Grupo Jóven

SSe aproxima la primavera, la flor del naranjo florece y el olor a incienso nos va envolviendo. No han sido unos años fáciles, dos Cuaresmas totalmente diferentes a lo que estábamos acostumbrados y mucha incertidumbre de qué pasaría con nuestra Semana Mayor. Hemos pasado momentos arduos, nos ha costado remontar un poco toda esta situación. Después de todo, los primeros obstáculos fueron el cambio y el distanciamiento del grupo de jóvenes. Hablando en primera persona, fue bastante triste verse en esa situación después de todo el trabajo que llevábamos.

Luego, nos topamos con la imposibilidad de hacer algunas cosas y la motivación iba a menos.

Si no recuerdo mal, el primer día que nos juntamos fue el pasado Jueves Santo para acompañar a nuestros titulares, Nuestro Padre Jesús en la Columna y María Santísima de la Paciencia, en la Iglesia de Santiago. Creo que coincidimos todos, ese día nos trajo felicidad por volver, y a su vez, tristeza por no poder salir al barrio y llenar cada rincón de Fe y alegría.

Posteriormente, tuvimos otro paréntesis y el Grupo Joven no pasó por su mejor momento. He de decir que se paralizó tanto la vida de

Hermandad que no era capaz de vernos de nuevo en nuestras convivencias.

Gracias a Dios, podemos decir que estamos más animados, nos han devuelto la esperanza, volvemos a unirnos y poco a poco retornaremos a lo de antes.

Si tengo que hablar de lo que espero de esta Cuaresma, tengo que empezar dando gracias. Ante todo, agradezco el avance de la pandemia, agradezco cada grano de arena que se está poniendo, agradezco el hecho de poder seguir adelante a pesar de las adversidades, agradezco tanto a jóvenes como adultos de mi Hermandad de la Columna por permanecer y no perder la Fe, y sobre todo a nuestros Titulares por darnos la fuerza y la esperanza que necesitamos. En segundo lugar, creo que concordamos cada uno de nosotros, esperamos con ansias el hecho de prepararnos, el hacer cuenta atrás y pensar en los días tan bonitos que vienen. Desde el Miércoles de Cenizas hasta el Jueves Santo con un nudo de regocijo, pasando por ese jueves de retranqueo y ese Miércoles Santo por la mañana preparando lacitos, pétalos y flores con una sonrisa en el rostro.

Debemos mantenernos, ante todo, responsables porque está en nuestras manos que siga mejorando todo.

La pandemia aún no ha desaparecido y continuamos expectantes de cara a esta Semana Santa, pase lo que pase confiemos siempre y no perdamos la Fe, por muy repetitivo que suene, es lo que nos une verdaderamente. Que Nuestro Padre Jesús en la Columna y María Santísima de la Paciencia nos ayuden y acompañen siempre.

(R.R.G.)