningún discurso, no han estado ni están ajenas a los debates más trascendentes como pueden ser el estado del bienestar, el neoliberalismo, o la globalización. En cada manifestación feminista está el intento de dotarse de un cuerpo teórico que permita interpretar el mundo. Pero, en el caso de las feministas asturianas de los años 70 y 80 del siglo XX, éstas no han sido estudiadas, no se ha rescatado, hasta este momento, su memoria. Esto ha añadido una dificultad importante a la investigación. Ahora bien, el feminismo tiene su genealogía propia, un sentido de lo ancestral, de una larga lucha por los derechos de las mujeres que marca un camino y encuentra respuestas. Éstas no se hicieron esperar. Feministas en la transición asturiana pretende, en este sentido, ser una pequeña aportación que abrirá algún horizonte para futuras investigaciones sobre la historia del feminismo en nuestra Comunidad. Podría pensarse y argüirse acerca de lo restringido de un colectivo de mujeres que actuaron y pensaron desde el espacio privilegiado de la transición. Las feministas asturianas dejaron oír sus voces y añadieron una mirada específica sobre la sociedad. Aquélla que manifestaba la verdadera estructura política y social y los principios de su funcionamiento, una discriminación secular, desde el punto de vista legal, que dejaba a las mujeres a expensas de

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su minoría de edad. Un país democrático no podía construirse con sólo la mitad de la población. Era el tiempo de un protagonismo distinto. ¿Qué legado nos han dejado? Precisamente la elección de las mujeres que, con sus relatos de vida, sus vivencias y experiencias, han contribuido a que esta investigación sea posible, no ha sido gratuita. Estas mujeres siguen en la lucha feminista y están insertas en la militancia y/o la práctica política, unas vivencias cuyos principios, recuerdan, se remonta allá a los años 70 del siglo XX. Tienen presentes al conjunto de las mujeres porque la idea de universalismo feminista se deriva de la identificación con el propio sexo. Muchas mujeres, y también las feministas, han entendido que siempre luchan por hacer extensivas a las demás sus reivindicaciones 18. Por estas razones, las feministas asturianas y las de todos los tiempos representan la voz de la conciencia de muchas mujeres invisibles y anónimas. Además, han pensado y actuado en los contextos sociales y políticos que les ha tocado vivir. Algunas de las mujeres entrevistadas como Amelia Valcárcel, Oliva Blanco, Begoña Sánchez, Teresa Meana, Lourdes Pérez, Mª José Capellín, Emilia Vázquez, Mª José del Río y Margarita Riera habían llegado a la Universidad a finales de los años 60 y comienzos de los 70 del siglo XX. Comenzaron a leer e investigar, y llegaron a constituir esa masa crítica, ese porcentaje que hace visible un colectivo. Paz Fernández Felgueroso, Carmen Veiga, y Paloma Uría habían ya pasado por las aulas universitarias e iniciado una lucha política antifranquista. Otras, como Aida Fuentes, vivían sus experiencias en los movimientos obreros y sociales, también en la oposición a la dictadura. Algunas algo más jóvenes que las anteriores, como Dulce Gallego o Gloria García, pasaron a militar en partidos de la izquierda revolucionaria y en la lucha feminista. La trayectoria es diversa en muchas de ellas: militancia antifranquista, trabajo en los movimientos sociales, lucha feminista, militancia en la izquierda política y estudio e investigación sobre la subordinación de las mujeres. Sobre todo la oposición al franquismo les permitió descubrir cómo en todas y cada una de las actitudes cotidianas de la lucha política, la sociedad mostraba la realidad patriarcal. 18

Ver ANDERSON, Bonnie S. y ZINSSER, Judith P. (1992): Historia de las mujeres: una historia propia. Ed. Crítica, Barcelona, vol. 2, p. 381.

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Por todas estas razones, y sobre todo por la ausencia y el olvido de las mujeres feministas de la transición asturiana, en el marco de estudios y publicaciones, académicas o no, se hace necesario e imprescindible reconocer sus acciones y pensamiento en el contexto de la sociedad que les tocó vivir. 1.2. Los estudios sobre el feminismo de la transición en España Investigar sobre un aspecto de la historia de las mujeres significa inscribirse en una corriente historiográfica iniciada en los años 1960 y ligada precisamente al impulso de los movimientos de liberación de las mujeres en estas mismas fechas. A España llega con un poco más de retraso debido a nuestra situación política que, incluía, además, la falta de libertad intelectual 19. El objetivo fundamental de la historia de las mujeres en sus primeros momentos fue mostrar que las mujeres tenían historia. Pero no sólo se trataba de esto sino de mostrar que los contenidos de la historia tradicional acerca de las mujeres las situaban en un punto de dependencia de los varones no deseada. Las mujeres célebres y destacadas, significadas por la historia, estaban hechas a imagen y semejanza de los varones. Al igual que ellas existían en la historia, cabía preguntarse si el resto no estaban porque no habían hecho cosas de especial significado 20. La respuesta la encontraron las historiadoras cuando reflexionaron sobre la propuesta conceptual en la que se basaban algunas de las corrientes políticas e historiográficas. En la interpretación liberal la idea de progreso era fundamental. Desde un estado primitivo, la historia de la humanidad se podría describir como un conjunto de logros políticos, sociales y culturales que habrían abierto la posibilidad de avanzar hacia una sociedad más compleja y con un mayor dominio de la naturaleza. Para la corriente marxista el progreso tenía un final, la consecución de una sociedad socialista y la desaparición del Estado. ¿Dónde quedaba el progreso de las mujeres? Para el liberalismo la mujer había conseguido su emancipación a través de la consecución de los derechos 19

NASH, Mary (1991): “Dos décadas de Historia de las Mujeres en España: una reconsideración”, Historia Social, nº 9, pp.137-161. 20 NASH, Mary (ed.) (1984): Presencia y protagonismo. Aspectos de la historia de la mujer. Ed. Serbal, Barcelona, p. 11. La historia de las mujeres ha tenido que enfrentarse a esta falta de reconocimiento, quizás de ahí la sobreimportancia que se dió a la “victimización”.

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políticos y civiles. La revolución socialista supondría la total emancipación. Así pues la idea de “progreso” situaba a las mujeres en circunstancias distintas. ¿No podrían existir otras posibilidades y otras interpretaciones diferentes? Los primeros estudios pusieron el acento en las carencias, las ausencias y la falta de reconocimiento de las mujeres. Esto tuvo como consecuencia que los planteamientos “victimistas” tuvieran una presencia activa 21. Esto quizás, fue una etapa de diagnóstico necesaria, un camino que tenían que recorrer las mujeres historiadoras, una forma de crear “conciencia” que no tenía salida. Hacer a las mujeres víctimas podría ser también un concepto con el que había que trabajar. ¿Siempre había sido así? ¿Las mujeres habían estado efectivamente subordinadas y oprimidas ? ¿Era posible reconocer situaciones históricas diferentes? La respuesta a estas preguntas no se hizo esperar. Fueron importantes para articular la historia de las mujeres conceptos como androcentrismo y/o patriarcado derivados de estudios antropológicos y filosóficos, así como el concepto de género. En concreto, la categoría de género revolucionó la historia de las mujeres desde los años 80 del siglo XX. De tal forma se ha popularizado el término que cualquier estudio sobre las mujeres o que resalte su especificidad se denomina de género22. Sin duda, ésta fue una categoría de análisis fundamental porque permitió entender las razones de las diferencias entre los varones y las mujeres, así como la necesidad del estudio de las relaciones entre los mismos y de qué forma habían condicionado y condicionaban la historia general. De igual manera, planteó un orden conceptual para explicar con claridad que las relaciones entre los sexos eran de carácter social y político y no de orden biológico, por lo que había que inscribirlas en los distintos contextos sociales. El concepto de género se encuentra hoy incorporado a los estudios de las mujeres, pero la reflexión metodológica y teórica no parece haber 21

Ver algunas ideas fundamentales sobre el camino recorrido en NASH, Mary (1999): Rojas. Las mujeres republicanas en la Guerra Civil. Ed. Taurus, Madrid, pp. 27-34. 22 Ver SCOTT, Joan W. (1990): “El género una categoría útil para el análisis histórico” en AMELANG, James S. Y NASH, Mary (eds.) Historia y género: Las mujeres en la Europa Moderna y Contemporánea. Edicions Alfons el Magnànim. Institució Valenciana d´Estudis i Investigació, Valencia, pp. 23-56

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terminado. La historia de las mujeres se ha vinculado a corrientes “renovadoras”, tales como las que se derivan de la Historia Social. En este campo, como en el de la historia de las mujeres, caben todos los grupos sociales, el ámbito de lo privado y la perspectiva interdisciplinar tan necesaria. Esta relación ha sido fructífera y ha renovado los contenidos de una manera importante. Las mujeres no son ya víctimas sino protagonistas en donde se pensaba que habían sido relegadas. Su contribución a los movimientos sociales organizados ha revelado la importancia de los movimientos de mujeres como el sufragismo o los movimientos de liberación de los años 1970. Sin olvidar la importancia de la reproducción, de la sexualidad o de la salud de las mujeres que han abierto campos nuevos de investigación 23. El feminismo aporta finalmente otra categoría de análisis propia a los estudios de las mujeres. Aquél explica la toma de conciencia de las mujeres, configura un discurso teórico, plantea estrategias para la acción y llama a la movilización colectiva a favor de la consecución de todos los derechos que les han sido negados. En todo este proceso las feministas no están ajenas al contexto socio-político en el que viven, de tal manera que la sociedad es reinterpretada a través de su conciencia crítica. Darles la palabra significa abrir el camino de otra historia y renovar, en cierta medida, la de las mujeres. Por ello, es difícil encontrar estudios globalizadores y reinterpretativos sobre la transición española. Y a casi todos los existentes les falta una clave y ésta es la consideración de la presencia y el protagonismo de más de la mitad de la población que estuvo presente y participó en ella. Así, si analizamos la bibliografía y las imágenes más al uso del este período (1975-1983) casi podríamos decir que la transición española se tradujo casi por entero en una política de varones. Los rostros y los mensajes más elocuentes parecen tener cara de varón. Sólo en fechas recientes, algunas mujeres feministas y partícipes de los movimientos de liberación de las mujeres de aquellos años escribieron y reflexionaron sobre sus experiencias. Resultado de ello son dos publicaciones de referencia obligada 24. 23

NASH, Mary (ed.) (1984): Presencia y protagonismo. Aspectos de la historia de la mujer. Ed. Serbal, Barcelona, pp. 25-29. 24 ESCARIO, Pilar; ALBERDI, Inés; LÓPEZ-ACCOTTO, Ana Inés (1996): Lo personal es político. El Movimiento Feminista en la transición. Ministerio de Asuntos Sociales. Instituto de la Mujer, Madrid y

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Ambas publicaciones tienen como objetivo fundamental del estudio visibilizar, constatar y valorar la participación política de las mujeres en el período histórico de la transición española; la participación política en dos dimensiones: Por un lado, en la relación con la lucha general contra la dictadura franquista y en la construcción subsiguiente de la democracia y por otro, respecto a las organizaciones específicamente feministas. Han rescatado la voz y la palabra de las mujeres, han utilizado las fuentes orales y sacado a la luz documentos y archivos del período. En el caso de la investigación de Pilar Escario, Inés Alberdi y Ana Inés López-Acotto la metodología utilizada fue la entrevista. Las autoras entrevistaron en profundidad a 63 mujeres de toda la geografía española, representativas por su militancia en el feminismo y por su participación activa en la lucha antifranquista y en la feminista. De los recuerdos, de las opiniones, de los testimonios y de los propios archivos personales, las mujeres entrevistadas rescataron la memoria individual y colectiva de la transición. En Españolas en la transición. De excluidas a protagonistas (1973-1982) las autoras declaran con precisión <<la verdad es que el movimiento feminista que desarrolló su labor en las Comunidades Autónomas tiene entidad propia y suficiente, y nadie mejor que ellas mismas para escribir su historia>> 25. Fue precisamente el trabajo de Victoria Prego para RTVE, La transición española, en el año 199626, uno de los motivos que llevó a la Asociación “Mujeres en la Transición Española” a rescatar la historia de las mujeres de este tiempo, dado que unos documentales tan valiosos, con la autoría de una periodista, prescindían, por completo, de lo que había sido la contribución de las mujeres a uno de los períodos históricos tan decisivos como la transición democrática. En Españolas en la transición se destaca la labor de colaboración colectiva de treinta y dos mujeres que vivieron esta época de forma activa. Se ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA” (1999): Españolas en la transición. De excluidas a protagonistas (1973-1982). Ed. Biblioteca Nueva, Madrid. 25 ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op. cit., p. 22. 26 Este trabajo realizado en 1996 para RTVE consta de 13 cintas de una duración cada una entre 60 y 75 minutos. Comprende desde el asesinato del Almirante Carrero Blanco en 1973 hasta la constitución de las primeras Cortes Democráticas en el año 1977. En estos reportajes las mujeres están prácticamente ausentes o aparecen en papeles subordinados. Su perspectiva es absolutamente androcéntrica.

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fijaron ocho campos de trabajo: asociacionismo, cambios legislativos, mujeres e instituciones, participación política de las mujeres, mujer y educación, trabajo y salud, comunicación e información de mujeres y para mujeres, tantos como capítulos tiene el libro, aunque finalmente se añadió otro más, la transversalidad de la presencia femenina. Las asociadas se adscribieron a diferentes grupos de trabajo, a partir de las primeras reuniones, y comenzaron a recabar y sistematizar la información, a rescatar fuentes documentales y cada grupo se responsabilizó de la redacción correspondiente a ese capítulo. Esta obra ofrecía una contribución que deberá abrir muchos caminos porque no tenía la intención de ser exhaustiva y completa. Aunque no quería tener un enfoque “centralista”, lo cierto es que estaba muy polarizada en la capital del Estado y en lo que el movimiento feminista de la provincia de Madrid aportó al resto de España. Es por lo que esperaban nuevos estudios y las contribuciones de otras Comunidades. Feministas en la transición asturiana intenta responder a este reto. En nuestra Comunidad no existen estudios o investigaciones sobre el feminismo. No obstante, algunas publicaciones recientes han dado sacado a la luz la voz y la palabra relevantes de las mujeres. En el año 1991, Ana Fernández Tapia, Águeda Martínez de Tejada Álvarez, Esperanza Robledal Fernández y Mª José Rodríguez Muñiz rescatan la vida de la allerana Yina Castañón. Estas historiadoras se han formado en la “escuela” de Mª Carmen García-Nieto y nos muestran en su trabajo la relevancia de la historia oral en la vida de las mujeres. La investigación no sólo abre y explora la importancia de los relatos de vida, sino que la biografía de Yina se inscribe en el conjunto de los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en Asturias, en España y en el exilio de las mujeres republicanas y militantes antifascistas, tras la Guerra Civil y la cárcel. Yina Castañón fue un testimonio viviente de la historia y aportó un conjunto de experiencias y pensamientos significativos que deberían tener cabida, junto con el testimonio de otras mujeres en la historia general y deberían hacernos reconsiderar nuestro pasado 27. 27

FERNÁNDEZ TAPIA, Ana, MARTÍNEZ DE TEJADA ÁLVAREZ, Águeda, ROBLEDAL FERNÁNDEZ, Esperanza y RODRÍGUEZ MUÑIZ, Mª José (1991): Realidad, vivencias e historia en la voz de Yina Castañón, Principado de Asturias. Consejería de la Juventud. Secretaría de la Mujer, Oviedo.

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En 1999, el Ateneo Obrero de Gijón publica la vida de Peregrina González Peláez, mujer militante comunista desde los 14 años y que participó activamente en los sucesos de la Dictadura de Primo de Rivera, la República y la Guerra Civil. Guerra, cárcel y exilio interior fueron los componentes en los que tuvo que vivir hasta la llegada de la democracia 28. La Fundación Juan Muñiz Zapico inició en el año 2000 una línea de publicaciones cuyo objetivo es <<dar cauce a la voz de aquellos que no suelen tener medio de hacerse oír>>. El primer testimonio es el de una mujer, Mª Luisa Álvarez Llorente, y Tenía que contarlo alude a la necesidad sentida y al deber inexcusable de dar testimonio de su vida y de sus acciones. Simpatizante y militante del Partido Comunista describe sus vivencias en la época franquista y en los comienzos de la transición democrática 29. El Ayuntamiento de Gijón propició, en el mismo año 2000, la publicación de una investigación basada en fuentes orales y periodísticas sobre las mujeres asturianas antifascistas en la Guerra Civil. Las Agrupaciones Femeninas Antifascistas fueron el aglutinante del comunismo, socialismo y de los partidos republicanos, que tenían su referente nacional y de hecho canalizaron la mayor parte de las acciones de las mujeres en la guerra civil asturiana. Isabel Cueva refleja el conjunto de actividades que las mujeres asturianas de izquierdas realizaron: confección, recaudar ropa y enseres, reparto de alimentos, funciones benéficas y veladas artísticas, mítines, brigadas de choque, protección a la infancia, atención a los frentes, servicio de lavandería, actividades de formación, en algunos casos milicianas...., todo hace honor al título de la investigación. Son tareas que ya sabemos fueron comunes en todas las zonas de frentes de guerra30. Como en el caso del análisis que realiza Mary Nash en Rojas sobre el imaginario femenino, las mujeres aparecen en la prensa asturiana ensalzadas en sus papeles para mejor gloria de los hombres, y a su imagen y semejanza. 28

GONZÁLEZ PELÁEZ, Peregrina (1999): “Recuerdos y pensamientos”. Folletos del Ateneo. Cuadernos de Historia, nº XVI, noviembre, Ateneo Obrero de Gijón, Gijón. 29 ÁLVAREZ LLORENTE, Mª Luisa (2000): Tenía que contarlo, Fundación Juan Muñiz Zapico, Oviedo, p. 10. 30 CUEVA FERNÁNDEZ, Isabel (2000): ¡La retaguardia nos pertenece! Las mujeres de izquierdas en Asturias (1936-1937). Su lucha por autodefinirse, Ayuntamiento de Gijón, Concejalía de la Mujer.

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Los valores masculinos se potencian a través de las imágenes de las mujeres. Junto a esto, se destaca al igual que lo hiciera Mary Nash, la delimitación de los ámbitos público y privado de las mujeres y el hecho de que la asunción de nuevos roles y actividades llevó a las mujeres asturianas de izquierdas a adquirir un nivel de conciencia sobre sí mismas bastante alejado de sus conciencias tradicionales. 1.3 La recuperación de los testimonios y de las fuentes documentales Una parte importantísima de la investigación ha consistido en buscar fuentes y documentos, ordenarlos y sistematizarlos. Escribir e investigar sobre un pasado tan reciente tiene ciertos riesgos que hay que correr, necesariamente, en la historia de las mujeres. Nuevas perspectivas y visiones permitirán volver atrás y mirar hacia delante para reinterpretarla. La historia no es definitiva e inmutable y para las mujeres, el eterno diálogo con la historia pasada no lleva sino a nuevos descubrimientos y éste debe mantenerse. La primera aproximación a las fuentes de información sobre la historia de la transición española abruma: historias generales del período, memorias, prensa escrita, biografías, documentales... Pero en cada lectura siempre se suscita la misma pregunta: ¿Estuvieron realmente presentes las mujeres en la transición española? Se imponía una nueva lectura de la transición asturiana tomando como referencia el trabajo de las mujeres feministas. La primera fuente de información tenía que provenir de ellas, necesariamente. Por ello, en primer lugar, era necesario analizar la bibliografía sobre fuentes orales que sirviera de antecedente. Del resultado de la investigación se ha dado cuenta en el apartado anterior. Además, Amelia Valcárcel había sido ya entrevistada para el libro antes citado de Pilar Escario, precisamente para dejar testimonio de su militancia feminista. Mª José Capellín, Aida Fuentes y Paloma Uría habían sido entrevistadas en el marco de los estudios e investigaciones más recientes de la Facultad de Historia que leí con atención, pero no por su militancia feminista,

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sino por su participación en los movimientos sociales y por su militancia política31. Visité el Fondo de Documentación Feminista de Asturias, antes archivo personal de Lourdes Pérez, en la Biblioteca de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Oviedo y comencé a elaborar una lista de las mujeres que podía entrevistar32. Debían combinarse varios factores para dar paso a la lista definitiva. En primer lugar, un número -y que fuera accesible- de mujeres pertenecientes a AFA, también algunas mujeres que no estando integradas en esta asociación unitaria fueran feministas. Inevitablemente debía buscar entre las mujeres de la izquierda ideológica que, bien desde una militancia declarada o aún sin militar en partidos, estuviesen próximas a los planteamientos de estas opciones políticas33. Era importante, a su vez, contar con mujeres de distintas militancias dentro de esa izquierda, intentando compaginar representantes de diferentes partidos en el caso de que hubieran militado. La presencia de algunas de ellas en las candidaturas a las elecciones de 1977 y 1979 era otra referencia, precisamente para entender la participación política de las mujeres feministas en la transición. Incluso la presencia y el protagonismo político de algunas de las mujeres en la política actual, por el sentido de la permanencia de las ideas feministas, era inexcusable. La lista de las mujeres que serían objeto de entrevista fue cotejada con varias personas, entre otras con Amelia Valcárcel, con Begoña Sánchez, con Ana Bernardo, con Paloma Uría, con Rubén Vega y con la directora del trabajo, entre otras34. Del resultado de esta primera aproximación salieron un conjunto de 15 entrevistas que responden a los criterios citados anteriormente 35. Hay 31

Ver ERICE, Francisco (coord.) (1996): Los comunistas en Asturias, 1920-1982. Ed. Trea, Gijón y VEGA GARCÍA, Rubén (1995): CC.OO de Asturias. En la transición y la democracia. CC.OO de Asturias, Oviedo. 32 Este fondo es muy importante. Se requeriría un estudio detallado de su contenido y la recogida de todas sus fuentes. Ofrece una abundante documentación transcendente para el feminismo asturiano y, por sus referencias a revistas y otras publicaciones, para el feminismo de la transición 33 La derecha ideológica nunca se mostró, en esta época, proclive a las reivindicaciones feministas, antes bien, tendía a preservar el papel subordinado de las mujeres en la sociedad. 34 Ana Bernardo fue al primera Secretaria de la Mujer en la legislatura autonómica de 1987-1991. Rubén Vega es doctor y profesor por la Universidad de Oviedo e investigador de la historia contemporánea asturiana. 35 De las quince mujeres entrevistadas, doce estuvieron relacionadas con AFA. Todas son reconocidas como militantes en los movimientos de liberación de las mujeres, en organizaciones feministas, en los movimientos sociales y vecinales, en partidos políticos o en varias situaciones a la vez. Todas ellas se

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muchas más mujeres que militaron en el feminismo en los años de la investigación y sería lógico oír sus voces. Como he dicho antes la historia de las mujeres no se detiene. Los testimonios de estas feministas ya cuentan para la historia. Han sido grabadas para que sus testimonio no se pierda y constituyen un patrimonio para la historia de las mujeres. Ojalá sean las primeras cintas, a las que seguirán más para dar testimonio del feminismo asturiano. Es lógico que muchos historiadores afirmen que las mujeres no están en la historia porque no han hecho nada relevante, y si lo hicieran o hubieran hecho estarían. Pero esta afirmación, por su parte, lleva aparejada una pregunta fundamental -la historia de las mujeres genera y generará alguna más-: ¿qué fuentes han sido consultadas para afirmar tal aserto? En una publicación relativamente reciente36 se analiza la presencia de las mujeres francesas en los salones sociales y literarios de los siglos XVII y XVIII, el valor de las conversaciones literarias y el testimonio de su escritura dando testimonio de su conocimiento cultural y de la incidencia de sus críticas sobre algunas obras publicadas en ese momento. Si una parte de sus conversaciones y testimonios se hubieran conservado es posible que la crítica literaria y la visión de la historia de aquellos siglos fuera otra. Además, se resalta el valor de la escritura femenina como testimonio y

su análisis descubre aspectos de la

relación entre los sexos en ese período hasta ahora no estudiada. Por ello, he trabajado en la recogida del testimonio de las mujeres pero también en su conservación. Incrementar las fuentes para el estudio de las mujeres también ha sido objeto de esta investigación. Las entrevistas con las mujeres dieron lugar a la aparición de otros documentos que pasarán también a incrementar las fuentes para el conocimiento de este período de nuestra historia. Me refiero a los archivos personales que muchas de ellas quisieron compartir conmigo y con todas las personas interesadas en revisar su saber sobre la transición asturiana.

consideran feministas. 36 KAUFFMAN, Linda: “De la conversación galante a la escritura espistolar” en Torras, M. (2001): Tomando cartas en el asunto. Las amistades peligrosas de las mujeres con el género epistolar. Prensas Universitarias de Zaragoza, Zaragoza, pp.49-84.

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Begoña Sánchez me dejó su archivo personal, y enseguida me informó sobre un archivo de materiales que la Asociación Feminista Asturiana (AFA) había donado a la Universidad y que había estado depositado, finalmente, en la asociación Espacio Experimental de Mujeres en la Calle Quintana de Oviedo. Desde aquí se había trasladado a la Universidad y se le había perdido la pista. Las mujeres entrevistadas solo recordaban esto, pero jamás habían vuelto a consultarlo ni a verificar su donación. Recordaban que había sido entregado precisamente por el interés que podría suscitar. Era la parte de su historia común. Cuando alguien se pone a investigar y no posee cierta información “privilegiada” puede imaginarse una las dificultades que esto conlleva, que supongo podrán conducir hasta el abandono del trabajo, pero cuando se sabe a ciencia cierta que algo existe y no puede localizarse, la frustración es importante. No darse por vencida es el único aliciente que queda y así fue como el día 4 de diciembre de 2002 y gracias a la gestiones de Isabel Suárez Melgar, Directora de la Biblioteca de Humanidades, logro llegar al Archivo de la Universidad de Oviedo; aquí, gracias a las atenciones y la generosidad de Mª José Jimeno, Directora del Archivo de la Universidad, “aparecen” tres cajas de documentación y una carpeta que me desvelan la mayor parte de la información verbal que me han transmitido las mujeres. Esta documentación ha estado siempre depositada en el Archivo de la Universidad de Oviedo, pero nadie había accedido a su consulta37. Algunas de las mujeres entrevistadas recuerdan la exposición que realizaron a finales de 1985: “10 años de lucha por el feminismo en Asturias. Actividades realizadas por la Asociación Feminista de Asturias” y para lo que había solicitado los bajos de la Biblioteca Pública, situada entonces en la plaza Porlier de Oviedo, lugar en el que se celebró en el mes de diciembre. Recuperaron parte del material que durante esos diez años habían producido. En el Club Cultural de Oviedo, donde se reunía AFA, tenían un espacio para el archivo de la asociación y allí lo guardaban. El contenido de esta exposición parece que no podrá recuperarse. Sólo existe el testimonio del 37

Así me dijo Mª José Jimeno el día que por fin accedí a consultar el archivo sobre la Asociación de Feministas Asturianas (4-12-2002).

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programa que lleva el título antes citado. Es posible que parte del material expuesto forme parte de las carpetas y documentos que se conservan en el archivo de la Universidad, dado el testimonio de Paloma Uría: <<Eran unos paneles muy simples en los que se recogían por temas las campañas que habíamos realizado, recortes de prensa y manuscritos en los que reflejábamos los logros del movimiento feminista. También los carteles y el programa>>38. No obstante, y como testimonio valioso se conservan unas hojas manuscritas con las que, presiento, diseñaron la exposición, con lo cual pueden reproducirse bastante fielmente los diez años de su historia y lo que pudo ser todo el contenido de la misma. Fundamentalmente, para el estudio del feminismo de la transición en nuestra Comunidad, hay dos fuentes fundamentales: el archivo de AFA que está depositado en el Archivo de la Universidad de Oviedo (AHUO) y que fue cedido por AFA de Oviedo y el Fondo de Documentación Feminista de Asturias, depositado en la Biblioteca de Económicas y Ciencias Jurídicas de la Universidad de Oviedo que fue donado por Lourdes Pérez, militante de AFA y de AFA Gijón en los años estudiados. También existe otro, el archivo personal el de Dulce Gallego Canteli, que será depositado en la Casa de Encuentros de las Mujeres de Gijón y catalogado. Otro conjunto de materiales se encuentran aún dispersos y pertenecen a las mujeres. Consuelo Camblor aún posee algunas carpetas y documentos que rescató del archivo existente en el Club Cultural de Oviedo, Piedad Escudero la propietaria de la tienda Bruxilda de Oviedo posee algunos testimonios gráficos39. Ingerbjorj Jensen fotografíó muchos de los sucesos de la transición asturiana referidos a las mujeres. Estos documentos probablemente están en su casa de Bergen en Noruega. Otros materiales están perdidos o desaparecidos. Emilia Vázquez depositó su archivo personal sobre feminismo en un domicilio diferente al suyo en la noche del 23 de febrero de 1981 y desapareció. 38

Entrevista con Paloma Uría 2-12-2002. Esta tienda situada en la calle Independencia de Oviedo era un lugar de intercambio de información y de aviso para reuniones, encuentros y eventos distintos de las mujeres feministas. Además Piedad diseñaba folletos y carteles para AFA como, por ejemplo, el de las Jornadas del año 1981. 39

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A medida que transcurría la investigación tanto Begoña Sánchez como Mª José del Río, Oliva Blanco, Paloma Uría y Gloria García me abrían sus bibliotecas y sus documentos. Comprendí que ahí estaba una parte de su pasado, de su formación y de su militancia. Los documentos personales que me cedieron fueron importantes y quiero destacarlos porque forman parte de la investigación. En primer lugar, está el archivo personal de Begoña Sánchez al que ya he aludido que comprende bibliografía, documentos, revistas, fotografías, carteles, pancartas, folletos, cassettes y archivo de prensa, entre otras cosas. María José del Río Oliete tenía cuidadosamente guardado un archivo que llevaba por título “Lo que decíamos y hacíamos en el 77” y lo puso a mi disposición. La importancia que tuvo la participación de AFA en la candidatura de Unidad Regionalista, los acuerdos para entrar en la coalición, el contenido de los mítines, de las propuestas feministas para mítines y mesas redondas, se desvelaron en estos materiales. Y otros de igual

trascendencia,

que se

refieren y dan testimonio de las reuniones y contenido de las reflexiones del Colectivo Feminista de Asturias. Oliva Blanco puso a mi disposición, junto con una ingente biblioteca de títulos del momento, cuantas revistas y artículos fueron objeto de búsqueda y encuentro por su parte como Directora de la exposición “El largo camino hacia la igualdad. Feminismo en España (1975-1985)”, patrocinada por el Instituto de la Mujer40. También, un conjunto de artículos de las revistas Triunfo y La Calle, publicaciones semanales que ilustran el contexto español y el feminismo del período estudiado. Paloma Uría Ríos me dio acceso a un material muy diverso: muchas de sus aportaciones teóricas, de conferencias, charlas, así como las publicaciones de gran parte de las Jornadas feministas: Barcelona, Madrid, Santiago... Gloría García tenía un importante archivo de prensa. Por fin, Delia Rodríguez41 me facilitó otro conjunto de materiales que Mª Luisa Rodríguez y 40

Esta exposición data de 1995. Abarca los principales temas de preocupación del movimiento feminista: la educación, el trabajo asalariado y doméstico, la salud y la sexualidad, así como la participación política. 41 Delia Rodríguez ha disfrutado de una beca de investigación del Ayuntamiento de Gijón y realizó en el año 2002 una trabajo titulado “Algunos apuntes y testimonios sobre la historia del movimiento asociativo de mujeres de Gijón de 1975-2000”, trabajo inédito. Entrevistó a muchas mujeres del movimiento

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María Martínez le habían mostrado en el desarrollo de una investigación realizada sobre el asociacionismo de mujeres en el municipio de Gijón. Constituyen otros dos archivos personales que contienen diversos documentos, folletos, prensa, comunicados, en definitiva, materiales sobre el movimiento feminista asturiano. La consulta de la prensa regional: La Nueva España, la Voz de Asturias, El Comercio, Región, Asturias Diario Regional, Asturias Semanal entre los años 1975-1983 se concretó sobre todo en los meses de marzo, y también en las fechas más significativas coincidentes con campañas promovidas por AFA. También se ha utilizado como marco de referencia a nivel nacional el diario El País, en concreto los meses de marzo desde 1978 a 1983. Esencia fundamental de este trabajo han sido las entrevistas con las mujeres protagonistas de este período histórico, como he señalado. En las entrevistas partía de un guión previo que comprendía cuatro grandes apartados. El primero relacionado con la aparición de las conciencias individual y feminista. El segundo aludía a la vinculación con el movimiento y las organizaciones de mujeres en la transición. El tercero abordaba los grandes temas del feminismo. Finalmente incorporaba el apartado de la valoración, una vez pasado el tiempo, de la lucha feminista de este período. No siempre se siguió un guión absolutamente pautado. La información básica que se quería obtener es la descrita. No obstante, y atendiendo a las peculiaridades de cada una, la estructura de las entrevistas se flexibilizó y se adaptó a las distintas mujeres. Lo importante era rescatar los recuerdos en medio de una conversación fluida, evocadora de los hechos más significativos. Una parte importante de aquéllos no son sólo acciones sino sentimientos que necesitan ser compartidos y que tienen que ser interpretados. Estoy en deuda con ellas por su amabilidad, por su interés, por la dedicación que todas me prestaron. Compartimos cafés, casas y lugares de trabajo, cualquier sitio fue bueno para recoger los testimonios. Ya les he expresado personalmente mi agradecimiento y mi interés. A su vez he recogido comprensión y apoyo para esta empresa de rescatar la voz y la experiencia de asociativo y algunas, como Mª Luisa y María, le mostraron sus archivos personales.

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las mujeres. Esta investigación está dedicada a ellas porque han sido tan partícipes como yo misma de este texto. Como feminista era para mí un deber inexcusable, una necesidad de hacer explícita su historia. 1.4. Investigar desde el feminismo y recuperar a las feministas desde la historia de las mujeres El feminismo tiene una larga trayectoria de transformación de la sociedad desde hace más de trescientos años, así que resulta un privilegio poder aportar una pequeña información más a esta larga historia. Como feminista este trabajo de investigación ha sido para mí una satisfacción. No hay intereses personales más allá de divulgarlo y tratar de que sea conocido, pueda ser continuado y permita abrir pistas y caminos de investigaciones futuras. En el objetivo de visibilizar a las asturianas de la transición me han acompañado también las mujeres y quiero resaltarlo para que sirva de ilustración a lo que tantas veces hemos dicho de la sororidad entre mujeres que queda aquí manifestada. Cuando en el 2001 Amelia Valcárcel envió a la Directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Begoña Fernández Fernández, el catálogo de la exposición “Séneca Falls. Un siglo y medio del Movimiento Internacional de Mujeres”, cuyas comisarias eran Mary Nash y María Lluisa Penelas 42, imaginamos Rosa Mª Cid y yo misma cómo se podrían organizar algunos paneles que completaran en nuestro territorio este siglo y medio de lucha de las mujeres y sobre todo cómo podríamos reconocer sus pensamientos y acciones, y en definitiva, su contribución a la historia asturiana de los últimos siglos. En 2001 se cumplía el 70 aniversario de la consecución del voto femenino en España y la exposición asturiana se transformó en “Séneca Falls. Un siglo y medio del Movimiento Internacional de Mujeres y la lucha por el

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Ver catálogo de la exposición: Seneca Falls. Un segle i mig del moviment internacional de dones, Diputación de Barcelona, Asociación de Enseñantes por una Educación No Sexista “Margarita Comas”, Barcelona 1999.

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sufragio femenino en España”43. Las sesiones de trabajo con Rosa Mª Cid resultaron ser unas importantes jornadas de reflexión acerca de todo lo que nos quedaba por investigar en Asturias relacionado con la historia de las mujeres y, más en concreto, con el feminismo. Por otro lado, e impulsada por estas carencia, inicié a título personal alguna búsqueda sobre el movimiento feminista en la época de la transición, la fecha de 1975 me parecía entonces un comienzo preciso. Muy cerca de mí estaba Begoña Sánchez, que con una gran dedicación y espíritu de conservar el pasado de las mujeres, comenzó a desvelarme una parte importante del archivo de la historia más reciente de las mujeres

feministas asturianas.

Habíamos encontrado el punto de arranque. ¿Cómo habían vivido las mujeres los últimos años del franquismo? ¿Cuáles eran sus expectativas y esperanzas? ¿Qué significaba para ellas la transformación política del país? ¿Pudieron configurar una propuesta política feminista? ¿Cómo fue acogido su discurso? ¿Cómo se organizaron las mujeres? ¿Cómo hicieron oír sus voces más allá de su propia estructura organizativa? La primera visión que surgió ante mí como un esperpento fueron algunos airados artículos en la prensa asturiana poniendo en cuestión, criticando y vilipendiando a las mujeres que se comenzaban a manifestar allá por los años 1976 y 1977 en la calle y en defensa de sus derechos 44. El contenido y el alcance de estas primeras polémicas que se continuaron en el tiempo estudiado (1975-1983), si bien es cierto que con distintas intensidades, deberían ser objeto de investigación específica porque el imaginario transmitido por la prensa en estos años no deja sino de ser objeto de escarnio para la vida y el pensamiento de las mujeres. La lucha por su derechos se convirtió, a mi juicio, en los espacios dedicados al feminismo en la prensa diaria regional, en una batalla que debían ellas solas librar contra el mundo, y sus consecuencias

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Esta exposición va acompañada de una Guía didáctica. Promovida desde la Consejería de la Presidencia, a través del Instituto Asturiano de la Mujer y desde la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en la legislatura 1999-2003, se inscribe dentro de las acciones del IV Plan de Acción Positiva para las Mujeres del Principado de Asturias (2001-2005). 44 Basta leer Región 10-3-1997, p. 10, La Nueva España 8-3-1977, p. 1, 10-3-77, p. 1, 8, 13-3-77, p. 9.

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debían estar claras, nadie iba a renunciar a sus privilegios porque a ellas, las feministas, “se les hubiesen ocurrido esas ideas”. Pero no sólo fue la visión esperpéntica lo que acompañó a esta primera toma de contacto con la investigación que posteriormente inicié, fueron los testimonios de Begoña Sánchez, de su experiencia vivida, la que hizo que, en primer lugar, nos planteáramos la necesidad de volver a publicar y sacar a la luz las polémicas mantenidas por las feministas en la prensa regional. Este proyecto requería un trabajo añadido que estudiamos las dos con Consuelo Vega45. Creímos las tres en su viabilidad, pero era necesario darle forma. Como muchas veces sucede, llega el período vacacional y el curso siguiente marca la impronta de otra nueva rutina. De vuelta del curso, ya en el 2001/02, me matriculé en el Curso de Doctorado de Estudios de la Mujer de la Universidad de Oviedo. Este espacio de reflexión y formación académica constituyó para mí el marco necesario para poder empezar a pensar en hacer mío un proyecto más ambicioso que las polémicas de la prensa. Me planteé como objetivo rescatar para nuestra historia reciente la contribución de las feministas. Así fue como Rosa Mª Cid se convirtió en mi directora, primero in pectore, y luego real, y Begoña Sánchez en una viva fuente oral que me transmitía información continua, que me facilitó direcciones y contactos y que puso a mi disposición un importante archivo de material, documentación, pancartas, carteles, fotos y la bibliografía del período más significativa46. Así inicié un trabajo cuyo objetivo fundamental consistió en destacar la presencia y el protagonismo de las feministas asturianas en la transición. Intenté mostrar que ellas formaron parte de la sociedad, que influyeron con sus ideas, propuestas y acciones y que su discurso pudo ser escuchado en todo nuestro territorio. La hilaridad provocada en algunos de los medios de comunicación podía ser un síntoma de la conquista de un poder que, hasta 45

Consuelo Vega ha escrito Una mirada de la mujer en la historia publicada por la editorial Trabe, entre otras obras. Filóloga y escritora, en su obra y en su trabajo muestra una inequívoca visión feminista. 46 Sobre todo las lecturas más importantes que fueron conformando el pensamiento feminista. Podría enumerarse un conjunto de libros significativos. Baste citar algunos como El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir (lectura emblemática donde las haya), Cartas a una idiota española de Lidia Falcón, La liberación de la mujer. Año cero, Hablan las women´s lib, obras colectiva o La mística de la feminidad de Betty Friedan.

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entonces, sólo se había considerado legítimo para los varones y que

no

querían compartir. Esto sólo podía hacerse desde el marco que ofrece la historia de las mujeres y también desde el feminismo. Ambos supuestos constituyen la esencia fundamental y tras lo cual se “esconde” la presente investigación. En esta introducción se han manifestado las dificultades encontradas, así como el privilegio que supone que el único archivo existente de AFA estuviera, hasta el momento, inexplotado. Toda historiadora sueña con encontrar un filón de estas características, por ello, me considero totalmente afortunada. La existencia de otro Fondo de Documentación Feminista Asturiano, actualmente en la Biblioteca de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad de Oviedo y sus materiales tan importantes y algunos archivos personales completaron un importante fondo documental, que aún no ha podido ser explotado en su totalidad, pero que espera nuevas investigaciones. La transición democrática y las razones del feminismo pretende abordar los hitos históricos más importantes entre 1975 y 1983 en España y en Asturias y sus relaciones con el movimiento feminista. Los grupos de autorreflexión y autoconciencia surgieron en Asturias a comienzos de los años 70 del siglo XX. La celebración del Año Internacional de la Mujer en 1975 aglutinó a un conjunto de asociaciones de mujeres que pretendían organizara algunos actos paralelos a los oficiales propiciados por la Sección Femenina. Esto fue el inicio no sólo de las celebración de las I Jornadas de la Liberación de la Mujer al mes siguiente de la muerte de Dictador, sino también de un lucha organizada y coordinada en todo el Estado y que corrió paralela a la consolidación de la democracia. La presencia de las feministas en la transición asturiana se estudia a través de la asociación más emblemática y que no es otra que AFA. La conciencia colectiva de las feministas asturianas supuso la creación de una organización unitaria que en el Principado de Asturias se denominó, primero AFDA (Asociación Feminista Democrática de Asturias) y luego AFA (Asociación Feminista de Asturias), como llegó definitivamente a denominarse una vez que abandonó la D de Democrática. AFA fue una organización unitaria,

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independiente y autónoma47, que contó con un funcionamiento democrático y dentro de la cual existieron diversas ideas y tendencias dentro del feminismo, con reconocimiento y expresión, pero que en su esencia permaneció, como reza en su declaración de principios, unida en torno a la lucha por la causa de la discriminación histórica de las mujeres. AFA se ha mantenido hasta el presente, pero las condiciones de su organización y funcionamiento ha cambiado tanto como el movimiento feminista y asociativo de mujeres en los tiempos más recientes. En

el

capítulo,

La

Asociación

Feminista

Asturiana.

Bases

programáticas y organizativas, se analizan el proceso de formación de la asociación, la definición de un programa para la acción, los aspectos organizativos, así como las particularidades del feminismo asturiano y su confluencia con el resto de las asociaciones del Estado. Por último en La Asociación Feminista Asturiana. Prácticas y logros, se destaca la participación política de AFA en las elecciones de 1977, en las primeras elecciones democráticas en la coalición Unidad Regionalista, así como la inclusión de integrantes de la asociación en otras candidaturas y partidos. La lucha política no terminó en las elecciones, las mujeres feministas se posicionaron ante grandes decisiones como fueron el referéndum sobre la Constitución y en las sucesivas elecciones, una vez que se aprobó ésta. Pero, las campañas del feminismo asturiano requieren un cierto detenimiento. El adulterio, el divorcio y el aborto tuvieron una especial significación. Las celebraciones del Día Internacional de las Mujeres adquirieron relevancia, no sólo por la trascendencia social o mediática sino porque permitieron visibilizar ante la sociedad una lucha constante y reivindicativa en un tiempo corto pero intenso. Las manifestaciones públicas siempre fueron unitarias, pero a medida que el país se iba consolidando democráticamente y las opciones del feminismo se hacían más plurales, las celebraciones comenzaron a ser compartidas y no tan unitarias como en los primeros años, por eso se han distinguido dos períodos en su estudio.

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AFA, Programa de la Asociación Feminista de Asturias, [Oviedo], [1976], cartel de 62 cm. por 42 cm, en archivo personal de Begoña Sánchez.

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Finalmente las Conclusiones permiten hacer una reflexiĂłn conjunta sobre las aportaciones que esta investigaciĂłn hace a la historia del feminismo asturiano asĂ­ como algunos de los aspectos sobre los que conviene seguir investigando.

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2. LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ESPAÑOLA Y LAS RAZONES DEL FEMINISMO 2.1. Hitos de la transición. Su influencia en el movimiento feminista A partir de 1975, la sociedad española experimenta una poderosa transformación y camina hacia la consecución de las libertades democráticas cercenadas durante el período franquista. La conquista de las libertades se desveló como un espacio privilegiado para la participación política de las mujeres y de los hombres, y como tal, aquéllas quisieron contribuir y contribuyeron, en la medida de sus posibilidades, a definir el entramado social de nuestra historia más próxima. Rescatar en qué medida lo hicieron es un deber para la historia y para nosotras mismas, como se ha dicho. Como ya he señalado existe una numerosa bibliografía sobre la transición política española. Para el desarrollo de este apartado he tomado como referencia algunas de las obras generales más recientes, algunas de las cuales ya han sido citadas48. Desde la muerte de Franco en noviembre de 1975 y hasta el año 1983 se desvelan un conjunto de transformaciones que marcan una impronta decisiva en la Historia de España: reforma y no ruptura, transformación y no revolución, en una palabra pacto social. El cambio pacífico que contara con el consenso de las fuerzas políticas mayoritarias fue el objetivo político de este momento histórico. La famosa frase de “atado y bien atado” aludía, en parte, a que la sucesión, una vez muerto Franco, quedaría garantizada. Y así fue como en el año 1969, Juan Carlos, el actual monarca Juan Carlos I, había sido nombrado el sucesor a título de Rey en la Jefatura del Estado, y con ello se preveía la continuidad de las instituciones franquistas. 48

TUSELL, Javier (dir.) (2000): Historia de España. Ed. Taurus, Madrid; TUSELL, Javier y SOTO, Álvaro (eds) (1996): Historia de la transición (1976-1986). Ed. Alianza, Madrid; TUSELL, Javier (1991): “ La transición española a la democracia”. Historia 16, Madrid; REDERO SAN ROMÁN, Manuel (ed.) (1994): La transición a la democracia en España. Ed. Marcial Pons, Madrid; TEZANOS, José Félix, COTARELO, Ramón y BLAS, Andrés de (eds.) (1989): La transición democrática española. Ed. Sistema, Madrid; MARÍN, José María, MOLINERO, Carmen e YSÀS, Pere (2001): Historia política de España, 1939-2000. Ed. Istmo, Madrid; YLLÁN CALDERÓN, Esperanza (1998): La transición política. Ed. Akal, Madrid; DÍAZ GIJÓN, José R; FERNÁNDEZ NAVARRETE, Donato, GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús; MARTÍNEZ LILLO, Pedro A., SOTO CARMONA, Álvaro (2001): Historia de la España Actual: 1939-2000. Autoritarismo y democracia. Ed. Marcial Pons, ediciones Jurídicas y Sociales, Madrid, 2ª edición,

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Pero, determinadas fuerzas políticas abogaban por la reforma de las instituciones y del propio régimen franquista, es decir, la ruptura era la causa común de la izquierda opositora del franquismo. En el año 1974, se había constituido en París la Junta Democrática, integrada por el Partido Comunista, Comisiones Obreras y el Partido Socialista Popular fundamentalmente. En su agenda política figuraban la amnistía, la legalización de partidos, la formación de un gobierno provisional, unas elecciones constituyentes y la celebración de un referéndum para decidir la forma de Estado: monarquía o república. En tales circunstancias, no sólo se trataba de un programa protagonizado por las fuerzas políticas que lo componían. Las Juntas Democráticas de la mayor parte de las provincias y regiones aglutinaban al conjunto de los movimientos sociales, estudiantiles, vecinales, de sectores cristianos, y también, cómo no, de otros colectivos profesionales, y en nuestro caso, de los incipientes movimientos feministas, que integrados o no en las organizaciones descritas comenzaban a aportar sus iniciativas al movimiento político y ciudadano. Al año siguiente, en 1975, se constituyó la Plataforma de Convergencia Democrática de la que formaban parte el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la Unión General de Trabajadores (UGT), Izquierda Democrática (ID) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV). El programa era, en este caso semejante, pero por parte del PSOE se intentó marcar un distanciamiento político del comunismo. No obstante, en octubre de 1975 ambas opciones rupturistas se pusieron de acuerdo para formar una plataforma conjunta, fue la denominada en el argot político de la transición Platajunta. Así en marzo de 1976 se constituyó la Coordinación Democrática 49. El impulso de participación ciudadana entre los años 1974-1976 se amortiguó, dado que comenzaba una tenue línea de realidad pactada. De este modo <<se neutralizó el movimiento popular, debilitando sus acciones, desplazando su protagonismo de toda iniciativa política y dejando a los dirigentes de los partidos como negociadores únicos de la transición>>50. 49

Las diferencias entre el PSOE y el PCE retrasaron esta unión. Desde la constitución de la Platajunta la necesidad de la legalización de todos los partidos políticos fue un hecho inexcusable. 50 En Esperanza Yllán, op. cit., p. 13.

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El Presidente Carlos Arias, el primero bajo la monarquía de Juan Carlos I y firme continuador del franquismo, dimitió en julio de 1976. Ese mismo mes accede al escenario político como Presidente de Gobierno, Adolfo Suárez, una persona salida del franquismo también, pero que supo flexibilizar la necesaria “ruptura” con el régimen anterior. Las intenciones señaladas en su programa de gobierno (15-7-1976) pasaban por la defensa de la soberanía nacional, la legalización de los partidos y el reconocimiento de la España de las autonomías, sin romper la unidad, la amnistía y la necesaria celebración de elecciones generales antes del 30 de junio de 1977 51. La primera medida política visible fue la aprobación en las Cortes franquistas de la Ley para la Reforma Política, que se ratificó el 18 de noviembre de 1976. Las Cortes franquistas dieron el visto bueno a una Ley que derogaba todas las leyes que se opusieran a ella y por tanto “acabaron” con el Régimen. Aunque la Coordinación Democrática del Estado Español, unida a otros organismos regionales como la Asamblea de Cataluña, la Taula Valenciana y la Táboa Gallega formando la Plataforma de Organismo Democráticos, negó el apoyo a la Ley de Reforma, la aprobación de la misma (Referéndum del 15/12/1976) ofrecía un panorama político distinto y, entonces, aunque se mantenía abierta la línea de negociación con el gobierno, los distintos intereses que comenzaron a perfilarse entre las diferentes fuerzas políticas aceleró su disolución. La lucha civil, política y colectiva se sustituía por la de los partidos políticos. Las elecciones del 15 de julio de 1977 fueron las primeras democráticas después de más de 40 años de dictadura. Muchos partidos, sobre todo los de la Nueva Izquierda, aún, no estaban legalizados y concurrieron en forma de agrupaciones electorales52. La oferta programática se realizó en un tiempo apresurado, en medio de un contexto aún carente de todas las libertades. Esto influyó notoriamente en la articulación de los mensajes y programas que los partidos y agrupaciones hicieron llegar a la opinión pública. 51

Este nombramiento causó sorpresa puesto que no era un personaje político de relevancia. Es una de las figuras de la transición que ha concitado más reconocimiento quizás por las dificultades expresas de los primeros momentos tras la muerte de Franco y por su “sincera” dimisión. 52 El 9 de abril de 1977, el PCE fue legalizado, pero no así los partidos de la Nueva Izquierda o de la izquierda revolucionaria que lo serían tras las elecciones de junio de 1977.

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Andrés de Blas Guerrero analiza el contenido de los programas de cuatro partidos políticos UCD, PSOE, PCE y AP que concurrían a las elecciones53. La

descripción

del

modelo

de

organización

social

que

propugnaban establecía la medida de las diferencias que unos y otros recogían en lo que se refería a lo que serían las reivindicaciones de las organizaciones de mujeres en la transición. Así, el PSOE y el PCE abogaban por el divorcio, el aborto -a cargo de la Seguridad Social- y la planificación familiar. El PSOE incidía en la patria potestad conjunta, y en el fin de la denominación de hijos ilegítimos, la abolición del adulterio y de la prostitución. La mujer se liberará cuando se instaure y consolide una sociedad socialista. El PCE criticaba la existencia de una discriminación entre hombres y mujeres y reclamaba la igualdad ante el trabajo, la enseñanza y la cultura. La UCD aceptaba el divorcio, pero rechazaba el aborto, reiteraba la necesidad de reconocer a las hijas y los hijos que hubieran nacido fuera del matrimonio y propugnaba la igualdad de varones y mujeres. AP reconocía la necesidad de la reforma del derecho de familia, la importancia del trabajo de las amas de casa y el hecho de la voluntariedad de las mujeres para realizarlo fuera de casa, pero tampoco era vista esta circunstancia como una necesidad para ellas. La mayoría votó a la Unión del Centro Democrático, un partido formado para plataforma y uso del Presidente Adolfo Suárez que comprendía un sinnúmero de siglas de pequeños partidos, surgidos entre las fuerzas postfranquistas y algunas de signo democristiano y liberal. El Partido Socialista Obrero Español se revelaba como la segunda fuerza política, a gran distancia de partidos como el Comunista y Alianza Popular. Junto a las especiales circunstancias políticas, España arrastraba desde los comienzos de los 70 del siglo XX una importante crisis económica, que afectaba al conjunto del mundo occidental. Fue la llamada crisis del petróleo, o también energética. La energía barata había tenido su tiempo y, ahora, los países occidentales sufrieron un cierto ahogo económico. España no estuvo ajena a esto, pero los acontecimientos desde el año 1973, año de la muerte de Carrero Blanco, hasta las primeras elecciones democráticas, no habían dejado 53

BLAS GUERRERO, Andrés de, “UCD, PSOE, PCE, AP: las posiciones programáticas” en MORODO, Raúl y otros (1979): Los partidos políticos en España. Ed .Labor, Madrid, pp. 156-186.

