PIP: Ponencia Proyecto # 712 Senado EEUU (1989)

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PLEBISCITO

[6 meses] i aECClONOEOaEGADGSA 1 CONVENCION CONSTITUYENTE

[3 meses]

Odüir-i Díc TDnnioif*!

BQACGION Y APñOBAClOñI CONSTITUCION DE LA REPUBLICA

[Tiempo indefinido]

[6 meses]

aECCióN Da PRiMm GOBIRNO DE LA REPUBLICA

[1 mes]

TRANSICIOni

(Proyecto de la Comisiún de Energía y Recursos Naturales del Senado)

NUMERO DE AÑOS DE TRANSICION

Saños lOms 15m 20m ! 25ms

CIUDADANIA:

Ciudadanía dualsin límite de tiempo para actuales ciudadanos de EE.UU.

MIGRACIDN:

Libre acceso a EE.UU de ciudadanos duales, sin límite de tiempo.

Libre acceso a EE.UU de ciudadanos de P.R. que no sean ciudadanos de EE.UU por 25 años.

DEFENSA:

Términos a negociarse para la permanencia de bases militares.

CDNTRIDUCIDNES:

Tratado contributivo que sustituirá ios beneficios de la sección 936.

Beneficios Toreign tax credit"

DEUDA PUSUCA:

Exención contributiva continuada a bonos del E.L.A., hasta vencimiento

RELACWNES COMBICIAliS:

Acceso al mercado de EE.UU., libre de tarifas, a negociarse mediante tratado. A A A i

AYUDA ECDNÚmCA:

Fondos federales actuales como ayuda externa por nueve años, sujeto a renegociación.

MDNEDA:

INDEPENDENCIA

Publicado por la Secretaría de Educación Política del Partido Independentista Puertorriqueño

/ Partido Independentistas Puerto rriqueño nació y existe para lograr la independencia y la justicia social para Puerto Rico. Es dentro de ese principio ideológico que se enmarca nuestra participación en el proceso plebiscitario.

La primera etapa del proceso (reuniones con los líderes de los otros partidos, con los líderes congresionales, las definiciones de las propuestas y las vistas públicas) constituyó un triunfo rotundo para nuestra lucha. Entre los logros ob tenidos se cuentan los siguientes: nuestra causa y él Partido logran una mayor exposición pública, se inicia un proceso de negociación

directa con los Estados Unidos,se abren puertas en el Congreso,se crea en Puerto Rico conciencia generalizada de que hay un problema colonial que resolver,se echan por el piso los mitos de la permanencia y el pacto del ELA y se despiertan en Estados Unidos las fuerzas en contra de la estadidad.

A todas esas ganancias hay que añadir que de las 10 demandasfun damentales hechas por el PIP en su proyecto de definición de la indepen dencia, el Comité de Energía del Senado de los Estados Unidos aceptó 9. Esto constituye un triunfo trascendental para la independencia.

Demandas logradas ene!

Proyecto del Senado

Federal #712

1. Asistencia económica anual durante 9 años equivalente a la totalidad de los fondos federales que hoy recibe Puerto Rico,para fomentar el desarrollo económico en vez de la de pendencia. Pasados los 9 años se negociará nuevamente.

2. Continuación del Seguro Social en la República.

3. Continuación de los Beneficios a veteranos y pensionados en la República.

4. Ciudadanía dual(puertorriqueña y americana)para todos los puertorriqueños y para los nacidos después de la inde pendencia entrada libre a los E.U. por 25 años.

5. Comercio libre con Estados Unidos.

6. Disponibilidad del uso del dólar norteamericano como moneda oficial en la República.

7. Tratados contributivos equivalentes a los beneficios de las 936 ycontinuación dela exención contributiva para la deuda pública de Puerto Rico.

