NES
OUSA
MENSUARIO Entered
as
second
class
matter
October
23, 1930,
at the
UNIT VERSITARIO
Post
Office
at Río
Piedras,
Puerto
Rico,
under
the
Abril-Mayo _1931
Act
of
March
3,
1879.
a
18 Discurso pronunciado por el Canciller Sr SUMM A CONTRA LEGES ANGLIAE Chardón en la asamblea de abril 20 para
Compañeros
debatientes y
Estudiantes : En el día de hoy
la Universidad
luce sus mejores galas para recibir y aclamar a nuestros victoriosos debatientes. Es un día feliz para la institución, feliz para los estudiantes
Por
of Arts! as once of . Arms; thy hand Was then our guardian, and is still our guide, Byron, Childe Harold's Pil. grimage, Canto IV. Davantage, veu que les loix sont extirpés du milieu «de
mos, la fe firme en el porvenir. El Alma Mater, al recogeros nueyamen te en su seno, os dá las gracias. Nunca dudamos de vuestro éxito, y al
en
do en todas sus manifestaciones. Pa-
la Universidad y nos vanagloriamos
de la parte que
nos corresponde
la victoria. No hay nada que una más el espíritu colectivo de las ins-
tituciones que los grands reveses, por
la reacción que provoca, o las gran-
des victorias, por el espíritu de con-
fianza y bien cimentado
optimismo
que traen. La victoria, bien interpretada, estimula el amor propio indi-" vidual y colectivo, nos eleva 'a un plano más alto de resporisabilidad moral de
y nos
nuestra
hace
misión
sentir para
conscientes con
la
socie-
dad en que vivimos. Bendito día para
nuestra Universidad sea este en que
empezamos a sentirnos orgullosos de nosotroé
mismos,
ya
descubrirnos
a través de'las ejecutorias de tres
de nuestros estudíantes distinguidos. En
el
día
de
hoy,
yo
no
sé
qué
hay en este ambiente que tal parece que la Universidad es otra. Nada
nuevo
tres
hay
más
jóvenes
que
el regreso
victoriosos
que
de
traen
consigo algo que no se puede medir en
términos
riales;
ellos
bre el porvenir,
so.
es el despertar de
un nuevo día para la Universidad de Puerto
Rico.
Tenemos
esa ban-
dera victoriosa símbolo de lo que va-
lemos
y
lo
que
podemos,
y
con
el
de
la
tras
vida carnes
y
se
las
entierren primeras
en zarzas,
dar este día de sol y de luz y co-
brar bríos para seguir adelante. El recuerdo
de
este
día
de
victoria
Os
fortalecerá para toda la vida.
Nosotros los hombres que nos “debatimos
en
la
arena
de
la
vida
pú-
blica, también hemos tenido nuestros días de luz y de sol ya ellos van nuestros pensamientos, en medio del
fragor del combate, para buscar en la ilusión pasada, el bálsamo que cuConservad
el re-
de responsabiildad y os pongáis al Servicio
de
Puerto
Rico,
en
medio
de
la intensa lucha que os espera, en
lo más erudo del combate, cuando
dudéis de vuestra propia suerte, sa-
Cad la bandera de las, viejas victo-
rias,
símbolo
de
una
juventud
que
mat
institución digna de nues-
tra lo estrecho de nuestro ambiente,
conserve puro, cristalino e intacha“bie el espíritu de una juventud que no desea otra cosa que la conservación de la dignidad y la personali- dad puertorriqueña por encima de to das las cosas.
Jóvenes Colorado, Geigel y Gptié-
autor-
del
siguiente
vejamen
Por
de servir a Puerto
Colocadla en el sitio de más peligro,
que allí también estará la bandera de la Universidad de Puerto Rico.
Es pues este día und de alta sig-
nificación para la Universidad, y por ende para Puerto Rico. Nuestra isla se debate en medio de fuerzas po derosas, mayormente económicas, que desean nuestra completa destrucción yla generación.
que está pasan-
(Pasa a la Pág. 7)
Manuel
No es el caso simple y leve de un hombre que se despoja de los reales atributos que le pertenecieron desde
antes
de
nacer,
sino
el
caso
pregrino de una institución secu.