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posibilidad de recuperar nuestra economía. Esto fue lo que pretendieron los Pactos de la Moncloa54 que fueron el primer instrumento visible de la política de partidos y el inicio del consenso en la transición. En éstos se reconocía la grave situación de la economía del país y la necesidad de reconducirla. La estabilidad económica debía llevar a una tranquilidad social. Así, a costa de contener los salarios se controlaría la inflación, se incrementaría la fiscalidad y se introducirían mejoras en educación, vivienda y empleo. Sindicatos y partidos firmaron. Ni reforma, ni ruptura, ni revolución, al final, una política de consenso imperaría en estos años de transición. Por ello, la Constitución de 1978, refrendada en Referéndum el 6 de diciembre de 1978, aportaba el marco legal necesario para el funcionamiento de la democracia en nuestro país. Una lectura atenta del contenido de los Pactos de la Moncloa 55 nos revela no sólo su dimensión económica y política, sino la necesidad de todo el conjunto de reformas legales que el país necesitaba. En lo que se refiere a las reformas de los Códigos, los textos recogen dos de las reiteradas reivindicaciones del movimiento de mujeres, a saber, la despenalización del adulterio y del amancebamiento, así como la de los anticonceptivos. Las segundas elecciones democráticas tuvieron lugar el 1 de marzo de 1979. Éstas apenas alteraron la presencia de los partidos en las Cortes Generales, a excepción de Herri Batasuna que obtenía tres escaños para el Congreso de los Diputados, y la aparición en el arco parlamentario de partidos nacionalistas como el Partido Socialista Andaluz, la Unión del Pueblo Canario, la Unión del Pueblo Navarro y el Partido Regionalista Aragonés. Hubo que esperar al 3 de abril de 1979 para que se celebraron las primeras elecciones municipales. La consecución de la democracia formal no estuvo exenta de sobresaltos. El 23 de febrero de 1981, y en el momento en que se votaba la candidatura a la Presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo -Adolfo Suárez había dimitido en enero del mismo año-, un destacamento de guardias civiles al mando del coronel Antonio Tejero Molina entró en el Congreso de los 54

Para un estudio pormenorizado de los Pactos ver el estudio de TRULLÉN i THOMAS, Joan (1993): Fundamentos económicos de la transición política española. La política de los acuerdos de la Moncloa. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid. 55 Se pueden ver en http://www.vespito.net/historia/transi/pactos.html

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Diputados y comninó al silencio y al secuestro a sus señorías. El coronel Tejero era además reincidente. En noviembre de 1978 se había descubierto un complot liderado por él y por el capitán Ricardo Sáenz de Ynestrillas, cuyo objetivo era asaltar el Palacio de la Moncloa y detener al Presidente Adolfo Suárez. El fallido golpe de Estado hizo reflexionar sobre la debilidad de una democracia

conformada,

en

donde

los

poderes

fácticos

aún

eran

antidemócratas y fascistas, lo que posiblemente favoreció que el último gobierno de UCD se extinguiese en medio de un conjunto de problemas nacionales y de disputas internas, dada la heterogeneidad de los partidos que la formaron. Una parte de sus diputados se pasaron al grupo de Alianza Popular, los democristianos fundaron el partido Demócrata Popular, los socialdemócratas Acción Popular y el propio Adolfo Suárez creó el 9 de julio de 1982 el Centro Democrático y Social (CDS). Se imponía la disolución de las Cámaras, así el 21 de agosto de 1982 se convocaron elecciones para la fecha del 28 de octubre de 1982. Estas terceras elecciones generales dieron el triunfo al Partido Socialista Obrero Español, con el 48% de los sufragios y más de 10 millones de votos. La UCD se desintegró, el CDS alcanzó sólo un 3%, el PCE un 4% y Alianza Popular con un 26%, se vislumbrara como una posible alternativa, como así sucedió pasado el tiempo. Con la victoria del PSOE se terminaba el largo camino de la transición. El reto siguiente sería administrar bien este número importante de votos, intentar solucionar la crisis económica e integrar a España en las estructuras europeas, que tras sucesivas llamadas a sus puertas se nos había negado la entrada, y, en fin, integrarnos en una estructura militar más influyente que nuestro espacio europeo (OTAN). Durante estos años, el movimiento feminista español recorrió un largo camino político. Se organizó autónomamente, dialogó con los partidos políticos, los sindicatos y la administración y evolucionó con nombre propio, como correspondía a cualquiera de los movimientos sociales del momento. En sus inicios, es necesario destacar la importancia del movimiento asociativo de mujeres. Entre 1960 y 1975 estuvo ligado a la lucha política

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contra la dictadura. Es más o menos el período que Concha Fagoaga y Lola G. Luna denominan toma de conciencia de las mujeres militantes contra la dictadura56 Un ejemplo en este sentido es el Movimiento Democrática de la Mujer (MDM)57. Sus actividades se desarrollaron en la clandestinidad aunque su evidencia pública fue manifiesta. En 1967 dirigieron al Presidente del Gobierno un documento, avalado por 1518 firmas “Por los derechos de la mujer española” en el que exponían las discriminaciones que sufrían las mujeres en nuestra sociedad, los obstáculos para superarlas y una serie de reivindicaciones que pasaban por la necesidad de propiciar igualdad de oportunidades para las mujeres en el terreno educativo, laboral y legislativo. Sus principales acciones se dirigieron al trabajo en los barrios y en las Asociaciones de Amas de Casa -la mayoría propiciadas por el MDM, al menos en el ámbito de Madrid- con el fin de suscitar el debate sobre el secuestro de las libertades políticas y la necesidad de las mujeres de organizarse para su consecución. En 1969, desaparece el MDM de Barcelona, pero desde Madrid se continúa la tarea de coordinación del movimiento, de tal forma que se producen las tres primeras reuniones estatales entre 1970 y 1972. En esta reuniones se diseñaron estrategias y contenidos para la lucha feminista y democrática. En 1974 el MDM participará en la organización de las primeras Jornadas Feministas de Madrid, que se celebrarán en diciembre de 1975, a los pocos días de morir Franco. Es precisamente este año cuando adoptan la denominación de Movimiento Democrática de la Mujer/Movimiento de Liberación de la Mujer (MDM/MLM). Entre 1975 y primeros años de los 80 fue una asociación tremendamente activa. Presentó sendos proyectos de divorcio, 56

Ver FAGOAGA, Concha y G. LUNA, Lola (1982): “Notas para una historia social del movimiento de las mujeres: signos reformistas y signos radicales” en Actas de las Cuartas Jornadas de Investigación Disciplinaria, Ordenamiento jurídico y realidad social de las mujeres. Ed. Seminario de Estudios de la de la Mujer de la Universidad Autónoma de Madrid, vol. I, Madrid, p. 456. El período 1976-1978 sería el de eclosión del movimiento coincidiendo con los inicios de la transición democrática 57 Ver MORENO, Amparo (1977): Mujeres en lucha. El movimiento feminista en España. Ed. Anagrama, Barcelona, pp. 29-38; FOLGUERA, Pilar (comp.) (1988): El feminismo en España: dos siglos de historia. Fundación Pablo Iglesias, Madrid, p. 547; Concha Fagoaga y Lola G. Luna, art. cit., p. 458. Pilar Folguera señala cómo el PCE impulsó el MDM en Zaragoza, Valencia, Euskadi, Galicia y Madrid. Desde esta ciudad se lideraría el movimiento a partir de 1969. La influencia del MDM en las Asociaciones de Amas de Casa, en la provincia de Madrid está estudiado por Asociación “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., pp. 40-45.

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de legalización del aborto, abogó por la despenalización de los anticonceptivos, las reformas legislativas, pidió la amnistía para los “delitos sexuales” de las mujeres, defendió a las prostitutas. En fin, se unió a la lucha general por las libertades. Se definió abstencionista en la Ley para la Reforma Política y en el referéndum sobre la Constitución resaltó lo positivo de la misma y las deficiencias que se apreciaban en cuento a los derechos de las mujeres, sin llegar a recomendar ningún tipo de voto. En general, en las primeras citas electorales, siguió planteando su programa de reivindicaciones feministas y propició la participación consciente y activa de las mujeres en la política 58. Auspiciado por el PCE, constituido por mujeres militantes de este partido, aunque también hubo independientes, se dejó languidecer cuando las directrices del mismo aconsejaron que el tiempo de los feminismos autónomos ya había pasado. Algunas mujeres militantes del PCE, aunque no del MDM/MLM recuerdan que los hechos sucedieron de esta manera. Si bien se había decidido en el pasado apoyar la causa de las mujeres en un movimiento organizado, más tarde correspondió integrar las fuerzas feministas en el partido y trabajar hacia dentro, en el ámbito interno. Muchas militantes del PCE incluso lo creían así más conveniente 59. El otro sector concienciado pertenecía a una tradición liberal -no marxista- dentro del catolicismo progresista y que se aglutinaba en torno al Seminario de Estudios Sociológicos de la Mujeres (SESM). Fue fundado por la Condesa de Campo Alange y se movía en el entorno de la revista Cuadernos para el Diálogo60. Junto a éste, y en el ámbito universitario, cabe señalar la Asociación Española de Mujeres Universitarias (AEMU) que pasaba por la necesidad de modernizar su discurso, lo que provocó alguna que otra crisis entre sus integrantes61. En el terreno legislativo fue muy importante la labor realizada por Asociación Española de Mujeres Juristas. María Telo fue su mentora y fundó una Comisión de Estudios Jurídicos cuyo objetivo fue el 58

Ver ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op. cit., pp. 29-34.

59

Entrevistas con Oliva Blanco, 19-10-2002 y Mª José Capellín, 7-2-2003. Ver GRAU BIOSCA, Elena: “De la emancipación a la liberación y la valoración de la diferencia. El movimiento de mujeres en el Estado españo, 1965-1990” en DUBY, George y PERROT, Michelle (dir.) (2000): Historia de las mujeres. Tomo 5, El siglo XX. Ed. Santillana, Madrid, p. 737. 61 Ver ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op. cit., pp. 35-40. 60

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estudio y la divulgación a las <<máximas autoridades en materia jurídica>> de nuestro país y al propio Jefe del Estado, General Franco, sobre la necesidad de adecuar las normas del derechos a las circunstancias sociales del momento. Esto sucedía en el año 1970 y las Mujeres Juristas dieron sobrada cuenta de sus peticiones en sendos informes dirigidos a las autoridades. Fueron colaboradoras activas en las escasas reformas legales que se produjeron en España antes de 1975, e incluso alguna de 1981, y que intentaban amortiguar las injusticias de los códigos napoleónicos al uso 62. Tímidamente, algunas reformas legales se habían iniciado en 1958. La reforma del Código Civil de este año (Ley de 24 de abril) sustituyó la casa del marido por la de hogar conyugal. En caso de separación de la pareja, la mujer, si era declarada culpable, podía administrar sus bienes propios y la mitad de los gananciales. Las viudas ya no perdían la patria potestad sobre hijos e hijas si se casaban en segundas nupcias. Se suprimió el “depósito”, es decir, la figura que ejemplificaba la minoría de edad de la mujer al tener que estar “depositada” en la casa paterna, o en otro domicilio bajo protección y a expensas de lo que dictaminara el juzgado. Precisamente esta injusta situación había sido objeto de denuncia por personas adictas al régimen, como es el caso de la jurista Mercedes Formica, que en su artículo en ABC del 7 de noviembre de 1953 había escrito: <<Nuestro Código Civil, tan injusto con la mujer en la mayoría de sus instituciones, no podía hacer una excepción con la esposa, y la casada que se ve en trance de pedir la separación; aún en aquellos supuestos en que su inocencia está comprobada, ha de pasar por previo depósito, que en este caso habrá de ser realizado fuera del domicilio conyugal, y ya el proceso en marcha, el juez le entregará, o no le entregará, los hijos, los bienes muebles, fijará una pensión alimenticia, pero lo que ningún magistrado sentenciará -entre otras razones porque carece de facultades para ello- es que sea la esposa la que permanezca en el domicilio común y sea el marido culpable el que lo abandone>> 63. 62

Ibid., pp. 50-52. En AGUADO HICÓN, Ana María y otras (1994): Textos para la historia de las mujeres en España. Ed. Cátedra, Madrid, p. 388. Mercedes Formica se refiere explícitamente a la denuncia de un caso de maltrato con agresión física 63

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Por otro lado, la Ley 56/1961, de 22 de julio, sobre Derechos Políticos, Profesionales y de Trabajo de la Mujer finalizó con la discriminación en el ámbito laboral por razón de sexo, excepto en el caso <<cuerpos, servicios o carreras que impliquen normalmente la utilización de armas>>. Permanecía el veto para acceder a la Marina Mercante y para dedicarse a trabajo <<penosos, peligrosos e insalubres>>. Finalmente seguía en vigor la autorización marital para el ejercicio de una profesión64. En 1963, por fin, quedó eliminado del Código Penal el “derecho” que correspondía a los maridos o padres a matar a esposas o hijas en caso de delito de adulterio, por mor de defender la honra, por supuesto la masculina, al uso. En 1970 el Código Civil negó la posibilidad que tenían los varones de dar en adopción a hijos e hijas sin consentimiento de sus madres y en 1972 (Ley 31/1972, de 22 de julio) las mujeres mayores de 21 años y menores de 25 podían dejar el domicilio de su familia sin contar con la aprobación del padre. Por último, la Ley 14/ 1975, de 2 de mayo, dejó sin efectividad legal la licencia marital. La pareja debía fijar su domicilio por común acuerdo, las mujeres no perdían su nacionalidad si contraían matrimonio con varones extranjeros y podían ejercer actividades económicas sin la autorización del marido. Se seguía privando de la patria potestad a las madres y los bienes gananciales los administraría el marido. Las mujeres seguían en 1975 sin poder ejercer legalmente como madres, sin poder administrar los bienes comunes y sin poder acceder a una separación matrimonial en condiciones equitativas para ambos sexos. Todos los “delitos sexuales” atribuidos a las mujeres por causa del mancillamiento del honor de los varones seguían en los códigos. Las feministas tenían una inmensa plataforma de agravios para hacer llegar sus reivindicaciones a la sociedad española tras la caída del franquismo 65. No hizo falta que el régimen desapareciera para que a finales de 1974 el movimiento asociativo de mujer cobrara un importante impulso. Hasta 1975 no se había dado trascendencia mundial, desde el punto de vista institucional, a los problemas de las mujeres. Las Naciones Unidas habían 64

En FOLGERA, Pilar “El franquismo. El retorno a la esfera privada (1939-1975)” en GARRIDO GONZÁLEZ, Elena (ed.) (1997): Historia de las mujeres en España. Ed. Síntesis, Madrid, p. 543. La autorización marital perduró hasta la ley de relaciones laborales de 1976. 65 Ver ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op. cit., p. 135-137.

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proclamado este año como el Año Internacional de la Mujer. Después de treinta años de existencia, esta organización supranacional decidió promover recomendaciones y estrategias y un conjunto de diagnósticos y reflexiones sobre lo que les pasaba a las mujeres en el mundo. En este mismo años tuvo lugar en Méjico la I Conferencia Mundial de las Mujeres. En ella se aprobó un Plan de Acción para la década 1975-1985. Se dirigía a los gobiernos, a las organizaciones de mujeres, a los partidos políticos y a los medios de comunicación. Puesto que existían diferencias entre las sociedades y las culturas, en lo que atañía a la situación de las mujeres, cada país debía adaptar su propia estrategia y definir sus objetivos dentro del marco del Plan. Éste contemplaba como medidas mínimas las relacionadas con la consecución de los derechos políticos (voto, elegibilidad y estímulo a la participación política de las mujeres), la paridad en cuestiones de matrimonio y ciudadanía, la educación en igualdad y el fomento de la coeducación, el acceso al trabajo, el reconocimiento del trabajo doméstico y la planificación familiar y la salud 66. Los progresos realizados fueron analizados, en el año 1980, en la II Conferencia Mundial celebrada en Copenhague. A partir de los informes y el diagnóstico de las distintas políticas públicas se fijaron unas nuevas medidas para el quinquenio 1980-85. El balance final de la década se estableció en la III Conferencia de Mujeres celebrada en Nairobi. Se mostraron los escasos resultados y como consecuencia se elaboró otra plataforma de medidas que tendrían vigencia hasta el año 2000. Recibieron el nombre de “Estrategias orientadas hacia el futuro para el adelanto de la Mujer”. Este conjunto de conferencias sirvieron para llamar la atención mundial sobre los problemas de las mujeres y permitieron conocer las políticas emprendidas por los diferentes Estados. Se perseguía sensibilizar a las distintas sociedades y lograr que los gobiernos adoptaran medidas de acción positiva para equilibrar las diferencias entre los sexos. Finalmente, se estimaba

66

Ver Las Conferencias Mundiales de Naciones Unidas sobre las Mujeres. Textos aprobados. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Instituto de la Mujer, Madrid, 1999, pp. 19-21. Este texto contiene los textos aprobados de todas las conferencias: Copenhague en 1980 (II), Nairobi en 1985 (III), así como Pekín en 1995 (IV). Posteriormente se celebró, en el año 2000, la Conferencia denominada Pekín + 5, enfocada a efectuar el balance de los cinco años después de Pekín y diseñar nuevas acciones.

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que bajo el impulso institucional, las mujeres hicieran suya la lucha y quienes ya la habían iniciado sintieran la presencia de una solidaridad supranacional. En el caso de nuestro país, la respuesta no se hizo esperar. Desde mediados de 1974 se venían reuniendo algunos colectivos de mujeres impulsados para plantear la celebración del Año Internacional al margen de las directrices oficiales que correspondían al gobierno franquista y a la Sección Femenina como delegada y copartícipe de la organización de actividades. No existía total unanimidad entre los colectivos femeninos en esta llamada a la participación alternativa, pero tras varios debates se concluyó que <<dadas las dificultades existentes para expresarse, reunirse y manifestarse, dicha convocatoria internacional podría utilizarse para romper barreras>>67. De esta forma, diversas organizaciones fueron coordinándose para aunar esfuerzos y delimitar una declaración. Esta fue la plataforma de acción, el programa de 48 organizaciones no gubernamentales, con motivo del Año Internacional de la Mujer y que transcurrió al margen de los mecanismos oficiales 68. En su introducción, se hacía una exposición de motivos por los cuales las españolas se encontraban con serias dificultades para conseguir su liberación, así como las circunstancias que deberían concurrir para conseguirla: <<(...) La liberación de la mujer pasa por múltiples frentes: pasa por la incorporación al trabajo, pasa por la transformación de normas, leyes, (...) que frenen su integración a las tareas nacionales y pasa también por un cambio ideológico, de mentalidad que modifique la relación hombremujer. En España, pasa también por la necesidad de conseguir una democracia. (...) (la falta de derechos) si bien perjudica a cualquier movimiento reivindicativo,

67

Ver ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op.cit., p. 83. En Año Internacional de la Mujer. Programa de las Organizaciones No Gubernamentales del Estado Español, Madrid, 1975, 15 pp., archivo personal de Begoña Sánchez y archivo de AFA en AHUO. Entre las asociaciones firmantes figuran el SESM, la AEMU, diversas Asociaciones de Amas de Casa y Amas de Casas y Consumidoras de Madrid, el Club de Amigos de la UNESCO, la Asociación de Mujeres Separadas Legalmente, la HOAC, la JOC, Asociación de Amigos de las Naciones Unidas, entre otras, de las provincias de Madrid, Valladolid, Alicante, Valencia, Santander, Málaga y Barcelona. 68

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es doblemente gravoso para los sectores socialmente más atrasados, como es el femenino que a lo largo de los siglos le ha venido imponiendo la sociedad>>69. La

plataforma

reivindicativa

abarcaba

seis

campos:

educación,

legislación, familia, barrios, trabajo y sociedad. En todos y cada uno de los puntos se realizaba un diagnóstico de la situación española respecto a la mujer en estos temas y a continuación se planteaban las exigencias que harían superar las discriminaciones. Se destacaba el papel que la familia y la educación habían supuesto en la transmisión de roles estereotipados. Niños y niñas eran educados por igual y ello se traducía en una asunción de papeles distintos que habían de cumplir en la sociedad. La escuela había corroborado las pautas que el entorno familiar había definido. Por ello, el principio de igualdad en la educación debía pasar por el fomento de la coeducación, la revisión de los textos académicos y la extensión de la formación doméstica a los dos sexos. No se cuestionaba el papel de la familia, sino las funciones que las distintas personas que la integraban. Debería existir corresponsabilidad de tareas en la pareja, una formación sexual que les permitiera decidir no sólo el numero de hijos e hijas sino los métodos de control de la natalidad que consideran convenientes. Facilitar tan información debería ser responsabilidad de los poderes públicos. Las discriminaciones de la mujer en el trabajo adquirían múltiples facetas, pero entre otras predominaba la temporalidad, la perspectiva subsidiaria, la diferencia de salarios respecto a los varones y la carga de las tareas domésticas cuando se realizaba una actividad remunerada fuera del hogar. Desde el punto de vista legal, la modificación de los Códigos Civil y Penal resultaba imprescindible en todo aquello que minusvalorase la condición de las mujeres: la patria potestad compartida, la desaparición de la consideración ilegitimidad de hijos e hijas, la despenalización de los anticonceptivos, del adulterio y del amancebamiento. Debe observarse que 69

Ver Programa de Organizaciones No Gubernamentales, ibid., p. 5

46


nada se dice acerca del aborto, uno de los aspectos que pasará a primer plan en los próximos años. En cuanto el divorcio se limita a señalar que <<cuando a pesar de todo una pareja llega a unos determinados límites de convivencia, es deseable un amplio debate sobre el divorcio, como posibilidad jurídica que permita a las personas rehacer su vida>>70. Así pues, el punto de partida era la consecución de los valores democráticos, como hemos visto, pero no podían ser olvidadas las reivindicaciones específicas de las mujeres. Las organizaciones firmantes se definían en una ambivalencia que para ellas no era excluyente. La aceptación o no de ambos términos –democracia y/o derechos de las mujeres y su primacíasería objeto de discusión y polémica en los mismos comienzos de los encuentros de feministas y cómo no, en las mismas Primeras Jornadas que se celebrarán en Madrid a finales de 1975. ¿Era posible compatibilizar la lucha democrática y feminista? ¿Cómo organizar un movimiento autónomo de mujeres al margen de la militancia política? Desde el Secretariado de Organizaciones No Gubernamentales, que fue como pasó a denominarse la organización que aglutinaba a todas las asociaciones firmantes del programa del Año Internacional no institucional, se consideró la posibilidad de organizar un encuentro de mujeres para reflexionar sobre sus problemas específicos. Se sucedieron reuniones preparatorias en Barcelona y Madrid, con visitas a otras provincias para propiciar adhesiones 71. Finalmente se acordó celebrar las I Jornadas por la Liberación de la Mujer los días 6, 7 y 8 de diciembre de 1975, que contaron con la asistencia de 500 mujeres de todo el territorio español y con siete aspectos para reflexionar: sociedad, educación, familia, trabajo, barrios, mujer rural y movimientos feministas. En la Resolución Política de las Primeras Jornadas Nacionales por la Liberación de la Mujer72 se hace constar en el preámbulo que: 70

Ver Programa de Organizaciones No Gubernamentales, ibid., p. 11. En noviembre de 1975 se habían adherido 79 entidades de Alicante, Cataluña, Madrid, Málaga, Santander, Valencia y Valladolid. En la segunda reunión preparatoria de Barcelona hay constancia de que acudió una representación de mujeres de Oviedo, ver ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op. cit., p. 87. 72 Primeras Jornadas por la Liberación de la Mujer (1975), Resolución Política de las Primeras Jornadas Nacionales por la Liberación de la Mujer, archivo personal de Isabel Alonso Dávila, 16 pp. 71

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<<Estas Jornadas adquieren singular importancia por ser las primera vez en 39 años que se celebra un Congreso feminista abierto y democrático a nivel de todo el Estado Español, y por el momento político en que se han producido, caracterizado por el continuismo que el Gobierno pretende seguir imponiendo y por la ofensiva general del pueblo para instaurar un sistema democrático>>. Desde el punto de vista educativo, la Resolución introducía como novedades, entre otras, respecto al documento del Año Internacional, la necesidad de una información sexual en todos los planes de estudio y la creación de guarderías y centros preescolares con horarios compatibles con los laborales. Entre sus denuncias cabía destacar <<la ausencia de mujeres en los puestos decisorios en todos los niveles de enseñanza>>. En el apartado de “Mujer y familia” se explicitaba la necesidad de una promulgación de una ley sobre divorcio, la despenalización del aborto y de los anticonceptivos, la supresión del delito de adulterio, la corresponsabilidad en las tareas domésticas y unas bases legales para mujeres y varones basadas en la igualdad de sexos. Las exigencias en el ámbito del trabajo abarcaban: a trabajo igual, salario igual, el acceso sin cortapisas a todas las categorías laborales, la regulación del servicio doméstico, la instalación de guarderías en las fábricas, así como que el movimiento obrero asumiera <<la problemática específica de la mujer trabajadora, como parte integrante de su lucha reivindicativa>>. El apartado dedicado a la “Mujer rural” era breve pero significativo al reconocer que por el desconocimiento de su realidad concreta, se hacía imprescindible organizar unas jornadas específicas. En lo que respecta a los “Movimientos feministas” -en las sesiones se encontraban representadas distintas tendencias- los acuerdos se manifestaron en: <<La necesidad de un Movimiento feminista de masas, pluralista, independiente de los partidos políticos, del Estado, y de las organizaciones sectoriales.

48


La necesidad de lograr las libertades democráticas para que dicho movimiento pueda desarrollarse y cumplir el papel que está llamado a jugar. La liberación de la mujer sólo será posible con un cambio total de estructuras

jurídicas,

ideológicas,

políticas

y

económicas

que

actualmente la oprimen y discriminan>>73. En el mes de enero de 1976, se produjo en Madrid la primera manifestación sólo de mujeres bajo el lema: “Mujer, lucha por tu liberación” con el objetivo de entregar al entonces Presidente de Gobierno, Carlos Arias Navarro un escrito en el que manifestaban: <<nuestra total disconformidad con la situación de opresión en que las mujeres nos encontramos en el campo laboral, político, social y cultural>>. A esto añadían un conjunto de reivindicaciones que iban desde los derechos democráticos a la concreción de aspectos que atañían directamente a las mujeres. La manifestación se desarrolló, al principio, con cierta calma hasta que las fuerzas de orden público intervinieron y fueron desalojadas. Algunas lograron reagruparse y personarse ante la Presidencia llevando el escrito. Puesto que no pudieron entregarlo -les dieron por toda excusa que la ventanilla estaba cerrada- tuvieron que enviarlo por correo74. Entre los años 1976 y 1979, los movimientos de mujeres alcanzaron un máximo protagonismo político en la transición que coincidió con el período de configuración del sistema político democrático que llegó hasta la aprobación de la Constitución de 1978. Emergieron, elaboraron las bases programáticas y organizativas del movimiento y tuvieron que posicionarse ante los mayores compromisos políticos de la naciente democracia: la Ley del Reforma Política, las primeras elecciones democráticas generales y para los municipios, así como el Referéndum sobre la Constitución. Las mujeres feministas estuvieron en cuantos foros demandaron su participación: asociaciones de barrios, de vecinos, culturales, partidos políticos. Como militantes incidieron en la configuración de los programas de sus partidos e intentaron implicar en el 73 74

En Resolución Política de las Primeras Jornadas Nacionales, ibid., p. 15. Ver ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op.cit., pp. 94-95.

49


feminismo a dirigentes y bases de los mismos. Los partidos políticos terminaron haciéndose permeables a las reivindicaciones de las mujeres y casi todos incluyeron, en su medida ideológica, las justas aspiraciones del movimiento feminista. Su discurso impregnó la sociedad incluso para contravenirlas y se pudo, desde este contexto, contraponer sus ideas a las androcéntricas. Algunas publicaciones del momento como La Calle, la revista Ozono, o el mismo semanario Triunfo introdujeron páginas y capítulos monográficos dedicados al aspecto emergente del feminismo, colaborando así a prolongar el protagonismo que en lo público estaban adquiriendo las mujeres. Las Jornadas Catalanas de la Dona celebradas en mayo de 1976 <<serán el proceso de gestación definitivo del Movimiento feminista español, donde se articula el Movimiento feminista catalán, siendo de gran influencia en el resto del Estado>>75. Más de cuatro mil mujeres asistieron a ellas. Si las primeras Jornadas de Madrid habían sido el inicio, éstas fueron las de la consolidación. Se presentaron nueve ponencias trabajo, barrios, familia, educación, medios de comunicación, política, legislación, sexualidad y mujer rural, así como más de ciento cincuenta comunicaciones. Los análisis y diagnósticos

fueron

rigurosos,

de

tal

modo

que

las

exigencias

y

reivindicaciones se plantearon con todo rigor. Las feministas recuerdan las sesiones de trabajo como las más intensas y ricas y las que más aportaron para configurar el discurso feminista de la transición 76. Las conclusiones de las Jornadas pasaron a incorporarse en la mayoría de los programas de las asociaciones feministas. Hubo otras Jornadas en los distintos territorios durante los años 1977 y 1978, pero el siguiente paso en la definición del feminismo español se configuró en las Segundas Jornadas de todo el Estado, las Jornadas de Granada de 1979. Así como Barcelona fue el lugar del encuentro de todos los grupos y organizaciones en la definición de un movimiento autónomo e independiente, Granada se ha querido situar en el contexto de la división del feminismo y de la unidad no recuperada 77. Todos los documentos iniciales, el 75

En Pilar Escario, Inés Alberdi y Ana Inés López-Accotto, op. cit., p. 228. Entrevistas con Paloma Uría, 27-11-2002 y con Teresa Meana, 2-1-2002. Teresa Meana considera junto con éstas las Jornadas de Lejona (Euskadi) celebradas en el año siguiente, en 1977. 77 Ver Pilar Escario, Inés Alberdi y Ana Inés López-Acotto, op. cit., pp 228-233. 76

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programa del Año Internacional, las Primeras Jornadas de Madrid, reconocían implícita y explícitamente que el movimiento era plural, y así se manifestó en Granada. Las distintas tendencias tenían, después de más de cuatro años de lucha, las posiciones bastante configuradas y sobre todo habían adquirido la conciencia sobre las bases últimas que debían definirse desde ellas. Las mujeres militantes de los partidos políticos llevaban el peso de la organización de las jornadas. Las feministas independientes comprobaron que, aún cercanas ideológicamente a ellas, se diferenciaban en que no tenían una militancia que las constriñera y por tanto podían expresar otras ideas que no estaban presentes en el ideario de aquéllas. La doble militancia las separaba de las independientes. Esto ocurrió así y fue lógica esta confrontación, que allí se pudo manifestar aplazada, pero que ya se había tratado y resuelto en otros movimientos feministas, por ejemplo en Asturias. Ello no impidió el funcionamiento de un movimiento coordinado como la Coordinadora de Organizaciones Feministas del Estado español, que organizó los ochos de marzo, las campañas contra el adulterio y el amancebamiento, el divorcio, el aborto, las agresiones... El primer 8 de marzo se celebró en Madrid y en el resto del Estado en 1977 bajo los lemas “Amnistía para los delitos específicos de la mujer”, “Presas a la calle”, “Abajo los artículos del Código penal que discriminan a la mujer”. Los siguientes ochos de marzo se celebraron bajo las consignas de: “Por un puesto de trabajo que no discrimine a la mujer” en 1978, el trabajo, el divorcio y el aborto en 1979 y 1980, el divorcio en 1981, de nuevo el aborto en 1982 y 1983. Respecto al encuentro del feminismo con las instituciones, éste fue escaso y controvertido. En el primer gobierno de Adolfo Suárez se constituyó dentro del Ministerio de Cultura una Subdirección General de la Condición Femenina (Decreto 2258/1977, de 27 de agosto), cuya denominación aún rezumaba franquismo. Bajo esta consideración o como Subdirección General de la Mujer, después, se inauguró la vertiente del feminismo institucional. La Subdirección emprendió un conjunto de acciones tendentes a diagnosticar la situación de las mujeres:

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<<La sociedad había cambiado mucho a consecuencia del desarrollo económico y la mujer española era consciente de no tener foros de audiencia, de que no podía participar en las tomas de decisión y de cuáles eran las discriminaciones a las que la ley la sometía>> 78. Uno de sus primeros objetivos fue romper los estereotipos y roles femeninos tradicionales, difundiendo a través de una campaña en televisión (octubre de 1978) nuevas imágenes de la mujer. Se celebraron las I Jornadas de la Condición Femenina en septiembre de 1978, se convocaron los Premios María Espinosa para tesis doctorales y concursos de fotografía, se abrió una línea de publicaciones monográficas bajo el tema “Mujer y...”. Por fin, en 1981, y con motivo del cincuentenario de la concesión del voto se celebraron una serie de actos y se publicó el libro, Clara Campoamor, la sufragista española, de la que eran autoras Concha Fagoaga y Paloma Saavedra 79. España además participó en aquella época en la II Conferencia Mundial sobre la Mujer de Naciones Unidas celebrada en Copenhague en 1980. En ella, se adoptó un Programa de Acción, ya citado,

para la segunda mitad del decenio. Se

presentó un informe en el que quedaban reflejadas las transformaciones acontecidas en nuestro país y se estudió la posibilidad de integrar los mandatos del Programa en la política de nuestro país80. Pero el feminismo institucional sufrirá un impulso en el 24 de octubre de1983 con la creación del Instituto de la Mujer (Ley 16/83), organismo que desde la fecha será el responsable de velar y promover la equidad entre los sexos. La historia del feminismo en sus relaciones con el Instituto de la Mujer del Estado y de los Institutos o instituciones creadas al efecto en las distintas Comunidades Autónomas, sin duda apasionante, ya no pertenece a los primeros tiempos del feminismo de los años 1970 y 1980 que se ha indagado, sino a otra etapa del feminismo que queda fuera de nuestro ámbito cronológico. Así, que, el final de la investigación, viene señalada, como ya hemos planteado

78

En ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op. cit., p. 203. FAGOAGA, Concha y SAAVEDRA, Paloma (1981): Clara Campoamor, la sufragista española. Subdirección General de la Mujer, Madrid. Esta obra fue reeditada en 1986 por el Instituto de la Mujer (Ministerio de Asuntos Sociales), Madrid, con el mismo título. 79

80

Ver ASOCIACIÓN “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, op. cit., pp. 206-207.

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en su momento, por la aparición de un organismo de igualdad que con entidad propia articulará toda la política del Estado español en este terreno. Sin duda, la aparición del Instituto de la Mujer señala un principio de otras relaciones de las feministas con el Estado, aunque ya se habían introducido, precisamente en los comienzos de los años 80 y dentro del movimiento de mujeres, otras dinámicas en su asociacionismo, otros intereses y objetivos. El feminismo de los años 70 se había transformado y parecía imposible luchar en todos los frentes a la vez. Su “especialización” no hizo abandonar las reivindicaciones generales, sino centrarse con más profundidad en determinados aspectos de las discriminaciones. 2.2. La transición asturiana. La aparición de la conciencia feminista El panorama político en Asturias durante el período de la transición no se distinguió de lo que sucedía en el resto del territorio español en términos generales. Fue el momento de la transformación de la sociedad y de la conquista de las libertades democráticas. Convendrá, no obstante, señalar el protagonismo que adquirieron las mujeres para que no continúe silenciado más. Como se ha señalado reiteradamente, se trata de constatar su presencia, describir y valorar su participación en los acontecimientos. Algunas de las obras generales sobre la Historia de Asturias 81 y, en lo que se refiere a nuestra época más reciente, la contemporánea, siguen ignorando a las mujeres. Si acaso, su escasa presencia se manifiesta en algún comentario, de pasada, o alguna foto de mujeres significativas, al lado del sinnúmero de varones protagonistas. Esta situación no es nueva y no es el momento de volver a las críticas sobre el discurso androcentrista, cuestión patente, si se analizan los textos con un mínimo sentido común. Por ello, ya se ha señalado con anterioridad, que frente a la bibliografía casi nula sobre las mujeres de la transición asturiana, se hacía necesario 81

Ver AA.VV. (1978): Historia de Asturias. Ed. Silverio Cañada, Gijón, especialmente el tomo doce: “De la Dictadura a la democracia, de la democracia a la autonomía”;RODRÍGUEZ MUÑOZ, Javier (dir.) (1981): Enciclopedia temática de Asturias. Tomo 11: Historia. Ed. Silverio Cañada, Gijón; FERNÁNDEZ CONDE, Francisco Javier (dir.) (1990): Historia de Asturias. Ed. Prensa Asturiana, Oviedo; AA.VV. (1978-1981): Historia de Asturias. Ed. Ayalga, Salinas, dentro de ella: OJEDA, Germán (coord..): Historia de Asturias. Edad Contemporánea III. El franquismo y la transición democrática y ERICE, Francisco; URÍA, Jorge (1988): Historia de Asturias. Ed. Mases, Gijón. La historia de las mujeres iniciaba en estos años su difícil camino académico.

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recabar sus testimonios directos y revisar las fuentes documentales, de tal manera que nos permitiera comenzar a reconstruir este pasado próximo de una manera más justa y equitativa. Entre el asesinado de Carrero Blanco y la muerte de Franco, el panorama político de la transición asturiana se configuró, al igual que en otras Comunidades, en un espectro plural de opciones e ideologías que se estaban preparando para la fase democrática que se vislumbraba a continuación. En septiembre de 1974, se constituyó la Junta Democrática de Asturias propiciada por el PCE, como lo había hecho a nivel del Estado. La respuesta de otras organizaciones y grupos políticos no se hizo esperar y formaron el Comité Coordinador de Solidaridad y Lucha de Asturias, integrado por UGT, JJSS, LCR, MCE, ORT, CNT, CRAS y PCE (VIII-IX) que tuvo un conjunto de actuaciones hasta mediados del año 1975 82. En noviembre de 1975 se formó la Plataforma de Convergencia Democrática de Asturias de la que formaban parte PSOE, ORT y MC. Junta y Plataforma se unieron por fin en junio de 1976. La primera manifestación de lo que será la Coordinadora Democrática de Asturias se desarrolló el 17 de enero de 1976. No estaba autorizada y, de hecho, fue disuelta por la policía. Transcurrió, no obstante, por el Paseo de Los Álamos y el tiempo suficiente como para poder dejarse fotografiar. En la primera fila, figuraban algunas de las personas más directamente implicadas en la lucha democrática. Entre todo un conjunto de varones destaca Paz Fernández Felgueroso, que por entonces, militaba en el PSP y había sido Secretaria de la Junta Democrática asturiana 83. La actuación política de más trascendencia de la Coordinadora, hasta que se disolvió en 1977, fue afrontar la convocatoria del referéndum de la Ley para la Reforma Política en diciembre de 1976. Propició la abstención activa. Se distribuyeron carteles, octavillas y pegatinas en donde podía leerse: “Abstenerse es votar la democracia”, “Otro referéndum sin libertades” y en la que un embudo, en el medio de uno de los carteles, significaba el tener presente la ausencia de ciertas libertades -expresión, reunión y manifestación82

En ERICE, Francisco (coord..) (1996), op. cit., pp. 486-487. Ver La Nueva España, 13-11-1995, p. 22, y Fundación Juan Muñiz Zapico (1999): La transición en Asturias. Ed. Fundación Juan Muñiz Zapico, Oviedo, p. 38. 83

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y la falta de legalización de los partidos políticos, cuestiones éstas intolerables para realizar una consulta a la población con garantías democráticas 84. En Asturias, al igual que en resto del territorio español, triunfó el sí. El 92,6% de las personas votantes (71,9% del total del censo electoral) así lo hicieron 85. El inicio de una transición pactada estaba en marcha. La ruptura no iba a ser posible. Algunos partidos optaron por situarse en la línea de colaboración y el consenso, pero otros prefirieron seguir manteniendo la consigna de la ruptura. No obstante, la proximidad de las elecciones de 1977 hizo que los partidos legalizados se apresurasen a preparar las estrategias para concurrir a las urnas, y quienes aún no lo estaban estudiaban la posibilidad de organizar coaliciones. En el caso de Asturias se presentaron tres agrupaciones electorales: Unidad Regionalista (UR), el Frente por la Unidad de los Trabajadores (FUT) y la Agrupación Electoral del Trabajadores de Asturias (AET). En este contexto, algunas fuerzas políticas como el MC y RSA había constituido desde enero de 1976, el llamado Bloque Asturiano de Izquierda (BAI). Esto fue el inicio de la candidatura de Unidad Regionalista 86. Los partidos políticos no tenían una idea clara sobre cómo incluir propuestas que incluyeran a las mujeres. Sabían que eran más del 50% del electorado, pero ¿qué mensaje dirigir hacia ellas, si es que iban a votar independientemente de sus maridos, o acaso a influir en el voto? El Bloque Asturiano de Izquierda fue sensible a la posibilidad de introducir en su candidatura a algunas feministas y por ello se dirigieron a AFA, en parte por la razón que hemos aludido, porque algunas de sus militantes más activas estaban integradas en AFA87 y porque quizás era <<el lugar natural al que nos habían llevado>>88. Otras coaliciones

84

GIRÓN GARROTE, José: “Las elecciones de la transición (1976-1978” en AA.VV. (1978): Historia de Asturias. Ed. Silverio Cañada, Gijón, tomo XII: De la dictadura a la democracia, de la democracia a la autonomía, p. 242. 85 En José Girón, art. cit., pp. 242-243. 86 Ver José Girón, art. cit., p. 247. Reconstrucción Socialista de Asturias (RSA) había surgido en el año 1976, formada por sindicalistas de USO, ver GIRÓN GARROTE, José: “La transición a la democracia” en FERNÁNDEZ CONDE, Francisco Javier (dir.) (1990): Historia de Asturias. Ed. Prensa Asturiana, Oviedo, p. 892. 87 Entrevista con Mª José del Río, 16-11-2002. 88 Entrevista con Amelia Valcárcel, 6-2-2003.

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como el FUT llevaron a una feminista en el número dos, Begoña Sánchez, y el PSP situó también en el mismo lugar a Paz Fernández Felgueroso 89. Las razones de la participación de AFA y la contribución de esta asociación a la campaña electoral de 1977 fue un acontecimiento único en la historia de Asturias y del feminismo asturiano, lo que será estudiado en el capítulo siguiente. Baste decir ahora que un mensaje feminista pudo ser escuchado en todo nuestro territorio en los veintiún días que duró la campaña. A ello también contribuyeron las integrantes de las candidaturas del FUT y PSP. Los resultados electorales no fueron favorables a Unidad Regionalista y el PSP tampoco obtuvo los votos esperados 90. La agrupación electoral UR se disolvió tras las elecciones. En las próximas contiendas electorales la nueva izquierda, -ya legalizada en julio de 1977- concurrió bajo las siglas de sus respectivos partidos. Poco a poco, y a pesar de su activismo político, sobre todo en el caso del MC, fueron languideciendo en las urnas ante las mayorías del PSOE, seguidas de las de UCD, el PCE y AP. En Asturias, el PSOE siempre obtuvo la mayoría en las elecciones de 1977, 1978, 1979 y 1982, los votos de UCD siempre fueron inferiores al resto del Estado y el PCE no recibió los votos que cabía esperar. En 1978 se tuvieron que realizar elecciones parciales al Senado, ante la renuncia de Wenceslao Roces91. Los partidos, ya todos legalizados, concurrieron con sus siglas y presentaron a sus candidatas y candidatos. Resultó elegido por el PSOE, Fernando Morán. En el referéndum constitucional del mismo año, los partidos de la izquierda revolucionaria propugnaron la abstención, en tanto que el resto hizo la campaña a favor del sí. Con un 38,4% de abstención, el sí fue mayoritario (88,6% de votantes) 92. 89

Es cierto que Begoña Sánchez fue propuesta por la LCR, aunque no era militante, pero pertenecía a AFA, al igual que Paz Fernández. 90 El PSOE obtuvo el 31,35% de los votos, UCD el 30,48%, AP el 13,34%, PCE el 10,34, UR el 1,9%, lo que suponía 11.064 votos. La abstención fue de un 25,47%, citando como fuente las actas de escrutinio de las elecciones provinciales de Oviedo en 1977, ver José Girón en Francisco Javier Fernández (dir.), art. cit., p. 902 y La Nueva España 17-11-1995, p. 28. 91 Wenceslao Roces Suárez, Atanasio Corte Zapico y Rafael Fernández Álvarez habían sido elegidos como senadores en las elecciones de 1977. Se presentaban “por un Senado Democrático” que no era sino una coalición entre PSOE y PCE, ver La Nueva España 18-11-1995, p. 30. 92 Ver La Nueva España, 18-11-1995, p. 30 y José Girón, art. cit., en AA.VV. (1978), p. 255.

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En las segundas elecciones democráticas, en 1979, el PSOE obtuvo cuatro escaños, los mismos que la UCD, en tanto que el PCE y CD uno respectivamente. En las elecciones municipales de abril, el PSOE fue, en conjunto, el partido más votado, en tanto que UCD obtuvo el mayor número de concejos. Las alcaldías de Gijón, Avilés, Langreo, Mieres y San Martín del Rey Aurelio fueron para el PSOE, en tanto que en Oviedo gobernó UCD. Así que puede decirse que el mapa político asturiano se caracterizó en estos años por el <<predominio de las organizaciones de la izquierda tradicional>> frente a las derechas surgidas del franquismo, <<la consolidación del PSOE como fuerza hegemónica>>. A ello habría que añadir <<la ausencia de un movimiento regionalista importante>>93.La representación feminista, como tal, y formando parte de una cuota de poder, no interesó más a partir de las elecciones de 1977. Las alianzas “naturales” habían tocado su fin. Algunas mujeres integradas en los partidos que habían accedido a las responsabilidades políticas como el PSOE y PCE en las corporaciones municipales impulsaron desde los Ayuntamientos medidas a favor de la lucha de las mujeres y comenzaron a hacer visibles algunas de sus reivindicaciones. Detrás de políticas municipales, como por ejemplo el impulso de la creación de Centros de Planificación Familiar, estuvieron políticas concienciadas de la necesidad de contar con estos servicios y cercanas a los planteamientos feministas94. Desde el año 1971 algunas mujeres universitarias, como Amelia Valcárcel y Oliva Blanco, entre otras, se reunían constituyendo un grupo de reflexión y autoconciencia, al igual que lo habían hecho las feministas americanas y europeas. Las americanas se definían así, a finales de los años 60: <<Lo que ha surgido (...) es el Movimiento de Liberación de las Mujeres, designación poco explícita de una multitud de pequeños grupos dirigidos por una multitud de mujeres que se niegan a denominarse líderes (...),

93 94

Francisco Erice, en Javier Rodríguez (ed.) (1981), art. cit., p.374. Entrevista con Carmen Veiga, 14-1-2003.

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jóvenes (menos de 30), principalmente provenientes de la clase media, principalmente radicales y casi exclusivamente blancas (...). (...) Vienen de la Nueva Izquierda, con su violento rechazo a toda jerarquía, estos grupos tienden a ser solo locales, poco estructurados (...) (...) Y esto es lo que esencialmente el movimiento ha sido hasta ahora: de cinco a quince mujeres que se encuentran una vez por semana e intercambian ideas y experiencias (...)En esas sesiones de “desarrollo de la conciencia” (...), las ansiedades son analizadas y las mujeres se dan cuenta de cuán semejantes son sus vidas y sus problemas (...)>>95. Estos lugares de encuentro se convirtieron para las mujeres en espacios de participación alternativa y significaron, en nuestro país, el anticipo de toda una reflexión política que, después en la transición, se tradujo en clave feminista. Y curiosamente, en nuestra Comunidad, permitieron la publicación de algunas de sus reflexiones iniciales. En 1974, Asturias semanal, permitió la aparición de una sección llamada “MF”. Sin firma ni autoría fue escrita por Amelia Valcárcel. Sorteando la censura propia de la revista y la general de país logró hacer llegar a sus dos páginas, casi semanales, algunas de las inquietudes de las mujeres 96. Fue la primera sección fija feminista en una revista, marcando un precedente importante y previo a que otras como Ozono y La Calle se preocuparon, más tarde, por tratar temas específicos del feminismo, sobre todo a partir de 1975. El mensaje feminista se lanzó a través de dosis de ironía, ingenio, inteligencia, humor y suspicacia, máxime cuando había que vencer las censuras. El propio título fue objeto de disquisición en la primera entrega: <<¿M.F.? Piense, la combinatoria es amplia. Dele al entendimiento creador. Supuesto A) Madre Fecunda. Más bien no. No tendría sentido defender la evidente fecundidad de las madres. Supuesto B) Matrimonio Fracasado. Tampoco. Por definición, ningún matrimonio fracasa, fracasan los cónyuges que no dan la talla requerida 95

WEISSTEIN, Naomi; KOEDT, Anne; LIMPUS, Laurel y otras (1972): Hablan las women´s lib. (Movimiento de Liberación de la Mujer). Editorial Kairós, Barcelona, 2ª edición, pp. 33 y 37. 96

Ver Asturias Semanal entre 9-2-1974 y 14-10-1974, sección “MF”.

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por la institución. (...) Supuesto F) Mundo femenino. ¡Ha ganado usted la moto! (...)>>97. Tres mujeres ataviadas con vestidos decimonónicos, sin la mas mínima sospecha de rebeldía, aparecen en el fondo de las siglas MF. Dentro de las páginas había una secciones fijas: nuestro loco mundo, dedicado a noticias de actualidad narradas con gran sentido crítico, sección abierta en la que las consultas al más puro estilo Elena Francis generaban respuestas desde una respetable perspectiva feminista y cómprese si quiere donde se invitaba a la lectura de obras como Carta al macho ibérico de Aurelia Campmany, El varón domado de Esther Vilar o las obras completas de Sautier Pasaseca (Casaseca), en alusión a las novelas radiofónicas de esta autor. “El lenguaje femenino”, “El feminismo y la política”, “La huelga de las mujeres”, “La cuestión de la igualdad de los salarios”, “Del sufragismo al SCUM (sociedad para acabar con los hombres)” dan idea del contenido de las crónicas. La lectura de las páginas de “MF” informaban del contexto en que les tocó vivir a las mujeres: un régimen que cercenaba sus derechos, con un desconocimiento inicial del feminismo anterior y en un ámbito universitario al que las mujeres llegaban, por primera vez, en un porcentaje significativo que las hacía visibles. Las vivencias que experimentaron comenzaron a fraguar una conciencia de la necesidad de encontrar respuestas, más allá del saber académico que se vislumbraba a todas luces insuficiente para contestarlas 98: <<El saber es entonces la clave de la libertad. Pero, ¿qué sucede cuando en el propio reducto del saber, en los propios textos más hormados, más dignos de admiración del saber, esa percepción sobre el colectivo de las mujeres se te traslada como un saber que evidentemente tú no puede compartir? Entonces el choque es enorme. Es un choque intelectual y yo diría que también emocional brutal. Y la pregunta que inmediatamente surge es: ¿Qué es esto?¿Qué es esto donde vivo?(...) Entonces hay que cambiarlo y la única manera que se 97

Ver Asturias Semanal, 9-2-1974, pp. 40-41.

98

Ver VALCÁRCEL, Amelia (2000): Rebeldes. Hacia la paridad. Ed. Plaza &Janés, Barcelona, p.126. Esta obra es un excelente recorrido por la historia de la transición española y cómo fue vivida por muchas mujeres.

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te puede ocurrir para hacerlo es hacerte libre por el saber, porque es eso lo que has querido, hacerte libre por el saber. Es utilizar ese saber para conseguir la libertad más verdadera, reutilizar ese saber, retematizar ese saber, y te encuentras bastante inerme. Primero porque eres una aprendiza y una aprendiza joven>> 99. Sobre todo tuvieron que dar el salto desde el yo individual al nosotras colectivo y, como señala Amelia Valcárcel, eso<< fue justamente lo que hace el feminismo, desarticular esa percepción individualista y articular una percepción global y colectiva distinta>>. Estos grupos se reunían en sus casas o en las cafeterías, y aunque comenzaron de una manera informal 100, terminaron conformándose en charlas y contactos habituales, una o dos veces por semana, para el estudio pormenorizado de textos y lecturas así como para ir conformando un discurso feminista. Al grupo originario de Amelia Valcárcel y Oliva Blanco terminaron uniéndose Marisa Herrero y Concha Cifrián, médicas de profesión, que se incorporaron en 1976, cuando comenzó a denominarse Colectivo Feminista de Asturias. También formó parte de él Mª José del Río y entonces profesora de Historia de la Universidad. Las tres procedían de Madrid y allí habían entrado en contacto con otros grupos de mujeres y habían vivido los acontecimientos de las I Jornadas de Liberación de la Mujer en el año 1975. No militaban en partidos políticos, porque una de las condiciones de los Colectivos fue preservar su independencia de los partidos. <<(...) Estábamos en un grupo que nos solíamos reunir en casa de Amelia (Valcárcel), yo estaba en ese grupo y Esther Álvarez Zapico

101

que entró un poco después a través de AUPEPM (...) También estaba María José del Río (...) Posteriormente conectamos con dos personas que eran Marisa Herrero y Concha Cifrián (ésta última tiene publicado en el Instituto de la Mujer unos folletos de divulgación sanitaria). Ambas 99

Entrevista con Amelia Valcárcel, 5-11-2002. Ver NASH, Mary (2001); “Dones i transició a Catalunya: memòria I vivències” en ARACIL, Rafael y SEGURA, Antoni (ed.): Memoria de la Transició a Espanya i a Catalunya (II): sindicalisme, gènere i qüestió nacional. Ed. Universitat de Barcelona, Barcelona, pp. 83-103. En este artículo la autora señala la importancia de los grupos de autoconciencia en la conformación del feminismo de la transición, pp. 9395. 101 Esther Álvarez Zapico, Mª José Iglesias Suárez y Faustina Ibáñez Pascual frecuentaban también el Colectivo. 100

60


eran ginecólogas. Y Maria Herrero creo que había estado antes en el PCE>>102. Algunos de los trabajos y manuscritos del Colectivo Feminista de Asturias se conservan y nos dan idea de cómo articulaban las reuniones, las lecturas que

hacían,

las

propuestas

y cómo

iban

conformando

su

pensamiento103. Forman parte de los documentos recuperados para el estudio del feminismo asturiano. Después de las I Jornadas de Madrid establecieron contactos con otros Colectivos. Así fue como la influencia de Lidia Falcón, del Colectivo de Barcelona se hizo sentir. En aquellos momentos Lidia era una de las feministas más acreditadas e impulsó, con sus ideas y libros, a muchas mujeres feministas. Pero las opciones políticas, a las que quisieron conducir algunas mujeres integrantes de los Colectivos, como Lidia Falcón, de cara a la participación en las elecciones de 1977, acabó distanciándolas. A juicio de las integrantes del Colectivo de Asturias no se trataba de un tema de definición de Estado -desde el Colectivo de Barcelona se apostaba por unirse a los partidos republicanos-, sino que lo fundamental estaba en cómo articular las reivindicaciones de las feministas y dónde tenían cabida, si iban a concurrir a unas elecciones. Así fue cómo las integrantes del Colectivo Feminista Asturiano que participó en la formación de AFA como independientes, se unió a la propuesta de Unidad Regionalista de participar en las elecciones de junio de 1977. Allí pudieron expresar sus ideas104. La celebración del Año Internacional de la Mujer en 1975 en nuestra Comunidad se celebró en los ámbitos oficiales. Baste decir que se constituyó una comisión presidida por el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento y que se crearon comisiones de trabajo e información, así como la celebración del algunas ponencias sobre la realidad de las mujeres en el trabajo, la educación y la cultura105. Estos acontecimientos oficiales pasaron inadvertidos para las mujeres feministas, pero no así el hecho en sí de la celebración. 102

Entrevista con Oliva Blanco, 19-10-2002. En archivo personal de Mª José del Rio. 104 Entrevistas con Amelia Valcárcel, 5-11-2002 y Oliva Blanco, 19-10-2002. 103

105

Ver La Nueva España, 8-3-1975, p. 11.

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Algunas militantes de la LCR, constituyeron unos Comités Clandestinos de Mujeres, efímeros desde luego, que se dedicaron a reflexionar sobre lo que significaba verdaderamente este año, obtuvieron conclusiones tan palmarias y de tales desagravios para las mujeres que decidieron divulgar sus averiguaciones y hacérselas llegar mediante los medios que se utilizaban al efecto, unas hojas volanderas en las que se constaba la discriminación: <<Organizamos en 1975 los Comités Clandestinos de Mujeres. Esto al margen de la LCR, ni se lo contamos, pero sí les pedimos prestada una vietnamita. Ésta fue la única relación orgánica. (...) Hicimos mil panfletos contra el Año Internacional de la Mujer. (...) Nos parecía el colmo que sacaran un año. (...) Nos repartimos en cuatro grupos de cinco mujeres y fuimos a repartir los panfletos. Éstos decían que Naciones Unidas había ordenado un año para las mujeres. A nosotras nos parecía indignante que nos regalaran un año cuando sabíamos cuántos problemas tenían las mujeres...(...) Sacamos cifras y datos sobre la situación de la mujer. Aquí, el panorama era tan desolador que podías decir de todo. Entonces fuimos a cuatro sitios que tuvieran mujeres, fuimos al Instituto femenino de Gijón, a Camisas IKE, que era una empresa exclusivamente de mujeres, a SIMAGO y no me recuerdo a qué otro sitio, y los tiramos, como se hacía en la época>>106. Estas mujeres de los Comités Clandestinos se movían en el mundo universitario y allí habían constituido “células”, casi propias, en las que intercambiaban información y estudio al igual que lo hacía el Colectivo Feminista. Entre ellas existía una buena relación e intereses comunes. Las redes feministas estaban tendidas. Otras estudiantes, también implicadas en la lucha política en el mundo universitario, decidieron dar un impulso a la creación de una asociación universitaria. Así nació AUPEPM (Asociación Universitaria para el Estudio de los Problemas de la Mujer) en el año 1976: <<Se había creado en Madrid AUPEPM. (...) En Asturias surge propiciado por la Joven Guardia del PTE. Comenzamos a organizarlo un 106

Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002.