8.Reconocimientodela"relación especialentreEstadosUnidos

y Puerto Rico para garantizar una transición justa y equili brada hacia la nueva República sin desajustes económicos y para promover el desarrollo de una economía viable en la República de Puerto Rico".(Sec. 313)

9. El establecimiento de ima república democrática garanti zada porima Constitución redactada por vma Constituyente y aprobada por el pueblo antes del advenimiento de la inde pendencia.(Sec. 302 y 303)

10. Defensa.

La Sec.312 provee que los asuntos relacionados con la de fensa se discutan luego del triunfo de la independencia en el plebiscito y antes de que advenga la República. Esto quiere decir que será la Asamblea Constituyente elegida por el pueblo la que negocie todo lo relacionado con la defensa. Por lo tanto, no es necesario en este momento hacer decisión alguna con respecto a las bases militares.

No obstante debe señalarse que aunque el proyecto reconoce el derecho de propiedad de la República de Puerto Rico sobre todo su territorio(incluyendo elde las bases) y se provee para la rene gociación de las bases, la sección de defensa del proyecto contiene disposiciones inaceptables para el PIP.

Las disposiciones del Proyecto delSenado de Estados Unidos#712 contribuyen significativamente para que nuestro pueblo comience a ver la independencia como una alternativa que garantiza la de mocracia,elcrecimiento económico y las buenas relaciones entre la República de Puerto Rico y la República de Estados Unidos.

Con los argumentos sobre la viabilidad dela independencia que proveeelProyecto#712delSenado de los Estados Unidos, los independentistas tenemos en nuestras manos poderosos instrumentos para convencer a nuestro pueblo de la conveniencia de la indepen dencia,quitándole los miedos que tradicionalmente han difundido los enemigos de nuestro ideal.

"Tañamos m nuastras manos podorosos instpumontos para convoncop anuostpo convonioncia dala mdopondonaa,"

n días recientes la prensa del País ha informado,explicado y especu lado en múltiples ocasiones eltema de la posible realineación de fuerzas políticas en Puerto Rico y de posibles entendidos o acuerdos entre los diversos sectores políti cos del País.

El presidente del PIP inauguró el tema a principios de año con unas declaraciones en las que invi taba a reflexionar sobre la necesi dad de trascender los estrechos parámetros en que se venía dando la política puertorriqueña. Decía que el PIP tenía que estar abierto a buscar puntos de coincidencia con aquellos puertorriqueños con vencidosdela urgencia de resolver el problema del status y de ofre cerle al país un programa de go bierno honrado y eficaz. Hace varias semanas David Noriega volvió sobre el tema en una co lumna periodística.Como cuestión de hecho —como todos recor darán— ya el PIP había asumido esta posición de apertura desde antes de la campaña electoral de 1988. En ese momento, sin em bargo,las circimstancias no permi tieron que floreciera esa estrategia cuya corrección hoy resulta evidente ante la transformación de dichas circunstancias.

En el curso del año pasado —y hasta el día de hoy— el gran motor que viene produciendo esta trans formación dramática del entorno político puertorriqueño es el proceso plebiscitario.

La perforación del globo de las ilusiones de los estadistas al reve larse el sentimiento antiestadista en el Congreso, el descalabro del proyecto colonial presentado por Rafael Hernández Colón y el comienzo del lento procedo de re habilitación de la independencia como opción viable ante los ojos de nuestro pueblo,son el imponente saldo deldebate plebiscitario hasta el presente. Las consecuencias de lo anterior ya han causado estra gos irreparables en la efectividad del liderato de Carlos Romero Barceló en el PNP y de Rafael Hernández Colón en el PPD. Las encuestas incluso señalan que ambos son repudiados como fu

turos candidatos a la gobernación por una contundente mayoría de sus propios partidarios. Resulta obvio ahora para todos por qué el PIP acogió el proceso plebiscitario desde el principio con tanto entusiasmo yenergía;seabría una coyuntura con un enorme potencial para romper el estanca miento en que se encontraba la política puertorriqueña.Este estan camiento que impedía la consti tución de xm buen gobierno, no permitía tampoco forzar al Con greso de los Estados Unidos a confrontar el problema colonial puertorriqueño y sentar las bases para su solución por vía de un proceso que eventualmente lle varía a una auténtica descoloni zación.En este proceso —como ya se hace evidente— el plebiscito no sería másqueim primer paso cuyos efectos principalesserán elderrum bamiento del muro colonial y la revelación de la imposibilidad de la estadidad como solución tanto paralosEstadosUnidoscomo para Puerto Rico.

