Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña

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Mimesis y progreso: el diseno de construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n de Puerto Rico Dannelle Gutarra Cordero .... ... .... ......................... ... ........... ............ ......... ........... ........................ ........ .....

Historia del antiguo Leprocomio de Trujillo Alto, Puerto Rico (1926-1977) Walter R. Bonilla

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La representaci6n del espiritu de los muertos entre los aborigenes del Caribe Carlos E. Martinez Palmer

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El discurso mediatico en Teoria de conspiraci6n de Guillermo Rebollo-Gil Alexandra Pagan velez

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El prearreglo funeral Alexandra Pagan velez

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INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUENA Junta de Directores Angel Darfo Carrero, Presidente Consuelo Gotay, Vice-Presidenta Eduardo 'Lalo' Rodriguez, Secretario Mareia Quintero Rivera, Jose Luis Ramos Escobar y Lucas Mattei Rodriguez Liliana Ramos Collado, Directora Ejecutiva Junta Editora Luis Gonzalez Vales, Amparo Morales, Elidio La Torre, Lourdes Lugo Ortiz, Manuel Alvarez Lezama y Ernesto Alonso Equipo Editorial Angel Antonio Ruiz Laboy, Director Marcos Nieves, Editor Eduardo Vargas Desa, Diseflo y Diagramaci6n

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La Revista dellnstituto de Cultura Puertorriqueria es una publicaci6n general de cultura que va dirigida a todo tipo de publico.


COLABORADORES Walter Bonilla (Mayagliez, PR.)

Obtuvo un Doctorado en Filosofia y Letras con concentraci6n en Historia del Caribe en Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras. Es autor de los libros: Exilio y memoria en Ia Era de Trujillo (Santo Domingo: Ministerio de Cultura, 201 0); La Revoluci6n

Dominicana de 1965 y Ia participaci6n de Puerto Rico (San Juan, PR: Publicaciones Puertorriquenas, 2005). Actual mente se desempena como Catedratico Auxiliar en el Departamento de Humanidades de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Aguadilla. Dannelle Gutarra Cordero (Bayam6n, PR.)

Posee un doctorado en Historia de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras, ademas de un Certificado de Cinematografia de New York University. Sus estudios doctorales culminaron en el ano 2012 con el recibimiento de Ia Medal Ia de Alta Distinci6n Academica del Programa Doctoral de Historia y el Premio Dra. Aida Caro Costas por mejor tesis doctoral en el campo de Historia. Su articulo

L'Ouverture's Stay at Fort de Joux: The Construction of Race and Colonialism During the Haitian Revolution se publico en Ia revista academica Journal of Intercultural Disciplines en el ano 2011 . Carlos Martinez Palmer (Ponce, PR.)

Realiz6 estudios graduados en diseflo y comunicaci6n visual en Ia Escuela de Diseflo de Rhode Island yen Ia Universidad de Syracuse, N. Y. Complet6 estudios en museologia y diseflo de exhibiciones en Ia Escuela Manuel del Castillo Negrete, adscrita allnstituto Nacional de Antropologia e Historia, INAH, en Mexico. Se desempefla como especialista en museos para el Smithsonian Institution, en Washington DC. Alexandra Pagan Velez (Ponce, PR.)

Tiene un doctorado en Estudios Hispanicos en Ia Universidad de Puerto Rico en Rio Piedras. Ha participado en varias lecturas de poesia en Mayaguez, Aguadilla, Ponce, San Juan y Rio Piedras, asi como en el programa televisivo, Grado Cero. Forma parte de los escritores en Los colmil/os de Ia muerte: antologfa

puertorriquefia de cuentos g6ticos y macabros, espfritus noctumos, vampiros urbanos y otros vicios de sangre, que esta en imprenta .


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MIMESIS V P~OG~ESO: N

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EL DISENO DE €0NST~U€eiON DEL FE~~OGA~I21ll. DE CI~CUNVALA€10N DE P-l!JE~TO 121CO Por: Dannelle Gutarra Cordero

Es imposible dejar de compartir el sentimiento de excitaci6n, autoconfianza, de.orgullo, que alentaba en aquellos que vivieron en esta era heroica de Ia ingenierfa. Eric Hobsbawm

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l ferrocarril es, mas que ninglin otro significante, el emblema de la Revoluci6n Industrial y el paradigma de la modernidad que mejor transmite la esperanza progresista decimon6nica. Este significante es a la vez representativo del colonialismo "nuevo" del siglo XIX, en el cual se agudiza la inserci6n de valores de la modemidad occidental en los territorios coloniales. El objetivo de esta investigaci6n es explorar los disefios de construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n de Puerto Rico. J!.a discusi6n se enfoca especfficamente en las propuestas de construcci6n de las vias, los puentes sobre rlos y las estaciones para las cinco lineas de este transporte. Este estudio se outre de fuentes primarias disponibles en el Fondo de Obras PUblicas del Archivo General de Puerto Rico. Dentro de este fondo, se encuentra la sub-serie Ferrocarril de circunvalaci6n de Ia serie Proyectos de construcci6n de ferrocarriles del sub-fondo Ferrocarriles y Tranvfas.

EaUicl6n de San oluan -Coleccl6n Puartorriquel\a, UPR r ,


Revisca ICP I mlmero 2.5

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Eat.c16n de Ponce (18981¡ Ubn~ry Df Congre..

Las fuentes primarias fundamentales para este trabajo son las memorias de los ingenieros de la Compaiiia de los Ferrocarriles de Puerto Rico en tomo a los proyectos de construcci6n de las vias, los puentes sobre nos y las estaciones. Estos docurnentos se distinguen por su riqueza de informaci6n: esbozan Ia descripci6n del proyecto, Ia justificaci6n de Ia empresa y Ia viabilidad y las complicaciones del plan de construcci6n. Por otro lado, las memorias proyectan Ia cosmovisi6n decimon6nica de los ingenieros y su visualizaci6n del futuro tecnol6gico de Ia colonia de Puerto Rico. El prop6sito de esta investigaci6n es contextualizar las memorias de los proyectos de construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n de Puerto Rico en las transformaciones del colonialismo en Ia isla tras Ia Revoluci6n Industrial. Este estudio dilucida la intencionalidad de esta empresa de insertar a Ia colonia en los discursos modemos de progreso.

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LA ~EVOLUC16N INDUST~IAL Y EL COLONIALISMO a trascendenciade Eric J. Hobsbawm

L se debe eo gran parte a su atadum a1 movimiento del marxismo britanico y a su trilogia sobre Ia historia del siglo XIX: Lo. era de Ia revoluci6n, 17891848, lA era del capital, 1849-1874 y lA era del imperio, 1875-1914. La trilogia en si representa el concepto de tiempo hist6rico de Hobsbawm, el cual debe cumplir con Ia pragmatica del campo; este escritor de una historia total define al siglo XIX como uno que comienza en 1789 y culmina en 1914. La "doble revoluci6n", es decir, Ia Revoluci6n Francesa y Ia Revoluci6n Industriai,Jllal'Ca unaruptura y laaparici6n de los paradigmas que, seglin el autor, distinguir8n este "siglo XIX''. A partir del aiio 1789, nacen o adquieren significado mucl10s de los conceptos que rigen las dinam.icas de este siglo, como "industria", "clase trabajadora", "capitalismo'',


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' "socialismo" y "nacionalismo". "lmaginar el mundo modemo sin esas palabras (es decir, sin las casas y conceptos a las que dan nombre) es medir Ia profundidad de Ia revolucion producida entre 1789 y 1848, que supuso la mayor transfonnacion en Ia historia humana desde los remotos tiempos en que los hombres inventaron Ia agricultura y Ia metalurgia, Ia escritura, Ia ciudad y el Estado." 1 La tesis de Hobsbawm es que Ia historia del siglo XIX no es mas que el relata del ascenso y la cafda del poderio de la burguesfa liberal occidental. Este poderio se ve retlejado en la celebracion del capitalismo, el desarrollo industrial y el imperialismo colonial y economico. El arden decimononico se ve privilegiado basta el momenta en "que se hizo evidente que Ia sociedad y Ia civilizacion creada por y para Ia burguesfa liberal occidental representaban no la forma permanente del mundo industrial modemo, sino tan solo una fase de su desarrollo inicial.'02 El historiador expone que uno de los paradigmas fundamentales de este perfodo es el establecimiento de lineas de comunicaci6n a traves de todo el mundo en Ia forma de los medias rnasivos de comunicacion y los rnetodos de transporte. El ferrocarril resulta ser el sfrnbolo de Ia rnodernidad y Ia Revolucion Industrial; su presencia se agudiza en la segunda mitad del siglo XIX. "En terminos cuantitativos, el tercer cuarto del siglo XIX fue Ia prirnera epoca real del ferrocarril. La construccion de grandes lineas obtuvo, naturalmente, la mayor publicidad. Tomando como un todo, fue en realidad el mas grande conjunto de obras publicas y basta la fecba casi el mas deslumbrante lagro de la ingenieria conocido por la historia humana.''3

Los medias mas ligeros de transporte reorgenan los protocolos comerciales, las relaciones intemacionales y Ia misma concepcion de la distancia y el globo terraqueo; ya a finales del siglo XIX, se babian transformado irremediablemente estos imaginaries. "Gracias al ferrocarril y a los barcos de vapor, los viajes intercontinentales y transcontinentales se habian reducido a cuestion de semanas en Iugar de meses."4 Los proyectos de construccion de ferrocarriles cobran importancia global y predominan en los discursos del progreso. Estos discursos progresistas simultaneamente guian las relaciones de poder en los territories coloniales. Segtin Ranajit Guha, Ia construccion occidental de progreso sirve como determinante de una jerarquia historicista entre grupos humanos. En History at the Limit of World-History, Guha inspecciona como, a partir del descubrimiento colombino, el sujeto moderno ha sofisticado Ia jerarquia entre naciones con base en aparentes distinciones historicas, politicas y lingiifsticas, fonnando asi una geograffa historica. "Climates and habitats, customs and polities, belief systems and phonic systems of the most diverse kinds were all collected and displayed side by side on epistemic spreadsheets to be measured and calculated for their worth on a civilizational scale standardized in the West. Since civilization stood for progress in time, the scale itself was identified with history enriching its concept with discriminations and differentials it had not known before."5 El escritor arguye que Ia cosmovision occidental crea unas categorias divisorias de la humanidad, dejandose llevar por su concepto de progreso

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en el tiempo. Esta escala influye grandemente en las negociaciones de poder en diversos tipos de colonialismo y da paso a Ia construcci6n del Otro colonial como un ente sin Historia. La Revoluci6n Industrial deviene en un colonialismo "nuevo" que perperua la concepci6n historicista del estancamiento de Ia Otredad, mas afiade el discurso de Ia transformaci6n tecnol6gica e ideo16gica de los territories coloniales. ''The "new' colonialism of the nineteenth century certainly built on the experience of rule and the construction of cultural difference of the old empires. Its newness was part of the making of bourgeois Europe, with its contradictions and pretentions as much as its technological, organizational, and ideological accomplishments.'76 El colonialismo del siglo XIX presenta una inserci6n de los territories coloniales en el mundo de Ia transportaci6n eficiente, las Comunicaciones y la manufactura industrial; esta inserci6n se desata en busqueda de Ia explotaci6n maxima de la mano de obra barata. "Industrialisation changed the nature of the colonial economies. Instead of being based on the trade ofluxury items, they were increasingly dominated by the mass transport of staples. In fact, by the 19th Century many commodities that had once been expensive, such as sugar cotton, tobacco, coffee and tea, had become inexpensive thanks to cheap coloniaHabour and mass production. As steamships augmented Western control of the oceans, the telegraph and steam train extended Europe's influence into remote hinterlands."7 Jane Burbank y Frederick Cooper seiialan cierta arrogancia en este colonialismo "nuevo". Los pensadores proponen que

las metropolis se auto-imponen como referentes de progreso y estructuras de poder con el establecimiento en las colonias de empresas lllimeticas de Ia ingeniena y arquitectura europea. ''The arrogance of power could take a variety of forms- programs to transform conquered societies in the image of Europe, rigid subordination of "inferior people, or the provision of separate - and unequal - pathways to progress for peoples regarded as distinct. All these strategies had their place in the repertoires of nineteenth-century European empires."8 En el caso del Puerto Rico del siglo XIX, Ia historiadora Astrid Cubano Iguina arguye que los referentes polfticos, econ6micos y culturales se desdoblan entre Ia metr6poli espanola y la potencia estadounidense. "Latenineteenth-century writers in Puerto Rico presented Spain, which they viewed as their political and cultural metropolis, and the United States, a highly valued commercial partner and a political model, as alternative sources of authority and power.'>9 El diseiio de construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n de Puerto Rico precisamente evidencia la eminencia de los referentes europcos y estadounidenses en esta empresa de modemizaci6n tecnol6gica.

EL

P~OYECTO

DEL

FERI20CAR~IL

DE CI~CUNVALACION DE PUE~TO RICO n documento de 1865 destila la celebraci6n decimon6nica de la transportaci6n ferrea y Ia proyecci6n de Ia idea occidental de progreso sobre Ia colonia de Puerto Rico. "Siendo las

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s obras publicas en general, las que han encontrado siempre la mas decidida protecci6n por parte de los Gobiemos, puede asegurarse que constituyen un elemento poderoso de bienestar y riqueza. Entre elias deben mencionarse en primer Iugar los caminos, que realizando ]a asociacion universal aque esta llamada Ia humanidad, encierran en sf mismos el germen de todos los beneficios que produce aquella (sic)." 10 Con Ia construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n, Puerto Rico podria finalmente competir dentro de las expectativas de Ia ingenierfa modema, las cuales globalmente dictan el concepto de progreso. El 17 de diciembre de 1886,las Cortes espafiolas le autorizan al Ministro de Ultramar Ia concesi6n de una franquicia mediante subasta para la construcci6n de una lfuea ferrea publica que circunvalara Ia isla. El 15 de abril de 1888, se le concede el proyecto al ingeniero espaiiol lbo Bosch Puig. El 8 de junio de 1888, Bosch delega la concesi6n a Ia Compagnie Des Chemins De Fer De Porto Rico o la Compaiila de los Ferrocarriles de Puerto Rico. 11 Esta concesi6n dicta un plazo de construcci6n de seis aiios y vislumbra un disefio de cinco lineas 12 que circunvalaran Ia isla sin penetrar el interior montaiioso. La linea A, ruta de San Juan a Mayagiiez, constaria de tres secciones: Ia secci6n 1 irfa de San Juan a Arecibo; Ia secci6n 2, de Arecibo a Aguadilla y la secci6n 3, de Aguadilla a Mayagiiez. La linea B recorrerfa el camino entre San Juan y Fajardo via Carolina, mientras que Ia lfuea C, ruta de Mayagiiez a Ponce, tendria dos secciones: la secci6n 1 irfa de Mayagiiez a Yauco y Ia secci6n 2, de Yauco a

Ponce. La linea D, camino 'de Humacao a Po9ce, se dividirfa en cuatro secciones: Ia secci6n 1 irfa de Humacao a Yabucoa; la secci6n 2, de Yabucoa a Maunabo; la secci6n 3, de Maunabo a Arroyo y la secci6n 4, de Arroyo a Ponce. Por Ultimo, Ia linea E se desplegarfa entre Humacao y Caguas via Naguabo. El ferrocarril como un todo rendirfa servicios para pasajeros y el transporte de mercancias. No es basta el 8 de marzo de 1891 que finalmente abren al publico varias secciones del proyecto. "A pesar de que llegaba muy tardiamente, mas de medio siglo despues de la inauguraci6n del ferrocarril entre Ia Habana, Bejucal y Giiines en Cuba (1837) y Ia linea entre Barcelona y Matar6 en Espana (1848), Puerto Rico sonri6 ante el gran paso a Ia modernidad." 13 No obstante, s6lo se habian levantado 85 de 283 kil6metros proyectados, atraso que se agudiza por complicaciones estructurales y econ6micas. "Este ferrocarril nunca llegarfa a completarse porque las obras se paralizaban constantemente. Multiples fueron los motivos, no s61o de caracter tecnico y financiero sino tambien demognifico pues la fiebre amarilla diezmaba Ia poblaci6n, lo que origin6 una carencia de empleados de todo tipo." 14 Para el aiio 1898, se habrfan terminado 203 kil6metros, pero las secciones no conectarian entre sf. El ferrocarril de circunvalaci6n repercute en el comercio, Ia sociedad civil y el desarrollo de la ingenierfa en Puerto Rico. Sus proyectos de construcci6n mas ambiciosos fueron sus vias' puentes sobre rfos y estaciones, los cuales se despliegan en las paginas de las memorias de los ingenieros de Ia Compaiila de los Ferrocarriles de Puerto Rico.