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grupo que estábamos en el Colegio Mayor

de las Catalinas. Se

construyó una lista de mujeres y comenzamos a preguntarles si estarían dispuestas a formar parte de una asociación específica. Así fue como llegamos a reunirnos en la Facultad de Ciencias en Biológicas y en el aula C. Hicimos un acta de constitución. (...)En la reunión se plantea que ya existe otra asociación de mujeres universitarias (AMU), pero que no funcionaba y entonces, entre todas las asistentes decidimos constituir AUPEPM >>107. Las mujeres universitarias se mostraban muy críticas con el sistema de enseñanza que estaban recibiendo. En el programa de AUPEPM del año 1976 se analizan algunos de los problemas más significativos: la elección de las carreras sesgadas por el sexo, los contenidos androcéntricos, la ausencia de profesoras en agregadurías y las cátedras y los cargos académicos, la escasa implicación de las alumnas en el movimiento estudiantil y el abandono de los estudios sin finalizarlos. El objetivo de AUPEPM era luchar por transformar la realidad, pero puesto que las mujeres universitarias estaban situadas en un contexto social más amplio denunciaban la discriminación de las mujeres en la sociedad, la legislación que las minusvaloraba y los roles que tradicionalmente se les había asignado como esposas y madres. Anunciaban tres campañas: una relacionada con la necesidad de guardería para que <<los hijos no supongan un obstáculo para la formación universitaria de ninguna mujer>>, otra contra la publicidad sexista de los medios de comunicación que hacen aparecer a la mujer como <<únicamente interesada en el mayor o menor poder de blancura de un detergente y en que nunca le abandone su desodorante>>, y una tercera relacionada con la necesidad de garantizar una información sexual y una planificación familiar108. En este contexto, en la Universidad, se propiciaron algunos encuentros con otras universitarias y sus compañeros varones. Alentadas por las lecturas y los análisis previos ( Women’ s lib y Liberación de la Mujer año cero), 107

Entrevista con Gloria García, 25-10-2002. AUPEPM, Programa de AUPEPM, [Madrid], 1976, folleto informativo (8 p.), en archivo personal de Begoña Sánchez. 108

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algunas mujeres de AUPEPM convocaron, por ejemplo, una charla

en la

Facultad de Filosofía y Letras sobre la sexualidad. Su contenido se vislumbrada aleccionador, no sólo para las mujeres que querían manifestar públicamente aquello que no habían podido hasta entonces y era la causa de muchas de sus represiones; sino que también querían mostrar al auditorio masculino que lo personal era público y que lo que les pasaba a las mujeres debía de elevarse a tal categoría. Las mujeres tenían un cuerpo que no iba a estar al servicio de los varones. Su propia sexualidad tenía que ser tenida en cuenta. <<En la charla decíamos tajantemente el orgasmo vaginal no existe>>109. Tenía que ser denunciado el grado de sometimiento que las mujeres tenían en el campo de las relaciones sexuales. A su vez era necesario reivindicar las posibilidades de autonomía y goce experimentado en el propio cuerpo de las mujeres y, en todo caso, la justa correspondencia de su papel, también protagonista en las relaciones sexuales con los varones. En el ámbito universitario se estaba transformando la política de las mujeres y en todos los ámbitos sociales se oponían al franquismo. La lucha por las libertades y por los derechos de las mujeres generó muchas discusiones y análisis. Estaba clara la necesidad de contribuir a la transformación política del país, pero desde aquí se suscitaba el despertar de la conciencia del feminismo: <<(...)Yo estaba próxima al PC, próxima en cuanto estaba cercana a los supuestos políticos de la izquierda, e izquierda en ese momento era fundamentalmente sinónimo del PC. Yo por aquel entonces era ¡pásmate de mi ingenuidad y mi despiste!- hasta estalinista fuera de tiempo; cuando se estaba discutiendo la invasión de Checoslovaquia o cuando se empezaba a criticar la política exterior del Partido Comunista Soviético de los años 1950, a mí me parecían –entonces- perfectas la política y las decisiones de Stalin. Yo era de familia obrera, y pienso que lo que tenía en mi cabeza no eran las críticas intelectuales en las que se enzarzaban los partidos de izquierdas, ni hilaba demasiado fino, sino que viviendo en el franquismo me parecía que lo que había que ser

109

Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002.

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era monolítica en cuanto a la izquierda. Y lo tenía muy fácil desde mi no militancia>>110. <<Bueno, yo estaba metida en la lucha política. Una de las cosas además del movimiento por las libertades que era por lo que luchábamos en aquella época, pues empiezan a venirte las corrientes y la información de lo que pase en el mundo democrático, de lo que pase en Europa, de lo que pasa en América. Empiezas a oír hablar de que hay unos movimientos de lucha por los derechos de la mujer, lees cosas de la historia, toda la historia del voto. En la medida que se reclamaban libertades y un régimen democrático se miraba mucho hacia atrás a la historia de España anterior a la Guerra Civil. Mirabas la historia de la Segunda República y cómo las mujeres tenían en este período derechos, otra consideración, que había una ley de divorcio, una ley del aborto, que había otro tipo de enseñanza. Todo esto te empieza a despertar la conciencia de que además de libertades para todos, pues que lo tuyo como mujer, y lo de las mujeres, en general, exige, por lo menos en un primer momento -yo no sé decirte, si exige una lucha concreta-, pero que exige una atención, una mirada>>111. Pero

la

vida

interna

de

los

partidos

políticos

mostraba

las

contradicciones de una sociedad que aspiraba a las libertades, pero que no quería revisar los poderosos contenidos patriarcales en los que estaba fundada y desde el propio interior de los mismos se ponían cortapisas a la expansión de las ideas feministas: << (...) Aquellas personas tienen amuebladas sus cabezas con las mismas ideas travestidas de ideas progresistas y esto produce también un enorme conflicto emocional porque entonces te das cuenta que potencialmente estás sin aliados, estamos más bien solas (...) (...)Pretender tener una idea propia, pretender vindicaciones propias eso era fragmentar la unidad de la lucha contra el franquismo y eso era alta 110 111

Entrevista con Oliva Blanco, 19-10-2002. Entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003.

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traición. Era un registro muy tenso, un registro en el que nos veíamos obligadas a vivir y pensar, un registro muy tenso. Y aún así lo hicimos, y luego surgían de vez en cuando lucecillas de esperanza>>112. Sobre todo las estrategias de los partidos y las de las feministas no coincidían en un principio, ¿qué sería antes la lucha por las libertades o la liberación de las mujeres?: <<Nos decían: primero hay que socializar los medios de producción, luego ya socializaremos el trabajo doméstico, primero hagamos la revolución y luego resolveremos los problemas de las mujeres. Nosotras decíamos: no, a la vez>>113. Algunas feministas consideraban que el camino para reconducir estas situaciones pasaba por organizar un movimiento autónomo de mujeres, al margen de los partidos, donde se produjera una reflexión propia y de la cual los partidos se alimentaran: <<Yo consideraba que tenía que haber autonomía en las asociaciones de mujeres, que una cosa era el movimiento feminista y otra los partidos y tenían que existir las dos cosas, pero claramente tenían que retroalimentarse, es decir, que los partidos tenían que ser el instrumento que las asociaciones de mujeres utilizaran para llevar institucionalmente sus posiciones. El canal eran los partidos políticos y los partidos políticos eran esenciales en la construcción de la democracia en España, y por tanto, esos eran los canales, pero la articulación de la sociedad, la transformación de las mentalidades y de la cultura tenía que ser a través de los movimientos sociales. Estos movimientos tenían que ser

autónomos

y

los

partidos

no

podían

en

ningún

caso

instrumentalizarlos>> 114. Y así fue, como en el horizonte del año 1976 apareció en Asturias AFA, como una aspiración de las mujeres feministas para abordar de lleno y de una vez por todas los problemas que las unían, dentro de un marco plural y heterogéneo, pero unido por la causa de las mujeres 112

Entrevista con Amelia Valcárcel, 5-11.2002. Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002. 114 Entrevista con Mª José Capellín, 7-2-2003. 113

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3. LA ASOCIACIÓN FEMINISTA ASTURIANA. BASES PROGRAMÁTICAS Y ORGANIZATIVAS 3.1. La formación de AFA. Su presentación pública Al comenzar el año 1976 parecían existir condiciones favorables para que surgiera una asociación de mujeres en Asturias que pudiera retroalimentar las arcas vacías de feminismo de los partidos políticos, aún en la clandestinidad, y que preparaban sus programas y estrategias para el devenir futuro de la democracia. Un problema que se planteaba entre los partidos de la izquierda, fundamentalmente el PCE y la Nueva Izquierda, no sólo era su desunión ideológica sino su plataforma de oposición al franquismo, dividida en dos organismos distintos. No obstante, en 1976, la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática suscribieron un acuerdo para planificar acciones políticas conjuntas. Fue la constitución de la Coordinadora Democrática del Estado en marzo de 1976. En Asturias la Coordinadora Democrática se presentó públicamente en la Facultad de Derecho en junio de 1976115. ¿Era posible consensuar una plataforma unitaria de reivindicaciones feministas en este contexto? ¿Incluiría ésta a las militantes de los partidos, las cuales sabían las limitaciones con las que contaban en ellos? ¿Cómo unirían a las mujeres que no militaban? ¿Era necesario organizar asociaciones feministas propiamente dichas? Desde la primavera de 1976 se estaba propiciando, más que nunca, la conjunción de todas las fuerzas políticas y sociales de oposición al antiguo régimen. En aquellos momentos, la militancia política, por mor de la consecución de la democracia, anteponía la lucha por las libertades a las reivindicaciones de las mujeres. Para los partidos políticos de izquierdas, toda discriminación desaparecería con el triunfo de un nuevo régimen político. En el caso del PCE, éste se dividía entre la realidad, teórica y palpable, de defender la igualdad entre sexos <<y la práctica, mucho más ambigua>>. 115

GIRÓN GARROTE, José (1990): “La transición a la Democracia” en FERNÁNDEZ CONDE, Francisco Javier (dir.). Historia de Asturias. La época contemporánea. Ed. Prensa Asturiana, Oviedo, p. 895.

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<<Los prejuicios heredados>> indicaban la necesidad de olvidar la igualdad en aras de la conquista de las libertades democráticas: <<El carácter fuertemente obrerista y masculino (...) dificultaba la incorporación en la práctica de las nuevas actitudes emanadas tanto del feminismo en sí como de la revolución de las costumbres habitualmente simbolizada por el Mayo del 68>>116. El feminismo socialista de finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX había experimentado esa gran dificultad que era unir la consecución de un mundo socialista y la lucha de las mujeres. Pero esta antigua reivindicación no la había borrado la historia. Las mujeres seguían teniendo las ideas claras, como veremos. La revolución feminista sería una revolución total, afectaría al colectivo de mujeres y de varones. Esta era una de las máximas del feminismo y lo seguirá siendo. Luego, la historia no volvería a repetirse. Existía, entonces, en los años 70 del siglo XX, un análisis más ajustado de las deficiencias tanto del capitalismo como del socialismo, en lo que atañía a la situación de las mujeres y se vislumbraban con claridad las reivindicaciones feministas. El MDM/MLM, el movimiento de mujeres unido ideológicamente al PCE, desde su “refundación” en 1975 concitaba un programa para la liberación de la mujer, a la par que lucha por las libertades. La llegada al MDM/MLM de integrantes pertenecientes a los sectores de la enseñanza y de la Universidad había renovado, en parte, a los grupos de mujeres y había hecho que surgieran algunas diferencias en torno al programa feminista que debían defender. Las I Jornadas por la Liberación de la Mujer de 1975 mostraron que el MDM <<había llegado a su techo>>117. Los discursos a favor de la consecución de la amnistía política se superpusieron a los de algunas mujeres que abogaron por postulados absolutamente feministas. Amnistía sí, pero también para los delitos que discriminaban a un sexo en los códigos legales. El

116

ERICE, Francisco (1996): “Mujeres comunistas. La militancia femenina en el comunismo asturiano, de los orígenes al final del franquismo” en ERICE, Francisco (coord.): Los comunistas en Asturias, 1920-1982. Ed. Trea, Oviedo, p. 339. 117 En MORENO, Amparo(1977): Mujeres en lucha. El movimiento feminista en España. Ed. Anagrama, Barcelona, pp. 22-26.

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movimiento feminista parecía fragmentarse desde sus orígenes. Éstas fueron, en parte, las influencias de la larga oposición al franquismo 118. Todo esto sucedía aún en la clandestinidad –el MDM así lo era- porque las asociaciones de mujeres, excepto algunas, no tenían carta de naturaleza legal. El PTE intentó potenciar, en este sentido, la ADM (Asociación Democrática de la Mujer), pero no logró sus objetivos. En el año 1976, las Asociaciones Democráticas de las Mujeres, que aparecen en las distintas Comunidades, responden a una fundación del feminismo bajo las premisas de definir éste como un movimiento autónomo e independiente de los partidos políticos, de tal modo que se evitase toda mediatización de éstos. En este contexto surgen la Asociación Galega da Muller, la Asociación Democrática de la Mujer Aragonesa y la propia AFA, entre otras119. En Asturias, hay testimonios de cómo enseñantes y universitarias del MDM reflexionaban sobre algunas cuestiones, como el aborto, que otro sector de mujeres de la misma asociación no se había planteado reivindicar 120. El número de integrantes asturianas de MDM/MLM no están contabilizadas121. En el PCE, el sector más proclive a defender el programa feminista, el universitario, tenía treinta mujeres en 1976 y algunas que estuvieron en la dirección del Comité Universitario 122; también pertenecían al MDM/MLM. Éstas mujeres más progresistas habían renovado algunas de las ideas y de las estrategias del movimiento. Una de ellas fue plantear, a las mujeres cercanas de su partido, a algunas compañeras de viaje del PCE, también a algunas independientes próximas, un programa feminista para aglutinarlas y potenciar su propia organización, el Movimiento de Liberación de la Mujer123. 118

Ver FAGOAGA, Concha y LUNA, Lola G. (1982): “Notas para una historia social del movimiento de las mujeres: signos reformistas y signos radicales”, en Actas de las cuartas Jornadas de Investigación Interdisciplinaria, Ordenamiento jurídico y realidad de las mujeres. Ed. Seminario de Estudios de la Mujer de la Universidad Autónoma de Madrid, vol I, Madrid, pp. 453-462. 119 En Amparo Moreno, op. cit., p. 85-90. 120 Ver Francisco Erice, op. cit., p. 339. Testimonios como los de Ana Sirgo o Marisa Castro denotan las diferencias culturales y de sensibilidades en las que se movían las mujeres del MDM/MLM. 121 Sabemos que participaron en algunas reuniones preparatorias de las I Jornadas de la Liberación de la Mujer de 1975, ver Asociación “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., p. 87. 122 Ver Francisco Erice, op. cit., p. 337. 123 Entrevistas con Paloma Uría, 27-11-2002, Amelia Valcárcel, 5-11-2002, Teresa Meana, 2-1-2002, Begoña Sánchez, 9-11-2001, Mª José del Río, 16-11-2002 y Oliva Blanco, 19-10-2002.

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Fueron algunas militantes del PCE y del MDM/MLM de Oviedo quienes se dirigieron a algunas feministas asturianas reconocidas y suscitaron reuniones bilaterales. Al menos, Amelia Valcárcel, Oliva Blanco, Mª José del Río y Teresa Meana constatan varios encuentros. En ellos, no sólo surgieron las discrepancias en los enfoques sobre el feminismo, sino que se experimentaron las dificultades para llegar a acuerdos mínimos. A las integrantes del Colectivo Feminista, a las militantes de la LCR y a las independientes que asistieron a los encuentros les parecía que, en todo caso, no era posible sumarse a la asociación que propiciaran las mujeres del PCE y del MDM/MLM, porque tenían posiciones teóricas y prácticas diferentes. Si se quería la unidad las cosas debían ir por otro camino y había que fundar una organización nueva. Las mujeres convocadas a estas reuniones y que luego se incorporaron en AFA encontraban a las integrantes del PCE y del MDM/MLM demasiado preocupadas por hacer la política del partido, por hacer un seguidismo a los varones militantes. El interés primordial estaba en la consecución de los valores democráticos y la lucha obrera y relegaban las reivindicaciones feministas aunque, por supuesto, las tenían presentes. Pero éstas parecían constituir un añadido, a juicio de las invitadas a las reuniones. En la frontera de 1976, algunas mujeres ya se habían formado en el feminismo, habían hecho lecturas y se habían propiciado reuniones para la discusión y el análisis de lo que les pasaba a las mujeres y cuáles podían ser la alternativas para la lucha. El grupo formado por el Colectivo Feminista de Asturias, se reunía ya desde los años 1971-1972, y adquirió tal denominación a partir de las I Jornadas de la Liberación de la Mujer en 1975. No había nuevos descubrimientos para ellas, antes al contrario, percibían su discurso más armado, más contrastado y sobre todo más impregnado de la necesidad de que el cambio del mundo se produjera a la vez. El socialismo debía ir indisolublemente unido al feminismo. Las primeras reuniones sirvieron de contacto entre feministas de distintas tendencias, militantes e independientes, para medir las fuerzas existentes y valorar con determinación qué tipo de

70


organización podía y debía surgir, al igual que lo estaban haciendo en el resto del Estado Las diferencias, aunque irreconciliables, no parecieron impedir que desde las instancias de las mujeres organizadas en torno al PCE se convocase a las integrantes de partidos y a independientes para constituir una asociación. Este parecía ser el camino, máxime cuando organizarse conjuntamente era una necesidad y la cuestión fundamental era hacia dónde derivaría el movimiento de mujeres. En 1976, el PTE había constituido a nivel nacional la Asociación Democrática de Mujeres124. También había impulsado en Asturias, junto con otras organizaciones, la aparición de AUPEPM. Las mujeres del PTE estaban interesadas en promover también en Asturias su propia organización. Su idea era pues semejante a las que tenían las mujeres del MDM/MLM y el PCE. Además las militantes del PTE, las más activas, habían estado organizadas en el MDM. Era indudable que no iban a volver de nuevo a esta organización, precisamente porque su objetivo era hacer legal y manifiesto el movimiento feminista. Las mujeres del PTE en Asturias, que se habían hecho visibles desde AUPEPM, creían poder potenciar una ADM con el conjunto de las feministas asturianas. En las primeras reuniones para formalizar el movimiento de mujeres asturianas, hubo una lucha entre PCE y PTE por intentar extender su organización, pero la militancia de las mujeres que asistían a las reuniones era plural y resultaba difícil que pudieran aglutinarse bajo la protección de uno de los partidos. El hecho de que tanto el MDM/MLM y la ADM tuvieran su propia estructura significaría tener que aceptar algunos de sus supuestos. Esto iba a impedir articular un programa unitario, autónomo e independiente, tal y como se reflejó después en el preámbulo del programa de AFA. Paloma Uría lo explica con precisión:

124

La Asociación Democrática de la Mujer (ADM) se constituyó dentro del PTE como una asociación feminista. Algunas de sus mujeres más activas había estado en el MDM/MLM. Fue el 25 de marzo de 1976 en el hotel Eurobuilding de Madrid. La Federación de Organizaciones Feministas agrupó a las distintas ADMs del Estado. Las mujeres del PTE estaban convencidas de que la salida de la clandestinidad avivaría el feminismo en las asociaciones legales. Desapareció en 1979. Ver Asociación “Mujeres en la Transición Democrática, op. cit., pp. 47-50.

71


<<Lo que pretendía el PCE, Marisa Castro y las otras mujeres del PCE era extender el PCE. Éste siempre había tenido, al menos desde mediados de los 60 el MDM, que era una organización que en realidad lo que pretendía era la incorporación de las mujeres a la oposición al franquismo (...) Ellas querían extender el MDM. Hicieron una convocatoria a la que acudimos todas las mujeres de los partidos de izquierdas y algunas militantes de AUPEPM. Primero nos reuníamos en El Bibio de Gijón (la Casa de Ejercicios), después

en la Casa

Sacerdotal, aquí en Oviedo y durante todo el verano de 1976 en el Ateneo de La Calzada de Gijón y ahí se planteó la gran discusión en torno a la D de Democrática. (...) acudíamos

convocadas. Estábamos todos los partidos de

izquierdas. También estaba el PTE. Había una mujer del PTE muy activa, creo que se llamaba Marta Rodríguez. El PTE tenía una organización de mujeres a nivel estatal, que era la ADM. Entonces, en los comienzos, el enfrentamiento surgió entre el PCE y el PTE por ver qué tipo de organización se hacía, pero el resto no queríamos ni una ni otra, lo que queríamos era una organización de mujeres autónomas (...)quienes llevaban la voz cantante pertenecían al PTE y al PCE, que eran quienes tenían vinculación con Madrid, que trabajaban en sus organizaciones y que querían extender su organización, es decir, extender el MDM o el ADM. El resto no nos aclarábamos demasiado. Pero sobre todo lo que nos pusimos fue a discutir el programa>> 125. Algunas incógnitas quedaron claras en el transcurso de las primeras reuniones. Una primera cuestión había sido decidida y era el hecho de que las mujeres no parecieron, en su mayoría, dispuestas a incluirse en alguna de las organizaciones existentes. Una asociación que supusiera la vanguardia del feminismo no podía alimentarse de la insuficiencia que los partidos había mostrado al respecto, estar a su servicio y seguir sus directrices. La autonomía

125

Entrevista con Paloma Uría, 27-11-2002.

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del movimiento era la condición necesaria para no tener que depender en absoluto de la estructura patriarcal que los propios partidos políticos reflejaban. Hubo una segunda cuestión. La lucha política general se articulaba en torno a los partidos. En algún momento, algunas de las mujeres reunidas tuvieron

serias

dudas

acerca

de

la

conveniencia

de

organizarse

autónomamente y al margen de los partidos 126. Pensaron, también, que lo mejor sería no tener una organización a parte, pues a fin de cuentas la lucha por la democracia y las libertades afectaba a todas las personas. Se tenían expectativas muy altas respecto a la democracia que se estaba configurando. Cada cual podía sentirse protagonista en cierta medida de esta construcción, tal era el grado de participación, o al menos lo que se vislumbraba. Así que las mujeres y los varones tenían la posibilidad de incidir en el entramado social de la transición. Los partidos políticos, que al final serían legalizados, serían un espacio para la participación y lo más importante era que las mujeres tendrían que seguir adelante en su lucha, desde cualquiera de los lugares en los que se encontrasen. En ocasiones habían sido objeto de burla y minusvaloración por parte de sus compañeros de militancia ideológica, luego poco podían esperar de ellos 127. Conocían la estructura patriarcal de los partidos y la sensibilidad de sus dirigentes y militantes ante la causa feminista. Por tanto, las líneas argumentales a favor de un movimiento autónomo respecto a los partidos políticos triunfó 128. No obstante, la razón se impondría y, en todo caso, siempre eran posibles los pactos y alianzas en torno a un programa. Era necesario ordenar las prioridades del feminismo. Un programa feminista podía aproximar a otras mujeres, incrementar su nivel de conciencia política y feminista. Más de una vez las feministas había percibido que su discurso resultaba próximo a otras mujeres. Podría pensarse que éstas decidirían su voto tomando como referencia su situación de opresión y discriminación, y por tanto, se inclinaría por los partidos o agrupaciones que plantearan la lucha por la liberación. No obstante, los procesos electorales de 126

Entrevista con Paloma Uría, 27-11-2002. Entrevistas con Amelia Valcárcel, 6-2-2003 y Oliva Blanco, 19-10-2002. 128 Un poco más adelante veremos cómo esta era, a su vez, una estrategia de algunos de los partidos de la Nueva Izquierda, dadas las dificultades que tenían para unir la lucha revolucionaria con la lucha de las mujeres. 127

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la transición parece que respondieron a otros criterios. Un excelente artículo de Mónica Threlfall129 muestra la necesidad de estudios en profundidad sobre cómo un conjunto de factores pueden influir en la decisión del voto electoral de las mujeres. Sería importante investigar sobre el voto de las mujeres en los procesos electorales y en qué medida influyen los contenidos “feministas” de los programas de los partidos o si la ausencia o insuficiencia de éstos las hacía reflexionar. En los comienzos de la transición algunas mujeres feministas que militaban en partidos de la Nueva Izquierda, aún no legalizados, pensaron que no podían abandonar la lucha por la democracia desde dentro de ellos. Generaron estructuras más o menos formales que les permitieron seguir alimentando un discurso sesgado por el género y buscaron alianzas y encuentros con feministas independientes. Era necesario llevar a sus propios grupos las ideas fraguadas en los espacios autónomos e independientes de las mujeres. Eso fue lo que dio contenido feminista a algunos partidos más sensibles o interesados en la captación de la fuerza y el voto femenino. No obstante, la legislación franquista eran tan dura, ofrecían tantos campos para la reivindicación que no era extraño que algunas de las mujeres militantes vieran un campo infinito para trabajar. Las mujeres del MDM/MLM suscribían una estrategia de seguidismo a la política del PCE y añadían el componente feminista, pero ¿qué pasaba en el seno de la Nueva Izquierda? Quienes eran militantes del MC, la LCR o BR habían realizado y estaban realizando una reflexión en el seno de grupos de mujeres, que se habían constituido, a su vez, autónomamente y al margen de la estructura orgánica de sus partidos. Pasado el tiempo, el MC tuvo su propia agrupación de mujeres, reconocida dentro de su organización. En los espacios masculinos, las mujeres no crecían, no podían expresar libremente su opinión ;sin embargo los espacios de mujeres, aún dentro de la estructura patriarcal, se revelaron como espacios para el aprendizaje130. Además reconocían la necesidad de articular 129

THRELFALL, Mónica (1982): “La ideología de la mujer en España. Notas para una futura investigación” en Actas de las Primeras Jornadas de Investigación Interdisciplinaria: Nuevas perspectivas sobre la Mujer. Ed. Seminario de Estudios de la Mujer de la Universidad Autónoma de Madrid, vol. II, Madrid, pp. 23-35. 130 Entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003.

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un mensaje creíble, fundamentado. Estudiaban marxismo, pero esta doctrina no explicaba todo. ¿Cómo explicar el mundo? ¿Qué había pasado con las mujeres? Es importante entender las razones estratégicas que llevaron a los partidos de la Nueva Izquierda a participar en el movimiento feminista y las razones de porqué lo apoyaron. El triunfo del socialismo no había estado unido al de la liberación de las mujeres. En los años 70 del siglo XX la lucha debía estar unida. De ahí el lema que aludía a la necesidad de unir intrínsecamente las luchas de las mujeres y del socialismo. Con una perspectiva revisionista de la doctrina marxista adoptaron la estrategia de escuchar y aprender de sus militantes. Veamos algunos ejemplos. En 1978, el MC presentó la ponencia en su II Congreso “La lucha por la liberación de la Mujer”131. Situándose en el camino de la revolución necesaria para transformar la sociedad capitalista, el MC consideraba que era imprescindible elaborar una teoría de la liberación de las mujeres. Ésta debía integrar el marxismo y la práctica de la lucha de las mujeres. Desde el punto de vista histórico, la opresión de las mujeres venía condicionada por la división sexual del trabajo correspondiendo a las mujeres las tareas reproductoras y domésticas. En el momento presente, las técnicas y los avances científicos no la justificaban. Además, la sexualidad de las mujeres había estado supeditada a las tareas reproductoras. El mantenimiento del poder y de los privilegios de los varones habían actuado en un contexto “natural”, cuando en realidad era un producto cultural. La educación y los medios de comunicación se habían preocupado de inculcar valores androcéntricos. El capitalismo había afianzado el poder patriarcal y sólo desde la revolución socialista podría alcanzarse la liberación de las mujeres. En el “Proyecto de resolución sobre nuestra intervención en el movimiento obrero y en el movimiento de liberación de la mujer”132 de la LCR, 131

Colectivo Federal de Mujeres, “Apuntes sobre la evolución de nuestras concepciones feministas”, [Madrid], 1978, 95 pp, en archivo personal de Paloma Uría. Este documento absolutamente valioso no puede ser analizado en toda su profundidad. Baste decir que se recoge en él una reflexión sobre lo investigado en cuanto al feminismo por el MC en los años finales del franquismo y los primeros de la transición. 132 LCR, “Proyecto de resolución sobre nuestra intervención en el movimiento obrero y en el movimiento de liberación de la mujer”, [s/l], [s/f], documento mecanografiado, 6 pp., en AHUO en archivo de AFA.

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se partía del análisis de la doble opresión que sufría al mujer en el conjunto social y más específicamente en el trabajo. Este documento no es sino un conjunto de instrucciones en las que se aconseja cuál es la forma más idónea para intervenir desde la LCR para entrar en contacto con grupos autónomos de mujeres, en el ámbito social, político y sindical. La idea fundamental de la que parte el texto, la que sería su estrategia, consistiría en elaborar y difundir una plataforma de reivindicación común y potenciar cualquier organización en la que la lucha de las mujeres estuviese presente. Teresa Meana, militante de la LCR era y es conocida, entre otras muchas cosas, por una frase que pronunció cuando se propiciaba la fundación de AUPEPM en la Universidad de Oviedo: “Donde esté una mujer, allí estoy yo”133. En cierta medida, estaba siendo portavoz de la estrategia del partido en el que militaba. Finalmente el “Proyecto de resolución...” analizaba las contradicciones entre reivindicaciones de las mujeres en las fábricas, cómo algunos compañeros se oponían a ellas y cómo los sindicatos recogían insuficientemente las luchas de las mujeres, lo que podía repercutir en el bajo nivel de sindicación femenina. Tanto en el caso del MC como en el de la LCR, el movimiento feminista constituyó una plataforma práctica para la acción. Desde los partidos se suministraban teorías y estrategias y se verificaba su práctica 134. Acumulaban detrás de sí una fuerte tradición marxista, estaban constreñidos por esta doctrina y conocían sus limitaciones. Les acompañaba el interés teórico de que la revolución fuese completa, que afectase tanto a las mujeres como a los varones. Esto era lo pensable en una sociedad justa. El feminismo como fuente de conocimiento teórico y práctico abriría nuevas perspectivas. Tenían claro que las mujeres lucharían como colectivo a favor de la liberación y que también los varones debían acompañarlas renunciando a los privilegios hasta ahora adquiridos, pero ¿cómo movilizar a la “masa femenina”? En este contexto descrito, que contaba además con la presencia de las mujeres independientes del Colectivo Feminista de Asturias, debían fraguarse las alianzas entre mujeres. Durante casi todo el año de 1976 y hasta el mes de 133

Entrevista con Gloria García, 25-10-2002. En la entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003, se constata cómo todo se planteaba desde la teoría, la importancia de la tradición marxista y cuáles eran las limitaciones. 134

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noviembre en que AFDA/AFA hace su aparición pública en nuestra Comunidad, se suceden un conjunto de reuniones cuyos escenarios se desarrollan entre la Casa de Ejercicios de El Bibio, el Ateneo de La Calzada de Gijón y la Casa Sacerdotal de Oviedo. Los primeros contactos son herencia de la propia formación de la que proceden las mujeres. La lucha contra el franquismo, el régimen injusto que precedió a la democracia había marcado la impronta de sus vidas y de sus actividades políticas135. Desde luego a todas las unía la lucha por las libertades democráticas y además en proyecto estaba la formación de un grupo de mujeres que planteara específicamente la necesidad de su liberación. Según manifestaciones de Paloma Uría

136

llegaron a reunirse casi 90

mujeres en algunas de las reuniones más numerosas. Desde el principio, en las sesiones de trabajo están presentes mujeres militantes que representaban a la mayoría de los partidos de la izquierda revolucionaria (MC, LC, PTE, OCEBR) y también del PCE, pero cuando se funda realmente y al final de la discusión del programa, las mujeres del PCE y las del PTE abandonaron las reuniones. Algunas militantes del PTE siguieron formando parte de la asociación a título individual137. El sector “politizado” de la asociación lo constituyeron las mujeres ligadas al MC y al LCR fundamentalmente. La gran discusión fue qué peso había que dar al feminismo y cuál a la lucha democrática. En la práctica para despejar este conflicto se luchó por la D de democrática: <<(...)las que apoyábamos -mujeres del MC y la LCR- llamar a la asociación Asociación Feminista de Asturias considerábamos que ya había grupos y organismos de lucha por la democracia y que un movimiento de mujeres, que se llamaba movimiento feminista, tenía que ser un movimiento que recogiese aquellas reivindicaciones que afectaban específicamente a las mujeres y queríamos acentuar la 135

Teresa Meana militaba desde 1971 en la LC. Paloma Uría y Emilia Vázquez en el MC desde 1973, Paloma Uría había desarrollado antes una militancia política clara de oposición al franquismo en los movimientos cristianos como la JEC, había estado en el FLP y en los comités de apoyo a la huelga de 1962 así como en la oposición universitaria al SEU, Lourdes Pérez había pertenecido a CRAS y luego se integró en OCE (BR), Dulce Gallego militó en OCE (BR) y Paz Fernández Felgueroso fue Secretaria de la Junta Democrática de Asturias y militó en el PSP. 136 Entrevista con Paloma Uría, 27-11-2002. 137 Entrevista con Gloria García, 25-10-2002.

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orientación feminista de la organización. Las que apoyaban que se llamara Asociación Feminista Democrática de Asturias querían incidir en lo fundamental que era la lucha por la democracia. En realidad, todas pensábamos en la democracia pero con diferentes prioridades. En todo caso siempre hablamos de AFA y aunque ganó la D, nosotras siempre nos identificamos con AFA y no con AFDA desde el punto de vista de su denominación>>138. Durante el verano de 1976, mientras discutían el programa de la asociación, las

feministas hicieron su aparición pública. En una entrevista

realizada en Asturias Semanal a Eloína Fernández139, ésta señala cómo estuvieron presentes, como AFA, en el Día de la Cultura en Gijón 140 y además en las fiestas de la Argañosa (Oviedo), en Pola de Laviana y en Roces (Gijón) <<llevando paneles gráficos que explicaban algunos aspectos de nuestra problemática>>. Uno de estos paneles, por desgracia no conservados, se muestra en una fotografía en la publicación de La transición en Asturias141. El mismo se corresponde con las fotografías que constan en el archivo personal de Begoña Sánchez. En él se describe y analiza, de forma gráfica y con textos, las reivindicaciones de las mujeres y la necesidad de seguir en la lucha, así como las distintas formas en que puede configurarse ésta. En la parte inferior derecha, allí donde es más rápida la percepción del espectador o de la espectadora figura un cartel que había sido confeccionado por ellas mismas 142. Es una reproducción, diseñada a propósito, de Mrs. Pankhurst cuando fue detenida en 1914 y llevada en volandas por uno de los varones policías .En este cartel la denominación explícita corresponde a la Asociación Feminista Democrática de Asturias, porque efectivamente la D había salido mayoritaria. Tiene, además, un interés especial. Fue el primer cartel editado por la asociación junto con el programa de AFA y un referente para las feministas 138

Entrevista con Paloma Uría , 27-11-2002. Ver Asturias Semanal, 6-13 de diciembre de 1976, pp.15-17. 140 Existen testimonios gráficos en el archivo personal de Begoña Sánchez. 141 FUNDACIÓN JUAN MUÑIZ ZAPICO (1999): La transición en Asturias. Ed. Fundación Juan Muñiz Zapico, Oviedo, p.130. 142 La autora del cartel es Mabel Álvarez Lavandera. 139

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asturianas. Reivindicar el sufragismo, en este cartel, suponía situarse en la continuidad de la lucha de las mujeres a lo largo de la historia. No estaban huérfanas, no estaban solas, la trayectoria había sido larga pero fructífera. No importa cuántos años atrás se habían iniciado, pero las reivindicaciones seguían. Impreso en letras rojas sobre el retrato de principios del siglo XX figuraba un lema actual: Por un movimiento de liberación de la mujer. Al lado, un símbolo muy repetido en los años 70: una mujer emerge con el brazo en alto, una llamada a la lucha y a la victoria entre el marco del anagrama que identifica a las mujeres frente a los varones, una síntesis de la herencia, el presente y un futuro esperanzador para las mujeres. Fue el 16 de noviembre de 1976, cuando las feministas asturianas toman la calle por primera vez. Más de cien mujeres, según la prensa, se manifiestan en Oviedo en un trayecto que va desde la antigua Facultad de Derecho hasta la Audiencia Provincial. El objetivo era entregar en ésta un legado de firmas solicitando la anulación del artículo 449 del vigente Código Penal en lo que se refiere al adulterio 143. La discriminación que la legislación patriarcal establecía en el caso de adulterio fue objeto de las primeras campañas organizadas de las feministas del Estado. Las mujeres que en ese momento estaban siendo juzgadas por estos delitos serán objeto de apoyo expreso ante la declarada intención del código de salvar el honor a costa de discriminar a las mujeres. Pero AFA no sólo tenía que manifestarse contra el adulterio, tenía un programa específico que quería explicar. Así fue como, el mes de noviembre de 1976 señala el inicio de la aparición pública en los medios de comunicación. El 27 de noviembre de 1976 tanto La Nueva España como La Voz de Asturias dedican una crónica en la que recogen la presentación de AFA144. En La Voz de Asturias las feministas se pueden identificar. Son Teresa Meana, María Loredo, Begoña Sánchez, Margarita Riera y Julia Barroso, entre otras. El titular respeta el acto de presentación y se encabeza así: Se presentó la Asociación Feminista Democrática. Cuenta con cien afiliadas en Asturias. La crónica tiene 143

Ver La Nueva España, 17-11-1976, p. 11 La Nueva España, 27-11-76, p. 6 y La Voz de Asturias, 27-11-76, p. 26. Las frases en cursiva pertenecen a las crónicas de estos diarios recogiendo las declaraciones efectuadas por AFA literalmente. 144

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independencia en sí misma y está situada en la sección de Oviedo. En el caso de La Nueva España la noticia aparece en el contexto de la “crónica regional” junto con otras siete noticias y sin ninguna referencia gráfica. Su titular es también sugerente: Feministas asturianas: “Todos los partidos políticos son machistas”. Desde el punto de vista del contenido ambas crónicas planteaban temas en común. En La Voz de Asturias hay aspectos que son claramente significativos. En primer lugar se contextualizaba la aparición de esta asociación feminista ligada al conjunto de presentaciones de otros partidos, grupos y coaliciones ante la opinión pública. Pero <<AFA no será una Sección Femenina de los partidos políticos>>. Será una organización autónoma al margen de los mismos. Se analizaban las condiciones de la historia próxima de AFDA/AFA unida a la necesidad de crear<< un marco unitario, que se solidariza con las campañas nacionales, como la discriminación de la mujer ante la ley; las agresiones de todo tipo que sufre la mujer, como la violación (...)>>, así como su conexión con otras organizaciones como AUPEPM a propósito de campañas específicas y su participación en el Día de la Cultura. La asociación, que contaba con afiliadas sobre todo en Gijón y Oviedo, pretendía extenderse a toda la provincia e iniciar campañas y charlas para difundirla. Un punto de arranque sería el tema de <<la mujer ante la ley y la celebración de una semana de la mujer>>. La existencia de dos tendencias distintas tenía una definición precisa en ambos diarios. Dentro de la organización había <<dos corrientes ideológicas con respecto a su conexión política>>: Una proclamaba la independencia de los partidos políticos, la otra se mostraba proclive a admitir la militancia política junto con la feminista. Las independientes se definían dentro de la corriente feminista radical.<<La existencia del sistema patriarcal rebasa la lucha de clases y se concreta en un modo de producción familiar que explota a la mujer>>. Eran partidarias de mantener su militancia feministas al margen de los partidos políticos. Entendían que <<la lucha por la liberación de la mujer debe realizarse por medio de la formación de un partido feminista>>.

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Las doblemilitantes admitían la integración en los partidos políticos y en las organizaciones feministas. Consideraban que las mujeres habían sufrido discriminaciones y opresiones a lo largo de la historia y que la transformación de esta situación tenía que partir de una poderosa transformación social. Para ello era necesario un amplio movimiento de masas de todas las mujeres. Se unían así a la tradición del feminismo socialista. En ambos casos el objetivo es <<acabar con la sociedad patriarcal, opresora de la mujer>>. Tanto el mundo capitalista como el socialista habían mostrado sus deficiencias en cuanto al reconocimiento de los derechos de las mujeres, por tanto en los dos casos debían establecer sus críticas. Los partidos políticos actuales eran machistas, todos sin excepción, inclusive los más progresistas ideológicamente. No excluían en ningún caso la posibilidad de alianzas con otros grupos. Éstas <<serán siempre políticas, en virtud de una coincidencia

de

objetivos>>.

Manifestaban

ser

conscientes

de

sus

discrepancias que no hacían sino enriquecer el movimiento y darle estabilidad. Lo importante en este caso era la unión de las mujeres feministas. A título anecdótico, deben destacarse dos frases más de La Voz de Asturias. En una se afirmaba que <<agrupa a solteras, casadas, viudas y separadas y hasta una monja, recientemente afiliada>>, quizás para dar cuenta de la pluralidad, y la otra que suponía el fin de la crónica:

<<A mí,

personalmente -escribía el periodista-, me ha satisfecho la seriedad y preparación de la docena de componentes que asistieron a la reunión informativa>>145. ¿Siempre hay que demostrar que estamos preparadas? Veremos que esta apreciación hecha por un varón se repetirá en el futuro. La presentación de AFA también fue recogida por Asturias Semanal que abría su portada en la semana del 4 al 11 de diciembre de 1976 con un grupo de mujeres que se manifestaban. La pancarta que llevaban decía, “Abajo la legislación machista”. Se completaba la dedicación de este número a la asociación con dos artículos, uno sobre la “Discriminación jurídica de la mujer”146 y el otro sobre “El adulterio en la historia”. La presentación venía 145

Estos dos últimos asertos pertenecen al periodista autor de la crónica y son de su cosecha. Este artículo está escrito por Carmen Suárez Pendás, integrante de AFA desde su fundación, Presidenta de la junta provisional de la asociación desde noviembre de 1978 a octubre de 1983, abogada de profesión y Marcelino Arbesú. 146

81


acompañada de una foto en la que se puede ver claramente a algunas de las integrantes de AFA. Esta identificación que, para nosotras, es ahora significativa porque podemos poner nombres y rescatarlas para la historia, en ese momento para ellas se revelaba como algo que debía ocultarse, pues como decían:<< no somos partidarias de mantener ante el exterior figuras representativas, pues nuestro movimiento es esencialmente colectivo>>. Y más que nunca se reiteraban en que <<nos une, por encima de la diferencia de planteamientos, la existencia de unos intereses comunes, fundados en la opresión común que, como mujeres, sufrimos>>147. En la sección Diálogos Políticos de Asturias Semanal, ya citado, Eloína Fernández daba cuenta, en una amplia entrevista, de la organización del movimiento feminista en nuestra Comunidad en sus comienzos. En términos generales, sus declaraciones desarrollaban las breves reseñas de la prensa sobre la presentación pública de AFA. Aún incipiente, esta asociación de mujeres tenía muy claros sus contenidos programáticos basados en un análisis de la realidad, en la que la opresión se derivaba de un sistema patriarcal establecido desde siglos. La lucha feminista no iba a ser individual sino colectiva y utilizaría <<todas las formar a nuestro alcance: medios de comunicación, dar charlas, escribir folletos, realizar estudios profundizando en nuestra

problemática...También

nos

planteamos

hacer

valer

nuestras

reivindicaciones mediante movilizaciones (...)>>. En ninguna de las sociedades existentes las mujeres se habían situado en igualdad con los varones. En los sistemas capitalistas, la dependencia y la discriminación aparecían más claras que en los sistemas socialistas. En el socialismo se atisbaba una legislación más justa, una cierta socialización de las tareas domésticas y la posibilidad de trabajar fuera del hogar, existía un concepción más colectiva de la sociedad. Pero, aún en el socialismo, <<este movimiento de masas femenino deberá continuar también durante el proceso del construcción del socialismo, llevando a cabo una profunda lucha contra todos los esquemas ideológicos y estructuras que mantengan oprimida a la mujer>>. Aparecía así explícita su 147

Ver Asturias semanal, 4-11/12/1976, p. 5.

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filiación ideológica, dentro del grupo de las feministas socialistas y doble militantes, <<las mujeres que militan en partidos políticos tienen el deber de llevar

a

sus

partidos

la

problemática

de

la

mujer

para

que

sea

consecuentemente asumida por éstos>>. En todo caso, la existencia de un movimiento feminista unido, independiente de la militancia política o no de sus integrantes, no suponía un obstáculo para avanzar en un programa que ya se encontraba suficientemente perfilado y que abarcaba los sectores más importantes en donde se manifestaba la opresión y discriminación de las mujeres. La actitud respetuosa de la prensa en estos principios contrastará con la virulencia y las críticas exacerbadas de marzo de 1977, que veremos con más detalle. ¿Cómo se podía cambiar en tan poco tiempo?, ¿era el feminismo una amenaza para la sociedad?, ¿dónde irradiaba tanta intransigencia?, ¿es que verdaderamente se creía que un colectivo de mujeres concienciado de su opresión iba a cambiar definitivamente el mundo de privilegios de los varones?, ¿o es que acaso debía generarse una respuesta patriarcal ante el temor de perder los privilegios adquiridos? Las propias condiciones con las que iniciaron su presentación en las calles de Oviedo con su denuncia sobre adulterio, ¿mostraban algo quizás?, ¿acaso que se mantenía una doble moral? Las mujeres se habían organizado para recordar a la opinión pública esa conciencia crítica que manifiesta las contradicciones de una sociedad, y además lo hacían con un programa completo de reivindicaciones que debían conducir a una sociedad mejor y más equitativa. Sólo era necesario escucharlas, pero ésta fue una larga tarea. 3.2. Un programa unitario para la acción feminista El programa148 que se discutió punto por punto, también vio su aparición en 1976. Era el largo trabajo que se había realizado desde la primavera del mismo año: <El programa de AFA lo peleamos punto por punto, desde el divorcio al aborto. Cuando decíamos: divorcio, mientras persista el matrimonio, 148

Ver en Anexos, II. El Programa de la Asociación Feminista Asturiana.

83


patria potestad compartida, mientras persista la familia. Amnistía y libertad, pero amnistía para las mujeres procesadas por delitos específicos que las afectaban. asambleas se sucedían (...)

Los debates eran larguísimos, las

pero creo que nunca como entonces

compartimos y enriquecimos nuestro discurso, nunca creo que se vuelva a dar...>>149. Las feministas se inspiraron en los documentos y las ponencias de las I Jornadas de la Dona celebradas en Barcelona en marzo de 1976: <<Nosotras teníamos a través de las mujeres de la LCR y de las del MC -Empar Pineda estaba todo el día en Madrid- teníamos, digo, la documentación

de

las

Jornadas

Catalanas

de

la

Dona.

Sus

reivindicaciones, las de las Jornadas, se copiaron prácticamente en todas las organizaciones del Estado>>150. En la introducción del programa se recogían los grandes principios que inspiraban a la asociación: <<luchar contra la situación de explotación y discriminación que sufrimos, mantenida a lo largo de todas las épocas y bajo cualquier sistema social y hasta el momento actual>>. No hay acción sin investigación, sin afianzamiento teórico, por tanto, <<al mismo tiempo, (se) pretende estudiar los diferentes aspectos en los que esta situación se manifiesta>>. AFA era una unidad que <<agrupa a todas las mujeres que quieran luchar por su liberación>>. Sus rasgos más definitorios eran la independencia, <<porque no está dirigida por ningún partido político>>, autonomía, <<porque elabora sus propios objetivos, alianzas y métodos de lucha>> y el funcionamiento democrático. Incluía todas y cada una de las perspectivas existentes dentro de la lucha feminista, que denominan tendencias. Éstas serán respetadas en todo momento. El programa contenía un conjunto de reivindicaciones agrupadas en seis campos: educación, trabajo, familia, sexualidad, reproducción y medios de comunicación. Cada uno de ellos partía de un análisis de la realidad que afectaba a las mujeres para, a continuación, plantear la parte reivindicativa.

149 150

Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002. Entrevista con Paloma Uría, 27-11-2002.

84


Un aspecto fundamental en la discriminación de las mujeres se relacionaba con la educación. A las niñas y los niños se le asignaba un papel distinto en función de lo que se esperaba realizaran en el futuro. El diagnóstico era claro: <<Se nos dificulta la posibilidad de formación, para ejercer cualquier trabajo o profesión, que no sea el de fregar, coser, lavar, etc. en beneficio del varón. Es decir, se nos prepara sobre todo para ser madre y esposa. Juegos y ocupaciones nos mentalizan para ello y se nos hace ver que no servimos para otras cosas. No hay más que echar una ojeada a los textos escolares que presentan a las mujeres siempre o casi siempre, realizando trabajos domésticos, mientras que los varones realizan tareas más gratificantes y emprendedoras>>

151

.

La representación social de las mujeres reducía su papel a la esfera privada, subordinaba sus actividades frente a las de los varones y primaba el concepto de que debían sustentar la vida familiar, estar al servicio de su pareja y de las criaturas, exigiéndoseles la renuncia de sus derechos a realizar una vida activa plena. La ideología que transmitían los textos escolares era un buen ejemplo de ello. Al final, las reivindicaciones se concretaban en cuatro puntos: <<1º Igual educación en todos los grados de enseñanza. Que se enseñen por igual a ambos sexos, desde juegos, tareas domésticas y trabajos manuales, hasta las conductas y actitudes sociales. 2º Revisión de los textos escolares que dividen los ejemplos y orientaciones de las materias en función del sexo. 3º Facilidad para que las mujeres adultas que no tuvieron oportunidad para ello, reciban la educación que se les negó en su día. 4º Lucha ideológica que acabe con las normas culturales que crean papeles masculinos y femeninos en todas las situaciones sociales>> 152. Respecto al trabajo debían distinguirse dos situaciones. Una era el trabajo profesional, que, en caso de ejercitarlo las mujeres, se convertía en subsidiario del de los varones. Éstas estaban acostumbradas a que su mano 151

AFA, Programa de AFA, [Oviedo], [1976], cartel, 62 cm. por 42 cm., en archivo personal de Begoña Sánchez. 152 Ibid.,en Programa de AFA.

85


de obra se utilizara según las fluctuaciones del mercado y sufriera discriminaciones salariales. La otra vertiente era el trabajo doméstico. Cuando era exclusivo privaba a la mujer del acceso a una independencia y, si desempeñaba una actividad remunerada, tenía que realizar una doble jornada, porque los varones se mostraban poco o nada dispuestos a compartir las tareas cotidianas: <<La mujer es el único ser humano que debe trabajar gratis o a cambio de la simple manutención. La jornada de trabajo del ama de casa, supera, a veces con una gran diferencia, la ocho horas obligadas de cualquier trabajador. Y sin embargo, este hecho se considera como algo perfectamente lógico y natural. ¿Qué hombre aceptaría trabajar sólo por un techo y una comida; sin un horario de trabajo, ni días festivos, ni vacaciones?>>153. Las reivindicaciones del programa respondían a los lemas que el feminismo hará suyos a lo largo de la transición: derecho al trabajo; a igual trabajo, igual salario; acceso por igual a las profesiones; poner fin al sesgo de género en su elección; la necesidad de compartir las tareas domésticas y algo tan elemental como corresponsabilizarse varones y mujeres en el cuidado de las criaturas tras su nacimiento: <<1º Terminar con la consideración de la mujer como mano de obra de reserva. No al paro femenino. 2º Acceso a todos los puestos de trabajo o profesiones existentes, con igual capacidad de contratación, de promoción, de salario, de trabajo, de categoría y antigüedad. 3º Derecho a ejercer cualquier profesión o carrera y a promocionarse dentro de ella. 4º Acceso a todas las ramas de formación profesional, para lo cual es imprescindible la creación de centros mixtos. 5º Abolición de todas las discriminaciones laborales, en razón del sexo, estado civil o maternidad.

153

Ibid., en Programa de AFA.

86


6º A igual cotización en la Seguridad Social, iguales prestaciones y beneficiarios. 7º Acabar con la división del trabajo, por cuanto los empleos considerados como femeninos son reproducción de los realizados por la mujer en el ámbito doméstico. 8º Puesto que consideramos que la baja maternal, no está en función de la recuperación de 1a mujer, después del parto, sino en función del cuidado que necesita un nuevo ser y además, entorpece la contratación de las mujeres a la hora de trabajar, exigimos: a) Que ante un embarazo mal tolerado desde el punto de vista médico, la mujer tenga derecho a la baja por enfermedad. b) Que el tiempo de recuperación post-parto, sea el adecuado al estado físico de la mujer y por tanto sea considerado también, como baja por enfermedad. c) Que la actual baja maternal, sea repartida entre el padre y la madre; para que ambos se responsabilicen del cuidado del recién nacido>> 154. La familia era donde más se percibía el signo patriarcal de la sociedad. Las bases legales situaban a las mujeres como menores de edad: <<La familia es para la mujer el principal centro de su opresión y discriminación. La legislación que pretende regular el funcionamiento de esta institución, lo que regula, de hecho, es la opresión femenina. La discriminación legal aparece en el medio familiar, con toda su crudeza (adulterio, malos tratos, exigencias sexuales dentro del matrimonio, etc...)>>155. La exigencia de una ley de divorcio, la patria potestad compartida, la supresión de la ilegitimidad en la filiación, así como la creación de servicios colectivos serán algunos de los puntos imprescindibles del programa feminista: <<1º La patria potestad conjunta sobre los hijos, en tanto subsista la patria potestad sobre los seres humanos. 2º Divorcio en igualdad de condiciones para los dos cónyuges y a petición de uno sólo, mientras persista el matrimonio. 154 155

Ibid., en Programa de AFA. Ibid., en Programa de AFA.

87


3º Reconocimiento de igualdad de derechos a la madre soltera y supresión de la calificación de hijo ilegítimo. 4º Socialización del trabajo doméstico, con la creación de comedores colectivos, servicios de limpieza, lavanderías, guarderías infantiles permanentes y gratuitas, etc. 5º Legislación que obligue a los hombres a compartir en igualdad de condiciones el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos. 6º Abolición de la ley que pena el adulterio y el amancebamiento. 7º Investigación de la paternidad>>156. ¿Cómo se conducían las mujeres ante la sexualidad? ¿Vivían supeditadas a los deseos de los varones o eran capaces de ejercer los suyos propios? ¿Era la heterosexualidad un soporte más para el patriarcado? ¿Por qué se asociaba sexualidad a reproducción? Las mujeres de los años 70 se hicieron muchas preguntas y para todas fueron encontrando respuesta. Como se señalaba en Hablan las women´s lib preocupaba la percepción que los varones tenían de las mujeres, para las que no encontraban la justa medida. Si eran liberadas podían ser tachadas de promiscuas, si por el contrario se resistían estaban anticuadas, lo importante era justificar su primacía: <<La constante preocupación de sus sesiones 157 es el sexo: las decepciones, los fracasos del orgasmo (...) Las discusiones parecen inagotables y la literatura obsesiva que este asunto produjo alimenta una opinión del hombre que yo denominé la Teoría del Gran Golpe sobre la liberación femenina. Los hombres parecen convencidos de que lo que todas estas mujeres necesitan un buen coito. (...) Y quedan muy sorprendidos

cuando

ellas

se

quejan

de

que

las

consideran

exclusivamente desde el punto de vista sexual>> 158. Así en el programa de AFA, se recogía de esta manera: <<Se nos ha dicho siempre a las mujeres, cómo tenemos que comportamos para satisfacer al hombre y lo que a él le satisface es 156

Ibid., en Programa de AFA.

157

Se refiere a los grupos de autorreflexión o autoconciencia de mujeres. Ver WEISSTEIN, Naomi; KOEDT, Anne; LIMPUS, Laurel y otras (1972): Hablan las women´s lib (Movimiento de Liberación de al Mujer). Editorial Kairós, Barcelona, 2ª edición, p. 39. 158

88


"bueno"

para

nosotras.

No

podemos

olvidar

que

el

actual

comportamiento sexual, es una forma más de la dominación del hombre. Estos dos aspectos, empiezan a explicar las alarmantes cifras de mujeres insatisfechas sexualmente, y no esas explicaciones que atribuyen el problema a nuestra inmadurez. Olvidando incluso 200 teorías “científicas” que hablan del clítoris como órgano sexual, diferente del de la reproducción>>159. Una educación apropiada y la libertad de opciones sexuales eran dos de los objetivos a conseguir. Las feministas creyeron también llegada la hora de pedir responsabilidades a los proxenetas que negociaban con el cuerpo de las mujeres. Por ello, en cuanto a la sexualidad se planteaban las siguientes exigencias: <<1º Diferenciación de los órganos de placer y de reproducción. 2º Una educación sexual que incluya el reconocimiento de la sexualidad femenina y la denuncia de todas las falsedades que sobre ella se han elaborado y plasmado en la cultura, educación, ciencia, etc. 3º Abolición de las leyes que regulan la opción sexual del individuo: libertad en el ejercicio de la propia sexualidad. 4º Abolición de las leyes que encarcelan a las prostitutas y encubren todo tipo de abusos contra ellas. Exigencia del castigo del proxenetismo y toda explotación por intermediarios de las prostitutas. Mientras esta situación persista, y exista una permisividad que la potencie exigimos: Derecho a reconocimiento ginecológico y venéreo, gratuito>> 160. En cuanto a la reproducción se suscribía la necesidad de disponer de anticonceptivos libres y gratuitos, tanto para los varones como para las mujeres, la creación de Centros de Planificación Familiar, así como <<el aborto libre y gratuito a cargo de la Seguridad Social>>, pero siempre en el contexto de último remedio para un fin: la existencia de <<los medios anticonceptivos, para que ninguna mujer se vea en la necesidad de abortar>>.