lar que se derrumba
en el eurso de
varias horas. Cierto es que sus ci-
mientos
venían
siendo
minados ,
pero no lo notábamos los que nunca vimos incompatibilidad posible entre la monarquía y la república. Y no caímos en esa incompatibilidad los que de haber sido españoles habríamos sido monárquicos como
somos
católicos,
y como
enamorados: por estética. Bien
está que
en medio
brusca sacudida haya una
somos de
la
expre-
sión de alegría en el adiós con que” España se despide de su pasado. El
capítulo que termina se halla saturado del sueño de las edades, y la página que comienza es refulgente y prometedora. Se multiplican los candados que custodian el sepulero del Cid, y los Conquistadores lo son de su propia tierra. Pero para los demás pueblos, y sobre todo, para los del
Nuevo
Mundo,
no
resul*a
tan fácil hacerse a la idea de que ya en España han dejado de existir las prácticas cortesanas. Por eso en el fondo de la cordial bienvenida al concierto de las naciones modernas
de
los
tres
grandes
Renaci-
mientos de la jurisprudencia: ni el italiano de los siglós XI y XII ni
el francés del XVI, ni el alemán del
XIX. Sin embargo, a la
España
réis un alto en la cuesta para recor-
arde en deseos
una
guno
Dieu
estudié en philosophi.
ha.
Rico como Puerto Rico se merece, y
tras más altas aspiraciones espirituales, que en batalla contínua con-
El
vues-
empuje de la juventud que late en
nuestras venas, dediquémonos a for-
nística, verdadera reliquia del feudalismo que no- logró destruir nin-
j el autor
restauración
no aspira
del derecho espa-
ñol, que, com» es bien sabido, es de-
del derecho inglés Juzgaría cumplitra vida futura, os traiga la felici -* dodeu deseo si ésta breve Summa con - dad y el reconocimiento a qua tenéis tribuyera en algo -a desterra r de” derecho,” por vuestras “condiciones personales e intelectuales. Cuando empecéis a trepar el agreste carino
“Te Nuestras heridas,
firmemente
tema jurídico, rémora de la cien cia, archi-enemigo de la cultura hum a-
Aclaración.
Quiera Dios que
cuerdo de este día bien profundo en el alma y que cuando séais hombres
proyectándose
persigue,ni le anima otro Prop ósi-
to que el de despertar la franca animadversión hacia ese bárbaro sig-
que ma mulle, Rabelais, Pantagruel, IL Il, ch. X.
el día de hoy, proyectándote en yues
o mate-
la vida, es fuerza, es luz, es el pre-
ont par
de las
el
ritu de la victoria, y la victoria es
sente
grandes emociones.
es el día
traen
espí-
moins
ra vos hoy es un día de cielo azul, de ambiente sutil, perfumado de ilu-
convencionales
consigo
ces folz, qui
tisfacción intensa del deber cumpli-
siones y esperanzas:
nuestra Universidad el estu dio de las leges Angliae. Ningún otro fin
philosophie morale et naturelle, comment ]” entendro nt
y de legítimo orgullo para el claus- * ver nuestros anhelos trocarse en reatro de profesores. Nos sentimos tolidades, nos sentimos orgullosos de . dos como una parte integrante vosotros. Sentís, no hay duda, la sa-
Luis Perea'
Mother
rrez: habéis traído a nues tra Universidad la esperanza, habé is restablecido la confianza en nosotros mis-
de
Pedro
17-
ficiente. No
considera que los lazos
tradicionales que nos unen. a España
seas
un niptivo
poderoso
(Pasa. a la Pág. 2)
para
sin Rey
Rodríguez
se
recibir a nuestros victoriosos debatient es
No.
Ramos
hay un velado tono de reproche pa» ra el pueblo que un día decidiera dejar d eser para convertirse en
otro.
Reproche
egoísta.
Para
que
es
un
tanto
ellos en esta transi-
ción hay bastante de tragedia. Este
cambio en el sistema de gobierno es un fuerte golpe para log nuevos ri-
cos que regresaban de Europa con
la gloria de haber visto a un rey en persona, y en medio de toda su pom
pa y magnificencia. Es un
golpe
traidor para el presidente de repú-
blica que una vez siquiera se pudo
haber
sentado
cerca
del
monarca,
en una recepción. Y no menos trajdor para el' afortunado político de voluntad férrea, cuyo único medio de asegurar la paz y tranquilidad del hogar consistía en rendir a los pies de su esposa una embajada con todas las vanidades y exigencias de
la vida en corte. Bien es verdad que
A pueblo qué exhiben reyes. Pero el primero tiene un rey demasiado mode y los rn otros están o, muy lejos. Ya no será Cervantes nuestro “mejor virrey”, sino que acaso se
convierta en nuestro mejor Gober-
nador. Y, para los franceses, la falta de consideración consiste en que ya no podrán referirse cómofdamen(Pasa
a la Pág.
11)