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11.0 8 P~OYECTOS DE â‚Ź0NST~UCCION DE LAS VIAS Ia evaluaci6n e indicaciones de T larasJefatura de Obras Pliblicas, los planes preliminares se transfonnan en los disefios de construcci6n de los proyectos del ferrocarril de circunvalaci6n y los ingenieros de la Compaiiia de los Ferrocarriles de Puerto Rico redactan memorias abarcadoras. Las memorias en tomo a Ia construcci6n de las vfas recogen los inconvenientes al intentar trazar caminos en un paisaje tan accidentando como el puertorriqueiio. Estos documentos dividen las lineas en "trozos" identificados por kil6metros, de manera que el proyecto fuera asequible.

En Ia memoria en tomo a un trozo entre Vega Baja y Arecibo en Ia Linea A secci6n 1 (San Juan aArecibo), se aprecia una de las preocupaciones principales en Ia elaboraci6n de planes de construcci6n de las vfas ferreas: el afan en disminuir la cantidad de curvas en la vfa a lo mfnimo posible. En el trozo en cuesti6n, se realizan cambios sustanciales en 1a ruta para reducir sustancialmente Ia cantidad de curvas. "Examinando el trazado en su conjunto puede verse que las sinuosidades han disminuido de un modo notable, toda vez que el nuevo trazado presenta solo cuatro curvas, cuando el primitivo contenfa once en el trayecto de que se trata (sic)."" La totalidad de memorias de los diseiios de construcci6n del ferrocanil de circunvalaci6n presentan como paradigma Ja limitaci6n meticulosa de curvas. En varios trozos de Ia Linea A secci6n 2 (Arecibo a Aguadilla), los ingenieros exponen no poder construir vfas mas

directas, tal y como sugeria Ia Jefatura de Obras Pliblicas. Estos justifican Jo curvillneo de las vias en esta secci6n con Joaccidentadodelterreno,locualcoartala posibilidad de transfonnaciones notables a los planes preliminares. En el trozo entre Hatillo y Camuy, explican no alterar el trazado original, ya que se interponen las crecientes del rio Camuy. "Hemos adquirido la convicci6n de que una Jfuea establecida en semejantes condiciones seria de construcci6n costosisima y de conservaci6n mas costosa atin, pues estaria expuesta en casi toda Ia longitud de ]a travesia a las frecuentes y a veces importantes avenidaS del rio Camuy (sic)."16 No resulta sorprendente que los gastos de construcci6n representen una preocupaci6n constante; se pretenden minimizar los costas de producci6n y garantizar Ia eficiencia econ6mica del proyecto. El ofuscamiento con la productividad econ6mica de Ia empresa se relaciona directamente a Ia decisi6n de alejar el trazado del pueblo de Quebradillas17; los ingenieros estiman demasiado costoso y poco provechoso para Ia empresa servir a los vecinos de este pueblo.La selecci6n de los municipios que se verian beneficiados por el sistema de transportaci6n no s6lo responde a consideraciones geograficas, sino que ademas establece una jerarqufa de territorios respecto a Ia relevancia econ6mica. Otro paradigma es el anhelo del perfeccionamiento de lo funcional del proyecto y de Ia estructuraci6n de un verdadero sistema de comunicaciones. En Ia Linea A secci6n 3 (Aguadilla a MayagUez), se altera Ia ruta de la vfa de manera que esta se encuentre mas cerca "de Ia intersecci6n de los cuatro caminos

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Losingenierosrecalcanenlostextos el afan de construirun sistema de comunicaciones que pud.iera, mas que competir, exceder los estmtdares de las compaiiias europeas y estadounidenses de ferrocarriles. Se aprecia una meticulosidad en el d.iseiio de construcci6n y Ia proyecci6n ut6pica de Ia inserci6n de Puerto Rico en Ia corriente de Ia modernidad segtln se concille en el imaginario occidental.

LOS Pr20YECTOS DE CONSTI2UCCION DE LOS PUENTES SOBI2E r2IOS as memorias de los ingenieros en tomo a los proyectos de construcci6n de los puentes sobre rios comunican los criterios que miden el 6xito de un d.iseiio, a la vez que Ia complejidad de estas empresas y sus respectivas investigaciones de campo. AI mismo tiempo, llevan consigo una descripci6n detallada de la variada hidrograffa puertorriqueiia. "El cumplimiento de lo depuesto por el Gobiemo General nos ha obligado a hacer un estudio bien

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completo de estos rios para llegar al conocimiento exacto de los hechos, alejandonos de las exageraciones de la fabula y de todo genero de intereses (sic)."23 El proyecto de Ia Linea A secci6n 1 (San Juan a Arecibo) vislumbra el levantamiento de puentes sobre los siguientes rios: Piedras, Bayam6n, La Plata, Cibuco, el Grande de Manati y el Grande deArecibo. Para Ia secci6n 2 de esta linea (Arecibo a Aguadilla), se acuerda Ia construcci6n de un puente sobre el rio Camuy, mientras que, para Ia secci6n 3 (Aguad.illa a Mayagiiez), se planifican puentes sobre los nos Grande, Culebra, Culebrinas, La Puente, Aiiasco e Ingenio o Guayabo. La Lfuea B secci6n 1 (San Juan a Fajardo) llevaria un puente sobre el rio Piedras y otro sobre el rio Grande de Lofza, a la vez que la linea C tendria puentes sobre los rios Retiro, Viejo, Grande, Rosario y Yagilez en su secci6n 1 (Mayagfiez a Yauco) y sobre los nos Tallaboa, Marueiio, Guayanilla y Yauco en su secci6n 2 (Yauco a Ponce).24


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que conducen a Rincon, a Aiiasco y a Mayagiiez; con lo cual se aumenta Ia facilidad de las comunicaciones en todos los sentidos (sic)." 18 En esta misma secci6n, sin embargo, los ingenieros aluden a unas inundaciones recientes para justificar Ia decisi6n de alterar Ia ruta del plan preliminar, el cual exponfa un trazado mas favorable para el sistema de comunicaciones y para los costas de construcci6n19; lo inundable o pantanoso de una regi6n resulta ser un inconveniente constante para el disefio de las vfas. Las memorias de los trozos de Ia Lfuea B secci6n 1 (San Juan a Fajardo) demuestran el esfuerzo en encontrar soluciones viables a lo accidentado del terreno, ademas del desvfo de rutas. Una de las soluciones recurrentes es Ia elaboraci6n de rampas con poca pendiente cuando el relieve lo permitiera. Esta medida se implementa en el trozo entre Rfo Grande y Luquillo. "En resumen, si se tiene en cuentas lo accidentado del terrene que recorre el trozo de que tratamos, creemos que Ia distribuci6n de rasantes adoptada en este perfil longitudinal nos parece reunir las mejores condiciones no tan solo bajo el punta de vista de Ia construcci6n sino tambien bajo el de una explotaci6n facil y econ6mica (sic)."20 Los ingenieros mencionan dos razones para alterar el trozo desde Yauco basta el tUnel de Sabana Grande en Ia Lfnea C secci6n 1 (Mayagiiez a Yauco). Primero, proponen que modifican Ia ruta para no afectar los cafiaverales de las Haciendas Santa Rita y Fraternidad. AI mismo tiempo, expresan el deseo de asentar Ia vfa sabre terreno mas s6lido y no sabre terreno "malo por estar formado por

capa resistente de poco espesor sabre lfgaqo con frecuencia lfquido."21 Ambas tribulaciones se extienden a traves del cumulo de las memorias. El Ayuntamiento de Ponce le sugiere a los ingenieros que se altere Ia ruta de un trozo de Ia Linea D secci6n 4 (Arroyo a Ponce), exponiendo que las vfas se verfan amenazadas por las aguas que bajan con fuerza de las montafias. Tras estudiar el panorama, los ingenieros se niegan categ6ricamente a realizar las modificaciones solicitadas y proyectan su postura en tomo a Ia velocidad y el riesgo como rasgos intrinsecos de Ia ingenierfa modema. "El criteria de esta Compafifa es hacer las obras bien' sujetandose a lo mandado y procurando quede con elias poca margen a lo imprevisto' pero entiende que un ferro-carril no puede construirse nunca en prevision de los acontecimientos extraordinarios (... ) y esta persuadida de que con tales ideas,jamas se harlan no ya ferro-carriles sin6 obras ningunas (sic).''ll Las memorias en torno a los proyectos de construcci6n de los trozos de las cinco lfneas del ferrocarril de circunvalacion comunican los inconvenientes fundamentales en el trazado de las rutas. Las consideraciones principales se relacionan a aspectos geograficos como "los accidentes del terreno, Ia calidad del suelo y Io inundable o pantano so de Ia regi6n. Otros criterios estan atados a intereses econ6micos como Ia cautela en los costas de construcci6n y Ia polftica de no afectar negativamente a Ia industria azucarera. AI mismo tiempo, se le otorga prioridad al objetivo de crear un sistema efectivo de comunicaciones que constara de rutas directas y dinarnicas.

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Los materiales de construcci6n de estos puentes serian el metal, Ia arcilla, el ladrillo, Ia cal, Ia grasa, el honnig6n y Ia mamposteria. Una de las previsiones tomadas por los ingenieros es Ia estabilidad de estas estructuras y su resistencia a Ia fuerza de viento. Al mismo tiempo, se evahia Ia consistencia del terreno o Ia posibilidad de deslizamientos para analizar si el suelo sostiene la presi6n del peso del ferrocarril; en el caso del terreno adjunto al rio Piedras, se trata de "una espesa capa de arcilla phistica muy compacta"25 que aguanta Ia presi6n de cuatro kilogramos por centfmetro cuadrado, medida estandar para los ingenieros. Por otro lado, se evita el trazado de puentes con curvas; los ingenieros modifican el diseiio del puente sobre el rio Bayam6n "con el fin de evitar las dificultades y los inconvenientes propios de los puentes en curva."26 La preocupaci6n mas evidente en tomo a) levantamiento de puentes es el regimen fluvial. Se toma en consideraci6n la fuerza de las corrientes, la altitud de las crecidas, los afiuentes del rio, la

precipitaci6n maxima y lo inundable de Ia zona para detenninar la elevaci6n y las dimensiones del puente. La precipitaci6n maxima se determina por Ia medida que los ingenieros llaman "mayor altura pluviometrica"27 , Ia cual se refiere a la cantidad de agua que caeria en la cuenca del rio en un dfa de maxima cantidad de Uuvia. Tras estos estudios' se establecen los margenes de error y se diseiia la elaboraci6n del desagtie del puente. En el caso del puente sobre el rio Cibuco, los ingenieros toman ademas en consideraci6n la profundidad del rio "cuando se bajan por completo las compuertas de ]a represa"28 , calculo que los compele a tomar la medida de aiiadir dos rampas al diseiio del puente. Los ingenieros no se basan en Ia apariencia de un rfo, sino que imaginan posibles complicaciones. En la descripci6n del rio Viejo, estos explican que "en las grandes avenidas este rio no desborda por su propio ~audal, pero parte de las aguas de inundaci6n del rio "Grande" vienen averter en el (sic)."29

Puente de Guajataca- Colacclbn Puertamqualla, UPR

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Los documentos en cuesti6n dan cuenta de las fuentes de informaci6p de los ingenieros. Resultan ser evidentes en las memorias los aspectos presenciales y empfricos de las investigaciones de campo. No obstante, sale a relucir el sentido comun como fuente en ciertos textos; por ejemplo, en los casos de los puentes sobre los rios Retiro y Guayanilla, los ingenieros traen a colaci6n las dimensiones de puentes anteriores construidos con materiales inferiores, aludiendo al hecho de que estos habfan soportado las crecidas. lgualmente, estudian cuidadosamente y de manera ejemplar el episodio de destrucci6n de un puente anterior sobre el rio Yauco.30 Simultaneamente los ingenieros se fundamentan en fuentes documentales preliminares como punta de partida para apartarse de Ia incertidumbre. "Para determinar de un modo aproximado las cuencas de los diferentes rios de Ia Ysla nos hemos servido de las diferentes cartas geograficas que de Ia misma existen, y sf bien es cierto que ninguna de elias ofrece exactitud bastante para que a estos catculos se les de absoluta confianza (sic)."31 Los ingenieros se apropian de mUltiples fuentes de informaci6n en prevenci6n de accidentes debido a los regimenes de los rios. Ademas del regimen del rio, se evalua Ia presi6n que reciben los cimientos y los materiales de construcci6n como Ia mamposterfa y el hormig6n para determinar si el puente resistiria el paso del ferrocarril. Las memorias se nutren de los calculos de los ingenieros y de mUltiples dibujos ilustrativos. Los ingenieros establecen margenes de error y deliberan cautelosamente; ellenguaje

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Trazado del fenvcanil en Guajataca- Colecc:l6n Puertomquel\a, UPR

empleado comunica lo sobrecogedor que resulta ser el diseiio de los puentes sobre rios. Las memorias de los proyectos de coostrucci6n de los puentes sabre rfos del ferrocarril de circunvalaci6o expresan Ia complejidad del diseiio de estas estructuras. Las tribulaciones principales se relacionan a las fuerzas de Ia naturaleza, como el regimen del rio, Ia precipitaci6n y Ia intensidad del viento. Se examina meticulosamente a Ia vez la calidad del terreno. El mismo diseiio se cuestiona cuando se estipula Ia presi6n que ejercen los materiales de construcci6n sobre el puente. Este ctlmulo de memorias comunica el esfuerzo mayor que requirieron los proyectos de construcci6n de puentes sobre rios en relaci6n al resto de los aspectos de Ia empresa. El elemento del peligro impulsa una meticulosidad evidente y el desglose detallado de criterios variados. Los ingenieros despliegan un anatisis nada superficial que integra las mUltiples complicaciones que aquejan estos proyectos.


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Las memorias de los ingenieros en tomo a los proyectos de construcci6n de las estaciones del ferrocarril de circunvalaci6n descubren Ia concepci6n de este medio de transporte como uno de larga duraci6n y de constantes modificaciones. Se evidencia una tribulaci6n constante por Ia vigilancia de las mercancfas en las estaciones; los ingenieros acuden nuevamente a los referentes europeos y estadounidenses en busca de medidas beneficiosas. AI mismo tiempo, resulta meritorio apuntar a Ia distinci6n de las estaciones de San Juan y Ponce, Ia cual connota el valor social y econ6mico de estos municipios. El disefio de estas estaciones revela el plan de Ia introducci6n del ferrocanil en las esferas comerciales y sociales de Puerto Rico; se pretende levantar una red de comunicaciones que "acortara distancias" para el transporte efectivo de mercancfas y el servicio a viajeros de toda la isla. Por lo tanto, Ia localizaci6n es un factor importantfsimo y se vislumbra Ia construcci6n de estaciones lo mas cerca posible a los centros de los pueblos. Simultaneamente, se intenta acordar Ia comunicabilidad con los caminos principales de Ia isla.