159

Ibid., en Programa de AFA.

160

Ibid., en Programa de AFA.

89


Los medios de comunicación decían <<utilizan y degradan la imagen de la mujer, considerándola como reclamo publicitario unas veces, como objeto erótico y amoroso otras o relegándola al papel de ama de casa, reproduciendo así, los papeles tradicionales que la sociedad nos obliga a desempeñar>> 161. Procedía en una sociedad más justa romper los estereotipos que se transmitían y, en todo caso, garantizar mediante una legislación apropiada que se cumplieran los requisitos de una publicidad no sexista y degradante para las mujeres. El programa planteaba veintiséis objetivos, pero en realidad se podían reducir en uno que llevaba aparejado un conjunto de reformas que afectaban directamente a la vida de las mujeres, pero que repercutían en el conjunto de la sociedad: <<El objetivo del feminismo es la abolición del patriarcado enteramente, como sistema de poder completo. Un objetivo de máximos, completo que luego se pormenorizaba en los objetivos políticos directos (...) Los objetivos políticos concretos eran la reforma legislativa, la reforma moral, la reforma de las ideas sobre las costumbres (..) la abolición de la doble moral, las prohibiciones no expresas pero igualmente fuertes para la dignidad, el respeto, el saber, es decir, llegar a ser humanos a todo título sin esa... hay que llamarlo por su nombre, es una especie de esclavitud, la que todavía se hereda cuando se es española en los años 70>>162. Éstos eran también los principios para la acción, el marco de las actuaciones y actividades para un programa feminista unitario. En torno a él girarán todas las campañas y acciones de AFA dentro de una estructura organizativa. ¿Cuál iba a ser esta organización? 3.3. Una organización sin tiranías La historia del movimiento feminista es una lucha contra la exclusión de las mujeres de los ámbitos de decisión. Es un deseo de hacer público lo que

161 162

Ibid., en Programa de AFA. Entrevista con Amelia Valcárcel, 5-11-2002.

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manifiestamente pertenecía al ámbito privado en un contexto de autonomía individual y colectiva. A comienzos del año 1972 en España ya se conocían algunas aportaciones del Women´s Liberation Mouvement de EE.UU. En este año se publicó Hablan las women´s lib (Movimiento de Liberación de la Mujer)

163

que

no eran sino un conjunto de textos de mujeres feministas americanas seleccionados por Mª José Ragué. En el prólogo de la obra se hacía una diagnóstico preciso y se fijaban criterios para la acción de las mujeres: <<A menudo, a los miembros del Movimiento de Liberación de la Mujer se les pide una respuesta explícita a esta masculina pregunta: “¿Qué pretenden ustedes?” (...) Si conociésemos ya todas las respuestas, no sería necesario el Movimiento de Liberación de la Mujer. Conocemos las restricciones sociales que inhiben nuestra libertad para descubrirnos a nosotras mismas, y esos obstáculos (determinadas leyes, la necesidad de un cuidado inteligente de los niños, la discriminación de los salarios y los puestos de trabajo, el chauvinismo masculino) reflejan de un modo inmediato nuestras luchas internas. ¿Y qué hay de nuestras luchas interiores? La mayoría rechaza el concepto tradicional de mujer como ser indefenso y pasivo (...). Es a través de la participación, de la acción y de la discusión, que la Liberación de las Mujeres está brindando a millares de mujeres en toda la nación el amplio foro en que pueden enfrentar esos sentimiento privados y esos problemas públicos>>164. La posibilidad de formalizar decisiones equitativas para la sociedad se sustentaron siempre sobre una estructura propia, política y de acción, ampliamente participativa, de los colectivos de mujeres. Los grupos y las asociaciones, por ejemplo en el sufragismo, fueron quienes impulsaron los pasos adelante en la consecución de los derechos políticos y sociales para las mujeres. Siempre se habían destacado, dentro de ellos, algunas mujeres 163

Naomi WEISSTEIN et al., op. cit. Begoña Sánchez fue quien me proporcionó esta publicación que adquirió en noviembre de 1975. Se destacan, entre otros, los artículos de Joyce Cowley sobre “Las precursoras del movimiento”, Helen Dudar sobre “Guerra al sexismo”, Anne Koedt sobre “El mito del orgasmo vaginal” y Laurel Limpus sobre “La represión sexual de la mujer”. 164 Ibid., pp. 9, 11.

91


especialmente

carismáticas,

por

su

trabajo,

su

empeño

y

por

sus

argumentaciones, pero, en términos generales, las mujeres feministas reivindicaron en su conjunto la acción de todas y cada una de ellas. Las aportaciones individuales se capitalizaron colectivamente y, de hecho, todas somos deudoras de las mujeres que nos precedieron. Lo importante será siempre conseguir los derechos para todas las mujeres y no para una minoría que pueda movilizarse. El feminismo es y será esencialmente universalista. ¿Cómo abordar esta trayectoria histórica de trabajo colectivo a finales de los 60 y en los años 70 del siglo XX? A la vez que se visibilizaba el movimiento de liberación, las mujeres reflexionaron sobre la esencia del mismo, la virtualidad de sus organizaciones y sus limitaciones. Recientemente ha sido publicado el histórico artículo de Jo Freeman sobre “La tiranía de la falta de estructuras” escrito en 1973165. Algunas mujeres implicadas directamente en la lucha feminista, como esta autora, habían reflexionado ampliamente sobre las organizaciones de mujeres, el contenido de sus encuentros y la dinámica de sus actividades. Los <<grupos sin liderazgo y estructura>> formaban parte <<intrínseca e incuestionable de la ideología del movimiento de liberación>>. En sus inicios, el objetivo fundamental de las mujeres feministas fue la toma de conciencia sobre sus problemas. Era un diagnóstico que tenían que hacer en solitario, en grupos, fuera de todo tipo de condicionante patriarcal, fuera de toda estructura organizativa que rezumara androcentrismo. Surgían muchas preguntas acerca de la condición histórica y presente de las mujeres y se hizo preciso contestar a todas y en la mayor dimensión posible. Por tanto, estos espacios de encuentro, reflexión, preguntas y respuestas se fraguaron no en la clandestinidad, pero sí con una ausencia completa de los varones. La ideología

patriarcal

que

impregnaba

la

sociedad

había

contribuido

históricamente a soterrar las ideas de las mujeres, no las habían dejado emerger. La condición necesaria y suficiente pasó pues por organizarse autónomamente, en espacios propios, libres de ingerencias del otro sexo.

165

Cita bibliográfica en Elena Beltrán, op. cit., p. 85: FREEMAN, Jo (1973): “The Tyranny of Structyurelessnes”, Berkeley Journal of Sociology, nº 17. La traducción española “La tiranía de la falta de estructuras” puede consultarse en AA.VV. (2001): La Organización de las Asociaciones de Mujeres. La tiranía de la falta de estructuras. Ed. Forum de Política Feminista, Madrid, pp. 25-46.

92


A esto responden los grupos de autoconciencia dentro de la filosofía feminista radical. Su constitución fue vital para entender el resurgir de las reivindicaciones de las mujeres en los años 70. Estaban constituidos por un número pequeño de mujeres, como hemos visto en el caso de los Colectivos. Las relaciones de poder y autoridad se repartían por igual. Las formas organizativas que adoptaron fueron distintas e iban desde los grupos de estudio, o de actividades específicas, hasta la creación de centros de atención a las mujeres166. Fueron espacios de participación política y en ellos comenzó a construirse el conjunto de reivindicaciones que posteriormente se hicieron públicas. Su dinámica de trabajo y reflexión fue fundamental porque permitió la libre expresión de pensamientos y sentimientos, lo que significó que las mujeres encontraron palabras para expresar lo que les pasaba. Esa verbalización, que estaba interiorizada, al exteriorizarse les dio más fuerza. Después vino todo lo demás, la extensión del movimiento, los objetivos de su lucha y las alternativas para un mundo más equitativo sin olvidar cómo iban a ser las estrategias para la acción. Esto sólo fue posible con estructuras propias que guardaron como componentes los principales objetivos de estos primeros momentos. Se partía de los principios de ausencia de jerarquía y de liderazgo, del afianzamiento del valor de lo colectivo y de un grado de corresponsabilidad democrática total en la toma de decisiones, respetando eso sí las particularidades. Esta fue la gran experiencia de los movimientos de liberación de la tercera ola del feminismo. La práctica mostró algunas dificultades, como Jo Freeman afirma: <<Gran parte del esfuerzo de los movimientos feministas del pasado ha estado dirigido a formalizar las estructuras de decisión y los procesos de selección con objeto de facilitar el ataque directo contra los mecanismo de exclusión de las mujeres, pero no ha tenido lugar dentro del propio Movimiento Feminista porque inconscientemente se plantea que todas son mujeres (en teoría iguales, una clase)>>167 166 167

En Elena Beltrán, op. cit., p. 82. Jo Freeman en AA. VV (2001) op. cit., p. 33

93


Y la intención de nuestra autora se centra en explicar la naturaleza del movimiento, sus especiales dificultades y las posibilidades para organizar el funcionamiento de grupos de mujeres bajo las bases de una <<estructuración democrática>>. Veamos sus argumentos. La <<“falta de estructura” es organizativamente imposible>>. Genera <<estructuras informales>> e impide las <<formales y crea las bases para el desarrollo de las élites>>. En los movimientos de mujeres, éstas son visibles, se las conoce, participan de las mismas ideas y constituyen dentro de ellas redes de comunicación que se canalizan hacia el grupo en general. Sus aportaciones pretenden influir en la toma de decisiones, pero el colectivo no es capaz de asumirlas como suyas porque no fluyen en el grado de corresponsabilidad requerido por el colectivo. El grupo no ha otorgado la primacía a las élites, ellas se lo han “atribuido”, pero lo que se requiere es un poder compartido. Si éste es el objetivo, junto con la ausencia de jerarquía y burocratización, Jo Freeman aporta como soluciones organizativas para el funcionamiento de los grupos: <<1.La delegación por métodos democráticos (...) de autoridad a personas concretas y para tareas delimitadas (...). 2. Exigir a las personas en quieres se ha delegado autoridad que sean responsables ante aquellas que las han elegido. (...). 3. Distribución de la autoridad entre el mayor número de gente que sea razonablemente imposible, lo que impide que se cree un monopolio del poder (...) también ofrece la posibilidad de que mucha gente adquiera responsabilidad sobre tareas específicas (...). 4. Rotación de puestos entre distintas personas (...). 5. Difusión de la información (...). 6. Acceso igualitario a los recursos que el grupo necesita (...)>> 168. Luego <<la tiranía de la falta de estructuras>> fue posible, pero también superable. Ahora bien, la dinámica de las actividades que tuvieron que desplegar las feministas españolas y asturianas en la época de la transición no les permitió de inmediato una reflexión profunda sobre la naturaleza propia de 168

Ibid., pp. 44-46.

94


sus organizaciones. Atareadas en hacer feminismo y en llegar a todas partes, primó en ellas la necesidad de articular las tareas con pragmatismo y diligencia y procurar extender su doctrina allá donde les fue posible e imposible. <<Teníamos pocos medios y no podíamos solucionar todo lo que se esperaba de nosotras. Por otro lado, éramos menos de las que parecíamos para hacer frente a todo y, a veces, nos perdíamos con debates de todo tipo (...)>>169. La dinámica de AFA en los primeros años de su actividad respondió en cierta medida a esto: necesidad de abordar muchos aspectos y realizar muchas reuniones para unificar doctrina y criterios entre todas, de ahí el valor asambleario de sus encuentros. Juntas harían más fuerza. El grupo constituido en colectivo tomaba las decisiones, discutía estrategias y posibilidades. Dentro de él funcionaron comisiones de trabajo que, al principio, se encargaron de la mayoría de los temas recogidos en el programa: educación, familia, trabajo, sexualidad y reproducción y medios de comunicación170. Cada comisión se documentó en cada uno de estos aspectos, recabó información, articuló el discurso feminista y realizó propuestas para difundir. Los primeros trabajos se tradujeron en folletos informativos, como los de “Derecho a nuestro cuerpo”, sobre sexualidad y reproducción y el de “Mujer y Trabajo”. Ambas publicaciones son del año 1977 o comienzos de 1978 puesto que aún figuraba como dirección la calle Milicias Nacionales como sede social171. La elaboración de estos documentos fue un aprendizaje importante, permitió sistematizar y organizar el discurso feminista en torno a aspectos básicos del programa. Desde el punto de vista organizativo, el reparto de tareas entre las distintas integrantes de la asociación posibilitó una coparticipación en la tareas y una corresponsabilidad en su planificación. Un aspecto importante era el de cómo transmitir las informaciones. No sólo tenían que difundirse en el interior de la asociación, sino también las procedentes del exterior a nuestra Comunidad, a partir de la formación de la Coordinadora de Organizaciones Feministas del Estado español en 1976. La 169

Entrevista con Begoña Sánchez, 9-11-2002. Entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003. 171 Ambos folletos “Mujer y Trabajo” y “Derecho a nuestro cuerpo” son las primeras publicaciones conocidas de AFA. (AHUO, en archivo de AFA) 170

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asistencia a las reuniones de Madrid también se distribuyó colectivamente. El grupo siempre contaba con la voluntariedad de algunas de sus componentes, y en todo caso, no siempre fueron las mismas personas. Dependía, en cierta medida, de cuáles fueran los temas que iban a tratarse. Incluso, como en la Coordinadora llegaron a actuar comisiones específicas, en ocasiones iba más de una persona para integrarse en el trabajo de éstas. Las reuniones de la asociación siempre fueron semanales. El día fijado, los lunes, y la hora, las ocho de la tarde. Caterva, un grupo de teatro asturiano, recreó una escena sobre las reuniones de las feministas, como recuerda Teresa Meana. Ella solía decir la frase: “Marcho, que tengo feminista”, cuestión que fue repetida como un lugar común de lo que pasaba en Oviedo todos los lunes a la hora señalada y en el Club Cultural. Las sesiones semanales de trabajo variaban según los objetivos inmediatos. A lo largo de todo el año había actividades que realizar. Una parte importante se relacionaba con las campañas que se diseñaban a nivel central desde la Coordinadora y que debían llevar a cabo en nuestra Comunidad. Otras eran las iniciativas que se tomaban desde la propia AFA y que tenían como ámbito, el regional. Las campañas más importantes, cuyos aspectos de desarrollan en el capítulo cuarto, giraron en torno a la despenalización de adulterio, de los anticonceptivos, a favor del divorcio y del aborto, contra las agresiones a mujeres y toda una importante difusión sobre la sexualidad y el derecho al cuerpo. En estos casos se dividían las tareas entre todas las integrantes. Había que confeccionar carteles, folletos, pasquines, elaborar pancartas, escribir los comunicados para los medios de difusión y, en la mayoría de los casos, coordinar con otras entidades, partidos políticos, sindicatos y vocalías las manifestaciones y actividades. Había otra parte que cubría la asociación y era la referida a su funcionamiento como centro de información para las mujeres. Cuando una mujer tenía un problema podía acudir a la sede de AFA que, desde el año 1978, se ubicó en el Centro Cultural de Oviedo, situado en la calle Palacio

96


Valdés172. Estas visitas eran frecuentes. Las mujeres acudían a plantear casi siempre situaciones límites. Cuando se trataba de la posibilidad de un aborto, AFA contaba con algunas direcciones de clínicas de Inglaterra, Francia y de Holanda, a dónde las mujeres podían dirigirse, si tenían recursos económicos. En los casos más difíciles, como los malos tratos, no tenían la posibilidad de acogimiento de las mujeres, excepto en los domicilios particulares, cuestión que en algún momento no dudaron en hacer, si llegaba el caso, u organizar colectas para sufragar los gastos de un aborto, o el pago de las costas de una separación matrimonial173. En algún momento, desde la asociación, se pensó en crear un Centro de Mujeres. Hicieron una emisión de bonos de solidaridad 174 a 50 pesetas y una hoja explicativa175 en la que afirmaban que los objetivos se dirigirían a informar a mujeres sobre planificación familiar, dar asesoramiento psicosexual y jurídico, así como charlas y encuentros. Su petición se dirigía a los agentes sociales: asociaciones de vecinos, centrales sindicales y partidos políticos y a las mujeres en general. Esto fue algo que las administraciones públicas, pasado el tiempo cubrirían. Pero el primer paso, y la primera intención la dieron en nuestra Comunidad las mujeres feministas. A la espera de centros de atención específicos para las mujeres, las feministas se organizaron para trabajar directamente en las asociaciones de los barrios y en las vocalías de mujeres. La realidad impuso sus criterios. Tanto AFA de Gijón como AFA de Oviedo encontraron vías de colaboración en los barrios. Fueron habituales las celebraciones de charlas, encuentros y el trabajo constante con algunas de las asociaciones de barrios de Oviedo. En el caso de Gijón la tradición ya se había establecido a comienzos de los años 70:

172

AFA estuvo en los locales del Club Cultural hasta aproximadamente el año 1987, pagaba una cuota de renta junto con los otros grupos que se reunían en este Club. A partir de aquí no tuvo sede fija y en realidad, los archivos y las posesiones de AFA pasaron a integrarse en los domicilios de las mujeres que componían la junta directiva. Muchos terminaron en los cubos de la basura. 173 Entrevista con Begoña Sánchez, 9-11-2002 y Dulce Gallego, 11-11-2002. 174 AFA, Bono de solidaridad, [Oviedo], [1979?], cartulinas de 10 cm. por 16 cm., en color azul celeste, en AHUO en archivo de AFA. 175

AFA, [Por la creación de un centro], [Oviedo], [1979?], documento mecanografiado, (1 hoja), en AHUO, en archivo de AFA.

97


<<Una cosa que creo fue muy importante en Gijón fue el haber hecho el nexo entre las mujeres de los barrios y las mujeres del feminismo. Yo creo que eso fue muy importante. (...). Cuando decimos que Gijón es una ciudad muy participativa, es porque hubo unos nexos muy grandes entre los movimientos políticos, más ideologizados y las personas que tenían un nivel de conciencia y de compromiso claro pero que no tenían esa politización o que se llevaba por otras vías. Esto es una característica muy destacable (...) El tema de acudir a un barrio y trabajar ahí, día a día, con las mujeres y hacer conciencia

con

las mujeres,

dar

información

sobre

los

anticonceptivos, sobre la sexualidad, pensándolo hoy y pasado el tiempo, no sé ni cómo nos lo consentían, porque claro, mujeres hechas y derechas... Es como si, ahora, a mí que tengo cuarenta y pico años, me viene una chica de dieciséis a contarme lo que les contábamos a las mujeres entonces. La verdad es que se estableció una relación intergeneracional muy interesante. Las mujeres mayores que nosotras admitían nuestro discurso y que sentáramos cátedra sobre cuestiones que ellas no conocían o no habían trabajado nunca, y luego generó lazos muy solidarios>>176. Pero a la vez que AFA hacía política activa en las vocalías y reflexionaba sobre propia dinámica interna, pasados unos años de funcionamiento. Este es uno de los puntos de orden del día en las reuniones que celebraron los días 11, 14, 16, 18 y 25 de mayo de 1981, tras la celebración de las primeras Jornadas Feministas de Oviedo, según consta en las notas manuscritas tomadas por alguna de sus integrantes177. Aquí tenemos un testimonio y una reflexión de la asociación sobre su organización, sobre las actividades realizadas y sobre la necesidad o no de reconducir sus aspectos organizativos. Como es normal cuando se contraponen y se verbalizan situaciones, las reflexiones oscilan desde las posturas más optimistas a las más críticas.

176

Entrevista con Dulce Gallego, 11-11-2002. AFA, [Notas de reuniones], Oviedo, 1981, documentos manuscritos ( 13 hojas), en AHUO en archivo de AFA. 177

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Las visiones más positivas se basaban en la afirmación de que se habían hecho muchas cosas. AFA no había crecido, pero, de igual modo, se había intentado llegar a más mujeres y el discurso y las reivindicaciones feministas se habían escuchado en toda Asturias. No era necesario pensar sólo en potenciar AFA como organización, lo importante eran las razones por las que se movilizaban muchas mujeres cuando acudían a las manifestaciones, cuando respondían a las convocatorias de las campañas. En la acción estaba el movimiento. Las aportaciones más críticas reconocían que se había trabajado muy activamente, pero era necesario un debate más a fondo, pues se perdían personas e iniciativas, o quizás, no se sumaban las suficientes No se podía abordar todo y profundizar en todo. Tenía que haber interés por realizar grupos de estudio sobre temas específicos y concretos y así poder tratar con más precisión las cuestiones de interés. Ambos extremos estaban de acuerdo en que lo importante era mantener un movimiento feminista unitario, sin fisuras, que la autocrítica sobre la forma de trabajo y que la organización no debilitaba la asociación, máxime cuando desde el comienzo se reconocían en ellas tendencias distintas, que habían podido expresar sus ideas en total libertad. Además, cada una de las integrantes había realizado y realizaba acciones individuales en el contexto en el que vivían o trabajaban y éstas aumentaban el testimonio del colectivo. La creencia en la necesidad de un movimiento unitario en torno a AFA significaba que la asociación era un punto de referencia para Asturias, que las mujeres que lo integraban llegaban con sus efectivos y sus esfuerzos a sectores más o menos amplios de la sociedad y era lógico el deseo de que se sumasen más mujeres y que su discurso calase más. Un ejemplo de cómo ha sido posible extender la influencia de la asociación estaba en las colaboraciones que se han establecido con las vocalías de las mujeres de los barrios. Éstas era también un aspecto muy positivo. En este sentido, se suscita el interés sobre cómo compatibilizar el trabajo en las vocalías, imprescindible si se quería estar en la realidad de los

99


problemas de las mujeres y en AFA, que tenía una competencia propia para profundizar en el feminismo teórico y práctico. Las consideraciones acerca de una mejora en los niveles de organización y trabajo pasaban por compartir todas, en asamblea, las discusiones generales, pero también en la constitución de grupos de trabajo que abordaran temas concretos, con un funcionamiento en comisiones, y dieran cuenta de sus análisis al conjunto de las asociadas. En algunos casos, estos grupos de trabajo presentarían proyectos en los que se implicarían otras mujeres que no eran de la asociación, como el caso de las vocalías, pero todas conocerían los proyectos, los compartirían, podrían participar de ellos e incrementarían el movimiento de mujeres. Como balance puede decirse que después de cinco años de gran activismo, algunas mujeres consideraban que era necesario pararse y comenzar a pensar sobre aspectos específicos y no sobre todo a la vez. Era necesario armar los discursos, hacer investigaciones y sólo profundizando serían más efectivas: <<(...)Fue también una transformación del movimiento. Al principio tenías que estar siempre en la calle, era un activismo desaforado, y luego ya, todo esto que estamos haciendo haya que posarlo un poco, reflexionarlo y hay que empezar a especializarse. Y creo que esto fue un momento histórico, o sea que se corresponde con una atomización del movimiento en todas partes>>178. Desde el punto de vista formal, el 15 de noviembre de 1978, dos años justo después de su aparición pública se constituye formalmente AFA. Será a las siete de la tarde y en el piso 6º B de la calle Víctor Chavarri, nº 25 de Oviedo, donde se reúnen Carmen Suárez Pendás, Mª José del Río Oliete, Pilar Gómez Enterría, Enedina Moradiellos García, Cristina González-Irún Vayas, Elena Bona García y Pilar Sobrado Bruñardaz, todas integrantes de la asociación y constituyentes de la primera junta provisional. Acordaron designar como Presidenta, con carácter provisional, a Carmen Suárez Pendás. Aprobaron los estatutos, de acuerdo con los dispuesto en la Ley de

178

Entrevista con Lourdes Pérez, 24-11-2002.

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Asociaciones de 24 de diciembre de 1964 179. En ellos figuraban el ámbito de actuación, que será el de toda la provincia de Oviedo180, los fines, los derechos y deberes de las asociadas, la estructura organizativa y de gobierno, las competencias de la asamblea de socias, de la junta directiva, su patrimonio fundacional y los cauces de disolución de la asociación. <<La asociación tendrá como fines: El estudio de los problemas jurídicos, económicos, sociales, educativos, culturales y deportivos que (se le) plantea(n) a la mujer española en su situación actual. La búsqueda y difusión de soluciones para los anteriores problemas. La elevación a las autoridades de propuestas y pareceres en relación son sus intereses legítimos y, en general, la realización de cuantas actividades sean lícitas tendentes a la mejor defensa de los derechos de la mujer y a la conquista de la igualdad absoluta de la mujer con el hombre, en todos los niveles de la actividad social. La promoción y organización de Cursos, Seminarios, Conferencias, Congresos, exhibiciones, manifestaciones y cualquiera otras actividades lícitas de formación que vayan encaminadas a crear en la sociedad española conciencia de los problemas que constituyen el fin asociativo y el deseo de buscar y aplicar soluciones democráticas a los mismos. La edición de Boletines, Revistas y otros órganos de comunicación social, periódica o eventual, de carácter informativo o de opinión>> 181. Los órganos directivos y de gobiernos los constituirán la Asamblea General de socias y la Junta Directiva. En la Asamblea los acuerdos se adoptarán por mayoría. Las reuniones serán ordinarias y extraordinarias, convocadas con orden expreso. Formarán parte de la Junta Directiva la Presidenta, la Vicepresidenta, la Secretaria, la Tesorera y entre un mínimo de cinco vocales y un máximo de veinticuatro y su condición es de electas dentro 179

AFA, Acta fundacional de la Asociación Feminista “Clara Campoamor”, Oviedo, 1978, documento mecanografiado (1 p.), en archivo personal de Consuelo Camblor Álvarez. El domicilio social de Víctor Chavarri se declara provisional. 180 La denominación de Principado de Asturias sustituirá a Oviedo en el año 1983, el 22 de febrero, ver AA.VV. (2002): Asturias. Veinte años de autonomía (1982-2002). Ediciones Madú, Granda- Siero, p. 519. 181 AFA, Estatutos por los que se regirá la Asociación Feminista de Asturias “Clara Campoamor”, Oviedo, 1978, documento mecanografiado (5 pp.), en archivo personal de Consuelo Camblor Álvarez.

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de la Asamblea General. El capítulo III de los estatutos establecía las diferentes funciones de los cargos directivos. El Título V establecía la disolución de la asociación, pero ésta, aún no ha sido disuelta formalmente. En lo que se refería a los aspectos económicos, la asociación declaraba mantenerse con las cuotas de sus asociadas, así como por donativos y subvenciones que pudiera recibir. El patrimonio inicial era de 3.000 pesetas. La cuota personal que se establecía es de 300 pesetas anuales (50 pesetas mensuales)182. Hasta el año 1983 la asociación subsistió gracias a sus propios recursos, desde entonces se inició la política de subvenciones del Estado a través del Instituto de la Mujer y las propias de la Comunidad, de las Consejerías de Educación y de Juventud, en su caso. A partir de este momento, AFA concretó algunos proyectos que se llevaron a cabo con carácter específico en función de los recursos concedidos por las administraciones. El Gobierno Civil de Oviedo en su sección de Derechos Ciudadanos visó y aprobó los estatutos de la Asociación Feminista de Asturias “Clara Campoamor” el 22 de noviembre de 1978, al amparo de le Ley 24 de diciembre de 1964 y el Decreto de 20 de mayo de 1965, <<considerando que los fines son lícitos y determinados y que los Estatutos contienen todos los extremos indicados o exigidos en la citada Ley>>183. La asociación funcionó con esta provisionalidad durante cinco años. Es en 1983 cuando se realiza una reunión formal, y a los efectos de notificación a la Delegación del Gobierno, en la que se eligió la primera junta directiva con carácter estatutario y en presencia de la asamblea de mujeres 184. Esta reunión se celebró en el Club Cultural de Oviedo el día 5 de octubre. Acogiéndose al artículo 4º de los estatutos <<la Asociación podrá establecer delegaciones y abrir otros locales de la Asociación en las localidades y barrios en que

182

Esta cuota se siguió manteniéndose hasta el año 1996, puesto que la cuenta inicial de la Asociación sigue abierta, incluso algunas asociadas siguieron pagando hasta fechas recientes, en conversación con Consuelo Camblor (26-4-2003). 183 Declaración de licitud y determinación de fines de la Asociación Feminista de Asturias “Clara Campoamor” y visado de sus estatuto por el Gobierno Civil de Oviedo, 22 de noviembre de 1978, (1 p.), en archivo personal de Consuelo Camblor. 184 AFA, Acta de la Asamblea General Extraordinaria de la Asociación Feminista Asturiana “Clara Campoamor”, Oviedo, 1983, documento mecanografiado (4 pp.), en AHUO en archivo de AFA. La asamblea fue celebrada el día 5 de octubre de 1983.

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desarrolle su actividad>>, se creaba también la delegación de Gijón 185 con sede en la calle Covadonga de la misma ciudad. También existieron núcleos activos en las ciudades de Avilés y Mieres. Las reuniones de coordinación se celebraban siempre en Oviedo. AFA se desarrolló en un contexto unitario y plural, con ausencia de jerarquías, con una autoridad compartida y la corresponsabilidad en las decisiones. Fue un referente para el conjunto de nuestra Comunidad en la transición política. En ella recalaron todas las tendencias del feminismo organizado (feminismo radical, feminismo político, feminismo independiente), entendido como un compromiso político con las mujeres. Inmersa en un activismo importante desde el año 1976, participó en la configuración del movimiento feminista de los años 70 y 80 en nuestro país. AFA era el núcleo asturiano de confluencias e influencias del conjunto de Estado, a su vez tuvo su propia dinámica y protagonismo e introdujo algunas propuestas propias que convendrá recordar. 3.4. Confluencias y particularidades del feminismo asturiano En Asturias confluyeron, como en un pequeño microcosmos, los acontecimientos del feminismo español de la transición. La formación de grupos de autoconciencia ligados intrínsecamente al feminismo de los años 70 existió en Asturias. Por un lado, derivaron hacia la formación del Colectivo Feminista de Asturias en 1976, y, por otro, a la conformación de los colectivos de mujeres que militaban en los partidos de la Nueva Izquierda que se reunían para analizar sus propios problemas. También funcionó el MDM/MLM ligado en su ideología al PCE y la ADM que estuvo bajo la influencia del PTE. El PTE llegó a formar una asociación muy efímera, el Conceyu Asturiano de la Muyer186, que presentó como alternativa, sin conseguirlo, a AFA. Vencidas todas las resistencias para formar un movimiento unitario, plural y democrático,

185

De hecho la delegación de Gijón funcionó desde el principio de la fundación de AFA, pero en el año 1983 se le dio carta de naturaleza. 186 Su única aparición pública en la prensa se realizó en el año 1978, con motivo del Día Internacional de las Mujeres y con un artículo sobre esta celebración, así como la organización de una charla el día 10 de marzo, ver El Comercio, 10-3-1978, p. 18 y 11-3-1978 pp. 7

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la aparición de AFA en 1976 será, el acontecimiento más significativo en el feminismo asturiano de la transición. La asistencia a las Jornadas que se celebraron a Barcelona, en 1976, y a las de Granada, en 1979, marca los hitos máximos de configuración del movimiento feminista español en su unidad y pluralidad. Las Jornadas de la Dona de Barcelona fueron decisivas. Las enseñanzas acumuladas en ellas, donde asistieron más de cuatro mil mujeres, la profundidad de las ponencias, la forma de abordar los problemas de las mujeres y los múltiples contactos entre las feministas, marcaron a las integrantes de AFA para siempre. Sin embargo, las Jornadas de Granada en 1979 señalaron una pequeña inflexión en el movimiento. La polémica entre las independientes y doble militantes, cuyas cuentas pendientes se remontaban a los comienzos del feminismo de los 70, se salvó en Asturias no sin polémicas, pero en ningún caso rompió la asociación. Es cierto que las independientes participaban y participaron de una ideología próxima a las militantes. En este sentido muchas reconocen ser deudoras de las ideas marxistas y revolucionarias y, por ello, la Nueva Izquierda no les era extraña, pero no podían admitir la influencia que los partidos querían tener sobre el movimiento feminista indicándole por donde tenía que ir. Ya pasado el tiempo, algunas integrantes de AFA y militantes lo ven así: <<Las mujeres de los partidos, como en mi caso, teníamos una disciplina, hacíamos reuniones específicas para tratar nosotras los temas, analizábamos lo que pasaba en el movimiento, veíamos cuál era la línea más correcta, a nuestro entender, claro, dentro del movimiento. Teníamos la ventaja de que intercambiábamos información con otras provincias y Comunidades, estábamos conectadas y podíamos saber lo que pasaba en el resto del Estado, cómo iban las cosas. Esto nos permitía diseñar estrategias e intentar llevarlas a la práctica. Pero yo creo que siendo esto un hecho cierto, visto desde hoy, comprendo mucho mejor las reticencias. Comprendo que para muchas mujeres, que con buena intención, sin ningún sectarismo particular hacia los partidos en general y hacia ninguno en concreto, pues era un poco como sentirse

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minusvaloradas, un poco utilizadas, como correa de transmisión. Hoy yo esto lo entiendo mejor de lo que lo entendía entonces>> 187. En todo caso, independientemente de la influencia que las militantes de los partidos tenían y tuvieron a lo largo de la existencia de AFA, ésta se enriqueció con las aportaciones del Colectivo Feminista de Asturias, que después se transformó en FIA (Feministas Independientes de Asturias). Mª José del Río por AFA y Amelia Valcárcel integrante del Colectivo y de FIA participaron en la candidatura de Unidad Regionalista, representando a AFA y dando carta de naturaleza a la posibilidad de hacer llegar un discurso feminista en política. El Colectivo planteaba en AFA las propuestas más radicales, desvelaba las limitaciones del marxismo y reivindicaba la esencia genealógica del feminismo: <<Un punto que marcaba la diferencia de los Colectivos y las demás fue que nosotras fuimos las primeras que comenzamos a hablar de sufragismo. Las mujeres partidarias de la doble militancia no reivindicaban el movimiento sufragista. A lo sumo reivindicaban figuras del movimiento obrero como Alejandra Kollontai, Clara Zetkin o Rosa Luxemburgo. Digan lo que digan ellas no las reivindicaban. Esta era una de las principales diferencias entre el feminismo radical de los Colectivos y el feminismo de la doble militancia>>188. El Colectivo además incidía en la necesidad de una autonomía porque sino el feminismo iba a ser tergiversado por los partido políticos 189 y colaboraba en ordenar el discurso de las integrantes independientes. Militancia e independencia tuvieron una fácil convivencia en AFA. y no provocó rupturas como en el resto del Estado Si en su momento, a partir de la segunda mitad de los años 80, fueron apareciendo otras asociaciones de mujeres, surgidas precisamente de integrantes de AFA, se debió a la necesidad de abordar aspectos específicos, cesar un poco en el activismo y dedicar un tiempo a la reflexión y a la investigación190.

187

Entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003. Entrevista con Oliva Blanco, 19-10-2002. 189 Entrevista con Amelia Valcárcel, 6-2-2003. 190 Entrevistas a Begoña Sánchez, 9-11-2001, Gloria García, 25-10-2002 y Lourdes Pérez, 24-11-2002. 188

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Paz Fernández señala cómo en la transición, sin dejar a un lado la militancia, el movimiento feminista se aglutinó en un frente común: <<(...) Supimos apartar todo lo que nos podía separar desde nuestra militancia y centrar todos nuestros esfuerzos en lo que eran las reivindicaciones de las mujeres. Hacíamos un frente común porque entendíamos que sólo con la democracia al final podíamos conseguir nuestros propósitos, aún sabiendo que la democracia no se vislumbraba igual para los hombres que para las mujeres>> 191. El frente común era visto además desde la perspectiva, en el caso de las militantes, de una doble lucha, la interna dentro de los partidos y la que se realizaba codo con codo con el feminismo: <<Yo creo que las mujeres del MC apostamos por eso, por el feminismo unitario, recoger en un solo paraguas distintas versiones pero presididas por el hecho de que en todo caso tenemos que organizarnos nosotras, decidir

nosotras

por

qué

queremos

luchar,

poner

nuestras

reivindicaciones, darles la jerarquía que creemos que deben tener. Esto te llevaba a la lucha externa, por un lado, y a la lucha interna dentro de tu partido, por otro lado>>192. Las Jornadas feministas del Estado aportaron ideas, debates y lugares de encuentro común para las mujeres. La necesidad de organizar un movimiento tan amplio y heterogéneo en aportaciones y vivencias requirió una organización. Fieles al principio de la ausencia de jerarquías, la Coordinadora de Organizaciones Feministas del Estado Español suplió con creces este objetivo. Las reuniones se convocaban con regularidad y en ellas se daba cuenta de las acciones emprendidas, la valoración sobre las estrategias, se diseñaban campañas, jornadas y se mantenía una información al día de todos los aspectos de interés para las feministas. El compromiso era la coparticipación de todas, rotar en la responsabilidad de llevar las reuniones y constituir comités para tareas específicas. 191

Entrevista con Paz Fernández, 20-2-2003. Carmen Veiga (14-1-2003) muestra la misma visión, además añade el respeto mutuo entre las feministas de las distintas tendencias como algo característico para destacar. 192

Entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003.

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AFA acudía a las sesiones de trabajo en turno rotatorio de sus integrantes. Éstas llevaban información a la Coordinadora sobre las iniciativas e ideas de colectivo asturiano. Son variados los testimonios de su presencia en la Coordinadora, basta leer los resúmenes enviados a las Comunidades o las notas manuscritas aportadas por las asistentes a reuniones que se celebraban en Madrid193. El Colectivo Feminista de Asturias aportaba también las informaciones y propuestas del resto de los Colectivos del Estado. Las influencias se dejaban sentir sobre todo de los grupos de mujeres de Madrid y Barcelona. En Barcelona, se distinguía Lidia Falcón, una feminista que fue un referente en los primeros años de la transición: <<(...)Una referencia fundamental de esos años es Lidia Falcón. “Cartas a una idiota española” fue un libro que me marcó y también después “Mujer y sociedad”. La primera referencia para mí era ella (...)>> 194. Oliva Blanco recuerda haber acudido, en los primeros años de la transición, a las reuniones que se celebraran de coordinación con todos los Colectivos. En 1976, hubo un encuentro en Castellón al que acudió como representante de Asturias. En aquel momento una parte de las integrantes de los Colectivos se afianzaban en la idea de organizarse ante la próxima convocatoria de elecciones. La opción de Estado, para algunas, era la de República. En Asturias consideraban que <<pronunciarse como feminista sobre la República o la Monarquía no era exactamente el tema feminista>> 195. Desde el Colectivo de Barcelona, donde se integraba Lidia Falcón, habían optado por unirse a los grupos republicanos. <<Yo propuse en la reunión que cada autonomía pactara con quien quisiera dentro del orden de la izquierda política>>196. Así fue como el Colectivo Feminista de Asturias se unió a la 193

En AHUO en archivo de AFA se conservan las sesiones de varias reuniones generales así como específicas, como el caso de las campañas sobre el aborto. 194 Entrevista con Oliva Blanco, 19-10-2002. Lidia Falcón, abogada y feminista, había comenzado a escribir y divulgar libros y escritos que fueron fundamentales para el feminismo de la transición como Los derechos civiles de la Mujer en 1963, Los derechos laborales de la Mujer en 1964, Mujer y Sociedad en 1969, así como Cartas a una idiota española en 1974, entre otros. Estuvo al frente de la revista Vindicación y tuvo un papel activo en el Colectivo de Barcelona, posteriormente fundará el Partido Feminista. Ante las elecciones de 1977, los Colectivos rompieron su unidad. 195 Entrevista con Oliva Blanco, 19-10-2002. 196 Entrevista con Oliva Blanco, 19-10-2002.

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candidatura de Unidad Regionalista en las elecciones de 1977. Posteriormente se transformaría en FIA y seguiría en sus colaboraciones con AFA, durante estos años de la transición política. En algunas ocasiones, los horizontes y los contactos feministas se ampliaron más allá del territorio español. Algunas de las integrantes de AFA viajaron al exterior. Teresa Meana y Margarita Riera visitaron y convivieron en la “tierra de mujeres” de Dinamarca197. Entran en contacto con otros tipos de feminismo, de tal manera que en el caso de Margarita Riera la lleva a abandonar Asturias y a participar en la fundación de la única comunidad de mujeres que existió en el Estado español, cuya defensa era la vida de las mujeres en contacto con la naturaleza. El ecofeminismo, defendido ya por algunas mujeres europeas y americanas, se ejemplificó en la “Gota de la Luna”, que era como la denominaban el grupo de mujeres (una noruega, una alemana y tres españolas, de éstas últimas dos catalanas y una asturiana) instalado en la región del Ampurdán catalán. Vivían de lo que les ofrecía la naturaleza y de su propio trabajo manual198. Las influencias provenientes del exterior es difícil valorarlas, pero no cabe duda de que las feministas asturianas entraron en contacto con lecturas que fueron un referente en la configuración de su pensamiento. Una de las primeras fuentes de documentación fueron las provenientes del feminismo americano. En cierta medida fue uno de los que más influyó. Liberación de la Mujer: Año Cero y Hablan las women´s lib se señalan como importantes en los primeros años de aprendizaje 199. A ellas siguieron las obras de Kate Millet, Política Sexual y Shulamith Firestone, la Dialéctica del Sexo que transmitieron la esencia del feminismo radical e incluso La

Mística de la

feminidad de Betty Friedan, que hizo despertar las asechanzas del patriarcado allí donde supuestamente la sociedad gozaba de más libertades. Europa estaba también cercana. ¿Qué feminista de los años 70 no ha leído El Segundo Sexo? Fue subrayado, analizado, memorizadas ideas y 197

Teresa Meana viaja a Dinamarca, por ejemplo, en 1980. Entrevista con Margarita Riera, 14-2-2003. Esta comunidad funcionó entre 1983 y 1985. 199 Entrevistas con Teresa Meana, 2-1-2002 y Oliva Blanco, 10-10-2002. Algunas integrantes de AFA como María Loredo también habían traído de EEUU algunas publicaciones que muchas leyeron con interés, a pesar de su inglés incipiente. 198

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pasajes, una verdadera biblia del feminismo. En este caso, junto a las lecturas, se mostraba también la lucha que se estaba librando a favor de los derechos de las mujeres en Francia, Alemania, Italia y que, de alguna manera, ejemplificaba las acciones que se emprenderían en España a partir del fin de la dictadura. Las feministas de nuestro entorno contemplaban y analizaban el feminismo español al que veían dotado de mucha unidad dentro de la pluralidad200. Carmen Suárez Pendás, abogada y presidenta de AFA entre 1978 y 1983, participó en diciembre de 1976 en el I Congreso Internacional de Mujeres Juristas. En 1971 María Telo había fundado la Asociación Española de Mujeres Juristas201. Algunas de sus integrantes, con sus trabajo y estudios sobre la legislación tan discriminatoria para las mujeres, llegaron a tener cierta influencia para hacer aportar sus propuesta de cambio al poder político 202. A finales de 1976, esta asociación convocó el Congreso Internacional de Mujeres Juristas bajo el lema de “Situación jurídica de la mujer: perspectivas de futuro”. En el desarrollo de las sesiones se produjeron discrepancias en torno a las reivindicaciones que se derivaban del análisis de la legislación discriminatoria. Todas las asistentes estaban de acuerdo en reivindicar el divorcio, y por tanto la transformación del Código Civil en cuanto al matrimonio, pero no sucedió lo mismo cuando Cristina Alberdi presentó la necesidad de modificar el Código Penal en lo que se refería a la tipificación del delito de aborto203. Carmen Suárez Pendás informó en los medios de comunicación regionales sobre cómo se produjo el desacuerdo entre juristas “tradicionales” y “progresistas”, sobre todo cuando se abordaban los derechos sexuales y 200

Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002. Desde 1956, María Telo pertenecía a la Federation Internationale des Femmes des Carrières Juridiques a título individual. En 1969 se comprometió a organizar un Congreso en España de la Federation. En él presentó una ponencia sobre “La mujer en el derecho civil” que reflejaba la discriminación existente en nuestra legislación. 202 Ver ASOCIACIÓN DE “MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA” op. cit., pp. 50-52. Las abogadas Belén Landaburu y Carmen Salinas por la Sección Femenina del Movimiento, Concha Sierra como independiente y María Telo como presidenta de la Asociación Española de Mujeres Juristas, fueron galardonadas con la Cruz Distinguida de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort por sus trabajos sobre las reformas legales necesarias, tomando en consideración los “nuevos tiempos” para las mujeres. 203 Ibid., p. 52. 201

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reproductivos. Todas las juristas consideraron que no debía mantenerse en la legislación por más tiempo la diferencia entre los hijos legítimos e ilegítimos. De igual modo, en la administración de los bienes del matrimonio debían existir paridad y corresponsabilidad. Ella misma había presentado una ponencia en este congreso y pedido <<la destipificación de la prostitución y de la homsexualidad como delitos de peligrosidad social>> y que el adulterio y el amancebamiento no debían ser considerados <<como delito aunque sí como causas de separación o divorcio en igualdad de condiciones para el hombre y para la mujer>>. Según Carmen Suárez Pendás, en estos últimos aspectos tampoco se pudo llegar a ningún acuerdo. En la entrevista realizada el 27 de diciembre de 1976 en la Hoja del Lunes204 reivindicaba, además, la necesidad de cambios legales pero también cotidianos, como el deber de compartir las tareas domésticas y la aparición de servicios sociales (lavanderías, guarderías y comedores públicos), así como la unión libre de varones y mujeres y el derecho de éstas a controlar sus propios cuerpos. En todos los momentos era importante manifestar el programa feminista. AFA había presentado en 1976 una propuesta para la acción feminista. Una de sus primeras actividades consistió en programar una “Semana de la mujer”. El objetivo era darse a conocer y comunicar el contenido de sus reivindicaciones205. Fue, no obstante, la celebración de las elecciones del 15 de junio de 1977 y la participación de AFA en la candidatura Unidad Regionalista, la que facilitó el conocimiento de esta asociación en todo el conjunto de nuestra Comunidad, como veremos en el siguiente capítulo. Fue un hecho único, significativo e irrepetible. Hay otro conjunto de particularidades que dieron una características específicas al feminismo asturiano de la transición. La más importante es la existencia de una unidad dentro de la pluralidad de tendencias y opciones dentro de AFA. Algunas otras están referidas al conjunto de acciones que se emprendían para hacer visibles las reivindicaciones de las mujeres. Las más significativas, o al menos las que más se recuerdan, están relacionadas con el derecho al aborto. He aquí varios testimonios: 204 205

Ver Hoja del lunes 27-12-76, p. 5, AHUO, en archivo de AFA. Entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003.

110


<<Nos repartimos los kioscos de Oviedo. Teníamos cuatro coches e íbamos cuatro mujeres en cada coche, total dieciséis. Nos repartimos cinco kioscos por coche. Sabíamos que hacia las seis de la mañana repartían los periódicos. Llevábamos una “imprentilla” de esas infantiles en cada coche. (...). Llegábamos a las 6 de la mañana, se bajaba una y cogía el paquete de periódicos de La Nueva España y lo metíamos en el coche y dentro del coche íbamos poniendo con la imprentilla: Aborto legal, ya. Y luego los dejábamos allí. Al día siguiente en La Nueva España salió una nota aclarando que ayer, una mano anónima y cobarde, utilizó nuestro periódico para hacer propaganda a favor del aborto. La tinta de la imprentilla era de color rojo. Hicimos todos los kioscos (...). Un día cogimos un microbús, subimos al autobús y cuando estábamos en la calle Uría sacamos la pancarta, y la pancarta decía: “Vamos a Londres a abortar” (¿cuándo? desde luego antes del año 1982). Y la colgamos del microbús por fuera y el conductor no nos podía bajar porque habíamos pagado el billete hasta el final. Nos decía: hagan el favor de quitar esa pancarta; y nosotras decíamos: ¿por qué la vamos a quitar?(...). (...) Es como cuando quisimos colgar una pancarta en el Cristo del Monte Naranco con el mensaje: “Aborto,

ya” (...). Hizo la pancarta

Piedad y yo conseguí una ballesta, una ballesta para lanzar la pancarta por encima de los brazos del Cristo (...). (...) Cuando hicimos el aborto de verdad, que se hizo en más sitios a la vez (...)Era una habitación pequeña y además no podía sacar la cara de la que abortaba, ni de las que estaban ayudando a abortar (...) Duró seis minutos (...) Lo filmamos todo con La Nueva España del día, el mapa de Asturias (...) Era un aborto de pocas semanas, como una nuez, y lo sacamos en un colador para que se viera que era verdad. Se hizo en todo el Estado a la vez y luego la rueda de prensa, a la vez, y la nuestra fue en el Club Cultural y llegaban los periodistas y se mareaban. Era para decir a la policía, hemos hecho un aborto vengan a detenernos,

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que somos muchas y no cabemos en un coche corriente, como hacían las italianas>>206. Algunas intervenciones particulares de las feministas se encuentran registradas en los mismos juzgados. En febrero de 1977 un varón se dirigió de forma irrespetuosa a una de las integrantes de AFA mientras esperaban para reunirse en un local. Tras un intercambio de opiniones verbales, la mujer fue agredida y denunció los hechos207. En la fase final del juicio, el juez, planteó como un mero formulismo si alguna de las personas presentes tenían interés en el caso. Oliva Blanco dijo que sí. Consecuencia de ello “pronunció” un discurso acerca de la situación de discriminación que sufrían las mujeres, pero, sobre todo, insistió en la violencia gratuita que ejercían sobre ellas los varones. Todas las asistentes recuerdan la sorpresa del juez ante una respuesta no esperada. No le retiró la palabra y Oliva Blanco pudo dejar constancia, en nombre de todas las mujeres, sobre cuál era la explicación que debía de darse a las agresiones y continuas ingerencias con las que se importunaba a las mujeres, en nombre de su papel de subordinadas en la sociedad208. Las agresiones suscitaron muchas colaboraciones entre AFA y FIA. Publicaron, por ejemplo, un folleto en tono de humor y crítica dedicado “A todas las mujeres en el día de los enamorados”209. Se trataba de una descripción de un conjunto de situaciones cotidianas con las que las que se encuentran las mujeres y por las que son objeto de menoscabo y acoso por parte de los varones e invitaba a una concentración pública y al ejercicio de la libertad en la calle paseando todas juntas en la noche: <<Si la calma de un tranquilo paseo se ha convertido en indignación y furia por culpa de una grosería susurrada a tu oído por un transeúnte... 206

Encuentro en Llanuces (Quirós) de Begoña Sánchez, Teresa Meana, Mª José del Río, Mª José Olay y Margarita Riera, 24-11-2001, con motivo de una celebración. 207 El suceso fue el 21 de febrero de 1977. En el apartado 4.4 se alude a este hecho y su relación con los ataques que por parte de la prensa recibieron las feministas con motivo de la celebración del Día Internacional de las Mujeres del mismo año. 208 Entrevista a Begoña Sánchez, 9-11-2001, Teresa Meana, 2-1-2002, y encuentro de Llanuces (Quirós), 24-11-2001. Teresa Meana recuerda lo recuerda así: <<¿Tienen algún interés en este caso?” Tenías que decir que no y ella dijo: “Sí”. El interés de que se pene y se castigue cualquier violencia gratuita contra la mujer>>. 209 AFA y FIA, A todas las mujeres en el día de los enamorados, [Oviedo], [1977?, 1978?], folleto ( 1h.), AHUO, en archivo de AFA.

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Si alguna vez has tenido que desviar tu ruta cambiando de acera, por no sufrir la inevitable sarta de piropos, obscenidades, promesas de “hacerte disfrutar” y libres comentarios sobre tu persona, aspecto...(...) Si alguna vez has sentido vejada tu dignidad de ser humano ante una portada de revista que muestra el más absoluto desprecio hacia la mujer... Si todo esto, por haberlo visto, oído y sufrido durante toda la vida, lo has incorporado a lo cotidiano y lo soportas como “normal”, entonces abre los ojos y date cuenta de que estás, como todas nosotras siendo DIARIAMENTE AGREDIDA>>. La colaboración entre todas las sensibilidades del feminismo asturiano llevó a un reconocimiento institucional por parte de algunas corporaciones, como las del Ayuntamiento de Gijón, de las reivindicaciones que planteaban las mujeres. Con motivo de la celebración del Día Internacional de las Mujeres, el 8 de marzo de 1980, fueron recibidas en el salón de sesiones y se leyó una declaración en la que manifestaba la intención de colaborar en la lucha contra la discriminación y ayudar al movimiento feminista210. También en 1980 se procedería a la aprobación del primer Centro de Planificación Familiar de Gijón. El impulso de esta corporación fue importante, así como el de las fuerzas políticas progresistas, pero sin el trabajo y el empeño de las feministas no habría sido posible211 Los apoyos institucionales no pudieron parar una de las más importantes discriminaciones a la que AFA hizo frente junto con el Colectivo Feminista de Mieres y la Secretaría de la Mujer de CCOO de Asturias. Hasta 1984 ninguna mujer había solicitado el ingreso en la mina 212. Las leyes “proteccionistas” del franquismo lo habían impedido. La Constitución Española de 1978 reconocía el derecho de todos y todas al trabajo, por lo cual las mujeres no debían sentirse excluidas de ningún tipo de trabajo. Así que algunas presentaron su solicitud

210

En el capítulo 5.4 se explicita parte de la declaración institucional del alcalde del PSOE, José Manuel Palacio y de los concejales Marcelo Palacios y Luis Felipe Capellín, así como la respuesta de Lourdes Pérez en nombre AFA. 211 Entrevista con Lourdes Pérez, 24-11-2002 y Carmen Veiga, 14-1-2003. 212 De hecho las mujeres habían trabajado en ella, pero desde los años 50 del siglo XX no lo hacían.

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como ayudantes de la minería y dos pasaron, en el mismo año 1984, las pruebas de aptitud y el reconocimiento médico. Durante más de dos años se libró una batalla a favor y en contra de que las mujeres entrasen al interior de la mina. La empresa, HUNOSA, quiso respetar los acuerdos firmados (1980) por el Estado español, recogidos en la Carta Social Europea, en donde se aludía expresamente a la prohibición del trabajo de las mujeres en la mina. Los sindicatos SOMA-UGT y CCOO se mostraron beligerantes. A través de la Secretaría Confederal de la Mujer de CCOO y la Secretaría de la Mujer de CCOO de Asturias se optó a favor de las mujeres. Las posturas de este sindicato tuvieron que atemperarse, aunque algunos de sus dirigentes se expresaron públicamente en contra de las mujeres mineras. La sentencia de la Magistratura de Trabajo se produjo en octubre de 1986 y, aún dándole la razón a la empresa, en el sentido de la prohibición de trabajar en el interior, reconocía la discriminación de la que habían sido objeto las mujeres: <<No existe motivo alguno que demuestre la distinta aptitud del hombre y la mujer para el trabajo en la mina, considerando individualmente a cada mujer y a cada hombre, de manera que la desigualdad en el trato no se sustenta en causa alguna que la haga razonable, toda vez que, realizadas con todo rigor las pruebas adecuadas, algunas mujeres han acreditado su plena capacidad para desempeñar tales tareas, sin peligro para su integridad personal, y algunos hombres, su insuficiencia>> 213. AFA y el Colectivo Feminista de Mieres no sólo apoyaron a las dos mujeres que al fin fueron admitidas para trabajar en el exterior, sino a las que al año siguiente (1985) presentaron su solicitud más mujeres. En este caso, ni fueron llamadas al reconocimiento inicial, de tal manera que entre 1985 y 1987 se suceden un conjunto de acciones que movilizan a estas asociaciones feministas, a los sindicatos y a distintos sectores sociales. Se exigió a la Administración Central, a nivel político, un pronunciamiento definitivo sobre el 213

Asociación Feminista Asturiana y Colectivo Feminista de Mieres (1987): La mitad del infierno. Ed. AFA, Oviedo, p. 3. En esta publicación se puede seguir todo el desarrollo del conflicto suscitado con el acceso de las mujeres al trabajo de la mina entre 1984 y 1987. Asimismo existe un dossier en AHUO, en archivo de AFA, dedicado a la “Mujer y la Mina”.