Camino al plebiscito, en este momento,sin embargo,no se vis lumbra la posibilidad de acuerdos o entendidos políticos. Para que pueda concretarse un acuerdo descolonizador y de buen go bierno habrá que esperar hasta que se celebre el plebiscito, a menos que en los próximos meses, por acción de los Estados Unidos, varíen sorpresivamente las ac tuales condiciones. Las encuestas demuestran que si Rafael Hernández Colón se empecina en llevar un ELA colonial al plebiscito será derrotado, mientras que Car los Romero Barceló va a constatar la existencia de una mayoría que favorece la estadidad y la negativa de los Estados Unidos a aceptarla. Si el PIP participa en el plebis cito los votos por la independencia serán, al mismo tiempo, el golpe de gracia que garantizará la de rrota de la colonia y remachará la imposibilidad dela estadidad.Esto es así pues,si el independentismo participa en el plebiscito,los independentistas de la periferia no es tarán tentados a caer en la trampa de votar por la colonia para parar

Publicado por la' Secretaría de Educación Política de Partido Independentist^ Puertorriqueño

Ilelissap elBslancmiitB, lIPBVBBPlB ala VBIUilB

BiJEléageaulaa úBíiiaa galiiBPBBalPaíspageaplpá glaalBapsBla paalmclBa ÚBlBBPiaS.

la estadidad; habiendo dos rondas de votación, los independentistas de la periferia y aun los estadolibristas que creen en la libre asocia ción,podrían votar porla indepen dencia en la primera ronda sin temor alguno a que un voto por la independencia posibilitetm triunfo dela estadidad.Porotrolado,mien tras mayor el voto por la indepen dencia más imposible será la esta didad,porque ante el Congreso de los Estados Unidos,un voto por la independencia vale más que muchos votos por la unión perma nente delELA como argiunento en contra de la estadidad. Por el con trario, si los independentistas no participáramos en el plebiscito, la abstención promovida por elindependentismo sólo serviría para hacer más fácil el triunfo de la esta didad en una primera ronda,pues mientras menos votantes no-esta distas participen en el plebiscito más fácil le será a los estadistas obtener una mayoría de los votos.

na vezse dé el plebiscito- y es muy probable que se dé con los resulta dos que señalan las encuestas el escenario político puertorriqueño habrá sufrido un cambio decisivo. De cara a las elecciones de 1992 tendremosen Puerto Ricoim status colonial que habrá sido ya repu diado por el electorado y un proyecto estadista victorioso pero natimuerto. En ese momento sur girían condiciones conducentes a una profunda realineación de fuerzas en Puerto Rico. Habiendo dejado la colonia de ser opción sólo restarán,por un lado,los esta

distas, condenados por ima pre cipitada erosión de su apoyo elec toral y,por el otro,los creyentes en un Puerto Rico soberano,ya sea en la plena independencia unos o en la verdadera libre asociación otros. Notomará mucho tiempo paraque muchos estadistas,ante la imposi bilidad cada vez más evidente de lograr sus aspiraciones, transijan con una fórmula soberana coaus piciada por los americanos, que mantenga vínculos económicos estrechos con los Estados Unidos y que garantice la ciudadanía dual para el futuro. Empecinarse en la estadidad frente alsensato rechazo de la misma por parte de Estados Unidos seria destinarse a la irrelevancia sin posibilidad ni de estadi dad ni de poder gubernamental.

Según elescenario antesdescrito —por lo tanto— la realineación, eventual producto del plebiscito, incluirá no sólo a independentis tas y a autonomistas sino también a muchos que hoy son estadistas. Si el plebiscito no se diera en 1991,elefecto principaldeello seria atrasar el calendario de eventos que se vislumbran. En esa circun stancia,la posición preelectoraldel PIP en 1988 recobraría plena vi gencia.La prioridad sería entonces la búsqueda de un punto de con vergencia política e institucional donde los que sienten la urgencia depromoverun proceso descoloni zador y un buen gobierno puedan encontrarse y aunaresfuerzos para ser un factor decisivo en las próxi mas elecciones.