El DISCU~SO IDE LA INSERCION DE LA MODE~NIDAD EN LA COLONIA DE PUE~TO ~ICO as memorias de los ingenieros de Ia Compaiifa de los Ferrocarriles de Puerto Rico resultan ser una fuente invaluable de informaci6n de Ia historia de Ia colonia de Puerto Rico en el siglo XIX, ya que proveen una gran cantidad

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de informaci6n sobre Ia poblaci6n, el comercio, Ia geograffa y Ia hidrograffa de Ia isla. Paralelamente, las fuentes primarias examinadas despliegan multiples aspectos de Ia mentalidad burguesa de finales del siglo XIX. Seg1ln esta cosmovisi6n, el proyecto de construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n resulta ser el paso definitivo para el progreso y Ia modemizaci6n de Puerto Rico. Se recalca Ia necesidad.de Ia colonia de un impulso en Ia construcci6n de grandes obras arquitect6nicas y el avance de las comunicaciones. Es evidente el sentido de esperanza que despierta este proyecto, es¡peranza que describe Hobsbawm como rasgo de Ia mentalidad del siglo XIX; este sentimiento setfa erradicado por Ia subsiguiente "edad de los extremos". Los proyectos de construcci6n evidencian una atadura entre Ia industria azucarera y Ia empresa del ferrocarril de circunvalaci6n. Las vias vislumbradas no afectarfan las haciendas azucarerasmas productivas; en vez, las rutas beneficiarfan el transporte y Ia exportaci6n de Ia caiia de azucar. Las memorias de los ingenieros reflejan que se pronosticaban modificaciones futuras, mas no preseotan interes alguno en expandir el servicio al centro de la isla. Los accidentes del terreno costero resultan ser objeto de preocupaci6n en las memorias; esta tribulaci6n innegablemente se hubiese agudizado en proyectos en el centro de Ia isla. No obstante, el privilegio a la costa se puede evaluar tanto desde Ia perspectiva de lo accidentado del centro de Ia isla que como considerando Ia prioridad del espacio de Ia industria azucarera puertorriqueiia. Lo que resulta ser innegable es que el proyecto del ferrocarril de circunvalaci6n esta

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atado a ia explotaci6n econ6mica de Ia colonia y, bajo ese marco, estaQlece una jerarqufa entre los pueblos de Puerto Rico. La determinaci6n de que pueblos verfan Ia construcci6n de estaciones le atribuye valor socio-econ6mico a ciertos municipios, a Ia vez que le niega comunicaci6n a otros pueblos por no ser costo-efectivo. Los referentes son explicitamente occidentales. Los ingenieros aluden repetidamente a los protocolos europeos y estadounidenses como dignos de imitaci6n y admiraci6n. Se aprecia entonces Ia simultaneidad de Ia relevancia de los discursos europeos y estadounidenses que distingue este periododelcolonialismopuertorriqueiio. Tanto Europa como Estados Unidos, son objeto de mimesis y autoridad en el diseiio de construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n de Puerto Rico. Los proyectos de construcci6n del ferrocarril de circunvalaci6n transmiten una concepci6n historicista de la colonia y promueven Ia mimesis de Ia ingenierfa occidental; se concibe a Puerto Rico como una Otredad que requiere Ia imposici6n de un "colonialismo nuevo" y una adaptaci6n vertiginosa a los paradigmas discursivos de Ia modernidad. Las memorias de los ingenieros de la Compailia de los Ferrocarriles de Puerto Rico llegan a adscribirse al genera de Ia literatura de aventura con una narrativa de Ia derrota del mal que, en este caso, resulta ser el estancamiento econ6mico y social de Ia colonia de Puerto Rico dentro de los discursos modemos de progreso.

Bibliografia I. Fuentes primarias A. Archives

Archivo General de Puerto Rico, Fondo de Obras PUblicas, Ferrocarriles y Tranvfas, Proyectos de construcci6n de ferrocarriles, Ferrocarril de circunvalaci6n, cajas 17-21. II. Fuentes secundarias Baralt, Guillermo. Una de cal y otra de arena: panorama hist6rico de Ia construcci6n en Puerto Rico, 1493-2004. San Juan: Asociaci6n de Constructores Generales deAmerica, Cap!tulo de Puerto Rico, 2008. Burbank, Jane & Frederick Cooper. Empire in World History: Power and the Politics of Difference. Princeton: Princeton University Press, 2010. Cubano-Iguina, Astrid. "Visions of Empire and Historical Imagination in Puerto RicoUnder Spanish Rule, 1870-1898." En Interpreting Spanish Colonialism: Empires, Nations, and Legends, editado por Christopher SchmidtNowara & John M. Nieto-Phillips, 87-108. Albuquerque: University of New Mexico, 2005. Gillen, Paul & Devleena Ghosh. Colonialism & Modernity. Sydney: University ofNewSouth Wales Press, 2007. Guha, Ranajit. History at the Limit of World-History. Nueva York: Columbia UniversityPress, 2002. Hobsbawm, Eric. La era de Ia revoluci6n: 1789-1848. Buenos Aires: Crltica, 2007. Hobsbawm, Eric. La era del capital: 18481875. Buenos Aires: Crltica, 2007. Hobsbawm, Eric. La era del imperio: 1875 1914. Buenos Aires: Crltica, 2007. Martfn Ramos, Jesus. Las comunicaciones en Ia isla de Puerto Rico: 1850-1898. SanJuan: Academia Puertorriqueiia de Ia Historia, 2005. Stoler, Ann Laura & Frederick Cooper. ''Between Metropole and Colony: Rethinking aResearch Agenda." En Tensions of Empire: Colonial Cultures in a Bourgeois World, editado por Frederick Cooper & Ann Laura Stoler, 1-56. Berkeley: University of California Press, 1997.


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alejar las dependencias de Ia estacion de las fincas establecidas a orill~ de Ia carretera, ha sido preciso en este punta modificar ligeramente el trazado (sic)."34 Simultaneamente, cada una de las memorias le otorga enfasis ai interes en construir estaciones que pudieran ser modificadas o extendidas para acoplarse a las necesidades de Ia transportaci6n de Puerto Rico; se vislumbran modificaciones futuras tan pronto como tras Ia apertura del ferrocarril. El ferrocarril ofreceria servicio para viajeros, a Ia vez que servicio para el transportedemercancfas. El diseiiode las estaciones dilucida Ia prioridad otorgada bacia Ia vigilancia de las mercancias de parte del jefe de Ia estaci6n; Ia vigilancia se deberia implementar sin interrupciones. Por lo tanto, se realiza el esfuerzo de fusionar los servicios a viajeros y los servicios de transporte de mercancias. Los ingenieros aluden a las practicas de las lineas ferreas fiorteamericanas y de las colonias inglesas, admitiendo Ia imitaci6n de las medidas implementadas por estas. "El servicio de mercancias se ha colocado del lado del edificio de viajeros para que el Jefe de estacion tenga a Ia mano los dos servicios y pueda vigilarlos facilmente, esta condicion es tanto mas indispensable cuanto que nos hallamos en un clima t6rrido donde conviene evitar las salidas ai sol (sic)."35 Los ingenieros investigan y toman en consideraci6n el catculo promedio de movimiento de mercancfas para cada pueblo en esa epoca. En todas las areas de servicio para e) transporte de mercancias, se prepararian rampas para Ia movilidad del ganado.

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Las entradas de los servicios de viajeros mirarian bacia el camino que proviene del centro del pueblo. La mayoria de las estaciones tenciria un anden de 35 metros de ancho, calculando el movimiento diario de 20,000 viajeros. Por otro lado, los ingenieros cavilan sobre el acomodo de los viajeros en los perfodos de espera. "La distancia entre el edificio y Ia via continua es bastante grande para que los viajeros puedan permanecer en ese sitio, si no quieren quedarse en las salas de espera (sic)."36 La estaci6n de Ponce requeriria un paso constante de vagones para viajeros, por lo cual se implementan medidas particulares. "Tres vias se hallan destinadas al servicio de los trenes de viageros. Unidas las tres entre sf por medio de cambios de via, los trenes pueden entrar y salir indiferentemente sobre cualquiera de elias (sic)."37 El proyecto de construcci6n de Ia estaci6n de San Juan resulta ser el mas ambicioso. El servicio de viajeros contarfa con cuatro vias, tres andenes y un retrete, "con lo cual se proporciona gran comodidad para los viajeros, siendo este sistema el recientemente adoptado en las instalaciones mas modemas de estaciones de mucho trafico (sic)."38 El servicio de transporte de mercancfas se subdivide en dos: el tnifico local y el traftco de transito maritima de exportaci6n o importaci6n. La memoria del proyecto de Ia estaci6n de San Juan evidencia Ia magnitud de Ia capital en el comercio y Ia poblaci6n puertorriqueiia. Este documento, mas que ninguno otro, comunica Ia predicci6n de un aumento imparable en la tasa poblacional de esta ciudad.


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Eslacl6n de Ponce- Coteccl6n Puertomquella, UPR

LOS P~OYECTOS DE CONST~UCCIQN DE LAS ESTACIONES as memorias de los ingenieros en tomo a los proyectosdeconstrucci6n de las estaciones del ferrocarril de circunvalaci6n revelan c6mo este medio de transporte se concibe como un trabajo en proceso. Estos documentos proveen a Ia vez un indice de la poblaci6n y del transporte de mercancias en cada uno de pueblos descritos en el perf'odo hist6rico en cuesti6n.

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Segtin el proyecto de construcci6n de Ia Linea A secci6n 1 (San Juan aArecibo), se construirf'an estaciones en los pueblos de San Juan, Bayam6n, Dorado, Vega Baja, Manati, Barceloneta y Arecibo. Las estaciones de Ia Linea A secci6n 2 (Arecibo a Aguadilla) se edificarian en Hatillo, Camuy y Aguadilla. La Linea A secci6n 3 (Aguadilla a Mayagiiez) tendria estaciones en Rinc6n, Aguada, Aiiasco, y Mayagiiez, Ia tiltima siendo el punto de cohesi6n con Ia Lfnea C secci6n

1. En Ia Linea B secci6n 1 (San Juan a Fajardo), se levantarian estaciones en Rio Piedras, Carolina, Rio Grande, Luquillo y Fajardo. La Linea C (Mayagiiez a Ponce) contaria con estaciones en Mayagiiez, Guayanilla, Yauco y Ponce.32 Las memorias de estos proyectos muestran una uniformidad en el formato, a Ia vez que presentan Ia diversidad en el diseiio de las estaciones.La preocupaci6n mas repetida en la narraci6n de los ingenieros es Ia determinaci6n de Ia localizaci6n de estas edificaciones, de manera que proveyeran acceso a los viajeros y que ofrecieran conexi6n con otros caminos. "Este emplazamiento retine las ventajas de encontrarse a poco mas de un kil6metro del centro del pueblo, a proximidad de Ia estacion del ferro-carril de la Empresa Valdes, y de un acceso facil por Ia carretera de Cataiio a Mayaguez (sic)." 33 AI igual que en el resto de los proyectos de construcci6n del ferrocarril, se observan alteraciones a los planes originales para. alcanzar una localizaci6n mas efectiva para Ia transportaci6n. "Para

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VIsta panoramlca del Leprocomlo. Puerto Rico Health Rll\llew (1925)

Historia del

antiguo Leprocomio de Trujillo Alto, Puerto Rico (1926-1977) Por: Walter R. Bonilla

Introducci6n 2 de julio del 2004, Ia Junta de Planificaci6n de Puerto Rico design6 E 1como "Sitio Hist6rico" todas las estructuras del antiguo Leprocomio Insular de Trujillo Alto. El Comite de Amigos de Ia Capilla del Divino Nifio logr6, en mayo del 2004, que el Instituto de Cultura Puertorriquefia endosara Ia nominaci6n del Leprocomio de Trujillo Alto, cumpliendo con una disposici6n de Ia Legislatura de Puerto Rico, para que estas estructuras de Ia decada del veinte, se puedan preservar para futuras generaciones (Ley 292 del2003). Este articulo destaca Ia importancia hist6rica del Leprocomio desde su inauguraci6n en 1926 basta su desaparici6n en 1977. Portal motivo, este estudio detallara las distintas etapas de construcci6n, asf como los diferentes usos de las estructuras y edificios que tuvo el complejo. 1


Revista ICP I numero 25

Edlflclo de Admlnl•tracl6n del Leprocomlo ¡Puerto Rico Health Review (1925)

La mudanza del Lazareto de isla de Cabra a Trujillo Alto pesar de que el mal de Hasen (Ia lepra) afect6 durante siglos a Ia sociedad puertorriqueiia, es muy poco lo que se conoce de su historia. Aunque se especula que Ia enfermedad fue trafda por los esclavos africanos al Caribe, nose ha podido precisar las fuentes originates de contagio debido a Ia ausencia de archivos que detallen Ia cantidad de pacientes que padecieron de lepra basta 1876. Para finales del siglo XIX, el gobierno espaiiol y el municipio de San Juan removieron a los leprosos de los pueblos y de las calles de Ia capital para alejarlos de Ia poblaci6n sana. Con ese prop6sito, el gobemador Segundo de Ia Portilla orden6 la construcci6n del Lazareto de isla de Cabra que empez6 a funcionar en 1883.

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Curiosamente, el ingeniero que diseii6 el hospital de leprosos en Ia bahfa de San Juan fue una persona nacida en Trujillo Alto: Tulio Larrinaga. El Lazareto de isla de Cabra le brind6 a las autoridades coloniales de Ia Isla un mayor control de Ia enfermedad sin solucionar el problema de salud de los pacientes de lepra. El aislamiento de los leprosos fue Ia principal alternativa utilizada por muchos aiios en Puerto Rico. Segun Julie H. Levison, uno de los primeros problemas que enfrent6 el gobiemo norteamericano en San Juan fue el crecimiento en Ia poblaci6n de leprosos. Las nuevas autoridades militares identificaron sesenta casos de pacientes de lepra en todo Puerto Rico, incluyendo once de ellos en Ia capital. De hecho, durante el siglo XIX, Ia carcel de Puerta de Tierra fue utilizada como leproserfa, causando )a molestia de Ia poblaci6n local debido a Ia falta de higiene y de espacio en dichas facilidades. Ante las inhumanas condiciones que vivian los pacientes


de Puerta de Tierra y del Lazareto de isla de Cabra, los gobernadores estadounidenses crearon en 1901 nuevos c6digos de sanidad en las colonias. Aunque se mejoraron las estructuras hospitalarias de isla de Cabra, Ia falta de agua, el calor y Ia humedad hacian angustiosa la residencia de los leprosos en Ia bahfa de San Juan. Los familiares y los empleados del Departamento de Sanidad presionaron nuevamente al gobierno insular, buscando que se removieran a los enfennos de lepra a un Iugar mas adecuado. De 1912 a 1919, las autoridades norteamericanas y Ia Legislatura de Puerto Rico ordenaron Ia creaci6n del lnstituto de Medic ina Tropical, nombraron un Comisionado de Sanidad y formaron Ia Junta del Asilo del Leprocomio, mediante la Ley 76, para frenar las crfticas de la sociedad medica y religiosa ante el estado de insalubridad del Lazareto de isla de Cabra. La Junta, presidida por Walter A. Glines, se dio ala tarea de identificar un terreno fuera de la capital para relocalizar el leprocomio de San Juan. El 2 de abril de 1923, Ia Junta del Asilo del Leprocomio compr6 dos parcelas de terrenos en el barrio Las Cuevas de Trujillo Alto, porIa cantidad de ocho mil d6lares. El Sr. Federico Vall Spinosa le vendi6 a Ia Junta dos fincas, Ia primera de cuarenta cuerdas y Ia segunda de dos cuerdas, las cuales habian sido adquiridas por el primero en 1909 por Ia suma de dos mil d6lares. Ambos predios colindaban por el norte con el Sr. Vall Spinosa; al sur con la linea ferrea de la Porto Rico Railway Light and Power Co.; al oeste con el Sr.

Deogracias Viera (ex propietario de Ia segunda finca); y por el este con el Sr. Manuel Ayala, quien era originalmente el dueiio de la primera parcela. La nueva finca del Leprocomio insular, como indicara el Sr. Ayala en las escrituras de 1909, se utiliz6 mayormente para fines agrfcolas, no existiendo ninguna estructura de importancia en su territorio. En 1924, el arquitecto Rafael Carmoega, quien estaba a cargo de Ia Division de Edificios Publicos del Departamento del Interior, prepar6 el primer proyecto de construcci6n del complejo. En Ia memoria del proyecto, Carmoega seiiala que el primer edificio que se construira sera el edificio de administraci6n, seguido por las casetas de los enfermos, los comedores y el cuarto de operaciones. "El edificio de administraci6n quedani a Ia entrada yen else instalanin las oficinas, viviendas para el Superintendente y empleados de dicha instituci6n. El edificio constani de dos plantas y un s6tano. En el s6tano se pondran los almacenes, ellaundry y un cuarto para el conserje. En Ia primera se instalaran dos oficinas,los dormitories para hombre, el comedor y Ia cocina; y en Ia planta alta estara Ia vivienda del Superintendente y los dormitories para los empleados. El edificio tanto en Ia planta alta como Ia baja tendra una instalaci6n de plomerfa. Las obras se construiran de hormig6n armado, los pisos seran en el s6tano de cemento; en Ia planta baja de Iosetas del pais y madera y lo mismo en Ia planta alta. El techo sera de papel y asfalto, llevando al frente y los ]ados pequeiios aleros de tejas espaiiolas. El edificio en sf sera atractivo y ofreceni una apariencia agradable".