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caso. Hoy hay algunas mujeres que trabajan en el interior 214, pero la lucha fue larga y difícil y tuvo grandes repercusiones a nivel nacional 215. Los temas y las acciones monográficas no definen el quehacer de AFA durante los ocho años estudiados. Es difícil sistematizar todas y cada una de aquéllas y sólo pueden hacerse a grandes rasgos, en espera de estudios más detallados. Baste decir que el balance que las feministas asturianas hicieron en los diez años de movimiento feministas en Asturias (1975-1985) puede servirnos de referencia para completar la singularidad de su compromiso en nuestra Comunidad216. Como muchas habían formado parte AUPEPM, señalan esta organización como uno de los puntos de partida de lo que sería después AFDA/AFA, una asociación feminista de ámbito regional que participó, sobre la base de un programa específico, de todas las reivindicaciones que estaban en la agenda del movimiento feminista del Estado. Asturias, a través de AFA, no estuvo exenta de las luchas por el divorcio y el aborto, contra las agresiones y el delito de adulterio, a favor de un puesto de trabajo para las mujeres y de compartir la tareas domésticas: <<(...) La defensa de los derechos laborales de las mujeres y la exigencia de puestos de trabajo han estado siempre presentes en nuestra actividad. Hemos realizado concentraciones ante las oficinas de empleo, apoyado a trabajadoras despedidas y defendemos el derecho de las mujeres a trabajar en la mina. La Asociación Feminista no ha estado nunca al margen de la actividad política general. Hemos dado nuestra opinión sobre el proyecto constitucional, al que criticamos de no defender consecuentemente los derechos de la mujer. También participamos en las campañas electorales (...)>>217. Será precisamente la participación política uno de los rasgos más definitorios de las acciones de AFA en estos años.

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Cuando se visita el Museo de la Minería en El Entrego, los guías suelen suscitar el tema del trabajo de las mujeres e ilustra con ejemplos como algunas, ahora, trabajan en el interior. 215 Ver El País, 19-1-1987, p.36. 216 AFA, 10 Años, Exposición Gráfica, Oviedo, [1985], folleto (4 pp.), en AHUO, en archivo de AFA. 217 Ibid., AFA, 10 Años, Exposición Gráfica.

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4. LA ASOCIACIÓN FEMINISTA ASTURIANA. PRÁCTICAS Y LOGROS 4.1. La participación política en las elecciones de junio de 1977 Desde comienzos de 1977 en el seno de la izquierda revolucionaria se comenzaron a perfilar lo que serían las agrupaciones políticas para concurrir a las elecciones. Ninguno de los partidos situados a la izquierda del PCE, ni siquiera el propio Partido Comunista, había conseguido su legalización. No obstante, <<venían preparándose para participar en las mismas, (...) con la idea de no quedar marginados del proceso que se abría>>. Comenzaron, pues, a configurarse las coaliciones. Una de las primeras agrupaciones fue el Bloque Asturiano de Izquierda (BAI) formado en principio por el MC y el PCTA. Posteriormente se unieron AFA, el PCE (VIII-IX), el PTE y RSA y que constituiría la Unidad Regionalista. LCR y OIC formaron el Frente para la Unidad de los Trabajadores (FUT)218. Esta agrupación también incluiría a una integrante de AFA, Begoña Sánchez, como número dos de la candidatura. El PSP presentó a Paz Fernández Felgueroso. El PCE tras conseguir su legalización en plenas fiestas de la Semana Santa presentó como número uno a Dolores Ibarruri Gómez, la única mujer que salió elegida como diputada en Asturias. AFA ya había hecho su presentación ante la sociedad asturiana, muchas de sus integrantes eran mujeres de reconocido prestigio como militantes feministas y tenían una declaración programática que habían sido hecha pública219. Las mujeres feministas no dejaban de acudir a cuantos foros sociales, culturales y asociativos se les convocaba para explicar sus ideas. Era conocido su mensaje y como señala Amelia Valcárcel: <<Nosotras de todas maneras suscitábamos una cierta curiosidad. Mas que nada porque aquel ambiente (en los partidos de la izquierda y de la izquierda revolucionaria) era más quieto de lo que pudiera parecer o 218

En Valentín Brugos: “La izquierda revolucionaria en Asturias. Los diferentes intentos de construcción de un proyecto alternativo al PCE” en Francisco Erice (coord..), 1996, op. cit., p. 492. 219 Esta afirmación la hago consciente de que, el propio recelo o rechazo que sus ideas podían procurar incluso en el ámbito del progresismo político, implicaba el reconocimiento de su sabiduría y hacer en el feminismo teórico y práctico.

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mirado desde dentro parecía quieto, y recuerdo que se nos invitó a ir a explicar porqué decíamos esas cosas, porqué éramos feministas (...) a diversos Clubs Culturales y otras asociaciones de las que era sabido que eran simplemente tapaderas para la política en la sombra, lo que se preparaba como relevo de lo que existía>> 220. Las feministas recuerdan cómo se las llamó a formar parte de la candidatura que se estaba formando en torno al BAI. La persona de contacto fue el abogado Antonio Masip, una de las personas que se perfilaba como político en alza. Cuando se cursa la invitación a AFA, se valora si aceptar o no la petición. Las mujeres no pudieron decidirlo por unanimidad, algunas se oponían. Tuvo que acordarse por mayoría, y se suscitó la polémica sobre si era vinculante o no esta votación. <<Primero dimos el paso para ver si interesaba (...) un lugar en esta candidatura para explicar lo que nosotras queríamos. No teníamos unanimidad, pero al final decidimos que sí (...) Quienes estábamos de acuerdo éramos las mujeres del MC y algunas independientes como yo. Lo que nos planteábamos (...) era aprovechar ese hueco que se nos daba para decir cosas que nadie iba a decir. Esta fue la razón por la que, creo, nos decidimos a integrarnos en la candidatura>>221. La decisión estuvo, no obstante, condicionada a las conversaciones que tuvieron lugar a partir de entonces con las personas que representaban al BAI y en qué medida recogían las reivindicaciones de las mujeres. AFA y el Colectivo Feminista tuvieron muchas dificultades hasta encontrar un encaje en la candidatura222. <<Fuimos a la primera reunión. Llamamos a la puerta y la persona que nos abre en vez de pasarnos a la reunión nos pasa a una salita y nos hace un interrogatorio, tal cual, desde luego no para asegurarse -que eso lo hacía todo le mundo- de que no eras un elemento extraño,

220

Entrevista con Amelia Valcárcel, 6-2-2003. Entrevista con María José del Río, 16-11-2002. 222 Entre quienes asistieron asiduamente a las reuniones estaban Mª José del Río y Amelia Valcárcel. 221

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policial. El interrogatorio era de otra índole: “Vosotras, tenéis estudios? ¿Qué estudios tenéis?” (...) “Ah, bueno estáis preparadas”>>223. Las reuniones eran interminables, tenía que discutirse cada punto del programa. Las mujeres feministas quisieron aportar su iniciativa antes de su presentación. Normalmente se las conminaba a abandonar la reunión cuando trataban aspectos que no las atañían, era como si estuvieran “contratadas” para hacer sólo lo que se consideraban aportaciones propias del feminismo, pero ellas insistían en quedarse y lo hacían hasta el final: <<Las mujeres son parte del conjunto social, y cuando se está hablando de cosas que afectan a todo el mundo, normalmente hay un sesgo particular en el que las mujeres resultan afectadas y nosotras queríamos que se nos tuviera en cuenta>>224. Los partidos políticos aún sin legalizar tenían interés en aglutinar a las <<fuerzas del trabajo y de la cultura>> y los sectores más proclives a sumarse a la transformación política del país. En este sentido, Unidad Regionalista afirmó presentarse a las elecciones bajo <<los lemas de unidad entre todos los demócratas, defensa de las libertades y salvaguardia de los intereses del pueblo asturiano>>225. Se definía, además, como una candidatura unitaria que concitaba a las fuerzas de la izquierda a no disgregarse, demócrata porque acentuaba las ideas de amplias libertades y, fundamentalmente, de la clase trabajadora y de la mujer y regionalista. Frente al centralismo político, se imponía la autonomía como el único medio de velar más directamente por los intereses de asturianas y asturianos. Con este componente unitario, demócrata y autonomista se habían iniciado los contactos con personas del espectro político de la izquierda. A su vez, se comenzó a confeccionar el programa y a barajar los primeros nombres para la candidatura. El programa político mínimo constaba de doce puntos. El proceso constituyente y la futura Constitución era recordada en ocho de sus apartados. El reconocimiento de todos los derechos sin discriminación, el reconocimiento 223

Entrevista con Amelia Valcárcel, 6-2-2003. Entrevista con Amelia Valcárcel, 6-2-2003. 225 [Unidad Regionalista], Al pueblo asturiano, [Oviedo], [1977], documento mecanografiado (1 p.), en archivo personal de Mª José del Río. 224

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de la pluralidad del Estado español, autonómica y municipal y la necesidad de que el gobierno rinda cuentas al parlamento figuraban como elementos fundamentales. Estaban también presentes otros aspectos que deberían ser claramente constitucionales como el establecimiento de un matrimonio civil y la regulación del divorcio. El punto diez decía: <<El nuevo marco jurídico deberá reconocer los derechos de la mujer en igualdad con el hombre en todos los campos: desaparición de las prerrogativas del varón en el matrimonio, supresión de aquellas normas penales cuya aplicación es discriminatoria para la mujer, normativa legal que garantice la abolición de toda discriminación en el trabajo por razón de sexo, estado civil y maternidad, derecho a la libre disposición de medios anticonceptivos y despenalización del aborto>> 226 Si no tuviésemos el testimonio de las mujeres feministas que participaron de lleno en la formación de la candidatura, no sabríamos cuánto se discutieron algunos temas de este punto. Lo que más preocupaba era el aborto. De hecho en el documento citado del “programa político mínimo” las palabras “despenalización del aborto” aparecen sustituidas por: <<no siendo partidarios del aborto por ser una agresión a la mujer, considerando el grave problema social que representa propugnamos el derecho a la libre y voluntaria interrupción del embarazo a cargo de la Seguridad Social>>. En realidad se consideraba que esta reivindicación restaría votos. Pero la argumentación por parte de los varones - y dirigida a las feministas- se resumía en la idea del amor que se tiene a los hijos e hijas, como si esta relación afectuosa e individual pudiese anular la reivindicación firmemente defendida por las mujeres con argumentos que afectaban a su vida misma: <<(...) Yo le(s) hice saber que estábamos a favor de la interrupción libre y voluntaria del embarazo en plazos, pero no del infanticidio. La situación era horrible, además cuando el aborto ilegal llevaba en España vidas por delante, y lo que era igualmente malo, que una situación como aquella era producto de una grandísima indignidad moral, es decir, que 226

[Unidad Regionalista], Programa político mínimo, [Oviedo], [1977], documento mecanografiado y manuscrito (2 pp.), en archivo personal de Mª José del Río.

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una mujer que buscara librarse de un embarazo se la iba a condenar al ostracismo social (...) Esto era espantoso>>227. Aún más, para incluir el aborto como derecho, las mujeres feministas tuvieron que hacer una investigación sobre los programas de los demás partidos que acudirían a las urnas. En concreto, solicitaron el del PSOE porque sabían que lo incluía. Tras una laboriosa tarea para hacerse con él, pudieron mostrar a sus compañeros de candidatura que efectivamente este partido se mostraba a favor de la interrupción del embarazo y sin plazos. Este fue el argumento definitivo para incluirlo en el programa de Unidad Regionalista, pero bajo la denominación de interrupción voluntaria del embarazo, <<el caso es que la palabra aborto no saliera>> 228. Es de suponer que su no aceptación hubiese supuesto la retirada de las mujeres feministas, pues la base de negociación era el programa que habían elaborado en 1976, ya habían cedido lo suficiente. Los anticonceptivos tenían algún aspecto añadido, cual era la petición de que fuesen librados asimismo por la sanidad pública. Parece que la inclusión del divorcio no generó ninguna oposición. Los varones se mostraron rápidamente a favor. Terminado el programa, la siguiente cuestión fue cómo configurar un discurso unitario para presentar en los mítines. Puesto que la candidatura reunía un conjunto de sensibilidades bajo las premisas de unidad, democracia y defensa de la autonomía fue necesario reflexionar sobre los mensajes que iban a transmitirse. Las feministas elaboraron su propio discurso. La “Conferencia feminista” fue elaborada con todo rigor y esmero. Hicieron borradores, los corrigieron y elaboraron la versión definitiva con la resolución de que nada de lo que se decía allí iba a moverse un ápice 229. <<Hicimos un escrito sobre lo que pensábamos que debía decirse en los mítines y nuestra aceptación venía condicionada a esto, a que pudiéramos expresar públicamente, y en el contexto de esta 227

Entrevista con Amelia Valcárcel, 6-2-2003. Entrevista con Amelia Valcárcel, 6-2-2003. 229 Entrevista a Mª José del Río, 16-11-2002. Mª José del Río conserva en su archivo personal tanto los borradores de la conferencia feminista como los ejemplares definitivos. Esta conferencia ha permanecido inédita hasta ahora. El borrador se elaboró en el Colectivo Feminista y luego se consensuó con AFA. 228

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candidatura, las reivindicaciones de las mujeres. El programa de AFA ya estaba conformado, soportes ya teníamos y estaban discutidos>>

230

.

Las mujeres del Colectivo Feminista y de AFA prepararon un discurso común. La “Conferencia feminista”231 fue el marco a través del cual su mensaje se escuchó en todo el territorio asturiano en los días antes de las elecciones de junio de 1977 y explicó las razones por las cuales las feministas habían aceptado entrar en Unidad Regionalista: <<Si hay una palabra más desprestigiada que “comunista” es la de “feminista”. Existen todo tipo de recelos cuando se trata de enjuiciar los movimientos feministas. Pero esta actitud no es de ahora ni, por supuesto, casual. Y creemos un deber ineludible el denunciar dos posturas constantes que ante el "feminismo" se pueden observar incluso hoy en día: -la ridiculización -el olvido>>. El recorrido por la historia de las mujeres y su lucha por la emancipación apenas duraría cuatro o cinco minutos de exposición oral. Es interesante comprobar cómo las mujeres reconstruyeron el pasado feminista comenzando por el sufragismo. ¿Por qué eran precisamente las sufragistas las primera aludidas? <<Las sufragistas, que fueron las iniciadoras de la lucha por sacar a la mujer de su esclavitud, sufrieron persecuciones, cárcel, tortura e incluso la muerte. Y no obstante nos han llegado a través de la historia como unos personajes ridículos empeñados en una ridícula lucha (...) Lo que pretendían era ni más ni menos la consecución de algo tan elemental y necesario como el voto para las mujeres. Hoy nosotras sabemos que el voto es nuestra arma principal. Lo hemos conseguido gracias a ellas pero tenemos que aprender a utilizarlo en beneficio nuestro>>.

230

Entrevista a Mª José del Río, 16-11-2002. Conferencia feminista, [Oviedo], [1977], documento mecanografíado (9 pp.), en archivo personal de Mª José del Río. 231

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Desde el sufragismo, las mujeres pudieron tener una incidencia política. Era, pues, una llamada a la reivindicación de la mitad de la población asturiana. Las mujeres decidían y podían decidir en las elecciones. El proceso de ridiculización había llevado al conocimiento de las peticiones de las sufragistas y el contenido de su lucha. Pero más grave era el olvido: <<En cuanto al olvido, otras mujeres emprendieron la lucha por distinto camino, uniéndose a las luchas obreras, militando en las organizaciones políticas del momento, creyendo que al conseguir los objetivos sociales generales conseguirían, a su vez, cambiar su situación de oprimidas, marginadas y explotadas. La experiencia nos demuestra cómo todas estas mujeres, cuya imagen ya no es ridícula sino heroica, fueron utilizadas en su día, para conseguir los objetivos masculinos, traicionadas en sus propias reivindicaciones y olvidado y relegado su papel en las páginas de la historia>>. Los ejemplos estaban muy presentes en mujeres como Clara Zetkin, Alejandra Kollontai y la propia Flora Tristán. A ello podríamos añadir cuantas mujeres habían luchado por la causa de la Segunda República española y tuvieron que padecer no sólo olvido sino exilio, persecución y muerte. Esta era la parte del feminismo victimista que fue necesario introducir para realizar una llamada de atención al público femenino de los mítines. Las mujeres podían sentirse identificadas a través de la historia con lo que pasaba en sus vidas dependientes y relegadas al espacio privado. Era, además, una llamada a la solidaridad de todas las mujeres, al “no dejar pasar” el precio del olvido ni del ridículo. Por ello, se abría el presente: <<Los movimientos feministas son la consecuencia del reconocimiento de la opresión y explotación de la mujer. Hoy ya nadie niega la existencia de la desigualdad social entre el hombre y la mujer. E incluso nadie niega que esa desigualdad sea injusta. Pues ya nadie se atreve a argumentar que esta diferencia sea debida a que la mujer es un ser inferior. (Aunque sea una broma habitual). Hasta los partidos más reaccionarios incluyen en sus programas la solución del llamado "problema femenino". (...)

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Significa que las fuerzas políticas son muy conscientes de que nuestro voto es decisivo a la hora de ganar o perder Y si nos damos cuenta de esto ¿comprendemos el poder que tenemos en nuestras manos? Pues bien, ese poder debemos utilizarlo en nuestro beneficio. Es decir, para defender nuestros intereses>>. El análisis de la historia de las mujeres muestra que la realidad actual no era muy diferente, a juicio de las feministas. Las razones de orden económico, político y social pasaban a describirse en la parte más significativa de la conferencia. La educación, la familia, el trabajo y la sexualidad eran los aspectos que adquirían más relieve en cuanto al papel subordinada en el que han vivido y vivían las mujeres. Las niñas se educaban para futuras madres y esposas, relegándolas de las posibilidad del ejercicio de una actividad profesional remunerada que asegurase su independencia económica y que las situara como personas en una igualdad de condiciones con el otro sexo. La realidad era que había un conjunto de trabajos y actividades ejercidas por las mujeres que se situaban en un segundo plano .Aún en el caso de realizar estudios superiores, las jóvenes optarían por carreras consideradas de menor prestigio, luego no había igualdad de opciones profesionales. Pero todavía más, las condiciones de acceso al empleo eran desiguales. En el caso de Asturias <<la tasa de empleo femenino es menor que en otras regiones del Estado>>. En el campo, las mujeres realizaban las tareas agrícolas y también trabajaban en sus casas, sin recibir ningún sueldo por ninguna de las dos actividades. Precisamente el trabajo doméstico había estado y estaba relegado de toda consideración productiva y era <<obligación exclusiva de las mujeres, cualquiera que sea su condición económico-social, edad, estado civil y grado de culturización>>. La familia perpetuaba los distintos roles sociales, los de ambos sexos. La legislación patriarcal perpetuaba las diferencias: <<(...) la familia, tal como se concibe en la actual legislación vigente, va directamente contra nuestros intereses: desde el trabajo gratuito del ama de casa hasta la más absoluta sumisión a la autoridad marital>>.

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La sexualidad era el aspecto más evidente de la subordinación de las mujeres, se confundía con la reproducción y se encontraba reprimida por las leyes: <<(...) (al varón) se le ha permitido siempre que ejerza su sexualidad con un amplio espectro de posibilidades, desde la infidelidad conyugal, la prostitución hasta la violación, que si bien está castigada por la Ley de forma dura como se merece (de 12 a 20 años) pocas veces llegan las mujeres a denunciarla por considerar, y con razón, que son ellas las juzgadas, que se pone su conducta en entredicho...(...) Pero el control de la natalidad está prohibido por las actuales leyes, aunque de hecho es muy grande el número de mujeres que usan la píldora, y el número de mujeres que no pudiendo utilizar otro método, abortan. Sin embargo, nadie se preocupa de investigar anticonceptivos para el hombre, nadie conoce una operación tan sencilla como la vasectomía, recayendo una carga más - la de la anticoncepción- sobre la mujer, cuando ésta es necesaria precisamente por el tipo de sexualidad (masculina) que se practica. Dado lo tabú del tema en este país, parece que sólo la sexualidad masculina es lícita y posible>>. Del análisis sobre los problemas de la realidad, surgían los movimientos feministas, como aquellos que necesitaban <<enclavarse en la política del país>>, ser los auténticos protagonistas de las peticiones de las mujeres y la solidaridad entre ellas debía ser el principio que guiara las acciones: <<Las mujeres han de organizarse en función de sus propios intereses y para ello el voto es una fuerza que poseemos. Por es debemos usarlo inteligentemente. No podemos fiarnos sin más de lo que los partidos puedan ofrecernos, nosotras debemos imponer nuestros objetivos. Los ataques al feminismo son ataques a todas las mujeres. Y que no se diga que las mujeres no se interesan por la política, es la política la que nunca se ha interesado por ellas>>. Otra cuestión que suscitó interés fue cómo iban las feministas a participar en los mítines y en cuáles. La palabra de las mujeres estuvo presente en los diecinueve días que duró la campaña y en la mayor parte de

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los municipios asturianos: oriente, occidente y zona central 232. En cada lugar los candidatos y las candidatas hablaban representando los aspectos unitarios de la candidatura y los específicos en representación de su colectivo. Las mujeres se ceñían disciplinadamente al discurso consensuado por todas y descrito anteriormente, adaptándolo a las condiciones del contexto geográfico, zona urbana o zona rural. Fueron invitadas sucesivas veces a no incidir con especial interés en la cuestión del aborto, solían ser advertidas por sus compañeros varones al respecto: “Anda, mujer, no hables hoy del aborto”, y por ello, se le quiso excluir de los últimos mítines en ciudades como Oviedo y Gijón233. No todas las personas participantes se disciplinaban en el objetivo de la homogeneidad de contenidos. Los primeros días de campaña se mantuvieron expectativas altas, quizás se consiguiese uno o dos puestos, pero a medida que transcurrieron los días, se percibió que no se suscitaba un interés capaz de llevar un número de votos suficientes a las urnas para lograr representación. Quizás los discursos se hicieron dispares y eso influyó en el electorado: <<El mitin -se refiere al mitin celebrado el día de cierre de campañareflejaba un poco la situación interna de la candidatura. (...) Las personas independientes respetábamos el discurso, lo consensuado, pero las personas de los partidos querían arrimar el ascua a su sardina y en los últimos actos y en las declaraciones en la radio también se percibían las diferencias>>234. La otra coalición en la que participó una integrante de AFA fue el FUT, como ya se ha dicho. Su programa contenía un conjunto de reivindicaciones feministas en un apartado específico: <<Contra la opresión de la mujer.- El FUT, consciente de que la discriminación que la mujer sufre en la sociedad actual, hace suya la lucha por la igualdad de la mujer en todos los campos: 232

Unidad Regionalista, Relación de mítines con presencia de feministas, [Oviedo], [1977], documento mecanografiado (4 pp.), en archivo personal de Mª José del Río. 233 Entrevistas con Amelia Valcárcel, 6-2-2003 y Mª José del Río, 16-11-2002. 234 Entrevista con Aida Fuentes, 5-12-2002. La expectativa de voto de la candidatura de la Unidad Regionalista eran de dos diputados/as, al menos.

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-Por la libre disposición del propio cuerpo que conlleva la libertad de decidir la maternidad en el momento deseado y el derecho a disfrutar de la propia sexualidad. -Derecho a aborto, libre y gratuito a cargo de la Seguridad Social, información sexual y utilización libre de anticonceptivos que reduciría el número de abortos. -Abolición de la legislación discriminatoria para que la mujer, que la considera desde un punto de vista jurídico, como un ser menor de edad, siempre dependiente del padre o del marido. -Derecho al divorcio. -Por el derecho a un trabajo digno, contra la jornada de doble trabajo: socialización de las tareas domésticas (creación a cargo del Estado de guarderías, comedores, etc.)>> 235. La campaña del FUT fue más restringida que la de Unidad Regionalista. El despliegue de medios fue modesto y en muchas ocasiones se dirigieron al electorado desde la plataforma de sus coches y un megáfono 236. Su programa tenía un fuerte contenido de defensa de los intereses de la clase trabajadora y de independencia del movimiento obrero, y evocaba la necesidad de la solidaridad internacional de los trabajadores. La intención de esta coalición fue difundir sus ideas y alertar de la posibilidad de que quienes iban a ganar mayoritariamente serían los partidos burgueses. Cumplido su objetivo, se retiró dos días antes de la celebración de las elecciones 237. Entre los partidos legalizados se oyó la voz de Paz Fernández Felgueroso que figuraba en el número dos en la candidatura del PSP. Este partido se había presentado en marzo de 1977 en un mitin multitudinario en Oviedo238. Paz Fernández intervino a favor de las mujeres: <<Yo lo que hablaba exactamente era de la necesidad de los cambios sociológicos y jurídicos y la necesidad de que las mujeres participaran 235

FUT, Programa del Frente por la Unidad de los Trabajadores, Oviedo, 1977, folleto, 21,5 cm. por 31 cm., en archivo personal de Begoña Sánchez y La Nueva España, 27-5-1977, p. 27. 236 Entrevista con Begoña Sánchez, 9-11-2001. 237 Asturias Roja. Órgano en Asturias de la LCR (IV Internacional), [Asturias], 1977, periódico informativo (4 pp.), p. 2, en archivo personal de Begoña Sánchez. 238 La Voz de Asturias, 15-3-1977, p. 21. En la crónica que se acompaña de dos fotografías puede verse a Tierno Galván y a las otras personas que intervienen en el mitin, una de las cuales es Paz Fernández. Existe un video grabado sobre su intervención. Lo tienen Carmen Veiga y Paz Fernández.

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en la política y de que se emanciparan (...) la necesidad de que las mujeres se incorporaran a la vida activa>>239. En la crónica se interpreta así su mensaje: <<Una mujer, Paz Fernández Felgueroso, arrancó en su relevo, poniendo el acento, más que en el feminismo, en la mujer, a quien definió como discriminada en la sociedad. Denunció, como causa más fuerte de discriminación y de marginación de la mujer al hogar, la falta de guarderías infantiles y definió: “La emancipación o significa poder o no significa nada>>. En todo caso, de nuevo un mensaje feminista se escuchó en los mítines del PSP en la campaña de 1977. Paz Fernández afirma que su discurso reiterado fue una llamada a que las mujeres tomaran parte activa en la construcción de la sociedad democrática, que lucharan por afianzar una independencia económica: <<Yo hablé todo el tiempo de la emancipación de las mujeres. La verdad es que en aquella campaña (de 1977) recuerdo que el hilo conductor era la cuestión de la emancipación de la mujer. En el video (marzo de 1977) se me ve hablar (...) y se ve a todo el mundo con cara de sorpresa y con cara de decir: ¿De qué nos está hablando ésta? Hasta que en un momento en aquellos mítines nombrabas la palabra marxismo y entonces las personas aplaudían. (...) Pero yo hablaba de la necesidad de cambiar las leyes, de que las mujeres participaran en la política (...) Y claro, las guarderías eran necesarias para que las mujeres pudieran participar, pero el motivo fundamental era poner de manifiesto la situación jurídica, civil y la necesidad de la incorporación de las mujeres a la vida activa>> 240. ¿Cuáles eran las expectativas de las feministas que intervinieron en los mítines? Querían mostrar, en la medida de sus posibilidades, que aún existiendo un número importante de estrategias de dominación masculina, las mujeres podían, a su vez, generar otras que les permitiesen avanzar en una estructura relacional más justa entre los sexos. 239 240

Entrevista con Paz Fernández , 20-2-2003. Entrevista con Paz Fernández , 20-2-2003.

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La presentación de AFA en la candidatura Unidad Regionalista fue un hecho irrepetible. La única asociación feminista de Asturias, fundada un año antes y que aglutinaba en torno a sí todas las tendencias del feminismo, se presentaba en bloque en una coalición, ofrecía un discurso basado en las premisas que habían sido discutidas y aprobadas en torno su programa y pudo dar a conocer el mensaje en todo el territorio asturiano. Esto no fue posible nunca más ni en la transición ni en todo el período democrático reciente. Fue, por tanto, un tiempo histórico excepcional. Quizás este hecho por sí solo justificaría la existencia de esta investigación. Polarizadas como estaban las posiciones, fue necesario contraponer un discurso fuerte y contundente, por ello, recurrían a propiciar ciertas tensiones o polémicas, de tal manera que las discusiones de las personas que acudían a los mítines se prolongasen más allá del propio espacio de las charlas. Las feministas sabían que el mensaje progresista se paraba muchas veces a las puertas de la lucha de las mujeres por su emancipación. Pero tuvieron la oportunidad de transmitirlo y lo hicieron. 4.2. La continuidad en la lucha política En el año 1977, el feminismo español y asturiano tiene ya un discurso conformado capaz de abordar cualesquiera de las cuestiones discriminatorias que afectasen a las mujeres y sobre todos los ámbitos. La celebración de las primeras elecciones había dado carta de naturaleza a las feministas asturianas, cuyas voces habían sido oídas por primera vez en casi todo nuestro territorio, con una presencia absolutamente directa, próxima y cercana a las personas que habían acudido a los mítines. Habían sido transmisoras del mensaje a favor de las mujeres desde distintos ámbitos políticos. Las fuerzas entonces legalizadas, como el PSP, habían facilitado que el mensaje “machacón” de Paz Fernández Felgueroso sobre la emancipación de las mujeres se escuchase. De igual forma, en las agrupaciones electorales, Unidad Regionalista y FUT, allí donde habían recalado los partidos aún no legalizados, argumentaron punto por punto los contenidos de la Conferencia feminista.

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Los resultados electorales de junio de 1977 mostraron la condiciones de inferioridad y de discriminación de las mujeres en el acceso a las decisiones que afectan al conjunto social. Las mujeres candidatas representaron un 13,01% del conjunto. De los 350 escaños para el Congreso de Diputados, sólo 21 eran mujeres, el 6% del total de la cámara y este porcentaje bajaba en el Senado en donde eran sólo el 2,41%. En el caso de Asturias las mujeres representaban el 17,14%, el porcentaje más alto por Comunidades. La única diputada elegida fue Dolores Ibarruri que figuraba en el número uno para el Congreso. En las listas de los partidos de Nueva Izquierda el porcentaje era mayor que en los otros241. En este contexto, se hacía necesario llevar a las Cámaras el mensaje feminista, porque era inminente la redacción de la Constitución y los programas de los partidos políticos, en general, no expresaban con contundencia las reivindicaciones de las mujeres feministas. En

casi todos los que se

presentaban a nivel nacional (UCD, PSOE, PCE, PSP, AP), se abogaba por la necesidad de la desaparición de las discriminaciones, con algunas lógicas diferencias relacionadas con la ideología que sustentaban: La familia era bien la institución básica del conjunto social (UCD), bien el punto de referencia obligado para resaltar que, en ella, la mujer debería tener un papel más relevante (PSOE, PCE), y debería tener su justo reconocimiento (AP). Sólo el PSP llegaba a afirmar que <<no habrá revolución cultural ni social, sin revolución en la situación femenina>>242. Como señala Asunción Ventura: <<Los programas que los partidos políticos presentaron en las elecciones a Cortes Constituyentes recogían aspectos parciales de las peticiones de los grupos feministas, vinculados a aspectos de la mujer en la familia, siendo una visión parcial o insuficiente para integrar toda la problemática de la mujer en el nuevo Estado>> 243.

241

Ver Asociación “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., pp. 224, 225, 232 y VENTURA FRANCH, Asunción (1999): Las Mujeres y la Constitución Española de 1978. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer, Madrid, p. 104. Este último libro corresponde a la tesis doctoral de la autora y es importante para analizar la situación de las mujeres en nuestra Constitución y la doctrina que se deriva de las actuaciones del Tribunal Constitucional. 242 Ver Asociación “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., pp. 227-229. 243 En Asunción Ventura, op. cit., p. 124.

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Sólo coaliciones o agrupaciones electorales de fuerte inspiración de izquierdas llevarían más lejos las reivindicaciones de las mujeres. Es el caso en Asturias de Unidad Regionalista y del FUT. A nivel de otras Comunidades, el programa presentado por el Frente Democrático de Izquierdas concitaba contenidos feminista244. Como quiera que los partidos representados en las Cámaras presentaban algunos signos de tibieza feminista, el Colectivo Jurídico Feminista se apresuró a enviar un documento a todas/todos las/los diputadas/os del Congreso, en el que se dejaba constancia sobrada de las propuestas que debía recoger una Constitución democrática en lo que atañía respeto a la igualdad de las mujeres. Algunos aspectos del documentos son muy significativos: <<El Estado facilitará a todas las personas los medios necesarios para el ejercicio de los derechos de igualdad reconocidos en la Constitución, especialmente a las mujeres (...). La familia no será objeto de especial protección por parte del Estado. Toda persona tiene igual derecho a la libre disponibilidad de la afectividad, sexualidad, sea mediante el matrimonio o cualquier otro sistema no institucionalizado (...). Todas las confesiones religiosas serán iguales (...) El sistema matrimonial será civil, y podrá disolverse, mediante disenso o a petición de cualquiera de los dos cónyuges (...). (...) Los niños gozarán e una especial protección (...) de la sociedad en su conjunto. El Estado garantizará el derecho a un trabajo digno y remunerado, y establecerá los medios necesarios para que en el caso de sectores desfavorecidos,

como

por

ejemplo

las

mujeres,

se

incorporen

plenamente, en igualdad de condiciones (...)>>245.

244

Este Frente Democrático era una coalición en la que estaba integrada la Federación de Organizaciones Feministas del Estado español y compuesta por Asociaciones Democráticas de la Mujer de Aragón, Andalucía, Castilla y León, Euskadi, Madrid, Murcia y Santander, además de la Asociación Catalana de la Dona y la Asociación Democrática de la Dona del País Valencia, ver Asociación “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., pp. 230-231. 245 En Pilar Escario, Inés Alberdi, Ana Inés López-Accotto, Ana Inés, op. cit., pp. 273-274.

130


Cuando se constituyó la Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas sólo había una mujer, Mª Teresa Revilla López de UCD, junto a treinta y cinco diputados. Entre las personas que finalmente redactarán el anteproyecto de Constitución no había ninguna mujer 246. Será Mª Teresa Revilla, quien en el debate parlamentario y en lo relativo a los artículos que se refieren a la igualdad, como los artículos 1.1, 9.2 y 14, expresará a los padres del anteproyecto que la igualdad entendida en su sentido más ajustado, requiere un cambio social que <<haga compatible la incorporación de la mujer a la vida pública>>, advirtiendo que es consustancial a la igualdad, la transformación de una <<sociedad generadora de desigualdades>> 247. En aquel momento no surgió ningún debate en torno al concepto de igualdad y cómo debería reflejarlo una ley máxima. Quizás se esperaba que el refrendo del artículo 14: <<Todos los españoles son iguales ante la ley sin discriminación por razón de sexo...>> resolvería cualquier duda al respecto. Sobre todo, y aquí está la clave, los valores interiorizados en la sociedad se reflejaron en el texto constitucional sin someterlos a ningún tipo de revisión. Se introdujeron fórmulas de igualdad sin hacerlas explícitas 248. Por ello, el feminismo sigue y seguirá teniendo vigencia y presencia. Es una necesidad continua que revisa el contenido de los valores supuestamente universales, pero de los que las mujeres aún están excluidas. Y mientras haya una mujer que lo esté, el feminismo inexorablemente tendrá que seguir argumentando la validez de su filosofía y de su ética. La lectura que han hecho algunas juristas, especialistas en Derecho Constitucional y feministas, de nuestro país, muestran la realidad patriarcal de nuestra Constitución y de las interpretaciones del Tribunal Constitucional al respecto, cual si estuviera hecha a imagen y semejanza de los padres redactores249.¿Cómo despreciar la voz y las propuestas del movimiento 246

Los ponentes fueron: Gabriel Cisneros Laborda, Manuel Fraga Iribarne, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, Gregorio Peces-Barba Martínez, José Pedro Pérez Llorca y Rodrigo, Miguel Roca Junyent, Jordi Solé Tura, ver Asunción Ventura, op. cit, p. 127 en nota 159 a pie de página. 247 Ver Asunción Ventura, ibid., p. 143. 248 Ver Asunción Ventura, ibid., p. 166. 249 Ver BALAGUER CALLEJÓN, Mª Luisa “Desigualdad compensatoria en el acceso a cargos representativos en el ordenamiento jurídico constitucional español. Situaciones comparadas” en AA.VV. (2000): Mujer y Constitución en España. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, pp. 385-406. La autora señala cómo la igualdad no es la normalidad y no puedes ser restablecida si se

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feminista cuando nuestro ordenamiento jurídico heredado del franquismo era tan lesivo para las mujeres? Esto precisamente provocó, durante el proceso constituyente, así como una vez publicada y refrendada la Constitución, una nueva respuesta de petición de rectificación, o en su caso de reformas y modificaciones. En enero de 1978 el anteproyecto ya se conocía puesto que se había publicado en el Boletín de las Cortes. Durante todo este año, AFA emprendió varias acciones referidas a mostrar la oposición al texto constitucional. Charlas divulgativas y folletos informativos dieron cuenta de las razones por las cuales persistían aún muchas discriminaciones. Los trípticos “Mujer y Constitución” y “Constitución”

250

, uno sin fecha y

otro con ella -aunque ambos tienen que ser del año 1978- manifiestan la presencia de un texto patriarcal. “Mujer y Constitución” tiene que ser cronológicamente el primero, pues la filiación única y la responsabilidad hacia los hijos e hijas está recogido en el artículo 39 de la CE 251. A esta reivindicación no se alude ya en el folleto de “Constitución”. ¿Cuáles son las razones por las cuales las mujeres rechazan la CE? <<Porque no recoge ninguna de las reivindicaciones por las que hemos estado luchando. Porque no da ningún medio para cambiar la situación de opresión en que vivimos. Porque declara la igualdad formal entre los sexos, que se traduce en una discriminación continua en todos los artículos. Porque define como anticonstitucional derechos tan básicos como el aborto. (...) conculca porque la desigualdad entre hombres y mujeres es la realidad existente. Este libro es igualmente importante para analizar otros aspectos derivados del texto constitucional y que afectan a la vida de las mujeres. Aspectos semejantes se pueden constatar en la legislación de otros países. De la misma autora puede leerse “Igualdad y discriminación sexual en la jurisprudencia del T.C” en Revista de Derecho Político, nº 33, 1991. 250 AFA, “Mujer y Constitución” y “Constitución”, [Oviedo], 1978, folletos, en AHUO en archivo de AFA. 251 No obstante, la reivindicación que se planteaba al respecto atañía al reconocimiento de la filiación única, eliminando los distintos tipos de hijas e hijos (legítimos, ilegítimos, naturales) y a la responsabilidad respecto a los hijos sustituyendo la patria potestad, que aún en ese momento recaía sobre el padre y no sobre la madre.

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Para las mujeres esta Constitución es un proyecto antidemocrático, machista y discriminatorio que debemos rechazar>> 252. Las deficiencias de esta ley se manifiestan en la negativa a una participación real de la mujer en el proceso productivo y en la propia capacidad de gobernar. Si bien se afirma el derecho de “todos los españoles” al trabajo, las mujeres no pueden sentirse identificadas con ello porque <<somos las más afectadas por el paro sobre todo en situaciones de crisis como la actual, cuando cobramos menos por el mismo trabajo, cuando se nos despide por estar embarazadas, cuando no encontramos trabajo por estar casadas (...)>>. En la sucesión a la Corona se prefiere e varón respecto a la mujer, cercenando los derechos relativos a ésta. Niega la posibilidad del aborto y del divorcio. La afirmación de <<todos tienen derecho a la vida >>oculta las condiciones en las que se producen abortos clandestinos que terminan, a veces, en muerte para las mujeres, al carecer de condiciones sanitarias mínimas, así como la existencia de abortos blancos, es decir, <<aquellos que se producen a consecuencia de las malas condiciones de trabajos: jornadas agotadoras, trabajo a pie, esfuerzos físicos>>. El aborto no es una solución, pero: <<(...) en la situación actual en que no hay información sexual y los anticonceptivos son legales pero no libres 253, el derecho al aborto es una reivindicación más. (Se debe exigir) el derecho a la libre maternidad, a decidir cuando queremos ser madres y cuando no, y esta es una decisión exclusivamente nuestra, no debemos permitir que nadie decida por nosotras: ni jueces, ni abogados, ni maridos, ni padres>> 254. En lo que atañe al divorcio, la protección que la CE señala para la familia significa revalidar esta institución represora para la mujer, acentuando su papel tradicional de esposa y madre. No se habla de divorcio <<sino de las causas de separación y disolución del matrimonio>> y en lo que a esto respecta:

252

Folleto “Constitución” citado en nota 250.

253

En el folleto “Mujer y Constitución”, se alude además a que solo están a cargo de la Seguridad Social los anticonceptivos que son fármacos, pero hay otras fórmulas, y no todas para las mujeres, también para los varones que es necesario poner a disposición para el ejercicio de una sexualidad más libre. 254 Folleto “Constitución” citado en nota 250.

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<<Dado que el matrimonio (civil) es un acuerdo de voluntades cuya finalidad es el realizar una vida en común, en cuanto una de las partes no la desee debe quedar disuelto el vínculo mediante el divorcio. El procedimiento judicial para obtener el divorcio debe ser siempre rápido, sin culpabilidades ni acusaciones y de costos mínimos, con el fin de que sea un derecho para todas y no sólo para las más potentes económicamente>>255. La Constitución elude la palabra coeducación, necesaria para establecer una enseñanza no discriminatoria en razón del sexo. De igual manera, nada se dice sobre la necesidad de la creación de servicios colectivos que garanticen el acceso de las mujeres al trabajo viéndose una vez más relegadas a su verdadero trabajo, el doméstico. De acuerdo con esto las exigencias son bien claras. El texto constitucional debería recoger con claridad: <<Derecho al trabajo en igualdad de oportunidades, a igual trabajo igual salario. Creación de servicios colectivos. Enseñanza no discriminatoria a todos los niveles. Coeducación. Creación de centros de formación profesional en especial para las mujeres. Derecho al divorcio. Derecho al aborto>>256. El feminismo votó no a la Constitución. Y así lo manifestaron en algunos encuentros que se celebraron con el objeto de reafirmarse sobre los derechos no reconocidos, poco antes de la votación en referéndum el 6 de diciembre. De ello es prueba un documento titulado “Charla sobre la Constitución” que sirvió de guión para las reuniones y que abre la puerta para seguir con las reivindicaciones: <<(...)La Constitución no se acaba el día 6. Se acaba, en todo caso, para los que la elaboraron. Pero, a partir de ahora, nos toca hablar a nosotras, y más que hablar, hacer. Hacer que, con nuestra lucha, las 255 256

Folleto “Mujer y Constitución” citado en nota 250. En folleto “Constitución” citado en nota 250.

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reivindicaciones que hoy ya están en la calle y que la Constitución no recogió, se hagan realidad. Por eso esta charla. Porque a nosotras, las mujeres, la Constitución nos ignora, nos da el papel de siempre, de seres dependientes, subordinados, discriminados>> 257. Se realiza un repaso de los principales artículos que merecen una especial

consideración,

ratificándose

en

los

supuestos

comentados

anteriormente. El análisis sobre la “supuesta” igualdad ante la ley se concreta en la argumentación a la que se refería Asunción Ventura, ¿cómo es posible una igualdad partiendo de una situación de desigualdad? <<Los señores parlamentarios prescinden de que existe de hecho una desigualdad entre hombres y mujeres y así se ahorran establecer medidas para superar esta desigualdad>>. Quedan por tanto pendientes el derecho al aborto, al divorcio, a la coeducación, el acceso y promoción en el trabajo, la creación de servicios colectivos, porque: <<Esta Constitución es un retroceso. La conclusión que se saca de su lectura (...) es que ratifica el papel secundario que la mujer ocupa en la sociedad y sienta las bases de que las cosas sean igual. (...) Lo que está claro es que ésta no es una Constitución de las españolas. (...) Supone un retroceso respecto a la Constitución del 31. Porque la Constitución republicana, aunque no era feminista, era mucho más avanzada que la actual. En ella se reconocía explícitamente el derecho al divorcio, se suprimían las diferencias entre hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio, se implantaba la enseñanza laica y unificada que significaba la coeducación y no se cerraban las puertas al divorcio (...) Hoy, 50 años más tarde nos encontramos con que tenemos que luchar por conseguir derechos que ya conquistaron nuestra abuelas>> 258. La Constitución se aprobó y se promulgó, pero las reivindicaciones seguían pendientes, sobre todo permanecían algunos valores arcaicos que no parecían corresponderse con la democracia recién conquistada.

257

[AFA – Gijón?], Charla sobre la Constitución, [Gijón], [1978], documento mecanografiado (3 pp.), archivo personal de Mª Luisa Rodríguez. 258 En Charla sobre la Constitución, Ibid, p. 3

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Entre 1979 y 1983 se sucedieron cuatro convocatorias electorales más en nuestra Comunidad. En el año 1978, las segundas elecciones generales y las primeras municipales democráticas, en 1982 las terceras generales y en mayo de 1983 las primeras elecciones autonómicas. En todas las convocatorias las mujeres de AFA hicieron una valoración sobre la implicación de los partidos políticos en la lucha feminista y sobre la oferta electoral que ofrecían. En este sentido es un ejemplo significativo el folleto “Las mujeres ante las elecciones”259. He aquí un aspecto importante para estudiar, la participación de las mujeres feministas en las elecciones, sus opciones políticas, el grado de compromiso que adquirieron con ellas mismas y con el partido por el que se presentaron y cómo fueron capaces de llevar ciertas reivindicaciones a las corporaciones municipales y a los gobiernos. 4.3. Las campañas del adulterio, divorcio y aborto Las feministas asturianas dedicaron muchos esfuerzos y trabajos a las campañas. A lo largo de los siete años estudiados tres fueron las más importantes, por el tiempo dedicado, por la intensidad con la que se realizaron y porque se intentó responder a las necesidades de muchas mujeres españolas y asturianas. Estas campañas fueron las del adulterio, divorcio y aborto. No obstante, campañas de información sobre la sexualidad y la anticoncepción, la libertad de opciones sexuales, los juguetes sexistas,

la diversificación de

opciones profesionales para las mujeres, la coeducación, la paz, contra las agresiones, contra las violaciones, entre otras, se sucedieron junto con las anteriores260. La tipificación del adulterio en el Código Penal introducía un claro sesgo patriarcal. Decía el artículo 449: <<El adulterio será castigado con pena de prisión menor. Cometen adulterio, la mujer casada que yace con varón que no sea su marido y el que yace con ella, sabiendo que es casada, aunque después se declare nulo el matrimonio>>. Ahora bien, la significación de tal delito, no se entendería sin el contexto de los artículos siguientes, el 450 y 451. 259

AFA, Las mujeres ante las elecciones, [Oviedo], [1982], folleto (4 pp.), 21,5 cm por 31 cm, en AHUO, archivo de AFA. 260 AFA, Memoria del año 1983, [Oviedo], [1984], documento mecanografiado (2 pp.), en archivo personal de Consuelo Camblor.

136


Se producía si efectivamente el marido establecía querella contra su mujer (art. 450) y la infidelidad del marido tenía que ser notoria, manifiesta y reiterada (art. 451261). La discriminación de la mujer estaba servida. Y, además, en caso de acusación del marido ante los tribunales, dado el código de honor vigente, este podía utilizarla como chantaje para liquidar la sociedad de gananciales por debajo del montante real. Dado el marco legal, el deber de fidelidad persistía aunque los cónyuges estuviesen separados legalmente, de tal manera que en cualquier momento el marido podía interponer una querella por adulterio 262. AFA salió a la luz pública con una campaña sobre el adulterio en noviembre de 1976: <<Unas ciento y pico feministas asturianas se manifestaron ayer desde la Facultad de Derecho hasta al Audiencia, donde entregaron varios pliegos de firmas solicitando el levantamiento de la discriminación legal (entre el hombre y la mujer) ante el delito de adulterio. (...) Las feministas asturianas mostraron su disconformidad con la legalidad vigente que consideran discriminatoria para su sexo, y contra la petición de seis años de penalización contra la supuesta adúltera de Barcelona>>263. En aquella primera manifestación, se lanzaron consignas y lemas, junto con <<No a la discriminación, igualdad ante la ley. Abolición del delito del adulterio>>264, que Begoña Sánchez conserva. Algunas de las frases resumen significativamente cómo eran consideradas las mujeres ante leyes tan discriminatorias: <<Ser adúltera es lo único que tu marido no puede decidir por ti>>. <<El adulterio es el único acto de autonomía de la mujer cabal>>.

261

“El marido que tuviere manceba, dentro de la casa conyugal, o notoriamente fuera de ella será castigado con la misma pena o con la del destierro”. 262 ALBERDI, Cristina, La mujer y el vigente Código Penal español, [Madrid], [1976], conferencia mecanografiada, 9 pp., en AHUO en archivo de AFA. 262 263 264

En La Nueva España, 17-11-1976, p. 11. Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002.

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<<El adulterio es un acto para el que se nos considera aptas y responsables>>265. Las mujeres feministas no sólo causaron asombro. A su paso las insultaban y vituperaban: <<Recuerdo la manifestación que hicimos en Oviedo, pidiendo la derogación de los artículos del Código Penal que suponía que las mujeres que cometían adulterio eran condenadas y los varones tenían que ser pescados reiteradamente para acometer el adulterio y tenían distinto castigo. Nos manifestamos saliendo de la plaza de la Catedral y recibimos insultos fortísimos de mujeres que nos llamaban prostitutas 266. Me acuerdo pasando delante de la Facultad de Derecho en la manifestación y cómo nos insultaban. En un país en el que no podían ni abrir una cuenta en un banco sin el permiso de tu padre o de tu marido. Era exactamente el Código Napoleónico. La mujer era un débil mental (...)>>267. Al igual que sucederá en el caso del aborto, las mujeres feministas, entre los años 1976 y 1978, concretarán sus actuaciones en contra del adulterio en comparecencias ante la Audiencia de Oviedo en el caso de celebración de juicios y lo incorporarán a los programas de actos del Día Internacional de las Mujeres en marzo de 1977 y 1978. Las feministas siempre consideraron que el divorcio era un derecho democrático268. Es cierto que antes de la promulgación de la Constitución éste no era posible ya que contravenía las Leyes Fundamentales del Reino en el franquismo. Aún así los grupos socialista y comunista habían presentado después de las elecciones de 1977 dos proposiciones de ley al respecto. La del PCE apostaba por modificar el Código Civil, mientras que el PSOE se inclinaba por una ley semejante a la de la II República. Éstas leyes no fueron ni siquiera consideradas. Tras la aprobación de la Constitución en 1978 volvieron a 265

Begoña Sánchez, [Ser adúltera es...], [Oviedo], 1976, documento manuscrito (1 hoja), en archivo personal de Begoña Sánchez. 266 Entrevista con Paz Fernández , 20-2-2003. 267 Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002. 267 Entrevista con Paz Fernández, 20-2-2003. 268 Entrevistas con Teresa Meana 2-1-2002 y Oliva Blanco, 19-10-2002.

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presentarlas y, en este caso, fueron rechazadas. UCD adquirió un compromiso ante el Parlamento de hacer su propia propuesta en 1980, pero no lo haría hasta un año después en marzo de 1981. El principal obstáculo del gobierno conservador radicaba en la respuesta que la Iglesia daría ante la disolución del matrimonio. Dentro de sus propias filas, algunas de las familias democristianas y herederas del franquismo, no querían dar el paso, mientras que las más progresistas lo consideraban necesario, máxime cuando la Constitución Española había previsto en su artículo 32 que la ley debería regular el matrimonio y las causas de separación y disolución del mismo 269. Los proyectos de ley de divorcio de UCD, PSOE y PCE se diferenciaban en aspectos fundamentales. El de UCD minimizaba y ocultaba, en cierta medida, el hecho de que existían muchas familias separadas. Contemplaba todo lo relativo al matrimonio, por un lado, y a las causas de separación y disolución -que no divorcio-, por otro. Establecía la necesidad de cesar en la convivencia conyugal por más de dos años desde la demanda de separación y añadía una “cláusula de salvaguardia” que permitía que el órgano jurisdiccional correspondiente pudiera denegar el divorcio cuando se <<probara que ocasionaba a los hijos, así como al otro cónyuge, prejuicios de especial gravedad>>. Los proyectos del PSOE y PCE entendían el divorcio relacionado con el mutuo acuerdo, con causas como la infidelidad, los malos tratos, las enfermedades graves o la esterilidad ignorada e incluían la necesidad de trámites ágiles270. Las feministas presentaron su propio proyecto de ley de divorcio. Fue la Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas quien elaboró un documento que fue impreso por todas las asociaciones de mujeres del territorio español y difundido en amplias campañas. AFA reivindicó el derecho al divorcio a través de la publicación del folleto una Ley feminista del divorcio y llevó el lema por un derecho al divorcio de mutuo acuerdo y gratuito en los ochos de marzo de 1977, 1978, 1979 y 1980.

269 270

En Asociación de “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., p. 150-151. Ver RICO LARA, Manuel (1980): “Matrimonio y divorcio”, La Calle, 14-3-1980, pp. 56-60

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Los rasgos más característicos que diferenciaban las propuestas parlamentarias de la versión feminista del divorcio eran los relativos a que no era necesario esgrimir causas. Valía el mutuo acuerdo sin más: <<La presente Ley se basa (...) en la consideración de que no se puede exigir declaración de causas para acceder al divorcio. La filosofía que late detrás de la exigencia de causas es la de considerar el matrimonio como un bien que se debe conservar, como un estado natural y bueno en sí mismo. (...) La institución matrimonial en nuestra sociedad es coercitiva y lo es particularmente para la mujer. (...) Además, detrás de la filosofía de exigir causas para acceder al divorcio existe la intención de buscar un culpable, como si romper el matrimonio fuera un delito>>271. El matrimonio, voluntariamente contraído por las dos personas adultas, terminaba necesariamente con su propia decisión: <<Los más elementales derechos democráticos exigen que dos personas pueden decidir libremente no continuar su convivencia por razones que sólo a ellos compete y que entran en el terreno de la vida privada, en el que la Ley no debe inmiscuirse>> 272. Además las feministas pedían establecer un sistema garantista para las mujeres. Éstas podían verse perjudicadas, y en precario, si no tenían trabajo y quedaban al cuidado de los hijos e hijas. El matrimonio había separado a las mujeres de las actividades remuneradas y las había reducido al cuidado del hogar, del marido y de hijos e hijas, negándoles recursos económicos propios. Por ello, se reivindicaba, que, en caso de carencia de recursos, el Estado les garantizara un subsidio y <<una formación profesional encaminada a acceder a un puesto de trabajo>>273. La “cláusula de salvaguardia” hizo concebir al movimiento feminista la necesidad de crear juzgados especiales, dentro de la jurisdicción ordinaria: 271

Ver AFA, Ley feminista de divorcio, [Oviedo], [1980?], folleto (6 pp.), en AHUO en archivo de AFA, p.1. 272 En Ley feminista de divorcio, Ibid., p. 1. 273 En el proyecto de UCD se contemplaba la posibilidad de que las mujeres cobraran las cantidades mensuales directamente del organismo o institución pagadora de la nómina del cónyuge, y en caso de impago el Estado lo adelantaría, con efectos de recuperarlo a través de demanda. Esto fue eliminado en la ley definitiva, ver Asociación de “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., pp. 152-153.

