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La vida en la Tierra y sus riesgos ambientales

Por Elver Brusatin, Docente de Biología, Coordinador Equipo Ecológico, Colegio Alemán de Cali

La Tierra es un planeta hermoso, único en el universo, conocido por su capacidad de albergar vida, condición posible gracias a una serie de factores esenciales que crean un ambiente propicio para los seres vivos: la presencia de agua líquida, una atmósfera rica en oxígeno y otros gases vitales, una temperatura adecuada y la protección contra la radiación solar son solo algunos de los elementos claves que hacen de nuestro planeta un lugar habitable. En la naturaleza, ninguna especie vive de manera aislada, existen complejas redes de interdependencia entre los organismos, lo que llamamos factores bióticos, que se manifiestan en una gran variedad de interacciones, y los componentes no vivos o abióticos, el agua, el aire, la tierra. Estas relaciones que se dan entre los seres vivos pueden ser competitivas, familiares, gregarias, sociales, pero, sobre todo, de cooperación y beneficio mutuo.

A lo largo del tiempo hemos pensado que somos la especie más importante del planeta, la más inteligente, algo cuestionable desde una perspectiva biológica. Considero que son los organismos fotosintetizadores, las plantas, las algas, las cianobacterias, los organismos más importantes sobre el planeta, los fundamentales, los que nos suministran alimento, oxígeno, hábitats a innumerables especies y otro gran número de beneficios y recursos de forma generosa, gratuita, sin cobrarnos un centavo.

Aunque somos inteligentes y hemos adaptado el mundo a nuestras necesidades y deseos, muchas de nuestras acciones no se podrían denominar ‘inteligentes’. La deforestación, por ejemplo, pone en riesgo la supervivencia de muchas especies, incluida la nuestra. A pesar de los enormes beneficios que nos brindan los árboles seguimos destruyendo los bosques y alterando el equilibrio ecológico. Los organismos fotosintetizadores son fundamentales para la vida; sin ellos, la vida en el planeta colapsaría.

Fotografías: cortesía de Elver Brusatin.

Uno de los problemas que requiere atención más urgente es el calentamiento global, causado en gran medida por la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano. Estos gases atrapan el calor en la atmósfera, lo que provoca un aumento de la temperatura global, el derretimiento de los polos, la alteración de los patrones climáticos y fenómenos extremos como huracanes e incendios forestales.

A pesar de la abrumadora evidencia científica sobre el calentamiento global, aún existe escepticismo al respecto. Algunas personas niegan la magnitud del problema debido a intereses económicos, desinformación o desconfianza en la comunidad científica. Sin embargo, es importante destacar que el escepticismo es una característica fundamental de la ciencia y del pensamiento humano en general. La diferencia radica en que el escepticismo bien fundamentado se basa en la evaluación de pruebas y datos, y en este caso, la evidencia sobre el cambio climático es contundente, abrumadora y verificable.

Parte de la solución a este problema suena relativamente sencilla, y nos muestra como la biosfera está relacionada con la atmósfera, puesto que son precisamente las plantas los organismos fotosintetizadores que absorben el dióxido de carbono para transformarlo en alimento y oxígeno. Pero seguimos destruyendo los bosques, literalmente matando a aquellos seres que nos dan tanto sin pedir nada. Sin embargo, no quiero parecer pesimista, soy de los que confía y tiene esperanza en la humanidad, las futuras generaciones, la ciencia que siempre nos plantea alternativas y avances para solucionar los problemas y mejorar nuestras vidas. Existen diversas estrategias para mitigar los desafíos ambientales y revertir el daño al planeta: la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que implica el uso de energías renovables y mayor eficiencia energética, la protección y restauración de los ecosistemas que se logra mediante la reforestación y la conservación de la biodiversidad, el uso responsable de los recursos naturales y la promoción de la economía circular, el reciclaje y la reducción del desperdicio. Igualmente, es fundamental la concientización y la educación ambiental para fomentar estilos de vida sostenibles y mayor responsabilidad ecológica.

Las preguntas que me hago y que los invito a que reflexionen sobre ellas en este momento son: ¿qué estamos haciendo cada uno de nosotros para solucionar estos problemas?, ¿qué hacemos desde casa?, ¿qué hacemos desde el colegio? Al respecto, considero que podemos hacer muchas cosas, por ejemplo, plantar árboles, reciclar, consumir menos, hacer mejor uso de los recursos naturales, enseñar, concientizar. La idea fundamental es que lo empecemos a hacer, que esto no se quede solo en palabras y buenas intenciones, hay que cooperar, ayudar y actuar.

Desde el grupo ecológico del Colegio Alemán de Cali, liderado por el profesor Carlos Moreno y por mi persona, surge la propuesta de la creación de un Comité Ambiental, una entidad formal encargada de la gestión ecológica en la institución. Entre sus objetivos están la implementación de políticas ambientales, la organización de campañas y el monitoreo del impacto ambiental. Este comité podría estar conformado por miembros de la comunidad educativa, estudiantes, profesores, padres de familia y directivos que quieran participar.

La segunda propuesta importante en la que hemos trabajado este año es la actualización del PRAE (Proyectos Ambientales Escolares) y el diagnóstico y la planeación de estos proyectos con la ayuda de los estudiantes del grupo ecológico del Colegio y en especial de los estudiantes de grados 11° y 12°, interesados en estos temas y que colaboran activamente. Se trata de iniciativas que buscan generar conciencia y proponer soluciones sostenibles dentro de la comunidad educativa.

Para finalizar invito a toda la comunidad a sumarse a estos esfuerzos y contribuir a la sostenibilidad del Colegio, promoviendo el uso responsable de los recursos naturales, la conservación de la biodiversidad y su participación. El futuro del planeta depende de nuestras acciones hoy.

Les agradezco la lectura de este artículo y estoy atento a recibir sus comentarios.

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