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Entre 1924 a 1926, se construyeron las facilidades del Leprocomio, las cuales estuvieron a cargo de Ia firma de construcci6n de los senores Antonio Higuera y Jose Besosa, en el caso del edificio de administraci6n, no asf las casetas de los enfermos que fueron construidas por Ia compaiifa del Sr. Luis Rexach. En el caso de las casetas de los leprosos, de acuerdo con Carmoega, seran de "una planta y tendran una instalaci6n de plomerfa completa. Las obras se construinin de hormig6n arrnado, los pisos seran de cemento, las losetas del pais y madera. Los techos seran de papel y asfalton. El estilo arquitect6nico del edificio de administraci6n del Leprocomio, como otros edificios que diseii6 Carrnoega en los aiios veinte y treinta, es inconfundible, guardando mucho parecido con el edificio de Ia Cruz Roja en Puerta de Tierra. Actualmente, Ia mayoria de las obras edificadas de Carmoega son patrimonio hist6rico de Puerto Rico.

Inicio y desarrollo del Leprocomio de Trujillo Alto (1926-1960) na de las principales razones para mudar el Lazareto de isla de Cabra a Trujillo Alto fue Ia disponibilidad de agua que existfa en los terrenos del nuevo Leprocomio. La necesidad de mantener limpias las areas de los enfermos de lepra llev6 al Departamento del Interior a otorgar proyectos especiales para construir dos pozos artesianos, una presa y un embalse, drenajes y una casa de maquinas para impulsar las aguas que se recogian de la quebrada Mcirmol. Se instalaron, ademas de las caiierias de agua, un modemo sistema de electricidad, asf como otros equipos de comunicaci6n. Con los aiios, las aguas de los pozos artesianos se agotaron, teniendo las instalaciones que suplirse del acueducto de Rio Piedras.

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Por otro lado, los grupos religiosos, tanto cat6licos como protestantes,

Capllla del Leprocomlo (2010) ¡Eduardo Vargas Desa


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construyeron, durante Ia decada del treinta, dos capillas para los servicios espirituales de los leprosos. Es importante destacar que ambos grupos religiosos sufragaron los gastos de construcci6n de los templos, siendo Ia capilla cat6lica, inaugurada en 1930, Ia primera y Ia unica que todavi'a se mantiene en pie. La capilla protestante, construida en 1934, fue demolida en la decada de 1980 debido a las expansiones de Ia Carretera Estatal 199. Sin embargo, las contribuciones de los misioneros protestantes y de los sacerdotes redentoristas, en especial del padre Jose E. Murphy, asi' como de las monjas de los colegios catolicos de Ri'o Piedras y Trujillo Alto, son muy recordadas y apreciadas en la comunidad. El paso de huracanes durante Ia decada de 1930 afect6 el edificio y los tejados de las casetas del Leprocomio, siendo necesario cambiar los hierros galvanizados de las azoteas. Ademas, en esa decada se termin6 de construir el dormitorio alargado de hombres , conocido como el "tormento" , el cual era

mas grande que las casetas originales. En todo caso, se opt6 tambien para que todas las casetas tuvieran techos de hormig6n. No obstante, las peticiones para mejorar las facilidades del hospital siguieron llegando, como muy bien indican los documentos de Obras PUblicas. El 21 de julio de 1941, Ia Sra. Francisca Ruiz, paciente de lepra, le indic6 al Sr. Sergio Cuevas, quien era el Comisionado del Interior, que los edificios del Leprocomio Insular necesitaban reparaciones. Mas tarde, en 1944, el Sr. Francisco Correa, administrador del Leprocomio, solicitaba al Departamento del Interior "12 planchas de hierro galvanizado para terminar la construcci6n de una carbonera en el Leprocomio". De hecho, Ia situaci6n era tan precaria que el Dr. Antonio Fern6s Isern, Sub-Comisionado de Sanidad, le escribio una extensa carta al Comite de Disefio de Obras Publicas. Segun indica el Dr. Fem6s Isem "se necesitan 72 camas para hombre y 36 para mujeres, para un total de 108 pacientes; carnbiar las viejas ventanas de madera por "Miami"; aumentar el espacio en los cuartos a un 25%; ampliaciones

Casetas del Leplllcomlo (2005)- Walter Bonilla


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y construcciones a Ia cocina, al salon comedor, laundry, equipos mecanicos de lavadoras y lavaplatos; rejas en contra de los mosquitos; maquinas para incinerar los materiales infectados; levantar un nuevo acueducto y mejorar el drenaje existente; y construir garajes y talleres de reparacion, para dade espacio a las ambulancias, camiones y autos". En 1945 ,laDivisiondeEdificiosPublicos le envio un importante memoranda al Comisionado del Interior en tomo a los proyectos de mejoras al Leprocomio de Trujillo Alto. De acuerdo con Obras Publicas, se podrian construir 10 casetas nuevas, para 40 cuarenta leprosos que no estaban en Ia colonia, asi como un hospital para atender 10 pacientes, ya que solo contaban con una caseta del area de las mujeres para esos fines. Ademas, entre las ampliaciones, se esperaba edificar una nueva lavanderia, una caseta para casos especiales, una residencia para el administrador y un garaje. Pero debido a los efectos de Ia Segunda Guerra Mundial (1939-45), los planes de remodelacion se dilataron, ya que los fondos de Obras Publicas eran controlados por el Programa de Emergencia de Guerra.

La desintegraci6n del Leprocomio (1966-1990) esde 1926 basta 1960,e1Leprocomio Insular creci6 muy lentamente, como se puede apreciar en los pianos y en las fotos areas de 1936 y 1962. A partir de Ia decada del sesenta, con Ia disminuci6n de los casos de lepra, el leprocomio fue perdiendo su integridad fisica, dando paso a nuevos proyectos

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de educacion y de rehabilitaci6n de niiias huerfanas y de enfermos mentales. De esta forma, los leprosos, las niiias y los dementes fueron segregando los espacios del complejo, lo cual provoc6 que algunas de antiguas estructuras de Ia colonia desaparecieran para siempre. Es importante seiialar que debido a los adelantos en los tratamientos de Ia lepra, el 4 de junio de 1960 fue derogada Ia Ley 76 que creaba Ia Junta de Asilo de Leprosos, mediante Ia Ley 34. Sin embargo, Ia Ley 34 no dispuso Ia transferencia de los terrenos de Trujillo Alto, manteniendo el gobierno de Puerto Rico el dominio sin titulo de las facilidades del Leprocomio. En 1966, Ia Universidad de Puerto Rico insta16 el Centro Dermatologico de Trujillo Alto, ocupando el personal y las clinicas de los leprosos Ia parte oeste de Ia finca del Leprocomio. AI mismo tiempo, en Ia parte este del Leprocomio, se establecio el Hogar Insular de Niiias, el cual realizo cambios radicales en las antiguas facilidades de los Ieprosos. De hecho, al Hogar de Niiias se le aiiadieron nuevas estructuras de viviendas y de servicios que provocaron que seis casetas, construidas en 1925, fueran demolidas. Por otra parte, el Centro Dermatol6gico construy6 varios ranchones de madera, no solo para atender a los pacientes de lepra, sino tambien para estudiar otras enfermedades de Ia piel. Cuando se desalojaron los ultimos pacientes de lepra, entre 1976 y 1977, Ia clinica de dermatologia se traslad6 al Centro Medico, ya que no era necesario aislar a los enfermos de Ia poblaci6n saludable. Aunque las facilidades del Leprocomio siguieron funcionando, no pas6 una decada para que los edificios, usados por el Departamento de Servicios Sociales


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y Ia Administraci6n de Servicios de Salud Mental y Contra Ia Adicci6n (ASSMCA), quedaran abandonados. Afortunadamente, las gestiones del Comite de Amigos de Ia Capilla del Divino Nino lograron detener Ia destrucci6n parcial del Leprocomio de Trujillo Alto. Desde el 2001 a1 2004, el Comite, liderado por el Sr. Luis Casillas, logr6 que Ia Legislatura de Puerto Rico, mediante Ia Ley 292, ordenara a1 Institute de Cultura Puertorriquefia y Ia Junta de Planificaci6n de Puerto Rico realizar los estudios necesarios para conservar y mantener las estructuras de caracter hist6rico del antiguo Leprocomio de Trujillo Alto. Ademas, en el 2003, el Senado y Ia Camara de Representantes determinaron que el Departamento de Transportaci6n y Obras Publicas (DTOP), tenia que inscribir la tinea del Leprocomio a nombre del Pueblo de Puerto Rico. Cuando se disolvi6 Ia Junta de Asilo de Leprosos, en 1960, el gobiemo de Puerto Rico no realiz6 los tnimites correspondientes para la inscripci6n ni para Ia segregaci6n de dicha parcela, Ia cual se realiz6 de manera informal entre el DTOP y ASSMCA. Actualmente, el problema es que ni Ia Ley 292, ni Ia designaci6n de Ia Junta de Planificaci6n, aclaran como el DTOP y ASSMCA actuaran para que no continue desintegrandose este patrimonio del Pueblo de Puerto Rico.

Conclusiones esde el 1926 hasta el 1977, el Leprocomio de Trujillo Alto atendi6 mas de 300 pacientes de Puerto Rico y otras partes del Caribe y

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America Latina, lo cual representa un hecho singular en Ia historia medica del pals. Lamentablemente, Ia mitad de estos pacientes fallecieron, y los que sobrevivieron, cargaron de por vida con el estigma y el rechazo social de Ia milenaria enfermedad de Ia lepra. De hecho, basta 1942, el Departamento de Sanidad no llev6 registros medicos de los pacientes de Trujillo Alto, siendo atendidos mediante metodos rusticos de aislamiento y de segregaci6n del resto de Ia poblaci6n. Por tal motivo, el Leprocomio Insular de Trujillo Alto se convirti6 como el hogar permanente de los hombres y mujeres, asi como de nifios y nifias, que padecieron de Ia condici6n de lepra durante el siglo XX. El Leprocomio de Trujillo Alto, aunque fue tambien un hogar para nifias abandonadas y enfermos mentales, tiene un valor hist6rico incalculable para nuestra Isla. A pesar de que hoy dia es dificil reconocerlo, no podemos olvidar que este complejo hospitalario, fue un conjunto arquitect6nico emblematico en Ia decada de 1920. Tanto ASSMCA como DTOP tiene Ia responsabilidad de mantener y de preservar este Patrimonio Hist6rico, el cual esta compuesto por el edificio de administraci6n, Ia capilla cat61ica, el comedor, el dormitorio y las casetas de los leprosos. Por ultimo, debido a1 abandono de los edificios controlados por el DTOP, es necesario integrar a Ia comunidad del barrio Las Cuevas y a1 municipio de Trujillo Alto, para que - junto con el gobiemo Estatal- puedan aportar de forma real a los proyectos de conservaci6n de Ia zona del Leprocomio.


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1. Esta investigaci6n se realiz6 con Ia ayuda del personal del Archivo General de Puerto Rico, Ia oficina de Patrimonio Hist6rico del Instituto de Cultura Puertorriqueiio, Ia Colecci6n Puertorriqueiia y el Archivo de Arquitectura de Ia Universidad de Puerto Rico, el Departamento de Salud del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Ia Biblioteca Conrado E. Asenjo del Recinto de Ciencias Medicas. Mi agradecimiento al Sr. Casillas, quien contribuy6 de multiples fonnas para poder culminar este infonne. Finalmente, a Jacqueline L6pez y al Departamento de Transportaci6n y Obras Publicas, por su interes en conocer Ia olvidada historia del Leprocomio de Trujillo Alto.

Bibliograffa I. Fuentes primarias a. Archivo General de Puerto Rico: Fondo Gobernadores Espaiioles, Mapoteca, Obras Publica: Propiedad Publica, Obras Municipales, Carreteras y Aguas b. Infonnes del Comisionado del Interior, 1926-30. Co1ecci6n Puertorriqueiia y Centro de Investigaciones Historicas, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Piedras c. Infonnes del Comisionado de Sanidad. Biblioteca Conrado Asenjo, Recinto de Ciencias Medicas, Universidad de Puerto Rico d. Colecci6n Rafael Carmoega, Archivo de Arquitectura de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Piedras e. Colecci6n de documentos y fotos del Sr. Luis Casillas Parson II. Fuentes secundarias Almodovar, Pablo y Judith Figueroa. "Leprosy in Puerto Rico: A Decade Later". Boletfn de Ia Asociaci6n Medica de Puerto Rico, Vol. 82, Num.10,1990,pp.466-68.

De Hostos, Adolfo. Historia de San Juan: Ciudad Murada (1521-1898). San Juan, PR: Instituto de Cultura Puertorriqueiia, 1983 Diaz Viera, Jose Francisco. Historia Documental de Trujillo Alto. Barcelona: Ediciones Rumbo, 1962 Levison, Julie H. "Beyond Quarantine: A History of Leprosy in Puerto Rico, 18981930s", Hist6ria, Ciencia, Saude-Manguinhos, Vol. 10,2003,pp.225-45. Malaret, Pedro. "Leprosy in Puerto Rico". Boletfn de Ia Asociaci6n Medica de Puerto Rico, Vol. 43, 1951, pp. 1-56. Nine Curet, Jose, Victor N. Torres y Nathan

F. Leopold. "Leprosy in Puerto Rico: A New Look at an Old Disease", Boletin de Ia Asociaci6n Medica de Puerto Rico, Vol. 60, Num. 2, 1968, pp. 53-61. Puerto Rico Health Review. "A New Era for Porto Rico's Leper Colony", Vol. 1, Num. 5, 1925, p. 10-12. Toro Sugraiies, Jose. Trujillo Alto: notas para su historia. San Juan, PR: Oficina de Preservacion Hist6rica, 1985 Vazquez Botet, Miguel, Jorge Sanchez y Francisco A. Ramos. "Incidence of Leprocy in Puerto Rico: update 1980", Boletfn de Ia Asociaci6n Medica de Puerto Rico, Vol. 73, Num. 10, Oct., 1981, pp. 488-96. Vazquez Ortiz, Angel. "La instituci6n del Lazareto en e1 siglo XIX: historia de su establecimiento en isla de Cabra". Tesis de Maestria en Historia, Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, 1992


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La representaci6n del espfntu de los muertos entre los aborigenes del Caribe Por: Carlos E. Martinez Palmer

na de las maneras mas efectivas U para interpretar el simbolismo aborigen del Caribe prehist6rico es a traves del estudio de las distintas formas del arte indfgena; desde las esculturas hechas en barro, piedra o madera, mejor conocidas como cemfes, hasta las vasijas en cenimica, los utensilios rituales tall ados en hueso o caracol, y los dibujos sobre piedra, conocidos como petroglifos, pictograffas, o con el termino generico de 'arte rupestre' . AI mencionar la zona del Caribe antillano, el antrop6logo estadounidense Jesse Walter Fewkes seiialaba en 1907 que: "uno de los vestigios mas significativos de los pueblos prehist6ricos que vivieron en esta zona del Caribe son sus dibujos sobre piedra, conocidos actualmente como petroglifos o pictografias. El estudio de estos dibujos, su distribuci6n geografica y su significado serian de gran ayuda para nuestro conocimiento sobre el origen y desarrollo de la cultura en esta zona."' El arte rupestre del Caribe muestra una abundancia de dibujos que representan figuras humanas, tortugas, peces, cangrejos, caracoles, estrellas de mary

aves acuaticas; lo que sugiere que tales figuras son mas bien representaciones de la poblaci6n y la fauna indfgena de estas zonas tropicales. Otros animales representados en la zona -como serpientes, lagartijas, ranas y murcielagos aparecen en tal profusi6n que uno puede ver en este arte un verdadero catatogo de la fauna del area. Por otro lado, sabemos que los indfgenas concibieron las fuerzas de Ia naturaleza como si fueran dioses y que representaron dichas deidades utilizando imagenes parecidas a ellos y a aquellos animales con los que estaban mas familiarizados. Por eso la abundancia de fdolos con forma de aves, reptiles y otros animates, lo mismo que dibujos rupestres parecidos a ranas, aves acuaticas, serpientes, iguanas y murcielagos. En un sistema de significados como este, los animales se convierten en Ia personificaci6n de las fuerzas de la naturaleza; una metafora que se adapta muy bien a los cambios y peculiaridades del clima y al ambiente geografico en que ocurren dichas representaciones. En Ia isla de La Espanola, por ejemplo, numerosos mitos indfgenas introducen varios tipos


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figura 1-3

de animates estrechamente vinculados al medio ambiente, para explicar en forma palpable las ocurrencias y desenlaces de muchos eventos atmosfericos de Ia zona. Perros, pajaros, ranas, peces y serpientes se convierten en los actores principales de dichas narraciones; gran numero de ellos evidentemente con Ia intencion de explicar ciertas peculiaridades de estos animates.