140


<<Estos juzgados tendrán adscritos a su plantilla un Juez especializado en tales procesos, una psicóloga o psicólogo de adultos, una psicóloga o psicólogo infantil, una asistenta social, cuyo dictamen será preceptivo en todas las cuestiones relativas a las hijas e hijos y la situación económica de los cónyuges. De este personal la mitad de los puestos deberán ser cubiertos por profesionales mujeres. (...) (art. 14)>> 274. De hecho, la abogacía, como tantas otras profesiones estaba masculinizada y las mujeres cuando se acercaban a los despachos de abogados no recibían ánimos precisamente para superar los problemas de convivencia con su parejas, antes bien se le recomendaba que resistieran en pro de la unión y conservación de la familia. Por ello, el hecho de la implicación de abogadas en el movimiento feminista fue una liberación para muchas mujeres que tenían que sufrir humillaciones en los despachos de los varones. Algunas aún recuerdan el apoyo que les supuso contar no sólo con la profesionalidad femenina, sino también con la ayuda y la comprensión de una mujer que entendía su problema: <<Algunas mujeres tenían la sensación de que todos los despachos eran masculinos. Cuando iban a plantear una separación a un despacho de abogados solían decirles que había que aguantar. No eran todos los que lo afirmaban, pero, en general, su mensaje era ese, aguantar>> 275. La Ley de julio de 1981 no cubrió todas las expectativas del feminismo. Reglamentó el matrimonio, la separación matrimonial, la reconciliación (que ponía fin al procedimiento de separación) y por fin el divorcio. Todo un recorrido en que se protegía el derecho de familia como un bien a conservar. Las causas se referían a las propias del cese de la convivencia y al acuerdo y consentimiento de los cónyuges. Se mantenía la posibilidad de que el órgano jurisdiccional considerara el prejuicio que podía ocasionar el divorcio y anulara la posibilidad del mismo. Finalmente se establecían los convenios reguladores en los que los jueces tendrían que dictaminar con quién vivirían hijas e hijos, el régimen de visitas y el régimen económico. Aunque no se facilitaron 274

AFA, Ley feminista de divorcio, citada en nota 271. Entrevista con Paz Fernández , 20-2-2003. Paz Fernández como abogada abordó muchas separaciones. Algunas de las mujeres que pasaron por su despacho aún recuerdan hoy todo lo que le deben. 275

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estadísticas sobre la avalancha esperada de peticiones de divorcio, se calculó que aproximadamente en los primeros años de vigencia de la ley era un 5% los matrimonios que llegaron a separarse276. Las campañas a favor del aborto deben entenderse en un contexto más amplio que la reivindicación simple del derecho a la interrupción voluntaria y gratuita del embarazo. AFA defendía desde 1976 en su programa el aborto libre y gratuito a cargo de la Seguridad Social, pero incluyéndolo como una de las medidas que permitían a las mujeres una sexualidad no masculinizada, la diferenciación del placer y la reproducción y la necesidad de una información sexual amplia que incluyera el ejercicio de una opción de relaciones en libertad, es decir, el control pleno de las mujeres sobre su propio cuerpo. La defensa del aborto provenía además de la realidad con la que se encontraban las mujeres. El hecho de la penalización de los anticonceptivos y la falta de información sexual llevaba a muchas mujeres a embarazos no deseados. La agresión que se ejercía sobre el cuerpo de las mujeres generó la primera respuesta de las mujeres feministas. Muchas recuerdan como los primeros encuentros y charlas con mujeres, en una acción feminista ya plena, consistía en tratar de difundir la vida de una sexualidad más plena y despertar la conciencia de que una relación no sólo puede estar mediatizada por el deseo del varón. Asimismo desenmascaraban su masculinización. Esta fue la parte divulgativa: <<Yo me acuerdo que Eloína en calidad de médica y yo en calidad de bióloga, íbamos por los pueblos de Asturias casi evangelizando sobre la sexualidad, explicando lo que eran los anticonceptivos, porqué pedíamos el derecho al aborto. Bueno, hay anécdotas infinitas para contar >>277. <<En realidad, primero fue la reivindicación del derecho a nuestro propio cuerpo. Se reivindicaba el fin de una propiedad (...), la enajenación del cuerpo de las mujeres que hasta entonces había estado bajo la tutela y el uso de los hombres, el que esto hubiera derivado hacia la petición del 276 277

En “Asociación de “Mujeres en la Transición Democrática”, op. cit., pp. 153-159. Entrevista con Emilia Vázquez, 17-1-2003.

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aborto se debía a varias causas. Una primera de carácter político, las charlas sobre la sexualidad, las limitaciones de vivir la sexualidad libremente en una sociedad patriarcal, otra de carácter social qué hacer con las mujeres dejadas a su suerte o con una conciencia clara de que no querían ser madres. Pero el aborto sirvió de anatema para las mujeres. Las mujeres que pedíamos el derecho al aborto fuimos acusadas de asesinato>>278. Las mujeres en cualquier caso abortaban y recurrían a los métodos más a su alcance. Quienes poseían medios económicos, recurrían a las consultas privadas. Todo esto se hacía en el más oscuro sigilo y no se perseguía. Quienes tenían escasos recursos recurrían a personas que les facilitaban el aborto con nulas garantías médicas y asistenciales, de ahí que muchas mujeres morían o llegaban a los hospitales en situación crítica. Esto era una doble moral instalada en la sociedad y que denunciaban reiteradamente las feministas. En Europa, en los países de nuestro entorno, el aborto se había legalizado a lo largo de los años 70 tras duras reivindicaciones y luchas por parte del movimiento feminista. Así en 1974 se autorizaba en Alemania, en 1975 en Francia y en 1977 en Italia. En algunos casos, como el alemán, el Tribunal Constitucional declarará la nueva legislación incompatible con el derecho a la vida y obligó a limitar los supuestos en los que las mujeres podían abortar. En todos estos países las mujeres hicieron públicas y manifiestas sus firmas para reconocer haber abortado y apoyar la causa de quienes habían sido llevadas a la justicia por haberlo hecho ilegalmente 279. En Francia el Mouvement pour la Libéralization de l´Abortement et de la Contraception (MLAC) organizó clínicas para realizar abortos. En 1972, el juicio contra Michèle Chevalier, una joven de dieciséis años que había sido objeto de una violación por parte de un compañero de estudios y que había abortado, se convirtió en una cause célèbre. Fue defendida por Gisèle Halimi quien había fundado la asociación Choisir para la defensa de las 343 francesas que se 278 279

Entrevista con Gloria García, 25-10-2002. Ver George Duby y Michelle Perrot, op., cit., pp. 615.

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habían autoinculpado de haber abortado. Michèle Chevalier fue absuelta y ello dio fuerza al movimiento francés. En Italia el caso de la feminista Gigliola Pierobon, o el de otras cuarenta mujeres detenidas por haber abierto una clínica en Florencia se convirtieron, de igual manera, en causas ejemplarizantes como en Francia. Manifestaciones y peticiones de que el aborto se sometiera a referéndum fueron las grandes luchas de las italianas. Al igual que estos países, otros legislaron a favor del aborto con más o menos restricciones280. Las enseñanzas de Europa llegaron a España y las mujeres feministas vislumbraron lo larga que iba a ser la lucha. Hay un documento del movimiento feminista español en el que se hace mención expresa de la importancia que tiene la lucha por el aborto, los argumentos con los que debe defenderse, así como los criterios las estrategias con las que tendrán que hacer frente: <<Luchar por el derecho al aborto, para nosotras, supone algo más que luchar por mejorar nuestra situación (...), supone un paso muy importante en la lucha por la liberación de las mujeres, por acabar con los roles que nos han impuesto (...) (...) Hoy, en el Estado español, por el peso de las ideas reaccionarias y de la jerarquía eclesiástica, por las implicaciones sociales que tiene, es un tema con importantes repercusiones políticas (...) (...)Va a exigir que dediquemos parte de nuestras fuerzas de forma permanente a este tema, con grupos (comisiones pro-derecho al aborto) de mujeres dedicadas exclusivamente a ello, y también va a exigir que en momentos concretos, todo el movimiento tenga que participar en las luchas que haya>>281. En este mismo documento se reconocía la necesidad de la coordinación de todo el feminismo del Estado, pero también la necesidad de que no todos los esfuerzos debían dedicarse a las campañas por el derecho al aborto. La realidad resultante supuso un gran trabajo y quemó muchas energías 282.

280

Ver Bonnie S. Anderson y Judith R. Zinsser, op., cit., pp. 472-474. [Coordinadora de Organizaciones Feministas?], [Importancia que tiene la lucha], [Madrid?], [197?], documento mecanografiado (11 pp.), en AHUO en archivo de AFA. 282 Entrevistas con Paloma Uría, 27-11-2002 y Begoña Sánchez, 9-11-2001. 281

144


La lucha contra el aborto tuvo una vertiente asistencial. De alguna manera había que canalizar la posibilidad de que algunas mujeres pudieran interrumpir su embarazo. Para ello, se organizaron verdaderas redes de ayuda. Una de las más importantes fue la de colaborar en la información de las posibilidades que se tenían de realizarlo en otros países. El destino más inmediato era Inglaterra y también Francia y Holanda. En el caso de Asturias se tenía información suficiente sobre la Parkview Clinic de Londres y sobre una clínica de Leiden, en Holanda. En el archivo de AFA de AHUO, se conservan no sólo los planos e indicaciones sobre cómo llegar, cómo conectar por teléfono con estos lugares, sino también los precios y cuantas indicaciones eran precisas para las mujeres. Asimismo los contactos con las agencias de viajes y las posibles bonificaciones que éstas establecían permitían garantizar un viaje gratuito cada diez que se dedicaba a las mujeres con menos recursos. Se realizaron también colectas cuando algunas necesitaban ayuda económica. Éste fue un tipo de ayuda y de información que AFA realizó durante mucho tiempo hasta que el gobierno socialista liberalizó la aplicación de la ley de aborto del 31 de julio de 1985 y abrió la puerta para que las clínicas privadas pudieran realizarlo, pero esto ya fue en 1986283. A pesar de ello en 1987, cinco mil mujeres viajaron a Londres para interrumpir su embarazo, pero eran muchas menos que en 1986, casi doce mil284. Octubre de 1979 marca un antes y un después en la lucha por el aborto: El famoso juicio contra las once mujeres de Bilbao por haber abortado o por realizar prácticas abortivas. Fue nuestra cause célèbre285: <<(...) El juicio de las mujeres de Bilbao marca un antes y un después. Fue muy importante porque no eran unas hippies que defendían el amor 283

En El País, 22-11-1986, pp. 1, 10, 26 y 27. En realidad lo que se suprimió con las disposiciones gubernamentales fue la comisión de valoración que fue sustituida por el informe favorable de dos especialistas y la posibilidad de la interrupción se realizara en centros no necesariamente públicos y acreditados para ello. 284 En El País, 14-2-1988, en archivo de prensa de Gloria García. 285 Las once mujeres habían sido detenidas el 9 de octubre de 1976 y nueve de ellas permanecieron en la cárcel 72 horas, la supuesta autora estuvo siete meses, su hija un mes. Para las dos se pedían sesenta y cincuenta y cinco años de cárcel, para las otras seis meses y un día de prisión menor y once años de inhabilitación, es decir pérdida de la posibilidad de elegir y ser elegidas. Una de ellas, la única soltera, había tenido, de todos modos, el hijo. Eran los problemas de orden económico lo que las obligaba a abortar. Esta referencia provenía de la agencia Efe, ver La Nueva España, 26-10-1979, p. 3.

145


libre, eran once mujeres casadas. Todas tenían un mínimo de dos o tres criaturas. Todas habían abortado con la misma mujer en el barrio. Todas eran mujeres de clase trabajadora. Esto para defenderlo era más sencillo>>286. El 27 de octubre se las convoca a juicio para comparecer por las causas imputadas. Rápidamente el movimiento feminista se organizó en toda España. Las acciones que se emprendieron en Asturias fueron la recogida de firmas autoinculpándose de haber abortado con el fin de presentarlas a las autoridades judiciales287, concentraciones ante la Audiencia de Oviedo 288, encierros en ella289 y la correspondiente entrega de firmas290, manifestaciones y envío a las instancias municipales y autonómicas 291 para que se mostraran a favor de las encausadas. También aparecieron unas pintadas en la fachada del Arzobispado

significativas

del

hecho:

<<Si

los

hombres

quedaran

embarazados, el aborto sería un sacramento>>, <<Derecho al aborto>>292. Los ayuntamientos con gobiernos de izquierdas tales como Gijón y Langreo votaron a favor de la petición de amnistía para las mujeres de Bilbao. En el caso de Oviedo, también fue así gracias al voto de Aida Rodríguez Oceransky, militante de UCD, que votó según su conciencia y en desacuerdo con las directrices de su partido: <<(...) Intervino luego Aida Rodríguez Oceransky, de UCD, que dijo que aunque no estaba de acuerdo con el aborto, porque defendía el derecho a la vida, en el caso de las mujeres de Bilbao era distinto, pues en la época en la que abortaron no tenían acceso a los anticonceptivos por esta prohibidos. Añadió que toda mujer tiene derecho a una vida sexual afectiva y que las mujeres deben tener derecho a los hijos que quieran y cuando los quieran. En este sentido dijo que es necesario luchar por que 286

Entrevista con Teresa Meana, 2-1-2002. AFA, [Teniendo en cuenta el hecho], [Oviedo], [1979], varias hojas en donde constan el nombre, los apellidos y el DNI de las personas firmantes pidiendo amnistía para las mujeres, AHUO en archivo de AFA. 288 Ver La Voz de Asturias, 27-10-1979, p. 10 289 Ver La Nueva España, 21-10-79, p. 10. 290 Ver La Nueva España, 23-10-79, p. 10. 291 Ver Asturias, Diario Regional, 27-10-1979, pp. 1 y 2. 292 Ver La Voz de Asturias, 27-10-1979, en archivo personal de Begoña Sánchez. En su entrevista manifestó haber participado en esta pintada junto con otras compañeras de AFA. 287

146


los españoles nos eduquemos en el conocimiento de los métodos anticonceptivos para evitar que la mujer se vea abocada al aborto por un hijo no deseado>>293. La Diputación Provincial rechazó las propuesta presentada por el PSOE y el PCA, que señalaban la evidente necesidad de una reforma legal que despenalizase las prácticas abortivas. UCD y AP esgrimieron el argumento del derecho a la vida desde la concepción y la necesidad de no interferir en la labor de la justicia, máxime cuando aún no había sentencia. Un diputado y dos diputadas comunistas, así como un diputado del PSOE, se ausentaron en la votación294. Los catorce votos en contra se opusieron a los once a favor. Si hubieran estado presentes las personas que se ausentaron se hubiera necesitado el voto de calidad del Presidente, en este caso de UCD 295. El despliegue fue enorme y toda la campaña puede seguirse a través de la prensa regional de los días 26 y 27 de octubre. Junto a las informaciones descriptivas de los acontecimientos no faltaron plumas en contra de las acciones feministas: <<(...) Asistimos a un brote de desobediencia civil, que no parece que vaya a ser afrontado por el Gobierno con un estricto respeto a las leyes vigentes (...) de esta campaña a favor del aborto, sólo puede derivarse una consecuencia: el desprestigio del poder legislativo, (...) la degradación del poder ejecutivo, (...) y una erosión del desprestigio del poder judicial (...)>>296. Tales afirmaciones podrían llevar a pensar en la poderosísima influencia del feminismo. Baste decir que las acciones emprendidas supusieron la suspensión y el aplazamiento del juicio. Eso ya fue un ejercicio de poder feminista297.

293

Ver Asturias, Diario Regional, 27-10-1979, p. 3. Aida Rodríguez Oceransky tuvo que dimitir. El diputado del PC fue Silvino Lantero y las diputadas del mismo partido fueron Laura González y Conchita Valdés. El diputado ausente del PSOE fue Manuel Villa, ver Asturias, Diario Regional, 27-101979, pp. 1 y 2. 294

295

Ver Asturias, Diario Regional, 27-10-1979, pp. 1 y 2. Ver El Comercio, 26-10-1979, p. 1. El editorial se titulaba: “Los conspicuos que desprecian la Constitución” 297 Ver La Voz de Asturias, 27-10-1979, pp. 1 y 5. 296

147


Una nueva convocatoria el 16 de junio de 1981 fue suspendida una vez iniciado el juicio298, finalmente el 16 de marzo de 1982 se celebró y hubo resolución. Como era de esperar y tras tres largos años de lucha, la sentencia se fundamentó en la legislación vigente, pero también en la ausente y en el estado de necesidad de las procesadas. La Constitución era norma de referencia obligada (vigente), pero no resolvía expresamente la posibilidad de una interrupción del embarazo (ausente), por tanto la cuestión debía considerarse abierta y relegada a la posterior decisión del Parlamento, y en su caso, del Tribunal Constitucional. Figuraban como eximentes el hecho de la penalización de los anticonceptivos y la situación económica de las mujeres. La sentencia concluía que <<la prohibición del aborto supone esencialmente una compulsión a la maternidad, el Estado, a través de tal prohibición, niega la libertad a la mujer para configurar sus condiciones de vida>> 299. El programa del 8 de marzo de 1982 se dedicó a la lucha por el aborto con carácter monográfico y a la petición de amnistía para las once mujeres de Bilbao. Declaraciones, manifestaciones y actos giraron en torno al tema. Se ocupó también la sala de plenos del Ayuntamiento de Oviedo, el mismo día que se iniciaba el juicio en Bilbao. Estas actuaciones específicas que se realizaron en Asturias, y que protagonizó AFA, se desarrollan en el apartado siguiente de este capítulo con más detalle, para no descontextualizarlas de las celebraciones del Día Internacional de las Mujeres. Por su parte, el PSOE incluyó en su programa electoral de 1982 el derecho al aborto. En los comienzos de 1983 el Ministro de Sanidad informó de la intención de llevar al Parlamento una ley propia. En febrero, el gobierno remitió a las Cortes un proyecto de ley de despenalización, dentro de un conjunto de medidas para reformar el Código Penal. El texto no satisfizo las demandas de las feministas ni de los sectores más progresistas del país. A su vez, provocó la hilaridad de las fuerzas conservadoras incluida la Iglesia católica. En un contexto bastante crispado, entre las reivindicaciones feminitas y las manifestaciones a favor de la vida, el Congreso de los Diputados aprobó, el 298 299

Ver La Nueva España, 17-3-1982, p. 1. Ver La Nueva España, 26-3-1982, p. 32.

148


6 de octubre de 1983, la reforma del Código Penal, en su artículo 417 bis, en el sentido de la despenalización del aborto en tres supuestos: Eugenésico, si existen graves taras psíquicas o físicas en la criatura, ético, en caso de violación, y terapéutico, si es que peligra la vida de la madre. El grupo popular anunció la presentación de recurso ante el Tribunal Constitucional, cosa que hizo en diciembre de 1983300. En abril de 1985 se dictó una sentencia muy controvertida, puesto que el fallo tuvo que realizarse con el voto de calidad del Presidente.

El Tribunal planteaba la necesidad de procedimientos más

garantistas para los fetos sobre todo en el caso de los abortos terapéuticos y eugenésicos, más comprobaciones e informes que confirmasen los peligros que atañían a la vida de las madres y/o constatasen las dificultades, las posibles taras y sus repercusiones en la vida de las criaturas. En el caso de la violación, dado el tiempo que se requeriría para las averiguaciones policiales tras la denuncia, harían imposible cumplir los plazos de autorización de la interrupción, con lo cual en esta circunstancia no podían poner inconvenientes para su realización301. La respuesta del movimiento feminista ante la aprobación de la reforma del Código Penal, así como ante la sentencia del Tribunal Constitucional no se hicieron esperar. Se convocaron reuniones, se realizaron campañas y sobre todo en muchas partes del Estado se pasó a la acción y se establecieron clínicas que apostaron por la interrupción del embarazo. A ello se siguieron numerosos procesos en distintas Comunidades, que fueron seguidos y contestados por las mujeres. En la reunión de la Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas de los días 2 y 3 de octubre de 1983, y a la que asiste AFA, se da cuenta de los procesos emprendidos contra el Centro los “Naranjos” de Sevilla, contra grupos de Valencia, Valladolid y Madrid y los iniciados contra miles de mujeres. Se planteaba seguir en la lucha y difundir los Centros de aspiración en las Comunidades como una forma de lucha y no sólo de asistencia, de tal manera que no tendrían carácter lucrativo, sería necesario

300 301

Ver El País, 12-4-1985, p. 13 Ver El País, 12-4-1985, p. 12

149


realizar un número fijo a las semana, hacerlo en grupo y con plena conciencia de la interesada de que era un acto militante 302. En las Jornadas Feministas de 1985 en Barcelona se realizaron dos abortos para denunciar la ley despenalizadora y se filmaron en video. La prensa se hizo eco de este suceso y dedicó grandes titulares, de tal forma que las autoridades judiciales se vieron en la obligación de intervenir y así, desde los juzgados se requirió como prueba inculpatoria el video

303

. El mismo 7 de

noviembre de 1983, Teresa Meana y Paloma Uría, asistentes a estas jornadas, declaraban en La Nueva España que los abortos se <<hicieron como medio de

presión

al

gobierno>>

ante

la

insuficiencia

de

los

supuestos

despenalizadores. En mayo de 1986, las feministas asturianas hicieron lo propio, realizaron y filmaron un aborto a una mujer que llevaba ocho semanas de embarazo. Presentaron el video en un acto público el junio del mismo año y se hizo manifiesta la autoinculpación de al menos cien mujeres, a la vista de lo que se considera según la legislación un delito: <<(...) La legalidad vigente nos niega a las mujeres el derecho a decidir libremente sobre la maternidad. Nosotras, mujeres feministas, en nuestra lucha por conseguir el derecho al aborto público, gratuito, hemos decidido practicar abortos por el método Karman (aspiración en las ocho primeras semanas de embarazo) por ser el menos lesivo y el de menor coste>>304. La lucha continuó como vemos pasados los años, la continua actividad desde el principio llegó a cansar un poco a todas porque apareció en un momento que el movimiento feminista se estaba haciendo monotemático. Pero en 1986, el gobierno socialista aprueba un decreto mediante el cual se eliminaban parte de los obstáculos en el momento de realizar las valoraciones e informes de las personas técnicas, que, en definitiva, aprobaban la

302

AFA, [Acta de la reunión de la Coordinadora], [Madrid], 2-3 de octubre de 1983, documento mecanografiado, 5 pp. En AHUO, en archivo de AFA. El método Karman de aspiración se reconocía como uno de los procedimientos menos agresivo para las mujeres en las ocho primeras semanas de embarazo. Era la técnica que se utilizaba en estos Centros de aspiración. 303 Ver El País, 3-11-1985, p. 25, 4-11-1985, p. 29, 5-11-1985, (s/p). 304

Ver La Nueva España, 8-6-1986, en archivo de prensa de Gloria García.

150


realización del aborto, así como la posibilidad de que las prácticas abortivas pudieran ser realizadas en clínicas, aunque privadas, autorizadas para ello. De esta forma, la llamada a la iniciativa privada, facilitó la realización de abortos fuera de la red pública y las mujeres ya no tuvieron que ser perseguidas por actos ilegales cometidos. Poco a poco la reivindicación del aborto se fue amortiguando, pero el recuerdo y el rescoldo de la dura lucha aún queda en las conciencias de las feministas. 4.4. La celebración del Día Internacional de las Mujeres Desde comienzos del siglo XX, la celebración del Día Internacional de la Mujer o Día Internacional de las Mujeres 305 ha sido una fecha emblemática para recordar su problemática propia, para reivindicar sus derechos y para festejar los avances hacia una sociedad más justa. La celebración de este día lleva aparejada la justificación de su elección y resulta inevitable encontrarse con diferentes relatos, que se han transmitido en sucesivas generaciones, elevándolos a categoría de mitos. La excelente investigación de Ana Isabel Álvarez sobre sus orígenes nos ha permitido diferenciar la realidad de lo inventado 306. Concita un cierto interés el saber cómo las propias feministas y cómo los medios de comunicación explicaron en nuestro país, a finales de los años 70, la decisión sobre la adopción de este día que debía representar a las mujeres y sus derechos. En 1977, un acreditado diario nacional lo resumiría así: Un 8 de marzo de 1908, las trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York se declararon en huelga y ocuparon la factoría. El empresario y dueño de la misma cerró las puertas y decidió incendiarla con ellas dentro como toda solución al problema. Todas perecieron, eran 129. En 1910, el primer convenio internacional de Copenhague instituye esta fecha como Día Internacional 307. 305

Ambas denominaciones surgen sucesivamente. El Día Internacional de la Mujer será la propuesta del Partido Socialista Americano, cuya primera celebración se realizó en 1909, el Día Internacional de las Mujeres será la propuesta realizada en la II Conferencia celebrada en Copenhague en 1910. Utilizaré la denominación que propiamente se haga en cada caso, pero indudablemente el plural será la opción personal. En ocasiones se denominará Día Internacional de la Mujer Trabajadora. 306 ÁLVAREZ GONZÁLEZ, Ana Isabel (199): Los orígenes y celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945. Ed. KRK, Oviedo. 307 El País, 8-3-1977, p. 19. Obsérvese la imprecisión de primer convenio internacional (¿a cuál se refiere?) y cómo se tratan de unir en uno los dos orígenes del Día Internacional.

151


En la prensa regional se afirma que la fecha del 8 de marzo <<la instituyó la Internacional Socialista de Copenhague en 1910>> en recuerdo de <<las 120 trabajadoras de una empresa textil de Detroit, la “Cotton”, que en 1907, en huelga y en encierro en la fábrica por reivindicaciones laborales, perecieron abrasadas en un incendio provocado por la propia empresa>> 308. Hasta aquí pueden admitirse, con cierta permisividad, algunas imprecisiones históricas, dado que el enmarque de las crónicas no va precedido de una investigación rigurosa y se supone que los datos se irán tomando de otras referencias anteriores. Pero la narración del mito puede llegar incluso a descripciones tan insólitas como las recogidas en el periódico Región: el día 8 de marzo -no señala año- <<un grupo de feministas norteamericanas se encerraron en una fábrica para apoyar sus reivindicaciones, y el edificio ardió, pereciendo en el fuego varias de las voluntariamente enclaustradas>> 309. Se afirma en la crónica el haber usado como fuente de información a una de las asistentes a la primera celebración del Día Internacional en nuestra Comunidad, en marzo de 1977. El contenido de la misma, a la que inevitablemente haremos después alusión por sus comentarios imprecisos y tendenciosos, hace pensar que la fabulación propia del autor se basa en los datos que las mujeres feministas le hubieran dado. El más mínimo cotejo con los compañeros de profesión y con otras rotativas le habría dado al periodista una aproximación histórica más cercana a la realidad de los hechos. Victoria Sau en su Diccionario Ideológico Feminista afirma que el Día Internacional de la Mujer Trabajadora: <<Se considera una jornada de lucha feminista en todo el mundo en conmemoración del día 8 de marzo de 1908 en que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York llamada Cotton declararon una huelga de protesta por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica, El dueño entonces cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que estaban dentro. La revolución rusa (...) fue iniciada por las mujeres también el Día Internacional de la Mujer, pero en el año 308 309

La Nueva España, 8-3-1978, p. 7. Obsérvese que se cita la fecha de 1907 y no 1908. Región, 10-3-1977, p. 10.

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1917. Las obreras textiles de Petrogrado fueron a la huelga y llamaron a los compañeros varones para que las apoyaran>> 310. El programa del Día Internacional de la Mujer de marzo de 1978 311, avalado por AFA, AUPEPM, Conceyu Asturiano de la Muyer, Mujeres Libres y 25 organizaciones más pertenecientes a partidos políticos y sindicatos se iniciaba así: <<El 8 de Marzo de 1907, en Detroit (EEUU), morían abrasadas 120 mujeres, obreras del textil, durante un incendio producido en la fábrica donde se hallaban encerradas por la patronal mientras se encontraban en huelga por su reivindicaciones laborales. Desde entonces, las mujeres de todo el mundo tratan de convertir el 8 de Marzo en una jornada de lucha que suponga un paso adelante en el largo camino hacia su liberación>>. Con el paso del tiempo y tras sucesivas celebraciones, donde inexorablemente se fueron repitiendo las verdades a medias, en marzo de 1996, el periódico El Mundo suscribe una crónica cuyo título es significativo por sí mismo: <<Aquel 8 de marzo...que nunca existió>>312, que echaba por tierra el relato que se había afianzado respecto a éste día de 1908 en el que habían parecido quemadas un nutrido número de mujeres trabajadoras que reivindicaban sus derechos. Nos alegramos de que Ana Isabel Álvarez haya puesto ciertas precisiones ante el cúmulo de informaciones contradictorias. Estamos ahora en condiciones de afirmar cómo sucedieron los hechos y el motivo de la celebración. El 25 de marzo de 1911 aconteció un incendio en la fábrica The Triangle Shirtwaist Company, situada en la ciudad de Nueva York en los tres últimos pisos de un edificio llamado Asch Building. Éste, al igual que otros muchos otros de la ciudad, no tenía las condiciones legales y necesarias contra incendios y seguridad. Por si fuera poco, en los últimos pisos las trabajadoras y los trabajadores se hacinaban en tal número que, en caso de peligro para sus 310

Victoria Sau cita sus fuentes de información sólo en lo referente a la celebración rusa, que señaló el comienzo del fin de zarismo, y que no es otra que la obra de Trotski, Escritos sobre la cuestión femenina. 311 AFA et al., Día Internacional de la Mujer. 8 de Marzo de 1978, Oviedo, 1978, folleto de 21,5 cm. por 31 cm., en AHUO, en archivo de AFA. 312 Ver Ana Isabel Álvarez, op. cit., p. 19. La crónica de El Mundo aparece en la página 53 y la firma es de Irene Lozano.

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vidas, existían serias dificultades de evacuación. Además, el empresario, temeroso por los robos que podían acontecer, había cerrado algunas de las puertas de acceso y salida para evitarlos. El lugar era una ratonera. Lo que sucedió fue lo inevitable ante las condiciones descritas. Declarado el incendio, la rapidez de su propagación -todo era material fácilmente combustible- y las dificultades para evacuarlo propiciaron el hecho de que 123 mujeres perecieran junto a 13 hombres. Siete cadáveres no pudieron ser identificados 313. He aquí el incendio. Las condiciones en las que trabajaban las mujeres del sector textil de la ciudad de Nueva York había llevado a una serie de reivindicaciones en demanda de mejores salarios, duración de la jornada laboral, salubridad y seguridad en el lugar de trabajo y reconocimiento de los derechos sindicales. Fue precisamente en la Triangle en donde se inició un paro, por estos motivos, el 27 de septiembre de 1909. La huelga fue propiciada fundamentalmente por las mujeres, muchas de ellas fueron insultadas y vejadas por varones contratados a sueldo por los empresarios y, en muchos casos, fueron encarceladas. Finalizó el 15 de febrero de 1910. Los acuerdos fueron desiguales, algunas empresas no aceptaron los acuerdos; una de ellas fue la Triangle. Un año después se declaró el incendio 314. Así pues, huelgas e incendio, como hechos sucesivos, confluyeron en un episodio narrado conjuntamente durante años. La decisión sobre el Día fue adoptada dentro del ámbito de los partidos socialistas de un lado y otro del Atlántico. El partido socialista americano acordó designar y celebrar el Woman´s Day el último domingo del mes de febrero de 1909315. Recomendó, a su vez en 1910, llevar esta propuesta al II Congreso de Mujeres Socialistas de Copenhague. Fue precisamente en este Congreso, celebrado en 1910, cuando Clara Zetkin presentó la iniciativa de organizar este Día. En ambas intenciones, la americana y la europea, se incluía

313

Ana Isabel Álvarez, op. cit., pp. 37, 44, 45 y 51. La industria era textil. Fue el cigarrillo de un trabajador el que inició el fuego. La mayoría de las mujeres que perecieron eran inmigrantes, italianas y procedentes de los países de Europa del Este. 314 En Ana Isabel Álvarez, op. cit., pp. 57-60. 315 Para seguir el contenido y algunos de los lugares en los que se celebró, ver ibid., pp. 158-164.

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como objetivo principal dedicar la fecha a la consecución del voto para las mujeres. Así pues, el Día nace unido al socialismo y a favor de la consecución del sufragismo. Cuando se hace necesario fijar la fecha de marzo, es decir el día 8, la historiadora Renée Côté se remite al hecho de que este mes ha sido paradigmático en cuanto a revoluciones se refiere (Revolución de 1848 o la Comuna de París)316. Finalmente, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Comunistas (1921) se acordó fijar el día 8 de marzo en recuerdo del inicio de la Revolución Rusa de 1917 (el 23 de febrero en el calendario ruso), en la que las mujeres de Petrogrado salieron a la calle ante la escasez de alimentos y la situación crítica que se estaba viviendo en la ciudad. Reivindicaron, entonces, la paz y la libertad y la huelga se generalizó arrastrando al resto de la población. En breve se constituyeron los soviets, las células operativas de la Revolución Rusa. En los países comunistas y en las organizaciones de mujeres comunistas de Occidente se tomó como referencia este día. En los años 70 se retoma desde aquí, con <<la ocasión de reafirmar a escala internacional la conciencia feminista de las mujeres, quedando un tanto desdibujada su original impronta comunista>>317. Siguiendo la tradición del día, ya hemos visto en páginas anteriores cómo en el año 1976 se celebró en Madrid el primer 8 de marzo bajo el lema principal del “Amnistía para los delitos específicos de la mujer”. A partir de 1977 se realizan en Asturias las primeras convocatorias unitarias y bajo los mismos lemas y objetivos. Analizaremos una primera fase que llega hasta 1980 que se ha denominado “las celebraciones unitarias”. Entre 1977 y 1980, AFA propició, en exclusiva con el resto de organizaciones feministas y con la colaboración de partidos de izquierdas y sindicatos, las celebraciones. Fue el motor de las convocatorias, organizó los actos y se encargó de conectar con todas las fuerzas sociales capaces de apoyar las reivindicaciones de las mujeres. Especial relevancia adquiere la celebración del primer ocho de marzo por las repercusiones que tuvo en la prensa regional, y

316 317

Ibid., p. 179. Ibid., p. 226.

155


por ello, se dedicará un especial interés a la respuesta mediática ante tal evento. Desde 1981 las “exigencias” feministas estaban consolidadas. Por ejemplo, el divorcio estaba siendo un hecho. A pesar de las discrepancias en el seno de la UCD entonces gobernante, se habían podido difundir ampliamente las reivindicaciones feministas y se habían incorporado, de una u otra forma, a los programas de los partidos la reivindicación de las separaciones matrimoniales. Por otro lado, la Constitución era un garante de la necesaria regulación jurídica de las separaciones matrimoniales Algunas militantes de los partidos de la izquierda y que tenían una sensibilidad feminista preferían luchar de puertas a dentro, aunque tuviesen como referencia a las otras compañeras feministas que en estaban organizaciones autónomas 318. Después de 1979, las coaliciones que se formaron en algunos Ayuntamientos permitieron no sólo la llegada de feministas a las corporaciones sino que comenzó a notarse la incidencia de sus propuestas por lo que comenzaron

a

surgir

iniciativas

y

acciones

para

celebrar

los

Días

Internacionales319. En 1981, después de la intentona golpista, salieron a la palestra

para

reivindicar

el

8

de

marzo

“organizaciones

feministas”

dependientes del PSOE como “Mujer y socialismo”. A partir de aquí, las celebraciones fueron compartidas, se sumaron esfuerzos y se convocaron con carácter unitario las manifestaciones y algunos actos puntuales, a las que fueron invitadas todas las mujeres de todos los signos políticos y sociales, pero ya no tendrá el carácter de exclusividad manifiesta como fueron las primera celebraciones organizadas en torno a AFA. Por todas estas particularidades este apartado tendrá dos partes diferenciadas, una la que comprende desde 1977 a 1980 y otra la que se inicia en 1981 y llega hasta 1983. Se describirán las distintas celebraciones 318

Entrevistas a Carmen Veiga, 14-1-2003 y Paz Fernández, 20-2-2003. Las elecciones de 3 de abril de 1979 fueron ganadas por UCD, el PSOE no mejoró sus expectativas respecto a las elecciones generales de marzo de 1979, pero el pacto postelectoral con el PCE permitió que en los Ayuntamientos de grandes ciudades gobernaran en coalición, en DÍAZ GIJÓN, José R; FERNÁNDEZ NAVARRETE, Donato, GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús; MARTÍNEZ LILLO, Pedro A., SOTO CARMONA, Álvaro (2001): Historia de la España Actual: 1939-2000. Autoritarismo y democracia. Ed. Marcial Pons, ediciones Jurídicas y Sociales, Madrid, 2ª edición, p. 153. 319

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atendiendo a las convocatorias, los lemas, los carteles ilustrativos, los folletos, las proclamas, las manifestaciones y cuantos actos y actividades dieron lugar. Como se ha señalado se dedicará una especial mención a las reacciones de la prensa regional del año 1977. Esta investigación que se interrumpe en 1983 debería continuarse. Muchas fueron las actividades que giraron en torno a las ochos de marzo sucesivos, contra las agresiones, a favor de la paz y contra el militarismo y la guerra, de nuevo el aborto, contra las discriminaciones y la pérdida del trabajo femenino y junto a ellas hubo un sinnúmero de actividades, no sólo en AFA sino en el resto de las organizaciones feministas asturianas. Apenas han comenzado a esbozarse en algunas investigaciones lo que podría ser una historia del feminismo asturiano contemporáneo 320 . Es una nueva llamada a que las mujeres nos impliquemos en redescubrir y sistematizar nuestra historia, darla a conocer y mostrarnos a nosotras mismas la valía de nuestras aportaciones. 4.4.1. Las celebraciones unitarias (1977-1980) La celebración del primer 8, que fue en realidad el 9 de marzo, no estuvo exenta de polémica en nuestra Comunidad 321. El diario Región, a cuya crónica se ha aludido a propósito de la fecha de la conmemoración, iniciaba el resumen de las actividades de Día con un titular y subtítulos sugerentes: <<Intolerable conmemoración del llamado Día Internacional de la Mujer>>, <<Cuatro organizaciones autocalificadas como “feministas” piden entre otras cosas, el amor libre>>, <<Y para terminar la “fiesta” manifestación callejera, con desbandada final, al llegar la fuerza pública>>.

320

Me refiero a algunas investigaciones que se realizaron en el Doctorado de Estudios de la Mujer de esta Universidad como la de Beatriz Álvarez Morán, “El movimiento feminista en Asturias a fines del siglo XX. El caso de Gijón”, Trabajo de Investigación de Doctorado, Oviedo, septiembre de 2000, o el trabajo Delia Rodríguez Miranda, “Algunos apuntes y testimonios sobre la historia del movimiento asociativo de mujeres de Gijón 1975-2000” una investigación financiada por el Ayuntamiento de Gijón, junio de 2002. 321 En realidad tuvo que celebrarse el día 9. El mismo día 8 Santiago Carrillo llegaba a Asturias por primera vez desde la muerte de Franco. Tuvo un encuentro con militantes y simpatizantes de la Facultad de Derecho en Oviedo y por ello se aplazó la celebración, ver la reseña de su visita en La Nueva España 8-3-1977, p. 18, y 9-3-1977, p. 7. Ver también Región, 10-3-1977, p. 10.

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El patio central de la entonces Facultad de Derecho, hoy edificio histórico de la Universidad, constituyó el recinto que acogió la conmemoración de primer 8 de marzo. Los actos comenzaron por la mañana, se habían instalado tenderetes con información de las cinco organizaciones convocantes: AFA, Colectivo Feminista, AUPEPM, MDM y Mujeres Libres, todas las existentes en aquel momento en nuestra Comunidad. Había carteles informativos sobre mujer y legislación, medios de comunicación, trabajo, educación, sexualidad, las amas de casa o agresiones que sufren las mujeres. Se instalaron además tres stands. En uno se recogían firmas para exigir la abolición de las leyes discriminatorias para las mujeres y en otro se repartían folletos, AFA repartió uno sobre legislación y otro sobre las agresiones 322 y AUPEPM, sobre la mujer en la ley. Esta asociación aportó un cartel significativo y alusivo incorporando uno de lemas más significativos del feminismo de los 70, “”Sexualidad no es maternidad. Derecho a nuestro propio cuerpo”. A la izquierda de esta consigna figuraba una silueta de mujer, desnuda y con expresión efectiva del sentimiento de liberación de ella misma y de su cuerpo323. En el tercer stand, las mujeres del MDM/MLM324 repartieron manifiestos sobre su organización. Se vendieron pegatinas y se ofrecía una muestra de las primeras publicaciones específicas sobre las discriminaciones y los derechos de las mujeres. AFA repartió asimismo un folleto en el que se recogían los objetivos de Día Internacional: <<Las mujeres de la Asociación Feminista de Asturias (AFA) queremos que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer sirva: No sólo para difundir la problemática de la mujer trabajadora, entendiendo como tal a la asalariada como al ama de casa. Sino también para demostrar en la práctica que son las mujeres las únicas que pueden conseguir mediante su presión que el resto de la población tome conciencia, apoye y defienda sus reivindicaciones.(...) 322

AFA, Mujer !!!, [Oviedo], [ 9 marzo de 1977], folleto (2 pp.), 20,5 cm. por 14,5 cm., en archivo personal de Begoña Sánchez. 323 AUPEPM, Mujer y sexualidad, Mujer y Legislación, [Oviedo], [9 de marzo de 1977], 2 fotografías, blanco y negro, 7,5 cm. por 10 cm., en archivo personal de Begoña Sánchez. 324 La organización MDM del Valle del Nalón había enviado también un escrito a la prensa en defensa de las reivindicaciones de las mujeres, ver La Voz de Asturias, 8-3-1977, p. 21.

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Es nuestra sexualidad la que se ignora, convirtiéndonos en simples máquinas productoras de hijos (...) A nosotras la ley nos considera menores, necesitadas de un tutor (padre o marido) y nos castiga encarcelándonos por ejercer nuestros derechos, como el caso del aborto(...)>>325. A ello se sigue un alegato a favor de que las mujeres puedan expresar sus reivindicaciones y lo que implica ser feminista: <<(...) Es preciso incorporarse a la lucha por una sociedad más justa, en la que no sólo desaparezca la opresión de clase sobre clase, sino también la opresión de un sexo por el otro. Ser feminista significa luchar por romper el aislamiento de la mujer encerrada entre las cuatro paredes de su casa las 24 horas del día (...) Por ello, debemos de empezar a organizarnos allí donde estamos, luchando por imponer este derecho, el derecho que tienen todas las mujeres a organizarse autónomamente dentro de sus trabajos, sindicatos, partidos, asociaciones, etc, para discutir los problemas específicos, plantear alternativas y hacer oír por fin un grito ahogado, silenciado por tantos siglos de opresión, el grito de las mujeres unidas en la lucha por su liberación>>326. Algunos partidos políticos contribuyeron con sus pancartas que colocaron en las ventanas del piso superior y que son visibles en las fotografías del citado diario Región. La del MCA decía: <<La lucha de la mujer es la causa de todos los revolucionarios, ¡Apoyémosla!>> Y la de la LCR aludía a que <<No hay liberación de la mujer sin socialismo. No hay socialismo sin liberación de la Mujer>>. Pero había otra más perteneciente al PCE con el lema <<Amnistía para los delitos que discriminan a la mujer>>, así como un mural bajo el título <<No hay revolución sin liberación de la mujer>> con la firma de las juventudes de la LCR327.

325

AFA, 8 de marzo. Día Internacional de la Mujer, Oviedo, [ 9 de marzo de 1977], folleto, 21,5 cm. Por 30,5 cm., en AHUO, en archivo de AFA. 326 “Mujeres unidas en la lucha por su liberación” era el lema de este primer ocho de marzo. 327 PCE, MCA, LCR, Pancartas sobre amnistía, lucha de la mujer y liberación de la mujer, [Oviedo], [9 de marzo de 1977], 4 fotografías, blanco y negro 7,5 cm. por 10 cm., en archivo personal de Begoña Sánchez.

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Al mediodía se leyó un comunicado sobre la situación legal de las mujeres en España: “Mujer y legislación”. A continuación se realizó una manifestación presidida por una pancarta que decía: <<Amnistía para los delitos que discriminan a la mujer (adulterio, aborto...)>>. Las consignas que se vociferaron fueron: <<No a la discriminación, igualdad ante la ley, Amnistía para la mujer, No a la discriminación, delito de adulterio abolición, y Mujer, únete>>. Desde el recinto de la Universidad las mujeres se dirigieron por la calle San Francisco a la plaza Porlier, Jovellanos y en la calle Mendizábal <<la manifestación se disolvió ante la presencia de la fuerza pública>> 328. La jornada pues transcurrió con las garantías de dejar constancia de las reivindicaciones, y finalizó en el momento en el que la ilegalidad de la propia manifestación aconsejaba una retirada a tiempo. La fiesta final consistió en una comida de todas las feministas en un lugar cercano al propio recinto de la Universidad. Por las versiones de la prensa, algunos de cuyos titulares se han avanzado, parecía que se había iniciado una revolución en la ciudad de Oviedo. Lo que había acontecido en el patio de la Universidad, en presencia de la estatua del inquisidor Valdés Salas, era digno de total desaprobación. No todos los diarios se condujeron por igual. La Voz de Asturias dio una versión descriptiva de los hechos sin entrar en valoraciones de ningún tipo, cuestión que fue objeto de agradecimiento por parte de las feministas: <<(...) Queremos manifestar nuestra satisfacción al comprobar, tras un análisis comparativo con el resto de los artículos publicados (...) en la prensa regional, la objetividad con que fueron relatados los hechos por La Voz de Asturias. El motivo de esta nota es agradecer al periodista autor de la información el hecho de que trate al feminismo con la misma seriedad con que trataría otros temas, sin verter opiniones personales, insultantes y tergiversadoras de los hechos, haciendo primero el rigor informativo sobre su opinión personal>>329.

328

Ver La Voz de Asturias, 10-3-77, p. 9. AFA, Carta a La Voz de Asturias, [Oviedo], [marzo de 1977], documento mecanografíado (1 p.), en archivo personal de Begoña Sánchez. 329

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Y es que el mismo día 8 de marzo, el diario La Nueva España inicia una especie de campaña de acoso y derribo de las feministas de nuestra Comunidad. Ese día, llamado a ser él de la celebración, aparece en primera página una sección llamada “Minitema” y suscrita por Rioja cuyo título es “Feministas”. <<Las mujeres van a mandar más>> se señala por todo inicio del artículo. Una alusión genérica en la que se sigue incidiendo sobre el tema y alguna anécdota en la que se reflejaba hasta dónde podían mandar las mujeres y oprimir con su actitud a los varones 330. A continuación se mezclan un conjunto se situaciones y personas que van, desde un episodio que aconteció en Oviedo, en la calle, el día 21 de febrero de 1977 entre las feministas y un varón que agredió a una de ellas331, hasta algunas citas y comentarios sobre “La velada de Benicarló” de Manuel Azaña a propósito de la necesidad de la liberación de las mujeres:

<<cuando los sentimientos o las preferencias

políticas de marido y mujer difieren, la paz del hogar se funda en la transigencia del marido por muy alto que lleve el cogote calderoniano>>. Esta incongruencia manifiesta, según el autor del artículo, era el reflejo de lo que pasaba entonces: <<Las mujeres españolas son ahora desenvueltas y libertarias, agresivas y reivindicativas de que su Gobierno en la sombra sea un puesto al son, en vez de influir efectivamente en la oposición>>. Este artículo generó la respuesta individual por parte de Begoña Sánchez332, integrante de AFA y que fue la agredida en la calle Fray Ceferino, y se publicó en La Nueva España el día 24 de marzo con el título “Feministas versus Rioja”. Los sucesos del día 21 de febrero merecían una respuesta a partir del artículo que el mismo periódico había publicado el día 22 del citado 330

Se refiere el periodista a un artículo del periódico del ABC del 6-3-77, en el que se narraba cómo una secretaria de primer ministro británico Wilson llegó a la Cámara de los Lores. 331 El día 21 de febrero de 1977 cuando un grupo de mujeres de AFA se encontraba en la calle Fray Ceferino esperando para celebrar una reunión, un varón se dirigió a una de ellas con total falta de respeto y ello generó una contestación por parte de la futura agredida. Posteriormente se abalanzó sobre ella y le causó cierta agresiones. El resto de las mujeres acudieron en su ayuda, y por fin, el varón fue confinado y denunciado a la policía. La crónica de La Nueva España del 22 de febrero de 1977 narra los hechos en primera página (“Las feministas detienen a un hombre. Y denuncian que las señoras no son propiedad de los caballeros”) y se significaba cómo se había formado un “ejército” de mujeres. En el mismo artículo se recoge cómo algunas de las personas que por allí pasaban en el momento de los hechos comentaron: “Creíamos que era su marido” 332 Begoña Sánchez, Carta dirigida al Sr. Rioja y al diario La Nueva España, Oviedo, 19-3-1977, documento mecanografiado (2 pp.), en archivo personal de Begoña Sánchez. Este escrito fue publicado en La Nueva España el 24-3-77, p.2.

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mes. Y puesto que se dirigían innumerables faltas de respeto hacia las mujeres, en el escrito se refutabann las opiniones del periodista y se concluía: <<En cuanto a que somos “desenvueltas, libertarias, agresivas y reivindicativas”, no me parecen las palabras más adecuadas para describir a las feministas, como no me parecerían tampoco para describir a la vanguardia del movimiento obrero. (...) Pese a todo, lo que nunca más vamos a ser, es la víctima expiatoria del honor masculino, que nosotras en absoluto nos hemos inventado, pero que sí queremos abolir (...) No están los tiempos para cargar con pesos ajenos, y el honor y la honra es un peso que el machismo nos ha colgado para que nos cueste más trabajo abandonar esa retaguardia en que las mujeres somos tan expertas, para que nos desanimemos a cambiar de posición, para que aunque sin cadenas exteriores, el esfuerzo sea tan grande que no merezca la pena>>. El día 10 de marzo de 1977 hay en La Nueva España, de nuevo, dos artículos de opinión. “Un respeto” y “La cigüa y las mujeres” dedican sendos elogios a la celebración del Día Internacional y una instantánea en primera página. Una foto en la que un señor con boina y paraguas -un paisano- asiste como espectador, mientras pasa la manifestación de las feministas, y en cuyo pie se dice, entre otras cosas: <<(...) Este buen señor debe estar soñando todavía con las cosas que oyó y leyó. Por lo pronto pensaría que en este país no debe haber hombres –dados los insólitos lemas que las féminas contestatarias coreaban-, a pesar de la presencia de los barbudos anticonvencionales que parecían escoltar la manifestación (...) El bello sexo, con perdón, pedía ayer, del brazo y por la calle tantas cosas que, seguro, sorprenderían a alguno más que a este estupefacto paisano de la izquierda>>. “Un respeto” es uno de los artículos más recordados por las feministas entrevistadas, por la expresión tan insólita que se les atribuye, que corearon en la manifestación, <<¡fuera bragas!>>:

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<<Para el espectador la manifestación era de universitarios como prolongación de una asamblea celebrada en la propia Universidad 333, y el espectador menos preparado que oyó decir a algunas chicas gritar ¡fuera bragas! Puede abrigar serias dudas sobre los términos en que debe desarrollarse el matrimonio sociedad-Universidad, no vaya a ser que el presupuesto se nos vaya en anticonceptivos “libres y gratuitos a cargo de la colectividad”>>334. “La cigüa y las mujeres” era un alegato contra la manifestación feminista del 9 de marzo y, sobre todo, cargaba las tintas contra la organización de Mujeres Libres. Además, utilizaba un símil, el de la cigüa como identificativo de la mala suerte, de tal manera que es fácil deducir cuál era el sentido que se quería dar a la libre expresión de las mujeres en la calle. La crítica descalifica a las mujeres feministas que habían repartido un folleto en el que se manifestaba que uno de los fines de la <<Organización Libertaria Mujeres Libres>> era el <<amor libre>> junto con <<la liquidación de todas las discriminaciones sociales por razón de sexo>>. Efectivamente, entre la propaganda y los folletos repartidos en el Día Internacional figuraba un pequeño manifiesto de Mujeres Libres en el que se decía que para conseguir los fines antes citados, al menos debían cumplirse cuatro requisitos: <<1º La incorporación igualitaria de las mujeres al proceso productivo para conseguir la emancipación económica, integrándose en la lucha de clases 2º La colectivización de las tareas domésticas y del cuidado de los niños. 3º La destrucción del Estado que lleva consigo: a/

(la) desaparición del matrimonio y de la familia como

institución.

333

De hecho, una asamblea de estudiantes había retrasado la lectura del comunicado “Mujer y legislación”. Las feministas, respetuosas con el desarrollo de la vida universitaria, esperaron hasta las 12,30 para leer su texto y así no interferir en otras actividades. 334 El mismo autor vuelve a aludir con expresión encubierta el día 13-3-77 en un artículo “Semana Blanca” en La Nueva España: “una manifestación que produjo estupor y que podría ser el origen de constipados para las más radicales, si cumplen sus aspiraciones de quedar desprovistas de algunas prendas con la misma facilidad que pretenden prescindir de todas las instituciones”.

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b/ aborto y anticonceptivos libres y gratuitos a cargo de la colectividad c/ eliminación de toda moral represiva en materia sexual 4º La desaparición de todas las organizaciones específicamente masculinas o femeninas (...) ¡¡¡PAZ A LOS HOMBRES, GUERRA A LAS INSTITUCIONES!!!>>335. Todas estas reivindicaciones fueron puestas en ridículo con unas expresiones fáciles y llamadas a lugares comunes, lejos de una argumentación razonable: <<Esa manifestación de mujeres, en realidad, era cosa nuestra, de los hombres. Las hembras en la calle nos avisaban a los machos del futuro, de modo especial a los más jóvenes...¡La que nos espera! (...) El mejor día nos comen la tostada (...) Por lo demás, bien. Algunas anarquistas monísimas...que todo hay que decirlo. Con una anarquista así cualquiera>>336. Tantas voces masculinas debieron parecer un tanto extrañas en este conjunto de opiniones adversas hacia las mujeres feministas, de tal manera que el día 15 de marzo y en “Tribuna Abierta” de La Nueva España se dirige una “Carta a las feminista”. Con un estilo nacionalcatólico, que recuerda un sermón dirigido a unas descarriadas del camino correcto, y en un lenguaje paternalista, como alusión a los seriales radiofónicos de Elena Francis 337, la autora se identifica como madre de ocho hijos y realizada en su papel de madre y esposa -aunque esté a su servicio, no se siente esclavizada-. Sus convicciones religiosas le impedían estar a favor de divorcio y de aborto, y entiendía a las madres solteras -sus cinco hijas tendrán todo su apoyo-. La esencia de la cuestión está en no dejarse manipular: <<y si queréis ser 335

Mujeres Libres, Manifiesto de la Organización Libertaria Mujeres Libres, Asturias, noviembre de 1976, documento mecanografiado (1 p.), en AHUO,en archivo de AFA. Fue entregado en la jornada del 9-3-77. En el archivo de AFA del AHUO se conserva no sólo este documento sino otro digno de análisis donde se especifican los objetivos y principios de la lucha de Mujeres Libres y están suscrito por la Agrupación de Mujeres Libres de Gijón. 336 En La Nueva España, 10-3-1977, p. 8. 337 En el diario El País del 25-20-82 se recoge una reseña del libro de Gerard Imbert, Elena Francis, un consultorio para la transición, de editorial Península. El autor plantea que el consultorio de Elena Francis representó en plena transición la prevalencia de un discurso nacionalcatólico y conservador, de defensa de los valores tradicionales sobre el papel de la mujer. La investigación está hecha sobre el discurso de media hora diaria de programa entre noviembre de 1977 y mayo de 1980.