Aun sin plebiscito, por lo tanto, rebasar el estancamiento, superar la colonia y proveerle a la vez una opción genuina de buen gobierno al País requerirá plantearse la rea lineación de fuerzas.

A la prornoción de ese reexamen está comprometido el Partido Independentista Puertorriqueño convencido de que elsabio manejo de la actual crisis en nuestra rela ción política con losEstadosUnidos acelerarála consecución de nuestro destino y le permitirá a todos los puertorriqueños,aun alos que hoy le temen, recibir el nuevo milenio como un pueblo finalmente eman cipado.

POR RUBEN BERRIOS MARTÍNEZ

(Documento aprobado por unanimidad por el Comité Central del PIP, 10 de junio del 1990)

En el plebiscito vamos a parar la estadidad, a derrotar la colonia y a contribuir al proceso de descoloni zación llevando el
Publicado por la Seoretaría de, Educación Política del Partido Independentista Puertorriqueño

Igunostemen queel plebiscitolleve a Puerto Rico a la estadidad. Es todo lo contrario. Si, como alegan algunos,la estadidad fuera posible,el plebiscito seria la forma más efectiva para detenerla. Si, como ha sostenido el PIP constan temente,enlasactualescircrmstancias la estadidad es imposible, el plebiscito puede ser la forma más efectiva de demostrarlo.

En los Estados Unidos nada ha contribuido mása estos propósitos que la actual discusión plebisci taria, particularmente ahora que los acontecimientos en Lituania, Quebec y Cachemira han de sacreditado la alternativa de la integración. La mera posibilidad de que el pueblo puertorriqueño pueda solicitar la estadidad ha lo-

grado lo imposible: aglutinar en un sólo campo antiestadista a in fluyentessectoresdelas másdiver sas tendenciasideológicas del"establishment" norteamericano.

En Puerto Rico, ahora es mejor momento que mañana para de tenerla estadidad;mañana puede ser muy tarde. Los estadistas son muchos y de continuar el proceso de integración, asimilación y de pendenciaserán mástodoslos días. Ante esa reaUdad, o las fuerzas antiestadistas damos el combate ahora que los estadistas no están en el poder, o inevitablemente tendremos que enfrentar muy pronto una contienda en condi

ciones mucho más adversas.

Con respecto a la estadidad, el plebiscito sólo puede tener dos resultados: que obtenga más del 50% o que no llegue al 50%.

¿Qué sucederá si la estadidad obtiene mayoría absoluta en el plebiscito? Tal mayoría equival dría aima mera solicitud que seria rechazada en los E.U. Senci llamente porque, como el PIP ha venido señalando,el resultado del plebiscito no será automático y porquela estadidad no le conviene a ese país. La estadidad no es un derecho; es rma prerrogativa que E.U. concede a su conveniencia.

Voceros de diversos sectores ideológicos norteamericanos han articvüado lasrazones porlascuales la estadidad no le conviene a los E.U., utilizando argumentos ya anticipados por elPIP hace más de una década.

El New Republic, orientador ideológico de los demócratas, advierte en im reciente editorial: 'Tuerto Rico es un país de habla hispana..." con "una minoría ar ticulada que favorece la indepen dencia..." y "los E.U. tienen una historia...de...asimilación...";(por lo que) "no es muy lisonjera la perspectiva... de crear im estado con un movimiento secesionista 'built-in' ... La última vez que se experimentó con algo similar - en 1860 - el resultado fue sangriento (la Guerra Civil)..."

Menciona además "el asunto de los dólares..." y argumenta que "no le hace ningún bien al pueblo el que fomentemos la cultura del mantengo mientras diluímos su base industrial".

No es de extrañar, pues, que el New Republic sugiera eliminar la estadidad del plebiscito: "La pregunta es si la libre deter minación tienequeincluirla opción de la estadidad... ¿por qué debe ser E.U. la única de las grandes potencias que absorba a sus colo nias en vez de liberarlas?"