La representaci6n de los muertos xiste otra categorfa de petroglifos E que comprende de complicadas figurashumanasformadasporunacabeza y un cuerpo convencional. El cuerpo de estas figuras carece de extremidades y su forma es mas bien rectangular, en algunos casos redondeado al fondo y exhibe lfneas cruzadas que dan Ia idea de un cuerpo envuelto. Estas lfneas, parecidas a amarres, pueden aparecer en forma diagonal, perpendicular o vertical, ya sean curvas, rectas o en angulos oblicuos convergentes (figuras 1-6). La apariencia regordeta de las caras y los cuerpos de estos dibujos ha llevado a muchos investigadores del

figura 4-6

pasado a identificar estas figuras como representaciones de niiios envueltos en frazadas,2 aunque investigaciones mas recientes le atribuyen un significado muy distinto. Estas opiniones recientes han estado basadas en un relato ofrecido por el cronista espaiiol Fernandez de Oviedo en 1526 sobre las ceremonias funerarias entre los aborfgenes de Ia isla de La Espanola, ceremonias que entendemos pudieran estar relacionadas con estos dibujos de figuras envueltas. AI respecto, el relato de Oviedo seiiala que: "Otros caciques indios... cuando mueren. . . son todos envueltos en vendajes de tela tejida muy largos, parecidos a las cinchas de caballos, y de pies a cabeza son cubiertos por esos vendajes muy apretadamente y se hace un hoyo en Ia tierra, se deposita el cuerpo en el mismo, sentado en una silla ceremonial."3 Citando tambien a Fernandez de Oviedo, el arque6logo estadounidense Irving Rouse menciona que los aborfgenes arahuacos de America del Sur preparaban el cuerpo de los muertos primero extrayendoles las entraiias, para luego secarlo sobre el fuego, aparentemente para dejarlo como fetiche.4 En base a estos relatos


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figura 7-9

fi gura 10-ll

y opiniones, podemos inferir que los petroglifos de cuerpos envueltos y sin extremidades seguramente representen una especie de fardos de cadaveres momificados, muy parecidos a los que se han descubierto, aun intactos, en excavaciones arqueol6gicas en otras partes del Caribe, como Mexico y Venezuela.

innumerables representaciones de ojos extrai'ios en algunos de estos petroglifos. El cronista frances Pere Gil de Ia Borde ofrece un dato etnol6gico que corrobora esta costumbre funeraria entre los aborigenes de las Antillas, al informar que, como parte de Ia preparaci6n del cadaver para su entierro, se colocaban •pesas' de barro cocido sobre los ojos.6

Otro dato que refuerza Ia hip6tesis de estas figuras envueltas como representaciones del cuerpo humano al momento de la sepultura es Ia forma poco natural de los ojos en estos dibujos. La representaci6n del ojo en algunas de estas figuras consiste de formas almendradas, casi rectangulares (figuras 7-9), lo que las distingue de la representaci6n mas convencional en Ia mayoria de los petroglifos, que es en forma de circulo o de ovalo con un punto al centro. Piezas no identificadas de forma ovalada, hechas de concha de caracol, han sido descubiertas cubriendo las cuencas de los ojos en craneos de nii'ios y adultos enterrados en los dep6sitos arqueol6gicos de Venezuela,5 lo que tiende a sugerir una posible relaci6n entre estos objetos y las

Estas figuras envueltas tambien aparecen con orejas exageradamente grandes o puntiagudas como Ia de los perros o murcielagos (animales que a su vez, en cam an al espiritu de los muertos), sus bocas parecen estar amarradas con cuerdas a ambos )ados de Ia cara (figura 10); algunas llevan rayos, diademas, pajaros y otra clase de decoraciones sobre Ia cabeza. Sus cuerpos envueltos pueden estar adornados con ganchos en forma de espirales, collares y otras joyas (figura ll). En Puerto Rico, estos petroglifos aparecen en Ia zona del centro y este de Ia isla, especificamente en Arecibo, Jayuya, Utuado y Orocovis,lo mismo que en San Lorenzo, Can6vanas y Naguabo. Tambien aparecen en Ia isla de La Espanola y otras islas de las Antillas Occidentales bacia el este de


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figura 12-13

Puerto Rico y en partes del noreste de Ia Guyana.7 La difusi6n de estas figuras a traves del resto de las Antillas Menores parece casi segura, ya que los dibujos en Ia Guyana se asemejan mucho a los de las islas cercanas al continente, mas que las de Puerto Rico y La Espanola. La reiterada ocurrencia de crestas prominentes, en forma de aves y otros animales sobre las cabezas de estos dibujos, se encuentra entre otras caracterfsticas notables de las figuras envueltas. Es probable que estas representaciones de animales fueran consideradas como insignias o titulos que identifican el rango, nombre, o alguna particularidad de las personas muertas; o tambien pudieran considerarse como alguna forma de t6tem para los autores de estos dibujos. El totemismo consistia de Ia veneraci6n a los antepasados o a los espfritus de los antepasados, que asumian formas de animales, siendo Ia caracterfstica mas singular de esta religion el que cada individuo, asf como cada clan y cada tribu, se encuentra bajo el cuido y tutela especial de algun animal. El totemismo vendria a ser como un c6digo simb6lico

cuya finalidad es clasificar a los distintos grupos sociaJes, senalando las diferencias que pudieran existir entre varios individuos de un mismo grupo. Asi, pudieramos identificar el clan de Ia tortuga, distinto al clan de las aves, y dentro de este ultimo clan, pudieramos reconocer las familias identificadas con el 'ave acuatica'. 'ave noctuma'' etc. En el barrio Rfo Blanco de Naguabo, al este de Puerto Rico, aparecen varias de estas figuras envueltas con pajaros sobre Ia cabeza (figuras 8, 12, 13), lo que tiende a corroborar Ia conexi6n de estos petroglifos con alguna forma de totemismo. Vale destacar que a pesar de Ia homogeneidad que existe en los tres dibujos del barrio Rfo Blanco, cada pajaro tiene una forma distintiva, especificamente en Ia manera de llevar sus pescuezos, diferenciaci6n que aunque minima, debi6 permitir al aborigen identificar cada uno de estos pajaros de forma muy particular, ya fuera por su nombre o por Ia asociaci6n que se bacia de cada especie. En un re]ato relacionado con una ceremonia runebre de los aborfgenes arahuacos de Guyana, el reverendo ingles William


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Henry Brett ofrece una anecdota sobre el tema que nos ocupa.8 Refiriendose a una danza en honor a una mujer indfgena fallecida que acababa de ser enterrada en las inmediaciones de su casa, Brett menciona lo siguiente: "Una tabla ancha estaba en su tumba y sobre la misma se colocaron ... dos trozos de madera, tallados rudimentariamente para asemejar aves y otros dos con la intencion de representar infantes. Cuando el senor de Ia casa dio una seiial, ceso el baile y todos los hombres, organizandose como en una procesion, dieron vueltas alrededor de Ia casa, con pasos lentos y mesurados, mientras cargaban frente a ellos Ia tabla ancha y las imagenes en madera. Los artfculos cargados en Ia procesion fueron llevados a un hoyo previamente cavado en Ia tierra y allf enterrados." Las figuras de estas aves y estos infantes seguramente correspondfan a algun tipo de identificacion, ya fuera el nombre, titulo o alguna particularidad atribuida a Ia mujer que fue objeto de esta ceremonia fi1nebre. Un relato similar sobre las practicas funerarias en pueblos de Ia costa caribeiia de Centro America, lo ofrecio Fernando Col6n (hijo de Cristobal Colon) durante el cuarto y ultimo viaje de exploracion del Almirante al Nuevo Mundo. Despues de asomarse al interior del pueblo costero de Cairay (Costa Rica), lo que mas les impacto a los espaiioles fue descubrir varias sepulturas dentro de las casas de los aborfgenes: "en una de elias habfa un cuerpo muerto, seco y embalsamado, en otra, dos cuerpos sin mal olor, envueltos en paiios de algod6n; sobre las sepulturas habfa una tabla en que estaban algunos animales esculpidos; en otras, Ia figura del que estaba sepultado, adomado de

muchas joyas ...". 9 Cabe destacar que en este ultimo enterramiento, el cronista se refiere especfficamente a "la figura" del muerto, dando a entender que se trataba del retrato u otra forma de representaci6n del difunto, posiblemente como un estatuilla o un dibujo.

~ ligura 14-15

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Otro petroglifo de figura envuelta, localizado en la isla de Saint Vincent, en las Antillas Menores, puede parecer Ia representaci6n de un fardo funerario que, en lugar de un rostro, lleva una cresta prominente formada por un tocado de plumas que posiblemente corresponda a algun tipo de identificacion del difunto (figura 14). El cuerpo de esta figura carece de extremidades; su forma es mas bien rectangular y exhibe lfneas cruzadas que dan Ia idea de un cuerpo envuelto. Sin embargo, es distinta a las otras figuras reseiiadas porque no tiene rostro y en su Iugar lleva una especie de mascara o tocado de plumas que es casi identico a las decoraciones que se ponen en Ia cabeza actualmente los aborfgenes del Brasil durante ciertas ceremonias. Estos tocados del Brasil amaz6nico consisten basicamente de una estructura de bejucos y mimbre en forma de un gran arco, cubierta de plumas de distintos colores, colocadas en forma radial y coronada al centro con una larga pluma de guacamayo.


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En Ia actualidad, las crestas similares a estas son utilizadas como parte de una ceremonia de Ia cultura tapirape del Brasil, en Ia que participan j6venes aspirantes al cargo de chaman, colocandose el tocado en sus cabezas como parte de una danza ritual que dura varios dias. Solo los candidates mas virtuosos y aptos para convertirse en grandes chamanes, soportan Ia duraci6n del baile con el tocado firmemente sobre sus cabezas. El caso es que en Brasil, estes tocados se denominan genericamente como 'meoko' y son empleados en ceremonias para Ia designaci6n de algun cargo o para poner el nombre a alguna persona. El tocado en el petroglifo de Saint Vincent puede cumplir con una funci6n similar a Ia de los pajaros y otros animales colocados sobre Ia cabeza de estas figuras envueltas; darle nombre al difunto o designar el cargo que este ostentara en vida. La costumbre de enterrar los muertos como fardos de momias puede parecer una prnctica funeraria muy generalizada entre los pueblos aborigenes del continente americano y del Caribe, a juzgar por los fardos que han sido descubiertos en y excavaciones llevadas a cabo en lugares como Mexico, Colombia, Venezuela y Peru. En Ia actualidad, esta costumbre

aun persiste en Ia zona del Orinoco Medio, estado de Bolivar en Venezuela; en donde siguen apareciendo numerosos entierros de habitantes indigenas, tanto del pasado como de tiempos recientes, envueltos como fardos mortuorios con cortezas de arboles 0 dentro de canastas de fibra vegetal entretejida, todos depositados en cuevas y cementerios destinados a estos fines. En el Museo Nacional de Antropologla en Mexico, podemos examinar varios de estos fardos intactos, cubiertos de vendajes y decorados con mascaras amarradas al area de Ia cabeza del difunto. Una muestra grafica de esta pnictica funeraria puede encontrarse tambien en varios codices mexicanos de Ia epoca precolombina y en otros documentos tempranos de Ia colonizaci6n europea de ese pals. En el C6dice Fejervary-Mayer, por ejemplo, un libro ilustrado precolombino de Ia epoca azteca-mixteca, se presenta el dibujo de un fardo funerario (figura 16) que es muy parecido a los petroglifos de este mismo tema que tanto abundan en el Caribe. El dibujo, hecho con tintes sobre laminas de piel animal, muestra el rostro en perfil de una persona muerta, con ojos cerrados, grandes orejeras, un tocado de plumas, su cuerpo claramente delineado, formando un bulto envuelto con franjas de lienzo entrecruzadas.

figura 16-18


figurn 19-21, 22-24

En otro libro confeccionado luego de Ia conquista del pueblo azteca, el C6dice Aubin, podemos apreciar especfficamente el fardo mortuorio del gobemante Moctezuma, fallecido en 1519, a quien reconocemos por Ia diadema real xiuhuizolli, que es parte del glifo de su nombre (figura 17). Esa diadema cumple Ia funci6n de titulo denominador del gobernante muerto, signo o marca que funciona tambien como un denominador referendal. Debe puntualizarse que en los c6dices mexicanos, cuando era necesario identificar a un personaje vivo o muerto, el dibujante solo tenfa que aiiadir una marca apelativa, usualmente a manera de un glifo ubicado encima de Ia cabeza de Ia persona dibujada. Es muy probable que en el arte rupestre del Caribe, las representaciones de animales y otros objetos sobre Ia cabeza de fardos funerarios tuvieran una funci6n similar a Ia de los dibujos en los cOdices mexicanos, es decir, que fueran consideradas como tftulos que identifican a las personas muertas.