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madres, sedlo con todas las consecuencias. Buscad un compañero digno, que os respete (...) y decidle al padre que os acompañe en la tarea, porque vosotras solas no podéis hacer nada, os lo aseguro>>. En la defensa de la vida, aludía a que la necesidad nunca puede hacernos abandonar la idea de renunciar a un hijo, puesto que “dios proveerá”. El final de la carta decía mucho del mensaje que se quería transmitir: <<Esta lucha, a la que os impulsa vuestra energía, vuestra entrega juvenil, no la dilapidéis. Nos hace falta a todos que nos inyectéis con vuestro entusiasmo, pero, ¡cuidado!, no os dejéis confundir y en lo recóndito de vuestras conciencias, de vuestro pensamiento, esa tarde en que estáis solas (...) meditad sobre esto que os he dicho. Os invito a ello>>338. El diario El Comercio de Gijón no quedó exento de las críticas a las feministas cuando afirmaba que: <<(...) La verdad es que lo pasaron “bomba” como algunos hombres (...) Se pasearon por las calles de la ciudad, portando una serie de pancartas, al mismo tiempo que repartían unos folletines en los que justificaban su injustificable postura. Y digo esto porque,

no estoy

dispuesto a conceder toda esa serie de libertades a mi mujer, aún a riesgo de que se me tilde de fascista o de machismo acérrimo. ¡Pero sólo me faltaba tener que hacerme yo los guisos!>>339. El artículo de Región (“Intolerable conmemoración...”)

y los de La

Nueva España (“Un paisano descubre las feministas”, “La mujer y la cigüa” y “Un respeto”) tuvieron respuesta por parte de las organizadoras de la jornada. Hay una carta que se dirigió a los diarios y que nunca se publicó, en la que se pretenden describir las actividades que se realizaron en el día 9 de marzo 340. En el preámbulo se citaba, respecto a las opiniones vertidas por Región,: <<En ningún momento consideramos el artículo aparecido como una crítica al feminismo desde planteamientos serios, único tipo de discusión en el que 338

La Nueva España, 15-3-1977, p. 2. El Comercio, 10-3-77, última página. 340 AFA y AUPEPM, Cartas a Región y La Nueva España, [Oviedo], [marzo de 1977], documento mecanografiado (2 pp.), en archivo personal de Begoña Sánchez. La carta está firmada por Begoña Sánchez. 339

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estamos dispuestas a entrar>>, pero que estaban preocupadas por la <<imagen distorsionada, falsa, tópica y folklórica del feminismo de las feministas>>. Ello repercutía negativamente en todas las mujeres, pues informaciones tergiversadas como ésta desinformaban e incrementaban el desconocimiento sobre la discriminación de las mujeres y sus causas. Después de describir todas las actividades que se realizaron, pasaban a rebatir los escritos del diario La Nueva España en alguno de sus contenidos: <<Es significativo que las críticas al feminismo y a las feministas se vean siempre mezcladas con alusiones sexuales. Avello en su artículo “La cigüa y las mujeres”, finaliza: “Algunas anarquistas monísimas, que todo hay que decirlo. Con anarquistas así, cualquiera”>>. Ante la expresión de ¡fuera bragas! ( La Nueva España, 10-3-77, “Un respeto”), atribuida a las feministas y los comentarios del autor sobre la manifestación, cuando afirmaba que<< produjo estupor y que podría ser el origen de constipados, para las más radicales, si cumplen las aspiraciones de quedar desprovistas de algunas prendas con la misma facilidad con que pretenden prescindir de todas las instituciones>> ( La Nueva España, 13-3-77, “Semana Blanca”), hacían suya la respuesta de las compañeras del Colectivo Feminista de Barcelona, ante críticas semejantes: <<Las mujeres somos personas y no órganos genitales que se desplazan (...), debe hacer objeciones más justas e imaginativas, cuando además luchamos por un cambio de estructuras de tipo social, legislativo, laboral, educativo (...) Reivindicamos el derecho a emplear nuestro potencial humano en la construcción de una sociedad en la que toda la humanidad sea parte activa y porque esta sociedad implique relaciones libre entre libres individuos a todos los niveles>>. Pero en esta carta no se incluían respuestas a los insultos más degradantes para las feministas y su movimiento. Veamos las palabras de Región: <<(El) Día Internacional de la Mujer que ha tenido por escenario principal nada menos que el patio de la sede de la Universidad de

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Oviedo, convertido en un estercolero de todo género de miserias morales, sin que nadie, al parecer, pueda o quiera evitarlo (...). Porque, aparte del asco que nos produce la actitud amoral de todas las participantes de la jornada (...) está la malévola interpretación final, que es la desintegración de la familia, y, con ella, la degradación de toda la civilización occidental en España. (...). Una colección de hembras frustradas, quizás porque no han logrado que nadie se fije en ellas por honestos procedimientos (...). Esto es, ni más ni menos, el comienzo del reino de caos, (...) la grotesca y triste mascarada>>.341 Las opiniones anteriores vertidas por este diario y las ahora citadas concitaron una nueva respuesta específica por parte de AFA y AUPEPM que, al igual que la anterior, no fue publicada 342. En la primera parte del escrito, se trataba de puntualizar algunas imprecisiones citadas en la crónica, así como apuntar consideraciones pertinentes sobre los conceptos de feminismo y feministas y describir los contenidos de los folletos e informaciones que se facilitaron en la jornada. En la segunda parte, aparece la valoración que les merece el objetivo último de la crónica y es una de las partes más significativas: <<Con sus insultos, señor periodista, no ha hecho más que evidenciar lo que las mujeres tratábamos de hacer público el pasado miércoles: el desprecio absoluto hacia quieres se niegan a seguir siendo seres humanos de la más ínfima categoría, Nosotras (...) hemos convertido en un “estercolero” la Universidad de Oviedo por reunirnos en este centro difusor de la cultura para exigir un derecho de la mujer a colaborar en la creación de un cultura nueva a la que no le falten la mitad de sus componentes. Nosotras producimos “asco” (...) “una colección de hembras frustradas” (...) Nosotras somos acusadas de una actitud “amoral” por exigir el derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo. 341

En Región, 10-3-1977, p. 10. AFA y AUPEPM, Carta a Región, [Oviedo], [marzo de 1977], documento mecanografiado (3 pp.), en archivo personal de Begoña Sánchez. La carta está firmada por Begoña Sánchez. 342

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Nosotras estamos de pantalla para ocultar la “malévola intención final, que es la desintegración de la familia” porque exigimos el derecho de la mujer a compartir la patria potestad sobre sus hijos, porque pedimos ser las administradoras de nuestros propios cuerpos, porque exigimos el derecho al divorcio que deja de obligar a dos seres humanos a soportarse durante toda la vida, porque queremos que el adulterio deje de existir como delito desde el momento en que las relaciones entre personas solo les competen a las interesadas, y por pedir, finalmente, una amnistía que saque de las cárceles a todas las mujeres que cumplen prisión por unos delitos que no existirían, si las propias leyes no estableciesen discriminación alguna por razón de sexos. (...). Somos “autoridades feministas” porque hemos nacido mujeres y llevamos una gran ventaja: la de sentir nacer desde dentro el derecho de ser libres>>343. Pero ese derecho a ser libres es interpretado como la necesidad de igualarse al varón. Este es el argumento de “¿Feministas o masculinistas?”344, uno de los últimos artículos que la prensa hizo llegar a la opinión pública en el mes de marzo de 1977 345. No es posible que ambos sexos sean iguales, les separan razones biológicas, fisiológicas, psicológicas y hasta ecológicas, pero este conjunto alude a otras ancentrales, consuetudinarias y de una tradición que no debe ser traicionada, por ello, <<el adulterio es (...) más deteriorante para la pareja cuando la mujer es culpable>>. Lo de menos sería la norma legal. De igual forma son reductibles el resto de las reivindicaciones de las mujeres, sobre todo si se hacen con algaradas. Basta el ejemplo de la Sección Femenina

para

darse

cuenta

de

cómo

<<estuvo

pacientemente,

concienzudamente, preparando mujeres para este momento además de, sin alharacas, recoger el rico legado de nuestras tradicionales y de nuestro folklore>>. Como hemos visto el mes de marzo de 1977, además de señalar el inicio de los contactos formales de la candidatura Unidad Regionalista con 343

AFA y AUPEPM, Carta a Región, ver nota anterior. De ahí el argumento, reductible al absurdo, cual es que no tendrían que llamarse feministas sino masculinistas 345 La Nueva España, 29-3-77, p. 2. 344

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AFA, no estuvo exento de las polémicas con los medios de comunicación. Al decir de muchas feministas, no podían imaginar que podía ser tan importante su lucha, a tenor de la iracunda respuesta. Ello hizo que algunas se afirmaran en la necesidad de seguir luchando por sus principios porque si se generaba esta oposición mediática, no cabía duda de que quedaba un largo camino por recorrer346. El 8 de marzo de 1978 se convocó bajo el lema de “Mujer y Trabajo” y “Por un puesto de trabajo sin discriminación” y con una verdadera unión de todas las fuerzas feministas, políticas y sindicales de izquierdas de la Comunidad, que suscribieron el comunicado conjunto de la jornada. En este sentido, fue una celebración única y que se desarrolló bajo las mismas consignas en Oviedo, Gijón, Avilés, Langreo y Mieres 347. En el folleto de la convocatoria se describe la situación de la mujer en el trabajo y la situación del ama de casa348. En cada una de las circunstancias existía una problemática específica. Las exigencias se refieren a la <<abolición de toda legislación laboral discriminatoria incluyendo las leyes proteccionistas>> y de medidas como la dote349, la exclusión de la mujer de los trabajos insalubres y penosos que pueden afectar a la maternidad. Realizaron una denuncia expresa contra las empresas que aprovechando la baja maternal suspendían el contrato a las mujeres. Reivindicaban, por tanto, después del parto: <<(...)Permisos optativos que pueden tomar tanto el hombre como la mujer (...), hasta los cuarenta días, tiempo mínimo con el que aceptan a los niños en las guarderías. Esto haría que la empresa al contratar un obrero sepa que puede faltar al trabajo cuarenta días en el caso de tener un hijo. No hay leyes

346

Entrevista con Margarita Riera, 25-10-2002. Ver para el caso de Mieres, La Voz de Asturias, 9-3-1978, p. 15, como ejemplo de unidad. 348 AFA et al., Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, [Oviedo], [1978], folleto, 21,5 cm. por 31 cm., en AHUO en archivo de AFA. 349 Mediante la dote, o aportación salarial extraordinaria para las mujeres hasta un máximo de seis años, se pretendía que éstas abandonaran su trabajo al casarse. Era el reducto de la legislación franquista. España no conocerá un Estatuto de los Trabajadores, que ponga fin a las discriminaciones por sexo hasta el año 1980. 347

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biológicas que impidan a un hombre dar biberones, cambiar pañales o atender a un recién nacido>>350. La Seguridad Social discriminaba a las mujeres. No podían generar pensión de viudedad, ni percibir incentivos por tener hijas e hijos, <<mientras los hombres perciben un plus si su mujer no trabaja fuera de casa>>. En tiempos de crisis las mujeres eran las más afectadas pues no se las contrataba, por ello: <<(...) Exigimos: Contra el paro femenino: derecho a un puesto de trabajo en igualdad de condiciones con el hombre (...) (una) Formación profesional en igualdad de condiciones con el hombre y el derecho práctico a igual trabajo e igual salario>>351. El trabajo doméstico nunca era tenido en cuenta, pasaba desapercibido, pero a ello se dedicaban en exclusiva nueve millones de mujeres, <<una profesión no reconocida, sin sueldo, sin horario, sin domingos, sin vacaciones>>. Por ello se hacía necesario reivindicar el reparto de las tareas en el hogar y la creación de más servicios comunitarios. La convocatoria unitaria la encabezaba AFA, pero contaba con el apoyo de 29 organizaciones más, unas específicas de mujeres como AUPEPM, Mujeres Libres y Conceyu Asturianu de la Muyer 352 y todo el especto de partidos políticos desde el PSOE y PSPA hasta PCE, LCR, MCA, OCE (BR) y PTE, entre otros, así como los principales sindicatos, CCOO, UGT y USO, como se ha señalado. Una convocatoria con tan amplio espectro de fuerzas sociales, políticas y sindicales en torno a una declaración y unas exigencias tan específicas no volverá a producirse en los siguientes ochos de marzo estudiados. Fue quizás esta conjunción orquestada lo que disuadió a la prensa y a los medios de comunicación a no emprender de nuevo otra cruzada contra las mujeres feministas, dado el amplio apoyo político. El derecho al trabajo y la necesidad de compartir las tareas cotidianas no suscitaron ninguna polémica. 350

En AFA et al., Día Internacional de la Mujer, ya citado en nota 311. En AFA et al,, Día Internacional de la Mujer, ya citado en nota 311. 352 El Conceyu Asturianu de la Muyer fue una asociación efímera que surgió a iniciativa del PTE, el 10 marzo de 1978, organizó una charla en la Sociedad Cultural Gijonesa de Gijón y escribieron en Tribuna Libre un artículo sobre el Día Internacional, ver El Comercio 10 y 11-3-1978, pp. 18 y 11. 351

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Los diarios se limitaron a señalar la celebración del día y las actividades que se realizarían, pero no emitieron juicios de valor 353. No obstante, comenzaron a surgir, en el mes de marzo, crónicas, columnas y tribunas de opinión en las que se ponía en cuestión el divorcio y el aborto. Estos temas que había suscitado el feminismo, cubrirán en los marzos de los años siguientes suficientes páginas como para poder realizar un estudio pormenorizado de las opiniones y las razones que se aducían, casi todas en contra y pocas a favor, sesgando de una manera interesada el discurso de las mujeres feministas354. En el año 1978, la manifestación se celebró el día 11 de marzo en Gijón355. Salió de la entonces llamada Plaza de los Mártires y recorrió las calles Asturias, Corrida, Plaza Seis de Agosto hasta terminar en el paseo Juan Alvargonzález. Según la prensa participaron unas tres mil personas, duró cuarenta minutos y se profirieron lemas a favor de: <<Mas guarderías, menos policías>>, <<Machista, escucha, la mujer está en lucha>>, <<Las mujeres armadas jamás serán violadas>>, <<La siempre perdedora, la mujer trabajadora>>, <<No ante la discriminación, igualdad ante la ley>>, <<Ni trabajo ni escobas, trabajo para todas>>, entre otras. La pancarta de cabeza esgrimía la frase: <<Trabajadoras y amas de casa. Unidas en la misma lucha>>. Al final, se leyó el comunicado suscrito por todas las organizaciones cuyo contenido era el que figurada en el folleto de conmemoración del Día y que ya se ha descrito. La pancarta llevada por AFA decía: <<No al paro de la mujer. Contra los despidos>>356. Todas las charlas y actividades en torno al Día Internacional de 1978 trataron sobre el trabajo. Así AFA estuvo presente en la Asociación de Vecinos de la zona Sudeste de Oviedo con este tema y en el barrio de La Calzada de Gijón en una charla coloquio propiciada por la Vocalía de la Mujer

357

. El mismo

353

Ver La Nueva España, 8-3-1978, p. 7, El Comercio, 8-3-1977, p. 12, La Voz de Asturias, 9-3-1978, p. 15. El diario Región ni siquiera hizo mención de la celebración. 354 Como ejemplo para este marzo de 1978 se pueden citar en Región las columnas, “El aborto es un crimen”, 7-3-1978, p. 2 y “Adulterio y aborto” , 8-3-1978, p. 2 y en La Nueva España el artículo “El divorcio engendra divorcio”, 26-3-1978, p. 34. 355 Una crónica descriptiva de la misma puede seguirse en El Comercio, 23-3-1978, p. 20. 356 Begoña Sánchez, Manifestación 8 de marzo de 1978, [Gijón], 1978, fotografía, 17,5 cm. por 24 cm., blanco y negro, archivo personal de Begoña Sánchez. 357 Ver La Nueva España, 16-3-1978, p. 8 y El Comercio, 8-3-1978, p. 12

171


día 8 de marzo se pronunció en la Casa Sindical de Oviedo una conferencia sobre “Mujer y Trabajo”. AUPEPM, por su parte, celebró un mitin-coloquio en la Facultad de Derecho con el mismo tema358. Trabajo, divorcio y aborto fueron los temas estrella en la convocatoria del 8 de marzo de 1979. Al igual que en 1978 se respetó la unidad de todas las fuerzas feministas, políticas y sindicales de izquierdas que apoyaron la celebración. El programa de actos lo suscribían AFA, la Secretaría de la Mujer de CCOO, Vocalía de las Mujeres de La Calzada y la Organización de Mujeres Democráticas. Los actos respondieron a los mismos lemas, a favor de un puesto de trabajo para las mujeres sin discriminación, un divorcio sin culpables y el derecho al aborto libre y gratuito. El 8 de marzo de 1979 se inició con una concentración en la plaza Porlier de Oviedo, ante la Audiencia territorial, con motivo de la celebración de un juicio por violación. Las mujeres se introdujeron en la sala donde se celebraba el juicio y fueron desalojadas “convenientemente”. A continuación iniciaron una manifestación hacia la plaza de La Escandalera y el paseo de Los Álamos. Llevaban dos pancartas con los siguientes textos: <<Aquí estamos, nosotras no violamos>>

y <<Machismo, tu violencia es tu impotencia>>.

Algunas de las mujeres portaban carteles adosados a ellas mismas y donde se recogía: <<Castigo al violador>>, <<No más violencia contra las mujeres>>, <<No somos cosas, somos personas>>359. En el año 1979, la manifestación se celebró en Gijón. La pancarta de cabeza decía: <<8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer. Contra los despidos discriminatorios y el paro de la mujer>>. Había otras en las que se reivindicaba la defensa de un puesto de trabajo para las mujeres. Contó con una asistencia de mil personas, según la prensa regional, y recorrió el trayecto que va desde la llamada plaza de los Mártires -hoy plaza del Humedal-, calle Álvarez Garaya, la actual plaza del Carmen, la calle Corrida, plaza del Seis de Agosto para terminar en la plaza de Europa, en la que se leyeron los comunicados y proclamas que dieron fin al acto. Se corearon consignas relacionadas con las reivindicaciones del día: <<Queremos trabajar por un 358 359

Ver La Nueva España, 8-3-1978, p. 7. Ver La Nueva España, 8-3-1979, p. 8 y La Voz de Asturias, 9-3-1979, p. 8.

172


salario igual>>, <<Ni bayetas ni escobas, trabajo para todas>>, <<Puesto de trabajo para la mujer>> y <<Derecho al aborto, libre y gratuito>>. Se leyeron tres textos, uno referido a las condiciones del trabajo de la mujer, otro a la dedicación específica de las tareas domésticas, y uno final, referido a los problemas generales que atañen a las mujeres. El primero fue leído por la Secretaria de la Mujer de CCOO y los dos últimos por dos representantes del movimiento feminista360. El sábado, día 10, se celebró además, como fin de los actos, un mitin-fiesta en la Casa Sindical de Gijón, que contó con diversas intervenciones de mujeres y la actuación de varias cantantes. En declaraciones expresas de representantes de AFA a la prensa regional, muestran como aspecto positivo la implicación directa en los actos de la Secretaria de la Mujer de CCOO dado que los partidos políticos, <<cuya estructuras son claramente machistas, no han hecho nada por los problemas de la mujer>>. El universo de las mujeres trabajadoras comprendía las asalariadas y las que realizaban las tareas domésticas y aportaban cifras elocuentes: De 566.578 mujeres asturianas, sólo 62.547 forman parte de la “población activa”. La crisis económica se manifiestaba en la situación de paro y el escaso acceso al mundo laboral 361. En este sentido la Secretaria de CCOO envió un comunicado a la prensa, en la que hacía suyas las reivindicaciones de las mujeres y planteaba un conjunto de exigencias: <<No a la discriminación laboral de la mujer. Aplicación: “a igual trabajo, igual salario”. (...) Creación de guarderías en los barrios. Enseñanza y formación profesional en igualdad de condiciones con los hombres. (...) Reglamentación y planificación familiar no paternalista ¡Por la liberación de la mujer, para construir un mundo en justicia, en paz y en libertad>> 362.

360

Ver La Nueva España, 9-3-1979, p. 12, La Voz de Asturias, 9-3-1979, p. 12, El Comercio, 9-3-1979, p. 8, Asturias, Diario Regional, 9-3-1979, p. 18. Es notorio ver cómo las mujeres no tienen nombres ni apellidos y no se citan en el texto de la crónica. 361 Ver Asturias, Diario Regional, 8-3-1979, pp. 13 y última. 362 Ver La Nueva España, 8-3-1979, p. 15.

173


La crisis económica y el paro de las mujeres siguió presente en las reivindicaciones del 8 de marzo de 1980: <<En épocas como la actual en que la crisis económica se presenta cada vez más fuerte en el Estado, todos los trabajadores se ven obligados a luchar firmemente por un puesto de trabajo, pero también aquí las mujeres somos las más perjudicadas. Lo somos porque los despidos nos afectan primero que a nadie, ya que nuestro trabajo se considera secundario (...) Lo somos porque (no) es casual que precisamente en estos momento se intensifique toda una propaganda oficial y oficiosa destinada a convencernos de que nuestra meta está en ser buenas esposas y mejores madres (...) Nosotras hemos convocado este día con la consigna “defensa y creación de nuevos puestos de trabajo para las mujeres”, no porque queramos entablar un conflicto con nuestros compañeros hombres (...), muy al contrario, pensamos que la lucha ha se ser conjunta (...)>> 363. Los otros dos aspectos incluidos en el programa se referían a los derechos al divorcio y aborto. Aunque la familia no debería ser objeto de protección especial por el Estado, porque éste ha de reconocer <<el derecho de toda persona a desarrollar su afectividad y sexualidad>>, bien sea en una <<institución matrimonia>>l o no, plantean un separación matrimonial sin causas, sin discriminaciones económicas y a favor de una ley que <<contemple la situación de desigualdad social y matrimonial en que se encuentra la mujer>>364. En cuanto al derecho al aborto las exigencias se referían no sólo a su legalidad y gratuidad, sino a la necesidad de que existieran centros de orientación y educación sexual. En este año de 1980, las asociaciones convocantes , AFA, FIA, Colectivo “Mujer y Socialismo”, Comisión de Mujeres de la UGT, Secretaría de la Mujer de CCOO y Vocalía de la Mujer del Sureste hicieron públicos los actos 363

AFA et al., 8 Marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora, [Oviedo], [1980], folleto 21,5 cm. Por 31cm, en AHUO, archivo de AFA. 364 En el mismo mes de marzo el gobierno de UCD presentó el borrador de Proyecto de Ley por el que se modifica la regulación del matrimonio, ver Región, 2-3-1980, p. 1 y La Nueva España, 2-3-1980, p. 1 y 4.

174


con motivo de la celebración, que consistieron en dos mítines en Gijón y Avilés, el día 7, una manifestación del día 8 en Gijón y con el recorrido habitual en esta ciudad, así como la proyección y debate, el día 9, en el Teatro Campoamor de Oviedo, de la película La sal de la tierra. La protagonista de La Sal de la tierra365 es Esperanza Quintero, una madre mejicano-americana cuyo marido, Ramón, es un minero que participa en una huelga a favor de los derechos de los trabajadores enfrentándose a los empresarios. El argumento de la película relata el progresivo compromiso de las mujeres en el apoyo a sus maridos y en la defensa de reivindicaciones, como son la mejora de las condiciones sanitarias de las casas en las que viven y que son propiedad de la compañía minera. La participación de las mujeres en la huelga culmina cuando relevan a los varones en la línea de piquetes, después de que el sindicato recibiese un ultimátum que conduciría inevitablemente a su despido. La represión contra Esperanza y Ramón no se hace esperar. Pero por la acción de las mujeres y los varones angloamericanos y mejicanos-americanos de la comunidad de Nuevo Méjico, se obtiene el éxito para los trabajadores. Una voz en off, que es la de Esperanza, abre y cierra la película. La narración cuenta pues con su punto de vista, con su análisis. En realidad, nos muestra su visión del despertar de la conciencia política de las mujeres de la comunidad. Sexismo, racismo y discriminación de clases son tratados en la película con igual intensidad. Es interesante destacar como en este contexto las relaciones entre Esperanza y Ramón van sufriendo transformaciones tales que ella, en un momento, verbaliza: <<¿Te sientes mejor teniendo a alguien debajo de ti? (...) ¿Qué cuello tengo que pisar para sentirme superior? (...) Yo no quiero que nada esté por debajo de mí. Yo ya estoy en una posición demasiado baja. Quiero revelarme. Y que conmigo se eleve todo lo demás>>.

365

Fue dirigida en 1953 por Herbert J. Bibermann y producida por Biberman Independent Productiones Corporation (EEUU). El guión era de Michael Wilson. Ambos fueron represaliados en la época del senador Joe McCarthy. Ver KUHN, Anette (1991): Cine de mujeres. Feminismo y cine. Ed. Cátedra, Madrid, pp. 158-159, así como el comentario en La Nueva España 23-10-79, p. 8 en su primera proyección en Asturias.

175


Es una forma de ejemplificar que en una lucha desigual también se puede aprender, pero que ese aprendizaje debe ir desde lo político hasta lo personal y desde lo personal a lo político. Si Esperanza está en lo piquetes, ¿quién hace las tareas domésticas? Ramón toma conciencia de los problemas de Esperanza y por ello la película es un canto al optimismo y a la solidaridad. Al final la voz en Esperanza sugiere que la lucha histórica por los derechos de las mujeres seguirá. La elección de esta película por las feministas no fue gratuita. El triunfo del colectivo de mujeres “amas de casa”, luchando en conjunto con sus compañeros y que a su vez saben situar la importancia de sus derechos como personas hace percibir un horizonte optimista, en cuyo final parece alcanzarse la equidad necesaria. Es y fue una buena película que ilustra la fuerza de las mujeres, y, sobre todo, de las mujeres anónimas, que día a día establecen pequeñas modificaciones en sus vidas y en su entorno y cuya suma puede significar la emancipación total de todas en un mundo más justo y solidario. La proyección de esta película no estuvo exenta de polémica. En el Ayuntamiento de Oviedo, la concejala del PSOE, Ludivina García, lamentó el hecho de que el consistorio no hubiese cedido gratuitamente el Teatro Campoamor para la celebración del 8 de marzo, en una actividad que podía considerarse de proyección cultural. La concejala del PCE, Aurora Puente, apoyó la actitud tomada por su compañera. La respuesta del alcalde en funciones, Luis María Fernández Canteli, fue taxativa y les contestó con una valoración de lo que habían sido sus palabra, ni más ni menos que un mitin. Ludivina García y otros concejales del PSOE abandonaron el salón de sesiones en acto de protesta. Celsa Riera y Carmen del Castillo, concejalas a la sazón de UCD, <<señalaron que el acto previsto por las feministas tenía, en parte, carácter político>>366. No podemos saber si Esperanza Quintero hubiera podido con su actitud convencer a las concejalas y al alcalde en funciones que cualquier actividad cotidiana no está exenta de política, incluso la suya podía calificarse como tal.

366

[Cuando se consumía...], [Oviedo], [marzo de 1980], fotocopia de crónica de prensa, en AHUO, en archivo de AFA.

176


Algunas corporaciones como la de Gijón, por el contrario, acogieron a las feministas en el Día Internacional. El alcalde de la ciudad, José Manuel Palacio, las recibió en el salón de sesiones y realizó una declaración, en la que expresó la necesidad de superar las discriminaciones y se mostró a favor de la igualdad de derechos sin distinción, por ello: <<(...)manifestamos

nuestra

intención

de

potenciar

desde

este

Ayuntamiento todos aquellos servicios colectivos que redunden en beneficio de la mujer trabajadora y faciliten el acceso de la mujer al trabajo asalariado, así como el hacer extensivo a los servicios de Ayuntamiento la igualdad de oportunidades para el acceso a puesto de trabajos que se puedan crear. Afirmamos nuestra identificación con las reivindicaciones de la mujer, estando en contra de cualquier tipo de discriminación social, económica y laboral por razón de sexo, y manifestamos nuestra postura abierta a ser interlocutor y caja de resonancias en las reivindicaciones y exigencias que se nos plantean>>. En igual sentido se expresaron los representantes del PSOE y del PCE, los concejales Marcelo Palacios y Luis Felipe Capellín 367. El propio Marcelo Palacios anunció que se estaban elaborando los estatutos para la creación de un Centro de Planificación Familiar. Lourdes Pérez respondió por parte de AFA, <<señalando que consideraban importante este primer paso del Ayuntamiento en apoyo de las reivindicaciones feministas>>. María Josefa Sanjurjo, del Secretariado de la Mujer de Comisiones Obreras, reivindicó que la igualdad en el trabajo debía de manifestarse, por ejemplo, en el caso de querer acceder a la plantilla de determinados puestos municipales, como la policía y los bomberos. El Alcalde se mostró favorable a <<colaborar en la promoción de la mujer en el terreno laboral y también ayudar al movimiento feminista>> en todo lo posible368. Los Ayuntamientos democráticos comenzaron a interesarse por las mujeres, no en vano muchas de las concejalas que accedieron a algunos

367

[Seiscientas mujeres se manifestaron...], [Gijón], 9 de marzo de 1980, fotocopia de crónica de prensa, en AHUO, en archivo de AFA. 368 Ver La Nueva España, 9-3-1980, p. 11.

177


cargos tenían un talante y una conciencia feminista 369. Se inicia una cierta institucionalización en la celebración del Día Internacional de las Mujeres, por lo que las condiciones a partir del año 1981 van a hacerse más plurales y compartidas. 4.4.2. Las celebraciones compartidas (1981-1983) El intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 va a marcar la celebración de 8 de marzo del mismo año. A falta de investigaciones más profundas, la entrada del coronel Antonio Tejero en el Congreso de los Diputados era el colofón de una serie de “intranquilidades” en el ejército español, y, dentro de él, en sus sectores más intransigentes, que no habían podido digerir el camino hacia la democracia que se había emprendido en el país desde la muerte de Franco. La aprobación de la Constitución de 1978, la legalización del PCE, las reivindicaciones nacionalistas, frente a la “unidad de la patria”, los atentados terroristas, y lo que se interpretaba como debilidad de los gobiernos de la UCD, fueron los principales factores de una acción militar que tuvo sus tramas civiles. Durante el tiempo que duro el asalto hasta la aparición del Rey, en las pantallas de televisión, seis horas después del asalto al Congreso, parecía que acontecería una involución en el proceso democrático emprendido 370. Muchas y muchos militantes de izquierdas no durmieron en sus casas y, en algunos casos, se desprendieron de sus archivos personales más comprometidos o los llevaron a otros domicilios371. El orden se restableció y la respuesta política y ciudadana no se hizo esperar. Las manifestaciones más masivas de la transición se recuerdan en el momento después del golpe. En Asturias, el día 27 de febrero se celebró una multitudinaria en el Paseo de los Álamos, de la que existe documentos gráficos suficientes. Los esfuerzos de las feministas confluyeron en la defensa de la democracia y, dados los acontecimientos, en AFA dieron por suspendidos los 369

Entrevista a Carmen Veiga, 14-1-2003. José R. Díaz Girón y otros, op. cit., pp. 258-259. 371 Algunas de las feministas entrevistadas dejan constancia de que enviaron sus documentos personales a otros domicilios (entrevista con Emilia Vázquez 17-1-2003), otras tuvieron conocimiento de las famosas listas negras que circulaban como posibles personas de la izquierda, lógicamente, que debían ser represaliadas (entrevista a Begoña Sánchez, 9-11-2001). 370

178


actos del 8 de marzo372. Como contrapartida, la propuesta que surgió fue la preparación de las I Jornadas Feministas. Los meses de marzo y abril de 1981 se llevaron los esfuerzos de las feministas de la asociación en configurar el contenido, y la infraestructura necesaria, así como en buscar la financiación para los tres días que duraron. Quienes se movilizaron para la celebración del día 8 fueron algunos Ayuntamientos, como Mieres y Gijón, en los que las mujeres feministas y concejalas de los partidos -PSOE, a través de “Mujer y Socialismo” y PCE-, comenzaron a dar un sentido institucional al Día. El compromiso político con las mujeres pasaba por dejar la antorcha encendida para nuevas ocasiones unitarias y compartidas. El colectivo “Mujer y socialismo” remitió a los medios de comunicación un escrito en el que se hacía la petición expresa de la creación de Consejos Municipales de la Mujer. La petición expresa se presentó en Mieres y Gijón. Áquellos estarían integrados por asociaciones feministas y colectivos cuya preocupación esencial fuese el tema de las mujeres. Encauzarían, además, <<la política feminista que propugnamos>>. Los Ayuntamientos eran, y son, las entidades más próximas y las más directamente implicadas en dar cauce a las demandas sociales. Por ello, consideraron de sumo interés su petición. El resto de su escrito se limitaba a recordar, en primer lugar, la necesidad de seguir luchando por el cumplimiento de la Constitución y del principio de igualdad entre los sexos y su objetivo era <<cambiar las condiciones de trabajo, ideológicas, económicas, políticas y estructurales que marginan a la mujer>>.

En

segundo

lugar,

hacían

suyas

las

reivindicaciones

de

<<guarderías, comedores, lavanderías y hogares para mujeres en situación crítica y con cargas familiares>>373. La corporación del Ayuntamiento de Mieres realizó una declaración institucional el día 6 de marzo de 1981 con motivo de un pleno municipal. En 372

Entrevista a Begoña Sánchez, 9-11-2001 y en La Voz de Asturias, 8-3-81, p. 14 se cita <<no va a conmemorarse con acto público (8 de marzo) alguno según se indicó a este periódico de fuentes feministas, quizás debido a los últimos acontecimientos que impidieron una preparación eficaz>>. 373 La Voz de Asturias, 8-3-81, p. 14 y El Comercio, 8-3-81. Por toda actividad el diario de Gijón recoge la realización de una mesa redonda en la Asociación de Vecinos Ceares-Coto-Viesques sobre el divorcio con intervención de Paz Fernández Felgueroso (PSOE) y tres representantes del PCA, AFA y CCOO. Ver El Comercio 13-3-81.

179


ella se hacía alusión expresa a la necesidad de mayores avances en el terreno del trabajo -acabar con el paro femenino-. El reparto de las tareas domésticas, una ley de divorcio y una sexualidad que no tenga en cuenta sólo el aspecto reproductivo, junto con una maternidad libre y deseada

y la creación de

servicios sociales formaban parte del discurso de las reivindicaciones. El Ayuntamiento se declaraba entidad colaboradora en la consecución de las mismas. Asimismo, desde esta corporación, se propiciaron dos actividades para los días 9 y 10 de marzo. El primer día se analizó por parte de mujeres representantes de los sindicatos CCOO y UGT la “Situación de la mujer trabajadora en Asturias”. En esta charla-coloquio se abordaron el conjunto de problemas laborales que afectaban a las mujeres: paro femenino, salarios inferiores a sus compañeros varones in igual categoría, necesidad de dar regularizar el servicio doméstico dentro del marco del Estatuto de los Trabajadores. De igual forma, se hizo alusión al resto de los problemas y reivindicaciones de las mujeres como el divorcio y el aborto y la falta de recursos sociales. El día 10

el tema objeto de interés fue el divorcio.

Participaron tres mujeres: Paz Fernández Felgueroso (PSOE), Mª José Capellín (PCE) y Rosa García Prado (MCA), moderó la concejala del Ayuntamiento Clementina Carreño (PCE). Apostaron unánimemente por una ley de divorcio <<seria y responsable, sin (las) lagunas que deja entrever (la ley) que se está gestando>>, con consentimiento de las dos partes -dado que el matrimonio es un contrato entre dos-, en la que los procedimientos sean ágiles y accesible a todas las clases sociales374. <<Una vez más, la tercera, van a ser juzgadas las once mujeres de Bilbao375. No es un juicio aislado, cada vez con más frecuencia se abren procesos contra mujeres que han abortado (...) Por eso, este año el 8 de marzo (1982) debe tener un carácter de lucha, de lucha por el 374

La Nueva España, 11-3-81, p. 14 y 12-3-81, p. 14. La propuesta del Gobierno entró en el Parlamento en el mismo mes de marzo de 1981, las propuestas de los partidos políticos eran ya conocidas. 375 Las once mujeres habían sido detenidas en octubre de 1976. El juicio se convocó para el 26 de octubre de 1979. La campaña que se siguió en todo el país hizo que se suspendiera. Posteriormente se volvió a fijar la fecha de 16 de junio de 1981. En esta ocasión comenzó el juicio pero tuvo que suspenderse de nuevo. Finalmente la tercera convocatoria fue el 16 de marzo de 1982, ver La Nueva España, 17-3-82, p. 1 y 5.

180


DERECHO AL ABORTO, un lucha que pasa por conseguir la AMNISTÍA PARA LAS MUJERES DE BILBAO (...). La exigencia del derecho al aborto es una parte de la lucha por la liberación de las mujeres, por acabar con los roles que nos han impuesto, contra las instituciones que no hacen sino mantenernos en una situación de opresión y discriminación (...) Luchamos contra una sociedad capitalista y patriarcal que nos niega a las mujeres el derecho a controlar nuestro cuerpo>>376. De aquí se sigue el programa reivindicativo para el 8 de marzo de 1982, que pasaba por la petición del aborto sin restricciones, gratuito, a cargo de la sanidad pública, basada en la decisión propia de las mujeres y <<controlado por las propias mujeres y por las organizaciones feministas>>. Este año la lucha por el aborto revistió un interés especial por el desarrollo y la sentencia del juicio contra las once mujeres de Bilbao, que se celebró durante el mes de marzo. Hubo una enorme protesta en el conjunto del Estado por parte del movimiento feminista y de las propias corporaciones. El día 13 de marzo se habían encerrado mujeres feministas en el Colegio de Abogados de Madrid377, y en el Ayuntamiento de la misma ciudad, el 6 de marzo, se había propiciado en el pleno una moción para pedir la legalización del aborto que fue presentada por el PSOE y el PCE. La aprobación contó con casi todos los votos de los y las integrantes de estos partidos, mientras que el resto de la corporación consideró que no era competencia del pleno. La propuesta constaba de cuatro puntos. En el segundo se pedía que: <<se inste a los poderes públicos competentes -Gobiernos y órganos legislativos- para que promuevan, en el plazo más breve posible, las reformas legales oportunas, a fin de que el aborto en España tenga una regulación similar a la de los países del área a la que pertenecen (...) Esta modificación legal que se propone debe tener efectos retroactivos en sus aspectos despenalizadores>>.

376

AFA, 8 de marzo, día internacional de la mujer, [Oviedo], [1982], folleto de 20,5 cm. por 29,5 cm., en AHUO en archivo de AFA. 377 Se encerraron unas ciento cincuenta mujeres del movimiento feminista, ver La Nueva España, 14-382, pp. 1 y 4.

181


Y en el tercer apartado <<ofrece la colaboración municipal en aquellas realizaciones, escolarizaciones, preescolar, guarderías, orientación familiar, información sexual y en materia de anticonceptivos>> 378. En el caso de Asturias, treinta mujeres AFA ocupan la sala de plenos del Ayuntamiento de Oviedo, el día 16, el mismo día en que se inicia el juicio de Bilbao. Días antes la asociación había remitido al consistorio un escrito para que la comisión permanente se pronunciara sobre el proceso de aborto y estaban esperando su pronunciamiento379. Al conocer que no había sido tratado, pidieron entrevistarse con el alcalde de la ciudad, Luis Riera Posada. Pero éste se encontraba en Madrid. Decidieron colocar, entonces, unos carteles de protesta en los balcones del Ayuntamiento. Es cuando el alcalde en funciones, Luis María Fernández Canteli, ordenó desalojar a las feministas de la sala y de los balcones. La concentración continuó fuera, en la calle, y después se disolvió. Su interés era personarse de nuevo en la Ayuntamiento en la fecha de la celebración del pleno del mes de marzo 380. En este año de 1982, AFA convocó el I Concurso de fotografía “Clara Campoamor” sobre “Las Mujeres”. Las fotografías tenían que presentarse en blanco y negro. Se establecían tres premios, para el 1º un trofeo y 25.000 pts, el 2º un trofeo y 10.000 pts y una cámara Plaroid, el 3º un trofeo, 5000 pts. y una cámara Kodak-25, había asimismo un premio especial. Las obras se expondrían en el “Salón de Te” del Teatro Campoamor entre el 5 y el 8 de marzo381. El jurado estuvo compuesto por Sara Suárez Solís, escritora, Mabel Álvarez Lavandera, pintora, Mª Luisa Garcia González-Llanos, administrativa, Begoña Sánchez González, profesora, Nieves Ruiz Fernández, arquitecta y Pilar Rubiera Alonso, periodista 382.Los premios fueron entregados en el transcurso de una fiesta celebrada en los locales de la Asociación de Vecinos de El Cristo 378

Ver La Nueva España, 7-3-82, p. 3. Gloria García Nieto, Escrito al Ayuntamiento, Oviedo, 10 de marzo de 1982, documento mecanografiado (2 pp.), en AHUO en archivo de AFA. Gloria García representaba a AFA. 380 Ver La Voz de Asturias, 17-3-82, p. 10. 381 AFA, I Concurso Clara Campoamor de fotografía, [Oviedo], [1982], cartel 34 cm. por 24,5 cm., en AHUO en archivo de AFA. 382 Se entregaron los cuatro premios: el primero a Analiza Savini, el segundo a Gladis Asconegui Cores, el tercero a Elena Alvarado Esteve, así como un accésit a Covadonga Hurlé del Castillo. El premio especial fue otorgado a María del Carmen de Miguel Rodríguez, ver La Nueva España, 9-3-82, p. 9. 379

182


El domingo, día 7, en el Teatro Campoamor se proyectó la película Dolores383 que narra los aspectos más importantes de la biografía de Dolores Ibarruri, Pasionaria, situándolos en los contextos que le tocó vivir. Primero las duras condiciones de los mineros y sus familias en Gallarta (Vizcaya), a la que siguen la militancia y el compromiso político en la Segunda República, la Guerra Civil y el exilio. Una vida que resumía una larga lucha por los derechos de los varones y de las mujeres y un compromiso coherente con su ideología. El Ayuntamiento de Mieres, en el pleno celebrado del día 9 de marzo hizo una declaración institucional en la que pidió el sobreseimiento de los juicios contra las once mujeres de Bilbao, <<así como de todos los procesos pendientes por el mismo motivo, a la vez que nos sumamos a la exigencia de la aprobación en las Cortes de una ley que regule y legalice el aborto, como primera medida que remedie la situación angustiosa de tantas mujeres que se ven obligadas a abortar en la clandestinidad con grave riesgo para su salud y su vida o realizar un costoso viaje a clínicas del extranjero>> 384. El PCA emitió un comunicado en el que recordaba el artículo 14 de la Constitución en el que se establece la igualdad ante la ley <<sin que pueda prevalecer discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social>>. Reclamaba la necesidad e una ley que regule el aborto y de situarse en una <<batalla ideológica por la transformación de los modelos culturales y sociales que en la familia, en la escuela, las instituciones y los medios de comunicación (que) perpetúan la marginación de la mujer y su situación como segundo sexo>>385. El PCA y la Comisión del Cultura del mismo partido organizaron una serie de actos para conmemorar el Día Internacional en El Entrego. El mismo día 8 de marzo de 1982, se proyectó el mediometraje Manuela, una película cubana de contenido feminista y revolucionario 386, seguida de un debate sobre

383

Esta película se estrenó en 1980 con guión y dirección de José Luis García Sánchez y Andrés Linares. Está rodada en blanco y negro y dura 94 minutos. 384 Ver La Voz de Asturias, 7-3-82, p. 14. 385 Ver La Voz de Asturias, 7-3-82, p. 14 y La Nueva España, 7-3-82, p. 8 386 Manuela es una joven campesina que se integra en la guerrilla de Sierra Maestra cubana. Sus directores son Humberto Solás y Abdellatif Ben Ammar, tiene una duración de 41 minutos, en blanco y negro y se produjo en 1966.

183


el aborto con la participación de representantes de distintos partidos políticos, profesionales del derecho y medicina e integrantes de organizaciones católicas. El Colectivo Mujeres del Valle del Nalón organizó varios actos: el día 5, la proyección de la película,

Historia de una vida; el día 8

en el Ateneo

Popular de Ciaño, una charla-coloquio sobre “La mujer trabajadora”, con la participación de trabajadoras del textil y comercio; el día 9 de marzo, “La opresión de la mujer”, con la participación de varias mujeres del Colectivo de la Vocalía de Mujeres de Ateneo Popular de Ciaño 387. El Ayuntamiento de Mieres, en colaboración con el Colectivo Feminista de esta localidad, organizó un conjunto de actos: el día 8 la charla coloquio “Mujer y fascismo”, en ella participaron representantes de distintos partidos políticos, Purificación Tomás por el PSOE, Alicia Fernández del MCA, Asunción Gómez del PCA, Cristina Oterino del Colectivo Feminista ; el día 10 la película Ladi Oscar; el día 11, una charla sobre “La mujer trabajadora” a cargo de representantes de las centrales sindicales CCOO y UGT

388

.

En la misma ciudad de Mieres se sustituyó el nombre de dos calles por las de las Aida Lafuente y Clara Campoamor. Clementina Carreño (PCE), presidenta de la Comisión Municipal de la Mujer, se encargó de glosar la vida y el testimonio de Aida Lafuente, mientras que María José Suárez (PSOE), responsable de política sectorial del municipio, lo hizo en el caso de Clara Campoamor389. El colectivo “Mujer y Socialismo” organizó en la Casa del Pueblo “Manuel Llaneza” de Mieres, una mesa redonda, el día 4, con el tema del aborto y la participación del Colectivo Feminista de Mieres ( Mª José Suárez), PCA (Clementina Rodríguez), MCA (Charo Rodríguez) y PSOE (Tina Suárez). Clementina presentó la ley de aborto que su partido defendia, la necesidad de una planificación familiar, y los obstáculos que supone la objeción de conciencia del sector médico. Desde el PSOE se realizó la petición de legalización del aborto, dada la realidad existente de los numerosos abortos

387

Ver La Nueva España, 3-3-82, p. 13. Ver La Nueva España 10-3-82, p. 14. 389 Lo que dijeron ambas concejalas sobre la biografía de ambas mujeres está recogido en La Voz de Asturias, 10-3-82, p. 16 y La Nueva España, 10-3-82, p. 14. 388

184


que realizan las mujeres sin garantías sanitarias o teniendo que salir al extranjero390. Los siguientes días se dedicaron a la educación de las mujeres (el 5) y contó con la intervención de Ludivina García, para finalizar el día 7 con Paz Fernández Felgueroso que trató el tema del divorcio. Esta conferencia tuvo análisis de supuestos prácticos y cómo resolver los trámites necesarios para las demandas de divorcio. La conferenciante se mostró partidaria de la creación de juzgados especiales, y que se agilizaran trámites burocráticos, <<más actividad oral en los encausamientos>>391. Finalmente cabe señalar que en el mismo mes de marzo el Ayuntamiento de

Langreo aprobó, en el pleno municipal, un centro de

planificación familiar, lo que muestra la implicación de las corporaciones en algunos de los aspectos que venían reivindicando las feministas 392. Los temas relacionados con la sexualidad y la reproducción seguían estando pendientes de solución. El aborto libre y gratuito a cargo de la Seguridad Social figuraba en el programa de AFA desde finales del año 1976, también estaba en las reivindicaciones del resto de las organizaciones feministas del Estado. Tras la victoria en las elecciones de octubre de 1982, la legalización 393 o no del aborto se convirtió en un tema de enfrentamiento político y social ante el cuál ninguna persona y/o institución quedaban indiferentes. Para las asociaciones a “favor de la vida”, como por ejemplo la Comisión Nacional en Defensa de la Vida 394, posicionadas contra el aborto, éste implicaba ir contra las bases legales superiores, es decir, contra la Constitución misma que reconocía en el artículo 15, <<todos tienen derecho a la vida y a la 390

Ver La Nueva España, 6-3-82, p. 14. Ver La Nueva España, 9-3-82, p. 13. 392 Ver La Nueva España, 3-3-82, p. 13. 393 Ante la pregunta sobre sí el concepto preciso era legalización o despenalización, algunas feministas respondían que en cuanto se despenalizara el aborto, éste ya sería legal. La realidad fue que despenalizándolo siguió siendo ilegal, excepto en los tres supuestos aprobados (aborto ético, terapéutico y eugenésico). 394 El día 5 de marzo de 1983, esta Comisión convocó una concentración en Madrid de las distintas asociaciones que defienden el derecho a la vida desde el instante de la concepción, con 2.000 jóvenes de servicio de orden. En ella se leyó una carta de Teresa de Calcuta, premio Nobel de la Paz, que no pudo acudir a la misma. Ver La Voz de Asturias, 5-3-83, p. 9 y 6-3-83, p. 35. Pero la prensa utilizó su imagen para mostrarla con una criatura en brazos y una frase alusiva en la que se decía que quien no la desease, allí estaba para acogerla, ver archivo de AFA, [1983], [s/l], AHUO. 391

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integridad física y moral>>. Por otro lado, la declaración de que <<los poderes públicos realizarán una política de precisión, tratamiento y rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán atención especializada>> (art. 49) implicaría la ilegalidad del aborto eugenésico y se convertiría en un apoyo genocida 395. Desde la Coordinadora de Organizaciones Feministas del Estado Español se había acordado la dedicación monográfica del día 8 de marzo de 1983 al derecho al aborto sin restricciones, y para ello se preparó un manifiesto que sería leído en todos los actos con motivo de la celebración. Con esta intención, el núcleo central de las actividades del Día Internacional de 1983 consistió en una concentración en el Paseo de Los Álamos de Oviedo, en donde, con la asistencia de más de quinientas personas, según la prensa 396, se leyó el comunicado <<Derecho al aborto, las mujeres decidimos>>. Se insistía en la insuficiencia del proyecto de despenalización del aborto propuesto por el gobierno del PSOE, porque niega <<el derecho que tiene la mujer a decidir sobre su propio cuerpo>>. Además, la decisión sobre el peligro de salud para la embarazada o las características de la malformación serán decididas por la clase médica y no por las propias mujeres. En el caso de la violación, el movimiento feminista es conocedor de las sentencias en relación con este delito y cuán difícil es demostrar que <<la víctima ( la mujer) es inocente y el violador culpable. Las mujeres somos, en última instancia, las únicas interesadas en no tener que abortar, porque el aborto es una agresión>>. Por ello, la lucha a favor del aborto forma parte de un contexto más general y es la necesidad de una sexualidad libre, no heterosexual y no ligada a la maternidad. La exigencia final es una Ley de aborto sin restricciones y que tenga en cuenta que la decisión corresponde sólo a la mujer, sin límites de edad o estado civil, con gratuidad y en la red pública sanitaria. El diseño del folleto con la convocatoria de actos está firmado por Pico y es uno de los más creativos y distendidos de los analizados 397. El interior está

395

Ver La Voz de Asturias, 1-2-83, p. 8. Ver Región, 9-3-83, p. 2. El comunicado lo leyó Paloma Uría Ríos. 397 AFA et al, 8 de Marzo de 1983, Día Internacional de la Mujer, Gijón, 1983, folleto, 21,5 cm., por 30,5 cm., AHUO en archivo de AFA. 396

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diseñado en forma de comic y está estructurado en dos partes bajo lo epígrafes de “Imaginemos” y “Queremos”. En la sección “Imaginemos” se alude a la fuerza del colectivo de las mujeres. La recuperación de la palabra, la escritura, la creación y la calle han sido fundamentales, todo ello en un aprendizaje autónomo y sin direcciones externas. La figura de un personaje parecido a un Napoleón con una escoba figura al lado de la expresión: <<(Imaginemos) que recuperamos nuestros rostros de la historia de la que nos barrieron>>. De igual manera se podría pensar que <<logramos rechazar el papel que se les da a nuestros cuerpos agredidos y violados cotidianamente, alienados en el trabajo reconocido o invisible (una mujer con múltiples brazos atiende todas las tareas que le son propias)>>. En “Queremos” se recrea otro mundo, que está ejemplificado en un puente que construye otra mujer, al fondo hay un sol naciente. Otro conjunto de símbolos como una sonrisa, una pregunta, un invento, un deseo expresan otra parte de la configuración de otros espacios para las mujeres. En el programa de actividades de AFA figuraban un conjunto de conferencias que se impartirían en Gijón, en el marco del salón de actos del antiguo Instituto Jovellanos, teniendo a la Universidad Popular de esta localidad como entidad colaboradora. Mª Jesús Pinto disertó sobre “La mujer y el trabajo visible e invisible” el día 1 de marzo, y Anabel González planteó las “Antecedentes del movimiento feminista actual” (3 de marzo), Leonor Taboada dedicó la jornada del día 4 de marzo a “Algo nuevo sobre la sexualidad”, mientras que Justa Montero abordaría el tema de Día Internacional: “Que tenemos que decir las feministas sobre el aborto” (10 de marzo). Mª Jesús Pinto centró su intervención en el análisis de la incidencia que las crisis económicas tienen sobre el trabajo de las mujeres. La mano de obra de las mujeres se utiliza en períodos expansionistas, pero en los momentos más críticos es fácil prescindir de ellas y volver a relegarlas en el hogar 398. Se ha mostrado que las mujeres son más adaptables en distintas situaciones y en 398

Según estadísticas recogidas en la prensa regional el mismo Día Internacional de la Mujer, entre 1974 y 1980 la población activa española había disminuido en 167.000 personas, de las cuales un 72,7% eran mujeres. Por otro lado, la población activa femenina se situaba en el 26,84% del total de la población activa en 1975 y -según datos de la OCDE-, esta situación contrastaba con el 58,6% de EEUU, el 52,5% de Gran Bretaña y el 52,5% de Francia, ver La Voz de Asturias 8-3-1983, p. 40.

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caso del paro el <<nivel de tensión>> a que están sometidas es menor que en el caso de los varones399. Sólo se puede defender el derecho al trabajo de las mujeres desde <<opciones obreristas y muy de izquierdas>>. Uno de los trabajos atribuidos con carácter general a las mujeres es el relacionado con el servicio doméstico, excluido del Estatuto de los Trabajadores. Su cálculo es que, al menos, entre setecientas mil y un millón de mujeres <<prestan sus servicios en los domicilios de otras personas>>. Por otro lado, supone un retroceso sindical el hecho de que muchas mujeres, sobre todo en el ámbito del sector textil, trabajen en su domicilio a destajo. El trabajo doméstico supone un verdadero freno a la emancipación femenina. Parece importante, no obstante, que las mujeres luchen no sólo por mantener sus puestos de trabajo, a lo que en ocasiones se muestran poco proclives sus compañeros varones, sino por tratar de conseguir puestos de trabajo para todas 400. Justa Montero consideró la campaña de la derecha (política) y de la jerarquía eclesiástica contra el aborto como <<terriblemente hipócrita pues prefieren la vida que no existe a la que realmente existe>>. Se refirió al aborto blanco, en referencia a las empresas que ponen condiciones a las mujeres que pasaban por tener que evitar los embarazos ante la amenaza de despido. Una de las críticas mayores la dirigió <<al colectivo médico que últimamente se ha distinguido por sus actividades antiabortistas>>, mientras que en las clínicas privadas, de quienes se calificaban como tal, se realizaban abortos con un coste que oscila entre las cien mil y doscientas mil pesetas. El proyecto de ley propiciado por el PSOE era restrictivo e insuficiente, y como consecuencia la campaña de la derecha política es desproporcionada. Los abortos clandestinos seguirían produciéndose porque una de las razones fundamentales es la económica. Debe contemplarse el aborto como <<un derecho de toda mujer a decidir libremente sobre su cuerpo>>, a pesar de la <<ideología que tiende a calificar el aborto como un delito>>.

399

En el caso de la película tan galardonada de Los lunes al sol de Fernando León, no sólo es evidente esto sino que también es necesario que las mujeres sean capaces de actuar de terapeutas y tienen que soportar los desequilibrios psicológicos que los varones padecen en caso de paro. Sería interesante que el film hubiese contemplado otro punto de vista, el de las mujeres. 400 Ver reseña de la conferencia en La Voz de Asturias, 3-3-1983, p. 17.

