COM UNI CIC/ONES 117
cultural de Puerto Rico. A pesar de mi acento - pense- renaci en Puerto Rico, soy de aqui. El contexto de Ia aventura que perdura hasta hoy era el pequeno, pero potente mundo cultural de aquel momenta. Era una potencia intensificada por Ia etema busqueda y Ia articulacion de Ia identidad nacional, el "ser puertorriqueno". La trayectoria de esa aventura pasaba por un camino matizado par el arte, el teatro, Ia literatura, Ia musica, Ia artesania, el baile chisico y folclorico. El vehiculo oficial para esa busqueda era una carreta figurativa de Rene Marques, los vejigantes de Francisco Arrivi, los cuentos de Luis Rafael Sanchez, el teatro urbana y callejero de Rosa Luisa Marquez, Zora Moreno y Pedro Santaliz. Fascinada con este mundo, colmado de brisas tropicales y vientos huracanados, y estimulada por )a gente que cohabitaba en el tratando de defender y validar su sentir patri6tico - a veces con pui\os verbales- , aprendi sobre Ia marcha los entomos del mosaico cultural del Pais y su significado a fin de ponerlo en marcha libremente. En esta aventura existencial, es decir, Ia activaci6n de Ia responsabilidad individual de promover Ia libertad, mis guias y mentores fueron excepcionalmente accesibles y generosos. Con el beneficia de Ia mirada retrospectiva y de Ia memoria aim no rota, fui testigo de una epoca quijotesca y de grandes esfuerzos por elevar Ia conciencia nacional. Cuando de Ia cultura se trataba no se tenia horario de trabajo; funcionaba como un cajero automatico ambulante, a toda hora. Cubria las exhibiciones de los artistas del patio, los conciertos de los cantantes de Ia Nueva Trova en los cafC-teatros o los clubes noctumos, los actores en los festivales de teatro, que en aquel momenta se montaban en el venerable Teatro Tapia. Publicaba rescnas de teatro, entrevistaba artistas, escritores y actores. El turbulento ambito politico, social y economico de las decadas del setenta y ochenta nos afectaba y animaba a todos. Con inquebrantable firmeza, los militantes culturales rehuian ser turistas en su propio pais, se resist ian a ser meros pasajeros sin voluntad en el tren de su desarrollo como pueblo. El tronco de Ia cut turn puertorriqueiia comenzaba a dar luz de nuevo y sus hojas bailaban con los vientos de Ia protesta. Era una epoca consciente y sensible, de profundas ensenanzas bajo Ia superficie cotidiana, donde los grandes maestros idcntiticaban a los futuros maestros, como hizo Lorenzo Hamar con Antonio Martorell, quien mas tarde repetiria el mismo proceso con Carmela Sobrino y Manuel Garcia Fonteboa, entre otros.
La sombrilla bajo Ia cual todas estas fuerzas del destino se rcunian para protegerse y defenderse de Ia lluvia de controversias y contradicciones de Ia cultura, Ia llevaba una islei\a con una personalidad de continente. La conversaci6n informada y universal era cscncial en el trato con Nilita: habia que cultivarse bien en las artes, Ia musica y Ia tectum para departir con ella y su grupo. Tuve In suerte de habcr nacido en una familia de cducadores y luchadores par Ia justicia. La lectura a vida era y es mi defensa ante el racismo, Ia ignorancia y Ia soledad. La literatura es mi mundo aparte y Ia lectura mi oxigeno. Estaba mas que preparada para entrar y sobrevivir en cl mundo de Nilita y aportar alga a el como periodista comprometida con el saber del Pais. Me sentia ilusionada, decidida, consciente y -debo
Ls notrciade lorenzo Hamar, 1959.