Tamafio de los fardos n las islas del Caribe antillano, ademas del relato ofrecido por el cronista Fernandez de Oviedo, no existen mas detalles sobre Ia costumbre de enterrar a los caciques "envueltos en vendajes de tela . .. de pies a cabeza." De esta pnictica funeraria no existe evidencia material con Ia cual podamos asociar los petroglifos de figuras envueltas. Pero resulta muy facil imaginarnos c6mo debieron estar confeccionados estos fardos funerarios; solo hay que fijarse en muchas de las osamentas desenterradas en los sitios arqueol6gicos del Caribe, para tener una idea de Ia conformaci6n de estos cadaveres envueltos, aparte de su forma, tamaiio y disposici6n del cuerpo. Segun Ia evidencia arqueol6gica en el Caribe prehist6rico, los muertos eran enterrados con las piemas y los brazos doblados, adoptando una posicion de cuerpo acuclillado, las rodillas levantadas a nivel del hombro, los brazos descansando sobre el abdomen y las manos colocadas sobre el pecho del difunto. Este arreglo de los cadaveres ai momento de Ia sepultura nos permite inferir que el tamaiio de los

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fardos pudo ser entre veinte a treinta pulgadas de largo (incluyendo Ia cabeza de un difunto adulto), dimensiones que son muy parecidas a Ia de los petroglifos de figuras envueltas. El tamafio de estos dibujos debe ser reflejo de Ia pn1ctica indfgena de enterrar a sus muertos envueltos como fardos, costumbre que, a su vez, guarda una estrecha relacion con Ia veneracion manifestada por estos pueblos bacia sus ancestros. La evidencia etnogrMica suministrada por los cronistas no deja Iugar a dudas en cuanto a Ia creencia aborigen del retorno de sus muertos al mundo de los vivos, ya sea para ayudarles en cualquier empresa diffcil, o para predecir las casas del futuro.

estos dibujos entre si, tanto los pequefios como los mas grandes. l,Corresponden estos dibujos a pequefios fardos de infantes enterrados junto a otros fardos de familiares adultos? Uno de los fardos pequefios (figura 24) lleva orejas delgadas y puntiagudas, muy parecidas a las del perro domestico que habit6 estas islas durante tiempos precolombinos, lo que nos lleva a pensar que pudiera tratarse del enterramiento de un perro junto al fardo de su difunto amo. Segun el cronista Pere Gil de Ia Borde, cuando un indio del Caribe antillano moria "tambien le entierran su perro para que lo proteja, para que busque a los que lo han matado, y para que capture lagartos para alimentarlo." 10

Como he sefialado, los petroglifos de figuras envueltas tienen un tamafio que los ubica perfectamente dentro de Ia escala natural de lo que entendemos son sus referentes; pero existen otros dibujos de figuras envueltas que tienen un tamafio mucho menor. t.Por que esta diferencia en tamafio?. Si ambos dibujos fueron tallados en un mismo Iugar y por un mismo grupo cultural, (.por que utilizaron diferentes escalas para representar un mismo referente? En un panel con varios petroglifos localizado en Naguabo, al este de Puerto Rico, pude registrar seis de estas de figuras envueltas, organizadas una al lado de Ia otra, cuatro de elias de un tamafio similar (a escala natural), junto a otras dos pequefias que nos llamaron mucho Ia atencion (figuras 19-24). El hecho de que los petroglifos pequefios de Naguabo esten colocados conforme a Ia distribucion ordenada de los dibujos mas grandes, nos lleva a suponer, ademas, una intencion de parte del dibujante indfgena de relacionar todos

Otra explicacion para estos pequefios fardos mortuorios es que representen al personaje mftico Opiyelguobiran (posible guardian de Ia region de los muertos) que, segun el fray Ramon Pane, tenia cuatro pies como de perro, era de madera y habia que amarrarlo porque de noche se escapaba de Ia casa y se iba a Ia selva con algun prop6sito. Segun el etnologo cubano Jose Juan Arrom, el nombre de esta deidad parece relacionarse con Ia voz tafna opfa, que significa 'espiritu de los muertos', y el propio Pane lo corrobora al seiialar que las opfas residfan en la casa de Maquetaurie Guayaba, senor del pais de Coabay (habitacion de los muertos) y que "durante el dfa estan recluidos, y por Ia noche salen a pasearse y que comen cierto fruto que se llama guayaba... hacen fiesta, y van juntos con los vivos." 11 La posibilidad de que estos petroglifos pequefios correspondan a fardos mortuorios de perros enterrados junto a sus amos se hace mas factible ante la noticia de que en Republica


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figura

25

Dominicana se han encontrado huesos de perros junto a osamentas humanas en yacimientos arqueol6gicos como 'La Caleta', un cementerio indfgena cercano a Santo Domingo. En este yacimiento, los arque6logos descubrieron Ia osamenta completa de un perro enterrada junto a los cnineos de dos ninos, todos acompanados de una serie de vasijas de barro como parte de ofrendas mortuorias. Existe tambien otro petroglifo de una figura envuelta de gran tamaiio, con dos fardos pequenos intercalados en las mejillas, y una tercera figura a su lado; es decir, tres tamanos distintos de fardos funerarios en un mismo panel (figura 25). l,CmU serfa Ia intenci6n del dibujante para hacer esta novedosa combinaci6n de escalas -grande, mediana y pequena? La composici6n de este petroglifo nos llam6 mucho Ia atenci6n por ser uno de los pocos ejemplares de arte rupestre que combina varias escalas en un mismo dibujo y varias imagenes sobrepuestas entre sf. El tamaiio y posicion de Ia figura mediana (b) nos conduce a leer esta imagen como Ia representaci6n de un pariente de Ia figura mayor (a), mientras que las

figuras pequenas (c) dentro del rostro grande nos sugieren primero un sentido de protecci6n, resguardo o auxilio que igualmente apuntan a una relaci6n de consaguinidad, ya sea ascendiente (padres, abuelos, etc.) o descendiente (hijos, sobrinos, hermanos, nietos). El dibujo esta localizado en una roca en medio del rfo Espiritu Santo, en el sector Jimenez del barrio Guzman Abajo de Rfo Grande; el mismo mira rfo abajo, de frente a una gran charca profunda que se ha formado luego de una serie de corrientes impetuosas. Es un Iugar con una peculiaridad extraordinaria; en el mismo, en horas del atardecer, se observa algo muy particular: decenas de murcielagos volando en cfrculos y arrojandose en picada basta tocar el agua de Ia charca, lo que nos lleva a suponer que este dibujo debi6 estar asociado con los espiritus que se pensaba residfan en estos lugares, el esplr:itu de los antepasados, o de aquellos seres ausentes que les gustaba comer guayaba, hacer fiesta y tener sexo con los vivos.


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Bibliograffa 7. Everard F. 1m Thurn, Among the Indians of Guyana, Londres: Kegan Paul, Trench and Company, 1883, p. 397.

1. Jesse Walter Fewkes, 'The Aborigines of Porto Rico and the Neighboring Islands', en Annual Report of the Bureau of American Ethnology for 1903-04, Num. 25, pags. 1-220, Washington, D. C., Smithsonian Institution, 1907. [Jonson Reprint Corporation, Nueva York, 1970, p. 148]

8. Rev. William Henry Brett, The Indian Tribes of Guiana, their Customs and Habits, Londres, 1868,p. 156.

2. M6nica Flaherty Frassetto, 'A Preliminary Report on Petroglyphs in Puerto Rico', American Antiquity, Vol. 25, Num. 3, enero 1960, editado por Ia Society of American Archaeology, Salt Lake City, p. 386.

9. Fernando Colon, Vida del Almirante don Crist6bal Col6n, cap. 91, Venecia, 1571 [en 'Noticias de la Tierra Nueva', de Alberto M. Salas y Andres R. Vazquez, editores; Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1964, p. 119]

3. Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdes, Historia general y natural de las Indias, islas y tierra firme del mar oceano,libro V, capitulo HI, folio 49, Sevilla, 1535. [edici6n a cargo de Juan Perez de Tudela Bueso, Madrid: Biblioteca de Autores Espaiioles, 1959, p. 119]

10. Pere Gil de Ia Borde, "Relaci6n del origen, usos, costumbres, religion, guerras y viajes de los caribes, salvajes de las islas Antillanas de America", Colecci6n Billaine, Paris, 1674 [en Cr6nicas francesas de los indios caribes, Rio Piedras: Editorial de Ia Universidad de Puerto Rico, 1981, p. 530]

4. Irving Rouse, 'The Arawak', en Handbook of South American Indians, Vol. 4, Julian H. Steward, editor; Bulletin of the Bureau of American Ethnology, Nlim. 143, Washington, D. C., 1948, p. 532. 5. Patrik Gallagher, La Pitia: An Archeological Series in North Western Venezuela, Dept. of Anthropology, Yale University, New Haven, Conn., 1976, p. 126, 139, 144. [citado por Carmen Ana (Mela) Pons de Alegria, 'El uso de mascaras, antifaces y oculares entre los aborfgenes antillanos', Revista del Museo de Antropologia, Historia y Arte de la Universidad de Puerto Rico, Vol. l,Niim. 1,julio - diciembre 1979,p.44-51]p.49. 6. Pere Gil de Ia Borde, "Relaci6n del origen, usos, costumbres, religi6n, guerras y viajes de los caribes, salvajes de las islas Antillanas de America", Colecci6n Billaine, Paris, 1674 [en Cr6nicas francesas de los indios caribes, Rio Piedras: Editorial de Ia Universidad de Puerto Rico, 1981, p. 530]

11. Fray Ram6n Pane. Relaci6n acerca de las antigiledades de los indios, Venecia, 1571 [nueva version con estudio preliminar, notas y apendices por Jose Juan Arrom, Mexico: Siglo Veintiuno, 1991, p. 21-23, 36-37]


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El discurso mediatico en Teorfa de conspiraci6n de Guillermo Rebollo-Gil Por: Alexandra Pagan Velez

yo escribo poes(a desde el balcon de mi casa en caparra. y Ia vendo.

Guillenno Rebollo-Gil

Introducci6n Guillermo Rebollo-Gil (n. 1979) 1 es un escritor que dialoga con Ia cultura mediatica de manera contundente. En su tercer poemario, Teorfa de conspiraci6n 2 , muestra Ia seriedad y Ia pertinencia de los medias de comunicaci6n masiva en su relaci6n con lo comercial. Este estudio busca entrever Ia postura del discurso poetico ante el discurso medhitico en Ia cultura de masas.

La reconfiguraci6n del espacio mediatizado Mientras hay poetas que piensan que su poesia sera lefda, Rebollo-Gil considera que sera tambien escuchada y lo lleva a analizar su obra en un sentido perfonnativo. La voz poetica es consciente de su cuerpo al declamar (se refiere al "meneillo" en varios poemas),lo cual problematiza allenguaje at considerarlo a plenitud en su ejecuci6n en el habla. Como resultado, en el poemario hay un analisis metapoetico allenguaje, y asimismo, ala mirada de los pares, de Ia Academia y de Ia audiencia implicita. En estos espacios dial6gicos el discurso mediatico funge como intermediario y como el gennen de lo que a veces resulta ser un confticto ideol6gico. El mundo de Ia prensa y las tensiones sociopoliticas de la Isla se ven y entreven con cinismo. La tarima es Ia Isla misma y en media se escudriiia el poeta y la poesia como medias liberadores, pero al mismo tiempo como medias clasistas que en ultima instancia tambien enuncian el discurso del poder y le hacen coro al c6digo mediatico instituido por las semioesferas dominantes. Ante ello los medias de comunicaci6n masiva son mas cercanos a Ia cultura de masas, mas dados a lo popular. En esas coordenadas, Aurea Maria Sotomayor (2009) destaca una deconstrucci6n del mundo dellibro como semioesfera de espectaculo (1066). El segundo poema, "breve interludio de poesfa 'hip hop' en el ateneo" declama:


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si por perfonnance se entiende que Ia poesi'a desvanece a dos pies de Ia tarima o que el poema depende casi exclusivamente de tecnicas de respiraci6n aprendidas o peor, que Ia palabra muere los di'as en que no viene gente creo que me conviene sacar un disco con ellibro o por lo menos tumbar el meneillo y calladamente tamar asiento y dejar que los poemas mismos se presten oi'do. ( 19) 3

Las fronteras de esta escritura poetica "conspira" contra Ia Hamada poesi'a pura y convencional. Muestra Ia poesfa desde otra posibilidad de actualizarla, desde otra orilla. Rebollo-Gille expres6 a Manuel Ciaveil Carrasquillo en una entrevista (2005)4: Mi primera y unica incursion en una actividad poetica en el Ateneo fue posible bajo Ia etiqueta de 'performero' o 'showcero' o declamador amateur de 'poesi'a light' [ ... ]Los espacios de Ia poesfa en Puerto Rico son conspirativos en el sentido de que el acto poetico no es inclusivo. Lo que se busca, desafortunadamente, no es Ia creaci6n de discursos poeticos disi'miles -pero coherentes- por medio de Ia comuni6n entre los bandos, sino mas bien una poesfa homogenea y blanda por medio de Ia filtraci6n arbitraria y Ia marginaci6n de escritores. Ellibro [Teorfa de conspiraci6n] poreso sufre de un tono paranoico; los poemas se debaten entre el acceso facil al sella artificial de lo 'urbana' y Ia exclusion de los circulos 'cultos'. (14). Se establece, en primer Iugar, una voz consciente de los debates y cuestionamientos valorativos que se anteponen en su obra. Los reconoce como un obstaculo, mas acusa tales debates como prejuiciados porque coloca como rasgos calificativos: las tecnicas de declamaci6n y Ia cantidad de seguidores. Por ella, en segundo Iugar, el poeta subraya que en cualquiera de esos casos, dejara que los poemas se presten ofdo a si' mismos, porque se reinstala algo valioso y significante: que su performance no determina su poesfa -el proceso se da a Ia inversa. Este planteamiento concuerda con los versos de "open mic":


3-S

desde que dejaste las noches de micr6fono abierto Ia poesia se ha vuelto tan seria que sientes que te plancharon por dentro La voz poetica ve en el performance un espacio en el cual se construyen sensibilidades, un proceso de significaci6n complejo que en cierta medida se escapade la convenci6n, y de alii, el "plancharse" expresa una metonimia de Ia sumisi6n con los acuerdos arbitrarios de la instituci6n literaria, social, econ6mica y politica que sedan en todas las manifestaciones artisticas. Precisamente, su poema final, "performance poetry", declara: la clave esta en el fallo del crimen: o las cages en el acto o las palabras se hacen pasar por jueces en Ia pagina y se inhiben. (57) Las acciones se orientan al ser: a lo que se es. Las palabras parecen intermediarias mediante su camuftaje performativo: "se hacen pasar", "se inhiben". Rebollo-Gil explica en "Fin de las contemplaciones ... " (2005): "Aquila noci6n del 'performero' sobrepasa la tarima y todas las actividades y acciones del personaje son ensayados de antemano y dramatizados a perfecci6n. Todo, al fin y al cabo, es una simulaci6n de sinceridad. La clave estaen poder poetizar esa simulaci6n de tal manera que provoquen sentimientos 'genuinos del publico"' (14). Teor(a de conspiraci6n, a traves de una relaci6n continua con formas, palabras, chiusulas y c6digos impuros, que en gran medida conftuyen con el discurso mediatico, establece tambien "Ia conspiraci6n" de la calle frente al Ateneo, que seria el caso de la Iiteratura y Ia cultura. Asi plantea una posibilidad, una altemativa poetica vigorosa, en Ia cuallo confesional sirve de lazo e hilo entre los versos, pero tambien entre Ia audiencia o los lectores. Ya noes cuesti6n de una conjetura lineal con lo sociopolitico, sino un replanteamiento de que es poesfa, que es el mundo y cuales son los referentes. Asf Ia poesia, en su rasgo espectacularS, se integra en lo cotidiano como el Billboard, pero con un mayor impacto semantico, humano y no comercial.