Patrick Buchanan utiliza razo namientos similares en una serie de artículos recientemente pubUcados. El influyente portavoz conservador, recuerda que "los hombres no nacen libres, nacen

nacionales", y también advierte que convertir a Puerto Rico "en nuestro estado 51 esuna invitación aleaos...". Añade finalmente: "la delegación congresional dePuerto Rico se convertiría en el centro aglutinador de un nuevo y mili tante caucus de hispanoparlantes...",levantando así el espectro del racismo.

Pero si para detener la estadidad no bastara con esas razones, con esa oposición y con las de las cor poraciones 936,tampoco la deten dría que el plebiscito no se ce lebrara en ell991. Los líderes esta distas convertirían las elecciones del 1992 en unas plebiscitarias; y cuando ganen esas o imas futuras elecciones celebrarán un plebiscito - entonces desde el poder - con mayores posibilidades de triimfo. Pero la estadidad puede también no obtener una mayoría y por lo tanto sufrir una derrota en el ple biscito. Esto es posiblesisus oposi tores acuden a votar masivamente.

e celebrarse el plebiscito,los esta distas acudirán todos a votar,por lo que mientras menor sea el número totalde votantes,másfácil serásu triunfo. Albajareluniverso electoral aumentan sus posibili dadesdeobtener másdelcincuenta porciento,yaquela abstenciónsólo alejaría de las urnas a los que no son estadistas.

Se trata llana y sencillamente de matemáticas. Por ejemplo, si los independentistas nos abstuviéra mos en el plebiscito y votaran 1,800,000 personas, los estadistas podrían obtener mayoría con 900,001 (lo cual equivaldría al50% más uno del total de votos). Pero si 100,000 independentistas par ticipáramos, eso elevaría el número total de electores a 1,900,000 reduciendo los 900,001 votos estadistas a sólo el 47%,im posibilitando de esa forma el triunfo de la estadidad. En otras palabras, si nos abstenemos, le aumentamos el porciento de votos a los estadistas; mientras que si participamos,le reducimos el por ciento de votos.

En las actuales circunstancias, particularmente en un país donde

una abstención significativa de no independentistas es ima quimera, abstenerse en el plebiscito equivale,porlo tanto,a contribuir sin quererlo a que los estadistas obtengan una mayoría en el ple biscito.

Más aún, mientras más votos independentistas en el plebiscito, más se imposibilita la estadidad, aunque ésta obtenga más del 50% de los votos. Un mayor número de independentistas aumentará la oposición de los que en E.U. re chazan la admisión de im nuevo estado con un vigoroso movi miento secesionista. Para detener la estadidad im voto por la inde pendencia vale más que muchos votos por el ELA.

Por lo tanto, para los indepen dentistas que no tenemos objeción de principio al proceso electoral,constítuye un deber pa triótico votar por la independen cia en el plebiscito. El voto independentista es más importante que nunca antes.

Además,a través del plebiscito, se le presenta a los populares anti estadistas la oportunidad de ex presarsurepudio a la estadidad de la forma más efectiva - votando por la independencia - sin restarle posibilidad de triunfo al ELA. Si la estadidad tiene votos sufi cientes para obtener más del 50%, los obtendrá independientemente de si el elector popular antiesta dista vota por el ELA o porla inde pendencia.

Pero no basta con parar la estadi dad en el plebiscito para darle un golpe mortal a ese status. Tam bién es necesario acabar con el colonialismo - el ELA mejorado o sin mejorar - pues su continua ción sólo serviría para multiplicar la dependencia y continuar fo mentando la estadidad. Por eso, detener la estadidad, sin más, o facilitar - mediante una campaña de abstención - que simpatizantes independentistas voten por elELA para supuestamente detener la estadidad, sería un grave error. Sólo se lograría consolidar la colo nia, debilitar y diluir al independentismo y posponer la petición de estadidad para cuando tenga

mayorfuerza ysea másdifícilcom batirla.

