PREM/OS NAC/ONALES
En el puertorriqueiio de hoy, en toda Ia Isla, existen unos caracteres genotipicos que necesariamente estan ahi a pesar de las multiples variaciones ejercidas porIa relaci6n interracial ocurrida en nuestro suelo y porIa-; diferencias psicol6gicas adquiridas en el media en que nos formamos por Ia crianza y Ia educacion. A todo lo prcviamente dicho se aiiade como corroboracion el resultado de los examenes dentales efectuados en Ia Universidad de Puerto Rico asi como en otros pueblos de Ia Isla en los que se acusa Ia presencia delllamado diente de pala, peculiaridad propia de Ia dentadura del aborigen antillano y que se encuentra presente en Ia de los puertorriqueiios en un porciento significativo. Hacia 1948, Ricardo Alegria hizo un estudio entre cientos de estudiantes universitarios y el I 7% de los examinados acusaron diente de pula. Le parecio tan sorprendcnte Ia presencia de este msgo en unos aiios en que se tenia por descontada Ia desaparicion mdical de elementos genotipicos del indio en nuestra poblaci6n, que opto porno darle publicidad a lo hallado par el en espera de ulteriores indagaciones que Juego no realiz6. Curiosamente, ese I7% coincide con Ia proporci6n indiada de Ia poblaci6n de Santo Domingo segun resultado de estudios sexologicos efectuados en aquel pais en 1973, si bien alia ocurre un predominio de Ia raza negra sabre Ia blanca, to cual es logico si consideramos el flujo poblacional proveniente de Haitf. Recuerdese que en el estudio del Dr. Rodriguez Olleros el factor indiado de Puerto Rico result6 ser el 21 por ciento. En todos estos estudios, inclusive el de Alegria, el porcentaje queda igualmente confirmado por el predominio del tipo de sangre 0, que es inherente a Ia mza mongoloide. Se ha dicho con raz6n que es bastante frecuente encontmr entre nuestm gente facciones indias, v.g.: vislumbre del pliegue mong61ico del ojo, pelo grueso Iucio, p6mulos prominentes, tendencia a Ia braquicefalia (o forma redonda del cr.ineo), presencia frecuente de Ia mancha mong6lica en Ia pie! de los niiios, y casas de rostros ca-;i imberbes. Pero aparte de estos rJSgos fisicos, tanto 0 mas importantes nos parecen los de arden psicologico que posiblemente
repercuten en el puertorriqueiio de hoy. Entre las peculiaridades a seiialarse tiene primacfa el espiritu hospitalario que tanto nos caracteriza. Estamos convencidos de que ello deriva de aquel concepto unico del guaitiao, en que el indio se complace en adoptar el nombre del amigo y darle el suyo en gesto cumbre de entregamiento fraternal o como dice Arrom: "un alto sentido de compaiierismo, de cordial convivcncia, de humana igualdad". Lo que a su vez cobm justa sentido dentro del concepto que utiliza Ia comunidad aborigen para referirse a si misma: "Taino, Taino", es decir, buenos, buenos, o nobles y prudentes. Esto de Ia hospitalidad es complacencia que aun perdura a pesar de que se ha ida mitigando por los avatares de Ia civilizaci6n. Pero aun recordamos aquellos dias en que era hermosa Ia circunstancia, bien que a vcces inc6moda, de sentimos obligados a aceptar Ia taza de coquito con cafe puya, o el palo de pitorro o pitrinche para no dar pie a que se sintiera ofendido el amigo. Asi mismo el gozo de sentir Ia presencia de una visita o que el amigo aceptase ser nuestro compadre. El gozo de ser servicial y el encono cuando se tmiciona nuestm sincem y fmtemal confianza. Recordamos aqui a Cristobal Colon, quien en carla a los Reyes Cat61icos les dice que los indios "nos invitan a comer, otros a heber. Con esta solicitud nos da Ia impresi6n de un amory de una bencvolencia increible". Y otra referenda, ya pasados los siglos, que responde, Lidia Cruz Monclova, quien asi resume las cualidades del indio borinqueiio: "intcligcnte, bondadoso, frugal o simplista en su alimentacion, hospitalario, pacffico, cn!dulo, estoico o con gran entereza ante Ia desgracia, y reservado". Y aiiade que el indio observa preceplos de abolengo remotfsimo como no matar, no mentir, no hurtar. Por su parte, dona Marfa Cadilla ha observado que es alga muy nuestro aquello de ser Jisto y desconfiado, lo que corresponde al consabido "unju" de nuestro campesino. lSeni acaso aquello de ser listo y desconfiado, el unju de nuestro campesino, rcminiscencia de aquel detalle propio de Ia vision mfstica del indio, par demas "jaibero", de representar
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