Como en una pelicula: "Un blanquito de Caparra" ... Teor(a de conspiraci6n problematiza los posibles acercamientos de la poesfa ante Ia realidad clasista puertorriqueiia. De aUf que su segundo poema lo titule "tiraera" y lo dedique a Hjalmar Flax, un poeta reconocido por Ia Academia6 • En su poema,


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la voz poetica tilda a Flax de "dinosaurio" acomplejado que pretende "vivir de un poema como de una pension" (21). A lo largo del poemario Flaxes Ia metafora de Ia desconexi6n entre Ia cultura popular y la poesfa canonizada. Aquf el canon se ve como una sernioesfera estereotipada, excluyente de aquellas expresiones que se acercan mas a lo popular y performativo. "tiraera" es un poema que presenta una ideologfa clara: si algo he aprendido de las unicas dos veces que he pasado par el Barrio en east harlem es que despues de tanta pelfcula te parece que basta los pichones cargan con armas semi-automaticas. sin embargo ni mi miedo . .. . m nu 1gnorancaa hacen ciencia de mi experiencia como tampoco me hacen poeta. Ia unica diferencia entre usted y yo es esa conciencia que para mf pesa mas que toda su literatura de carrera.

yo nunca he tenido que dar mi cabeza porun poema pero Ia pongo en juego siempre precisamente porque hay pocas artes rentables, mr. flax y uno no abre Ia boca por ser bravo o valiente, Ia abre porque a veces es necesario que alguien nos tumbe los dientes. (21- 22) Huyssen explica: "No importa cuan ilusoria haya resultado su potencial eficacia, el ataque a Ia instituci6n arte es siempre un ataque a las instituciones sociales hegem6nicas [ ... ]" (333). En este aspecto ciertamente Ia voz poetica se vale de Flax como metafora de Ia instituci6n-poesfa y con ella ataca al Ateneo, a la Academia y a Ia industria cultural'. Rebollo-Gil alude a Flax con una expresi6n par6dica y popular: "a veces Ia gente abre Ia boca para que le tumben los dientes''. Rebollo-Gil muestra su alianza con lo popular desde un punto de vista de poder. El "tumbar los dientes", aunque violento, muestra una busqueda de justicia social, de eliminar los discursos que marginan Ia otredad,


37

en Ia cual Ia voz poetica se siente inscrita y se ven los asomos de Ia esperanza en Ia eventual redenci6n. Empoderada y afiliada a lo popular, Ia voz poetica asume una postura contestaria y transgresiva ante lo que es el canon y su mirada excluyente. Asf, el poema relativiza Ia convivencia literaria desde el signo confesional, establece una distanciaci6n social. Se plantea una poesfa que observa, se apropia y utiliza los esquemas y c6digos de los medias audiovisuales, sobre todo del cine8 , como medias referenciales comunes con sus lectores. Esta noci6n referencial establece una comunidad poetica. Si bien, un lector lee los versos: si' total' garden hills compra mas discos que toa carolina -no hay liga- (39)9 de forma literal, apunta unos contenidos (el pueblo de Carolina), pero aquel que recuerda Ia canci6n, "Carolina" (1995) de Palo (Rafael Cuevas Laguna, n. 1976) y Eddie Dee (Eddie Alexander Avila Ortiz, n. 1977) con el verso "Carolina tina no hay liga liga", sabe que esta connotando los comienzos de Ia cultura del underground. Asf este tipo de poesfa requiere unos lectores, que van mas alia de las esferas academicas. Bien confiesa: "yo me paso pegao al televisor" (27) 10. Sin embargo, tambien que dichos lectores excedan las manipulaciones comerciales, puesto que Ia mayor de las burl as en el poemario es a esa noci6n mercantil de Ia poesfa. El poeta asf se lo sefiala a Clavell Carrasquillo (2005): La burla tambien es a quien se cree que Ia poesia se puede vender y consumir pasivamente, a quien cree que Ia poesfa se puede mercadear de Ia misma manera que se mercadea Ia musica o Ia ropa y que Ia poesia no va a buscar Ia manera de subvertir sus propios mecanismos de distribuci6n y mercadeo. AI contrario, Ia poesfa, cuando es buena, fractura y este libro, mas que buscar lectores, busca fracturar Ia idea que el publico pueda tener del autor y viceversa. (15) Su poema, "25 afios" toea el conflicto de Ia corrupci6n mediante unas modalidades del discurso cinematografico que muestran esos atisbos de poesia social, escondida tras Ia risotada, puesta abiertamente como 11aga que causa asco, como caida que causa Ia burla de un espectro nacional que tambien define al puertorriqueiio. Sotomayor (2009) aiiade: "AI invocarlo directamente, Rebollo hace aiiicos el feeling de Ia simulaci6n, eJ populismo de las clases altas, el sindrome Guaynabo City, los referentes culturales diversos, y asume para sf la "tiraera" o el ataque personal al uso entre los reguetoneros, transportandolo a Ia poesfa [ . . .]" (1068). De forma muy peculiar, a quien Ia voz poetica acusa es a Ia clase de Ia que forma parte; se siente calle, pero en el poema, "tiraera" reconoce que a fin de cuentas "[ ... ] yo de calle tengo los dos cds de tego"ll (39). Precisamente, la clase con Ia cual se identifica es muy distante a Ia cual pertenece y que


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lo atienda en sus poemas; muestra honestidad y un genuino interes en examinar dichas diferencias en el discurso poetico: que el Barrio de Pedro [Pietri] no tenia nada que ver con el barrio de mi madre (25) 12 • El poema, "25 aiios", presenta un argumento de una pelicula comercial de acci6n policiaca: meticulosamente reviso las gavetas, acuchillo los maletines restantes en busca de compartimentos secretos, de rollitos de billetes nuevos. yo estoy convencido de que en mi casa existen pasadizos bajo tierra, de que detnis de algun cuadro, debajo de Ia cuarta loseta yace un bot6n que abre una compuerta [ ... ] yo le envio dos cartas mensuales [ ...] con Ia esperanza de que un fiscal me haga caso y produzca Ia prueba suficiente de que yo a los siete compraba comics con fondos publicos, de que mi viejo se codeaba con gente con apodos como paleta y cachete [... ] (31) Aparte de Ia acusaci6n a Ia corrupci6n del padre, hay intentos fratricidas cuyo referente es un problema profundo que apunta a lo simb6lico, ala Ley del Padre (en terminos psicoanalfticos), allenguaje y a Ia tradici6n literaria. Sin duda, Rebollo-Gille aiiade muchisimo a Ia metafora de Ia gran familia13, aspecto que se atendeni mas adelante. La distanciaci6n par6dica de su clase social a traves del pastiche de un thriller y un noticiario, tambit~n se denota en "caparra": [ ... ]no han aparecido manchas de sangre ni en las piscinas ni en las baiieras nadie ha puesto precio sobre mi cabeza [ ... ] todo jardinero debeni ser debidamente identificado con su patron [... ] hay rumores de una toma de armas de una lucha de clases en las calles de torrimar. [ ... ] el jefe de Ia unidad no aparece yaqui no hay quien opere Ia valla. (33- 34)


l9

La angustia de los vecinos, lo desconocido que arnenaza Ia tranquilidad, pero que se pretende resolver... , Ia frontera clasista y el temor de quienes viven en urbanizaciones con control de acceso se exageran, se satirizan por medio de las tecnicas y connotaciones filmicas. Este poemario hace de Ia burguesla un ente que ya no tiene parte en Ia producci6n de los discursos, sino que se ve amenazada y ridiculizada. Rebollo-Gil dialoga con una tradici6n desde un sitial de distanciamiento ir6nico. No pertenece al espacio semantico de Ia poesfa vanguardista tradicional, pero tampoco es un sujeto de Ia "calle".

Rebo-g: el poeta-celebridad Ntiiiez Ramos ofrece una definicion de Ia poesfa que demuestra el debate axiomatico en el cual Rebollo-Gil se sumerge: En este orden de cosas, hay que tener en cuenta que a Ia poesfa, que constituye una conducta libre, desinteresada, no afectada por los compromisos que cada uno contrae con los demas, no le resulta facil sobrevivir en los sistemas interpersonales en los que las conductas estan gobemadas por el interes y el intercambio mercantil [ ... ] el arte es, por su naturaleza misma (porque es una conducta desinteresada), un regalo y no una mercancia [ ... ] (15) El poeta conoce de fonna fntima la poesia, de allf que Teorfa de conspiraci6n muestre una angustia ante tales prescripciones trascendentales del genero, pero al mismo tiempo, se reafinna en su realidad experiencial y entiende el sentido de Ia competencia comercial que en cierta medida interviene en Ia labor poetica y que son indicadores de lo confesional. Asf, el poema que inicia ellibro, "pop poetry" relata: [ . .. ] hace semanas juraste haber visto un chamaquito en tarima que escribe mejor que ru [... ] te consigues unset de tazas y consideras un cambio de editor. te parece que tus imagenes sumadas dan mas a cero [ ...] sientes que te repites, que has cogido demasiado de mucha prensa muy pronto, que al fin y al cabo te has vuelto comercial [ ...] (17)


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El poema presenta un desasosiego que al mismo tiempo se diluye en los cuestionamientos triviales, que connotan una disyuntiva. Es decir, Ia asociaci6n set de tazas/ editor, es equipar las mercancfas utilitarias con las funciones del editor. En el mundo del libro, l,Cual es Ia verdadera funci6n de un editor? Asimismo, Ia intimidaci6n ante el "chamaquito" (expresi6n condescendiente para referirse a alguien de menor edad) coexiste con Ia preocupaci6n ideol6gica de volverse "comercial", aquf el 'ill' le identifica en medio de una cavilaci6n de Ia cualla audiencia es testigo y c6mplice. John Fiske plantea en Reading the Popular (1989) que los textos populares se estructuran en tension entre las fuerzas de dominaci6n o subsumisi6n y las de apertura o popularidad (5). Una gran incongruencia: l,C6mo mantenerse en su sitial literario sin volverse comercial? Pero l,Sera acaso que el volverse comercial supone que es un gran poeta? ÂŁ,Cuando lo comercial significa lo popular y a su vez, implica un valor estetico, la aceptaci6n y Ia canonizaci6n? j,Cua.Ies son los rasgos centrales que ayudan a que un libro sea consagrado porIa gente y porIa Academia? Sotomayor plantea que Ia poesfa de RebolJo-Gil perfila: "[ ... ] Ia desmitificaci6n del lector, convertido en publico, desplazado de los centros culturales tradiciones, ubicado en una transicional fase de crecirniento y quien sociol6gicamente ha adoptado como suya Ia cultura popular" (1069). Cuando las fronteras entre Ia alta y baja cultura se desvanecen, Ia popularidad interviene como un valor. De allf que Ia voz poetica se confronte con el hecho de haber tornado "demasiado de mucha prensa" y que se ha "vuelto comercial". Rebollo-Gil dedica versos a decir que el vende su poesfa y con ello, den uncia Ia sociedad de consumo, Ia sociedad-espectaculo y el propio mundo dellibro. No obstante, al mismo tiempo reconoce que no puede prescindir de elJos. Sotomayor explica: ÂŁ,Quien dice que los productos culturales, inclusive Ia poesfa, no se han convertido en mercancfas-vedettes? Nada escapa al universo de Ia toda-mercancfa. En este Iibro subyacen referencias a una cultura del espectaculo con instancias subversivas que la pueblan subrepticiamente; de otra forma no habria un lector que rfe, piensa o lee y el poema no tendria oportunidad de ser comprendido. (1070) De este modo, Teorfa de conspiraci6n propane una desfronterizaci6n tambien de los c6digos poeticos y del rnismo modo, una desmitificaci6n de Ia figura del poeta y de Ia poesfa rnisma. Se presenta el poeta como mercancia, es decir, como ente mercadeable (y exportable) que sufre las dolencias de Ia competeocia comercial, aquf ellenguaje poetico refleja angustia. Las marcas no proliferan, es el propio sujeto el que se mercantiliza y se hace consciente de Ia competencia ante otros que luchan su Iugar en el mercado. Hay que ver en Rebollo-Gilla poesfa rnisma como metonimia del poeta como producto que se


41

consume, pero de ese modo hay una burla a todo ese sistema que permite y estimula Ia industria de Ia cultura, segun se ve en "tiraera (2)": yo vendo poesia urbana en escuelas privadas y le estoy tumbando el kiosko a tos [ ... ] porque en las bibliotecas de escuelas privadas lo que hay es llorens y los chamacos quieren dembow 14 [ ... ] y me dicen que si le meto una pista a "blanquito de caparra" puedo sacar el cd como rebo-g y represento bien duro por el suburbio. (39) Se denota en el poema c6mo el hablante lirico rnantiene una conciencia de Ia tradici6n literaria, pero se ajusta a las forrnas discursivas del arte de Ia cultura de rnasas . Mantiene ellenguaje de expresi6n coloquial y minimalista (en el sentido de carecer de metat'oras rebuscadas y de exhuberancia), pero en Ia configuraci6n formal, en Ia disposici6n y sintaxis de los signos, se sostiene un tipo de arreglo lirico. Dentro de lo minimalista hay versos cortos que interacruan con otros versos, incluso, mas cortos; y las terminaciones de cada uno de ellos sostienen un tipo de musicalidad que resulta algo facil de distinguir para ellector mas o menos culto de Ia poesfa. Vease que cada verso requiere ser lefdo en voz alta y que se ajusta ados hemistiquios. Asimismo, el poeta mismo resulta en Ia analogfa de Ia marca. En otras palabras, hay tarnbien un ajuste en Ia voz lirica que se ve entre dos espacios discursivos: el academico o can6nico y el comercial/ editorial; entre ellos, su nombre como marca implica unas posturas de representaci6n ante el receptor y ante el mercado academico y comercial. De allf no es de extraiiar que en esas nociones ve su nombre como brand o marca, y enuncia que pudiera "sacar un cd como rebo-g" . Sobre todo en los Estados Unidos es muy comun que las celebridades usen su nombre o su rostro como marca, asi el simulacro de sus personas se convierte en un c6digo mediatico comercial que implica unas connotaciones de compra-venta de aquello que su persona representa (o simula). De allf que ciertas celebridades saquen al mercado perfumes con su nombre o lfneas de ropa, y dependiendo de su identificaci6n en el mercado, asf el producto sera asociado. Rebo-g juega con esos supuestos mercantiles, al tiempo que juega tambien con las nociones de "consagraci6n" en el canon.

"Mas a cero/ que el agua cuando llueve duro" 15 : el aguacero o el humor en el juego lingiiistico Un aspecto medular en Teorfa de conspiraci6n es su juego con los c6digos mediaticos y expresiones populares que carga al texto de un humor refrescante y propane otro debate sobre Ia poesia y la tradici6n. La bloquea, Ia transgrede: conspira. Evidentes en el juego con el 'aguacero' (segun lo planteamos en el titulo de este inciso) o con las nociones can6nicas de la izquierda:


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[ ... ] e imagino que pregunto por Ia cuenta de puertorriquefios muertos con el carifio e interes de un bartender16 y es en ese momento que me aferro a haber hecho de jfbaro tres afios corridos en la elemental, a haber tenido novia de nombre Lola por lolita Iebron (lo que me hace algo militante por asociaci6n) (27) De otro modo, el poema "la gringa es mental", presenta Ia paranoia de considerar a Ia mujer con la que convive,la hija de un espfa de Ia CIA, pero al mismo tiempo, seiiala los conflictos de compartir una historia de coloniaje dispar. Asimismo, en su asunto con Flax: yo apenas puedo dormir Ia noche entera pendiente que no entre hjalmar en el cuarto para ponenne una cabeza de caballo17 en Ia colcha (35- 36) cuestiona una estetica que delimita la poesia, a la cualla saca de ese centro para instalarla en un macro antro poetico del cual "vende poesfa urbana", "otro kiosko". Sin embargo, hay versos en los cuales Ia exageraci6n tipo comedia fflmica muestra una denuncia, como el caso de "mi ex se fue o pequefiadiatriba racista contra el racismo o de como los blancos se tumban todo lo negro por fashion y le quitan el significado" que acusa las modas y el hype,18 que se heredan sobre todo de Ia cultura popular estadounidense, de generar pnicticas vacfas: mi ex se fue con un blanquito cool[.. . ] te digo que Ia perdf a una venta en Ia secci6n etnica de macy's. [ .. .] mi ex ahora se cree fuckin' ivy queen y piensa que haciendo graffiti con el en motehiedra es Ia mas mala, que escribiendo graffiti en montehiedra se pone prieta [ . .. ] (37- 37) Entiendase aqui Ia critica directa a Ia degradaci6n de las ideologfas al convertirlas en objetos de consumo (en este caso en especifico,la identidad cultural de la negritud) y c6mo al entrar en el mercado comercial pasan por un proceso de higienizaci6n que le quita a una practica el significado radical y transgresor que bien pudo tener en su inicio.