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De las otras dos conferencias no existe reseña alguna. Indudablemente la prensa cubrió aquellas que parecían más de su interés, el trabajo, alusivo al Día y el aborto porque era el tema candente desde el momento en que el Congreso de los Diputados se había decidido convertirlo en proyecto de ley por el trámite ordinario, el mismo día 8 de marzo. Leonor Taboada había publicado ya en el año 1978 Cuaderno Feminista. Introducción al self help. En él se explicaban las posibilidades del auto-examen o auto-conocimiento de las mujeres de su propio cuerpo. La necesidad de hacerlo, así como los procedimientos para ello, son descritos por la autora porque, como señala en la introducción, <<creo que las mujeres necesitamos un arma corta para defendernos de la opresión, y esa arma es el conocimiento, porque pienso que lo primero que se nos ha impedido conocer es nuestro cuerpo>>401. Así que el Cuaderno era un instrumento de divulgación, de ayuda, de conocimiento para las mujeres, aspectos como la anticoncepción, el aborto, la menstruación, la menopausia, la autopalpación de las mamas, la posibilidad de la utilización del espéculo son explicados a la luz de las necesidades de las mujeres. En una entrevista concedida a La Calle, Leonor Taboada comentaba cómo <<las mujeres estamos en contacto con el sistema médico estando sanas la mayor parte de las veces: anticonceptivos, aborto, embarazos, partos, menopausia...Los fenómenos naturales de la vida de una mujer, en esta sociedad, son patológicos>>. Por otro lado, afirmaba que la planificación familiar intentaba responder a las necesidades de los varones y posibilitar las relaciones sexuales. Apostaba por unas relaciones sexuales entre las personas basadas en principios de comunicación y sensualidad. Alertaba sobre las ventas

de

productos

farmacéuticos

caducados,

cancerígenos

o

no

suficientemente probados propiciados por las multinacionales. Definía el selfhelp como el autocontrol, la posibilidad de llegar al conocimiento de lo que es normal (frente a lo patológico) en ti, no teniendo que depender de otros en procesos que son naturales402. 401

TABOADA, Leonor (1978): Cuaderno Feminista. Introducción al self help. Ed. Fontanella, Barcelona, p. 7. 402 La Calle, 11/17-7-78, pp. 37-39, en archivo personal de Oliva Blanco.

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En 1982, junto con otras mujeres, Leonor Taboada se encargó de la adaptación del libro del Colectivo de la Salud de las Mujeres de Boston, Nuestros cuerpos, nuestras vidas, título ilustrativo por sí mismo. Este libro junto con el Cuaderno son referencia obligada en la bibliografía feminista de la transición española. Los grupos de AFA Avilés y Gijón también completaron las actividades para el día 8. En el caso de Gijón, una integrante de la asociación, Dulce Gallego, disertó en la Sociedad Cultural Gijonesa sobre los antecedentes de la jornada internacional y reivindicó el derecho de las mujeres al aborto 403. En el caso de Avilés, AFA, presentó un escrito en el Ayuntamiento solicitando su solidaridad ante la conmemoración y la concesión de una subvención para realizar las actividades previstas404. Una de ellas consistió en la proyección en la Casa Municipal de la Cultura de la película Retrato de Teresa. En Avilés comenzó a funcionar un Centro de Planificación Familiar y su anuncio se hizo precisamente en la prensa el día 8 de marzo. Además, para difundir este servicio el Ayuntamiento editó un folleto en que se explicaban las razones de su creación y se hacía una declaración de principios acerca de la sexualidad, tales como: <<(resulta) muy importante que las relaciones sexuales se desarrollen lo más libremente posible sin el temor de posibles embarazos y es un derecho comúnmente admitido poder decidir el número de hijos deseado, así como el momento adecuado para tenerlos>> 405. Un sector que había comenzado a ser activo en 1982 era el Colectivo Femenino de Mieres. En 1983, convocaron una manifestación el mismo Día Internacional “por el derecho al aborto”. En la misma se leyó un comunicado con la petición del conjunto de reivindicaciones a favor de los derechos de las mujeres. Se defendía en él no sólo el derecho a aborto sin restricciones, sino la creación de centros de planificación familiar y una adecuada educación sexual. Se criticaron asimismo las posturas de la iglesia católica y de la clase médica ante la cuestión del aborto. Se acordó que este

manifiesto se pasase al

403

El Comercio, 9-3-83, p. 38. La Voz de Asturias, 6-3-83, p. 13. 405 La Nueva España, 8-3-83, p. 11. 404

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Ayuntamiento. Estaban presentes concejales del PCA y militantes de UGT y CCOO406 El PCA publicaba en la prensa el mismo día 8 de marzo una resolución del Secretariado del Comité Central en el que reivindicaba, entre otros temas <<un programa de fomento del primer empleo para las mujeres con cargas familiares>>, con independencia de su situación civil, <<una formación profesional específica>> que aumentase su cualificación profesional,

la

<<regulación laboral del servicio doméstico, la creación de guarderías>>. Animaba asimismo a que militantes y sectores progresistas de la sociedad participaran en los actos convocados por las asociaciones feministas 407. La celebración de este día distó en mucho de las azarosas circunstancias del año 1977. Nos sorprendería saber que la propia Nueva España dedicaba en la primera página del día 8 una editorial sobre “Mujer y trabajo”. Después de analizar las condiciones adversas y en todos los continentes que influyen en la discriminación de las mujeres, a pesar de los avances de los últimos años concluye: <<(...) para lo cual (terminar con las discriminaciones) es preciso combatir el auténtico sustrato de la discriminación: una legislación tradicionalmente machista y los prejuicios sociales que, con excesiva frecuencia, siguen influyendo negativamente en el trabajo de la mujer>>408. Lejos están los días en que la prensa de la Comunidad se dirigía con falta de respeto y consideración ante este nuevo movimiento social, el de las mujeres, con frases del tipo como las mujeres van a mandar más, o el mejor día nos comen la tostada como los calificativos menos agresivos. Habían pasado seis años, las mujeres habían seguido en la calle, habían reivindicado sus derechos y habían luchado por ellos. Ahora, hasta la opinión pública reconocía la discriminación y sus causas. Su testimonio estaba presente y había sido interiorizado incluso por quienes las habían anatematizado.

406

La Voz de Asturias, 9-3-83, p. 14. El Comercio, 8-3-83, p. 11. 408 La Nueva España, 8-3-83, p. 1. 407

191


Hubo y sigue habiendo otros muchos ochos de marzo. Sería interesante seguir la evolución del pensamiento feminista a través de esta celebración anual en nuestra Comunidad.

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5. CONCLUSIONES Esta investigación ha pretendido mostrar que las feministas asturianas de la transición, hasta ahora ausentes de la memoria histórica, tuvieron una participación activa en la vida social y política de nuestra Comunidad y sus acciones se inscriben en un marco más amplio que es el que corresponde a la tercera ola del movimiento feminista en los años 70 del siglo XX. El feminismo ha contribuido a renovar, en cierta medida, el marco teórico y conceptual de los estudios sobre las mujeres porque, en cada contexto, ha elaborado una “teoría política” que permite interpretar el mundo en su conjunto y da las claves más significativas para ello. Conocer e interpretar la teoría y la práctica del feminismo nos permite construir una historia no androcéntrica. La búsqueda de las raíces del feminismo, en el movimiento ilustrado del siglo XVIII, significó un encuentro vital que señalaría el inicio de la larga lucha por la emancipación. Ésta se materializaría en el movimiento organizado del sufragismo del siglo XIX y las primeras década del XX. La Declaración de Séneca Falls (1848) fue la plasmación política de un estado latente de manifiesta invisibilización de las mujeres. El feminismo sufragista y, más tarde, el socialista señalaron el horizonte de un mundo más equitativo, en el que la consecución de todos los derechos civiles y políticos para las mujeres fuera el inicio de la causa más justa jamás contada. La concesión del voto para las mujeres y los logros socialistas revolucionarios volvieron a manifestar las raíces profundas en las que se sustentaba el patriarcado, un concepto que el feminismo de los años 70 definió como todo un sistema de dominación de las mujeres. Fue el feminismo radical quien dio carta de naturaleza a las claves que explicarían la realidad de lo que le pasaba a las mujeres y al hecho de que la diferencia sexual –otra de las claves interpretativas de los 70- aludía a la existencia de dos sexos, uno de los cuales, el masculino discriminaba y subordinaba al otro, el femenino. Además, recogió las enseñanzas del marxismo clásico y descubrió toda la esencia de sus contradicciones y cómo no era posible encontrar en él la tan ansiada liberación femenina. Obras, como las de Kate Millet Política Sexual o Shulamith Firestone La dialéctica del sexo. En defensa de la revolución feminista, ilustran parte de las reflexiones teóricas del feminismo de los años 70. Antes, Simone

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de Beauvoir había investigado con claridad, en El Segundo Sexo, la condición de las mujeres, el cómo éramos Otras, dependientes de las decisiones y voluntades de los varones y Betty Friedan había manifestado cómo era posible el rearme ideológico del patriarcado en La mística de la feminidad. Por fin, se había ido más allá y se pudo ejemplificar que lo que verdaderamente pasaba a las mujeres era algo tan sencillo y a la vez tan complicado como era la realidad de lo privado, de lo cotidiano. Las luchas políticas del feminismo debían librarse en un contexto en el que todo debe ser público. “Lo personal es político”

fue el gran lema del feminismo de los años

70 del siglo XX. Surgido en el contexto de un deseo social de renovación del mundo capitalista y socialista, el feminismo afirmó que no había más revolución o transformación del mundo sin la causa de las mujeres. Es más, ésta es la que debe informar y conducir el movimiento revolucionario. El feminismo de los años 70 abrió fisuras en el discurso patriarcal y éste tuvo ya serias dificultades para recomponerse. En la España franquista las condiciones para las mujeres fueron muy adversas. Reducida su condición a una minoría de edad consagrada, su lucha tuvo un especial significado porque no sólo se trababa de romper las bases políticas, sino las legales que tenían un arraigo decimonónico y cuyos códigos se remontaban a la época napoleónica en los principios del siglo XIX. Para las feministas españolas la tarea fue difícil, era tal el salto legal, civil, social y político que había que realizar que aquélla resultó ímproba e improductiva. Pero las condiciones cambiaron, muerto Franco, la transición política abrió otras posibilidades. Fue un momento de grandes transformaciones sociales, de activa participación en la construcción de los destinos de nuestro país y las mujeres quisieron contribuir a ella. Pronto se encontraron con más limitaciones que facilidades, pero las creencias fuertemente arraigadas en la lucha clandestina, las vivencias de discriminación y algunas lecturas incipientes del movimiento de liberación de las mujeres les hicieron buscar el camino para su presencia y protagonismo en el desarrollo de los acontecimientos. La transición española no fue fraguada por las élites, tampoco por los varones, cabe decir ahora. Otras mujeres, acreditadas feministas, antes que

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yo misma, nos han mostrado algunos testimonios y estudios sobre el hacer de las mujeres en nuestra historia reciente. Españolas en la transición. De excluidas a protagonistas (1973-1982) y Lo personal es político. El Movimiento Feminista en la transición han sido los estudios pioneros que me han servido de marco de referencia e interpretación en el presente trabajo. Feministas en la transición asturiana (1975-1983). La Asociación Feminista Asturiana abre otro pequeño camino en la línea de reconstruir otra historia de la transición política, en este caso la asturiana. Esto no habría sido posible sin el testimonio de las propias protagonistas. Ellas han contribuido con su palabra y su voz a constatar que la historia debe estar sometida a continua revisión, siempre y cuando, no sea equitativa con las mujeres. La recuperación de sus testimonios no sólo ha servido para articular este trabajo, sino que ha supuesto incrementar las fuentes históricas sobre la transición asturiana. Y, en efecto, una parte importante de la investigación ha consistido en rescatar el testimonio de las feministas, buscar, recuperar y ordenar algunos archivos personales en los que se escondían documentos transcendentes para el estudio del feminismo de la transición. Ha supuesto, asimismo, explotar una parte del archivo de AFA que está depositado en el Archivo de la Universidad de Oviedo y que esperaba, supongo que pacientemente, a que alguien se dignara tomarlo en sus manos y hacerlo hablar. Un deber inexcusable era la consulta de la prensa. Una parte importante de noticias se recogen en el archivo de AFA del AHUO, pero era necesario acceder a las fuentes originarias para cotejar algunos datos y para constatar la presencia activa del feminismo en nuestra transición. La primera aproximación creo que ha aportado conclusiones muy valiosas respecto a la consideración social que se quería dar a las feministas. La lectura de algunas crónicas del año 1977, por ejemplo, no parecen de este siglo pero curiosamente lo son. Pasado el tiempo, aunque intenten dimensionarse algunas de las expresiones allí recogidas, sigue sobrecogiendo el pensar que, después de leídas, al día siguiente, tenían que seguir en la lucha. Pero también en cierto que las críticas exacerbadas fueron amortiguándose con los años y se introdujo un cierto

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proceso de normalización informativa. Un ejemplo claro de esto puede seguirse en las celebraciones del Día Internacional de las Mujeres y las crónicas de los actividades realizadas en ellas. Para mí, y espero que para quien lea con atención estas páginas, el panorama político y social de la transición asturiana ya no es el mismo que el que conocemos a través de los medios de comunicación o de algunas investigaciones académicas, una vez que se han podido rescatar fuentes documentales inexplotadas y testimonios que hasta ahora no han sido escuchados. En las conciencias de las mujeres feministas no lo era, pero nadie lo había escrito. Esta investigación ha surgido de experiencias vivenciales e intelectuales. Como historiadora que vuelve la vista hacia atrás y contempla nuestro pasado reciente sin feministas, sabiendo que existieron realmente porque convivo con ellas, era un reto y necesité escribir sobre ello. Me encontré en todo momento motivada por el testimonio que las feministas me transmitían. Si ellas habían hecho tantas cosas, ¿por qué yo no iba a poder contarlas? ¿Dónde estaba el inicio? ¿Cómo se articuló en Asturias un movimiento organizado de mujeres? Los inicios estuvieron en la necesidad de poder capitalizar las enseñanzas y las prácticas feministas en el ámbito de la izquierda política. El feminismo tuvo su alianza ideológica con las fuerzas de la izquierda y de la Nueva Izquierda, pero rápidamente las superó. La razón fundamental de su existencia era crecer al margen de las estructuras patriarcales y rígidas de los partidos. A partir de 1975, en España se luchaba por las libertades, era el tiempo de hacerlo a partir de una transformación de la sociedad bajo los parámetros feministas. Aquí es donde organizaciones preexistentes como el MDM/MLM no pudieron conformar un movimiento dada la primacía que se daba en él a la conquista de la democracia como primer paso de una profunda transformación social. Por ello surgieron las Asociaciones Feministas Democráticas que enarbolaron la bandera de la unidad para agrupar a todas las mujeres, autonomía en la responsabilidad de elaborar sus propias exigencias e

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independencia para no estar dirigidas por ningún partido. Todo dentro de la pluralidad de tendencias dentro del movimiento feminista. AFA respondió a estos objetivos y así es como desde el año 1976 se convirtió en la asociación feministas por antonomasia en nuestra transición. Se dotó de un programa, de una organización y en ella confluyeron, cual si de un microcosmos se tratara, todas las vicisitudes del feminismo español. El programa de AFA conservó, en su esencia, el marco de las exigencias del movimiento feminista asturiano. Fue una ejemplo de cuantas luchas debían emprenderse y cuantos objetivos habría que cumplir: una educación no sesgada por el sexo, la necesidad de una independencia económica para las mujeres, el fin de la exclusividad en las tareas domésticas, una sexualidad libre y no sometida los deseos de los varones, los derechos del divorcio, un aborto libre y gratuito, la despenalización de los anticonceptivos y del adulterio. Todo se manifestaba inconcluso. Había muchas cosas que cambiar. Fueron tiempos de encontrar un punto de apoyo y “mover el mundo”. Primaba la participación y la responsabilidad compartida. A las feministas no les gustaba el protagonismo individual. Lo suyo era la lucha colectiva que debían realizar de momento las más concienciadas. Su objetivo era incrementar el nivel de conciencia de las mujeres, dar cuenta de la discriminación y para ello eran necesarias las estructuras no jerarquizadas. La organización de AFA no se alteró con el tiempo. El grupo colectivo, asambleario tomaba las decisiones, dejaba fluir la información y las propuestas. Había una participación de todas en las decisiones trascendentes. Pero el reparto de tareas era inevitable. Organizar campañas, diseñar folletos, elaborar pasquines, escribir comunicados para prensa, asistir a reuniones de la Coordinadora de Organizaciones Feministas, asistir a las reuniones semanales, dar charlas, participar en mesas redondas...En realidad AFA en los años de la transición fue un núcleo de militancia activa, con poco tiempo para la reflexión y mucho para la acción. Ello no significaba que las decisiones estuvieran carentes de reflexión. Además el impulso para las acciones era un colectivo más amplio que nuestra Comunidad, era el conjunto del territorio español y sus organizaciones feministas las que hablaban. Todo se hacía con unas bases

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democráticas y participativas, con acuerdos, efectividad y trascendencia, sin ello no sería posible entender los avances que se produjeron en la situación de las mujeres en este periodo. Los principios de independencia y autonomía fueron salvaguardados aún a expensas de la herencia y presencia ideológica de muchas de sus componentes integradas en grupos y partidos de la Nueva Izquierda. La polémica librada en el Estado entre la doble militancia e independencia en Asturias se salvó con la unión de ambas tendencias. Esta unión no estuvo exenta de polémicas sería absurdo negarlo, pero primó la ingente tarea y los objetivos que se debían conseguir y las diferencias, si las hubo, se superaron. La independencia y la autonomía fueron esgrimidas, a su vez, a la hora de las alianzas políticas que se fraguaron entre el feminismo asturiano y los grupos políticos de la izquierda, sin que éstos pudieran capitalizar sus teorías y prácticas. En la primavera de 1977 las feministas de AFA fueron invitadas a participar en la candidatura Unidad Regionalista que estaba preparando el Bloque Asturiano de la Izquierda. Los signos de identificación de UR eran la unidad de todas las fuerzas progresistas y la defensa de la autonomía y de los derechos de las mujeres. Las feministas mostraron su sorpresa pues en muchos de los foros políticos a los que habían sido llamadas siempre habían concitado cierto recelo y falta de consideración. Las críticas más suaves que habían recibido era cuando se dirigían a ellas como burguesas, carentes de “conciencia obrera” y desclasadas, para más señas. Pero estuvieron dispuestas a probar las alianzas en base a las conversaciones sobre un programa que ellas habían elaborado y que era su marco de acción. Presentaron, por ello, sus condiciones y participaron en la candidatura de UR que concurrió a las elecciones de 1977. En la campaña electoral toda Asturias tuvo la oportunidad de escuchar un programa feminista debidamente hilvanado, estructurado para hacer despertar las conciencias. Si se observa atentamente su mensaje está dirigido a las mujeres, a incrementar la conciencia de su opresión y a la necesidad de luchar por su liberación. La “Conferencia feminista” fue el discurso común de

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las feministas. Sorprende observar en ella el recorrido breve que se hace por la historia de las mujeres y la lucha por su emancipación comenzando pro elsufragismo, siguiendo por el feminismo socialista y deteniéndose en el análisis riguroso de la realidad y dirigido a la necesidad de poner fin a la discriminación secular. No hubo victoria política, UR no consiguió escaños, pero sí la moral de reconocimiento de una causa justa. Las campañas fueron los grandes ejes de acción de las feministas asturianas. En este trabajo se han resaltado las más significativas, aquellas que marcaron la impronta de los ocho años estudiados, si se cuenta desde la formación de AFA. La campaña del adulterio fue la más breve y expeditiva, tal era la discriminación existente entre los varones y las mujeres en la consideración de la infidelidad conyugal. De todas formas hubo que esperar hasta mayo de 1978 para que se aboliera este delito. La primera manifestación ilegal de las feministas, en noviembre de 1976, tuvo como tema monográfico la despenalización del adulterio. A ella se siguieron sucesivas presentaciones ante la Audiencia y los juzgados con la petición expresa de su eliminación. El divorcio -una reivindicación que parecía propiamente democráticatardó también en resolverse. Las feministas llegaron a divulgar su propia ley de divorcio. La excesiva protección a la familia como un bien a conservar hacía olvidar la situación en la que se encontraban muchas mujeres que se separaban, sin medios económicos, en situación de dependencia y con escasas posibilidades en el mercado de trabajo, dada su nula o escasa cualificación profesional. Pero no era sólo la primacía dada a la familia lo que preocupaba, sino la insistencia en la separación por causas. Para las feministas la relación establecida por voluntad entre personas adultas implicaba la no recurrencia a las causas bastaba con el mutuo acuerdo. Y lo que ya parecía insostenible era la “cláusula de salvaguardia” que la magistratura se atribuía en el caso de que se considerase más perjudicial que beneficiosa la separación conyugal para hijas e hijos o para una u otra persona integrante del matrimonio. Esto fue precisamente lo que propició la petición de juzgados especiales, dotados de recursos personales suficientes, doctos en emitir valoraciones y propiciar informe relevantes. La ley se promulgó en el año 1981

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tras las asechanzas de la iglesia católica y el sector más conservador del partido en el gobierno la UCD. No cubrió las reivindicaciones del feminismo sobre todo porque obviaba la realidad a la que se verían expuestas las mujeres a una nueva situación de dependencia, a veces más precaria, sobre todo cuando se trataba de hogares con escasos recursos económicos. La lucha por el aborto fue la campaña más larga, más cansada y la que quemó más energías. Estaba en el programa de AFA desde 1976 y hasta 1986 no hubo el más mínimo descanso y terminó agotando muchas fuerzas. La focalización hacia el aborto no debe hacer olvidar que la reivindicación de las mujeres iba mucho más allá. Las feministas siempre proclamaron que no era una defensa a ultranza del aborto lo que pretendían. El objetivo era ejercer una sexualidad más plena y no sometida a los dictámenes de los varones. Por ello la contracepción era la estrategia más deseada, pero las condiciones sociales y educativas no facilitaban el reconocimiento de la potencialidad y los deseos del cuerpo de las mujeres y su derecho a un ejercicio libre de su propia sexualidad. Como siempre las necesidades urgentes consecuencia de los comportamientos sociales hicieron que las feministas actuaran de bastión de apoyo cuando fue necesario que algunas mujeres abortaran en el interior o en el exterior. A la vez emprendieron una lucha denodada sobre información sexual. Muchas integrantes de AFA recuerdan las charlas continuas y los encuentros con mujeres y algunos varones también en aras de ordenar un aspecto informado por un fuerte componente androcéntrico y maculinizado. En esta lucha la cause célèbre fueron los sucesivos juicios convocados contra once mujeres de Bilbao entre 1976 y 1982 acusadas de ser autoras de aborto o haber abortado. Existió en España una verdadera movilización a favor de la petición de amnistía y suspensión de los juicios. Éstos, de hecho, no pudieron realizarse de forma definitiva hasta el año 1982. La sentencia en cierta medida estuvo informada por la continuada presión de las feministas a propósito de este caso, las afirmaciones relacionadas con la necesidad de disponer de un espacio para decidir libremente la maternidad, la carencia de una anticoncepción que lo permitiera y el “estado de necesidad” en el que las

200


mujeres se vieron obligadas a abortar fueron un ejemplo de la larga lucha en esta causa. La celebración del Día Internacional de las Mujeres significaron encuentros unitarios y compartidos del feminismo asturiano. AFA estuvo presente

en

todas

las

convocatorias

impulsando

los

actos

y

las

manifestaciones, excepto en el año 1981, en el que el golpe del 23 de febrero hizo suspender lo previsto. En 1977 fue una convocatoria exclusiva de organizaciones de mujeres (AFA, Mujeres Libres, MDM, AUPEPM) y coincidió con las críticas exacerbadas que dirigió la prensa hacia las feminista. A partir de 1978 partidos y organizaciones sindicales de izquierdas y progresistas apoyaron todas la convocatorias. En 1981 y con un movimiento feminista, ya consolidado, la pluralidad afloró de manera significativa y así fue como las celebraciones tuvieron aspectos comunes y específicos. La manifestación, eje central de los actos, tuvo un carácter unitario, pero las actividades comenzaron a diversificarse. En este sentido cabe decir que en los Ayuntamientos con gobiernos de izquierdas se impulsaron charlas y mesas redondas, así como iniciativas que permiten hablar de una sensibilidad creciente hacia la causas de las mujeres. No estuvo ajeno a esto la presencia de algunas mujeres militantes de partidos de izquierdas y feministas. A través de este trabajo de investigación se destaca la labor de militancia y de compromiso político de las feministas con la sociedad de la transición, así como su protagonismo. Será importante profundizar algo más en la configuración de una conciencia feminista que se fue fraguando a través de las acciones, lecturas, y reflexiones. En este sentido la consulta de la biblioteca de algunas revela las condiciones de la formación teórica que sería necesario contrastar con el incremento de la conciencia feminista en general. Seguir esta evolución a través de las ponencias y los trabajo de las sucesivas jornadas desde las Primeras de Madrid, las Jornadas de la Dona, de Granada e incluso las específicas dedicadas a los balances del quehacer feministas ofrecen un campo de trabajo que debe estimarse para el futuro.

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FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA I.FUENTES ESCRITAS 1.ARCHIVOS INSTITUCIONALES Archivo Histórico de la Universidad de Oviedo (AHUO): Archivo de la Asociación de Feministas Asturianas (AFA). Fondo de Documentación Feminista Asturiano, donado por Lourdes Pérez González (Biblioteca de Económicas y Ciencias Jurídicas de la Universidad de Oviedo). 2.ARCHIVOS PERSONALES Archivo personal de Begoña Sánchez González Archivo personal de Mª José del Río Oliete Archivo personal de Paloma Uría Ríos Archivo personal de Oliva Blanco Corujo Archivo personal de Isabel Alonso Dávila Archivo personal de Consuelo Camblor Álvarez Archivo personal de María Martínez Rodríguez Archivo personal de Mª Luisa Rodríguez Fernández II. FUENTES ORALES Entrevista nº 1: Begoña Sánchez González (9-11-2001 y 17-2-2003). Entrevista nº 2: Encuentro de Teresa Meana Suárez, Mª José Olay, Mª José del Río Oliete, Begoña Sánchez González y Margarita Riera Lavilla en Llanueces (Quirós) (24-11-2001). Entrevista nº 3: Teresa Meana Suárez (2-01-2002). Entrevista nº 4: Oliva Blanco Corujo (19-10-2002). Entrevista nº 5: Gloria García Nieto (25-10-2002). Entrevista nº 6: Margarita Riera Lavilla (25-10-2002 y 14-02-2003). Entrevista nº 7: Amelia Valcárcel y Bernando de Quirós (5-11-2002 y 62-2003). Entrevista nº 8: Dulce Gallego Canteli (11-11-2002).

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Entrevista nº 9: María José del Río Oliete (16-11-2002). Entrevista nº 10: Lourdes Pérez González (24-11-2002). Entrevista nº 11: Paloma Uría Ríos (27-11-2002 y 2-12-2002). Entrevista nº 12: Aida Fuentes Concheso (5-12-2002). Entrevista nº 13: Carmen Veiga (14-1-2003). Entrevista nº 14:Emilia Vázquez Méndez (17-1-2003). Entrevista nº 15: Mª José Capellín Corrada (7-2-2003). Entrevista nº 16: Paz Fernández Felgueroso (20-2-2003). III.

PUBLICACIONES PERIÓDICAS La Nueva España (1975-1983) La Voz de Asturias (1975-1983) El Comercio (1975-1983) Región (1975-1983) Asturias Diario Regional ( 1978-1979) Asturias Semanal (1974-1977) El País (1978-1983)

IV. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Asociación Feminista Asturiana y Colectivo Feminista de Mieres (1987): La mitad del infierno. Ed. AFA, Oviedo. AA.VV. (1978): Historia de Asturias. Ed. Silverio Cañada, Gijón. AA.VV. (1978-1981): Historia de Asturias. Ed. Ayalga, Salinas. AA.VV. (2001): La Organización de las Asociaciones de Mujeres. La tiranía de la falta de estructuras. Ed. Forum de Política Feminista, Madrid. AA.VV. (2002): Asturias. Veinte años de autonomía (1982-2002). Ediciones Madú, Granda- Siero. AGUADO HICÓN, Ana María y otras (1994): Textos para la historia de las mujeres en España. Ed. Cátedra, Madrid. ÁLVAREZ GONZÁLEZ, Ana Isabel (1999): Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945. Ediciones KRK, Oviedo.

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ACRÓNIMOS ADM: Asociación Democrática de la Mujer AEMU: Asociación Española de Mujeres Universitarias AFA: Asociación Feminista de Asturias AFDA: Asociación Feminista Democrática de Asturias AHUO: Archivo Histórico Provincial AMA: Agrupación de Mujeres Antifascistas AMU: Asociación de Mujeres Universitarias ANME: Asociación Nacional de Mujeres Españolas AP: Alianza Popular AUPEPM: Asociación Universitaria para el Estudios de los Problemas de la Mujer BAI: Bloque de Izquierda Socialista BR: Bandera Roja CCOO: Comisiones Obreras CD: Coalición Democrática CE: Constitución Española CRAS: Comités Revolucionarios de Acción Socialista DRAE: Diccionario de la Real Academia Española ENSIDESA: Empresa Nacional Siderúrgica, Sociedad Anónima FIA: Feministas Independientes de Asturias FLP: Frente de Liberación Popular FUT: Frente para la Unidad de los Trabajadores HOAC: Hermandades Obreras de Acción Católica HUNOSA: Hulleras del Norte, Sociedad Anónima ID: Izquierda Democrática JEC: Juventud Estudiantil Católica JOC: Juventud Obrera Católica LC: Liga Comunista LCR: Liga Comunista Revolucionaria MC: Movimiento Comunista MCE: Movimiento Comunista de España

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MCA: Movimiento Comunista de Asturias MDM: Movimiento Democrático de la Mujer MDM/MLM: Movimiento Democrático de la Mujer/ Movimiento de Liberación de la Mujer MF: Movimiento Feminista/ Movimiento Femenino NOW: Organización Nacional de las Mujeres NUWSS: Unión de Sociedades por el Voto de las Mujeres OCE (BR): Organización Comunista de España (Bandera Roja) OIC: Organización de Izquierda Comunista ONU: Organización de Naciones Unidas PC: Partido Comunista PCA: Partido Comunista de Asturias PCE: Partido Comunista de España PCE (VIII-IX): Partido Comunista de España (Octava-Novena Asamblea) PCE (i): Partido Comunista de España (internacional) PCE (m-l): Partido Comunista de España (marxista-leninista) PCTA: Partido Comunista de los Trabajadores de Asturias PTE: Partido del Trabajo de España PNV: Partido Nacionalista Vasco PSP: Partido Socialista Popular PSOE: Partido Socialista Obrero Español RSA: Reconstrucción Socialista Asturiana RTVE: Radio Televisión Española SADEI: Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales SESM: Seminario de Estudios Sociológicos de la Mujer UGT: Unión General de Trabajadores UR: Unidad Regionalista USO: Unión Sindical Obrera WSPU: Unión Política y Social de las Mujeres

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ANEXOS I. FEMINISTAS ENTREVISTADAS. RESEÑAS OLIVA BLANCO CORUJO Es profesora de Lengua y Literatura en el Instituto de Educación Secundaria “Virgen de la Paloma” de Madrid. Pertenece al Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de la misma ciudad. Fue integrante desde 1972 del grupo de mujeres que se denominaría posteriormente Colectivo Feminista de Asturias (1976) y también de Feministas Independientes Asturianas (FIA). Desde el Colectivo tuvo una presencia activa en AFA en los primeros años de la asociación. Ha participado como conferenciante en numerosos cursos y seminarios sobre Coeducación y Feminismo. Obtuvo el Tercer Premio Nacional convocado por el Instituto de la Mujer y el Ministerio de Educación por “Del salón a la guillotina” en el apartado de material didáctico. Dirigió y coordinó la exposición “El largo camino hacia la igualdad. Feminismo en España. 1975-1985” organizada por el Instituto de la Mujer. Participó como ponente en la Escuela de verano “Rosario Acuña” de Gijón en el año 2002. Tiene numerosas publicaciones en revistas y libros entre las que se pueden destacar: “La Ilustración deficiente. Aproximación a la polémica feminista en la España del siglo XVIII”, “Mujer y trabajo en Asturias”, “La Querelle feministe en el siglo XVII. La ambigüedad de un término: del elogio al vituperio”. Ha prologado el libro Feminismo de Adolfo Posada y traducido y prologado El estudio y la rueca de Michèle Le Doeuff ambos en la editorial Cátedra.

MARÍA JOSÉ CAPELLÍN CORRADA Durante su época de estudiante forma parte del grupo CRAS en Gijón. Se traslada a estudiar Antropología a Madrid y allí ingresa en BR. Tiene que exiliarse a Suiza en 1973 como consecuencia de su lucha antifranquista. Se afilia al PCE y trabaja en Rumanía en Radio Pirenaica y conecta con las mujeres del exilio, hecho que la marcará de forma definitiva en su trayectoria feminista. En 1976 regresa Madrid y posteriormente al Principado de Asturias. Integrante del Comité Local del PCE de Gijón, pasa rápidamente a incorporarse al Comité Regional y al Comité Central. Fue responsable de formación, de política municipal y del área de mujer en el Partido Comunista en Asturias. Después de abandonar el PCE se integró en Izquierda Unida y en Nueva Izquierda. Desde 1982 es directora de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Gijón, cargo que sigue ejerciendo en la actualidad. Forma parte del Forum de Política Feminista y ha escrito varios artículos sobre el Estado del bienestar, la interculturalidad y el feminismo, así como sobre malos tratos y sobre la prostitución. Se ha interesado por las mujeres republicanas del exilio y ha realizado una investigación sobre Dolores Ibárruri. Es partidaria de los pactos entre mujeres. Forma parte de la Tertulia Feminista Les Comadres de Gijón

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PAZ FERNÁNDEZ FELGUEROSO Abogada y trabajadora social. Desde 1973 ejerce la abogacía con especial dedicación a los problemas de las mujeres. Formó parte de la Junta Democrática de Asturias desde 1974 y fue Secretaria de la misma en 1975. Fundadora del PSP asturiano, se incluyó en su candidatura en las elecciones generales de junio de 1977. Posteriormente ingresa en el PSOE en 1978 al fusionarse el PSP con éste partido. Formó parte del Colectivo “Mujer y Socialismo” entre 1978 y 1979. En 1983 fue nombrada Delegada del Gobierno en la Compañía Telefónica de España y Secretaria General de Comunicaciones. Consejera de Industria, Comercio y Turismo en la legislatura de 1987-1991 del Principado de Asturias, ejerce desde 1999 como alcaldesa de Gijón. Integrante de AFA desde sus inicios, une en su persona una larga trayectoria de lucha política por las libertades y por los derechos de las mujeres AIDA FUENTES CONCHESO Luchadora antifranquista, se integró en los años 60 en la Juventud Obrera Católica y fue su Presidenta nacional entre 1963 y 1966 con motivo de las primeras elecciones democráticas en esta institución. Participó activamente en las huelgas de 1962 y en la lucha activa que se derivó en nuestra Comunidad. En ellas contribuyó a la organización de comedores, a la transmisión de propaganda e información y por ello fue detenida. También fue integrante de USO desde 1966 y formó parte de varias Asociaciones de Vecinos (Barredos en Laviana y La Argañosa en la ciudad de Oviedo). Posteriormente promovió la Asamblea de las Mujeres del Valle del Nalón, se integró en la Asociación “Mujeres Progresistas” y “Mujeres por la Igualdad”. Encabezó la lista de Unidad Regionalista en las elecciones de junio de 1977, aquí tuvo una estrecha relación con AFA. Desempeñó responsabilidades políticas, entre las que destacan, la Dirección Regional de la Mujer en el gobierno del Principado de Asturias dentro de la legislatura 1991-1995 y la Dirección de la Fundación Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón hasta fechas recientes. GLORIA GARCÍA NIETO Es Diplomada por la Escuela Universitaria del Profesorado de Educación General Básica de la Universidad de Oviedo. En 1975 formó parte de la primera junta directiva de AUPEPM de Asturias, ya militaba entonces en el PTE. Se integró en AFA como independiente. Permaneció en esta asociación hasta 1986 en el que constituyó junto con otras feministas el Colectivo “Escuela no-sexista” de Asturias, al que actualmente pertenece. Ha impartido cursos sobre Coeducación desde el año 1987 en los Centros de Formación del Profesorado, sobre proyectos y programas para mujeres organizados por la Secretaría de la Mujer del Principado de Asturias. Ha realizado talleres de Coeducación y Educación para la Igualdad en diversos Ayuntamientos asturianos. Colaboró con el equipo de dirección, organización y coordinación del I Congreso de Coeducación “Emilia Pardo Bazán” celebrado en Madrid en

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1992. Como representante del Colectivo “Escuela no-sexista” de Asturias ha escrito diversos artículos en diarios y revistas regionales. Entre sus publicaciones destaca su colaboración con el Ministerio de Educación y Cultura con la Unidad Complementaria para el curso de Equipos Directivos sobre Coeducación del año 1990. DULCE GALLEGO CANTELI Militó en su juventud en BR, siendo aún estudiante de Bachillerato en el actual Instituto de Educación Secundaria “Calderón de la Barca” de Gijón. Junto con Lourdes Pérez y otras mujeres de BR colaboró en la realización de actividades informativas y de concienciación en las Asociaciones de Vecinos y Vocalías de la Mujer de la misma ciudad. Fundadora de AFA, permanece en esta asociación hasta el año 1982, en el que junto con otras feministas organiza Nielda, una asociación cuyo objetivo es la investigación y el estudio sobre la salud de las mujeres. También forma parte de la Tertulia Feminista Les Comadres de Gijón. Activa militante feminista, ejerce desde 1999 de Concejala de Empleo y Mujer en el Ayuntamiento de Gijón, desde que incide en impulsar una verdadera política de mainstreaming de género en el municipio. Sus nuevas responsabilidades como Concejala de Mujer y de Medioambiente tras la elecciones municipales del año 2003 le harán incidir en las mismas políticas. Ha impulsado asimismo la creación de la Escuela de verano “Rosario Acuña” de Gijón. TERESA MEANA SUÁREZ Militante de la LCR en los años 70, se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo. Formó parte de los Comités Clandestinos de Mujeres, una organización efímera pero que denunció en Asturias la celebración del Año Internacional de la Mujer en 1975. Formó parte de AUPEPM y de AFA desde su fundación. Viajó a Dinamarca en los años 80 para visitar la “tierra de mujeres” y posteriormente visitó algunos países latinoamericanos, como Nicaragua, en los que participó en la cooperación al desarrollo y en programas orientados a las necesidades de las mujeres. Ejerce de profesora de Secundaria de Lengua y Literatura en el País Valenciano y participa en actividades de formación sobre la utilización de un lenguaje no sexista. En relación con esta actividad se ha publicado un libro-guía titulado Porque las palabras no se las lleva el viento en el año 2003. LOURDES PÉREZ GONZÁLEZ Es profesora de Francés de la Universidad de Oviedo. Formó parte de CRAS. Militó en Bandera Roja (BR) desde el año 1973. Se distinguió en su lucha por las libertades frente a la dictadura. Desde BR, el grupo de mujeres de Gijón, se organizaron para reflexionar sobre los problemas específicos que les atañían y ésta fue una de sus escuelas de feminismo. Fundadora de AFA, permanece en esta asociación hasta el año 1982, en el que junto con otras feministas organiza Nielda, una asociación cuyo objetivo es la investigación y el estudio

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sobre la salud de las mujeres. Formó parte del Consejo Asesor del Centro de Planificación Familiar del Ayuntamiento de Gijón como reconocida feminista. También es fundadora de la Tertulia Feminista Les Comadres de Gijón, a la que pertenece desde el año 1986. Imparte cursos en el Doctorado de Estudios de la Mujer de la Universidad de Oviedo. MARGARITA RIERA LAVILLA Licenciada en Psicología. Se unió a AFA desde sus comienzos en 1976. En 1979 marcha por razones de trabajo a Cataluña y no volverá a Asturias hasta años después. En 1983 funda con otras feministas una Casa de Mujeres -la única del sexo femenino en España- en El Ampurdán catalán. Viajó a Dinamarca y conectó con mujeres del movimiento feminista lesbiano. Permanece en El Ampurdán hasta 1985, año en el que viaja a la India y entra en contacto con el budismo. Vivió en Holanda, en Las Alpujarras (Andalucía) y desde hace once años en Asturias. Su militancia feminista le cambió la vida. Hoy sigue manteniendo los principios de los años 70 en su esencia puesto que para ella aún están vigentes. Se interesa por el feminismo y su relación con la ecología. MARÍA JOSÉ DEL RÍO OLIETE Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca. Llegó a Oviedo en el año 1974 donde ejerció de profesora en la Universidad (Facultad de Filosofía y Letras). Integrante del Colectivo Feminista de Asturias desde 1975, formó parte de AFA desde el principio de su formación en 1976, siendo una de las firmantes de la carta fundacional en 1978. En las elecciones de junio de 1977, las primeras elecciones democráticas, se presentó como candidata en la agrupación Unidad Regionalista, desde donde planteó las reivindicaciones del feminismo asturiano. Se integró en la Asociación para la Coeducación “Emilia Pardo Bazán”. Actualmente ejerce de profesora de Secundaria en Vigo (Galicia), donde forma parte de Seminarios de Coeducación y de distintas organizaciones feministas. BEGOÑA SÁNCHEZ GONZÁLEZ Licenciada en Filología Inglesa, ejerce como profesora de Secundaria desde 1975 hasta la actualidad. Fue directora de Instituto, asesora y responsable de Coeducación del Centro del Profesorado de Oviedo. Fundadora de AFA desde 1976, perteneció a esta asociación hasta 1986 en que se integró en el Espacio Experimental de Mujeres. Forma parte asimismo del Colectivo “Escuela nosexista” de Asturias. Participó como participante y ponente, desde 1986, en diversos cursos de formación en Coeducación. Se presentó como candidata por el FUT en las elecciones de junio de 1977. Tiene un importante archivo personal sobre el feminismo de los años 70. PALOMA URÍA RÍOS Profesora de Secundaria y doctora en Literatura por la Universidad de Oviedo. Participó activamente en la lucha antifranquista, iniciándose en como colaboradora en el apoyo de las huelgas de 1962 en Asturias. Formó parte del Frente de Liberación Popular (FLP) y se integró en la Unión de Estudiantes

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Demócratas de Asturias (UEDA) en la segunda mitad de los años 60. Militante del Movimiento Comunista desde 1973, hoy forma parte del grupo Lliberación y de la asociación feminista Adrei. Perteneció a AFA desde su fundación. Ha impartido numerosos cursos sobre Coeducación, ha presentado varias ponencias en Congresos, Jornadas y Seminarios. Es coautora del libro Polémicas feministas y autora de varios estudios: “El exilio literario asturiano de 1939”, “Celia en la revolución de Elena Fortún”, “Valor y miedo de Arturo Barea”, “El entierro de La Regenta”, “Los cuentos de Mari-Pepa y numerosos artículos sobre feminismo en diversas revistas. Próximamente se publicará su tesis de doctorado: La narrativa para niñas y adolescentes en la postguerra (1939-1959). AMELIA VALCÁRCEL Y BERNALDO DE QUIRÓS Doctora en Filosofía y Catedrática de Filosofía moral y política en la Universidad de Oviedo. Es Directora de la revista Leviatán e integrante del Real Patronato y de la Comisión Permanente del Museo del Prado. Infatigable conferenciante y escritora, ha publicado numerosos libros y ensayos, entre otros: Hegel y la ética (finalista del Premio Nacional de Ensayo de 1989), Sexo y filosofía (1991), Del miedo a la igualdad (1993) (finalista del Premio Nacional de Ensayo 1994), La política de las mujeres (1997), Ética contra estética (1998), Rebeldes (2000) y Ética para un mundo global (2002). Fue integrante desde 1972 del grupo de mujeres que se denominaría posteriormente Colectivo Feminista de Asturias (1976) y también de Feministas Independientes Asturianas (FIA). Desde el Colectivo tuvo una presencia activa en AFA en los primeros años de la asociación. Formó parte de la candidatura Unidad Regionalista en las elecciones de junio de 1977. Fue Consejera de Educación, Cultura, Deportes y Juventud en la legislatura 1991-1995 en el gobierno del Principado de Asturias. Es una persona conocida y reconocida en el panorama del feminismo asturiano y español. Ha dirigido desde 2002 la Escuela de verano “Rosario Acuña” de Gijón. EMILIA VÁZQUEZ MENÉNDEZ Es profesora de Genética de la Universidad de Oviedo. Fue una activa militante feminista y antifranquista. Formó parte del PTE y finalmente desde el año 1973 de MC. Se integró en AFA desde su fundación. Se especializó en temas de sexualidad y uno de sus principales cometidos en la época de la transición fue divulgar todo lo relacionado con este tema en los foros más variados: Asociaciones de Vecinos, Vocalías, grupos de mujeres, estudiantes de la Universidad, estudiantes de Enseñanzas Medias. Colaboró en la elaboración de los folletos de AFA sobre el “Derecho a nuestro cuerpo” y otros relacionados con la divulgación de la salud y la sexualidad de las mujeres. Sigue implicada en el movimiento feminista desde entonces. CARMEN VEIGA Nace en una familia republicana y desde joven experimenta lo que significa la oposición al franquismo. Finalizada la carrera de Técnica de Empresas y Actividades Turísticas en Madrid pasa a residir en Gijón. Aquí emprende su vida profesional y comienza su actividad política y feminista. Milita en el PSP y

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posteriormente en el PSOE. En 1979 es elegida Concejala del Ayuntamiento de Gijón por el PSOE. Se le atribuye de las responsabilidad de Bienestar Social hasta 1981. Durante su mandato y en coordinación con la Concejalía de Sanidad presentan la propuesta de creación de un Centro de Planificación Familiar que se aprueba en el pleno del Ayuntamiento del 11 de julio de 1980. Siendo Presidenta de la Fundación Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón , se abre la primera Casa de Acogida para Mujeres Maltratadas de Asturias en el año 1985.Ha sido Presidenta de la Cruz Roja de Asturias, Vicepresidenta nacional y Presidenta nacional en funciones en el año 1994. Actualmente es Directora Gerente del Teatro Jovellanos de Gijón. Forma parte de la Tertulia Feminista Les Comadres de Gijón.

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II. EL PROGRAMA DE LA ASOCIACIÓN FEMINISTA DE ASTURIAS ASOCIACIÓN FEMINISTA DE ASTURIAS PROGRAMA Introducción La A. F. A., surge promovida por un grupo de mujeres, para luchar contra la situación de explotación y discriminación que sufrimos, mantenida a lo largo de todas las épocas y bajo cualquier sistema social hasta el momento actual. Al mismo tiempo, pretende estudiar los diferentes aspectos en los que esta situación se manifiesta. La A. F. A. quiere ser un marco unitario, que agrupe a todas las mujeres que quieran luchar por su liberación, lo que significa defender sus intereses. Es independiente, porque no está dirigida por ningún partido político y autónoma porque elabora sus propios objetivos, alianzas y métodos de lucha. Su funcionamiento es democrático, existiendo dentro de su seno, diferentes puntos de vista sobre la lucha feminista. Estos puntos de vista, se agrupan en tendencias que, en todo momento, pueden hacer valer sus opiniones. La A. F. A., teniendo en cuenta la realidad de nuestro país, considera necesaria la existencia de un marco político democrático, en el cual las leyes sean las mismas para todos los ciudadanos sin distinción de sexos. Asimismo, se ve obligada a denunciar cualquier forma de democracia que pretenda mantener -o seguir manteniendo- a la mitad de la población, es decir, a las mujeres, en una situación de discriminación, en la que no tengamos los mismos derechos que los hombres. Nosotras intentamos transformar esta realidad desigual partiendo de unas reivindicaciones mínimas que exponemos a continuación: I EDUCACIÓN La educación es fundamental para el desarrollo de cualquier ser humano. Para las mujeres, la educación es el primer paso que nos relega a ciudadanos de inferior categoría. Se nos dificulta la posibilidad de formación, para ejercer cualquier trabajo o profesión, que no sea el de fregar, coser, lavar, etc. en beneficio del varón. Es decir, se nos prepara sobre todo para ser madre y esposa. Juegos y ocupaciones nos mentalizan para ello y se nos hace ver que no servimos para otras cosas. No hay más que echar una ojeada a los textos escolares que presentan a las mujeres siempre o casi siempre, realizando trabajos

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domésticos, mientras que los varones realizan tareas más gratificantes y emprendedoras. Esta orientación educativa, alcanza su mayor éxito, cuando nosotras mismas aceptamos que el quehacer doméstico constituya la actividad fundamental para nosotras, que sea lo que "podemos" y "debemos" hacer. Por lo tanto exigimos: 1º Igual educación en todos los grados de enseñanza. Que se enseñen por igual a ambos sexos, desde juegos, tareas domésticas y trabajos manuales, hasta las conductas y actitudes sociales. 2º Revisión de los textos escolares que dividen los ejemplos y orientaciones de las materias en función del sexo. 3º Facilidad para que las mujeres adultas que no tuvieron oportunidad para ello, reciban la educación que se les negó en su día. 4º Lucha ideológica que acabe con las normas culturales que crean papeles masculinos y femeninos en todas las situaciones sociales. II TRABAJO La mujer ha trabajado siempre en los oficios más duros, pese a la opinión contraria comúnmente extendida. La sociedad ha exigido su trabajo siempre que ha necesitado mano de obra abundante y barata; en situaciones de recesión económica, de paro, etc., se la obliga a permanecer en casa. La mujer es el único ser humano que debe trabajar gratis o a cambio de la simple manutención. La jornada de trabajo del ama de casa, supera, a veces con una gran diferencia, la ocho horas obligadas de cualquier trabajador. Y sin embargo, este hecho se considera como algo perfectamente lógico y natural. ¿Qué hombre aceptaría trabajar sólo por un techo y una comida; sin un horario de trabajo, ni días festivos, ni vacaciones? En el caso de que la mujer trabaje fuera de casa, su jornada laboral no hará más que alargarse pavorosamente. Nadie la liberará del trabajo doméstico ni del cuidado de sus hijos. Tendrá que soportar, además, cobrar salarios más bajos que el hombre, aunque el trabajo sea el mismo, como ocurre tantas veces y sus posibilidades de promoción, serán también inferiores. Por todo ello exigimos: 1º Terminar con la consideración de la mujer como mano de obra de reserva. No al paro femenino.

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2º Acceso a todos los puestos de trabajo o profesiones existentes, con igual capacidad de contratación, de promoción, de salario, de trabajo, de categoría y antigüedad. 3º Derecho a ejercer cualquier profesión o carrera y a promocionarse dentro de ella. 4º Acceso a todas las ramas de formación profesional, para lo cual es imprescindible la creación de centros mixtos. 5º Abolición de todas las discriminaciones laborales, en razón del sexo, estado civil o maternidad. 6º A igual cotización en la Seguridad Social, iguales prestaciones y beneficiarios. 7º Acabar con la división del trabajo, por cuanto los empleos considerados como femeninos son reproducción de los realizados por la mujer en el ámbito doméstico. 8º Puesto que consideramos que la baja maternal, no está en función de la recuperación de1a mujer, después del parto, sino en función del cuidado que necesita un nuevo ser y además, entorpece la contratación de las mujeres a la hora de trabajar, exigimos: a) Que ante un embarazo mal tolerado desde el punto de vista médico, la mujer tenga derecho a la baja por enfermedad. b) Que el tiempo de recuperación post-parto, sea el adecuado al estado físico de la mujer y por tanto sea considerado también, como baja por enfermedad. c) Que la actual baja maternal, sea repartida entre el padre y la madre; para que ambos se responsabilicen del cuidado del recién nacido. III FAMILIA La familia es para la mujer el principal centro de su opresión y discriminación. La legislación que pretende regular el funcionamiento de esta institución, lo que regula, de hecho, es la opresión femenina. La discriminación legal aparece en el medio familiar, con toda su crudeza (adulterio, malos tratos, exigencias sexuales dentro del matrimonio, etc.). Por otra parte, la mujer, debido a la educación recibida, acepta como natural toda la sumisión a la que la institución familiar la somete: aceptación, sin discusión, de la autoridad del varón; fidelidad que parece que sólo le atañe a ella; carencia de poder de decisión sobre los hijos, pese a que deba realizar todos los trabajos relacionados con su cuidado.

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Cuando la mujer no se atiene a las normas establecidas sobre la familia, se encuentra perseguida y desprotegida. Ejemplos límite son la existencia de las prostitutas y el absoluto rechazo hacia la madre soltera. Por lo tanto exigimos: 1º La patria potestad conjunta sobre los hijos, en tanto subsista la patria potestad sobre los seres humanos. 2º Divorcio en igualdad de condiciones para los dos cónyuges y a petición de uno sólo, mientras persista el matrimonio. 3º Reconocimiento de igualdad de derechos a la madre soltera y supresión de la calificación de hijo ilegítimo. 4º Socialización del trabajo doméstico, con la creación de comedores colectivos, servicios de limpieza, lavanderías, guarderías infantiles permanentes y gratuitas, etc. 5º Legislación que obligue a los hombres a compartir en igualdad de condiciones el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos. 6º Abolición de la ley que pena el adulterio y el amancebamiento. 7º Investigación de la paternidad. IV SEXUALIDAD Existen, cómo no, conductas diferentes para el hombre y la mujer en el terreno sexual. A él, se le permite y se lo fomenta que ejerza su sexualidad, llegando a ser ésta una cuestión de prestigio masculino. Se le permite desde la infidelidad conyugal, hasta la violación. A la mujer, en cambio, la sexualidad se le niega, confundiéndola con la maternidad y reprimiéndola no sólo con las leyes, sino también con el rechazo de la sociedad. En este sentido, la sexualidad en general, se entiende y se admite en relación con la sexualidad masculina. Se nos ha dicho siempre a las mujeres, cómo tenemos que comportamos para satisfacer al hombre y lo que a él le satisface es "bueno" para nosotras. No podemos olvidar que el actual comportamiento sexual, es una forma más de la dominación del hombre.

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Estos dos aspectos, empiezan a explicar las alarmantes cifras de mujeres insatisfechas sexualmente, y no esas explicaciones que atribuyen el problema a nuestra inmadurez. Olvidando incluso 200 teorías “científicas” que hablan del clítoris como órgano sexual, diferente del de la reproducción. En cuanto a la sexualidad exigimos: 1º Diferenciación de los órganos de placer y de reproducción. 2º Una educación sexual que incluya el reconocimiento de la sexualidad femenina y la denuncia de todas las falsedades que sobre ella se han elaborado y plasmado en la cultura, educación, ciencia, etc. 3º Abolición de las leyes que regulan la opción sexual del individuo: libertad en el ejercicio de la propia sexualidad. 4º Abolición de las leyes que encarcelan a las prostitutas y encubren todo tipo de abusos contra ellas. Exigencia del castigo del proxenetismo y toda explotación por intermediarios de las prostitutas. Mientras esta situación persista, y exista una permisividad que la potencie exigimos: Derecho a reconocimiento ginecológico y venéreo, gratuito. Derecho a la sindicación y organización de las prostitutas, tal y como ellas consideren necesario. V CONTROL DE LA REPRODUCCIÓN Consideramos que, dado el carácter masculino que se imprime a la sexualidad, deben, ponerse al alcance de las mujeres, la posibilidad de tener hijos o no, y el número de estos. Para lo cual es imprescindible: 1º Anticonceptivos libres para hombres y mujeres a cargo de la Seguridad Social. Investigación seria sobre sus efectos reales y problemas secundarios. 2º Centros de información sobre control de natalidad. 3º Aborto libre y gratuito a cargo de la Seguridad Social como primer paso en la consecución de un objetivo final: que existan los medios anticonceptivos, para que ninguna mujer se vea en la necesidad de abortar. VI MEDIOS DE COMUNICACION DE MASAS Consideramos que los medios de comunicación de masas utilizan y degradan la imagen de la mujer, considerándola como reclamo publicitario unas veces, como objeto erótico y amoroso otras o relegándola al papel de ama de casa,

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reproduciendo así, los papeles tradicionales que la sociedad nos obliga a desempeñar. Asimismo, los medios de comunicación de masas y en concreto el cine, sirven como vehículo difusor de la ideología sexista, como puede claramente observarse, en cuanto, a la distribución de papeles, tipo de protagonismo, conclusiones, etc. Por ello exigimos: 1º Que en la publicidad aparezcan por igual hombres y mujeres, con independencia del producto anunciado y que desaparezcan los anuncios que reproducen papeles en función del sexo. 2º Que los guiones cinematográficos no utilicen conceptos ni ideologías machistas. 3º Que, puesto que pedimos derecho a trabajos iguales no se exija en los anuncios de ofertas de trabajo, ni en la práctica, un sexo determinado para realizarlo. 4º Que se promulguen leyes que impidan la realización de cualquiera de los hechos denunciados. Así pues, la Asociación Feminista Asturiana, ve como necesaria para la consecución de estos objetivos, la COORDINACION de todas las mujeres de Asturias y de todos los grupos existentes: amas de casa, vocalías, etc., de modo que se puedan sentar las bases para una lucha conjunta y así conseguir nuestra liberación. ¡MUJER LUCHA POR TU LIBERACIÓN!

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