Pero afortunadamente a los independentistas se nos presenta en el plebiscito la oportunidad única de derrotar la colonia a la misma vez que detenemosla estadidad. Sólo tenemos que lograr lo que ya hemos alcanzado en las pasadas cuatro elecciones: votos suficientes - independientemente del total - para evitar el triunfopor mayoría de más de50% - tanto del ELÁ como de la estadidad. En el plebiscito, contrario a las elecciones, ese resultado será crucial. En el plebiscito la inde pendencia es la fuerza que decide. Por ejemplo, para detener la esta didad y evitar el trixmfo del colo nialismo tiene el mismo efecto de cisivo un resultado de44%"ELA", 44% "estadidad" y 12% "indepen dencia" que uno de47%,47% y6% - aunque lo óptimo es alcanzar nuestro objetivo con el más alto porcentaje posible para laindepen dencia. Es una meta sencilla, lograble y patriótica.

Este resultado tendría como con secuencia promoverenlosE.U.una más profunda reevaluación del problema del status y en Puerto Rico una realineación de fuerzas políticas. Ambos resultados sólo pueden beneficiar a la indepen dencia,particularmente cuando el independentismo ha obtenido logros importantes en los E.U. y se hace e-vidente el desgaste delPPD y del PNP y sus alternativas de status.

Alguiendiráquehayriesgos.Por supuesto. Pero los riesgos son calculados y ponderados. Además los riesgos de la participación son mucho menoresquelasconsecuen cias de la abstención, que son en tregarle el triunfo en bandeja de plata a los estadistas o contribuir a consolidar elcolonialismo. En todo caso el riesgo es el precio de la victoria. El futuro es de los que, sin miedo a perder, se atreven a vencer.

Nuestra meta en el plebiscito es clara y permanecerá inalterada mientras no varíen radicalmente las actuales condiciones. Vamos a parar la estadidad, a derrotar la colonia y a contribuir al proceso de descolonización llevando el mensaje de una república viable, próspera y democrática. Vamos a adelantar la independencia.

Publicado por la Secretaría de Educación Política del Partido Independentista Puertorriqueño

lEtllES DE U INDEPENDENCIA

• Transferencia de propiedades federales a la nueva República de Puerto Rico.

• Leyes federales no aplicarán más en Puerto Rico.

•Las leyes del ELA seguirán en vigor hasta que sean derogadas o enmendadas.

•Los pronuncianúentos judiciales anteriores(de las cortes federales y del ELA)se honrarán plenamente después de la proclama.

• Los procedimientos judiciales pendientes al momento de la proclamación continuarán en los tribunales de la República de Puerto Rico.

• La República será la sucesora y asumirá todas las obligaciones previas del ELA.

• Las obligaciones internacionales de EE.UU en relación con Puerto Rico cesarán,pero la República podrá asumirlas de acuerdo con la nueva Constitución y las leyes de la República.

TRANSICION

POSTERIOR A LA PROCLAMACION

DE LA INDEPENDENCIA

NUMERO DE AÑOS DE TRANSICION

Sms Wms ISms 20ím 2Sms

CUDADANÍA:

Ciudadanía dualsin límite de tiempo.

MIGRACION:

Ubre acceso a EE.Uil de ciudadanos duales, sin límite de tiempo.

Ubre acceso a EEUU de ciudadanos de P.R. que no sean ciudadanos de EE.UU por 25 años.

DEFENSA:

Periodo razonable(a negociarse)para la permanencia de bases militares.

CONTRIBUCIONES

Mantenimiento de la sección 936 por 15 años, reducción gradualpor 10años.

nanA pubuca:

Exención contributiva a bonos emitidos por la República por25años.

RELACIONES COMERCIALES:

Acceso al mercado de EE.UU., libre de tantas, por un periodo de 20años.

AYUDA ECONOMICA:

Fondos íederates actuales como ayuda externa por diezaños, reducción gradual por diez años adicionales, sujeto a renegociación.

MONEDA:

Moneda dualpor 10años.

Nota:Los circuios representan que las condiciones finatesse negociarán durante elperiódo de transición antes de la independencia.

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