43

Conclusion En este poemario, el poeta, el editor y Ia competencia misma, vistos desde el aspecto de consumo cultural, circunscriben Ia experiencia estetica y poetica, y buscan canjear la poesfa al transfonnarla en mercancfa sujeta a los modos de la publicidad, exportacion y que puede, sin duda, ser reemplazada. Igualmente, los discursos canonicos de Ia Academia delimitan la experiencia poetica al cuestionar el performance y establecer distinciones descontextualizadas en las expresiones poeticas. De alii que el titulo sea tan valioso: hay todo un sistema y un codigo que subsumen basta las pnicticas esteticas y convierten Ia cultura misma en un objeto con un precio y que necesita de Ia propaganda, y que asf mismo puede ser producido y reproducido en masa sin una conexion real, como simulacra (segun, Cultura y simulacra (1998) de Baudrillard). Esa es Ia conspiracion que plantea Ia obra: el descentrar y problematizar la poesfa para insertarla y articularla en registros interdisciplinarios: el cine, performance, rap .... El poeta apuesta a una mirada mas antropologica de Ia poesfa calle, que se va construyendo en Ia dialectica del espectaculo visual (p.e . el cine) vis a vis el sonoro (p.e. rap o performance). El performance poetico muestra resistencia a las nociones de mercado, otra perspectiva de la conspiracion, por ser un arte efimero que evita reproducciones exactas. Claramente la voz poetica establece una apertura, un espacio para el cuestionamiento de estas particularidades en el mundo de la poesia contemponinea puertorriqueiia, y sugiere resistencia y parodia tales dimensiones mercantiles. Del mismo modo, indica unas distancias que deben atenderse: las que resultan de las diferencias sociales y de como los discursos del poder desfiguran y homogenizan tales diferencias. Asimismo, "tiraera (2)" denuncia Ia faltade modelos generacionales: "en las bibliotecas de escuelas privadas/lo que hayes llorens/ y los chamacos quieren dembow" (29). Por esto el discurso poetico va cargado de referentes generacionales concretos que dialogan con estas generaciones mediatizadas del cable tv y del mundo del cine: un referente universal en estos tiempos. (,Trascendencia en Ia poesfa? (,Poesia en Ia trascendencia? (,Que es poesia? (,Que es ser poeta? (,Quien lo define? (,Hay acaso una definicion fundamental(ista) del poeta, de Ia poesia? (,Cua.Ies deben ser las aspiraciones del poeta en su poesfa? i,A que debe aspirar Ia poesia -como ente autonomo de experiencia estetica- en los poetas? Estos son los cuestionamientos centrales que suscita el poemario, Teorfa de conspiracion. En RebolloGil, la confrontacion empi'rica que supone definir el genero poetico se define entre lo pop, lo comercial y lo tradicional. No obstante, en la voz poetica hay una expropiacion semiotica de los codigos mediaticos revolucionaria y liberadora. Los poemas hacen eco de argumentos filmicos; ademas, mediante los pastiches a canciones de rap, y el uso de expresiones idiomaticas de prograrnas televisivos muestran que Ia apropiaci6n y parodia de los discursos medi<iticos se da conceptualmente, mas que formalmente. Asf, en Ia poiesis hay una reversion de los c6digos populaces dictados por Ia publicidad y Ia television para mostrar semas que identifican e incorporan una comunidad de habla, una generacion, una cultura popular en relaci6n ludica con Ia alteridad; una mirada critica a los discursos dominantes.


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Notas 1 Guillermo

Rebollo-Gil es doctor en Sociologia

de Ia Universidad de Florida en Gainesville, y en Derecho de Ia Universidad de Puerto Rico.

5

El analisis de Aurea Maria Sotomayor (2009)

profundiza en ese rasgo de Ia poesfa como espectaculo en Rebello- Gil.

Public6 Veinte {2000), Sonero {2003), Teorfa

de conspiracion (2005), La carencia (2008), Sobre Ia destruccion (2011), Sospechar de Ia eujoria (2012), Flores nacidas de Ia astucia (2013) y Decirla en pedacitos (2013). Sus

antologfas, libros de entrevistas a escritores

poemas han circulado ampliamente en revistas,

contempoliineos y otros medias que instituyen

peri6dicos y antologfas, asi como ha participado

el corpus literario de Ia Isla.

6

Flax recibi6 galardones del Institute de

Cultura Puertorriqueiia y del Pen Club de Puerto Rico, asf como figura en numerosas

en actividades de poesfa y perjomumce en Estados Unidos y el Caribe (el mas reciente fue

1

De hecho, este poema responde a una

en el Festival de Ia Palabra de 2011 en Puerto

entrevista realizada a Flax por Carmen Dolores

Rico). De igual manera, ha recibido premios del

Hernandez para El Nuevo Dfa, en Ia cual el

Institute de Cultura Puertorriqueiia, el Ateneo de Ponce y El Nuevo Dfa.

reduce y degrada Ia poesfa nuyorican. En

2

"Llorando a carcajadas. La poesfa de Hjalmar Flax" (Revista Domingo, 11 de enero de 2004:

La reseiia de Mara Pastor en Primera Hora a

Teor(a de conspiraci6n describe el texto como paranoico y confesional, asf como sugiri6 un analisis a los intertextos sugeridos en los

10. 12) el poeta sentencia sobre Ia poesia

nuyorican: Yo no se cuaJ es Ia tradici6n puertorriqueiia. El unico poeta

epfgrafes de citas de escritores, antrop6logos y

puertorriqueiio al que leo que vive por

pintores. De Ia misma manera, Manuel Clavell

alia y que no escribe en el "Spanglish"

lo reseii6 para El Nuevo Dfa, catalogandolo

ese es Julio Marzan. Lo demas es folclore,

tambien como confesional. Es en esa linea de

antropologia, sociologia -se adelantaron

Ia confesi6n que insertamos este estudio sobre

al rap. La poesfa requint6 con el rap.[•.. ]

Ia intertextualidad con lo mediatico.

Cada verso tiene Ia misma rima al final:

3

pum, pum, pum. Yes una poesfa narrativa, Todas las citas de los poemas fueron tomadas

testimonial. Y bastante aburrida, una

de Teor(a de conspiraci6n, 2005 y estanin

poesfa inminentemente oral, en Ia que el

seguidos del mimero de pagina en Ia cual

idioma no tiene ningun valor musical. Se

aparecen.

fuerzan las sflabas para meterlas dentro de

4

Ia melodfa y el ritmo y para que acaben La entrevista, titulada "Fin de las

rimando: pan y pan y pan. Para mf eso

contemplaciones. Entrevista a Guillermo

es sumamente aburrido. [ ... ]para mf no

Rebollo-Gil", se public6 en Revista Domingo

hay nada que buscar ahi desde el punto de

de El Nuevo Dfa y alude Ia impresi6n de Teorfa

vista cultural ode desarrollo politico. {12)

de conspiraci6n desde varies focos tematicos, pero enfatizando el aspecto conspirativo de los canones literarios en Puerto Rico.

Ademas, Flax critic6 el consume del rap: Se ha comercializado porque hay miles y miles que viven en esos "inner cities" que son consumidores y van a comprar rap y van a comprar Ia ropa ridfcula que usan.


45

Esa es Ia ropa que heredaban del hermano

caracterfstica de grupos culturales, como por

mayor y que les quedaba grande porque

ejemplo el movimiento punk. Los objetos

eran gente pobre. Y los recortes ... son

que poseen un significado, o ninguno, en Ia

como los que Jes daba Ia pobre madre que

cultura dominante son apropiados por algun

tenia que recortarlos y los tostoneaba. (12)

sujeto con conciencia artlstica profesional, y se ajustan a una nueva significaci6n, de

8

"Como en una pelfcula" numerosos poemas

canicter subversivo. Refierase a Jean Molino,

dicen esto en sus versos de forma literal:

"Toward an Evolutionary Theory of Music and

"pop poetry", "tiraera", "guanguanc6 pal que

Language", 2000.

sabe" y "fake it til you make it"; tambien hay otros que connotan el cine como modelo

15

Poema, "pop poetry".

16

N6tese el estereotipo mediatico del

representacional: "otro poema comercial de protesta", "teorfa de conspiraci6n (introducci6n a Ia poesfa urbana)", "Ia gringa es mental",

bartender que atiende y escucha a sus clientes,

"151 recinto oeste (2)", "conspiracy theory" y "25 aiios".

como una version altema del terapeuta, o mas

9

17 N6tese el intertexto con

Poema, "tiraera (2)".

bien como el terapeuta de Ia cultura popular.

The Godfather

(1972) ellargometraje sobre Ia mafia italiana 10

Poema, "otro poema comercial de protesta".

en Nueva York, dirigido por Francis Ford Coppola del gui6n de Mario Puzo. En una de

11

Tego Calderon es un reggaetonero muy

las escenas un productor es cine despierta al

reconocido por integrar sonidos de plena

lado de Ia cabeza de un caballo, como parte de

y tematicas sociales de las comunidades

las estrategias "persuasivas" de Don Corleone,

marginadas en su mlisica.

el protagonista.

12

18 Este

Poema, "guaguanc6 pal que sabe".

vocablo del ingles no tiene traducci6n

al espaiiol, pero se refiere al discurso 13

La metafora de Ia gran familia es analizada en rigor por Juan Gelpf en Uteratura y paternalismo en Puerto Rico,1993. 14

publicitario y mediatico exagerado que se da a ciertos productos o entidades que causa un sentido de expectaci6n en Ia comunidad.

El dembow es un tipo de musica caribeiia

antecesor del reggaeton. Se denota en el poema, en el empleo del bricolaje como

Bibliograffa

tecnica en Ia cual se crea, a partir de materiales simb6licos comunes de las problematicas de

Baudrillard, Jean. Cultura y simulacro. Antoni

clase y de las esteticas del poeta postmodemo,

Vicens y Pedro Rovira, trads. Barcelona:

dililogos con Ia cultura popular que crea nuevas

Kair6s, 2007.

formas del lenguaje literario. En los estudios culturales el bricolaje indica un proceso

Bauman, Zygmunt. La posmodernidad y sus

por el cual se adquieren objetos de varias

descontentos. Cristina Piiia Aldao y Marta

circunstancias sociales ("juego de Jenguajes")

Malo de Molina Bodel6n (trads.). Madrid:

para crear nuevas identidades culturales, y

Akal, 2001.

nuevas formas literarias. En particular es una


Rcvista ICP I numero 25

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El prearreglo funeral Por: Alexandra Pagan Velez

20 de junio El di'a que Gladys recibi6 al jovencito en su casa pens6 que querfa venderle un seguro medico. El comenz6 habhindole de Ia salud, luego de los familiares de ella y cerro ofreciendole un prearreglo funeral. Le enumer6los beneficios, le recalc6la exclusividad de la funeraria que representaba y remat6 con una frase perturbadora: "paz mental para su familia en ese terrible momento de dolor". Gladys no acept6 de inrnediato, una vez el joven concluy6la taza de cafe y las galletas, ella lo despidio con cortesia y acto seguido fue a examinar su rostro en el espejo de su habitaci6n.

21 de junio Insisti6 en que su cara no era Ia de una persona vieja. jSi basta Ia gente cree que sus hijas son hermanas suyas! Recordo que al guiar por las calles de la escuela escucho a una nina decir: "Mira a esa viejita guiando". Mas joven que tu madre me veo, pen saba. Pero lo cierto es que Gladys envejecia inutilmente, ya cobraba el Seguro Social, Ia pension de su marido muerto y siempre le cedfan el asiento y el tumo en las agendas de gobiemo. Vieja, viejita, repaso a sus muertos: su padre, esposo, madre, lias y algunas primas. Le quedaban sus hijas, quienes alardeaban una adultez reciente. Cada cuallejos en empresas distintas: estudios, trabajo, parejas, viajes, hijos ... .

22 de junio Gladys, mas que vieja -creencia que le resultaba incongruente-, se sabia sola. Entonces las palabras del joven: "los prearreglos funerales nos aseguran que en nuestro sepelio haran lo que queremos y que dispondran de nuestros restos como lo exigimos".

23 de junio Gladys rebusc6 las fotos en blanco y negro de su juventud y luego vio las fotos que se habfa tornado en Ia fabrica que trabajo por mas de una decada. Torno Ia foto grande que una vez figur6 en uno de los marcos 8.5 x 11 de la sala, Ia coloc6 allado de su rostro, comparo. Si', ya no tenia 44 afios, es evidente .. . j,pero un prearreglo funeral? l,Estaria firmando su sentencia a lo "inevitable" (las palabras del joven)? Tener cartas en el asunto p6stumo... pens6 en los gusanos comiendo su cadaver. Se convencio.


RevisUIICP I numcm 25

24 de junio i,D6nde rayos puse Ia tarjetita? Carmen, (.a tu casa fue un muchachito de una funeraria? (.jQue no!? Yo creia que habfa ido ... i,D6nde deje Ia tarjetita? jEs que ni me acuerdo del nombre de Ia funeraria! Gladys se puso en cuclillas y Ia vio. Justo debajo de Ia butaca reclinable. Ley6 y llam6 de su celular; al otto dia iria a firmar los papeles y hacer e) acuerdo.

25 de junio Un prearreglo ajustado a sus ingresos: pagaria $100.00 cada dia 25 por un afio y medio. E1 funeralle saldria con un 45% de descuento en el prearreglo. Toda una ganga y un alivio para sus hijas, una sorpresa nefasta, pero sorpresa al fin. De Ia funeraria le dieron un calendario. Cada mes tenia una foto de un paisaje acompafiado de un versiculo de la biblia. AI 25 de junio 1e hizo una X. Sali6 tranquila, pero presentia un augurio terrible en cada X que hiciera.

29 de julio Gladys tom6 su cartera y 1e pidi6 a Ia vecina que Ia llevara a Ia funeraria. Se habia retrasado en el pago del prearreglo. Aun no se acostumbraba a ese acuerdo p6stumo o prestumo ... se resistia al acuerdo.

25 de agosto Gladys sali6 con una lista: agua, luz, telefono, cooperativa, Baez (Ia funeraria), bacalao, galletas export soda, huevos, Coors Light, cafe, avena, alitas de polio, arroz. De su celular llam6 a su prima Princess, a Andy y a sus hijas. Una vez en su casa acomod6 la compra, puso las cervezas en Ia nevera y aprovech6 para hacerle Ia X al calendario.

25 de noviembre Gladys estaba contenta con Ia maravilla que habia logrado. Tenia sus deudas en orden y basta habia abierto una cuenta en Ia cooperativa del pueblo. Hacer las X, pagar el prearreglo le obligo a crear una agenda, una rutina y un presupuesto. Repas6las X en su calendario y miro el nuevo calendario que le regalaron los de Baez Memorial. Raul, el muchachito que le vendi6 el prearreglo, es el propio hijo del dueiio de Ia funeraria. Son una gente bien buena, con muchas atenciones. Lola, Ia secretaria, result6 ser familia de Carmen, Ia vecina. Gladys estaba feliz. Esa noche llamaria a una de sus hijas y le comentaria del prearreglo.

25 de diciembre jQue coincidencia! El dia de Navidad cerro el ciclo de su prearreglo. Ese dia Gladys recibi6 a sus hijas en Ia casa. Nadie habl6 del prearreglo ni del calendario en Ia puerta de Ia nevera. AI despedirse, Gladys llor6 como siempre. Pasarian meses basta que las volviera a ver.


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28 de diciembre Para sorpresa de Gladys, Baez Memorial no toma vacaciones de Navidad. De hecho, tenian 3 personas en Capilla Ardiente: 2 j6venes y 1 senora mas joven que Ia propia Gladys. Nuevamente Ia idea de Ia muerte Ia puso ansiosa. AI menos pudo saldar el prearreglo. Decidi6 basta el ataud: de roble en mahogany con el interior en terciopelo vino. Gladys suspir6 aliviada, salud6 con besos a todos. Le dieron un grupo de documentos y le regalaron una agenda con ellogo de Baez Memorial en letras doradas. Los documentos debia tenerlos en un Iugar seguro, alii estaba estipulado todo el arreglo. Una parte intima de Gladys sinti6 cierta nostalgia de no tener que regresar a Baez Memorial. La proxima vez que regrese sera de manera funesta.

1 de enero Gladys decidi6 cambiar el cuarto. Movi6 los muebles y cambi6 el juego de sabanas. Retorno Ia caja de zapatos donde guardaba las fotos viejas y alii trat6 de acomodar los documentos del prearreglo, pero un correntazo en Ia espalda le record6 Ia idea de Ia sentencia que habia finnado. Sin embargo, el timbre del celular le distrajo y fue a contestar Ia Hamada.

25 de marzo Nadie sabe exactamente el dia que Gladys muri6, sus hijas nose tomaron Ia molestia de incurrir en esos detalles. Ellas se cansaron de llamarla. Carmen, Ia vecina, extraii6 que hubiera pasado dias sin que Ia viera, sin que abriera Ia puerta del balc6n como acostumbraba, sin que Ia 1lamara para pedirle alguna cosa o preguntarle algo erraticamente. Carmen Ilam6 y Ilam6. El vecino forceje6la puerta. Entraron y el resto se convirti6 en un mar de llamadas: hijas, fiscal, amigos y basta Ia policia. Cuando las hijas llegaron, Gladys ya estaba en Ia morgue. Las hijas, confundidas y Ilorosas, hicieron los arreglos en Ia Funeraria Velez. Ajustaron su presupuesto y Ia velaron una noche, Ia cremaron y esparcieron las cenizas al mar. Recogieron y botaron todo. Se dividieron las fotos entre ellas y las primas sobrevivientes. Solo conservaron las escrituras de Ia casa. Del prearreglo con Baez Memorial nadie se enter6. Ni siquiera ellos la extraiiaron al pasar de los aiios.



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